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Cristianos barnizados

Viernes 7 de noviembre de 2014

Hay personas que de cristiano tienen slo el nombre, y su apellido es

mundano. Son paganos con dos pinceladas de barniz, y nos parecencristianos cuando los vemos en la misa del domingo. En realidad han cado poco apoco en la tentacin de la mediocridad. precisamente de esta tentacin el!apa alert en la misa del viernes " de noviembre.

!ara su meditacin el !ont#ice se remiti a un pasa$e de la carta de san !ablo alos %ilipenses &', (")*,(+, donde el apstol se dirige a ellos llamndoleshermanos mos queridos y a-orados, mi alegra y mi corona. los ehorta aimitar a algunos y no a otros, aconse$ando que miren a los que andan seg/n elmodelo que ten0is en nosotros.

1el teto se comprende bien, eplic el !apa, que !ablo ya haba hablado de estacuestin en diversas ocasiones2 !orque 3como os deca muchas veces, y ahoralo repito con lgrimas en los o$os3 hay muchos que andan como enemigos de lacruz de 4risto. Sin embargo, continu el Santo !adre, los dos grupos estabanen la iglesia5 todos iban a misa los domingos, alababan al Se-or, se llamabancristianos y bautizaban a los hi$os. Entonces, 6cul era la di#erencia7. !ablo esclaro al respecto y recomienda a los %ilipenses2 89 estos ni los mir0is: 6!or qu07!orque se comportan como enemigos de la cruz de 4risto.

En esencia, eplic el !apa, son cristianos mundanos, cristianos de nombre.Son cristianos paganos. ;ienen el nombre cristiano, pero la vida pagana o,por decirlo de otra #orma, paganos con dos pinceladas de barniz de cristianismo2as se presentan como cristianos, pero son paganos.

El !ont#ice precis que esta gente, hermanos nuestros, no eistan slo en la0poca de !ablo. ;ambi0n hoy, advirti, hay muchos. !or ello debemos estaratentos para no deslizarnos hacia la senda de los cristianos paganos, cristianos dela apariencia. En realidad la tentacin de acostumbrarse a la mediocridad 3lamediocridad de estos cristianos3 es precisamente su ruina, porque el corazn seentibia.

!ro#undizando luego el concepto, !ablo va eplicando un poco esto y habla de

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Cristianos escandalosos

Lunes 10 de noviembre de 2014

Escndalo, perdn y #e2 son tres palabras, estrechamente relacionadas entre s,

propuestas por el !apa en la misa del lunes ( de noviembre. !alabras que el!ont#ice tom del pasa$e del Evangelio de san Aucas &(", ()B+, donde se hablade tres cosas2 escndalo, perdn y #e.

Aa primera palabra en la que se centr el !apa es el escndalo. 9 m 3con#es3 me impresiona cmo termina ?es/s su discurso, que tras hablar delescndalo dice2 ;ened cuidado. 9s, pues, usa una epresin #uerte parapedir que no se provoque escndalo. @l mismo dice, como escribe Aucas, quees imposible que no haya escndalos5 y a-ade2 8ay de quien los provoca:.

4on esta #orma de hablar tan #uerte ?es/s se dirige tambi0n a nosotros, a loscristianos. En consecuencia debemos preguntarnos2 6yo escandalizo7. antes a/n2 6qu0 es el escndalo7. 9l respecto el !apa eplic que el escndaloes decir y pro#esar un estilo de vida 3

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esto.... 9s se ve que el escndalo destruye, destruye la #e. es por esto que?es/s es tan #irme y repite2 8Estad atentos:. Esta ehortacin de ?es/s noshar bien repetirla hoy2 Estad atentos a vosotros mismos. !orque todos somoscapaces de escandalizar.

Aa segunda palabra sugerida por san Aucas es perdn. ?es/s, en el Evangelio,habla del perdn y 3destac el !apa3 nos aconse$a que no nos cansemos deperdonar. 6!or qu07 !orque yo he sido perdonado. En e#ecto, el primerperdonado en mi vida soy yo. !or esto no tengo derecho a no perdonar2 estoyobligado, por el perdn recibido, a perdonar a los dems. 9s, pues, perdonar2una vez, dos, tres, setenta veces siete, 8siempre: Gncluso en el mismo da. Enesto, aclar el !ont#ice, ?es/s en cierto sentido eagera para hacernoscomprender la importancia del perdn. !orque un cristiano que no es capaz deperdonar escandaliza2 no es cristiano.

Esta verdad est en el !adrenuestro2 ?es/s lo ense- all, record el !ont#ice.4ierto, reconoci, el discurso del perdn no se comprende con la lgicahumana, que te lleva a no perdonar, a la venganza5 te conduce al odio, a ladivisin. 9s, vemos cuntas #amilias divididas por no perdonarse, 8cuntas#amilias: Hi$os distanciados de sus padres5 marido y mu$er distanciados.... !oresta razn es tan importante pensar esto2 si yo no perdono no tengo, parece queno tendra, derecho a ser perdonado o no comprend lo que signi#ica que el Se-orme haya perdonado.

4ierto, a#irm tambi0n el !apa, se comprende que, escuchando estas cosas, losdiscpulos hayan dicho al Se-or2 aumenta nuestra #e. En e#ecto, sin la #e no sepuede vivir sin escandalizar y siempre perdonando. Decesitamos la luz de la #e,esa #e que hemos recibido, la #e de un !adre misericordioso, de un Hi$o que dio lavida por nosotros, de un Espritu que est dentro de nosotros y nos ayuda acrecer, la #e en la Gglesia, la #e en el pueblo de 1ios, bautizado, santo. esto esun don2 la #e es un regalo. Dadie 3di$o el !apa %rancisco3 con los libros oparticipando en con#erencias puede tener la #e. !or lo dems, precisamenteporque la #e es un regalo de 1ios que te es dado, los apstoles pidieron a ?es/s2

9umenta nuestra #e.

El !ont#ice concluy sugiriendo re#leionar bien sobre estas tres palabras. En lo

que respecta al escndalo, resumi, es su#iciente recordar slo las palabras de?es/s2 estad atentos a vosotros mismos. esto es peligroso2 me$or, en e#ecto,ser arro$ado en el mar que escandalizar. En relacin al perdn, el !apa invit arecordar siempre que somos los primeros perdonados. , por /ltimo, el aspecto dela #e, sin la cual, rea#irm, nunca podr0 llevar adelante una vida sin escandalizary una vida de perdn.

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Nada de pereza

Martes 11 de noviembre de 2014

64mo debe ser nuestra #e7 Es la pregunta de los apstoles y es tambi0n lanuestra. Aa respuesta es2 una #e enmarcada en el servicio a 1ios y al pr$imo.n servicio humilde, gratuito, generoso, nunca por la mitad.

9l comentar el Evangelio de san Aucas propuesto por la liturgia &(", ")(+, el !apa3durante la misa del martes (( de noviembre3 hizo re#erencia al pasa$e en elque a los discpulos que piden2 Se-or, aumenta nuestra #e, ?es/s responde2 Si

tuvierais #e como un granito de mostaza, dirais a esa morera2 9rrncate de raz yplntate en el mar, y os obedecera. El Se-or, eplic el !ont#ice, habla de una#e poderosa, tan #uerte que es capaz de hacer grandes maravillas, pero conuna condicin2 que se introduzca en el marco del servicio. n servicio total,como el del servidor que traba$ toda la $ornada y al volver a casa debe serviral Se-or, darle de comer y luego descansar.

!arece, coment el !apa, un poco eigente2 alguien podra aconse$ar a esteservidor que vaya al sindicato a buscar conse$o acerca de cmo comportarsecon un patrn as. !ero el servicio que se le pide es total porque es el mismoque vivi ?es/s2 @l vivi con esa actitud de servicio5 @l es el servidor5 @l se

presenta como el servidor, que vino a servir y no a ser servido.

Encaminada por la senda del servicio, la #e har milagros. 9l contrario, uncristiano que recibe el don de la #e en el bautismo, pero luego no lo lleva por elcamino del servicio, se convierte en un cristiano sin #uerza, sin #ecundidad, uncristiano para s mismo, para servirse a s mismo, para procurar venta$as para smismo. Este, coment el !apa, ir al cielo, seguramente, pero qu0 vida triste., as, muchas cosas grandes del Se-or se desperdician porque, como elSe-or claramente di$o2 el servicio es /nico, y no se puede servir a dos se-ores.En este punto el !ont#ice entr ms detalladamente en la vida cotidiana y en las

di#icultades que tiene el cristiano al tratar de vivir la palabra evang0lica. Dosotros3di$o3 podemos ale$arnos de esta actitud del servicio, ante todo por un pocode pereza2 es decir, llegamos a estar cmodos, como hicieron las cinco $venesperezosas que esperaban al esposo pero sin preocuparse por el aceite de laslmparas. la pereza hace tibio el corazn. Entonces, por comodidad estamosinclinados a encontrar $usti#icaciones2 !ero, si viene este o si viene aquella agolpear la puerta, dile que no estoy en casa, porque vendr a pedir un #avor y no,

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yo no quiero.... Es decir, la pereza nos ale$a del servicio y nos conduce a lacomodidad, al egosmo. , coment el !apa, muchos cristianos son as2 sonbuenos, van a misa, pero en lo que se re#iere al servicio se arriesgan hasta uncierto punto. Sin embargo, destac, cuando digo servicio, digo todo2 servicio a1ios en la adoracin, oracin y alabanzas, servicio al pr$imo y servicio hasta

las /ltimas consecuencias. En esto, ?es/s es #uerte y recomienda2 9stambi0n vosotros, cuando habr0is hecho todo lo que se os haya ordenado, dir0is2somos siervos in/tiles. Hay que prestar un servicio gratuito, sin pedir nada.

Eiste tambi0n, continu el !apa, otra ocasin que ale$a de la actitud deservicio, y es la de adue-arse de las situaciones. Es lo que les sucedi a losapstoles, que ale$aban a las personas para que no molestasen a ?es/s, peroen realidad tambi0n por ser cmodo para ellos2 es decir, se adue-aban deltiempo del Se-or, se adue-aban del poder del Se-or2 lo queran para su grupito.En realidad, se adue-aban de esa actitud de servicio, trans#ormndolo en una

estructura de poder. 9s, coment el !ont#ice, se eplica cuando entre ellosdiscutan acerca de qui0n era el ms grande5 y se comprende cuando la madrede Santiago y ?uan va a pedir al Se-or que uno de sus hi$os sea el primer ministroy el otro el ministro de economa. Ao mismo sucede a los cristianos que, enlugar de servidores, se convierten en due-os2 due-os de la #e, due-os del reino,due-os de la salvacin. Esto sucede, es una tentacin para todos los cristianos.

El Se-or, en cambio, nos habla de servicio en humildad. 4omo lo hizo @l, quesiendo 1ios se humill a s mismo, se aba$, se anonad2 para servir. Es servicioen la esperanza, y esta es la alegra del servicio cristiano, que vive, como escribe

san !ablo a ;ito, aguardando la dicha que esperamos y la mani#estacin de lagloria del gran 1ios y Salvador nuestro, ?esucristo. El Se-or llamar a lapuerta y vendr a nuestro encuentro en ese momento, di$o el !apa5 y epresun deseo2 !or #avor, que nos encuentre con esta actitud de servicio.

4ierto, en la vida debemos luchar mucho contra las tentaciones que tratan deale$arnos de esta disposicin2 la pereza que lleva a la comodidad y haceprestar un servicio por la mitad5 y la tentacin de adue-arnos de la situacin,que lleva a la soberbia, al orgullo, a tratar mal a la gente, a sentirse importantes

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a est aqu el reino de 1ios en la santidad escondida de todos los das que vivenesas #amilias que llegan a #inales de mes con menos de un euro solamente. !eroque no ceden a la tentacin de pensar que el reino de 1ios sea slo unespectculo. Iuizs como esos que hacen del sacramento una caricatura,trans#ormndolo en una #eria de vanidad y de hacerse ver. 9s el !apa %rancisco,

en la misa del $ueves (' de noviembre, volvi a relanzar el compromiso de vivir la#e con perseverancia, di tras da, de$ando campo libre al Espritu Santo en elsilencio, en la humildad y en la adoracin5 y proponiendo las verdaderascaractersticas del reino de 1ios.

!recisamente el hecho de que ?es/s hablase mucho del reino de 1ios habaconvertido en curiosos tambi0n a los #ariseos. ;anto que 3se lee en elEvangelio de san Aucas &(", J)JK+3 llegan a preguntarle2 64undo va a llegarel reino de 1ios7. ?es/s responde claro2 el reino de 1ios no vieneaparatosamente5 ni dirn2

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reino de 1ios es un espectculo. 4ierto, eplic, es una #iesta, pero es distinto.Es una #iesta bellsima, una gran #iesta. el cielo ser una #iesta, pero no unespectculo.

es lo que sucede, a veces, en las celebraciones de algunos sacramentos, di$o

invitando a pensar especialmente en las bodas. ;anto que tenemos quepreguntarnos2 6Esta gente vino a recibir un Sacramento, a hacer #iesta como en4an de Malilea, o vino hacer el espectculo de la moda, de hacerse ver, de lavanidad7. !ero, se lee en san Aucas, el da que haya ruido, ser como el #ulgorque brilla de un etremo al otro del cielo, as ser el Hi$o del hombre en su da, elda que en que habr ruido.

9l contrario del espectculo, est la perseverancia de muchos cristianos quellevan adelante la #amilia2 hombres, mu$eres que se preocupan por sus hi$os, quellegan a #inales de mes con menos de un euro solamente, pero oran. el reino

de 1ios est all, escondido en esa santidad de la vida cotidiana, esa santidad detodos los das. !orque el reino de 1ios no est le$os de nosotros, est cerca.

!recisamente la cercana es una de las caractersticas del reino. 4ercana quequiere decir todos los das. !or eso ?es/s aparta de la mente de los discpulosuna imagen espectacular del reino de 1ios. cuando quiere hablar de los/ltimos tiempos, cuando vendr en su gloria, el /ltimo da, dice2 as ser el Hi$o delhombre en su da, como el #ulgor del relmpago, pero primero es necesario quepadezca mucho y sea reprobado por esta generacin.

1el reino de 1ios, por lo tanto, #orma parte tambi0n el su#rimiento, la cruz5 la cruzcotidiana de la vida, la cruz del traba$o, de la #amilia. 9s el reino de 1ios eshumilde, como la semilla2 humilde5 pero se hace grande por el poder del EsprituSanto. a nosotros nos toca de$arlo crecer en nosotros, sin gloriarnos. 1e$arque el Espritu venga, nos cambie el alma y nos lleve adelante en el silencio, lapaz, la quietud, la cercana a 1ios, a los dems, sin espectculos. El !apaconcluy invitando a pedir al Se-or esta gracia de cuidar el reino de 1ios queest dentro de nosotros y en medio de nosotros y de nuestras comunidades2cuidarlo con la oracin, la adoracin, el servicio de la caridad, silenciosamente.

No estoy vivo por dentro?

Martes 18 de noviembre de 2014

Aa !alabra de 1ios es capaz de cambiar todo pero nosotros no siempretenemos la valenta de creer en ella. En la homila del martes (C de noviembre, el!apa %rancisco habl de la conversin y, al comentar la liturgia del da, abord eltema en tres categoras2 tres llamadas a la conversin. !orque, eplic,

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convertirse no es un acto de voluntad5 no se piensa2 ahora me convierto, meconviene..., o bien2 debo hacerlo.... Do, la conversin es una gracia, es unavisita de 1ios, es ?es/s que llama a nuestra puerta, al corazn, y dice2

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etran$eros, para los romanos, traicionaba a su patria. Puscaba el dinero en laaduana y de ello daba una parte al enemigo de la patria. Es decir, era unocomo tantos dirigentes que nosotros conocemos2 corruptos5 personas que, enlugar de servir al pueblo, lo eplotan para servirse a s mismos. Oaqueo,coment el !apa, no era tibio5 no estaba muerto. Estaba en estado de

putre#accin. !recisamente corrupto. Sin embargo, ante 4risto sinti algodentro2 a este hombre capaz de curar, a este pro#eta que dicen que habla tan bien,yo quisiera verlo, por curiosidad. 9qu se ve la accin del Espritu2 el EsprituSanto es astuto y sembr la semilla de la curiosidad5 y ese hombre para ver a?es/s hizo un poco el ridculo2 un dirigente, un $e#e de los dirigentes subi aun rbol para ver una procesin. Es un poco ridculo comportarse as. Sinembargo, 0l hizo precisamente eso, no tuvo vergQenza. ateo &tenan la misma pro#esin+2 elcorazn cambi, se convirti, y pronunci su palabra aut0ntica2

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Esta, concluy el !apa, es la conversin. 4onversin en la cual la Gglesiaquiere que en estas /ltimas semanas del a-o lit/rgico pensemos muy seriamentea #in de que podamos seguir adelante en el camino de nuestra vida cristiana.!or ello debemos recordar la !alabra de 1ios, remitirnos a la memoria,custodiarla, obedecerle y vigilar, para comenzar una vida nueva,

convertida.

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Miedo a las sorpresas

Jueves 20 de noviembre de 2014

;ambi0n hoy ?es/s llora muchas veces por su Gglesia, como lo hizo ante las

puertas cerradas de ?erusal0n. En la celebracin de la misa del $ueves J denoviembre, en Santa >arta, el !apa %rancisco hizo re#erencia al pasa$e evang0licode la liturgia 3tomado del captulo (F de san Aucas &*()**+3 para recordar quelos cristianos siguen cerrando las puertas al Se-or por miedo a sus sorpresasque mueve certezas y seguridades consolidadas. En realidad, eplic, tenemosmiedo a la conversin, porque convertirse signi#ica de$ar que el Se-or nosconduzca.

Aa re#lein del !ont#ice parti precisamente de la imagen de ?es/s que llorabaen las puertas de ?erusal0n. @l llor sobre la ciudad2 lloraba por su cerrazn. El

motivo del llanto de ?es/s era precisamente la cerrazn de la ciudad al recibirlo,as como 3destac el !apa3 estaba cerrado el libro sellado con siete sellosque hizo llorar al apstol ?uan en el relato del 9pocalipsis &K, ()(+ propuesto en laprimera lectura.

Aa cerrazn 3remarc el !apa3 hace llorar a ?es/s5 la cerrazn del corazn desu elegida, de la ciudad elegida, del pueblo elegido, que no tena tiempo paraabrirle la puerta porque estaba demasiado ocupada, demasiado satis#echa de smisma. a/n hoy ?es/s sigue llamando a la puerta, como llam a la puerta delcorazn de ?erusal0n2 a la puerta de sus hermanos, de sus hermanas5 a nuestrapuerta, a la puerta de nuestro corazn, a la puerta de su Gglesia.

En realidad, eplic el !ont#ice, ?erusal0n se senta contenta, tranquila con suvida y no necesitaba al Se-or y su salvacin. !or eso haba cerrado su coraznal Se-or. el Se-or llor sobre ?erusal0n. 4omo llor tambi0n sobre el sepulcrocerrado de su amigo Azaro. ?erusal0n estaba muerta.

El llanto de ?es/s sobre su ciudad elegida es tambi0n el llanto sobre suGglesia y sobre nosotros. !ero 6por qu0 3se pregunt el !apa3 ?erusal0nno haba recibido al Se-or7 !orque estaba tranquila con lo que tena, no queraproblemas. !or eso ?es/s, ante sus puertas, eclam2 Si reconocieras t/

tambi0n en este da lo que conduce a la paz... Do reconociste el tiempo de tuvisita. Aa ciudad, en e#ecto, tena miedo a la visita del Se-or5 tena miedo a lagratuidad de la visita del Se-or. Estaba segura en las cosas que ella podagestionar.

Se trata de una actitud que tambi0n hoy se ve entre los cristianos. Dosotros 3destac el !apa %rancisco3 estamos seguros en las cosas que podemos

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gestionar. !ero la visita del Se-or, sus sorpresas, no podemos gestionarlas. ?erusal0n tena miedo de esto2 ser salvada por el camino de las sorpresas delSe-or. ;ena miedo del Se-or, de su esposo, de su amado. !orque cuando elSe-or visita a su pueblo nos trae la alegra, nos trae la conversin. todosnosotros tenemos miedo2 no de la alegra, destac el !ont#ice, sino ms bien

de la alegra que trae el Se-or, porque no podemos controlarla.

El !apa record al respecto las lamentaciones que el coro canta el Niernessanto en la liturgia de la adoracin de la cruz. E hizo re#erencia al dilogo delSe-or con la ciudad 36Iu0 te he hecho, en qu0 te he o#endido7Respndeme3 para destacar que el precio de ese rechazo es la cruz2 es elprecio para hacernos ver el amor de ?es/s, lo que lo llev a llorar, a llorar tambi0nhoy, muchas veces, por su Gglesia.

En tiempos de ?es/s, en e#ecto, ?erusal0n estaba tranquila, contenta5 el templo

#uncionaba. Aos sacerdotes o#recan los sacri#icios, la gente iba en peregrinacin,los doctores de la ley lo haban acomodado todo2 estaba todo claro, todos losmandamientos claros. !ero a pesar de esto 3indic el !ont#ice3 tena lapuerta cerrada. 1e aqu la invitacin a hacer un eamen de conciencia, partiendode la pregunta2 Hoy, nosotros cristianos, que conocemos la #e, el catecismo, quevamos a misa todos los domingos, nosotros cristianos, nosotros pastores,6estamos contentos de nosotros mismos7.

El riesgo es ya sentirse satis#echos porque tenemos todo acomodado y nonecesitamos nuevas visitas del Se-or. !ero ?es/s, precis el !apa, siguellamando a la puerta de cada uno de nosotros y de su Gglesia, de los pastores de laGglesia. si la puerta de nuestro corazn, de la Gglesia, de los pastores no seabre, el Se-or llora, tambi0n hoy, como lo hizo sobre ?erusal0n. ?es/s contemplala ciudad y llora porque no abre la puerta, porque tiene miedo a sus sorpresas,porque est demasiado satis#echa de s misma. 1e aqu la invitacin conclusivadel !apa2 !ensemos en nosotros2 6cmo estamos en este momento ante1ios7.

De dnde viene la luz?

Lunes 24 de noviembre de 2014

En la viuda que entrega sus dos moneditas al tesoro del templo podemos ver laimagen de la Gglesia que debe ser pobre, humilde y #iel. !arte del Evangelio delda, tomado del captulo J( de san Aucas &()*+, la re#lein del !apa %ranciscodurante la misa del lunes J* de noviembre. En la homila hizo re#erencia al pasa$edonde ?es/s, tras largas discusiones con los saduceos y los discpulos enrelacin a los escribas y a los #ariseos que se complacan en ocupar los primeros

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puestos, los primeros asientos en las sinagogas, en los banquetes, en sersaludados, alzando los o$os vio a una viuda. El contraste es inmediato y#uerte respecto a los ricos que echaban sus donativos en el tesoro del templo.!recisamente la viuda es la persona ms #uerte aqu, en este pasa$e.

1e la viuda, eplic el !ont#ice, se dice dos veces que era pobre2 dos veces. pasaba necesidad. Es como si el Se-or hubiese querido destacar a los doctoresde la ley2 ;en0is muchas riquezas de vanidad, de apariencia o incluso desoberbia. Esta es pobre.... !ero en la Piblia el hu0r#ano y la viuda son las#iguras de los ms marginados as como tambi0n los leprosos, y por ello haymuchos mandamientos para ayudar, para ocuparse de las viudas, de loshu0r#anos. ?es/s mira a esta mu$er sola, vestida con sencillez y que echatodo lo que tena para vivir2 dos moneditas. El pensamiento vuela tambi0n a otraviuda, la de Sarepta, que haba recibido al pro#eta Elas y haba dado todo lo quetena antes de morir2 un poco de harina y aceite....

El !ont#ice volvi a componer la escena narrada por el Evangelio2 na mu$erpobre en medio de los poderosos, en medio de los doctores, de los sacerdotes, delos escribas... tambi0n en medio de los ricos que echaban sus donativos, e inclusoalgunos para hacerse ver. 9 ellos les di$o ?es/s2 Este es el camino, este es ele$emplo. Esta es la senda por la que vosotros ten0is que ir. Surge #uerte elgesto de esta mu$er que le perteneca totalmente a 1ios, como la viuda 9na querecibi a ?es/s en el ;emplo2 toda para 1ios. Su esperanza estaba slo en elSe-or.

El Se-or puso de relieve la persona de la viuda, di$o el !apa %rancisco, ycontinu2 >e gusta ver aqu, en esta mu$er, una imagen de la Gglesia. Sobretodo la Gglesia pobre, porque la Gglesia no debe tener otras riquezas ms que suEsposo5 luego la Gglesia humilde, como lo eran las viudas de ese tiempo, porqueen esa 0poca no eista la pensin, no eistan las ayudas sociales, nada. Encierto sentido la Gglesia es un poco viuda, porque espera a su Esposo quevolver. 4ierto, tiene a su Esposo en la Eucarista, en la !alabra de 1ios, en lospobres2 pero espera que regrese.

6Iu0 es lo que impulsa al !apa a ver en esta mu$er la #igura de la Gglesia7 Elhecho de que no era importante2 el nombre de esta viuda no apareca en los

peridicos, nadie la conoca, no tena ttulos... nada. Dada. Do brillaba con lucespropias. la gran virtud de la Gglesia debe ser precisamente la de no brillarcon luz propia, sino re#le$ar la luz que viene de su Esposo. ;anto ms que a lolargo de los siglos, cuando la Gglesia quiso tener luz propia, se equivoc. Aodecan incluso los primeros !adres, la Gglesia es un misterio como el de laluna. Aa llamaban mysterium lunae2 la luna no tiene luz propia5 la recibe siempredel sol.

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4ierto, especi#ic el !apa, es verdad que algunas veces el Se-or puede pedir asu Gglesia que tenga, que procure un poco de luz propia, como cuando pidi a laviuda ?udit que se quitara las vestiduras de viuda y se pusiera vestidos de #iestapara cumplir una misin. !ero, di$o, permanece siempre la actitud de la Gglesiahacia su Esposo, hacia el Se-or. Aa Gglesia recibe la luz de all, del Se-or y

todos los servicios que realizamos le sirven a ella para recibir esa luz.4uando a un servicio le #alta esta luz no es bien, porque hace que la Gglesiase haga rica, o poderosa, o que busque el poder, o que se equivoque de camino,como sucedi muchas veces en la historia, y como sucede en nuestra vida cuandoqueremos tener otra luz, que no es precisamente la del Se-or2 una luz propia.

El Evangelio, destac el !apa, presenta la imagen de la viuda precisamente en elmomento en el que ?es/s comienza a sentir las resistencias de la clase dirigentede su pueblo2 los saduceos, los #ariseos, los escribas, los doctores de la ley. escomo si @l di$era2 Sucede todo esto, pero mirad all, hacia esa viuda. Aa

con#rontacin es #undamental para reconocer la verdadera realidad de la Gglesiaque cuando es #iel a la esperanza y a su Esposo, se alegra de recibir la luz queviene de @l, de ser 3en este sentido3 viuda2 esperando ese sol que vendr.

!or lo dems, no por casualidad la primera con#rontacin #uerte que ?es/s tuvoen Dazaret, despu0s de la que tuvo con Satans, #ue por nombrar a una viuda ypor nombrar a un leproso2 dos marginados. Haba muchas viudas en Gsrael, enese tiempo, pero slo Elas #ue invitado por la viuda de Sarepta. ellos seen#adaron y queran matarlo.

4uando la Gglesia, concluy el !apa %rancisco, es humilde y pobre, y tambi0ncuando con#iesa sus miserias 3que, adems, todos las tenemos3 la Gglesia es#iel. Es como si ella di$era2 o soy oscura, pero la luz me viene de all. esto,a-adi el !ont#ice, nos hace mucho bien. Entonces recemos a esta viuda queest en el cielo, seguro, a #in de que nos ense-e a ser Gglesia de ese modo,renunciando a todo lo que tenemos y a no tener nada para nosotros sinotodo para el Se-or y para el pr$imo. Siempre humildes y sin gloriarnos detener luz propia, sino buscando siempre la luce que viene del Se-or.

Slo el humilde comprende

Martes 2 de diciembre de 2014

Aa grandeza del misterio de ?es/s slo se puede conocer humillndose yaba$ndose como lo hizo @l, que lleg al punto de ser marginado y ciertamenteno se present como un general o un gobernador. Aos telogos mismos, si nohacen teologa de rodillas, corren el riesgo de decir muchas cosas pero de no

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entender nada. Ser humildes y mansos, por lo tanto, #ue la sugerencia del !apa%rancisco, en la misa del martes J de diciembre.

Aos tetos lit/rgicos que nos o#rece hoy la Gglesia 3destac el !ont#ice3 nosacercan al misterio de ?es/s, al misterio de su persona. , en e#ecto, eplic, el

pasa$e del Evangelio de san Aucas &(, J()J*+ dice que ?es/s se llen de alegraen el Espritu Santo y alab al !adre. !or lo dems, esta es la vida interior de?es/s2 su relacin con el !adre, relacin de alabanza, en el Espritu, precisamenteel Espritu Santo que une esa relacin. Este es el misterio de la interioridad de?es/s, lo que @l senta.

En e#ecto, ?es/s 3continu el !apa %rancisco3 di$o que quien lo vea a @l, veaal !adre. 1ice precisamente2 S, !adre, porque as te ha parecido bien. nadie conoce qui0n es el Hi$o sino el !adre5 ni quien es el !adre sino el Hi$o yaquel a quien el Hi$o se lo quiera revelar.

9l !adre, continu el !apa, slo el Hi$o lo conoce2 ?es/s conoce al !adre. as,cuando %elipe #ue hacia ?es/s y di$o2

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como los peque-os, no comprendern nada. ;al vez nos dirn muchas cosaspero no comprendern nada. !orque slo esta pobreza es capaz de recibir larevelacin que el !adre da a trav0s de ?es/s, por medio de ?es/s. ?es/sviene no como un capitn, un general del e$0rcito, un gobernante poderoso, sinoque viene como un brote, seg/n la imagen de la primera lectura, tomada del

libro del pro#eta Gsaas &((, ()(+2 !ero brotar un renuevo del tronco de ?es0.!or lo tanto, @l es el renuevo, es humilde, es manso, y vino para los humildes,para los mansos, a traer la salvacin a los en#ermos, a los pobres, a los oprimidos,como @l mismo dice en el cuarto captulo de san Aucas al visitar la sinagoga deDazaret. ?es/s vino precisamente para los marginados2 @l se margina, noconsidera un valor innegociable ser igual a 1ios. En e#ecto, record el !ont#ice,se humill a s mismo, se anonad. @l se margin, se humill para darnos elmisterio del !adre y el suyo.

El !apa destac que no se puede recibir esta revelacin #uera, al margen, del

modo como la trae ?es/s2 en humildad, aba$ndose a s mismo. Dunca se puedeolvidar que el Nerbo se hizo carne, se margin para traer la salvacin a losmarginados. cuando el gran ?uan Pautista, en la crcel, no comprendamucho cmo estaban las cosas all, con ?es/s, porque estaba un poco perple$o,envi a sus discpulos a preguntar2

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El !apa %rancisco lanz una invitacin a la esperanza, a no de$arse abatir yasustar por una realidad hecha de guerras y su#rimientos. 9l recordar cmo lasgrandes construcciones que son erigidas prescindiendo de 1ios estn destinadas

a derrumbarse2 as sucedi para la malvada Pabilonia, que cay por lacorrupcin de la mundanidad espiritual. #ue as tambi0n para la distrada?erusal0n, que cay por ser su#iciente a s misma e incapaz de advertir lasvisitas del Se-or. 9s, para el cristiano, la actitud $usta es siempre la esperanzay $ams el abatimiento, di$o en la misa del $ueves J" de noviembre. dedic lacelebracin a la bienaventurada Nirgen de la medalla milagrosa, importante para laespiritualidad de las Hi$as de la caridad de San Nicente de !a/l, las consagradasque prestan servicio en la 4asa Santa >arta.

En estos /ltimos das del a-o lit/rgico 3hizo notar inmediatamente el !ont#ice3

la Gglesia nos propone meditar sobre el #in, sobre los /ltimos das, sobre el #in delmundo. lo hace con diversas imgenes, con diversos argumentos2 ma-anatocar la de los signos de los tiempos. !ero, prosigui, atrae siempre nuestraatencin hacia el #in2 la apariencia de este mundo se disolver y eistir otra tierra,otro cielo5 pero esto terminar, terminar trans#ormado. 9s, eplic, hoy nospresenta, para meditar, la #igura de dos ciudades, la cada de dos ciudades2 dosciudades que no acogieron al Se-or, que se ale$aron del Se-or5 dos ciudades quese sentan satis#echas de s mismas. , as, en la primera lectura, tomada del

9pocalipsis &(C,()J.J() J'5 (F,()'.F+ ?uan habla de la cada de Pabilonia. >ientrasque Aucas, en el Evangelio &J(, J)JC+ re#iere las palabras de ?es/s sobre la cada

de ?erusal0n.Sin embargo, precis el !apa %rancisco, la cada de estas dos ciudades ocurrepor motivos di#erentes. !or una parte est Pabilonia, smbolo del mal, delpecado en el que se haba convertido, se lee precisamente en el 9pocalipsis,morada de demonios, guarida de todo espritu inmundo, guarida de todo p$aroinmundo y abominable. Pabilonia cae por corrupcin. 9l #inal lo diceprecisamente el apstol2 Ella, la gran prostituta que corrompa a la tierra con sus#ornicaciones. Pabilonia, destac el !apa %rancisco, era corrupta, se sentadue-a del mundo y de s, con el poder del pecado. cuando se acumula elpecado, se pierde la capacidad de reaccionar y se comienza a pudrir.

Sin embargo, as sucede tambi0n con las personas, con las personas corruptas,que no tienen #uerza para reaccionar, precis el !apa. !orque la corrupcin teda algo de #elicidad, te da poder y tambi0n te hace sentir satis#echo de ti mismo5pero no de$a espacio para el Se-or, para la conversin. He aqu, entonces, elper#il de la ciudad corrupta. precisamente la palabra corrupcin hoy nos dicemucho2 no slo corrupcin econmica, sino corrupcin con tantos pecados

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diversos5 corrupcin con ese espritu pagano, con ese espritu mundano. !or lodems, destac el !ont#ice, la peor corrupcin es el espritu de mundanidad. ,en e#ecto, ?es/s haba pedido mucho al !adre que guardara a sus discpulos delmundo, del espritu del mundo, que te hace sentir como en el paraso aqu, pleno,abundante. En cambio dentro, esa cultura corrupta es una cultura putre#acta2

muerta y ms... Esto no se ve.

Pabilonia es as el smbolo 3di$o el !ont#ice3 de toda sociedad, de todacultura, de toda persona ale$ada de 1ios5 tambi0n ale$ada del amor al pr$imo, quetermina por pudrirse, por pudrirse en s misma. al #inal esta Pabilonia, que eramorada de demonios, cae por espritu de mundanidad, cae por corrupcin, seale$a del Se-or por corrupcin.

En cambio, eplic el !apa %rancisco, ?erusal0n cae por otro motivo. 9nte todo,?erusal0n es la esposa, es la novia del Se-or2 8la quera mucho:. !ero no se

da cuenta de las visitas del Se-or y hace llorar al Se-or. ;anto que le hacedecir2 4untas veces intent0 reunir a tus hi$os, como la gallina re/ne a lospolluelos2 no te diste cuenta de mis visitas, de las numerosas veces que 1ios tevisit.

9s, pues, precis el !apa, si Pabilonia cae por corrupcin, ?erusal0n cae pordistraccin, por no recibir al Se-or que viene a salvarla. En concreto, no sesenta necesitada de la salvacin2 tena los escritos de los pro#etas, de >ois0s yesto era su#iciente. !ero esos escritos estaban cerrados. !or consiguiente, node$aba lugar para ser salvada, tena la puerta cerrada para el Se-or. , as, elSe-or llamaba a la puerta, pero no haba disponibilidad para recibirle, escucharle,de$arse salvar por @l. al #inal ?erusal0n cae.

Seg/n el !ont#ice, estos dos e$emplos nos pueden hacer pensar en nuestra vida2tambi0n nosotros, un da, sentiremos el sonido de las trompetas. !ero 6en qu0ciudad estaremos ese da7 6En la corrupta y su#iciente Pabilonia7 6En ladistrada, con las puertas cerradas, ?erusal0n7. En todo caso, al #inal ambas sondestruidas.

Sin embargo, el mensa$e de la Gglesia en estos das 3sugiri el !apa %rancisco3 no termina con la destruccin2 en los dos tetos hay una promesa de

esperanza. En e#ecto, en el momento en que Pabilonia cae se siente el grito devictoria2 8aleluya, bienaventurados los invitados al banquete de bodas del 4ordero:

9leluya, ahora comienza el banquete de bodas, ahora que todo est limpio. Esaciudad, a-adi, no era digna de este banquete.

!or otra parte, el teto de la cada de ?erusal0n nos consuela mucho con esapalabra de ?es/s2 8alzad la cabeza:. Aa invitacin del Se-or es mirar y no

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de$arse asustar por los paganos. !uesto que los paganos tienen su tiempo ydebemos soportarlo con paciencia, como soport el Se-or su pasin. !or esoqueda la invitacin de ?es/s2 89lzad la cabeza:.

4on este llamamiento a la esperanza el !apa concluy su meditacin. 4uando

pensemos en el #in, en el #in de nuestra vida, en el #in del mundo 3eplic3 cadauno de nosotros tendr su #in5 cuando pensemos en el #in, con todos nuestrospecados, con toda nuestra historia, pensemos en el banquete que se nos dargratuitamente y alcemos la cabeza. !or ello sin abatimiento sino conesperanza. Es verdad, reconoci el !apa %rancisco, que la realidad es #ea2hay muchos, muchos pueblos, ciudades y gente, mucha gente, que su#re5 muchasguerras, mucho odio, mucha envidia, mucha mundanidad espiritual y muchacorrupcin. !ero todo esto caer. He aqu por qu0, a#irm, debemos pedir alSe-or la gracia de estar preparados para el banquete que nos espera, con lacabeza siempre en alto.

Salir para dar vida

Martes 9 de diciembre de 2014

na Gglesia reducida a museo no #unciona, ni tampoco una estructura con unorganigrama per#ecto, donde est todo en orden, todo limpio pero #altaalegra, #alta #iesta, #alta paz. Ao record el !apa %rancisco durante la misa delmartes F de diciembre en Santa >arta.

El punto de partida para la re#lein del !ont#ice #ue la primera lectura de laliturgia del da, en la que el pro#eta Gsaas &*, ()((+ anuncia el consuelo de 1iospara Gsrael. Esta promesa pro#0tica atraviesa toda la historia y llega hastanosotros. !ero 6cundo se realiza en la Gglesia7

El !apa %rancisco record que, como una persona es consolada cuando sientela misericordia y el perdn del Se-or, as la Gglesia hace #iesta y es #eliz cuandosale de s misma. !or lo tanto la alegra de la Gglesia es dar a luz, es salir des misma para dar vida, es ir a buscar a las ove$as que estn etraviadas,testimoniando precisamente la ternura del pastor, la ternura de la madre.

9l recordar las palabras del Evangelio de san >ateo &(C, (J)(*+, el !apa destacel impulso dinmico del pastor que sale, que va a buscar a la ove$a que #alta,a la que se ha perdido. Sin embargo, subray el !ont#ice, este celoso pastorpoda hacer las cuentas de un buen comerciante2 tena FF, por eso inclusoperdiendo una, el balance entre ganancias y p0rdidas era siempre de abundanteactivo. En cambio, destac el !apa %rancisco, 0l tiene corazn de pastor, sale abuscarla hasta que la encuentra y ah hace #iesta, est alegre.

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1el mismo modo, nace as la alegra de salir para buscar a los hermanos yhermanas que estn ale$ados2 esta es la alegra de la Gglesia. Es precisamenteentonces que la Gglesia se convierte en madre, llega a ser #ecunda. !or elcontrario, advirti el !ont#ice, cuando la Gglesia no hace esto, entonces se#rena a s misma, se cierra en s misma, aunque quiz est bien organizada.

de este modo se convierte en una Gglesia desalentada, ansiosa, triste, una Gglesiaque tiene ms de solterona que de madre5 y esta Gglesia no #unciona, es unaGglesia de museo.

9l #inal del pasa$e de Gsaas retoma la imagen del pastor que apacienta el reba-o,re/ne con su brazo a los corderos y los lleva sobre el pecho5 cuida 0l mismo a lasove$as que cran. Esta es la alegra de la Gglesia2 salir de s misma y ser#ecunda. 4omo en el tiempo de Gsrael, cuando Gsaas proclamaba al pueblo laspalabras de consuelo que o#reca el Se-or, as la Gglesia al releer este pasa$e seabre a la alegra, recibe #uerza. !orque el pueblo necesita consolacin. Aa

presencia misma del Se-or consuela, siempre consuela o #uerte o d0bilmente,pero siempre consuela. En e#ecto, a#irm el !apa, donde est el Se-or, hayconsuelo y paz. Gncluso en la tribulacin, a-adi, est esa paz all, que es lapresencia del Se-or que consuela.

Aamentablemente los hombres buscan huir del consuelo. 1escon#iamos,estamos ms cmodos 3observ el !apa %rancisco3 en nuestras cosas, mscmodos tambi0n en nuestras #altas, en nuestros pecados. Este es el campo enel cual el hombre se encuentra ms a gusto. En cambio, destac el !ont#ice,cuando llega el Espritu y llega el consuelo, nos lleva a otro estado que no

podemos controlar2 es precisamente el abandono en la consolacin del Se-or. es en esta situacin que llega la paz, la alegra, como recuerda la epresintan hermosa del rey Ezequas2

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comprender cun in#inita es la misericordia de 1ios, el !ont#ice volvi a proponerlas palabras del pro#eta Ezequiel, cuando en el captulo (B, tras la lista de losmuchos pecados del pueblo, pero muchos, muchos, al #inal dir2

bueno repetir2 1e$aos consolar por el Se-or, es el /nico que puede consolarnos.

>uchas veces, a-adi el !apa %rancisco, estamos acostumbrados a ateo &", J(.J*)J"+3 la Gglesia, observ inmediatamente el !apa %rancisco,habla de la #uerza de un cristiano y de la debilidad5 de roca y de arena. Ene#ecto, el cristiano es #uerte cuando no slo dice que lo es, sino cuando vive suvida como cristiano, cuando pone en prctica la doctrina cristiana, las palabras de1ios, los mandamientos, las bienaventuranzas. El punto central es, de hecho,

poner en prctica.

En cambio, destac el !apa, eisten cristianos de apariencia solamente2personas que se maquillan de cristianos y en el momento de la prueba tienensolamente el maquilla$e. sabemos qu0 sucede a una mu$er maquillada cuandova por la calle y comienza a llover y no tiene paraguas2 todo se cae, lasapariencias caen por los suelos. Aa del maquilla$e, por lo dems, es una

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tentacin reconoci el !apa %rancisco. !or ello no es su#iciente decir soycristiano, Se-or, para serlo verdaderamente. Es ?es/s mismo quien dice que nobasta repetir 8Se-or: 8Se-or: para entrar en su reino. Se necesita cumplir lavoluntad del !adre y poner en prctica la !alabra. He aqu, por lo tanto, ladi#erencia entre el cristiano coherente y el cristiano slo de apariencia.

!or lo dems, eplic el !ont#ice, es claro cmo nos ama el Se-or. 9nte todo,un cristiano de vida est #undado sobre la roca. !or lo dems, !ablo lo diceclaramente cuando habla del agua que sala de la roca en el desierto2 la roca era4risto, la roca es 4risto. !or lo tanto, lo /nico que cuenta es estar #undadosolamente en la persona de ?es/s, en el seguimiento de ?es/s, por el camino de?es/s. El !apa %rancisco con#es que encontr muchas veces gente no mala,gente buena, pero que es vctima de esta mana de la uchos:.

El !apa quiso recordar el testimonio de ellos. !ensemos 3di$o3 en los mspeque-os5 los en#ermos que o#recen sus su#rimientos por la Gglesia, por losdems. , tambi0n, pensemos en tantos ancianos solos que rezan y o#recen.!ensemos en tantas mams y padres de #amilia que llevan adelante con muchotraba$o su #amilia, la educacin de los hi$os, el traba$o cotidiano, los problemas,pero siempre con la esperanza en ?es/s y que no se pavonean, sino que hacenlo que pueden.

En verdad, a#irm el !apa %rancisco, eisten santos de la vida cotidiana. Einvit a pensar tambi0n en los numerosos sacerdotes que no se hacen ver, peroque traba$an en las parroquias con mucho amor2 la catequesis a los ni-os, laatencin a los ancianos, los en#ermos, la preparacin a los reci0n casados. todos los das lo mismo, lo mismo, lo mismo. Do se cansan porque en su cimientoest la roca. Son personas que viven en ?es/s2 esto es lo que da santidad a la

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Gglesia5 esto es lo que da esperanza. He aqu por qu0, prosigui el !apa,debemos pensar mucho en la santidad oculta que eiste en la Gglesia, la de loscristianos no de apariencia sino #undados en la roca, en ?es/s. >irar a esoscristianos que siguen el conse$o de ?es/s en la ltima 4ena2

somos. 9s, cuando alguno de estos cristianos comete alg/n pecado graveluego se arrepiente, pide perdn2 y esto es grande. Signi#ica tener la capacidadde pedir perdn5 de no con#undir pecado con virtud5 de saber bien dnde est lavirtud y dnde est el pecado. ;ambi0n de esto se entiende que son cristianos#undados sobre la roca y la roca es 4risto2 siguen el camino de ?es/s, le siguen a@l.

En la primera lectura, eplic el !ont#ice, Gsaas habla de una ciudad #uerte quetiene salvacin, que sigue a 1ios, que es $usta2 un pueblo #uerte. Aa ciudad es unpueblo. n pueblo #uerte. Su voluntad es #irme y 1ios le asegura la paz2 paz para

quien con#a en @l. luego a-ade2 4on#iad en el Se-or siempre, porque elSe-or es la roca perpetua, porque @l dobleg a los habitantes de la altura. , poreso, coment el !apa %rancisco, los soberbios, los vanidosos, los cristianos deapariencia sern doblegados, humillados. 1ice de nuevo Gsaas2 Ha abatido a laciudad elevada, la ha abatido hasta el suelo, hasta tocar el polvo. !recisamenteas terminan los cristianos de apariencia destac el !apa volviendo a proponerla imagen de Gsaas2 por una parte las ruinas de una ciudad y despu0s la otraciudad, la otra casa, #irme, robusta porque est #undada sobre roca.

El pasa$e de Gsaas sugiri al !apa %rancisco otra re#lein. Aos /ltimos dos

versculos de la primera lectura me hicieron pensar 3di$o3. Aa re#erencia es aesta ciudad que cay, esta ciudad vanidosa, esta ciudad que no estaba #undadasobre la roca de 4risto. Se lee en e#ecto2 Aa pisarn los pies, los pies deloprimido, los pasos de los pobres. Es una epresin, a#irm, que tiene olor avenganza. S, parece una venganza, pero no es venganza.

;ambi0n la Nirgen, en su canto, lo haba dicho2 @l ha derribado del trono a lospoderosos, ha humillado a los soberbios. los pobres sern los que triun#arn,los pobres de espritu, los que ante 1ios se sienten insigni#icantes, los humildesque llevan adelante la salvacin poniendo en prctica la !alabra del Se-or. Encambio, repiti el !apa %rancisco, todo lo dems es apariencia2 hoy estamos,

ma-ana ya no estaremos. cit a san Pernardo2 piensa, hombre, qu0 ser deti, comida de gusanos. !orque nos comern los gusanos a todos y si notenemos esta roca, acabaremos pisoteados.

!recisamente en este tiempo de preparacin para la Davidad pidamos al Se-orestar #undados #irmemente en la roca que es @l, nuestra esperanza es @lconcluy el !apa. Es verdad, todos somos pecadores, somos d0biles, pero si

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ponemos la esperanza en @l podremos seguir adelante. esta es la alegra deun cristiano2 saber que en @l est la esperanza, el perdn, la paz, la alegra. !orello no tiene sentido poner nuestra esperanza en cosas que hoy estn y ma-anaya no estarn.

La cancin de cuna de Dios

Viernes 27 de junio de 2014

;enemos un 1ios enamorado de nosotros, que nos acaricia tiernamente y noscanta la cancin de cuna as como lo hace un pap con su ni-o. Do slo2 @l,primeramente, nos busca, nos espera y nos ense-a a ser peque-os, porque elamor est ms en dar que en recibir y est ms en las obras que en laspalabras. Ao record el !apa %rancisco durante la misa celebrada el viernes J"de $unio, da de la #iesta del Sagrado 4orazn de ?es/s.

Aa meditacin del !apa se inspir en la oracin colecta recitada durante la liturgia,en la que, di$o, hemos agradecido al Se-or porque nos da la gracia, la alegra decelebrar en el corazn de su Hi$o las grandes obras de su amor.

amor, de hecho, es la palabra clave escogida por el obispo de Roma paraepresar el signi#icado pro#undo de la solemnidad del Sagrado 4orazn. !orque,se-al, hoy es la #iesta del amor de 1ios, de ?esucristo2 es el amor de 1ios pornosotros y amor de 1ios en nosotros. na #iesta que celebramos con alegra.

1os, en especial, son los rasgos del amor seg/n el !ont#ice. El primero estcontenido en la a#irmacin2 el amor est ms en dar que en recibir5 el segundoen la a#irmacin de que el amor est ms en las obras que en las palabras.

4uando decimos que est ms en dar que en recibir 3eplic el !apa %rancisco3 es porque el amor siempre se contagia, siempre contagia, y es recibido por elamado. cuando decimos que est ms en las obras que en las palabras,a-adi, es porque el amor siempre da vida, hace crecer.

El !ont#ice deline las caractersticas #undamentales del amor de 1ios a loshombres. volvi a proponer as algunos pasa$es de las lecturas de la liturgia del

da, que, se-al, dos veces nos habla de los peque-os. En e#ecto, en la primeralectura, tomada del libro del 1euteronomio &", B)((+, >ois0s eplica por qu0 elpueblo ha sido elegido y dice2 pues sois el pueblo ms peque-o. 1espu0s, en elEvangelio de san >ateo &((, JK)'+, ?es/s alaba al !adre porque ocult lascosas divinas a los sabios y las revel a los peque-os.

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!or lo tanto, a#irm el !apa, para entender el amor de 1ios es necesaria estapeque-ez de corazn. !or lo dems, ?es/s lo dice claramente2 si no os hac0iscomo ni-os, no entrar0is en el Reino de los cielos. He aqu, entonces, el camino

$usto2 Hacerse ni-os, hacerse peque-os, porque solamente en esa peque-ez,en ese aba$arse se puede recibir el amor de 1ios.

Do es casual, observ el obispo de Roma, que sea el mismo Se-or quien,cuando eplica su relacin de amor, busca hablar como si hablase con un ni-o., de hecho, 1ios lo recuerda al pueblo2

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misterioso, de maravillarnos y tener paz con este amor que se entrega, nos da laalegra y nos lleva por el camino de la vida como un ni-o que lleva de la mano.

La hora de la re-creacin

Viernes 19 de diciembre de 2014

!ara ser verdaderamente madre la Gglesia debe de$arse sorprender por lasnovedades de 1ios, que por medio del Espritu Santo puede hacer nuevastodas las cosas. 1e lo contrario corre el riesgo de llegar a ser est0ril, a#ligidapor el pelagianismo, el egosmo, el poder y las ganas de adue-arse delas conciencias hasta convertirse en empresaria. 1e esta tentacin alert el!apa en la misa que celebr el viernes (F de diciembre, en la capilla de la 4asaSanta >arta.

Aa re#lein del !apa %rancisco parti de las lecturas propuestas por la liturgia2 losnacimientos de Sansn y ?uan Pautista anunciados por ngeles, como relata ellibro de los ?ueces &(', J)". J*)JKa+ y el Evangelio de san Aucas &(, K)JK+. Aapalabra sobre la cual la Gglesia hoy nos hace re#leionar antes de la Davidad, lapalabra ms importante de hoy es ois0s prevea ladescendencia de un muerto, porque era muy importante tener descendencia, darvida, el !apa destac que estas mu$eres est0riles reciben un milagro, recibenuna gracia del Se-or y son capaces de concebir.

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1e la esterilidad 3a#irm3 el Se-or es capaz de volver a comenzar una nuevadescendencia, una nueva vida2 este es el mensa$e de hoy. !or eso cuando lahumanidad est etenuada, ya no puede seguir adelante, llega la gracia y llega elHi$o, y llega la salvacin. , as, esa creacin etenuada de$a lugar a la nuevacreacin, podramos decir a una

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esta historia de esterilidad del pueblo de 1ios, y tantas historias en la historia de laGglesia que han hecho a la Gglesia est0ril, pidamos al Se-or, hoy, mirando el bel0n,la gracia de la #ecundidad de la Gglesia. Aa gracia de que, antes que nada, laGglesia sea madre, como >ara2 8madre:.

El don de Dios es ratis

Martes 4 de noviembre de 2014

Do debemos tener miedo a la gratuidad de 1ios que rompe los esquemashumanos de la conveniencia y la recompensa. Ao destac el !apa %rancisco en lahomila de la misa del martes * de noviembre. Aa re#lein surgi del pasa$eevang0lico de san Aucas &(*, (K)J*+ inmediatamente sucesivo al teto en el que?es/s eplicaba que en la ley de 1ios el do ut desno #unciona y para hacercomprender me$or el concepto aconse$aba2 4uando des un banquete, invita apobres, lisiados, co$os y ciegos5 y sers bienaventurado, porque no puedenpagarte5 te pagarn en la resurreccin de los $ustos.

9nte la respuesta de uno de los comensales que estaban en la mesa con @l 3que eclam2 8Pienaventurado el que coma en el reino de 1ios:3 ?es/s

respondi con la parbola del hombre que dio una gran cena y #ue rechazadopor los invitados. El !apa trat de eplicar las tres respuestas de los otros muchosinvitados2 9 todos les gusta ir a una #iesta, les gusta estar invitados5 pero habaalgo, aqu, que a estos tres no les gustaba. El problema era2 6invitados aqu07.

no, en e#ecto, presumiendo por la compra de un campo, puso por delante sudeseo de vanidad, orgullo y poder, y pre#iri ir a ver su campo antes quepermanecer sentado como uno ms entre muchos en la mesa de ese se-or.Ltro habla de negocios y piensa ms en el bene#icio que en ir a perder tiempo

con esa gente, imaginando2 se hablar de muchas cosas, pero yo no estar0 enel centro. !or /ltimo, est el hombre que se disculpa por estar reci0n casado.!odra llevar tambi0n a la esposa a la #iesta, pero 0l quiere el a#ecto para smismo. En este caso prevalece el egosmo. 9l #inal, destac el !ont#ice, lostres se pre#ieren a s mismos y no quieren compartir la #iesta.

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Aos hombres de la parbola 3que son un e$emplo de muchos3 ponen derelieve un inter0s, la b/squeda de una recompensa. Eplic el !apa2 Si lainvitacin hubiese sido, por e$emplo2 uchas veces 3di$o el !apa3 el Se-ordebe hacer lo mismo con nosotros2 @l insiste en ese corazn, en esa alma,diciendo que hay gratuidad, que su don es gratis, que la salvacin no secompra2 es un gran regalo.

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;ambi0n nosotros, concluy el !ont#ice, tenemos miedo y pensamos que lasantidad se construye con nuestras cosas, y acabamos siendo un pocopelagianos. En cambio la salvacin es gratuita. Do nos damos cuenta de que,como recuerda san !ablo en la 4arta a los %ilipenses &J, K)((+, todo esto esgratis, porque 4risto ?es/s, quien siendo de condicin divina, no retuvo

vidamente el ser igual a 1ios.... Es ?es/s, record el !apa, quien pag la #iestacon su humillacin hasta la muerte, muerte de 4ruz. Esta es la gran gratuidadde 1ios. Slo tenemos que abrir el corazn, hacer de nuestra parte todo lo quepodamos5 pero la gran #iesta la har @l.

La aler!a de un obispo?

Lunes 3 de noviembre de 2014

Aos sentimientos de un obispo o la alegra de un obispo. Ha sido el !apa%rancisco quien indic el ttulo ideal para el pasa$e de la 4arta de san !ablo a los%ilipenses &J, ()*+ propuesto por la liturgia del lunes ' de noviembre. alertacerca de las rivalidades y de la vanagloria que minan la vida de la Gglesia, donde,en cambio, hay que tomar en consideracin las indicaciones de ?es/s y tambi0nde !ablo2 no buscar el propio inter0s sino servir humildemente a los dems sinpedir nada a cambio.

!ablo desarrolla estos conse$os prcticos, eplic el !ont#ice, en un teto dondedestaca cules son sus sentimientos hacia los #ilipenses2 tal vez la Gglesia de%ilipos era la que ms quera. comienza como si pedira un #avor, una ayuda.En e#ecto, escribe2 Si quer0is darme el consuelo de 4risto y aliviarme con vuestroamor, si nos une el mismo Espritu y ten0is entra-as compasivas, en de#initiva,dadme esta gran alegra.

9s, pues, !ablo pide epresamente a los %ilipenses que hagan plena la alegradel obispo. 6 cul es la alegra del obispo7 64ul es la alegra que !ablo pidea la Gglesia de %ilipos7. Aa respuesta es tener un mismo sentir con la misma

caridad, manteni0ndose unnimes y concordes. He aqu que !ablo, comopastor, saba que esta es la senda de ?es/s. , tambi0n, que esta es la gracia que?es/s, en la oracin despu0s de la 4ena, pidi al !adre2 la unidad5 la concordia.

;odos sabemos 3eplic el !apa %rancisco3 que esta armona es una gracia2la construye el Espritu Santo, pero nosotros debemos hacer todo lo posible, pornuestra parte, para ayudar al Espritu Santo en la realizacin de esta armona en

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la Gglesia5 y tambi0n para ayudar a comprender lo que @l pide a la Gglesia. ElEspritu, en e#ecto, da conse$os, por decirlo as, por va negativa2 es decir, nohagis esto, no hagis aquello. 6qu0 cosa no deben hacer los %ilipenses7.Ao dice !ablo2 Do obr0is por rivalidad ni por ostentacin. as, destac el !apa%rancisco, se ve que no es slo cuestin de nuestra 0poca sino que viene de

le$os.

!ablo, por lo tanto, recomienda que nada se haga por rivalidad, que no lucheuno contra otro. cuntas veces 3destac el obispo de Roma3 en nuestrasinstituciones, en la Gglesia, en las parroquias, por e$emplo, en los colegios,encontramos la rivalidad, el hacerse ver, la vanagloria. Se trata de dos gusanosque comen los #undamentos de la Gglesia, la hacen d0bil2 la rivalidad y lavanagloria van contra esta armona, esta concordia.

!ara no caer en estas tentaciones 6qu0 aconse$a !ablo7. Ao escribe a los

%ilipenses2 4ada uno de vosotros, con toda humildad 36qu0 debe hacer conhumildad73 considere a los dems superiores a s mismo. !ablo senta esto,en tal medida que 0l se cali#ica no digno de ser llamado apstol. Se de#ine el/ltimo y, as, incluso se humilla #uertemente.

En la misma lnea, %rancisco record el testimonio del santo peruano >artn de!orres, humilde #raile dominico, cuya memoria lit/rgica se celebra el ' denoviembre. Su espiritualidad 3eplic3 se centraba en el servicio porque sentaque todos los dems, incluso los ms grandes pecadores, eran superiores a 0l.

Aa alegra del obispo 3rea#irm luego el !apa3 es esta humildad de la Gglesia2humildad, sin rivalidad o vanagloria. luego !ablo contin/a2 Do os encerr0is envuestros intereses, sino buscad todos el inter0s de los dems. Es necesario, porlo tanto, buscar el bien del otro. Servir a los dems. !recisamente esta es laalegra de un obispo cuando ve as a su Gglesia2 los mismos sentimientos, lamisma caridad, manteni0ndose unnimes y concordes. Este es el aire que?es/s quiere en la Gglesia. Se pueden tener opiniones distintas, est bien. !erosiempre dentro de esta atms#era, este ambiente de humildad, caridad, sindespreciar a nadie.

!ablo recomienda claramente que no se busque el propio inter0s, sino el de los

dems. En de#initiva, ehorta a no buscar bene#icios para s mismos mirandoeclusivamente al propio inter0s. no es bueno 3di$o el !apa %rancisco3cuando en las instituciones de la Gglesia, de una dicesis, encontramos en lasparroquias gente que busca el propio inter0s. Es lo que tambi0n ?es/s nos diceen el Evangelio2 no os encerr0is en vuestros intereses, no vayis por el camino dela recompensa, del do utdes. En de#initiva, no decir2 Est bien, yo te hice este#avor, pero t/ me haces este. ?es/s lo recuerda con la parbola del Evangelio de

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san Aucas &(*, (J)(*+ que relata la invitacin a la cena de los que no pueden darnada a cambio2 es la gratuidad.

4uando en una Gglesia 3destac el !ont#ice3 hay armona, hay unidad, no sebusca el propio inter0s, est esa actitud de gratuidad. 1e este modo yo hago el

bien y no un negocio con el bien.

El !apa %rancisco sugiri pensar durante el da en cmo es mi parroquia ocmo es mi comunidad. preguntarse si estas realidades y todas nuestrasinstituciones, tienen este espritu de sentimientos de amor, de unanimidad, deconcordia, sin rivalidad o vanagloria. 6Eiste de verdad este espritu o tal vezencontraremos que hay algo por me$orar7. seguir as el conse$o de !ablo,para que la alegra del obispo sea plena5 para que la alegra de ?es/s seaplena.

Catlicos pero no demasiado

Martes 28 de octubre de 2014

Hay cristianos que se detienen en la reception de la Gglesia y permaneceninmviles en la puerta, para no comprometerse. Es la actitud de quien se declaracatlico, pero no demasiado, de ello el !apa %rancisco habl durante la misadel martes JC de octubre.

El da de la #iesta de los santos apstoles Simn y ?udas, destac el !ont#ice, laGglesia nos hace re#leionar sobre s misma, invitndonos a considerar cmo esla Gglesia, qu0 es la Gglesia. En la carta a los E#esios &J.(F)JJ+ lo primero quenos dice !ablo es que nosotros no somos etran$eros ni #orasteros2 no estamos depaso, en esta ciudad que es la Gglesia, sino que somos conciudadanos. !or lotanto, el Se-or nos llama a su Gglesia con el derecho de un ciudadano2 noestamos de paso, estamos arraigados all. Duestra vida est all.

!ablo presenta la imagen del palacio o del templo al escribir2 Estisedi#icados sobre el cimiento de los apstoles y pro#etas, y el mismo 4risto ?es/s

es la piedra angular &v. J+. Eactamente esta es la Gglesia, con#irm el !apa.!orque estamos edi#icados sobre las columnas de los apstoles2 la piedraangular, la base, es 4risto mismo, y nosotros estamos dentro.

San !ablo sigue eplicando que en 4risto todo el edi#icio queda ensamblado, yse va levantando hasta #ormar un templo consagrado. !or @l tambi0n vosotrosentris con ellos en la construccin, para ser morada de 1ios, por el Espritu &vv.

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J()JJ+. He aqu, pues, la de#inicin de la Gglesia que hoy nos da !ablo2 un temploedi#icado. as tambi0n nosotros somos edi#icados para convertirnos enmorada del Espritu.

Esta misma visin de la Gglesia, continu el !ont#ice, podemos verla tambi0n un

poco ms desarrollada en el pasa$e del Evangelio de san Aucas &B, (J)(F+ querelata cmo eligi ?es/s a los apstoles. El evangelista dice que ?es/s #ue almonte a rezar. luego llam a los doce, los eligi. 9s, pues, ?es/s ba$

$untamente con ellos del monte, encontrando que en la llanura lo esperaba unagran muchedumbre de sus discpulos, a los que enviar, y una gran multitud degente que trataba de tocarlo para ser curada.

En resumen, eplic el !apa, ?es/s ora, ?es/s llama, ?es/s elige, ?es/s enva alos discpulos, ?es/s cura a la muchedumbre. dentro de este templo ?es/s,que es la piedra angular, hace todo este traba$o2 es @l quien, de este modo, lleva

adelante a la Gglesia. !recisamente como escribe !ablo, esta Gglesia estedi#icada sobre el cimiento de los apstoles que @l eligi. Ao con#irma el pasa$eevang0lico cuando recuerda que el Se-or eligi a doce2 todos pecadores, todos.?udas 3indic el obispo de Roma3 no era el ms pecador y no s0 quien hayasido el ms pecador. !ero ?udas, pobrecillo, es quien se cerr al amor y por ellose convirti en traidor. Es un hecho que todos los apstoles escaparon en elmomento di#cil de la pasin y de$aron solo a ?es/s2 todos son pecadores. apesar de ello, ?es/s mismo los eligi.

9s, continu el !apa %rancisco, a la Gglesia la edi#ica ?es/s con su oracin5 conla eleccin de los apstoles5 con la eleccin de los discpulos que luego enva5 conel encuentro con la gente. ?es/s nunca est separado de la gente2 est siempreen medio de la multitud que trataba de tocarlo, porque de @l sala una #uerza quecuraba a todos, como destaca san Aucas en su Evangelio.

Dosotros somos ciudadanos, conciudadanos, de esta Gglesia, di$o el !ont#ice.!or ello, si no entramos en este templo y #ormamos parte de esta construccinpara que el Espritu Santo more en nosotros, no estamos en la Gglesia. >s bienestamos en la puerta y miramos, tal vez diciendo2 Es hermoso, s, esto eshermoso. as terminamos siendo cristianos que no van ms all de la

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cura3 est todo lo que se puede decir de la Gglesia2 ?es/s que reza por los suyos,por los #undamentos, por los discpulos, por el pueblo5 y ?es/s que cura, quesoluciona los problemas de la gente, que da la salud del alma y del cuerpo.

Aa realidad de ?es/s que reza y ?es/s que cura es actual tambi0n hoy para

todos nosotros. !orque nosotros 3rea#irm el !apa3 no podemos entender a laGglesia sin este ?es/s que ora y este ?es/s que cura. El !apa %rancisco concluysu meditacin con la oracin al Espritu Santo, para que nos haga comprender atodos nosotros esta Gglesia que tiene su #uerza en la oracin de ?es/s por nosotrosy que es capaz de curarnos a todos

Cristianos de color ris

Lunes 27 de octubre de 2014

El eamen de conciencia sobre nuestras palabras, as como lo propone san !ablo,nos ayudar a responder a una pregunta crucial sobre nosotros mismos2 6somoscristianos de la luz, de las tinieblas, o, peor, de la mediocridad7 Es el interroganteque el !apa %rancisco plante en la misa del lunes J" de octubre.

!ara proponer este esencial eamen de conciencia el !apa %rancisco se inspiren el pasa$e de la 4arta a los E#esios &*, 'J)K, C+2 San !ablo dice a los cristianosque debemos comportarnos como hi$os de la luz y no como hi$os de las tinieblas,como 0ramos antes. para eplicar esto 3tanto 0l como el Evangelio&Lucas(', ()("+3 hace una catequesis sobre la palabra2 cmo es la palabra deun hi$o de la luz y cmo es la palabra de un hi$o de las tinieblas.

9s, pues, eplic el !apa relanzando la catequesis paulina, la palabra de un hi$oque no es de la luz puede ser una palabra obscena, una palabra vulgar. 1ice dehecho el apstol2 1e la #ornicacin, la impureza, indecencia o a#n de dinero, ni

hablar. 1e este modo, hizo notar el !apa %rancisco, un hi$o de la luz luz no tieneeste lengua$e vulgar, este lengua$e sucio.

Eiste, sin embargo, una segunda palabra, la palabra mundana. !ablosugiere que no se hable tampoco de vulgaridad, #utilidades, trivialidades. lamundanidad es vulgar y trivial, destac. !or su parte, un hi$o de la luz no esmundano y no debe hablar de mundanidad, de vulgaridad.

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!ero san !ablo va ms all y dice2 Estad atentos, que nadie os enga-e conpalabras vacas. n mensa$e que no pierde su actualidad, por lo que el !ont#icea-adi que hoy escuchamos muchas palabras vacas. algunas son inclusobellas, bien dichas, pero vacas, sin nada por dentro. !or ello tampoco esta esla palabra del hi$o de la luz.

tambi0n, a#irm el !apa , eiste otra palabra en el Evangelio y esprecisamente la que ?es/s dice a los doctores de la ley2

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tanto, di$o el !apa, el Se-or es duro con los cristianos de color gris. no sirvede nada $usti#icarse para autode#enderse2 yo soy cristiano, pero sin eagerar.

Estas personas mediocres hacen mucho mal, porque su testimonio cristiano esun testimonio que, al #inal, siembra con#usin.

El pasa$e de san !ablo, concluy el !apa %rancisco, es un buen termmetro parareconsiderar bien nuestro lengua$e. puede ser /til responder a estaspreguntas2 64mo hablamos7 64on cules de estas cuatro palabras hablamos76!alabras obscenas, palabras mundanas, vulgares, palabras vacas, palabrashipcritas7. la respuesta a estos interrogantes, a-adi el !apa, debesugerirnos otra pregunta2 6Soy un cristiano de la luz7 6Soy un cristiano de laoscuridad7 6Soy un cristiano de color gris7. Este eamen concreto de conciencianos ayudar a dar un paso adelante, para encontrar al Se-or.

"l inicio del cielo

Viernes 17 de octubre de 2014

El cristiano no se puede permitir ser tibio2 tiene una identidad precisa, que se lada el sello del Espritu Santo. Nuelve la re#lein sobre el comienzo de la carta alos E#esios y sobre los cristianos elegidos por el Se-or antes de la creacin delmundo, durante la misa celebrada por el !apa %rancisco el (" de octubre. Entrelos presentes tambi0n estaba Enzo 4amerino, superviviente de la Shoah, que yase haba encontrado con el !ont#ice el (B de octubre de J(', con ocasin delseptuag0simo aniversario del rastreo del gueto de Roma.

El Se-or 3di$o el !ont#ice en la homila recordando las palabras de san !ablo3no slo nos ha elegido, sino que tambi0n nos ha dado una identidad. eplicque no hemos recibido en herencia simplemente un nombre, sino una identidad,un modo de vivir que no es solamente una lista de hbitos, es ms que eso2 esprecisamente una identidad. 6 cmo #uimos marcados tan pro#undamente7Ao escribe el apstol2 Hab0is recibido el sello del Espritu Santo. Duestraidentidad, di$o el obispo de Roma, es $ustamente este sello, esta #uerza delEspritu Santo, que todos hemos recibido en el Pautismo.

ya que el Espritu Santo que nos prometi ?es/s ha sellado nuestro corazn y,ms a/n, camina con nosotros, no slo nos da la identidad sino que tambi0nes prenda de nuestra herencia. 4on 0l comienza el cielo. !or eso el cristianoact/a en la vida terrena, pero ya vive en la perspectiva de la eternidad. El !apa%rancisco rea#irm2 4on este sello, tenemos el cielo en nuestras manos.

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!ero la vida diaria est llena de tentaciones, ante todo la de no darse cuenta deesta belleza que hemos recibido. 4uando sucede esto, el Espritu, para usar unaepresin paulina, se entristece2 ocurre, destac, cuando queremos, no digocancelar la identidad, sino hacerla opaca.

Es el caso del cristiano tibio, el que va a misa el domingo, s, pero en su vidano se ve la identidad, el que aun siendo cristiano, sustancialmente vive comopagano. ;ambi0n hay otro riesgo, otro pecado del que ?es/s hablaba a susdiscpulos, cuando les adverta2 Muardaos de la levadura de los #ariseos, que esla hipocresa. Sucede, record el !apa, que se aparente ser cristianos, que#alte la transparencia en el comportamiento, que se pro#ese de palabra unacosa, pero de hecho se act/e diversamente. esto 3a-adi3 es lo que hacanlos doctores de la Aey, es la levadura de la hipocresa, que amenaza concrecer dentro de nosotros.

Hacer opaca nuestra identidad y traicionarla en los hechos son dos pecadoscontra este sello, que es un hermoso don de 1ios, el Espritu, y es prenda delo que nos espera, de lo que se nos prometi. !or eso podemos decir quetenemos el cielo en nuestras manos.

64ul es, entonces, se pregunt el !ont#ice, el comportamiento verdadero de uncristiano7. Ao aprendemos de !ablo mismo2 El #ruto del Espritu, el que viene denuestra identidad, es amor, alegra, paz, magnanimidad, benevolencia, bondad,#idelidad, mansedumbre, dominio de s. Este es, concluy el !apa %rancisco,nuestro camino al cielo.

Como el incienso #ue se #uema

Jueves 16 de octubre de 2014

4onsciente de haber sido elegido personalmente antes incluso de la creacin delmundo, todo hombre debe redescubrir la importancia de la oracin de alabanza a1ios. Mratuita y alegre. En la homila de la misa celebrada el $ueves (B de octubreel !apa %rancisco eligi detenerse en la primera lectura de la liturgia, que presentael ncipit del himno c0lebre de bendicin paulino, comienzo de la 4arta a losE#esios &(, ()(+. na aut0ntica eplosin de alabanza2 parece que !ablo 3

coment3 entra en una alegra, en una gran alegra.

Es un canto que no se puede detener y en el que el apstol usa tres veces lapalabra bendito2 Pendito sea 1ios, !adre de Duestro Se-or ?esucristo, quenos ha bendecido en 4risto con toda clase de bendiciones espirituales en loscielos. !ero, destac el !ont#ice, todos nosotros sabemos que 1ios es elPendito2 en el antiguo ;estamento, en e#ecto, era uno de los nombres que le

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daba el pueblo de Gsrael2 el Pendito. resulta etra-o pensar en bendecir a1ios porque @l es el Pendito.

En realidad, se trata de un gesto importante, porque cuando yo bendigo a 1ios,hablo bien de @l y hago como el incienso que se quema. Aa oracin de alabanza

es una oracin que nosotros no hacemos muy habitualmente5 y, sin embargo,destac el !apa %rancisco, #ue ?es/s mismo quien nos ense- en el!adrenuestro a rezar as2 !adre nuestro que ests en el cielo, santi#icado sea tunombre.... no nos debe parecer etra-o dirigirnos con estas palabrasprecisamente a aquel que es el santo. Se trata, eplic el obispo de Roma, deepresar la alegra de la oracin de alabanza, que es gratuidad pura.Dosotros, en e#ecto, generalmente sabemos orar muy bien cuando pedimoscosas y tambi0n cuando agradecemos al Se-or5 es menos habitual para todosnosotros alabar al Se-or.

El impulso hacia este tipo de oracin, aconse$ el !apa, puede se para nosotrosms apremiante si hacemos memoria de las cosas que el Se-or hizo en nuestravida, as como san !ablo, que en su himno recuerda2 En @l 3en 4risto3 nosescogi antes de la creacin del mundo. 9qu est la #uente de nuestra oracin2Pendito eres Se-or, porque t/ me escogiste. El hombre debe sentir el gozo deuna cercana paternal y tierna.

Ao mismo sucedi al pueblo de Gsrael cuando #ue liberado de Pabilonia, record el!ont#ice citando algunos versculos del salmo (JB 34uando el Se-or hizovolver a los cautivos de Sin, nos pareca so-ar2 la boca se nos llenaba de risas,la lengua de cantares3 y di$o2 !ensemos en una boca llena de sonrisa2 esta esla oracin de alabanza, es la epresin inmediata de un gozo inmenso, del ser#elices ante el Se-or. Es una disposicin del corazn que no hay que olvidar2Hagamos un es#uerzo para reencontrarla, ehort, invitando a usar las mismaspalabras del salmo F"2 ;ocad la ctara para el Se-or con clarines y al son detrompetas aclamad al Rey y Se-or.

Es muy importante hacer memoria, recordar lo que hizo el Se-or por cada uno denosotros, con cunta ternura me ha acompa-ado, cmo se inclin, se hainclinado, como el pap que se inclina con el ni-o para hacerlo caminar. ,subray el !apa, lo hizo con cada uno de nosotros.

;odo es #iesta, todo es alegra si cada uno 3como atestigua san !ablo mismodirigi0ndose a los E#esios3 puede decir2 @l me eligi antes de la #undacin delmundo. este es el punto de inicio. Gncluso si, puntualiz el !apa %rancisco,no se puede entender y no se puede imaginar2 que el Se-or me haya conocidoantes de la creacin del mundo, que mi nombre estaba en el corazn del Se-or.!ero esta es la verdad, esta es la revelacin. , a-adi el !ont#ice, si nosotros

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no creemos esto, no somos cristianos, porque la caracterstica del cristiano esprecisamente ser un elegido.

El pensamiento de vivir desde siempre en el corazn de 1ios nos llena dealegra y nos da seguridad. Aa seguridad con#irmada por las palabras del

Se-or al pro#eta Gsaas, que se cuestionaba si esta predileccin pudiera decrecer26!uede una madre olvidarse de su ni-o7 !ues aunque ella se olvidara, yo no teolvidar0. 1ios nos tiene a cada uno de nosotros en sus entra-as, as como elni-o est dentro de su mam.

Esta verdad, destac el !apa %rancisco, es tan grande y bella que puede venir latentacin de no pensar en ella, de evitarla por cuanto nos sobrepasa. En e#ecto,no se puede entender slo con la cabeza, y ni siquiera solamente con elcorazn. !ara hacerla nuestra y vivirla, eplic, debemos entrar en el misteriode ?esucristo, @l que derram su sangre en abundancia sobre nosotros, con

toda sabidura y prudencia, dndonos a conocer el misterio de su voluntad.

1e aqu deriva la tercera actitud #undamental del cristiano, despu0s de la oracinde alabanza y de saber hacer memoria. El cristiano est llamado a entrar en elmisterio. Sobre todo cuando celebramos la Eucarista, porque no se puedeentender totalmente que el Se-or est vivo, est con nosotros, aqu, en su gloria,en su plenitud y da su vida de nuevo por nosotros.

Es una actitud, concluy el !ont#ice, que debemos aprender cada da, en unes#uerzo cotidiano, porque el misterio no se puede controlar2 0l es un misterio.Hay que adentrarse en 0l.

$odos tenemos un %nel

Jueves 2 de octubre de 2014

;odos tenemos un ngel siempre al lado, que $ams nos de$a solos, y nos ayuda ano errar el camino. si somos como ni-os lograremos evitar la tentacin debastarnos a nosotros mismos, que desemboca en la soberbia y tambi0n en elcarrerismo eacerbado. Es precisamente el papel decisivo de los ngelescustodios en la vida de los cristianos lo que el !apa %rancisco record, el da de la

#iesta lit/rgica, durante la misa celebrada el $ueves J de octubre en Santa >arta.

Son dos las imgenes 3el ngel y el ni-o3 que, evidenci inmediatamente el!apa, la Gglesia nos hace ver en la liturgia de hoy. El libro del @odo &J', J)J'a+, especialmente, nos propone la imagen del ngel, que el Se-or da a supueblo para ayudarlo en su camino. Se lee en e#ecto2 Noy a enviarte un ngelpor delante, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que he preparado.

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!or lo tanto, coment, la vida es un camino, nuestra vida es un camino quetermina en ese lugar que el Se-or nos ha preparado.

!ero, observ, nadie camina solo2 8nadie:. !orque nadie puede caminar por ssolo. si uno de nosotros creyese que puede caminar solo, se equivocara

mucho y caera en ese error, tan #eo, que es la soberbia2 creer ser grande.;erminando por tener esa actitud de su#iciencia que le lleva a decirse asmismo2 o puedo, yo lo hago solo.

Sin embargo, el Se-or da una clara indicacin a su pueblo2 Ne, hars lo que yo tediga. Seguirs tu vida, pero te dar0 una ayuda que te recordar continuamente loque debes hacer. as dice a su pueblo cmo debe ser la actitud con el ngel.Aa primera recomendacin es2 Respeta su presencia. luego2 Escucha su vozy no te rebeles. !or ello, adems de respetar se debe tambi0n saberescuchar y no rebelarse.

En el #ondo, eplic el !apa, es esa actitud dcil, pero no precisamente, de laobediencia hacia al padre, que es $usto la obediencia del hi$o. Se trata en esenciade esa obediencia de la sabidura, esa obediencia de escuchar los conse$os yelegir lo me$or seg/n los conse$os. se necesita, a-adi, tener el coraznabierto para pedir y escuchar conse$os.

El pasa$e del Evangelio de san >ateo &(C, ()K.(+ propone en cambio la segundaimagen, la del ni-o. Aos discpulos 3di$o el obispo de Roma comentando elpasa$e3 discutan sobre qui0n era el ms grande entre ellos. Haba una disputainterna2 el carrerismo. Estos que son los primeros obispos tenan esta tentacindel carrerismo y decan entre ellos2 8o quiero llegar a ser ms grade que t/:.

9l respecto el !apa se-al2 Do es un buen e$emplo que los primeros obisposhayan hecho esto, pero es la realidad.

!or su parte ?es/s les ense-a la verdadera actitud2 llama a un ni-o, lo pone enmedio de ellos 3re#iere san >ateo3 y haciendo as indica eplcitamente ladocilidad, la necesidad de conse$o, la necesidad de ayuda, porque el ni-o esprecisamente el smbolo de quien necesita ayuda, de docilidad para ir adelante.

Este es el camino, a#irm el !ont#ice, y no el de determinar qui0n es el ms

grande. En realidad, con#irm repitiendo las palabras de ?es/s, ser el msgrande aquel que llegue a ser como un ni-o. aqu el Se-or hace ese vnculomisterioso que no se puede eplicar, pero es verdad. 1ice en e#ecto2 4uidadocon despreciar a uno de estos ni-os peque-os, porque os digo que sus ngelesestn viendo siempre en los cielos el rostro de mi !adre celestial.

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En concreto, sugiri el !ont#ice, es como si di$era2 si vosotros ten0is esa actitudde docilidad, esa actitud de estar y escuchar los conse$os, de corazn abierto, deno querer ser el ms grande, esa actitud de no querer caminar solo el camino dela vida, estar0is ms cerca a la actitud de un ni-o y ms cercano a lacontemplacin del !adre.

;odos nosotros seg/n la tradicin de la Gglesia 3eplic de nuevo el !apa3tenemos un ngel con nosotros, que nos protege, nos hace or las cosas. !or lodems, di$o, cuntas veces hemos escuchado2

conse$os:.

En realidad, con#irm el !ont#ice, nadie camina solo y nadie de nosotros puedepensar que est solo2 est siempre este compa-ero. 4ierto, sucede que cuandono queremos escuchar su conse$o, escuchar su voz, le decimos2