para adrián, nimphie knox

8/6/2019 Para Adrin, Nimphie Knox

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PARA ADRIN

Nimphie Knox


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Adrin, mi amor, te acords cmo era nuestro departamento cuando recin

nos mudamos? Ni cama de dos plazas tenamos. Tuvimos que juntar nuestras

tristes camas de hombres solteros y llenar el hueco con almohadones. Me

acuerdo y me da tanta risa, tanta nostalgia. Qu jvenes ramos. Y no nos

importaba no tener cama de matrimonio. No necesitbamos que ninguna cama

nos confirmara que ramos una pareja. Nos acostbamos tarde, mirbamos

tele o hacamos el amor. Y por la maana nos despertaba el sol, quemndonos

los prpados y hacindonos cosquillas en el cuello. Yo siempre me despertaba

primero y me quedaba mirndote. Nunca te lo dije. Dormas con la boca un

poquito abierta, con el ceo relajado. Y cuando te empezabas a despertar,

fruncas las cejas, cerrabas la boca y comenzabas a abrir los ojos.

Tenamos veintin aos. Yo nunca te lo dije pero te acords de Juan y

Noelia, esos compaeros nuestros de la facultad que tambin se fueron a vivir

juntos ese ao? No te lo cont, porque saba que te ibas a poner triste: hicieron

una apuesta para ver cunto tiempo durbamos. Pensaban que ellos, por ser

heterosexuales y tener el apoyo de la sociedad y la religin, eran inmunes a las

rupturas, a las diferencias, a las peleas. Y que nosotros, porque ramos dos

gays, dos maricas, dos putos, no podramos estar juntos. Te acords, mi

amor? Te acords de que a los seis meses se separaron? Y nosotros ya

llevamos diez aos juntos!

No tenamos heladera. Qu mal lo pasamos ese verano. Tomarnos una

bebida fra era como arrodillarse en el oasis de un desierto y meter la cabeza

en el agua. Otra cosa que no te dije (no importa, te lo digo ahora en esta carta,

vos sabs que yo no soporto que sufras): Juan y Noelia se burlaban de quefuramos tan pobres. Noelia tena plata. Juan no s, supongo que no le iba

mal. Pero viste, Adrin? La plata tampoco puede comprar el amor. Y nosotros

solo necesitbamos una heladera No nos fuimos de vacaciones y

compramos una baratita, usada, en MercadoLibre. Y fuimos felices. Y esa

noche me acuerdo de que la luna estaba llena como una bola de helado de

crema y yo pensaba que si alargaba el brazo hacia ella podra alcanzarla para

darle un mordisco.


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Esa maana, cuando salimos, vimos que haban plantado un pino justo

debajo de nuestro balcn. No nos preocupamos. Mi amor, ahora sentado ac,

en ese balcn que es este balcn, lo veo. Este pino que creci tanto desde esa

maana en que lo dejaron junto a nosotros me hace compaa mientras te

escribo esta carta. Me gusta pensar que es nuestro amigo, que nos mira

mientras dormimos y que si no se aburri durante estos diez aos fue porque

nos tuvo a nosotros para evadir su soledad: dos maricas enamorados

cocinando mejunjes en la cocina, recitando de memoria los pasajes de El

capital (ya debe odiar a Marx este pobre pino!), aguantndonos el sueo

mientras nos turnbamos para teclear los parciales en nuestra nica y vieja

computadora. Ay, Adrin, si este pino hablara! Esta tarde hay viento, y veo su

copa mecerse suavemente. Dos hojas pinchudas se le vuelan y caen sobre el

teclado de mi netbook. Supongo que esa es su forma de expresarse, de

agradecerme que le haga un lugarcito en esta carta tan importante. A vos qu

te parece?

Nuestro departamento pareca una feria de las pulgas. Tenamos una

mesita plegable, un par de banquitos. Compramos platos en un bazar de todo

por dos pesos. Platos y vasos de plstico, porque los de porcelana y cermica

eran muy caros y la comida sera la misma en donde fuera que la comiramos.

Cmo nos doli la sartn, te acords? Qu cara fue para nuestros bolsillos de

estudiantes de Historia y trabajadores precarizados. Pero lo vali, porque

cuando cobramos el sueldo hiciste unas tremendas milanesas con papas fritas

que me sabieron a gloria, a paraso, a que no importaba que no tuviramos un

mango, que tuvisemos que ir a la facultad en bicicleta aun cuando lloviese,

que no pudiramos irnos de vacaciones, que no tuviramos televisin por

cable. Nos tenamos el uno al otro y eso nos haca luchar, seguir adelante.Pasamos fro en invierno. Y el nico calor nos lo dbamos nosotros,

nuestros propios cuerpos, nuestro aliento, el sudor que se nos escapaba de los

poros cuando hacamos el amor, cuando nos abrazbamos como si nuestra

pequea habitacin tuviera paredes de hielo. Pero en nuestra cama haba

fuego y gracias a eso no nos enfermamos. Qu bueno! Y qu caros nos

habran salido los medicamentos

Los vecinos no decan nada, pero creo que lo sospechaban. Ahora ya todoslo saben, supongo. Dos tipos viviendo juntos por diez aos! Si no son gays


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Sera mentir decir que no suframos las carencias. Sufrimos, s, sufrimos

mucho. Me acuerdo cuando tenamos que recorrer el barrio buscando precios

baratos, o cuando tenamos que compartir un abrigo, o comprar champ en

sobrecitos porque no nos alcanzaba la plata para comprar un frasco entero. O

cursar las mismas materias para ahorrar en apuntes. O comer porqueras:

arroz con porotos, porotos con arroz, polenta, lentejas, fideos con aceite y sal.

Sufrimos, pero nuestro amor pudo ms porque no necesitaba dinero para

alimentarse. Se alimentaba con cada beso, cada caricia, cada mirada. Adrin,

mi amor, tuviste miedo alguna vez? Te imaginabas que pasaran diez aos y

estaramos ac y que si elegimos comprar este departamento tan chico fue

porque le tenemos demasiado cario e irnos sera como dejar atrs un pedazo

de nuestra alma?

Yo tuve miedo, porque varias veces me llam mi pap para pedirme que

volviera a casa. Que no poda seguir llevando esa vida de indigente. As dijo

vida de indigente. Y yo le contest que no llevaba ninguna vida de indigente,

que pasbamos necesidades pero tenamos un techo, trabajo y estbamos

estudiando. Y que si pasbamos necesidades y no deseaba que yo sufriera

tanto como l deca, que nos comprara una heladera, una cama, una estufa

para pasar el invierno porque nuestro dormitorio era muy fro. Que de esa

manera me hara un bien, no llamndome para chantajearme y usar mi

supuesta felicidad como una excusa. Porque l jams pudo comprender que mi

felicidad eras, y segus siendo, solo vos. Y tuve miedo porque s que a vos

tambin te llamaba tu familia. A veces sonaba el telfono y cortaban cuando

atenda yo. Nos cost hablar de eso, mi amor, porque todava ramos muy

jvenes y el miedo nos ganaba.

Te acords de la fiesta de inauguracin? Al principio no queramos hacerlaporque no tenamos plata para comprar ni una cerveza. Pero los chicos del

partido hicieron una vaquita y compraron birra, pizza, papas fritas y man.

ramos como quince en este departamentito minsculo. Y el pino chiquitito,

que en este momento me mira y mide ms de quince metros, habr escuchado

la msica y se habr aprendido las letras de Soda, Charly, Calamaro. Si este

pino pudiera cantar, qu penss que cantara?

Hace calor, hace calor, estaba esperando que cantes mi cancin y queabras esa botella y brindemos por ella, y hagamos el amor en el balcn.


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Nos tocaron la puerta los vecinos porque hacamos mucho ruido. S,

disculpe, seora, vamos a bajar la msica, disculpe seor, vamos a dejar de

gritar. Cuando cerramos la puerta nos empezamos a morir de la risa. Era la

primera vez que nos pasaba! Nunca nos haban dicho nada cuando oan

nuestras noches fogosas, y estoy seguro de que escuchaban. Era (y es)

inevitable.

A los dos aos pudimos comprar nuestra cama de dos plazas y su

respectivo colchn. Y cuando llegamos, cansados de tanto recorrer la ciudad y

solo queramos tirarnos ah y dormir, nos dimos cuenta de que no tenamos

sbanas de dos plazas. Te acords? Los del flete no dijeron nada, dejaron las

cosas en su lugar sin pronunciar palabra. Cuntas camas les habrn vendido a

parejas homosexuales! Estaran acostumbrados. Esa noche contemplamos

nuestra nueva adquisicin, nuestro tesoro, y vimos que algo le faltaba. Nos

miramos y nos empezamos a matar de la risa. En silencio, con el pecho

repleto de carcajadas, buscamos las sbanas viejas y las unimos con alfileres

de gancho. Estbamos cansados, pero le dimos un buen estreno, no poda ser

de otra forma.

Adrin, te quiero contar algo, espero que no te enojes, porque ya pasaron

ocho aos. Tiene que ver con nuestras primeras sbanas de dos plazas, esas

que te dije que haba comprado con la plata que me haba ganado en una

raspadita. Te ment. Esas sbanas fueron un regalo de tu abuela. Supongo que

habl con el portero del edificio y l le cont que nos habamos comprado una

cama

Lleg una maana, cuando vos ya te habas ido a la facultad y yo estaba

ac, estudiando para un parcial. Me asust, pens que vena a gritarme, a

insultarme. Vos me habas contado que te haba dicho cosas muy feas y que nimovi un dedo para evitar que te fueras de tu casa. Esa era la primera vez que

la vea. Estaba vestida con una blusa azul y una pollera larga, muy elegante.

Tena el pelo rubio muy peinado y me mir seria, desafiante. Me pregunt por

vos y le dije que no estabas. Pens que le menta y la invit a pasar. Se neg.

Y me dijo les traje un regalo, espero que les sirva. Yo me di cuenta de que

quera pedirte perdn, que esa era su forma de disculparse de la forma en que

te haba tratado. As que acept el regalo. Y si te ment fue porque yo saba loorgulloso que eras y de verdad necesitbamos esas sbanas. No sabs las


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veces que me pinch el culo cuando los alfileres se salan. Tu abuela abri la

boca y quiso decir algo, pero se call.

Mi amor, tu abuela me acaba de llamar por telfono. Est internada porque

le volvi el cncer. Eso era lo que no me haba dicho aquella vez. Por orgullo.

Adrin, and a verla, ella quiere verte. Por favor. Est internada en el Hospital

Alemn, pregunt en la recepcin porque ella no se acordaba en qu

habitacin est. Me dijo que estaba llamando a escondidas de tu pap, con el

celular que le prest una enfermera. Te quiere ver, te extraa, te quiere pedir

perdn. Dale, ya pasaron diez aos.

Mi amor, vos ya te diste cuenta de que todos nuestros amigos estn

casados. S, s lo que me vas a decir. Que nosotros llevamos mucho ms

tiempo juntos. Y es verdad. Pero, mir Adrin, te voy a contar algo que le pas

a Laura, la chica que limpia mi despacho: su marido no la pudo afiliar en la obra

social porque no estn casados y ella ahora est embarazada. Yo le pregunt

y por qu no te casaste? Me dio un sermoncito feminista y yo qu s, ya

sabs bien que cuando uno es joven cree que puede cambiar el mundo.

Bueno, yo lo sigo creyendo, eh. Y s que vos tambin. El mundo se cambia

haciendo quilombo, si lo sabremos bien nosotros dos, que cuando tomamos la

facultad compartimos un colchoncito piojoso en la 108 y los pibes del partido se

rean al vernos dormir ah, junto a la tarima del profesor, bien juntitos y

abrazados

Adrin, qu nos falta? Amor tenemos de sobra y yo pensaba que en diez

aos la pasin se entibiara y sin embargo puteo, grito y toco bocina como loco

cuando salgo tarde del laburo y hay alguna manifestacin que me impide llegar

a nuestra cama y a tus brazos. Ahora podemos darnos el lujo de tomar bebida

gaseosa de primera marca, pedir pizza cuando no queremos cocinar, tenemosun televisor con ochenta y nueve canales, y cuando vemos un libro que nos

gusta, entramos y lo compramos. La bicis las usamos para salir a pasear

porque tenemos un auto que aunque lo hayamos comprado usado, nunca nos

dej tirados. Tenemos calefaccin para pasar el invierno y una gata que nos

hace compaa y se mete en nuestra cama cuando se pone mimosa. Podemos

irnos de vacaciones e invitar a nuestros amigos a cenar

Mi amor, ya sabs que yo no soy un buen orador. Esa cualidad es tuya, solotuya. Por algo eras el dirigente del partido y siempre en las asambleas te


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aplaudan de pie. Adrin, cuando leas esta carta ya voy a estar en el

aeropuerto. No, no me voy a olvidar de traerte alfajores de fruta, te lo prometo.

Esta noche vas a dormir solo con Lupe y mientras le acaricies el lomo quiero

que pienses en esto: quiero que nos casemos.

Pensalo, y cuando vuelva el lunes me das una respuesta. Esto es diferente,

no te parece? Porque nosotros ya nos amamos y este paso es solo una

formalidad. Ac no hay ningn prncipe azul arrodillado con un diamante en la

mano. Si te queds sin laburo, quiero poder afiliarte a mi obra social. Quiero

que mi documento deje de decir soltero y que el tuyo tambin, porque no

estamos solteros.

A vos qu te parece, mi amor?

Te quers casar conmigo?

Elas

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