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Año 6 No. 173 Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla Domingo 1 de febrero de 2015 Donativo: $5.00 TLALNEPANTLA CUAUTITLÁN IZCALLI ECATEPEC TEOTIHUACÁN TEXCOCO NEZAHUALCÓYOTL VALLE DE CHALCO Voz del Pastor Pág. 2 Mensajero Interseminarios 2015 ¿Libertad religiosa o libertad de expresión? Visión de fe del fenómeno migratorio “Nativos digitales”, reto educativo Un reconocimiento del papa Francisco a la Iglesia de México Un laico comprometido... Pág. 14 Pág. 11 Pág. 13 Pág. 9 Pág. 8 Año Internacional de la Vida Consagrada

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Periódico Católico de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla.

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Page 1: Mensajero 173

Año 6 No. 173 Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla Domingo 1 de febrero de 2015 Donativo: $5.00

TLALNEPANTLA CUAUTITLÁN IZCALLI ECATEPEC TEOTIHUACÁN TEXCOCO NEZAHUALCÓYOTL VALLE DE CHALCO

Voz del Pastor

Pág. 2

Mensajero

Interseminarios 2015

¿Libertad religiosa o libertad de expresión?

Visión de fe del fenómeno migratorio

“Nativos digitales”, reto educativo

Un reconocimiento del papa Francisco a la Iglesia de México

Un laico comprometido...

Pág. 14

Pág. 11

Pág. 13Pág. 9Pág. 8

Año Internacional de la Vida Consagrada

Page 2: Mensajero 173

2 Mensajero

En el periodo de 1983 a 1986, siendo yo Rector del Semi-nario Diocesano de Tepic, viajaba con relativa frecuencia a Celaya, sede del Curso Introductorio Regional, promovi-do por las Diócesis de San Luis Potosí, Querétaro y Cela-ya. Ahí, visitando el Seminario Menor de la Diócesis de Celaya me encontré por primera vez con don Alberto Suá-rez Inda, entonces Rector de dicha institución.Tuve la oportunidad de entablar una primera conversa-

ción que se prolongó en diversas ocasiones y me permitió descubrir el talento, la visión y la personalidad de quien hoy ha sido llamado por el papa Francisco para integrarlo al Colegio Cardenalicio de Nuestra Santa Madre Iglesia.A esa primera etapa de relación siguieron muchas otras,

primero como sacerdotes y más tarde como obispos, espe-cialmente cuando fuimos elegidos por la Conferencia Episcopal Mexicana; él como Vicepresidente, y un servi-dor como Secretario General en el Trienio 2003-2006; y de nuevo él como Vicepresidente, y un servidor como Presi-dente para el Trienio 2006-2009.Fue entonces cuando aprecié y valoré su preocupación de

pastor, como dice hoy el papa Francisco, con olor de oveja. Una preocupación amplia de horizontes por los fieles, por el clero, por la vida consagrada, por la sociedad y por sus gobiernos; en una palabra, por Cristo y el anuncio del Reino de Dios en el mundo de hoy.Reconocido y muy apreciado sin duda en el Obispado de

Tacámbaro, y luego en el Arzobispado y en la Provincia Eclesiástica de Morelia, lo han hecho una persona que conviene consultar y escuchar.Su positivo y sereno influjo en la toma de decisiones, su

coherencia de vida y testimonio evangélico lo ha converti-do en un obispo de reconocida autoridad moral dentro del

Episcopado Mexicano.En el mundo latinoamericano, a través del CELAM, tuvo

como miembro de la Comisión especial para la prepara-ción de la 5ª Conferencia General del Episcopado Latinoa-mericano y del Caribe celebrada en Aparecida, Brasil, una participación sustancial y muy propositiva en el tema del Discipulado y la Misión.Por todo ello, considero como un merecido reconoci-

miento del papa Francisco la elección que ha hecho para nombrarlo Cardenal el 14 y 15 de febrero en el próximo Consistorio a celebrarse en Roma.La responsabilidad de un cardenal es colaborar con el

Sucesor de Pedro en el gobierno de la Iglesia, en las instan-cias y materias que le sean solicitadas, y hacerlo en comu-nión con los demás hermanos cardenales, buscando la mejor manera de cumplir la misión de la Iglesia en el mundo de hoy.Un cardenal, a su vez, se convierte en una fuente autoriza-

da para orientar en su propio ámbito la voz de la Iglesia. Un referente muy importante en relación con los demás obis-pos de su propia Conferencia Episcopal.Por ello, me alegra saber que los Obispos de México con-

taremos en la persona de don Alberto Suárez Inda un hom-bre sabio y prudente, que mucho nos ayudará para servir mejor en nuestra atribulada nación.Los invito, queridos lectores de Mensajero, a elevar con

el corazón agradecido nuestras plegarias a Dios, Nuestro Padre, a su Hijo Jesucristo, y a nuestra Madre María de Guadalupe para que el Espíritu Santo conduzca en esta gran responsabilidad como cardenal a don Alberto Suárez Inda, Arzobispo de Morelia.

DIRECTORIO

Excmo. Sr. D. Carlos Aguiar Retes

Arzobispo de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Ricardo Guízar Díaz

Arzobispo Emérito de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Guillermo Or�z Mondragón

Obispo de Cuau�tlán

Excmo. Sr. D. Francisco González Ramos

Obispo de Izcalli

Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez

Cou�olenc, M.G

Obispo de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Onésimo Cepeda Silva

Obispo Emérito de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar

Galicia

Obispo de Teo�huacán

Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla Sánchez

Obispo de Texcoco

Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales Sánchez

Obispo de Nezahualcóyotl

Excmo. Sr. D. Víctor René Rodríguez Gómez

Obispo de Valle de Chalco

Excmo. Sr. D. Francisco Ramírez N.

Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza Cruz

Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

DIRECTOR GENERAL

Mons. Víctor René Rodríguez Gómez

Presidente de la Comisión Provincial para la

Pastoral de la Comunicación

DIRECTORA EN TURNO

Abril Villanueva

SUBDIRECTORMons. Luis Mar�nez Flores

CORRECCIÓN Y ESTILOSan�ago Ma�as

DIAGRAMACIÓN Y DISEÑOSamuel Nájera

COLABORADORES

Equipo de la Pastoral de la Comunicación de

la Provincia Eclesiás�ca de Tlalnepantla.

Registro en trámite.

Mensajero Es una publicación catorcenal de la Provincia

Eclesiás�ca de Tlalnepantla. Se distribuye en la

Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de

Cuau�tlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco,

Teo�huacán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

[email protected]

Voz del Pastor

† Carlos Aguiar RetesArzobispo de Tlalnepantla

Un reconocimiento del papa Francisco a la Iglesia de México

Page 3: Mensajero 173

3Mensajero Editorial

Por: Carmen Máximo LozadaDiócesis Valle de Chalco

“Haciendo la caridad, uno no se equivo-ca nunca”, enseñaba San Camilo. Sin embargo, en este mundo sin equidad ni justicia social han surgido voces y pen-samientos en contra de la caridad, por considerarla humillante, debido a que se ejerce de manera vertical y desde un sitio privilegiado.El escritor inglés Oscar Wilde afirmaba

que remediar el mal del pobre mediante una dádiva o una limosna desmoraliza al que la recibe y prolonga su mal, pues no erradica la causa de su verdadera pobreza.La caridad se pervierte cuando se hace

más por ayudar al donante que a quien la recibe; cuando se realiza para aparentar virtud y superioridad moral, como lo hacían los fariseos, porque “las obras no son de caridad cuando se hacen por inte-rés", como bien decía don Bosco.El Catecismo de la Iglesia Católica

indica que "la caridad es la virtud teolo-gal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios" (1822).Por eso, nuestro Señor Jesucristo,

como ejemplo del necesitado, nos mos-tró cómo ser caritativos: “Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Fui forastero y ustedes me recibieron en

su casa. Anduve sin ropas y me vistie-ron. Estuve enfermo y fueron a visitar-me. Estuve en la cárcel y me fueron a ver. Cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis herma-nos, me lo hicieron a mí” (Mt 25,31-46).En los Hechos de los Apóstoles encon-

tramos la descripción de la convivencia fraterna de las primeras comunidades cristianas: “La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos. Ninguno padecía necesidad, por-que todos los que poseían tierras o casas las vendían y ponían el dinero a disposi-ción de los Apóstoles, para que se distri-buyera a cada uno según sus necesida-des” (Hech 4, 32-37).San Pablo advirtió que aunque seamos

muy cultos, recibamos diferentes dones, incluso, lleguemos a donar nuestros bienes a los pobres; si nos falta el Amor: la Caridad, nada somos (1 Co 13,2). Al aseverar San Agustín que “donde no hay caridad no puede haber justicia”, señaló que es deber de los creyentes contribuir para que la realidad cambie.La caridad, la expresión más genuina y

elevada a la que puede aspirar un cristia-no, no debe existir únicamente dentro de la Iglesia y conformarse con alcanzar la paz dentro de sus muros; debe superar sus propios límites y salir en busca del hermano. Siempre será mejor un mundo con caridad que sin ella.

La filosofía clásica nos enseña que el ser humano es un ente social por natu-raleza; siguiendo con ese argumento podríamos afirmar que estamos desti-nados a convivir con los otros durante nuestra existencia, sea nuestra familia, nuestros amigos, conocidos o no cono-cidos; estamos destinados a relacionar-nos siempre.

Al meditar lo anterior surgen muchas benevolencias, pues compartir con los demás lo bueno de nosotros es signo de fraternidad y concordia, pero también de muchas disyuntivas y conflictos, pues no siempre las relaciones entre personas son del todo ideales, princi-palmente cuando estas relaciones son movidas por el odio, el egoísmo, la ira y demás antivalores que, lejos de benefi-ciar, fragmentan y terminan por romper con la paz.

Dios que conoce nuestra naturaleza

no pierde la esperanza en nosotros, y espera que volteemos la mirada hacia Él, al darnos una muestra de cómo vivir en paz. Él que siempre se encuentra en relación, pues es Padre, Hijo y Espí-ritu Santo, nos invita a vivir y relacio-narnos como Él lo hace. La clave está en el Amor.

Amar como Cristo amó es sin duda el único camino que tenemos para hacer surgir la paz entre los hombres, y la certeza de esto es que Él mismo lo tiene como prioridad en sus manda-mientos. “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y todas tus fuerzas y a tu prójimo como a ti mismo.”

Vivamos según ese mandato y las relaciones entre personas humanas serán como las relaciones entre las personas divinas.

Amar es la clave

Mejor un mundo con caridad que sin ella

Participación ciudadana: Luz del mundo y Sal de la tierraPor: Mons. Luis Martínez FloresCODIPACS Ecatepec

Nuestra sociedad se encuentra en medio de los procesos electorales que desembocarán el 7 de junio. Como ciudadanos debemos participar con responsabilidad en la edificación de una sociedad más justa. En el país y en nuestro Estado de México considere-mos que estamos llamados a colaborar en la construcción del bien común, a ser promotores de paz y justicia. Hemos visto transformaciones en los últimos años que favorecen y otras que son contrarias a la dignidad de las personas y a la obtención de las legítimas aspira-ciones a vivir en paz, a tener trabajo, educación, desarrollo económico, par-ticipación ciudadana, acceso a servi-cios de salud, de información, etcétera.

Para esto, todos los ciudadanos debe-mos tener un profundo conocimiento de la realidad del país, de nuestro esta-do y municipio, no sólo con los infor-mes de las instituciones, sino confron-tando la vivencia diaria de las personas. La participación ciudadana en las acciones políticas es importante para lograr la institucionalidad democrática, que exige no sólo la emisión del voto, sino el acompañamiento en el ejercicio del poder de quienes han sido electos. Como cristianos católicos promova-mos las virtudes tanto de manera perso-nal como comunitaria, como: la justi-cia, la verdad, la rectitud, la bondad, etc. Y no debemos olvidar las virtudes teologales de fe, esperanza y caridad

que nos llevan a la plenitud. También hay que trabajar para que quienes ejer-cen la política no se centren exclusiva-mente en lineamientos de sus partidos o grupos, sino de acuerdo con las exigen-cias y necesidades de la comunidad; la persona debe ser eje de su función pública.

Se requiere además que la Iglesia profundice en la Pastoral Social, en su conocimiento y puesta en práctica, procurando que sacerdotes, laicos y Vida Consagrada, sean acompañados por personas especializadas en el ramo. Podemos fortalecer los medios de comunicación social entre comunida-des, para que se abran espacios de deba-te, de pluralidad, de tolerancia y la crea-ción de una opinión pública bien fun-damentada.

No olvidemos que los cristianos tene-mos la tarea de ser luz del mundo y sal de la tierra, y en estos tiempos es nece-sario reafirmar nuestra vocación a ser promotores de la paz, a ser constructo-res de una sociedad más justa, solidaria y equitativa. No echemos en saco roto la presencia de la Iglesia católica a lo largo de la historia de nuestras comuni-dades, donde ha brillado su sensibili-dad y trabajo por los pobres y necesita-dos, tantos y tantos agentes de pastoral que realizan su misión con sencillez de vida, prudencia, valentía y honestidad. Nosotros tenemos ahora la responsabi-lidad de hacer crecer las semillas del Reino de Dios que han sido plantadas en nuestros corazones y se desarrollan en nuestras comunidades.

Page 4: Mensajero 173

4 MensajeroCaminar Diocesano

Por: Lic. Bernabé Montes de OcaArquidiócesis de Tlalnepantla

La Arquidiócesis de Tlalnepantla que en los meses próximos realizará la Gran Misión, se prepara con la visita pastoral de parte de su Arzobispo Mons. Carlos Aguiar Retes y sus obis-pos auxiliares: Mons. Efraín Mendoza y Mons. Francisco Ramírez, quienes últimamente han visitado gran parte de las zonas pastorales del territorio arqui-diocesano, motivando a los seglares con su presencia e interés por hacer que el anuncio del Evangelio llegue a todos los fieles de dicha Iglesia particular.

Durante el mes de enero, la Zona Pas-toral I ha sido la anfitriona de dichas visitas, por ello el pasado 15 de enero la parroquia del pueblo de San Pedro Barrientos recibió a Mons. Carlos Aguiar Retes acompañado de su secre-tario particular: el Pbro. Mauro D. Gar-cía, y los presbíteros del decanato. La cita fue en punto de las 18:30 horas cuando el pueblo de Dios preparó una cálida bienvenida para su Pastor, quien a bordo de un peculiar vehículo dis-puesto y decorado para la celebración, encabezó una procesión hasta el atrio del templo, pasando por las calles

y bendiciendo a las fami-lias, que al escuchar el folclor y cohetones se asomaban a los balcones y ventanas de sus hogares.

Al llegar a la parroquia, el juego de luces pirotéc-nicas iluminó el atardecer del pueblo de San Pedro, y la multitud de personas, entre ellas hombres, muje-res, niños y ancianos, recibieron entre cantos la visita de su Arzobispo. Se liberaron palomas y se entonaron porras para celebrar la presencia de Dios en medio de su pueblo.

La celebración eucarísti-ca fue sumamente concu-rrida y celebrada de forma solemne, los agentes de Pastoral y el servicio litúr-gico se encargaron de hacer de la celebración un momento digno de adoración y acción de gracias. Durante su homilía, Mons. Retes invitó a los fieles a seguir el llamado de Dios y a escuchar su voz, sea cual sea la edad y las circunstancias de vida.

Cabe mencionar que de igual forma en todas las parroquias hasta ahora visitadas, Monseñor obsequió, de forma simbólica, libros con el Evange-lio y el catecismo de la Iglesia católica con la intención de motivar a los futu-ros misioneros en su labor evangélica.

Que Dios, de quien procede todo bien, bendiga y haga crecer esta obra en nues-tra Arquidiócesis y su pastor, para que el anuncio del Evangelio llegue a todos, según su mandato.

Por: Sem. Ángel Andrés Torres B. ySem. Santiago Hernández Sifuentes

El pasado 9 de enero comenzó en el Seminario Diocesano de Izcalli y Cuau-titlán el primer preseminario del año 2015, donde un nutrido grupo de jóve-nes provenientes de los diferentes muni-cipios de ambas diócesis (20 en el Semi-nario mayor y 25 en el Seminario menor) experimentaron un encuentro con Cristo que los llama a servirle, apartándose por un breve tiempo del bullicio del mundo.

“¿Qué es vocación?” fue el tema cons-tante que se reflexionó durante tres días, acompañados de un grupo de semi-naristas de la Pastoral Vocacional, enca-bezados por los promotores vocaciona-les de cada diócesis: Pbro. René Carre-ra de Cuautitlán y Pbro. Juan Justino García de Izcalli.

En la misa de inicio con los presemi-naristas y sus familiares el Excmo. Sr. Francisco González Ramos, Obispo de

Izcalli, subrayó en su homilía la importancia del apoyo que la familia brinda al joven para que descubra su verda-dera vocación, porque el llamado de Dios no sólo es cuestión de sacerdotes y religiosos sino un plan divino para que el hombre alcance la felicidad en su vida.

Sin embargo, el camino apenas empieza, puesto que la iniciativa de Dios reclama al hombre una respuesta constante que poco a poco se afianza en el corazón de aquel que ha sido elegido. Por ello, el mismo Seminario ofrece un proceso de discer-nimiento, a través de distin-tos Centros Vocacionales distribuidos en cuatro parroquias de la Diócesis de Cuautitlán y en tres de la Diócesis de Izcalli, de modo que aquel que ha vivido esta experiencia pueda

tomar la mayor decisión de su existen-cia: seguir a Cristo desde un determina-do estilo de vida.

Esta aventura vocacional finalizó el domingo 11 de enero, fiesta del Bautis-

mo del Señor, donde los jóvenes aten-dieron a la invitación de continuar su camino en pos del Maestro que aún hoy en este mundo tan convulsionado sigue llamando "obreros a su mies" (Mt 9, 38).

Un pastor que camina

¡Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad!

entre su rebaño

Page 5: Mensajero 173

5Mensajero Caminar Diocesano

Por: Isaías y Gloria López MFCSecretarios de Sector 12 Apóstoles, Ecatepec Ciudad Cuauhtémoc, Ecatepec, 25 de enero de 2015.- Con gran alegría se llevó a cabo el XIX Encuentro Dioce-sano de Movimiento Familiar Cristiano (MFC), con la presencia de todos los que integramos esta gran familia en Cristo Jesús, en la Parroquia de San José Obrero. El lema de este año fue: “La alegría del Evangelio, gozosa transformación de las familias”, y fue en el marco de la fiesta de la Conver-sión de San Pablo, quien nos ha dado ejemplo de ser discípulo de Cristo, enviado a proclamar la Palabra con su testimonio de vida.

Todo dio inicio con la bienvenida de los presidentes diocesanos Javier y Ángeles Hernández, contando con la participación en comunión del Área V a nivel nacional: Eustolio y Guadalupe Rodríguez de Veracruz. Después se hizo la presentación de los sectores y un sketch por parte de los jóvenes,

donde presentaron los escenarios de una familia con valores y otra sin éstos. De gran provecho fue la conferencia del Lic. Fernando Otanez González, titulada: “La familia ante los desafíos del mundo actual”, donde descubrimos que el origen de la familia está en la Santísima Trinidad y estamos llamados a ser testigos del amor de Dios con hechos y no con palabras.

Un momento muy hermoso se presen-tó cuando al filo del mediodía se realizó la Hora Santa, presidida por nuestro asistente diocesano: el Pbro. Rogelio Romero Alcántara. Nuestro Padre Obis-po Oscar Roberto Domínguez Coutto-lenc M.G. presidió la Sagrada Eucaris-tía, donde nos alentó a continuar lle-vando el Evangelio a nuestras familias. Para finalizar, el Pbro. José Manuel Sánchez Mendiola nos compartió el tema: “El anuncio del Evangelio”, el cual fue muy emotivo, porque termina-mos con una oración entre esposos y familia. Eustolio y Guadalupe Rodrí-guez, del Área V Nacional, nos invita-ron a vivir los sacramentos de la Euca-

ristía y de la Reconciliación en familia, y amar y respetar a nuestros sacerdotes.

Agradecemos a Dios vivir este encuentro, también a nuestros anfitrio-

nes y organizadores, e invitamos a todos a descubrir la gran riqueza que la Iglesia tiene a través del Movimiento Familiar Cristiano.

Por: Samuel Nájera

Texcoco, Méx. 24-25 de enero 2015.- “Por modesto que sea el servicio que ustedes prestan, denle un valor muy grande. Tú eres Cristo, buscando los espacios, las ágoras, donde debe llegar la Palabra”, así les indicó el Obispo de Texcoco, Juan Manuel Mancilla Sán-

chez, a los 32 comunicadores parro-quiales, provenientes de las cinco Vica-rías Episcopales que conforman la Diócesis que recibieron, de parte de la Comisión Diocesana de Pastoral de la Comunicación Social (CODIPACS), la capacitación para apoyar las acciones pastorales en la creación, configura-ción, animación y comunicación del

Sector Parroquial y del Equipo Coordinador del Sector Parroquial.Entre las tareas que se prefiguran

dentro de las funciones del comu-nicador parroquial es la atención y coordinación del equipo de la Red de Mensajeros y del equipo redac-tor de la Carta a las Familias. El taller fue coordinado por Abril Villanueva, responsable de la CODIPACS, e impartido por el diácono Héctor Bravo; seminarista Andrés Arellano; el vicario de pas-toral Pbro. Erasto Pacheco; y las agentes de pastoral Isabel Rueda y Lourdes Flores.Don Juan Manuel saludó breve-

mente a los comunicadores parro-quiales, expresándoles su cariño y admiración por su servicio: “Se ha oído, se ha sentido el trabajo, la presencia de las comunicadoras, de los comunicadores de las parro-

quias. Al obispo le gusta verlos sonreír, verlos ilusionados, verlos entregados a la Palabra, que es de lo más hermoso que tiene la Iglesia. Nuestra Palabra es semilla, nuestra Palabra es lluvia, nues-tra Palabra es luz.” Los exhortó a tener iniciativa y a caminar de la mano con la Santísima Virgen, “quien es la que nos hace llegar la gracia de Dios, para

poder mirar y decir ¡Dios está haciendo maravillas en mi parroquia!”.También les encomendó velar y regis-

trar la memoria histórica de la parro-quia con sus escritos, fotografías, cáp-sulas en video, narraciones, para tomar en cuenta a las personas que han traba-jado por la construcción y camino de la comunidad parroquial.El taller de sectorización, con dura-

ción de 16 horas, se desarrolló con el objetivo de “comunicar eficaz e inten-samente la vida de la Iglesia en cada sector parroquial y apoyarlo en su dina-mismo interno”. El contenido del taller fue elaborado por el Equipo Diocesano de Animación Pastoral (EDAP) y con-ducido por el Pbro. Erasto Pacheco Ramos, Vicario Episcopal de Pastoral, quien a través de Isabel Rueda, secreta-ria de dicha vicaría, dio a conocer que este año la diócesis celebrará su cuarta Asamblea Diocesana de Pastoral.Con este taller, la CODIPACS de la

Diócesis de Texcoco, inició su proceso de formación permanente, por lo que durante el año impartirá los talleres de cultura digital y redes sociales, red de mensajeros, carta a las familias, perio-dismo y redacción, sitios web, fotogra-fía, video , radio y estructuras de imple-mentación y apoyo.

XIX Encuentro Diocesano del MFC en Ecatepec

La Palabra es semilla, es lluvia, es luzTaller de sectorización para los comunicadores parroquiales

Page 6: Mensajero 173

Caminar Diocesano Mensajero6

Por: Lic. Osmara Cruz Rivera CODIPACS Valle de Chalco

Valle de Chalco, México, 18 enero 2015.- En la Catedral de San Juan Diego se llevó a cabo la bendición de la primera piedra del Parque Infantil, que se construirá como segunda fase del Conjunto Catedral, donde todos los niños de la Diócesis de Valle de Chalco se verán beneficiados.

A un costado de la Escuela de la Fe "Fray Martín de Valencia", el Sr. Obis-po Víctor René Rodríguez Gómez; el Rector de Catedral Pbro. Eugenio Rafael Salomón Hernández; el Ecóno-mo de la Diócesis Pbro. Esteban Flores Aguilar; el Pbro. Adonaí Edgar Ortiz García; los arquitectos encargados de la obra Fernando Rovalo y Rubén Cor-tés, autoridades municipales y fieles, se reunieron para presenciar la bendición.

Las primeras palabras del Obispo fueron: "Hemos dado un paso muy importante con las aulas de formación y hoy ponemos la primera piedra del área de convivencia de los niños". Por su parte, el Dr. Jesús Sánchez Isidoro, presidente municipal de Valle de Chal-

co, mencionó la importancia de un área infantil en este lugar, en la que todos los niños puedan relacionarse y convivir. Asimismo, la Sra. Eloína Escobedo Becerra, presidenta del Sistema Muni-cipal DIF, comentó que es fundamental estar en comunión con Dios, para estar en equilibrio con nosotros mismos y así poder hacer algo por cambiar y mejorar la sociedad.

Antes de bendecir la primera piedra, el Sr. Obispo dijo: "La piedra que vamos a bendecir quiere inspirar el anhelo que todos tenemos por la paz y el compromiso de construirlo, entonces por los niños de Valle de Chalco cons-truyendo la paz, es el objetivo concreto de la construcción de este espacio de convivencia infantil, en el año de la Vida Consagrada 2015 y estamos segu-ros de que de esto y mucho más, Dios proveerá".

Enseguida procedió a bendecir pidiendo al Señor por las familias y especialmente por los niños de este lugar, para que en la convivencia se enriquezcan mutuamente con un trato fraterno y de respeto, y juntos alaben siempre con alegría a Dios. Finalmente

agradeció a todos los que con su esfuer-zo, cariño y entusiasmo han colabora-do, animándolos a seguir trabajando para hacer realidad este proyecto.

El Parque contará con un foro central al aire libre, escenario y graderío circu-lares, toboganes, dos grupos de juegos infantiles en medio de las áreas verdes, bancas y un núcleo equipado con sanitarios, además de la caseta de vigi-lancia. El Parque estará rodeado por una valla de árboles frente a los muros perimetrales.

Son múltiples los propósitos que persigue el Parque. Incluyen, desde luego, la diversión, pero van más allá. Puede permitir a las mamás participar en reuniones o cursos destinados espe-cíficamente para ellas, en las aulas de la Escuela, mientras sus hijos disfrutan de sus propias actividades en un área cerrada y vigilada. El Foro y los juegos, además de vivirse libremente, pueden apoyar programas enfocados al desa-rrollo integral de los niños.

Por: P. Gustavo SP.Diócesis de Cuautitlán

Novedad y actitud, amor y entusias-mo, justicia y paz son elementos que destacan el potencial que tiene la juventud y que ponen al servicio de la organización del próximo CONAJUM 2015 en la Diócesis de Cuautitlán.

En el umbral de este encuentro misionero, don Guillermo Ortiz Mondragón invita a abrirse a la parti-cipación activa y constructiva que permitan alcanzar los objetivos nece-sarios para que cada joven tenga una experiencia de encuentro cercano con Cristo y se lleve a casa la alegría de ser misionero.

El Obispo afirma que existen motivos para agradecer al Señor como Diócesis de Cuautitlán por ser sede y tener la oportunidad de alber-gar a miles de jóvenes provenientes de todo el país y del extranjero, que

contagien de su entusiasmo y alegría al pueblo de San Juan Diego Cuauh-tlatoatzin.

Las autoridades civiles, tanto muni-cipales como estatales, se han suma-do a esta organización, consolidando la base que sostendrá cada aspecto de este congreso juvenil. La tarea aún es ardua, se necesita seguir esforzándo-se y poner especial atención en cada detalle. Las diferentes comisiones siguen preparando sus correspon-dencias, aportando ideas y consoli-dando trabajos.

Es necesario, pues, encomendarse a María, Madre de Guadalupe, para que impulse todos los esfuerzos por construir el escenario propicio en la cuna de San Juan Diego Cuauhtla-toatzin y que sea él quien acompañe y camine con todos, para que este CONAJUM 2015 sea el motor que impulse a una juventud a trabajar por la paz y el Evangelio de Cristo.

“Por los niños de Valle de Chalco”Parque Infantil en la Catedral de San Juan Diego

Preparando el camino

Page 7: Mensajero 173

7Mensajero Celebremos la Fe

Por: P. Gustavo SPDiócesis de Cuautitlán

Bajo este título, don Guillermo Ortiz Mondragón, Obispo de Cuautitlán, ha iniciado desde principios de enero un reflexión diaria dedicada a todo el presbiterio de la diócesis. El contenido es el texto del Evangelio del día refle-xionado de manera sencilla.

En cien palabras, de manera precisa, don Guillermo ofrece una ayuda para que el sacerdote pueda meditar y com-plementar su oración personal, ya que debe buscar en cada momento la ver-dad de su ser, pues esta verdad es la que debe iluminar su realidad de tal modo que pueda desenvolverse en ella con libertad, alegría, gozo y esperanza.

“Cien palabras a mis sacerdotes” Lunes 26 de enero de 2015

Llama la atención la actitud de Jesús que, antes de manifestar molestia o violencia cuando es descalificado como poseído por Satanás, propone el diálogo sobre la verdad, conecta a los escribas con la realidad.

¿Qué hay detrás de la actitud de Jesús? La convicción de su identidad y de su misión, vivida delante del Padre. De esta conciencia viene la claridad sobre sí mismo, la verdad de su exis-tencia.

Nuestro camino de formación de la propia identidad no termina, comienza y se fortalece cuando decidimos de manera coherente de acuerdo a nuestra fe, alcanzando seguridad. ¿Cómo vamos en este camino?

De una manera exacta, en cien pala-bras diarias, don Guillermo muestra la cercanía y acompañamiento a sus sacerdotes; en cien palabras ofrece todo un legado de su experiencia pas-toral compartida con aquellos a quie-nes ha confiado el cuidado pastoral de las distintas comunidades que confor-man la diócesis. La invitación cons-tante del Obispo dirigida a sus herma-nos sacerdotes es la conversión pasto-ral que expresa en términos sencillos: “Ir al encuentro de las personas en su realidad”, estar siempre en actitud de anunciar el Reino.

Don Guillermo hace llegar estas palabras a sus sacerdotes diariamente de manera digital a través del correo personal, aprovechando el uso de los

medios electrónicos para el servicio del acompañamiento, de la formación permanente y de la evangelización.

Por: Eugenio Amézquita

El obispo Hernández Gon-zález, conocido por sus amigos como el “Padre Che-ma”, nació en Pénjamo, Guanajuato, el 17 de enero de 1927. Acababa de cum-plir 88 años de edad. Fue ordenado sacerdote el 25 de marzo de 1950 a los 23 años de edad.Fue nombrado Obispo por

el papa Juan Pablo II para la entonces diócesis de Chila-pa. El 26 de abril de 1983 fue ordenado Obispo a manos de Mons. Girolamo Prigione, entonces Nuncio Apostólico en México y teniendo como co-consa-gradores a Mons. Rafael Bello Ruiz, Arzobispo de Acapulco y a Mons. Victori-no Álvarez Tena, primer Obispo de la Diócesis de Celaya.

El 18 de noviembre de 1989, nuevamente el papa Juan Pablo II lo nombró segundo Obispo de la Dió-cesis de Nezahualcóyotl y tomó posesión de su cargo el 18 de enero de 1990. En julio de 2003 Mons. Her-nández González presenta su dimisión al cargo, por edad. Se convirtió así en Obispo Emérito de la Dióce-sis de Nezahualcóyotl y radicó en su domicilio de la ciudad de Celaya.Las exequias se llevaron a

cabo en la Catedral de Cela-ya y fueron presididas por Monseñor Héctor Luis Morales Sánchez, Mons. Víctor René Rodríguez y Mons. Benjamín Castillo, acompañados por algunos sacerdotes de las diócesis donde Mons. José María prestó sus servicios.

Palabras a mis sacerdotes

Regreso a la casa del Padre eterno

Mons. José María Hernández González falleció por la tarde el 20 de enero, a la edad de 88 años

Page 8: Mensajero 173

8 MensajeroIglesia y Actualidad

Por: P. Salvador Téllez

En días pasados el mundo fue nueva-mente testigo de actos terroristas repro-bables, esta vez en París, Francia, con-tra un grupo de periodistas del semana-rio Charlie Hebdo, caracterizado por la forma satírica de expresar sus ideas y pensamientos acerca de lo que sucede a nivel internacional, sobre todo en las religiones.

El atentado que dio la vuelta al mundo despertando furor en las redes sociales contra el ámbito musulmán fue ocasión para la solidaridad entre los hombres y mujeres que de todas partes y en todos los niveles y estratos de la sociedad se hicieron uno con el pueblo francés bajo el eslogan “Je suis Char-lie” (yo soy Charlie).

Un ambiente generalizado en el mundo era poco consciente del error que se cometía bajo el reclamo al dere-cho a la libertad de expresión. Casi inmediatamente, en las redes sociales más que en los medios tradicionales de comunicación comenzó a surgir una

idea muy mediada respecto de lo que sucedió en París, en la que se proclama-ba: “No estoy de acuerdo con el terro-rismo ni con ninguna forma de violen-cia, pero tampoco soy Charlie”.

Esta postura defendía el respeto a la libertad de expresión pero también el fundamental derecho humano de la libertad religiosa. Porque si bien es cierto que el ser humano tiene derecho a expresarse libremente, también lo tiene para confesar una fe, y más aún, para ser respetado en sus múltiples formas de expresión.

A esta postura que salva ambos dere-chos se unió el papa Francisco cuando en el viaje aéreo de Sri Lanka a Filipi-nas, a mediados del mes de enero, res-pondió a la pregunta que un periodista francés le hizo acerca de estos hechos: "La libertad religiosa y la libertad de expresión son derechos humanos fun-damentales. Cada hombre tiene el dere-cho de practicar libremente la propia religión, sin ofender, sin hacer la gue-rra, sin asesinar en nombre de Dios. Y también, cada hombre tiene la libertad,

el derecho y la obligación de decir aque-llo que piensa para ayudar al bien común, pero esta libertad tiene un lími-te", y el límite de esta libertad está en no ofender ni agredir al otro.

En este sentido, la Iglesia, es decir, todos los cristianos, estamos llamados

a discernir con espíritu crítico y cristia-no los acontecimientos del día a día, las dificultades y hasta el sentir de las masas. El cristiano no puede dejarse llevar por la corriente aun cuando el hecho o el sentimiento parezca ser el más noble.

Por: CODIPACSArquidiócesis de Tlalnepantla

Durante su misterio pascual, Cristo siempre mostró el amor de Dios a los hombres, teniendo una especial predilección por quienes más sufrían: enfermos, pecadores, endemoniados, etc. Y ese mismo amor es actual-mente comunicado a todos los hombres, pero en la actualidad ya no de forma directa sino a través de los mismos hombres, y en especial de aquellos a quie-nes ha elegido y llamado a la consagración de su vida.

El pasado 14 y 15 de enero del presente año, la Iglesia particu-lar de Tlalnepantla fue testigo del amor que Dios quiere seguir manifestando a sus hijos, cuan-do por medio de su siervo Mons. Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de dicha Arquidió-cesis, y sus Obispos auxiliares:

Mons. Efraín Mendoza y Mons. Francisco Ramírez, salió al encuentro de los más necesita-dos, al visitar el penal de Barrientos, la clínica 72 del Seguro Social y el Centro de Rehabilitación Teletón.

En su visita al reclusorio, Mons. Aguiar mostró bastante interés por la reconciliación y conversión de los presos, dejan-do en muchos de ellos un cora-zón contrito y renovado por el amor de Dios. Durante la jorna-da se celebró la eucaristía en la que algunos reclusos tuvieron la oportunidad de recibir los sacramentos de confirmación y primera comunión. Y después de compartir los alimentos y la fe, la bendición de Dios quedó en todos aquellos que buscan conocerlo y seguirlo.

De igual manera durante su visita al CRIT, Mons. Carlos visitó y bendijo a los niños que a

su llegada, y acompañados de sus padres, lo recibieron con una gran sonrisa haciendo una valla. Se realizó una oración en la capilla del lugar y después de dar un recorrido por el lugar, donde los doctores le mostraron y explicaron un poco del trabajo que a diario se lleva a cabo en el centro, el mensaje de amor de Dios llegó hasta los trabajado-res y familiares por medio de la bendición de su pastor.

Los enfermos de la clínica del Seguro Social de igual manera experimentaron la paz, el con-suelo y la fortaleza que viene de lo alto, cuando recibieron la unción y el mensaje de amor de Dios, que sin duda hasta nues-tros días se sigue valiendo de los hombres para mostrar su presencia y predilección por quienes más sufren.

¿Libertad religiosa o libertad de expresión?

No son los sanos los que necesitan del médico

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Iglesia Universal / Iglesia México 9Mensajero

Por: Pbro. Arturo Montelongo M. Secretario de la DEPMH

La Iglesia ha contemplado siempre en los emigrantes la imagen de Cristo que dijo: “era forastero, y me hospedasteis” (Mt 25,35). Para ella sus vicisitudes son interpelación a la fe y al amor de los creyentes, llamados, de este modo, a sanar los males que surgen de las migraciones y a descubrir el designio que Dios realiza a través suyo, incluso si nacen de injusticias evidentes.Las migraciones, al acercar entre sí

los múltiples elementos que componen la familia humana, tienden, en efecto, a la construcción de un cuerpo social siempre más amplio y variado, casi como una prolongación de ese encuen-tro de pueblos y razas que, gracias al don del Espíritu en Pentecostés, se transformó en fraternidad eclesial.Si, por un lado, los sufrimientos que

acompañan las migraciones son de hecho la expresión de los dolores de parto de una nueva humanidad, por el otro, las desigualdades y los desequili-brios, de los que ellas son consecuencia y manifestación, muestran la lacera-ción introducida en la familia humana por el pecado y constituyen, por tanto, un doloroso llamamiento a la verdadera fraternidad.Esta visión nos lleva a relacionar las

migraciones con los eventos bíblicos que marcan las etapas del arduo camino de la humanidad hacia el nacimiento de un pueblo, por encima de discrimina-ciones y fronteras, depositario del don de Dios para todos los pueblos y abierto a la vocación eterna del hombre. Es

decir, la fe percibe en ellas el camino de los Patriarcas que, sostenidos por la Promesa, anhelaban la Patria futu-ra, y el de los hebreos que fueron liberados de la esclavitud con el paso del Mar Rojo, con el éxodo que da origen al Pueblo de la Alianza. La fe siempre encuentra en las migracio-nes, en cierto sentido, el exilio que sitúa al hombre ante la relatividad de toda meta alcanzada y de nuevo des-cubre en ellas el mensaje universal de los Profetas. Éstos denuncian como contrarias al designio de Dios las discriminaciones, las opresiones, las deportaciones, las dispersiones y las persecuciones, y las toman como punto de partida para anunciar la salvación para todos los hombres, dando testimonio de que incluso en la sucesión caótica y contradictoria de los acontecimientos humanos, Dios sigue tejiendo su plan de salva-ción hasta la completa recapitulación del universo en Cristo (cfr. Ef 1,10).La DEPMH continúa su labor de

acompañamiento de los hermanos migrantes, no solo como un proceso de camino que lleva a recorrer grandes distancias y enfrentar graves peligros o incluso situaciones difíciles de superar o hasta inhumanas, sino también con un acompañamiento espiritual desde la fe y en la oración con gran sentido de cari-dad como expresión del mismo amor de Dios para todos.La DEPMH, como parte de la Comi-

sión Episcopal de Pastoral Social, se encarga también de tender puentes mediante la apertura, promoción y consolidación de las relaciones inte-

rinstitucionales en favor de los migran-tes, entre ellas encontramos: SEGOB, INM, ACNUR, OIM, DIF, CNDH, entre otras, esto con la finalidad de brindar el apoyo necesario cuando es requerido por los mismos migrantes que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad en las que es necesario brindar protección y refugio temporal o permanente, sobre todo aquellos que en razón de su condición, requieren de un estatus migratorio diferente de acuerdo a su condición de refugiados, no deja-mos tampoco de tomar en cuenta la ardua labor que los diferentes alber-gues, distribuidos a lo largo y ancho del territorio nacional bajo la excelente coordinación de sus directores, vienen desarrollando, muchas de las veces con

grandes carencias y necesidades, así como con incomprensiones y persecu-ciones tanto de directivos como de colaboradores y voluntarios.Que sea el Señor Jesús, quien como

principal migrante, acompañe el cami-nar de nuestros hermanos, consolide los vínculos de comunión entre ellos mismos para que se sientan muy cerca-nos unos de los otros y se apoyen en el mismo camino que llevan y que a todos aquellos que de una u otra forma, cerca-na o a distancia, en el camino o detrás de un escritorio, desarrollamos trabajos en favor de los migrantes, nos conceda una caridad incesante y un labor incan-sable para seguir haciendo presente su Reino entre los más pobres de los pobres, nuestros hermanos migrantes.

Por: José Luis RamírezDiócesis de Nezahualcóyotl

Con el propósito de fomentar la lectura y el conocimiento, en la Diócesis de Nezahualcóyotl, del 14 al 22 de febrero del presente año, se llevará a cabo la Cuarta Feria de Libros “Fe y Cultura” y cuya sede es la Capilla de Jesús, Señor de la Divina Misericordia.Ahí se podrán encontrar una gran

variedad de editoriales y novedades de literatura. En esta ocasión los asistentes también podrán asistir a conferencias, donde se abordarán temas de reflexión, de salud, educación, entre otros.La feria no sólo forma parte del minis-

terio pastoral del libro sino del fomento de la cultura católica, que es parte de la cultura universal y contará con presen-taciones de novedades literarias, even-tos musicales y conferencias de refle-xión que hacen hincapié en la participa-

ción de los laicos. Y para comenzar las actividades, el viernes 13 de febrero, a las 17:30 horas, habrá un Gran Con-cierto de la Orquesta Sinfónica del Estado de México.En la feria los asistentes podrán ver la

exposición “Artesanías de Conejo”, a cargo del maestro Eduardo González Hernández y su demostración física del aprovechamiento de la piel de conejo en el ámbito artesanal como: bolsas de mano, monederos, prendedores, entre otros objetos.Más tarde se podrá asistir a la exposi-

ción “Transforma tu basura en dinero con lombrices”. Asimismo, se podrá observar el trabajo comunitario “Haga-mos milpa en la ciudad”, que está a favor del cuidado del medio ambiente con talleres de reciclado, aprovecha-miento del agua, pintura, manejo de residuos sólidos, agricultura urbana, composta, etcétera. Cabe destacar que

dicho trabajo comunitario ha sido reco-nocido por la ONU.Se contará con “Jornadas de salud

femenina” a cargo de la doctora Ruby Judith Zacatenco Santos y con el “Ta-ller de masaje terapéutico y salud com-plementaria”, a cargo de Arturo Montes de Oca Guadarrama.En esta Cuarta Feria de Libros “Fe y

Cultura” los asistentes podrán encon-trar trabajos de ebanistería, y descubrir que esta actividad puede ser más diver-tida, o admirar la elaboración de vitra-les o de papiroflexia, además de muchas sorpresas más como la Granja Urbana.La sede de esta magna exposición de

colorido y cultura está ubicada en el cruce de las avenidas Bordo de Xochia-ca y Av. A. López Mateos, justo a un lado de la entrada principal de la Uni-versidad La Salle, campus Nezahual-cóyotl.

Mensaje de la Dimensión Episcopal de Movilidad Humana (DEPMH) con motivo de la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado

Visión de fe del fenómeno migratorio

Fe y cultura en la IV Feria del Libro

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10 MensajeroFamilia

Por: María Sierra P.CODIPACS Teotihuacán

La violencia forma parte de muchos hogares mexicanos pero pocos inte-grantes de las familias la identifican como tal, por lo que resulta difícil gene-rar acciones para prevenirla, o bien, hacerle frente cuando ya se manifestó y ha dejado una estela de consecuencias. En nuestro país contamos con un marco legal, conceptos jurídicos e institucio-nes que la definen, hacen visible y la atienden. Sin embargo, es tarea de todos saber qué es la violencia, cómo se manifiesta en el ámbito familiar, para de esta manera contar con la posibili-dad de excluirla de nuestras realidades.

Una de las aproximaciones más comu-nes sobre el fenómeno es desde el mundo jurídico, lo cual provoca que para muchos se mantenga a cierta dis-tancia de la vida cotidiana y ajena a la

misma. La norma penal y la definición legal conciben la violencia familiar como aquella que se lleva a cabo entre los integrantes del grupo familiar de forma física, psicoemocional, sexual, económica, patrimonial o en contra los derechos reproductivos de dichas per-sonas, ya sea dentro o fuera del domici-lio, lo que también se le conoce con el término de violencia doméstica.

No obstante lo anterior, existe una brecha entre la realidad social y el dis-curso jurídico, porque a pesar de que la ley describe puntualmente cada uno de los tipos de violencia y se hace cargo de contemplar una sanción para quienes cometan este tipo de delito, lo cierto es que al interior de los hogares, ya sea por valores, aspectos culturales, sistema de creencias, puntos de vista, no se le con-cibe como violencia a muchas de las acciones u omisiones dentro de la diná-mica familiar.

De ahí la importancia de sensibilizar sobre el tema para conocerlo, identifi-carlo y poderlo abordar, porque aquello que no es nombrado queda bajo el res-guardo de lo invisible e inaceptable.

Fuente: “La violencia obstaculiza la realización humana”

de Johan Galtung.

Por: Erika Valdez Najar Novicia SGCS Diócesis de Ecatepec

La vida está llena de alternativas y de opciones. En cada decisión tomada nos definimos a nosotros mismos y ante los demás. Después de cada decisión se consolida o cambia el rumbo de nuestra vida. El tema es profundo, más que escandaloso. Toca las fibras más finas y esenciales del ser humano. Es un aten-tado contra los valores inherentes a la dignidad humana, a la sacralidad de la vida, la libertad y el amor. Tomar la decisión de alquilar el propio vientre o hacer uso de esta oferta es el resultado de un proceso que se puede describir en el siguiente orden: Falta de identidad, escala pobre de valores, despersonali-zación, atentado a la propia dignidad y a la dignidad ajena. Alquilar el vientre y ponerse a la disposición de ser comer-cializado implica ponerse a nivel mate-rial, es decir, la mujer se cosifica, pasa a ser un objeto que puede ser comerciali-zado con un código de barras como cualquier otro producto, poniéndose a la disposición según la oferta y la demanda del consumidor.

Ante este panorama: ¿Qué decir? ¿Qué hacer? El secreto es volver al origen, a la esencia, a las verdades más profundas de nuestro ser de per-sonas y ante todo de Hijos de Dios, y hacerse las preguntas existenciales que pueden definir el trayecto de nuestra vida. Puesto que el problema radica en la falta de identidad convie-ne preguntarse: ¿Quién soy? ¿Para qué he sido creada? El auténtico valor de mi persona no radica en paráme-tros comerciales, ni siquiera en lo que los demás dicen que soy o valgo, incluso ni en lo que a veces creo de mí misma. La respuesta rebasa las fron-teras de nuestra idea sobre nosotros mismos. Hablamos entonces de la dimensión espiritual y sagrada de nuestro ser. Hemos sido creados a imagen de Dios con una vocación humana y eterna; por lo tanto, nues-tros actos han de dirigirse a esta voca-ción integral acorde con nuestra dig-nidad de hijos de Dios.

Así, descubrir el sentido de nuestra vida nos facilita la construcción de la propia identidad, nos autodefine y esto lleva en sí la fuerza para ser coherentes,

dirigir nuestros actos hacia un punto de referencia que nos impulsa a vivir el ejercicio de la sexualidad como una clara disposición hacia el otro, recono-ciendo su valor intrínseco y profundo

en el que hombre y mujer creados a imagen de Dios se complementan entre sí para participar con Dios en el gran misterio de la vida.

Violencia familiar: entre la realidad y la ley

“La vida es tan sagrada como los medios para llegar a ella”

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11Mensajero @joven

Por: P. Juan J. García

Obedecer, nos dice la mayoría de los diccionarios, es hacer la voluntad de otro, hacer a un lado nuestros auténti-cos deseos para someterlo a deseos ajenos. Éstas, sin duda, son definicio-nes simplistas que hacen de la obedien-cia un vil signo de inmadurez, de falta de autenticidad y responsabilidad. La obediencia a la que nos referimos los cristianos es, en cambio, un proceso de toma de decisiones vitales que inicia con la escucha, sigue con el discerni-miento y termina con el sometimiento gozoso a la voluntad sólo de Dios tal cual lo hizo Jesús.

Lo difícil en la obediencia no es en sí el sometimiento sino el discernimiento; pues en muchas ocasiones no es tan fácil distinguir cuál es la voz de Dios. Hay algunas voces seguras que mani-fiestan la voluntad de Dios: padres de familia, superiores, pastores; pero tam-

bién hay lugares entre los que se escon-de la palabra del Padre: nuestra cotidia-nidad, nuestros gozos, nuestros sufri-mientos, nuestros amigos o compañe-ros de vida, y ahí debemos estar atentos para escuchar y hacer lo que Él nos mande.

Sencillas preguntas ante cualquier vivencia nos pueden ayudar a ir cre-ciendo en la virtud de la obediencia: ¿Qué me está regalando Dios en este momento? ¿Qué voy a hacer con este regalo? ¿Para qué quiere Dios que utili-ce este regalo? Seguro que si aprende-mos a ser obedientes, las decisiones que tomemos en el camino de la vida serán siempre las más acertadas y nues-tra libertad será siempre el ejercicio más inteligente de nuestra voluntad.

Terminamos así con el breve recorri-do por las tres virtudes que los jóvenes que han abrazado la vida religiosa ense-ñan a sus contemporáneos: Pobreza, Castidad y Obediencia. Éstas no sólo

son actitudes que nos ponen a contraco-rriente, sino virtudes que nos hacen más humanos y pueden hacer de nues-

tra juventud una verdadera plataforma de vida plena.

Por: Andrés Barraza SoriaSeminario de Cristo Rey

El encuentro anual de Interseminarios de la Provincia Eclesiástica de Tlalne-pantla se realizó, en esta ocasión, en el Seminario de los Servidores de la Pala-bra en la diócesis de Texcoco. Las dió-cesis que participaron fueron Texcoco, Cuautitlán, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Valle de Chalco y Tlalnepantla.

Los misioneros Servidores de la Pala-bra nacieron en un contexto principal-mente latinoamericano en el cual existe una fuerte necesidad de evangelizar a los fieles laicos. El 14 de junio de 2007, el Santo Padre Benedicto XVI dio su consentimiento para que los institutos fueran elevados al rango de Derecho Pontificio.

El Interseminario tiene como objetivo fundamental fomentar la fraternidad y la salud en la comunidad seminarística de la provincia de Tlalnepantla. El encuentro se dividió en cinco momen-tos importantes de compañerismo entre los distintos seminarios.

En primer lugar, la comunidad abrió sus puertas para acoger a los visitantes con un delicioso refrigerio. Después de la bienvenida se ofreció un espectáculo

sorpresa para hacer reflexionar al auditorio sobre las diferentes situa-ciones que viven los jóvenes cristia-nos de nuestro tiempo.

Enseguida, el Pbro. Alberto Mor-gán, MSP, participó con la conferen-cia titulada: “Compromiso del semi-narista y el sacerdote”. El conferen-cista hizo reflexionar a los presentes sobre la responsabilidad de ser semi-narista o sacerdote, y motivó a la asamblea a seguir a Cristo en su sacerdocio a pesar de las dificultades sociales y familiares que se les pue-dan presentar.

El momento central fue la adora-ción al Santísimo, seguida de la cele-bración Eucarística, que fue presidi-da por el Obispo de Texcoco, Mons. Juan Manuel Mancilla Sánchez, en la que participaron alrededor de 600 seminaristas.

Después de la celebración, forma-dores y seminaristas de todas las casas de formación compartieron los alimentos ofrecidos por los organiza-dores del encuentro: Los Misioneros Servidores de la Palabra.

Fue un momento para disfrutar de una convivencia en la que pudieron inter-cambiar palabras y experiencias entre

los seminarios.Finalmente, se realizaron competen-

cias deportivas, en las cuales se mostró la disciplina, orden y capacidad de competir en un ambiente de respeto y fraternidad. El equipo ganador en el futbol fueron los Servidores de la Pala-

bra; en básquetbol, los Operarios; y en voleibol, el Seminario de Cristo Rey para vocaciones en edad adulta obtuvo el primer lugar. Este encuentro repre-sentó una oportunidad para compartir y estrechar lazos de hermandad como hijos de Dios.

Contracorriente

Interseminarios 2015Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla

Obediencia: Tercera luz para el joven que quiere ser diferente

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12 MensajeroDios te llama

Por: Leandro Medina CabreraCODIPACS Valle de Chalco

En el marco del Año de la Vida Consa-grada, convocado por el papa Francis-co, el Obispo de Valle de Chalco, Mons. Víctor René Rodríguez Gómez, inició una Visita Pastoral a las comuni-dades religiosas de esta Diócesis.

El viernes 16 de enero comenzó este ejercicio de acercamiento a las diversas congregaciones de religiosas y religio-sos que, a través de sus diversos caris-mas, brindan esta vocación que han consagrado a Dios mediante la buena voluntad y el servicio a los demás.

La primera comunidad visitada fue la de las Siervas del Espíritu Santo y Jesús Eucaristía, ubicada en el barrio de Oco-tepec, en Tlalmanalco. Las religiosas del lugar recibieron con gran alegría la visita del Señor Obispo, quien asistió acompañado del padre Rogelio Anto-nio Zamora Rosales, F.M.S., Vicario de Vida Consagrada, al tiempo que los invitaron a dar un recorrido en esta casa de formación, mientras explicaban un poco acerca de la historia del lugar, los proyectos que tienen planeados, y de personas que con su generosidad han

colaborado en las necesidades materia-les del mismo.

En un segundo momento, y en un ambiente de tranquilidad y reflexión, se llevó a cabo el ejercicio de la Lectio Divina, después del cual el Señor Obis-po entabló un diálogo con las religiosas.

La Hna. Yolanda Flores Soriano comentó: “Para nosotras el Año de la Vida Consagrada es una gran bendi-ción, porque es un llamado de Dios que nos invita a vivir con más fervor dicha vida, pues muchas veces la gente tiene un concepto equivocado, y entonces este año servirá para darle un nuevo impulso a este tipo de vocación. Noso-tros estamos llamados a parecernos a Jesús, y vivir plenamente lo que Dios quiere en nuestra vida. Todo ser cristia-no católico está llamado a vivir una vida consagrada desde el bautismo, y nosotros nos realizamos más plena-mente en la vida religiosa, y debemos ser ejemplo.

Muchos piensan que esta vida es aburrida, pero no saben la plenitud, la felicidad que se halla en este camino que se abre, se van quitando cadenas y ataduras del mundo; Dios lo único que quiere hacer a través de la Vida Consa-

grada es hacernos libres, y como dice el Papa: 'Donde están los consagrados hay Alegría'. La Vida Consagrada es una vida donde Dios se presenta como un Dios cercano, que viene a buscar-

nos; un Dios amoroso a quien en muchas ocasiones tenemos miedo de conocer, y a quien debemos responder con ese mismo amor y entrega”.

Por: Silverio Delgado MartínezSeminarista Ecatepec

¡Hola! Me llamo Silverio y estoy cur-sando el primer año de Teología en el Seminario Conciliar del Espíritu Santo de la Diócesis de Ecatepec. Les com-parto con gran alegría que el 1 de febre-ro seré presentado como candidato a las Órdenes Sagradas junto con 11 herma-nos más; también habrá la institución de ministerios laicales del lectorado y acolitado de cuatro hermanos de 3° de Teología.

El rito de la admisión como candida-tos a las Órdenes Sagradas consiste en que: El seminarista expresa pública-mente su intención de consagrarse a Dios en el sacramento del Orden, com-prometiéndose a dar los pasos necesa-rios en su formación, conocidos a partir del diálogo de Escrutinio con su forma-dor (Normas Básicas y Ordenamiento Básico de los Estudios para la Forma-ción Sacerdotal en México n. 278).

Antes de ser admitido a este rito, pre-senté una carta dirigida a nuestro Obis-po, en primer lugar para agradecerle

esta oportunidad que brinda a los seminaristas de Teología, y en segun-do, para solicitarle la admisión a las Órdenes Sagradas, poniendo de manifiesto el compromi-so de configurarme con Cristo Buen Pastor y consagrarme a Él a su tiempo en el sacramento del Orden Sacerdotal.

Una vez entregada la carta, el equipo formador realizó los escrutinios para determinar quiénes serían aceptados, y des-pués de un tiempo llegó el día en que el Padre Rector dio a conocer los resultados. Cuando me dieron la noticia sentí una gran alegría, fui a la capilla a agradecerle a Dios por el gran regalo que me dio.

Este acontecimiento tan importante me hizo recordar algunos de los momentos que más han marcado mi vida: Cuando el Señor me llamó para

ser sacerdote; yo era monaguillo; luego las etapas que he vivido en el Semina-rio; el curso introductorio, los tres años de Filosofía y esta nueva etapa de Teo-logía. Actualmente llevo cinco años viviendo en el Seminario y les puedo decir que no me arrepiento de ser semi-

narista. Por eso, amigo, si sientes que Jesús te llama para ser sacerdote, te invito a que participes de los círculos vocacionales, de la Pascua Vocacional y de los Preseminarios, porque vale la pena seguir el llamado que Dios nos hace.

La alegría del llamado se fortalece: Visita Pastoral a las comunidades religiosas

Candidato a las Órdenes Sagradas

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1Mensajero 3Iglesia y Cultura

Por: Psic. Elisa SotoDiócesis de Cuautitlán

Mentir es un acto tan natural para el ser humano, casi como respirar. Desde que es pequeño, el niño finge el llanto para llamar la atención, y, a lo largo de la vida, mentir se vuelve parte del día a día, al grado que ya es casi un acto inconsciente. Un estudio de la Univer-sidad de Southampton, Reino Unido, asegura que una persona normal dice en promedio tres mentiras en una con-versación de diez minutos, a las que hay que sumar varias omisiones y exa-geraciones más.

Dentro de la religión, el octavo man-damiento indica explícitamente: “No levantarás falso testimonio ni menti-rás”, y es que la mentira destruye la confianza, dañando las relaciones sociales y familiares. Aunque es impor-tante resaltar que la mentira por sí sola no tiene poder, la mentira adquiere fuerza cuando hay alguien dispuesto a

creerla. Existen dos clases de mentiras: las

que ocultan omitiendo hechos u opinio-nes y las que falsifican y/o alteran o crean una historia. Sin importar cuál sea su tipo, ambas constituyen un engaño.

Pero, ¿por qué se miente? Para la psi-cología, la mentira no puede definirse sin asociarla a sus objetivos y causas. La mentira sería un modo de obtener recompensas, de enaltecer la historia personal y las habilidades, y también un intento de evitar circunstancias inde-seables, eludir la realidad y la responsa-bilidad. Decir la verdad, entonces, pare-ce no ser algo tan fácil de cumplir, ya que está estrictamente ligada a las inse-guridades, complejos y miedos de quien miente y, en ocasiones, también de quien cree.

Blaise Pascal decía que: “El espíritu cree naturalmente y la voluntad natu-ralmente ama; de modo que, a falta de objetos verdaderos, es preciso apegarse

a los falsos”. Aunque también el filóso-fo Juan Luis Vives decía: “Ni la utilidad del mentir es sólida, ni el mal de la ver-dad perjudica mucho tiempo”.

De cualquier forma, antes de empren-der el arte de mentir, sería bueno recor-

dar el pasaje bíblico de Lc. 8,17: “No hay nada oculto que no haya de ser manifiesto, ni secreto que no haya de ser conocido y salga a la luz”.

Por: Nicasio VillaCODIPACS Teotihuacán

Pues con la novedad, amigos lectores, de que los llamados “nativos digitales” resultaron ser un mito, de acuerdo con Enrique Dans, profesor de Tecnologías de la Información en IE Business School, en Madrid, España. El término “nativos digitales” fue acuñado por el estadounidense Marc Prensky, diseña-dor de juegos de aprendizaje, en un ensayo publicado en 2004 bajo el título “The death of command and control” (“La muerte del mando y control”), para designar a aquellas personas que nacieron en la era digital, que muestran una destreza natural en el manejo y utilización de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC'S).Enrique Dans fundamenta su afirma-

ción de que los “nativos digitales” son un mito en la evidencia empírica del pobre uso que dan los jóvenes españo-les a la tecnología digital. Él mismo nos da la respuesta: “Nacer en una época determinada no asegura que vayas a hacer buen uso de las herramientas a tu

disposición”. Si se les descuida y se les deja que evolucionen libremente, sin ningún tipo de asesoría ni formación, los jóvenes actuales son exactamente igual de negados y torpes que sus mayo-res, o más porque pierden en experien-cia y en sentido común.No hay recetas ni soluciones absolu-

tas. Nos encontramos en plena transi-ción cultural y debemos construir paso a paso cada día. Habrá que impulsar la formación humanística. Si los “nativos digitales” reciben educación en valores (su conocimiento de ellos), o más bien, educación en virtudes (es decir, prácti-ca de los valores), así como educación que los haga adquirir un pensamiento crítico, tendríamos una generación de jóvenes no sólo habilitados en el mane-jo de la TIC's (muy útiles, por cierto, para su desarrollo profesional), sino también seres humanos que aportarán lo mejor de sí a sus familias, empresas y a la sociedad en general. Fuentes: “Perdiendo el tren” El Blog

de Enrique Dans, “Nativos e inmigran-tes digitales”. Marc Prensky, “Nativos e inmigrantes digitales en la escuela”, Daniel Cassany y Gilmar Ayala.

El arte de mentir

“Nativos digitales”, reto educativo

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1 Mensajero4 Sección Infantil

Te invitamos a que cada día vayas coloreando los corazones y escribas el nombre de una amiga, amigo o un ser querido.

Luego recórtalos, pégalos en una cartulina y vuelve a recortar las figuras para que las regales el 14 de febrero.

¡Manos a la obra!

En la próxima edición publicaremos los mensajes y felicitaciones que han enviado a [email protected]

Iniciamos el mes del

“Un amigo fiel es un refugio seguro:

el que lo encuentra ha encontrado un

tesoro. Un amigo fiel no tiene precio,

no hay manera de estimar su valor.”

(Ecl. 6:14 – 15)

1 de febrero2 de febrero

3 de febrero

4 de febrero

5 de febrero

6 de febrero

7 de febrero

8 de febrero

9 de febrero10 de febrero

11 de febrero

12 de febrero

13 de febrero

14 de febrero

Amor y la Amistad

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1Mensajero 5La Sal y Luz del mundo

Por: Francisco EsquedaDiócesis de Nezahualcóyotl

Con motivo de la fiesta de San Fran-cisco de Sales, patrono de los escri-tores y periodistas, y la publicación del mensaje del papa Francisco para la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, con el tema “Comunicar la familia: am-biente privilegiado del encuentro en la gratuidad del amor”, Mons. Héc-tor Luis Morales Sánchez convocó a los reporteros y representantes de los medios de comunicación que trabajan en la diócesis para compar-tir el mensaje y los alimentos con ellos y su familia.

Durante su mensaje, el prelado les dijo a los trabajadores de la infor-mación que “hoy en día se da mayor importancia a nuestro trabajo que a nuestra familia, pues tenemos el

pensamiento de que debemos traba-jar para darle a la familia todo lo necesario, buscamos a toda costa una buena calidad de vida, pero dejamos lo espiritual a un lado”.

El Obispo hizo especial énfasis en “darle mayor importancia a la vida familiar que al trabajo, cuántas veces hemos respondido a una lla-mada del trabajo estando con la familia, con el argumento de que es importante, con ello diciendo a quien esté a nuestro lado que no es importante y con ello perdiendo la oportunidad para mostrar a nuestros seres queridos lo importantes que son en nuestra vida”.

Para finalizar, Mons. Héctor Luis dijo que “el dinero es un medio, no un fin y nuestra familia es quien nos sostiene en los momentos difíciles y esto nunca lo vamos a poder com-prar con dinero”.

Por: María del Carmen Jaramillo Nieto y Juan Luis García MartínezDiócesis Valle de Chalco

Un laico comprometido es aquel que sigue a Jesús incondicionalmente a pesar de las adversidades de la vida, además de ser una parte fundamental de su comunidad parroquial, pues se dedica a brindar un servicio pastoral.De acuerdo con sus carismas, necesi-

dades o inquietudes, los laicos pueden pertenecer a alguno de los diferentes grupos que existen en las parroquias como son: Ministros, catequesis, Escuela de Pastoral, Pastoral Social, Jóvenes, Coros, etc… y cada uno va dando animación, formación y estruc-tura a la parroquia.Ser un laico comprometido es una

gran misión porque Dios es quien te ha llamado al servici; estás comprometido a una formación continua, al actuar ante necesidades que afectan a la comu-nidad y poner tus dones al servicio de los demás.Servir a los demás sin esperar nada a

cambio, dejarse guiar por el Espíritu Santo, ser la sal de la tierra y la luz del mundo es la misión que Jesús enco-

mendó a sus discípulos, es por ello que los laicos están obligados a continuar con las enseñanzas que predicó Jesús e imitarlo en todo.Estar al servicio es una experiencia

muy agradable, dejamos actuar en noso-tros al Espíritu Santo, para estar siem-pre dispuestos a caminar con el cora-zón ardiente y con las manos extendi-das para compartir la vida y el amor.El laico comprometido está en conti-

nua comunicación con Dios por medio de la oración, participa de las celebra-ciones eucarísticas y comulga frecuen-temente, es así como se convierte en testigo fiel de Jesucristo.Un laico comprometido está obligado

a ser testigo, formador y educador de la fe, evangeliza a los niños, jóvenes y adultos sin importar el grupo al que pertenece, todos somos iguales ante los ojos de Dios.Los laicos no sólo pertenecemos a la

Iglesia, sino que somos Iglesia; por el bautismo hemos sido incorporados a la vida trinitaria, para ser Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, Templo del Espíritu Santo, asumiendo la triple función de ser sacerdotes, profetas y reyes. Al participar de la acción pastoral un laico

debe dar testimonio de su vida y de sus acciones en el campo de la evangeliza-ción y la vida litúrgica según las necesi-dades, siempre bajo la guía de nuestros pastores.Es así como damos gracias a Dios por

permitirnos participar de esta gran labor y le pedimos que nos ayude a

fortalecer nuestra fe en Jesucristo, para seguir la misión que nos ha encomen-dado.También ponemos nuestra labor bajo

la protección de Nuestra Señora de Guadalupe, para que nos ayude a ser verdaderos testigos fieles de su hijo Jesucristo.

Debemos dar prioridad a la familia: Mons. Héctor Luis

Un laico comprometido, como sal de la tierra y luz del mundo

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16 Mensajero

Queridos hermanos y hermanas: La Cuaresma es un tiempo de renovación para la Iglesia, para las comunidades y para cada creyente. Pero sobre todo es un «tiempo de gracia». Dios no nos pide nada que no nos haya dado antes: «Nosotros amemos a Dios porque él nos amó primero». Él no es indiferente a nosotros. Está interesado en cada uno de nosotros, nos conoce por nuestro nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos. Cada uno de nosotros le interesa; su amor le impide ser indife-rente a lo que nos sucede. Pero ocurre que cuando estamos bien y nos senti-mos a gusto, nos olvidamos de los demás (algo que Dios Padre no hace jamás), no nos interesan sus problemas, ni sus sufrimientos, ni las injusticias que padecen… Entonces nuestro cora-zón cae en la indiferencia: yo estoy relativamente bien y a gusto, y me olvi-do de quienes no están bien. Esta acti-tud egoísta, de indiferencia, ha alcanza-do hoy una dimensión mundial, hasta tal punto que podemos hablar de una globalización de la indiferencia. Se trata de un malestar que tenemos que afrontar como cristianos.

Cuando el pueblo de Dios se convier-te a su amor, encuentra las respuestas a las preguntas que la historia le plantea continuamente. Uno de los desafíos más urgentes sobre los que quiero dete-nerme en este Mensaje es el de la globa-lización de la indiferencia.

La indiferencia hacia el prójimo y hacia Dios es una tentación real tam-bién para los cristianos. Por eso, nece-sitamos oír en cada Cuaresma el grito de los profetas que levantan su voz y nos despiertan.

Dios no es indiferente al mundo, sino que lo ama hasta el punto de dar a su Hijo por la salvación de cada hombre. En la encarnación, en la vida terrena, en la muerte y resurrección del Hijo de Dios, se abre definitivamente la puerta entre Dios y el hombre, entre el cielo y la tierra. Y la Iglesia es como la mano que tiene abierta esta puerta mediante la proclamación de la Palabra, la cele-bración de los sacramentos, el testimo-nio de la fe que actúa por la caridad. Sin embargo, el mundo tiende a cerrarse en sí mismo y a cerrar la puerta a través de la cual Dios entra en el mundo y el mundo en Él. Así, la mano, que es la Iglesia, nunca debe sorprenderse si es rechazada, aplastada o herida.

El pueblo de Dios, por tanto, tiene necesidad de renovación, para no ser indiferente y para no cerrarse en sí mis-mo. Querría proponerles tres pasajes para meditar acerca de esta renovación.

1. «Si un miembro sufre, todos sufren con él» La Iglesia

La caridad de Dios que rompe esa cerrazón mortal en sí mismos de la indiferencia, nos la ofrece la Iglesia con

sus enseñanzas y, sobre todo, con su testimonio. Sin embargo, sólo se puede testimoniar lo que antes se ha experi-mentado. El cristiano es aquel que per-mite que Dios lo revista de su bondad y misericordia, que lo revista de Cristo, para llegar a ser como Él, siervo de Dios y de los hombres. Nos lo recuerda la liturgia del Jueves Santo con el rito del lavatorio de los pies. Pedro no que-ría que Jesús le lavase los pies, pero después entendió que Jesús no quería ser sólo un ejemplo de cómo debemos lavarnos los pies unos a otros. Este servicio sólo lo puede hacer quien antes se ha dejado lavar los pies por Cristo. Sólo éstos tienen “parte” con Él y así pueden servir al hombre.

La Cuaresma es un tiempo propicio para dejarnos servir por Cristo y así llegar a ser como Él. Esto sucede cuan-do escuchamos la Palabra de Dios y cuando recibimos los sacramentos, en particular la Eucaristía. En ella nos convertimos en lo que recibimos: el cuerpo de Cristo. En él no hay lugar para la indiferencia, que tan a menudo parece tener tanto poder en nuestros corazones. Quien es de Cristo pertene-ce a un solo cuerpo y en Él no se es indi-ferente hacia los demás. «Si un miem-bro sufre, todos sufren con él; y si un miembro es honrado, todos se alegran con él».

La Iglesia es communio sanctorum porque en ella participan los santos, pero a su vez porque es comunión de cosas santas: el amor de Dios que se nos reveló en Cristo y todos sus dones. Entre éstos está también la respuesta de cuantos se dejan tocar por ese amor. En esta comunión de los santos y en esta participación en las cosas santas, nadie posee sólo para sí mismo, sino que lo que tiene es para todos. Y puesto que estamos unidos en Dios, podemos hacer algo también por quienes están lejos, por aquellos a quienes nunca podríamos llegar sólo con nuestras fuerzas, porque con ellos y por ellos rezamos a Dios para que todos nos abra-mos a su obra de salvación.

2. «¿Dónde está tu hermano?» Las parroquias y las comunidades

Lo que hemos dicho para la Iglesia universal es necesario traducirlo en la vida de las parroquias y comunidades. En estas realidades eclesiales ¿se tiene la experiencia de que formamos parte de un solo cuerpo? ¿Un cuerpo que recibe y comparte lo que Dios quiere donar? ¿Un cuerpo que conoce a sus miembros más débiles, pobres y peque-ños, y se hace cargo de ellos? ¿O nos refugiamos en un amor universal que se compromete con los que están lejos en el mundo, pero olvida al Lázaro senta-do delante de su propia puerta cerrada?

Para recibir y hacer fructificar plena-mente lo que Dios nos da es preciso

superar los confines de la Iglesia visible en dos direcciones.

En primer lugar, uniéndonos a la Igle-sia del cielo en la oración. Cuando la Iglesia terrenal ora, se instaura una comunión de servicio y de bien mutuos que llega ante Dios. Junto con los san-tos, que encontraron su plenitud en Dios, formamos parte de la comunión en la cual el amor vence la indiferencia. La Iglesia del cielo no es triunfante porque ha dado la espalda a los sufri-mientos del mundo y goza en solitario. Los santos ya contemplan y gozan, gracias a que, con la muerte y la resu-rrección de Jesús, vencieron definitiva-mente la indiferencia, la dureza de cora-zón y el odio. Hasta que esta victoria del amor no inunde todo el mundo, los santos caminan con nosotros, todavía peregrinos. Santa Teresa de Lisieux, doctora de la Iglesia, escribía conven-cida de que la alegría en el cielo por la victoria del amor crucificado no es plena mientras haya un solo hombre en la tierra que sufra y gima: «Cuento mucho con no permanecer inactiva en el cielo, mi deseo es seguir trabajando para la Iglesia y para las almas».

También nosotros participamos de los méritos y de la alegría de los santos, así como ellos participan de nuestra lucha y nuestro deseo de paz y reconci-liación. Su alegría por la victoria de Cristo resucitado es para nosotros moti-vo de fuerza para superar tantas formas de indiferencia y de dureza de corazón.

Por otra parte, toda comunidad cris-tiana está llamada a cruzar el umbral que la pone en relación con la sociedad que la rodea, con los pobres y los aleja-dos. La Iglesia por naturaleza es misio-nera, no debe quedarse replegada en sí misma, sino que es enviada a todos los hombres.

Esta misión es el testimonio paciente de Aquel que quiere llevar toda la reali-dad y cada hombre al Padre. La misión es lo que el amor no puede callar. La Iglesia sigue a Jesucristo por el camino que la lleva a cada hombre, hasta los confines de la tierra. Así podemos ver en nuestro prójimo al hermano y a la hermana por quienes Cristo murió y resucitó. Lo que hemos recibido, lo hemos recibido también para ellos. E, igualmente, lo que estos hermanos poseen es un don para la Iglesia y para toda la humanidad.

Queridos hermanos y hermanas, cuán-to deseo que los lugares en los que se manifiesta la Iglesia, en particular nuestras parroquias y nuestras comuni-dades, lleguen a ser islas de misericor-dia en medio del mar de la indiferencia.

3. «Fortalezcan sus corazones» La persona creyente

También como individuos tenemos la tentación de la indiferencia. Estamos saturados de noticias e imágenes tre-

mendas que nos narran el sufrimiento humano y, al mismo tiempo, sentimos toda nuestra incapacidad para interve-nir. ¿Qué podemos hacer para no dejar-nos absorber por esta espiral de horror y de impotencia?

En primer lugar, podemos orar en la comunión de la Iglesia terrenal y celes-tial. No olvidemos la fuerza de la ora-ción de tantas personas. La iniciativa 24 horas para el Señor, que deseo que se celebre en toda la Iglesia -también a nivel diocesano-, en los días 13 y 14 de marzo, es expresión de esta necesidad de la oración.

En segundo lugar, podemos ayudar con gestos de caridad, llegando tanto a las personas cercanas como a las leja-nas, gracias a los numerosos organis-mos de caridad de la Iglesia. La Cuares-ma es un tiempo propicio para mostrar interés por el otro, con un signo concre-to, aunque sea pequeño, de nuestra participación en la misma humanidad.

Y, en tercer lugar, el sufrimiento del otro constituye un llamado a la conver-sión, porque la necesidad del hermano me recuerda la fragilidad de mi vida, mi dependencia de Dios y de los herma-nos. Si pedimos humildemente la gra-cia de Dios y aceptamos los límites de nuestras posibilidades, confiaremos en las infinitas posibilidades que nos reserva el amor de Dios. Y podremos resistir a la tentación diabólica que nos hace creer que nosotros solos podemos salvar al mundo y a nosotros mismos.

Para superar la indiferencia y nuestras pretensiones de omnipotencia, quiero pedir a todos que este tiempo de Cua-resma se viva como un camino de for-mación del corazón, como dijo Bene-dicto XVI. Tener un corazón misericor-dioso no significa tener un corazón débil. Quien desea ser misericordioso necesita un corazón fuerte, firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios. Un corazón que se deje impregnar por el Espíritu y guiar por los caminos del amor que nos llevan a los hermanos y hermanas. En definitiva, un corazón pobre, que conoce sus propias pobrezas y lo da todo por el otro.

Por esto, queridos hermanos y herma-nas, deseo orar con ustedes a Cristo en esta Cuaresma: “Fac cor nostrum secundum Cor tuum”: “Haz nuestro corazón semejante al tuyo” (Súplica de las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús). De ese modo tendremos un corazón fuerte y misericordioso, vigi-lante y generoso, que no se deje ence-rrar en sí mismo y no caiga en el vértigo de la globalización de la indiferencia.

Con este deseo, aseguro mi oración para que todo creyente y toda comuni-dad eclesial recorra provechosamente el itinerario cuaresmal, y les pido que recen por mí. Que el Señor los bendiga y la Virgen los guarde.

Fortalezcan sus corazonesMensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2015

2015-2016 Año Internacional de la Vida Consagrada