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creación y vida enero 17 de 2010 E D I C I Ó N 898 2 Reflexiones sobre lo publico en la relación estado sociedad 7 Les tocó confesado y de buen genio 8 Publicaciones 4 4 “Con la falta de la palabra también perdí el contacto humano” 3 Versos de y para Maruja Vieira

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EDICION DEL 17 DE ENERO

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Page 1: PAPEL SALMON

creación y vida enero 17 de 2010

E

D I C I ÓN

898

2Reflexiones sobre lo publico en la relación estado sociedad

7Les tocó confesado y de buen genio

8Publicaciones

44“Con la falta de la palabra también perdí el contacto humano”

3Versos de y para Maruja Vieira

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2enero 17 de 2010

BICENTENARIO DE LA INDEPENCIA

PS

En el presente artículo se muestra una breve reflexión en torno a lo público en relación con la sociedad y el Estado. Haré énfasis en el Es-

tado como institución garante de una forma de socie-dad constitucional, en tanto que es a través de la Cons-titución que establecemos los derechos, las normas y los principios fundamentales para la protección y dig-nificación del ser humano en un territorio y espacio es-pecífico. El Estado, mediante el aparato institucional, compuesto por sus tres ramas del poder el ejecutivo, legislativo y judicial ejerce unas funciones y presta unos servicios considerados públicos, los cuales cobijan a la sociedad en su conjunto, y lo no estatal.

Concepciones diversasEn torno a lo público existen muchas concepcio-

nes, algunas se refieren a lo que es de todos, aquello que es de interés y de uso común para todos, lo co-lectivo; un proceso profundamente social (1), político y cultural (2). También se puede entender como la conjunción de voluntades, esfuerzos y recursos alre-dedor de las reglas que regulan determinados com-portamientos, acciones socialmente aceptables y be-neficios compartidos, los cuales se guían por valores de justicia social, equidad (3) y bienestar.

Lo público no-estatal alude a la intervención ciu-dadana en los asuntos públicos, como es el caso de las organizaciones civiles y sociales que orientan su acción hacia el interés general (4), algunos grupos o personas que se ocupan de la prestación de servicios sociales, como la salud, la educación (5), los servicios públicos rurales y la participación.

Componentes de lo público

La dimensión de lo público alcanza una relevancia considerable en relación con el Estado y la sociedad en su conjunto, demanda para los diferentes actores no sólo información y conocimiento actualizado, sino

La ConsTiTuCión y La LEy van dE La mano

Lo público en la relación

eStado-SociedadA través de la Constitución se establecen derechos, normas y principios fundamenta-les para la protección y dignificación del ser humano. Ley de leyes.Luz Elena García García* - Papel Salmón

también miradas integrales, críticas y propositivas de los problemas, para encontrar soluciones adecuadas y concretadas en acciones visibles que contribuyan a la transformación de la realidad.

En lo público intervienen diferentes componentes relacionados, tales como:

- Lo social, en tanto lo público tiene razón de ser y de existir en la sociedad, ya que es en ésta don-de se gestan los propósitos e intereses comunes, las reglas de convivencia, supervivencia y cohesión; las normas, los principios y los valores que nos permi-ten vivir juntos, así como los comportamientos, las decisiones y las actuaciones más relevantes y signi-ficativas en el espacio social. Por tanto comprende el interés general, por cuanto pertenece a todos y es común a todos (6).

- La cultura, por cuanto genera signos, símbolos y lenguajes, además de formas de organización institu-cional, conocimientos y relaciones que se desprenden de las interacciones comunicativas entre los sujetos, quienes potencian y favorecen determinadas formas de actuación en la sociedad. Esta dimensión incor-pora reglas de juego que garantizan la convivencia signada por los principios de igualdad, humanismo y pluralidad. También tiene que ver con la superviven-

cia, porque garantiza procesos de dignificación de la vida del ser humano en relación con los otros.

- Lo normativo, en relación con la direccionalidad y legalidad, a través de los procesos de regulación, control y sanción, se conecta con el principio de legi-timidad, en cuanto a su constitucionalidad, vigencia y validez de los procesos de organización, concepción y desarrollo institucional del Estado, amparado en los principios de legalidad.

- Lo político: Las comunidades y los pueblos jalonan desarrollos que propenden por unos fines (teleológico); los postulados, las regulaciones y las normas contri-buyen a alcanzar tales fines. al respecto Giraldo Ángel considera que la “Constitución es básicamente un con-junto de postulados políticos, y el resto de las normas son medios para alcanzar los fines. Sólo se incorpo-ran a la Constitución las normas básicas que definen la organización del poder político y los medios para constituirlo, por la trascendencia que tienen estos me-dios para la vida institucional de un Estado” (7).

Las leyes y las normas devienen de relaciones de comunicación, diálogo e interpretación de las interac-ciones del Estado con la sociedad y los individuos; de procesos interculturales, de formas de organización socio-jurídica, institucional y de los principios en su fuerza constituyente. En la Constitución se determi-nan las reglas generales que nos rigen dentro de un sistema político, se establece las funciones y los prin-cipios para cumplirlas y se determina la estructura general estatal, además de garantizar los principios y valores de cohesión.

De la manoComo conclusión, la Constitución y la ley van de la

mano, en razón a su contenido concreto y pragmático en relación con del Estado, la configuración de la so-ciedad, el soporte cultural de unas reglas generales que rigen nuestro sistema político y social y el sentido de lo público. se considera que la ley de leyes, -la Constitu-ción-, y las normas derivadas de ésta regulan las rela-ciones con el Estado, de éste con las instituciones y las organizaciones públicas y privadas, fija los principios, valores y los límites de actuación de la sociedad y los individuos, y también del propio Estado

*docente investigadora Centro de investigaciones socio-jurídicas.

notas:(1) Pnud. 2001. (2) GaRCÍa GaRCÍa, Luz Elena. Proyecto de investiga-ción academia y derecho. (3) Grupo de investigación derecho y sociedad. maes-tría en derecho. universidad de manizales, abril de 2007, p. 23.(4) CuniLL GRaw, nuria. 1997. Repensando lo público a través de la sociedad. CLad, Editorial nueva socie-dad, p. 24.(5) Grupo de investigación derecho y sociedad. op. Cit., p. 23.(6) Grupo de investigación derecho y sociedad. ibid., p. 23.(7) GiRaLdo anGEL, Jaime. metodología y técnica de la investigación jurídica. s.f. p. 41.

Representación de la República.Foto/Tomada de Internet/Papel Salmón

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3enero 17 de 2010

POESÍA

PS

Maruja Vieira es catedrática, periodista y miembro de la Academia Colombiana de la Lengua. Ha dedicado sus 87 años (que cumplió el pasado 25 de diciembre), a la literatu-ra y la crítica literaria.Foto/Álbum personal/Papel Salmón

Un poema en respUesta a otro

Versos de y para

Maruja Vieira

Tanto los poemas de Maruja Vieira como el de Antonio María Flórez son inéditos.Papel Salmón

maruja Vieira nació en manizales en 1922. al cumplir los 85 años, hace dos años, es-cribió el poema “Los 85”, al que respondió

antonio maría Flórez con otro poema que tituló “Des-caradamente viva” haciendo alusión al primer verso de la poeta manizaleña

Antonio María Flórez(septiembre de 2009)

DESCARADAMENTE VIVA

A la poeta Maruja Vieira por sus 85 años

me han dicho que te jactasde seguir descaradamente viva,que sólo bajo el soly sobre la hierbacaminas con prestancia,que las sombras pueblan tus ojosy que el aroma de los tiempos viejos se ufanan de ofuscarte.también me han dichoque respiras más rápido y que hablas más lento,pero con la dulzura del fragorde las aves del paraíso.se sabe que aún sigues prefiriendolas rosas rojas al pan tiernoy que sigues cantando, casi invisible,como una niña empapada de poemas.Intuyo en el silencio esa voz plagadade palabras afectuosas y tan hondascomo las que un día escribisteen la primera páginade un libro que me diste con candorcomo despedida y presencia.también me informan que sólo el amory la amistad siguen dando sentido a tu vida.Y eso era y seguirá siendo cierto.Y así lo siento.por eso hoy, querida y añorada amiga,te mando decir que tu ausencia me sigue doliendoy que desde esta Barcelonaestival que aún me acoge,me ratifico en el cariñoque por ti sientoy te exijo que me miresy sonrías como antaño,sin puentes de por medio, despierta,sin que te importe el barquero,jactándote de seguir descaradamente viva, como siempre.

Maruja Vieira

POEMA CON CHACHAFRUTO(para mercedes White Uribe)

Un sabor de la infancia.Un jardín y el colorde un geranio.

todo está aquí,en este fruto verdey brillante.

Maruja Vieira

LOS 85

a los 85 estamos descaradamente vivos.se supone que los que nos aman deben saberque caminar ya no es la alegría de antes,a menos que sea al sol y sobre la hierba.

se supone que deben saberque nuestras noches son demasiado largas,porque tenemos que acostarnos muy tempranoy hay muchas cosas que ya no podemos hacerporque nos cansamos.

pero seguimos descaradamente vivosy no son nuestros ojos,es la luz la que se debilita cuando queremos leery no son nuestros oídos,es la voz de los otros la que ya no tiene sonido.son las calles las que se han vueltodemasiado largas y las escaleras demasiado altas.

pero seguimos descaradamente vivosy algunos afortunados tenemosuna ventana por donde entra el sol de la tardey una voz muy amada que nos llama.

Un rostro de mujer…(era bella mi madre)

más allá de la nieblala ciudad increíblese aferra a la montaña.

todo estaba guardado,intacto

entonces, a qué vienenestas traviesas lágrimas?

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5enero 17 de 2010

CALDENSES

Estar casi nueve años en las selvas del Chocó, secuestrado, prácticamente en la oscuridad, alejado de la palabra,

hace que los conceptos de la vida cotidiana cam-bien. No es lo mismo definir amistad, amor, do-lor, soledad, silencio… estando en libertad, con la familia y amigos. Óscar Tulio Lizcano le dio significado a una serie términos para los lecto-res de Papel Salmón, luego de comenzar con un largo silencio, el mismo que padeció cuando perdió, precisamente, la palabra.

SilencioCarencia de la palabra y falta de contacto hu-

mano. Fue perder la palabra, lo que me llevó a no tener contacto humano allá (se refiere a la selva). Lo más deshumanizante para mí, ese silencio prolongado.

FrustraciónNo lograr la libertad cuando gozaba de

buena salud porque lo hice cuando ya estaba muy enfermo y sabía que me iba a morir. Al comienzo tal vez tuve oportunidad de volarme con Alex, y no acepté su invitación porque tenía la esperanza del acuerdo humanitario y quería hacerlo por esa vía. Pero cuando me vi en ese silencio tan marcado de Dios, y creía que ni Él ni nadie me iba a salvar, pensé en volarme y por eso acepté la propuesta de Isaza.

SorpresaLa propuesta de Isaza. Me sorprendió por-

que era la primera vez en casi nueve años que acariciaba la palabra libertad en boca de otra persona, de un enemigo. Esa fue la gran sor-presa.

SoledadFue lo que más me golpeó, el dolor más pro-

longado que tuve. Por eso generé mecanismos

DICE ÓSCAr TuLIo LIzCANo

“Con la falta de la palabra también perdí el

contacto humano”Sin un orden premeditado, Óscar Tulio Lizcano definió algunos términos del diario vivir bajo la luz de su experien-cia con el secuestro. Siempre se mos-tró fuerte y muy pocas veces lloró de tristeza, pero sí de alegría al alcanzar la libertad. Conceptos.Gloria Luz Ángel – Papel Salmón

de sobrevivencia como la poesía, la cátedra a los árboles, los mensajes. Además de la lectura en los primeros dos años que logré tener libros de poesía, arrancarles las hojas y conservarlos. La soledad es lo más duro que padecí, no fue el hambre ni la enfermedad. Pude sobrevivir a eso porque blindé la mente. Pero no he sido capaz de salirme de ese esquema, la soledad se me convirtió en un paradigma.

Amistad y compañerismoCon la ausencia de orlando Sierra Hernán-

dez he valorado mucho la amistad. Fue mi ami-go y sentí con su muerte una especie de un salto al vacío. Círculos que se le van cerrando a uno, como dice Pablo Cohelo, y a mí se me cerró ese círculo. Ahora tengo gente muy solidaria, pero amigos, amigos, no. Ha sido muy difícil encon-trar una persona como orlando con quien nos contábamos todo.

Allá no existe la amistad por el temor de ellos (los guerrilleros) a ser delatados por cualquier cosa que sea motivo de un consejo de guerra o sanciones muy fuertes. Ellos llaman a eso vigi-lancia revolucionaria y por eso se cuidan entre sí. Admiré la relación de hombres y mujeres, y la comparaba con la vida de pareja en la liber-tad. En ellos hay mucho sentido práctico, de compañerismo, en medio de las dificultades y restricciones. Manejan el tema del amor basa-do en la amistad, en el diálogo, la conversación, la comprensión y en la colaboración el uno con el otro, hay reciprocidad entre ambos. Se ayu-dan para hacer las caletas, traer agua, asistirse en la enfermedad, juegan. No hay machismo, el hombre y la mujer están en iguales condi-ciones.

AmorLa Barquerita (Martha, su esposa). Cuen-

tan que el volcán Vesubio, en Italia, hacía una erupción cada ciento cincuenta años y en una de ellas un habitante alcanzó a escribir “el que ama debe vivir”. El amor es algo inherente a la vida y está por encima de todo, es lo que lo hace a uno sobrevivir.

DolorInherente al hombre. (Silencio) El dolor es

necesario para alcanzar la felicidad, sin él uno no puede valorarla. Es mi concepto. Para al-canzar la felicidad uno tiene que pasar por el dolor.

Esperanzarulfo decía que la esperanza le había cos-

tado más de lo debido. Es tan difícil. La defino como las ganas de vivir, de ha-cer las cosas, tener una meta. Pero las vueltas de la vida le dan duro muchas veces a la esperanza.

CautiverioHorror, terrible, terrible, dolor,

pero más que todo horror. No tener uno movilidad, capacidad para ha-cer algo. Puede ser también incapa-cidad, impotencia.

LibertadLa primera posesión del hombre so-

bre la tierra y lo más ansiado.

HostilidadLa indiferencia de los guerrilleros fue la

hostilidad más grande que tuve. En su libro

Una hoja en la tormenta Ling Yu Tang dice que es más fácil olvidar el odio que el desprecio. Esta fue una de las cosas que más me golpeó de la guerrilla, no el trato verbal sino la indife-rencia. Allá desprecio e indiferencia son sinó-nimos.

Lágrimas(Silencio) La Barquerita. No poder estar con

mi familia fue lo que más duro, la peor angus-tia. Pero la verdad es que derramé pocas lágri-mas porque tenía que mantenerme fuerte para sobrevivir. Blindé mi mente y aunque el cuerpo se me enfermaba, me mantenía con mucha rigi-dez. Vivía el día a día como un reto a superarme y salir avante para vivir al siguiente. recuerdo que en un conversatorio de estudiantes de Psi-cología de la universidad de Antioquia con otro ex secuestrado, uno de ellos le preguntó qué era lo que más lo golpeaba allá. Él dijo, la tris-teza. Lo miré y me sorprendí. otro muchacho me preguntó por qué había reaccionado de esa manera. Le respondí que no recuerdo haber es-tado triste. Lo que sabía era que me levantaba y tenía que sobrevivir, luchar, mantener la mente ocupada y ser fuerte. Y como dice Churchill, elevarme como las cometas, con viento con-trario. Minuto a minuto me ocupaba cociendo, dando clases, escribía.

No sentí tristeza, pero sí depresión cuando veía que el acuerdo humanitario se alejaba. Para ser franco, con la liberación de Ingrid sen-tí una especie de abandono total porque sabía que tal vez ahí terminaba la presión interna-cional, que era una posibilidad de libertad, de diálogo con el gobierno. Pensé, a lo último, que me iba a podrir en la selva.

Pero cada vez reaccionaba, escribía, escribía y releía poesía de Hernández, Neruda en las ho-jitas que cargaba. Sinceramente, me deprimí, pero no estuve triste, al punto que un coman-dante me dijo que me veía siempre bien. Nunca

les mostré que lloraba, por el contrario me mantenía muy fuerte. Cuando ellos trataban de presionarme para mar-char, o me respondían mal, yo les contestaba también fuerte, sin odios. Logré fortalecer mucho la parte de la dignidad. Me identifiqué como persona y mantenía la autoestima.

TesorosLa aguja porque era la que me

defendía de los zan-

cudos. ¿Qué tal sin una aguja allá? Las hor-migas arriera se comían el toldillo y había que cocerlo. Además, la humedad daña la ropa y tenía que estar remendando los pantaloncillos, las sudaderas, que entregaban una al año. La primera aguja la boté y tuve que conseguir otra que mantuve por siete años. La cuidaba mu-cho, se me podía perder todo menos la aguja porque es muy difícil de obtener. Daba lo que me pidieran por una.

DiálogoAfecto y calor humano que no tuve allá. Aquí

sí, y esa es la carencia y el déficit que tengo. Mandela decía en su libro En un largo camino hacia la libertad que no hay cosa más deshu-manizante que la falta de contacto humano. Yo digo que a través del diálogo se logra la com-prensión y por medio de esta, el perdón, com-prender es perdonar. El diálogo es el camino para elevar el nivel de tolerancia.

RabiaSoberbia. (Pensativo). Es el resultado del des-

precio que ellos mantenían conmigo. El senti-miento de rabia antes del secuestro y después de nueve años, me cambió ostensiblemente. Es de las experiencias positivas que me aportó el se-cuestro, saber que no tiene sentido enojarse con una persona, ni volverle a hablar. El secuestro me sirvió para aumentar el nivel de paciencia y tolerancia, para entender que por encima está la vida y hay que disfrutarla en todo momento.

ImpotenciaPerder la libertad es lo que más entiendo

como impotencia. Mientras uno está libre esa palabra no tiene por qué existir. A veces en este país, no obstante estar en libertad, uno se sien-te impotente al enfrentar ciertas circunstancias como cuando se pierde un ser querido o no encuentra cómo buscar la verdad. Impotencia fue no poder hacer nada cuando secuestraron a Juan Carlos, no estar en el grado de mis hijos. Me acuerdo yo era uno que hacía cola en los colegios para reclamar la libreta de calificacio-nes, los llevaba a matricular y les compraba los libros. No poder hacer todas esas cosas al lado de mis hijos me hizo sentirme impotente. Al lo-grar la libertad recuperé todos esos espacios.

TragediaLa pérdida de seres queridos, los amigos.

Lloré cuando lo de orlando, cuando el secues-tro de mi hijo, lloré de felicidad cuando pude acariciar y ver el sol que en el tiempo del cau-tiverio sólo lo vi dos veces. Ver una manga. Cuando Isaza me dijo que acariciara la libertad fue un momento feliz y también lloré.

LuzAcariciar el cielo, los rayos del sol, la luna,

las estrellas, el mar, los espacios infinitos que no se pueden ver porque la selva es muy tupi-da. También me significa libertad. una de las cosas que quería hacer, era sentarme a la orilla del mar y no ver ni un árbol, ver el cielo en toda su plenitud, al infinito.

OscuridadLo que viví durante casi nueve años, durante

mi secuestro.

AlgunAs otrAs definicionesHumanoLa comprensión, porque comprender es perdonar y si uno comprende y perdona eso humaniza a la otra persona.

InteligenciaCapacidad de adaptarse. Eso es muy impor-tante en medio de la adversidad. Ahí es donde sale a resurgir esa condición de la inteligencia.

Día y nocheEl día es tedio y rutina en la selva. Para mí el día era una rutina. La noche, descanso y momentos de reflexión.

PesadillaNo estar con mi familia en los años del se-cuestro. La pesadilla más grande allá fue el secuestro de Juan Carlos, mi hijo.

Versosrecuerdos, volver a la tierra de los recuerdos.

SubsistenciaVida. otro tesoro como la aguja.

La mayor sorpresa de Óscar Tulio Lizcano durante su secuestro fue la propuesta de fugarse, de Isaza.Fotos/Christian Gonzalo Castillo – Colprensa/Papel Salmón

El libro Años de silencio es el texto que escribió Óscar Tulio Lizcano como testimonio de la guerra que vive el país.

ñ

Page 5: PAPEL SALMON

6enero 17 de 2010

LIBROS

PS

ComunicaciónDiálogo, entender, una cosa necesa-

ria. Allá no hay comunicación, solo hay órdenes de ir al baño, a dormir, no ha-blar tan duro. Allá no existe el diálogo.

ConversaciónConversación es igual a negación,

es algo que se daba muy pocas veces, porque sólo lo pueden hacer los co-mandantes ya que a un guerrillero lo sancionan. Sí pude sostener conversa-ciones prolongadas con el comandan-te del frente, Rubín Morro, pero sólo unas cinco veces que me encontré con él. Fue algo que siempre anhelé y me era muy escaso.

PánicoEl tábano y la muerte, porque allá

uno adquiere más valor para sufrir que para morir. Se desarrolla una cultura sobre la muerte. (Pausa) La verdad es que le tenía y le sigo teniendo pánico a la soledad, quedé con ese trauma. Tengo dos maneras de romperla en la libertad, leyendo o hablando con la gente. Siento pánico cuando despierto y me encuentro solo, me entran mo-mentos de depresión y angustia como cuando estaba secuestrado, y busco a alguien. Cuando salgo a buscar el pe-riódico de la mañana o dialogo con alguien me vuelvo a equilibrar emocio-

“Con la falta de la palabra también perdí el contacto humano”

VidaLucha por sobrevivir, tenacidad, allá

la vida es fuerza. (Pausa). Estando en libertad, le pregunté a algunos de los secuestrados que estuvieron más mal si a ellos se les pasó por la mente sui-cidarse y me respondieron que nunca. Inclusive cuando se me paralizó medio cuerpo por el paludismo cerebral, le pedía a Dios, “de la rebajota, déjeme paralizado, pero blíndeme la mente, quiero estar lúcido, sobrevivir, ver a mi familia, a Marta, acariciar la libertad”. Uno se apega mucho a la vida. Cuando la gente me dice que soy muy macho por resistir el secuestro, contesto que no, que el más cobarde de los cobardes sobrevive a una cosa de estas, no se deja morir. Nadie se quiere morir allá, quiere vivir y salir con vida.

AlimentoDios y los mensajes que me llegaban

de mi Barquerita. Qué tal que no hu-biera tenido un radio que es otro teso-ro. Me dicen varios que salieron, que quienes están todavía como Moncayo y Mendieta no tienen radio. No puedo concebir una persona secuestrada sin ese aparatico. Es tan terrible no tenerlo que es lo primero que los guerrilleros le entregan a un secuestrado junto con las botas y los implementos de aseo, o un cuaderno y un lápiz.

GuerraCrimen. Es el crimen disfrazado

para mí.

HumillaciónDesprecio. Sentí el desprecio como

una humillación. Allá no lo hacen sen-tir a uno como una persona sino como una cosa. No le dicen ni buenos días, ni buenas noches, ni le preguntan cómo amaneció.

TraiciónNo los puedo llamar traidores, porque

hay traición cuando existen unas bases mínimas de amistad. No la tuve, porque no estuve en medio de amigos o de per-sonas que hicieran que la sintiera.

ArrepentimientoLa política porque eso fue el motivo

de mi secuestro. Haberle robado mu-cho tiempo a mi familia por dedicarlo a la política. Ahora tengo la sed insacia-ble de estar con ella.

PerdónComprensión. Comprendí mucho la

situación de ellos allá y los perdono. No tener odios, porque seguir con odio es continuar encadenado a la selva. Al contrario donde les pueda ayudar lo hago, como lo hice con Isaza. No soy un hombre de odios.

PrioridadSobrevivir. No había más. Uno no se

apega a esperanzas terrenales. Nunca me preocupé si Marta salía del aparta-mento o de algún bien, sólo de que es-tuvieran bien. Allá no se le pasa a uno por la cabeza aferrarse a cosas terre-nales. Es más, cuando secuestraron a Juan Carlos le enviaba mensajes con la mente a Marta de que vendiera lo que fuera con tal de salvarlo.

AlegríaLibertad y estar con la familia. Los

momentos más alegres fueron encon-trar la palabra y la liberación de Juan Carlos. También, en el tercer día de mi libertad al ver a Isaza parado vein-te metros más adelante, en momen-tos en que yo estaba entregado, no era capaz de seguir, se rió y me dijo “viejo párese y acaricie la libertad”. Al hacerlo, vi el sol, un potrero, unas vacas, un caballo, la libertad y le dije amigos para siempre y sigue siendo mi amigo.

Luego de casi dos horas, entre pa-labras, silencio y nerviosismo, Óscar Tulio Lizcano terminó de darle signifi-cado a estos conceptos. Quedaron mu-chos por definir y tal vez lo hizo esa noche en su mente

ñ

En muchos momentos, recordar para Óscar Tulio Lizcano es difícil y tormentoso.

Óscar Tulio Lizcano en ocasiones daba inmediatamente la definición de algunos de los conceptos y en otras, se tomaba su tiempo para meditar, durante la entrevista que le hizo Papel Salmón.Fotos/Christian Gonzalo Castillo – Colprensa/Papel Salmón

nalmente. Aislarme era antes para mí un espacio de tranquilidad. Ahora no soy capaz. Busco a Marta donde esté, la llamo. Ya no puedo soportar un mi-nuto de soledad.

PérdidaLa muerte de Orlando. No tuve pér-

didas afectivas porque no tuve nunca una compañía. (Pensativo) La palabra, me costó mucho recuperarla. Paradóji-camente fui uno de los fundadores del Encuentro de la Palabra en Riosucio (Caldas) y tuve que someterme al des-precio, a la burla de ellos que creían que estaba loco cuando empecé a cla-var palos y a darles clase. En ese mo-mento sentí la palabra muy pesada, sa-bía que la había perdido, que hablaba y me sentía raro, nervioso. En esa prime-ra clase, pensaron que me estaba ha-ciendo el loco. En la segunda tuve que inventarme una sobre Bolívar para que vieran que no lo estaba. Esos momen-tos fueron felices por haber recupera-do la palabra. Antes me sentía como un zombi, no me bañaba en dos o tres días, no pedía prestado el cortaúñas para arreglármelas. Luego recuperé mi identidad, empezó mi autoestima, ya me bañaba, sentí fuerzas para sobrevi-vir, hablaba.

Muerte¿Allá? El fin de mi tragedia. Aquí

suena raro, pero es la libertad.

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7enero 17 de 2010

HISTORIA

PS

Como me lo contó Hernán Mar-tínez así les cuento esta histo-ria, haciendo claridad que a

mi amigo se la narró su padre Agustín según lo dijo el abuelo Alejandro. Hay que tener en cuenta que Agustín fue un caporal que trilló los caminos en-tre Salamina y Sonsón, y Alejandro fue un arriero, aventurero y buscapleitos que se enroló en las tropas radicales del general Alzate, cuando hubo nece-sidad de bajarle los humos al general Marulanda.

Así empieza el relatoA los Álvarez de San Félix no les fal-

taron razones para sentir ojeriza con-tra los curas. Aunque iban a misa, le huían a las sotanas y decían que no necesitaban intermediarios para comu-nicarse con Dios, al que sentían en la inmensidad del bosque, en la espuma de los arroyos y entre las espigas y las mazorcas de los maizales.

Esos Álvarez que no pagaban diez-mos ni se acercaban al confesionario, ayudaban a los vecinos en las cose-chas, partían la carne de sus lechones con las viudas necesitadas y celebra-ban alborozados las medidas que el go-bierno radical de Rengifo imponía a los eclesiásticos a quienes quitó el control de los cementerios y el manejo de las escuelas.

Los católicos paisas no aguantaron tal acoso y se levantaron en armas el 25 de enero de 1879. Se combatió en Manizales y en Neira, y Cosme Maru-landa con la gente de Plancitos se apo-

CoSME MARuLANDA

Les tocó confesado y de

buen genioUn relato con dos hermanos Álvarez, de los de San Félix. No se sabe cómo cayeron en poder de las tropas conservadoras de Cosme Marulanda. Éste, prime-ro ordenó que fueran al paredón por espías, pero luego se arre-pintió. Godos y camanduleros.Alfredo Cardona Tobón* - Papel Salmón

deró de Salamina. El gobierno envió varios batallones a someter al general Marulanda, quien dejó atrás ese pobla-do y siguió al norte de Antioquia donde lo derrotaron en Santa Rosa de osos en cruento combate. Marulanda retro-cedió con lo que le quedaba de tropa y con refuerzos de Abejorral y Sonsón sorprendió a la guarnición de Aguadas, se apoderó de armas y pertrechos y re-tomó a Salamina.

Los espías de San FélixNo se sabe cómo cayeron los dos

hermanos Álvarez en poder de las tro-pas conservadoras de Cosme Marulan-da. Todo hace presumir que los sanfi-leños se unieron a la tropa pacoreña de Fermín Gaviria y se regalaron, o los mandaron a espiar las tropas revolu-cionarias.

Dice Martínez, aunque no hay cróni-ca que lo avale, que uno de los Álvarez iba armado con una escopeta de fisto y el otro, el más morenito, llevaba una peinilla de 24 pulgadas, de esas que se amarraban los marmateños en la mu-ñeca y que utilizaban los labriegos para desbrozar monte.

Dos días antes, los inexpertos joven-zuelos, metidos a militares, se despi-dieron de Don Ramón y de Ña Domitila y aún les quedaba, parte del comiso que su madre en medio de llantos y bendi-ciones les envolvió en una jíquera.

Los muchachos salieron confiados como si fueran a cacería de guaguas o guatines, ignorando que la gente de Ma-rulanda no cerraba los ojos y se mante-nía al acecho por quiebras y hondona-das. Los Álvarez esquivaron el camino real y por una trocha se acercaron a Salamina donde fueron sorprendidos por una avanzada conservadora.

Cosme Marulanda no perdonaba a mentirosos, ni a desertores ni a es-

pías. Eso sí lo sabían los Álvarez. Por eso cuando cayeron en manos de los católicos supieron que hasta ahí ha-bían llegado, que su vida no valía un pucho y que la alternativa no era otra que encomendarse a Dios y esperar el plomazo.

La hora nonaLos hermanos Álvarez quisieron ha-

cer creer a los captores que eran labrie-gos que iban de paso y se extraviaron en el camino, pero estaban fichados: eran hijos de Don Ramón, ese ateo y ‘comecuras’ que le hacía juego a los caucanos y a los radicales.

Marulanda ordenó que irían al pa-redón por espías y auxiliadores de los nefandos enemigos de la causa de los buenos. Mi amigo Hernán no tiene clara la fecha de los acontecimientos. Según

su abuelo Alejandro sería por el mes de marzo de 1879. Yo me atrevo a suponer que sería entre el 19 y 20 de ese mes, cuando los nervios estaban de punta, pues tanto liberales como conservado-res se alistaban para el encuentro que ensangrentó a Salamina.

El fusilamiento de los Álvarez debía ejecutarse en un amanecer nublado, lo supongo, también, pues una alborada con sol no rima con semejante espec-táculo. Los hermanos no clamaron clemencia, ni solicitaron el acompa-ñamiento de un sacerdote, pues eran radicales estoicos que no temían a la muerte.

Como es costumbre, el jefe del pelo-tón les concedió un último deseo: qui-zás una carta dirigida a Ña Domitila o una misiva a la mujer amada. Lo que solicitaron los Álvarez fue el resto del fiambre que llevaban en la jíquera, que como caso raro los captores no habían revisado, pues según dijeron, no que-rían morir con hambre.

Los prisioneros desenvolvieron las estacas de maíz, los trozos de panela y unos pedazos de queso y empezaron a comer con lentitud, muy despacio, sin afán, como disfrutando con el comiso los últimos minutos de sus vidas.

Cosme observaba a corta distancia. Miró el escapulario en sus pechos y entonces no vio enemigos sino unos mozalbetes vigorosos, como los hijos de los campesinos que le ayudaron a tumbar monte en El Cedral.

¡Yo no soy capaz de matar a estos be-rracos!, dijo muy quedo.

Eso de matar a sangre fría es cosa de los liberales- Le remachó su concien-cia.

Agradezcan que me cogieron de buen genio y confesado- dijo a los reos.

¡Suelten a esos vergajos!- ordenó al pelotón

- Lárguense antes de que me arre-pienta- y que no los vuelva a coger porque ahí los ahorco y los fusilo por bandidos.

Los Álvarez se internaron en el mon-te y no pararon hasta llegar a su casa, donde Don Ramón y Ña Domitila los daban por muertos.

Contaba Don Agustín, el papá de mi amigo Hernán, que de todas maneras a los Álvarez los perjudicó Don Cosme Marulanda, pues desde ese entonces todos ellos, incluyendo a Ña Domitila, se volvieron godos y camanduleros

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El perdón de Cosme Marulanda volvió a los Álvarez godos y camanduleros.Foto/Cortesía Alfredo Cardona/Papel Salmón.

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8enero 17 de 2010

Director: Nicolás Restrepo EscobarEditora: Gloria Luz Ángel EcheverriDiseño: Virgilio López ArceCircula con LA PATRIA todos los domingosCra 20 No.46-35. Tel 878 1700Impresión: Editorial LA PATRIA S.AE-mail: [email protected]: Oscar Tulio LizcanoFoto/Christian Gonzalo Castillo - Colprensa/Papel Salmón

8enero 17 de 2010

PUBLICACIONES

Luis E. García* - Papel Salmón

P R E C I S I Ó N C O N C E P T U A L

H e c h o s y l ó g i c aen estantería

convocatoria

En años pasados escuchábamos a un senador de figura pétrea que le importaba un bledo la nación con tal de desprestigiar a Uri-be y sus propuestas; era tanta la mala fe que veía en él, que más bien proyectaba la propia; parecía una extraña criatura, con más hiel que oxígeno en sus glóbulos rojos; conservaba un SILENCIO (¿digno, lánguido, indiferente, permisivo, complaciente, cómplice? vaya uno a saber) ante las atrocidades de los guerrilleros, pero vivía obsesionado en denunciar todo lo que estuviera untado de au-todefensas. Calumnió en el Congreso al presidente (abril de 2007), éste lo desmintió y lo dejó como un SICOFANTA: el calumniador que con engaños y artificios intenta lograr sus propósitos. Con otros miembros de su partido ejercían una oposición personalista, arrogante, casi patológica, y siendo tan conspicuos y locuaces, no se unían al clamor nacional contra el abominable e infame crimen del secuestro. A este personaje, un tipo sagaz e inteligente, no le daba vergüenza emplear todo tipo de falacias en sus argumentos (para muestra: “Uribe autorizó las Convivir, Mancuso dirigió una de ellas, Mancuso es paramilitar, por tanto, Uribe es paramilitar”). Ese era un tal Petro, de quien hablamos.

Ahora aparece ante los medios alguien idéntico, pero hablando en un tono suave, razonable, condescendiente, amigable, abierto, con sangre patriótica en las venas, proponiendo un ACUERDO DE-MOCRÁTICO como plataforma para las próximas elecciones, que así no sepamos en qué consiste, suena bien. Insiste en ser un hom-bre de izquierda y de compromiso social, pero con tantos y tan diferentes izquierdismos y socialismos, bien haría en precisarnos los suyos, porque una cosa es construir un socialismo en países boyantes, como en los petroleros, y otra muy diferente donde más de la mitad de los habitantes apenas sobreviven. Esperamos tam-bién del nuevo Petro autenticidad, y que se defina respecto a sus amigos izquierdosos, no sea que estemos frente a una petropiel de oveja con un para-Chávez adentro.

Porque el país reclama de éste y demás candidatos presidencia-les no maquillajes electoreros, diatribas contra el actual gobier-no y propuestas simplistas, sino PROYECTOS POLÍTICOS CON-SISTENTES, o sea, basados en una visión sistémica del país, en hechos comprobados, supuestos correctos y objetivos realistas, a ver si realmente ofrecen una alternativa de progreso que justifique cambiar el actual rumbo político de la nación.

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Arte internacionalSeguros Bolívar lanza su libro anual en unión

con Villegas Editores. Esta vez trae la colección de obras del Banco de la República, con textos de Beatriz González Aran-da, maestra en Bellas Artes de la Universidad de Los Andes. Una selección sig-nificativa de esta colección, junto a la amplia muestra de arte colombiano y la do-nación de Fernando Botero, es la que este libro, por pri-mera vez, entrega a los lectores para su reco-nocimiento. Cada obra tiene su ficha técnica y la fecha en que hizo su ingreso a la colección. Además, al final se encuentran las biografías de los artistas. Es una mirada al mundo del arte nacional e internacional.

GONZÁLEZ ARANDA, Beatriz. Arte internacio-nal. Colección del Banco de la República. Villegas Editores. Bogotá. 2009. Pp. 239.

Bogotá para niños

Bogotá para niños es una guía escrita por Claudia Rueda donde el lector puede encontrar los planes más entretenidos para que los niños disfruten, en familia o con amigos, la ciudad y sus alrededores. Hay de todo: deporte para realizar bajo techo o al aire libre, pa-seos fuera de Bogotá, si-tios de espectáculos y tea-tro, parques naturales y de diversiones, museos, lugares cercanos para comer y para hacer compras. En fin, un mon-tón de opciones que no los dejarán aburrirse ni un minuto.

RUEDA, Claudia. Bogotá para niños. Editorial Planeta. Bogotá. 2009. Pp. 136 $24.900.

La cacería de El mexicanoEste libro reconstruye tras 20 años de su

muerte la historia sanguinaria y extravagan-te con base en testimonios de primera mano. Se cuentan detalles sobre cómo en los últimos años los guaqueros invadieron sus propiedades- algunos incluso financiados por el gobierno- para buscar las riquezas que sepultó en sus mansiones y haciendas, y se ofrecen los más recientes indicios sobre el destino de su fortuna y su participa-ción en los crímenes más atroces de nuestra historia, cuyos casos permanecen abierto, ta-les como los asesinatos de Galán y Lara Boni-lla, el avión de Avianca y muchos más.

CORTÉS, Fernando. La cacería de El mexicano. Intermedio editores. Bogotá. 2009. Pp. 384. $39.900.

NovelaEl Grupo Editorial Norma y Proartes convo-

can al Premio Hispanoamericano de Novela La otra orilla en el que podrán participar los escri-tores mayores de 18 años. Las obras, escritas en castellano, deben tener una extensión míni-ma de 180 páginas, que se enviarán antes del 3 de mayo de 2010 a la sede Editorial Norma en

Bogotá, Avenida Eldorado No. 90-10. El jura-do está compuesto por Santiago Roncagliolo (Perú), Mario Mendoza (Colombia) y Pere Su-reda (España). Informes con María del Pilar Londoño al teléfono 4106355 ext. 12169, en Bogotá, o al correo electrónico [email protected]

Las guerras de “Doblecero”Esta es la historia de un hombre que ter-

minó enmarañado por una vorágine de terror y muerte. La vida de Do-blecero es un reflejo no so-lamente de la guerra sucia de Colombia, sino del pen-samiento “purgante” que ha inspirado y justificado tanta violencia. Este testimonio es único por varias razones: porque se trata de una exclu-siva del fallecido comandan-te alias Rodrigo Doblecero, el fundador del sangriento grupo paramilitar Blo-que Metro que operó vinculado a las Autodefen-sas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) de Carlos Castaño entre 1997 y 2003.

CIVICO, Aldo. Las guerras de “Doblecero”. Intermedio editores. Bogotá. 2009. Pp. 280. $39.000.

¿Eres tú, Petro?