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BICC, XIX, 1964 RESEÑA DE REVISTAS 597 Llompart inserta en su artículo la pintoresca y fantástica leyenda del origen del pesebre que sin duda ha contribuido a la devoción creciente que por él se siente en Palma de Mallorca y para que se le conceda el poder de hacer grandes milagros y favores, especial- mente a las parturientas, navegantes y enfermos. En la narración hay una mezcla de elementos históricos y legendarios fundidos. Otro aspecto interesante del artículo es la transcripción de los gozos de Nuestra Señora en mallorqu!, impre- sos en el siglo xix, en los que se hace una historia completa de los acontecimientos que rodearon el misterio de la natividad del Señor. Describe también la antigua cofradía que veneraba este misterio, y de la que ya existe noticia en 1601, época en que Clemente VII la enriquece con indulgencias así como las constituciones de la cofra- día y la celebración de sus fiestas, especialmente de la mayor que es la Epifanía. Nos da la ubicación de la iglesia y nos relata los robos de que ha sido escenario, razón por la cual el belén se encuentra hoy bajo rejas de hierro que dificultan el verlo. Para complementar su trabajo el autor nos da unas muestras fotográficas del conjunto del belén, y separadamente de La Virgen, San José y de dos pastores. Y uno del cuadro en el que se realizó el milagroso y legendario arribo. FRANCISCO SUÁREZ PINEDA. Instituto Caro y Cuervo. HISPANIC REV1EW. A Quarterly Journal Devoted to Research in the Hispanic Languages and Literatures. Published by the Department of Romance Languages, University of Pennsylvania, Philadelphia. Vol. XXX, 1962. Number 1, January. THOMAS MONTGOMERY, The Cid and the Count of Barcelona, págs. 1-11. — El conde de Barcelona, Ramón Berenguer, fue sin duda uno de los más peligrosos enemigos del Cid. Los pasajes del Cantar de Mío Cid, pertinentes a este rival del héroe, no dejan de ofrecer singular interés. "El conde es muy follón" es la presentación bufonesca que se hace del personaje en el poema y se nota el afán de caracterizarlo bajo el signo del ridículo. Ramón Menéndez Pidal (Cantar de Mío Cid, texto, gramática y vocabulario, tercera parte, Madrid, Espasa-Calpe, 1945, pág. 825) trae estas precisiones histó- ricas respecto al conde: "Remont Verengel, ... o el conde don Re- mont..., el conde de Barcilona..., vencido y preso por el Cid en Tévar...; el Cid le devuelve la libertad, pero retiene la espada Colada y el resto del botín cogido en la batalla. / / El conde de

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BICC, XIX, 1964 RESEÑA DE REVISTAS 597

Llompart inserta en su artículo la pintoresca y fantástica leyendadel origen del pesebre que sin duda ha contribuido a la devocióncreciente que por él se siente en Palma de Mallorca y para que sele conceda el poder de hacer grandes milagros y favores, especial-mente a las parturientas, navegantes y enfermos.

En la narración hay una mezcla de elementos históricos ylegendarios fundidos. Otro aspecto interesante del artículo es latranscripción de los gozos de Nuestra Señora en mallorqu!, impre-sos en el siglo xix, en los que se hace una historia completa de losacontecimientos que rodearon el misterio de la natividad del Señor.Describe también la antigua cofradía que veneraba este misterio, yde la que ya existe noticia en 1601, época en que Clemente VIIla enriquece con indulgencias así como las constituciones de la cofra-día y la celebración de sus fiestas, especialmente de la mayor quees la Epifanía. Nos da la ubicación de la iglesia y nos relata losrobos de que ha sido escenario, razón por la cual el belén se encuentrahoy bajo rejas de hierro que dificultan el verlo.

Para complementar su trabajo el autor nos da unas muestrasfotográficas del conjunto del belén, y separadamente de La Virgen,San José y de dos pastores. Y uno del cuadro en el que se realizó elmilagroso y legendario arribo.

FRANCISCO SUÁREZ PINEDA.

Instituto Caro y Cuervo.

HISPANIC REV1EW. A Quarterly Journal Devoted to Researchin the Hispanic Languages and Literatures. Published by theDepartment of Romance Languages, University of Pennsylvania,Philadelphia. Vol. XXX, 1962.

Number 1, January.

THOMAS MONTGOMERY, The Cid and the Count of Barcelona,págs. 1-11. — El conde de Barcelona, Ramón Berenguer, fue sinduda uno de los más peligrosos enemigos del Cid. Los pasajes delCantar de Mío Cid, pertinentes a este rival del héroe, no dejan deofrecer singular interés. "El conde es muy follón" es la presentaciónbufonesca que se hace del personaje en el poema y se nota el afánde caracterizarlo bajo el signo del ridículo. Ramón Menéndez Pidal(Cantar de Mío Cid, texto, gramática y vocabulario, tercera parte,Madrid, Espasa-Calpe, 1945, pág. 825) trae estas precisiones histó-ricas respecto al conde: "Remont Verengel, . . . o el conde don Re-mont..., el conde de Barcilona..., vencido y preso por el Cid enTévar...; el Cid le devuelve la libertad, pero retiene la espadaColada y el resto del botín cogido en la batalla. / / El conde de

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Barcelona vencido y preso por el Cid no fue ningún Ramón Beren-guer, sino Berenguer Ramón II el fratricida, el Berengarius comesde la Historia latina del Cid". Dice el Cantar (ed. paleográfica porR. Menéndez Pidal, Madrid, Imp. de Bailly-Baüliére, 1911, págs.34 sigs.): "Del conde don Remont venido les mensaie; / Myo (^idqwando lo oyó, en bio pora alia: / 'Digades al conde non lo tengaa mal, / Délo so non lieuo nada, dexem yr en paz'. / Respuso elconde: 'esto non sera verdad! / ( . . . ) ' / Tornos el mandaderoqwanto pudo mas; / Essora lo connos^e mió (^id el de Biuar / Quea menos de batalla nos pueden den qwitar. / 'Ya cauallwos, a partfazed la ganancia; / Apriessa uos guarnid & metedos en las armas;/ El conde don Remont dar nos ha grant batalla, / De moros & dechrisñanos gentes trae sobeianas, / Amenos de batalla non nosdexarie por nada. / ( . . . ) / Vera Remont Verengel tras q«ien vinoen alcanza / Oy en este pinar de Teuar por toler me la ganancia'./ Las armas auien presas & sedien sobre los cauallos. / Vieron lacuesta yuso la fuerca délos francos; / Alfondon déla cuesta, cercaes de laño, / Mando los ferir myo Qid, el que en buen ora nasco;/ Esto fazen los sos de voluntad & de grado; / Los pendones & laslangas tan bien las uan enpleando, / Alos vnos firiendo & a losotros de Rocando. / Vencido a esta batalla el que en bue» fora]nasco; / Al conde don Remont a pr«on lean tomado; / Hy gañoa Colada que mas vale de mili marcos de plata. / [Y ben]<;[io]esta batalla poro ondro su barba, / Priso lo al conde, pora su t/Vrralo leuaua; / Asos creenderos mandar lo guardaua" (975-1013).

RAÚL A. DEL PIERO, Sobre el autor y fecha del Invencionario,págs. 12-20.— El Invencionario es un tratado castellano del siglo xv,que no alcanzó los honores de la imprenta, pero que en su época logrógran difusión. Está en la línea de ciertos escritos humanísticos,como el De rerum inventoribus libri octo, obra de Virgilio Polidorocitada por el mismo Cervantes: "Y esta averiguación me viene pin-tiparada para el otro libro que voy componiendo, que es Suplementode Virgilio Polidoro, en la invención de las antigüedades; y creoque en el suyo no se acordó de poner la de los naipes, como lapondré yo ahora, que será de mucha importancia, y más alegandoautor tan grave y tan verdadero como es el señor Durandarte"(Don Quijote de la Mancha, parte II, cap. 24). Con todo el Inven-cionario se funda en la Biblia y en autores eclesiásticos, tomandomuy poco.de fuentes clásicas. El libro se divide en dos partes, de-dicadas, la primera a las cosas necesarias al sustento temporal, yla segunda, a las necesarias a la vida espiritual. La obra se atribuyóal Arcipreste de Talavera, pero en realidad su autor fue el bachillerAlfonso de Toledo, de Cuenca, quien comenzó a trabajar en ellaen 1460. Al respecto son definitivos los conceptos de José Amadorde los Ríos (Historia crítica de la literatura española, tomo VII,

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Madrid, Imprenta a cargo de Joaquín Muñoz, 1865, págs. 173-176):"Aplaudido por su Espejo de las Istorias, componía el bachillerToledo y dedicaba en 1474 al arzobispo don Alfonso Carrillo suInvencionario, peregrino tratado, cuyo simple título está muy lejosde revelar el objeto, a cuyo logro aspiraba [ . . . ] . Júzgase general-mente que es el Invencionario un catálogo de los descubrimientosmás notables debidos a las artes y a las ciencias; error tanto másdigno de repararse cuanto que basta a desvanecerlo la simple lec-tura de la dedicatoria y del primer título de la expresada obra [ . . . ] .Mostrábase en ella Alfonso de Toledo erudito en todo extremo, comoquien mucho se pagaba de los títulos académicos que decorabansu nombre, y a tal punto llevaba esta predilección a los estudioseruditos que parecía en cierto modo avergonzarse de haber escritoel Invencionario en el romance materno, circunstancia no para olvi-dada, al seguir el movimiento general de las letras durante el sigloque historiamos".

E. H. TEMPLIN, "Labradores" in the Quijote, págs. 21-51.—Más que de un estudio sociológico doctrinario se trata, según laintención original del autor, de destacar aquellos pasajes del Quijoteen que Cervantes pinta a Don Quijote como 'hidalgo', 'caballero'o 'caballero andante', y a Sancho Panza como 'labrador' o 'villano*.El autor no se contenta con la caracterización propiamente cervan-tina, sino que se detiene también en la que logró Avellaneda en suapócrifa segunda parte del Quijote. Pero de manera especial se llevala atención a la feliz caracterización de los 'labradores', lograda porCervantes en personajes tales como Sancho, su esposa, Dorotea, Mar-cela y Camacho, con alguna ocasional referencia a Dulcinea. Muchospasajes del Quijote son en realidad sugestivos al respecto. "En estetiempo solicitó don Quijote a un labrador vecino suyo, hombre debien (si es que este título se puede dar al que es pobre), pero demuy poca sal en la mollera. En resolución, tanto le dijo, tanto lepersuadió y prometió, que el pobre villano se determinó de salirsecon él y servirle de escudero [ . . . ] . Con estas promesas y otras tales,Sancho Panza, que así se llamaba el labrador, dejó su mujer e hijosy asentó por escudero de su vecino" (Don Quijote de la Mancha,parte I, cap. 7). A este propósito es interesante la anotación quepone Francisco Rodríguez Marín (El ingenioso hidalgo don Quijotede la Mancha, nueva edición crítica, tomo I, Madrid, Patronatodel IV Centenario de Cervantes, 1947, págs. 238-239): "¿Por quénombró Cervantes Sancho Panza a este nuevo personaje de su no-vela? [ . . . ] . En cuanto al nombre, es de presumir que se lo diopor reminiscencia del antiguo refrán Allá va Sancho con su rocín[ . . . ] ; y como Cervantes pensó unir con cariño entrañable al labra-dor con el asno en que había de hacer sus escuderías, quizá de aquívino el llamarle Sancho, como el de la haca de marras. Por lo que

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toca al sobrenombre de Panza, en el cap. ix nos darán pintado albuen escudero, con ¡a barriga grande [...]. Amén de esto, Sanchoera nombre muy común entre los villanos, y bien lo demuestra elestar contrapuesto al título de conde en este refrán, con que se notaque todos los hombres son iguales: De Sancho a conde, la olla yel mote". En otro pasaje aparecen muy bien contrapuestos los dosconceptos de caballería y villanía: "Esta imaginación me traía con-fuso y deseoso de saber real y verdaderamente toda la vida y mila-gros de nuestro famoso español don Quijote de la Mancha, luz yespejo de la caballería manchega, y el primero que en nuestra edady en estos tan calamitosos tiempos se puso al trabajo y ejerciciode las andantes armas, y al de desfazer agravios, socorrer viudas,amparar doncellas, de aquellas que andaban con sus azotes y pala-frenes, y con toda su virginidad a cuestas, de monte en monte yde valle en valle; que si no era que algún follón, o algún villanode hacha y capellina, o algún descomunal gigante las forzaba, don-cella hubo en los pasados tiempos que, al cabo de ochenta años,que en todos ellos no durmió un día debajo de tejado, se fue tanentera a la sepultura como la madre que la había parido" (DonQuijote de la Mancha, parte I, cap. 9). Llevando el tema al casode Dulcinea, es muy divertida la caracterización que de ella haceSancho, caracterización en que, por cierto, no deja de percibirse uncierto matiz despectivo: "Eso digo yo; que si mi señora Dulcineadel Toboso está encantada, su daño; que yo no me tengo de tomarcon los enemigos de mi amo, que deben de ser muchos y malos.Verdad sea que la que yo vi fue una labradora, y por labradorala tuve, y por tal labradora la juzgué; y si aquella era Dulcinea,no ha de estar a mi cuenta, ni ha de correr por mí, o sobre ello,morena" (ibid., parte II, cap. 33). Por último, la paladina confe-sión hecha por Sancho de su condición rústica: "Y sucedió que íba-mos por parte donde están las siete cabrillas, y en Dios y en miánima que como yo en mi niñez fui en mi tierra cabrerizo, que asícomo las vi, ¡me dio una gana de entretenerme con ellas un rato!..."(ibid., parte II, cap. 41). Y más adelante: "Así es la verdad, perofue cuando muchacho [la consideración de haber guardado puercosen tu tierra]; pero después, algo hombrecillo, gansos fueron los queguardé, que no puercos" (ibid., parte II, cap. 42). Templin invoca,al principio de su estudio, un pasaje de Diego de Hermosilla, quenos lleva a reparar en el famoso Diálogo de los pajes en que setrata de la vida que a mediados del siglo XVI llevaban en los pala-cios de los Señores, del galardón de sus servicios, y del modo comolos Grandes se gobernaban y debieran gobernarse (Madrid, Imp. dela Revista Española, 1901). En Hermosilla es evidente el apreciopor la condición de los labradores. Del coloquio segundo voy a tomaralgunos textos ilustrativos. "Los moriscos acá en España, que vienen

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de los Abencerrajes y de los Marnés, linaje señalado entre ellos,se estiman en mucho en un lugar todo de labradores aunque noquieren ser todos iguales, sino que unos se tienen por más honra-dos que otros por cazón de Jos linajes...". Y este pasaje que esmuy elocuente: "Por mejor hidalgo se tiene, en opinión de todos elde la propiedad que el de la sola posesión, y el del solar conocido,que el que no lo tiene y que cuando viene a sacar su executoriaha menester inventar armas que poner en ella, y el que no es detodos cuatro costados, el cual propiamente se llama noble, que elque cojea del uno, aunque sea labrador, que más vale pieza todade fino oro y plata mezclado; y mejor el que la tiene de labrador,que el que la tiene de confeso o morisco". Y éste, que es el quellama la atención de Templin: "LORZA. . . ¿Quál tenéis por mejorsuerte, la del hidalgo con raza que no sea de labrador o de labra-dor limpio? GODOY—Perdonaréisme, que no alcanza mi ciencia aesa determinación, y sé que a cualquier parte que me acostase,me podrían decir hartas réplicas. Lo que me atreveré a deciros es loprovechoso y dañoso de lo uno y de lo otro. Conforme a ello juz-gadlo vos. LORZA—Yo me contento con eso. GODOY—El hidalgocon cualquiera raza no deja de tener un color aunque turbio denobleza, y por ella no paga pecho ni tributo alguno, ni puede seipreso por deuda si no fuere del Rey, o procediese de delito o darletormento, si el juez del reino no quiere, puede fiar y desafiar sinosar y otros privilegios que se les guardan, que refiere Otálora enel último capítulo de su tratado de nobleza, alegando de los cualescarece el labrador por limpio que sea, pero siéndolo pueden sus hijostener cargos y oficios en el Santo Oficio de la Inquisición, ser co-mendadores de cualquier encomienda, canónigos en Toledo, en Sevi-lla y en las otras iglesias, colegiales en todos los colegios de España,frailes de cualquiera orden, todo lo cual estorban e impiden todaslas otras razas por muy hidalgo que sea el que lo tuviese, salvo laraza del labrador; y para poderse confiar fuerza o fortaleza ha deser hidalgo de padre y de madre, según la ley de Partida, y en nola guardar no se gana mucho. LORZA—Razón tuvisteis de dudar,según hay el pro y contra, pero ¿de cuál confiades vos más, de con-feso entero o del que tiene raza dello, sea hidalgo o labrador?GODOY—Decidme vos a mí ¿cuál es malo comúnmente? ¿el hijodel caballo y yegua, o del asno y borrica, o de la yegua y el asno,o el de la borrica y caballo? LORZA—A eso respondido se estáque más traiciones tiene y menos se puede confiar de un mulo ode una muía que de esotros. GODOY—Si eso es ansí, como lo es,ya queda satisfecha vuestra pregunta: por que la confusión y mezclade especies diferentes hacen casi otra naturaleza, que trae consigo

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la mudanza de la complexión y costumbres, si por otra causa y razónsecreta no faltase esta regla en algunos hombres".

Revicws, págs. 52-79.— Books Received, 1961, págs. 80-86.

Number 2, April.EDWIN J. WEBBER, Further observations on Santillana's Dezir

cantares, págs. 87-93.— Vuelve el autor sobre un tema ya tratadopor él anteriormente: Plautine and Terentian Cantares in Four-teenth-century Spain (Hispanic Review, vol. XVIII, april, 1950,number 2, págs. 93-107). Se trata de una referencia al Prohemio ecarta, donde Santillana habla de su abuelo Pero González de Men-doza, quien "vso vna manera de dezir cantares, asi commo cenicosplautinos e terencianos, tanbien en estrinbotes commo en serranas".Terencio tuvo que ser una preocupación literaria del Marqués, ajuzgar por ciertos pasajes. En el prohemio a La comedieta de Poncaleemos: "Comedia es dicha aquella, cuyos comienzos son trabajosos,e después el medio e fin de sus dias alegre, goloso, e bien aven-turado; e de esta uso Terencio peno..." (Cancionero castellano delsiglo XV, ordenado por R. Fouché-Delbosc, tomo I, (Nueva Bi-blioteca de Autores Españoles, 19), pág. 461). También es signifi-cativa esta estrofa de la Defunsión de don Enrique de Villena, señordoto e de excelente ingenio: "Perdimos a Livio e al Mantuano, /Macrobio, Valerio, Salustio, Magneo, / pues non olvidemos al moralEnneo, / de quien se laudava el pueblo romano: / perdimos a Tulioe a Cassaliano, / Alano, Boecio, Petrarcha, Fulgencio; / perdimos aDante, Gaufredo, Terenqio, / Juvenal, Estadio e Quintiliano" (ibid.,pág. 510).

HERMÁN IVENTOSCH, Quevedo and the déjense of the slandered:the meaning of the Sueño de la muerte, the Entremés de losrefranes del viejo celoso, the Defensa de Epicuro, etc., págs. 94-115.— Es la primera entrega de un trabajo, cuyo sumario no dejade ser interesante: el Quevedo 'polémico', ataque y defensa, y éstade la opinión vulgar como de sí mismo; expresiones literarias deltema (el Sueño de la muerte, con referencias a Encina y Villena,'eruditos' difamados; los Refranes, como aquellos en que se perso-nalizan Mateo Pico y Diego Moreno; la 'sabiduría popular' en Que-vedo; Quevedo y la muerte; el Entremés de los refranes; el huma-nismo de Quevedo (Defensa de Epicuro); y, por último, el 'prover-bial' Quevedo. Como se ve, es un trabajo muy completo el que seha propuesto Iventosch. Y en él destaca sobre todo los valores polé-micos de la obra quevediana. La polémica toca el cultismo, lasdebilidades de sus enemigos políticos y literarios, la depravación socialpuesta en evidencia con cruel humor en los Sueños. Reparemos tansólo en el Sueño de la muerte, conocido también como Visita delos chistes. Aquí va interesada toda una filosofía: "—Yo no veo

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señas de la muerte, porque allá nos la pintan unos huesos descar-nados con su guadaña. Paróse y respondió: —Eso no es la muerte,sino los muertos, o lo que queda de los vivos. Estos huesos son eldibujo sobre que se labra el cuerpo del hombre. La muerte no laconocéis, y sois vosotros mismos vuestra muerte. Tiene la cara decada uno de vosotros, y todos sois muertes de vosotros mismos.La calavera es el muerto, y la cara es la muerte. Y lo que llamáismorir es acabar de morir, y lo que llamáis nacer es empezar amorir, y lo que llamáis vivir es morir viviendo. Y los huesos es loque de vosotros deja la muerte y lo que le sobra a la sepultura"(Clásicos Castellanos, tomo XXXI, pág. 213). Hay en Quevedo unaagresividad muy especial, que hace de él un 'valentón', en el sentidotal vez que él da a la interpretación de San Pablo como "valentónde Cristo" (Política de Dios). Cervantes, en su Viaje del Parnaso(cap. n ) , iba a ser justiciero con esta peculiaridad de Quevedo:"Es el flagelo de Poetas memos, / y echara a puntillazos del Parnaso/ los malos que esperamos y tenemos" (Obras completas de Miguelde Cervantes Saavedra, ed. de la Real Academia Española, facsímilede las primitivas impresiones, tomo VI, Madrid, Tip. de la Revistade Archivos, Bibliotecas y Museos). Lope de Vega, refiriéndose alChitan de las Tarabillas, da un juicio no menos acertado de la obraquevedina: "El Chitan es verdaderísimo [ . . . ] . Es lo más satíricoy venenoso que se ha visto desde el principio del mundo, y bastantepara matar a la persona culpada, que lo deuio de ser mucho, puesdio tal ocasión" (Carta al duque de Sessa, enero-febrero de 1630, enEpistolario de Lope de Vega Carpió, que por acuerdo de la RealAcademia Española publica Agustín G. de Amezúa, tomo IV, Ma-drid, Artes Gráficas "Aldus", S. A., 1943, pág. 142).

EDWIN S. MORBY, The Hércules of Francisco López de Za-rate, págs. 116-132.— Se refiere a una obra del poeta López de7.&V2XZ (1580-1658), Tragedia de Hércules furente y Oeta, cuya ac-tividad literaria se condensa en estos datos: Varias poesías (Madrid,1619), Poema heroico de la Invención de la Cruz (Madrid, 1648)y Obras varias (Alcalá, 1651). Últimamente José Simón Díaz (Ma-drid, 1947, 2 volúmenes) hizo una edición de las Obras varias, yJosé María Lope Toledo escribió una biografía, El poeta FranciscoLópez de Zarate (Logroño, 1954), e hizo una edición de la come-dia La galeota reforzada (Logroño, 1951), hasta ahora inédita.

GERARD COX FLYNN, Casanova and Bradomín, págs. 133-141.—En la Sonata de primavera hace Bradomín dos explícitas mencionesde Casanova, marqués de Seingalt, refiriéndose incluso a él como asu maestro espiritual. Especialmente parece que el episodio del ca-puchino vagamundo (capítulo xvm de Memoirs de Casanova) ejer-ció un particular hechizo sobre Valle Inclán. El erotismo del perso-

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naje de la Sonata es lo suficientemente explícito como para permitirestablecer una relación de él con el famosísimo Casanova, pero de-jando siempre en claro que algo separa radicalmente estos personajes:Casanova es la superficialidad, mientras que Bradomín encarna laprofundidad.

FRANK DAUSTER, Notes on Borges' Labyrinths, págs. 142-148. —Se refiere el autor a un artículo de L. A. Murillo, The Labyrinths ofJorge Luis Borges: An introductor? to the stories of The Aleph(Modern Language Quarterly, vol. XX, number 3 (september 1959),págs. 259-266). Dauster adhiere en términos generales a la tesis deMurillo: "In the stories of Borges the labyrinth, with all its múl-tiple associations, symbolizes the consciousness of man in our time:his fears, which for all their dreadfulness do not seem to differ muchfrom the ancient fears of primordial man; his frustrated will topower, that more than ever resembles the frustrated conjurations ofmagical formulas; his helplessness, his anxiety, his dread of death,and, above al], his despair".

Varia: KEITH WHINNOM, The jirst printing of San Pedro's Pas-sión trobada, págs. 149-151. — Reviews, págs. 152-171.

Number 3, July.

HERMÁN IVENTOSCH, Quevedo and the déjense of the slandered:the meaning of the Sueño de la muerte, the Entremés de losrefranes del viejo celoso, the Defensa de Epícuro, etc. (Conclu-sión), págs. 173-193. — En la conclusión de este trabajo Iventoschse propone el tema del Entremés de los refranes del viejo celoso,escrito en 1624, en relación con el Sueño de la muerte de Quevedoy destacando desde luego el papel de los refranes tanto en Cervantescomo en Quevedo. También, a propósito del dicho Entremés, se hacealusión a una de las novelas ejemplares de Cervantes, que supongoserá la estupenda Novela del celoso extremeño. Porque en esta no-vela son muchos los refranes que van sabiamente entreverados (merefiero a la edición de Obras completas de Miguel de CervantesSaavedra, hecha por la Real Academia Española, tomo IV, año 1917,Madrid, Tipografía de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos):"la seca garganta, ni gruñe, ni canta", "para todo ay remedio, sinoes para escvsar h muerte", "somos donzeUas como las madres quenos parieron", "al buen pagador no le duelen prendas", "debaxodel sayal ay al, y . . . debaxo de mala capa suele estar vn buenbeuedor". En el Entremés del viejo celoso (ibid., tomo V) el usode refranes es más que sistemático, lo que debió influir en la piezaquevediana: "con vna caldera vieja se compra otra nueua", "antesme tarazara la lengua con los dientes, que pronunciar aquel sí,que se pronuncia con dos letras, y da que llorar dos mil años","siempre los viejos son amigos de niñas", "el setentón que se casa

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con quinze, o carece de entendimiento, o tiene gana de visitar elotro mundo lo más presto que le sea posible", "mejor es casarseque abrasarse", "compañía quise, compañía busqué, compañía hallé","el amigo hasta el Altar", "El agua de por san luán quita vino,y no da pan".

Pasa luego Iventosch a tratar de la Defensa de Epicuro (1635),donde quedó encerrada una de las preocupaciones humanísticas deQuevedo: "¡Oh postrera impiedad! ¡Hacer en Epicuro proverbio delos vicios, las virtudes; de la deshonestidad, al continente; de lagula, al abstinente; de la embriaguez, al sobrio; de los placeres re-prehensibles, al tristemente retirado en estudio, ocupado en honestaenseñanza!". Iventosch relaciona esta actitud de Quevedo con la deErasmo en sus Colloquia familiaria (1519). Sobre este tema no sepuede olvidar, e Iventosch hace referencia en nota, que fue Menén-dez Pelayo quien reparó en las apologías que en España se hicierondel mal comprendido Epicuro, como puede deducirse de una notade ha ciencia española (ed. ordenada y dirigida por Miguel Artigas,tomo I, Madrid, Librería General de Victoriano Suárez, 1933, pág.36): "Por ejemplo, el Brócense, traductor del Manual de Epicteto(verdadero código del Estoicismo), no duda en declarar que 'laprimera y la mejor de todas las opiniones sobre l a v i d ad i c h o s a f u e la d e E p i c u r o , s i b i e n se e n t i e n -d e ' . El Pinciano decía de Epicuro que 'supo este varón más altode lo que el vulgo piensa, ni sus secuaces'. Y en cuanto a Quevedo,sabido es que reunió en un mismo libro e l o r i g e n y d o c t r i -n a d e l o s E s t o i c o s y l a d e f e n s a d e E p i c u -r o " . Con relación a la Doctrina del Estoico Filosopho Epicteto,que se llama comúnmente Enchiridion (Salamanca, por Pedro Lasso,1600), traducida del griego por el Maestro Francisco Sánchez de lasBrozas, es oportuno recordar las palabras que del prólogo extractóMenéndez Pelayo (Biblioteca de traductores españoles, ed. nacionalde las Obras completas de Menéndez Pelayo, tomo IV, págs. 226-227): "Tres opiniones, que más tocaron esta verdad (el fin de lavida humana) quiero examinar. La primera y la mejor de todas fuela del filósofo Epicuro si bien se estudiara. Y fue que puso lafelicidad in voluptate, en el deleite y contento. Aristóteles, en ellibro 10' de sus Morales declara esta opinión y la aprueba muchodiciendo que este deleite se entiende del ánimo [... ] ansí que eldeleyte del ánimo es el que da la bienaventuranza. Esta opinión deEpicuro vino a ser abominable por ser mal entendida de sus secua-ces y tomada corporalmente y en afrenta de su inventor, porque élfue muy abstinente y muy buen hombre. (La misma opinión lle-vaba Quevedo en su Defensa de Epicuro, véase cómo nunca se inte-rrumpe el hilo de nuestra tradición filosófica)". En este orden deideas también se refiere Iventosch al Tratado de ayuno de Luis de

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Granada, pero es lo cierto que el dominico no veía con buenos ojosa Epicuro, si hemos de atenernos a ciertos textos de la Introducciónal símbolo de la je: "De lo cual se ve cuan bestial fue aquel Epicu-ro, que dijo haberse fabricado acaso nuestros cuerpos" (Obra selecta,Biblioteca de Autores Cristianos, vol. 20, pág. 154); "Por lo cualdisputando Galeno con aquel bestial filósofo Epicuro..." (pág. 156);y "De esta manera abrazaremos muchos hombres la doctrina delEpicuro, que estas dos cosas negaba [la inmortalidad del alma y laProvidencia divina], siendo un hombre bruto que nunca aprendiófilosofía" (pág. 325). Otro ilustre español que se inclinó ante ladoctrina de Epicuro fue Pedro de Valencia, como lo ha demostradoampliamente Marcial Solana en su Historia de la filosofía española:Época del Renacimiento (siglo XVI) (tomo I, Madrid, AsociaciónEspañola para el Progreso de las Ciencias, 1941, pág. 373). He aquí,en síntesis, la doctrina de Epicuro según Valencia y Solana: "ParaEpicuro el criterio de verdad está en los sentidos y en las noticiasque éstos nos proporcionan de las cosas. Todo lo conocido por lossentidos es verdadero; mas no todas las opiniones son, sin embargo,verdaderas. Lo interesante para el sabio es distinguir las opinionesunas de otras; y la opinión de la ciencia". A Pedro de Valencia de-dicó Menéndez Pelayo algunos párrafos de su famoso discurso Delos orígenes del criticismo y del escepticismo y especialmente de ¡osprecursores españoles de Kant (Ensayos de crítica filosófica, ed.nacional de las Obras completas de Menéndez Pelayo, 1948), y pon-derando las excelencias del tratado De iudicio erga verum (Amberes,1596) del de Valencia dice: "Hoy mismo no es posible exponer me-jor la disputa entre Zenón y Arcesilao, la sutil dialéctica del Pórtico,los argumentos escépticos o probabilistas de Antíoco, de Carneades,de Philón, o la verdadera doctrina de Epicuro sobre el testimoniode los sentidos, vindicada con tanta habilidad de los reparos deMarco Tu lio".

Termina Iventosch su enjundioso estudio con una razonada re-ferencia al 'proverbial' Quevedo, que pone en la línea de las con-sideraciones hechas por Edward M. Wilson en su trabajo Quevedofor the masses (Atlante, vol. 3, núm. 4, págs. 151-166). Allí escribíaWilson: "Any experienced male traveller in Spain will have heardSpaniards tell cuentos de Quevedo. They are usually coarse andunedifying, but sometimes they have their point. Probably none ofthem is authentic. But the ñame of Quevedo has survived as a tra-ditional jester in much the same way that George Buchanan's didin Scotland".

GEOFFREY RIBBANS, Antonio Machado's Soledades (1903): acritica! study, págs. 194-215.— Se refiere el autor a la edición deMachado hecha por Oreste Macrí (Poesie, di Antonio Machado.Studi introduttivi, testo criticamente riveduto, traduzione, note al

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testo, commento, bibliografía. A cura di Oreste Macrí, Milano, 1959)y a las variantes recogidas por el hispanista italiano. Con referenciaa las Soledades (1899-1907), por ejemplo, se recuerdan aquellosversos de En el entierro de un amigo: "Un golpe de ataúd en tierraes algo / perfectamente serio", que se relaciona con estos Del cami-no: "Daba el reloj las doce. . . y eran doce / golpes de azada ent ierra . . ." (Me refiero a la ed. de Poesías completas prologada porDionisio Ridruejo, Madrid, Espasa-Calpe, 1941). Recuerda Ribbansotros bellos versos de las Soledades: "En los labios niños, / las can-ciones llevan / confusa la historia / y clara la pena; / como clarael agua / lleva su conseja / de viejos amores, / que nunca secuentan.. . / Seguía su cuento / la fuente serena; / borrada la his-toria, / contaba la pena". Variante de Macrí: "Vertía la fuente /su eterna conseja".

GEORGE E. MCSPADDEN, New light on speech rhythms fromjorge Guillén's reading o] his poem "Gran silencio" (Based on measu-rements oj sound spectrograms), págs. 216-230.

Varia: B. B. ASHCOM, Notes on the Comedia: a new editionof a Vélez de Guevara play, págs. 231-239.— Revicws, págs. 240-260.Briefer Mention, págs. 261-266.

Number 4, October.

W. L. FICHTER, The probable sources of certain character ñamesused by Lope de Vega, págs. 267-274.

MARÍA ROSA LIDA DE MALKIEL, Sobre la prioridad de "¿Tanlargo me lo fiáis?": Notas al Isidro y a El burlador de Sevilla,págs. 275-295.— Se refiere la malograda hispanista al canto VI delIsidro de Lope de Vega, impreso en 1599, donde un pobre se la-menta "del mar fiero y riguroso" en que perdió su hacienda. Con lapaciencia benedictina y erudición asombrosa que acompañaba a laseñora Malkiel, se establecen relaciones con textos clásicos conocidose indicados por el mismo Lope. Horacio (Carminum I, ni, 9-16):"lili robur et aes triplex / circa pectus crat, qui fragilem truci /commisit pelago ratem / primus, nec timuit praecipitem Africum /decertantcm Aquilonibus / nec tristis Hyadas nec rabicm Noti, / quonon arbiter Hadriae / maior, tollere seu poneré vult freta". Proper-cio (Elegiarum III, VII, 31-32): "Terra parum fuerat, fatis adiecimusundas: / Fortunac miseras auximus arte vias". Los versos de Lope:"Pocos saben de qué suerte / en su tierra, cama y mesa, / cuandohay viento y cuando cesa, / se va un dedo de la muerte, / o seissi la tabla es gruesa", quedan relacionados con este pasaje de Dió-genes Laercio (Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos másilustres, traducidas directamente del griego por José Ortiz y Sanz,tomo I, Madrid, Sucesores de Hernando, 1904, pág. 79), referentesa un dicho de Anacarsis Scita: "Habiendo sabido que el grueso de

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las naves no es de más de cuatro dedos, dijo: Tanto distan de lamuerte los que navegan". La quintilla lopiana: "¡Mal haya aquelque cortó / el primero abeto y pino / y por donde no hay camino,/ incierto camino halló, / que a tantas desdichas vino!", aparecerelacionada con versos de Propercio (Elegiarum I, xvn, 13-14): "Apereat, quicumque ratis ct vela paravit / primus et invito gurgitefecit iter!", y Ovidio (Amores II, xi, 1-4): "Prima malas docuitmirantibus aequoris undis / Peliaco pinus vértice caesa vias, / quaeconcurrentis Ínter temeraria cautes / conspicuam fulvo vellere vexitovem". En El burlador de Sevilla (jornada I, versos 541-550) poneTirso de Molina estos versos en boca de Catalinón: "¡Mal hayaaquel que primero / pinos en la mar sembró, / y que sus rumbosmidió / con quebradizo madero! / ¡Maldito sea el vil sastre / quecosió el mar que dibuja / con astronómica aguja / causa de tantodesastre! / ¡Maldito sea Jasón, / y Tifis maldito sea!", que AméricoCastro relacionó ya (Clásicos Castellanos, 2, eds. de La Lectura)con el Isidro de Lope. Y aquí surge el problema de la comedia Tanlargo me lo fiáis (jornada I, escena XII), donde encontramos estosversos: "¡Mal haya aquel que primero / pinos en el mar sembró /y el que sus rumbos midió / con quebradizo madero! / ¡Ma'ditosea Iasón, / y Titis maldito sea!". Emilio Cotarelo y Mori, ensu Catálogo razonado del teatro de Tirso de Molina (Comedias deTirso de Molina, tomo II, Nueva Biblioteca de Autores Españoles,9), dice a propósito de esta pieza: "No puede considerarse comoimitación ni refundición, sino como El burlador mismo, con algunosversos cambiados, la comedia titu'.ada Tan largo me lo fiays [ . . - I .Halló D. José Sancho Rayón esta comedia en una edición suelta porlos años de 1878 y se apresuró a darla a conocer al público | . . . ].Pero equivocándose en la época de su impresión (pues la comediano lleva señal alguna) juzgóla de la primera mitad del siglo xvn[ . . . ] la circunstancia de ser impresión s u e l t a , cosa rarísimaen nuestra tipografía dramática antes de 1650, el ser atribuida estaobra a Calderón, todo está acusando lo tardío de esta edición, queseguramente no bajará del referido año de 1660. La refundiciónpuede ser, con todo, algo anterior, pues en dicho año sólo corríanlos textos de 1630 y 1653 o 1654, y el que la hizo tuvo a la vistaun texto mejor en algunos lugares.. .". La señora Malkiel cree,siguiendo a Blanca de los Ríos de Lampérez y a Manuel de laRevilla, que el ¿Tan largo me lo fiáis? es anterior a El burladorde Sevilla.

EDWARD M. WILSON, Further notes on the Pando editions ofCalderón's "Autos", págs. 296-303.— Este artículo se explica enreferencia a otro del mismo autor: On the Pando editions of Cal-derón's "Autos" (Híspante Review, vol. XXVÍÍ, julio, 1959, núm. 3,págs. 324-344), y se ocupa de la edición de los Autos hecha por

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Pedro de Pando y Mier (seis tomos, Madrid, Imp. de Manuel Ruizde Murga, 1717).

MARY E. GILES, Impressionist techniques in descriptions byEmilia Pardo Bazán, págs. 304-316.— Busca la autora los nexosque se dan, en el caso concreto de dos novelas de la Pardo Bazán(Los Pazos de Ulloa y La Madre Naturaleza), entre la novela na-turalista francesa y el realismo tradicional español. Un valioso ante-cedente de este trabajo se encuentra en el libro de Donald FowlerBrown, intitulado The catholic naturalism o/ Pardo Bazán (Uni-versity of North Carolina, Studics in thc Romance Languages andLiteratures, núm. 28, 1957). Dos ejemplos: "Viéndoles juntos, seobservaba extraordinario parecido entre el señor de la Lage, y susobrino carnal: la misma estatura procer, las mismas proporcionesamplias, la misma abundancia de hueso y fibra, la misma barbafuerte y copiosa; pero lo que en el sobrino era armonía de complexióntitánica, fortalecida por el aire libre y los ejercicios corporales, enel tío era exuberancia y plétora: condenado a una vida sedentaria,se advertía que le sobraba sangre y carne, de la cual no sabía quéhacer; sin ser lo que se llama obeso, su humanidad se desbordabapor todos lados; cada pie suyo parecía una lancha, cada mano unmazo de carpintero" (Los Pazos de Ulloa). "Sentado en el banqui-llo [.. . ] estaba otro hombre más corpulento, más obeso, más entradoen edad o más combatido por ella, con barba aborrascada y ya ca-nosa, y vientre potente, que resaltaba por la posición que le imponíala poca altura del banco. A Gabriel le pasó por los ojos una niebla,creyó ver a su padre, don Manuel Pardo, tal cual era hacía unosquince o veinte años, y con mayor cordialidad de la que traía pre-meditada, se fue derecho a saludar a! marqués de Ulloa" (La MadreNaturaleza).

Varia: CELINA S. DE CORTÁZAR, El Galateo español y su rastroen el Arancel de necedades, págs. 317-321.— Ñecrology: R. B.TATÚ, Ignacio González Llubera (1893-1962), págs. 322-325.— Re-views, págs. 326-355. Briefer Mention, págs. 356-358.

CARLOS VALDERRAMA ANDRADE.

Instituto Caro y Cuervo.