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22 MENTORING Y COACHING: ¿SIMILARES O DIFERENTES? MENTORING AND COACHING: SIMILAR OR DIFFERENT? María Doris Méndez 1 , Sebastián Acuña 2 , Natalia Muñoz 2 1 Psicóloga, académico, Universidad de Talca, Chile. Email: [email protected] 2 Psicólogo, Universidad de Talca, Chile. RESUMEN ABSTRACT Este artículo revisa brevemente los conceptos de mentoring y coaching y se aproxima al problema de las similitudes y diferencias entre ellos, a fin de determinar distinciones fundamentales que permitan evitar la confusión de términos que se observa en la literatura que los aborda. Se realiza este estudio a partir de la revisión bibliográfica de revistas de tipo científica, revistas de divulgación académica y profesional, y textos especializados en estos temas. Palabras Claves: Mentoring, Coaching, Mentee, Coach. This article briefly reviews the concepts of mentoring and coaching and approaches the problem of the similarities and differences between them, in order to determine fundamental distinctions that help avoid the confusion of terms observed in the literature that covers these topics. This study was carried out based on the literature review of scientific journals, academic and professional outreach magazines, and texts specialized on these issues. Keywords: Mentoring, Coaching, Mentee, Coach.

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Page 1: MÉNDEZ M.D.; ACUÑA S. & MUÑOZ N. “Mentoring y coaching

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MENTORING Y COACHING: ¿SIMILARES O DIFERENTES?

MENTORING AND COACHING: SIMILAR OR DIFFERENT?

María Doris Méndez1, Sebastián Acuña2, Natalia Muñoz 2

1 Psicóloga, académico, Universidad de Talca, Chile. Email: [email protected]

2 Psicólogo, Universidad de Talca, Chile.

RESUMEN ABSTRACT

Este artículo revisa brevemente los

conceptos de mentoring y coaching y se

aproxima al problema de las similitudes y

diferencias entre ellos, a fin de determinar

distinciones fundamentales que permitan

evitar la confusión de términos que se

observa en la literatura que los aborda.

Se realiza este estudio a partir de la revisión

bibliográfica de revistas de tipo científica,

revistas de divulgación académica y

profesional, y textos especializados en estos

temas.

Palabras Claves: Mentoring, Coaching,

Mentee, Coach.

This article briefly reviews the concepts of

mentoring and coaching and approaches the

problem of the similarities and differences

between them, in order to determine

fundamental distinctions that help avoid the

confusion of terms observed in the literature

that covers these topics.

This study was carried out based on the

literature review of scientific journals,

academic and professional outreach

magazines, and texts specialized on these

issues.

Keywords: Mentoring, Coaching, Mentee,

Coach.

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INTRODUCCIÓN

El coaching y la mentoría (mentoring) son

procesos utilizados cada vez con mayor

frecuencia en las organizaciones hoy en día.

El primero se orienta principalmente al

desarrollo de habilidades y competencias en

personas y equipos de trabajo, en tanto, el

segundo a promover la carrera del

empleado, obtener mejores condiciones

contractuales o mejorar su productividad

(Rueywei et al., 2011).

Si bien existe variada literatura que da

cuenta de los propósitos y usos diferenciados

de estos procesos (Valderrama, 2009;

Williams, 2004), estos tienden a confundirse,

y no es poco frecuente observar que, sobre

todo en los textos traducidos al español, se

tratan como si fueran iguales.

Por lo anteriormente referido, y para aportar

en alguna medida a la depuración conceptual

de estos procesos, se desarrolla el presente

artículo, que es de tipo teórico y constituye

una aproximación breve a los orígenes,

propósito, características y aplicaciones de

ambos conceptos.

MARCO TEÓRICO

Mentoría

El origen histórico del término mentor

traduce en gran medida el sentido que hasta

la actualidad se le otorga al concepto de

mentoría o mentoring. Su historia se

remonta a la antigua Grecia, cuando aparece

el personaje Mentor en el libro “La Odisea”,

quien era amigo de Ulises, el que antes de

partir a la guerra de Troya, le solicita a

Mentor que se haga cargo de la educación de

su único hijo, Telémaco, confiándole la

misión de guiarlo y cuidarlo en su ausencia.

También en China, existe desde la

antigüedad el término Xi-Fu, traducido como

Maestro o Mentor, y que corresponde a un

personaje influyente, que enseña a otros, y

que goza de una alta y respetada posición en

la sociedad (Rueywei et al., 2011). En

occidente, el término mentor se extendió,

sobre todo a partir del libro “Las Aventuras

de Telémaco” escrito en el siglo XVIII, donde

se reseña y connota al mentor como un

personaje sabio y consejero (Valderrama,

2009).

Actualmente, al revisar literatura

especializada respecto a la Mentoría o

Mentoring en el ámbito organizacional, se

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24

encuentran coincidencias en cuanto a su

definición, distinguiendo a ésta como una

relación de ayuda, entre dos individuos,

generalmente entre un adulto joven

(mentoreado o mentee) y una persona de

mayor edad (mentor), más experimentado y

con mayor conocimiento que actúa como

patrocinador y maestro, ofreciendo guía,

protección y apoyo ante los desafíos del

trabajo, preparándolo para los avances en la

carrera profesional, traspasando sus

conocimientos y vivencias en un ámbito

específico o tema determinado (Lester et al.,

2011; Rueywei et al., 2011; Valderrama,

2009).

En igual sentido, Rotering-Steinberg (2007)

enfatiza que es una relación que se establece

uno a uno, entre un consultor o asesor que

cumple el rol de mentor y un aprendiz

(mentee), quienes se reúnen periódicamente

a tratar temas relevantes para el desarrollo

del mentee, con el fin de ampliar o fortalecer

sus habilidades tanto personales como

profesionales. Para lograr lo anterior, se

requiere crear un ambiente de confianza y

respeto entre ambos actores del proceso.

A partir de este vínculo que se establece

entre el mentor y el aprendiz, se logra un

mutuo beneficio, ya que el mentor obtiene

un espacio donde puede compartir lo que ha

adquirido en su experiencia de vida y su

manera en que ha logrado sus metas, y a la

vez el mentoreado aprende de una fuente

cercana y directa, en la que reconoce

sabiduría (Valderrama, 2009).

Respecto de los tipos de mentoring, se

distinguen dos tipos, la mentoría formal y la

informal. La primera es generalmente

administrada por la institución y se lleva a

cabo de modo organizado, comenzando con

la selección de las parejas en relación,

mentores y mentoreados, utilizando

estrategias de aparejamiento que varían de

acuerdo a cada organización, considerando

por ejemplo la disponibilidad y accesibilidad

de mentores, áreas de experticia y otras

características como las similitudes

demográficas. En tanto, la mentoría informal

se produce de modo espontáneo y

voluntario, por un interés natural entre

profesionales de distinto nivel, sin la

mediación de otra persona o unidad de la

organización, respondiendo muchas veces a

un valor altruista del mentor (Hu et al., 2008;

Liu et al., 2011).

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25

Las funciones del mentoring serían

principalmente de dos tipos, de carrera y

psicosocial. Las funciones de carrera

incluirían variadas acciones de parte del

mentor hacia el aprendiz, como

entrenamiento, auspicio, asignación de

trabajo desafiante y protección. En tanto, las

funciones de tipo psicosocial, serían

consejería, aceptación, amistad, y rol

modelador de parte del mentor hacia el

mentee (Kram, 1985, citado en Hu et al.,

2008).

En cuanto a las etapas en que se desarrolla el

proceso de mentoría, a continuación se

muestra un cuadro que resume y compara

las fases que identifican algunos autores:

Autor Fases o Etapas del Mentoring

Phillips-Jones (1982)

1. Admiración mutua: inicio y valoración de roles en la relación. 2. Desarrollo: fase intermedia donde sucede el ciclo de ayuda y apoyo. 3. Desilusión y despedida: asunción plena de nuevos roles y revisión final del proceso. 4. Transformación: se empiezan nuevos caminos y perspectivas de modo individual.

Kram & Isabella (1983)

1. Iniciación: se crea la relación y se establece el proceso. 2. Cultivación: fase intermedia, caracterizada por el aprendizaje continuo y traspaso de experiencia. 3. Separación: cambio en el proceso que puede implicar una modificación en cuanto a los roles o la relación. 4. Redefinición: cuando la relación termina o se asumen plenamente nuevas perspectivas.

Gálvez (2009)

1. Identificación del mentor y del protegido: se busca acoplar a los participantes en base a la similitud de cualidades que ambos posean. 2. Formación: tanto mentor como protegido buscan un mayor aprovechamiento de las competencias del primero, quien puede desarrollar diferentes roles como profesor, asesor, experto, guía y/o animador. Mientras el protegido se forma una visión clara sobre características propias y objetivos del proceso. 3. Planificación y ejecución: se diseñan y programan actividades a realizar, se identifican recursos y se establecen redes de trabajo para su ejecución exitosa, considerando tanto funciones de carrera como psico-sociales. 4. Análisis de resultados: esta fase permite descubrir hasta qué punto se han aprovechado las ventajas reales del programa.

Fuente: Elaboración propia

Cuadro N°1: Etapas o Fases del Mentoring

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Respecto a las aplicaciones del mentoring,

cada vez se desarrollan más programas de

mentoría en diversos ámbitos, como en la

educación con programas de apoyo para

universitarios, en el área social o comunitaria

con planes de apoyo a jóvenes, mujeres y

emprendedores, entre otros colectivos

(Valderrama, 2009).

Específicamente, en el ámbito de la salud,

existen diversas experiencias de mentoría,

como por ejemplo en la formación de

médicos y enfermeras, y en programas de

padres mentores que apoyan a otros padres

con hijos con problemas de salud. Es el caso

del Programa Parent to Parent

(www.parenttoparent.org), una organización

sin fines de lucro, que desde la década de los

60´está presente en algunos prestigiosos

hospitales de USA. El programa brinda apoyo

social, emocional e informativo a los padres,

cuidadores y hermanos de personas con

Trisomía 21 (Síndrome de Down),

asignándoles un “Padre mentor”, que es un

miembro de una familia con experiencia y

conocimientos sobre el desarrollo y crianza

de un niño con Síndrome de Down, dispuesto

a compartir lo aprendido con familias que

deben afrontar una situación de salud de

este tipo por primera vez.

Coaching

Así como la mentoría, los orígenes del

coaching se ubican en la filosofía griega, sin

embargo, a diferencia del mentor que

enseña y protege al aprendiz, traspasando su

experiencia y conocimientos, el coach

reconoce una fuente de inspiración en la

mayéutica de Sócrates, quien guiaba a sus

discípulos hacia sus propias respuestas a

través de la reflexión, usando el método de

hacer preguntas. De este modo, se vislumbra

una diferencia entre el coaching y el

mentoring, pues como lo plantea Larriera

(2005), el rol del coach no sería el de un

formador, un consultor, un mentor o un

tutor, sino una persona que es capaz,

mediante la formulación de preguntas,

facilitar el aprendizaje y el descubrimiento

de nuevas formas de resolver problemas,

ampliando la visión y autonomía del cliente,

provocando la curiosidad, a través de

preguntas e ideas sugerentes.

Este origen o inspiración socrática del

coaching, es coherente con el análisis de las

raíces de la palabra coach, ya que se

reconoce una vertiente desde el idioma

inglés y otra desde el húngaro, en el primero

el término “coach”, alude a la acción de guiar

o entrenar en su traducción textual al

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27

español, y al agregarle el gerundio ing se

obtiene coaching, que significa

entrenamiento o preparación. El segundo

origen es kocs que significa carruaje en

húngaro, que derivó a “kocsi”, traducida al

alemán como “kutshe” y “cocchio” en

italiano, que llevado al español resultó en

“coche” que significa carruaje, haciendo

referencia al medio que transporta a una

persona, observando en ambos orígenes el

objetivo principal del coaching que sería

guiar, trasladar o encaminar a una persona

de un punto a otro (Valderrama, 2009). Así

entonces, se puede entender el coaching

como un proceso de ayuda a otro, orientado

guiarlo a alcanzar mejores resultados futuros

en relación a sus capacidades y habilidades

actuales (Baker & Forner, 2004).

En cuanto a los roles en el proceso de

coaching, se identifican el rol de coach y de

coachee o cliente, ambos establecen una

relación de trabajo que puede ser realizada

en modalidad presencial, a distancia o mixta,

combinando sesiones de trabajo directo con

sesiones vía teléfono o correo electrónico.

La función principal del coach sería actuar

como soporte y brindar un entorno positivo,

que refuerce psicológicamente al coachee,

potenciando y validando a nivel de

pensamiento y acción (Baker y Forner, 2004).

A partir de la exploración del presente o

estado actual del coachee, el coach ayuda a

visualizar el futuro, enfocando al sujeto hacia

objetivos a largo, mediano y corto plazo

(O’Connor & Lages, 2005).

El propósito del coaching en el ámbito

laboral, sería especialmente de tipo

profesional, orientado a la formación y

desarrollo de las personas, alineado con los

objetivos de la institución cliente, a fin de

ampliar en los trabajadores sus niveles de

motivación y satisfacción, y a su vez

incrementar los niveles de eficacia y calidad

del trabajo y el servicio entregado, con el

consiguiente beneficio de tipo económico

(Baker & Forner, 2004; Lozano, 2008;

Useche, 2004).

Este proceso puede ser llevado cabo en

distintos niveles de intervención, a nivel

individual, en una relación uno a uno entre

coach y coachee, a nivel de equipo o unidad

coordinada de trabajo, a nivel de grupo que

puede incluir personas de distintas unidades

de una misma organización, o personas de

orígenes u organizaciones distintas unidas

por un interés común (por ejemplo coaching

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a un grupo de desempleados o grupo de

personas diabéticas). El tipo y nivel de

coaching a realizar, dependerá de los

objetivos que se proponga quien recibe o

solicita el proceso (O’Connor & Lages, 2005).

La duración de esta relación es más bien a

corta y mediana en el tiempo, variando de 8

a 10 sesiones, en un período de 3 a 6 meses

habitualmente, con un máximo de 2 años,

según el modelo teórico al que suscriba el

coach.

En cuanto a las fases o etapas a considerar

en un proceso de coaching, éstas son

diferentes dependiendo del modelo teórico

que utilice el coach. A continuación, se

muestran sólo algunas propuestas de autores

a modo de ejemplo.

Autor Fases o Etapas del Coaching

Cook (1999) 1. Autoconocimiento/diagnóstico: definición y análisis de la situación actual del coachee, y de éste dentro de ella. 2. Definición de los objetivos a trabajar. 3. Definición de estrategias de cambio: desarrollo de planes de acción orientados al logro de objetivos propuestos. 4. Evaluación y seguimiento: se evalúa alcance de los objetivos, se refuerzan mejoras y se planifican futuras acciones.

Lozano (2008) 1. Planteamiento del problema: el coach ayuda al cliente a indagar el foco a mejorar y analizar las diferentes variables involucradas, con el objeto de encontrar el punto de partida para una mejor solución. 2. Cuestionamiento de la visión (paradigma) del coachee: con el objetivo de generar una reflexión sobre sus creencias más arraigadas, que limitan su desarrollo, y ayudar a encontrar visiones y caminos alternativos a seguir. 3. Acción: en esta etapa el coachee es capaz de dar una respuesta nueva ante la problemática que es objeto de coaching.

Molins (2012) 1. Priorizar: si hay varios cambios que se desea conseguir, existen más posibilidades de conseguirlos uno a uno que todos a la vez. 2. Objetivo: definirlo y saber de dónde partimos y a dónde se quiere llegar y después trocear el camino. 3. Opciones: analizar posibilidades o alternativas de solución, y cómo lo realizaremos. 4. Obstáculos: prever las posibles dificultades y la manera de resolverlas. 5. Compromiso: comprometernos con otra persona en el logro de objetivos, de este modo es más probable que se cumplan las acciones. 6. Seguimiento: dar feedback y plantear un nuevo objetivo si es necesario.

Fuente: Elaboración propia Cuadro N°2: Etapas o Fases del Coaching

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29

En cuanto al ámbito de aplicación del

coaching, va desde el desarrollo en áreas de

negocios hasta el ámbito personal o life

coaching. Esto es reforzado por Palmer &

Whybrow (2006) quienes sondearon, a

través de encuestas a coaches dedicados al

coaching en norteamérica, que ejercían

como coaches en ámbitos tan diversos como

el deportivo, los negocios, el desarrollo de

carrera, el mejoramiento de competencias

ejecutivas y de liderazgo, de rendimiento

individual y de equipo, de gestión de estrés,

de desarrollo de aspectos específicos de la

vida y relacionados con la salud de las

personas. Lo cual destaca su gran

adaptabilidad al entorno de quien lo solicita.

En particular, el coaching en salud se trata de

la aplicación de una metodología

complementaria a los tratamientos

habituales, para promover medidas

preventivas y controlar mejor las

enfermedades crónicas, facilitando la

comunicación entre médicos y pacientes,

logrando ahorrar recursos económicos del

sistema sanitario. Tiene las mismas

características que el coaching personal,

pero con objetivos de salud, como por

ejemplo instaurar hábitos saludables, en

relación a la dieta, realización de ejercicios,

eliminación del tabaco, mejorar la

adherencia a los tratamientos y control de

enfermedades crónicas, entre otros (Molins,

2012).

¿Similitudes?

Tanto el coaching como mentoring son

metodologías o procesos de aprendizaje muy

poderosos para quien es sometido a la

experiencia, como así también para las

personas que lo rodean. Ambos pueden

potenciar el desarrollo de las personas tanto

en el área profesional como personal. La

filosofía de base es la misma y requiere de

parte de los profesionales que lo desarrollan

un nivel avanzado de habilidades tanto

personales como interpersonales

(Valderrama, 2009).

También se pueden listar otra serie de

similitudes, tales como:

a) Ambos parten por la exploración de las

necesidades, motivaciones, deseos,

habilidades y patrones de pensamiento

para ayudar a la persona en la toma de

decisiones, y avanzar hacia un cambio real

y duradero.

b) Utilizan las preguntas o técnicas de

interrogatorio para facilitar los propios

procesos de pensamiento de los clientes

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con el fin de determinar soluciones y

acciones, por sobre un enfoque directivo

e impositivo.

c) Apoyan al cliente en el establecimiento de

metas y métodos adecuados de

evaluación de los progresos en relación

con los objetivos fijados.

d) Utilizan diversas herramientas y técnicas

para lograr el cambio, que pueden incluir

el entrenamiento uno-a-uno, facilitación,

asesoramiento y creación de redes.

e) Tanto el coach como el mentor

mantienen una actitud basada en la

consideración positiva e incondicional

hacia el cliente, lo que significa que

brindan apoyo sin prejuicios respecto a

los puntos de vista, estilo de vida y

aspiraciones manifestadas por el coachee.

f) Evalúan los resultados del proceso

utilizando medidas objetivas siempre que

sea posible, para asegurar que la relación

sea exitosa y el cliente evidencie el logro

de sus metas personales.

g) Poseen formación y experiencia en las

áreas en que ofrecen apoyo profesional.

h) Manejan la relación para asegurar que el

cliente reciba el nivel adecuado de

servicio, sin alargar o acortar

innecesariamente el proceso.

i) Ambos se aseguran de desarrollar la

autonomía del cliente, evitando crear

dependencia posterior al cierre del

proceso.

¿Diferencias?

Las diferencias no son muchas, pero sí hay al

menos dos que resultan ser distinciones

fundamentales.

La primera es que el coach no necesita ser

un experto en un área del conocimiento,

pero el mentor sí requiere ser un sujeto

destacado o poseer un alto grado de

experiencia en algún ámbito (Valderrama,

2009).

Otra diferencia es que el proceso de

emparejamiento o asignación de un coach y

un mentor, debe ser más planificada y

detallista en la mentoría que en el coaching,

pues el mentee debe en cierto grado

reconocer y hasta sentir cierta admiración

por la persona elegida (cuando es una

mentoría informal) o asignada (cuando es un

proceso formal).

Por último, en la literatura especializada no

se encuentra gran desarrollo de modelos

teóricos que avalen y regulen la

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31

implementación del mentoring. No ocurre lo

mismo con el coaching, que ha desarrollado

un amplio y diverso cuerpo teórico, casi tan

diverso como líneas de pensamiento en

psicología existen.

CONCLUSIONES

Finalmente, y a modo de conclusión general,

existen variadas semejanzas entre ambos

procesos, siendo similares tanto respecto de

sus orígenes, que los sitúan en la misma

época y lugar, hasta el propósito que los

guía.

Sin embargo, lo más distintivo entre ellos es

la relación que establecen con su cliente, ya

que el coach establece una relación más bien

simétrica con el coachee, en tanto, la

relación entre el mentor y el mentee es

siempre asimétrica, ya sea en edad,

conocimiento o experiencia.

Por último, si bien este estudio pretendió ser

una aproximación comparativa focalizada en

el coaching y la mentoría, será de interés

más adelante indagar las coincidencias y

diferencias que existen entre estos términos

y otros como tutoría y training. Al respecto,

también se observa en la literatura un

tratamiento confuso entre estos términos,

hipotetizando que en gran medida se debe a

un error de traducción más que de definición

conceptual propiamente tal.

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