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7/30/2019 92559581 Ebony Clark Una Mujer a Mi Medida

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Una mujer a mi medidaEbony Clark

Laura dej la pesada maleta en el suelo, mirando con desagrado al tipoque la saludaba desde la ventanilla de furgoneta.- Buena suerte, nena.Murmur un gracias entre dientes, mientras recordaba la hora y media deviaje que haba compartido con aquel hombre sudoroso que hablaba porlos codos. Escuch como haca rugir el motor para impresionarla ypasaba junto a ella haciendo derrapar las ruedas y levantando unapolvareda que la dej cubierta de tierra hasta las cejas. Estupendo! Era

lo que le faltaba. Mir en todas direcciones, siguiendo las indicacionesque le haban dado en la Agencia y que su buen amigo, el conductormaloliente, haba confirmado. Pero lo cierto es que en mitad de la nubede polvo, apenas poda distinguir sus propias narices del resto delpaisaje. As que emprendi la marcha, siempre en direccin recta,convencida de que tarde o temprano tropezara con la casa. De hecho,alguien debi escuchar sus plegarias, porque despus de dar unospasos, la vio. Se cubri los ojos con la palma de la mano paracerciorarse. All estaba. El rancho Randall se dibujaba ante ella en todasu magnitud. Observ hasta donde la vista le alcanzaba. Cuntos acres

poda tener? Lo calcul mentalmente y pens que no le iba mal al seorRandall despus de todo. En realidad, se estaba preguntando porqualguien con una propiedad como aquella estara interesado en venderla.Pero ese no era su problema. Su jefa en la Agencia, Alana Steel, habasido muy clara al respecto. No hagas preguntas, le haba dicho antesde darle el trabajo.Saca fotos, prepara un buen reportaje, habla con lagentePero no hagas preguntas. Y no dejes que te las hagan. Y enrealidad, ella no tena intencin de hacerlas. Lo suyo era la fotografa. SiAlan Steel le haca el encargo de realizar un buen reportaje sobre la vidaen un rancho, ella se limitaba a hacerlo. Aunque, curiosamente, fuera la

primera vez que le peda que fotografiara algo que no fueran lossuculentos mens de algn restaurante para las revistas de sociedad.Avanz un poco y elev los ojos hacia el cielo. El sol se pona. Y muy encontra de su voluntad, porque estaba cansada, pegajosa y hambrienta,tuvo que reconocer que era la puesta de sol ms hermosa que habavisto. Entrecerr los prpados para ver ms all. Trag saliva condificultad. Lo que tena delante, tambin era hermoso, pero en otrosentido. Disimul mientras se acercaba a l con paso decidido. Elhombre la mir con desgana, dejando la llave inglesa que tena en lamano sobre el cap del Mustang y secndose el sudor con el dorso de la

mano. Llevaba el pecho descubierto y sus msculos relucan bajo losltimos rayos de sol. Los vaqueros se le adheran al cuerpo, marcando


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unos muslos fornidos y al girarse para buscar su camiseta del asiento delcoche, Laura pudo comprobar que tambin era el trasero ms perfectoque haba tenido el placer de admirar. Incluso con aquel pequeodescosido que se abra justo en la parte baja del glteo derecho, era eltrasero que Lenis habra soado para su spot estrella. Estupendo,pens, an no me he instalado y ya veo problemas. Porque, para qunegarlo, la visin de aquel magnifico ejemplar masculino, la haba dejadode una pieza. Y lo que era peor, por el modo en que l la observaba conexpresin insultante, lo haba adivinado. Le tendi su mano como saludo,esperando que no se hubiera llevado una impresin equivocada de ella.No era su estilo desvestir vaqueros con la mirada y no quera que lpensara que lo era.- Laura Abbot.- se present con una sonrisa, pero dej caer la mano alver que l no responda. El hombre se limit a colocarse la camiseta.Pareca incmodo y molesto por la forma en que ella le haba analizado.Pero no se dej intimidar e insisti- Llego en mal momento?El no contest. De un par de zancadas largas, lleg hasta la casa. Ella lesegua, arrastrando su pesada bolsa de viaje con dificultad. Choc contrala dura espalda cuando se detuvo para evitar que alguien les atropellaraen la puerta.- Ha llegado!- una jovencita de unos diecisis o diecisiete aos, seabalanz sobre ella y se apresur a invitarla a pasar, haciendo a un ladoal hombre con brusquedad e ignorndole completamente. La chica learrebat la maleta y la carg con una sonrisa.- Demonios, qu llevasaqu dentro, un cadver?- Slo mi ropa y mi equipo fotogrfico.- contest, sonriendo a su vez. Sesinti agradecida de que alguien le mostrara al fin un poco deamabilidad.- Y t eres- Amber. Y este vaquero bruto y maleducado, es Jake. Mi hermanomayor.- Es un placer.- Laura lo intent de nuevo. Pero era intil. Por msamistosa que se mostrara, aquel tipo no estaba dispuesto a quecongeniaran.- No le hagas caso. Jake es un poco tmido, pero no te comer. No esas, Jake?- la joven le dio un codazo en el costado y l la mir como siquisiera estrangularla.- Vamos, saluda a nuestra invitada. Va a pensarque somos unos catetos sin educacin.- Nuestra invitada?- por primera vez, el tal Jake abri la boca para deciralgo y ella descubri con agrado una voz grave y profunda que despertsin querer todos sus sentidos. Lo malo es que la voz tambin denotabasu malhumor y l ni siquiera se molest en disimularlo.- Quieresexplicarme eso, Amber?- Oh, no seas tonto, Jake. Pensabas que iba a permitir que la seoritaAbbot se alojara en el motel?

- Y qu tiene de malo el motel?


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- Pues tiene- la chica pareca pensarlo y de repente, su cara seilumin.- Tiene a Louise y a Penny Craven, que se pasearn como pavosreales en mis narices, en cuanto tengan a Laura en su casa. Ni losuees!La mirada de Laura iba de uno a otro sin comprender una palabra de loque discutan. Alana le haba dicho que los Randall se haban ofrecidoamablemente a hospedarla el tiempo que fuera necesario. Acaso se lohaba inventado? Por la cara del hombre, supo que Alana no haba sidodel todo sincera con ella.- A ver si lo entiendo- Jake se rascaba el ment ligeramente cubiertode barba.- Pretendes que meta a una extraa en mi casa, solo porqueLouise y Penny Craven no te caen bien?Pero, quines eran esas Craven? Laura comenzaba a impacientarse.Sobre todo, porque saba el aspecto que tena y sus tripas rugan ya demanera incontrolable.- Jake!- Amber hizo un puchero.- Porqu eres as? Sabes que me hacemucha ilusin que ella haya venido. Imagnatelo! Mis amigas se morirnde envidia Y adems, me aburro. Siempre me aburro! No podrashacerlo por m, por tu hermana favorita?- Amber, no eres mi hermana favorita. Eres mi nica hermana.-puntualiz muy serio.- Y confieso que ya estoy un poco harto de hacer dehermano mayor contigo.- Pues entonces, no me des rdenes.- la chica se cruz de brazos conexpresin rabiosa. Era increblemente bonita, con el cabello oscurosujeto en una trenza que le caa por el hombro y los ojos azules,brillantes y curiosos. Y a pesar de su corta edad, tena bastante carcter,a juzgar por el tesn con que defenda su postura.- Esta tambin es micasa. Puedo invitar a quien quiera cuando quiera. T lo haces.- No, no lo hago.- los ojos del hombre, del mismo tono azul de mar,brillaron con intensidad al hablar. Haba una velada advertencia enaquella mirada. Como si con ella, quisiera decirle que la discusin habaterminado para l y que ms le vala no insistir.- S que lo haces.- replic Amber.- Y yo no me opongo cuando esaimbcil de Lana Jackson aparece por aqu, husmeando en todas partes ypreguntndose cuando mi casa ser la suya.El recibi el comentario como una bofetada. Sus mandbulas secontrajeron tanto que su rostro adquiri en cuestin de segundos laconsistencia de una piedra.- Se acab, haz lo que quieras Voy a ver como va la ternera.- cruz denuevo la puerta, detenindose un momento junto a Laura y apuntndolacon el dedo.- Y en cuanto a ustedEspero no encontrarla cuandovuelva.Laura no contest. Amber la tom por el brazo, sonriendo de nuevo encuanto l desapareci.

- No te preocupes. Se le pasar.


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- En serio, Amber - se atrevi a decir al fin.- No quiero causarteproblemas. Puedo hospedarme en el motel y- Bromeas?- Amber neg con la cabeza- Oye, Laura. La seora Cravenno es mala persona. Pero sus hijas, las gemelas Craven Bueno, sondos brujas con cara de caballo. Me odian desde que bamos a la escuela.No dejar que pases con ellas un solo da. Aunque tenga que atizarle aese cabeza hueca de Jake para hacerlo entrar en razn.- Pero, porqu est tan enfadado?- pregunt.- Vers, cuando tu Agencia nos envi aquella carta, pidiendo quecolaborramos en tu reportaje, yo me tom la libertad de contestar a laseorita Steel para decirle que estaramos encantados.- Amber sonri.-Tenas que haber visto la cara de Jake. Se puso hecho una fiera cuandose enter.- Y porqu lo hiciste? Contestar sin su permiso, quiero decir.- Oh, porque saba que si no intervena, mi salvaje hermano dira que no.Jake no tiene en cuenta mi opinin la mayora de las veces, sabes?- Y te encanta llevarle la contraria, por lo que veo.- observ Laurasagazmente. Amber solt una sonora carcajada.- Es que soy la nica que lo hace. Laura puedo llamarte Laura,verdad?Ella asinti.- Bueno, ya te dars cuenta de que Jake es algo as como una leyendapor aqu.- le explic con buen humor.- Mi hermanito tiene un genio de mildemonios. Si l dice blanco, es blanco. Y si dice negro, ni se te ocurradudarlo. Creo que por eso, deja que Lana Jackson revolotee a sualrededor. A Jake no le gusta que le contradigan y esa cabeza de chorlitofinge ser una mujercita obediente para echarle el lazo.- Y l?- Si cae en la trampa?- Amber encogi los hombros.- No lo se. Pero sise casa con ella, no volver a dirigirle la palabra. Bueno, ya est bien decotilleos. Ven, te ensaar el resto de la casa.Laura la acompa, sin poder apartar de su mente la idea de que JakeRandall volvera en unas horas y tal vez, quisiera echarla a patadas deall.

Laura se senta mejor despus de haber tomado los emparedados queAmber haba preparado amablemente. La haba instalado en unmagnfico cuarto con amplias ventanas y tras darse una buena ducha,Laura estaba preparada para enfrentarse a lo que fuera. Incluso a laexpresin ceuda y malhumorada del hombre que en esos momentos sedetena frente a ella para intimidarla con su elevada estatura. ComoAmber estaba exhausta ya por el interrogatorio al que la haba sometidodurante varias horas, se haba retirado pronto a descansar. Habaanochecido y Laura se haba tomado la libertad de acomodarse en el

balancn del porche. Estaba medio adormecida cuando l lo empuj conbrusquedad, obligndola a levantarse para no caer.


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- Veo que sigue aqu.- coment l y por su tono de voz, ella comprendique su enfado no haba desaparecido.- Acaso las mujeres de la ciudadno tienen dignidad? Creo recordar que fui muy claro antes. Le dije que noquera verla cuando regresase.- Pero Amber- se defendi, furiosa tambin por la agresividad queperciba.- Amber es slo una chiquilla malcriada.- la interrumpi.- Pero usted esuna mujer. Y no parece tan tonta como para no darse cuenta de que noes bien recibida.- Un momento! - Laura reaccion con la misma violencia.- Ha tenido unmal da y me ha elegido de sparring para descargar su mal humor? Siquiere que me vaya, me ir. Pero no voy a permitirle- Cllese.Ella se qued de una pieza al escucharle. Cmo se atreva? Eraevidente que Jake Randall no estaba acostumbrado a tratar con mujereso con cualquier cosa que tuviera vida y no andara a cuatro patas. Pero lehara entender que ella no era una de sus terneras y que no podapisotearla solo porque le diera la gana.- Cmo ha dicho?- le ret con la mirada, poniendo los brazos en jarras.- He dicho que se calle.- repiti l y presion sus hombros para obligarlaa sentarse de nuevo.- Qu le pasa, est sorda?- Oiga- Mire, seorita Abbot se llama as, verdad?- Laura para los amigos.- ella le fulmin con la mirada.- Pero para usted,seorita Abbot estar bien.- Muy bien, Laura. l ignor su comentario deliberadamente.- Le sersincero. A mi, su reportaje me importa un rbano. Si acept que Ambercontestara a esa carta, fue solo porque pens que en el ltimo momento,su agencia encontrara otro lugar ms interesante donde meter lasnarices.- Pues ha metido la pata hasta el fondo, no cree?- ella sonri conmalicia.- Porque he venido. Y le guste o no, pienso hacer mi trabajo.- Pretende retarme?- los ojos de l la recorrieron con desdn.- Pretendo hacer lo que he venido a hacer.- le corrigi.- Qu es?- las pobladas cejas del hombre se arquearon,proporcionndole un aspecto diablico y sensual a la vez.- Ya lo sabe.No, no lo saba, se dijo Jake al mirarla. Pero tena algunas sospechasque, por supuesto, no pensaba compartir con una desconocida. Tenasus mtodos para averiguar lo que se esconda tras aquel rostrohermoso que le desafiaba a escasos centmetros. Demonios! Era tanincmodo que ella estuviera all. La estudi con detenimiento. Metrosesenta, no excesivamente delgada, con aquellas curvas que seadivinaban bajo la camisa Cabello castao y ligeramente rizado No

es que fuera especialmente atractiva, pero haba algo en ella Agit lacabeza inconscientemente. Reconoci que Laura Abbot le pona


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nervioso. Era todo lo que l evitaba en una mujer: inteligente, cabezota yorgullosa. Justo lo que necesitaba! Una sabelotodo de la ciudad que lellenara la cabeza de pjaros a Amber Y que podra hacer peligrar supropia cabeza.- Bueno, qu piensa hacer conmigo?La voz de ella le devolvi a la realidad. Reprimi el impulso inicial deconfesarle lo que le apeteca hacer con ella en aquel momento. Estabaseguro de que ella tena el suficiente carcter como para darle una buenacoz all donde ms le dolera si lo haca. Y por otro lado, lo ltimo quequera es que ella supiera lo mucho que le inquietaba su presencia.- Est bien.- se resign, convencido de que se arrepentira de lo que ibaa decir.- Puede quedarse. Slo para evitar que Amber envenene midesayuno.- Estupendo.- Laura sonri contra su voluntad y por un momento, creyver un atisbo de humanidad en los ojos del hombre.- Pero procure no estorbarme.- advirti y Laura supo que no estababromeando.- Y no le cuente tonteras a mi hermana acerca de la vida enla ciudad. No quiero que se convierta en otra jovencita tonta que seescapa de casa para ver mundo, est claro?- No se arrepentir, Jake.- Laura roz su brazo al entrar en la casa paradirigirse a su cuarto y l se apart como si el contacto le hubieraquemado.La mir fijamente, con dureza.- Nena Ya estoy arrepentido, crame.- dijo y desapareci con rapidez.

Laura despert al escuchar las voces en la cocina. Se levant de un saltoal comprobar la hora que era. Dios mo! Van a pensar que soy unaholgazana. Se duch con rapidez y se coloc unos vaqueros y unacamiseta. Anud sus zapatillas deportivas y corri hacia la cocina. Antesde llegar, Amber le intercept el camino y le puso un dedo en los labios,indicndole que guardara silencio.- Qu pasa?- Ssshhhh.- Amber hablaba en voz muy baja.- Tengo una noticia buena,una mala y una peor. Cul prefieres primero?- Dispara, Amber.- Laura sonri por lo cmico de la situacin.- Est bien. La buena es que Jake se ha levantado de buen humor y meha prometido que se portar bien si no le damos mucho la lata.- sonriquedamente, satisfecha por su victoria.- La mala, es que est preparando

sus famosas tortas de calabaza para demostrarlo. Y est decidido a quelas dos nos las comamos sin rechistar.


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- Jake sabe cocinar?- arque las cejas sorprendida. Lo ltimo queesperaba por la maana es ver a aquel bruto de casi dos metros vestidocon un delantal para ella.- Y de lo hace de maravilla.- asegur Amber.- Excepto las dichosastortas Las odio, te pringan los dedos de miel... Pero Jake no lo sabe.Cuando nos quedamos solos, l se esforzaba tanto por cuidar de m, quenunca he tenido valor para decrselo. Me guardars el secreto, verdad?Laura hizo una seal sobre su pecho para sellar su promesa.- Y la mala?- pregunt y Amber se golpe la frente como si de repenterecordara algo.- Caracoles! Tienes razn.- tir de ella- Lana Jackson est ah adentro.Lleg nada ms amaneci y por lo que veo, amenaza con quedarse adesayunar. Como ves, las noticias vuelan por aqu.Laura frunci el ceo.- T, Laura.- Amber la abraz por los hombros.- Lana debe estarcomindose las uas ahora mismo. No creo que le haga gracia la idea deque ests aqu Y me alegro.- Amber- Laura la rega con la mirada, sospechando cuales eran lasexpectativas de Amber con respecto a su estancia en el Rancho.- Noquiero tener problemas con Jake, vale? Aunque apenas nosconocemos, tengo la sensacin de que eres una buena chica. As que noinventes cosas que puedan molestar a la seorita Jackson. No estarabien.- No s a qu- la joven puso cara de inocente, pero no la enga.- No estara bien.- repiti con firmeza.- He venido a sacar unas cuantasfotografas, Amber. No estoy interesada en tu hermano y ya te habrsdado cuenta por como me trat ayer, que l tampoco lo est en m. Ypor supuesto, no quiero convertirme en la mujer ms odiada de por aqu,ni que la gente haga comentarios que incomoden a Jake. Lo entiendes,verdad?- Claro.- Amber suspir y le hizo un simptico guio.- Pero no menegars que mi hermano est para comrselo.- Amber- Bueno, me callar. Pero ni t ni Jake podis evitar que me sienta felizporque a Lana Jackson se le atragante el desayuno al verte.El desayuno!- Por mi parte, no tengo intencin de crearme enemigos el primer da.Pienso comerme esas tortas de calabaza aunque reviente. Vamos?- Vamos.


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Lana era tal y como se la haba imaginado. Toda una mujer, de pies acabeza. Nada ms verla, supo que era todo lo que un hombre como JakeRandall poda desear en su vida. Increblemente alta, casi tanto como l.El cabello del color del trigo que le caa como una cascada por la erguidaespalda. Delgada y esbelta, con aquellas sugerentes formas que seadivinaban bajo su precioso vestido de algodn salpicado de flores. Alnotar su presencia, se volvi hacia ella, dejando la bandeja que llevabasobre la mesa para saludarla efusivamente. Sus ojos eran de un verdeintenso y alrededor de las pupilas, pequeos puntitos del color de la mielsalpicaban su mirada curiosa.- Seorita Abbot!- estrech su mano y de no ser por la frialdad contenidaque percibi en el gesto, Laura hubiera cado en la trampa de pensar queaquella mujer era un encanto.- Es un placer conocerla por fin Desdeque amaneci, los vecinos no hablan de otra cosa. Dallas, ese bruto quela trajo ayer, dio la noticia en el bar y desde entonces, la gente estansiosa por salir en su reportaje.- En serio?- Pues claro! Todos quieren conocer a la guapa fotgrafa que sehospeda en el Rancho Randall.A Laura no se le escap el tono sarcstico que ella haba utilizado alreferirse a ella. Y tampoco se le escap el modo en que Jake laobservaba con disimulo mientras serva el caf en las tazas.Se sentaron a la mesa y Amber rechaz con amabilidad el plato con lastortas que Jake le ofreca.- No?- l pareca extraado.- Tomar solo caf, Jake. Anoche deb comer algo que me sent mal yno quiero arriesgarme.- minti, golpeando el pie de Laura por debajo dela mesa.- Quieres que vayamos a ver a Doc?- pregunt Jake con expresinpreocupada.- No ser necesario.- Amber neg con la cabeza, interpretando a laperfeccin su papel de enferma.- No es ms que una pequeaindigestin. Ya me conoces, siempre he sido una tragona.- Qu te he dicho, Jake?- Lana intervino y su voz era tan dulce como elalmbar al dirigirse a l.- Alguien debera ensear a tu hermana a comercomo es debido.- Alguien como t, querida Lana?- por su parte, la voz de Amber estabacargada de veneno.- No, gracias. Prefiero que me estallen las tripasantes de convertirme en una flacucha con las piernas como palillos,creme.- Amber! Disclpate ahora mismo.- Jake no se lo estaba pidiendo. Se loordenaba.Amber pareci dudar un instante. Sin embargo, al cabo de unossegundos se volvi hacia Lana y sonri.

- Perdona, Lana.- ahora su actuacin dejaba mucho que desear.- Noquise ser grosera.


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- No importa.- pero por la forma en que brillaban sus ojos verdes, Laurasupo que s le importaba. Y mucho. Lana la mir condescendiente.-Todos sabemos lo que es tener diecisiete aos, no es as, seoritaAbbot?Laura estaba a punto de decirle que sus diecisiete aos probablementeno haban sido como el del resto de las chicas. Lo cierto es que habapasado su infancia y la mayor parte de su juventud, viajando de un lado aotro. Su madre haba muerto cuando ella apenas tena tres aos y desdeentonces, su padre siempre haba cuidado de ella. Marion Abbot le habainculcado su pasin a la fotografa y en muchas ocasiones, le habaconfesado lo orgulloso que se senta de ella. El tambin era fotgrafo, delos mejores y Laura recordaba con nostalgia los aos en que ambos,recorran juntos los ms hermosos paisajes del mundo. Una ligerapunzada de dolor le agit el corazn y sonri para apartar los recuerdospenosos de su mente.- Tal vez en la ciudad, las chicas como Amber hacen todo lo quequieren.- coment Lana, insistiendo.- No somos bichos raros, seorita Jackson.- replic Laura con la mayoramabilidad posible, a pesar de que la otra mujer pareca dispuesta adeclararle la guerra.- Pero si le interesa tanto, le dir que no soy expertaen la materia. Debido a la profesin de mi padre, me cri un poco entodos sitios y en ninguno. As que soy de las que opinan que laeducacin no depende tanto de un lugar, como de las personas que terodean y te quieren.- Una sabia respuesta.- Jake le sirvi ms caf.- Y dgame, Laura, aqu se dedicaba su padre?- Era fotgrafo. Y muy bueno, por cierto.- explic con orgullo.- El meense cuanto se. Y tambin me ense que a veces, una imagen valems que mil palabras.- Por ejemplo?- Jake pareca interesado.- Bueno- entorn los prpados y coloc sus manos como si enmarcaraa los dos hermanos entre sus dedos.- Por ejemplo, ustedes dos. Situviera mi cmara ahora mismo, hara una gran fotografa de ambos.- Es que le parecemos tan atractivos?- l se burlaba, pero Laura habapodido leer entre lneas lo que esconda realmente su pregunta. Jakehaba querido decir te parezco tan atractivo?. Y aunque se lo pareca,

jams se lo hubiera confesado, mucho menos mientras la mirada asesinade Lana Jackson se clavaba en ella.- Como les he dicho, seor Randall, a veces las imgenes hablan por simismas.- Ah, s? Qu cree que dira su foto de Amber y de mi?- alarg sumano para untar con miel una enorme torta y se la ofreci. Laura lamordisque distrada.- Dira que los dos son cabezotas y que, sin duda, llevan la misma

sangre. Y que se tienen tanto amor que daran la vida el uno por el otroEso dira mi fotografa.


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- Ah, pero se equivocara en algo, seorita Abbot.- Jake chasque lalengua divertido.- Amber es cabezota. Yo solo soy sensato.- Oh, cllate, Jake. Eres un aguafiestas.- Amber sonri y la mirentusiasmada.- Nos hars unas fotos para tu reportaje? Dime que s,por favor.Lana carraspe. Al parecer, se haban olvidado de ella durante laconversacin.- Pero solo si la seorita Jackson acepta ser mi primera modelo.- ofreciLaura, esperando que su invitacin, hiciera que Lana enterrara el hachade guerra. Por la expresin radiante de la mujer, supo que haba logradosu propsito y aadi zalamera.- Debo confesarle, seorita Jackson, quehe conocido cientos de chicas bonitas debido a mi profesin. Pero nuncaantes haba visto un rostro tan perfecto, tan fotognico como el suyo.Me permitir que la incluya en mi reportaje, verdad?- Ser un honor para m.- Lana se mostraba agradecida y por fortuna,haba bajado la guardia.- Usted dir cuando le viene bien, Laura. Ahoramismo tengo que irme a hacer unas compras. Pero si quiere, puedovolver esta tarde.- Esta tarde, entonces.- Laura la vio salir de la cocina y Jake, solcito, laacompa hasta la puerta. Cuando regres, su expresin era pensativa.Amber estaba recogiendo los platos y Laura se levant enseguida paraayudarla.- Oh, no. Eres nuestra invitada.- Amber la empuj hacia su hermano-Porqu no llevas a Laura a ver el rancho, Jake?- Ahora?- No quiero ser una molestia, de verdad.- Laura tena por costumbre noaceptar las invitaciones hechas por cortesa. Y de todos modos, laexpresin disgustada de l era todo menos corts.- Venga, Jake.- se impacient Amber y le lanz un poco de espuma delfregadero sobre la cara en actitud traviesa.- Confiesa que no tienes nadamejor que hacer. Es sbado.- Est bien. Si ella lo soporta- se volvi dispuesto a marcharse y Laurale sigui detrs, casi pegada a su espalda.- Lo soporto.- dijo de inmediato y la sonrisa se le hel en los labios alcomprobar que la mirada de l era severa.- Es decir, slo si no tienenada mejor que hacer.- Querida, no tiente su suerte.- advirti de camino hacia la puerta. Laabri para hacerla pasar primero y justo cuando ella pasaba bajo subrazo, pronunci su nombre en voz baja. Laura le mir a los ojos,quedando paralizada bajo l.- Es usted tan lista o realmente quierevrselas con Lana Jackson esta tarde?Laura encogi los hombros, fingiendo que no saba a qu se refera.Escap de su sombra y le esper afuera. Jake le hizo un gesto para quecaminara a su lado.


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- Jake- empez a decir, pero se arrepinti al instante. Quiz a l no legustaban las preguntas y no quera que se enfadara con ella antes de loque prometa ser un interesante paseo.- Qu?- para su sorpresa, l le prestaba toda su atencin a pesar de sugesto aparentemente distrado.- No es nada.- Vamos, Laura. No sea tmida.- l se burlaba otra vez.- Porque, no loes, verdad?- No, no lo soy.- confes. Al menos, no lo era hasta ayer estuvo a puntode confesarle.- Bien. Qu quera decirme?- Yo- Laura dud. Y si se pona hecho una fiera y la enviaba de vueltaa casa? Se arriesgara, ya que l insista tanto.- Me ha parecido que lediverta la situacin.- Situacin? Qu situacin?Oh, qu gran farsante es, pens Laura.- Ya sabe Amber me cont que la seorita Jackson y usted son muyamigos.- murmur.- Y?- Bueno Tuve la sensacin de que a ella no le gustaba que yoestuviera aqu.- Y?- Oh, djelo ya.- suspir exasperada.- Sabe muy bien de qu estoyhablando.- Seorita Abbot.- Jake seal un sendero oculto tras los rboles y tir desu mano. Laura aceler el paso para avanzar al mismo ritmo, ya que ldaba grandes zancadas y Laura estaba segura de que lo haca apropsito. Sin duda, Jake Randall estaba acostumbrado a que los demsle siguieran sin rechistar. Un da de estos, seor Randall, alguien harque sea usted quien corra, sonri ante la idea, pero no se lo dijo.-Quiere saber si me divierte que Lana me considere algo as como de supropiedad?- Bsicamente S.- Porqu? Le molesta que sea as?- En general ella tom aire para contestar. La carrera la estaba dejandoexhausta.- me molesta que la gente vea a los dems como unapropiedad.- Qu alivio.- le oy rer.- Pensaba que se trataba solo de mi.- No diga tonteras.- le reprendi Laura y cuando le alcanz, agradecicon una mirada que se hubiera detenido a esperarla.- Pero es evidenteque la seorita Jackson no opina lo mismo que yo, no cree?- Eso es porque la seorita Jackson, no tiene una visin tan romntica dela vida.- Jake alarg sus dedos hacia ella y Laura contuvo la respiracin.Sinti como los dedos de l recorran su mejilla durante unos segundos

que le parecieron eternos.- Tena restos de miel en la cara.


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- Ah.- Laura trag saliva con dificultad. Por un momento Mejor que nopensara en lo que se le haba ocurrido que l hara.- Y volviendo a lo de antes- l cruz los brazos sobre el pecho y alhacerlo, su elevada estatura se hizo an ms patente. A su lado, Laurapareca tan insignificante como indefensa.- Qu es lo que le molesta enrealidad? Que me divierta lo que Lana piensa o que sea cierto lo quepiensa?- Es un acertijo?- Laura sonri para aliviar la tensin entre ellos.- Conteste, Laura Abbot. Me interesa mucho su respuesta.- Es que- Laura tena que ser cuidadosa o l terminara pensando quesolo era otra mujercita con cmo haba dicho?, la cabeza llena depjaros.- Bueno, es que no es asunto mo.Jake solt una sonora carcajada, lo que demostraba que despus detodo, haba sido la respuesta adecuada.- Ve todo esto?- Jake seal el increble paisaje que se extenda anteellos. Laura asinti en silencio, incapaz de decir una palabra querompiera el hechizo de aquella hermosa visin.- Hasta donde le alcanzala vista, pertenece al rancho Randall.- Es Fascinante.- murmur.- Lo es. Cuando nuestros padres murieron, yo solo tena diecinueveaos.- continu l y por un instante, Laura percibi cierto tono demelancola en su voz.- Amber era solo una cra. La mayora de nuestrosvecinos, me aconsejaron que encontrara un comprador y vendiera.- Pero no lo hizo.- adivin ella. Brillante, Laura. Has estado brillante,pens contrariada. Era evidente que no lo haba hecho. Jake Randall lemostraba por fin que tena un corazn en algn lugar, bajo aquelmusculoso pecho que se elevaba bajo su camiseta de algodn y del queno poda apartar la mirada. Y a ella, solo se le ocurra hacer uncomentario estpido como aquel.- No.- l la sorprendi gratamente al no hacer ninguna observacin

jocosa.- En lugar de eso, convert el rancho en lo que ve ahora. Era unacuestin personal, seorita Abbot. Sabe lo que es eso?- Tengo una ligera idea.- respondi, algo molesta porque l laconsideraba poco menos que retrasada mental.- Pues lo era.- repiti l, embelesado por la contemplacin de su obra.-Yo quera que Amber despertara algn da y me dijera: Gracias, Jake.Estoy muy orgullosa de ti. Construiste un hogar para los dos.Laura frunci el ceo, sospechando que haba moraleja en toda aquellahistoria.- Y ya ve. Cuando Amber despierta por la maana, todo lo que dice es:-imit el tono chilln de su hermana.- Ey, Jake, grandsimo bruto, a vercuando me llevas a la ciudad. Me aburro como una ostra.- Se arrepiente de lo que hizo?- Nunca.- l gir sobre los talones para mirarla directamente.- Es por eso

que no quiero que le llene la cabeza de tonteras acerca de lo bien quese vive en la ciudad, Laura. Se muy bien como se vive all, crame. Pero


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esto es diferente y ella no pasar por eso a menos que quiera. Muypronto, tal vez antes de que me de cuenta, Amber crecer y se convertiren una preciosa mujer. Y no tendr que soportar a ningn tipo que secrea su dueo, porque siempre tendr un hogar que la confortar cuandolo necesite. Y como dijo antes, siempre me tendr a m.- Es muy hermoso.- Laura estaba emocionada. No saba si se deba asus palabras o al hecho de que los dos estaban tan cerca o simplemente,a la sorpresa de que aquel vaquero de rudo aspecto revelara su aspectoms sensible. De cualquier modo, sus rodillas temblaban de maneraincontrolable.Jake sonri y al hacerlo, Laura sinti que el suelo desapareca bajo suspies. Definitivamente, l no posea el tpico atractivo de los hombres de laciudad, que acudan tres veces por semana al gimnasio para fortalecersus msculos y adquirir un esmerado bronceado. El gimnasio de Jakeera la propia vida y su bronceado era el resultado de muchas horas detrabajo bajo aquel sol brillante que les haca de techo. Sin embargo, suaspecto no poda ser ms seductor. Observ su rostro con detenimiento.Los rasgos varoniles, el mentn pronunciado y la nariz recta. Los labiosdelgados, arrogantes. Y unos ojos azules enmarcados por espesas cejasoscuras, que invitaban a mirarse en ellos y perderse del mundo durantehoras.- Si promete no hacer un chiste, algn da le contar un secreto.- susurrl junto a su odo.- Porqu no ahora?- Laura no poda esperar un minuto para saber ms.- Porque por hoy, mi curiosa seorita Abbot, ya le he contadodemasiado.- Jake toc ligeramente la punta de su nariz.- Seguimosnuestro paseo?

La siguiente semana fue de lo ms gratificante para ella. En el pueblo,los vecinos la saludaban al pasar y Amber se haba encargado depresentarles a todos antes de que llegara el fin de semana. Feliz, Lauradescubri que los amables habitantes de aquel lugar, haban nacido paraser retratados por su cmara. No haba hombre, mujer, nio o animal queno quisiera hacer de modelo para su reportaje, lo cual era un alivioporque facilitaba bastante su labor. Por su parte, Jake la evitaba cuanto

poda y Laura lo achacaba a su advertencia inicial de no estorbarle.Apenas le vea en todo el da y era una suerte que tuviera tanto trabajo


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que hacer. Por las noches, l siempre llegaba tarde a casa y Amber y ellase conformaban con cenar juntas y charlar hasta tarde o hasta que elsueo las venca. Aquella era una de esas noches en las que el sueoan no la venca. Amber y ella haban pasado la tarde repasando viejasfotografas de la familia Randall. Ms tarde, Amber le haba dicho quepoda quedarse en el saln y echar un vistazo por si encontraba algunaque quisiera utilizar en su reportaje. Y justo en ese momento, estabahipnotizada contemplando lo hermosa que haba sido Lillian Randall ensu juventud. En la foto, apareca con un apuesto vaquero que deba serel padre de Amber y Jake. El la sostena por la cintura y besaba sucabello con ternura, los dos listos para posar. Laura se dijo que debanhaberse querido mucho, a juzgar por el modo en que se miraban. Sinquerer, sinti pena por ella misma. Su madre se haba ido tan pronto, queno recordaba cmo haba sido la relacin entre su padre y ella salvo porlo que Marion le contaba. Y era que se haban amado hasta el ltimomomento, en que un desgraciado accidente la haba apartado de ellospara siempre. Se volvi al escuchar unos pasos tras el sof y lafotografa cay al suelo. Laura se agach para recogerla, pero l fue msrpido. Se la arrebat de los dedos con brusquedad, la coloc concuidado en el lbum y lo puso fuera del alcance de la mujer.- No saba que habas vuelto.- Laura se agazap en sof, intuyendo quealgo malo suceda. La expresin de Jake era de furia y se pregunt quhabra ocurrido para que la mirara de aquel modo.- Ya veo.- l se pase por la habitacin como un animal enjaulado y alcabo de unos segundos, volvi a plantarse frente a ella con el rostrodescompuesto por la ira.- Por eso, has estado tan ocupada metiendo tusnarices en nuestra intimidad.- Yo no pretenda- se defendi ella, furiosa a su vez porque l la estabaacusando sin motivo. Precisamente, Amber haba insistido en loorgulloso que se sentira Jake al ver las fotografas de sus padres enaquel reportaje.- No lo pretendas?- l estaba casi gritando y al darse cuenta de ello,baj el tono de voz para no despertar a Amber.- Escchame bien,seorita Abbot. Nuestra vida privada no es un circo que puedas retratarpara tus revistas de sociedad. Pero, quin demonios te has credo queeres?- Te ests equivocando, Jake. Deja que te expliqueEl levant la mano, en un gesto muy claro que indicaba que no pensabaescucharla.- Ser mejor que no lo hagas. Porque, sabes qu? Eso que esta ah-dijo sealando el lbum de fotos.- no te interesa. Ni le interesa a toda esagentuza que lee las revistas mientras se hace la manicura en un saln debelleza. Y si por un momento has credo que convertir nuestra vidaprivada y la memoria de mis padres en algo del dominio pblico era parte

del trato, es que ests ms loca de lo que pensaba.


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- Mira, Jake. No se que diablos te ha pasado hoy ah afuera.- Laura selevant y se enfrent a l, intentando mostrarse serena y controlada.Pero le costaba un esfuerzo sobrehumano conseguirlo mientras l lamiraba con aquella rabia contenida. Mientras se aproximaba tanto a ellaque su aliento le rozaba la cara en clidas bocanadas que hacanevidente que haba bebido algo ms que agua durante el duro da detrabajo. An as, no se dej intimidar.- Pero tanto si quieres escucharlocomo si no, voy a explicrtelo. Amber sugiri que sera bonito quealguien inmortalizara la historia de amor de tus padres y su lucha porsacar adelante el rancho durante los malos tiempos. Me habl de laterrible enfermedad que haba mermado el ganado un invierno, de losladrones de caballos a comienzos de los noventa, de aquel verano en elque los hermanos Brown y t os enfrentasteis solos a aquellos timadoresque robaron sus ahorros a la pobre seora Blade Por favor, no teenfades con Amber. Ni conmigo. Yo solo queraLaura iba a continuar, pero su propia rabia le impeda darle msexplicaciones a aquel necio insensible que no tena odos ms que paraescucharse a s mismo.- Ests borracho.- le acus, pestaeando repetidamente para evitar quelas malditas lgrimas echaran a perder su intencin de mostrarse fuerte ydecidida.- No lo estoy. Al menos, no lo bastante.- Jake se aproximabapeligrosamente a ella y Laura coloc las palmas de sus manos entreambos, percibiendo la rigidez del pecho masculino bajo sus dedos. Nopienses en ello, Laura se orden a si misma y retrocedi hasta que suespalda toc la pared de la habitacin. Jake pareca haber quedadopegado a su cuerpo y se deslizaba sigilosamente en su mismo caminosin que ella pudiera hacer nada para evitarlo. La miraba fijamente, a losojos, imponindole su presencia con el nico poder de aquellos ojoscristalinos que le devolvan su propia imagen como en un espejo.- Siestuviera lo bastante borracho, querida seorita Abbot, estaras en unserio problema. Porque si lo estuviera, hara lo que me apetecieracontigo. Y maana, con un poco de suerte, correras como un conejilloasustado a hacer tus maletas. Y con un poco de suerte tambin, notendra que preocuparme ms por ti.- Jake, vete a la cama, quieres?-Laura volvi el rostro hacia un lado.- Eso es una invitacin?- Vete a la cama- repiti - Si lo haces, tal vez te haga un favor y haga lasmaletas de todas formas.- Y perderme el resto de tu explicacin?- se burl l, inclinandolentamente la cabeza para recorrer con sus labios el cuello femenino.- Ya te lo he dicho. Pens Amber pens- musit en un hilo de voz.No haba duda. Jake estaba completamente borracho. O completamenteloco. Era lo mismo, ambas cosas le traeran problemas si no le enviaba

rpidamente a su cuarto.- Quin quiere hablar de Amber ahora?


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- Es que ella dijo Pens que- Demonios! Es que nunca te callas?Jake la silenci, apresando los temblorosos labios con los suyos. Laurano supo cuanto dur, pero cuando la solt, se alegr de que Jake hubierabebido y por la maana, no pudiera recordar la pasin con que ella habacorrespondido a su beso. Por lo pronto, la observaba con una mezcla deculpa y diversin en la mirada que la irrit an ms.- Eso est mejor.- coment, complacido por su mutismo.- Entonces, dequ estbamos hablando?Laura le empuj con fuerza. As que se trataba de eso. Malditoarrogante! Ese era el modo en que aquel tipo daba por concluida susdiscusiones. Pues le demostrara que se equivocaba de mujer. Aunquetal vez no ahora. Tal vez lo hiciera al da siguiente.- Jake Randall.- le abofete con fuerza.- Espero que tengas una buenaexcusa para esto.El se frot el mentn dolorido por el golpe. S que pegaba fuerte esachica, pens conteniendo una carcajada.- Nena, la nica excusa es que hablas demasiado.- Ya veo que no.- Laura escap de su lado y se dirigi a su habitacin,cerrando la puerta en sus narices al ver como la segua. Le oydetenerse al otro lado de la puerta y llamarla en voz muy baja. Rezporque no la derribara a patadas. Sobre todo, porque no saba si leapeteca echarle de su cuarto o invitarle a pasar. Por fortuna, l semarch despus de un rato y no tuvo que tomar esa decisin.

Amber haba madrugado mucho y a las siete y media, ya tena preparadotodo un manjar para las dos personas que se sentaban cabizbajas a lamesa.- Has pasado mala noche, Jake?- pregunt, tan observadora como eracostumbre en una jovencita despierta como ella. Se volvi hacia Lauracon expresin ceuda.- Laura? Ests bien?- Muy bien, gracias.- concentr su rabia en engullir todo lo que Amber ibadepositando en su plato. Jake, por su parte, solo tom caf y mordisqueuna tostada con desgana. Ante tal panorama, Amber anunci que comoya haba desayunado antes que ellos, ira al establo a ver a los caballos.Muy lista, Amber. Pero preferira que te quedaras, quiso decirle, peroella ya sala por la puerta canturreando una vieja cancin country. Laurarecogi los platos y los llev al fregadero, remangando su camisa paracomenzar a lavarlos. Aunque no le vea, supo que Jake tambin habaabandonado la mesa y se colocaba tras ella. Poda sentir su respiracinlenta y acompasada muy cerca de su nuca. Recogi sin mirarle la tazaque l haba utilizado para el caf y la dej caer con brusquedad en elagua, salpicndole a propsito. Jake suspir y la tom por los hombroscon suavidad, obligndola a darse la vuelta para mirarla a la cara.

Aquello si era una novedad para ella. Laura se pregunt si se trataba deotro truco para hacerla quedar en ridculo.


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- Ests enfadada?- pregunt y de no ser por el brillo de sus ojos, Laurahubiera cado en la trampa. El muy desgraciado Lo estaba pasando engrande interpretando para ella el papel de arrepentido que no searrepiente de nada.- Claro que no.- minti, consciente de que eso le dolera ms quecualquier bofetada. Sin duda, el mejor golpe era el que le propinabadirectamente a su ego.- Por qu habra de estarlo?Jake arque las cejas, confuso.- Porque ayer me comport justo como esperabas que lo hiciera.- yaadi al ver que ella no deca nada.- Como un vaquero bruto y sinmodales.- No puedo enfadarme por algo que era tan evidente, no crees?-coment mordaz y le fue pasando los platos para que los secara y loscolocara en su sitio.- An as, ests enfadada.- insisti l.- Y qu si lo estoy?Jake coloc el ltimo plato y sonri.- Dime qu quieres.Laura encogi los hombros.- Vamos, di algo.- la inst l - Har lo que sea con tal de que no medenuncies ante el sheriff. O lo que es lo mismo, ante Amber, que esmucho peor que la maldita Santa Inquisicin.- Entiendo. Entonces es por Amber.- concluy, furiosa porque en elfondo, a l le importaba un rbano si ella decida marcharse o no.- Y por mis buenos vecinos, que organizarn un motn si su famosafotgrafa desaparece sin terminar su reportaje con ellos comoprotagonistas.- rectific Jake, de mejor humor al parecer.- Tanto te preocupa lo que piensen?- ahora era ella quien se burlaba.- Menos que nada, en realidad.- confes Jake.- Pero t te irs dentro deunos das. Yo, sin embargo, tengo intencin de pasar aqu el resto de mivida. No sera inteligente por mi parte ganarme el odio de mis vecinos.- Claro. Porqu si no?- Est bien, negociemos.- l le apart un mechn que le caa sobre losojos y Laura le fulmin con la mirada. Jake retir su mano al instante.- Tusilencio a cambio de- Una disculpa.- contest ella, plenamente convencida de que veraderretirse la nieve en Alaska antes que l aceptara.- Nena Yo nunca me disculpo.- dijo Jake, sin dejar de sonrer.- Por si lohas olvidado, esta es mi casa. Y en mi casa, todo cuanto hay en ella esmo. Y anoche, eso te inclua a ti, querida.- Eso crees?- Laura se humedeci los labios, ignorando que aquel nicogesto, ya haca que Jake se sintiera tentado a repetir lo que motivabaaquella conversacin.- Ni se te ocurra pensar que soy una de tus vacas,Jake Randall. Quiero esa disculpa o tendrs que explicarle a Amber

porqu voy a hacer mi reportaje en otro lugar.


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- Bromeas?- l apenas poda pensar en otra cosa que no fuera elmovimiento de aquella lengua sobre sus labios carnosos.-Te parece que est bromeando?- Laura imit el tono grave de su voz.-Qu tal una avera en la furgoneta, tres terneras enfermas y un par decervezas en el bar de Ray? Te vale como disculpa?- si se trataba deuna broma, a Laura no le pareci nada divertido, a juzgar por la seriedadde su expresin. Comprendi que a pesar de lo mucho que le costabareconocerlo, ella mereca esa disculpa solo por el valor que tena alexigrsela.- Qu tal, lo siento?Laura le quit el pao de cocina de las manos y lo colg.- Me vala lo de las terneras enfermas y la avera. Pero me alegro de quehayas picado sonri y tir de su brazo para que la siguiera al exteriorde la casa.- Y ahora, seor Randall, quiero que me hagas de gua sinrechistar. O despus de todo, me ver obligada a delatarte.Jake no rechist. Simplemente, porque estaba cansado. Haba sido unasemana muy dura. Y, qu diablos, por qu no? Laura Abbot prometaser mucho ms interesante que su rutinaria partida al billar de lossbados. Se dijo que mantendra firme su propsito de no acercarse aella ms de lo necesario. Y eso era una distancia lo bastante prudentecomo para no oler su cabello ni sentir sus manos pequeas y suavesapoyndose en su brazo. Pero no haba nada de malo en pasear junto aella y mostrarle algunos lugares hermosos de los que podra sacar unasbuenas fotos. No haba nada de malo en escuchar su encantadorparloteo durante unas horas. Eso no era peligroso. Excepto si ella lemiraba con aquellos ojos oscuros que eran toda una declaracin de lofuerte, valiente y testaruda que era. No dejar que lo haga, se dijomientras le abra la puerta de su furgoneta y la invitaba a pasar.

A Laura le haba cautivado el modo de vida de aquellas personas.Despus de un mes de estar all, ya se haba acostumbrado a madrugarcomo el resto. Y por otro lado, estaba Jake. Haba cumplido su promesade ser un chico bueno y siempre que ella no se inmiscuyera demasiadoen su vida, aceptaba su presencia como la de uno ms entre ellos. A

estas alturas, su reportaje estaba ms que terminado y ya haba enviadouna copia a Alana Steel para su supervisin. En realidad, ese da estaba


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algo ms que deprimida ante el hecho inminente de su marcha. Prontose le acabaran las excusas convincentes para quedarse y la idea laentristeci. En ese momento, mientras vea las manos expertas de Docmovindose sobre la ternera, pensaba que no le importara quedarse allpara siempre. Doc pareci adivinar sus pensamientos. La mir y le guiun ojo, invitndola con un gesto a que se acercara para contemplar alrecin llegado. Laura lo hizo, emocionada hasta el punto que las lgrimasamenazaron con brotar de sus ojos. Doc se limpi las manos, dej alpequeo ternero junto a su madre y comenz a guardar sus utensilios decirujano en el maletn. Laura le observ, calculando mentalmente suedad. Al principio y por como hablaban de l todos, con plena confianzasobre sus habilidades como veterinario, haba credo que Doc deba serpoco menos que un anciano. Sin embargo, al conocerle habadescubierto con agrado que aquel veterinario no tena ms de veinteaos. Haban congeniado desde el principio y a esas alturas, Laura ya leconsideraba un buen amigo a quien contarle sus inquietudes.Sospechaba, por la amabilidad que l le demostraba, que Doc senta lomismo.- Casi he llorado al verle asomar la cabeza.- confes y el hombre sonri.Era lo bastante atractivo como para que cualquier mujer intentaracoquetear con l. Pero a Laura no le interesaba en ese sentido y no tenaintencin de estropear una bonita amistad. Vamos, confisalo. No es aDoc a quien echars terriblemente de menos cuanto te vayas, pens,molesta consigo mismo.- En el fondo eres una sentimental, seorita Abbot brome l paraanimarla.- Ests bien?Laura asinti, pero no fue muy convincente.- Seguro?Ahora ella neg con sinceridad.- He terminado mi reportaje.- confes abatida.- Espero que me hayas sacado bien guapo en tus fotos.- Ya sabes que s.Doc la tom del brazo y juntos salieron del establo.- Ests triste porque has acabado tu trabajo?- pregunt l mientras sediriga a su camioneta. Entrecerr los prpados para observarla.- Noquieres irte, verdad?- Tengo que volver.- No te pregunto lo que tienes que hacer. Te pregunto lo que quiereshacer enfatiz Doc.- Es que Bueno, ambas cosas no son compatibles.- explic conexpresin apenada.- No lo son?- Hay que ganarse la vida, sabes?- Laura se mordi los labios.- Y nohay mucho que una chica como yo pueda hacer para ganarse la vida por

aqu, no crees?


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- Podras ayudarme con la consulta.- sugiri Doc de buen grado y aLaura se le hizo un nudo en la garganta por la emocin.- O podrasmontar tu propio negocio. La gente de por aqu estara encantada de queles hicieras el lbum familiar para la posteridad, ya los conoces.- Estoy segura de que lo haran solo para hacerme feliz.- acept ella. Locierto es que tambin sus buenos vecinos le haban tomado cario yestaba convencida de que haran cualquier cosa para convencerla deque se quedara. Todos, excepto Jake, por supuesto. El ya le habadejado bien claro que solo estaba all de paso y que su marcha no lecausara ningn trauma insuperable.- Tambin podras trabajar para Jake.- Doc sonri como si de pronto, sele hubiera ocurrido una gran idea.- He odo que est buscando a alguienque le ayude en la casa. Amber se pasa el da quejndose de que nopuede estudiar y ser el ama de llaves perfecta para l al mismo tiempo.- Bromeas?- Laura le mir como si hubiera perdido el juicio.- Jake secortara las venas antes.- No lo creo.- Doc abri la puerta de la camioneta y encendi el contacto,sin dejar de observarla sonriente.- T le gustas, Laura. Nunca loreconocer, pero es as.- Te equivocas, Doc. La nica razn por la que es amable conmigo, esporque sabe que me ir en unos das.- Entonces, dale una buena sorpresa. Qudate y demustrale a esecabeza de chorlito lo que vales.Laura lo pens. Y porqu no? Jake no era dueo del pueblo, no podaobligarla a abandonarlo solo porque l se senta ms seguro si lo haca.- Lo pensar.- le prometi y le vio alejarse en mitad de la polvareda detierra que levantaban las ruedas de su vieja camioneta.

Muy a su pesar, estaba cumpliendo la promesa hecha a Doc. A decirverdad, no poda pensar en otra cosa. La cuestin era, cmo plantearlea aquel tipo terco como una mula su deseo de quedarse? Qu le dira?No poda contarle las verdaderas razones. No poda confesarle que leshaba tomado tanto cario en aquel corto espacio de tiempo, que ya noimaginaba la vida en otro lugar. No poda decirle que a pesar de que supadre le haba dado ms de lo que poda agradecerle, nunca le haba

dado un hogar. Por algn motivo, ahora consideraba que lo habaencontrado. Un hogar. No una habitacin de motel ni una tienda de


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campaa que su padre y ella tendran que abandonar en cuanto lterminara el trabajo. Un verdadero hogar. Con personas que la tratabancon cario, como si ella fuera parte de sus vidas, de sus familias Cerrlos ojos, armndose de valor mientras se diriga hacia Jake. Dios, l nopoda ser consciente de lo atractivo que resultaba incluso con aquelaspecto sucio y sudoroso por el trabajo. Esper a que l terminara declavar las maderas nuevas, sustituyendo las rotas que ponan en peligrola seguridad del ganado. Despus, carraspe levemente y l gir elrostro hacia ella, sorprendido por su presencia.- No te haba odo llegar.- Pens que tendras sed.- le ofreci la limonada recin hecha y l sequit los guantes para coger el vaso. La bebi de un trago y le devolvi elvaso, secndose el sudor con la parte inferior de su camiseta. Lauraignor la visin de su pecho, que haba quedado al descubierto en aquelmovimiento.- Ya has terminado?- pregunt con una sonrisa y l frunci el ceo condesconfianza. No entenda mucho de mujeres, pero reconoca cuandouna quera algo a cambio de una limonada. Y estaba claro que Lauraquera algo.- Por ahora s.- contest con rudeza y seal el otro lado de la valla, quea juzgar por su aspecto, tambin necesitaba algunas reformas.-Aguantar hasta maana. En qu puedo ayudarte, Abbot?Laura sonri. Ya se haba acostumbrado a que l la llamara de aquelmodo. Era su manera de convertirla en alguien que aunque tena formasy modales de mujer, no representaba un peligro para l. Era su manerade llamarla para dejarle bien claro que nunca escuchara de sus labiospalabras amorosas y por descontado, que no esperaba que ella lastuviera hacia l. No se lo dijo, pero haba adivinado casi desde el primerda, que Jake se senta ms seguro si la trataba como a uno de susamigos vaqueros.- Esta maana he enviado mi reportaje.- anunci con voz firme,aguardando su reaccin. Se sinti decepcionada y estpida a la vez porello. Jake no dijo nada. No pareca en absoluto triste o apenado por lanoticia. El maldito ni siquiera finga que la echara de menos.- Eso quiere decir que te vas, no?- Jake no la miraba. Estabarecogiendo sus herramientas y las meta en una bolsa de lona, como situviera prisa por llegar a casa y celebrarlo.- Supongo que eso es lo que quiere decir.- murmur, rabiosa.- Es lo que queras, no?- Claro, por qu lo preguntas?- No se.- Jake se irgui y Laura alz la barbilla para mirarledirectamente.- No pareces contenta.Y no lo estoy, bruto insensible, estuvo a punto de gritarle.- A lo mejor te haces famosa y nos haces famosos a todos.- coment con

su sarcasmo habitual.- Anmate, Abbot. Por fin dejars de madrugar.- No me he quejado.- replic.


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- No, no lo has hecho.- Jake le retir un mech que le caa sobre la cara,pero apart los dedos enseguida.- Has sido una chica valiente, tengo quereconocerlo. Has madrugado, has ayudado en la casa, has aprendido aordear vacas y has soportado el calor como una verdadera herona. Yno has llorado una sola vez.- Muy gracioso. Pero se te olvida una cosa.- le record ella Tambinme he comido tu asqueroso estofado sin protestar y he aguantado todastus bromas de mal gusto sobre m.- Eso son dos cosas.- rectific l, esbozando al fin una sonrisa.- Perotienes razn. Aunque cuando te vayas, ya no tendrs que aguantar nadade eso. No te parece que eres una chica con suerte?- S, con mucha suerte.- mascull. Aquel tipo no se ablandaba con nada.- Porqu ests enfadada?- No lo estoy.- minti.- A mi me parece que si.- insisti l y la oblig a levantar an ms labarbilla para poder leer la expresin de sus ojos.- Lo ests.- Jake Estaba pensando- Oh, no. No me lo digas.- Jake sacudi la cabeza.- Se que no me va agustar.Ella no contest.- No va a gustarme, verdad?- Jake ya estaba seguro de que era as.- Es que Doc y yo hemos estado charlando- Vas a casarte con Doc?- las facciones de Jake se haban endurecidode repente.- Pero, qu tonteras dices?- Laura abri los ojos desmesuradamente.- Se me acaba de ocurrir.- el tono de l estaba cargado de dureza.- Hevisto que os habis hecho muy amigos. Cre que ibas a invitarme avuestra boda.- Lo que iba a decirte, es que me ha ofrecido ayudarle en la consulta.- Entiendo.- empez a andar en direccin a la casa y ella le sigui.- Pero, qu te ocurre?- le increp y Jake se detuvo en seco, volvindosehacia ella con expresin seria.- He dicho algo malo?- Es que eres ciega, Abbot?- Jake la sacudi por los hombros, pero alver como ella retroceda, se contuvo y dej caer los brazos a amboslados de su cuerpo.- Todos los tipos solteros de por aqu, querran quefueras su ayudante en lo que fuera. Doc es un buen hombre, Abbot. Peroeste no es tu lugar. Y adems, qu sabes t de animales?- Nada. Pero l cree Bueno, sugiri que podra quedarme y ayudarlehasta que encontrara alguna ocupacin.- Es que no hay nadie que te espere en la ciudad?- si su respuesta leimportaba lo ms mnimo, no lo pareca.- Amber me dijo que no tenasfamilia. Pero tendrs a alguien. Amigos, un novio. Algo, Abbot, que tehaga volver a tu verdadera vida.- T no sabes cul es mi verdadera vida.- le reproch furiosa.

- En serio?- Jake torci los labios en una mueca y aadi.- Se que noes esta, creme.


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- Mira, Jake. Ya se que no te importa. Pero el tiempo que he pasadoaqu, ha sido una revelacin para m.- admiti con sinceridad.- Nuncaentenderas los motivos que tengo para querer quedarme y no tengointencin de que lo entiendas. Y siento mucho que la idea de tenermecomo vecina te moleste tanto. Pero no es tu decisin.- Crees que la vida por aqu es fcil?- Jake entorn los ojos paraobservarla con fijeza.- Presiento que la amabilidad de la gente y lasnoches estrelladas te han confundido, Abbot. Pero no te engaes. Estono es para ti. Aunque te quedes, no tardars en darte cuenta de eso yquerrs volver.- Por qu ests tan seguro, Jake?- Porque mi buen amigo Doc nunca lograra retenerte junto a l.- golpeligeramente la punta de su nariz con su dedo ndice y continu la marcha.Laura corri tras l y agarr su brazo para hacerle girar.- Te demostrar que te equivocas.- le ret con la mirada.- No estoyinteresada en Doc y l no est interesado en m. Pero me quedar detodas formas, Jake Randall.- Siendo su ayudante?- l arque las cejas, divertido.- Tienes una oferta mejor?Jake se rasc el mentn.- No te hagas el huidizo.- le dijo a sabiendas que l ya estaba pensandolo mismo que ella y que se mordera la lengua antes que proponrselo.-Doc me dijo que estabas buscando a alguien que te ayudara.- T?- l no ocult la burla que haba en sus ojos.- Por qu no?- Porque no.- Jake fue rotundo en su respuesta.- Ya lo imaginaba.- Laura sonri, consciente que cuanto ms segura semostrara, ms le enfurecera.- Imaginaba que diras algo as.Lo haba hecho. Haba despertado en l la curiosidad.- Se que te doy miedo, Jake Randall.- le solt para acelerar su reaccin.- Cmo dices?- l estaba perplejo.- Por eso quieres que me vaya. Y por eso no me ofrecers que trabajepara ti.- Has perdido el juicio, Abbot.- Jake empuj la puerta con brusquedad,soltndola sin esperar a que ella entrara. Laura no se dej intimidar y lesigui nuevamente en el interior de la casa.- Entonces, qu me dices?- insisti.Jake la apunt con el dedo. Iba a decir algo, pero finalmente, se limit amirarla con aquella expresin extraa que sola utilizar con ella.- Digo que ests loca.- respondi despus de un buen rato.- Pero puedesquedarte. Ya veremos cuanto aguantas.Desapareci al instante de decir aquellas palabras. Laura esper a que lestuviera lejos para emitir un gritito de alegra. Y al hacerlo, Amberlevant la cabeza de la revista que estaba ojeando y la mir.

- No saba que estabas ah.- Laura se sent a su lado.


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- Djame adivinarlo.- Amber lanz la revista contra la mesa y puso carade perro polica.- Le has dicho a Jake que te vas y est furioso.- No exactamente. la corrigi sin dejar de sonrer.- Le he dicho que mequedo y est furioso.- Te quedas? Y tu trabajo? Cmo es eso de que te quedas?- Amberestaba fuera de si de felicidad y se lo demostr abrazndola con fuerza.

Ya me lo contars todo Estoy tan contenta de que te quedes! Sercomo tener una hermana mayorLaura reprimi el impulso de decirle que era exactamente as como sesenta ella. Como no tena familia, haba llegado a tomarle verdaderocario a Amber. Aunque si era sincera, no se trataba solo de Amber. Nodebes pensar en eso, se orden a si misma.Estaban tan concentradas haciendo planes sobre las cosas que podanhacer juntas, que ninguna de las dos se percat de la presencia delhombre. Escondido tras la puerta de la cocina, Jake ya se estabaarrepintiendo de lo que haba hecho. Y qu haba hecho? Dejar que ellaentrara sus vidas, en la Amber, en la suya Esa Laura Abbot iba a serun serio problema. Lo haba adivinado la primera vez que la haba visto.Sin embargo, al verla all, abrazada a Amber, charlando animadamentecon ella como si realmente fueran dos hermanas que se contaban sussecretos, algo en su interior se movi. No supo que era. No quisosaberlo. No era bueno, lo saba. Ella desbaratara sus vidas, estabaconvencido. Y un buen da, les anunciara que no estaba hecha paraaquello y hara su maleta. Y le rompera a Amber el corazn. Y quiz,solo quiz, tambin a l. Se apart antes de que lo descubrieran. Yapensara algo para deshacerse de ella.

- Qu no vuelves? Cmo que no vuelves?Laura separ un poco el auricular para evitar que los gritos de AlanaSteel le rompieran los tmpanos.- Me quedo. Lo digo en serio, Alana.- Laura suspir.- Queras que hicieraese trabajo y lo he hecho. Puedes enviarme un cheque aqu. Pero nocuentes ms conmigo de momento.- Eres una desagradecida.- la acus Alana al otro lado de la lnea.- Te ditrabajo cuando nadie apostaba por ti. Lo hice por tu padre, porque habasido un gran profesional durante mucho tiempo y pens que eras comol. Ya veo que me equivoqu contigo.- No dramatices, quieres?- la ataj. Ella menta y lo saba.- Me diste

trabajo porque ningn fotgrafo que se precie te soporta. Y porqueninguno quera rebajarse tanto haciendo fotografas de mens para los


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restaurantes. No lo hiciste por lo mucho que apreciabas a mi padre. Y losabes. As que no me hagas sentir culpable solo porque he encontradoun lugar donde me siento querida.- Querida?- escuch la risa de Alana.- Nia, eres ms tonta de lo quecrea. Pero si quieres pasar el resto de tu vida ordeando vacas, es tuproblema. Buena suerte, Laura.Alana colg antes de que ella pudiera decir nada ms. Laura mir eltelfono, preguntndose si haba hecho lo correcto. Y si ella tenarazn? Y si era lo bastante tonta como para equivocarse? Y si nohaba tomado la decisin adecuada? No tuvo tiempo de seguirplantendoselo. Amber ya tiraba de su mano para que la acompaara ahacer unas compras.

Aquella tarde, Jake le haba hecho una extraa peticin. Le haba pedidoque le acompaara en su camioneta y que no le dijera nada a Amber.Laura suspiraba de vez en cuando mientras l conduca en silencio. Sesenta inexplicablemente feliz por el hecho de que l quisiera compartirun secreto con ella.- Para ser mujer, no eres demasiado curiosa.- l interrumpi su silencio.Al ver que no contestaba, sonri.- Ni siquiera me has preguntado adonde vamos.- No me importa. Me apeteca pasear.- confes, esperando que surespuesta no hubiera delatado su emocin.- Pero ya que lo dices,adonde vamos?- A buscar un regalo para Amber. Maana es su cumpleaos y voy aorganizarle una fiesta sorpresa. Pens que podras ayudarme a elegiralgo bonito para ella.- la mir de reojo.- Ya sabes, un vestido, unospendientes Algo especial para alguien especial.Laura estuvo a punto de echarse a llorar. Nadie haba hecho nunca nadaespecial por ella. Pero Amber tena a Jake. La envidi por un instante.- Cuntos aos cumple?- pregunt, tratando de ocultar sus emociones.- Dieciocho.- Tantos?- Amber engaa un poco al principio.- explic l de buen humor.- Comoes pequea y chilla todo el tiempo, parece menor de lo que realmente es.Pero ya es una mujer, aunque odio reconocerlo.- Por qu ya no puedas ejercer de hermano mayor?- Y porque cada vez, es ms difcil impedir que haga todo lo que le viene

en gana.


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- Eso es egosta por tu parte, Jake Randall.- le recrimin con suavidad ysonri al ver como se encoga de hombros.- Solo quiero lo mejor para ella.- Lo se. Y me parece que en el fondo, no eres tan duro como pareces.- Puede que no.- la mir un momento- Pero no se lo digas a Amber.Y se qued callado el resto del camino hasta la tienda de la seoraTracy. Estuvieron curioseando un rato hasta que Laura encontr algoque le pareci perfecto para Amber. Era un vestido de gasa en tonoslilas, con tiras a los hombros y un chal que haca juego del mismo color.Se lo mostr a Jake con orgullo. El arrug la nariz.- Es para alguien mayor, no crees?- Claro que no. Jake, es precioso.- insisti ella y se lo coloc por encimapara que l captara como quedara puesto.- Y muy escotado.- No seas ridculo. Amber se volver loca cuando lo vea.Jake extendi hacia ella una prenda que haba cogido antes y Lauraneg repetidamente con la cabeza.- Volantitos? Jake, ese vestido es para una cra.El lo dej a un lado refunfuando.- Est bien. T ganas.- le quit el chal de las manos y le hizo un gestopara que la acompaara hasta la seora Tracy.- Pero si alguien le ponelas manos encima a Amber, te hago responsable.- Trato hecho.- acept ella con alegra.- Y ahora, busquemos unoszapatos.- Unos zapatos? Abbot, no estamos en Rodeo Drive. No te emociones.- Hazme caso y Amber te obedecer hasta el fin de sus das.- prometi.El la sigui y la obedeci en todo. Y cuando regresaron a la camioneta,ya haba anochecido y Laura parloteaba todo el rato sobre las buenascompras que haban hecho. Y una vez ms, se vio envuelto en la magiaque ella desprenda al hablar. Chasque la lengua, contrariado poraquella idea. Le pidi que escondiera en su habitacin los regalos deAmber y rez porque ella tuviera mucho sueo y se acostara temprano.Aquel da, estaba especialmente hermosa. Con aquel brillo intenso en losojos y aquella expresin feliz que se estrellaba contra todas sus barreras.S, definitivamente, Laura Abbot se haba convertido en una mujerdistinta durante su estancia en el rancho. Se haba convertido justo en eltipo de mujer del que l podra enamorarse si se lo propusiera. Lacuestin era: quera proponrselo realmente?


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Laura dej que la noche la envolviera, mientras fantaseaba con losdestellos que la luna irradiaba en su misma direccin. Entorn las palmasde las manos en el aire, tratando de encerrar entre ellas el perfil deaquella luna hermosa y plena. Una rfaga de aire pas sobre ella y seestremeci ligeramente. Sinti como unos dedos fuertes colocaban sobresus hombros una chaqueta y la sujet, cruzando los brazos sobre elpecho. Lade la cabeza y sonri al ver a Jake, apoyando los codos sobrela barandilla de madera del porche, muy cerca de ella.- Gracias.El no contest.- No poda dormir. Te he despertado?- le vio negar con un gesto. Susojos miraban a lo lejos, quiz a un lugar donde ella jams llegara porms que esforzara la vista.- Amber est dormida?- Como un tronco.- la voz de Jake era un susurro en el silencio de lanoche.- Qu hacis todo el da para que siempre est agotada?- Esta semana hemos comprado mucha tela donde la seora Tracy.- leinform ella, sonriendo otra vez. Espero que no te importe. Pero Ambery yo hemos pensado que la casa necesitaba renovar las cortinas. No tepreocupes, hemos gastado lo mnimo en la tela y vamos a coserlasnosotras mismas.- El dinero no es problema.- la tranquiliz. Ahora la observaba conincredulidad y Laura adivin que no tena mucha confianza en sus dotescomo costurera.- Amber me ensear. Te prometo que tus ventanas tendrn esascortinas aunque pierda los dedos en el intento.- ella suspir Quieroganarme mi sueldo, Jake Randall.Jake se atus el cabello y Laura le mir. Sus miradas se encontrarondurante un instante.- Hay algo que no sepas o no te atrevas a hacer?- pregunt Jake en vozbaja y tal vez fue solo una ilusin, pero a Laura le pareci que su cuerpose haba aproximado al suyo al hablar.No se llegar a ti, pens ella. Claro que no se lo dijo. Estaba segura deque si lo haca, Jake desaparecera con tanta rapidez que no tendratiempo de decir nada ms. Y no deseaba que lo hiciera. Estabadisfrutando del momento, de la conversacin a media voz y de la nocheque se cerna sobre ellos para envolverlos.- Te dije que te demostrara que te equivocabas conmigo, Jake Randall.-contest con orgullo.- Y si te digo que ya casi me has convencido?- Jake frot su mentncontra el cabello de ella, complacido al ver que no se mova ni hacaningn gesto que estropeara la espontaneidad de su caricia. Le gustabaeso en ella. Le gustaba que aceptara aquella caricia sin pretender nadams, sin malinterpretarla y echarse en sus brazos.- Abbot, hay algo en ti

que me desconcierta.


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- Porque soy una rata de ciudad que se adapta bien a la vida en unrancho?- brome ella, consciente de su proximidad.- Eres todo menos una rata de ciudad, Abbot.- Jake estaba ahora trasella y sus manos se aferraban a la madera a ambos lados del cuerpo dela mujer, apresndolo bajo su enorme estatura. Sinti el aliento de lsobre la nuca y volvi a estremecerse.- Cmo lo sabes?- estaba coqueteando sin querer. Era cierto. No queraprovocar situaciones incmodas entre ambos y se lo haba propuestodesde el principio. Sin embargo, l estaba tan cerca Poda sentir loslatidos de su pecho golpeando su espalda, desarmando sus buenasintenciones- Lo se porque nunca he querido besar a una rata.- la voz de l se perdia medida que ella se giraba para recibir su boca en la suya. Jake abrisus labios con suavidad, invadiendo el interior y explorndolo conlentitud. Laura se aferr a sus brazos y not como las manos de l secerraban sobre su cintura, arrastrndola hacia l de forma posesiva.Cuando separaron sus labios y abri los ojos, lo que vio en los delhombre hizo que algo indescriptible estallara en su interior. Acarici conternura las facciones del hombre, sonriendo al ver como el cuerpo de lse endureca bajo el suyo. Jake estaba intentando mantener el control,pero comprendi que no era fcil para l.- Quieres una disculpa?- pregunt Jake con voz grave. Parecaconfundido y eso la conmovi.- No. lo dijo con naturalidad. Las manos de l continuaban sobre sucintura y las apart como si le quemaran- Y t?- No hemos debido hacer esto.- mascull entre dientes.- Nos dejamosllevar por esa maldita luna. Y ahora lo hemos complicado todo.- Jake Reljate.- dej que su mano descansara sobre el poderosobrazo masculino.- Por una vez en tu vida, solo vive el momento,quieres? No ha pasado nada.Jake la mir como si estuviera loca. Qu no haba pasado nada? Pero,qu clase de mujer era? Desde luego, no era demasiado lista. No losuficiente observadora como para advertir el temblor que recorra sucuerpo mientras la miraba. No supo si descubrirlo le haca sentir mejor osimplemente, hera su orgullo. Es que era habitual para ella besar acualquiera sin que tuviera la menor importancia? Si era as, todas sussospechas se confirmaban. La idea le enfureci de inmediato.- As que lo de ganarte el suelo iba en serio.- dijo con dureza. Aunque searrepinti enseguida de haberlo dicho, ya era tarde. Las mejillas de ellase haban encendido y sus labios palpitaban de manera incontrolable.Que no se eche a llorar, por favor, pens, sintindose como el peor delos miserables. Aunque en el fondo, saba que era mejor para los dosque ella le considerara un gusano. Esper con resignacin que ella lelanzara unos cuantos insultos y quiz unos golpes para responder a su

ofensa. Sin embargo, una vez ms, ella le sorprendi con su silencio.


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- No dices nada?- espet, interpretando su papel de tipo despreciablepara ella.- Para qu? No podra superarte aunque quisiera, Jake.- Laura empujsu pecho con firmeza pero sin brusquedad. Eso le doli ms que si lehubiera estrellado el pequeo puo contra las narices. La vio caminarhacia la puerta con paso seguro. La sigui, apresando su mano antes deque alcanzara la entrada. Ella se volvi, el rostro apacible y la miradaamable. La visin le dej deshecho. Pero fingi que no le importaba.- Eso quiere decir que ya no habr ms besos a la luz de la luna?-pregunt con sarcasmo.- No ms escenas de seduccin, Abbot?Ella le sonri con una dulzura que asustaba.- Una gran actuacin, Jake.- la voz femenina se meta en sus odos y lellegaba hasta el cerebro, martilleando con sus palabras en l, volvindololoco. Solt su mano, enfadado consigo mismo por sus pensamientos. Lonico que deseaba en ese momento, era levantar aquel cuerpo menudoen sus brazos y llevarla hasta su dormitorio para hacerla suya. Cmoera posible que ella le retara con la mirada a hacerlo a pesar de cmo lahaba tratado? Es que no haba una sola pizca de sentido comn enaquella testaruda mujer?- No se volver a repetir.- asegur con la voz ronca por el deseo.- Bien. Entonces, no lo repitas.- solt ella con indiferencia.- No te importa?- l luchaba contra el impulso incontenible de hacerlacallar de una vez. Esa Abbot tena la extraa facultad de sacarle dequicio, con aquella mana de tener siempre la ltima palabra en todas susdiscusiones. Por un momento, pens en olvidar el peligro que ellarepresentaba y silenciar su boca respondona con un beso. Uno ms, solouno para demostrarle quien estaba al mando Pero no. Por suerte, larazn venci sobre sus impulsos.- Nena Siempre logras sorprenderme.- Jake Randall ella pronunci su nombre con dulzura Confo en misotras virtudes para ganarme el sueldo.Y le dej all, desconcertado, recogiendo los pedazos de si mismo queella haba hecho trizas con sus palabras amables.

Para demostrarle a la seorita Abbot que lo de la noche anterior no habasignificado nada, se le ocurri que Lana Jackson fuera su pareja en la

fiesta de cumpleaos. Laura se haba llevado a Amber con la excusa derevisar su correo en la oficina postal y a esa hora, deban estar a punto


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de llegar. Se asegur de que todo estuviera perfecto. Haba montadounas mesas plegables en el exterior y Lana le haba ayudado aadornarlas con los manteles y las flores que Laura haba dejadopreparados al efecto. La comida estaba en su sitio, la bebida fresca y losfarolillos brillando a punto para alumbrar cuando cayera la noche, quesera enseguida.- Amber se llevar una buena sorpresa, Jake.- Doc le palme la espalday le puso unos cuantos discos en las manos. Jake le mir extraado.- Heconectado mi equipo de msica y he trado unos discos de casa. Nopuede haber fiesta sin baile, amigo Ah llegan!Laura dej que Amber se adelantara. La vio gritar como una chiquilla alver las luces y los adornos y saltar sobre Jake, derribndolo casi alhacerlo.- Mentiroso!- le chill, besuquendole y dirigindole a Doc una mirada decomplicidad.- Me has hecho creer que te habas olvidado de micumpleaos. Dnde est mi regalo?- En tu cuarto.- Jake se zaf del abrazo, avergonzado.Amber no esper. Arrastr a Laura escaleras arriba y al descubrir elpaquete sobre su cama, lo desenvolvi a toda prisa.- Es precioso!- le ense a Laura el vestido y ella asinti, suspirandoaliviado al comprobar que haba dado con la talla exacta.- Has sido t,verdad? Lo saba! Eres la mejor, Laura!- A qu esperas para ponrtelo? Tus invitados te esperan.- era cierto.Laura se asom por la ventana y vio como algunas camionetas sedetenan frente a la casa.- Aydame a abrocharlo.Laura le dio algunos consejos sobre el maquillaje. Suave, natural, lehaba dicho en tono maternal, recordando con nostalgia que nunca habatenido la oportunidad de que su madre la aconsejara en aquellascuestiones. Que nadie vea el maquillaje, pero que cautive sin ser visto.Cuando Amber le mostr el resultado, Laura se sinti tan orgullosa comosi realmente fuera su hermana.- Esta noche, pareces una verdadera seorita, Amber Randall.- le dijo yAmber la abraz de repente.- Te quiero, Laura.- Vamos, vamos Vas a hacerme llorar.- la empuj hacia la puerta,ocultando la humedad de sus ojos y sonriendo.- No vas a cambiarte?- Amber se detuvo al pasar junto al cuarto deLaura.- Ponte algo bonito para la ocasin. Por favor, por favorLaura asinti, en realidad porque quera contentar a Amber en todo esanoche. Era su fiesta. Todo cuanto Amber quisiera, lo mereca. Incluso silo que quera era que Laura brillara. Aunque lo que ella deseaba enrealidad, era estrangular a Jake por pavonearse delante de todos delbrazo de Lana Jackson. An as, cambi sus vaqueros por un vestido

sencillo con la espalda y los hombros al aire y la falda amplia que lacubra hasta las rodillas. Se solt el cabello de la trenza que lo recoga y


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despus lo sujet en las sienes con unas graciosas trabas en forma demariposa que Amber se apresur a prestarle. Dio una pincelada de colorrosa tenue a los labios y se mir al espejo.- Ahora s que estamos perfectas.- dijo Amber y la arrastr nuevamentecon los dems.Laura no se sorprendi cuando Doc trag saliva al verlas salir y unirse algrupo. A estas alturas, ya haba descubierto su pequeo secreto. No erapor ella por quien suspiraba el joven Andrew Mcqueen, a quien todosllamaban familiarmente Doc. Y por el modo en que Amber se colgabade su brazo y entornaba los prpados con coquetera, sus sentimientoseran correspondidos. Desvi la mirada hacia Jake, que les espiabadesde el otro lado de la mesa y frunca el ceo. Laura comprendi que letocaba hacer de carabina con ellos, al menos hasta que Jake bajara laguardia. Saba que Jake apreciaba a Doc, pero no estaba segura de siaquel afecto llegaba al punto de permitir que le arrebatara a Amber de sulado. Por si acaso, decidi no arriesgarse. Charl con los dosanimadamente durante toda la noche, alternando la vigilancia entre laspiezas de baile. Por suerte, sus buenos vecinos se compadecieron deella y no ech de menos el hecho de que Jake la ignorara durante toda lanoche a propsito. Adems, ya le haba visto pisotear los graciosos piesde Lana en un par de ocasiones. As que si no quera bailar con ella,mucho mejor. Sin embargo, cuando todos haban comido y bebido hastareventar y la msica comenz a sonar, supo que haba llegado elmomento de dejarles algo de intimidad. Se apart con disimulo y observsatisfecha como Doc y Amber se perdan entre los dems para unirse albaile. Doc era respetuoso y delicado y Amber pareca realmente sacadade un cuento de hadas con su vestido nuevo. Sonri. Hacan buenapareja. Lade la cabeza al descubrir la mirada de Jake, astuta y vigilante,buscando la suya en la distancia. Le vio deshacerse de Lana con ungesto y caminar hacia ella con paso decidido. Laura aprovech laoportunidad que el sheriff Graves le brindaba y le tom del brazo,aceptando su invitacin.- Sheriff, me acompaa?El hombre la mir con sorpresa. Era un tipo atractivo, de unos treinta ycinco aos. Los ojos grises y el cabello rubio perfectamente cortado ybrillante, a juego con su placa reluciente. Haba escuchado rumoressobre ellos. En el pueblo, se deca que l y Jake no se llevabandemasiado bien, desde que Lana Jackson plantara al sheriff y pusierassus ojos sobre Jake Randall. Le pareci que Graves se pegaba a sucuerpo ms de la cuenta mientras Jake se acercaba a ellos.- Graves.- Jake le salud con indiferencia.- Puedo robarte a la seoritaAbbot un momento?- Estamos bailando, Randall. No tienes modales?- el tono de Gravesera hostil.

- Ya sabes que no, sheriff.- el hombre la solt y Jake la atrajo hacia lcon brusquedad.- Nos perdonas?


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Laura vio como Graves se alejaba a disgusto. Claro que el disgusto solole dur unos segundos, justo el tiempo que tardaba en recorrer ladistancia hasta Lana Jackson y apartarse con ella del resto. Elev labarbilla por encima del hombro de Jake y les espi mientras discutanacaloradamente pero sin levantar la voz, bajo la copa de un rbol.- Randall, creo que el sheriff intenta robarte la chica.- murmur y linclin la cabeza para aspirar el aroma de su cabello.- Ahora ya no.- la voz de l tambin era un murmullo que acariciaba ellbulo de su oreja peligrosamente.Laura no entendi lo que quera decir. Estaba demasiado concentradacontrolando las sensaciones que l le produca con su cercana. Jake noera el mejor bailarn, de acuerdo. Pero saba como hacer que una chicaperdiera la cabeza solo con el lento recorrido de sus dedos sobre suespalda desnuda.- No mires ahora, Jake. Pero creo Creo que deberas volver con Lana.-insisti contra su voluntad.- Lana no es asunto mo.- contest l con voz grave.- Pero t si, Abbot.Qu pretendas, bailando con todos los tipos de la fiesta y sonriendopara todos?- No he hecho eso.- se defendi y not como las manos de l secerraban an ms alrededor de su cintura.- Ah, no?- l arque las cejas con expresin burlona.- Entonces, dimequ hacas bailando con ese idiota de Graves hace un momento. Acasono sabes que l tiene la extraa fijacin de querer todo lo que cree quees mo? Me declar la guerra cuando Lana comenz a frecuentar elrancho, no has escuchado los chismes que circulan sobre eso? El muycabezota no entiende nada.- A qu te refieres?-Nena, en realidad eres tan tonta?- pregunt con evidente sarcasmo.Laura trat de desprenderse de su abrazo, pero Jake se lo impidi,obligndola a moverse junto a l al comps de la msica.- Lana Jacksonsolo tontea conmigo porque est furiosa con l. El idiota de Graves no sedecida a poner un anillo en su dedo y Lana me utiliza para darle celos.En serio no te habas dado cuenta?- Pero ella Bueno, se puso furiosa cuando supo que vivira en elrancho.- le record.- Pens que t Que t y ella Ya me entiendes.- Abbot, Lana Jackson quiere un anillo en su dedo.- y aadi Cualquieranillo, comprendes? Y por Dios, que rezo todas las noches para queese cretino se decida.- Ya veo.- supuso que Jake quera decir que cuanto antes desaparecieraGraves de escena, antes podra ofrecerle su propio anillo sin tenerremordimientos de conciencia.- Me alegra que no ests preocupado.- Y yo me alegro de que seas tan buen perro guardin.- coment l yAmber supo que l estaba hablando de Amber.- No creas que soy tonto,

Abbot. Y tampoco estoy ciego. He visto como se miran esos dos.- Jake, son jvenes- Laura se dispuso a interceder por ellos.


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- Lo se.- su voz era dura al hablar.- Por eso, no me entrometer a menosque sea estrictamente necesario.- Qu quieres decir?- le oy suspirar en su cuello y cerr los ojos pararecibir su respuesta o lo que fuera.- Quiero decir, que no le romper la crisma a Doc siempre y cuando secomporte como un caballero.Estaba bromeando? Laura no estaba segura. Su expresin era unmisterio para ella.- Desilusionada?Su pregunta la desconcert y escuch su risa tenue que se mezclabacon el sonido de la msica.- Porque Doc no est interesado en ti.- aclar l.- Lo superar.- contest de buen humor, esperando que l captara lanota humorstica de su comentario. Al parecer, lo hizo, porque afloj lapresin de sus manos y la mir directamente a los ojos.- La lista de hombres disponibles para ti se va reduciendo, Abbot.-observ l.- Imaginas el desastre cuando solo quede mi nombre enella?- Tambin puedo superar eso.- replic, furiosa y excitada a la vez por loque l estaba insinuando.- Qu hars cuando eso suceda, Abbot?- Jake aprovech que sehaban alejado un poco de los farolillos y en la oscuridad, dej que suslabios rozaran su mejilla con suavidad.- Volvers a la ciudad?- Eso no es asunto tuyo, Jake.- respondi, permitiendo a pesar de suenfado, que los dedos de l acariciaran la lnea de su nariz.- La preguntaes: qu hars t cuando eso suceda?- Creo que te echar de menos.- confes l con una sonrisa.- No haynadie por aqu que me haga perder los estribos como t.- Eso es un insulto o un piropo?- Es un hecho, Abbot.- ella crey que iba a besarla. Pero Jake apart elrostro del suyo, fiel a la promesa que le haba hecho la noche anterior.Se desliz con ella hasta quedar entre los dems bailarines nuevamente.La msica dej de sonar un momento y Laura record que habaolvidado algo. Se golpe la frente con la palma de la mano y corri haciala casa. Jake la sigui, preocupado.- Se me olvidaba. La tarta que encargaste- destap el pastel y coloccuidadosamente las velas en el centro. Busc con la mirada unencendedor y sonri cuando Jake sac uno de sus bolsillos y encendilas velas.- Vamos?- Abbot, eres mi salvacin.- coment l, quien tambin haba olvidado elmotivo de aquella fiesta. La vio salir para unirse al resto, con su pastel enlas manos, radiante En ese instante, se le ocurra que no haba sidodemasiado acertado en su frase. Deba haber dicho Abbot, eres miperdicin. Claro que entonces, ella le habra puesto la tarta de Amber

por sombrero y habra tenido que explicrselo a los invitados. Lo dej


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estar y la acompa, tratando de no pensar en lo hermosa que se la veacon aquella sonrisa que podra iluminar la noche ms oscura.Cuando Amber sopl sus velas, fingi que no adverta el ligero beso en lamejilla de Doc. Por esa vez, lo pasara por alto. Soport estoicamentehasta el final, consciente cada minuto de la felicidad de su hermana y deque Laura era en parte responsable de aquella felicidad. Cuando tuvo laoportunidad de estar cerca de ella, le susurr algo al odo.- Gracias.Laura se volvi, extraada.- Porqu?- Por hacer que esta sea su mejor fiesta de cumpleaos. No lo habrahecho sin ti.- Ha sido un placer, Jake.- Laura se escabull de su lado. Jake estuvotentado a seguirla y darle las gracias del modo en que realmente leapeteca hacerlo. Pero saba que era un error. Ella le haba tomadocario a Amber, de eso estaba seguro. Pero un buen da, se aburrira deaquella vida y regresara a su vida anterior. Por suerte para Amber, seestaba convirtiendo en toda una mujer que era capaz de entender eso. Ypor otro lado, tena a Doc. Tarde o temprano, sospechaba que aquellosdos se presentaran en casa y le haran saber que eran mayorcitos paraandar solos por la vida. Sin embargo, l no tena nada de eso. No tena anadie ms que a Amber, su nica familia, el motor que le habaimpulsado todos esos aos a luchar. Esa Abbot solo era un accidente,algo pasajero que desaparecera de sus vidas cualquier da. Ya lo saba.Entonces, porqu no poda dejar de mirarla y pensar en lo bien quequedara el rancho con ella dentro adornndolo con su sonrisa?

- Porqu no te has casado, Jake?- se lo haba preguntado connaturalidad. Pero l se atragant con el bocado que acababa deintroducir en su boca al escucharla. Ya saba que aquello haba sido ungran error. Se lo haba dicho a Amber cuando ella prcticamente le habaempujado a llevar a Abbot consigo en su viaje. An estaban a ms detres horas de camino hasta el pueblo ms cercano, donde Jake esperabahacer un buen negocio con el ganado. Y por si fuera poco, la maldita

camioneta se haba averiado. Sin las herramientas necesarias y con lanoche a punto de caer sobre ellos, era imposible que continuaran su


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camino. Haba decidido encender fuego y acampar junto a la camioneta.Y era una suerte que Amber hubiera echado en el asiento trasero aquellabolsa con un par de bocadillos de carne. Pero no era lo peor. Lo peor eraque ella le miraba como si todava esperara una respuesta. Esa Abbotera ms que curiosa. A Jake no le atraa la idea de conversar sobretemas tan ntimos en aquellas circunstancias. Era peligroso. Muypeligroso. Sobre todo, porque haca algunos das que no poda dejar depensar en ella. Claro que se mostraba siempre distante y trataba de noconfraternizar demasiado con el enemigo. Pero por alguna extraa razn,Amber estaba empecinada en hacer de ellos dos un bonito muecosobre la tarta nupcial. Y a decir verdad, la idea le pona cada vez msnervioso.- Esa es una pregunta muy personal, no crees?- lanz el resto de subocadillo sobre la hoguera, ocultando la mirada.- Y t, porqu no lo hashecho?- No lo se.- ella se estir en el suelo, cerrndose la chaqueta todo lo quepudo hasta el cuello.- Hace fro, Abbot. Volvamos a la camioneta.- ella le sigui. Jake palmeel asiento junto a l para indicarle que se sentara ms cerca.- Supongoque como nunca he tenido un verdadero hogar, nunca he sentidonostalgia por formar uno propio. Hasta ahora.- Cmo era tu padre, Abbot?- l se movi, aparentando que se tratabade un movimiento casual. Pero no lo era. Ella tena fro y agradeci quele rodeara los hombros con su brazo y la estrechara ligeramente contrasu cuerpo.- Era un buen hombre.- respondi y clav los ojos en las estrellas.-Marion era la persona ms especial que he conocido. Ojal le hubierasconocido, Jake T y l os habrais llevado muy bien.- Creo que en eso te pareces a l. Tambin eres especial.- Jake lo dijosin querer y se arrepinti enseguida de haberlo dicho. Quiz Abbot lointerpretara como Cmo poda interpretarlo alguien como ella?Hubiera querido tener el valor de preguntrselo. Pero a pesar de su cortaestatura y de la dulzura de su expresin, aquella chica le daba miedo.Para ser ms exacto, las cosas que ella le haca sentir en ese momento,le ponan la piel de gallina. De haber sido un poco ms listo, habra salidocorriendo con la promesa de regresar en su busca en cuanto alguien leprestara una camioneta. Una vez ms, la profunda mirada de ella leretuvo en el sitio. Intent ponerse a salvo antes de que Abbot le sedujerairremediablemente.- Quiero decir que eres una buena chica, Abbot. Unpoco charlatana, eso tienes que reconocerlo. Pero en conjunto, no estsmal.- No estoy mal, Jake?- Laura se dej caer sobre el respaldo de suasiento y Jake la imit. Se gir hacia l y ambos quedaron mirndosefijamente a los ojos.- Nunca pens que pasara los ltimos minutos de mi

vida viendo las estrellas con un duro vaquero.


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- Nena, no dramatices.- la tranquiliz, aunque saba de sobra que ellaestaba menos asustada que l.- Solo nos hemos detenido porque estdemasiado oscuro para continuar a pie. En cuanto amanezca, te llevarde vuelta a casa.- Nada de serpientes esta noche, Randall?- brome.- No son venenosas por esta zona.- sonri l.- Pero no te prometo nadasobre los escorpiones.- Me tomas el pelo.- le rega, notando como el sueo comenzaba avencerla a pesar de lo agradable de la conversacin. Se acurruc en elhueco de su hombro.- Siempre, nena.- la observ mientras ella luchaba porque sus prpadosno se cerrasen. Despus de un buen rato en el que la noche se cernapoderosamente sobre ellos, Jake com

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