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Mensajero Año 5 No. 153 Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla Domingo 27 de abril de 2014 Donativo: $5.00 TLALNEPANTLA CUAUTITLÁN ECATEPEC TEOTIHUACÁN TEXCOCO NEZAHUALCÓYOTL VALLE DE CHALCO Juan XXIII y Juan Pablo II ¿Por qué son santos? Cristo, camino hacia el Padre Voz del Pastor Pág. 2 Noticias de la Semana Santa Págs. 4-6

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Periódico Católico de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla.

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Page 1: Mensajero 153

MensajeroAño 5 No. 153 Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla Domingo 27 de abril de 2014 Donativo: $5.00

TLALNEPANTLA CUAUTITLÁN ECATEPEC TEOTIHUACÁN TEXCOCO NEZAHUALCÓYOTL VALLE DE CHALCO

Juan XXIII y Juan Pablo II ¿Por qué son santos?

Cristo, camino hacia el PadreVoz del Pastor

Pág. 2

Noticias de la

Semana Santa

Págs. 4-6

Page 2: Mensajero 153

2 MensajeroDIRECTORIO

OBISPOS

Excmo. Sr. D. Carlos Aguiar Retes

Arzobispo de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Ricardo Guízar Díaz

Arzobispo Emérito Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Guillermo Or�z Mondragón

Obispo de Cuau�tlán

Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez

Cou�olenc, M.G

Obispo de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Onésimo Cepeda Silva

Obispo Emérito de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales Sánchez

Obispo de Nezahualcóyotl

Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar Galicia

Obispo de Teo�huacán

Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla Sánchez

Obispo de Texcoco

Excmo. Sr. D. Víctor René Rodríguez Gómez

Obispo de Valle de Chalco

Excmo. Sr. D. Francisco Ramírez Navarro

Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza Cruz

Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

DIRECTOR GENERAL

Mons. Víctor René Rodríguez Gómez

Presidente de la Comisión Provincial para la

Pastoral de la Comunicación

DIRECTORA EN TURNO

Abril Villanueva

SUBDIRECTORMons. Luis Mar�nez Flores

CORRECCIÓN Y ESTILOSan�ago Ma�as

DIAGRAMACIÓN Y DISEÑOSamuel Nájera

COLABORADORES

Equipo de la Pastoral de la Comunicación de la

Provincia Eclesiás�ca de Tlalnepantla

PÁGINA INFANTIL

Comisión Provincial para la Pastoral Profé�ca

Registro en trámite.

Mensajero Es una publicación catorcenal de la Provincia

Eclesiás�ca de Tlalnepantla. Se distribuye en la

Arquidiócesis de Tlalnepantla, y en las Diócesis de

Cuau�tlán, Ecatepec, Texcoco, Teo�huacán,

Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

[email protected]

Voz del Pastor

Queridos hijos:

La alegría de la Pascua nos motiva a anunciar con mayor fuerza la razón de nuestra fe, que Jesús ha resucitado y él mismo nos invita a encontrarlo de nuevo en “Galilea”, el lugar donde vivió, en su casa que debe convertirse en nues-tra casa, pues Dios quiere que todas las naciones formemos una misma familia libre de la esclavitud del pecado.

Jesús nos ha invitado durante su vida a ver en Dios a un Padre que nos ama infinitamente, nos enseñó a hablar con él en la oración, nos mostró el rostro de Dios en el suyo y nos dio todos los elementos para seguir sus pasos, ya que él es el camino que nos conduce a la casa del Padre.

Con la Resurrección, Cristo nos muestra cuál es el final de quien cree en sus palabras, final que se convierte en el principio de una vida nueva donde el hogar de todos es la morada eterna del Padre y donde la única ley es el amor, amor que se manifiesta en la fraternidad y que tiene como

consecuencia el gozo de ver a Dios cara a cara.

En este día, domingo de la Misericordia del Señor, vivimos como Iglesia un acontecimiento muy importante, la cano-nización de dos Papas, quienes con su vida nos muestran que lo que Jesús nos ha enseñado se puede lograr, pues ellos viven ya contemplando a Dios, han resucitado con Cristo y eso debe llenarnos de alegría y esperanza.

Juan XXIII y Juan Pablo II han sido grandes pastores para la Iglesia y a la vez grandes hermanos para la humanidad, nos enseñaron con su ministerio que lo que Dios les pidió no fue más que guiar a los hombres hacia su morada.

Pidamos a los nuevos santos introducidos en el canon su intercesión para poder dirigir nuestras vidas por el camino que Jesucristo nos ha enseñado durante su vida, para que así resucitemos con él a la vida eterna, donde viviremos en comunión con nuestros hermanos en el gozo de estar en la presencia de Dios.

† Efraín Mendoza CruzObispo Auxiliar de Tlalnepantla

Cristo, camino hacia el Padre

Page 3: Mensajero 153

3Mensajero Editorial

La invitación que Dios hace a los hombres para procla-mar el milagro de la resurrección de su Hijo se vuelve para nosotros, los testigos de su amor, una urgente necesidad. En un mundo tan sediento de justicia y de paz las buenas noticias se vuelven un oasis frente a las adversidades. Pero existe una noticia que sacia la sed más profundamente, una noticia que es agua viva, agua que hace que quien la beba no tenga más sed. Si tan sólo esta noticia fuera conocida por los hombres, la sed del mundo que clama sería saciada.

En el Evangelio según San Mateo leemos: “Al ama-necer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro.” La urgencia que tuvieron las santas mujeres de asistir al sepulcro al ama-necer del primer día de la semana, es también en nues-

tros días la urgencia de tener noticias de paz, noticias de Dios. De ida, las mujeres tienen necesidad de su maes-tro y por eso van al sepulcro, quizá con la idea de sólo encontrar un cuerpo que embalsamar, pero de vuelta la motivación es otra, el semblante es otro, en el interior ya no están tristes y penitentes, ahora tienen una alegría incomparable y la necesidad increíble de compartir aquella noticia que el ángel les ha comunicado.

El Evangelio que continúa con las palabras del ángel: “No teman, ya sé que buscan a Jesús el crucifi-cado. No está aquí; ha resucitado como lo había dicho”, nos hacen reflexionar sobre la falta que hacen los mensajeros de paz, hombres y mujeres que salgan al encuentro de sus hermanos y les digan: “No temas, quizá crees en un Cristo crucificado, pero tengo para ti

una noticia increíble: ha resucitado, y está dispuesto a perdonarte, a fortalecerte y salvarte”.

Los ángeles y las santas mujeres fueron en el pasado los comunicólogos de Dios, y después de conocer la más relevante noticia de su vida, se volvieron no sólo testi-gos y beneficiarios de ella, sino comprometidos agentes para compartirla incluso a los mismos apóstoles.

Hoy nosotros, testigos y beneficiarios de la resurrec-ción, tenemos la hermosa misión de proclamarla, de dar no solamente noticias de paz que sacian parcial-mente a nuestros hermanos que sufren, sino de dar a conocer la Noticia que transforma, que plenifica, la noticia de que ¡JESÚS HA RESUCITADO! Y quiere que nosotros lo hagamos también.

Por: Dra. Xóchitl Zárate

Todos los días damos gracias a Dios por convivir con niños. Sin embargo, debe-mos tomar conciencia sobre nuestro trato hacia ellos, pues hoy por hoy sabe-mos que son un sector muy vulnerable de la sociedad. En ellos debe estar toda nuestra atención, cuidado, y en una palabra: el AMOR. Desafortunadamen-te, los niños son la "víctima de vícti-mas" de la delincuencia organizada, por el secuestro, robo de infantes, extorsión por redes criminales, asesinato para extracción y tráfico de órganos, abuso sexual, prostitución infantil, etcétera.

Ahora bien, pensemos, meditemos en serio sobre el trato y el cuidado que reciben los niños en sus hogares bajo la tutela y el cuidado amoroso de papá y mamá. ¿En verdad los estamos aten-diendo? Veamos estos dos puntos tan relevantes en su crecimiento psicológi-co y emocional:

ABANDONO. Éste puede ser físico, afectivo, intelectual, educativo o espiri-tual. Carencia de atención para sus hábi-tos personales. ¿Los niños realmente se sienten atendidos no sólo en sus necesi-dades físicas, sino más bien en las de su formación humana y espiritual? ¿Dialo-gamos con ellos, sabemos cuáles son sus sueños y expectativas de la vida?

VIOLENCIA. Se da con actitudes, palabras, amenazas, maltrato físico, emocional. Violencia también es no involucrar valores espirituales, mora-les, con palabras, pero más importante con el ejemplo. ¿Qué están viviendo hoy nuestros niños en casa, en la escue-la, en la calle? La violencia se puede

volver tan "normal" que puede pasar desapercibida.

Este 30 de abril “Día del niño” rogue-mos a Dios por que en cada hogar exis-tan niños alegres, felices, libres, jugue-tones; niños sanos de cuerpo y mente, porque de ALMA por su propia natura-leza son TRANSPARENTES. Rogue-mos para que sus padres verdaderamen-te sean el rostro de Dios en quienes los niños se sientan guiados, protegidos, AMADOS; que se sientan seguros y, ¿por qué no?, que también los niños reconozcan en ellos la imagen a la cual hay que obedecer, es decir, que sean padres con firmeza que construyan personas de bien para la sociedad.

Niños, niñas, Jesús Niño es el mejor ejemplo que se nos da: "Jesús iba cre-ciendo en sabiduría, en estatura y en gracia, delante de Dios y de los hom-bres" (Lc. 2,52). Recuerden que a sus 12 años Jesús ya era un niño con un com-promiso claro ante su Padre Eterno.

Por favor, niños, hoy les pedimos hagan oración por nosotros, los adultos, para que sepamos guiarlos en la cons-trucción del reino, pues cuando alguno de ustedes se desvía, fallamos como sociedad.

Por: Rafael González Beltrán, ssp.Diócesis de Cuautitlán

Quienes vivimos en el Estado de Méxi-co hemos acogido con esperanza las primeras acciones que el gobierno fede-ral y las autoridades locales están ins-trumentando para detener la violencia. Desde que el ahora presidente Enrique Peña Nieto era gobernador en la enti-dad, se conocieron distintas señales de alarma en distintos municipios. La población observaba ―impotente― cómo distintos grupos de criminales comenzaban a controlar la vida de los pueblos.Los municipios mexiquenses, vecinos

del estado de Guerrero, a la altura de Ciudad Altamirano, fueron los prime-ros en denunciar la llegada intimidato-ria de personas armadas. Con mayor asombro fueron testigos de cómo la policía y las autoridades locales se ple-gaban a la voluntad de los delincuentes, cuyos verdaderos jefes permanecían en la sombra. En algunas regiones del esta-do, comerciantes y rancheros comenza-ron a “cooperar” con los nuevos “go-bernantes de hecho”. Al principio algu-nos miraban hasta con simpatía el “nue-vo orden” impuesto por los “fuereños”. Pero el mal termina por mostrar su ver-dadero rostro y nada bueno puede cons-truirse cuando se utiliza el miedo, la extorsión, el robo, el secuestro y el ase-sinato.La violencia en el Estado de México ha

alcanzado cifras de escándalo. Algunos delitos son incluso superiores a los registrados en Guerrero, Michoacán, Tamaulipas, entre otros. Varios presi-

dentes municipales intentaron reaccio-nar de manera autónoma contra los grupos violentos. Sin embargo, el cán-cer de la violencia supera no sólo el ámbito municipal sino las mismas fron-teras del estado. Otros munícipes, con su pasividad, orillan a los ciudadanos a creer que están ―probablemente― comprometidos con los delincuentes. Las rutas de autobuses y colectivos, entre algunos municipios, están llenas de tantos asaltos y asesinatos que no merecen ser tomados en cuenta. Muni-cipios como Cuautitlán Izcalli, Coacal-co, Tultitlán, etc., alcanzaron números preocupantes y han obligado a tomar medidas inmediatas por parte de las autoridades.Es tarea fundamental de un gobierno

asegurar la paz de sus ciudadanos. Quien no cumple con este mandato pierde legitimidad. Urge mayor trabajo de inteligencia, al mismo tiempo que se instrumentan medidas de control, como retenes y operativos relámpago. De otra manera seguiremos con las acciones de relumbrón sin resolver los problemas a profundidad.

Los niños: el mejor regalo

El Estado de México quiere paz

La Resurrección: una noticia que no es oasis, sino Manantial

Page 4: Mensajero 153

Por: José María Mejía, Pastoral de la Comunicación Tlalnepantla

El pasado domingo 13 de abril la Igle-sia Particular de Tlalnepantla, en comu-nión con la Iglesia Universal, dio inicio a sus celebraciones de Semana Santa, regocijada en gracia aclamando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. En punto de las 10:00 horas la Cate-

dral de dicha Arquidiócesis inició su celebración presidida por el Arzobispo Mons. Carlos Aguiar Retes. El pueblo se concentró a un costado del templo y escuchó la voz de Dios a través de la liturgia de la palabra, se bendijeron los ramos e inició la procesión que acla-maba la realeza de Cristo. Entrados en el templo se proclamó el relato de la Pasión de Nuestro Señor según San Mateo. Durante la homilía el pastor de esta

Arquidiócesis hizo especial distinción entre los reinados de los hombres que con poder someten, y el reinado de Jesucristo del que dijo: “Es un reino en

donde vamos a aprender a vivir del espíritu y vamos a aprender lo que es el amor.”Después de celebrar el banquete de la

Eucaristía y compartir la comunión, el pueblo recibió la bendición de Cristo a través de su pastor y guía. Bendición que los llenó de fortaleza y esperanza en la resurrección de Jesús.Fuera de los actos litúrgicos, el pue-

blo mostró también parte de su folclor y representó en el atrio de la catedral pequeños cuadros teatrales, entre ellos: La entrada a Jerusalén, La oración en Getsemaní, La crucifixión y Resurrec-ción de Jesús.En los días siguientes pastor y pueblo

celebraron los oficios propios de la Semana Mayor, reconociendo la pre-sencia real de Cristo en la Eucaristía, acompañando a María en su dolor y renaciendo en la esperanza de Cristo, quien venciendo a la muerte nos ha dado vida en plenitud, vida en la liber-tad de hijos de Dios.

4 MensajeroCaminar Diocesano

Por: Samuel Nájera

Texcoco, México, 15 de abril de 2014.- “Jesús fue a Nazaret”, así inició la homi-lía en la Misa Crismal y renovación de las promesas sacerdotales el obispo de Texcoco, Juan Manuel Mancilla Sán-chez, ante el Presbiterio y agentes de Pastoral reunidos el martes santo en la Catedral de Texcoco, “a nosotros se nos ha dado todo lo de Jesús”. Don Juan Manuel precisó que “así como Jesús regresa a Nazaret, nosotros también regresamos a la casa donde fuimos cria-dos”, y señaló que es muy bueno “vol-ver a la casa que nos recibió pequeños, aún no formados, ¡qué bueno que ahora la Iglesia nos pone ese espíritu de ser discípulos!, porque el patrimonio de Dios es infinito.

Dirigiéndose al Presbiterio les dijo: “Como Jesús, vengamos aquí, a nuestra Nazaret, a la Catedral, donde tanto se nos ha dado, como nuestra Ordenación Sacerdotal. Yo mismo puedo decir que mi Ordenación Episcopal sucedió aquí en este mi Nazaret, donde me he criado para poder servir como obispo al Pueblo de Dios. Que en este sitio nosotros haga-mos familia, nos movamos a gusto y nos sintamos en el hogar. Lo más triste en la vida es caminar sin un hogar... nos toca hacer que la vida de la Iglesia sea volver

al hogar”.El Sr. Obispo enfatizó que “existe la

impresión de que el Espíritu del Señor se va acabando en muchos ambientes, pero es la Iglesia el lugar del Espíritu, vivir sin Él es la peor de las miserias, no caminar, manifestar, servir, relacionar-se sin el Espíritu”, por lo tanto exhortó a toda la comunidad a buscar y pedir para nuestra Diócesis el Espíritu Santo, para caminar de su mano, llena de su presencia.

“Por el Espíritu, podemos experi-mentar que mucho pecado, frustracio-nes, penas y amarguras tienen que ir desapareciendo”... Por lo que volvió a llamar a “que todos los habitantes de nuestra Diócesis, en primer lugar los sacerdotes, sintamos y compartamos esa frescura exquisita del Espíritu que refresca el alma y consuela el corazón; el espíritu que da libertad, dinamiza a la Iglesia, crea la comunión e impulsa la creatividad para el servicio y las relaciones humanas”.

“Venimos a dar gracias a Dios por el sacerdocio de los Presbíteros, por el regalo del amor de Jesucristo, quien dijo: 'Ámense como yo'”, mensaje que capacita a los discípulos de Jesús. Y recalcó que “venimos a agradecer el don de los santos en medio del mundo; eso quiere decir sacerdote, un hombre

santo, que busca la santidad y a quien le interesa ofrecer santidad. Un hombre que ha recogido el amor de Cristo y le interesa compartir y encarnar el amor de Cristo. Damos gracias por los sacra-mentos, especialmente por la Eucaris-tía, que nos regala el amor de Dios en Cristo que no tiene fin”.

Y refiriéndose al Santo Crisma y los

Santos Óleos de los catecúmenos y de los enfermos indicó: “Bendecimos hoy, en torno al altar de Cristo, los instru-mentos que utiliza la Iglesia en el momento de los sacramentos, que ali-menta, fortalece y da felicidad al cristia-no. Hemos venido a que no se acaben las razones para vivir, amar, adorar, salvar. Así sea”.

Domingo de Ramos en Tlalnepantla

El patrimonio de Dios es infinito

www.tierradeenmedio.org.mx www.diocesisdecuautitlan.net www.diocesisecatepec.org.mx www.diocesisdeteotihuacan.org www.diocesisdetexcoco.mx www.diocesisdeneza.mx

www.diocesisvalledechalco.org.mx

Te invitamos a visitar en Internet las comunidades diocesanas de nuestra Provincia:

Page 5: Mensajero 153

5Mensajero Caminar Diocesano

Por: Lic. Patricia Peña Veloz CODIPACS Valle de Chalco

En un ambiente de recogimiento, silen-cio y oración, cientos de fieles de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción, Amecameca, México, y visitantes de otras comunidades vivieron la devoción y tradición del viacrucis. Se contó con la presencia del Señor Obispo Víctor René Rodríguez Gómez, quien junto con el párroco Pbro. Esteban Flores Aguilar, el vicario Juan Peralta Rebolledo, los diáconos Jesús Castañeda Valencia, Filemón Hernández Mendoza y el semi-narista Emmanuel Ángeles García fue-ron meditando cada una de las estacio-nes de la vía dolorosa.El Señor Obispo dio inicio a esta devo-

ción invitando a todos los presentes a reflexionar sobre el camino de la cruz que emprendió nuestro Señor Jesucris-to, donde cada paso, cada gesto, cada palabra que pronunció, cada personaje, nos hablan continuamente y nos permi-ten meditar sobre el gran amor que Dios nos tiene. Los acólitos encabezaron el recorrido,

después iban las imágenes de nuestro Señor Jesucristo y de la Virgen María,

las cuales fueron llevadas por personas de la comunidad, seguidos por el Señor Obispo, sacerdotes, diáconos y fieles.Al salir del atrio de la parroquia podía

escucharse el bullicio de los comercian-tes, quienes al ir viendo que se aproxi-maba la procesión dejaban de ofrecer sus productos, apagaron su música y dedicaron un momento al Señor; algu-nos se persignaban, otros tenían en su rostro la expresión de estar haciendo una oración y otros lo acompañaron al recorrido.Algunas familias o grupos de la comu-

nidad se encargaron de acondicionar cada una de las estaciones que com-prende el viacrucis; así pudimos ver plasmado el esfuerzo, la dedicación y el amor con el que hicieron su labor. En algunos lugares no sólo había cortinas rojas y blancas, sino que se podían observar las flores, los globos, las veladoras, y hubo quien realizó tapetes de aserrín o puso un camino de pétalos de rosas o confeti, además las calles y fachadas tenían adornos blancos con rojo.La cantidad de personas fue aumen-

tando conforme iban transcurriendo las estaciones, y se podía notar a la gente

atenta participando de esta tradición, en un camino de oración que buscaba aden-trarnos en la meditación de la Pasión de Jesús en su cami-no al Calvario; pero también abierta a participar en una celebración que permite reflexionar sobre la entrega generosa de Nuestro Señor Jesucristo, quien dio su vida por nosotros. Dios que nos creó para la

vida y la felicidad, en su infinito amor, envió a su Hijo Único, para devolvernos la vida y librarnos del pecado; “tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna” (Jn. 3,16). Es tan grande su amor que Cristo asumió nuestro peca-do, cancelándolo en la cruz, por eso fuimos rescatados no con oro o plata sino con el precio de la sangre de Cristo.Así, los fieles que participaron en esta

devoción tuvieron la disponibilidad de escuchar con atención el mensaje del Señor, de llevarlo a sus familias como un signo de esperanza, y nosotros como Iglesia tenemos la oportunidad de tomar

muy en cuenta estas tradiciones, que nos permiten infundir en quienes parti-cipan un corazón dispuesto a escuchar la voz de Dios, meditar su Palabra, para que descubran su vocación y se convier-tan en misioneros de Jesucristo y juntos podamos decirle: “Señor Jesucristo, colma nuestros corazones con la luz de tu Espíritu Santo, para que, siguiéndote en tu último camino, sepamos cuál es el precio de nuestra redención y seamos dignos de participar en los frutos de tu pasión, muerte y resurrección; así como también podamos ser portadores de tu mensaje de amor, que nos transforma”.

Por: P. Horacio RoblesDiócesis de Cuautitlán

El pasado viernes, dentro de los actos de devoción popular que muestran los actos de piedad y de fe en los fieles católicos y entre los momentos que envuelven el misterio de la Semana Santa, llegan a ser los más concurridos la Vicaría de San Isidro y el Santuario de la Siempre Virgen María de Guada-lupe y Casa de San Juan Diego “El Cerrito”, ellos se han dado a la enco-mienda de salir a las calles a orar por la paz en México. El “viacrucis por la paz” es el instrumento que don Guiller-mo Ortiz Mondragón, obispo de Cuau-titlán, ha invitado a meditar a toda la Diócesis, al mismo tiempo que ha exhortado, tanto a su presbiterio como a los fieles, a realizar actividades cuyo tema principal sea orar por la paz.Asimismo, y con motivo de la prepa-

ración a la canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II, surgió la

iniciativa de caminar hacia el “Paseo cultural Juan Pablo II”, donde se con-gregaron los fieles de esta Vicaría y del Santuario de “El Cerrito”. Se caminó por las avenidas de Cuautitlán Izcalli con el rezo del santo rosario y luego con el rezo del Santo Viacrucis, en el paseo cultural, junto al espejo de los lirios, concluyendo con la Eucaristía concele-brada por el presbiterio de aquellas zonas pastorales que se sumaron a este gran momento de encuentro con Cristo. Al evento asistieron más de mil perso-

nas con un mismo fin, pedir por la paz en el mundo, en nuestra patria, en nues-tras familias, en nuestra vida. Al cum-plirse 50 años de la publicación de la encíclica de ss. Juan XXIII, Pacem in terris (paz en la tierra), publicada el 11 de abril de 1963, resultó significativo recordar las palabras del papa Juan XXIII: “No se pierde nada con la paz y puede perderse todo con la guerra”. Se ha pedido a Cristo, nuestra Paz, que en Él tengamos una vida digna.

Fieles de Amecameca viven la devoción del viacrucis

Siguiendo a Cristo por el camino de la paz

Fieles de las Vicarías Episcopales San Buenaventura y San Isidro oran por la paz.

Page 6: Mensajero 153

6 Mensajero

Por: Pbro. Efrén Torres O.Oficina de Comunicación SocialDiócesis de Teotihuacán

La Iglesia Diocesana de Teotihuacán se ha esforzado en preparar a los candida-tos que quieren formar parte de ella por el bautismo. Por eso en cada una de las cuatro Vicarías Episcopales se lleva el proceso de formación de los catecúme-nos (un año), con sus respectivos ritos durante la Cuaresma. Hemos sido testi-gos de la inmensa alegría que provoca en ellos la fiesta de Pascua donde se realiza su bautismo. Sólo en la Vicaría de Teotihuacán nuestro Señor Obispo Guillermo Francisco Escobar Galicia celebró 53 bautizos de catecúmenos en la Fiesta de la Vigilia Pascual de la Cate-dral del Divino Redentor.

Esta costumbre de preparar a los nue-vos cristianos en la Iglesia Primitiva se desarrolló en tierras paganas, dada la necesidad de que los candidatos descu-brieran la importancia de creer en un solo Dios, en descubrir el sentido de las Escrituras y el comportamiento moral apoyado en los Evangelios.

Indudablemente, la Iglesia Primitiva no daba sin más el bautismo. Exigía dos condiciones fundamentales: la conver-sión y la fe. Y para suscitarlas y llevarlas hacia la madurez utilizaba los siguien-tes medios: predicación y diálogo, pre-paración catequética o instrucción, abandono de los ídolos y cambio de vida, aceptación de la fraternidad cris-tiana y la comunicación de bienes, dis-cernimiento y vigilancia de los jefes.

Podemos reconocer que ya en el tiem-po en que vivían todavía los apóstoles, se exigía una preparación, unas actitu-des y unas garantías mínimas, en orden a conceder el bautismo. En el siglo pri-mero no existe el catecumenado como institución organizada y bien definida, pero existe el proceso catecumenal como verdad vivida, antes que escrita o declarada.

En ocasiones hemos escuchado tanto de los laicos como de los clérigos pre-guntas en este sentido: ¿Por qué tanto requisito? ¿Por qué querer ser tan exi-gentes hoy en día? ¿No será que con esto estamos corriendo a la gente de la Iglesia? ¿Por qué antes era más fácil sin

tantas trabas? Estas objeciones no son nuevas. Siempre se han encontrado hombres y mujeres que refiriéndose, incluso en la palabra de Dios, tratan de justificar una pastoral de la iniciación cristiana demasiado rápida.

Ciertamente lo más fácil no es necesa-riamente lo mejor ni tampoco lo que

debemos practicar: ¿Qué le era más fácil para Jesucristo en orden de realizar la Redención: tener que pasar por el proceso de la Pasión o evitarla? ¿No será que muchas veces en el fondo que-remos evitar que el camino de la Resu-rrección nos lleva necesariamente por la Pasión?

La alegría de mi hermano es mi alegría, porque es hijo de Dios

Por: CODIPACS Ecatepec

San Cristóbal Ecatepec, 19 de abril 2014.- En un ambiente de gran solem-nidad, en oración y alegría se llevó a cabo la Vigilia Pascual en la Catedral de Ecatepec. En punto de las 22:00 horas, el obispo Óscar Roberto y sacer-dotes concelebrantes iniciaron con la bendición del fuego nuevo y con ello la celebración más importante de nuestra Iglesia. En su mensaje de Pascua 2014, el Obispo de Ecatepec señaló los testi-monios de muchos santos que a lo largo de la historia han proclamado a Cristo Resucitado: San Pablo, los San-tos Mártires Mexicanos y dos santos de nuestro tiempo: los beatos Juan XXIII y Juan Pablo II, quienes serán canoni-zados el próximo 27 de abril del pre-sente año. Estos testimonios de Cristo Resucitado nos impulsan a dar un testi-monio vivo, proclamando el Reino de

Dios que nos lleva a la reconciliación, paz y amor en nuestra sociedad, bus-cando erradicar el odio y la muerte, y a construir condiciones de vida más equitativas.

Por otro lado, convocado el Presbite-rio de la Diócesis de Ecatepec por Mons. Óscar Roberto se llevó a cabo el Primer Retiro sacerdotal de Semana Santa, el miércoles 16 de abril, en la “Casa de la Misericordia” en Tulpet-lac, Estado de México, donde se refle-xionó sobre la “conversión pastoral” a la luz de “Evangelii Gaudium”; se realizó una liturgia penitencial y un viacrucis con meditaciones sobre el sacerdocio. La organización estuvo a cargo de la Comisión Diocesana para la formación permanente del clero. El tema fue impartido por el Pbro. Ricar-do Ramírez, y las hermanas Siervas Guadalupanas de Cristo Sacerdote fueron las anfitrionas.

Caminar Diocesano

Vigilia Pascual y Retiro Sacerdotal

Page 7: Mensajero 153

7Mensajero

Extracto del mensaje de Pascua 2014 de Mons. Rogelio Cabrera López, Arzo-bispo de Monterrey.

El repique de campanas de todas las iglesias del mundo, que nos manifiesta la alegría de la resurrección de Cristo, es signo del júbilo de los cristianos que pregonamos la victoria de Cristo sobre la muerte.¡Ha resucitado! Es la expresión que,

desde los apóstoles hasta nuestros días, manifiesta el gozo por el triunfo de nuestro Redentor, pero ésta no es una victoria que manifieste un triunfa-lismo intolerante, el triunfo de Cristo es liberador, sanador, nos ha liberado de la muerte, del pecado, de la tristeza, del pesimismo. La muerte ya no puede nada contra él (cf. Rm 6,9).Esta victoria del resucitado también

es nuestra. Hoy es el día de la “Fiesta de la Vida”, porque nosotros también celebramos nuestra victoria sobre la muerte. “Yo vivo, y quien cree en mí, vivirá” (Jn 11,25), ha dicho Jesús.La resurrección de Cristo es una reali-

dad que cambia la vida de todo cristia-no, y nos compromete a no permanecer inertes ante las necesidades de los her-manos. Debemos salir a proclamar a todos los rincones de la tierra, con nues-tro testimonio coherente y alegre, esta realidad que todavía muchos no cono-cen plenamente, y que ha hecho que su vida de fe se limite sólo a “momentos

sacramentales”, sin que éstos transfor-men su existencia y les haga crecer en la verdad que Cristo proclama.La resurrección de Cristo es el funda-

mento de nuestra fe, es la fortaleza de nuestra esperanza y es el estímulo de nuestra caridad. Debemos aspirar, como dice san Pablo, a los bienes de arriba. No limitemos nuestra vida a este mundo pasajero. Quienes creemos en Cristo, tenemos vida eterna.Este tiempo pascual es la principal

fiesta para el mundo cristiano, es la fiesta que da el sentido pleno a nuestra vida de fe, a todas las acciones y cele-braciones que realizamos a lo largo del año litúrgico. Por ello deseo invitar a todos los fieles y sacerdotes para que no dejemos que, después de las intensas actividades de Cuaresma y Semana Santa, el ánimo decaiga y que nos dis-pongamos de corazón a celebrar la Gran Fiesta para la cual nos estuvimos prepa-rando durante varias semanas.De manera particular, esta Pascua trae

para nuestra Iglesia motivos de gran regocijo: el próximo domingo 27 de abril, domingo de la misericordia, esta-remos celebrando la canonización de dos grandes hombres que entregaron su vida al servicio del pueblo de Dios: Juan XXIII y Juan Pablo II.En el mes de mayo, un servidor, junto a

mis hermanos obispos, realizaremos la visita “Ad Limina Apostolorum”, en la que nos encontraremos con el sucesor de San Pedro para confirmar nuestra comunión fraterna y presentarle las diferentes realidades que vivimos en nuestras comunidades diocesanas.No olvidemos, hermanas y hermanos,

que nuestro cristianismo hemos de vivirlo siempre en la alegría; mientras peregrinamos en este mundo dejémo-nos conducir por la luz del Espíritu San-to, quien nos conducirá a nuestro desti-no final: la vida eterna. Felices fiestas pascuales.

(RV) «Son dos grandes», «canonizarlos juntos es un Mensaje para la Iglesia», le escuchamos decir al papa Francisco, cuando volvía de la JMJ de Río de Janeiro, respondiendo a preguntas sobre la canonización tan esperada de los papas Roncalli y Wojtyla. Los pos-tuladores de los dos Papas santos ofre-cieron un encuentro titulado: ¿Por qué son santos?

El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede , el padre Federico Lom-bardi, señaló que este es un camino que culmina el Domingo de la Divina Mise-ricordia, con la celebración que presidi-rá el papa Francisco, cuyo magisterio recuerda los rasgos de sus amados pre-decesores. El padre Giovangiuseppe Califano, postulador de la Causa de Juan XXIII y monseñor Slavomir Oder, postulador de la Causa de Juan Pablo II, fueron presentando la santidad de estos dos pontífices: “Su amistad con Cristo, su fe profunda, popular, afianzada en la oración, la Palabra de Dios; su caridad, humildad, mansedumbre y su fervor mariano. Sin olvidar su entrega a la Providencia y la Iglesia. Ambos Padres y Pastores”.

El padre Giovangiuseppe Califano recordó el 'Diario del Alma' y los escri-tos del Papa Roncalli, – cuyo lema epis-copal era 'Obediencia y Paz'– su unión con Jesús, su recogimiento, el rezo del rosario y su devoción mariana. A los 21 años decía: «Dios me quiere obediente y santo. Y yo debo serlo». Luego siendo

Obispo de Roma decía: «Todos me llaman Santo Padre. Yo debo serlo».

También el joven Karol Wojtyla era visto ya como un santo por sus mismos compañeros, que lo llamaban futuro

santo, dijo Mons. Slavomir Oder, haciendo hincapié en que Juan Pablo II decía que «todo hombre tiene que vivir su vida de tal forma que sea una mani-festación de la gloria de Dios». La ora-

ción del Papa polaco, su característica mística, su caridad, su alma entregada a la misión y su anhelo de cercanía al pueblo.

Juan XXIII y Juan Pablo II ¿Por qué son santos?

Iglesia Universal / Iglesia México

¡Cristo ha triunfado sobre la muerte! ¡Aleluya!

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8 MensajeroIglesia y Actualidad

Oficina de Comunicación SocialDiócesis de Teotihuacán

La transparencia y la accesibilidad de la información constituyen una pieza que siempre había faltado en el sistema de libre mercado. Una pieza que ofrece la promesa de terminar de una vez y para siempre con las eternas tensiones entre las utilidades y el bienestar público. La transparencia radical cambia las reglas del juego para los negocios. En una economía ecológicamente inteligente, a los ejecutivos se les pagará por incre-mentar al máximo el valor para los accionistas a través de su capacidad para responder a los intereses del públi-co. Conforme las fuerzas del mercado armonicen los intereses corporativos y los intereses del público, el comercio adoptará una nueva función como ins-trumento del bienestar colectivo.Si deseamos adaptarnos a los singula-

res desafíos de la época actual, nuestra especie necesita con urgencia incre-mentar su inteligencia ecológica. Ian McCollum, un médico y naturalista sudafricano que escribe sobre la inteli-gencia ecológica, señala que si bien nuestro planeta parece destinado a expe-rimentar en el curso de los próximos años cambios climáticos que amenazan

nuestro frágil nicho, el planeta en sí mismo puede continuar existiendo durante mucho tiempo después de que hayamos desaparecido. McCollum sostiene que a fin de evitar este destino, no tenemos que arreglar este planeta, sólo nuestra relación con el mismo.Le gustaría que reflexionáramos sobre

la diferencia entre sanar y remendar. Remendar sugiere un remedio rápido, el parche que si bien ayuda de manera momentánea, no hace nada por resolver el problema subyacente. Remendar puede parecernos un extremo atractivo, una serie interminable de parches que nunca arreglan nada de verdad. Sanar va más lejos y llega hasta las causas primarias, Además conlleva un cambio profundo de actitud. Para sanar es preci-so percibir los patrones ocultos que conectan los distintos elementos y con-siderar que todos ellos son parte de la solución. El significado primigenio de “sanar” es restituir algo a su estado ori-ginal.“Debemos dejar de decir que la Tierra

necesita sanar”. Observa McCollum. “La Tierra no necesita sanar, somos nosotros los que lo necesitamos”.

Tomado del libro: Inteligencia Ecoló-gica de Daniel Goleman.

Por: SesgoDiócesis de Nezahualcóyotl

En este Domingo de Pascua de Resu-rrección del Señor todo el ámbito cató-lico tiene el día más importante de su fe, porque es cuando el Señor emerge de la muerte para darle vida a todo ser huma-no y una vida eterna, donde el cielo y la tierra se unen; donde la luz de Jesucristo ilumina a todo el mundo; es la noche más divina y especial de todos los cató-licos cuando decimos: "Aleluya, el Señor ha resucitado, Gloria a Dios".

En este misterio de la Resurrección del Señor, Dios nos da una muestra más de amor por sus hijos, pero sobre todo de su caridad divina a todo el mundo, porque a través de la Resurrección del Señor, Dios mismo muestra su caridad por el ser humano pues resucita a su hijo único y con Él nosotros, porque el Señor nos resucitará el último día.

Esta caridad solamente puede venir de un padre amoroso, de un padre com-prensivo por sus hijos a través de nues-tro Señor Jesucristo de no dejarnos en la

muerte, sino que con este sublime acto nos da vida y vida eterna.

Esta caridad de amor es para todo el mundo, pero en nuestra Diócesis de Nezahualcóyotl, ¿cómo debemos inter-pretar esta caridad para nuestros herma-nos, que tanto la necesitamos?

Con anterioridad hemos mencionado que al resucitar Nuestro Señor Jesucris-to se le apareció a muchos, en especial a Pedro y a los apóstoles, pero de diferen-tes maneras. Hay que reconocer a Jesús de cualquier forma en los operadores de autobuses, en los taxistas, en los indi-gentes que nos piden una moneda o un pan para comer, etc. Debemos estar alertas para saber cómo se nos presenta Jesucristo resucitado para ayudarlos con mucha caridad.

La caridad tiene que venir del corazón para ayudar a los demás, para que tenga frutos en abundancia y sea de provecho para ese Jesucristo que nos pide algo de comer, vestir o beber. ¡Felices pascuas de Resurrección en el Señor!

No es lo mismo sanar que remendar

La Resurrección del Señor, caridad divina de Dios

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9Mensajero Celebremos la Fe

Por: Odelisa Hernández Medina (Hna. Misionera del Santísimo Salvador y Santa Brígida)

La misericordia, decía San Pedro Crisó-logo, "es superior a todas sus obras. La misericordia llena el cielo, llena la tie-rra... es por esto que la grande, genero-sa, única misericordia de Cristo, que reservó todo juicio para un solo día, asignó todo el tiempo del hombre a la tregua de la penitencia... es por esto que se precipita totalmente hacia la miseri-cordia el profeta que no confía en la propia justicia".

Este comentario me parece muy inte-resante, la misericordia superior a cual-quier obra, y el Señor pide que nuestras obras brillen como luz y sirvan para que nuestro Padre sea glorificado, tan gran-de es la misericordia que llena la tierra y el cielo. Surge una pregunta: ¿llena nuestras vidas de todos los que propaga-mos al Señor de la Misericordia? ¿Qué nos impide ser misericordiosos como es nuestro Padre? Quizás podemos res-ponder que una de las causas es que nos confiamos en nuestra propia justicia y no nos abandonamos en la justicia del Señor, que nos mira con ternura, sin llevar la cuenta de nuestros delitos y pecados.

En ocasiones escucho a personas que se sienten condenadas sin perdón, que se valoran poco, que sienten no tener

derecho a la felicidad. Hablando con ellas resulta que no pueden perdonarse o perdonar, ése es el punto. No hay peores jueces para nosotros, que nosotros mismos. Si nos diéramos la oportunidad de mirarnos como Dios nos mira, darnos el permiso de equivocar-nos y a pesar de eso confiar en la misericordia de un Dios que nos sigue amando, siempre en vigilia, esperando la vuelta del hijo que se ha alejado de Él, seríamos capa-ces de brillar como antorchas en medio de la oscuridad. Lo que hace al ser humano capaz de ser pleno es experimentar el amor de alguien que le ama tal y como es, con su historia, con sus defectos y cualidades, con sus debilidades y fortalezas, con su temperamento y su carácter, aun con sus pecados, porque él quiere que el pecador viva, no sobreviva.

Celebrar el día de la Misericor-dia es celebrar al Señor que nos ama de esta manera, dejémonos amar por Él, para que esta Pascua, tiempo de gozo y alegría, resucitemos la imagen de Dios que hay en nosotros.

El segundo Domingo de Pascua está dedicado a la Misericordia del Señor, celebración que Él mismo pidió a Sor Faustina Kowalska, con la finalidad de mostrar el amor incondicional que nos

tiene, a tal grado que lo que más le gusta oír es: “Por tu dolorosa pasión, ten mise-ricordia de nosotros y del mundo ente-ro”. Pues sí, la mayor muestra de su amor, total y sublime, es su entrega voluntaria a la muerte y muerte en cruz, que como le dijera a Santa Brígida: “Tanto te amo que estaría dispuesto a volver a crucificarme por ti”.

Al celebrar esta festividad tengamos la

meta de mirarnos a nosotros mismos como Dios nos mira, para poder mirar a nuestro prójimo con misericordia; poder perdonarnos a nosotros mismos y a los demás para alcanzar la plenitud. La paz es el mayor tesoro que busca el cora-zón humano. “Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanza-rán misericordia" (Mt 5, 7).

Por: Pastoral JuvenilDiócesis de Cuautitlán

En el mes de abril del presente año se llevó a cabo el tercer encuentro de toda la Pastoral Juvenil con el obispo don Guillermo Ortiz Mondragón, donde jóvenes de los movimientos y grupos juveniles de toda la Diócesis se dieron cita. El encuentro tuvo lugar en la Cate-dral de San Buenaventura, inició con la bienvenida donde el mismo Obispo dio a los jóvenes un saludo muy cercano. Durante el encuentro, los jóvenes le hicieron saber aquellas cosas que les provocan temor, y en una dinámica de grupos las respuestas más relevantes fueron: miedo al fracaso, al rechazo y a la muerte.

Después de tal actividad los jóvenes recibieron de manos del Sr. Obispo el Libro de los Evangelios y los invitó a leer el Evangelio según San Juan (11,3-7.17.20-27.33b-45), donde se narra cómo Jesús resucita a Lázaro, y hacien-

do una Lectio Divina el Obispo animó a los jóvenes a dejarse guiar por el Espíri-tu en momentos de adversidad para poder ser resucitados. Después de la meditación del Evangelio, el Santísimo Sacramento se hizo presente entre los jóvenes. En el momento de la adoración a Jesús Sacramentado en la Hora Santa los jóvenes oraron por aquellos miedos y temores que la juventud enfrenta en la actualidad.

Terminada la Hora de Adoración se compartieron los alimentos y se dio un momento de convivencia donde jóve-nes de todas las Vicarías Episcopales pudieron interactuar entre sí, haciendo deporte, dinámicas y juegos. Al termi-nar la hora de descanso y llegando casi al final del encuentro, se hizo una activi-dad más en equipos. Se les pidió a los jóvenes que sacaran una conclusión de lo que la Lectio Divina les dejó y una de las conclusiones a la que se llegó fue que sólo con Jesús podemos resucitar.

El encuentro finalizó con la bendición

de nuestro Sr. Obispo y la invitación al próximo encuentro que será el día 7 de

junio del año en curso.

“Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo” (Mt 5,16)

Los jóvenes pierden el miedo

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10 MensajeroFamilia

Por: Pbro. Marcelo MéndezPastoral Familiar

La familia es un sector de la Iglesia que vive pobreza de alguna manera: por sus crisis, dificultades y ataques. Les comparto que hace unos días se

acercó a mí una señora muy preocupada por su matrimonio; llorando me dijo: “Padre, ayúdeme, mi matrimonio se desbarata; necesito que hable con mi esposo, tenemos muchos problemas y él se encuentra obstinado en su error. Por favor hable con él, hable con los dos, ayúdenos. ¿Cuándo lo podemos ver? Dígame el día que pueda y yo lo llevo”.Es una mujer que ama a su marido y

que está dispuesta a luchar, a perdonar, a amar y a seguir con el sacramento que Dios le concedió en el matrimonio; es una gran mujer, como existen muchas

en la Iglesia y en el mundo.Le respondí que sí y que nos veríamos

tal día a tal hora. Llegó a la cita con su marido. Yo estaba un tanto escéptico respecto a él, juzgué que seguramente venía a fuerzas y sin un verdadero deseo de hacer algo por su matrimonio. Mi sorpresa fue que su actitud desde un inicio fue muy positiva, con humildad reconoció ante mí sus errores, recono-ció y valoró la grandeza de su esposa, y se comprometió a luchar por su matri-monio y por su familia.Al compartirles esta experiencia les

quiero decir que es de suma importancia dedicarles tiempo a los matrimonios y familias, es necesario que les prestemos atención, que los escuchemos con inte-rés, que los acompañemos en los momentos difíciles y que compartamos con ellos días, semanas y años de nues-

tra vida. De esta manera nosotros mis-mos experimentamos lo que nos dice san Pablo: “Hay mayor felicidad en dar que en recibir” (He 20,35).El próximo Sínodo que se celebrará en

Roma en el mes de octubre y que será sobre “La familia” nos dará más luces y, sin lugar a dudas, nos comprometerá a trabajar con mayor empeño por la familia.

Por: Equipo de Liturgia, Centro de Espiritualidad Santa María (CESM)

¡Pascua es la gran fiesta de los cristianos!

Todos los sufrimientos vividos durante la Pasión de Jesús no son nada en com-paración con las Fiestas Pascuales, en las que celebramos el sentido más pro-fundo de nuestras vidas, el misterio de la vida eterna, que se hace presente en lo cotidiano.

No hay capacidad que alcance a com-prender la maravilla de lo que celebra-mos. Y entonces, la liturgia, por medio de algunos signos sensibles (compren-sibles para nuestros sentidos), nos ayuda a comprender el misterio de la vida que se hace fiesta en cada Pascua.

¿Qué se necesita para comprender y celebrar la Pascua?

* Disponerse para hacer fiesta, recrear un espacio importante para celebrar.

* Abrir los ojos y despertar todos los sentidos para mirar, ver, escuchar, tocar, gustar y oler el misterio de la Vida que se hace presente y real en los signos de la luz que ilumina, del agua que empapa y limpia, del pan que alimenta, del vino que alegra, del aceite que marca y sella.

* Prepararse para "lo más importante", para la fiesta que se celebra durante ocho días seguidos (octava de Pascua), porque con uno solo no alcanza.

¿Cómo celebramos en familia cual-quier fiesta importante?

El cumpleaños de los hijos, los aniver-sarios, un casamiento... ¿Por qué no invertimos el mismo tiempo, dedica-

ción y recursos para celebrar la gran fiesta de la Pascua? ¿Por qué contentar-nos sólo con repartir huevitos decora-dos?

Es tiempo de preparar una gran cele-bración de Pascua en familia para que realmente todos los signos y gestos durante los ocho días de la octava de

Pascua, sean signos de fiesta, que ayu-den a todos a comprender el misterio profundo que se celebra.

¡A celebrar!, a contagiarnos de la ale-gría de la vida que se hace plena por el misterio de la Pascua. Que no nos gane el apuro o la rutina. Detengamos el tiem-po para festejar el misterio que está más

allá de todo tiempo. Son las fiestas pascuales, son las fiestas de la vida, es el misterio de la eternidad presente en nuestras historias.

Es Jesús Resucitado que sale a nuestro encuentro y quiere festejar su vida con nosotros.

Dedicar tiempo a las familias

¡Celebremos la Pascua en familia!

es una urgente necesidad

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11Mensajero @joven

Pbro. Óscar Camacho Macías Pastoral Juvenil Tlalnepantla

Querido lector, en esta ocasión quiero presentarte de manera sucinta una de las principales dificultades, que también es un desafío y a la vez una oportunidad entre la juventud actual: el individualis-mo y la falta de pertenencia. Es un aspecto que seguramente has descu-bierto al estar acompañando sus proce-sos, al estar cerca de su realidad, al com-partir con ellos la vida. Lo presento a continuación no únicamente como pro-blema, sino como oportunidad y desafío de tu acción pastoral. Espero que te ayude para seguir tu apostolado en medio de la juventud.

Estamos viviendo una época en la cual se ha pasado de la importancia del grupo a la importancia del individuo. Hubo épocas donde lo verdaderamente relevante era la tribu, la aldea, el clan, la comunidad, la familia o la patria, pero hoy ese lugar tiende a tenerlo el indivi-duo. Esto conlleva que los intereses individuales prevalezcan sobre los inte-reses colectivos. Al mismo tiempo, implica que la búsqueda del bien común y del bien que beneficie a la mayor cantidad de personas haya dado paso a

la búsqueda de la conveniencia indivi-dual. Más aún, muchas decisiones per-judican al colectivo, pero benefician al individuo.

La tendencia individualista tiene diversas consecuencias: la absolutiza-ción de intereses y conveniencias perso-nales. La pérdida de sentido de perte-nencia a un colectivo o la tendencia a pertenecer sólo mientras lo colectivo no perjudique los intereses individuales. La dificultad para vivir valores típica-mente comunitarios que suponen una negación de los intereses individuales, como el sacrificio, la donación, la solidaridad, la capacidad de compartir, capacidad de aceptación de los otros, aguante.

El excesivo énfasis en el bien de la comunidad llevó muchas veces a la anulación de la persona en lo individual en la vida de la Iglesia y de las comuni-dades. La época actual constituye una gran oportunidad para re-descubrir el valor y la legitimidad de los anhelos personales, y del derecho que cada quien tiene a realizarse y a desplegar sus potencialidades. Al mismo tiempo, una época centrada en el individuo constitu-ye una oportunidad para dar testimonio de uno de los valores cristianos más

hermosos: la comunidad, el amor a los hermanos.

Como puede verse, el individualismo y la falta de pertenencia que viven muchos jóvenes no es sólo un proble-ma, es una oportunidad para propiciar lazos comunitarios, que sin dejar de

valorar la individualidad, generen expe-riencias de fraternidad, valor esencial de la vida cristiana. En este aspecto, la Iglesia, especialmente el grupo juvenil, puede ofrecer una alternativa. En tus manos está propiciar este estilo de vida.

Por: Maribel Castañeda PeñaCODIPACS Ecatepec

¡Hola! ¿Cómo están? Soy Maribel y por

estos rumbos me dicen “Mafafa”, ya que me fascina la fotografía. Es mi pasión poder fotografiar momentos irrepetibles, poder captar una sonrisa,

una lágrima; el momento justo que queda guardado más allá de un simple recuerdo, pues trasciende la frontera del tiempo. Es una sensación extraordinaria cuando los demás logran revivir esos momentos viendo mis imágenes, pues logro transmitir sentimientos y emocio-nes. He tenido la gran satisfacción de compartir con muchas parejas el día de su boda, con jovencitas su fiesta de quince años, pequeños que hacen la Primera Comunión, y todos ellos me han dado la oportunidad de ser yo quien capte momentos únicos que no volverán a vivir, pues sólo queda la imagen de ese día tan especial. También he podido utilizar el arte de la fotografía en ocasio-nes muy significativas, como lo fue la toma de posesión de mi obispo Óscar Roberto Domínguez Couttolenc.Hoy quiero compartirles una de las

experiencias más emotivas que he teni-do, recordando las palabras de nuestro papa Francisco, quien nos invita a evan-gelizar mediante los medios de comuni-

cación, y utilizando mi pasión por la fotografía logro transmitir el mensaje de Cristo. En la celebración del “viacrucis” en mi

parroquia de los Doce Apóstoles tuve la oportunidad de captar instantes del calvario de Jesús, la rabia de los fari-seos, la indiferencia de los romanos, la multitud enardecida, el dolor de una madre y la intercesión de Jesús por nues-tros pecados. Son muchas las fotos que conseguí capturar, pero la satisfacción más grande es poder compartir aquella sensación que tuvo en mí. El contexto de cada imagen cuenta una historia, una historia de vida, de pasión y de sacrifi-cio. También es significativo transmitir ese fragmento del tiempo y que en cada uno de ustedes tal vez es diferente, pero la imagen y el momento fue el mismo. Espero que esta foto logre el impacto que provocó en mí y la compartan como si hubieran estado ahí, y tener la oportu-nidad de verlo desde otra perspectiva.

El individualismo y la falta pertenencia de los jóvenes, una oportunidad para la acción pastoral

Fotografía: la pasión en una imagen

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12 MensajeroDios te llama

Por: Abril Villanueva

La vida consagrada, enraizada profun-damente en los ejemplos y enseñanzas de Cristo el Señor, es un don de Dios Padre a su Iglesia. Con la profesión de los consejos evan-

gélicos, los rasgos característicos de Jesús, Virgen, Pobre y Obediente, tiene una típica y permanente visibilidad en medio del mundo. Desde entonces la vida consagrada está en el corazón mismo de la Iglesia y ha desempeñado un papel importante no sólo en la evan-gelización sino en la santidad de la misma Iglesia VC. 1_3. Por eso (conti-núa el documento diciendo), “Vosotros no solamente tenéis una historia glorio-sa qué recordar y qué contar; sino una gran historia qué construir”. VC.110. Actualmente, en nuestra diócesis exis-

ten 36 comunidades religiosas y 379 religiosos entre hombres y mujeres.

Dedicadas a la vida contemplativa: Clarisas Sacramentarias de Nuestra

Señora del Refugio. Franciscanas de La T.O.R Clarisas Capuchinas. Agustinas Recoletas. Clarisas Sacramentarias de Nuestra

Señora del Refugio. Amigas de Jesús Contemplativas.

Dedicadas a la Pastoral Educativa: Misioneras Hijas de San Jerónimo

Emiliani. Misioneros de Nuestra Señora del

Refugio. Franciscanas de La Inmaculada

Concepción. Dominicas de Santo Tomás de

Aquino.

Dedicadas a la Pastoral Social: Dominicas del Santísimo Rosario. Esclavas de La Inmaculada Niña. Discípulas de Jesús.

Dedicadas a la Pastoral Juvenil–Vocacional: Hijas del Espíritu Santo.

Dedicadas a la Evangelización y catequesis: Misioneras del Señor de Los Cora-

zones y Santa María de Guadalupe. Misioneras Catequistas de Los

Pobres.

Misioneras de Nuestra Señora del Sagrado Corazón.

Misioneros de Villaregia. Misioneras de Villaregia. Misioneras del Corazón Eucarísti-

co de Cristo Rey. Religiosas Amigas de Jesús. Sacerdotes Amigos de Jesús. Misioneras de Jesús, María y José. Hermanos Discípulos de Jesús. Hermanas de Santa Ana. Comunidad de Emaús. Siervos Misioneros de La Santísi-

ma Trinidad. Siervas Misioneras de La Santísi-

ma Trinidad. Misioneras de Jesús Resucitado. Hermanas de Santa María. Comunidad de Emaús. Hermanas de Nuestra Señora de la

Consolación. Misioneras Servidoras de la Palabra. Misioneros Servidores de la Palabra.

Atención en Obispado-Curia Siervas Guadalupanas de Cristo

Sacerdote.

Si deseas mayor información sobre alguna de las comunidades religiosas, envía un correo electrónico a la Vicaría Episcopal de la Vida Consagrada: [email protected]

Vida Consagrada en laDiócesis de Texcoco

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1Mensajero 3Iglesia y Cultura

Por: Jorge Fragoso e Israel Mendoza Tinoco, Pbro.

La historia de la Catedral de Cuauti-tlán, como la de todos los templos de nuestro país, está ligada al proceso de evangelización de nuestras tierras, con la llegada de los españoles. Después de la caída del imperio mexica en 1521, comienza el camino de conquista y evangelización, elementos entramados en una misma historia, la cual, con sus luces y sombras, trae como resultado la creación de una nueva civilización, donde conviven indígenas, criollos, mestizos y españoles.La Catedral de Cuautitlán hunde sus

más antiguos orígenes en 1530. La reina de España Isabel la Católica pide a Gil Benavides, encomendero de Cuautitlán, construir en el lugar para que allí residan religiosos francisca-nos, y se puedan realizar las labores propias de la Iglesia de una manera más constante y permanente. Los frai-les franciscanos que llegaron en 1525 desarrollaban sus actividades movién-dose de Tlatelolco a toda la zona cir-cundante, contando además de Cuau-titlán, Tepotzotlán, Texcoco y Tulti-tlán, por mencionar algunos lugares.El convento en Cuautitlán comenzó a

construirse en 1532 y sus primeras estructuras datan de 1538. A partir de 1555, Cuautitlán entra en una etapa donde se verifica que ya existen las estructuras básicas para ser un centro de evangelización permanente. El testimonio de ello es la cruz atrial que actualmente se encuentra frente a la Catedral, cuya fecha de término se ubica en agosto de 1555. Estas cruces se colocaban para testimoniar el triun-fo de la fe cristiana en el lugar, por tan-to, esto nos da la seguridad de afirmar que a partir de entonces en Cuautitlán existe ya una intensa actividad evange-lizadora en toda forma.La Catedral de Cuautitlán tiene como

patrón a San Buenaventura, obispo y doctor de la Iglesia. Desde 1538 hasta 1756 estuvo bajo la guía de frailes fran-ciscanos, y funcionó como Vicaría de la Arquidiócesis de México. Después, en 1756, pasó al clero secular, y siguió como Vicaría de la misma hasta 1964. En ese año se crea la Diócesis de Tlal-nepantla y funcionó como parroquia de ésta hasta 1979. De este año a la fecha es consagrada como la Catedral de la joven Diócesis de Cuautitlán; su primer obispo, don Manuel Samaniego, la

gobernó durante 26 años hasta 2005, fecha de su muerte. Sólo en el siglo XX han sido bautizadas aproximadamente

en esta Catedral más de 119 mil perso-nas y actualmente el obispo es don Gui-llermo Ortiz Mondragón.

Fuente: Primera Monografía de Cuautitlán.

Catedral de Cuautitlán de San Buenaventura

Fe, historia y arte

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1 Mensajero4 Sección Infantil

Amiguitos de la provincia, este mes es muy especial, pues se celebra el Día del Niño. Es hermoso

compar�r esta sección con ustedes y también es muy importante celebrar esta fecha.

Hoy en tu día quiero saludarte y al saludarte a � saludo a todos los niños del mundo. Sólo quiero

desearte un montón de felicidad. Porque sin los niños el mundo no exis�ría, habría únicamente sombras, sería todo gris, sin colores. No exis�ría la vida sin �, niño. El mundo estaría desierto, sin luz, sin flores ni

estrellas.En este tu día quiero desearte muchísima felicidad y

decirte: ¡corre, juega, salta, canta, ríe y ama!

¡Feliz Día del Niño!¡Feliz Día del Niño!

“Feliz niño que con tu ser alegras este mundo con tu

fe, amor y esperanza”

“Feliz niño que con tu ser alegras este mundo con tu

fe, amor y esperanza”

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1Mensajero 5La Sal y Luz del mundo

Por: Ramón MartínezCODIPACS Ecatepec

Los laicos tenemos un lugar muy importante en la Iglesia, la descripción que da el Magisterio de la Iglesia res-pecto a los laicos indica: «Con el nom-bre de laicos —así los describe la Cons-titución Lumen gentium— se designan aquí todos los fieles cristianos a excep-ción de los miembros del orden sagrado y los del estado religioso sancionado por la Iglesia; es decir, los fieles que, en cuanto incorporados a Cristo por el Bautismo, integrados al Pueblo de Dios y hechos partícipes a su modo del oficio sacerdotal, profético y real de Cristo, ejercen en la Iglesia y en el mundo la misión de todo el pueblo cristiano en la parte que a ellos les corresponde» (ChL, 9).

El Santo Padre Francisco en Evangelii Gaudium nos va iluminando al decir que todos estamos llamados a ser “dis-cípulos misioneros”, y nosotros los

laicos podemos y debemos llevar el mensaje de la Buena Nueva a todos. Cuando escuchamos de la “predica-ción”, ordinariamente nos viene a la mente la homilía que los sacerdotes hacen en la Celebración Eucarística, donde nos hacen más accesible el men-saje de la Palabra de Dios; pero no es la única. De hecho, los laicos también podemos llevar el mensaje predicando “de persona a persona”: “Hoy que la Iglesia quiere vivir una profunda reno-vación misionera, hay una forma de predicación que nos compete a todos como tarea cotidiana.

Se trata de llevar el Evangelio a las personas que cada uno trata, tanto a los más cercanos como a los desconocidos. Es la predicación informal que se puede realizar en medio de una conversación y también es la que realiza un misionero cuando visita un hogar. Ser discípulo es tener la disposición permanente de lle-var a otros el amor de Jesús y eso se produce espontáneamente en cualquier

lugar: en la calle, en la plaza, en el traba-jo, en un camino” (EG, 127).

Los laicos por el bautismo y la confir-mación estamos llamados a poner en

práctica nuestra vocación profética de anunciar el Evangelio en la Iglesia y en el mundo.

Por: José Luis RamírezDiócesis de Nezahualcóyotl

En este mes de mayo en que la Diócesis de Nezahualcóyotl celebra su XXXV aniversario, el obispo Héctor Luis Morales Sánchez y el encargado de la Pastoral Educativa de esta Iglesia par-ticular, padre Roberto Martínez Zava-la, coincidieron en señalar, en una carta dirigida a todos los maestros, que “la sociedad presenta la desafiante situa-ción de vivir en el relativismo, en la secularización y en el desinterés”.

En la misiva, que estará circulando en las parroquias de esta Diócesis de Nezahualcóyotl, monseñor Morales Sánchez puntualiza que en las celebra-ciones por el aniversario se continúa la misión de pedir y orar por el país, las familias, la juventud, la niñez, los adul-tos mayores, todas las personas y espe-cialmente por los docentes; recorde-mos que en la actualidad es complejo el campo de la educación.

Monseñor manifiesta que el papa Francisco ha puesto a San José como “modelo del educador” y que enco-mendó, por lo tanto, a su protección a

todos los padres, a los sacerdotes —que son padres—, y a quienes tienen una tarea educativa en la Iglesia y en la sociedad”.

Justo en el mes que los profesores celebran su día, el Obispo de Neza-hualcóyotl señala que ante una realidad particularmente desafiante, el Papa ha dicho que “¡no se desanimen ante las dificultades que presenta el desafío educativo!”. Coincidió con el Santo Padre en que educar no es una profe-sión, sino una actitud, una forma de ser; para educar es necesario salir de sí mismos y estar entre los jóvenes, para acompañarlos en las etapas de creci-miento, estar a su lado.

Finalmente, el Pastor de esta Diócesis agradece a los profesores su labor y colaboración en la formación educati-va e integral de las nuevas generacio-nes: “Estoy convencido del valor tan grande que tienen en la sociedad actual”.

Visita el portal diocesanowww.diocesisdeneza.mx

Reconoce el obispo de Nezahualcóyotl la labor educativa de los profesores

Prediquemos de “persona a persona”

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16 Mensajero

Por: José Antonio Domínguez Cruz

Las Megamisiones son un apostolado de los Legionarios de Cristo que se llevan a cabo durante la Semana Santa. Por segunda ocasión hemos participa-do en la comunidad de Miraflores, Chalco, Estado de México, con el apoyo del padre Rodolfo Argueta Ala-nís, párroco de la comunidad, y el padre Denise Venegas L.C., formador espiri-tual de los misioneros. Este año se vivió una experiencia distinta, ya que la pre-sencia en esta ocasión fue de quince misioneras que convivieron con la comunidad toda la semana.

Alguien me dijo: “Este año Dios te tiene preparadas unas misiones espe-ciales”. Y así fue, a pesar de que no estuve todo el tiempo en convivencia con la comunidad, es muy valioso saber que te recuerden, o que pregunten por ti, jóvenes que se acercan a saludarte y agradecen tu participación o señoras que con especial afecto te dan un abra-zo. En esos momentos sólo cerraba mis ojos y agradecía a Dios por permitirme estar de nuevo en tan bella comunidad; son señales de cuán grande es la volun-tad del Señor.

Al mismo tiempo esto me dio oportu-nidad de participar con mi familia en la misma comunidad, me acompañaron en algunos momentos como el viacru-cis donde pude ver qué tan grande es el Amor de Dios hacia sus hijos. Caminar por horas me hizo darme cuenta de que cientos de personas se entregan a la misión, quizá no con uniformes pero sí en espíritu. Cada paso que dábamos,

cada oración, hacían crecer mi fe hacia Jesucristo.

El sacrificio de dejar tu casa todos los días, moverte a una comunidad alejada para ver a quince jovencitas esperando esa misión especial, eran el motor de cada día. Agradezco a mi familia por atreverse y compartir el sacrificio de abandonar la comodidad de los días cotidianos y vivir conmigo esta sexta experiencia. Ahora me doy cuenta de que Dios este año no sólo me quería las 24 horas del día, pedía más con la parti-cipación de mis seres queridos.

Esto me hizo entender aquellas sabias palabras sobre lo que “serían unas misiones especiales”, pues cada momento fue diferente, especial, dar testimonio a través de la familia, dar testimonio a las misioneras y orar por la

misión como cada una de ellas.Agradezco infinitamente a Dios por

permitirme ser parte de este movimien-to, por enseñarme a convivir con joven-citas diferentes entre sí pero que van por un mismo fin y, lo más importante, unirme en familia, porque me queda claro que cuando tienes tiempo para Dios, lo tienes para todo, y Él se encar-ga de poner lo que más amas en los momentos más oportunos.

Soy un joven de 20 años que promue-ve la Megamisión a través de Juventud Misionera, con el propósito de llegar a cada casa, a cada corazón, argumenta-do en el testimonio de vida, en la Doc-trina de la Religión Católica y con un Carisma donde los jóvenes tenemos la fuerza de hacer crecer la fe en cada rincón del mundo.

Por: P. Daniel Panduro Fregoso, MG

Dori-Lombe está ubicada a unos 18 kilómetros de la ciudad de Malanje, a más de 400 kilómetros de Luanda, capi-tal de Angola. Es una aldea de unas 55 pequeñas construcciones de adobe en donde no hay ningún tipo de servicio, apenas una sola “tiendita” y un enfer-mero.

En esta pequeña aldea se encuentra el “Albergue de Dori-Lombe” de niñas huérfanas, que es propiedad de la Dió-cesis de Malanje, atendido desde 2007 por las hermanas Misioneras de la Cari-dad y Providencia, que inició con la intención de apoyar la triste realidad de niñas que sufren sin casa, sin familia. Algunas de ellas por las secuelas de la guerra y otras dañadas por la sociedad.

Una de las hermanas narra que cuando lo fundaron les costó mucho adaptarse, pues debido a la guerra no conseguían comida y sólo con la ayuda de las her-manas de Luanda, quienes les manda-ban comida para que la salaran y pudie-

ran comer una o dos veces por semana, salieron adelante. Ahora atienden a niñas de diferentes provincias, y así como el parto para todas las madres cuando dan a luz, el sufrimiento se olvi-da; sólo queda cada día la satisfacción de ver a las niñas crecer.

Si al lastre de la ignorancia en la que se ven sumergidas las mujeres de la cultu-ra africana se suma el abandono por la muerte de sus padres, difícilmente estas niñas podrían apenas sobrevivir, mucho menos pensar en tener educación y un oficio. Por ello la labor del albergue es tan importante ya que además de pro-porcionarles todo lo necesario para vivir, les da seguridad emocional y les muestra el amor de Cristo, y qué decir del esfuerzo tan grande que viven día a día las hermanas, sin mayor cosa que lo indispensable para subsistir. Pero cons-cientes de que todo el bien que hacen a estas pequeñas es como si se lo hicieran al mismo Cristo.

En la actualidad las hermanas religio-sas son las responsables de administrar,

guiar, acompañar y formar a cerca de 75 niñas de entre 2 y 18 años. Buscan a personas benefactoras para pagar a los maestros, ya que en casi todos los casos los padres de los niños son campesinos o trabajan en el campo vendiendo carbón.

Tienen talleres de formación que les ayudan a crecer como ciudadanas con

valores para la sociedad. Los sábados asisten a catequesis y algunas que ya recibieron los sacramentos de la Comu-nión y Confirmación también ayudan a la comunidad o aldeas como catequistas.

Rezo por las hermanas y por las niñas para que sigan creciendo en valores humanos y espirituales.

Megamisiones 2014

Albergue Dori-Lombe, una luz en Angola

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