la ratio studiorum de 1599 un sistema educativo singular

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  • 7/23/2019 La Ratio Studiorum de 1599 Un Sistema Educativo Singular

    1/18

    e

    lf ~ ~ MOWN

    LA

    R477 STUDIORUM DE

    1599 UN SISTEMA EDUCATIVO SINGULAR

    CARMEN LABRADOR HERRAIZ

    RESUMEN

    Se cumplen cuatrocientos aos de la aprobacin definitiva del docu

    mento conocido como

    atio S tudiorurn

    que comprende el Sistema Ed ucativo de la

    Com paa de Jess. Hacernos eco de esta conmem oracin es el objetivo del pre-

    sente artculo a la vez que cono cer una aporta cin singular que se elabora en Eu-

    ropa en el contexto del H umanismo R enacentista y que tras sucesivas adaptaciones

    y revisiones ha llegado hasta nosotros.

    C on los lmites que cualquier artculo impone, se analizan brevem ente la con-

    cepcin educativa, el plan de estudios, la particular m etodologa, las funciones de

    los maestros, sus relaciones con los estudiantes y la organizacin escolar.

    La celebracin de este cuarto centenario invita a reflexiones oportunas sobre el

    pasado que sirven de punto de partida para realizaciones futuras.

    INTRODUCCIN

    Se cumplen cuatrocientos aos de la apro-

    bacin definitiva de un documento pedag-

    gico singular que superando las fronteras

    del tiempo y del espacio y tras sucesivas

    adaptaciones ha llegado hasta nosotros.

    Es una ocasin excelente para recordar

    aquella fecha de 1599 y a la vez iniciar las

    oportunas reflexiones que permitan un

    mejor conocimiento de los planteamientos

    educativos elaborados en perodos histri-

    cos de gran significacin por sus diferentes

    propuestas y sobre todo por sus realizacio-

    nes pedaggicas innovadoras.

    Efectivamente en Roma el da 8 de

    enero de 1599 firmado por Jacobo Domi-

    nichi Secretario del Padre General Claudio

    Acquaviva y por

    mandato de ste se pro-

    mulgaba el documento titulado

    Ratio atiple

    ( ) Universidad Complutense de Madrid.

    Revista de Educacin

    nm

    319 1999), pp. 117-134

    Distitutio Studiorum Societatis lents,

    ms

    conocido por el ttulo abreviado de Ratio

    Studiorum, que contiene en sus

    pginas el

    Sistema Educativo de la Compaa de Je-

    ss. Fue el primer documento pedaggico

    aprobado y promulgado por un superior

    general segn el deseo expresado por Ig-

    nacio de Loyola inspirador fundamental

    del proyecto.

    El proceso cle elaboracin fue lento y

    son numerosos los escritos consultas reu-

    niones y experiencias que progresivamen-

    te revisadas en la teora y en la prctica

    fueron aproximando las opiniones y pre-

    parando de esta manera las redacciones

    ms inmediatas de 1586 y 1591. La pri-

    mera presenta el momento final de una

    consulta iniciada en 1564 que dio lugar a

    un renovado cambio de pareceres y cons-

    tituy una propuesta de discusin que

    despus de un nuevo proceso de reflexin

    1 1 7

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    y experimentacin que se plasm en el do-

    cumento de 1591,

    culmin con la redac-

    cin definitiv de est obr y su

    promulgacin en 599

    En la presentacin a modo de ttulo

    se lee M todo y Programa de los Estudios

    de la Compaa de Jess y en estas pri-

    me ras pginas se hace referencia a la pro-

    pia historia del documento los catorce

    aos cle elaboracin experimentacin y

    revisin en orden a conseguir un sistema

    completo de estudios que fuera en lo po-

    sible ms breve y fcil y que pudiera po-

    nerse en prctica de la misma m anera sin

    dificultad y suavemen te. Para ello al final

    de las pginas introductorias se reco-

    mienda a los superiores energa y efica-

    cia en la aplicacin de este mtodo as

    como nimo y exactitud en beneficio de

    los estudiantes.

    Pues bien desde esta fecha que ahora

    cum ple su cuarto centenario se constituy

    el sistema de estudios obligatorio estable y

    definitivo tras una modificacin breve

    en 1616 para todos los colegios hasta

    1773 ao de la supresin de la Comp aa.

    LA

    1?A77 S771191 RUM

    EN LA HISTORIA

    DE LA EDUCACIN

    U na breve referencia al origen nos sita en

    los aos centrales del siglo XV I que coinci-

    den con el perodo de consolidacin del

    H umanismo renacentista movimiento re-

    novador cargado de significados de pro-

    greso y de innovacin de la cultura

    europea. Toda la etapa se orienta a buscar

    distintas experiencias de vida nuevas con-

    quistas cientficas y proy ectos educativos

    tambin nuevos y es en este marco desde

    convicciones religiosas diferentes en el

    que surgen movimientos reformistas que

    actan en los mbitos de la Reforma Pro-

    testante y de la Reforma Catlica cuyas

    formulaciones educa tivas parten de intere-

    ses m orales y religiosos bien definidos en

    cada caso.

    En este contexto situamos la Pedago-

    ga de la Compa a de Jess y su concep-

    cin singular como un programa de vida

    cuyas claves m s significativas son:

    el conocimiento ex periencial;

    el dilogo o la relacin interperso-

    nal y

    la comunicacin educativa entre

    m aestros y estudiantes.

    T odos estos rasgos le confieren un es-

    tilo peculiar y le asignan seas de identi-

    dad siempre en relacin con la idea de

    Ignacio de L oyola de promover la dignidad

    de la persona humana en un universo con-

    creto m ediante el desarrollo pleno intelec-

    tual moral y religioso. Efectivamente un

    gran objetivo aparece como horizonte de

    fondo y da sentido a toda su concepcin

    educativa: la formacin del hombre libre

    cambiante perfectible que con carcter de

    globaliciad se proyecta en el marco c le la

    educa cin integral sntesis a la vez del ideal

    pedaggico del Hum anismo renacentista.

    L os cincuenta aos que mediaron en-

    tre la fundacin del colegio de Mesina

    1548) y la aprobacin definitiva del siste-

    ma educativo de la Compaa de Jess

    coinciden en el tiempo con las etapas de

    mayor florecimiento del Humanismo en

    Euro pa sin olvidar los aos anteriores y las

    relaciones de San Ignacio con los humanis-

    tas en sus etapas cle Pars y de R oma.

    Y es en estos aos cuando se elabora

    el documento conocido como Ratio Sta

    dionan

    que recoge en sus treinta captulos

    el ideal de formacin hum ana que ha pre-

    sidido siempre el carcter propio de los co-

    legios de la Compaa cle Jess. En l se

    trata con distinta extensin la amplia y com -

    pleta temtica que hace referencia a planes

    de estudio programas y mtodos de ense-

    anza; a tiempos espacios orden conviven-

    cia. A ctualmente tiempo s y espacios en

    educacin son factores cle inters especial

    sobre todo al estudiar la influencia que unos

    y otros tienen en los resultados educativos.

    D esde el punto de vista historiogrfico for-

    man campos de investigacin que en mi

    118

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    opinin, merecen u n estudio particular en

    las diferentes concepciones pedagg icas y

    en las realizaciones escolares respectivas.

    De hecho en la

    Ratio Studiorum

    tiempo y

    espacio son aspectos que no pasan desa-

    percibidos.

    El contenido pedaggico se presenta

    sistemticamente en forma de reglas que

    hacen referencia a las funciones, competen-

    cias y tareas de las autoridades acadmicas

    correspondientes, bien sea el P repsito P ro-

    vincial, el Rector o el P refecto de Estudios de

    cada uno de los centros docentes.

    De la misma manera aparecen reglas

    comunes para todos los profesores de las

    Facultades Superiores y reglas especficas

    para los profesores de cada una de las dis-

    ciplinas: Sagrada Escritura, Lengua H ebrea,

    Teologa E scolstica, C asos de C onciencia,

    Filosofa, Filosofa Moral y Ma tem ticas.

    Igualmente las reglas del Prefecto de E stu-

    dios Inferiores y con la misma estructura,

    las reglas comunes para los profesores de

    las Clases Inferiores y las particulares de

    los profesores de R etrica, H umanidades y

    Gram tica en sus tres niveles, es decir, las

    clases suprema, media e nfima.

    En cada uno de los apartados se for-

    mulan objetivos, contenidos y metodolo-

    ga, acompaados de las orientaciones

    precisas para los maestros y, en su caso,

    tamb in para los alumnos.

    No debe olvidarse que es un sistema

    cle enseanza-aprendizaje y como tal esta-

    blece norm as concretas y detalladas sobre

    los alumnos, sobre el modo de estudiar y

    aprender, sobre los exmenes, los premios

    y ca stigos, las relaciones docentes, la con-

    vivencia y cualquier otro aspecto que tu-

    viera relacin con el progreso y la mejora

    cle los estudiantes. Se configuraba as un

    peculiar modo d e ser y de hacer en educa-

    cin, en el cual todo estaba previsto y

    orientado en funcin del mayor grado

    de eficacia y aprovechamiento para los

    discpulos.

    Con este objetivo se explicitan reglas

    para estudiantes internos y externos para

    el ayudante del profesor y para la acade-

    mia, entendiendo por tal

    un grupo de estudiosos, seleccionados en-

    tre todo el alumnado, que se rene con el

    prefecto para tomar parte en especiales

    ejercicios relacionados con sus estudios .

    Tambin en este caso se formulan las

    reglas generales en primer lugar y des-

    pus, siguiendo la misma sistematizacin,

    las especficas de cada una cle las acade-

    mias, la de telogos y filsofos, la de alum-

    nos cle Retrica y Humanidades y la de

    gramticos.

    Los estudios se organizaban, cle modo

    parecido a los de la Universidad de P ars,

    en tres ciclos de form acin lingstica, filo-

    sfica y teolgica. No podem os olvidar la

    experiencia de San Ignacio en sus aos de

    estudio su conocimiento cle los mtodos

    parisinos que se experimentaron inicial-

    mente en los colegios de Mesina y Gancla

    y posteriormente se aplicaron en todos los

    dems.

    Conviene recordar que este hecho no

    es, sin embargo, especfico de la organiza-

    cin, ni del mtodo, ni siquiera de la finali-

    dad apostlica ce la C ompaa cle

    Jess

    sino

    que sigue una lnea comn en el mundo

    educativo tanto catlico como protestante .

    Ignacio de Loy ola, que vive plenamen-

    te su poca, entendi que deba incorporar

    en sus colegios la enseanza de las hum a-

    nidades clsicas, como ya se haca en otros

    centros docentes de Europa. La razn ms

    poderosa que parece haber influido en

    esta decisin tena sentido pedaggico

    (1) VV. AA.:

    El Sistema Educatito de la Compaa de Jess. La

    Ratio Studiorum

    Madrid, Publicaciones

    Universidad P. Comillas, p. 267, 1992.

    (2)

    A. MANCA:

    La reziente edizione critica della Ratio Studiorum della Compagnia di Ges-, en

    rcwo

    rianum

    69, p. 335, 1988.

    119

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    porque, una vez ms, atento a los signos

    de su tiempo intuy la ventaja que supo-

    na para los jvenes estudiar en los huma -

    nistas clsicos los valores permanentes del

    hombre a travs de ideas, sentimientos y

    actitudes; todos ellos son aspectos que su-

    peran las circunstancias de c ualquier etapa

    histrica y que por esta razn m erecan el

    reconocimiento de los grandes maestros

    universales. De hecho esta universalidad

    sera una de las caractersticas fundamen-

    tantes de la concepcin pedaggica ignacia-

    na y, tal vez, esta universalidad entendida

    en su ms profundo sentido permite que

    en el siglo xx o mejor al iniciar el tercer mi-

    lenio, el documento como tal no sea una

    reliquia arqueolgica, sino que bien en-

    tendido pueda tenerse en cuenta en los

    planteamientos educativos actuales.

    El paralelismo de estas concepciones

    con las de los principales hum anistas de la

    poca est claro. Baste recordar a Erasmo

    de Rotterdam y su Plan de Enseanza de

    los discpulos; a Luis Vives y su

    Tratado de

    la enseanza

    cargado de intuiciones psi-

    colgicas que desde una perspectiva reno-

    vadora pretende favorecer la adaptacin y

    comunicacin entre maestro y alumno.

    Igualmente en el mbito de la escuela se-

    cundaria humanstica al grupo de educa-

    dores protestantes que adoptan planes de

    estudio y organizacin escolar similares

    respondiendo as a las exigencias del curr-

    culo especfico del Hum anismo clsico re-

    nacentista. Conviene no olvidar, en este

    sentido, que Ignac io de Loyola y Calvino,

    entre otros, conocieron en P ars el ambien-

    te universitario, el modo de actuar de los

    maestros y como consecuencia, los planes

    y programas de estudio de los Reformado-

    res presentan elementos comunes con los

    de la Ratio Studiorum.

    Un buen ejemplo son las Leyes de la

    Academia de Ginebra

    redactadas por Cal-

    vino y ms ex plcitamente el Plan de Ense-

    nz que escribe Melanchthon para la

    Escuela de Eisleben, con un sistema com-

    pleto ce contenidos y mtodos en el que

    introduce sin ningn reparo los estudios

    humanistas .

    Tambin el G imnasio cle Estrasburgo,

    fundado por Sturm, en el que la organiza-

    cin de los estudios mantena unidad en el

    conjunto de las disciplinas, graduacin

    progresiva de c lases y aprendizajes y distri-

    bucin ms acomodada de los horarios y

    de los tiempos. Asimismo, el trabajo cle

    Trotzenclorf en la escuela de Goldberg,

    que adopt m odelos organizativos y meto-

    dolgicos semejantes. En todos ellos se tra-

    duce la preocupacin por mejorar los

    estudios de la juventud y aplicar mtodos

    de enseanza eficaces.

    Lo pe culiar de la

    Ratio consiste en ha-

    ber conseguido un sistema organizativo

    com pleto, en el cual la articulacin de ni-

    veles, grados y cursos se implicaba pro-

    gresivamente, como tam bin se implicaban

    en la realizacin cle los proyectos educa-

    tivos las autoridades acadmicas, los pro-

    fesores y los alumnos. Precisamente este

    hecho particular ha contribuido, junto

    con las adaptaciones pertinentes, a su

    continuidad.

    TRES FECHAS EN EL PROCESO D E

    ELABORACIN

    Las primeras ex periencias educativas de la

    Com paa de Jess deben situarse por tan-

    to en el contexto del Hum anismo renacen-

    tista, en un proyecto de educacin

    personal cuyo ho rizonte de sentido est en

    la formacin humana:

    La Compaa de jess entr, apenas naci-

    da, en la palestra de la cultura, persuadida

    de que solamente iluminando al hombre

    3) C. LAIIRAIX)11:

    Felipe Melanchthon, iniciador de la segunda enseanza humanstica, en

    Miscelnea Co-

    millas 42 1984), pp. 17-36.

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    desde sus propias races, se libera su libeitad

    y se le constituye en liberador. Y entr gene-

    rosamente ofreciendo a los dems el sistema

    de formacin humana, la

    Ratio Studionim

    encarnado crticamente en cnones renacen-

    tistas, que ella se haba ideado, y haba pro-

    bado para sus propios miembros .

    Con

    estos presupuestos se inician los

    primeros colegios.

    Conviene recordar tres fechas en el

    proceso de elaboracin de la Ratio: 1548,

    1586, 1599. Todas ellas coinciden con mo-

    mentos claves en la vida de los colegios. La

    primera, 1548 es el ario de la aprobacin

    de las Constituciones del colegio de Mesina.

    En 1586 se enviaba a todas las provincias de

    la Compaa de Jess el documento titulado

    Ratio atolle institutio stildiorum per sex pa-

    tres ad id ir issrt R .P. Praepositi G eneralis d e-

    pifiados conscripta

    (Mtodo y organizacin

    de los estudios, escrito por seis padres de-

    legados para ello por el R.P. Prepsito Ge-

    neral .

    A la vez se peda a cada provincia que

    constituyera una Comisin de Expertos

    que estudiaran el texto y enviaran a Roma

    las observaciones pertinentes. En este pro-

    ceso, el largo ttulo con que inicialmente se

    conoca, se abrevi quedando como Ratio

    Studioruni.

    La tercera fecha, 1599, fue el

    ltimo eslabn ce la cadena del que con-

    memoramos ahora el cuarto centenario.

    En la bula fundacional del ario 1540

    slo se mencionan los colegios-residencias

    para los jvenes jesuitas que estudian en

    las universidades. Pero desde 1545, fecha

    de la fundacin del colegio de Ganda (Va-

    lencia), los jesuitas dan clase a la vez a los

    jvenes religiosos y a los alumnos exter-

    nos. De esta manera comenzaba una nue-

    va experiencia, la enseanza abierta a

    todos.

    En adelante los colegios iban a tener

    una doble funcin: la formacin de los j-

    yenes jesuitas y la instruccin moral y lite-

    raria ce los alumnos externos que asistan

    a las mismas aulas.

    En aos sucesivos los estudiantes je-

    suitas se van a concentrar, sobre todo, en

    colegios de ciudades universitarias; a la

    vez se procede a la fundacin de colegios

    en numerosos lugares, colegios destinados

    a la enseanza de los jvenes no pertene-

    cientes a la Compaa generalmente en r-

    gimen de externado.

    San Ignacio impuls decididamente

    esta nueva frmula cle centros para exter-

    nos porque estaba convencido de que la

    instruccin cle la juventud en letras y bue-

    nas costumbres era eficacsima para el

    bien comn, ayuda de las almas y aumento

    y dilatacin de la religin cristiana. De he-

    cho, fueron muy numerosas las peticiones,

    tantas que al terminar el siglo, la Compaa

    estaba dirigiendo doscientos cuarenta

    y

    cinco colegios repartidos por todo el mun-

    do y haban rechazado importantes solici-

    tudes de toda Europa .

    FUENTES DOCUMENTALES

    Una breve referencia a las fuentes que ins-

    piraron este plan de enseanza es inevita-

    ble y oportuna. Adems de la experiencia

    valiossima adquirida en la prctica cotidia-

    na en los diferentes colegios, es preciso re-

    corcbr el punto de partida cle la arquitectura

    conceptual y de los modos de actuacin en

    cada caso, porque iluminan adecuadamen-

    te las secuencias implicadas en los proce-

    sos de form cin hum n desde l

    perspectiva cle educacin integral que se

    pretenda.

    Las principales fuentes documentales

    que sirvieron para la elaboracin de la

    Ratio

    que inspiraron el ideal pedaggico

    4)

    1. iGusins:

    Mirando al futuro Encuentras en la Comunidad Universitaria

    Mad r id , Un ivers idad P. Co-

    mi l las , p . 34, 198 4.

    5)

    W V B A N G E i r r:

    Historia de la Com paa de Jess

    San tander, Sal Terrae, p. 137, 1981.

    1 21

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    jesutico y su particular metodologa, de-

    ben buscarse en primer lugar en la persona

    de Ignacio de Loyola: su experiencia per-

    sonal, su formacin acadm ica, su trayec-

    toria vital. Todas ellas se proyectan en un

    enorme inters por el hombre, si bien es

    verdad que este inters es compartido por

    humanistas y educadores de la poca,

    como pueden ser, Vives, Erasmo, Montaig-

    ne, Mo ro, Mulcaster, Nocx y otros. En se-

    gundo lugar, en las

    Constituciones de la

    Compaa de Jess

    que se promulgan en

    Espaa en 1543. Con ellas se roturaron

    nuevos cam inos en la estructura racionali-

    zada de su organizacin, en el soporte psi-

    colgico cle su desarrollo desde la parte

    primera h asta la ltima, en su atencin a la

    mo tivacin y a los principios generales, en

    su insistencia particular y general en la eje-

    cucin flexible de sus prescripciones, en

    tener un implcito, pero perceptible, fun-

    dam ento teolgico y en estar provistas cle

    un sentido orientador totalizante6.

    Pues bien, en distintos captulos y so-

    bre todo en la Parte IV, San Ignacio expo -

    ne su pensamiento sobre educacin y es

    aqu donde encontramos las referencias

    precisas para este documento. Natural-

    me nte, inspiradas por el mism o espritu de

    los Ejercicios Espirituales, en sus diecisiete

    breves captulos se encuentran las grandes

    lneas del programa educativo que poste-

    riormen te se explicitaran en esta obra sin-

    gular que es la

    Ratio Studionnn.

    Por ltimo, no deben olvidarse los nom-

    bres de Nadal, Coudret y Ledesma del grupo

    de primeros jesuitas, que decisivamente par-

    ticiparon en todos los trabajos. Com o docu-

    mentos ms significativos sealamos:

    Las Constituciones

    del Colegio de

    Mesina 1548);

    Ordo Studiorum

    1551 -1552) de Je-

    rnimo de Nadal;

    De Ratione Studiotum 1551) cle

    Couclret;

    De studiis Collegii Romani 1564)

    cle D iego Leclesma.

    En todos estos escritos se aprecian

    aportaciones importantes tanto pedaggi-

    cas como didcticas y a la vez variadas

    aplicaciones cle los mtodos de ense anza

    de la Universidad de Pars. San Ignacio

    mostr inters por el sistema parisino que

    l mismo haba experimentado y que Na-

    dal adapt.

    LA OR GA NIZA CIN DE LOS ESTUDIOS

    Existe un paralelismo claro entre las aspira-

    ciones ce Ignacio de Loyola para sus c ole-

    gios y los planteamientos que otros

    contem porneo s adoptaron para sus insti-

    tuciones de enseanza. A s como una im-

    portante coherencia entre los fines y los

    medios.

    La formacin en Letras comprenda

    todo el amplio campo del saber humano-

    cientfico que posteriormente se integrara

    con el conocimiento teolgico, meta a la

    que deban orientarse los dems saberes.

    Las frmulas que hac en referencia a la for-

    macin integral y armnica que se desea

    conseguir aparecen con abundancia en to-

    dos los textos pedagg icos antiguos y mo-

    dernos. Generalmente se alude en esas

    frmulas al binomio cle la formacin hu-

    ma na y religiosa, peculiar del human ismo

    cristiano. En la Ratio Studiorum se acua

    la expresin clsica de virtud y letras o pie-

    dad y costumbres7 .

    D esde el punto cle vista acadmico, la

    Ratio Studionnn

    comprende tres grandes

    ciclos. El primero de

    Estudios Inferiores

    se

    estructura en cinco a os y en ellos se des-

    tinan tres cursos a Gramtica elemental,

    6

    J W

    a n t A L L E

    Los primeras jesuitas.

    Bilbao, Mensajero-Sal Terme, p. 410, 1995.

    7 )

    M.

    oiv.A07:

    Los colegios de jesuitas y su tradicin educativa 1869-1906).

    Madrid, Univer-

    sidad P. Comillas, p. 294, 1999.

    122

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    7/18

    media, superior), uno a Humanidades y

    uno a Retrica con las clases distribuidas

    en dos semestres y los contenidos estre-

    chamente relacionados entre s. Se permi-

    ta a los alumnos m s aventajados pasar al

    grado superior en el segundo sem estre.

    El segundo y el tercer ciclo correspon-

    da a los studios

    Superiores. En el segundo

    se organizaba el currculo de Filosofa en tres

    aos dedicados uno a Lgica y Matemticas

    otro a Fsica y tica y el ltimo a M etafsica

    Psicologa y M atemtica superior.

    El tercer ciclo cle studios

    de Teologa

    se

    cursaba durante cuatro aos por los aspirantes

    al sacerdocio. Adem s para determinados

    alumnos de virtud probada y que brillen por

    su ingenio

    se aadan dos cursos ms en pri-

    vado y de stos algunos podan ser promo-

    vidos al grado de maestro o doctor.

    En este sistema se exiga seguir el or-

    den estrictamente en la sucesin de los es-

    tudios salvo excepciones insistiendo en

    que no se pase adelante en los diferentes

    temas sin haberse fundam entado suficiente

    y satisfactoriamente en los anteriores.

    Los tiempos de clase y de vacacin varia-

    ban en los dos ciclos que experimentaban

    con frecuencia modificaciones por razn ce

    las costumbres de la localizacin geogrfica

    del centro o de la poca del ao. En general

    el curso duraba desde el mes de septiembre al

    mes de julio con algunos das cle vacaciones

    en Navidad Carnaval Semana Santa Pascua

    Pentecosts a los que se aadan los jueves

    todo el da en E studios Superiores y slo por

    la tarde en Estudios Inferiores.

    Conviene notar la adecuada distribu-

    cin de las horas de estudio privado por-

    que permita a los alumnos importantes

    niveles de autonom a personal y la forma-

    cin cle hbitos de trabajo responsable a la

    vez q ue aprendan a pensar por s mismos.

    La diversidad de autores propuestos per-

    mita ofrecer a los estudiantes aquellas obras

    que trataban los temas con ms rigor, no

    slo los que permiten la imitacin fcil.

    No aceptaban la manera de expurgar que

    consiste en sustituir unas palabras inde-

    centes por otras honestas primero por-

    que aunque se expurgue el libro siempre

    mantendr el sabor primitivo el estilo las

    alusiones la sucesin de hechos la fuerza

    de las pasiones las figuras y otros asuntos

    de otro gn ero que se infiltran en el espri-

    tu del lector.

    En este sentido cuidan todas las posi-

    bilidades, no olvidemos que no se trata

    slo de enseanza sino cle enseanza-

    aprendizaje. Para cum plir con este prop-

    sito se multiplican las ideas y sugerencias.

    Recuerdo algunas: piden que se edite un

    libro sobre la riqueza de las palabras y de

    las frases y se acomode al uso de los alum-

    nos, de tal manera que se pueda acudir a

    ejemplos de C icern y cle otros buenos es-

    critores y que ah se instruya a los nios del

    buen uso de las palabras y frases de m anera

    que se co nsiga la elocuencia.

    Que se usen primero los ms fciles y con

    alidada y bien advertidos para q ue distingan

    para que no se mezcle lo fcil y lo difcil.

    C onsideran que sera til separar los li-

    bros ms fciles de los ms difciles de manera

    que cada clase tenga sus libros y sus autores y

    que los maestros puedan acudir a ellos libros

    que adems convendra revisar y eruiquecer.

    Entre otras propuestas leemos: R eco-

    ger en peq ueos libros los nom bres cle to-

    das las partes de la casa en uno en otro los

    nombres de instrumentos que utiliz n los

    agricultores los diferentes oficios etc. Para

    tenerlos a mano . Q ue aprendan los nios

    de mem oria para que hablen con ms faci-

    lidad el latn y no ignoren los nombres

    usuales en la conversac in cotidiana. Igual-

    mente sera til recoger en un volumen los

    mejores epigr m s cle l ntiged d y en

    otro los mejores de autores recientes. Para

    8) La nocin de

    ing nio

    se utiliza con frecuencia en este documento como ocurre generalmente en la lite-

    ratura pedaggica de los humanistas del Renacimiento. El trmino no es fcil de traducir; significa el talento intelec-

    tual, la aptitud general, la cualidad del espritu como -fuerza total de nuestro espritu-. La capacidad de comprender

    destinada a que nuestro espritu examine las cosas una por una, concluya lo que es bueno hacer o no hacer.

    3

  • 7/23/2019 La Ratio Studiorum de 1599 Un Sistema Educativo Singular

    8/18

    esto sera necesario emplear a esta ocupa-

    cin varias personas expertas (calidad, ex-

    celencia...). Escribir dilogos familiares para

    explicar en clase9.

    No faltaron crticas a este sistema que

    incorporaba tal diversidad de autores que

    por la tierna edad de los alumnos, porque

    los cle nuestra nacin son poco inclinados

    a estos estudios y por la falta que de ordi-

    nario tenemos de buenos maestros slo

    puede conducir al fracaso' .

    PLANTEAMIENTOS METODOLGICOS

    Reflexionar sobre la metodologa propues-

    ta en la

    R atio Studiorum es un ejercicio ex-

    celente para cualquier profesor de todos

    los tiempos y niveles.

    Naturalmente, conseguir la mayor efica-

    cia en el aprendizaje era uno de los objetivos

    inicialmente propuestos. El sentido proce-

    sual y cclico y la fundamentacin de carc-

    ter psicolgico y pedaggico, aportan un

    valor especial que, entre otras cosas, se ma-

    nifiesta en unidad y jerarqua en la organiza-

    cin cle los estudios, divisin y gradacin de

    las clases y confeccin de programas orgni-

    cos y graduados en extensin y dificultad.

    Desde el punto de vista didctico, es

    preciso reconocer tres momentos distintos

    de actividad que mtuamente se implican.

    Primero

    prekccin considerada elemento

    central y distintivo de esta pedagoga, que

    consista en una variedad de mtodos utili-

    zados por el profesor para su explicacin.

    La preleccin del profesor exiga clari-

    dad en la exposicin cle cualquier rama

    del saber, pero con moderacin, segn la

    capacidad de los alumnos .

    Se le conceda tanta importancia y se

    prestaba tal respeto al alumno que ni si-

    quiera el mismo Prefecto, si no es con mo-

    deracin, llame de clase a los alumnos,

    sobre todo en el tiempo cle las preleccio-

    nes, y si en esto faltaren los dems, d

    cuenta cle ello al Rector'2.

    El mtodo utilizado en esta parte era c-

    clico y adems corresponda al profesor

    orientar el estudio y el trabajo en orden a

    conseguir los mejores resultados. Supona

    excelente preparacin por parte del maestro.

    El segundo momento consiste en la re-

    peticin

    mltiple del alumno de las cuestio-

    nes ms importantes y tiles. En los

    ejercicios cle repeticin se insiste en repetir

    lo principal y lo ms til (...) procurando

    adem s cle ejercitar la mem oria, cultivar tam-

    bin el ingenio

    . No se trataba, por tanto,

    de repetir todo, sino lo til y lo principal.

    Requera una actitud por parte de los es-

    tudiantes a quienes se les exiga que fueran

    constan tes en ir a las lecciones y diligentes en

    proveerlas y despus de odas en repetirlas y

    demandar lo que no entienden y anotar lo

    que conviene para suplir la memoria para

    adelante. Por lo tanto, las diferentes activida-

    des implicadas, asistir, preparar con diligencia,

    escuchar, repetir, pedir explicacin de lo no

    entenado y anotar estn indicando un proce-

    so didctico planificado junto con otros aspec-

    tos de gran eficacia para el aprendizaje, por

    ejemplo, ensear y aprender a pensar; ejerci-

    tar el mayor nmero posible de sentidos...

    Ya en las Constituciones ignacianas,

    A cerca clel repetir se explicita:

    Tenga e l Rector cuidado que se haga en al-

    guna hora cierta en las escuelas o en casa:

    9) VV .AA :

    Ratio Studionnn. Plan raisonn el institution des tudes dans la Compagnie depsus.

    Pars, BELIN,

    p. 247, 1997.

    10 )

    Apuntamiento pblico que hizo el padre Juan de Maana, de la Compaa de Jess para enbiar (sic)

    a Roma a su Congregacin y General. (Manuscrito 17716 Biblioteca Nacional, sin fecha. Puede situarse en los

    primeros aos del siglo XVII).

    11 )

    Ra llo Studtorion,

    op. cit. p. 92.

    12)

    Ra tio Studioruni,

    op. cit. p. 177.

    13)

    Ratio Studiorum,

    op. cit. p. 87.

    4

  • 7/23/2019 La Ratio Studiorum de 1599 Un Sistema Educativo Singular

    9/18

    a) repit iendo uno,

    b) oyendo los otros,

    c)

    proponindose las dif icul tades que

    ocurren y

    d )

    recurr iendo al maestro en lo que no

    saben resolver bien entre e llos 4.

    Frente a las crticas de fomentar un

    aprendizaje m em ors t ico , que en o cas iones

    se han hecho a es te s i s tema de e nse anza,

    estas referencias documentales son una

    buena muestra de cmo se ejercitaba la

    me m oria s in fom entar es te aprendizaje .

    En tercer lugar, aplicacin en e jerc i-

    cios prcticos es decir composicin de-

    bates entre los alumnos y ejercicios en

    grupos con la presencia del profesor. Es

    conveniente tener en cuenta que se llega-

    ba a este momento metodolgico despus

    de la explicacin del profesor y la repeti-

    cin de l a lumn o en e l sen t ido ind icado an-

    ter io rmente . Y es to s ign if icaba ya un n ive l

    importante de aprovechamiento por parte

    de l e s tud ian te , ap rove chamien to que con-

    t r ibua progres ivame nte a su const rucc in

    personal y a su crecimiento acadmico.

    Ade m s, con la aplicacin prctica se pro -

    curaba el fom ento de la pro pia iniciat iva

    y la ut i lizacin de la lengua ve rncula con

    el latn.

    Los jesu i tas des pus d e la rgos aos de

    experiencia haban optado por este mto-

    do intentando conducir sus enseanzas al

    grado m s e levado cle instruccin en cuan-

    to a las letras y de comportamiento en

    cuanto a la piedad. Los te xtos clsicos de

    la pedagoga de la Compaa, desde la

    Ratio Studiorunz hasta las l t imas o r ienta-

    ciones docentes, reflejan un empeo por

    conse guir la form acin de l hombre cr ist ia-

    no. Una tarea educativa integral requiere

    un delicado y tenaz esfuerzo de sntesis.

    Interv iene n en es ta tarea e l t rabajo pe rso-

    nal del maestro y la accin colectiva de

    toda la com un idad eclucativa 6.

    Brubacher , en su obra A

    Histoty of the

    Problems of Education

    expl ica as e l pro -

    ceso m etodo lgico 7:

    Genera lme n te , e l m a es tro l ee s in in t e -

    r rupc in un a se leccin de textos d e un au-

    tor. Despus repite y explica, ampliando

    su lectura. Se asegura cle que cada alum no

    ha entendido el significado de los textos

    seleccionados.

    Lue go anal iza cada un a de las par tes ,

    discute sus p rop iedades y l lama la atencin

    sobre las caractersticas ms im portantes .

    En el paso siguiente cita ejemplos si-

    milares , en e s t i lo y a rgumen to , de l mismo

    autor o de o t ros . Ocasionalmen te e l maes-

    t ro com en ta referencias mitolgicas, hist-

    ricas, fundamentando siempre cualquier

    consideracin.

    Por l t im o resu m e e l pasaje y conclu-

    ye con un a va lo rac in de l con jun to , de ta l

    manera que la preleccin es el origen del

    come ntario cle textos .

    Parece obvio que una enseanza de

    este t ipo requiere una cuidada preparacin

    del p rofesor .

    Esta d inmica cons t i tu a e l patrn d i-

    dctico de los Colegios de la Compaa

    que se gua tan to en los p rogramas c le Le-

    t ras como en los d e Ciencias .

    Se trata por tanto del ensamblaje de

    t re s fases suces ivas . La pr imera correspon -

    de al profesor que facilita el aprendizaje

    con la prep aracin y ex po sicin cle la lec-

    cin. En la segu nd a el a lum no trabaja para

    14 )

    Constituciones de la Compaa de Jess p. 141.

    Las Constituciones de San Ignacio, como declaracin original de las frmulas del instituto de la Compaa

    de Jess, aprobadas por los Sumos Pontfices Paulo III 1540) y Julio III 1550), son expresin privilegiada de

    la experiencia espiritual y apostlica funclante de los primeros compaeros, y como tal, principal inspiracin y

    norma de toda la pedagoga y de la vida actual de los jesuitas. En 1543 se promulgaron en Espaa.

    15 )

    Ratio Stutliorum

    op. cit. p. 107.

    (16)

    NI.

    REVUELTA GONZLEZ:

    op. cit. p. 294, 1999.

    (17)

    J.S.

    BRUMO IER

    A History of tbe Problems of Education.

    N ew Yo rk, N IcGraw-I l i ll , p . 188, 1966.

    12 5

  • 7/23/2019 La Ratio Studiorum de 1599 Un Sistema Educativo Singular

    10/18

    asimilar lo explicado. Y la tercera, supone

    el encuentro de maestro y estudiante en

    esta relacin triangular mediatizada por la

    materia correspond iente, mediante la utili-

    zacin de determinadas tcnicas que per-

    miten analizat; aplicar y cre r con el

    apoyo, la orientacin y la confianza del

    profesor en el trabajo personal de sus

    alumnos.

    Todo esto es el resultado de la existencia

    de reglas comunes y diferenciadas tanto

    para los docentes de los distintos grados,

    como para las disciplinas especficas en

    cada uno de los ciclos y niveles.

    Se puede decir que unidad orden ci-

    cliciclacl, gradaci n, actividad, expresin,

    son notas relevantes de esta metodologa,

    as como la utilizac in de recursos didcti-

    cos adecuados a las materias de estudio

    como pueden ser ilustraciones, repre-

    sentaciones, certmenes, m todos variados

    inventados oportunamente para cada

    ocasin, porque con nada se de bilita tanto

    la aplicacin de los adolescentes com o con

    la m onotona-'8.

    Y para prevenir esta dificultad, de la

    que todos podemos tener experiencia in-

    siste en qu e se deben proponer ejercicios

    tan variados que, adems cle la utilidad

    que en s encierren, resulten tam bin gra-

    tos y dignos, para que con ese aliciente se

    sientan ms animados al estudio-'9.

    Historiadores de la educacin cle dife-

    rentes mb itos g eogrficos (franceses, ale-

    manes, espaoles, italianos, americanos)

    no

    han om itido en sus obras el estudio de

    esta realidad importante. Citamos, entre

    otros, a W illiam B oycl y Eclmund K ing, que

    no dudan en afirmar que este sistema edu-

    cativo es fundamentalme nte slido en sus

    mtodos prcticos20.

    James B owen ha escrito:

    Por medio cle las tcnicas de la Ratio, de

    preleccin, concertacin, ejercicios y repe-

    ticin, las escuelas jesuticas desarrollaron

    un sistema pedaggico ms avanzado que

    ninguno cle los existentes en otras partes

    de Europa, y que al acentuar la uniformi-

    dad, estableci un alto nivel de xito.

    Igualmente el historiador John S. B ru-

    bacher, anteriormente citado, que ha estu-

    diado cuidadosamente estas formas

    metoclolgicas, afirma que en las escuelas

    de jesuitas el xito consisti en que sus

    mtodos ce enseanza superaron los de

    sus contemporneos y los mejores cle la

    antigedad, obteniendo como resultado

    una irreprochable formacin disciplinaria

    conseguida con flexibilidad y buen ejerci-

    cio intelectualn.

    El socilogo Emite Durkheim

    nada

    sospechoso de afinidad con la Compaa

    cle Jess y enormemente crtico en estas

    cuestiones, reconoce:

    Slo estudiando los mtodos practicados

    por los jesuitas y comparndolos con los

    que empleaba paralelamente la universi-

    dad, podremos comprender su extraordi-

    nario xito escolarL'.

    Francisco Larroyo en su Historia Gene-

    ral de la Pedagoga afirma: es sin duda un

    trabajo pedagg ico cle mrito incliscutible2 '.

    Cua ndo Park man estudia las escuelas de

    la Com paa y se pregunta -por qu han al-

    canzado tanta popularidad?. Su respuesta es

    semejante a la de otros pedagog os .,porque

    su mtodo es eminentemente prctico .

    18) Ratio Studiorum,

    op. cit. p. 84.

    19)

    Ratio Studiorum,

    op. cit. p. 295.

    (20 )

    W . B(wu y E. KiNG: Historia de la Educacin. Buenos Aires, Huelmu, p. 184, 1977.

    (21) J . BowE N: Historia de la Educacin O ccidental. Tomo 111, Barcelona, Herder, p. 54, 1985.

    (22 )

    J.S.

    p. cit., p. 188.

    (23)

    E. Disxim:

    Historia de la Educacin.

    Madrid, La Piqueta, p. 298, 1982.

    (24)

    F. LA ititovoi

    Historia G eneral de la Pedagog a, Mxico, Porrtia, 18 edicin, p. 331, 1982.

    (2 5) F. PARKNIAN: Jesuit in North Am erica.

    Little and Co., 10. edicin, p. 187, 1876.

    126

  • 7/23/2019 La Ratio Studiorum de 1599 Un Sistema Educativo Singular

    11/18

    La gran ventaja de estos mtodos es

    que se disearon despus de experimentar

    en diferentes colegios de numerosos pa-

    ses una gama variada de procedimientos

    de enseanza seleccionando aquello que

    haba producido resultados ms provecho-

    sos y eficaces.

    Recordam os otros temas tambin rele-

    vantes aunque no es posible agotar la ri-

    queza de esta obra. Slo algunos ejemplos.

    -Los superiores miren si ser convenien-

    te que los principiantes tengan libros de pa-

    pel para escribir las lecciones y anotar

    encima y al ma rgen lo que conviene>.

    Tambin tendrn cuidado de las dis-

    putaciones y los dems ejercicios escolsti-

    cos convenientes segn los estudios cle

    que se trate.

    M erecen especial atencin los debates

    excelente entrenamiento en disciplina

    mental y ejercicio intelectual. Para las dis-

    putas mensuales y semanales convenien-

    temente organizada s en todos los grados y

    niveles en estudios inferiores y superiores

    se establece la forma el contenido la peri-

    odicidad y la participacin exigindose

    que al menos uno de los que intervinieran

    fuera doctor. El prefecto -determine cun-

    do cle qu modo y dnde debern reunir-

    se las clases para disputar entre s. Y no

    slo ordene antes el modo de proceder

    sino que mientras se debate l mismo est

    presente y procure que todo se haga con

    fruto moderacin y concordia-

    . Se trata

    en definitiva de la educacin en valores y

    actitudes presente en los planteamientos

    ms actuales.

    Se ha escrito mucho sob re este tema y

    se ha dicho que los jesuitas fueron pione-

    ros en la formacin de grupos para realizar

    el trabajo escolar potenciando el papel del

    26)

    Constituciones,

    op cit. p. 141 .

    27)

    Ratio Studiorum,

    op

    cit.

    p. 171 .

    28)

    Constituciones,

    op

    cit. p. 133.

    29)

    Ratio Studionun,

    op cit. p. 109.

    30)

    Ratio Studiontm,

    op

    cit. p.

    171.

    moderador. Es obligado reconocer que las

    orientaciones de la

    atio

    para conduc ir las

    disputas estn en el fondo de los ms ac-

    tuales mtodos de discusin y debate.

    El nmero de h oras de estudio era re-

    ducido para evitar que -el aprendizaje fue-

    ra una carga demasiado grande-. Ya en las

    Constituciones leemos:

    Que no se estuche en tiempos no oportu-

    nos a la salud corporal y que duerman

    tiempo suficiente y sean moderados en los

    trabajos de la mente para que ms puedan

    durar en ellos as en el estudiar como en

    ejercitar

    lo estudiado28 .

    Los sbados tenan repaso de las lec-

    ciones de la semana y academias en das

    festivos sobre todo para ocupar los tiem-

    pos libres.

    Se ha valorado favorab lemente el cui-

    dadoso procedimiento de exmenes escri-

    tos y orales con normas previamente

    establec idas y la posibilidad de utilizar li-

    bros en la composicin escrita.

    Sorprende gratamente el inters que

    mostraban por el funcionam iento de las bi-

    bliotecas tema al que dedican varios apar-

    tados en el conjunto de la organizacin

    general. Los profesores antes de terminar

    el curso deban preparar convenientemen-

    te la relacin de libros cle texto necesarios

    para el curso siguiente y los cambios que

    estimasen oportunos -porque los escolares

    ni carezcan ce los libros tiles ni tengan

    abundancia de los intiles-29.

    Por su parte las autoridades correspon-

    dientes deban tratar -a su tiempo con los li-

    breros pblicos para que no falte abundancia

    de los libros que venimos usando o usaremos

    en el ao siguiente tanto para nosotros como

    los externos-.

    1 27

  • 7/23/2019 La Ratio Studiorum de 1599 Un Sistema Educativo Singular

    12/18

    Com o en otros casos, estamos ante un

    criterio prctico y til que se une a otros

    tambin importantes en las relaciones de

    ensean za apren dizaje, los de flexibilidad

    y adaptacin, constantes en la concepcin

    educativa ignaciana. Baste un

    ejemplo:

    De los ejercicios cle repe ticiones y disputa-

    ciones y hablar latn, si alguna cosa po r las

    circunstancias de los lugares tiempos y

    personas deba mudarse, quedar este jui-

    cio a la discrecin del Rector.

    EL M A ES TRO E N L A

    RA770 STUDIORUM

    E ntre todos los apostolados de la Com pa-

    a el ministerio de la enseanza es e l que

    exige ms preparacin por parte de los

    que se dedican a l y el que requiere ma-

    yor capac idad cle sntesis para aplicar con

    armona los recursos educativos '.

    El profesor ha de formar a sus alum-

    nos de m odo que juntamente con las letras,

    vayan aprendiendo tambin las costumbres

    dignas de un cristiano-i2.

    E s preciso reconocer la relevancia que

    adquiere la formacin del maestro. Si tuvi-

    ramos que definir su perfil humano y profe-

    sional, los rasgos m s caractersticos seran:

    human ismo vital, activo, lleno cle intuiciones

    psicolgicas y pedaggicas presididas en to-

    das las ocasiones por un elevado sentido cle

    adaptacin, y renovador.

    Una g ran parte del contenido de la Ra-

    tio se refiere obviamente al maestro, porque

    en la configuracin de este peculiar modo

    cle ser y de hacer en educac in, el maestro

    desempea un papel fundamental.

    S u funcin docente, la dedicacin a su

    tarea especfica, la coordinacin de num e-

    rosas y diversas actividades, una gran dosis

    de responsabilidad en relacin con los re-

    sultados de la enseanza y un autntico

    (31)

    NI. IlEvt/E urn: op. cit., p. 293.

    (32)

    M . REVU : : A :

    op. cit. p. 294.

    33

    Ratio S tudionan

    op. cit. p. 157.

    comprom iso educativo, de acuerdo con los

    ideales pedaggicos ignacianos eran, entre

    otras las exigencias expresadas con fre-

    cuencia en los captulos del documento.

    En todas las pginas subyace ms o

    men os explcitame nte, el inters por la for-

    macin de los profesores. Su capacidad

    para ensear se consideraba tan importan-

    te como los propios conocimientos com-

    probndose peridicamente estos aspectos

    mediante actividades de supervisin y

    orientacin cle la tarea docente segn los

    casos. A yude y dirija a los profesores mis-

    mos se recomienda al prefecto y sobre

    todo cuide cle que no pierdan en nada la

    estima y autoridad entre los dems, y espe-

    cialmente entre sus cliscpulos .

    T al valor se conceda a este tema que

    se propone la fundacin de sem inarios de

    maestros en cada una de las provincias

    donde aquellos aspirantes que lo deseen

    puedan prepararse para ensear las corres-

    pondientes disciplinas.

    En estos seminarios deban estudiar

    sujetos aptos e inclinados a la en seanza,

    suficientemente form ados en otras faculta-

    des, con cuyo trabajo y a siduidad se pueda

    mantener y propagar cierto gnero a m odo

    de cosecha de buenos profesores. E sta exi-

    gencia expresamente formulada en repetidas

    ocasiones se refiere a todos los profesores de

    los distintos grados y niveles.

    E n el mismo sentido se puede leer, por

    ejemplo: D e ninguna manera se pongan al

    frente cle las clases quienes no han realiza-

    do sus estudios, que com iencen por aque-

    llas clases que superan en ciencia y la

    recomendacin de preparar el mayor n-

    mero de maestros que se pueda animn-

    doles a dedicarse a tan saludable obra.

    Se indica la necesidad de prever con

    antelacin los profesores necesarios para

    cada facultad fijndose en aqullos que

    128

  • 7/23/2019 La Ratio Studiorum de 1599 Un Sistema Educativo Singular

    13/18

    sean ms aptos para cada disciplina: -que

    sean doctos diligentes y asiduos y tomen

    con empeo el adelanto de los estudian-

    tes, as en las lecciones com o en o tros ejer-

    cicios literarios-. Es sin duda un excelente

    perfil profesional. En otra parte puede

    leerse: -Y para que estn m ejor preparados

    cuando lleguen a en sear, es m uy necesa-

    rio que se ejerciten en ello en una acade-

    mia privada, reunindose peridicamente

    con un profesor peritsimo en la ensean-

    za para prepararse al nuevo magisterio

    para que no com iencen a ensear inexper-

    tos en la clocencia'4.

    Repite la misma idea en diversos apar-

    tados: -Ayudar mucho al maestro, esta-

    blece la Ratio no hablar sin preparacin

    y cuidar esta prepara cin hasta el final en

    su casa. -Y ser de gran provecho que el

    profesor no hable im provisando, ni deso-

    denadamente. .

    Sealo algo tan importante para el

    apren dizaje como e s la disponibilidad del

    mae stro. Al respecto podem os leer: -Des-

    pus cle la leccin qudese en la clase o

    cerca cle ella al menos por un cuarto de

    hora para que los alumnos puedan acer-

    crsele a hace rle preguntas, para exigirles

    l de vez en cuando razn de las lecciones

    y para que stas se repitan. Actualme nte

    este tema se relacionara con el mbito de

    la tutora y cle la orientacin.

    Se procurar no cargar con dem asiado

    trabajo a los mae stros y se cuidar su des-

    canso de tal manera que se establece la

    posibilidad de interrump ir uno o dos aos

    la docencia por razn de cansancio.

    Se recom ienda al Rector del colegio que

    -trate tam bin de fomentar diligentem ente

    con ca ridad religiosa el entusiasmo de los

    maestros y procure que no se les cargue

    demasiado con oficios clomsticos57.

    La persona del maestro se caracteriza

    por un humanismo vital prctico activo

    lleno de intuiciones psicolgicas y pedag-

    gicas renovadoras.

    En diferentes captulos hay expresio-

    nes concretas que permiten reconocer en

    la funcin del mae stro exigencias de:

    originalidad e independencia cle

    pensamiento;

    amo r a la verdad por s misma;

    capacidad para reflexionar y formar

    juicios correctos;

    conocimiento individual cle los

    alumnos;

    orientacin personal con indicacio-

    nes provechosas;

    facilidad para fom entar las relacio-

    nes interpersonales y las activida-

    des en grupo;

    recursos suf ic ientes para adaptarse

    y adecuar la enseanza al nivel y al

    ritmo de aprendizaje de los estu-

    diantes;

    posibilitar un trabajo fcil y atracti-

    vo, graduado e n can tidad y dificul-

    tad utilizando mtodos variados y

    otras ms.

    Dante Morando refirindose a esta

    cuestin afirma que eran los educadores

    -quienes transformaban la escuela en una

    provechosa palestra de ejercicios, de auto-

    disciplina responsable desvinculada de

    una sutil y humana conciliacin de severi-

    dad e indulgencia moral-.

    Para una tarea tan excelente como es

    la docencia se invita a los rectores a fo-

    men tar el entusiasmo de los estudiantes y

    34 Ratio Studiorum op.

    cit. p.

    93 .

    35 Ratio Studiorunt

    op. cit p. 197.

    36

    Ratio Studiorum

    op. cit. p. 117.

    37

    Ratio Studiorum op. cit. p. 97.

    (38)

    D. NioRANno:

    Pedagoga. Historia crtica de las corrientes pedaggicas que han forjado el desarrollo

    de la educacin.

    Barcelona Luis Nliracle p. 188 1972.

    129

  • 7/23/2019 La Ratio Studiorum de 1599 Un Sistema Educativo Singular

    14/18

    a recibir -a algunos ms dispuestos, por

    edad, aptitud o su propio deseo y que

    quieran dedicarse a la enseanza-.

    En ocasiones desciende a detalles que,

    situados oportunamente en su contexto,

    no dejan de sorprendernos. Sin duda, im-

    plican un mensaje oportuno. Puede citarse

    al respecto la recomendacin cle ensear

    sin dictar, pronunciando bien para facilitar

    que los estudiantes tomen notas, al menos

    los que dicten hganlo totalmente cle ma-

    nera que no se detengan entre palabra y

    palabra, sino que pronuncien como por

    alientos; y si conviene repitan con otras

    tantas palabras; (...) de vez en cuando dic-

    ten y a su vez expliquen. .

    Y la observacin de -ensear lo til,

    no al modo escolstico sino con participa-

    cin de los alumnos-. Estamos, sin duda,

    ante consideraciones pedaggicas eminen-

    temente prcticas y novedosas.

    Al

    maestro se le exige respeto profun-

    do al alumno, de tal manera que:

    no llame a nadie sin emplear su

    nombre y apellidos ;

    no se muestre ms cordial con unos

    que con otros4I;

    cuide de los estudios de los pobres

    igualmente que de los estudios de

    los ricos42;

    no se aproveche nunca del trabajo

    de los alumnos, para escribir o para

    cualquier otra tarea, ni permita a

    otros que lo hagan .

    Merecen sealarse, como caractersti-

    cas relevantes, el tacto y la ponderacin

    necesarios para estimular a los alumnos,

    para mantener la disciplina y para admi-

    nistrar los permisos y los castigos, aspec-

    to ste controvertido cargado de

    39 )

    Ratio S tudionan,

    op. cit. p. 115.

    40 )

    Ratio Studioranz,

    op. cit. p.

    89

    41 )

    Ratio Studionan, op. cit. p 90

    42 )

    Ratio Studionan,

    op. cit. p. 121

    43 )

    Ratio Studionan, op. cit. p. 177

    44 )

    Ratio Studionan, op. cit. p. 89.

    connotaciones negativas y en numerosos

    estudios lleno de interpretaciones escasa-

    mente fundamentadas.

    En el texto puede leerse:

    El profesor ni sea precipitado en castigar,

    ni incisivo en inquirir las faltas. Disimule

    ms bien cuando lo pueda hacer sin dao de

    nadie. Y no slo no golpee l personalmente

    a nadie sino que abstngase en absoluto de

    ofenderle de palabra o de hecho .

    La virtud y las letras se aprenden mejor

    con bondad, simpata y suavidad que con

    el castigo era un principio que sustentaba

    la pedagoga de un nmero importante de

    pedagogos humanistas.

    El conocido pedagogo espaol Loren-

    zo Luzuriaga considera como valor positi-

    vo en la pedagoga

    jesutica:

    el cuidado puesto en la seleccin y prepara-

    cin de los maestros. Para esta funcin se es-

    coga siempre a las personas que se crean

    de mayor aptitud cle condiciones de carcter

    especiales. Despus se les someta a una

    preparacin especial intensa, empezando

    por los ejercicios espirituales-, continuando

    en las escuelas inferiores y terminando en

    los estudios superiores. De este modo tuvie-

    ron los jesuitas maestros eminentes o distin-

    guidos en cantidad considerable.

    En segundo lugar, aparece el conocimien-

    to y trato personal psicolgico cle los alum-

    nos (...) cada uno de ellos era estudiado,

    vigilado y atendido individualmente. Se

    conoca el carcter y las condiciones indi-

    viduales de cada uno de ellos y se le trata-

    ba con una gran intuicin- psicolgica. En

    ellos no importaba tanto el saber como las

    dotes y aptitudes personales.

    En tercer lugar, y en relacin con esto, la

    educacin no se refera slo al aspecto in-

    telectual, sino que en cierto modo era una

    13

  • 7/23/2019 La Ratio Studiorum de 1599 Un Sistema Educativo Singular

    15/18

    educa cin integral: f sica, esttica, moral.

    Para e llo se cultivaban los juegos, las rep-

    resentaciones dramticas, los certmenes,

    etc...

    15.

    U N A S N O T A S S O B R E L O S A L U M N O S

    No puede faltar una referencia, siquiera

    sea b reve , a l o s a lumn os , que son lo s ve r -

    daderos protagonistas en la Ratio Studio

    non.

    El cap tulo X XIV de la Ratio Studionan

    r e c o g e u n a b u e n a p a r t e d e l a s n o r m a s q u e

    afectaban a los alumnos externos, sobre

    todo aquellos apartados que se referan a

    asistencia a clases, a actos rel igiosos, a lec-

    tu ras , espec tcu los , e jem plos de v ida , com-

    portamientos, orden, disc ipl ina , vacaciones,

    etc. Otros captulos recogen los aspectos

    acadmicos que, generalmente, eran los

    m ismos que para los dems es tud ian tes.

    Es preciso advertir que los lmites de

    es ta conferen cia im piden cualquier in tento

    de p ro fund izac in sob re e l t ema , lo que no

    s ign i fi ca que no t enga , en m i op in in , una

    re levancia singular . Slo m e ref iero a a lgunas

    aportaciones que, pese a su brevedad,

    m uest ran la ve rdadera ent idad de es te tem a .

    M s an , debo r e f e ri rm e a lo s a lumnos ex -

    te rnos para evi ta r extenderm e m s de lo in -

    dicado, aunque no ignoro e l valor real de las

    disposic iones es tablec idas para es tud ian tes

    internos.

    E n p r imer lugar l a adm is in : pa ra ins -

    c r ib ir a l a lum no e ra p rec i so que fue ra p re -

    sen tado po r sus padres o po r qu ien h ic ie ra

    sus vece s , a no ser que e l prefec to lo cono-

    c i e ra pe rsona lmen te . S lo una c ond ic in :

    no excluya a nadie por ser de condicin

    humilde o pobre46.

    A los nuevos se les haca un examen

    senci l lo , con p regun tas que los es tudiantes

    respond an o ra lmen te y por esc r i to ; t en an

    que resolver e jerc ic ios diversos que les per-

    mitier n mostr r t nto sus conocimientos

    com o sus ac t itudes y com portamientos .

    U na vez adm i tidos s e insc r ib an en un

    l ibro los da tos personales de cada un o y si

    a lguno de l o s d i sc pu los conoc a su dom i -

    cilio. Despus se asignaban a las clases

    correspo ndientes segn e l n ivel de ins t ruc-

    c in que hab an m os t rado .

    Se ac onse ja que no se adm i ta pa ra l a

    m ism a c l a se n i jvenes ya m ayores , n i n i-

    os demasiado tiernos a no ser que sean

    extraordinariamente capaces; aun en el

    caso de que slo sean enviados para una

    buena eclucacin47.

    Es te s i s tem a de en seanza , b ien o rga-

    nizado y es t ruc turado, pe rm i ta s in emb argo

    a los es tud ian tes con bueno s r end imien tos

    p rom ocionar a l n ive l super io r en cua lqu ie r

    momento del curso. Si hubiere alumnos

    que sob resa lgan m ucho , y s e c rea que han

    de ap rov echar m s en l a c lase super io r , de

    ningn modo se les detenga en la suya,

    sino que asciendan en cualquier tiempo

    del ao, despu s c le un exame n48.

    Tambin se proceda en sentido con-

    trario: Si alguno parece claramente no

    apto para subi r de grado , no se c l lugar a l -

    guno para splicas. ...) se le enviar a la

    c lase in fer io r y no se dar razn d e l en e l

    reg i s tro de l o s p rom ovidos . En e s t e ca so

    se adve r t a a los padres o tu to res .

    E l p refecto se ocu paba d e d is t r ibuir les

    e l t iem po para que em pleen bien las horas

    de es tudio pr ivado .

    U na exce len te cos tum bre con t r ibu a a

    lograr el orden y el buen funcionamiento

    de los co leg ios . T iene que ver con e l cono-

    cimiento exacto cle las normas que cada

    coleg ia l ten a que cu m pl i r:

    45 )

    L. LtiztutinGA :

    Historia de/ca Educacin y de/a Pedagoga.

    Buenos Aires, Losada, pp. 125-126, 1978.

    46 ) Ratio Studiorum,

    op

    cit. p. 165.

    47) Ratio Stud io rum,

    op cit. p. 165.

    48 )

    Ratio Studiorum,

    op cit. p. 165.

    131

  • 7/23/2019 La Ratio Studiorum de 1599 Un Sistema Educativo Singular

    16/18

    Las reg las comunes de todos los a lumnos ex-

    ternos se de ben f i jar en un s i tio donde pue -

    dan ser l e das pbl icam ente , y adem s en

    cada c lase b ien a la v is ta . Genera lm ente a l

    princ ip io de cada mes se leern en c lase .

    Desde el punto de vista educativo, las

    oportunidades de progreso dentro de este

    sistema eran numerosas. El desarrollo de la

    personalidad, el orden, la disciplina, los

    comportamientos, los recreos, las amista-

    des, las vacaciones, todo estaba orientado

    a lograr la mxima eficacia en la mejora

    constante de los estudiantes. Cumplir con

    el plan de estudios establecido, que a cada

    uno corresponda, significaba aplicarse

    con seriedad y constancia a sus estudios,

    ser asiduos en llegar a tiempo a clase, dili-

    gentes en or y repasar las prelecciones y

    en practicar los dems ejercicios. Y si algo

    no entendan con claridad o tenan dudas,

    deban consultar al profesor .

    Se insista en la puntualidad, el orden,

    la regularidad, la atencin:

    cada uno en su banco y as ien to a t ienda as

    y a sus cosas co m puesto y en si lencio, ni sal-

    ga de la c lase s in permiso de l pro fesor . No

    ma rquen n i hagan seales en bancos , t r ibu-

    na, s i llas, paredes, puer tas, ventanas o en

    cualquier o t ra cosa , p in tando , escr ib iendo,

    grabando o de cua lqu ier o tro m odos .

    Al profesor se le recomienda que No

    tolere en el patio ni en las clases, aun su-

    periores, ni armas, ni gente ociosa, ni con-

    tiendas, ni clamores. En las cuestiones

    problemticas se ha de llevar el asunto

    con espritu de mansedumbre, conserva-

    das las paz y la caridad con todos. De

    nuevo el anlisis de estos textos, por su-

    perficial que haga, descubre un mundo de

    valores que invitan a reflexiones sinceras

    para la educacin hoy.

    No poda faltar alguna referencia a los

    modos de comportarse desde la perspecti-

    va de la educacin integral condzcanse

    en todo su modo de proceder de modo

    que fcilmente pueda comprender cual-

    quiera que no estn menos interesados en

    las virtudes e integridad de vida, que en la

    ciencia y en las le t ras62.

    Estamos sin duda ante un sistema edu-

    cativo comprensivo de la persona en su to-

    talidad y en este sentido la pedagoga de

    los jesuitas signific un gran progreso para

    la formacin humana ampliamente reco-

    nocido. Representa un avance consi-

    derable sobre la realidad pedaggica de su

    tiempo..

    A MODO DE SNTESIS

    Cuatrocientos arios despus recordamos

    una fecha, 1599, ya emblemtica y con un

    alto valor pedaggico. Cuatrocientos aos

    nos separan de aquel da final del siglo

    que abra las puertas del siglo XVII. Se pre-

    sentaba oficialmente el documento conoci-

    do como Ratio atque histitulio tudiontni

    SocietatisJesu

    s

    Cincuenta arios hicieron falta para que

    los responsables cle la Compaa de Jess

    decidieran aprobar definitivamente un pro-

    yecto tan singular y representativo de la

    pedagoga de una poca y tal vez por ello

    de todas las pocas.

    Nos ofrecan entonces un sistema or-

    ganizado de educacin orientado a la for-

    macin completa de los alumnos. Los

    estudiosos de este documento coinciden

    en afirmaciones como sta: es un sistema

    de educacin adoptado en todas las institu-

    ciones docentes de jesuitas; es un mtodo o

    49)

    Ratio Studionall,

    op. cit. p. 176.

    50 )

    Ratio Studiortan,

    op. cit. p. 273.

    51 ) Ratio Studionnn,

    op. cit. p. 273.

    52 )

    Ratio Studionan,

    op. cit. p. 273.

    53

    E

    SOLANA: Historia de/a Pedagoga.

    Madrid Escuela Espaola 1967 p. 169.

    132

  • 7/23/2019 La Ratio Studiorum de 1599 Un Sistema Educativo Singular

    17/18

    sistema de aprendizaje; una respuesta m e-

    toclolgica a situaciones de enseanza-

    aprendizaje en las que todo est previsto

    evitando las improvisaciones.

    Despus de un detallado estudio, y

    desde claves pedaggicas suficientemente

    contextualizacias y contrastadas, puede

    afirmarse que este docum ento singular es

    algo ms que una tcnica didctica o una

    metodologa o unos procedimientos. Es un

    sistema completo de organizacin, de tal

    manera articulado que facilitara la consecu-

    cin de sus objetivos educativos. Se concre-

    taron en normas didcticas, principios

    metodolgicos orientados no slo a la prc-

    tica docente sino y de manera importante a

    la formacin total cle los estudiantes.

    Este proyecto de formacin humana

    super cualquier intento ce organizacin

    escolar de la poca. S i no pretendi ser un

    tratado cientfico cle pe dagoga, en el sen-

    tido en que hoy podra entenderse, si pro-

    cur que la form acin hum ana, intelectual,

    moral y fsica confluyeran en el ideal de

    hombre completo cle la

    paideia

    renacentista,

    a la vez que expresaba fielmente los ideales

    educativos de la C ompaa de Jess.

    En la lectura detenida de e ste singular

    documento pedaggico que es la Ratio

    Studiorum

    se descubren numerosos ele-

    mento s configuraclores de un estilo educa-

    tivo, entre ellos una gran exigencia de

    equilibrio, de dominio, de entrega, adems

    de la excelente preparacin personal y

    profesional cle todos y cada uno de los im-

    plicados en la aventura educativa. Parece

    que hoy cuatrocientos arios despus po-

    demo s afirmar que la pedago ga ignaciana,

    eminentemente prctica, se orientaba de

    manera clara y precisa a la formacin ciel

    homb re com pleto que, en definitiva, era el

    resultado de la aplicacin de un mtodo

    que en todas sus realizaciones concretas

    pretenda establecer una relacin de ense-

    anza-aprendizaje eficaz.

    Estamos ante un mod elo cle excelente

    organizacin y coordinacin, en el que

    prevalece el carcter de totalidad y de inte-

    gracin de los distintos niveles y grado s y

    fruto de esta concepc in son los resultados

    eficaces.

    El papel de la imaginacin, ce las

    emociones, de la voluntad y de la inteli-

    gencia es importante en el mtodo ignacia-

    no y por ello la educacin cle la Co mpa a

    implica la formacin de la persona en su

    totalidad.

    En esta escu ela la tarea confiada es la

    que debe integrar esta dimensin total, pro-

    pia para poner a los estudiantes en condicio-

    nes de descubrir el mundo de los valores en

    la vida (en todos los aspec tos cle la reali-

    dad) que podamo s ser guiados para com-

    prender importantes cuestiones como quin

    somos y por qu estamos aqu.

    El profesor Parclonnat en un artculo

    que titula Ensear y aprender segn la pe-

    dagoga d e los jesuitas, escribe sobre una

    pedagoga del inters, personalizada, acti-

    va, dinm ica, participativa, en la que el tra-

    bajo personal del alumno y las relaciones

    interpersonales se co nvierten en eje de efi-

    cacia; la evaluacin se entiende como c on-

    dicin cle progreso, orientada hacia objetivos

    precisos; y la b squeda constante cle mejo-

    rar en la prctica y en la form acin de actitu-

    des y h bitos de estudio y de investigacin,

    muestran una pedagoga cle hoy para una

    ensean za de hoy. La escuela, as entendi-

    da, es una comunidad de jvenes, en ella

    com unicacin docente y evaluacin van a

    la par y se ayud a al estudiante a conseguir

    su autonom a y su libertad .

    Es el gran reto: Adecuacin a tiempos,

    lugares y personas.

    Conmemorar el pasado de este siste-

    ma educativo evoca una tradicin con

    valores claves de entendimiento a lo lar-

    go de la Historia, con plena significa-

    cin en el inundo contemporneo y con

    54) B.

    PARDONNAT:

    Enseigner et apprende selon la pdagogie dell jsuites

    , en

    Lum en Vi tae

    pp. 141-152.

    13 3

  • 7/23/2019 La Ratio Studiorum de 1599 Un Sistema Educativo Singular

    18/18

    orientaciones urgentes hacia retos pedag-

    gicos del futuro.

    Toda la historia educativa de la Com-

    paa se resume en tres grandes etapas:

    Fe y humanismo (Antigua Compa-

    a, siglo XV I-XV III).

    2.

    Fe y razn (Compaa restaurada,

    siglo XIX y parte del )X ).

    3. Fe y justicia (Compaa actual).

    Si 1599 es la fecha que nos convoca y

    cuatrocientos aos nos separan de aquel

    ao final de siglo que abra las puertas del

    siglo X V II, ahora a punto de inaugurar un

    nuevo milenio conmem oramos, en todo el

    mundo, la promulgacin definitiva de un

    sistema educativo que, durante siglos, se

    ha aplicado en los colegios de jesuitas con

    resultados eficaces.

    Con variaciones formales propias del

    cambio de los tiempos, los ltimos docu-

    mentos pedaggicos de la Compaa repi-

    ten los mismos objetivos. As las Normas

    complementarias aprobadas en la ltima

    Congrega cin General cle 1995, dicen que

    los colegios y escuelas deben ser centros

    de cultura y de fe, qu e en las universida-

    des de la Co mpaa deben promoverse la

    fe que obra la justicia, y deben distinguir-

    se por sus programas de formacin huma-

    na, social, espiritual y moral .

    La C ompaa de Jess a travs del lar-

    go y a veces traumtico proceso de reno-

    vacin emprendido despus del Concilio

    V aticano II y cle varias Congregaciones Ge-

    nerales propias, se propone afrontar de ci-

    sivamente la nueva situacin afirmando

    repetidamente su fidelidad a la herencia ig-

    naciana, ha escrito Fernando cle la Puente,

    hemos recibido una herencia rigurosa que

    en sus lneas maestras conserva su vigor en

    la actualidad (Carcter Propio 1.1).

    En las ltimas dcadas de este siglo, al

    acercarse precisamente el IV Centenario de

    la

    Ratio la Compaa decide cu lminar este

    proceso produciendo dos documentos de

    rango un iversal:

    Caractersticas de la edu-

    cacin de la Compaa de jess

    (1986) y

    Pedagoga lgnaciana un planteamiento

    prctico

    (1993)56.

    En general el planteamiento renova-

    dor en el proceso de enseanza-aprendiza-

    je, que aborde la relacin profesor-alumno

    y que tenga un carcter prctico y aplica-

    ble a la clase se centra en una constante

    interrelacin de experiencia, reflexin y

    accin. A este esquem a inicial se aadie-

    ron otros dos elementos importantes el

    contexto y la evaluacin.

    Estas aportaciones son en c ierta med ida

    introcluctorias, si bien son el resultado de nu-

    merosos trabajos, talleres, experiencias reali-

    zadas durante aos en diferentes pases, con

    la intencin de ser un documento abierto

    que se ha de completar con aplicaciones

    concretas y especficas que faciliten al profe-

    sorado el modo de llevar a cabo los diversos

    pasos de este paracligmas7.

    (55)

    M .

    p. cit, p. 294.

    (56)

    E. GIL

    Com ed.):

    La pedagoga de los jesuitas ayrry hoy. Madrid, Comillas CONEDSI, p.

    248, 1999.

    (57)

    F.

    DE LA PuErrn:: La pedagoga

    de los Jesuitas ayer y hoy

    Madrid, Comillas CONEDSI, p. 250.

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