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i lEN, CIA'.l",SCIENTIFIC

Edici6n en español de AMERICAN .

Febrero 1981250 PTAS.

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La fábulaDesde el año 2500 a. C. hasta nuestros días, la fábula se ha

mantenido como un género popular y crítico. Podemos reconstruir ya

su historia, dentro de una tradición fundamentalmente unitaria

Francisco Rodríguez Adrados

pocas , poqu ísimas fábulas de distintasedades y lugares dentro del mismo.Luego pueden obtenerse , como conclu­siones , unos pocos rasgos comunes ,que se amplían con otros datos más.Esto puede servir de prólogo al estudioque sigue sobre el detalle de la historiade la fábula: de cómo ha habido unadifusión de edad en edad y de culturaen cultura , con lo que se explica launiformidad del géne ro , de la cualpar timos.

E n Mesopotamia la fábula remonta. al período de la segunda mitad deltercer milenio antes de Cristo (el leónpresidiendo como rey a los animales seencuen tra en una lira de la primeradinastía de Ur, hacia el 2500 a. C.) ,pero lo que ha llegado a nosotros sontextos del período neo-sumerio (ha ciael 2000-1900) qu e fueron copiados en elbabilonio antiguo (hacia 1.700-1600 a .C.) . Hay fábul as en lengua acadia,asiri a y neo-babilonia: desde la fechamencionada hasta el siglo VI a. C. Heaquí tre s fábulas mesopotámicas: laprimera sumeria , las dos últimas asirias . .

El león y la cabra. El león habíaapresado a una indefensa cabra. "Deja­me ir -dijo la cabra- y te daré unaove ja amiga mía". "Si qui eres que tedeje ir - dijo el león- dime tu nombre".La cabra le respondió: " ¿No cono cesmí nombre? 'Tu eres inteligente ' '' .Cuando el león llegó al redil , di jo :"A hora que he llegado al redil , voy asolta rte" . Y la cabra le respondió ,cuand o estuvo al otro lado de la valla:" [Me has soltado! ¿Eras tan inteligen­te? En vez de darte la ovej a, voy ahuir".

El mosquito y el elefante. Un mosqui­to , después que se hubo posado sobreun elefante , dijo : "Hermano, ¿te pesomucho? Me bajaré en la charca" . E lelefante replicó: "Me da igual quesigas . ¿Qué más me da llevarte ? Nitampoco me importa que te marches" .

Las golondrinas y el gato . Las peque­ñas golondrinas se cayeron del nido: y

oece esencialmente idéntico a sí mismodesde la antigua Sumeria , en la segun­da mitad del tercer milenio antes deCristo : en Me sopotamia , en la India,en Grecia , en Roma, en nuestra E dadMedia, en la Edad Moderna. Hoypodemos reconstruir aproximadamentela historia de este género gracias anue vos descubrimientos e investigacio­nes. Es de esta histori a de la quequeremos presentar aquí un panorama,en términos escue tos.

Quizás el modo más directo de hacerpatente esa con tinuidad esen cial de lafábu la den tro del mun do cultura l a quenos hemos referido, sea recoger unas

Nuestro lenguaje, todavía hoy, es­tá lleno de alusion es a fábulas yde proverbios animales que , en

definitiva , provienen de la fábula gre ­co-latin a. Hablamos de "vestirse conpiel de cordero" o "con plumas aje ­nas" , de que "aunque la mona se vistade seda, mon a se queda " , de "la partedel león" o "la gallina de los huevos deoro". Y seguimos atribuyendo a anima­les como la serpiente , la zorra , elmono, el lobo , etcétera, las cualidadesque la fábul a desde tiempos ant iguosles atribuye.

Todo esto testimonia la vital idad ypopularidad de un género que perma -

.. -, ESOPO y LA ZORRA, representados en un vaso ático de figuras rojas del Museo Vaticano , fechado en elva. C. La fábula griega la conocemos desde Hesiodo ("el ruiseñor y el halcón"), en el siglo VIII .

FRAGMENTO DE TABLILLA que recoge la primera colección sumerla deproverbios y fábulas. El dibujo reproduce el texto a nterior . Las fábulas meso-

potámicas 'Se remontan a la segunda mitad del tercer milenio antes de Cristo ,aunque los. textos que nos han llegado corresponden al período neo-sumerlo.

un gato las cogió y les dijo: "Si nohubiera sido por mí, una gran desgraci aos habría sucedido". Ellas respondie­ron y le dijeron: "¿Es por eso por loque nos pon es en tu boca?".

L a fábula griega la conocernos desde"El ruiseñor y el halcón", en He­

síodo (siglo VIIi a. C.); luego en diver­sas fábulas que sirven de ejemplo enpoetas como Arquíloco (s . VII) , Sernó­nides (s. VI), cómicos como Aristófanes(s. v) ; otras se atribuyen a Sócr ates ya 'los socrático s en general. Luego , apartir del año 300 a. C. se recogen encolecciones, la más antigua la de De­metrio de Falero; y se crean , porsupuesto, nuev as fábulas. Muchís imasfábulas griegas aparecen , más o menosmodificadas, en autores latinos: Fedro(s. Id. C. ) Y Aviario (s. v d . C.) en laantigüedad, otros en la Edad Med ia.He aquí unas pocas fábulas de estatradición, en versión resumida : la pri­mera en Arquíloco (luego está en lascolecciones) , la segunda en la másantigua colección griega que nos hallegado (la Augustana, cuyo texto con­servado es del s. vd. C., pero reelaboraotros anteriores) , la tercera en Fedro.

La zorra y el mono. El mono y elcamello pretendían reinar sobre losanimales. El mono censuró el tempera­mento pacífico del camello y triunfó deél en el baile; el camello fue expulsado

a palos y el mono proclamado rey,vistiéndose sandalias dorada s, una pielde león y un manto de púrpura. Lazorra, envidiosa, se le acercó y leseñaló un trozo de carne puesto en uncepo, diciéndole que le correspondíacomo rey. Así le engañó y el mono fueaprisionado por el cepo, quedando enuna posición indecorosa. La zorra ledijo, en son de burl a: "¿ pJjetendías serrey teniendo, oh mono , un tr aserocomo ese?".

El cuervo y la zorra. El cuervoarrebató un trozo de carn é: y se posó enun árbol. La zorra se le acercó y elogiósu belleza; dijo que debería ser rey delas aves y qu e lo sería. sin dud a sisupiera cantar. E l cuervo intentó can­tar, con lo que dejó .caer la . carn emientras graznaba. La zorra la cogió ydijo: "Oh cuervo , si tu' vieras sensateznada te faltaría para ser rey de losanimales".

El lobo y el cordero. El lobo y elcordero, sedientos, llergaron al mismoarroyo. El lobo estaba aguas arriba delcordero. Incitado por d hambre , buscócausa de pelea. "¿POJi qué -dijo- hasensuciado mi agua?" . Y el cordero ,asustado: "¿Cómo puedo , lobo, hacereso de que te quejas? ' El agua viene deti a mi boca" . Pero el lobo, derrotadopor la verdad , replicó : "Ha ce seismeses hablaste mal d e mí". Respondióel cordero: "Yo na había nacid o tod a-

vía". "Pues entonces fue tu padre , po rH ércules, el que habló mal de mí".contestó el lobo. Y cogiéndole , ledespedazó con muerte injusta.

Si pasamos a la fábula india, ésta seencuentra ya a manera de ejemplo

en distintas obras literarias (como, porej emplo , el poema épico Mahabhárata¡ya en colecciones de las que la másdifundida es el Pañchatantra, muy ree­laborado en distintas versiones desde elsiglo v al XIII d. C. y que amplíacon siderablemente una colección ante ­rior , el llamado Tantrákhyiiyika, cuyared acci ón pensamos debe situarse en elsiglo Il a. C. He aquí, ahora , tresfábulas indias en versión resumida.

La tortuga y los cisnes. A punto desecarse un lago , dos cisnes que vivía nen él se disponían a marchar a otro másgrande , pero antes se despidieron de suami ga la tortuga. Esta se quejó de quela dej aran expuesta a una muerte segu­ra y les pidió que la llevaran con ellos.Los cisnes accedieron: sujetaron porambos lado s una vara de la que debíacogerse la tortuga con los dientes ;mientras fueran por el aire, no debíahablar una sola sílaba. Así hizo hastaque los tres pasaron por encima de la

. ciu d ad , cuyos habitantes dijeron"¿ Qué es esa cosa del tamaño de unarueda de carro que es llevada a travésdel aire?" . La tortuga al oírlo soltó la

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Por lo demás puede haber múltiplesvariantes; presencia o ausencia del

diálogo, acción agonal simple o doble,aparición de un personaje ajeno a lafábula y que saca su conclusión , etc.etc. Y la fábula , en las distintas litera­turas , puede aparecer ya como unsimple ejemplo (mezclado con otros decarácter mítico , anecdótico , novelístico

lleven , ocasionalmente , mo ralejas, esun proceso secundario.

Los person ajes de la fábul a actúancom o símbo los de distintos caractereshumano s; la acción que sucede entreellos es paradigmática de lo que suce­derá en cualquier tiempo . Porque lanaturaleza es constante: el disfraz o lacondición social o la edad, etc. nocambian al anima l, ni tampoco , seen tiende , a los hombres. La concep­ción de la vida hum ana que subyace .ala fábula es realista y crítica. El pode ro ­so se impone , sea n cua lesquiera lasrazones del débil , y no hay en é lcaball erosidad , cuanto más hipocresía.Pero el débil puede se r superior eningenio y triunfar con el engaño o laastucia. Y hay crítica y burl a de lavanidad, la tontería, la codici a.

Nos hallamos ante un género popu­lar y satírico , nada idealizante . Los 'rasgos cómicos y las salidas chistosas

. están en él a la orden del día , pero estono oculta, sino al contrario , la durezade [a vida . Esta es concebida como unconstante enfrentamiento : la mayoríade las fábulas son esto , trátese deenfrentamientos de acciones o verba­les, sea el resultado un triunfo efectivoo una salida chistosa que da , en ciertomodo, la "solución".

Aunque a veces la fábula es de"situación" , da el comentario del ani ­mal víctima de un pod er superior o desu propia necedad , y o tras veces es" et iológica" , explic a el porqué de cier­tos hechos a partir de un suceso pasa,d o , no por ello de jan de estar presentes

. los mismos rasgos fund am ental es; vi­sión cruel de la vida humana, constan­cía de la naturaleza, sátira . He aquí unafábula de "situación", del poet a griegoSemónides, y una fábula "et iológica" .(orige n del moño de la abubilla) deAristófan es: a) El pescador y el pulpo:"Viendo un pescador un pulpo en elagua en un día de invierno , se dijo a símismo: 'Si no me echo a nadar, vay apasar hambre'" . b) La alondra: "Esopodice que la alondra nació ante s que lasdem ás aves , antes que la tierra , y quedespués su padre enfermó y murió; yno había tierra y el cadáver estuvoexpuesto cinco días; y ella, apuradaante la dificultad , enterró a su padreensu propia cabeza".

los pleiteantes. E stos se acercaron yfue ron devorado s.

Vamos a limitarno s a narrar unafábula medieval , lat ina , ind epen­

diente de la tradición anti gua , para quese vea que , sustancialmente , hay coin­cidencia.

El lob o aprendiendo a leer. Un sacer­dote enseñó a un lobo las letras. Dijo"A" y el lobo igual; y lo mismo con lasotras letras. "Unelas ahora y silabea " ,dijo el sacerdote. "Aún no sé silabear" ,contestó el lob o. Y el sacerdote : "H az­lo 'como mej or te parezca" . Y dijo ellobo: "Lo que mejor meparece es loque su ena agnus (cordero) " . y el sacer­dote dijo: "Lo que está en el corazón ,está también en la boca ".

No sería difícil , a partir de este brevemateri al (expu esto , por ot ra parte , enforma sumaria), deducir algunos rasgoscomunes. Nos hallamos ante relatosficticios en que habl an los animales ;otras veces se introducen ta mbién plan­tas y ob jetos diversos, pudi endo inter­venir también hombres o dioses. Ha y,por lo dem ás, relatos en que sóloentran hombres o dioses , es decir, losgéne ros d e la anécdota y el mito apenasse distinguen. Se refieren a accionesqu e sup uest amente sucediero n unavez; en ti empos pasados, y que se dancomo ejemplos de valor genera l; el quelas fábulas se recojan en colecciones y

LA FABULA DEL CUERVO Y LA ZORRA nos ha llegado a trav és de la clllección .Augustana, la másantigua de las griegas, cuyo texto conservado es del siglo v d , C. La llustrací ó n es de Gr andville (s, XIX ).

vara y dijo: "Soy una tortuga. Esos'hombres dicen tonterías". Pero al ha­blar se cayó y fue ' cogida por loshombres, que la despedazaron y se lacomieron.

El asno con pi el de pan tera. Un asnoyacía desfallecido de llevar tan pesadascargas. El amo .imaginó pon erle unapiel de pantera para que pudiera repo­ner se comiendo en abundancia de loscampos de los vecinos, que se asusta­rían. ' Así hizo y, efectivamente , unlabrador que vio lo que creía era unapantera, emprendió la fuga arrastrán­dose: llevaba en sus manos un arco y secubría con un manto. Pero al verlo huirde esa manera el asno le confundió conun a burra y le persiguió , con lo que ellabrador comenzó a arrastrarse másdeprisa. El asno entonces pensó que laburra huía po r creer que se las habíacon un a panter a: para atr aerla , tiró lapiel de panter a y se puso a rebuznar. E llabrador , entonces, se puso en pie, sedio la vue lta y mató al asno con su arco .

El gato asceta. La perdiz y la liebre ,que ten ían un a disputa porque la se­gunda había ocupado la casa abando­nada por la primera, buscaron un juezque decidiera su caso. A cudieron a ungato asceta que permanecía en pie aorillas del río , haciendo pen itencia. Elasceta elevó las manos al cielo y co­menz ó a orar y a pronunciar sentenciasmorales, ganando así la confianza de

PAGINA INICIAL de la edición de Tantr ákhyáyika, de Herter (Leipzig, 1914). Esta colección de fábulasindias, compilada en el siglo II a. e, constitu ye el precedenle de la compilación del Pa ñchatant ra.

y con símiles , proverbios , etc. ) , ya deotras maneras varias. Señalemos lasprincipales.. 1. Ejemplos contados "en segundog'rado". E s cuando el que va a contaru.na fábula lo hace poniéndola en bocade alguien en un a situ ación pare cida ala suya . El caso más conocido es el depo ner las fábul as en boca de Esopo,per'sonaje míti co que argumentaba confáb ulas en diversos episodios de su viday, ñinalmente, cuando fue condenado amue-rte injustamente por los delfios.

A rsí, si Semónides, en el s. VI, contóde por sí la fábula de "E l águila y elescarubajo" (el sucio escarabaj o pusosu bolla en el regazo de Zeus, dondehabía depositado sus huevos el águila:el dio s lo sacudió, con lo que tiró alsuelo IOls huevos y el escarabajo quedóvengado ), cuya intención es hacer verque no hay enemigo pequeño , Ar istó­fanes nois presenta en sus A vispas alpersonaje Filocle ón que , llamado ajuicio por sus desafueros. irelata lo quedijo Esopo (la fábula en cuestión) en elepisodio alu dido , según él semej ant e asu propia situaci ón. A partir de aquí laatribución d.e las fábulas a Esopo hasido frecuent .ísima .

2. Coleccio.nes. Un tipo de coleccióncoloca las fáb ulas (y a veces, prover­bios, anécdot as, etc. ) simplementeunas detrás de ' otras; así en diversascoleccíones sumierias y babiloni as y asíen Grecia a prartir de Demetrio deFalero . Es ta trae íici ón griega es la másgeneralmente segtuida en adelante; da­do que las fábul a:s van en ella fuer a decualquier contextci, es frecu ente que seprovean de mor alejas explicativas, ini­ciales (promitios) o finales (epimitios).

Pero hay otro tipo de colección,aquel en que apareece una acción quehace de marco de la.s fábul as. Es el tipoindio bien conocido .. En el Pa ñchatan­tra, un rey encarga a un brahmán laeducación de sus reb eldes hijos y éstela realiza por medio ' de fábulas. Enrealidad se trata de' cinco fábul as,dentro de cada una ele las cuales lospers onajes argumentain .a su vez conotras fábulas . Este tipo I fue muy imita­do en la Europa medie-val (Pedro Al­fonso , el Conde Lucanc sr de Don JuanManuel , etc.) .

3. Vidas. E n la Vid 'a de Ahikar,asiría , este secretario del rey Senaque- .rib da consejos a su l iijo adoptivoNadan por medio de proverbios yfábulas y luego , cuando s e porta villa­namente, le reprende de igual modo.En realidad, se trata de U11 precedentede las colecciones de tipo indio. EnGrecia se atribuyen fábulas a Esopo endiferentes circunstancias de su vida; yconservamos una Vida de 1:.ísopo cuyo

original rem onta a la edad helen ística yque está llena de fábulas, proverbios ,s ímiles d e. con que Esopo argumentafrent e a sus contrincantes. Recordemosen nuestra Edad Media obras como ElLibro del Buen A mor del Arcipreste deHit a, en que Trotaconven tos y DoñaGaro fa argumentan tambi én con ayudade fábulas sobre el tema de si lasegunda deb e o no aceptar las proposi­ciones del Arcipreste.

4. Epopeya animal. E n Grecia hayuna epopeya burlesca , la Batracomio­maquia o lucha de las ranas y losratones que , en realidad , es una fábulaampliada . E n la Edad Media, de unmodo paralelo , diversas fábulas de latradición antigua en torno al zorro handado epopeyas animales latinas comola Ecbasis captivi o fuga del tern erocautivo del lobo (s. x) y el Ysengrimus(s. XII) , sobre enfrentamientos del lobo

y la zorra; el Roman de Renart fran céses una derivación de est as obras.

Los distintos tipos de f ábulas, lasdiver sas maneras de presentarlas, serepiten a lo largo de una historia que vadel tercer milenio a. C. a nuestros días.Naturalmente , los tipos de sociedadvarían y la crítica se dirigirá ya a lospoderosos rnesopot ámicos, griegos oindios, ya a los filósofos griegos , lo sbrahmanes indios o los nobles y el cleromedieval. Hay tamb ién la moralizaciónde la fábula , su adaptación a cier to smodelos , su censura. Pero sigue siendocierta su fundamental identidad. Quizála mejor manera de mostrar esto seatrascribir dos fábulas nuevas, que larevista Newsweek recogió de un discur­so del banquero americano Bert Lance ,asesor económico del ex-presidenteCarter caído en desgracia por alegacio­nes sobre irregularidades económicas.

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LOS DELFIOS DESCUBREN LA COPA escondida en el equipaje de Esopo, sobre quien rei:~erá injustacondena. Se trata de un grabado que ilustraba la Vida de ESQpo "en el incunable de Zaragoza, de 1489.

origen griego, que es la que luego fuemás gen eralm ente seguida; un indi anis­ta com o Edgerton sostuvo, en cam bio,el origen indio . Hausrath , uno de losprimeros estudiosos alemanes de lafáb ula, creyó posib le demostrar el ori­gen griego de fábulas indias allí cuandoexiste una ver sión de las mismas en­fuentes grieg as arca icas .

Pero no pasaron de un os poquísimoscasos aquellos en qu e H ausrath hallabauna relació n es trecha entre fábula grie­ga y fábul a india. U no de los másnot ables es el de "E l león , la zorra y elciervo" : cua ndo la zorra llevó al ciervoa la caverna del león y éste le echó lazarpa, hiriéndole en la oreja , el ciervohuyó asustado, pero la astut a zorralogró que volviera, dicién dole que setr ataba de una caricia del león . Natu­ralmente , la fiera devoró al ciervo,pero cuando iba a comerse el corazónno lo encontró : y la zorra, que lo habíadevorado , dijo: "¿Cómo podría tenercorazón un animal que entró dos vecesen la caverna del león?". La versió nindia está muy pr óxima, sust ituyendoal ciervo por el asno y la zorra por elchacal. Con tod o, apa rte de aducirejemplos mu y escasos, Hausrath noconta ba con una hip ótesis al menosposible : que ambas ver siones derivaronde Mesopot amia.

Hoy que conoce mos bastantes fábu­las mesop otámicas, sabe mos que estahipótesis es, en muc hos casos al menos,acerta da . No quiere esto decir que no

hubiera en Grecia una tradición fa bu­lística antigua . La había : la fábula esun a var iante popular , satírica , del mitoy se contaba en fiestas agrarias de tipopopular. Ello se demu estra, entre otras.cosas, porque en Grecia aparece ligadadesde el s. VII al gé nero y ámbicc .,caracterizado por el uso de l pie yámb i·ca (grupo de una sílaba breve y unalarga) y por el carácter festivo, sat íri-coy libre. Arquíloco y Semónides, eni.reo tros, son escritores de yambos q ueinclu yen fábulas en sus poemas.

Pero no hay duda de que en elmom ent o en que en Grec ia las fáb ulasqu e se conta ba n en las fies tas popu.laresy los banquetes comenzaron a Lomarforma literari a , a ser esc ritas p al' lospoet as, esto no sucedió sin un fuerteinflujo orie nta l. Bastar án unos pocosej emplos .

La fábula de l águila y la zorra, e nArquíloco , cuenta cómo estos .anirnaleshicieron amistad, pero el águil.a violó eljuramento prestado comiéndose lascrías de la zorra. El águila ~ie reía , enun picacho , de los lamentos ~ ¡ amenazasde la zorra: pero ésta acu dió al diosZeu s, defensor del juramento. El águi­la sacrílega cogió carne de 'un sacrificio,llevándose con ella unos carbones en­cendidos. E l res ultado fUf ~ que se pren­dió su nido y perecieron sus polluelos :así fue vengada la zorra I' a l' Zeus. Puesbien , desde hace alguno:3años sabemosque esta fáb ula deriva de una fáb ula­ejemplo que aparece en la epopeyaaca dia Etana: el tema es muy aproxi­mado, aunque en Vez de la zo rra

.ap arece la serpiente y es el dios Samasel que hace el papel eje Zeus. El águilaes el servido r del ( líos (como lo estambién de Zeus) y res castigada por élpor su traición a la, serpiente .

No es este el ún ico e jemplo. H ayparalelos mesopotámicos muy exactos(J. fábu las griegas c-orno "Los árbo les yla caña" , "La zar ra y las uvas" , "La

~~~~~~~~- i: i . víbora y la lima" , "El ra tón agradecí-

~~~~~~~~~~I~~~~~~~I ·do" , "El cam inante y el plátano","Zeu s y el cam el' to" (que pide cuernos~~r;,r...;¡ y es castigado) , " El toro y el mosquito"

(es la fábula asi ri a antes mencionada de"El elefa nte y el mosquito") y otrasmuchas más. F'uede haber pequeñasdiferencias: en v-ez de la zorr a y las uvasen Mesopotami a se trata del perro y losdátiles , el to r o es sustituido por e lelefante , el cannell o por el asno. Pero lasusta ncia es 111 misma .

y no se t .rata sólo de esto. Lacaracterizaci ón de los animales (temadel reinado d el león , por e jemplo), lostipos de acció-n (por ejemplo ; la dispu taent re dos plamtas) , la estructura mismade las f ábula.s, los temas de la natura le­za , de la imposición del fuert e, del

Q ue la fábu. la griega tiene relacióncon la fábula orient al , no era

dud ad o en la antigüedad , que atribuyóa Esop o un origen frigio o tracio. E lfabulista Bab rio , a comienzos del s. nd. c., llegó a más diciendo que lafábula tien e su origen en Asiria: estoes, en Mesop ot amia.

Sin embargo , por causa de nuestrodesconocimiento de la fábula mesopo­támica hasta hace pocos años , durant emucho tiempo todas las discusionessobre el or igen de la fábula se limitabanal tem a de si la fábula griega procedíade la indi a o viceversa. Ben fey, eledito r del Pañchatantra en 1859 yverdad ero funda dor de la literaturacomparad a, se inclinó por la tesis del '

Es el eterno tema del inocente quesufre abuso y de la "paja en el ojoaj eno".

El lobo y el cordero. Un paseant eveía todos los días un lobo y un corderoque estaban pacíficamente el uno allado del otro en el jardín de una casa .Intrigado , preguntó al amo como con­seguía ese milagro. "Pongo un corderonuevo cad a día" , respondió.

La señora, el pollero y el po llo. Laseñora palpó uno a uno los pollos deuna pollería e iba ya a marcharseporque no encontraba ninguno de sugusto cuando el pollero le dijo: "Seño­ra , ¿es tá segura de que Vd. mismasaldría airo sa si fuera sometida a unaprueba tan seve ra?" .

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ESOPO y ALGUNOS DE SUS ANIMALES Y PERSONAJES. Ilustración perteneciente al incunab lede Zaragoza referido antes. Era frecuente poner en -boca de este mítico personaje muchas fábulas.

ingenio tríunfante , son los mismos. Deotra parte , es claro que el personajegriego Esopo, narrador de fábulas, hasido conformado sobre el modelo deA hikar, e l secretario del rey asirioSenaquerib, narrador de fábulas y pro­verbios , solucionador de enigmas, víc­tima de calumnias que le llevan a unamuerte que, en este caso , es sóloaparente .

L legados a este punto , surg e la hipó­tesis de que la fábula india puede,

a su vez , haber recibido influjo de lafáb ula mesopotámica. Esto no quieredecir qu e no haya raíces indígenas en lafábula india: en realidad , se trata de ungénero que surge independientementeen todas las culturas . Ni niega tampocoque en la India se hayan producidoad aptaciones: por ejemplo, la introduc­ción de animales indígenas como eltigre o la pr esencia de ambi entes o detipos humanos propiamente indios.

Pero ha debido de haber, adem ás, uninflujo mesopotámico: influjo que seestablece claramente cuando hay coin­cidencias entre fábu las mesopotámicasy fábulas indias concretas; y que seestablece indirectamente cuando haycoincidencias entre fábulas indias yfábulas griegas arcaicas o clásicas. Larelación entre las culturas de la India yla de Mesopotamia ha existido en unaserie de períodos. Y esto lo mismo enfecha antigua, cuando imperaban enBabilonia ' los Kasitas, una dinastía in­do -írania, desd e el s. XVIII, que en otramás reci ente , cuando en tiempos deD aría , en los siglos VI y v, el valle delIndo era una satrapía persa y Mesopo­tamia estaba, igualmente, bajo 'el do ­minio persa .

Pongamos ahora algunos ejemplosque hagan verosími l la hipó tesis senta­da . El tema de la fábu la acadia "Eláguila y la serpiente" se encue ntraprácticamente en dos fábulas indias delTantr ákhyiiyika en que intervienen yados cornej as y la serpiente, ya elcangrejo y la serpiente . Las fábulasindias respetan la serpiente (sustituidapo r la zorra en la vers ión griega) ysustituyen, en cambio , el águila. Tam­bién otras fábul as pr esentes en Meso­potamia y Grecia se encuentran igual­me nte , con más o menos variantes, enla India. Es te es el caso de "E l águila yla tortuga" (tema de la naturaleza , latortuga sufre las consecuencias de que­rer volar) , de "La encina y la caña" , de"El elefante y el mosquito" (aq uí setra ta de l león, que desdeña matar almosquito).

E n otras ocasiones, como digo , nohay versión mesopotámica conocida:pero las coincidencias entre una fáb ula

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griega arcaica y una india hace verosí­milla h ipótesis del origenmesopotámi­ca de ambas . Así en el caso de "Elleón, la zorra y el ciervo" , ya tratado , yen otros varios más . Otras veces son lostem as, los mo tivos de una fábula losque coinciden . Por ejemplo , la fábulade Arquíloco del le ón y la zorra (lazorra no quiere entrar en .la cueva delleón po rq ue ve huellas de animales queentran, pero no de animales que salen)

aparece en la India descompuesta endos. En un a fábula , e l chacal haceastutamente que el león traicione supr esenci a en la cueva en que se escon­de; en otra, un mono se escapa de caeren poder de un demon io mediante unaobservación sobre las hue llas de diver­sos animales idéntica a la de la zorra deArquíloco .

Pero no es sólo esto . En la fábulaindia aparecen temas que son familia-

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LA ZORRA Y EL GALLO . La fábu la se inscribe en lo que el autor denomina epopeya animal, de grandifusión en la Edad Media europea. La ilustración perten ece a un códice de la catedral de Gerona (s. x ),

res en la griega: por ejemplo, el deláguila agrad ecida , el del animal cuyanaturaleza no cambia con el disfraz (enGrecia, el asno se disfraza de león, enla Indi a el chacal de pantera y hay otrasvariantes más) , el del ratón agradecido ,el del animal transformado en mujer(la comadreja en Grecia, la rana y elratón en la India) y que descubre alfinal sus antiguos instintos, etc .

Hay que añadir el tema del reinadodel león , el del chacal servidor de aquel(como la zorra en Grecia) y que se lasarregla astutamente para salir de difi­cultades; y otros más. Se trata de rasgosmesopotámicos , que se ven, por ejem­plo , en la "disputa" acadia del león , elperro , el lobo y la zorra . .

Tod avía más. Ya hemos dicho arribaque es característica de las coleccionesindias de fábulas el que éstas seanexpuestas dentro de un marco. · Seinstruye o aconseja por medio de fábu-

las o dos personaj es discuten con ayudade fábulas. Esto ocurre no sólo en elPa ñchatantra, sino en modelos de co­lecciones medievales como el Sende­bar, Las Mil y Una Noch es, el CondeLucanor, etc. Pues bien , ya hemosdicho que en el A hikar asirio hay unprecedente de este proceder. No sóloaconseja o reprende Ahikar a su hijoadoptivo Nadan con ayuda de fábulas,sino que , al actuar como consejero delrey de Asiria y resolver los problemaspropuestos por el rey de Egipto , repre ­senta al tipo humano del filósofo con­sejero de reyes de las colecciones indiasy medievales. No parece dudo so que elAhikar y otras obra s mesopotámicassemejantes sirvieran de modelo a losredactores de las colecciones indias.

Como hemos dicho , la fábula griegarepresenta una mezcla de tradicio­

nes indígenas y orient ales. En época

arcaica y clásica se narra la fábula yacomo un ejemplo en "primer grado",ya en "segundo grado" como algo quedijo un determinado personaje (Esopoen general, pero no sólo él: un sibarita,Demó stenes, etc .) en una circunstanciasemejante a la que lleva a narrar lafábula.

Son sobre todo los poetas que escri­ben en yambos , género -poético emi­nentem ente popular y abierto a lacrítica y la sátira , los que más usan de lafábul a: ArquíJoco , Semónides, los có­micos como Ari stófanes. Ya hemosdicho que esta poesía nació en unambiente religioso y festivo, de tipo"marginal" en cierto modo . Y es fácilponer la fábula animal y vegetal enrelación con estas fiestas: danzas ani­males, determinadas creencias en rela ­ción con los animales, etcétera. Puesbien , cuando la fábula fue adoptadapor los socráticos, hay que poner elhecho en relación con el car ácter incon­formista de este movimiento , su críticade las formas convencionales de com­portamiento , de los valores basados enla riqueza y el poder.

Esto es importante , porque nos ex­plica que fuera un discípulo de Aristó­teles , Demetrio de Falero , el creadorde la primera colección de fábulashacia el año 300 a. C. En realidad,Demetrio no hizo otra cosa que poneren la prosa de su época y redactar denuevo las fábulas que encontró en laliteratura arcaica y clásica . Ciertamen­te , olvidó algunas que conocemos porlas fuentes literarias clásicas y quefaltan en las colecciones: sin duda porcausa de este olvido de Demetrio .Otras veces, fábula s de Demetrio fue-

. ron dejadas de lado por las coleccionesposteri ores (pero las conservó, porejemplo, la Vida de Esopo ). También

EL AGUILA y LA ZORRA hicieron amistad¡ peroel juramento prestado,violado por aq uélla, fue vengado taliónicamente por la zorra. Esta fábula y la de

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la zorra ylas uvas tiene paralelos mesopotámicos. (Ilustrací én de la izquierda,del incunable de Zaragoza. A la derecha, impronta de una gema de Trikka .)

LEüN ATACAN DO a un toro. La caracteri zación de los animales (tema del reinado del leó n, porejemplo), los tipo s de acción (la disputa entre dos 'plantas) y la propia estructu ra del relato son pa rejos enMesopotamia y en Grecia. La ilustración reproduce una concha grabada procedente de Tello, en Sumeria.

sucede que fábulas que sin duda estu­vieron en la colección de Demetrio y deahí pasaron a las posteriores , son sími­les, proverbios, etc. , de época anteriorque fueron "fabulizados" . .

La actividad de Demetrio de Falerocomo autor de una colección de fábulashay que ponerla en relación con lamoda helenística de los "géneros anto­lógicos". Mitos, máximas, epigramas,opiniones de los antiguos filósofos,inscripciones de diversos caracteres,etcétera , se recogían ahora , ya en laredacción original , ya en otra nueva.Ari stóteles había favorecido o hecho élmismo colecciones de materiales (sobrevictorias musicales o atléticas, datos dezoología o botánica, constituciones delas diversas ciudades , etcétera) queservían luego de base a sus estudioshechos con un método inductivo. De­metrio seguía en la misma línea con ungénero , la fábula , muy dentro de latradición socrática. Escribió, igualmen- ·te , una colección de kh reiai o anécdo­tas que contenían una frase brillante.

La colección de Demetrio no hallegado a nosotros: sólo la conocemosporque la menciona Diógenes Laercio,el autor de las Vidas de los Filósofos.Podemos, sin embargo, reconstruirlahasta cierto punto - es lo que personal­mente he intentado en mi Historia de laf ábula greco-Latina-o Esta reconstruc­ción se basa, primero, en que sólo através de Demetrio han podido llegar alas colecciones posteriores y a la Vidade Esopo una serie de fábulas de laliteratura anterior. Y, segundo, en queen esas colecciones posteriores puedenaislarse , por contenido y composición,una serie de fábulas que son a toda sluces posteriores a Demet rio.

A veces se puede ir más lejos.Cuando una fábula nos es conocidatanto por la literatura arcaica y clásicacomo por las colecciones tardías y enéstas presenta rasgos que la diferenciande las versiones antiguas, esos rasgosproceden de una refundición: la deDemetrio. Así, por ejemplo , en "Eláguila y la zorra". Es claro, en suma,que Demetrio elimina el verso antiguo,sustituyéndolo por la prosa; que elimi­na también ciertas estructuras com­plejas , tendiendo a enfrentamientos,agones, de un solo acto ; que no presen­ta promitios ni epimitios.

A hora bien , entre la colección deDemetrio y las colecciones que

han llegado a nosotros hay un intervalode unos 300 años, en el 'caso másfavorable. Es la historia de la fábulagriega durante esos años -la épocahelenística y la romana republicana- laque he intentado reconstruir en el libro

arriba citado. El método ha sido lacomparación entre las diversas colec­ciones, que permite reconstru ir en cier­ta medida los estadios perdidos, y elestudio interno de las mismas, sobretodo de la más antigua de las coleccio­nes griegas en prosa, la Augustana .

La colección Augustana contienemás de 250 fábulas, frente a las 100aproximadamente que debía de comoprender la de Demetrio; muchas deellas son a t odas luces postclásicas.Pues bien, la gran sorpresa que ofreceesa colección de fábulas griegas enprosa, que en definitiva es el resultadode una serie de reelaboraciones sucesi­vas y ampliaciones también sucesivasde la colección de Demetrio , es que,ante un estudio detenido, se revelacomo prosa griega llena de restos deverso. Concretamente , de versos y árn-

bicos: el llamado trímetro yámbico(seis yambos sucesivos) y el coliambo(idéntico, pero con la sílaba penúltimalarga , no breve). En definitiva: enalgún momento la colección de Derne­trio ha sido versificada en los ritmosaludidos y ha recibido otras fábulasmás en los mismos. Y en algún momen­to esa colección de fábulas en verso hasido prosificada. Y se han añadidonuevas fábulas totalmente en prosa, sinhuella de haber tenido nunca verso. Yse ha provisto a las fábulas, a todasellas, de epitimios prosaicos, sin huellade verso tampoco.

Este es el descubrimiento cuyos pri­meros resultado s publiqué en la revista"Emerita" en 1969 y 1970 Y que heexplicado más detenidamente en ellibro citado más arriba. En él he hechover que el análisis métrico de detalle de

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FRAGMENTO DE TABLILLA DE LA SEGUNDA COLECCION SUMERI A de proverbios)' fábulas. Elcontenido de unos y otras suele coincldir en Mesopotamia, Grecia y la India , en muchos ejemplos.

.. .-:

.....

·>e

la moda. Es en cierto modo un anárqui­co, un asocial , que recorre el mundocon su manto basto y su alforja, burlán-

_dose de la sociedad y criticándola.El dinero , el poder , la belleza, la

insensatez, todo lo convencional, sonsus verdaderos enemigos. Se contentacon poco y cree en las virtudes deltrabajo , de la solidaridad humana.Critica a los adivinos, a los médicos, alos atletas , a las mujeres. Predica lacompleta libertad sexual (pa ra los hom­bres solo, a decir verdad).

Este movimiento se ap artaba delestado y del mundo oficial y se volvía alindividuo. Representaba una disolu­ción de la antigua sociedad, pero , altiempo , una reafirmación de valoresmorales que influyeron fuertemente enel estoicismo e incluso en el cristianis­mo . Representaba, sobre todo , un esti­lo de vida y un estilo literario, también.La literatura era para él arma decomb ate , a base de punzar e irritar alhombre medio y conformista , de ofre­cer también una lección.

Como decimos, la fábula fue utiliza­da por muy buenas razones por elmovimiento cínico. Claro está que lasantiguas fábulas recogidas por Deme­trio fueron a veces retocadas, hacién­dose entrar en ellas temas cínicos comoel del rechazo de la ánoia o insensatez ,que la zorra echa en cara al machocabrío que, en el pozo, le ofrece ayudapar a salir, pensando que luego va asacarle a él. O como el de la phusis onat uraleza, la tukhe o fortuna, el abo­rrecimiento de la truph é o molicie , elelogio del panas o esfuerzo.

Ahora bien , muy frecuentemente loscínicos invent aron nuevas fábulas, bien"fabulizando" motivos anti guos, biendesarrollando temas de las antiguasfábulas, bien creando libremente. Mu­chas de las fábulas que presentan en laAugus tana y el papiro Rylands restosde yambos son fábulas cínicas (algunasde ellas pasaron también a Fedro yotros fabulistas ) . Y otras enteramenteen prosa, entradas posteriormente (apartir del siglo 11 a. C.) en las coleccio­nes, también. Ya nos presentan losviejos protagonistas de la fábula entrelos que la zorra se convierte en unsímbolo cínico, ya otros nuevos o usa­dos en form a nueva. Son símboloscínicos, entre ot ros, la tortuga que llevala casa a cuestas y que con su esfuerzovence a la rápida liebre ; el mosquitoque punza y vence al león y al atleta; larana que asusta e irrita con sus gritos: lamosca imprudente ; el caminante .. Hay que saber que la fábula cínicacomprende muchas anécdotas, algunascon intervención de person ajes divinos ,como Hércules (el modelo del cínico) ,

prosificadas, de unas mismas fábulas, ypropagándolas en colecciones. La fábu­la es sólo uno entre los varios génerosde origen antiguo que los cínicos adop­taron para sus fines prop agandísticos.Usaban por sistema la mezcla de loburlesco y lo serio , de la sátira y eladoctrinamiento ; si se apoderaron de lafábula par a sus fines es porque estegénero popul ar y crítico coincidía enbuena medida con sus ideas: preemi­nencia de lo "natural", ataque contralos poderosos brutales o hipócritas,contra la insensatez; elogio del peque­ño inteligente y libre .

En este momento , hay que hacer uninciso para hablar de los cínicos,

esa secta fundada por Diógenes deSínope , el "Sócrates loco", que hizofuror en el siglo III a. C. , sobre todo, yejerció un vasto influjo fuera -de laescuela estricta . El cínico no es unteórico: abomina de toda teoría, todaciencia, toda cultura . Es un "sabio"que no soporta la idea del poder ni delas convenciones antinaturales comoson las front eras que dividen al mundo,las clases, los tabús sexuales, la falta delibertad , las necesidades consumistas,

los versos reconstruidos permite verque se trata de la variant e del trímetroyámbico y el coliambo usada en el sigloIII a. C., lo que data la versificación. Yhe hecho ver igualmente que los restosdel metro se conservan sobre todo en"fórmulas" o frases hechas, algunasreferentes a temas cínicos.

Es a los cínicos, cultivadores delcoliambo y de los géneros satíricos ypopulares en general , a quienes hemosde atribuir la versificación de las fábu­las. Las versificaciones, mejor dicho.Porque la Augustana contiene a vecesrestos dedos versiones poéticas de unamisma fábul a. Y conservamos restos deuna colección de fábulas en el papiro­Rylands 493 que contiene fábulas quetambién están en la Augustana, peroque aquí presentan restos de versodiferentes.

La fábula es un género popular queno fue cultivado por "fabulistas" auto­res de colecciones, como Fedro y Ba­brio, hasta muy tarde y en casos espe­ciales. Todo el mundo se creía conderecho a modificar y retocar las fábu­las anteriores. Los cínicos no hicieronmás que esto, produciendo versionesdiferentes , primero en verso y luego

14

--------------------_.

15

PAGINA FINAL de la Vida deEsopo e inicial de las fábulas. La fábula griega se irradió hacia el mundooriental a través de traducciones síríacas. Esta biografía se tradujo al árabe, etíope, siriaco y turco.

cas, muy frecuentemente. Es que, enuna fecha que podemos situar en lossiglos 1 y II a. C., las fábulas en verso seprosificaron y entraron otras nuevastambién en prosa. De otra parte, cuan­do el sentido de la fábula no estabaclaro, se añadieron promitios o epimi­tíos ocasionales, como sucede todavíaen Fedro. Ciertas colecciones los gene­ralizaron: la del papiro Rylands llevasiempre promitios, la Augustana siem­pre epimitios. Esta generalización delos epimitios debió de tener lugar enuna fase antigua de la misma Augusta­na, probablemente en el siglo 1 a. C.

hemos hablado de la hostilidad de laescuela (hay una excepción: Hiparquia,la mujer cínica que se casa con Crates yse pone el manto basto y la alforja pararecorrer con él los caminos). En lascolecciones de fábulas antiguas , porreferirnos al último tipo , se encuentrauna colección de historietas eróticas,maliciosas y a veces obscenas, que sonsin duda alguna el precedente de lacuentística medieval.

Ahora bien , ya decíamos que ennuestras colecciones de fábulas griegasen prosa existen también fábulas quenunca contuvieron versos: fábul as cíni-

COMADREJA CONVERTIDA EN MUJER, según ilustración de Grandville (siglo XIX). Representael triunfo de la naturaleza, Este tema griego tiene su par (con la variante del animal) en la India.

ra serie de fábulas y novelitases aquella en que hay burla 9de los sabios, los médicos , los

los adivinos, las mujeres: ya

Prometeo, Hermes; otras con perso­najes humanos de sabios como Sócra­tes, Esopo O Semónides . Son frecuen­tes, también , las fábulas "de situa­ción" , con una circunstancia y un co­mentario, y aquellas en que el enfren­tamiento se refiere a la disputa entredos animales o plantas sobre cuál de losdos tiene cualidades preferibles . Entrelas fábulas sobre el tema de la naturale­za, abundan aquellas en que el animalo animales que protestan van a Zeus ole envían una embajada, recibiendo la

~, ~~~~:,st~ d;at~~:l~~a~abio es, precisa-

1" a~\~~~ ~l~!~~ n~~~~~:~¡~:g:1.1,1'; :~~~~z:fia%~r:~os"::T~;,~ ;~o~o ~:

de la mujer que mata a la oca de los!~!~D> .:">:. huevos de oro o la zorra o el ratón que,

habiendo comido demasiado, no pue­•..·..·.. den salir de su guarida o refugiarse en<\ ella. A la belleza física del leopardoX' " moteado contesta la zorra: "yo tengo

•...•••••...... moteada el alma": es la belleza espiri-C. tua!. La belleza sola no basta: ¿cómoi)' podrá el pavo real defender a las aves si• .es elegido rey? Y la máscara trágica es{, hermosa, pero no tiene seso. Tampoco\ es decisiva la fuerza bruta: el león esi:'vencido por el mosquito , el atleta por) Ia pulga.

';~ El r~~:~li:sst; ;~si~~~:ln~ r: s~~:cuidado, como el perro, que, exhortado"por su amo a que se prepare para el'yiaje , responde: "Yo estoy preparado,§res tu el que se tarda". El perro esprecisamente un símbolo cínico. El delombre inteligente, que sabe manejar­.~. en la vida al contrario que el cuervoJ la fábula o que la máscara bella peroin seso. y que no se turba como el~.()n asustado por el croar de las ranas:

o asustarse antes de ver", es lapra]eja . En definitiva, el ideal es vivir{vida misma sin complicarse con el

.. •. der, el dinero o la ciencia, como eltrónomo que se cayó al pozo porntemplar las estrellas . El niño que se.á ahogando dice al que le reprendede la orilla: "Sálvame, ríñeme lue­'j'. EI cínico, en definitiva, no tiene·. asiadas exigencias en su vida: otro.'p?lo suyo es la mosca que se está~~ndo en la sopa y que dice alpr "He comido, he bebido, me he

" ~?,: si me muero, ¿qué me im-.' .

ral: inter vención de la providencia divi­na , castigo del malo. Las fábulas másgroseras e indecentes fuero n, al tiem­po , eliminadas de varias colecciones.Así la fábula a través dejos socráticos ylos cínicos siguió un camino que lahacía útil para la expresión de estoicis­mo y el moralismo en general y mástard e , en la Ed ad Media , del cristia­nismo.

Pero hay que notar que esto no fuesiempre así. En la época de Tiberio ,Fedro , un liberto griego (macedonio enrealidad) escribió su colección de fábu­las, fuertemente cinizante y cuya inten­ción no era en absoluto didáctica.Fedro, nuevo Arquíloco, utiliza la fá­bula como arm a de ataque, de sátiraencubierta del ambiente general de lacorte y del favorito Seyano . Dependede la tradición de la fábula griega: sumodelo es la antigua Augustana queluego evolucionó en griego indepen­dientemente. Pero ese modelo prosifi­cado Fedro vuelve a versificar!o yañade toques personales muy acord escon las escuelas cínica y estoica y con elantiguo carácter satírico del género.

O t ra colección importante, estagriega, es la de Babrio, que se fe­

cha tentativamente a comienzos del sigloTI d. C. Está escrita en verso , en coliam­bos: pero coliambos mucho menos la­xos, más elaborados que los usados lue­go en fecha helenística por los cínicos.Babrio , concretamente , se jacta dehaber renovado el coliambo y el génerofabulístico. Tenemos razones para pen ­sar que depende directamente de lascolecciones coliámbicas helenísticas ,no de las prosificaciones posteriores.La intención de la colección es pura­mente literaria: Babrio cultiva el artede la narr ación fabulística, como mu­chos siglos más tarde La Fontaine .Aunque hay que hacer notar que Ba­brio tuvo muchos imitadores y que enla colección que hoy conocemos comode Babrio hay, seguramente, fábulasajenas a él.

Con esto no está terminado , ni mu­cho menos, el inventario de la fábulade la época imperial. Hemos aludido alfabulista latino Aviano, muy emparen­tado con Babrio; y hay fabuli stas grie­gos diversos, como Aftonio , el reto rdel códice Brancacciano, el llamadoPseudo-Dositeo , etc. Comparando es­tas fuentes y otras más, así las fábulascitadas como ejemplo por tantos auto­res (Horado , Luciano , Plutarco, etc.) ,se puede investigar la complicada histo­ria de la fábula en esta época.

Habría que añadir, para esta investi­gación , otras fuente s. Así las fábulaslatinas , medievales, de Rómulo , que

gua testigo de este nuevo uso de lasfábulas es Quin tiliano, en el s. 1 d. C.En las escuelas de retórica la fábula seusaba para la enseñanza de la redac­ción y la composición literaria, diría­mos ahora: se prosificaban, alargaban ,reducían.

Pero es que, al propio tiempo , lasfábulas habían dejado de ser propiedad

.de los cínicos . Hacia el s. 1 a. C. hayque señalar la presencia en las fábulasde temas estoicos y moralistas en gene-

Las colecciones de fábulas antiguas,griegas y latinas, que nos han llegadoson escasas. La sítuación en la Antigüe­dad era muy diferente: había coleccio­nes muy numerosas, que añadían, qui­taban o contaminaban fábulas o dabannuevas versiones de las mismas. Estascolecciones pasaron en un momentodado a convert irse en material. deenseñanza, un papel que la fábula .noha abandonado desde entonces hastaahora. En realidad, nuestro más anti-

GATAS SIRVIENDO a una dama ratón. (En la prim era parte de la historia la suerte less onreía a losratones. ) Esta fábula de la guer ra entre gatos y ratone s penet ró en Occidente a través de árabes y turcos.

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DOS PAGI NAS del manu scrito G de la Vida de Esopo, datado en el siglo x. En Bizancio era muy popul ar,sobre todo en la redacción de Westermann (que se copiaba encabezando las fábulas de la 'Víndobon ense).

~\;;;~;~~!;~~g'~' ~i ~§~¡;?Jg··~t.J-........ , ....:"'.• .• ! .. ·•..:._ r' '- ~ ., - : : ~" :':" ". _ .- .-,~., ., • . . . .•:. '- "" ",, :.> : :: ~ -. .. . , "

LUCH A DE LOS GATOS Y LOS RATO NES, según un papiro egipcto de Turin. No está suflcientemen­te esclarecido, debido a la escasez de dato s, el influjo real de la fábula egipcia en la griega helenística .

EL PERRO Y LAS OVEJ AS, fábula incluida en la edición de Steí nhéwel (posterior a 1475). En lasegunda mitad del siglo xv lo fundamental de la fábula gr iega volvió a ser conocido en Occide nte.

junto a elementos derivados de Fedrocontienen otros procedentes de colec­ciones perdidas; fábulas conservadasen siriaco (y de ahí traducidas al árabe) .y que son de origen griego, figurando 'entre ellas algunas de las que no se noshan conservado versiones griegas; lasfábulas del llamado Sintipas, que sonantiguas fábulas griegas traducidas alsiriaco y de ahí, de nuevo, al griego enel s. XI. Tod avía hay que añadir fábulasaisladas conservadas por diversos papi­ros y las de las llamadas Tablas deAsendel ft, tablas enceradas en que unniño de Palmira copiaba en el s. UI d.C. sus ejercicios de clase.

Muy interesante también para elestudio de la fábula en la anti­

güedad greco-romana , y también en laIndia, es la relación que se puedeencontrar entre las colecciones indias y 'las griegas allí donde esta relación no esatribuible al común influjo de Mesopo­tamia. Hay, efectivamente, razones pa·ra pen sar que diversas fábulas delTantr ükhyayika y del Pañchatantracontienen elementos procedentes de lafábula griega de tipo cínico. Por ejem­plo , la fábula del perro codicioso queperdió la carne que llevaba cuando, porerror , confundió su imagen en el ríocon otro perro que llevaba carne: alquerer arrebatársela, perdió la carnepropia. En la India el perro pierde lacarne al q~erer pescar un pez; y existela fábula del león que se ahoga alquerer luchar con otro león que , enrealid ad, es su propia imagen reflejadaen un pozo.

Pero no se trata tant o de fábulasparticulares como de la presencia en lafábula india de temas cínicos sobre lanaturaleza, la riqueza , etc., de promi­tíos y epimitios semejantes a los grie­gos; y de que la prop ia idea de crearuna colección de fábulas difícilmenteapareció en la India sin el modelo delas fábulas griegas. El Tantr ákh yiiy ika(y su derivado el Pañchatantra) es enrea lidad un tratado para la educaciónde príncipes en el gobierno del estado,que combin a el tema mesopotámico dela instrucción que imparte un padre oun filósofo con la idea griega de lacolección de fábulas. Dado que se tratade fábula s en prosa que contienenpromitios y epimítios, hay que situar suorigen, probablemente , en el s. II a.c. ,época de las colecciones prosificadasgriegas.

Es que una serie de tendencias delpensamiento y la religión india, quecaían más bien fuera de la tradiciónbrahmánica, coincidían bien con las delos cínicos y las de la fábula griegahelenística en general. Para los griegos,

los santones desnudos indios eran ver­daderos cínicos por su ideal de vidasimple y ascética. De otra part e , esclaro que los griegos establecidos en laInd ia se sintieron especialmente próxi­mos al budismo y a las ideas humanita­rias del rey Asoka, en els.III a. c. :ideas de compasión, de consideracióndel animal como digno de respeto , dedesprecio de la rique za y pensamientoen la muerte.

De esta manera, la fábula mesopotá- .mica ha pervivido en cierto modo através de las dos ramas de la fábulaindia y griega. Y, más tarde, ambas

ramas se han contaminado, por elinflujo griego sobre la fábula ind ia,seguramente como decimos en el s. 11,

época de l os reinos indo-griegos deDemetrio y Menandro. Pero al tiempola fábula griega irradiaba, ya lo hemosdicho, hacia el mundo oriental a travésde traducciones siriacas que encontra-

. ban difusión en otras lenguas: ni más nimenos que como la Vida de Esop o setradujo al árabe, el etíope, el siriaco yhasta el turco . Y habría que añadir otrotem a sobre el que tenemos pocos da­tos, aunque curiosos: el influjo de lafábula egipcia, que conocemos, aunque

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verso "político" bizantino , de ritmoacentual, ya por otros más tradiciona- .les como Ignacio Diácono (s. IX) . Deotra parte, en Bizancio era muy popu­lar la Vida de Esopo, sobre todo en laredacción llamada de Westermann(que se copiaba encabezando las fábu­las de la Vindobonense) y la de Planu­des, del s. XIV (copiada encabezando laAugustana). Las fábulas de esta Vidapasaban a veces a las colecciones.

El segundo ámbito es el de la Europaoccidental. Aquí Fedro fue poco leído ,pero se hicieron paráfrasis en prosamuy divulgadas y se propagó muchotambién el llamado Rómulo , que con­tiene fábulas en prosa derivad as ya deFedro ya de colecciones perdidas. R ó­mulo fue a su vez modificado por variosescritores latinos, de entre los cuales elmás conocido es Walter el inglés (mo­delo de nuestro Arcipreste) . Hay, deotra parte, fábulas latinas diversas cuyagene alogía es, hoy por hoy, difícil detrazar.

y con esto llegamos al ter cer ámbito,el orienta l. Aquí se inicia un caminoque llevará más tarde a la síntesis de lastres tradiciones, herederas en definitivade la de Mesopotamia. Este camino es elde la traducción de las fábulas indias alpehlví en Persia y, luego, al árabe . Fueen la corte de Cosroes el Grande, en el

EL GATO PREDICANDO A LAS GALLINAS: Las sillerías de los coros catedralicios (la foto es undetalle de la de Zamora, s. XVI) y monacales testimonian la importancia de este género literario.

A l comienzo de la Edad Media, lafábula aparece dividida en tres

grandes espacios. En el oriental, bizan­tino, continúa la existencia de la fábulagriega. La Augustana es la coleccióngriega prosaica , continuadora de De­metri o , que adquirió su forma definiti­va en el s. V d. C. y fue fielmentecopiad a desde ent onces. Pero produjodos derivados que contienen fábulascon versiones modificadas: la colecciónVindob onense, del s. VII, popular y aúnvulgar ; y la Accursiana , del s. IX. Estaes una manera de hablar porque cadacolección se descompone en variantesinfinitas.

Junto a esta tradición existió enBizancio la derivada de Babrio y susimitadores. Apenas fuero n copiados,pero en cambio se hicieron numerosasprosificaciones o "paráfrasis", que go­zaron de gran popularidad ; y éstasprosificaciones, a su vez, se versifica­ron de nuevo a veces, ya por obra deversificadores anónim os que usaban el

mal , desde el s. XIV a. C. y que hadejado huella en algunas fábulas de lascolecciones griegas helenísticas (y qui­zás en otras más antiguas) . Y que enalgún caso , así el de la guerra de gatos yratones, ha penetrado a través deárabes y turcos en Occidente.

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Robert S. Pindyck es graduado eningeniería eléctrica y doctor enecono­!IDa por el MIT, profesor en la SloanSchool of Managementdel MIT, e inves­ti,&a la construcciónde modelos y predic­clan económica y la econorma del sectorenergético . Daniel L. Rubinfeld es pro­fesor de economía en el Instítut é ofPublic Policy Studies de la Universidadde Michigan, graduado en matemáticaspor la Unive rsidad de Princeton y doctoren economía por el MIT.

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BIZANCIO GRECIAMESOPO­

TAMIA

ROMA YE. MEDIALATINA

INDIA YORIENTE

XXV-VIa.C.

Fáb. surneria.acad la,asiria y

neo-ba bi lon ia

VIII·IVa.C.

300 a.C.

Fábula -ejemplogrra

Demetrio de Falero

1\

Fábu la-e jemploindia

111 a.C. Cols. cínicas(verso)

I

trads.pras

lrads.árabes

trads.siriacas

TantrakhyayikaPañcatantra

(prorn ltios y ep lrnitlo s .ocasionales)

Fedro

Fábula moderna

Fáb. me ­dieval

Prosificaciones

(proms. y ep~i~m~s~.~--------t---~

'"r~'Col. P. Rylands

(proms.l

1R. Rylands

VI-IXd.C.

XV Ysigs.

X-XIV

I s.c.

1 d.C.

11 d.C.

11 a.C.

V d.C.

DESDE LOS ANTIGUOS SUMERIOS, hacia el año 2500 a. C., hastanuestros días, la fábula se ha mantenido con rasgos muy fijos como un género

popular y crítico. Podemos reconstruir su historia a través de ramificacionesy de confluencias dentro de una tradición fundamentalmente unitaria.

imperio sasánida , donde hacia el año570 el médico Burzuyeh tradujo elPa ñchatantra del sánscrito al pehlví; deaquí proviene la traducción árabe deal-Mukaffa , realizada en Bagdad , en laépoca de al-Mansur (754-775) (y tam­bién una traducción siriaca más anti­gua, del s. VI) . Es la fuente de nuestroCalila e Dimna medieval (de 1251) y de

.infinitas versiones, directas o indirec­tas, a numerosísimas lenguas , incluso allatín , a fines del s. XIII, por Juan deCapua (a partir de una versión hebrea).De otra parte,. obras medievales como

el Sendebar (cuyo texto castellano , de1253, se titula Libro de los engaños easayamientos de las mugeres) y Las Mily Una Noches han recorrido , en defini­tiva, igual camino a partir de la India.

La síntesis de estos ámbitos fabulísti­cos se produjo en la Europa occidentala partir del S.X, como se ha .dicho másarriba. Transcurrió en dos fases: laprimera , fusión de la tradición indiacon la latina de origen griego. Enrealidad hay que distinguir tres líneasprincipales :

1. Obras en latín, como la Disciplina

Clericalis de Pedro Alfonso (s. xn) , oen castellano , como el Conde Lucanorde D. Juan Manuela el Libro del BuenAmor de nuestro Arcipreste de Hita(ambos del s. XIV) en que se toma elmarco o armaz ón de la tradición orien­tal: instrucción o diálogo a base defábulas . Ahora bien, esas fábulas sonya de la tradición oriental, ya de lalatina indistintamente. Y, siguiéndoseen esto la libertad que desde antiguoprocuraba el género, se introducen aveces fábulas o anécdotas contemporá­neas; esto es visible sobre todo en el .

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howel (latín y alemán , posterior a1475) y de la edición de la colecciónAccursiana (1479-1480), lo fundamen­tal de la fábula griega volvió a serconocido en Occidente, aunque queda­ra para el siglo XIX el red escubrimientode la Augustana y de Babrio. Toda estaliteratura influyó grandemente en Eu­ropa. He sostenido en otra parte que e lLazarillo y tod a nue stro novela pica­resca debe mucho a la Vida de Esopo,que conoció en España diversas edicio­nes en tradu cción a partir de 1489. Ysurgió más tarde la fábula como géneroliterario independiente , en coleccionesdel tipo de las griegas, por obra sobretodo de La Fontaine en Francia en elsiglo XVII, e Iriarte y Samaniego enEspa ña en el XVIII. Esta literatura, muyabundant e, es en realidad poco conoci­da . El influjo de la fábula continúahasta hoy.

E ste influjo ha rebasado lo puramen­te literario . "Paciencias" de las

sillerías de nuestro s coros, artesonadoscomo el de Silos, tapicerías como las deBayeux testimonian la importancia dela fábula de la Ed ad Medi a en adelan­te. La fábula no se tomaba como algofrívolo , sino como enseña nza: todavíaFelip e IV llamaba Esopo y Menipo alos dos bufones pint ado s por Vel áz­quez , veía en el fabulista un personajecomparable en cierto modo al cínico.En la enseñanza elemental, de otraparte , continuaba el papel ya antiguode la fábula: Fedro ha dominado du ­rante mucho tiempo la enseñanza dellatín.

Por otra parte , la fábula india, de un. lado , y la greco-latina, de otro, se hanextendido a todas las culturas de latierra. La primera ha penetrado desdela Edad Media en Indonesia , el Tur­questán , Mongolia, Africa ; la segundaha llegado a todos los lugares donde .han puesto pie los europeos. En Méxi­co , por ejemplo, se empezó a partir dela Conquista a escribir fábulas en quelos animales indígenas ' sustituyen, a

. veces, a los tradicionales: las conserva­mos escritas en nahuatl ..Lo notable esconsiderar que la fábula , que en susram ificaciones se ha convertido en par­te de la cultura universal , en la que sehan confundido las distintas ramas,procede en último término de unafuente única: la antigu a Mesopotamia,que ha ido absorbiendo las distintasramas indígenas, entre ellas la griega y

.Ia india. Esto explica, pensamos, launidad esencial de un género popular ycrítico , un género menor tal vez, peroimportante por su constancia y suadaptabilidad para expresar y criticarlas diversas culturas e ideologías .

. Conde Lucanor. Por otra parte, estetipo de composición es el mod elo deobras como los Cuentos de Canterburyde Chaucer o el Decamerón, de Boc­caccio. El que aquí se trate de anécdo­tas y novelitas no tiene por qué chocar:las hay desde siempre en las coleccio­nes de fábulas greco-latinas y tambiénen las de la India, seguramente porinfluj o griego en época helenística. Oquizá sea tradición más antigua tod a­vía; ya.en Mesopotamia aparecen no­velit as junto a las fábulas y máximas.

2. Otra línea , más antigua que laanterior, está formada por .obras lat inascomo la Ecbasis Captivi (s. x) y elYsengrimus (s . XII), poemas animaleseuropeos en verso . El prim ero se loca­liza en Loren a, en un ambiente mon ás­tico ; el segundo, en Flandes. Aquí hayque considerar que el marco es igual­mente orienta l: se trata de una fábul aanimal despaciosamente narrada, co­mo en la India , y que incluye dentrootras, también como en la India. A laIndi a remontan, aparte de fábul as ais­ladas que se incluyen , temas como el dela cort e del león con sus dist intosdignatarios y el hecho mismo de que lospersonajes animales tengan nombrepropio: Nobili s es el león , Ysengrimusel lobo , Re inardus la zorra , etc. Ah orabien , la mayor parte de las fábul as quese narran son de tradición greco-latina,aunque las hay inventadas y otras conmotivos antiguos modificados en elnuevo ambiente cristiano . Esta línea esla que produce , en Francia , a partir dels. XII , el R oman de Renart , dividido endistintas branches o episodios que rela­tan las diversas aventura s de la zorra.Esta obra ,' traducida al alem án y otraslenguas, tuvo una gran difusión. Enella la fábula vuelve a cobrar sil antiguafunción crítica , esta vez en relación con .el clero y la nobleza.

3. Finalmente, no faltan en la EdadMedia latina fábulas aisladas o encolección que son parcialmente nuevas.Entre ellas son notables las que criticanla hipocresía de cierto clero , represen­tado bajo la figur a. del lobo o el gatoque no pierden sus mañas -aunqueentren en el convento; Aunque puedeninspirarse en mod elos ya indios (sátirade los brahmanes) ya greco-latinos

. (tema del gato médico y ot ros empa­rentados) . A partir del s. '· XIV estes incre tismo de tradiciones que teníalugar en la Europa occidental se incre­mentó con la entrada a partir deBizancio de la tr adición propiamentegriega que allí se había conservado . .

Así , a partir de la traducción latinade la Vida de Esopo (por RinuccioAretino , 1446-1448), de la inclusión defábulas griegas en la edición de Stein-

LAS UTopíASDEL PROGRESO

(í)PuntoOmega

GUADARRAMA

Un volumen de 377 páginasColección «Punto Omega», 260

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Los problemas suscitados actual­mente por [a aceleración y compleji­dad del desarrollo científico y tecno­lóg ico exigen un análisis ponderadodel camino recorrido y, espec ialmen­te, del que tenemos por delante, conobjeto de hallar las soluciones idó­neas que pongan al género humanoa salvo de peligros tal vez irrever­sibles, consecuencia del propio pro­greso aunque resulte una paradoja.

La presente obra supone un alda­bonazo en este sent ido. Responde auna preocupación por exponer y di­fund ir los diversos aspectos del de­sarrollo material, y examina los ries­gos que entrañan los poderes quese derivan del domin io que el hombreha conseguido sobre la natura leza.Pero no se trata de una prospectivade signo negativo. El análisis ponede manifiesto que, pese a temoresjustificados por la acumulación defuerzas destructivas a que aquellosavances han dado lugar . el equil ibrioacabará imponiéndose en un mundoconvulsionado que pronto entrará enun nuevo milenio.

Manuel Calvo Hernando, destacadoperiodista y autor de extensa biblio­grafía, ocupa impo rtantes ·cargos enasociaciones nacionales e internacio­nales de period ismo científi co.