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  • ABUNDANCIA Y PENURIA

    DOS PEQUEAS islas se encontraban una frente a otra,separadas por el mar. Una, llamada Abundancia, era frtil yproduca frutos y dorado trigo en abundancia. La otra,Ramada Penuria, era pedregosa y estril, con escasez deagua, frutos y trigo.

    Los habitantes de Penuria eran todos pobres, y lesresultaba muy difcil proveer a. su msera existencia. Entre loshabitantes de Abundancia estaba el seor Inters, que amenudo trepaba a una pequea montara a contemplar aPenuria a la otra orilla. Hombre bondadoso, rebosabacompasin y se deca a s mismo:

    - Cmo pueden sobrevivir ah esas pobres gentes,viviendo solas? Aqu en Abundancia tenemos cuantodeseamos y podramos permitirnos compartirlo todo conPenuria. Me parece que voy a ir a invitarles a que se unan anosotros.

    El seor Inters baj deprisa la montaa y se zambullen el mar. Como era un excelente nadador, en tres o cuatrohoras lleg a la desolada playa de Penuria. Los isleos sejuntaron pronto a su alrededor, sorprendidos de que algnextranjero quisiera visitarlos. Le preguntaron qu quera.

    . He venido a invitamos a todos a ir conmigo aAbundancia, contest amablemente. Al fin podriscompartir con nosotros la gran riqueza que nuestra frtil isla

  • produce. Necesito descansar ahora un rato; pero por lamaana espero que me sigis.

    Los ancianos de Penuria se pusieron a discutir lapropuesta del seor Inters, y pronto se pusieron de acuerdoen que todos deban aceptar su generosa invitacin. A lamaana siguiente, con las primeras luces, estaban todoslistos para zambullirse con l en el mar.

    Algunos de los habitantes de Penuria llevaban consigopequeas bolsas, en las que haban metido sus posesionesms preciosas: dinero, piedras resplandecientes y joyas.Despus de echarse al hombro las bolsas, se pusieron aseguir animadamente al seor Inters a travs del mar.

    ste, al encontrarse de nuevo de vuelta en su isla deAbundancia, se sinti aliviado y satisfecho por el xito de lamisin. Comenz a contar con regocijo los vecinos dePenuria que le haban seguido a tierra firme.

    Entonces, con gran horror por su parte, al terminar decontar, se dio cuenta demasiado tarde de que los nicos quehaban hecho la travesa eran nios y otras personas que nollevaban bolsas a la espalda. Los dems se haban ahogadotodos.