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EXAMEN FISICO DEL ABDOMEN EN EL ADOLESCENTE Para su exploración debemos valernos de los 4 métodos de la exploración clínica: Inspección: En la configuración debemos observar si esta distendido o excavado(de manera localizada o generalizada). La presencia de vergetures, si existe circulación colateral (tipo y dirección).Si hay cicatrices. Ombligo (ulceras, hernias). Si sigue los movimientos respiratorios y el golpe de tos. Palpación: Para la realización de la misma debemos dividir imaginariamente el abdomen del paciente en 9 cuadrantes: 1. Región o fosa iliaca izquierda. 2. Flanco izquierdo. 3. Hipocondrio izquierdo. 4. Epigastrio. 5. Hipocondrio derecho. 6. Flanco derecho. 7. Región o fosa iliaca derecha. 8. Hipogastrio. 9. Mesogastrio. La palpación puede realizarse valiéndonos de una mano (palpación monomanual), o de ambas manos ( palpación bimanual), primero se realiza una palpación superficial y posteriormente una más profunda.

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Abdomen

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EXAMEN FISICO DEL ABDOMEN EN EL ADOLESCENTE

Para su exploración debemos valernos de los 4 métodos de la exploración clínica:

Inspección: En la configuración debemos observar si esta distendido o excavado(de manera localizada o generalizada). La presencia de vergetures, si existe circulación colateral (tipo y dirección).Si hay cicatrices. Ombligo (ulceras, hernias). Si sigue los movimientos respiratorios y el golpe de tos.

Palpación: Para la realización de la misma debemos dividir imaginariamente el abdomen del paciente en 9 cuadrantes:

1. Región o fosa iliaca izquierda.

2. Flanco izquierdo.

3. Hipocondrio izquierdo.

4. Epigastrio.

5. Hipocondrio derecho.

6. Flanco derecho.

7. Región o fosa iliaca derecha.

8. Hipogastrio.

9. Mesogastrio.

La palpación puede realizarse valiéndonos de una mano (palpación monomanual), o de ambas manos ( palpación bimanual), primero se realiza una palpación superficial y posteriormente una más profunda.

Si el paciente ha referido presencia de dolor de localización definida, no se debe comenzar por dicha zona. De no haber dolor preciso, por lo general debemos comenzar por la fosa iliaca izquierda, ascender por el flanco izquierdo al hipocondrio de ese lado, pasar a epigastrio y mesogastrio, continuar al hipocondrio derecho, flanco derecho hasta la fosa iliaca derecha, palpando finalmente el hipogastrio. Si detectamos alguna tumoración durante la palpación, debemos tener en cuenta sus características: localización, tamaño, forma, superficie, sensibilidad, movilidad y consistencia.

Percusión: Se realiza con el paciente en decúbito supino, salvo excepciones, con ella se trata de identificar los distintos sonidos abdominales, los que dependen normalmente de la naturaleza más o menos sólida de las vísceras intra

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abdominales. Al realizar la misma, el timpanismo abdominal puede ser normal, o por el contrario existir; hipertimpanismo, hipo timpanismo o matidez.

Hipertimpanismo: corresponde a un aumento de aire atmosférico o gases a otro orden, en las vísceras huecas o en la cavidad libre del peritoneo.

Hipo timpanismo. Si existe por la presencia de gas a gran tensión o por una relativa densificación de las vísceras huecas.

Matidez: Generalmente se debe a la presencia de líquidos a gran tensión, particularmente en la cavidad peritoneal, a la densificación manifiesta de una víscera hueca, o al aumento de tamaño de las vísceras normalmente macizas, o también, a la formación de tejido tumoral a cualquier nivel del abdomen.

Ante un abdomen doloroso en una adolescente sexualmente activa, buscar minuciosamente signos de irritación peritoneal. La enfermedad inflamatoria pélvica, puede producir una clínica insidiosa y sin embargo, originar graves secuelas si el diagnóstico es tardío. El dolor abdominal recurrente, debe hacer sospechar organicidad en esta edad, donde pueden debutar enfermedades, hasta ese momento poco habituales (úlcera péptica, gastritis crónica, e. de Crohn).

En el abdomen poner atención en caso de dolor o sospecha de patología al tamaño consistencia del hígado y bazo- recordar por ejemplo que en adolescencia una de las neoplasias más frecuentes es la leucemia linfoblástica que presenta entre otros signos hepatomegalia y aumento de tamaño del bazo; en región hipogástrica evaluar la presencia de cuerda cólica, puntos renoureterales, dolor en región de fosas iliacas que pueden indicar presencia de problemas digestivos ( estreñimiento), de vías urinarias (ITU) o pélvica (EPI, problemas ováricos, etc.).

Signo de Murphy: Es un signo clásicamente descrito como guía del diagnóstico de colecistitis. Consiste en realizar la palpación por debajo del reborde costal derecho, esto produce un aumento del dolor cuando el paciente realiza una inspiración profunda al chocar la vesícula inflamada con la mano.

Presencia de dolor de rebote o Signo de Blumberg: Es indicativo de inflamación del peritoneo. Para que sea significativo, debe realizarse de forma correcta así ha de palparse con la palma de la mano extendida

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PATOLOGIAS DEL ABDOMEN

IRRITACION PERITONEAL: La inflamación del peritoneo visceral se produce por patología propia del tramo del intestino afectado, y la inflamación del peritoneo parietal se produce por contacto con una víscera inflamada o por encontrarse bañado por sustancias irritantes como el líquido intestinal o la bilis procedentes de una perforación de víscera hueca. Causas frecuentes apendicitis, peritonitis ulcera perforada ,colecistitis

ENFERMEDAD INFLAMATORIA PELVICA: Es una infección del útero (matriz), las trompas de Falopio o los ovarios de una mujer. La mayoría de las veces, las bacterias de clamidia y gonorrea causan la EIP. Estas son infecciones de transmisión sexual (ITS). Tener relaciones sexuales sin protección con alguien que tenga una infección de transmisión sexual puede causar EIP.

ULCERA PÉPTICA: Es una llaga abierta o un área en carne viva en el revestimiento del estómago o el intestino. Una úlcera gástrica ocurre en el estómago. Una úlcera duodenal ocurre en la primera parte del intestino delgado.

Una úlcera es toda lesión de la piel o membrana mucosa con forma crateriforme (forma de un cráter, al perderse parte del tejido) y con escasa o nula tendencia a la cicatrización.

Una úlcera péptica es aquella que afecta la mucosa que recubre el estómago o el duodeno (la primera parte del intestino delgado). Se clasifican en úlceras gástricas y úlceras duodenales, estas últimas son mucho más frecuentes. Las úlceras pépticas pueden aparecer tanto en las mujeres como en los hombres desde la infancia hasta edades avanzadas. Se trata de una enfermedad común que afecta a una de cada 10 personas en algún momento de su vida.

La causa de la úlcera es un desequilibrio entre los factores agresivos para la mucosa gastroduodenal y los defensivos. Entre los agentes agresivos los más importantes son la secreción de ácido gástrico que se realiza por las células parietales -secretoras de ácido clorhídrico-, la infección por la bacteria Helicobacter pylori (causante de la mayoría de los casos) y los tratamientos con medicamentos Antiinflamatorios no esteroideos (AINES) como la aspirina y el ibuprofeno. Los factores protectores son la secreción gástrica de moco y bicarbonato, el flujo sanguíneo adecuado a la mucosa gastroduodenal, los mecanismos naturales de reparación de la mucosa y la secreción de prostaglandinas que estimulan la producción de moco y bicarbonato

GASTRITIS: es una inflamación de la mucosa gástrica, que es la capa de células que reviste el estómago por dentro protegiéndolo de la acidez de los jugos

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gástricos. a gastritis puede estar producida por múltiples causas: alcohol, tabaco, alimentos, fármacos (antiinflamatorios no esteroideos), cirugías importantes, o infecciones (la bacteria Helicobacter pylori se relaciona con algunos tipos de gastritis). Desde finales del siglo XX se ha venido relacionando al H. Pylori con la patología gástrica de una u otra forma. Es decir, la implicación de esta bacteria en la úlcera gastroduodenal y como precursor de algún tipo de cáncer gástrico es indudable, pero también juega un papel importante como causa de gastritis. De hecho, cuando se ha estudiado su prevalencia, más de la mitad de la población presenta datos que confirman la presencia de este germen en el estómago.

Los síntomas son muy variables, ya que cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Los más frecuentes son malestar o dolor de estómago, náuseas, vómitos, eructos, ardor, o presencia de sangre en el vómito o en las heces.

ENFERMEDAD DE CROHN: Es una enfermedad por la cual resultan inflamadas partes del tubo digestivo. Casi siempre compromete el extremo inferior del intestino delgado y el comienzo del intestino grueso. También puede ocurrir en cualquier parte del tubo digestivo desde la boca hasta el extremo del recto (ano).La enfermedad de Crohn es una forma de enfermedad intestinal inflamatoria

APENDICITIS: Es la hinchazón (inflamación) del apéndice, un pequeño saco que se encuentra adherido al intestino grueso.

La apendicitis es una causa muy común de cirugía de emergencia. El problema generalmente ocurre cuando el apéndice resulta bloqueado por heces, un cuerpo extraño o, en raras ocasiones, por un tumor. Los síntomas de la apendicitis pueden variar. Puede ser difícil diagnosticarla en niños pequeños, ancianos y mujeres en edad fértil.

El primer síntoma a menudo es el dolor alrededor del ombligo. Este dolor inicialmente puede ser leve al principio, pero se vuelve más agudo y grave. Es posible que también se presente inapetencia, náuseas, vómitos y fiebre baja.

El dolor tiende a desplazarse a la parte inferior derecha del abdomen y tiende a concentrarse en un punto directamente sobre el apéndice llamado el punto de McBurney. Esto ocurre con mayor frecuencia de 12 a 14 horas después del comienzo de la enfermedad.

HEPATOMEGALIA: Es la inflamación del hígado más allá de su tamaño normal.Si tanto el hígado como el bazo están agrandados, esto se denomina hepatoesplenomegalia. El hígado se localiza en casi la totalidad de la región del

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hipocondrio derecho, el epigastrio (no sobrepasa el límite del reborde costal, salvo en un cuadro de hepatomegalia) y una porción del hipocondrio izquierdo

DISTENSION ABDOMINAL: Prominencia del abdomen causada por aumento de tamaño de los órganos sólidos o acumulación de gases o líquidos dentro del mismo.

HERNIAS ABDOMINALES: La hernia abdominal es la protrusión o salida, ocasional o permanente, de un órgano o contenido de la cavidad abdominal, a través de un orificio anatómicamente constituido.

Esta protrusión se exterioriza cuando, por diversas razones, congénitas o adquiridas, los orificios anatómicos mencionados se debilitan y se vuelven incompetentes para contener las vísceras abdominales sometidas a una presión intracavitaria constante.

Las hernias abdominales más frecuentes se localizan en la parte anterior del abdomen desde el apéndice xifoides (parte baja del torax) hasta ambas regiones inguinales e inmediatamente por debajo de éstas. Se las denomina según su ubicación:

-Hernia Epigástrica: se encuentra en la línea media (línea blanca) entre la apófisis xifoides y el ombligo.

-Hernia Umbilical: sobre la región de la cicatriz umbilical.

-Hernia Inguinal: por sobre el pliegue inguinal y por fuera del pubis.

-Hernia Crural: se sitúa por debajo del pliegue inguinal en la raíz del muslo.

MANCHAS EQUIMOTICAS: es un término médico que define una lesión subcutánea caracterizada por depósitos de sangre extravasada debajo de la piel intacta. Se ve en un derrame peritoneal y también en pancreatitis aguda.

COLECISTITIS: Es la hinchazón e irritación repentina de la vesícula biliar. Este fenómeno causa dolor abdominal intenso. La colecistitis aguda se produce cuando la bilis queda atrapada en la vesícula biliar. A menudo esto sucede porque un cálculo biliar bloquea el conducto cístico, el conducto a través del cual la bilis viaja dentro y fuera de la vesícula biliar. Cuando un cálculo bloquea este conducto, la bilis se acumula, causando irritación y presión en la vesícula biliar. Esto puede conducir a hinchazón e infección.

PERITONITIS: Es una inflamación (irritación) del peritoneo, el tejido delgado que recubre la pared interna del abdomen y cubre la mayoría de los órganos

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abdominales. La peritonitis es causada por una acumulación de sangre, fluidos corporales o pus en el abdomen (absceso intraabdominal). El vientre (abdomen) está muy adolorido y sensible. El dolor puede empeorar cuando se toca el vientre o cuando usted se mueve.

CIRROSIS: La cirrosis es una afección en la que el hígado se deteriora lentamente y funciona mal debido a una lesión crónica. El tejido sano del hígado se sustituye por tejido cicatricial, bloqueando parcialmente la circulación de la sangre a través del hígado. La cirrosis tiene varias causas. Las causas más comunes de cirrosis son el consumo abundante de alcohol y la hepatitis C crónica. La obesidad se está convirtiendo en una causa común de cirrosis, ya sea como causa única o en combinación con el alcohol, con la hepatitis C o con ambos. Muchas personas con cirrosis tienen más de una causa de daño hepático.

HEPATITIS: La hepatitis es una inflamación del hígado. La afección puede remitir espontáneamente o evolucionar hacia una fibrosis (cicatrización), una cirrosis o un cáncer de hígado. Los virus de la hepatitis son la causa más frecuente de las hepatitis, que también pueden deberse a otras infecciones, sustancias tóxicas (por ejemplo, el alcohol o determinadas drogas) o enfermedades autoinmunitarias.

La hepatitis A y la E son causadas generalmente por la ingestión de agua o alimentos contaminados. Las hepatitis B, C y D se producen de ordinario por el contacto con humores corporales infectados. Son formas comunes de transmisión de estos últimos la transfusión de sangre o productos sanguíneos contaminados, los procedimientos médicos invasores en que se usa equipo contaminado y, en el caso de la hepatitis B, la transmisión de la madre a la criatura en el parto o de un miembro de la familia al niño, y también el contacto sexual.

La infección aguda puede acompañarse de pocos síntomas o de ninguno; también puede producir manifestaciones como la ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), orina oscura, fatiga intensa, náuseas, vómitos y dolor abdominal.