franciscanum. revista de las ciencias del espíritu · moral y ética de foucault franciscanum....

13
Franciscanum. Revista de las ciencias del espíritu ISSN: 0120-1468 [email protected] Universidad de San Buenaventura Colombia Florián Bocanegra, Víctor La ética del cuidado de sí. Moral y ética de Foucault Franciscanum. Revista de las ciencias del espíritu, núm. 144, 2006, pp. 59-70 Universidad de San Buenaventura Bogotá, Colombia Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=343529895005 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Upload: doantuong

Post on 20-Sep-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Franciscanum. Revista de las ciencias del

espíritu

ISSN: 0120-1468

[email protected]

Universidad de San Buenaventura

Colombia

Florián Bocanegra, Víctor

La ética del cuidado de sí. Moral y ética de Foucault

Franciscanum. Revista de las ciencias del espíritu, núm. 144, 2006, pp. 59-70

Universidad de San Buenaventura

Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=343529895005

Cómo citar el artículo

Número completo

Más información del artículo

Página de la revista en redalyc.org

Sistema de Información Científica

Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Víctor FLORIÁN BOCANEGRA*

Una aproximación preliminar a la problemática ética en Foucault nos lleva antetodo a reconocer en su obra una interrogación constante sobre -la locura, la prisión,

la experiencia médica y la medicina como lenguaje, las ciencias humanas, la sexua­lidad- como algo bien característico también de su trabajo filosófico.

La ética del cuidado de sí.Moral y ética en Foucault

Decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad de San Buenaventura. Maitrise en FilosofíaContemporánea (Universidad de París 1) y estudios de doctorado en Filosofía (Universidad Católica deLovaina). Autor de Sataille y la voluntad de transgresión, TEA, Fundación Auxológica, UniversidadNacional de Colombia, Bogotá, 1995. Coautor de Nietzsche-Foucault, UNAD, Bogotá, 1999.Compilador de Memorias Seminario Michel Foucault 20 años, Uniediciones Universidad Libre,Bogotá, 2005. Esta ponencia hace parte del proyecto de investigación "Perspectivas de una éticauniversalista".

*

Uno de mis objetivos, lo expresa con toda claridad, apunta a "mostrarle a lasgentes que numerosas cosas que hacen parte de su paisaje familiar -que consideran

como universales- son el producto de ciertos cambios bien precisos. Todos misanálisis van contra la idea de necesidades universales en la existencia humana"("Dits et écrits", IV, n.o 362, p.778-779. Traducción mía). Una ética de alcance

universal, válida para todos, además de parecerle "catastrófica" sería incompatible

con la idea de ética planteada como "relación con uno mismo" en las actuaciones -y

elección personal en la elaboración de una estética de la existencia. De ahí la nece­

sidad de señalar la contingencia, las discontinuidades o rupturas, el encuentro de lascircunstancias en la sucesión de los fenómenos, el azar, como tarea que le corres­ponde a la historia genealógica y por esto mismo al trabajo crítico del genealogista.

e-

'-

),

a)­

)-

1,

ra

lo

60

Tres significados propone Foucault para esta expresión: Actitud ante uno mismo y hacia los otros; esuna mirada "hacia uno mismo", especie de introspección, en relación con lo que uno piensa; unconjunto de acciones por las cuales uno mismo se encarga de uno mismo y en cuanto tal se modifica.Pero todas están implicadas por la noción de askesis o ejercicio para tener acceso al poder sobre unomismo.

FOUCAULT, Michel, La hermenéutica del sujeto, México: Fondo de Cultura Económica, 2002

Precepto que según los intérpretes (Roscher, Defradas) no sería sinónimo de autoconocimiento sinomas bien una especie de aplicación concreta del "es preciso que te cuides". De ahíla necesidad de unseguimiento a partir de la Apología de Sócrates, Alcibíades, Epicuro, Séneca, Epícteto. Cf. Lahermenéutica del sujeto, op.cit., p.18 ss.

Citado por Miguel Morey en la introducción a FOUCAULT, Michel. Tecnologías del yo, Barcelona:Paidós, 1991.

VíCTOR FLORIÁN BOCANEGRA

Epiméléia heautou (cura sui =el

cuidado de uno mismo)1 fue el tema del

curso de 1982 consagrado a la herme­

néutica del sujet02 en el College de

France. Hermenéutica no como búsque­

da del sentido de un texto sino como tra­

bajo de desciframiento que le permite al

sujeto conocerse siguiendo el principio

délfico del "conócete a ti mismo"3 y al

mismo tiempo transformarse mediante

prácticas u operaciones "en sus propios

cuerpos, en sus almas, en sus conduc­

tas ... "4. Transformación en conformidad

con un orden que no es individual, ni so­

lamente humano sino el de la racionali­

dad, precisa Jean-Fran¡;ois Pradeau.

Las razones para centrar la atención

en esa noción tan importante en las con­

ductas de los griegos eran fundamental­

mente las de examinar, siguiendo un am­

plio recorrido por la filosofía antigua y la

tradición cristiana, la manera como se

convirtió en principio moral. Designa

ante todo una actitud consigo mismo por

la cual la mirada se vuelve hacia uno

mismo como cambio radical de pensa­

miento y de espíritu, como transforma­

ción. Esa actitud hacia uno mismo, hacia

los otros y al mundo es propia del sujeto

que se hace cargo de él mismo, es el

guión del self como la denomina James

Miller.

El cuidado de sí o epiméléia

heautou de la cultura griega y greco-ro­

mana por la que Foucault se interesó a

partir de la elaboración de la historia de

la sexualidad como historia del pensa­

miento que involucra la constitución de

un saber y unas verdades en torno al

deseo y los placeres es un tema bien an­

tiguo, y como concepto tiene un proceso

de formación y desarrollos en el tiempo.

61

FOUCAULT, Michel, El yo minimalista y otras conversaciones. Buenos Aires: Biblioteca de la mirada,2003, p.149 .

Eran ciertas acciones o ejercicios de aplicación a uno mismo, orientados a la modificación y transfor­mación: la meditación, el examen de conciencia, los ejercicios de abstinencia, los hypomnemata,Véase P. Hadot, Exercises spirituels et philosophie antique, Paris: Études Augustiniennes, Paris,1981.

se

na

lor

no

sa­

lla­

cia

eto

; el

nes

réia¡-ro­

só a

ade

nsa­

nde

.0 al

I an-

esIsa; unodifica.bre uno

)02

oto sinoId de un. eL La

lrce1ona:

De precepto difundido ampliamente en

sus comienzos adquiere luego la forma

de una actitud o comportamiento indivi­

dual y también la de una práctica social,

hasta convertirse en un modo de conoci­

miento extensivo al examen de concien­

cia, la meditación, los retiros.

El término significa el trabajo, la apli­

cación, el celo por algo, con diversas apli­

caciones en medicina (el cuidado del en­

fermo), en política (la responsabilidad del

gobernante), se encuentra particularmen­

te en Platón, Jenofonte, Musonio Rufo,

Séneca, Epícteto, Marco Aurelio,

Epicuro. Como elaboración filosófica es

un principio que plantea la necesidad de

un ejercicio permanente de cuidar de uno

mismo, de preocuparse, de volver sobre

sí mismo en una actitud vigilante. Para

Epicuro, Epícteto, Platón, llegó a ser una

categoría esencial de sus doctrinas.

Retomando el diálogo Alcibíades o

de la naturaleza del hombre son múlti­

ples las maneras como se ilustra dicho

cuidado. Ante todo el cuidado es una

LA ÉTICA DEL CUIDADO DE st. MORAL y ÉTICA EN FOUCAULT

aplicación de la idea de tratar bien una

cosa: cuidado de los pies (por parte del

calzado y del zapatero), de las manos, de

nuestro cuerpo por la gimnasia, y por su­

puesto del alma, pues solamente pode­

mos cuidar de nosotros, le dice Sócrates

a Alcibíades, conociéndonos a nosotros

mismos (Alcibíades,129, a,b). En esta

perspectiva Sócrates es el modelo por­

que sabe ocuparse de él mismo y cons­

tantemente invita a realizar esta activi­

dad pues los dioses se lo han encomen­

dado. El cuidado implica, por tanto, "el

conocimiento de un cierto número de re­

glas de conducta o principios que son al

mismo tiempo, verdades y normas"s , pone

en relación directa al individuo con la ver­

dad a cambio de un trabajo serio de con­

versión y de transformación por el cual se

logra la posesión de sí mismo.

El retomo a los griegos hacía ver que

su moral apuntaba más al uso que al ac­

tuar y que allí imperaban diferentes for­

mas de subjetivación con prácticas y "téc­

nicas de existencia"6 en el plano de la

ética, una dietética de los cuerpos y de la

62

Entrevista con H.Becker,R.Fornet-Betancourt y A. Gómez Muller, publicada por la Revista Concor­dia n.o 6 ,1984, p. 99-116. Es el Anexo de Hermenéutica del sujeto. Madrid: Ediciones de la Piqueta,1994.

VíCTOR FLORIAN BOCANEGRA

salud, una erótica propia de los placeres

del amor o afrodisia. Un "arte de vivir"

estaba presente junto con unas exigen­

cias de askesis (entrenamiento práctico)

que mostraban cómo los individuos se

relacionan con ellos mismos, con los otros

y con el mundo constituyéndose en suje­

tos de su propia existencia o dueños de

ellos mismos. Lo que más les preocupa­

ba "era constituir una estética de la exis­

tencia", afirma (Entrevista con Hubert

Dreyfus y Paul Rabinow).

En las categorías "arte de vivir",

"técnicas de sí", "arte de comportarse"

se encuentra la elaboración de una "es­

tética de la existencia" regida por princi­

pios de austeridad, dominio de uno mis­

mo (enkrateia) y ascesis, acordes con la

razón; por ejemplo, para que los actos de

placer entraran en la línea de conductas

racionales y aceptadas moralmente eran

imprescindibles unas estrategias: el mo­

mento oportuno, su relación con las es­

taciones, la intensidad y la cantidad de

placer. Es aquí donde se puede ver más

de cerca cómo el sujeto es una obra

pero no desde la perspectiva de un suje­

to universal ni tampoco sometido a códi-

gos universales, uniformes. Es una obra

que se construye desde lo particular yestrictamente subjetivo, que exige traba­

jar sobre lo que pasa en el pensamiento

para tener acceso a la verdad.

Es evidente entonces la importancia

otorgada a la epimeleia heautou, la cura

sui como actitud, "actitud del individuo

respecto de sí mismo" en la construc­

ción del propio sujeto y también como

principio de la conducta racional. De ahí

que proponga entender la Ética como

"elaboración de una forma de relación

consigo mismo que permite al individuo

constituirse como sujeto de una conduc­

ta moral" (Historia de la sexualidad.

El uso de los placeres, 228).

La ética como cuidado de sí com­

promete la libertad, es también asunto de

libertad. La ética, afirma, "es la práctica

de la libertad, la práctica reflexiva de la

libertad" (L 'éthique du souci de soi

comme pratique de la liberté)? Y es pre­

cisamente a partir de ahí, a partir del ejer­

cicio de la práctica de la libertad en la

existencia individual que no vacila en

postularla como su condición ontológica.

RAJCHMAN, John. M.Foucault. La liberté de savor. Paris: PUF, 1987, p. 14

63

ay

to

:ia

ra

uo

lC­

no

ahí

mo

ión

:luo

luc­

lado

:om­

lo de

ctica

de la

e Sal

~ pre­

lejer­

en la

ila en

ógica.

COIlCo/'·

, Piqueta,

"La libertad es la condición ontoló­

gica de la ética". Desde esta articula­

ción fundamental se puede decir que para

poder acceder al ser, es decir, a la cons­

titución de uno mismo como sujeto ético,

al sujeto como obra, es imprescindible

el ejercicio de la propia libertad. Pers­

pectiva que requiere una mayor precisión

pues según J. Rajchman es la expresión

más clara del escepticismo foucaultiano

afirmado en el rechazo al antropologismo

y sus certezas abstractas particularmen­

te aquélla por la cual se ha hecho del

hombre un ser de libre actividad.

Para Foucault, enfatiza Rajchman,

"la libertad no es liberación ni proceso

de emancipación orientado hacia un fin,

ni siquiera el atributo de cada individuo o

licencia individual dada a todos"8. Es evi­

dente entonces que en la construcción,

la constitución de uno mismo como obra

realizada, entran en juego las prácticas

reales o "técnicas de sr', el ethos (ma­

nera de ser), el estilo, la elección perso­

nal, las maneras de enfrentarse de cada

individuo con el mundo exterior, y por esto

mismo no es concebible que sean impues­

tas a todos universalmente. En síntesis,

la ética como "una manera de ser y de

comportarse" implica una determinada

LA ÉTICA DEL CUIDADO DE sí. MORAL y ÉTICA EN FOUCAULT

relación consigo mismo que establece el

sujeto autónomamente, con sujeción a sí

mismo y no a códigos que vengan del

exterior.

Cómo se llega a ser lo que se es,

es la expresión de Nietzsche que más

ayuda a entender la noción de ética ya

planteada y por la cual el sujeto es obra,

no es sustancia sino forma o potencia

para nuevas formas de autosubjetivación.

Aquí la función etopoética de los indivi­

duos (expresión tomada de Plutarco) tie­

ne cabida y logra oportunamente su al­

cance filosófico en la medida en que cada

quien se fabrica a sí mismo y es artífice

de su propia subjetivación mediante la

elección personal o autononornía reflexio­

nada.

De esta manera se concretan más

la idea de ética como "estética de la exis­

tencia", y su correlato, la libertad como

"forma de relación del individuo consigo

mismo" además de la determinación del

dominio sobre sí mismo en oposición a

esclavitud. Para los griegos "ser libre en

relación con los placeres no es estar a su

servicio", afirma (El uso de los place­

res, p. 77). Pero el punto fuerte del aná­

lisis reside por tanto en que la libertad

64

Palabra que aparece en Eurípides por primera vez. Es el hablar franca y libremente. En su forma verbalsignifica "decir todo", no ocultar nada. Es una regla de juego de "la relación verbal con el Otro" afirmaFoucault. Citado por ABRAHAM, Tomás. El último FOllcalllt. Buenos Aires: Sudamericana, 2003, p.47. Véanse también ahí mismo el capítulo "La parrhesiía en el cuidado de sí" (p. 327-386) Y el textode Foucault "Coraje y verdad".

VfCTOR FLORIÁN BOCANEGRA

como dominio ejercido sobre sí mismo es

la libertad-poder y tiene ecos de ordenpolítico en relación con la ciudad yel go­

bierno de los otros ciudadanos: para go­bernar es preciso estar previamente en

capacidad de gobernarse, el gobierno delos otros exige primeramente el gobierno

de sí.

Por otra parte, Foucault prosigue surazonamiento de la ética, ahora en rela­

ción con la verdad. Entre ética y verdad

no puede haber separación pues si se tie­ne en cuenta la relación de autosubjeti­

vación por la que pasa la constituciónética de cada individuo es preciso reco­nocer que hay un trabajo de búsqueda

de la verdad sobre sí mismo. Es el de­

cir-verdad o parrhesía9•

Para nuestro momento presente no

hay duda del enriquecimiento de estanueva ética que se entrecruza con la es­tética y la política. Sin embargo, nos plan­

tea un interrogante inicial: ¿a cuántossujetos podría favorecer el cuidado de

sí y cuáles serían las condiciones de po­sibilidad para la subjetivacion o procesopor el cual se forma un sujeto? Aún más,

la enunciación de la verdad, o más exac­tamente el decir-verdad hoy exige con­

diciones de posibilidad que obviamenteno son los contextos más favorables,aquellos en los que la amenaza y la vio­

lencia parecen tener siempre la última

palabra. ¿Cómo responder a la forma­ción de actitudes y valores desde la no­

ción de ética como estética de la exis­tencia?

La distinción entre moral y ética par­

te de la constatación de la existencia de

morales con pretensión universalistaconstituidas por normas, códigos, conénfasis en la autoridad, el cumplimiento

de prescripciones, la sanción y el casti­go; y morales de orientación ética en las

que los individuos se constituyen ellos

mismos como sujetos de conducta mo­ral, problematizan sus comportamientosy buscan inventarse un modo de existen­

cia. La moral es entendida entoncescomo relación con uno mismo y cuyo ele­

mento central está basado en la subjeti­vación (ética) y las "prácticas de sí". Es

decir, un individuo establece un cierto tipode relación consigo mismo para dar a suvida una orientación y de esta forma

La acusación de antihumanismo ter­

minará por abarcar a todo el grupo

estructuralista, si bien Foucault rechaza

este calificativo y coloca esta categoría

la norma. No sorprende entonces encon­

trar en las últimas obras de Foucault una

ética que pone en evidencia más que

códigos una elaboración de la relación

consigo mismo que le permita al indivi­

duo constituirse como sujeto de un com­

portamiento

Uno de los aspectos más polémicos

que despertó la aparición de Las pala­

bras y las cosas (1966) fue el plantea­

miento expresado claramente desde el

prefacio y en las páginas finales sobre el

hombre como una invención reciente y

no como su constante preocupación y

búsqueda desde la antigüedad. Frente a

la muerte del hombre que allí se anun­

ciaba, "el fin del asesino", después de

Nietzsche, se prefiere optar por un

dilema 10 (Canguilhem) o evocar el

antihumanismo de la filosofía contempo­

ránea contraponiéndole la filosofía del ser

en Heideger, con un énfasis muy marca­

do en la "Carta sobre el humanismo"l!,

posición que asume M. Dufrenne.

LA ÉTICA DEL CUIDADO DE sí. MORAL y ÉTICA EN FOUCAULT

65

"¿Muerte del hombre o agotamiento del cogito?", revista Critique, n.o 242, julio 1967, p. 599-618

DUFRENNE, Mikel. Pour 1'!lOl1ll1le, Paris: éditions du Seuil, 1968, p. 14

En síntesis, la coincidencia de las

acciones con códigos o prescripciones de

orden universal define un tipo de rela­

ción de sujeción del sujeto con la norma,

el código, el cumplimiento o no cumpli­

miento, produce una moral de comporta­

mientos pero no define la constitución de

un sujeto ético. El ejemplo de la fidelidad

conyugal es bien ilustrativo. Así, en una

moral prescriptiva, la manera de ser mo­

ral consiste en obedecer a tal código, en

el cumplimiento de la norma. Mientras

que en una moral orientada hacia la éti­

ca en la que juega la relación con uno

mismo la fidelidad puede consistir en el

dominio de los deseos, en la intensidad

de los afectos que ligan a los esposos, y

no en el carácter externo e impositivo de

construye cierto modo de existencia. Aquí

el sujeto se preocupa más por relacio­

narse primeramente consigo mismo que

con unos códigos. Esta es la moral orien­

tada hacia la ética en tanto que no busca

establecer impositivamente normas uni­

versales y es la que Foucault promueve

quizás como una forma de escape nos­

tálgico de las morales universales y como

posibilidad abierta a nuevas prácticas o

técnicas de existencia.

~s

)-

s

s

IS

i-

~s

1-

JO

su

na

:balrma, p. 10:xto

11

La pregunta por la Ilustración y el dandysmo de Baudelaire

Conversaciones con los radicales, Barcelona: Kairós, 1973, p. 30

VíCTOR FLORIÁN BOCANEGRA

como existente solamente desde fuera,

es decir, "para los otros, para los que nolo son". Pero había algo en común con el

estructuralismo. Erajustamente el recha­zo de las filosofías centradas en el sujeto(la conciencia) y la historia, fundadas en

conceptos como causalidad y teleología.

De ahí también el anti-historicismo y elanti-subjetivismo que los críticos encon­

traban en el estructuralismo.

"En el fondo del humanismo tene­mos la teoría del sujeto"12 en el doble

sentido de portador de sentido y de suje­

to soberano pero sometido a la vez a so­beranías determinantes (reglas sociales,el orden exterior y las estructuras socia­

les). El estructuralismo encarnaba enton­

ces un rechazo al existencialismo y a lafenomenología.

Es en esta perspectiva polémica co­

mo se comprende la reacción de Sartre

cuando afirma:

Las reflexiones alrededor de la pre­gunta ¿Qué es la Ilustración?, pregunta

a la que Kant dio respuesta en noviem-

12

El hombre es para mí el produc­to de la estructura pero en tanto

la supera .. .lo esencial no es loque se ha hecho del hombre sinolo que él hace con lo que se ha

hecho de él. Lo que se ha hecho

del hombre son las estructuras,los conjuntos significantes que

estudian las ciencias humanas(Sartre, el último metafísico).

La acusación de antihumanismo enFoucault tenía razón en buena parte por

el cuestionamiento a las ciencias huma­nas al final de Las palabras y las co­

sas: conjunto de discursos que han to­mado "al hombre por objeto en lo quetiene de empírico", que no nos dicen nada

sobre su ser, y han pretendido objetivarlo

a partir de las funciones de viviente, ha­blante y productor (la Economía). Pero

tampoco, como anota en Las palabras

y las cosas el pensamiento moderno ha

sido capaz de proponer una moral.

bre de 1784 en el periódico Berliner

Monatschrift como" la salida del hom­

bre de su condición de menor de edad de

67

Según la definición de Luis Antonio de Villena"EI dandismo es en lo esencial una actitud vital, un artede la personalidad". "Ese hombre otro, que cuestiona. a veces tan solo con su mera presencia cualquiersituación o circunstancia vulgar. es el dandy" (Luis Antonio de Villena, Corsarios de guante amarillo):una figura famosa del dandismo es Lord Byron.

e

s

por

ma­

co­.to­

que

ladararlo

, ha­

Pero

bras

10 ha

la cual él mismo es culpable", planteó la

necesidad de pensar por cuenta propia y

asumir razonadamente la autonomía.

Comentando el texto de la respues­

ta Foucault observa que tiene un signifi­

cado histórico y puede ser válida en cual­

quier momento de la historia por cuanto

la descripción arqueológica y genealógica

no constituyen ningún horizonte de

idealidad ni una especie de a priori histó­

rico agotable rápidamente en un momento

dado. Pero no solo es una reflexión his­

tórica de Kant sobre los principios de la

Ilustración y la modernidad pues lo que

se plantea allí como problema es la cues­

tión del presente, puesta por primera vez

en el centro de la reflexión filosófica.

Articulación por tanto de una doble ta­

rea que compromete al filósofo, pues por

una parte, si pregunta por el presente, la

interrogación misma le marca su perte­

nencia al momento histórico en el que

vive y, por otra, si critica su propio tiem­

po esto mismo implica un trabajo del pen­

samiento sobre sí mismo que revierte en

la transformación del sujeto. Dos puntos

merecen la atención: la caracterización

de la modernidad como aptitud hacia el

13

LA ÉTICA DEL CUIDADO DE si. MORAL y ÉTICA EN FOUCAULT

presente y el dandismo como crítica de

la actualidad y simultáneamente como

constitución del sujeto. Kant se habría

preocupado por dar respuesta a lapre­

gunta enfatizando más el significado de

esa época llamada AufkHirung antes que

saber lo que son las Luces.

El dandyl3 de Baudelaire con sus

actitudes incluso heroicas "ante la repre­

sentación del presente" busca producir­

se, inventarse, crearse, realiza un traba­

jo de transformación de sí mismo por el

cual se constituye en sujeto, es el singu­

lar, el diferente. Y ese trabajo de inven­

ción de formas de existencia es lo que se

denomina subjetivación como proceso

por el cual logra constituirse. Proceso que

también contribuye a aclaramos el con­

cepto de ética.

La modernidad, prefiere definirla

entonces como "una actitud", un modo

de relación con la actualidad en diversas

perspectivas que tocan directamente al

pensar y al sentir, el actuar y el compor­

tarse, por consiguiente comprometen di­

rectamente la elección voluntaria. De

esta manera, encuentra en el dandy ras-

68

FOUCAULT, Michel. ¿Qué es la Ilustración?, Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, Facultadde Ciencias Humanas, Colección Señal que cabalgamos, n.o 5, p. 26.

DELEUZE, GiIles, GUATARRI, Félix. ¿Qué es filosofía?, Barcelona: Anagrama, p. 114

VICTOR FLORI,{N BOCANEGRA

gas que se pueden aproximar a la época

moderna y a la idea de actualidad: "el

hombre moderno, para Baudelaire, no es

aquel que parte del descubrimiento de sí

mismo, de sus secretos y de su verdad

escondida; es aquel que busca inventar­

se a sí mismo"14. De donde se sigue in­

mediatamente lo que significa ser moder­

no, el alcance teórico pero sobre todo

práctico de la elaboración y la invención

La ontología crítica del presente

Junto a la imagen de modernidad del

dandy de Baudelaire quisiéramos desta­

car del análisis del texto ¿Qué es la Ilus­

tración? un segundo punto que Foucault

expresa con la idea de que Kant "inaugu­

ra la filosofía como ontología del presen­

te", pues como se puede ver, la ontología

crítica del pensamiento como actitud filo­

sófica posibilita un nuevo espacio ético.

La ontología se ocupa del ser. Es

para la tradición filosófica el estudio del

ser en cuanto ser. En el contexto de la

reflexión contemporánea no es otra cosa

que interpretación de nuestra condición

o situación, precisa Vattimo .

14

15

singular en la relación con e

particularmente desde el domifu

ética. "Lo nuevo, lo interesante,

actual. Lo actual no es lo que somos,

más bien lo que devenimos, lo queé

mos deviniendo, es decir el Otro, nué

devenir-otro. El presente, por el con

rio, es lo que somos y, por ello mismo,!que estamos ya dejando de ser" 15 ,

mentan Deleuze y Guatarri.

La ontología es crítica en

designa directamente un trabajo constan­

te de interrogación que Foucault había

emprendido muy tempranamente en el

"Prefacio a la transgresión (1963)

cuando al preguntarse por el ser del len­

guaje reflexiona sobre esas "formas ex­

tremas del lenguaje" en Blanchot,

KIossowski, Bataille y particularmente en

los análisis de la escritura del excéntrico

Raymond Roussel.

Más tarde el problema del poder

con sus diversas formas de ejercicio y

estrategias es también objeto de la onto­

logía del presente, como se pone en evi-

1-

to¡fi­

)ía

el;3)

~n-

ex-

iot,

~en

rico

)der

io y

mto­

eVl-

lcultad

dencia en Vigilar y castigar o genealo­

gía de los métodos punitivos, sus técni­

cas y los discursos que se entrelazan entre

poder y saber.

La ontología crítica del presente es

una interrogación, una reflexión históri­

co-crítica sobre el presente y sobre no­

sotros mismos que expresa, bajo una for­

ma voluntariamente discreta, la reflexión

kantiana sobre la Ilustración. Por consi­

guiente en esta perspectiva no es sola­

mente una reflexión histórica sobre los

principios de la Ilustración sino ante todo

el planteamiento del problema de la cues­

tión del presente pues se trata de ver "qué

es lo que en el presente produce sentido

actualmente para una reflexión filosófi­

ca". Alguien podría objetar que para el

existencialismo hay un compromiso con

el presente del sujeto por medio de la

elección individual y de los actos que van

a definir la esencia de cada uno (la exis­

tencia precede a la esencia, sostiene

Sartre) y que el marxismo como sistema

de pensamiento tenía la pretensión de una

filosofía transformadora, con base en el

análisis de una realidad presente sobre

todo de orden económico.

Pero la ontología crítica no es una

teoría sino mas bien una actitud, que es

percibida como un ethos. " Actitud" ha­

cia uno mismo y hacia la época que nos

69

LA ÉTICA DEL CUIDADO DE si. MORAL y ÉTlC,\ EN FOUCAULT

corresponde vivir. Actitud filosófica que

tal como la entendemos alude a una for­

ma de pensamiento concebido "como

crítica de lo que decimos, pensamos y

hacemos" e implica por tanto la apertura

y la posibilidad de nuevas condiciones de

existencia.

Se trata de repensar la relación en­

tre la razón y el momento que vivimos,

analizar como lo hiciera Kant, la coyun­

tura histórica que nos constituye e inten­

tar responder a ella a través del análisis

arqueológico y genealógico de prácticas

concretas consideradas al mismo tiempo

como tipos de racionalidad y como jue­

gos de libertad.

Además de la interpretación de la

Ilustración se podrían multiplicar los mo­

mentos de una discusión permanente de

Foucault con Kant particularmente en

relación con su antropología y los

interrogantes que de allí se desprenden

para una lectura diferente de la moder­

nidad. La pregunta kantiana ¿qué es el

hombre?, pensada como síntesis de las

tres grandes preguntas críticas: ¿qué

puedo saber?, ¿qué debo hacer? ¿qué

puedo esperar? no fue muy afortunada.

El doblete empírico-trascendental de Las

palabras y las cosas (1966) había mos­

trado que la aparición del hombre en

nuestro saber occidental era muy reciente

VíCTOR FLORIÁN BOCANEGRA

y que la constitución del ser humano ensujeto no podía afirmarse simplementecomo emancipación y conquista de au­tonomía desde la sola razón en identifi­cación con la norma. ¿qué somos preci­samente ahora, concretamente en este

momento de la historia y cuando el peso

de la racionalidad nos domina?, pregunta

Foucault para tratar de relacionar su on­

tología crítica del presente con la forma

como Kant plantea la cuestión filosófica

del presente.

E inmediatamente pasa a analizar eléthos negativa y positivamente. Negati­vamente porque la crítica permanente denosotros mismos no puede llegar a con­fundir el humanismo en sus diferentesformas (cristiano, geocéntrico, marxista,existencialista) con la AutkHirung.

Pero también la ontología crítica denosotros mismos es una prueba históri­co-práctica de los límites que nosotrospodemos sobrepasar. De ahí tambiénque la crítica adopte características deexperimental, de confrontación con larealidad y la actualidad para pretenderlos posibles cambios. Lo cual implica elabandono de proyectos "globales y ra­dicales" y exige análisis históricos quepermitan detectar lo que no es indispen­sable para la constitución de nosotrosmismos como sujetos autónomos. Se tra­ta para Foucault de dar el paso a la prác­tica, a la constitución de sujetos éticos,

de convertir la crítica ejercida en la for­ma de limitación en un trabajo sobre lapropia subjetividad.

Es necesario entonces recuperar lapregunta crítica por la racionalidad quehasta ahora nos ha constituido y desde elanálisis crítico de sus límites, reconocerel agotamiento de un modelo basado enverdades absolutas y universales sobrela naturaleza humana y bajo la autoridadexterior a la razón individual. Como tra­bajo de análisis crítico se extiende a lasformas como nos hemos constituido comosujeto-objeto de esa racionalidad y tam­bién a las prácticas afirmadas por rela­ciones de poder que son al mismo tiem­po juegos de verdad. Diagnóstico delpresente que busca reconstruir el momen­to de la verdad que nos permite hacer­nos cargo de nosotros mismos y hacer­nos cargo de nuestra realidad. La ontolo­gía crítica del presente será integradaFoucault a la arqueología del saber comométodo y a la genealogía del poder.

Pero esa búsqueda de nuestros pro­pios modos de existencia con la preten­sión de que respondan a nuestra situa­ción presente como resultado de lacapacidad humana de obrar de acuerdocon el libre uso de la razón nos planteaun problema de fundamentación pues talcomo lo plantea Ernst Tugenhat, lafundamentación es la pregunta más im­

portante de la ética.

70