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CAPITULO Toma de decisiones en grupo 15.1. INTRODUCCION La relevancia que poseen las decisiones en los grupos (particularmente en determinados grupos; por ejemplo, los jurados) ha estimulado la investigacion sobre los procesos que se dan en ell os y las reglas que explican la toma de decisiones (por ejemplo, Blumberg, 1994; Penrod y Heuer, 1998; Witte y Davis, 1996). Frente a determinados grupos, por ejemplo, equipos en una cadena de automoci6n, que se le s pide crear un producto tangi- ble, evaluable ante estandares de excelencia, nos encontramos con otros grupos cuya principal actividad es tomar decisiones, y, por tanto, la productividad de estos es evalua- da en terminos de la adecuaci6n 0 no de tales decisiones. Los miembros de estos grupos buscan lograr un consenso en cuestiones tan diversas como si un crimin al es inocente 0 culpable, si un a estrategia particular supondra mayores beneficios en la empresa, si el fichar a uno u otro jugador aportara mejores resultados en el equipo deportivo, etc. En definitiva, con frecuencia el rendimiento de un grupo depende de su capacidad para to- mar decisiones de forma eficaz y eficiente. Por consiguiente, mejorar esta habilidad puede suponer que un grupo lIegue a ser mas productivo que otro. Esto es, por tanto, 10 que justifica que el estudio de la toma de decisiones en grupo esta adquiriendo un interes creciente como se demuestra en el analisis bibliometrico que lI evamos a cabo sobre dicho t6pico (g roup decision making). Si tomamos la base de datos Psyc-L1T, nos encontramos que este t6pico aparece 940 veces en el campo «des- criptor». En los seis periodos en los que hem os agrupado los aiios comprendidos entre 1975 y 19 99, nos encontramos una tendencia creciente a 10 largo de todos ell os (vease la Figura 15 . 1) , correspondiendo el mayor porcentaje de publicaciones (25,53 por 100) al ultimo periodo (1995-1999). Un total de 1.868 autores diferentes han tratado esta pro- blematica, la mayoria de ellos (1.359) con una 0 dos publicaciones, 52 con tres 0 cuatro publicaciones y 27 con mas de cinco publicaciones, destacando entre ellos a James H. Davis con 21 publicaciones, Randy Y. Hirokawa con 10 publicaciones, Norbert L. Kerr con nueve publicaciones y Scott T. Alisson, Charles E. Miller y Garold Stasser con ocho publicaciones cada uno. 433

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CAPITULO

Toma de decisiones en grupo

15.1. INTRODUCCION

La relevancia que poseen las decisiones en los grupos (particularmente en determinados grupos; por ejemplo, los jurados) ha estimulado la investigacion sobre los procesos que se dan en ell os y las reglas que explican la toma de decisiones (por ejemplo, Blumberg, 1994; Penrod y Heuer, 1998; Witte y Davis, 1996). Frente a determinados grupos, por ejemplo, equipos en una cadena de automoci6n, que se les pide crear un producto tangi­ble, evaluable ante estandares de excelencia, nos encontramos con otros grupos cuya principal actividad es tomar decisiones, y, por tanto, la productividad de estos es evalua­da en terminos de la adecuaci6n 0 no de tales decisiones . Los miembros de estos grupos buscan lograr un consenso en cuestiones tan diversas como si un criminal es inocente 0

culpable, si una estrategia particular supondra mayores beneficios en la empresa, si el fichar a uno u otro jugador aportara mejores resultados en el equipo deportivo, etc. En definitiva, con frecuencia el rendimiento de un grupo depende de su capacidad para to­mar decisiones de forma eficaz y eficiente. Por consiguiente, mejorar esta habilidad puede suponer que un grupo lIegue a ser mas productivo que otro.

Esto es, por tanto, 10 que justifica que el estudio de la toma de decisiones en grupo esta adquiriendo un interes creciente como se demuestra en el analisis bibliometrico que lIevamos a cabo sobre dicho t6pico (group decision making). Si tomamos la base de datos Psyc-L1T, nos encontramos que este t6pico aparece 940 veces en el campo «des­criptor». En los seis periodos en los que hem os agrupado los aiios comprendidos entre 1975 y 1999, nos encontramos una tendencia creciente a 10 largo de todos ell os (vease la Figura 15. 1), correspondiendo el mayor porcentaje de publicaciones (25,53 por 100) al ultimo periodo (1995-1999) . Un total de 1.868 autores diferentes han tratado esta pro­blematica, la mayoria de ellos ( 1.359) con una 0 dos publicaciones, 52 con tres 0 cuatro publicaciones y 27 con mas de cinco publicaciones, destacando entre ellos a James H. Davi s con 2 1 publicaciones, Randy Y. Hirokawa con 10 publicac iones, Norbert L. Kerr con nueve publicaciones y Scott T. Alisson, Charles E. Miller y Garold Stasser con ocho publicaciones cada uno .

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434 Psic%gia de los grupos

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Pcriodos-aiios

Figura 15.1 . Trabajos publicados sobre loma de decisiones en grupo

La tematica de la toma de dec isiones en los grupos ha sido recogida en 250 revistas di fe rentes, destacando las revistas Organizational Behavior and Human Decision Proc­esses, con 99 publicaciones; Journal of Personality and Social Psychology, con 52 pu­bli cac iones ; Group Decision and Negotiation, con 46 publi caciones, y Small Group Behavior, con 40 publi caciones. Los trabajos referidos a esta tematica se han publicado en 13 idiomas diferentes que comprenden lin total de 730 categorias de descriptores di stintos, entre los que cabe subrayar: pobl ac i6n adulta (454), di scusi6n grupal (8 1), model os (68), rendimiento grupal (66) y aplicaciones en el computador (50) .

]5.2. DECISIONES INDIVIDUALES VERSUS GRUPALES

Es un hecho evidente que los grupos, ademas de resolver tareas y proporc ionar una base afecti va a sus miembros, han de tomar decisiones. Algunas son de carac ter mas 0 menos informal, mi entras otras encierran cuestiones que son de vital importancia para e l propio grupo 0 para las personas que se van aver afectadas por tales dec isiones . Toda una linea de investigac iones se ha ocupado del estudi o de es te proceso, donde se ha prestado una atenci6n especial al ana l isis de los mecani smos por los cua les un grupo lIega a tomar una dec isi6n, as i como la ca lidad de esa dec isi6n. Do ise y Moscovici ( 1986) j ustifican el interes por las decisiones grupales porque es tas con frecuencia deri van en resultados inapropiados 0 decepcionantes y porque a menudo se cree que los grupos toman decisio­nes de l mi smo modo que los individuos. Sin embargo, las cosas no son tan simpl es como a primera vista pueden parecer, ya que ex isten di fe renc ias entre las decisiones indivi­duales y las dec isiones que se toman en grupo.

Uno de los primeros estudi os donde se comparaba la decisi6n en grupo frente a la dec isi6n individual fue rea li zado por Goodwin Watson ( 1928). Un grupo de estudiantes rea li z6 un test primero de fo rma indi vidual, luego en grupo y, fin al mente, de fo rma indi ­vidual. Los dos rend imientos individuales fueron promediados. Once de los quince gru­pos puntuaron por encima de l nivel medi o de SliS componenles y seis de los quince grupos puntuaron mas a lto que el individuo que alcanz6 la max ima puntuac i6n. Marvin Shaw ( 1932) realiz6 un estudio donde indi viduos y grupos de cuatro personas tenian que re-

Toma de decisiones en grupo 435

solver una serie de puzzles intelectuales (tareas «eureka»; por ejemplo, tres matrimonios que intentan cruzar un rio en una canoa que solo puede lIevar a tres personas). Tan solo tres de los 21 suj etos fueron capaces de resolver la tarea, mientras que esta fue resuelta por tres de los cinco grupos.

Como resultado de estudios como estos, Thorndike (1938) concluyo que el grupo es superior al individuo en la solucion de problemas y en la toma de decisiones. Revisiones mas recientes tam bien lIegan a la conclusion de que los grupos, generalmente, aprenden mas rapido, cometen menos errores, recuerdan mejor, toman mejores decisiones y son mas productivos, en cantidad y calidad, que los individuos (Baron, Kerr y Miller, 1992; Davi s, 1969; John son y Johnson, 1989; Laughlin, 1980). Las explicaciones que se han dado a este hec ho son varias. Una, que en los grupos se dan mejoras en el proceso; la interaccion entre los miembros del grupo tiene como resultado la aportacion de ideas, insights, y estrategias que no son pensadas por los sujetos individualmente. Barnlund ( 1959) encontro que despues de una discusion grupal, las dec isiones sobrepasan tanto el promedio de las decisiones aportadas de forma individual como las respuestas del mejor miembro. Falk y Johnson (1977) y Hall y Williams (1966) encontraron que las discusio­nes en grupo lleva n a dec isiones que a ninguno de los participantes se les habia ocurrido antes de la di scusion.

No obstante, la evidencia indica que la superioridad presumida de los grupos a menu­do es fal sa 0 al menos hay que tomar con ciertas reservas esta afirmacion . En la revision de la invest igacion sobre la precision grupal versus individual en tareas de juicio, Hastie ( 1986) argumenta que las caracteristicas de la tarea a menudo influyen en el rendimiento de los individuos y grupos. Por ejemplo, en tareas de estimacion numerica, el juicio grupal es mejor que el promedio del juicio individual , mientras que en tareas de solucion de pro­blemas el juicio grupal es mejor que el promedio del juicio individual y peor que el mejor juicio individual (las unicas excepciones a esto ultimo son los problemas «eureka», en donde el juicio grupal es igual al del mejor miembro). Hastie concluye que el determinante critico del rendimiento grupal es que la solucion pueda ser demostrable, es decir, los gru­pos se desempeiian mejor en tareas con soluciones correctas que puedan ser facilmente demostradas y comunicadas a los miembros. Por su parte, Michaelsen (Michaelsen, Wat­son y Black, 1989; Watson, Michaelsen y Sharp, 199 1) indica que cuando los miembros del grupo lIevan un cierto tiempo trabajando en una tarea que es importante para ellos, el rendimiento grupal a menudo sobrepasa el rendimiento del mejor miembro.

Otra explicacion es que en los grupos se da una mayor probabilidad en reconocer y rechazar las soluciones incorrectas (Shaw, 1932; Ziller, 1957). Una tercera razon es que los grupos tienen una memoria mas precisa de los hechos y eventos que los individuos (Villasenor, 1977). Cuando los investigadores examinan las memorias de los grupos y de los individuos encuentraf! que los grupos de colaboraci on se desempeiian mejor que el promedio de los sujetos y que e l mejor suj eto . No obstante, los grupos de colaboracion pueden no recordar tanta informacion como los grupos nominales (grupos de sujetos no interactivos) (vease la Figura 15.2). Otras razones del porque los grupos toman mejores decisiones que los individuos son (Johnson y Johnson, 1994, p. 226): porque los grupos facilitan una mejor motivaci on para el exito (facilitacion social) , los grupos toman deci­siones mas arriesgadas que los individuos (polarizacion grupal) , la implicacion en la toma de deci siones en grllpo allmenta el compromiso de los miembros para implantar la decision y porque la implicacion en la toma de dec isiones en grupo facilita los cambios en conducta y actitudes exigidos para implantar la decision .

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Colaborac ion Mejor miembro Individual

Condicion

Figura 15.2. Quien recuerda mas, £,105 grupos, los grupos nominales 0 los sujetos?

15.3. ORJENTACIONES TEORICAS

Las perspectivas metate6ricas que han tratado de expli car los procesos de toma de deci­siones a nivel de juicio colectivo, e lecci6n y soluci6n de problemas han sido: la perspec­tiva de la combinaci6n soc ial, la perspec tiva de la influencia social y la perspectiva de la cognici6n soc ial. Es tas no son incompatibl es y pueden ser contempladas, aunque no necesariamente, como una progresion desde 10 molar a 10 molecul ar. Cada una de estas perspectivas ha inspirado y gui ado el desarrollo de modelos formales de procesos y pro­ducti vidad grupal.

La Leoria del esquema de decision social

Desde la perspectiva de la combinac ion soc ial, se ha desarrollado la teoria del esquema de decision social (en ingles, representada por las siglas SDS). Esta teoria ti ene cuatro elementos bas icos: las tendencias de las respuestas ini ciales de los suj etos (preferen­cias), la distribuc ion de estas preferencias dentro del grupo (distribucion dislinguible), las vias de pos ibl es respuestas del grupo (decisiones) y una norma probabilistica que permite dibujar las di stribuciones di stinguibl es en cada una de las posibl es dec isiones de grupo (esquemas de decision). EI termino «preferencia» en esta teo ria adquiere diferen­tes matices de significado en funcion del contexto. En la e leccion colec tiva, la preferen­cia significa tendencia a elegir una decision sobre las demas a lternativas. En so lucion de problemas en grupo, la preferencia es una elecc ion entre un grupo de soluciones posi­bles 0 propuestas y con frecuencia indica la creencia de que una respuesta es la correcta (0 al menos la mejor entre las opciones di sponibles).

Laughlin y Elli s ( 1986) propusieron que el numero de apoyos dentro de un grupo necesarios y suficientes para determinar una decision grupal esta inversamente re lac io­nado con la probabilidad de demostracion de la posicion que de fi enden. Por ejempl o, las mayorias simples suelen prevalecer en tareas de juicio, como las utilizadas en e l estudio

Toma de decisiones en grupo 437

de po lari zac ion grupal Uuicios actitudinales, items de elecc ion, etc.). Para estas tareas no ex iste un sistema de inferencia aceptado por consenso que demuestre 10 correcto 0 superioridad de una respuesta sobre las demas . Para problemas tipo «eureka» 0 proble­mas con respuestas que son obvias una vez propuestas, un miembro es suficiente para que el grupo 10 resuelva. Sin embargo, en problemas que no tienen una respuesta tan obvia (por ej empl o, cuestiones de vocabulario, test de conocimiento de palabras) se pre­cisa que al menos dos miembros del grupo tengan la respuesta correcta para asegurar que el grupo adopta la respuesta correcta.

En resumen, desde la perspectiva de la combinacion socia l especificada en la teo­ria de l esquema de decision soc ial, e l campo de la decision colecti va viene caracteri­zado por esquemas de decision de la mayori a. Su fu erza radi ca en proporcionar una herramienta conceptual para ex plorar patrones genera les sobre como las preferencias de los miembros se combinan para lI egar a una respuesta grupa l. No obstante, esta teoria no contempl a como se desarro lla a 10 largo de l ti empo el proceso de l consenso y de influencia socia l. En es te sentido, otros enfoques mas dinamicos han intentado sa l­var esta laguna a l representar e l proceso como un despli egue de influencia soc ial a 10 largo de l tiempo.

Mode/os dinamicos

Algunos auto res, basandose el estudio c las ico de Asch ( 1956) sobre conformidad y en es tudios que analizan la re lac ion entre magnitud de influencia y numero de fuentes de influencia, han examinado la posibilidad de que el movimiento de una configuraci6n de opiniones en un grupo es un proceso metodico.

Kerr ( 1982), basandose directamente en la teoria SDS, sugiri6 que e l proceso de l consenso en grupos pod ria estar representado por un movimiento desde una di stribuci6n di stingui ble a otra . En su modelo esquema de lransicion social (en ingles, representado por STS), los cambios en las preferencias son trazados y resumidos en una matriz de transic ion. Penrod y Hastie ( 1980) ampliaron su modelo sugiri endo que la probabilidad de que un j urado cambiase de opinion estaria sistemati camente relac ionada con el ali­neamiento de las opiniones de los miembros del jurado. EI consenso genera consenso.

Stasse r y Davi s ( 198 1) adoptaron un enfoque simil ar para modelar el movimiento hac ia el consenso. En su modelo secuencia de inleraccion social (S IS) con tempi an a los miembros del grupo en un estado cierto 0 incierto . Cuando los suj etos estan en una si­tuacion de incertidumbre, son potenciales conversos. Cuando estan seguros de su opi­nion, esta certidumbre tiene que ser eliminada para poder cambiar sus mentes . Stasser y Davis encontraron que los cam bios de opinion y los movimientos a favor 0 en contra de la certidumbre estaban relacionados con el tamano de la faccion, pero de diferentes formas. EI movimiento hacia la certidumbre estaba re lac ionado con la proporci6n de miembros del grupo en la facc ion de uno mi smo, mi entras que el movimiento hacia fuera de la certidumbre estaba relac ionado con el numero de mi embros en las facciones opuestas. Los ca mbios de opinion, no obstante, presentaban una relac i6n curvilinea con el tamano proporc ional de la facc ion que apoyaba la pos icion aceptada. Por ejemplo, en un jurado simulado, la probabilidad de que un jurado inc ierto cambie al veredicto de culpable aument6 cua ndo el numero de los que abogaban por la culpabilidad sobrepas6 una ma­yoria y se acerco al tamano del j urado. Estos autores especulan que estos dos tip os de cambio es tan relac ionados con las dos fo rmas de influencia social, normativa e infortnativa.

438 Psicologia de los gl'upos

Modelo de valencia

Este mode lo fo rmulado por Hoffman ( 1979) expresa que los grupos dec iden a partir de la in fo rmacio n recog ida para cada un a de las a lte rn ativas de dec isio n co nside­radas. Cuando se afi ade in fo rm acion a la d isc us ion grupa l, las a lte rna ti vas pi erden o ganan va lencia en funcion de si la in fo rm ac ion apoya 0 se opone a la alternativa . Las a lternat ivas no se consideraran cuando su valencia es baj a y, por tanto, la deci­sion grupa l se adoptad para aquell a a ltern ati va cuya va lencia sobrepase e l umbra l de aceptac ion.

Desde es te planteamie nto, que utili za la metafora de l procesami ento de la info r­mac ion, se ha desa rroli ado un mode lo computacional (D ISCUSS) de e lecc ion grupal (S tasse r, 1988). Como en el mode lo de va lenc ia de Hoffman, la informac ion es ta re­presentada por el grado de aceptac ion 0 rechazo para cada una de las dec isiones alter­nati vas. Las preferencias de los miembros es tan determinadas por la informac ion que ti enen en la memoria. La di sc us ion es contempl ada como una seri e de turn os de pala­bra durante los cuales un miembro recuerda y contribuye a un item desde su memoria. Los otros «escuchan» este item y s i es nuevo pa ra e li as 10 afiaden a su memoria y reevaluan sus preferencias.

EI mode lo de decision grupa l, DI SCUSS, contempl a tres fases di fe rentes: predi s­cusion, di sc usion y dec ision. Durante la predi scusion, los miembros acceden a la in­formacion. No obstante, la informac ion almacenada en la memori a no es exacta, y en fun cion de la cantidad de in fo rmac ion a recordar, los sujetos recuerdan a lguna parte de su ultima utilizac ion. Cada suj eto se decanta por una prefe renc ia en la predi scu­sion en base a la informacion almacenada en la memoria. La di scusion se contempla como un cic io de turnos de palabra. En cad a turno, el que toma la pa labra contribuye con un item de informacion desde su memoria. Aque li os mi embros que ya no tienen es te item 10 afi aden a su memori a y reeva luan sus preferenc ias utili za ndo e l nuevo item. La decision se a lcanza cuando se alca nza un grado sufi ciente de acuerdo (como es es tipulada en la norm a de dec ision operativa; por ej empl o, mayoria, p lura lidad, unanimidad).

Modelos de mues /reo de la informacion

Una linea rec iente bajo la perspectiva de la cogni cion social es e l estudi o de l fluj o de in fo rmac ion durante la interacc ion grupal. Su punto de part ida es que el acceso a la informac ion prev io a la interacc ion grupa l ti ene importantes consecuenc ias para la considerac ion y uso de la informac ion durante la interacc ion. Por ej empl o, en la tom a de dec isiones, los grupos di scutiran con mayor probabilidad la informacion que todos conoce n (informac ion comun compartida) que la informac ion que so lo un mi embro conoce (informacion uni ca 0 no comparti da) . Por otro lado, cuando en la di scusion grupa l surge la in fo rmac ion no com partida su influencia parece nula . Los grupos son menos dados a repetir la in fo rmacion no com partida y ti enden a recordar en mayor medida la in fo rmac ion compartida que la no compartida qu e a fl ora en la di scusion grupal (S tewart y Stasse r, 1998 ).

Estos ha llazgos empiricos han inspirado el desarroll o de modelos de muestreo de la informaci6n colectiva. Stasser y Titus ( 1987) han propuesto una ampl iac ion de los mo­delos del «mejor miembro» en la solucion de problemas . Estos autores piensan que solo

Toma de decisiones en grupo 439

un miembro del grupo necesita recordar y mencionar un item de informacion para que suscite la atencion del grupo. Asi, la probabilidad de que un item sea discutido por el grupo viene dado por:

p(D) = I - [I - p(R»)"

donde n es el numero de miembros que potencial mente recuerdan el item y peR) la pro­babilidad de que un sujeto recuerde la informacion.

Larson y colaboradores (1994), en orden a recoger las dependencias secuenciales de la muestra durante la discusion, desarrollaron un modelo computacional para generar las probabilidades esperadas de los items compartidos y no compartidos de la muestra a 10 largo del tiempo en funcion del numero de items compartidos y no compartidos y del tamano del grupo. Su modelo predice que: a) previo a la discusion, los items comparti­dos se discutinin con mayor probabilidad que los items no compartidos; b) en el trans­curso del tiempo, el conjunto de items compartidos se agotani antes que el conjunto de items no compartidos, y c) los items no compartidos que queden tendnin mayor probabi­lidad de que se discutan que los items compartidos restantes. Estos autores argumentan que prevalecera la informacion compartida en las primeras fases de la discusion, pero que a medida que avanza la discusion la informacion no compartida es mas probable que

. surJa.

Otro enfoque para estudiar la adopcion de decisiones en grupo es traspasar al con­texto grupal los resultados encontrados a nivel individual desde la cognicion social. Por ejemplo, en el area de los juicios colectivos, Ruscher y sus colegas (Ruscher y Duval, 1998; Ruscher, Hammer y Hammer, \996) han investigado como los grupos forman impresiones colectivas de otra persona. Sus investigaciones les permiten trazar la forma­cion de impresiones en diadas a traves del contenido de sus comunicaciones. Cuando el objetivo es alcanzar un consenso, las discusiones se centran en la informacion consisten­te con el estereotipo y en reforzar las impresiones estereotipicas. No obstante, Ruscher y Duval encontraron que, cuando los comunicadores poseian informacion unica, no este­reotipada, centra ban sus comunicaciones en esta infomlacion unica y se anticipaban al desarrollo de impresiones estereotipicas.

En el campo de la elecci6n colectiva, algunos investigadores (por ejemplo, Beeler, 1998; Dietz-Uhler, 1996; Moster, 1997) han examinado las condiciones bajo las cuales los grupos alcanzan el compromiso. Gran parte de esta evidencia demuestra que los gru­pos mas que los sujetos intensifican su compromiso a una accion fallida especialmente cuando sus miembros se identifican fuertemente con el grupo (Dietz-Uhler, 1996), cuan­do los grupos pueden hacer atribuciones intemas de su rendimiento (Moster, 1997) y cuando se les pide que expliquen de forma racional por que pueden suceder esos resulta­dos no esperados. Todo ello plantea una cuestion fundamental si las diferencias son por­que las personas piensan de forma diferente cuando estan en grupo 0 porque operan sobre inputs diferentes (informacion que aportan los otros, sus opiniones, etc.) (Stasser y Dietz-Uhler, 200 I) .

15.4. POLARIZACION GRUPAL

En psicologia socia l, el interes por las decisiones arriesgadas en los grupos surge a prin­cipios de los anos sesenta. No obstante, tenemos algunos trabajos clasicos, entre los que

440 Psicologia de los grupos

hay que destacar las investi gaciones sobre normalizac ion (Sheri f, 1936) y conformidad (Asch, 195 1), cuyos resultados mostraron que los grupos amortiguaban y hac ian coinci­dir los j uicios extremos de sus miembros (Jimenez Burillo, 198 1). Por tanto, se asum ia que las decis iones en grupo tendian a ser mas moderadas, menos arriesgadas, que las dec isiones tomadas individual mente.

Ziller ( 1957) puso de manifiesto que las decisiones tomadas en aquell os grupos que estaban centradas en el grupo eran mas arriesgadas que las dec isiones de grupos centra­dos en el Iider, rechazando, por tanto, la idea genera l de que e l grupo tiende a ser mas conservador. Pero fu e Stoner ( 196 1) quien, comprobando la tesis mantenida hasta ese momento de que los grupos toman decisiones mas conservadoras que los individuos por si mismos, encontro que las decisiones individuales rea li zadas antes de la di scusion gru­pal eran menos arr iesgadas que las decisiones tomadas en grupo. Los sujetos tomaban primero una decision individual; posteriormente, se incorporaban a un grupo, y tras la di scusion, emitian una dec ision grupal. EI resultado fue que esta dec ision era mas arries­gada que la que habian tornado los suj etos de forma individual.

Este estudio significo el punto de partida para otras muchas investigac iones que ve­nian a corroborar estos resultados con diversos tipos de j uicios, problemas, asi como con pobl aciones de di stintas nac iona lidades, edades y ocupac iones (Myers, 2000; Baron y colaboradores, 1992). Por ejemplo, los trabajos de Wa llach y co laboradores (Wallac h, Kogan y Bern , 1962, 1964; Bern , Wall ach y Kogan, 1965; Wallach y Kogan, 1965) trataron de replicar e l hallazgo de Stoner en una muestra de suj etos de carac teri s­ticas di fe rentes: suj etos universitarios ( frente a sujetos graduados en direccion de em­presa), hombres y mujeres (frente a s610 hombres). EI disefio bas ico de sus investigacio­nes era el sigui ente: a los suj etos se les propone una serie de situaciones hipoteticas en las que el protagonista tiene que elegir entre dos modos de actuacion con distinto nivel de riesgo y di ferente grado de recompensa si la actuac ion tenia exito . Las personas res­ponden a la prueba primero individualmente, luego en grupo y, fin almente, de nuevo de forma individual. Los resultados confirmaron que las decisiones grupales eran mas arries­gadas que las decisiones individuales, concluyendo que la interacc ion de l grupo y el logro de un consenso relativo al riesgo eran los factores responsables de la tendencia encontrada. Los autores comprobaron, ademas, que habia una relac ion significativa en­tre e l riesgo en las decisiones individuales de l principi o y la influencia que la persona ejercia en la decision grupal, 10 que podia deberse a la influencia de las personas mas capaces 0 con mayor tendencia a asumir riesgos.

Ante estos resultados se plantearon dos posibles explicac iones: a) la toma de deci­sion grupal puede di sminuir el sentimiento de responsabilidad personal, 10 que explica­ria la mayor disposicion para asumir riesgos en el contexto grupal, y b) la influencia de los miembros de l grupo que de fi enden un mayor riesgo seri a e l fac tor responsable de que el grupo tendiera a asumir decisiones mas arriesgadas .

A partir de aqui se ace pta que las decisiones grupales son mas arriesgadas que las decisiones individuales y, por tanto, se prec isa identifi car las va riables implicadas en este fenomeno, destacando con espec ial interes e l efecto de la di scus ion. Y es que la discusion, independientemente de que ex istiera consenso, aumentaba el riesgo en la de­cision. Sin embargo, el consenso sin di scusion previa favorece la adopcion de una postu­ra media.

El fenomeno encontrado por Stoner ( 196 1) fue repli cado en dife rentes paises con personas de edades y ocupaciones diversas (Myers, 2000), siendo denominado «despla-

Toma de decisiones en grupo 441

zamiento hacia el riesgo» (risky shift). No obstante, Clark y Willems (1969) encontraron que el cambio arriesgado no se producia de forma generalizada y que, dependiendo de las instrucciones, las decisiones se inclinaban hacia el riesgo 0 la cautela. De igual modo, cuando aumenta el coste moral del fracaso se produce una mayor cautela en la toma de decision grupal. Clark (1971) formulo una serie de condiciones favorecedoras de que la decision grupal se inclinase hacia el riesgo: la importancia del riesgo contenido por los temas en consideracion, las personas que se perciben a sf mismas como mas arriega­das que sus pares, la heterogeneidad de las opiniones iniciales de los miembros del gru­po, las situaciones en las que las consecuencias de un fracaso no son demasiado graves y las instrucciones orientadas a la aceptacion del riesgo.

Sin embargo, pronto se empezo a encontrar que la tendencia a/ riesgo no era un fenomeno tan universal como se habia pens ado en un principio. En muchos casos, los grupos no solo no eran mas arriesgados, sino que resultaban ser mas prudentes en sus decisiones. Esto lIevo a considerar que la tendencia al riesgo podia formar parte de otro fenomeno mas general consistente en realzar los puntos de vista predominantes inicial­mente. Asi, se propuso el termino polarizacion grupal (Moscovici y Zavalloni, 1969).

EI procedimiento utilizado por Moscovici y Zavalloni. fue el siguiente. Antes del experimento, los sujetos deb ian contestar individualmente una escala de actitud de for­mato Likert con siete puntos. En el primer grupo, elobjeto de actitud era el presidente De Gaulle, y en el segundo grupo, los norteamericanos. Tras la contestacion individual a la escala se pasaba a una discusion en grupo, en la cual los sujetos debian lIegar a una decision unamine sobre los items de la escala. Luego, los sujetos debian contestar de nuevo a la escala individual mente (postconsenso). En el grupo de control (tercer grupo) no habia discusion de grupo. Los resultados pusieron de manifiesto que los sujetos del grupo I eran favorables a De Gaulle, mientras que los del grupo experimental 2 eran desfavorables hacia los americanos. Tras la discusion grupal, la actitud de los dos gru­pos se desplazo hacia el extremo, pero conservando el signo. Es decir, en el grupo expe­rimental I la actitud se hizo mas positiva aun y en el grupo experimental 2 se hizo mas negativa. Los resultados del postconsenso se asemejaron mucho a los del consenso. Es­tos resultados pusieron de manifiesto que cualquier dimension relacionada con un juicio grupal tiende a acercarse todavia mas hacia el polo al que, en un principio, el promedio del grupo se inclinaba (Van Avermaet, 1991). Se descubria de este modo el fenomeno de la polarizacion, acentuacion de la postura inicialmente dominante debido a la discus ion de grupo (Myers, 2000). Esto es, «Ia respuesta media de los miembros tiende a ser mas extrema despues de la interaccion grupal en la misma direccion que la respuesta media antes de la interaccion» (Turner, 1991 , p. 49).

La mayor parte de las investigaciones realizadas sobre polarizacion grupal han utili­zado procedimientos muy similares a los descritos y las variaciones se centran en el material estimular, tarea de respuesta y el tipo de escala utilizada. En los diez trabajos revisados por Lamm y colaboradores (1975) el material estimular iba desde la evalua­cion de la probabilidad de un suceso a la indicacion de si un determinado adjetivo es aplicable 0 no a una determinada persona. En las escalas utilizadas, el numero de puntos oscilaba entre 7 y 100. En dos trabajos no se exigia que la discusion grupal acabase en consenso y en otros dos se suprimia la fase de preconsenso . Salvo estas excepciones, el resto del procedimiento era el mismo 0 muy similar.

Cabe hacer, no obstante, algunas matizaciones entre eXlremizacion y polarizacion (Morales, 1987d). Primero, aunque la polarizacion implica una extremizacion, no es 10

442 Psicologia de los grupos

mismo: «Se dice que un grupo se ha polari zado cuando en el consenso se acerca mas al polo de la escala que era ya dominante en el preconsenso . En cambio, se dice que la posi­cion de un grupo se ha extremado cuando en el consenso esta mas cerca de un polo de la escala que en el preconsenso» (p. 13) . La po larizacion implica un cambio en la misma direccion de la tendencia dominante, mientras que la exlremizacion , implica un cambio en cualquier direccion. La polarizacion es una extremizacion, pero esta no tiene por que im­plicar a aque lla. Por otro lado, la exlremizacion del grupo no implica una extremizacion de todos sus individuos, hecho este que suele quedar enmascarado. Una ul tima observacion a este respecto, aunque los resul tados finales ofrecidos por las escalas utilizadas muestran la respuesta predom inante, ellO no quiere decir que no haya respuestas concretas que se si­tuen en el punto neutro de la escala 0 incluso vayan en senti do contrario a aquella.

La di stinc ion entre polari zac ion y extremizacion tiene implicac iones metodologicas y teoricas importantes . Lamm y colaboradores ( 1975) seiia lan, respecto a l trabajo de Moscovici y Zava ll oni :

Que el grupo ex perimenta l como tal no es un grupo en cuanto tal, sino un agrega­do (cada «grupo» experimental se com pone de varios grupos distintos que pasan separadamente por la misma condicion experimental), por 10 que los resultados se refieren a ese agregado y no son los resultados directos obtenidos por ningun grupo, sino el promedio de todos ellos. EI que una mayoria de items provoquen respuestas en un sentido puede enmasca­rar que un cierto numero de ellos provoquen respuestas neutrales 0 incluso en sentido contrario . Pasa 10 mismo respecto a la extremizac ion grupal e individual: pod ria producirse una extremizacion grupal, pero no necesariamente indiv idua l: «Un aumento en la extremosidad de la opini on de grupo no impli ca necesariamente un aumento en la extremosidad de las opiniones indi viduales» (McCauley, 1972).

Desde la psicolog ia soc ial se utili za e l termino de po larizacion grupal para describir el fenomeno por el cual aumenla la dom inancia de un polo en el consenso respecto al preconsenso 0 la intensifi cacion 0 fo rta lec imi ento de las preferencias iniciales de un grupo (Baron y colaboradores, 1992) . Esta defini c ion no se corresponde con la que habi­tualmente, en e l discurso cotidiano, se da de polarizac ion: habitual mente se dice que una comunidad, un grupo 0 una nac ion estan polari zados cuando una div ision irreconciliable sobre algun tema genera un enfrentamiento entre dos partes, cada una de las cua les se adhiere a un po lo y ni ega la va l idez de l po lo opuesto. Los psi co logos soc iales cons ide­ran que seria mas correcto en este caso hablar de «bi po larizacion».

Moscov ici considero que en la inves ti gac ion trad icional se habia enfatizado excesi­vamente el fe nomeno de la tendenc ia al riesgo, lIegandose a teorias contrad ictorias y poco expli ca tivas y que era mas importante centrarse en el proceso de desplazamiento no en la direcc ion de l riesgo, s ino en la direccion opuesta de la caute la. Es tud ios como el de Fraser y colaboradores ( 197 1) respa ldaron su teoria : si en la situacion de preconsenso las personas individua l mente tenia ll opiniones «arriesgadas» en la situac ion de consen­so tras la di scusion, el resultado era allil mas «arriesgado». En ca mbi o, si se partia de items «cautos», el gru po se po larizaba hac ia el po lo de la «cautela». Moscov ici y cola­boradores ( 1972) concl uyeron que 10 signi fica tivo era que se tra taba de una dec ision de grupo y no de una conducta que impl icaba ri esgo .

Toma de decisiones en grupo 443

Myers y Lamm (1976) resumieron los resultados de 160 articulos y libros que tra­taban el tema para intentar comprobar la generalizacion del fenomeno de la polariza­cion . Esta sintesis la organizaron en torno a siete dimensiones de respuesta: cambio de actitudes, decisiones de jurados, decisiones eticas, percepcion de personas-y el cambio o no de la favorabilidad 0 desfavorabilidad con que una persona es percibida inicial­mente, negociacion y conflicto y la tendencia al riesgo. De estas siele dimensiones, los estudios realizados en juicios con jurado han presentado mas duda, ya que unos estu­dios confirman la polarizacion y otros no son tan claros. Ahora bien, estos no tienen por que apartarse de la pauta general si tenemos en cuenta que, de acuerdo con los mismos autores, los «juicios» son un fenomeno grupal mas proximo a la resolucion de problemas y menos a la evaluacion social , area que podriamos .considerar propia del fenomeno de polarizacion. Estos autores concluyen diciendo que «Ia evidencia es ge­neralmente consistente con la hipotesis de la polarizacion grupal..., las tendencias son suficientemente consistentes a traves de una variedad de situaciones de tarea, de modo que se puede concluir que se ha establecido una cierta generalidad del fenomeno de polarizacion grupal» (Myers y Lamm, 1976, p. 610). La importancia de la polariza­cion no es solo de caracter cuantitativo, sino tambien de caracter cualitativo, ya que «si la polarizacion encierra interes para los psicologos sociales, ello se debe a que demuestra la fuerza del grupo, sefiala como la interaccion grupal puede modificar pro­fundamente las actitudes iniciales de las personas y c6mo puede ejercer un influjo duradero» (Morales, 1987d, p. 27). .

Myers (1992) analiza como se produce la polarizacion.en Contextos naturales, entre los que se encuentran grupos de estudiantes universitarios, la comunidad, el pandilleris­mo delincuente, los grupos terroristas, etc. Moscovici y Doise (1992) sefialan que hay una serie de factores que inciden en la polarizacion y en la normalizacion. En un grupo que toma una decision se producirian estos procesos en funcion del grado de conflicto y del grado de implicacion , de tal manera que: a) se daria polarizacion si el grado de im­plicacion y el grado de conflicto entre los sujetos que intervienen son altos, y b) se daria normalizacion si el grado de implicacion y el grado de conflicto son bajos. La pol ariza­cion tendria lugar cuando se dan las condiciones que facilitan la interaccion, el inter­cambio de informacion y la posibilidad de tolerar las diferencias de opinion entre indivi­duos que estan implicados en el tema del que se discute. En caso contrario, 10 mas probable seria que tuviera lugar la normalizacion.

Las explicaciones de la polarizacion han tendido a cristalizar en los ultimos afios en torno a tres principales enfoques: la polarizacion a traves de la comparacion , la polariza­cion a traves de la persuasion y la polarizacion como diferenciacion intergrupal.

La polarizacion a traves de la comparacion

Una explicacion posible al fenomeno de la polarizacion podemos encontrarla en la teo­ria de la comparacion social de Festinger (1954), segun la cual todas las personas tende­mos a comparar nuestras opiniones y capacidades con las de los demas. En el contexto grupal, la comprobacion de que existen puntos de vista que van en la misma direccion de nuestras opiniones puede producir la adopcion de una postura mas extrema en la direc­cion inicialmente defendida . Esto se produce cuando en el curso de la discusion de gru­po se percibe que el resto de los integrantes tienen posturas mas proximas a la alternati­va mas valorada . Las personas no se sienten satisfechas con la postura promedio del

444 Psicologia de los grupos

grupo, sino que intentan superarla, siendo la polarizacion el resultado de un intento de diferenciarse positivamente de los demas. Las personas, lejos de analizar en profuncli­dad los argumentos, confian en las posturas de los demas; el consenso mayoritario en el grupo es considerado como 10 «deseable» para ser un «miembro modelo» del grupo. Esto es 10 que facilita que se produzca polarizacion (Smith y Mackie, 1995), sobre todo si el topico 0 la situacion es ambigua (Boster, Hunter y Hale, 1991).

EI factor clave desde esta explicacion de la comparacion social es el conocimiento de las posiciones de los otros miembros del grupo respecto al tema en cuestion. Es facil deducir, por tanto, que discutir estas cuestiones con los miembros del grupo pue­de no ser necesario para producir polarizacion. Esto es 10 que se ha comprobado en un gran numero de experimentos que examinan el efecto del «mero conocimiento» sobre las opiniones de las personas. Myers (1978) encontro que el simple hecho de presentar a los sujetos la media de las respuestas 0 la distribucion de estas de otros sujetos apa­rentemente simi lares era suficiente para producir un cambio en sus elecciones . Baron y colaboradores (1996) preguntaron a los pacientes de la clinica dental de la Universi­dad de Iowa si la siJla del dentista era «comoda» 0 «incomoda». Antes de dar la califi­cacion algunos sujetos oyeron las respuestas de algunos pacientes. AI compararseles con sujetos que no oyeron corroborada su opinion, los que la oyeron dieron cali fica­ciones mas extremas.

La evidencia para este proceso de comparacion social tam bien ha venido de la mana de los estudios que han variado la saliencia de un valor social. Es decir, cabria esperar mayor cambio cuando el valor lIega a ser mas explicito. Esto es exactamente 10 que Baron y Ruper (1976) encontraron. Adaptando el paradigma del efecto autocinetico de Sherif, sugirieron a los participantes que estimaciones mas grandes del movimiento de la luz eran indicadores de una mayor inteligencia (este era el valor social relevante). Las estimaciones de los sujetos bajo la condicion «oir las respuestas de los otros en publico» fueron mayores que las de los sujetos que dieron su respuesta en privado y que fueron asi privados de la comparacion social. Esta polarizacion que se presenta a partir de la simple comparacion social es, por 10 general , menor que la producida por la discu­sion. Aun asi, es sorprendente que en lugar de simplemente conformarse al promedio del grupo, las personas, por 10 general , buscan colocarse por encima.

La polarizacion a traves de la persuasion

EI enfasis en la explicacion de la comparacion social esta en los motivos de autopresen­tacion 0 autoestima que son estimulados por las comparaciones con los otros. Esta pers­pectiva se centra en las relaciones entre los miembros del grupo, el conlenido de la dis­cusion grupal es visto como irrelevante. Sin embargo, la perspectiva que explica la polarizacion desde la persuasion considera que el principal factor causal , y en algunas versiones el unico, es el intercambio de informacion y los argumentos que preceden a la decision colectiva. Esta explicacion de la polarizacion se basa en la hipotesis de la in­flu encia in{ormativa , segun la cual el mecanismo por el que se produce la polarizacion consiste en un inlercambio de argumentos durante la discusion grupal a favor de una determinada postura que se va aver fortalecida si los argumentos ya habian sido consi­derados previamente de forma individual. Tambien pueden aportarse argumentos per­suasivos no estimados con anterioridad , en cuyo caso se provoca una postura mas extre­ma. Esta explicacion se basa en un proceso de persuasion mutua donde el cambio va a

Torno de decisiones en grupo 445

estar mediado por una serie de factores, entre los que se encuentran la pos icion indivi­dual respecto al tema de discusion y el grado de participacion verbal acti va (Myers, 2000) . Lo que provoca la polarizacion, por tanto, no son las posturas que transmiten los suj etos, sino los argumentos que empl ean para defenderlas . La calidad, cantidad y grado de novedad de estos argumentos desempeiian aqui un papel importante.

Los principa les defensores de esta postura han sido Burnstein y Vinokur ( 1977). Estos autores asumen que en cualqui er cuestion bajo deliberacion es poco probable que ex ista en el grupo un equilibrio de argumentos y evidencias a favor y en contra. Norm almente ex isti ni un mayor peso en una direccion y que presumiblemente no esta­ni re lac ionado con los va lores soc ia les dominantes considerados crit icos para la ex pli­cac ion que se hace desde la comparacion social. Por supuesto, cada individuo no ten­dni acceso a l comienzo a todos estos argumentos y no todos los individuos del grupo senin consc ientes de los mi smos argumentos. Una vez que la discusion esta en marcha toda la inform ac ion se pone al descubi erto; cada persona conocera mejor los argumen­tos que apoyan la vision dominante y quiza uno 0 dos argumentos en contra. Burnstein y Vinokur sugieren que los miembros de l grupo entonces actuan como procesadores rac ionales de la informac ion y responden a los argumentos adicionales y a la eviden­c ia que apoya su vision ini cialmente preferida cambiando posteriormente su opinion en esa direcc ion.

La idea de que las deci siones del grupo resultan del agrupamiento de las contribucio­nes de los suj etos ha recibido un apoyo importante de los estudios que han analizado 0

manipul ado e l contenido de los argumentos de las discusiones de l grupo. Vinokur y Burnste in ( 1974), por ejempl o, contaron el numero de argumentos «pro riesgo» y «a favo r de la caute la» sobre items de e leccion «pro riesgo» y «cautelosos» . Los argumen­tos pro riesgo superaron a los cautelosos en los items de riesgo en una proporcion de 6 a 4 y para los items caute losos la ratio fue inversa. Cuando estos argumentos fueron eva luados por j ueces independi entes, los argumentos del grupo grande en cualquier item tambien se encontraron como mas persuas ivos. Finalmente, Vinokur y Burnstein reali za­ron un pequeiio experimento en el que se proporciono a los participantes argumentos prototipi cos sin oportunidad de discusion. EI cambio normal esperado tuvo luga r. Estos argumentos fueron confirmados por Ebbesen y Bowers (1974). AI igual que Vinokur y Burnste in , encontraron correlacion entre la proporcion de argumentos ri esgo frente a caute la y e l grado medio de polarizacion. Pero fueron mas ali a, y pidieron a los suj etos que escuchasen una di scusion grupal grabada en la que la proporc ion de argumentos riesgo frente a cautela sistematicamente variaba. Independientemente de los items concretos que escucharon, los cambi os de opinion estuvieron c1aramente re lac ionados con la pro­porcion de argumentos riesgo frente a cautela en la discusion (vease la Figura 15.3).

No contentos con demostrar la validez de su teoria de los argumentos persuas ivos, Burnstein y Vin okur ( 1973) tambi en intentaron demostrar la invalidez del enfoque de comparac ion soc ia l. Estos autores crearon dos situaciones: en una, los sujetos debian presentar argumentos en contra de su opinion, con 10 que podian conocer los argumen­tos de l res to de los parti c ipantes, pero los argumentos utili zados no eran buenos a l ser contrari os a su postura; en la otra, los suj etos aportaban argumentos a favo r de su postura, con 10 que es tos eran mejores, pero no conocian los argumentos de los demas mi embros del grupo. De acuerdo con la teori a de la comparac ion soc ial, los cam bios se producirian en la primera condicion, pero no en la segunda, mientras que la influen­c ia informati va seri a confirm ada en la segunda condi cion. En es te trabajo los resulta-

446 Psicologia de los grupos

Rie'go \ ,4

\ ,2

0.8

0.6 ,9 0,4 '0

" E 0,2 0 ~

0- ° 0

0,50 0,70 0,90 .I:> -0,2 0,\0 0.30 E '" -{l.4 U

-{l.6

-{l.8

- \

- 1.2

- \ ,4 Proporcion Conservador

Figura 15.3. Cambio promedio en la opini6n en funci6n de la proporci6n de argumentos de riesgo escuchados (cfr. Ebbesen y Bowers, 1974)

dos apoyaron la hipotes is de la influencia in fo rmati va. Pero como afi rm a Van Aver­maet ( 1990): «La conc lusion mas a tinada parece ser la de que los fac tores normati vos e informativos actuan conjuntamente en la determinac ion de la po lari zac ion de grupo» (Isenberg, 1986, p. 359).

Algunos elementos que se han considerado pueden contribuir a l cambi o a l oir los argumentos de otra persona son la parlicipacion ac/i va en la d iscusion, que produce mas ca mbi os de ac ti tud que esc uchar pas ivamente. Los participantes y los observado­res oyen las mi smas ideas; pero cuando los parti cipantes las ponen en sus propias pa­la bras, e l compromi so verba l magnifi ca e l impacto. Cuanto mas mi embros de l grupo repitan las ideas de los demas, mayor sera aun la repetic ion y la va l idez que se les de (Brauer y colaboradores, 1995). La teoria del mues /reo de info rmacion nos indi ca que los mi embros de l grupo tienen una fu erte tendencia a di scutir principa l mente la infor­mac ion que comparten en comun (sobre todo, cuando apoya sus preferenc ias inicia les) y dejan de lade e lementos de inform ac ion conoc idos so lo por unos pocos (S tasse r y Titus, 1985; Stasse r y colaboradores, 1989), Esto s igni fi ca un muestreo sesgado de la informac ion en fa vor de la postura mayoritaria . Por o tro lado, 10 que las personas piensen co mo respuesta a un mensaje es 10 cruc ia l (ruta central de per uas ion). EI simple he­cho de pensa r sobre un asunto durante un os minutos puede fo rtalecer las opini ones (Tesser y co laboradores, 1995). Inc lu so e l s im ple hec ho de saber que se espera di scutir un tema con una persona igualmente ex perta que defiende un punto de vista opues to puede motivar a las perso nas a que organi cen sus argume ntos y de es ta manera adoptar una pos ic ion aun mas ex trema.

Zuber y colaboradores ( 1992) encontraron poco apoyo a la teoria de los argumentos persuas ivos (influencia in fo rmativa) . En su experimento, preguntaron a los parti cipantes que respondieran a unos items de eleccion antes de entrar en la di scusion grupa l. En dos

Torna de decisiones en grupo 447

de las tres condic iones se les presento una lista amplia de argumentos relevantes en re la­cion con cada item, por 10 que e llos eran consc ientes de los mismos. En la tercera condi­cion (control) no se presentaron argumentos prev ios a la di scusion grupal. De acuerdo con Burnste in y Vinokur, el hacer consciente los argumentos importantes deberia causar un cambi o en las actitudes de las personas y se produciria poca po larizacion en la fase de la di scusion grupa l. Por otro lado, el punto de vi sta de la comparacion socia l requiere que e llos sepan algo de las opini ones de sus partic ipantes que, en este experimento, solo fue posibl e en la fase de la discusion grupa l. Los resultados apoyaron esta ultima pers­pectiva. Se di o un cambio significativo desde la prediscusion indiv idua l a las decisiones grupales y esto luvo lugar independientemente de la condicion experimenta l. En otras palabras, conocer don de se pos icionan las otras personas en los items es mas importante que conocer los argumentos.

Ajzen ( 1996) sefiala que la in t1 uencia normativa ha mostrado, por 10 general, que la polarizacion puede ser induc ida por la aportac ion de informacion sobre las posiciones de los otros miembros del grupo, sin que en la di scusion grupal los individuos expusie­ran nuevos argumentos indi viduales (Myers, 1978). Por otro lado, el apoyo hac ia la in­flu encia informati va se deriva de los estudios en los que la po larizacion aumenta a partir de la aportac ion de argumentos nuevos y va lidos por parte de los miembros del grupo. Gil y Ga rcia Sa iz ( 1996), basandose en Isenberg (ob. cit.), destacan el hecho de que la aportac ion de las int1uenc ias normativa e informativa dependera de una serie de facto­res. La int1uencia normativa preva lece cuando se trata de valores, gustos y pre ferencias, cuando la tarea de dec ision implica fuertemente al self; cuando la situacion es ambi gua y cuando preva lece la identidad grupal sobre la individual de los miembros. La int1uencia info rmativa, por e l contrario, preva lece cuando los grupos se centran en la realizacion de alguna tarea concreta, en la busqueda de una decision correcta con respuestas que se dan en privado y con temas basados en la re t1exion (Kaplan, 1987).

La polarizacion como diferenciacion intergrupal

l,Somos ig ualmente de recepti vos a los argumentos de las personas que son vistas como nuestros ami gos 0 como nuestros oponentes? Esto nos lI eva a la tercera de las ex pli ca­c iones de la po lari zac ion g rupa l y que invoca la identifi cac ion soc ia l con e l grupo como e l proceso grupal c lave. Wethere ll ( 1990), co laborador de Turner, ha apli cado la teoria de la aUloca tegorizacion a l fe no meno de la po la ri zac io n. Es te autor a rg u­menta que la po lari zac ion ti ene luga r cuando los miembros de l grupo intentan con­formarse mas a la pos icion normativa que perc iben como mas protot ipica de l endogru­po. Siempre que la situacion haga que resa lte la identidad endogrupa l, las normas de l endog ru po Ilega n a se r mas extremas, as i co mo mas di fere nc iadas de las nor­mas de l exogrupo. De es ta fo rma, la po lari zac ion grupa l tendria lugar al ca mbiar de opini on aprox imandose a la norma mas prototipi ca de l endogrupo (no al promedi o en el pretes t). Es te enfoq ue integra procesos de int1uenc ia soc ia l, normati va e in fo rmati va (Turner, 199 1).

La apl icac ion de la teoria de la autoca tegorizac ion al topi co de la polarizac ion ha side exa minada por Mac kie y Cooper ( 1984). Estos autores encontraron que las ac titu­des de los es tudi antes hac ia la utilizac ion de tests estandari zados para la entrada en la uni versidad podrian ser alteradas despues de oi r argumentos «endogrupales» para la uti ­lizac ion 0 abo lic ion de es tes tests, pero se ye rian menos afectadas cuando los argumen-

448 Psicologia de los grupos

tos proviniesen de un «exogrupo» (vease la Figura 15.4) . En experimentos posteriore's, Mackie ( 1986) encontro que los mi smos efectos podrian obtenerse inc luso sin el e le­mento de la competicion intergrupal. En linea con la teoria de Turner, Mackie tambien encontro que las estimac iones de los sujetos eran mas extremas cuando pensaban que podrian estar j untos, y as i podrian haberse identi fi cado con ell os, que cuando pen saban que la posic ion normativa del grupo que escuchaban era irre levante para ellos. Algunos otros estudios han confirmado que la presencia psicologica de una categoria en una dis­cusion grupal, conocer que algunos sujetos comparten una pertenencia endogrupal mi entras que otros pertenecen a un exogrupo, genera siempre polarizac ion.

Retomamos las palabras de Morales ( 1987d) para determinar la relevanc ia de l feno­menD de la polarizacion. A nivel teorico, la po larizacion pone de manifiesto uno de los mecanismos de influencia del grupo pequeno sobre las actitudes de sus mi embros, sienta las bases para la explicacion del pensamiento grupal, muestra las limitac iones de la de­nominada tendencia grupal al riesgo y permite estudiar fenomenos relevantes en psico­logia social. A ni vel social, explica el aumento de diferencias entre grupos en situacio-

• nes de controversia que estimulan la d iscusion in tragrupa l 0 en situac iones de negociac ion y conflicto, y esto es valido para diferentes contextos y con di stintos tipos de grupos y explica por que determinadas decisiones grupa les son extremas.

No obstante, existen problemas que habra que reso lver en investigac iones futuras. Baron y colaboradores ( 1992) los concreta en la di stincion entre polarizacion grupal e individual, fa lta de integracion teorica de las ex plicaciones propuestas y la escasez de estudi os en contextos reales . A estos hay que anadir la critica metodolog ica que Melia y colaboradores (1998) han lIevado a cabo, sobre todo en 10 que a las pruebas de contraste estadistico se refi ere. Estos autores lI egan a cuestionar buena parte de la ev idencia dis­ponible sobre este proceso, al menos hasta que los datos no se vuelvan a anali zar con una metodo logia adecuada. Gi I, Garc ia Sa iz y Alcover ( 1999) indican quese ha de con­siderar e l pape l de la minoria como posible moderador de la polarizac ion.

Pro re tencion

8 7

6 5 4

3 2 I

O t---------------~----~·~--------­

- I Pro rctcncion Pro :1bolicion -2 -3

-4

-5 -6

-7 -8

Pro abolici6n • Arg. endogrupos Arg. exogmpos

Actitud inicial de los sujetos

Punta media de la cscala

Figura 15_4. Electos intergrupales sobre la polarizacion de actitudes (ctr. Mackie y Cooper, 1984)

Toma de decisiones en grupo 449

15.5. PENSAMIENTO CRUPAL

EI pensami ento grupal (grouplhink) suele considerarse como un ej emplo extrema de polarizac ion grupal y que puede a fectar de forma muy importante al proceso de toma de decisiones en grupo. Irving Jani s ( 197 1, 1972, 1982) ha sido el autor que mas a fondo ha es tudiado este proceso con la gran aportac ion que supone el haberlo estudiado en un contexto real como es el analis is de diversas decisiones politicas y mil itares que tuvieron importantes consecuencias negati vas . Se c itan como ejemplo la decision del pres idente Kennedy y un grupo de asesores de invadir la bahia de Cochinos, en Cuba, por parte de un contingente adi estrado por los servicios de inte ligencia americana 0 el ataque de Pearl Harbor y la guerra de Vietnam. En todas estas situaciones, Jani s explica el fracaso en las decisiones tomadas porque los grupos adoptaron una forma de pensar parti cular en su proceso de toma de decisiones caracteri zada por la busqueda de convergencia y la su­presion de cualqu ier forma de eva luac ion objetiva de las alternativas de actuacion. Para explicar estos hechos, Janis propuso el modelo de pensamiento grupal.

Segun Jani s ( 1982), el pensamiento grupal no seria mas que una forma de pensar que surge cuando la busqueda del acuerdo predomina tanto en un grupo homogeneo que ti ende a suprimir la eva luac ion objetiva de otras alternativas posibles de accion. Las pri ncipa les cond ic iones favorecedoras de l pensamiento de grupo seri an: alta cohe­sion grupa l, que e l grupo es te pri vado de otras Fuentes de info rmacion alternativas, que cuente con un I ider direct ivo favo recedor de una determinada opcion, los mi em­bros del grupo han de estar en una situacion estresante y la estructura de l grupo ha de es tar compuesta por mi embros homogeneos. De entre estas condic iones, la cohesion y el estil o direc ti vo se consideran como las que ej ercen mayores pres iones para la con­fo rmidad de los mi embros de l grupo, es decir, para la predisposicion a la busqueda de l consenso (pensamiento grupal). La cohesion grupa l hace que el grupo sea respetado y atrayente, 10 que signi fica una barrera a cualquier intento de desviac ion por las conse­cuenc ias que pueda tener e l rec hazo . E I estilo directivo adoptado por el Iider, quien defiende desde e l comi enzo una fo rma parti cular de actuac ion que, a la postre, puede convertirse en norma dominante, tambi en es una barrera muy fuerte a cua lqui er inten­to de desviacion.

Estas condiciones tienen como princ ipales sintomas los sigui entes : ilusion de invul ­nerabilidad (que se manifiesta en el excesivo optimismo y confianza en el ex ito de la dec ision de l grupo); no se cuestiona la moralidad del grupo; rac ionalizac ion (se j ust ifi­can las dec isiones sin que se produzca reflex ion); infravalorac ion del grupo enemigo; presion hac ia la confo rmidad (se rechaza a los miembros que plantean dudas sobre la postura de l grupo); autocensura (los miembros no comentan 0 quitan importancia a sus dudas para evitar ser rechazados); ilusion de unanimidad (como consecuencia de las dos anteriores); «guardianes menta les» (miembros de l grupo que se dedican a protegerlo contra ciertas informac iones). Junto a estos sintomas del pensamienlo grupal hay que aiiadir los si ntomas prop ios de las decisiones defecluosas: revision incompleta de las alternativas y de los objetivos, escasa busqueda de in fo rmac ion, etc., y que son conse­cuencia directa de los anteri ores (vease la Figura 15.5) .

Como res ultado de es tos sintomas, se produce una ilL/sian de consenso que nadie intenta romper porque Ie permite a l grupo resolver un problema amenazante a la vez que permite a los sujetos seguir fo rmando parte del grupo y conservar su prestig io (Ca llaway y colaboradores, 1985; Turner, Pratkani s, Probasco y Leve, 1992).

450 Psicologia de los grupos

Condiciones socia /es 1. Gran cohes ion. 2. Ai s larnien to de l g rupo. 3. Fa lta de procedirnien tos

mct6di cos para la bus­queda y la eva luac io n.

4 . L idcrazgo d irec tivo. 5. A lto g rado de est res y

bajo grado de espe ra nza pa ra cncontrar una so­luc ion mej o r que aquc­lIa propues ta po r e l I ider U o lras personas inn u­yentes.

Bllsqucda de un acuerdo .

Sin/omos del pensamiel1lo grupa/ 1. lI usion de invu lne­

rabi lidad . 2. Crcencia en la mo­

ra lidad inherente de l grupo.

J. Raciona li zacion co­lcc t iva.

4 . Estercotipos de gru­pas exteriores.

5. Presion sobre los di­s idc nlcs.

6. A utocensura. 7. lI usion de unanimi­

dad. 8. G ua rd ianes de l dis­

ccrnimiento.

AspeCIOS de 10 fOnw de decisiol1es illcurrectos

Revi sion incomp leta de las altc rn at ivas. objcti ­vas. Defi c ienc ia s e n c l cxa­men de los r icsgos de la e lecc i6n prc fe ri da . Busqueda insuficicnte de la informacion .

c:~> Sesgo se lec tivo en e1 p ro­cesa m ie n to de la info r­macion disponib le. Defic iencia pa ra rceV3-luar otras alternativas y para c labo rar pla nes de conl ingenci a .

Figura 15_5. Amilisis te6rieD del pensamientD grupal

EI modele de Janis ha side sometido a prueba. Tanto los experimentos de laboratorio como los analisis de hechos historicos aportan una confirmac ion limitada al mode lo, a sus componentes y a la relac ion causal entre ellos (Esser, 1998). No han side muchos los expe­rimentos de laboratorio realizados para comprobar el modele dada la dificultad que supone inducir experimentalmente el estado que supone el pensamiento grupa l en toda su intensi­dad (Leana, 1985) . Flowers (1977), por ejemplo, comprob6 que ejercer un estilo de lide­razgo directivo produce una baja calidad de las discusiones, tal y como predice el modelo_

Respecto al anal isis de casos realizados sobre dec isiones historicas en base a docu­mentos y dec larac iones publicas (por ejemplo, Hereck y colaboradores, 1989, sobre la cri sis de los mi siles cubanos, y Kramer, 1998, sobre la bahia de Cochinos y Vietnam), los resultados son controvertidos. Algunos han confirmado 10 que Jani s atribuyo como resulT tado del pensamiento grupal y otros han side puestos en te la de j uicio. En conjunto, estos resultados no apoyan el modele en su totalidad, aunque si muchos de sus componentes. Por ejempl o, se ha confirmado la presencia de determinados si ntomas del pensamiento grupa l: percepciones muy simpli stas de las personas (Tetlock, 1979), se ha encontrado una correlac i6n negativa entre el nllmero de sintomas de pensamiento grupal y la calidad de Jas dec isiones (Herek y co laboradores, 1987). Tambien se han confi rmado como predictores del pensamiento grupal la homogeneidad entre los miembros del grupo, el aislamiento del grupo respecto a influeneias externas (McCauley, 1989) y el liderazgo direc tivo. Por el contrario, condiciones como el estres situac ional y la cohes ion de l grupo no han side con­finnadas (Tetlock y colaboradores, 1992). A este respecto, Steiner ( 1982) sugiere que mas que la cohesion en si misma es el deseo de cohesi6n (deseo de ser aceptados 0 aprobados por los demas miembros del grupo) 10 que parece ser mas importante, 10 que nos remite a procesos de influencia soc ial, como la confo nni dad, y al proceso de polari zac ion grupal propiamente dicho.

Rec ientemente, e l mode le de Jani s ha side objeto de una rev is io n minuc iosa en su veinti c inco ani versa ri o. La rev ista Organizational Behavior (l nd /-Iuman Decision Processes ha ded icado un numero monogra fi co a este tema. En la ex haust iva revision

Toma de decisiones en grupo 451

que se ofrece en este numero, Turner y Pratkani s ( 1998a) concluyen afirm ando que este modelo ha side uno de los mas omnipresentes e interesantes en las cienc ias soc iales, es un modelo que al dia de hoy sigue estando vivo, a pesar de la escasa y ambigua eviden­cia respecto a su va lidez, y que su principal va lor res ide en su contribuc ion heuri stica, sigue es timulando ideas sobre e l proceso de toma de decisiones en grupo. Para estos autores, este mode le tipifi ca 10 mejor de la tradicion lewiniana, aplica el rigor metodolo­gico a la mej ora de la pnic ti ca de la toma de decision grupal.

EI estudi o del pensamiento grupal no solo ha conllevado su anal isis, sino tambien las vias y los modos para ev itarl o. Janis (I982) propone un conjunto de medidas que sinte­tizo en diez recomendaciones que han de seguir los lideres de grupo para evitar e l pensa­miento grupal:

I. Info rmar a los miembros del grupo sobre las causas y consecuencias del pensa­mi ento grupal.

2. Adopc ion de un comportamiento imparcial por parte del Iider sin asumir nin-guna pos icion previa .

3 . Utilizar la tecnica del abogado del diablo para favo recer la criti ca . 4 . Animar a los miembros a que expresen sus dudas y obj eciones. 5. Subdividir el grupo para trabajar por separado sobre el mi smo tema. 6 . Tomar e l tiempo necesari o para investigar todas las se iiales de advertenc ia e

identificar vari as acc iones posibles del riva l. 7. Invitar a expertos, ajenos al grupo, para examinar las opiniones del grupo. 8. Oespues de lJegar a una decision preliminar, ofrecer una segunda oportunidad

para que cada mi embro exprese las dudas que tiene al respecto. 9. Animar a los miembros a que ventilen las deliberac iones del grupo con inte­

grantes confiables y que reporten sus reacciones. 10. Hacer que grupos independientes trabajen de manera simultanea en la mi sma

cuestion.

Estas medidas se estan integrando en program as de formac ion «antipensamiento grupal» para persona l directivo, Iideres y politicos. Para Gil y Garcia Sa iz ( 1996), estas medidas si impiden el pensamiento grupal, 10 que vendrian a apoyar de manera indirecta el modele de Jani s. Larson y co laboradores, ( 1994) tambi en nos aportan evidenc ias de que los grupos pueden ser entrenados para tomar mejores decisiones. Estos autores ex­pusieron a la mitad de los grupos de su experimento a un peri odo corto de fo rmacion en el que se les pedia tomasen unos minutos a l comienzo de su di sc usion para pl anifi­car como podrian tomar la decision y que recordasen algunos de los sesgos en la adop­cion de dec isiones colec ti vas (por ejemplo, busqueda de informac ion inadec uada, fuerte adhesion a la primera solucion, etc.). EI resto de los grupos no recibieron estas instruc­ciones. Los efectos de este breve entrenamiento fueron aumentar la cantidad de informa­cion mencionada (de 28 al 40 por 100) tanto para la informacion compartida como para la informac ion no compartida (vease la Figura 15.6).

EI modele de pensamiento grupal de Janis ha side obj eto de re formulac iones y ha dado Jugar a mode los alternativos. Uno de es tos 10 constituye e l modele de manteni ­mien to de la identidad soc ia l (Hogg, 1992), que expl ica el proceso de pensamiento gru­pal como un intento colec tivo por mantener una imagen pos itiva de l grupo frente a un miedo colec ti vo (veanse Turner y Pratkani s, 1998b).

452 Psicologia de los grupos

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o Grupos entrcnados • Grupos no cnl renados

Figura 15.6. Efeclos de la formacion en el manejo de la informacion en los grupos (clr. Larson y colaboradores, 1994)

15.6. TECNICAS PARA TOMAR DECISIONES

Actua lmente, se concede cad a vez mas import anc ia a la parti c ipac ion de todos los e lementos que integran un grupo 0 equipo de trabajo en la toma de deci siones no por­que se presc inda to ta lmente de la toma de dec is iones rea li zada excius ivament e por el lider de l grupo, s ino porque hay ocas iones en que se debe aprovec ha r e l conoc imi ento y la ex peri enc ia de un mayor numero de personas para tomar mej ores dec isiones , ade­mas de que cuando la gente parti cipa en la toma de la dec ision se s iente mas compro­metida a lograr los resu Itados deseados, convirti endose en un poderoso moti vador para los trabajadores e l que se les tome en c uent a en e l momenta de dec idir. Las ventajas, por tanto, que podriamos e numerar que presenta la toma de dec isiones en grupo son, entre otras :

• Una mayor concentrac ion de conoc imi entos, ex peri encias e informacion. • Una mayor varied ad de puntos de vista . • Se facilita la aceplac ion de la solucion fin a l. • Se reducen los problemas de comunicacion.

No obstante, hemos de considerar tambien los elementos que pueden contrarrestar estas ventajas , entre e ll os:

• La pres ion socia l que se genera . • EI predominio que ejercen los lideres in fo rm ales del grupo sobre los demas. • Los propos itos oc ultos que muchas veces influ yen en las opiniones: intereses per­

sonales, pol iti cos, etc. • La manipulac ion del compromi so con la fin alidad de Il egar a un a dec ision mas

rapidamente .

Toma de decisiones en grupo 453

Algunos puntos que se sugieren para lograr que fun cione la toma de dec isiones en grupo son, entre otras:

• Reali zar reuni ones semanales 0 bi semanales para mantenerse in fo rmados sobre los avances y problemas que se presenten.

• Durante las reuniones adoptar un enfoque para el diagnostico de la solucion de los problemas (OSP).

• Desarro llo de la soluc ion sin una intervencion dominante del Iider del grupo, que debe adoptar una pos icion mas de apoyo que de intervencion activa, dejando que el grupo sugiera y proponga, sin inmiscuirse directamente en los debates .

• Di scusion de la soluc ion fina l. • Retroalimentac ion. Despues de que se haya escogido e implantado una soluc ion,

el Iide r de l grupo debe estar retroa limentando al mi smo sobre los avances, exitos 0

fa ll as que se presenten.

Pero como en el al1li li sis del pensamiento grupal hemos demostrado, los grupos a menudo se censuran a ell os mi smos y presionan a los miembros hacia la conformidad de la opinion. En es te se nti do, se han propuesto una variedad de tecnicas como fo rmas de reducir los problemas inherentes en el grupo a la hora de tomar decisiones. De entre estas tecnicas hem os de destacar la tormenta de ideas, la tecnica del grupo nominal y las reuniones electronicas.

El «brainstorming» (llu via de ideas 0 tormenta de ideas)

La tormenta de ideas, tambi en lI amada tecnica Osborn, se utiliza para generar libremen­te un gran numero de ideas que lIeven a tomar la mejor decision en grupo para resolver un problema 0 aprovechar una oportunidad. EI Iider del grupo enuncia el problema de manera clara, de modo ta l que sea entendido por todos los participantes. Entonces los miembros enuncian tantas alternativas como puedan dar en un tiempo determinado. Nin­guna criti ca se permite y todas las opciones se registran para una di scus ion y anali sis posteri ores. Las principales reglas para aplicar adecuadamente esta tecnica son:

I. Se prohibe todo pensamiento y evaluacion rac ionales. 2 . Se considera bienvenida la Iibre expresion de ideas. 3. Se busca la mayor cantidad de ideas alternantes. 4. Se prefi eren las combinac iones y las mejoras.

Algunas sugerenc ias para aplicar la tecnica Osborn son:

Duracion de la sesion: de cuarenta a sesenta minutos; las sesiones de diez a quin­ce minutos pueden servir cuando no se di spone de mucho tiempo. No se debe dar a conocer el problema con anticipacion a la reunion. Si se requi e­re un conoc imiento previo de l tema general, es pos ible repartir una hoja de infor­macion 0 sugerir la Iectura de a lgun material de referencia. EI problema se debe enunciar claramente, pero sin dar demasiados deta lles. Preferentemente, debe emplearse una mesa pequeiia para que todas las personas puedan comunicarse entre si con fac ilidad.

454 Psicologia de los grupos

Tecnica Gordon

Parec ida a la anteri or, se utili za mas frecuentemente para reso lver problemas de caracter tec nico usando la libre asoc iaci6n, se alienta a los parti cipantes para que empl een ideas que ya han side sugeridas por los demas. En contraste con el brains/arming. normal_ mente en esta tecnica no se informa de l probl ema a los miembros del grupo, simple y senc illamente se les dan pi stas 0 estimul os .

Reglas:

I . S610 e l je fe de l grupo conoce el probl ema. 2. Los integrantes pueden agruparse como qui eran . 3. EI tema de la d iscusi6n debe escogerse con sumo cuidado.

Sugerencias para la tecni ca Gordon:

Requiere de dos a tres horas de durac i6n de la ses i6n. EI jefe del grupo debe ser una persona sobresa liente y conocer a fondo el empleo de la tecnica.

Sugerencias generales que se aplican a ambas tecnicas:

• Es pre ferible que el grupo sea heterogeneo, formado por personas con anteceden­tes diversos.

• Los grupos mixtos de hombres y mujeres resultan muy e fi caces, sobre todo cuan­do se trata de analizar productos de consumo.

• Aunque e l entorno fi sico no es muy importante, es deseable que el ambiente sea tranquilo y agradabl e para favorecer la generac i6n de ideas.

• Los grupos de cuatro a doce personas pueden ser muy e ficaces. • Las personas novatas que no han utilizado previamente estas tecnicas pueden in­

corporarse sin afec tar el grupo, dandoseles una instrucci6n previa sobre el pensa­mi ento crea tivo y el procedimiento que se sigue en la tecnica .

• Es conveniente con tar con el apoyo de una secretaria 0 bi en con una grabadora para registrar las ideas que se generen y que se puedan rev isar posteri ormente . La tecnica Gordon emplea una pizarra (0 rotafo lio) don de se van anotando las ideas.

• Conviene rea liza r las reuniones por la manana, cuando las personas ti enen que seguir trabajando en e l mi smo problema al terminar la ses i6n; de no ser ese el caso, es mejor rea li za rl as por la tarde. (EI entusiasmo de la sesi6n dura va ri as ho­ras y puede afec tar el trabajo norma l de l empleado .)

• Normalmente, no se aconseja formar grupos con personas de nive les jerarquicos muy diferentes.

• S i se di scute un producto, es conveni ente contar con muestras 0 prototipos del mi smo como punto de referencia.

• En algunos casos conviene presentar e l probl ema en forma gn\ fi ca .

Tecnica de agrupacion nominal (TAN) 0 tecnica del grupo nominal

Impli ca una reuni6n forma l de los mi embros del grupo durante la cua l cada partic ipante escribe en s il encio sus ideas sobre el problema y sus sugerencias para solucionarl o .

Torna de decisiones en grupo 455

• No se realizan di scusiones ni consultas con los demas miembros . • A continuac ion, una persona tras otra com parten sus ideas con el grupo. • Se sigue el mi smo proceso hasta que todas las ideas de los participantes han sido

expresadas. • Durante el proceso, una persona escribe las ideas fundamentales en un rotafoli o 0

en una pl zarra . • Despues se anali zan las ventaj as y viabilidad de todas las ideas escritas en el rota­

fo lio 0 pizarra. • Y, por ultim o, se vo ta en silencio en favo r de todas elias. Norrnalmente, jerarqui­

zandolas en orden de pre ferencia. • AI terminar e l proceso de votac ion, se recogen las listas y se lleva a cabo un calcu-

10 de la calificac ion lograda por cada una de las ideas.

La teeniea De/phi

Se parece a la anteri or, excepto que en es ta los participantes no se reunen fi sicamente.

• Cada uno rec ibe un cuesti onario en el que se Ie piden sus respuestas a preguntas 0

propuesta de sugerenc ias para la solucion de problemas . • Posteriormente, los resultados se compilan y se retroalimentan a todo el grupo. • Utilizando la informac ion resultante del primer cuestionario que aportaron los par­

tic ipantes, se les pide que vuelvan a llenar un cues tionario . • Este proceso se repite de cuatro a cinco veces hasta que empieza a surgir un con­

senso general a medida que un mayor numero de participantes van estando de acuerdo con ciertas respuestas y soluciones a los problemas.

Se pueden utili zar otras tecni cas 0 enfoques del pensamiento crea tivo sin abusar de recurrir mucho al uso de la toma de decisiones en grupo a traves de e li as, ya que el propos ito no es caer en 10 rutinario, sino que verdaderamente sean un es timulo para la crea tividad del grupo. Muy importante tambien es recordar que la comuni cacion y la toma de dec is iones en grupo van de la mano; si queremos que se de un buen manejo de la crea tividad y las dec isiones del grupo, 10 primero que tenemos que hacer es capac itar a la gente para que mejore su habilidad para la comunicac ion efi ciente.

LECTURAS RECOMENDADAS

Wethere ll , M. ( 1990): « Idenl idad social y polari zacion de grupo», en J. C. Turner (ed .), Redescu­brir el grupo, Madrid, Morata.

Leon, O . ( 1994) : Amilisis de decisiones, Madrid, McGraw- HilI. Van Avermaet, E. ( 1990): <dnfluencia soc ial e n los grupos pequeiios», en M. Hewstone y co labora­

dores (eds.), Inlroduccion a la psicologia social, pp. 340-368, Barce lona, Arie l. Doise, W" y Moscov ic i, S. ( 1988): « Las deci siones en grupo», en S. Moscovici (ed.), Psicologia

social, Barce lona, Pa idos.

Bibliografia complementaria

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Dav is, J . H. ( 1996): «Group dec ision making and quantita tive judgement s: A consensus mode l», en E. Wille y J. H. Davis (eds.), Understanding group behavior, pp. 35-60, Mahwah, NJ, Lawrence Erlbaum.

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