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CEB CONTINENTAL R E V I S T A Número especial – Enero 20013: Artículos y Testimonios Publicación periódica de las Comunidades Eclesiales de Base del Continente Americano

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Revista ceb enero 2013

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CEB CONTINENTALR E V I S T A

Número especial – Enero 20013:

Artículos y Testimonios

Publicación periódica de las Comunidades Eclesiales de Base del Continente Americano

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Contenido REVISTA CEB

PRESENTACIÓN INTRODUCCIÓN PROCLAMA DEL ENCUENTRO. ARTICULOS:

1. Significado de la celebración del Encuentro en Centroamérica. – María Elena Sanabria

2. Una radiografía de los participantes – Socorro Martínez Maqueo, rscj 3. La inseguridad, rasgo esencial de la migración. - P. Ismael Moreno, S.J. 4. Las CEBs: Paradigma de la inculturación al de la interculturalidad. - Fr. Jit Manuel

Castillo 5. Somos comunidad porque Dios es comunidad. Metáforas para un modelo eclesial

comunitario y en equidad. – Aleyda Gómez 6. Jóvenes CEBs a nivel continental. - Natalie Parra Coloma 7. El ministerio de los profesionales en las CEBs. - Ana Laura Vulcano 8. El ministerio sacerdotal en las CEBs.- P. Juan Carlos Palacios 9. ¡Ecología en las CEBs, CEBs en la ecología! - Liz Maria da Silva Marques 10. El oficio divino en las CEBs de Brasil. - Mercedes de Budallés Diez 11. Articulación continental de las CEBs. – P. Benedito Ferraro 12. Las CEBs: la mejor síntesis entre el Vaticano II y la Teología latinoamericana de la

liberación. - Sergio Ricardo Coutinho 13. Amenazas y formas de diluir las CEBs. – P. José Marins y Teolide Trevisan

TESTIMONIOS:

1. Venidos para bien, para tramar el Reino de Dios. Edwin Miguel López González – El Salvador.

2. Trabajando por y con el mismo sentir. Fany Mercedes Feliz - República Dominicana.

3. Luchar juntos por la justicia y la paz. Hno. Francisco Ixtapa – Guatemala.

4. Evangelio Vivo. Gustavo Ramos García – El Salvador.

5. A ejemplo de las primeras Comunidades Cristianas. Hna. Lidia Mendoza Pérez - Bolivia.

6. Gotitas del Reino. Iturbide González – Panamá.

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7. La acción profética de las comunidades ha construido su identidad. Hna. Leonízia Izabel da Silva – Brasil.

A atuação profética das comunidades tem sua identidade construída. Hna. Leonízia Izabel da Silva – Brasil.

8. Las CEBs son expresión del proyecto comunitario de Jesús. Izalene Tiener – Brasil

As CEBs são expressão do projeto comunitário de Jesus. Izalene Tiene – Brasil.

9. Un grito de Fe y Esperanza. José Rafael Alarcón – Venezuela.

10. Compartiendo con alegría lo vivido. Kora Martínez – Nicaragua.

11. “Iglesia” en primera persona. P. Mario Gazzola – Uruguay.

12. Todo el apoyo de un continente. Melecio Figueroa – México.

13. Capacidad de sanar los dolores del pueblo. Myrian Oyarzun – Uruguay.

14. La comunidad ha sido fundante en mi forma de ver el mundo. Natalie Parra Coloma – Chile.

15. Las CEBs de Haití, están presentes en América. Hna. Neuza Maria Lovis, ICM – Haití.

As CEB no Haiti estão presente na América. Irmã Neuza Maria Lovis, ICM – Haití.

16. Han sobrevivido con valentía. María Eugenia Morales – Colombia.

17. Poder construir un mundo más inclusivo. Nicolás Valente – Argentina.

18. “Las CEBs no mueren, cada día resucitan”. María Olimpia Lara - Honduras.

19. CEBs, Savia nueva para la Iglesia. P. Héctor Donoso Lecaros - Chile

20. De fuentes o manantiales a ríos a mares. Estela Padilla – Filipinas.

From SPRINGS to RIVERS to SEAS. Estela Padilla. Philippines.

21. Un movimiento del Espíritu encarnado en la realidad de hoy. Jenny Carolina Wilder. – Estados Unidos. Pertenece a la Iglesia “United Church of Christ”.

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Presentación

Esta publicación está dedicada a compartir y difundir diversas reflexiones en relación al IX Encuentro Latinoamericano y Caribeño de CEBs, celebrado en San Pedro Sula, Honduras, del 16 al 21 de junio de 2012, no sólo a las comunidades del Continente, sino también a la Iglesia y sociedad en general. Las CEBs, desde 1980, realizan cada cuatro años encuentros a nivel latinoamericano y caribeño, con el fin de percibir el proceso continental, profundizar sobre aspectos de su misión, compartir y celebrar la vida, así como para asumir compromisos concretos derivados de la lectura de la realidad y de los procesos de las CEBs. Participan las delegaciones de cada país, conformadas por laicos y laicas, religiosas y religiosos, presbíteros y obispos. Además, invitados de otras iglesias y continentes. Este IX Encuentro de CEBs, es el primero que se realiza en la región Centroamericana y el trabajo estuvo orientado a: Compartir, evaluar, proyectar y celebrar el proceso de relanzamiento de las Comunidades Eclesiales de Base en el continente para continuar sembrando semillas y frutos de nueva sociedad e iglesia, como signos del Reino. Participaron 174 personas de 19 países del continente y una delegada de la región de Asia. En esta publicación encontraremos dos secciones: la primera, ARTÍCULOS, orientada a la reflexión y profundización de temas abordados durante el encuentro, sobre los cuales volvemos con el afán de fundamentar y analizar nuevos elementos. La segunda sección, TESTIMONIOS, donde encontramos la vivencia de algunos de los participantes y en ambos, la memoria del paso de Dios, que confirma este modo de ser Iglesia.

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Introducción

Los encuentros latinoamericanos y caribeños de las CEBs son un espacio privilegiado para compartir y celebrar realidades, experiencias y logros, así como para articular procesos regionales. Un aporte fundamental para el caminar de las CEBs es el colocar los temas y acentos fundamentales para la misión en el hoy de la historia, que son del interés de las comunidades, con una perspectiva que supera la visión local y que permite visualizarlos en un contexto mucho más amplio. Los artículos que se presentan en este número están dedicados a retomar las temáticas del IX Encuentro Latinoamericano y Caribeño de CEBs. María Elena Sanabria, enlace nacional de El Salvador, nos revela las implicaciones que tuvieron como región sede del encuentro, primordialmente en lo que se refiere al avance en su proceso de articulación regional y el Significado del Encuentro en Centroamérica “�de reencuentro con aquellas personas y experiencias que mantenemos esa vivencia de CEBs, con un modelo de vida que entreteje la fe y la vida, preocupadas por los distintos acontecimientos socio económico políticos y encarnando el Evangelio en esta realidad, siendo siempre el centro de nuestra mística la construcción del Reino de Dios y estando animados por el testimonio de los mártires”. Socorro Martínez M., responsable del equipo de servicio continental, asesora de CEBs nos muestra Una radiografía de las Comunidades Eclesiales de Base desde el encuentro continental en Honduras 2012, que reunió a delegados de CEBs de todas partes del Continente. La diversidad de culturas, edades, servicios y realidades hizo que la experiencia de hermandad se enriqueciera y se fortaleciera la identidad comunitaria. Detenemos la mirada en el país anfitrión del encuentro. Para ello, el P. Ismael Moreno, S.J., Director de Radio Progreso en Honduras, despliega un aspecto de suma importancia de la realidad hondureña, con su artículo La inseguridad, rasgo esencial de la Migración. El fenómeno de la migración es un asunto que resulta de la inseguridad humana y, como resultado, de ausencia de políticas públicas que den seguridad a los ciudadanos. Si bien se aborda desde las peculiaridades locales, nos abre a lo que parece ser una de las principales problemáticas del mundo globalizado. Otros aspectos que permiten hablar de un cambio de época son aquellos que caracterizan a nuestra sociedad actual: ser postmoderna, plural, multicultural y multiétnica. Fr. Jit Manuel Castillo, Asesor de CEBs República Dominicana, sugiere en su artículo Las CEBs: Paradigma de la inculturación al de la interculturalidad, que nuestras CEBs pasen de la inculturación a una propuesta evangelizadora intercultural, con el propósito de colocarnos a la altura de nuestro tiempo. Actualmente las reivindicaciones de género en todos los espacios de la sociedad se hacen presentes, Aleyda Gómez, Asesora CEBs Colombia, y Coordinadora de la escuela virtual Oscar Arnulfo Romero de las CEBs Continental, nos brinda en su artículo Somos comunidad porque Dios es comunidad. Metáforas para un modelo eclesial comunitario y en equidad, un acercamiento y reflexión sobre este tema y nos recuerda que “Men Dios no hay jerarquías, ni subordinaciones, ni exclusiones, sino honda

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alteridad; es por eso que podemos apostarle nosotros y nosotras a ser comunidades de personas en equidad de género, en comunión de vida, en relaciones alternativas a un mundo patriarcal, machista o sexista que establece un orden social y eclesial desigual con seres de primera y seres de segunda”. El Encuentro contó con una significativa participación de jóvenes en CEBs, Natalie Parra Coloma, animadora juvenil parroquial y parte del Equipo de formación de la Vicaría Zona Sur, Santiago, Chile, nos introduce a la experiencia de Jóvenes CEBs a nivel continental: “= nos desafiamos para construir juntos y juntas la Iglesia latinoamericana, de la mano de quienes han marcado rutas en los años anteriores. Mamamos, como nos dirán nuestros hermanos y hermanas argentinas, de su experiencia para revitalizar e impulsar nuestro caminar”. Al interior de las comunidades hay personas que son profesionistas, que cuentan con estudios en diversas disciplinas, Ana Laura Vulcano, abogada de profesión, Delegada diocesana de CEBs del Sur de Mar del Plata y delegada al Equipo Nacional de CEBs, nos atestigua cómo ejercer su ministerio en el artículo: El ministerio de los profesionales en las CEBs, nos exterioriza su aprendizaje: “M tejiendo nuestros saberes con otros y otras, nos ubicamos de otra manera, nos permite descubrir inmensas riquezas en aquellos que no pasaron por los claustros, pero que nos enriquecen enormemente, haciendo entre todos y todas una construcción colectiva de conocimiento”. El servicio y testimonio de los sacerdotes es muy apreciado en la vida de la comunidad, el P. Juan Carlos Palacios, de la Diócesis de San Pedro Apóstol, en Paraguay y asesor de CEBs, plasma en su artículo El ministerio sacerdotal en las CEBs algunas reflexiones desde su experiencia como sacerdote en y con las CEBs: Hoy en nuestras comunidades es necesario el testimonio sencillo pero decidido de los sacerdotes y obispos. Necesitamos vivir y testimoniar: desprendimiento y solidaridad, pasión por los derechos humanos, por la verdad y la libertad, compromiso firme con la justicia y la liberación de toda esclavitud y discriminación social, cultural y religiosa”. La situación de emergencia ecológica por la que atraviesa el planeta como consecuencia del modelo dominante de producción y consumo, nos incumbe resolverla a todos sin excepción. Liz Maria da Silva Marques, de la articulación de CEBs de Sao Paulo y miembro del equipo Ampliada Nacional de CEBs Brasil, en su artículo ¡Ecología en las CEBs, CEBs en la ecología! expone esta problemática y los compromisos que como CEBs asumimos, teniendo en cuenta que “Los límites de la TIERRA son los límites de la VIDA. Los límites de la VIDA son los límites de la TIERRA”. Mercedes de Budallés Diez, asesora nacional CEBs Brasil, comparte una forma de oración que ha sido adaptada a las comunidades, El oficio Divino en las CEBs de Brasil. Esta experiencia es un ejemplo de la profundidad y creatividad de las oraciones de las CEBs, que surgen como parte de un proceso de inculturación y adaptación a la oración de los pobres y donde confirman el compromiso con el Dios de la vida. El P. Benedito Ferraro, asesor del Equipo Ampliada Nacional de las CEBs de Brasil y parte del grupo de Asesores de la Articulación Continental de CEBs, en su artículo presenta y fundamenta el servicio de Articulación Continental de las CEBs. En su aporte, ubica a la articulación como “= una responsabilidad conjunta (co-responsabilidad) que complementa las iglesias locales dentro de la más grande de un país o un continente, en relación con el Reino de Dios, a la misión que atraviesa los espacios cerrados por la

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estructura oficial de la Iglesia”. Al mismo tiempo, valora el desempeño de la Articulación Continental de las CEBs como efectivo y sólido, en comunión con las articulaciones regionales y locales y manifiesta la relación de acogida respetuosa con las Iglesias de África, Asia y Europa. En el artículo de Sergio Ricardo Coutinho, presidente del Centro de Estudios de Historia de la Iglesia en América Latina (CEHILA-Brasil) y asesor de la Comisión Episcopal Pastoral para el Laicado de la Conferencia Nacional de los Obispos del Brasil (CNBB), Las CEBs: la mejor síntesis entre el Vaticano II y la Teología latinoamericana de la liberación, el autor realiza un recorrido por las experiencias eclesiales que en el continente han prevalecido, caracterizadas por una intensa práctica popular del catolicismo, viendo en ellas el antecedente de las CEBs y de los elementos fundamentales para la futura sistematización de la Teología de la Liberación. El equipo itinerante P. José Marins y Teolide Trevisan de Brasil, que cuentan con años de experiencia e itinerancia misionera en el servicio de formación a las CEBs en el continente americano y más allá de éste, nos presenta las Amenazas y las formas de diluir a las CEBs, que constantemente viven las comunidades. “Es decisivo evaluar si las amenazas e intentos de diluirlas están debilitando su voz profética y responsabilidad de ser célula inicial de estructuración eclesial, señal y primicia del Reino”. Iniciamos este número compartiendo la Proclama del encuentro en la que están la mística vivida y los compromisos adquiridos.

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Proclama del IX Encuentro Latinoamericano y Caribeño de

CEBs. Del 16 al 21 de junio del 2012.

San Pedro Sula, Honduras

“De lo más profundo de todo aquel que crea en mí brotarán ríos de agua viva”

(Jn. 7,38) En el contexto del 50 aniversario del inicio del Concilio Vaticano II, de los 44 años de la 2ª conferencia Episcopal latinoamericana de Medellín, los 180 participantes en el IX Encuentro Latinoamericano y Caribeño de las Comunidades Eclesiales de Base, desde San Pedro Sula, Honduras enviamos un saludo fraterno a las hermanas y hermanos de los 17 países de América Latina y del Caribe, de EEUU y Filipinas, representados en este Encuentro. Con gran preocupación constatamos, una vez más, que en nuestros países continúa dominando el sistema neoliberal autoritario que expande la criminalidad, la desigualdad económica y social, destruyendo la vida de millones de personas y la creación; que son países productores y consumidores de droga, en los que el crimen organizado crea inseguridad creciente y ha llegado a controlar territorios. Viven el problema de la migración. Hay un deterioro creciente del medio ambiente, por la explotación irracional de los recursos naturales. Sin embargo, los movimientos sociales emergentes y en algunos lugares, la misma sociedad civil están presionando para que esta situación cambie y crean propuestas alternativas. Ante esta realidad de muerte, nos anima la esperanza, en una sociedad que defienda y promueva la vida digna y que ya se hace realidad en hechos pequeños o grandes articulados. Jesús es el Agua que se convierte en nuestro interior en un manantial de Agua viva (Cf. Jn4, 14). Las Comunidades Eclesiales de Base son así fuente de la cual brota Agua viva. Ellas como el Agua, dan vida, son fuente de energía para enfrentar las dificultades que se presentan en el cumplimiento de la tarea de contribuir para que el Reino de Dios acontezca ya desde este mundo, ellas, como el agua, son discretas, no se hacen notar, pero están presentes, acumulan fuerza y ellas purifican. Ellas tienen su raíz en Jesús, el Evangelio de la vida. Como El, viven y sienten el dolor de los empobrecidos; como él anuncian la buena nueva a los pobres, la liberación a los oprimidos, dan luz a los ciegos, y anuncian el año de Gracia del Señor (Cf. Lc. 4, 18-19). Como él, las CEBs sanan a los enfermos, hacen caminar a los paralíticos, hacen oír el clamor de los pobres, resucitan a los que tienen muerta la esperanza (Cf. Mt.9, 35-36). Ellas unen la fe con la vida, porque son lugar de encuentro con Dios y con los hermanos y hermanas, de encuentro con el perdón de Dios y donde se comparte el Pan de la Palabra, de la Eucaristía y el pan que nos hermana; en ellas se vive y profundiza la espiritualidad de Jesús y su propuesta de su Reino y la mística. Buscan incidir en la economía del mercado total con la gratuidad, en la exclusión con la proximidad y en la corrupción con la ética de la honestidad y del servicio.

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Ellas son expresión del proyecto comunitario de Jesús, que se esfuerzan por vivir su identidad de Iglesia, ahí donde el Pueblo se juega la vida. Son Comunidades ecológicas, que por ser comunidad y por tener hambre de Pan y no de Oro, se esfuerzan por convertir este modelo de desarrollo basado en el hambre de oro, de explotación de la persona humana y de la naturaleza, en un modelo fundado en la dignidad de la persona y en el amor. El relanzamiento que iniciamos en el VIII Encuentro en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, ha tenido resultados positivos en la formación, en la articulación, en la reanimación de las Comunidades de Base, que se habían perdido o estaban en las catacumbas, y en la apertura y participación en luchas y movimientos sociales. La presencia y participación de los jóvenes en este IX Encuentro ha sido muy significativa y esperanzadora, y son una interpelación a nuestro caminar. De igual forma, la participación de calidad y más propositiva de la mujer ha sido notable. Nuestra espiritualidad se enriqueció con los momentos de oración, enraizada en la pluriculturalidad de nuestros pueblos, que nos coloca ante el desafío de una propuesta evangelizadora intercultural. Asumimos en este Encuentro los compromisos de:

1. Fortalecer y consolidar los logros alcanzados por el relanzamiento de las CEBs. 2. Acompañar los procesos de CEBs de manera estratégica, haciendo uso de los

más diversos medios tecnológicos y presenciales, para una mejor proyección e incidencia.

3. Asumir nuestro ser ecológico como tarea prioritaria, conscientes de su conflictividad y la conversión que implica.

4. Continuar fortaleciendo la pertenencia de los jóvenes a esta manera de ser iglesia y que ella sea el espacio para alimentar su fe y compromiso, su creatividad y expresiones propias.

5. Ante el cierre de fronteras a los migrantes, la violencia y discriminación y la violación de sus derechos humanos más fundamentales, queremos ser solidarios con ellos siendo comunidades que incluyen, apoyan y denuncian los atropellos a que son expuestos.

Queremos terminar esta proclama rogando al Padre-Madre de todos y todas, a Jesús, el

fundamento de nuestras Iglesias, y al Espíritu, nuestra fortaleza:

Padre, no queremos que el viento sople más fuerte en nuestras casas y

apague la vela de la esperanza en un futuro cada vez más incierto;

queremos el fuego fuerte de tu Espíritu, que siempre venza. No queremos seguir trabajando de sol a sol, para que el amo se quede con nuestro sudor,

con nuestra comida, con nuestro dinero, con nuestro esfuerzo. Queremos dignidad para luchar por lo nuestro.

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Seguiremos clamando que Tú ves el sufrimiento de tus hijos e hijas y que has bajado para liberarlos.

Tu cuerpo, nuestro cuerpo, Señor Jesús,

ha de tener los ojos profundos, imperturbables, serenos, acusadores y consoladores de Oscar Romero y las hermanas Maryknoll: Dorothy

Kazel, Jean Donovan, Carla Piette, Ita Ford y Maura Clarke. Tu cuerpo, nuestro cuerpo,

hade ser radicalmente fiel como Francisco de Asís y las hermanas Alice Domon, Léonie Duquet y Yolanda Cerón.

Tu cuerpo nuestro cuerpo, pretende ser incansable y fuerte,

como lo fue fray Bartolomé de Las Casas y Margarita María Alves. Tu cuerpo, nuestro cuerpo

ha de ser cercano como lo fue con los indígenas, Mons. Leónidas Proaño y la hermana María Correa.

Tu cuerpo, nuestro cuerpo, Ha de exhalar el hambre de verdad,

que desprendía Mons. Gerardi y Marianela García Tu cuerpo, nuestro cuerpo,

ha de ser testimonio firme y consecuente como Lo fue el obispo Angelelli y la hermana Silvia Maribel Arriola1.

Señora de la esperanza, sostén el ritmo de nuestra espera en el Reino que ya despunta en nuestra América Latina.

LOS PARTICIPANTES AL

IX ENCUENTRO LATINOAMERICANO DE CEBS. Oscar Romero: Su fidelidad insobornable al evangelio le llevó a una muerte martirial el 24 de marzo de 1980, arzobispo de San Salvador, El Salvador, profeta y mártir. Las hermanas Maryknoll: Dorothy Kazel, Jean Donovan, Carla Piette, Ita Ford y Maura Clarke. Secuestro, violación y asesinato de tres religiosas y una seglar en El Salvador: el 2 de diciembre de 1980. Francisco de Asís De ser hijo de un rico comerciante de la ciudad en su juventud, pasó a vivir bajo la más estricta pobreza y observancia de los Evangelios. Su vida religiosa fue austera y simple, por lo que animaba a sus seguidores a hacerlo de igual manera. Muere el 3 de octubre de 1226. Alice Domon, Léonie Duquet: Religiosas, y sus compañeras, mártires de la solidaridad con los familiares de desaparecidos políticos en Argentina. Detenidas y asesinadas el 8 de diciembre de 1977.

1RODRIGUEZ MARTIN J. R. Cuerpo humano, Lectura martirial de 1 Cor 12,12. www.servicioskoinonia/org/martirologio/textos/cuerpo.htm

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Yolanda Cerón: Muere asesinada el 19 de septiembre de 2001. Religiosa de la Congregación de la Compañía de María, acompañaba a comunidades indígenas y afrocolombianas y realizaba una labor de denuncia permanente sobre la grave situación de los derechos humanos de la región, comprometida por la paz y la justicia en Colombia. Fray Bartolomé de las Casas: muere el 17 de julio de 1566, fue un fraile dominico español, cronista, teólogo, obispo de Chiapas, México, filósofo, jurista y apologista de los indígenas. Le fue otorgado el título de "Protector de los indios". Margarita María Alves: muere asesinada el 12 de agosto de 1983, presidenta del Sindicato Rural de Alagoa Gande, Paraíba, Brasil, mártir de la lucha por la tierra. Mons. Leónidas Proaño: Muere el 31 de agosto de 1988, «obispo de los indios», en Riobamba, Ecuador. María Correa: muere el 30 de Mayo de 1994 Religiosa, hermana de los indígenas mby'a, y profeta de la denuncia en su tierra paraguaya Mons. Gerardi: Obispo guatemalteco, asesinado el 26 de abril de 1998, el símbolo de la conflictividad que conlleva la lucha por la pervivencia de la memoria de los genocidios Marianela García Villas: muere el 14 de marzo de 1983 asesinada junto con veintinueve campesinos y campesinas en Guazapa. Abogada de los pobres, fundadora de la Comisión de DDHH de El Salvador, mártir de la justicia. Obispo Enrique Angelelli: Obispo de La Rioja, mártir, asesinado con un accidente provocado el 4 de agosto de 1976. Comprometido con la causa de los pobres. Silvia Maribel Arriola: Enfermera, primera religiosa mártir en un frente de combate, acompañando al pueblo salvadoreño. Es asesinada el 17 de Enero de 1981.

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ARTICULOS

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Significado de la celebración del Encuentro en Centroamérica

María Elena Sanabria Enlace Nacional CEBs El Salvador

El Salvador Centroamérica, el subcontinente que conecta con América del Norte y América del Sur, es considerada como una de las zonas más violentas del mundo, donde los países de la región son víctimas de la actividad ilícita como el narcotráfico, las maras y pandillas. Sin embargo, frente a lo que en los medios de comunicación de la burocracia privada se dice con mayor énfasis sobre Centro América, también vemos una región rica en “experiencia de Dios”, caracterizada por grandes valores e ideales, luchas y esperanzas inquebrantables de hombres y mujeres que trabajan desde: las CEBs, el movimiento popular, las cooperativas, el movimiento estudiantil universitario, los grupos de mujeres, la defensa de nuestra madre tierra y muchos otros, con una mística heredada por héroes y mártires que animan el proyecto de levantar vida y esperanza por los caminos de Centro América como Monseñor Romero, Monseñor Gerardi, Héctor Gallego, César Augusto Sandino, otros y otras, cuyos testimonios de vida, nos ratifican que otro mundo es posible y cuyo ejemplo sigue siendo semilla de nuevos y comprometidos cristianos. Es por lo anteriormente señalado que desde el 2008 durante el VIII Encuentro Latinoamericano y Caribeño de CEBs realizado en Santa Cruz, Bolivia se pusieron los ojos en Centro América para realizar el IX Encuentro en Honduras; la alegría, el entusiasmo, los retos, las reflexiones y los desafíos marcaron nuestro caminar centroamericano hacia el 2012. El desafío era asumir como Centro América un encuentro que brinda cada cuatro años la posibilidad de hermanarnos continentalmente, de sentirnos una Patria Grande, más allá de las fronteras y tener como referente nuestras culturas. Por eso, la preparación significaría para Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Panamá, primordialmente un proceso de Articulación Regional. Proceso de Articulación Latinoamericana. Por tal razón, del 08 al 11 de julio de 2010, realizamos en Tocoa, Trujillo, Honduras nuestro II Encuentro Regional Centroamericano de CEBs con el tema: Relanzamiento y Articulación de las Comunidades Eclesiales de Base, para proteger, cuidar y luchar por una vida digna, y con el lema: Por el clamor de nuestros pueblos nos relanzamos hacia un nuevo Pentecostés. Todo esto con la finalidad de fortalecer la articulación a nivel de Centro América desde nuestra identidad y espiritualidad, conocer solidariamente la situación de las comunidades de Honduras a un año del golpe de estado y prepararnos con las condiciones necesarias para el Encuentro Latinoamericano y Caribeño. Fueron cuatro días que, ante la crisis que genera la realidad de nuestros países, compartir experiencias, reflexionar y definir como centroamericanos de CEBs las bases, desde los valores del Reino para la transformación a una vida más digna, unificar y fortalecer los diferentes esfuerzos existentes para dar respuestas concretas a los clamores de nuestros pueblos. Visión que nos acompañaría como Región hacia el 2013,

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cuando realicemos en Guatemala nuestro III Encuentro Regional Centroamericano de CEBs. Pero antes, tendríamos el desafío de organizar logísticamente el Encuentro Latinoamericano, lo que implicaba suscitar las condiciones que garantizaran local adecuado, hospedaje, comida, buses, aeropuerto, comisiones, para el aproximado de 200 participantes de América Latina y El Caribe. Ciertamente que todo lo práctico recaía sobre la sede de Honduras, pero como países hermanos queríamos integrarnos a toda la preparación, por lo que los diferentes enlaces y/o articuladores de país mantuvimos comunicación vía e-mail, conferencias vía skype y dos reuniones anuales: el 19 de enero de 2011 y el 18 de enero de 2012, en la Casa de la Juventud en Managua, Nicaragua para vivir y compartir nuestros esfuerzos de CEBs y discutir los avances, compromisos y acuerdos que teníamos como Centro América de cara al IX Encuentro en coordinación con Socorro Martínez. En este sentido, el primer sentir de estar reuniones anuales regionales, ha sido el compartir como hermanos y hermanas fortalezas, avances y limitantes en nuestro caminar como CEBs, y como irnos acompañando y motivando como región: recoger, inspirar y dar. Una segunda idea era preparar la logística para el IX Encuentro Latinoamericano y Caribeño de CEBs, teniendo como primer acuerdo -desde la misma imposibilidad que como países tenemos económicamente- autofinanciar como Centro América el Encuentro, a lo que se sumaría un costo por inscripción de cada participante. A nivel regional el mayor aporte económico fue asumido por Honduras, con aportes mínimos pero no menos importantes, de Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Panamá, donde las CEBs de forma creativa recolectaron recursos dentro de sus comunidades para que entre todos y todas fuéramos construyendo el IX Encuentro Latinoamericano, garantizando a la vez la movilización y participación de sus respectivas delegaciones. Este ejercicio nos ha llevado a no perder de vista la autonomía financiera que como CEBs vamos teniendo o debemos tener para el desarrollo de nuestros encuentros y/o actividades; ha sido un avance significativo para generar mayor autonomía y fuerza. Sin haberlo propuesto, con los pre encuentros centroamericanos, estábamos gestando un proceso de “Articulación Regional” motivándonos con el Relanzamiento, y fortaleciendo la comunicación y el intercambio de experiencias, no solo a través de los encuentros anuales de los enlaces antes mencionados, sino también a partir de la presencia de delegaciones de los países centroamericanos en los encuentros nacionales organizados también por Guatemala y Nicaragua. Sin embargo, aún nos falta la incorporación de Costa Rica, con intentos anteriores de contactos fallidos, pero que aún continuamos buscando. De esta manera, llegábamos al IX Encuentro, con una participación aproximada de 80 participantes por la región. Ya se imaginarán lo que significaron en algunos momentos las reuniones como Centro América, sin embargo, la cantidad no opacó el espíritu del re encuentro, del compartir, del reflexionar y vivir juntos la experiencia de iglesia sencilla. Ratificamos nuestras coincidencias esperanzadoras y enriquecedoras como países de la región: memoria martirial, diversidad cultural, espíritu de lucha, de resistencia frente a los megaproyectos de muerte (minería, represasM), de movernos en minoría, de reproyectar

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continuamente las formas de vivir el Reino de Dios, aquí y ahora, de lucha por la liberación de las potencialidades de la vida, de entretejido con la iglesia de América Latina; pero también encontramos coincidencias que nos duelen como la desigualdad social, los índices de criminalidad más altos de la historia, la crisis climática, la migración, las drogas, el proceso de militarización en la región.. Toda una realidad que necesita de la lucha activa de cada uno de nosotros y nosotras con los valores e ideales de Jesús, de ser esa presencia de Jesús hoy. Ha significado para Centro América reencontrarnos con experiencias, con hombres y mujeres que mantenemos una vivencia de CEBs, con un modelo de vida que entreteje la fe y la vida, preocupadas por los distintos acontecimientos socio económico políticos y encarnando el evangelio en esta realidad, siendo siempre el centro de nuestra mística la construcción del Reino de Dios. Cierro este compartir de lo que ha significado el IX Encuentro Latinoamericano y Caribeño de CEBs en Centro América, con la canción creada por un animador de la CEBs Pueblo de Dios en Camino de El Salvador:

Encuentro

Venimos a tu encuentro en ésta tierra de historia pintada por Misquitos, Lencas y Tolupanes; Garifunas y Chortis, Payas y Tawahcas, que se unen a nosotros como hilos de una hamaca. Coro: Se alegra la orquídea que expande sus olores; recibe a nuestra gente con sus bellos colores. Se escucha al Guacamayo que canta en la sierra, se escucha a Lempira: bienvenidos a ésta tierra. Venimos con abrazos como el sol de un mañana, se estrecha la cultura de nuestra Pacha Mama. No existen las fronteras somos un solo pueblo. Que hoy se une con sus manos, con rumbo a un mundo nuevo. Somos comunidades conscientes de la historia, camina con nosotros Jesús en la memoria. En nuestro compromiso marchamos firmemente, la sangre de los mártires aquí se hace presente. Se une nuestra sangre, igual nuestras visiones, llenamos la vasija para nuestras misiones. Creemos que mañana continuara la historia, sembrando la semilla no muere la memoria.

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Una Radiografía de las Comunidades Eclesiales de Base desde

el Encuentro Continental en Honduras 2012

Socorro Martínez Maqueo, rscj Responsable del equipo de servicio continental,

Asesora de CEBs Del 16 al 21 de junio celebramos el IX Encuentro Continental de las Comunidades Eclesiales de Base, dato ya en sí significativo porque desde 1984 se han realizado cada cuatro años, de forma ininterrumpida. Esto nos dice que hay una fuerte motivación para ahorrar, prepararse, elegir a sus delegaciones y movilizarse para intercambiar, celebrar, relacionarse, aprender, analizar juntos y tomar acuerdos para continuar el proceso; es un signo inequívoco de que esta manera de ser iglesia ¡está viva! Nos encontramos en Honduras, región Centroamérica Por vez primera el Encuentro Continental se realizó en un país centroamericano, hecho que refleja que las CEB siguen firmes en ser pobres y estar comprometidas con su causa porque si bien en todos los países hay dificultades esta región está sacudida por la violencia y la impunidad. Algunos rasgos tomados de la exposición del Padre Melo:

• Índices de criminalidad más altos de la historia. • Desigualdad social, concentración de riquezas, drogas y armas. • Países productores, de tránsito y consumidores de drogas. • Guerras civiles dejaron las condiciones para la violencia criminal organizada. • Corredor migratorio más importante del mundo.

No se trata ahora de hacer un análisis de la realidad sino de ubicar el lugar donde se desarrolló el encuentro. Sin desconocer este contexto tuvimos oportunidad, como parte del programa de salir a visitar cuatro lugares y experiencias y así pudimos ver la “otra cara” la de su gente alegre y acogedora, luchadora, joven; seguramente es representativa de la mayoría de la población pero ésta difícilmente aparece en los medios de comunicación. Es ahí en estos contextos de cizaña y trigo en las periferias y en las poblaciones rurales pobres en donde surgen y se desarrollan las CEB, creando espacios de vida digna. Lo intergeneracional Pareciera que hoy los jóvenes y mayores no fueran en nada compatibles por sus intereses tan diferentes en este mundo que hoy corre a una velocidad antes no experimentada, suscitando cambios vertiginosos; sin embargo resultó muy estimulante el intercambio entre las diversas generaciones que conforman esta expresión eclesial. La fuerza movilizadora del Reino de Dios unifica el caminar; sus actividades, expresiones, símbolos, retos son muy diferentes pero la mirada está fija en lo mismo: el proyecto de Jesús-el Reino. El grueso de los asistentes dio un promedio de 46 años, mientras que el de los jóvenes presentes (considerando a los menores de 30 años) dio un promedio de 25 años. Los mismos jóvenes pidieron y valoraron el ser parte de un único proceso, y, si bien, en ocasiones tener espacios propios, no desligarlos del proceso general junto con los adultos. Lo lindo es que entre las diferentes generaciones desde 82 años (una persona en el encuentro hasta una de 19) formamos y vivimos la comunidad.

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Sin duda, seguimos teniendo el reto de rejuvenecer a las CEB y es parte del relanzamiento de las mismas. Tenemos una franja minoritaria de entre 10 a 12% de jóvenes (no adolescentes) que tiene un aporte significativo y dinamizador. Experiencia de caminar en CEB Tuvimos la bendición de que el Equipo Marins, gran impulsor de este modelo de iglesia estuviera presente, así como muchos otros que tienen una larga trayectoria y compromiso; también estuvieron aquellos que llevan un número considerablemente menor y que van renovando los procesos en sus países y fortalecen así lo continental. El siguiente cuadro está incompleto porque participamos 174 y aquí únicamente aparecen 152; esto se debe a que ya no pudimos registrar a los que se inscribieron tarde, pero de cualquier manera es bastante indicativo.

Años en CEB Número de Participantes

De 3 a 10 años 51

De 11 a 15 años 19

De 16 a 20 27

De 21 a 25 14

De 26 y más 41

Como se puede observar entre los más recientes de 3 a 10 años y los más antiguos son los que ocupan el mayor número de delegados equilibrando y nutriéndose unos de otros, desde los primeros pasos hasta un camino recorrido lleno de experiencia. Podemos observar que hay una consistente representación entre los 11 a 20 años. También tuvimos en cuenta la equidad de género y participaron 98 varones y 76 mujeres. Es un dato a tener en cuenta pues si bien no es demasiada la diferencia es de tomar en cuenta que las comunidades de base están en un 70% conformada por mujeres y sigue siendo una realidad que en los eventos suele haber un mayor número de varones. Diversidad de saberes En las CEB se da un auténtico compartir de saberes; de acuerdo a la educación popular todos tenemos saberes, muy diferentes unos de otros y nos enriquecemos mutuamente al ponerlos en común. Mucho puede saber académicamente un catedrático pero difícilmente le dará cátedra a un experimentado agricultor. En el encuentro esto se hizo evidente y así sucede en la vida de las CEB a lo largo y ancho del continente. Tuvimos:

Amas de casa, párrocos, abogadas, docentes y profesores de distintos niveles y materias, diseñador gráfico, pastoralistas, trabajadores sociales, asistente financiero, técnica en educación popular, misioneros/as, teólogos/as, administrador de empresa de economía solidaria, agricultores, empleado en librería comunitaria, comunicadores populares, enfermera, mecánico soldador, estudiantes, técnico bilingüe, profesor en alfarería, periodista, operario de máquina de calzado, comerciante, técnico en teología, perito mercantil, contadora, secretaria bilingüe, mecánico industrial, pedagoga, educadora social, organizadora comunitaria, masajista, filósofo, entre otros.

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Contamos los saberes propios del oficio de cada uno y aquellos adquiridos en las CEB y mencionamos algunos: Animación

- Equipos Nacionales de Animación - Animador Zonal - Coordinadores de Parroquia e interparroquial; - Representantes ante el Consejo Parroquial Equipo Pastoral de la Parroquia - Coordinador de la formación de laicos en la diócesis - Coordinador del equipo nacional de jóvenes en CEB - Coordinación de la mesa de pastoral –Nicaragua - Animación a través del canto; Enseñanza de la guitarra básica; del deporte - Elaboración de temas de formación; - Animador del equipo de pastoral bíblica con los celebradores de la Palabra - Animación de las CEB en diferentes diócesis del Estado (Estados Unidos) - Animadora del grupo base - Equipo de liturgia - Párrocos - Catequistas - Misioneros/as; Equipo misionero de relanzamiento

Articulación

- Articuladores regionales del continente - Articuladores de cada país de la Articulación Continental - Articuladores nacionales - Coordinadores regionales en su país - Contacto o enlace de los jóvenes de CEB en su país - Articulación de las comunidades a nivel parroquial - Secretario ejecutivo de coordinación nacional desde noviembre 2011. - Secretaria General de la Oficina de CEBs Guatemala Coordinadora del Equipo

Facilitador de Formación Nacional

Formación y Capacitación: Escuela bíblica

- Coordinadores de la escuela bíblica Mons. E. Angelelli - Creación de las Escuelas Bíblicas para la formación permanente. - Coordinación escuela virtual Mons. Romero - Tutores virtuales de la escuela Mons. Oscar A. Romero - Formación y acompañamiento a las parroquias en CEB - Equipo de formación de las comunidades - Formación de Animadores –animadoras - Formación de iniciación a nuevos jóvenes - Animador y facilitador en la escuela de formación - Formador de Animadores - Acompañante a nivel nacional, facilitador, productor de materiales escritos y

audiovisuales. - Coordinadora nacional de la formación

Asesores/as:

- Asesores diocesanos y regionales, arquidiocesano

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- Asesores de equipos regionales y nacionales - Asesora Continental por el Cono Sur para los Jóvenes - Representante del Vicariato - Asesores de la articulación continental - Responsable de la Secretaría Nacional de CEB - Responsable de consultoría y asesoría hacia el 13 intereclesial de Brasil - Acompañamiento a las comunidades en parroquia, sectores, región - Equipo de reflexión departamento de comunidades Vicaria Zona oeste del

Arzobispado de Santiago, - Coanimador regional de Bogotá, asesoro lo atinente a la formulación de proyectos

orientados a procesos formativos, de intervención comunitaria y productiva. - Participo como representante legal de la Asociación de las CEBs, en Neiva. - Elaboración de cartillas y materiales para las reuniones de las CEBs.

Social

- Presidenta de la organización de la Feria campesina, salida desde las CEBs. - Participación en el Equipo Operativo de APAC (Economía Solidaria de APAC). - Obras sociales que van encaminadas a ayudar a los más pobres y marginados

por la sociedad. - Trabajo de Medio Ambiente; Organización Comunitaria. - Coord. Comité de Becas de la CEB Monseñor Romero, Jardines de Colón. - Programa radial. - Integrante y Coordinación del Equipo Nacional de Ecología en CEBs. - Equipo de mujeres en CEB. - Animadora Diocesana, Animadora de Base, Comité Diocesano en defensa del Rio

Verde (COPUDEVER), Consejo De Pueblos Unidos En Defensa Del Rio Verde. Consejo de pastoral Diocesano y Parroquial.

- Animador Diocesano e integrante de la comisión de organizaciones básicas. - Promotora de salud en la medicina tradicional y alternativa. - Encargada de un grupo de medicina natural en mi comunidad. - Proyecto ollas. - Miembro del equipo animador y coordinadora del proyecto natras (niños-niñas

trabajadoras) animadora-educadora social.

Esta amplia gama de servicios es en vista a alentar, articular, organizar, fundamentar, evaluar y proyectar los procesos de CEB. Por tratarse de un encuentro continental la mayoría de los delegados/as están en un servicio amplio en sus países ya sea en equipos parroquiales, diocesanos, regionales, nacionales y algunos continentales. Sabemos que las CEB unen fe y vida por lo que queda la pregunta de por qué no aparecen suficientes servicios en vista de lo social, quizás se deba a que no hubo una pregunta explícita al respecto, pero de cualquier manera en esta radiografía es una ausencia a tomar en cuenta. Jerarquía que camina con su pueblo – presbíteros y obispos La tarea de animación se ejerce en todos los niveles y es llevada a cabo por laicos y laicas que fieles al Espíritu forman parte de la comunidad y van animando a las comunidades. El rol del sacerdote como animador de la comunidad sigue siendo significativo. En esta ocasión estuvieron presentes 37 sacerdotes y apenas 9 religiosas.

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Esto también es indicativo de lo que puede ser un signo de los tiempos, la rápida disminución de la vida religiosa femenina y también el haber dejado la labor pastoral en las parroquias. Una notable ausencia es la de los pastores. El pueblo de Dios se siente reconfortado y acompañado con su presencia pero de tiempo completo únicamente estuvo el obispo Dom Giovane de Brasil. Hubo presencia de obispos de Honduras en diferentes momentos. Uno se hace la pregunta sobre lo que han escrito y declarado, lo más reciente en la conferencia de Aparecida. Recordamos el párrafo que fue borrado pero que quedó en el corazón y mente “queremos decididamente acompañar a las CEBM” ¿será que solamente se borró del documento o también de su compromiso? Invitados La presencia de Estela Padilla de Filipinas ensancha la radiografía y evidencia el que las CEBs están en otros continentes y cómo se teje la articulación más allá de lo propio. Asesores Los asesores/as que caminan con el pueblo de Dios en esta expresión eclesial prestan con generosidad sus talentos y saberes, sea preparando el análisis de la realidad, iluminación sobre algún tema, trayendo de manera sistematizada los avances y preocupaciones del caminar en sus países y reflexionando sobre el conjunto de las CEBs en el continente. Las CEBs cuentan también con la asesoría de especialistas que con mucho gusto colaboran en temáticas específicas; en esta ocasión sobre la ecología con el aporte de Horacio Machado (Lachito). Celebrar la vida A las CEBs les gusta celebrar la vida con sus alegrías, dificultades, sinsabores y ponerla delante de Dios con diferentes símbolos, cantos, expresiones que evidencian el manantial que las mantiene vivas y que bajo el soplo del Espíritu siguen adelante. Esto fue ampliamente demostrado y vivido durante el Encuentro y es alimento para continuar el camino en la vida cotidiana. La radiografía desde el Encuentro celebrado en Honduras manifiesta su potencial, su riqueza, su diversidad y también ausencias, límites, y desafíos.

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La inseguridad, rasgo esencial de la Migración

P. Ismael Moreno sj Director de Radio Progreso

Honduras Las políticas públicas que tienen que ver con la seguridad y la migración para los países de tránsito y destino de nuestros migrantes, no tienen como punto de partida primordial la protección, los derechos humanos y la dignidad de los migrantes. Al contrario, las políticas de seguridad se definen a partir de los intereses de seguridad de los Estados y de los sectores económicos y políticos de poder, y lo hacen ante todo para proteger sus intereses frente a quienes representan una amenaza, entre ellos los migrantes o los potenciales migrantes. Por lo tanto, las políticas de seguridad en lo fundamental, se elaboran desde fuera de los migrantes, sin los migrantes y en la mayoría de las veces en contra de los migrantes. Las políticas de seguridad, que se definen sobre la base de entender que los migrantes son una amenaza, tampoco son coherentes con las legislaciones nacionales, porque en los hechos las políticas públicas tienden a priorizar los factores coercitivos por encima de los de protección de los derechos y la vida de los migrantes, lo que contradice el Estado de Derecho para el cual la persona y su bienestar es formalmente su fin supremo. Las políticas de seguridad, en lugar de salvaguardar la vida y la integridad de los migrantes, son una carga más de inseguridad en el camino y drama de los migrantes. La persona que emigra se sitúa en una conceptualización de discriminación, dentro de un conglomerado que se define desde una “igualdad para abajo”. Una población hundida en la inequidad económica, social y política, busca el camino de la migración como un modo de salir de su círculo infernal de empobrecimiento y discriminación. El migrante procede de un ambiente en donde ya ha sido víctima de las políticas de seguridad del Estado. El joven que decide emigrar ya ha enfrentado a una policía, a unas autoridades y a una institucionalidad que lo ha maltratado y lo ha discriminado por el hecho de vivir en un barrio marginal, por ser joven desempleado, por reunirse y organizarse en una pandilla juvenil o por el hecho de vestirse rompiendo con el standard establecido. La inseguridad en el camino o cuando ya está en el lugar de destino, es la prolongación de la inseguridad que le ha tocado vivir por pertenecer al conglomerado que se define por “la igualdad hacia abajo”, como expresión de la inequidad económica, social y cultural. Cuanto menos oportunidades, y cuanto más inseguridad existe en la sociedad, más condiciones se dan para el aumento del fenómeno migratorio, y cuanto más aumente el fenómeno migratorio más coercitivas y discriminatorias serán las políticas de seguridad. En el caso hondureño, y siguiendo un estudio que realizó el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-SJ) de los jesuitas de Honduras en la zona del Valle de Sula, en la costa del atlántico hondureño, la mayoría de los que emigran hacia Estados unidos lo hacen a través de modalidades irregulares, constituyéndose cuando logran llegar a su destino, en población primordialmente “indocumentada”. En nuestra zona de estudio, cerca del cincuenta por ciento de los hogares están afectados por esta modalidad de migración irregular. Por su parte, los rangos de edad en el fenómeno migratorio en esta misma zona oscilan entre los 18 y los 49 años, y la banda más ancha de esta edad,

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se sitúa entre los 18 y los 29 años, lo que indica no sólo un drenaje constante hacia el extranjero de la población económicamente activa, sino la fuerza laboral más joven, con las consecuencias que para la economía nacional representa para el futuro. El fenómeno de la migración, en el caso hondureño, articula tres factores que ensamblados expresan el detonante para que el fenómeno en lugar de disminuir aumente: 1) El creciente empobrecimiento de la población como expresión dialéctica de la alta y creciente acumulación de riqueza, en el marco de la inequidad económica sistémica, y que se acrecienta con la ausencia de políticas públicas que activen el agro, implementen un sistema educativo extensivo y de calidad y fomenten la producción nacional. Cada año se incorporan al mercado laboral un promedio de cien mil personas como población económicamente activa, y el mercado laboral apenas tiene capacidad para absorber a diez mil trabajadores. 2) Erosión del tejido social y político, el cual se expresa en los altos niveles de corrupción, la pérdida de credibilidad en la política y en los políticos, la debilidad institucional unida a la politización partidaria de las instituciones públicas y a la ausencia y descrédito de los organismos responsables de la aplicación de la justicia. 3) El deterioro del ambiente y depredación de los recursos naturales, lo que unido a los dos anteriores convierte a amplias capas de poblaciones urbanas y rurales en damnificadas y con un creciente proceso de pérdida de calidad de sus niveles de vida y de sobrevivencia. En el caso hondureño, el fenómeno de la migración masiva y creciente arranca en la década de los noventa, justo cuando se experimenta una profunda articulación de estos tres factores anotados: La puesta en marcha de los programas de ajuste estructural de la economía que trajo consigo un creciente desempleo juvenil, llegando al final del siglo pasado a más de un millón de personas afectadas directamente por la falta de un trabajo y salario digno; una dinámica de corrupción pública impactante, especialmente en las instituciones responsables de la justicia, y finalmente el huracán Mitch, con las consecuencias suficientemente estudiadas y conocidas en relación con la explosión del fenómeno migratorio. Estos factores están empujando y expulsando a la población económicamente activa hacia el exterior, fundamentalmente hacia los Estados Unidos. De manera que una vez que un miembro del núcleo familiar emigra y lograr llegar y colocarse en el país de destino, se genera una reacción en cadena, que implica que otros miembros de la misma familia siguen los pasos del primero, hasta convertirse en una telaraña de verdaderas y bien imbricadas redes familiares. El perfil educacional de nuestros emigrantes corresponde al de un trabajador o trabajadora no calificada, y aunque la minoría de los que emigran son analfabetos –apenas un dos por ciento del universo que emigra—el grueso de los que cruzan las fronteras se sitúan entre aquellos que apenas lograron culminar con los estudios primarios. Esto significa que quien emigra no accede a empleos y a salarios de calidad, a lo que también contribuye su situación de “indocumentado” en un país extranjero. Quienes se logran situar en un empleo como trabajador o trabajadora no calificada garantiza el envío de las remesas que en el caso hondureño se constituye en el principal rubro de ingreso de divisas al país, y la principal fuente de captación de dinero para los comerciantes y banqueros del país. En el caso de nuestra zona de estudio, las remesas se usan para satisfacer necesidades básicas, lo que define al fenómeno migratorio como emigración de supervivencia, que se convierte en alternativa inevitable para la juventud desempleada.

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La población sujeto del fenómeno migratorio se sitúa en un contexto de escaso o casi nulo acceso a la justicia y a los diversos derechos humanos. La experiencia de la justicia, normalmente es aquella que se aplica en contra de los pobres. La gente se suma al camino de la migración hacia el exterior, especialmente hacia los Estados Unidos, porque en su ambiente de origen, su vida es de creciente inseguridad, y porque se siente condenada a vivir en igualdad de condiciones con muchísima más gente, pero para abajo. El destino es hacia abajo. La migración es oportunidad para lograr salir de ese círculo vicioso de hundimiento. En el caso hondureño, la presión hacia la migración hacia el exterior se agudizó a partir del golpe de Estado ocurrido el 28 de junio de 2009. Si ya los indocumentados hondureños ocupaban uno de los primeros lugares en los Estados Unidos, así como entre los deportados, con la creciente inestabilidad política y la crisis económica que se profundizó en Honduras, esta situación empeoró. Una de las casa de atención al migrante en el Estado de Veracruz, México, reporta que de cada cien migrantes que cruzan siguiendo la ruta del tren, al menos 70 son hondureños menores de 30 años, y estas cifras se han disparado justamente a partir del segundo semestre del año 2009, y se corresponde con la población juvenil que no tiene capacidad para pagar un coyote o pollero. El fenómeno de la migración es un asunto que resulta de la inseguridad humana, y como resultado de ausencia de políticas públicas que den seguridad a los ciudadanos. Si en Honduras lo que define a la sociedad hondureña en este período es la inseguridad y la inestabilidad, el fenómeno de la migración, especialmente juvenil, seguirá siendo una dramática y creciente realidad. Buscando salir de la inseguridad, la migración los arroja a un mundo todavía de mayor inseguridad. Y en este terreno, nuestros estados protegerán, ante todo, a los sectores que primordialmente representan, y seguirán viendo por ello, a los migrantes como amenaza de la que hay que protegerse. La inseguridad es entonces el principal rasgo que caracteriza a la población emigrante, acrecentada con las políticas de seguridad que implementan nuestros Estados. Esperar que la seguridad de los migrantes cambiará drásticamente en el tránsito a su destino final, sin que se transformen las condiciones de discriminación y de inseguridad en el lugar expulsor de migrantes, es una esperanza sin fundamento, que a lo sumo se expresará en paliativos, porque la inseguridad de los migrantes es un asunto sistémico. En el caso hondureño, la demanda de seguridad para los migrantes en su tránsito hacia el lugar de destino, hemos de unirla a la demanda por la institucionalidad que proponga políticas públicas que hagan frente al modelo productor de inequidad y discriminación, buscando romper ese círculo de “igualarnos hacia abajo”. En definitiva, la relación armónica y complementaria entre seguridad y migración, comenzarán a ser posibles cuando ataquemos los patrones económicos, sociales, institucionales, políticos y culturales productores de la migración como fenómeno negativo y amenazador para la vida del propio migrante y para nuestras sociedades.

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Las CEBs: Paradigma de la inculturación al de la

interculturalidad

Fr. Jit Manuel Castillo Asesor de CEB

República Dominicana Descrita como un túnel, un mundo líquido, roto y desbocado, nuestra actual sociedad se caracteriza por ser postmoderna, plural y multiétnica. Con razón podemos hablar de un cambio epocal, una transformación de nuestra forma de comprender el mundo, la trascendencia y a nosotros mismos. Dado que no ha de haber un divorcio entre paradigma teológico y cambios culturales, sugerimos que nuestras Comunidades Eclesiales de Base pasen de la inculturación a una propuesta evangelizadora intercultural, con el propósito de colocarnos a la altura de nuestro tiempo.

Sólo la interculturalidad tiene chance de ofrecer las herramientas y forjar la mentalidad necesaria para que se pueda inventar un nuevo modo de ser iglesia en la realidad

contemporánea y para que la evangelización pueda realizarse como un proceso de configuración en Cristo.2

1. INTRODUCCIÓN El epígrafe con que iniciamos este artículo revela la profundidad de su planteamiento: Apuntalar el paradigma intercultural con su alto potencial liberador como una gran oportunidad para las CEBs en esta coyuntura histórica y mostrar que éstas, por su naturaleza y aspiración a un nuevo modo de ser iglesia, son un lugar privilegiado dónde éste puede encarnarse. Personalmente, el tema de la interculturalidad me interesa por la particular relación que se da entre República Dominicana y Haití y porque es una bella manera de retomar el sueño caribeño y latinoamericano, que posibilita formas inéditas de relacionamientos, además de abrirnos horizontes para repensar nuestro continente en el marco de la geopolítica mundial. Mientras trabajaba esta temática, tuve como paño de fondo la Canción con todos, que compusieran Cesar Isella y Armando Tejada Gómez, magistralmente interpretada por Mercedes Sosa y tantos otros artistas latinoamericanos, que se ha convertido en un himno continental y de la humanidad.3

2 Carmem Lussi, Mobilidade humana e evangelização: contribuições a partir do contexto brasileiro, en Delir

Brunelli y Sinivaldo S. Tavares (Orgs), Evangelização e interculturalidade, Vozes, Petrópolis 2010, p. 27. 3 Salgo a caminar/ por la cintura cósmica del sur/ piso en la región/ más vegetal del tiempo y de la luz/ siento

al caminar/ toda la piel de América en mi piel/ y anda en mi sangre un río/ que libera en mi voz/ su caudal./

Sol de alto Perú/ rostro Bolivia, estaño y soledad/ un verde Brasil besa a mi Chile/ cobre y mineral/ subo

desde el sur/ hacia la entraña América y total/ pura raíz de un grito/ destinado a crecer/ y a estallar./ Todas

las voces, todas/ todas las manos, todas/ toda la sangre puede/ ser canción en el viento./ Canta conmigo,

canta/ hermano americano/ libera tu esperanza/ con un grito en la voz!

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Con este trabajo me uno al clamor de tantos hombres y mujeres del mundo entero, que aspiran a un canto en el que las voces de todos los pueblos, de todas las personas y de todas las creaturas entonen el polifónico himno para el que fueron convocadas a la existencia. Es mi forma de contribuir para que la historia del ser humano sea menos uniforme y vaya adquiriendo “el carácter de una orquesta sinfónica en que la pluralidad de voces es el secreto del milagro de la armonía.”4 Más allá de mis motivaciones personales, son muchas las situaciones que hacen de la interculturalidad una urgencia. De acuerdo con Dina V. Picotti, tanto en las sociedades contemporáneas en general como en América Latina en particular, el desafío que se presenta a esta época globalizada y postmoderna se da en la relación ‘civilización’-culturas.5 Este tema se hace necesario en el contexto de una Iglesia que da signos visibles de involución y romanización, en un esfuerzo por replegarse en el pasado para volver a la cristiandad, que aunque indeseable, va ganando fuerza en los grupos conservadores, que son los que hoy están más fortalecidos. En América Latina, cobra una gran vitalidad, dada las demandas de los grupos indígenas y afrodescendientes que se resisten a entregar sus tradiciones milenarias en manos de una globalización hegemogenizadora y luchan por ser reconocidos.6 En nuestro tiempo se aventuran nuevas cruzadas de los valores de la “democracia, la libertad y la verdad”,7 que auguran una guerra de civilizaciones entre Oriente y Occidente por motivos culturales y religiosos. Los mesianismos, fundamentalismos y terrorismos se levantan con fuerza. Por lo que conviene fundamentar una práctica evangelizadora que se escape a estos peligros, atreviéndose a soñar nuevos derroteros posibles, abriendo camino por veredas que incluso podrían parecernos peligrosas. Nuestro tema está dividido en cuatro apartados: en el primero, veremos el mundo postmoderno, plural y multiétnico en que vivimos; en el segundo, trataremos el desafío de pasar del paradigma evangelizador de la inculturación al de la interculturalidad; en el tercero, señalaremos las principales características de una evangelización intercultural; y finalmente, concluiremos con lo que supone para las CEBs el giro intercultural de su propuesta evangelizadora.

2. UN MUNDO POSTMODERNO, PLURAL Y MULTIÉTNICO

4 Raúl Fornet-Betancourt, Transformación Intercultural de la Filosofía, Desclée de Brouwer, Bilbao 2001, p.

60. 5 Cf. Dina V. Picotti, Diálogo y poder en la cultura latinoamericana. El desafío intercultural, en Raúl Fornet-

Betancourt (Ed), Cultura y Poder. Interacción y asimetría entre las culturas en el contexto de la

globalización. Documentación del IV Congreso Internacional de Filosofía Intercultural, Deslcée de Brouwer,

Bilbao 2003, p. 277. 6 Cfr. Juan Blanco, Aportes de Fornet-Betancourt en el debate sobre la interculturalidad, disponible en:

[http://serrbal.pntic.mec.es/AParteRei] 7 Cf. Gonzalo Gamio Gehri, La ilusión del destino. Identidades y conflictos en un mundo postmoderno, en

Paginas, 216, vol XXXIV (diciembre -2009) 30-31.

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Cambiar el mundo no basta. Nosotros lo hacemos de cualquier manera. Y, en gran medida, ese cambio acontece hasta sin nuestra colaboración. Nuestra tarea es también

interpretarlo. Y eso precisamente para cambiar el cambio. A fin de que el mundo no continúe cambiando sin nosotros. Y, al final, no cambie para un mundo sin nosotros.8

La época en que vivimos está marcada por procesos de individuación, por nuevas subjetividades en una cultura somática, por la revolución tecno-científica e informática, por la globalización y por el neoliberalismo. Cinco fenómenos emblemáticos, que apuntalan un cambio de paradigma, del patrón de nuestra macro comprensión del universo, de Dios y de nosotros mismos (teoría de Thomas Kuhn), el paso de la modernidad a la posmodernidad o a la hipermodernidad, dependiendo de la forma en que valoremos su relación con la época precedente.9 Autores tan diversos como Paul Ricoeur, Jacques Derridá, Paula Sibilia y Néstor García Canclini,10 reconocen la importancia de las metáforas para describir el mundo en el que vivimos. Se habla de un túnel, de un mundo roto y desbocado y de una sociedad líquida. Cuatro metáforas que nos permiten evocar grandes verdades sin absolutizarlas y entrar en el presente con profundidad: con lo que tiene de sombra y de límite, pero también con lo que tiene de promesa y posibilidad transformadora. Nos preguntamos ¿cómo pensar a Dios en medio del túnel en que vivimos?, ¿cómo hablar en un mundo roto?, ¿cómo reflexionar sobre nosotros mismos si vivimos desbocados? y ¿cómo predicar a Jesús en una sociedad líquida? Podemos confirmar lo que reza la famosa frase de Juan Pablo II: “nosotros no vivimos en una época de cambios, sino en un cambio de época” y sus más profundas repercusiones se dan en el ámbito de la cultura (DA 44, 51). En una perspectiva intercultural, las características más relevantes de la postmodernidad son la pluralidad y la emergencia del grito étnico. La pluralidad ya no es una cosa lejana, que hemos de reconocer entre continentes y naciones, sino que se nos ha hecho tan cotidiana, que hemos de vivirla al interior de nuestros países, comunidades y familias. En esta pluralidad, el fenómeno migratorio mundial, junto a otros componentes, tiene un peso mayúsculo. Hoy por hoy ha alcanzado niveles inimaginados y genera una reconfiguración de las identidades y las relaciones étnicas a nivel internacional y al interior de los países.11 Lo más novedoso del mundo plural de nuestros días, es que no se trata sólo de presencias diversas conviviendo en un mismo espacio, lo cual más o menos siempre hemos tenido, ni de que esto se haya intensificado, sino de que los territorios dejaron de estar marcados por una cultura, una tradición religiosa o unas determinadas creencias. En América Latina se está dando una reconfiguración religiosa, cultural y social, que genera un contexto muy interesante en términos de pluralidad. Ya no podemos hablar de 8 G. Anders, L´uomo è antiquato, citado por Umberto Galimberti, Psiche e techne. O homem na idade da

técnica, Paulus, São Paulo 2006, p. 599. 9 Cf. Jean-François Lyotard, A condição Pós-Moderna, José Olympio, Rio de Janeiro 1998, p. 28, 69-74. 10 Cf. Néstor García Canclini, La globalización imaginada, Paidós, Buenos Aires 2008, p. 57-58.

11 Cf. Carmem Lussi, Mobilidade humana e evangelização: contribuições a partir do contexto brasileiro, en

Op. Cit., p. 21. Según esta autora, el tema migratorio es un signo de los tiempos del momento presente, y ha

de ser valorado como un lugar teológico que cuestiona nuestras comunidades cristianas y la cualidad de sus

relaciones, nuestros planes pastorales y nuestra concepción de parroquia.

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un continente abrumadoramente católico, al menos como antes se pensaba:12 “En la realidad actual, caracterizada por la gran rapidez de las comunicaciones, por la movilidad cultural e interdependencia, el pluralismo religioso emerge como un dato experiencial común a todos.”13 La otra cara del pluralismo actual es el fundamentalismo, que viene a ser algo así como una reacción desesperada ante la pluralidad.14 Con todo, hoy valoramos la diversidad de otra manera. No sólo nos sabemos llamados a la tolerancia y la aceptación del otro que es distinto, sino también a la convivencia y a la interrelación.15 Todo esto, coloca el cristianismo en una nueva situación: ¿Cómo pasar de la valoración de la pluralidad como amenaza o resultado de las limitaciones humanas, a entenderla como expresión del misterio multiforme de Dios, que se sigue revelando aquí y ahora, más allá de las instituciones religiosas? La actitud de Jesús nos constituye en una religión dialogante, que más que la adhesión, busca la justicia, la paz y el amor. En lo que respecta al mundo multiétnico, América Latina siempre ha convivido con la diversidad. Al punto de que se habla de nosotros como un palimpsesto de culturas, una amalgama multiforme y pluriforme con varias capas, a veces interpuestas, pocas veces bien integradas:

La población indígena en América Latina representa el 10% (40 millones) del total de la región, mientras la de origen africano el 30% (150 millones) [=] Los migrantes europeos y asiáticos confirman cada vez más la riqueza cultural que entreteje la realidad latinoamericana [=] No hay una identidad latinoamericana, sino múltiples identidades, étnicas, nacionales, de género, etc., contenidas en dicho espacio.16

Realidad, reconocida por el Documento de Aparecida, cuando afirma que nuestro continente es un espacio multiétnico, donde cohabitan diversas culturas: las indígenas, las afroamericanas, las mestizas, las campesinas, las urbanas y las suburbanas y la de los tantos emigrantes europeos que se establecieron en nuestra región (Cf. DA 56): “Estas culturas son dinámicas y están en intercambio permanente entre sí y con las diferentes propuestas culturales” (DA 57). Entre nosotros, crece el reclamo para que se reconozcan a los diferentes, desde el punto de vista social, ideológico, cultural, étnico y religioso, y para que se reduzcan las desigualdades.17 Por todos lados se escucha el grito de los más diversos grupos que se 12 Cristián Parker Gumucio, ¿América Latina ya no es católica? Pluralismo cultural y religioso creciente en

América Latina Hoy, Universidad de Salamanca, España 2005, p.35. 13 FaustinoTeixeira, Novos paradigmas resultantes do diálogo inter-religioso, en Márcio Fabri dos Anjos

(Org), Teologia e novos paradigmas, Loyola, 1996, p. 105. 14 Cf. Walter Fernandes, La globalización y la ética de una cultura única, en Raúl-Fornet Betancourt (Ed),

Culturas y poder…, Op. Cit., p. 43-49. 15 Marcelo Barros, Moradas do vento nos caminhos humanos. Para uma teologia da hierodiversidade, en

Concilium 319 (2007) 56. 16 Gabriela Zengarini, Tender puentes: misión desde la interculturalidad, en Nuevo Mundo 11 (2009) 43-44.

Las cifras entre paréntesis están tomadas de otra fuente: Cf. Jonas Zoninsein, O caso econômico para

combater a exclusão racial e étnica, en Mayra Buvinic, Jacqueline Mazza e Ruthanne Deutsch (Eds), Inclusão

social e desenvolvimento econômico na América Latina, Campus, Rio de Janeiro 2005, p. 41. 17 Cf. Néstor García Canclini, Diferentes, desiguales y desconectados. Mapas de la interculturalidad, Gedisa,

Barcelona 2004, p. 115.

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resisten a ser anulados. Entre nosotros, la cuestión étnica se está tornando también una discusión política. Las categorías étnicas surgen con fuerza para reivindicar la diversidad y reclamar reconocimiento: “En este rico contexto multiétnico, la interculturalidad, quiere iluminar nuevas relaciones interétnicas. Por lo que es muy actual, pertinente y de gran trascendencia.”18 Esta realidad lanza un serio desafío al cristianismo y a la evangelización. El de su transformación, que bien podríamos indicar como un cambio de paradigma: el paso de la inculturación a la interculturalidad. 3. DE UNA EVANGELIZACION INCULTURADA A UNA EVANGELIZACIÓN INTERCULTURAL

América Latina está conformada por países multiétnicos y pluriculturales, atravesados por procesos de globalización y postmodernidad, sin haber superado totalmente las secuelas

del pasado colonial (desprecio, racismo, marginación). Hacer misión y reflexión misionológica en este contexto exige una transformación intercultural.19

La relación intercultural en América Latina está hipotecada por el pasado colonial, por las estructuras históricas de dominación y por la cultura hegemónica del pensamiento único. Es prerrequisito el fortalecimiento de las culturas a nivel personal y grupal, de modo que una auténtica valoración de lo propio permita una relación con los otros en condición de igualdad. Para ello, la evangelización ha de ser liberada de su encierro en una tradición prepotente y de los dogmas del eurocentrismo para tornarla interdisciplinar y transdisciplinar, polilógica, plurivisional y polifónica. A continuación mostramos cómo el magisterio latinoamericano está pasando de la inculturación a la interculturalidad y cómo se está dando este mismo proceso desde otra perspectiva, que puede ser muy iluminadora para las CEBs. a. De la inculturación a la interculturalidad en el magisterio latinoamericano: Si nos fijamos en el binomio evangelio-cultura a partir del Vaticano II se aprecian resistencias, retrocesos y avances, que nos llevan a concluir que la Iglesia parece percibir el cambio cultural que vivimos, aunque no tanto la transformación de su conceptualización, lo que dificulta la transformación intercultural de su propuesta evangelizadora. El paradigma de la inculturación constituyó un paso significativo hacia actitudes y prácticas de evangelización más liberadoras, pero infelizmente se vio afectado por los documentos eclesiales posteriores a la Catechesis Tradendae, que priorizan la romanización del catolicismo. Consideramos que la Evangelii Nuntiandi de Pablo VI es un documento paradigmático en la relación evangelio y cultura. Nos advierte sobre el peligro de una evangelización que no toque las raíces profundas de las culturas: “importa evangelizar -no de una manera decorativa, como un barniz superficial, sino de manera vital, en profundidad y hasta sus

18 Cf. Juan Blanco, Aportes de Fornet-Betancourt en el debate sobre la interculturalidad, consultado el 5 de

julio de 2011 en: [http://serrbal.pntic.mec.es/AParteRei] 19 Cf. Gabriela Zengarini, Tender puentes: misión desde la interculturalidad, en Op. Cit., p. 51.

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mismas raíces- la cultura y las culturas del hombre en el sentido rico y amplio que tienen sus términos en la Gaudium et Spes” (EN 19-20). Con ello, sienta las bases para superar el paradigma de una misión como adaptación y acomodación del Evangelio para avanzar hacia la contextualización e indigenización, como primer esbozo de una misión inculturada, aunque todavía no con todo lo que ésta implica. En 1979, Juan Pablo II asumió el término inculturación en su magisterio pontificio, en una alocución a los miembros de la Pontificia Comisión Bíblica, reconociendo que era un neologismo, que expresaba muy bien el misterio de la encarnación.20 Poco tiempo después, lo retomó en la Exhortación Apostólica Catechesi Tradendae, con palabras valientes y proféticas, al decir que la Iglesia se sabe llamada a llevar la fuerza del evangelio al corazón de las culturas, lo que implica conocer sus componentes esenciales, aprender sus expresiones más significativas, respetar sus valores y riquezas propias (CT 53). En sintonía con este documento, el texto del Sínodo Extraordinario de 1985, dirá que: “la inculturación es diversa de una simple adaptación exterior: ella significa una íntima transformación de los auténticos valores culturales por su integración en el cristianismo y un enraizamiento del cristianismo en las diversas culturas humanas”.21 En la Redemptoris Missio de 1990, se inicia un retroceso en su planteamiento. El acento está en los excesos que habría que evitar. Es sintomática su insistencia en que no se puede comprometer la especificidad e integridad de la fe, a la que se refiere como depósito, así como su imposición del criterio: en comunión con la Iglesia universal, además del de la compatibilidad con el evangelio (RM 53). Estos mismos criterios se repetirán, aunque con otras palabras, en la Eclessia en África (1995), donde se indica que no se debe quebrar ni el derecho divino ni la disciplina de la Iglesia (EAf 78); en la Eclessia en América (1999), que muestra la ruptura entre evangelio y cultura con mayor dramatismo; y en la Dominus Iesus (2000), que identifica la Iglesia universal con los dicasterios romanos e interpreta la comunión como un acatar lo que viene de Roma. 22 En lo que respecta al magisterio de la Iglesia Latinoamericana, ni las Conferencias de Río de Janeiro ni la de Medellín se ocupan de la inculturación del evangelio. Es en Puebla, cuando ésta se rescata. Con el magisterio general de la Iglesia proclamado en la Evangelii Nuntiandi, dirá que la inculturación no es una evangelización decorativa y superficial de las culturas, sino que ha de penetrar hasta sus raíces (DP 388). La encarnación de Jesucristo es su fundamento teológico (DP 394). Valora una nueva sensibilidad cultural, en sintonía con la época emergente a partir de una concepción dinámica de la cultura (DP 393). Afirma que entre nosotros estaban presentes las simientes del Verbo antes de venir los misioneros (DP 401). Lo que busca la evangelización es que las culturas se renueven, eleven y perfeccionen por la presencia viva del Resucitado (DP 407). La inculturación tendrá su más clara expresión teológica en el documento de Santo Domingo. Temática, que es quizás el punto más novedoso de esta conferencia. Quiere ser respuesta a la cultura de la imagen en que nos encontramos, para que el mensaje evangélico sea expresión de Cristo. Relaciona evangelización, inculturación y promoción humana, como los elementos inherentes de toda propuesta evangelizadora (SD 13cd),

20 Cf. Mario da França Miranda, Inculturação da fé. Uma abordagem teológica, Loyola, São Paulo 2001, p.

30. 21 Ibíd., p. 31.

22 Cf. Faustino Teixeira, Inculturação da fé e pluralismo religioso, Op. Cit., p. 85-86.

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rescatando una visión integral (SD 243). En sintonía con este presupuesto, se invita a los misioneros a descubrir en las diferentes culturas y sociedades, los muchos valores del Reino que ya están presentes antes del anuncio explícito del evangelio (Cf. SD 244-245). La evangelización inculturada es la alternativa que se propone para la abrumadora transformación cultural experimentada por América Latina (SD 230). A diferencia de los anteriores documentos, que responsabilizaban a la curia romana de este proceso, aquí se encarga fundamentalmente a las Iglesias particulares, como una exigencia de la naturaleza misma de la propuesta evangelizadora (SD 55d). Ésta ha de darse en todas las áreas de la vida humana (SD 256), y en todos los tipos de culturas: las tradicionales y las más secularizadas, las indígenas y las afroamericanas (SD 30). Para que dicho proceso ocurra, hemos de reservar un lugar privilegiado a la religiosidad popular (Cf. SD 36). La preocupación no es tanto por lo que hay que evitar o por los excesos, sino por la tarea pendiente, que toca todas las instancias de la vida eclesial: sus estructuras, su organización ministerial, la liturgia, etc. (SD 43, 53, 248). En el documento de Aparecida, la inculturación aparece nuevamente en un tono de advertencia, y se entiende más que todo como la traducción de los textos litúrgicos y de la Biblia a las lenguas vernáculas. Con lo que se reduce considerablemente su interpretación (DA 94). Con clara referencias al discurso inaugural del papa Benedicto XVI, el texto afirma algo que nos parece una manipulación del proceso de evangelización-colonización que sufrieron nuestros pueblos cuando habla de la “acogida del evangelio” por parte de los pueblos originarios y de los esclavos africanos (DA 4). Como en muchos otros casos, se observa una Iglesia que es muy crítica con el mundo, más no tanto al interior de sí misma. Juzga los procesos de imposición de una cultura homogeneizante, la neoliberal globalizada, pero no dice nada del vínculo que se da entre evangelización y la cultura occidental, que han de asumir los pueblos por ella misionados: “Se verifica a nivel masivo una especie de nueva colonización cultural por la imposición de culturas artificiales, despreciando las culturas locales y con tendencias a imponer una cultura homogeneizadora en todos los sectores” (DA 46). El texto de Aparecida, ve con buenos ojos los esfuerzos de inculturación litúrgica, que han rescatado la dimensión más festiva de la fe cristiana, centrada en el misterio pascual, y el crecimiento de una religiosidad popular, en la que se valora cada vez más la eucaristía y la devoción mariana (Cf. DA 101). El documento nos advierte, que en la cultura actual aparecen luces y sombras. Por un lado, es promotora de un pluralismo cultural y religioso, que es positivo; mientras que por el otro, propaga una cultura globalizada, que erige el individualismo como característica dominante, responsable por el relativismo ético y por la crisis de la familia (DA 479). Compete a la Iglesia el papel de reorientar a sus fieles sobre esta ambigüedad de la cultura actual (Cf. DA 480), porque es en ella donde hemos de inculturar el evangelio (DA 479). En la conferencia de Aparecida es donde la Iglesia latinoamericana aventura sus primeros pasos en dirección a la interculturalidad, afianzada en las tímidas propuestas del actual papa y su predecesor y en el reconocimiento de los indígenas y afroamericanos que se inició en el documento de Santo Domingo. Ya, en el discurso inaugural, Benedicto XVI, luego de una amonestación para que los pueblos latinoamericanos “no vuelvan atrás,” en el sentido de retomar las religiones originarias, afirma que las culturas auténticas no están encerradas en sí mismas, ni petrificadas en un determinado tiempo de la historia, sino que

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buscan el encuentro con otras culturas, por lo cual han de abrirse al diálogo intercultural.23 La pena es que una frase tan actual, esté en el marco de una visión que a nuestro modo de ver, contradice la relación intercultural y resta importancia a la que ha de darse entre los pueblos originarios y el catolicismo. El Documento de Aparecida, valora los afrodescendientes, que con sus luchas por la recuperación de las identidades, de los derechos ciudadanos y contra el racismo, constituyen una fuerza viva y son sujetos constructores de una nueva historia para América Latina y el Caribe (Cf. DA 97). Constata que la exclusión social, económica, política y cultural del continente tienen un fuerte tinte étnico, que los invisibiliza (Cf. DA 89-90). Lo que exige que se potencien relaciones interculturales para una auténtica reconfiguración de nuestra identidad: “De ese modo, descolonizar las mentes, el conocimiento, recuperar la memoria histórica, fortalecer los espacios y relacionamientos interculturales, son condiciones para la afirmación plena de la ciudadanía de estos pueblos” (DA 96). Esta conciencia es el punto de partida para un avance eclesial hacia la interculturalidad, aunque no se escapan las advertencias, que evidencian una preocupación por controlar este proceso:

Como Iglesia que asume la causa de los pobres, estimulamos la participación de los indígenas y afroamericanos en la vida eclesial. Vemos con esperanza el proceso de interculturación discernido a la luz del magisterio. [M] Nuestro servicio pastoral a la vida plena de los pueblos indígenas exige que anunciemos a Jesucristo y la Buena Nueva del Reino de Dios, denunciando las situaciones de pecado, las estructuras de muerte, la violencia y las injusticias internas y externas y fomentemos el diálogo intercultural, interreligioso y ecuménico (DA 94-95).

Como se ve, tanto Benedicto XVI como el magisterio latinoamericano empiezan a hablar de la interculturalidad con mucha timidez y ambigüedad. Su posición no brota de un radicalizar la inculturación. Sugieren el diálogo intercultural y no relaciones interculturales, que interpretan en un sentido distinto a su trayectoria histórica. Así planteada, sospechamos de esta propuesta, sin desistir de una auténtica transformación intercultural de la evangelización, como la que proponemos a continuación. b. De la inculturación a la interculturalidad en la perspectiva de las CEBs: La propuesta intercultural mantiene los mejores presupuestos de la teología de la liberación, como se muestra en su crítica al multiculturalismo así como su replanteamiento de las relaciones primer mundo/tercer mundo y norte/sur, desenmascarando el reverso de la globalización, con énfasis en el problema del subdesarrollo y de las desigualdades sociales.24 Entre los autores que ayudan a la construcción de este nuevo paradigma filosófico, destaca la figura de Betancourt como uno de sus fundadores, además de darle cuerpo a su conceptucalización. Este autor inicia su camino hacia la propuesta intercultural por el carácter problemático de la categoría de inculturación, que se mantiene en una perspectiva neocolonialista frente al necesario giro que exige la nueva constelación de saberes y culturas que determinan nuestro mundo.

23 Cf. Documento de Aparecida, Paulinas, São Paulo 2007, Discurso inaugurar del papa Benedicto XVI, p.

250. 24 Cf. Edward Demenchonok, Diálogo intercultural y las controversias de la globalización, en Raúl Fornet-

Betancourt (Ed), Cultura y Poder. Op. Cit., p. 93-96.

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Esta propuesta es una seria crítica a las políticas económicas excluyentes del neoliberalismo, como reclamo del derecho de los pueblos a un mundo propio y a desarrollarse a partir de sus posibilidades, valores y metas. Se considera que toda cultura es una visión del mundo que tiene algo que decir a todos. Por lo que una propuesta civilizatoria que se precie de seria, ha de tomar en cuenta la diversidad cultural, la “pluralidad de visiones de mundo”, que se ha de articular interculturalmente. Para Raúl Fornet-Betancourt, la interculturalidad más que una posición teórica o un diálogo, es fundamentalmente una disposición, una experiencia y una actitud, que pone de manifiesto que los seres humanos estamos interrelacionados y que somos diversos. Esto supone un reaprendizaje relacional de nuestras propias referencias identitarias:

interculturalidad quiere designar más bien aquella postura o disposición por la que el ser humano se capacita para [=] y habitúa para vivir “sus” referencias identitarias en relación con los llamados “otros”, es decir, compartiéndolas en convivencia con ellos.25

Para una transformación intercultural de la evangelización, es necesario superar el paradigma misionero de la inculturación. Esto no significa un mero cambio de nombre, sino una reedición del cristianismo que nos llegó occidentalizado. La inculturación ya no responde al nuevo contexto ni tienen validez los principios y categorías antropológicas en los que fue pensado. Hoy no sólo nos confrontamos con el dilema del colonialismo y la necesidad de afirmar la diversidad cultural, sino que estamos frente a la urgencia de una interrelación entre las culturas. Son muchos los autores que en una perspectiva liberadora apuntan la necesidad de esta transformación. A continuación presentamos lo que al respecto nos sugieren José Comblin, David J. Bosch, Luis Mujica Bermúdez, Johann Baptist Metz y Raúl Fornet-Betancourt, por su vínculo con la teología de la liberación y desde ella con la propuesta de las CEBs. Para José Comblin, la inculturación parece ser un concepto muy ambiguo, usado lo mismo por el papa, los conservadores, los progresistas, los teólogos de la liberación, los romanos. Para él, esconde la nostalgia de la sociedad de cristiandad, en la que los pueblos, más que al evangelio de Cristo, se convertían a la cultura helenística occidental.26 David J. Bosch, aunque valora positivamente la inculturación, reconoce que también tiene sus limitaciones, y que éstas no son superficiales. Para él, el evangelio no se debe equiparar con las culturas, que no se han de destruir, pero tampoco absolutizar. La inculturación esconde la idea de que la que se dio en Occidente no necesita renovarse, aprisionando el evangelio en la cultura occidental, con todos los conflictos que esto trae para su implementación.27 Luis Mujica Bermúdez,28 desenmascara las artimañas de la aculturación y la inculturación, considerados axiomas inmutables, pero que esconden presupuestos implícitos, que deben ser revisados: En la aculturación, el interventor se considera a sí mismo como poseedor de la cultura y al otro como bárbaro, hombre natural, inferior o indio, que debe 25 Raúl Fornet-Betancourt, Crítica intercultural de la filosofía latinoamericana actual, Op. Cit., p. 14-15.

26 Cf. José Comblin, As aporias da inculturação, en Revista Eclesiástica Brasileira, 223 (1996) 671.

27 Cf. David J. Bosch, Missão transformadora, mudança de paradigma na Teologia da Missão, Op. Cit., p.

543-544. 28 Cf. Luis Mujica Bermúdez, Aculturación, inculturación e interculturalidad: Los supuestos en las

relaciones entre “unos” y “otros” Op. Cit. p. 55-61.

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ser civilizado y exterminado si no se deja civilizar. La inculturación, supone un avance significativo, pero el deseo de dominación persiste, aunque de forma menos obvia. La relación sigue siendo asimétrica y el otro siempre será visto como un mejor de edad, marginado o pobre, que necesita de la tutela del que ya ha madurado. Para Johann Baptist Metz, la inculturación, en su identificación con la encarnación, encierra un peligro teológico: “la idea de un cristianismo puro y desnudo que se iría colocando distintos atuendos culturales sobre una identidad preestablecida al margen de toda cultura histórica”.29 Lo cual nos impide dejar de ser una iglesia monocéntrica para convertirnos en una iglesia policéntrica. Raúl Fornet-Betancourt, nos dirá que si el cristianismo quiere estar a la altura de nuestra época: tiene que tomar en serio el diálogo con la diversidad cultural y tiene que pasar del paradigma de la inculturación al de la interculturalidad, como criterio orientador de su misión.30 Según su opinión, siete son las razones que justifican este pasaje:31 La primera, es que la inculturación todavía se maneja mediante una lógica sumamente agresiva: la tradicional militancia misionera occidental. La segunda, es la objeción a la instrumentalización de la pluralidad cultural, colocada al servicio de la “misión”. La tercera, es que al hablar de encarnar la fe cristiana en las diversas culturas, supone una visión metacultural o transcultural del mensaje cristiano. La cuarta, que brota de ésta, es el peligro de la absolutización de la propia tradición y la relativización de las demás en aras a esta idea de un núcleo transcultural. La quinta, es la cantidad de dogmas, que se convierten en un peso que dificulta el diálogo con otras tradiciones religiosas y culturales. La sexta, es la invitación a pasar del proceso encarnatorio del cristianismo, a uno de interrelación, verdadero desafío que nos plantean la interreligiosidad y la interculturalidad. La última, es que se acredita en un núcleo transcultural y en una visión estática de la cultura, nacidos del peso de la formación eurocéntrica del cristianismo, que nos lleva a confundir momentos específicos de su configuración con aquello que es universalizable. En esta perspectiva, la interculturalidad viene a ser la consecuencia lógica y la radicalización evangélica de la inculturación. El paso de una a otra ha de realizarse en constante tensión dialéctica, como dos momentos indispensables de un solo proceso: primero, el agente evangelizador ha de inculturarse; y segundo, abrirse a la experiencia de una relación intercultural. Esto es muy propio del cristianismo: por su insustituible identidad encarnada y su necesaria reencarnación en otras culturas, que ha de darse en el diálogo de los sujetos que se mutuo enriquecen en el encuentro y la relación. Para ello tenemos la tarea de repensar y reformular los objetivos y los métodos de la misión cristiana. Lo cual inicia con la resignificación y reformulación de su lenguaje, muchas veces arcaico y hermético. Como misión e interculturalidad no cuadran, por ser contradictorios y mutuo excluyentes, este cambio pasa necesariamente por la sustitución del concepto misión por el de evangelización. Con ello, conseguiríamos superar una misión ligada a la conquista y expansión colonial de Occidente, mantener la identidad originaria de este término, vinculado a la teología de la Trinidad y recuperar la

29 Johann Baptist Metz, Hacia una Iglesia universal culturalmente policéntrica. La Iglesia Católica en La

actualidad, en Selecciones de Teología, 117 (1991) 65. 30 Raúl Fornet-Batancourt, De la inculturación a la interculturalidad, en Juan José Tamayo y Raúl Fornet-

Batancourt (Eds), Interculturalidad, diálogo interreligioso y liberación, I simposio Internacional de Teología

intercultural e Interreligiosa de la liberación, Verbo Divino, Navarra 2005, p. 48-49. 31 Raúl Fornet-Batancourt, De la inculturación a la interculturalidad, en Op. Cit., p. 48-54.

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evangelización en el sentido amplio de la eclesiología del Concilio Ecuménico Vaticano II, cuyas raíces bíblicas y teológicas, entendidas a la luz del actual contexto, constituyen un horizonte para el callejón sin salida en el que nos encontramos. 4. CARACTERÍSTICAS DE UNA EVANGELIZACIÓN INTERCULTURAL

Asumir la diversidad cultural, que es un imperativo del momento, envuelve superar los discursos que pretenden uniformar la cultura, con enfoques basados en modelos únicos

(DA 59).

En este apartado nos disponemos a delinear las principales características de una evangelización intercultural para mostrar su sintonía con la propuesta liberadora de las CEBs. Con la Evangelii Nuntiandi, rescatamos que evangelizar es la razón de ser de la iglesia, su gracia y su vocación más originaria, su identidad más profunda (EN 14). Es una tarea compleja, rica y dinámica, que no se reduce al anuncio de Cristo, a la predicación, al bautismo, la catequesis ni a los sacramentos (EN 17), que busca impactar todas las dimensiones de la vida humana (EN 18), hasta entrar en las raíces de las personas y las culturas, penetrando sus criterios de juicio, sus valores, sus centros de interés, sus líneas de pensamiento, sus fuentes inspiradoras y sus modelos de vida (EN 19). Para ello, el testimonio juega un papel importantísimo, como comprensión y acogida, comunión de vida y destino con la humanidad (EN 21). La evangelización es más que proselitismo, que la predicación de la segunda venida de Jesús, que una proclamación verbal y que la extensión de la Iglesia. Ella es un convite personal y contextual, es lucha por la justicia, que brota de la gratuidad de Dios, el sumo bien y el amor total, en quien coinciden libertad y necesidad, gratuidad y obligación como necesidad de gratuidad. Esto, porque aspira a la glorificación de Dios y la del pobre y a la redención de las injusticias. En la línea de la educación liberadora de Paulo Freire, no debemos evangelizar con los métodos pedagógicos que llevan a la opresión. Ésta no es el acto de depositar, narrar, transferir o transmitir conocimiento, doctrinas y valores, sino de establecer una relación dialógica entre “evangelizando” y “evangelizador” (ambos sujetos), diciendo su propia palabra. Nadie evangeliza a nadie y nadie se evangeliza solo, sino que todos juntos nos mutuoevangelizamos. Por eso, no acontece de la noche a la mañana, sino que implica un proceso que dura toda la vida; la nuestra y la de las comunidades humanas con las que entramos en contacto.32 Evangelizar es compartir herramientas para juntos interpretar mejor el mundo, sabiéndonos religados y mutuo implicados en la tarea de hacer la vida más plenamente humana para todos y todas, incluida la propia creación. Para que esto se dé hace falta una gran apertura de las culturas que entran en diálogo. “De quien emite el mensaje”, se requiere la capacidad de reconocer que en el “otro” viven elementos que explican mejor el cristianismo que en su cultura. “De quien lo recibe”, también ha de existir la disponibilidad para ver que ese mensaje que se “trae”, sobre todo con el testimonio, contiene elementos que elevarían su cultura.

32 Paulo Freire, Pedagogia do oprimido, Paz e Terra, Rio de Janeiro 1987.

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Se trata, de un diálogo en el que ninguno de los comunicantes se cree con la verdad absoluta, sino con parte de ella, conscientes de que en el encuentro salen más enriquecidos que si se mantuviesen aislados, y que incluso el mismo evangelio sale beneficiado, pues se despliegan y concretizan sus potencialidades no desarrolladas. Esto, sin que se destruya el patrimonio histórico que origina el cristianismo ni los textos bíblicos ni la revelación hecha en Jesús y en el pueblo judío, que seguirían siendo originantes. Por todo ello, consideramos que la evangelización intercultural es más amplia y respetuosa de la diversidad que la teología del pluralismo religioso e incluso que el ecumenismo. Porque al hablar de cultura, nos referimos a un modo de estar y vivir en el mundo, dentro del cual entra el aspecto religioso, que claro está, es fundamental. Por eso, nuestra propuesta aspira a algo más que un simple diálogo intercultural, entendido en una perspectiva reduccionista, es diálogo de la concomitancia diferenciada y articulada (Paulo Suess), es auténtico diálogo intercultural (Raúl Fornet-Betancourt) y es diálogo dialógico (Raimond Panikkar). Con la evangelización intercultural no buscamos ganar al otro para imponerle nuestra cultura. Por eso, descarta toda dominación y se propone desde el abajo de la historia, desde la cultura y la religiosidad popular. Desde ahí es que proclama, que más allá de la tolerancia y el respeto por el diferente, están la convivencia y la interrelación. Descubre a Dios en la vida, en la realidad, en el otro, más allá de las religiones institucionalizadas, por lo que se acerca a ellos con profunda reverencia. Sabe que el otro y su cultura, más que objeto de propaganda, son el lugar donde el Dios siempre nuevo se nos revela. Debido a esto, exige una constante metonoia (conversión), de cuerpo, mente y espíritu, afectiva y efectiva. Es una apertura subversiva, porque busca lo que se esconde en las versiones oficiales. Es enriquecedora, porque nos abre a otros sentires y estares en el cosmos. Y es difícil, porque supone una ruptura con el universo de nuestras seguridades.33 Así entendida, la evangelización intercultural se convierte en un horizonte descentrado, en una experiencia y opción, en una apuesta dialógica desafiante y en una dimensión conflictiva. Lo cual supone un proceso de transformación polifónica y el nacimiento de una “evangelización” más colorida y plurivisional, que apuesta por el ritmo sinfónico de la diversidad.34

5. CONCLUSIÓN Si en las CEBs emprendemos el proceso de la transformación intercultural de nuestra propuesta evangelizadora, daríamos un contenido muy actual a nuestra propuesta liberadora y continuaríamos con el camino de descentramiento que hace tiempo iniciamos. Envío hacia el exilio para dejarnos fecundar por el sentido o los sentidos que habitan en otros mundos simbólicos. [M] Desde este lugar ajeno que se convierte en propio, podríamos vislumbrar la novedad escondida en nuestra propia tradición cultural

33 Cf. Lucas Cerviño, Otra misión es posible. Dialogar desde espacios sapienciales e interculturales,

Itinerarios del Instituto Latinoamericano de Misionología, Bolivia 2010, p. 71. 34 Diana de Vallescar Palanca, Consideraciones sobre la interculturalidad y la educación, consultado el 27 de

agosto de 2011 en: [http://interculturalidad.org/numero03/2_03.htm.]. Publicado también en María Heise,

(Comp), Interculturalidad. Creación de un concepto y desarrollo de una actitud, Programa FORTE-PE, Lima

2001.

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y religiosa [M] para aportar gérmenes de vida plena en el presente histórico que nos toca vivir.35 La interculturalidad no es totalmente nueva en el cristianismo ni en las CEBs. Desde sus inicios contribuyó significativamente a su sobrevivencia y generó sus mejores frutos evangelizadores. Si perdemos esta disposición, perderíamos nuestra originalidad como propuesta abierta al encuentro fraterno, sin deseos de imposición. Evangelizar interculturalmente es tomar conciencia de la transformación de las culturas y de lo cultural. Es ir creciendo con y desde los otros, en una realidad contextual, siempre abierta, continuamente en construcción por las relaciones. La transformación intercultural de las CEBs sólo es posible, si confiamos que es el Espíritu el que nos impulsa a caminar, que evangelizar es ponerse en camino, dejar las sendas que nos son familiares para encontrarnos con el “otro”, para que se entrecrucen nuestros mundos, conscientes de que ser cristiano es saber hacer la síntesis entre lo “mío” y lo del “otro”. Esto exige que el “otro” deje de ser destinatario de mi misión y pase a ser un interlocutor junto al cual se nos abren horizontes, para descubrir verdades en nuestras propias tradiciones que sin ese encuentro nunca serían desveladas.

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11. COMBLIN, José, As aporías da inculturação I, en Revista Eclesiástica Brasileira, 223 (Setembro-1996).

35 Cf. Lucas Cerviño, Otra misión es posible. Dialogar desde espacios sapienciales e interculturales, Op. Cit.,

p. 99.

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mundo postmoderno, en Paginas, 216, vol XXXIV (diciembre -2009). 20. GARCÍA CANCLINI, Néstor Diferentes, desiguales y desconectados. Mapas de la

interculturalidad, Gedisa, Barcelona 2004. • La globalización imaginada, Paidós, Buenos Aires 2008.

21. GRIMSON, Alejandro. Interculturalidad y comunicación, Norma, Colombia 2001. 22. Juan Pablo II, Iglesia y cultura, alocución al Consejo Pontifico de la Cultura, del 18

de enero de 1983, consultado el 28 de agosto de 2011 en: [http://www.mscperu.org/biblioteca/1cultura/discursosJPIIcultura.htm#01.%20La%20Iglesia%20y%20la%20cultura].

• Palabras ante la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, 2004, consultado en la red, el 29 de septiembre de 2011, en: [http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/speeches/2004/may/documents/hf_jp-ii_spe_20040518_pc-migrants_sp.html]

23. LYOTARD, Jean-François, A condição Pós-Moderna, José Olympio, Rio de Janeiro 1998.

24. MIRANDA, Mario da França, Inculturação de fé. Um abordagem teológica, Loyola, Sao Paulo, 2001.

25. MUJICA BERMÚDEZ, Luis, Aculturación, inculturación e interculturalidad: Los supuestos en las relaciones entre “unos” y “otros”, consultado en la red, el 9 de abril de 2011, en: [http://docs.google.com/viewer?a=v&q=cache:x6RYTr553kgJ:red.pucp.edu.pe/ridei/buscador/files/Luis%2520Mujica.pdf+La+inculturacion.+De+Lovaina+a+Roma&hl=es&pid=bl&srcid=ADGEESjZ5xEUWarYRd2dLmGykFOBCtU36cqVwEcKqVJMOUoDdHT6-pkBdivkJWcqpuscdIemCac87K3WcN8YHgpv1USMzPafcTBJ6jj5wpqUU5zLUHwvsRD6hQGha3vunQqYtfsCF4ZI&sig=AHIEtbS3_-sbR0GUWbCKmugpJHsIKePnqQ]

26. Mysterium Liberationis, Tomo II, Trotta, Madrid, 1990. 27. PARKER GUMUCIO, Cristián, ¿América Latina ya no es católica? Pluralismo

cultural y religioso creciente en América Latina Hoy, Universidad de Salamanca, España 2005.

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28. Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso y la Congragación para la Evangelización de los Pueblos, consultado en la red, el 29 de septiembre de 2011, en: [http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/interelg/documents/rc_pc_interelg_doc_19051991_dialogue-and-proclamatio_po.html]

29. TAVARES, Sinivaldo, Inculturação da fé, Vozes, Petrópolis, 2000. 30. VALLESCAR, Diana, Fornet-Betancourt. El hombre y su obra. Disponible en:

[http://WWW.ensayistas.org/filosofos/cuba/fornet/introd.htm] 31. ZENGARINI, Gabriela, Tender puentes: misión desde la interculturalidad, en

Nuevo Mundo 11 (2009).

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Somos comunidad porque Dios es comunidad. Metáforas para

un modelo eclesial comunitario y en equidad

Aleyda Gómez Asesora CEBs Colombia

Cuando nos encontramos a compartir nuestro proceso de CEBs vienen a nuestro corazón expresiones que evocan las experiencias originarias de las comunidades fundantes del cristianismo. Pero no son solo recuerdos, no evocamos el pasado con la nostalgia del primer amor. La vida de las primeras comunidades es realmente inspiradora y se actualiza por la experiencia pascual del seguimiento desde cada rincón del continente o de otros lugares en el mundo donde el proyecto de CEBs se hace posible. ¿Pero qué es lo que realmente resulta inspirador? ¿Qué es lo que sigue siendo legítimo y profético de nuestro proyecto de CEBs? La respuesta puede ser múltiple, pero al vernos reunidos desde la hermosísima diversidad de culturas, de lenguas, de colores en el IX Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Honduras, como si fuéramos un solo ser, cuando nos abrazamos como si nos hubiéramos conocido desde siempre, la respuesta salta a la vista: lo que sigue siendo vigente, aquello que nos hermana con fuerza profética es la profunda utopía de ser comunidad en el corazón mismo de Dios. Somos comunidad porque Dios es comunidad. Porque en Dios no hay jerarquías, ni subordinaciones, ni exclusiones, sino honda alteridad, es que podemos apostarle nosotros y nosotras a ser Comunidades de personas en equidad de género, en comunión de vida, en relaciones alternativas a un mundo patriarcal, machista o sexista que establece un orden social y eclesial desigual con seres de primera y seres de segunda. Las reivindicaciones de género al interior de las CEBs no apuntan a “voltear la tortilla”, sino a vivir la coherencia del equilibrio pascual. Este equilibrio pascual fluye en multitud de experiencias que nos rodean tanto en la naturaleza, como en nuestro ser mismo, contemplarlas, percibirlas, caer en la cuenta de ellas resulta fascinante. Veamos algunas de ellas expresadas metafóricamente como parábolas que enriquecen nuestras motivaciones para formar Comunidades Eclesiales de Base. 1. METÁFORA DE LOS GANSOS: “La ciencia ha descubierto que los gansos vuelan formando una V, porque cuando cada pájaro bate sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al ganso que va detrás de él. Volando en V, toda la bandada aumenta por lo menos un 71% más su poder de vuelo que si cada pájaro lo hiciera solo. Cada vez que un ganso se sale de la formación y siente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de volar solo y de inmediato se incorpora de nuevo a la fila para beneficiarse del poder del compañero que va adelante. Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso toma su lugar. Los gansos que van detrás producen un sonido propio de ellos y hacen esto con frecuencia para estimular a los que van adelante a mantener la velocidad. Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, dos de sus compañeros se salen de formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo. Se quedan con

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él hasta que esté nuevamente en condiciones de volar o hasta que muere, sólo entonces los dos compañeros vuelven a la bandada o se unen a otro grupo”36 En esta metáfora encontramos la expresión realizada de lo que hoy llamamos la nueva espiritualidad holística, definida como un hilo conductor con el cual podamos hilvanar todas las experiencias, todos los saberes, todas las tradiciones espirituales, todas las formas de humanización y construir una realidad planetaria dinámica e incluyente. Para eso es preciso sumar dialécticamente, integrar las diversas contribuciones y entrever las complementariedades.37 Esta realidad planetaria dinámica e incluyente está dibujada con maestría por los gansos. Ellos nos muestran el potencial de un grupo organizado que une sus esfuerzos para hacer posible la marcha. Quien va adelante asume la responsabilidad de quienes van detrás, pero al mismo tiempo deja que sean ellos quienes alimenten la mística de los que se abren paso, a través de la fuerza contraria del viento. Ir adelante resulta tan importante como ir atrás, siempre y cuando todos se unan en un solo proyecto. El liderazgo se extiende a lo largo de ese cuerpo vital articulado como un solo corazón. El empoderamiento colectivo se muestra así como la única autoridad legítima. Ninguno puede volar solo, ninguno puede volar siempre primero, ninguno puede perder el ritmo del vuelo... Una organización de este género plantea a los humanos una manera alternativa de vivir en la cual se puedan percibir de forma más unitaria las oposiciones y contradicciones inherentes a la existencia humana. La perspectiva de género busca precisamente superar estos desequilibrios de posturas dogmáticas que quieren dominar el mundo, la sociedad, la Iglesia o la familia de forma vertical y excluyente y busca desarrollar la capacidad de percepción de la complejidad de lo real y lo humano38. En esta lucha por encontrar alternativas a las posturas dogmáticas de la autoridad, religiosa o política, familiar o social, construir comunidad resulta la propuesta más actual y profética para humanizar nuestro mundo. Para enriquecer aún más nuestra reflexión sobre las razones que nos llevan a vivir nuestra fe en Comunidades Eclesiales de Base y no en otro modelo eclesial, sirvámonos de otra metáfora, “la del segundo cerebro” propuesta por el neurobiólogo chileno Francisco Varela uno de los principales investigadores en el ámbito de las Ciencias Cognitivas. 2. METÁFORA DEL SEGUNDO CEREBRO. Según lo plantea Varela, nuestro organismo tiene dos maneras de conocer. Una está asociada con el cerebro, la otra con el sistema inmunológico (el “segundo cerebro”). A diferencia del cerebro, el cual está concentrado en la cabeza, el sistema inmunológico

36Alonso Lobo Maya, El vuelo de los gansos. tomado de: En todos es posible. Elementos para el

desarrollo organizacional. Módulo 5 Elvira Margarita Gonzáles Mazuelo. Corporación CEIBA. Ed.

CIMAZ Bogotá 2001) 37

Leonardo Boff. Nueva era, La civilización planetaria. Desafíos a la sociedad y al cristianismo. Ed.

Verbo Divino. 1995 p.86 38

Ivonne Gebara. Teología a ritmo de mujer. Ed. Dabar Méjico. 1995. p.25.

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está disperso en órganos y en el fluido linfático a través del cuerpo. Este permea el cuerpo entero y cada tejido en particular. El sistema inmunológico es tan complejo como el sistema nervioso, pero en vez de encontrarse concentrado está distribuido, en vez de estar fijos sus componentes se mueven por todas partes, y en vez de atarse por conexiones anatómicas ellos se enlazan químicamente. Se ha descubierto que este sistema se asemeja a una red en continuo diálogo responsable de la identidad del cuerpo, es decir que el sistema inmunológico a través de las células crea la identidad de quiénes somos nosotros como un cuerpo.39 El cerebro izquierdo según los estudios actuales40 ha tenido la supremacía como único controlador de toda la actividad cognitiva, pues el cerebro derecho no ejerce esta función de control. Los circuitos del cerebro izquierdo sirven de parapeto de los sistemas organizados sobre bases jerárquicas y dominadoras. Con la nueva metáfora de un “segundo” cerebro del cuerpo, Varela cuestiona radicalmente las concepciones dominantes hasta el presente -de jerarquías naturales necesarias- e introduce una visión de un cerebro y de procesos cognitivos donde el saber o conocimiento, la información, la identidad, la creatividad, no se encuentran sólo centralizados sino que también diseminados entre todas las células del cuerpo. No convergen y procesan en un solo punto sino que se distribuyen a lo largo de todo el territorio corporal. Ello da pie a una concepción mucho más democrática e igualitaria de los procesos de la vida y de la realidad, sea ella individual o colectiva. Para quienes hemos recibido una formación religiosa marcada por jerarquías y autoridades eclesiásticas resulta muy saludable pensar el mundo de otra manera, percibirnos de otra manera, soñarnos de otra manera. La espiritualidad de las CEBs responde a la nueva eclesialidad de Vaticano II de “pueblo de Dios” y podemos enriquecerla a la luz de estas metáforas mencionadas anteriormente. Tanto la metáfora de los gansos, como la del segundo cerebro nos conducen a una misma conclusión: es posible crear nuevas propuestas a las planteadas por la ideología occidental mecanicista que hace girar el mundo sobre un solo centro. Es posible ser Iglesia sin la absurda dependencia a un modelo de Iglesia de cristiandad toda ella jerarquizada, basta cambiar nuestros paradigmas y ser constructores y constructoras de un cuerpo armónico como lo fueron las comunidades originarias que dieron origen a la Iglesia pascual, una ekklēsía de comunión y en equidad de género. La Iglesia, de la cual hacemos parte, nació como una comunidad de iguales. San Pablo bebió de estas tradiciones comunitarias que lo convirtieron en el gran aliado de los cristianos y cristianas del primer siglo; su teología del cuerpo consagra la identidad eclesial de comunión en la diferencia. Razón por la cual vamos a referirnos a una tercera metáfora que encontramos en la carta a los Efesios. 3. UNA CABEZA EN EL CORAZÓN41: METÁFORA DE EFESIOS 5, 21-25

21 “Estén sujetos los unos a los otros en el temor de Cristo. 22 Las mujeres a sus maridos, como al Señor,

39

Luis Pérez Aguirre. S.J. Ciencias teológicas y concepto de paradigma. www.servicios koinonía.org. 40

Jill B. Taylor. Un ataque de lucidez. Un viaje personal hacia la superación. Debate 2009 41

Aleyda Gómez E. Una cabeza en el corazón. Hacia una recuperación teológica de género de la

categoría cabeza., según Efesios 5, 21-25.

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23 porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es Cabeza de la Iglesia, el salvador del Cuerpo.

24 Así como la Iglesia está sumisa a Cristo, así también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo.

25 Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella”

Aparentemente todo lo que se ha dicho hasta ahora parece derrumbarse ante un texto como estos. A primera vista se podría decir que el fundamento teológico de la centralidad masculina en la Iglesia se encuentra aquí. En realidad no es así. Pablo un enamorado del proyecto eclesial comunitario no pudo habernos dejado en un callejón sin salida, tampoco sus discípulas o discípulos, quienes redactaron esta carta. Quiero simplemente dejar planteadas unas claves de interpretación de este escrito que antes de justificar la verticalidad familiar, social o eclesial nos muestran un camino distinto. Si leemos con atención el v. 23 nos encontramos con el fundamento teológico “porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es Cabeza de la Iglesia, el salvador del Cuerpo.”. Ciertamente Cristo es cabeza, porque es salvador del cuerpo, de esta manera la exhortación paulina hecha, en un contexto patriarcal de la sociedad del siglo I, a los maridos a quienes invita a ser cabeza como Cristo lo fue. La pregunta que salta a la vista es: ¿y cómo fue Cristo cabeza?, ¿cómo los emperadores del imperio romano?, ¿cómo los pater-familias de la sociedad greco-romana?. Si esto fuera así entonces nada tendríamos que hacer en el proyecto comunitario de las CEBs. He llamado a esta metáfora “una cabeza en el corazón” porque la clave se encuentra en el término griego cabeza =kĕfale. Este término traduce para cabeza, principio vital, opuesto al término latino cabeza como caput, capitalidad o jefatura. El paradigma patriarcal occidental desplazó el sentido original del termino kĕfale hacia el de caput y a partir de allí leímos este texto como la justificación teológica de la dominación masculina. Si cabeza es principio vital podríamos decir entonces que es una cabeza en el corazón, una cabeza que percibe todos los miembros no para dirigirlos y subyugarlos al centro cognoscitivo, sino como red de sensaciones vitales donde la vida fluye en muchas direcciones. Una cabeza que actúa como Jesús, como el segundo cerebro de nuestra metáfora. Jesús de Nazareth fue cabeza no como caudillo, ni como jefe, sino como kĕfale, como principio de vida, por esta razón pudo ser salvador y con ello nos mostró el camino para ser corresponsables de la salvación desde las CEBs. Nuestro desafío para continuar en el proceso siempre urgente de relanzar o recrear o resignificar las Comunidades Eclesiales de Base está en esta dinámica creadora de vida donde todos y todas nos hacemos responsables, todos y todas servimos, todos y todas crecemos en comunión y en autonomía. Que nuestra caminada sea como los gansos, que nuestra organización comunitaria sea como el segundo cerebro que dinamiza el fluir del Espíritu en todos sus miembros, que nuestros carismas y ministerios sirvan como la “kĕfale” que nos hace igualmente responsables de la vida de este cuerpo eclesial que todos y todas gestamos diariamente, para que sea posible la utopía del Reino, donde “ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros somos uno en Cristo Jesús” (Gal. 3, 28). Porque Dios es comunidad, nuestro proyecto es viable, posible, creíble y profético.

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Jóvenes CEBs a nivel continental

Natalie Parra Coloma Enlace regional de CEBs Jóvenes, Chile

Tejiendo redes de esperanza Las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) se han reunido en su encuentro continental, el pasado junio de 2012, éste trajo consigo muchas buenas nuevas. Una de estas, tiene relación con la presencia de un buen grupo de jóvenes. Todos y todas protagonistas de la construcción comunitaria en sus espacios locales. Sin duda alguna, la presencia de ellos y ellas es un signo de esperanza que permite seguir relanzando nuestras CEBs en el continente. Una porción de esperanza Cuando hablamos de una presencia, hablamos de 28 jóvenes específicamente. Todas las regiones de América Latina y del Caribe representadas42en la dimensión Juvenil. Una dimensión que en el pasado encuentro de Santa Cruz de la Sierra - Bolivia (2007), se impulsó con fuerza dentro de las líneas del Relanzamiento de las CEBs en el Continente. Jóvenes de distintas realidades y experiencias de vida -enriqueciendo el encuentro-, quienes trabajan la tierra, quienes estudian, quienes con el esfuerzo de sus familias han salido adelante y pueden estar desarrollando un oficio calificado, diversidad que se suma al intercambio cultural. Son escenarios que engrandecen el compartir y contribuyen a la reflexión en torno a las comunidades. La diversidad, como ya hemos mencionado, fue un componente importante en el compartir que impulsó con mucha fuerza a quienes lo vivimos. Fue un soplo que animo el paso al protagonismo juvenil que tanto deseamos grandes y chicos. Todo esto fue vivido y sostenido por quienes confiaron (y se alegraron) de que esta participación tomara nuevos rumbos, frutos de este soplo del Espíritu. Otro signo importante fueron los Diálogos Horizontales que apoyaron concretamente a la integración de las y los jóvenes participantes, un ambiente plenamente comunitario que proporcionó los espacios necesarios para compartir experiencias, enriquecer desde otro punto de vista, las situaciones injustas en que nuestras CEBs se encuentran luchando día a día por la construcción de una sociedad más justa y digna para todos y todas. Signos de esperanza Son estos los impulsos que debemos encausar, como agua viva al servicio del Reino. De esta sociedad más justa y digna para todos y todas. Desde la sociedad los grandes, jóvenes, pequeños y nuestra tierra. La dinámica juvenil muchas veces sobrepasa a quienes la acompañan, cada día surgen nuevas formas de expresión que se convierten en signos de los tiempos, por los cuales nuestras juventudes van caminando día a día. La fuerza y el espíritu de las y los jóvenes es un impulso necesario para las distintas luchas que mantienen nuestras comunidades.

42 Región Norte 1, Región Centroamericana 16, Región Andina 2, Región Cono Sur y Brasil 8, Región Caribe 1.

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No cabe duda que para tejer las redes que se van gestando hoy en día, hemos de tener una gran influencia de los medios de comunicación e intercambio. Son los que permiten que haya una gran fluidez con las demás CEBs, de poder compartir información desde las bases. Esto tiene un gran adosado que tiene relación con las amistades (que en Encuentros se pueda gestar) o por la simple hermandad universal que nos une, el poner rostro concreto (a cada país) y traspasar las fronteras con estos lazos. Es aquí donde podemos hablar de una gran patria. La patria grande, que es responsabilidad de todos y todas. Cada uno y una de las jóvenes nos unimos en nuestras luchas locales y continentales. Cuando miramos, qué se nos viene en este nuevo periodo impulsado en junio pasado, volvemos sobre la energía y alegría vista en San Pedro Sula, fuerza que animó a realzar la presencia -y como ya se ha mencionado- proporcionar el espacio de protagonismo. Como lo señala la proclama nacida de este IX Encuentro “La presencia y participación de los jóvenes en este IX Encuentro ha sido muy significativa y esperanzadora, y son una interpelación a nuestro caminar=” Interpelación desde los susurros de la tierra. Son estos susurros, que las nuevas generaciones traemos a las comunidades, despertamos en la comunidad de lo que el sistema neoliberal nos ha querido ofrecer como felicidad y comprendemos que la vida se construye día a día y junto a otras y otros. Nos desafiamos para construir juntos y juntas la Iglesia latinoamericana, de la mano de quienes han marcado rutas en los años anteriores. Mamamos, como nos dirán nuestros hermanos y hermanas argentinas, de su experiencia para revitalizar e impulsar nuestro caminar. Frutos Seguimos caminado entonces, bajo el proyecto de Jesús. Ese que está latiendo bajo nuestros pies y que hace brotar vida nueva en cada día. En este tomar la vida tenemos un papel desafiante, que apoyado por el mensaje de las CEBs, al finalizar el encuentro nos dice que “Reasumimos en este Encuentro el Relanzamiento de las CEBs en una nueva etapa, y asumimos como compromisos, en relación con la ecología la articulación con el bien vivir, la migración, el fortalecimiento de las CEBs y la promoción de los jóvenes” Promoción que se llevará a cabo en el cotidiano, acompañando la construcción del Reino de Dios, entre nuestras y nuestros pares. Construcción que comienza a movilizarse, ya! Con gran esperanza comenzamos a tejer redes que nos permitan articularnos en conjunto con el caminar de las CEBs mayores. Desde aquí nace la idea de organizar y tener una persona que impulse más de cerca el caminar de los jóvenes en las CEBs en cada región. Las primeras buenas nuevas nos la dan los hermanos y hermanas de República Dominica quienes han tenido su asamblea nacional en donde participaron todos los jóvenes de las distintas regionales y a nivel nacional. Como también los y las de Venezuela quienes están fortaleciendo las CEBs juveniles y en Haití también se está articulando este proyecto juvenil43. Paraguay sigue integrando horizontalmente a los y las jóvenes a sus equipos, como voces significativas en el proceso de construcción. Y nos seguimos animando en el resto del continente para tejer de multicolores banderas de esperanza las grandes familias de las CEBs. 43Referencias entregadas por su enlace regional Robert González Castillo

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Hay que seguir andandoC Somos jóvenes que buscamos seguir los pasos de este Jesús histórico, queremos verter todas nuestras energías en este proyecto, queremos calmar nuestra sed de justicia y dignidad dentro de las CEBs, para ir en apoyo de nuestros hermanos y hermanas de camino que más lo necesitan. Mostrar una imagen revitalizada de nuestra Iglesia, que tanta crisis hace, y ser muestra de que el evangelio sigue siendo vigente. Hemos sido enviados con una misión clara y con toda nuestra fuerza seremos signo de esperanza y constructores activos de este proceso de relanzamiento. Nos compenetraremos con el sentir de nuestra tierra y la defenderemos como nuestra casa, como parte nuestra que se ve amenazada por los distintos poderes. Sabemos que no estaremos solas y solos en esto, que hay una gran comunidad que nos acoge, acompaña, escucha e interpela en estos modelos de vida que muchas veces van a contracorriente. Podemos asegurar que lo que llamamos ideales de juventud, no se quedan solo en aquella etapa. Sino que se hacen motor en el caminar de las CEBs. Nuevas fuerzas y esperanzas a las CEBs para continuar un camino histórico.

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El ministerio de los profesionales en las CEBs

Ana Laura Vulcano Delegada diocesana de CEBs, Delegada al Equipo Nacional de CEBs.

10 años en CEBs. Argentina

I.

El Documento de Aparecida nos dice “Las comunidades eclesiales de base= Son fuente y semilla de variados servicios y ministerios a favor de la vida en la sociedad y en la Iglesia”. En el caminar de las CEBs van surgiendo experiencias, luchas, diversas realidades que originan y necesitan de nuevos ministerios y servicios. Cuando me propusieron decir algo sobre el “Ministerio de los profesionales en las CEBs”, no pude dejar de revisar mi propia historia. Me gradué de abogada en la Universidad Nacional de Mar del Plata, y como casi la mayoría de los graduados latinoamericanos, hemos pasado por Universidades signadas por la Reforma de 1918, donde el principio de “extensión universitaria “es una bandera de lucha. Así lo entendí y así lo siento hoy. Me acerque a una comunidad de la Obra Don Orione, en la periferia de la ciudad de Mar del Plata, donde vivo, con esa convicción militante que debía, luego de pasar por una universidad pública, retribuir a la sociedad mi formación, ejerciendo gratuitamente mi profesión para los más pobres. Primera frustración, no me necesitaban. Algunas consultas por problemas familiares o de trabajo, situaciones que se solucionaban simplemente escuchando a alguien que tenía necesidad de hablar. Esta realidad me impedía cumplir mi “misión” de graduada. Ante esta adversidad, mi conducta militante era cada vez más tenaz, tenía que “enseñarles” a los pobres que eran “sujetos de derecho”. Por esos días, encontramos cerca de esa comunidad una familia con unos niños recién nacidos viviendo en la playa, protegidos solo por las piedras. La historia es larga, pero imaginaran la gravedad de la situación, había que encontrar alguna alternativa para esa familiaM aquí comienza mi historia en las CEBs. Compartir la vida con la comunidad, aprender a tomar decisiones en Asambleas junto a otros y otras, esperar los tiempos de cada uno, descubrir la Palabra, comenzar a celebrarla en la comunidad, hizo que me pudiera despojar y desaprender con el paso de los años, de mi necesidad de “enseñar”, de pensar que debía actuar como una militante y graduada universitaria. Las CEBs provocaron en mi carrera profesional, un cambio de paradigma, que me llevo definitivamente a hacer una opción.

II.

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Cuando hablamos del MINISTERIO DE LOS PROFESIONALES EN LAS CEBs, no estamos hablando solamente de asistir profesionalmente a las comunidades, sino hacer de nuestra profesión un servicio. Para esto hay que encarnarse, hay que vivir lo cotidiano, ser parte de las luchas, de los dolores y las alegrías de la comunidad. El compromiso de los profesionales con el pueblo se realiza cuando sus saberes se ponen al servicio de reparar, limitar o cancelar los dolores y daños que produce una sociedad dividida entre los que mandan y los que obedecen, entre opresores y oprimidos.44 Nuestras CEBs están inmersas en territorios signados por la injusticia, la pobreza y la exclusión, atravesados por el escándalo de la desigualdad. Hombres y mujeres se enfrentan diariamente a estas situaciones que llevan a sostener luchas por la tierra, el agua, la biodiversidad. Sufren violencia de género, avasallamiento de derechos de niños, niñas y mujeres, de desempleo, y así podemos enumerar un listado enorme de problemáticas comunes a nuestros pueblos. Para enfrentar estas situaciones necesitamos asesoramiento de diversas áreas y disciplinas. Necesitamos ingenieros, abogados, médicos, técnicos, antropólogos, sicólogos etc. En ese lugar debemos ejercer nuestro ministerio y tejiendo nuestros saberes con otros y otras, nos ubicamos de otra manera, nos permite descubrir inmensas riquezas en aquellos que no pasaron por los claustros, pero que nos enriquecen enormemente, haciendo entre todos y todas una construcción colectiva de conocimiento. El desafío es encarnarse en la difícil realidad que nos toca vivir en las comunidades y plantearnos cómo desarrollar dentro del proceso de las CEBs un espacio de trabajo interdisciplinario y socialización de saberes. Como profesionales desde la base, y desde nuestro ministerio, tenemos que poner al servicio herramientas facilitadoras para que desde los pobres formemos una conciencia crítica frente a los problemas o situaciones que se plantean y así ayudamos a fortalecer nuestras luchas.

44

Movimiento de Profesionales para los pueblos.

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El ministerio sacerdotal en las CEBs

P. Juan Carlos Palacios Diócesis de San Pedro Apóstol, en Paraguay

Asesor de CEBs Paraguay Se me ha pedido escribir algo sobre el “Ministerio Sacerdotal en las CEBs”, lo haré, no desde un fundamento bíblico y teológico, porque no soy especialista en el tema; hay otros más indicados para escribir en esta perspectiva. Aquí plasmaré netamente algunas reflexiones desde mi experiencia como sacerdote en y con las Comunidades Eclesiales de Base de mi Diócesis de San Pedro Apóstol, en Paraguay. Mi conocimiento de Dios, mi experiencia de fe y de vida comunitaria y mi amor por el sacerdocio ministerial nace en el seno de mi familia campesina, profundamente cristiana y comprometida con una Comunidad Eclesial de Base llamada “Virgen de Fátima”. Desde pequeño sentía una profunda admiración por mi madre y unas señoras y señores por el trabajo que realizaban en la comunidad: eran catequistas, preparaban las celebraciones, visitaban enfermos/as, ayudaban y enseñaban a los niños/as y jóvenes para algunas representaciones bíblicas, hacían las novenas, preparaban las fiestas de Navidad, las procesiones; eran solidario/as con los/as necesitados/as de nuestra comunidad. Mi casa fue muchos años el lugar de reunión y celebración de esta comunidad porque no había “capilla” ni “oratorio”. También me impresionaba la vida de mi viejo Párroco y otros sacerdotes que pasaron por mi Parroquia. Eran hombres sencillos, pobres, metidos entre los campesinos/as de mi pueblo. Muy criticados y cuestionados por los gobiernos de turno de mi departamento, pero respetados, por otro lado. Varias veces me tocó acompañarles para llevar la comida a los miembros de las comunidades que fueron tomados presos durante la dictadura militar. Eran firmes en sus opciones y decisiones, no dudaban en denunciar los atropellos que sufrían nuestras comunidades. Muchas de las experiencias que he visto y vivido eran persecuciones muy violentas, dispersión de comunidades enteras y hasta masacres en algunos lugares. Sentía una profunda admiración y respeto por la vida pobre y comprometida que llevaban estos sacerdotes. Creo que mi vocación sacerdotal es una inspiración de mi gente y en la vida del pueblo de las tantas comunidades de mi Diócesis. Desde los 15 años formé parte de un “Grupo Vocacional de mi Diócesis”. Este grupo no era una forma de reclutar jóvenes para el Seminario; se nos orientaba para entender la vida comunitaria, formar parte de las CEBs y asumir algunos compromisos dentro de las mismas. Fue una experiencia muy rica. La mayoría de los sacerdotes de la Diócesis somos fruto de este proceso de formación. Veo como una gracia de Dios que mi Diócesis siempre ha reafirmado pastoralmente su identidad eclesial desde la formación y el acompañamiento de las CEBs. Como Diócesis gastamos lo mejor de nuestras energías en este Proyecto Eclesial que creemos es la propuesta más importante de la Iglesia en este tiempo, a nivel de su configuración teológica-pastoral-histórica. En esta Iglesia encuentro fuerza y sentido a mi vida sacerdotal, en un pueblo que ha sido duramente marginado, explotado y empobrecido durante muchos años, y sobre todo, golpeado por muchas dictaduras civiles y militares. Ministerio sacerdotal

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Desde esta experiencia de una Iglesia de rostro laical y la de muchos años trabajando con las CEBs, creo que los sacerdotes estamos hechos para la comunidad y no la comunidad para los sacerdotes; fuimos llamados para servir a los hombres y mujeres de nuestro pueblo. Los Sacerdotes debemos estar al lado del hermano desfigurado por las injusticias, las guerras, los fracasos, las violencias de todo tipo y hacer de la evangelización una auténtica encarnación de Dios en la tierra. Creo que los sacerdotes no estamos para las oficinas, para las etiquetas, para la televisión; no fuimos ordenados sólo para los actos y ritos cultuales; estamos consagrados para el servicio a las comunidades, especialmente a los débiles, sencillos y los pobres de este mundo, que no sólo son explotados, sino excluidos de la sociedad. Es la opción del Maestro Jesús. Cuando se habla del ministerio sacerdotal y las CEBs, entiendo que el Sacerdote está llamado para seguir anunciando y dándose por el “Reino de Dios”; y el Reino de Dios es justicia para los más marginados/as de la sociedad. Así lo entendían los oyentes de Jesús y por eso, hay que acudir a las ideas y tradiciones del A.T. para entender la “justicia de Dios”. Recordemos que cuando Jesús predica que ya llega el reinado de Dios, lo que en realidad quiere decir es que se va implantar la situación tan esperada y deseada por todos los descontentos de la tierra; la situación en la que va a realizarse efectivamente la justicia, es decir, la protección y la ayuda para todo el que por sí mismo no puede valerse, para los desheredados de la tierra, para los pobres y oprimidos, los débiles, los marginados y los indefensos. Con ellos y con ellas debemos caminar los sacerdotes. No es una cuestión simplemente sentimental, debe ser la opción a la medida del maestro. El Reino de Dios es el “ideal de una nueva sociedad”. Una sociedad digna del hombre y de la mujer. Sacerdocio profético Para vivir y trabajar con las CEBs, para acompañar sus luchas, esperanzas y resistencias se necesita sacerdotes con “perfil” de: profeta valiente y desprendido; respetuoso de la cultura de los pueblos; capaz de cambiar su manera de pensar y actuar; tomar en serio el Proyecto de Dios; capaz de introducir una nueva esperanza; que se sienta indignado ante los problemas humanos; que reaccione ante el clamor de los que sufren, tomando en serio el sufrimiento de los inocentes; comprometido en la construcción de un mundo más humano; en una palabra, que sea sacerdote del Reino en el corazón del pueblo y al lado de los pobres; sólo de esta manera, con nuestra palabra, vida y testimonio sacerdotal ayudaremos para que nuestras CEBs sean lugar y espacio de concienciación, denuncia, resistencia y solidaridad. Para continuar la misión liberadora que Cristo nos ha confiado a los sacerdotes, hemos de practicar con amor la denuncia profética de opresión y explotación que sufren nuestras comunidades y promover la justicia que es la forma estructural de la caridad; es parte de nuestra misión desenmascarar los ídolos de la muerte, señores de este mundo, pero vencidos por Cristo, el único Señor. Gran misión, honor y responsabilidad de los sacerdotes, de cada uno de nosotros: hacer creíble, presente y eficaz en las comunidades y en la sociedad el proyecto liberador de Jesús de Nazaret, sin reducir nuestra fe y compromiso, gozo y esperanza al ámbito privado e intimista. Estamos llamados junto a nuestras CEBs a construir el Reino de Dios. Necesitamos volver a sintonizar con nuestro pueblo. Escudriñar, reflexionar y tener palabra y postura ante las situaciones emergentes que interpelan nuestra conciencia y nuestro profetismo como sacerdotes seguidores de Jesús de Nazaret.

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En nuestra sociedad como en el tiempo de Jesús la pobreza y la riqueza tienen nombres concretos y responden a situaciones lacerantes: hambre y paro, explotación y subdesarrollo, marginación, opresión y explotación, incultura y carencia de los derechos fundamentales, la primera; y poder, influencia, dominio, lujo, confort, cuentas bancarias, múltiples casas, joyas deslumbrantes, viajes de placer, coche último modelo, la segunda. Estas situaciones, ayer y hoy nos lleva a un consumismo sin freno, a la idolatría del dinero y la riqueza y el lujo desmedido. ¿Qué palabra y qué postura tenemos los sacerdotes, la CEBs, la Iglesia ante estas situaciones? Es necesario volver la mirada a la primera propuesta de Dios, hacer una relectura de nuestro profetismo, sintiendo con Dios los problemas de nuestros pueblos, volver a apasionarse, como el “Maestro”, por un mundo diferente, una sociedad alternativa; y sentirnos indignados, como sacerdotes y como comunidad, cuando se pisotea el derecho del más pequeño, del pobre, del excluido, del sin voz; denunciando la explotación de los pobres y el aplastamiento de los opresores. Desafío Por desgracia, no siempre hemos ofrecido los sacerdotes un testimonio convincente de compromiso eficaz por la justicia, la fraternidad y la promoción humana, mediante una opción decidida y visible por la liberación del hombre, en particular de quienes más la necesitan. Eso es fallar en la esperanza de nuestra vocación sacerdotal que pide una encarnación dinámica de nuestra fe en la vida, en las CEBs y en la sociedad en general. El ser y hacer del sacerdote, su misión no se debe limitar a un programa o proyecto, sino que es compartir la experiencia del acontecimiento del encuentro con Cristo, testimoniarlo y anunciarlo de persona a persona, de comunidad a comunidad, y de la Iglesia a todos los confines del mundo (cfr. Hech. 1,8; DA 145). Nuestro desafío en este tiempo, como sacerdotes, es formar y acompañar a los cristianos/as y comunidades para que respondan a la vocación recibida y comuniquen por doquier con gratitud y alegría, el don del encuentro con Jesucristo. No tenemos otra dicha, ni otra prioridad que ser instrumentos del Espíritu de Dios, en las CEBs, en la sociedad, en la Iglesia, para que Jesucristo sea encontrado, seguido, amado, adorado, anunciado y comunicado a todos, no obstante todas las dificultades y reticencias. Este es el mejor servicio que los sacerdotes y las comunidades tienen que ofrecer a las personas y naciones (cfr. DA 14). Los Sacerdotes debemos de ser el portador de la esperanza a las comunidades, una esperanza realista, no ingenua, debemos de marcar la utopía. Acompañar y luchar al lado de las CEBs, mostrar que una sociedad nueva es posible y necesaria. El sacerdote está llamado a “embarrarse” con su pueblo. Celebración compartida El Sacerdote debe “reconocer y celebrar” la vida y la marcha de las CEBs. No podemos enamorarnos de la vida sino somos capaces de defender la vida de nuestras comunidades y de nuestros hermanos/as desde el proyecto de Dios que vino a dar la vida y vida en abundancia. En la marcha y contramarcha de nuestras CEBs, los protagonistas son los pobres, los campesinos/as, los indígenas, las mujeres. Al celebrar la vida, debemos los sacerdotes respetar, valorar y asumir toda la riqueza de símbolos que tienen nuestras CEBs. La gente sencilla expresa de mil maneras y a través de muchos simbolismos su fe y su compromiso con Dios y con el hermano. Necesitamos que nuestra Liturgia, nuestra celebración sea encarnada, vivida y comprometida. Me encanta pedir a los miembros de las CEBs que preparen las celebraciones (misa, novena, fiesta patronal, bautismos, confirmaciones, aniversarios, procesiones), que reflexionen sobre las lecturas,

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que hagan peticiones espontaneas durante la celebración, porque lo hacen de cara a la vida de la comunidad, desde sus alegrías y sufrimientos, sus adelantos y retrocesos, sus luces y sombras, sus luchas y resistencias. Lo hacen de una manera tan activa, devota y comprometida, que me lleva a decir los versos de aquella vieja canción: “cómo no creer en Dios”. Las celebraciones litúrgicas llenas de colorido, de símbolos y de vida celebran la cotidianeidad, los pequeños y grandes pasos en la lucha por la justicia, la solidaridad con causas justas, los fracasos y sufrimientos leídos a la luz de la fe; ahondan y fortalecen el compromiso de estar con el débil, con los excluidos, con las víctimas y crucificados de hoy. En medio del pueblo Los sacerdotes necesariamente debemos estar donde el pueblo y la comunidad se juega la vida, porque el pueblo reclama, alza la voz a través de gestos proféticos: manifestaciones, marchas, huelgas, ayunos, caceroladas, cierres de rutas, que surgen y se propagan desde nuestras CEBs. Igual y en continuidad con los Profetas debemos conocer y asumir el proyecto de Dios, debemos conocer la situación de lucha y de resistencia de nuestras comunidades, escuchar e interpretar la Palabra de Dios y escuchar e interpretar el clamor de nuestro pueblo. En Jesús hace realidad la esperanza de los pobres, tal como lo anunciaba ocho siglos antes el Primer Isaías. La predilección de Jesús por los pobres, los marginados y oprimidos es una constante en la revelación bíblica, desde los Profetas hasta Jesús de Nazaret. Cristo tomó partido por los pobres, los desvalidos, los pecadores y desheredados. Siempre estuvo en medio de ellos, como uno más, y les dedicó la primera de sus bienaventuranzas “Dichosos los pobres porque de ustedes es el Reino de Dios” (Lc. 6, 20). Entonces por qué nuestras CEBs claman siempre: “Queremos Obispos y Sacerdotes al lado de los pobres”. Esto escuché en varios encuentros latinoamericanos y caribeños de CEBs. Y me pregunto: ¿No ha optado la Iglesia por ellos/as?, ¿Por qué este ruego, este clamor de nuestro pueblo?, ¿No es acaso la CEBs, el lugar de los Obispos y sacerdotes? Es nuestra manera de “ser y hacer Iglesia”. Más que nunca es necesario volver a las raíces, mirar a aquel que nos motivó y nos enamoró en su seguimiento. Hoy en nuestras comunidades es necesario el testimonio sencillo pero decidido de los sacerdotes y Obispos. Necesitamos vivir y testimoniar: desprendimiento y solidaridad, pasión por los derechos humanos, por la verdad y la libertad, compromiso firme con la justicia y la liberación de toda esclavitud y discriminación social, cultural y religiosa. El testimonio es siempre un impacto que interroga a los que lo ven. Me encantaría que la gente se pregunte: ¿Qué secreta ilusión, esperanza, convicción alegra la vida de este sacerdote, religiosa, Obispo o de esta Comunidad Eclesial de Base?; porque ven que luchamos, nos indignamos, resistimos, nos jugamos la vida junto a los pobres y desamparados. Tengamos en cuenta que cuando la comunidad cristiana junto a su sacerdote proclama abiertamente el Evangelio de Jesús y lo testimonia desde dentro con autenticidad, coraje y valentía, entonces casi por necesidad la Iglesia se hace incómoda a los poderes de turno de este mundo. Función de la CEBs y del Sacerdote es ser conciencia crítica de la sociedad en un equilibrio equidistante tanto del privilegio social, de la alianza con el poder y del triunfalismo temporalista como de la convivencia servil y del silencio cobarde. En la comunidad cristiana, la autoridad y responsabilidad del ministerio sacerdotal deben ser sinónimos de “servicialidad”. En el grupo de los que seguimos a Cristo no tienen cabida el dominio, el autoritarismo, la ambición, el mandamás y la voluntad de poder. Todo eso rompe la comunión eclesial.

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Vivir mi sacerdocio con las CEBs es mi alegría, pero también a veces mi tristeza. Alegría y gozo porque recibo mucho más de lo que yo puedo dar. El hecho de estar en los asentamientos campesinos, llegar a la casa de ellos/as, mirar su chacra, rezar con ellos/as, administrar algún Sacramento, ocuparme y preocuparme de sus luchas, escuchar y compartir sus quebrantos y sufrimientos, celebrar la fe sencilla y profunda de tantas comunidades me anima en el seguimiento a Cristo y en mi opción por esta Iglesia. Me da mucho gozo cuando veo que en las CEBs se cuidan uno de otro, se procura vivir en forma solidaria, respetan la naturaleza, rezan juntos, aman a su Iglesia y a sus sacerdotes. Todo esto constituye el mejor alimento de mi vida sacerdotal. Creo que nuestra cercanía a la gente dice mucho más de lo que predicamos. Siento tristeza e impotencia cuando veo que los miembros de nuestras comunidades son pisoteados en sus derechos, aprovechados en sus necesidades; cuando desaparecen comunidades enteras por la invasión de cultivos a gran escala; cuando nadie escucha y no se hace caso a sus pedidos, sus protestas; cuando sus miembros tienen que emigrar en busca de trabajo dejando familia, cultura y país; cuando no puedo hacer nada para que salgan de sus crisis económicas; cuando veo que no tienen nada que comer en el día; cuando no puedo hacer nada ante el desamparo en que se encuentran. Estas situaciones son muy fuertes, pero, también son motivo de crecimiento, de buscar la unidad, de sostenernos, de más compromiso para buscar de manera más práctica y decidida el Reino de Dios y su justicia. Sigo resistiendo y afirmando con el Apóstol Pablo: “nos aprietan, pero no nos aplastan, estamos apurados pero no desesperados, acosados, pero no abandonadosM En toda ocasión y por todas partes llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también su vida se manifieste entre nosotros (2 Cor. 4,8-ss). Dios no nos deja desamparados ante nuestras necesidades, conflictos, sufrimientos y desafíos, es el Dios que nos acompaña y humaniza nuestras vidas y comunidades. Los sacerdotes, junto a nuestras comunidades estamos llamados a ser protagonistas de una nueva historia, una nueva sociedad. Asumamos este desafío y tomemos como compromiso, con una mano en el Proyecto de Dios y con la otra, sostener y acompañar el sueño y la vida de los hombres. “Dios no puede cambiar el mundo sin que nosotros cambiemos; depende de nuestra respuesta a su proyecto. Dar respuesta a Dios es nuestra responsabilidad”. (cfr. Ponencia de Pagola en el Congreso Teológico de Madrid). Necesitamos los sacerdotes ser conscientes de ello y pedir con frecuencia al Espíritu Santo el coraje que nos es indispensable, para ser sacerdote según el corazón de Dios y la necesidad de nuestro pueblo, es decir, para confesar a Cristo como Señor de nuestras vidas, para ser miembros activos de una Iglesia misionera, para ser la voz de nuestra gente y ser el compañero celoso por la vida y la lucha de hombres y mujeres de nuestras comunidades. De esto es capaz solamente quien vive como consagrado y santificado por la verdad, en unión con Cristo y con el hermano. En el acompañamiento que hacemos a las CEBs necesitamos, los sacerdotes, ser más radicales. Es urgente una continua conversión al Reino de Dios y una clara opción por los valores del Evangelio y los criterios de las bienaventuranzas. Estos se oponen necesariamente a las prioridades del hombre viejo, que llevamos dentro, en lucha con el hombre nuevo, liberados por Cristo. Así, con nuestras CEBs seguiremos optando por el amor en vez del egoísmo, la pobreza compartida en vez de la riqueza despiadada y acaparadora, la solidaridad en vez de la explotación, el perdón en vez del odio, el compromiso y la ayuda en vez de la despreocupación y el silencio social.

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Por último, lo mismo que necesitamos “buenos, santos y comprometidos” sacerdotes, hace falta también comunidades y laicos/as adultos, conscientes, responsables, bien formados/as y libremente comprometidos/as con el Evangelio de Cristo y con la lucha por implantar el Reino de Dios. Y esto a pesar de las sombras y fallos humanos, casi inevitables, de toda comunidad cristiana. Así, el mundo verá que “una fuerza tan extraordinaria que surge desde lo pequeño, desde abajo de las CEBs, es de Dios y no proviene sólo de lo puramente humano y temporal” (2 Cor. 4,7). Las CEBs constituyen lindas escuelas que nos enseñan a los sacerdotes a vivir en la alegría la fe y del amor nuestro ministerio sacerdotal, a querer la Iglesia de Jesucristo, a necesitar de nuestros hermanos/as, a organizar la Parroquia, a trabajar con los laicos/as, a ponerse al lado de nuestro pueblo, siendo fiel al Evangelio de Jesucristo.

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¡Ecología en las CEBs, CEBs en la Ecología!

Liz Maria da Silva Marques Articulación de CEBs de S. Paulo y ampliada nacional

CEBs Brasil Traducción de Juan Ángel Dieuzeide – San Carlos de Bariloche, Argentina

Entonces Yavé Dios modeló al hombre/mujer con arcilla del suelo, sopló en su nariz un aliento de vida, y así el hombre/mujer se convirtió en un ser viviente. En el sueño de Dios, la humanidad, modelada de la tierra, trae en lo más íntimo de sus entrañas, en su DNA, la comunión plena con la tierra. Humanidad y Tierra, Tierra y Humanidad están conectadas, son interdependientes, tejen juntas la vida, el cuidado, la poesía, la ternura, se relacionan con todas las formas de vida y se complementan en ellas. Como nos dice Leonardo Boff: “Como humanos somos parte de la Tierra, mejor, en una perspectiva que considera la evolución ascendente, somos la misma Tierra que en un momento de su evolución, comenzó a sentir, a pensar, a amar, a venerar. Ese momento de la Tierra está representado por el ser humano, hombre y mujer. Hombre viene de humus, tierra fértil. Adán, Adamah en hebreo, significa tierra fecunda, y Adán es el hijo y la hija de esa tierra”. En la unión profunda entre la Humanidad y la Tierra está nuestra vocación, está nuestra misión de colaboradores responsables de la herencia que Dios nos confió. Hoy en día necesitamos más que nunca rescatar esta espiritualidad, esta conciencia ecológica, esta postura política que es patrimonio de las comunidades indígenas, conforme a la carta del Cacique Seattle al Presidente americano F. Pierce, en 1854, que quería comprar sus tierras. Un lamento, un grito de ayer y tan presente hoy contra la injusticia, contra el latifundio, contra las mineras, contra el agronegocio, contra las grandes empresas de las semillas transgénicas, contra los proyectos políticos de las hidroeléctricas. Un llamado al Compromiso ecológico. “El aire es precioso para el hombre rojo, pues todas las cosas comparten el mismo soplo: el animal, el árbol, el hombre, todos comparten el mismo soplo. Parece que el hombre blanco no siente el aire que respira. Como un hombre agonizante desde hace varios días, es insensible a su propio mal olor. Por lo tanto, vamos a meditar sobre su oferta de comprar nuestra tierra. Si decidimos aceptar, impondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como sus hermanos. ¿Qué es el hombre sin los animales? Si los animales se existinguieran, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu. Pues lo que ocurre con los animales en breve sucede con el hombre. Hay una ligazón en todo. Todo está ligado. Ustedes deben enseñar a sus niños/as que el suelo que pisan es la ceniza de nuestros abuelos. Para que respeten la tierra, díganles a sus hijos que ella fue enriquecida con la vida de nuestro pueblo. Enséñenles a sus niños/as lo que enseñamos a los nuestros: que la tierra es nuestra madre. Todo lo que lo que le ocurra a la Tierra les ocurrirá también a los hijos de la Tierra. Si los hombres escupen al suelo, se están escupiendo a sí mismos. De esto nosotros sabemos: la tierra no pertenece al hombre; el hombre es el que pertenece a la Tierra. De esto sabemos: todas las cosas están ligadas como la sangre que une a una familia. Hay una ligazón en todo. Lo que ocurre con la Tierra recaerá sobre los hijos de la Tierra. El hombre no tejió la tela de la vida: él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hagamos al tejido, lo hará el hombre a sí mismo. Aun el hombre blanco, cuyo Dios camina y habla con él de amigo a amigo, no puede estar exento del destino común. Es posible que seamos hermanos, a pesar de todo. Veremos. De una cosa estamos seguros (y el hombre blanco lo podrá llegar a descubrir un día): Dios es uno solo, cualquiera sea el

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nombre que le den. Ustedes pueden pensar que lo poseen, como desean poseer nuestra tierra; pero no es posible. Él es el Dios del hombre y su compasión es igual para el hombre blanco y para el hombre rojo. La tierra es preciosa para Él, y herirla es despreciar a su Creador. Los hombres blancos también pasarán, tal vez más pronto que las otras tribus.... ¿Cómo es que se puede comprar o vender el cielo, el calor de la tierra? Esa idea nos parece un poco extraña. Si no poseemos el frescor del aire y el brillo del agua, ¿cómo es posible comprarlos? Cada pedazo de tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada puñado de arena de las playas, la penumbra de la floresta densa, cada claro en la selva, cada insecto que zumba son sagrados en la memoria y experiencia de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles carga consigo los recuerdos del hombre rojo. Esa agua brillante que se escurre en los riachos y ríos no es sólo agua, sino la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos la tierra, ustedes deben acordarse de que ella es sagrada, y deben enseñarles a sus niños/as que ella es sagrada y que cada reflejo en las aguas límpidas de los lagos habla de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo de las aguas es la voz de mis ancestros. Los ríos son nuestros hermanos, sacian nuestra sed. Los ríos cargan nuestras canoas y alimentan a nuestras niños/as. Se les vendemos nuestra tierra, ustedes deben recordar y enseñar a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y suyos también. Y por lo tanto ustedes deben brindar a los ríos la bondad que dedicarían a cualquier hermano. Sabemos que el hombre blanco no entiende nuestras costumbres. Una porción de tierra, para él, tiene el mismo significado que cualquier otra, porque es un forastero que viene de noche y extrae de la tierra todo lo que necesita. La tierra, para él, no es su hermana, sino su enemiga y, cuando él la conquista, extrayendo de ella lo que desea, prosigue su camino. Deja atrás los túmulos de sus antepasados y no se incomoda. Rapta de la tierra aquello que sería de sus hijos y no le importa. Su apetito devorará la tierra, dejando solamente un desierto. Yo no sé... nuestras costumbres son diferentes a las suyas. La visión de sus ciudades hiere los ojos del hombre rojo. Tal vez porque el hombre rojo sea un salvaje y no comprenda. No hay un lugar quieto en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda oír el abrirse de las hojas en la primavera o el batir de las alas de un insecto. Pero tal vez sea porque yo soy salvaje y no comprendo. El ruído parece solamente insultar a los oídos. ¿Y qué queda de un hombre si no puede oír el llanto solitario de un ave o el debate de los sapos alrededor de una laguna a la noche? Yo soy un hombre rojo y no comprendo. El indio prefiere el suave murmullo del viento, encrespando el rostro del lago, y el mismo viento, limpio por una lluvia diurna o perfumado por los pinos”. Rompimiento del equilibrio Pero el hombre en su ganancia sin límite deja de ser el colaborador, el cuidador, para ser el explotador, el dominador, rompe su hermandad de Humanidad-Tierra. El libro del Génesis, 4,1-15 narra el conflicto entre los hermanos Caín (cultivador del suelo) y Abel (pastor), conflicto que llevó a Caín a matar a su hermano Abel. Después de la muerte de Abel Dios pregunta a Caín: ¿Dónde está tu hermano Abel? ¿Qué has hecho? Oigo la sangre de tu hermano clamando de la tierra hacia mí. El sistema Tierra-Humanidad está amenazado por la explotación irresponsable del ser humano y Dios sigue preguntándonos hoy: ¿Qué le han hecho a su hermana Tierra? ¿Qué han hecho con la tierra y los bosques privatizándolos? ¿Qué han hecho con la devastación que llevan a cabo las madereras y las mineras? ¿Qué han hecho con la explotación del subsuelo? ¿Qué han hecho con el agua que está contaminada? ¿Qué han hecho con el aire que tiene tanta polución? ¿Qué han hecho con las semillas transformándolas en transgénicas? ¿Qué han hecho para el creciente calentamiento global del clima de la tierra debido al efecto invernadero y a la

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contaminación de la atmósfera, provocando deshielos y aumento de los océanos? ¿Qué han hecho con la degradación ambiental? ¿Qué han hecho con el aumento significativo de la miseria y de la violencia entre los pueblos? ¿Qué han hecho construyendo el principio de la autodestrucción: una máquina de muerte, con armas químicas, biológicas y nucleares, capaces de liquidar la especie humana y dañar profundamente el ecosistema y la biosfera? ¿Qué han hecho? Oigo la sangre de la tierra clamando por justicia. Estamos gravemente más allá del límite soportado por la naturaleza, consumimos los recursos disponibles mucho más rápido de lo que la tierra es capaz de reponerlos. La biodiversidad disminuyó el 30% en todo el mundo entre 1970 y 2008. El “desarrollo” disociado de la conciencia ecológica hizo que saqueásemos los recursos naturales. Ya no podemos proseguir con la perversa lógica del capital, basado en la acumulación, en la ostentación y en el desperdicio. El que no tiene, quiere. El que tiene, quiere más. El que tiene más, dice que nunca es suficiente. ¿Adónde llegaremos? “Ecosuicídio” es el término que los especialistas usan para designar la incapacidad de entender la fragilidad del medio ambiente, combinada con la ganancia que lleva la explotación de los recursos naturales mucho más allá del límite sustentable. Los límites de la TIERRA son los límites de la VIDA. Los límites de la VIDA son los límites de la TIERRA. Tejer caminos ecológicos Más que nunca estamos convocados a hacer una gran mutual, las Comunidades Eclesiales de Base, los movimientos sociales, las organizaciones no gubernamentales, las diversas religiones, los diversos pueblos, y todos y todas aquellos y aquellas que quieren tejer caminos ecológicos que nos ayuden a enfrentar el desafío que hay ahí. Como bien nos recuerda la Carta de la Tierra, fruto de una consulta mundial hecha durante 8 años (de 1992 a 2000), uno de los documentos más importantes desde el punto de vista ético y espiritual, asumido por la UNESCO en el 2000: “La decisión es nuestra, o hacer una alianza global para cuidar de la Tierra y cuidar los unos de los otros, o arriesgar nuestra destrucción y la destrucción de la diversidad de la vida”. Portadores y seguidores de Jesús de Nazareth, que hizo da su misión un compromiso con la vida de los pobres y con el anuncio del Reino, traemos dentro de nosotros mismos este patrimonio que es el cuidado de todas las formas de vida, para que podamos vivir en el presente y en el futuro la Vida plena y abundante. La herencia que podemos dejar para el futuro de Otro Mundo Posible y necesario es la de una ecología no solamente como ciencia que estudia los seres vivos y sus interacciones con el medio ambiente donde viven, sino de una ecología que nos haga hermanos y hermanas, parte de la tierra y de todos los seres vivos. Somos sujetos de esta nueva historia, está en nuestras manos, manos que tejen la vida, la solidaridad, el cuidado, la ética, la compasión, la espiritualidad y la sensibilidad. Que este momento profundo de crisis en que vivimos sea un momento profundo de regeneración, hacerse nuevo, o más fuerte aun, “Nacer de nuevo” con otra postura política, cultural y mística que nos ayude a percibir al Creador en los pequeños e importantes signos de vida, construyendo juntos caminos ecológicos del Bien Vivir y del Bien Convivir. Las CEBs y la ecología Nuestras CEBs, en su caminar, tienen ricas experiencias de organizaciones ecológicas, desde el manejo forestal comunitario, la defensa de los lagos, la economía solidaria y sustentable, la agricultura familiar, las redes de semillas, los viveros de plantas, la integración campo y ciudad, la participación en las Romerías de la Tierra y del Agua y en el Movimiento Sin Tierra, las luchas por la Reforma Agraria, la presencia en los

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asentamientos, la participación en las diversas cooperativas, en los grupos de alimentación y medicina alternativas donde van construyendo otra economía posible y sustentable. Las diversas iniciativas esparcidas en el campo de nuestras comunidades son hilos que se entrelazan de Norte a Sur y de Este a Oeste donde se suman a tantas otras redes en la defensa de lo que es más sagrado para nosotros, que es la VIDA. En nuestra memoria está presente la sangre derramada, la sangre martirial de tantos hombres y mujeres que proféticamente asumieron en su vida, en su trabajo, en su militancia, la causa de la Reforma Agraria, de la tierra sin cercos, de la tierra compartida, de la tierra de Dios, de la tierra de hermanos. Se hicieron solidarios con el dolor del bosque derribado, con el dolor del agua contaminada, con el dolor de los animales arrancados de su habitat, con el dolor de los indios expulsados de su tierra. En una experiencia profunda de compasión, asumieron con pasión la pasión sufrida por Jesús de Nazareth, hoy tan presente en la vida de nuestro pueblo y de toda la naturaleza y el ecosistema que nos rodea. Alimentadas en la mesa de la Palabra de Dios y de la Eucaristía, nuestras Comunidades Eclesiales de Base van denunciando en su profecía todo sistema de muerte que tiene como centro el mercado, donde todas las formas de vida son descartables en nombre del lucro y del poder del imperio capitalista. Como también van anunciando y construyendo un nuevo cielo y una nueva tierra, van plantando la esperanza, van esparciendo semillas, van consolidando caminos para salvar a nuestra Casa Común. Compromiso ecológico de las CEBs en Honduras Las CEBs, fuente de agua viva, pueden contribuir mucho para que el grito del pueblo, el grito de los excluidos, el grito de la tierra, el grito del agua, el grito de la naturaleza, el grito del aire, puedan resonar y exigir que las tantas Conferencias del Medio Ambiente, que se realizan en el mundo entero puedan de hecho asumir posturas políticas, económicas, sustentables y ecológicas que garanticen la vida a los pueblos de hoy y a los pueblos del mañana, dándoles el derecho de recibir la herencia que una vez recibimos nosotros. Cabe resaltar que el IX Encuentro Latinoamericano y Caribeño de las CEBs, realizado en junio de 2012, en Honduras, como también el Río+20 realizado en Brasil en la misma época, fue en momento, un espacio sobresaliente de denuncia a la política neoliberal extractivista que deteriora y deprava los recursos naturales en nuestros países, como también se evidencia la desmesurada explotación del agua, del suelo, del subsuelo, de la biodiversidad. Sabemos muy bien que principalmente los pueblos indígenas, los defensores de los recursos naturales, son hoy los más criminalizados, reprimidos y violentados, como resultado de las alianzas entre gobiernos y capitales nacionales y extranjeros. En este contexto reafirmamos nuestra solidaridad a los pueblos indígenas, al Movimiento Sin Tierras, a Vía Campesina, y como CEBs nos comprometemos a:

Asumir nuestro ser ecológico como tarea prioritaria, conscientes de su conflictividad y de la conversión que implica.

Propuestas de acción: 1. Avanzar en la construcción concreta de la economía solidaria y del Bien Vivir-Bien

Convivir. � Políticas productivas orientadas a la soberanía alimentaria y a la seguridad del

acceso al agua, centradas en la satisfacción de las necesidades básicas.

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� Continuar en un proceso de concientización y modificación de conductas y prácticas cotidianas antiecológicas y consumistas.

� Contribuir a valorizar y rescatar la medicina alternativa, tradicional. � Banco de semillas de las CEBs para protección de los productos de consumo y

contra el uso de semillas transgénicas. Promover la sana alimentación. � Luchas por modelos de economía y producción sustentables, incentivar la

cooperativa. � Optar por el uso de energías renovables, como la solar. � Conocer modelos de urbanización sustentable.

2. Enriquecer y profundizar la espiritualidad de las CEBs con la explicitación y el

desarrollo de expresiones de la conciencia ecológica. � Reflexionar y actuar sobre el tema ecología por amor a la naturaleza y no por

temor a que se destruya la naturaleza. � Tener una nueva relación con la tierra, vivir en armonía con ella. � Profundizar los textos bíblicos sobre la creación, para ir creando una nueva

conciencia sobre la ecología. � Implementar la ecología en la Catequesis.

3. Recuperar la cosmovisión indígena sobre su relación con la tierra.

� Tener presente la interculturalidad y valorizar la diversidad. � Recuperar los espacios sagrados de la tierra.

4. Trabajar de forma organizada y planificada en cada diócesis, parroquia o grupo,

aspectos teóricos y prácticos sobre ecología, tendiendo en cuenta la situación concreta de la comunidad. Tres formas de trabajar: � Las luchas concretas frente a personas o empresas que destruyan la naturaleza. � El cuidado, la conservación de lo que tenemos. Como CEBs, promover la

limpieza, la defensa de las fuentes de agua. � Mejorar lo que tenemos. Aunque no haya problemas concretos en la comunidad,

podemos plantar árboles, crear espacios arborizados. 5. Realizar acciones de solidaridad y defensa de los bienes comunes y públicos:

resistencia a la mercantilización y privatización del agua, de los bosques, la biodiversidad, la salud, la educación, la vivienda, etc.

6. Trabajar en políticas públicas: crear leyes básicas (saneamiento); plan para aguas residuales. Recuperar las fuentes, los manantiales de agua. Recuperación de residuos sólidos. Responsabilizar y obligar a las empresas a reciclar la basura que producen. Avanzar en el rescate del turismo ecológico.

7. Trabajar en la articulación con grupos y organizaciones de la sociedad que promueven y defienden la ecología. Unirnos a campañas continentales en alianza con otros movimientos sociales. Aprovechar los espacios alternativos de las reuniones y foros.

¡La hora es ahora! Ahora es la hora de levantar hermanados nuestra bandera de lucha. Entre nosotros no hay diferencia de nacionalidades: somos todos un único pueblo. Somos todos: Tierra y Humanidad. Humanidad y Tierra que se complementan y se encuentran en el misterio de su Creador.

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Reafirmamos que la tierra, el agua, los bosques, los animales, los pájaros, los peces, el ecosistema, son un don de Dios. Y solamente respetando todas las dimensiones de la vida, rescatando nuestra sensibilidad ecológica, somos capaces de construir la sociedad del Bien Vivir y del Bien Convivir.

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Ecologia nas CEBS, CEBs na Ecologia!

Liz Maria da Silva Marques Articulação das CEBs do S. Paulo e na Ampliada Nacional

CEBs Brasil Então Javé Deus modelou o homem/mulher com a argila do solo, soprou-lhe nas narinas um sopro de vida, e o homem/mulher tornou-se um ser vivente. No sonho de Deus a humanidade modelada da terra, traz no mais intimo da suas entranhas, no seu DNA a comunhão plena com a terra. Humanidade e Terra, Terra e Humanidade estão conectadas, são interdependentes, tecem juntas a vida, o cuidado, a poesia, a ternura, relacionam-se com todas as formas de vida e se complementam nelas. Como nos diz Leonardo Boff: “Como humanos somos parte da Terra, melhor, numa perspectiva que considera a evolução ascendente, somos a própria Terra que num momento de sua evolução, começou a sentir, a pensar, amar, a venerar. Esse momento da Terra é representado pelo ser humano, homem e mulher. Homem vem de húmus, terra fértil. Adamah significa, em hebraico, terra fecunda, e Adam é o filho e a filha dessa terra”. Na união profunda entre a Humanidade e a Terra está a nossa vocação, está a nossa missão de colaboradores responsáveis com a herança que Deus nos confiou. Precisamos mais do que nunca nos dia de hoje, resgatar esta espiritualidade, está consciência ecológica, está postura política que é patrimônio das comunidades indígenas, conforme carta do Cacique Seattle ao Presidente americano F. Pierce, em 1854, que tentava comprar as suas terras. Um lamento, um grito de ontem e tão presente hoje contra a injustiça, contra o latifúndio, contra as mineradoras, contra ao agronegócio, contra as grandes empresas das sementes transgênicas, contra os projetos políticos das hidroelétricas. Um apelo ao Compromisso ecológico. “O ar é precioso para o homem vermelho, pois todas as coisas compartilham o mesmo sopro: o animal, a árvore, o homem, todos compartilham o mesmo sopro. Parece que o homem branco não sente o ar que respira. Como um homem agonizante há vários dias, é insensível ao seu próprio mau cheiro. Portanto, vamos meditar sobre sua oferta de comprar nossa terra. Se nós decidirmos aceitar, imporei uma condição: o homem branco deve tratar os animais desta terra como seus irmãos. O que é o homem sem animais? Se os animais se fossem, o homem morreria de uma grande solidão de espírito. Pois o que ocorre com os animais, breve acontece com o homem. Há uma lição em tudo. Tudo está ligado.Vocês devem ensinar às suas crianças que o solo a seus pés é a cinza de nossos avós. Para que respeitem a terra, digam a seus filhos que ela foi enriquecida coma vida de nosso povo. Ensinem Às suas crianças o que ensinamos às nossas: que a terra é nossa mãe. Tudo o que acontecer à Terra, acontecerá também aos filhos da Terra. Se os homens cospem no solo, estão cuspindo em si mesmos.Disto nós sabemos: a terra não pertencem ao homem; o homem é que pertence à Terra. Disto sabemos: todas as coisas estão ligadas como o sangue que une uma família. Há uma ligação em tudo. O que ocorre com a Terra recairá sobre os filhos da Terra. O homem não teceu a teia da vida: ele é simplesmente um de seus fios. Tudo o que fizermos ao tecido, fará o homem a si mesmo. Mesmo o home branco, cujo Deus caminha e fala como ele de amigo para amigo, não pode estar isento do destino comum. É possível que sejamos irmãos, apesar de tudo. Veremos. De uma coisa estamos certos (e o homem branco poderá vir a descobrir um dia): Deus é um só, qualquer que seja o nome que lhe deem. Vocês podem pensar que o possuem, como desejam possuir nossa terra; mas não é possível. Ele é o Deus do homem e sua

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compaixão é igual para o homem branco e para o homem vermelho. A terra lhe é preciosa e feri-la é desprezar o seu Criador. Os homens brancos também passarão, talvez mais cedo que as outras tribos.... Como é que se pode comprar ou vender o céu, o calor da terra? Essa ideia nos parece um pouco estranha. Se não possuímos o frescor do ar e o brilho da água, como é possível comprá-los? Cada pedaço de terra é sagrado para meu povo. Cada ramo brilhante de um pinheiro, cada punhado de areia das praias, a penumbra da floresta densa, cada clareira e inseto a zumbir são sagrados na memória e experiência do meu povo. A seiva que percorre o corpo das árvores carrega consigo as lembranças do homem vermelho. Essa água brilhante que escorre nos riachos e rios não é apenas água, mas o sangue de nossos antepassados. Se lhes vendermos a terra, voe devem lembrar-se de que ela é sagrada, e devem ensinar às suas crianças que ela é sagrada e que cada reflexo nas águas límpidas dos lagos fala de acontecimentos e lembranças da vida do meu povo. O murmúrio das águas é a voz dos meus ancestrais. Os rios são nossos irmãos, saciam nossa sede. Os rios carregam nossas canoas e alimentam nossas crianças. Se lhes vendermos nossa terra, vocês devem lembrar e ensinar para seus filhos que os rios são nossos irmãos e seus também. E, portanto, vocês devem dar aos rios, a bondade de que dedicariam a qualquer irmão. Sabemos que o homem branco não entende nossos costumes. Uma porção de terra, par ele, tem o mesmo significado que qualquer outra, pois é um forasteiro que vem a noite e extrai da terra tudo que necessita. A terra, para ele, não é sua irmã, mas sua inimiga e, quando ele a conquista, extraindo dela o que deseja, prossegue seu caminho. Deixa para trás os túmulos de seus antepassados e não se incomoda. Rapta da terra aquilo que seria de seus filhos e não se importa. Seu apetite devorará a terra, deixando somente um deserto. Eu não sei... nossos costumes são diferentes dos seus. A visão de suas cidades fere os olhos do homem vermelho. Talvez porque o homem vermelho seja um selvagem e não compreenda. Não há um lugar quieto nas cidades do homem branco. Nenhum lugar onde se possa ouvir o desabrochar de folhas na primavera ou o bater de asas de um inseto. Mas talvez seja porque eu sou selvagem e não compreendo. O ruído parece somente insultar os ouvidos. E o que resta de um homem, se não pode ouvir o choro solitário de uma ave ou o debate dos sapos ao redor de uma lagoa à noite? Eu sou um homem vermelho e não compreendo. O índio prefere o suave murmúrio do vento, encrespando a face do lago, e o próprio vento, limpo por uma chuva diurna ou perfumado pelos pinheiros”. Mas o homem na sua ganância sem limite deixa de ser o colaborador, o cuidador para ser o explorador, o dominador, rompe na sua irmandade de Humanidade-Terra. No livro de Genesis, 4,1-15 narra o conflito entre os irmãos Caim (cultivador do solo) e Abel (pastor), conflito que levou Caim a matar o seu irmão Abel. Após a morte de Abel Deus pergunta a Caim: onde está o seu irmão Abel? O que foi que você fez? Ouço o sangue do seu irmão clamando da terra por mim. O sistema Terra-Humanidade está ameaçado pela exploração irresponsável do ser humano e Deus continua nos perguntando hoje: O que fizestes a tua irmã Terra? O que fizestes com a terra e a florestas privatizando-as? O que fizestes com a devastação operada pelas madeireiras e mineradoras? O que fizestes com a exploração do subsolo? O que fizestes com a água que está contaminada? O que fizestes com o ar que está tão poluído? O que fizestes com as sementes transformando-as em transgênicas? O que fizestes para o crescente aquecimento global do clima da terra devido ao efeito estufa e à contaminação da atmosfera, provocando degelos e aumento dos oceanos? O que fizeste com a degradação ambiental? O que fizestes com aumento significante da miséria e da violência entre os povos? O que fizestes construindo o princípio de autodestruição: uma máquina de morte, com armas químicas, biológicas e

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nucleares, capazes de liquidar a espécie humana e danificar profundamente o ecossistema e a biofera? O que fizeste? Ouço o sangue a terra clamando por justiça. Estamos gravemente além do limite suportado pela natureza, consumismos os recursos disponíveis muito mais rápido do que a terra é capaz de repor. A biodiversidade encolheu 30% em todo o mundo entre 1970 e 2008. O “desenvolvimento” dissociado da consciência ecológica, fez com que saqueássemos os recursos naturais. Já não podemos prosseguir com a perversa lógica do capital, baseado no acúmulo, na ostentação e no desperdício. Quem não tem quer. Quem tem quer mais. Quem tem mais diz que nunca é suficiente. Aonde chegaremos? “Eco-suicídio” é o termo que os especialistas usam para designar à incapacidade de se entender a fragilidade do meio ambiente, combinada com a ganância que leva a exploração dos recursos naturais muito além do limite sustentável. Os limites da TERRA são os limites da VIDA. Os limites da Vida são os limites da TERRA. Mais do que nunca somos convocados a fazermos um grande mutirão, as Comunidades Eclesiais de Base, os movimentos sociais, as organizações não governamentais, as diversas religiões, os diversos povos, e todos e todas aqueles e aquelas que querem tecer caminhos ecológicos que nos ajudem a enfrentar o desafio que aí está posto. Como bem nos lembra a Carta da Terra, fruto de uma consulta mundial durante 8 anos (de 1992 -2000), um dos documentos mais importantes do ponto de vista ético e espiritual, já assumido pela UNESCO em 2000: “A escolha é nossa, ou formar uma aliança global para cuidar da Terra e cuidar uns dos outros ou arriscar a nossa destruição e a destruição da diversidade da vida”. Portadores e seguidores de Jesus de Nazaré que fez da sua missão um compromisso com a vida dos pobres, e com o anúncio do Reino, trazemos dentro de nós este patrimônio que é o cuidado com todas as formas de vida, pra que possamos viver no presente e no futuro a Vida plena e abundante. A herança que podemos deixar para o futuro de Outro Mundo possível e necessário é de uma ecologia não somente como ciência que estuda os seres vivos e suas interações com o meio ambiente onde vivem, mas de uma ecologia que nos faça irmãos e irmãs, parte da terra e de todos os seres vivos. Somos sujeitos desta nova história, está em nossas mãos, mãos que tecem a vida, a solidariedade, o cuidado, a ética, a compaixão, a espiritualidade, e a sensibilidade. Que este momento profundo de crise em que vivemos, seja um momento profundo de regeneração, fazer-se novo, ou até mais forte “Nascer de novo” com outra postura política, cultural e mística que nos ajudem a perceber o Criador nos pequenos e importantes sinais de vida, construindo juntos caminhos ecológicos do Bem Viver e do Bem Conviver. As nossas CEBs no seu caminhar tem ricas experiências de parcerias ecológicas, desde o manejo florestal comunitário, a defesa dos lagos, a economia solidária e sustentável, a agricultura familiar, as redes de sementes, os viveiros de mudas, a integração campo e cidade, a participação nas Romarias da Terra e da Água e no Movimento Sem Terra, as lutas pela Reforma Agrária, a presença nos assentamentos, a participação nas diversas cooperativas, nos grupos de alimentação e medicina alternativas onde vão construindo uma outra economia possível e sustentável. As diversas iniciativas espalhadas no chão das nossas comunidades são fios que se entrelaçam de norte a sul de leste a oeste onde se somam a tantas outras redes na defesa do que é mais sagrado para nós, que é a VIDA.

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Na nossa memória está presente o sangue derramado, o sangue martirial de tantos homens e mulheres que profeticamente assumiram na sua vida, no seu trabalho, na sua militância a causa da Reforma Agrária, da terra sem cerca, da terra partilhada, da terra de Deus, da terra de irmãos. Fizeram-se solidário a dor da floresta derrubada, a dor da água contaminada, a dor dos animais arrancados do seu habitat, a dor dos índios expulsos da sua terra. Numa experiência profunda de compaixão, assumiram com paixão a paixão sofrida de Jesus de Nazaré hoje tão presente na vida do nosso povo e de toda a natureza e ecossistema que nos rodeia. Alimentadas na mesa da Palavra de Deus e da Eucaristia, as nossas Comunidades Eclesiais de Base vão na sua profecia, denunciando todo sistema de morte que tem como centro o mercado, onde todas as formas de vida são descartáveis em nome do lucro e do poder do império capitalista. Como também vão anunciando e construindo um novo céu e uma nova terra, vão plantando a esperança, vão espalhando sementes, vão solidificando caminhos para salvar a nossa Casa Comum. As CEBs fonte de água vida podem contribuir muito para que o grito do povo, o grito dos excluídos, o grito da terra, o grito da água, o grito da natureza, o grito do ar, possam ecoar e exigir que as tantas Conferências do Meio Ambiente, que ocorrem no mundo todo possam de fato assumirem posturas políticas, econômicas, sustentáveis e ecológicas que garantam a vida aos povos de hoje e aos povos do amanhã, dando a eles o direito de receber a herança que outrora recebemos. Cabe ressaltar que no IX Encontro Latinoamericano e Caribenho das CEBs, realizado em junho de 2012, em Honduras, como também a Rio+20 na mesma época realizada no Brasil, foi um momento, um espaço marcante de denúncia a política neoliberal extractivista que deteriora e deprava os recursos naturais em nossos países, como também se evidencia a desmesurada exploração da água, solo, subsolo, biodiversidade. Estamos cientes que principalmente os povos indígenas, os defensores dos recursos naturais são são hoje os mais criminalizados, reprimidos e violentados como resultado das alianças entre governos e capitais nacionais e estrangeiros. Neste constexto reafirmamos a nossa solidariedade aos povos indigenas, ao Movimento Sem Terras, a Via Campesina e como CEBs comprometemo-nos a:

Assumir nosso ser ecológico com tarefa prioritária, Conscientes de sua conflituosidade e a conversão que implica.

Propostas de ação:

1. Avançarem com a construção concreta da economia solidária e do Bem Viver - Bem conviver.

� Práticas produtivas orientadas à soberania alimentar e a segurança no acesso à agua, centradas na satisfação de necessidades básicas.

� Continuar em um processo de conscientização e modificação de condutas e práticas cotidianas anti ecológicas e consumistas.

� Contribuir para valorizar e resgatar a medicina alternativa, tradicional. � Banco de sementes das CEBs para proteção dos produtos de consumo e

contra o uso de sementes transgénicas. Promover a sã alimentação. � Lutar por modelos de economia e produção sustentáveis. Incentivar a

cooperativa. � Optar pelo uso de energias renováveis como a solar.

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� Conhecer modelos de urbanização sustentável. 2. Enriquecer e aprofundar a espiritualidade das CEBs com a explicitação e o

desenvolvimento de expressões da consciência ecológica. � Refletir e atuar sobre o tema ecologia por amor à natureza e não por temor

a que se destrua a natureza. � Ter uma nova relação com a terra, viver em harmonia com ela. � Aprofundar os textos bíblicos sobre a criação, para ir criando uma nova

consciência sobre a ecologia. � Implementar a ecologia na Catequese.

3. Recuperar a cosmovisão indígena sobre sua relação com a terra. � Ter presente a interculturalidade e valorizar a diversidade. � Recuperar os espaços sagrados da terra.

4. Trabalhar de forma organizada e planejada em cada diocese, paróquia ou grupo, aspetos teóricos e práticos sobre ecologia, tendo em conta a situação concreta da comunidade. Três formas de trabalhar:

� As lutas concretas frente a pessoas ou empresas que destruam a natureza. � O cuidado, a conservação do que temos. Como CEBs, promover a

limpeza, defesa das fontes de agua. � Melhorar o que temos. Mesmo que não haja problemas concretos na

comunidade, podemos plantar árvores, criar espaços arborizados. 5. Realizar ações de solidariedade e defesa dos bens comuns e públicos: resistência

à mercantilização e privatização da agua, dos bosques, a biodiversidade, a saúde, a educação; a habitação, etc.

6. Trabalhar em políticas públicas: criar leis básicas (saneamento); plano para águas residuais. Recuperar as fontes, os mananciais de águas. Recuperação de resíduos sólidos. Responsabilizar e obrigar as empresas a reciclar o lixo que produzem. Avançar no resgate do turismo ecológico.

7. Trabalhar em articulação com grupos e organizações da sociedade que promovem e defendem a ecologia. Juntar-nos a campanhas continentais em aliança com outros movimentos sociais. Aproveitar os espaços alternativos das reuniões e foros.

A hora é agora! Agora é a hora de irmanados levantarmos a nossa bandeira de luta. Entre nós não há diferença de nacionalidades somos todos um único povo. Somos todos: Terra e Humanidade. Humanidade e Terra que se complementam e se encontram no mistério do seu Criador. Reafirmamos que a terra, a água, as florestas, os animais, os pássaros, os peixes, o ecossistema são dom de Deus. E somente respeitando todas as dimensões da vida, resgatando a nossa sensibilidade ecológica somos capazes de construir a sociedade do Bem Viver e do Bem Conviver.

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El oficio divino en las CEBs de Brasil

Mercedes de Budallés Diez Asesora Nacional CEBs Brasil

La mayoría de los pueblos, en las diferentes culturas y diversas realidades, expresaron sus convicciones religiosas en celebraciones y en fiestas. Las manifestaciones de fe interrumpían el tiempo para hacer memoria, revivir el pasado y animar el presente. Las comunidades eclesiales de base, CEBs, así celebran su vida, sus anhelos y realizaciones, confirmando su fe en un ritmo de fiesta lleno de vitalidad y unción. Y lo realizan de forma personal y comunitaria. En su cotidiano y en los momentos más festivos, como el nacimiento de un niño, un bautizo, un cumpleaños, una acción de gracias por algún acontecimiento, etc. Hasta los momentos de sufrimiento, para pedir a Dios fuerzas, salud, coraje para defenderse de las injusticias luchando por sus derechos. Es habitual, también, que las CEBs tengan una visión amplia del Continente Latino americano y del mundo y por eso celebran rezando la vida de nuestros pueblos y de nuestras Iglesias de forma ecuménica como participantes del Reino de Dios ya aquí en la tierra. Cuando los discípulos pidieron a Jesús que les enseñase a rezar, Jesús les dijo que no usaran muchas palabras. E indicó como debemos rezar: “Padre nuestroM Danos el pan nuestro de cada díaM” (Mt 6,9-13). En realidad, Jesús nos dejó pistas, bien concretas, para rezar y relacionarnos con nuestro Dios que es padre y es solidario. Al mismo tiempo que nos comprometió a compartir, y por eso nos enseñó a decir ‘Padre nuestro’ y ‘pan nuestro’. El obispo Pedro Casaldáliga afirma que todo puede ser relativo, menos Dios y el hambre. Si creemos en el Dios–Trinidad, que es comunidad, tenemos que aceptar que no hay comunidad si el pan no es ‘nuestro’, solidario. Y lógicamente, somos nosotros, los que creemos en este Dios-Padre los que tenemos que acabar con el hambre en el mundo. Así acontece en las comunidades eclesiales de base, donde una de las características es que al orar y celebrar en comunidad, dialogan, comparten, escuchan el grito de los más pobres y participando de los sufrimientos ajenos se ayudan, para ser como Jesús, repartiendo todo, hasta su propio ser en favor de la vida. Dentro de la profundidad y creatividad de las oraciones de las CEBs, una de las formas más fecundas, actualmente, entre ellas cuando se reúnen para rezar, en Brasil, es la oración del Oficio de las Comunidades. Después de varias experiencias, enriquecidas continuamente por nuevas canciones o melodías para cantar los salmos, fue editada una publicación, hace unos 25 años, con múltiples ediciones posteriores y miles de libros vendidos por todo el país. Actualmente el Oficio Divino se ha desdoblado en el Oficio de la Juventud, el Oficio de los Mártires y aun sin publicar, en diversas formas de oración para grupos más específicos. El Oficio Divino de las Comunidades es una adaptación del Oficio de las Horas, tradición que desde hace muchos años, la Iglesia reza, comunitariamente, a determinadas horas del día. Es un proceso de inculturación y adaptación a la simplicidad de la oración de los pobres. Para las CEBs es una forma de confirmar el compromiso con el Dios de la vida y

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así rezando los salmos e himnos, con las lecturas bíblicas de la liturgia del día, con acciones simbólicas y música ratifican la alegría de sentirse hijos e hijas del buen Dios. En el esquema normal, siempre abierto a la creatividad y necesidad de la comunidad, el Oficio Divino integra elementos bien relacionados:

• Una mantra o melodía que crea un ambiente orante. • Versos de inicio junto al recuerdo de la vida, que es un momento de compartir

necesidades, alegrías y acciones de gracia. • Uno o dos salmos, una lectura bíblica, con momento de meditación. El cantico

evangélico. • Suplicas, el Padre nuestro y la bendición final.

Es una forma regular de rezar que permite a la persona o a la comunidad aproximarse y enriquecerse, facilitando diversas formas de celebrar ya que en el propio libro del Oficio Divino se encuentran oraciones adaptadas a los diferentes momentos de alegría o dolor, de la vida personal dentro de la liturgia de la Iglesia. Encontramos también desde Oficios para los diversos tiempos litúrgicos como Adviento, Navidad, Cuaresma, Semana Santa, Tiempo Pascual, Pentecostés y Tiempo común. Hasta Oficios para otras fiestas de santos y santas, y para circunstancias especiales como el tiempo del plantío o de la recolección de frutos, momentos de fiestas y dolores familiares, bendiciones para enfermos o circunstancias dolorosas etc. El Oficio Divino de las Comunidades también se integra en la evangelización, como una importante forma de encuentro de la gente con su Dios, alimentando la vida, la misión y la espiritualidad personal y comunitaria, promoviendo la dignidad humana ya que hay diálogo y respeto mutuo. Al mismo tiempo hay formación ya que se escucha y comparte la Palabra de Dios y hay compromiso con la construcción de una sociedad más justa y solidaria, en camino del Reino de Dios definitivo. Actualmente el Oficio Divino se reza en las casas de las familias, en los centros de formación, en las escuelas, en las Iglesias, en grande celebraciones, porque las oraciones y hasta los salmos repiten versos y frases que facilitan la oración. En las santas Misiones populares y en las fiestas populares, el pueblo (muchas veces analfabeto), encuentra una forma rica y profunda de rezar. Antes de escribir estas líneas, preocupada con la fidelidad a la opinión de las personas para quienes se pensó estos Oficios, he preguntado a grupos y personas concretas sobre su experiencia. La riqueza de las respuestas y la creatividad son muchas, de forma que difícilmente se encuentran palabras para expresar tanta vivencia y riqueza espiritual. Ayer, Doña Vera me llamó al teléfono. Quería saber si nos podríamos reunir en su casa ya que su hija Sara, (que hacía diez años) le había pedido celebrar el cumpleaños rezando con la comunidad! Y así sucedió. Al preguntar a Sara porque quiso que fuese así, me respondió: “Los de la comunidad son gente buenaM Y lo que es bueno se pega. Me parece que este cumple va a ser muy bueno. Entre jóvenes que afirman recuperaron la necesidad de rezar ya que lo tenían abandonado en la adolescencia. Otros que adquirieron mayor profundidad para alimentar una mística militante y comprometida.Y hay quien con mucha solemnidad añadió: “El

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Oficio Divino rezado por el pueblo encontró el camino de descolonizar la oración de la Iglesia” Entre las mujeres pobres de mi comunidad hay quien afirma que “es la mejor forma de empezar el día, para inspirada por Dios, acertar las palabras oportunas para los hijos, tener más paciencia con el marido, y hacer frente a las dificultades del día a día en el trabajo”. Otra mujer dice que “es una nueva propuesta para direccionar el camino de diálogo en la familia”. Con el grupo de la Tercera Edad“es el mejor ‘rosario’ rezado en mi vida. Especialmente las músicas y poder hacer las peticiones que quieras”. En una comunidad de religiosas, misioneras en un rincón casi desconocido del resto del mundo, afirmaron que el Oficio Divino fue el camino de unir a la comunidad, fue confronto de personas con problemas de relación, y especialmente “creación de una cadena de amistad”. “Se reza sin hacer grandes discursos, con oraciones espontaneas muy profundas”. “El salmo individual se torna colectivo”. En la casa de las hermanas, siempre abierta, todos los días, varias personas llegan para rezar en los diferentes horarios. El padre de la comunidad me dijo “el Oficio Divino es un ensayo de cómo se debe vivir la fe y la caridad. No son las leyes ni cumplir las normas al pie de la letra las que nos hacen buenos cristianos. Son las celebraciones dentro de la cultura del pueblo que nos llevan a encontrar al Dios de la vida. El Oficio de las comunidades consigue sintetizar fe y vida” Una vez más, confirmamos que “está llegando la hora y es ahora, que los verdaderos adoradores van adorar al Padre en espíritu y verdad.Son estos los adoradores que el Padre busca”. (Juan 4,23). REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Oficio Divino Das Comunidades, PAULUS, São Paulo, 1994. 2. As comunidades celebram o Oficio Divino in: Revista de Liturgia, ano 21, n 124,

Julho-Agosto 1994, São Paulo. 3. BARROS, Marcelo. E a vida vira oração, Paulus, São Paulo, 1989. 4. www.redecelebra.com.br/oficio_divino.php

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Articulación Continental de las CEBs

P. Benedito Ferraro Asesor del Equipo Ampliada Nacional de las CEBs de Brasil

Asesor de la Articulación Continental de CEBs “El Servicio de Articulación Continental es el esfuerzo por articular a las CEBs del Continente de manera que nos ayude a: - Recoger, sistematizar y compartir las experiencias más sobresalientes de la CEBs de todo

el continente. - Animar la red de asesores de CEBs y su servicio. - Incentivar una mejor formación en todos los niveles de las CEBs. - Promover la comunión intereclesial. - Recibir y encauzar las inquietudes más comunes que surgen de las CEBs. - Animar la atención y apertura de los nuevos campos de misión: jóvenes, migrantes y

aquello que por la realidad parezca prioritario. - Compartir a lo largo del continente logros, materiales, procesos de formación,

experiencias, resultados de los procesos nacionales y regionales que puedan a ayudar a nivel nacional y regional.

- Tener una instancia de diálogo con los diferentes espacios altermundistas globales”.

El Secretariado ejecutivo se conforma de las personas que le permitan dar el servicio que se le confía. Además existe el Consejo de consulta y discernimiento, conformado por una persona representativa de cada región. En el VI Encuentro latinoamericano celebrado en México en el año 2004 las comunidades eclesiales de base se organizaron a nivel regional quedando seis regiones:

Teniendo en cuenta esta comprensión, queremos hacer algunas consideraciones: 1. Distinción entre la articulación y coordinación.

Nos parece importante distinguir, en relación con el proceso de las CEBs, los dos términos que utilizamos generalmente y su operatividad: articulación y coordinación. La primera es una creación de nuestra América Latina y el Caribe, en nivel local, regional y continental. No es una expresión del poder jerárquico dado por "ordenación sacramental", sino una responsabilidad que surge de la comunión fraterna de CEBs. Estamos operando según la

REGIONES PAÍSES Norte México, Estados Unidos Centroamérica Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua,

Costa Rica y Panamá Caribe Venezuela, República Dominicana y Haití Andina Colombia, Bolivia, Perú, Ecuador Brasil Brasil Cono Sur Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay

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realidad de ser pueblo de Dios (Koinonia) al servicio del cual existe la Diakonia (diferentes ministerios y oficinas). Coordinación expresa concretamente lo que corresponde al Ministerio de la unidad en la diversidad de iniciativas y responsabilidades. Es en la tradición de la Iglesia lo que compete al ministro ordenado (epíscopo-sacerdote). Así, la coordinación de las CEBs, en sentido teológico y canónico (al menos por tradición) es responsabilidad de la iglesia local. La articulación es una responsabilidad conjunta (co-responsabilidad) que complementa las iglesias locales dentro de la más grande de un país o un continente, en relación con el Reino de Dios, a la misión que atraviesa los espacios cerrados por la estructura oficial de la Iglesia. La legitimidad de la articulación está relacionada con el concepto del Pueblo de Dios y basada en la igualdad fundamental expresada por LG. 32: "Uno es pues el pueblo elegido de Dios: "Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo "(Ef. 4,5). Dignidad común de los miembros por la regeneración en Cristo. Gracia común de hijos e hijas. La vocación común a la perfección. Una sola salvación, una sola esperanza y una caridad indivisa. No hay, por lo tanto, en Cristo y en la Iglesia, ninguna desigualdad en vista de la nación, condición social, raza o sexo, porque "no hay judío ni griego, no hay ningún siervo o libre, no hay hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús" (cf. Gl. 3.28; Col. 3.11). Esta igualdad fundamental se basa en la fe y el bautismo, en esperanza y en la confirmación, en la caridad y en la Eucaristía (cf. LG, 32), explicitada en las tres dimensiones de la ministerialidad eclesial:

1. Participación en la dimensión profética (LG, 12): una experiencia coherente de la fe en

la vida cotidiana en todos los ángulos. 2. Participación en la dimensión sacerdotal: el Pueblo de Dios es sacerdotal

conjuntamente, sobre la base del sacerdocio común (cf. LG, 8). 3. Participación en la función real: en la relación Iglesia – Reino, superando la separación

dentro y fuera (cf.GS, 1.11). LG, 30 afirma que los pastores "no han sido establecidos por Cristo para asumir solos toda la misión salvífica en el mundo. Su múnus preclaro es apacentar de tal forma los fieles y reconocer sus atribuciones y carismas, que todos, a su manera, cooperan unánimemente en la obra común. Como pueblo de Dios, todos tienen la responsabilidad misionera (cf. RMi,: "La misión es responsabilidad de todos los cristianos y cristianas". Por lo tanto, hay unidad y diversidad como en la Trinidad (cf. LG, 12; 1 Cor 12,7 ".

2. Articulación: originalidad de expresión en América Latina y El Caribe.

Presentes, inicialmente, en varios países como experiencias de las iglesias locales (Barra do Pirai-RJ; Natal-RN, con Paulo São Paulo do Potengi; Ribeirão Preto-SP, con Cravinhos; Fortaleza-CE, con Pirambú, en Brasil; San Miguelito, en Panamá; Choluteca en Honduras; Rio Bamba en Ecuador; El Altiplano boliviano, entre otros), las CEBs fueron oficialmente asumidas por los obispos en Medellín y lanzadas a nivel continental: "Así, la comunidad cristiana de base es el primero y fundamental núcleo eclesial, que debe, a su propio nivel, ser responsable de la riqueza y la expansión de la fe, como también por el culto que es su expresión. Es, por tanto, célula inicial de estructuración eclesial y foco de evangelización y actualmente factor primordial de promoción humana y desarrollo" (Med, 15,10). Puebla reasumió las CEBs: "Las comunidades Ecclesiales de Base son expresión de amor preferencial de la iglesia por el pueblo sencillo; en ellas se expresa, aprecia y purifica su

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religiosidad y se le da la oportunidad de participación concreta en la tarea eclesial y el compromiso para transformar el mundo"(Puebla, 643; cf., 641). Aparecida reafirma Medellín (cf. Aparecida, 178) y afirma que "las comunidades eclesiales de base, en el seguimiento misionero de Jesús, tienen la Palabra de Dios como fuente de su espiritualidad y la orientación de sus pastores como guía que asegura la comunión eclesial. Demuestran su compromiso con lo evangelizador y misionero entre los más sencillos y alejados y son expresión visible de la opción preferencial por los pobres. Son fuente y semilla de variados ministerios y servicios a favor de la vida en sociedad y en la Iglesia"(Aparecida, 179). Es esta fuerza viva de las Comunidades Eclesiales de Base que motiva el Servicio de Articulación Continental de las CEBs: «En estas comunidades, aunque a menudo pequeñas y pobres o viviendo en la dispersión, está presente el Cristo, en cuya virtud se consocia la Iglesia una, santa, católica y apostólica» (LG.26). Por la presencia de laicos hombres y mujeres que ejercen en las CEBs diversos ministerios y servicios eclesiales, la Iglesia está presente y activa en aquellos lugares y circunstancias donde sólo a través de ellos ella puede llegar como sal de la tierra (cf. LG, 33). La originalidad de la expresión latinoamericana y caribeña – Articulación – está en la conciencia de que, mismo teniendo situaciones conflictivas y polémicas entre la jerarquía y los participantes de las CEBs en diversos países de América Latina y El Caribe, siempre buscan nuevas relaciones eclesiales de igualdad, amistad fraterna y trabajo en común. Hay un espíritu y una práctica de colegialidad y de corresponsabilidad en las CEBs. En este sentido, este Servicio de Articulación hace, hoy, el papel hecho por otros grupos en la historia de la Iglesia. Recordamos la búsqueda de la unidad de la fe y la misión con padres del desierto, junto a los monasterios (San Benito). De las iglesias monacales que no se reducían sólo a los monjes, sino que incluían al pueblo cristiano de la zona, en los siglos IV y V, salen los misioneros que fueron a Inglaterra, Irlanda y Francia. Además de Cirilo y Metodio, ya en el siglo VIII, fueron a los pueblos eslavos. Este caminar indica la creatividad del Pueblo de Dios en la historia. También muestra que el Servicio de Articulación Continental de las CEBs se encuentra en legítima tradición eclesial de las Iglesias responsables de ir a los extremos de la tierra, según la petición de Jesús (cf. Mt 28,18-20). Este es el camino inspirado por el Espíritu, dando como resultado una nueva experiencia eclesial de América Latina y El Caribe, que actúa con creatividad, rechazando el esquema piramidal y, sin romper con la comunión, busca nuevas formas de relaciones fraternales y de solidaridad. El Servicio de Articulación Continental de las CEBs no hace planes para que las instancias de iglesias locales los apliquen. Recoge y discierne lo que el Espíritu realiza en los rincones más diversos de América Latina y El Caribe, con la ayuda de asesorías bíblica, teológica, moral, pastoral, política, económica y mediática. A lo largo de estas últimas décadas se crearan nuevas estructuras eclesiales, haciendo posible la participación de todos y la promoción de nuevos ministerios que vivifican y dinamizan las comunidades aún más. Esto sucedió con la Articulación Continental de las CEBs que, a partir de 2001, en La Rioja, Argentina, ha estado recibiendo en los últimos años, la confirmación por el CELAM, en su Sección de Parroquias, CEBs y pequeñas comunidades (cf. Propuestas del Tercer encuentro de obispos responsables de las CEBs con la Articulación Continental, Santiago de Chile – 10-12 de mayo de 2011).

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3. Creación de nuevas comunidades eclesiales. La iglesia local tiene la responsabilidad de generar CEBs, así como ha generado parroquias, en el momento histórico en que el Pueblo de Dios estaba viviendo una situación en la que era importante nuevas estructuras en la dimensión comunitaria de base. Esto es lo que ahora está sucediendo otra vez. La articulación no es creación de un nuevo Ministerio eclesiástico, ni una expresión de poder jerárquico. Es la co-responsabilidad del pueblo de Dios que, por el Sensus Fidelium y la fuerza del Espíritu, crea lo no que existía. Esta relación entre autonomía y comunión, aunque con momentos de conflictividad, puede dar a la Iglesia de Jesucristo la posibilidad de capturar los potenciales presentes en la capilaridad de la vida cotidiana y que los pastores no siempre tienen las condiciones para captar. Sobre la base de propuestas del Tercer Encuentro de Obispos responsables de las CEBs con la Articulación Continental, queremos señalar: "Afirmamos y testimoniamos lo que son las Comunidades Eclesiales de Base”, en relación con su identidad:

- Las CEBs son expresión viva de la koinonia, la imagen de la comunión Trinitaria entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

- Su centro es la persona de Jesús que vino a anunciarnos el proyecto del Padre, el Reino de Dios.

- Las CEBs son un espacio privilegiado para vivir, como discípulos-misioneros, el seguimiento de Jesucristo.

- Las Comunidades son fraternas y abiertas, comprometidas con los pobres, la justicia y el bien común, a la luz del magisterio de la iglesia, particularmente la Doctrina Social.

- Se vive la fe en comunidad de manera profética y misionera. - En esta experiencia eclesial se promueven y propician los ministerios y servicios de

laicos y laicas, en comunión y corresponsabilidad con los Pastores. En relación a la misión de las CEBs, los obispos realzan las notas que se siguen:

- Las CEBs como comunidad de bautizados están llamadas a ser presencia capilar de Iglesia y dar testimonio del amor de Dios en todos los ámbitos de la sociedad (RM50-51).

- Las CEBs reafirman la opción preferencial y evangélica por los pobres con particular atención a nuevos rostros y contextos de pobreza, “para que nuestros pueblos en Cristo tengan vida”.

- Las CEBs están comprometidas a ir al encuentro de los alejados, a los indiferentes y a los que

alimentan descontento o resentimientos frente a la Iglesia (DA310), como un primer gesto

evangélico de amistad y cercanía.

- Siguiendo el espíritu de Aparecida las Iglesias locales y las Comunidades están llamadas a

continuar con audacia el relanzamiento de las CEBs y hacer surgir otras nuevas, configuradas en su

identidad de pequeña iglesia.

- Las CEBs privilegian el acompañamiento a las familias en sus diversas situaciones ante las amenazas y ataques que representan ciertas corrientes de la cultura moderna y la precariedad y crisis económica.

- Las Comunidades tienen el desafío de una inserción inculturada y creativa en el mundo urbano y en particular de los jóvenes.

- En respuesta a los signos de los tiempos se comprometen activamente con el cuidado y la defensa de la vida y el cuidado de la creación (ecología, medio ambienteM)

- De la misma manera, se esfuerzan por apoyar a organizaciones y movimientos sociales en su lucha y compromiso por la vida digna.

- En cuanto comunidades pequeñas, abiertas y acogedoras favorecen de manera espontánea el diálogo inter-religioso y ecuménico.

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4. Articulación Mundial de las CEBs.

Servicio humilde y esperanzado, la Articulación Continental de las CEBs ha alcanzado poner en práctica una efectiva y sólida articulación, en comunión con las articulaciones regionales y locales. Ha habido una acogida respetuosa por las Iglesias de África, Asia, Europa, el su afirmación de ser inspiradas en el caminar latinoamericano y caribeño de las CEBs. ¿No sería esta la dimensión profética y misionera de las CEBs en el mundo de hoy?

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Articulação Continental de las CEBs.

Benedito Ferraro Assessor da Equipe Ampliada Nacional das CEBs do Brasil

Assessor da Articulação Continental das CEBs. “O Serviço da Articulação Continental é um esforço de articular as CEBs do Continente de maneira que nos ajude a:

- Recolher, sistematizar e compartilhar as experiências mais significativas das CEBs de todo o Continente.

- Animar a rede de assessores e assessoras das CEBs e seu serviço. - Incentivar uma melhor formação em todos os níveis das CEBs. - Promover a comunhão inter-eclesial. - Receber e assumir as inquietudes mais comuns que surgem das CEBs. - Animar a atenção e abertura dos novos campos de missão: jovens, migrantes e aquele

que na realidade pareça ser prioritário. - Compartilhar em todo o continente ganhos, materiais, processos de formação,

experiências, resultados dos processos nacionais e regionais que possam ajudar em nível nacional e regional.

- Ter uma instância de diálogo com os diferentes espaços alter-mundistas globais”. O Secretariado executivo conta com pessoas que possam dar conta do serviço que se lhe confia. Além disso, existe o Conselho de consulta e discernimento, constituído por uma pessoa representativa de cada região. No VI Encontro latino-americano e caribenho celebrado no México, no ano de 2004, as comunidades eclesiais de base se organizaram em nível regional em seis regiões:

Levando em consideração essa compreensão, queremos fazer algumas considerações:

1. Distinção entre Articulação e Coordenação. Achamos importante distinguir, em relação ao processo das CEBs, os dois termos que geralmente usamos e sua operacionalidade: Articulação e Coordenação.

O primeiro é uma criação nossa – latino-americana e caribenha - a nivel local, regional e continental. Não é expressão de um poder hierárquico, dado por "ordenação sacramental", senão uma responsabilidade que surge da comunhão fraterna das CEBs. Estamos operando coerentemente com a realidade de ser Povo de Deus (Koinonia) a serviço do qual existe a Diakonia (diferentes ministérios e assessorias).

REGIONES PAÍSES Norte México, Estados Unidos Centroamérica Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua,

Costa Rica y Panamá Caribe Venezuela, República Dominicana y Haití Andina Colombia, Bolivia, Perú, Ecuador Brasil Brasil Cono Sur Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay

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A coordenação expressa concretamente o que corresponde ao ministério de Unidade na diversidade das iniciativas e responsabilidades. Cabe, na tradição eclesial, ao ministro ordenado (epíscopo-presbítero). Assim, a coordenação das CEBs, em sentido canônico e teológico (pelo menos por tradição) é responsabilidade da Igreja local. A articulação é a co-responsabilidade que complementa as Igrejas locais no âmbito mais amplo de um país ou continente, no que diz respeito ao Reino de Deus, à missão que atravessa os espaços delimitados pela estrutura eclesial oficial. A legitimidade da Articulação está relacionada com o conceito de Povo de Deus e baseada na igualdade fundamental expressa pela LG,32: “Um é pois o Povo eleito de Deus: “um só Senhor, uma só a fé, um só batismo” (Ef 4,5). Comum a dignidade dos membros pela regeneração em Cristo. Comum a graça de filhos e filhas. Comum a vocação à perfeição. Uma só a salvação, uma só a esperanã e indivisa a caridade. Não há, pois, em Cristo e na Igreja, nenhuma desigualdade em vista de raça ou nação, condição social ou sexo, porquanto “não há judeu ou grego, não há servo ou livre, não há varão ou mulher, porque todos vós sois um em Cristo Jesus” (Cf. Gl 3,28; Col.3,11). Esta igualdade fundamental se apóia na fé e no batismo, na esperança e na crisma, na caridade e na eucaristia (cf. LG,32), explicitada nas três dimensões da ministerialidade eclesial:

1. Participação na dimensão profética (LG, 12): Vivência coerente da fé no cotidiano em todos os ângulos.

2. Participação na dimensão sacerdotal: O Povo de Deus é conjuntamente sacerdotal, com base no sacerdócio comum (cf. LG., 8).

3. Participação na função real: Na relação Igreja – Reino, superação da separação dentro e fora (cf.GS, 1.11). A LG, 30 afirma que os pastores “não foram instituídos por Cristo a fim de assumirem sozinhos toda a missão salvífica no mundo. Seu preclaro múnus e apascentar de tal forma os fiéis e reconhecer suas atribuições e carismas, que todos, a seu modo, cooperam unanimemente na obra comum”. Como Povo de Deus, todos/as têm a responsabilidade missionária (cf. RMi,: “A missão compete a todos os cristãos/ãs”. Por isso, há unidade e diversidade como na Trindade (Cf. LG,12; 1Cor 12,7)”.

2. Articulação: Originalidade da expressão latino-americana e caribenha.

Presentes, inicialmente, em vários países como experiências de Igrejas locais (Barra do Pirai-RJ; Natal-RN, com S.Paulo do Potengi; Ribeirão Preto-SP, com Cravinhos; Fortaleza-CE, com Pirambú, no Brasil; Panamá com San Miguelito; Choluteca em Honduras; Rio Bamba no Equador; Altiplano boliviano, entre outras), as CEBs foram, oficialmente, assumidas pelos bispos em Medellín e lançadas a nível continental: “Assim, a comunidade cristã de base é o primeiro e fundamental núcleo eclesial, que deve, em seu próprio nível, responsabilizar-se pela riqueza e expansão da fé, como também pelo culto que é sua expressão. É ela, portanto, célula inicial de estruturação eclesial e foco de evangelização e atualmente fator primordial de promoção humana e desenvolvimento” (Med15,10). Puebla reassumiu as CEBs: “As Comunidades Eclesiais de Base são expressão do amor preferencial da Igreja pelo povo simples; nelas se expressa, valoriza e purifica sua religiosidade e se lhe oferece oportunidade concreta de participação na tarefa eclesial e no compromisso transformar o mundo”(Puebla, 643; cf. 641). Aparecida reafirma Medellín (cf. Aparecida, 178) e afirma que “as comunidades eclesiais de base, no seguimento missionário de Jesus, têm na Palavra de Deus como fonte de sua espiritualidade e a orientação de seus pastores como guia que assegura a comunhão eclesial. Demonstram seu compromisso evangelizador e missionário entre os mais simples e

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afastados e são expressão visível da opção preferencial pelos pobres. São fonte e semente de variados serviços e ministérios a favor da vida na sociedade e na Igreja” (Aparecida, 179). É essa força viva das Comunidades Eclesiais de Base que motiva o Serviço de Articulação Continental das CEBs: “Nestas comunidades, embora muitas vezes pequenas e pobres, ou vivendo na dispersão, está presente o Cristo, por cuja virtude se consocia a Igreja uma, santa, católica e apostólica” (LG,26). Pela presença de leigos e leigas que exercem nas CEBs diversos ministérios e serviços eclesiais, a Igreja se faz presente e operosa naqueles lugares e circunstâncias onde apenas através deles ela pode chegar como sal da terra (cf. LG, 33). A originalidade da expressão latino-americana e caribenha – Articulação – está na consciência de que, mesmo existindo situações conflitivas e conflituosas entre a hierarquia e os participantes das CEBs em vários países da América Latina e Caribe, buscam-se sempre novas relações eclesiais de igualdade, de amizade fraterna e de trabalho em comum. Há um espírito e uma prática de colegialidade e de co-responsabilidade nas CEBs. Neste sentido, este Serviço de Articulação faz, hoje, o papel feito por outros grupos no cenário da história da Igreja. Podemos nos lembrar da busca da unidade de fé e missão junto padres do deserto, junto aos mosteiros ( São Bento). Das Igrejas monacais, que não se reduziam apenas aos monges, mas incluíam o povo cristão da área, nos séculos IV e V saem os missionários, que foram à Inglaterra, à Irlanda e à França. Além de Cirilo e Metódio, já no século VIII, foram entre os povos eslavos. Este caminhar indica a criatividade do Povo de Deus na história. Mostra também que o Serviço de Articulação Continental das CEBs se insere na legítima tradição eclesial das Igrejas responsáveis de ir aos confins da terra, segundo o pedido de Jesus (cf. Mt 28,18-20). Este é o caminho inspirado pelo Espírito tendo como fruto uma nova experiência eclesial na América Latina e Caribe, que age com criatividade, rejeitando o esquema piramidal e, sem romper com a comunhão, busca novas formas de relações fraternas e solidárias. O Serviço de Articulação Continental das CEBs não faz planos para que as instâncias das Igrejas locais os apliquem. Recolhe e discerne o que o Espírito realiza nos mais diferentes rincões da América Latina e Caribe, com a ajuda das melhores assessorias bíblica, teológica, moral, pastoral, política, econômica e comunicativa. Ao longo destas últimas décadas foram sendo criadas novas estruturas eclesiais, tornando possível a participação de todos e a promoção de novos ministérios, que vivificam e dinamizam ainda mais as comunidades. Isto aconteceu com a Articulação Continental das CEBs que, iniciando-se, em 2001, em La Rioja, Argentina, vem recebendo, nos últimos anos, a confirmação por parte do CELAM, em sua Secção de Parroquias, CEBs e Pequeñas Comunidades (cf. Propuestas del Tercer encuentro de obispos responsables de las CEBs com la Articulación Continental, Santiago de Chile – 10-12 de mayo de 2011).

3. Criação de novas comunidades eclesiais de base. A igreja local tem a responsabilidade de gerar CEBs, assim como gerou paróquias, no momento histórico em que o Povo de Deus estava vivendo uma situação na qual era importante novas estruturas na dimensão comunitária de base. Isso é o que agora está acontecendo novamente. A articulação não é criação de um novo ministério eclesiástico, nem uma expressão de poder hierárquico. É a co-responsabilidade do Povo de Deus que, pelo Sensus Fidelium e força do Espírito, cria o que no existia. Essa relação entre autonomia e comunhão, embora com momentos de conflitividade, pode dar à Igreja de Jesus Cristo a possibilidade de captar todas as potencialidades presentes na capilaridade da vida cotidiana e que os pastores nem sempre têm as condições de captar.

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A partir das Propostas do Terceiro Encontro de Bispos Responsáveis das CEBs com a Articulação Continental, queremos ressaltar: “Afirmamos y testimoniamos lo que son las Comunidades Eclesiales de Base, em relação a sua identidade:

- As CEBs são expressão viva da “koinonia”, a imagem da comunhão Trinitária entre o Pai, o Filho e o Espírito Santo.

- O centro de tudo é a pessoa de Jesus que veio anunciar-nos o projeto do Pai, o Reino de Deus...

- As Comunidades são fraternas e abertas, comprometidas com os pobres, a justiça e o bem comum, na luz do magistério da Igreja, particularmente no da Doutrina Social.

- Vivem a fé, em comunidade e de maneira profética assim como missionária. - Nesta experiência eclesial se promovem e propiciam os ministérios e serviços dos

leigos e leigas, em comunhão e corresponsabilidade com os Pastores.

Em relação à missão das CEBs, os bispos realçam as seguintes notas: - As CEBs como comunidades de batizados estão chamadas a ser presença capilar

da Igreja e a dar testemunho do amor de Deus em todos os âmbitos da sociedade (RM 50-51)

- As CEBs reafirmam a opção preferencial e evangélica pelos pobres prestando particular atenção aos novos rostos e contextos de pobreza, “para que nossos povos tenham vida em Cristo”...

- Fiéis ao espírito da Aparecida as Comunidades estão chamadas a continuar com audácia a relançar as CEBs e propiciar o surgimento de novas CEBs, fiéis à sua identidade de pequena Igreja.

- As CEBs privilegiam e acompanham as famílias, em suas diversas situações diante das ameaças e ataques representados por certas correntes da cultura moderna; diante da crise econômica e de outras realidades precárias.

- As CEBs enfrentam o desafio de uma inserção “inculturada” e criadora no mundo urbano y na realidade dos jovens.

- Respondendo aos signos dos tempos comprometem-se ativamente com o cuidado e defesa da criação (ecologia, meio-ambiente).

- De igual maneira se esforçam para apoiar as organizações e movimentos sociais que lutam e se comprometem com uma vida digna para todos.

- Como pequenas comunidades, abertas e acolhedoras, favorecem de maneira espontânea o diálogo inter-religioso e ecumênico.

4. Articulação Mundial das CEBs.

Serviço humilde e esperançoso, a Articulação Continental das CEBs tem alcançado colocar em prática uma efetiva e sólida articulação geral, em comunhão com as articulações regionais e locais. Tem havido uma acolhida respeitosa pelas Igrejas da África, da Ásia, da Europa, ao afirmarem que se inspiram no caminhar latino-americano e caribenho das CEBs. Não seria essa também a dimensão profética e missionária das CEBs no mundo de hoje?

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Las CEBs: la mejor síntesis entre el Vaticano II y la Teología

latinoamericana de la liberación

Sérgio Ricardo Coutinho45 Asesor de la Comisión Episcopal Pastoral para el Laicado de la CNBB

Traducción de Juan Ángel Dieuzeide – San Carlos de Bariloche, Argentina A pesar de la implantación de una gran estructura eclesiástica (diócesis, parroquias, órdenes religiosas, Inquisición...) en toda América hispánica, después del Concilio de Trento (1565) (talvez con menor intensidad en la América portuguesa), lo que prevaleció fue, sin duda ninguna, una intensa práctica popular del catolicismo; un catolicismo donde el laico y la laica fueron sujetos en la organización de las “estructuras” necesarias para sus devociones: Hermandades, capillas, rezadoras y rezadores, romerías, etc. Podríamos decir que en estas prácticas del catolicismo popular estarían los orígenes remotos de una experiencia eclesial de las más significativas en todo nuestro continente en el período postconciliar: las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs). Podemos afirmar con toda certeza que, aún antes de la eclesiología del Concilio Vaticano II, nuestro pueblo, por medio de sus prácticas religiosas, ya se sentía miembro del Pueblo de Dios porque ser bautizado era la condición mínima necesaria para participar de la vida de la Iglesia. Además de este origen más remoto, las CEBs también son el resultado de otras importantes experiencias eclesiales. No se puede negar todo el trabajo desarrollado en nuestro continente por la Acción Católica Especializada (ACE), de modo especial de la Juventud Obrera Católica (JOC), de la Juventud Universitaria Católica (JUC) y de la Juventud Estudiantil Católica (JEC). Con su método pastoral (ver, juzgar y actuar) y la fuerte participación de los jóvenes laicos, la ACE trajo los elementos fundamentales para la futura sistematización de la Teología de la Liberación (las mediaciones: socio-analítica, hermenéutica y de la praxis). Por otro lado, en la tentativa de renovar las parroquias a partir de la eclesiología del Cuerpo Místico de Cristo (Mystici Corporis de Pío XII), el Movimiento por un Mundo Mejor (MMM), en muchas diócesis, favoreció el desarrollo de “otro modo de ser Iglesia” con respecto a lo que hasta entonces se conocía y se vivía: un modo donde los laicos eran sujetos en la vida social, política y eclesial; la gran mayoría de ellos (si no todos) eran pobres y vivían en las periferias de las grandes ciudades y en los poblados rurales más aislados de este continente; celebraban su fe según sus tradiciones y culturas, y se experimentaba concretamente aquello que era la experiencia común de las primeras comunidades cristianas: el compartir y la acogida a los más pobres. ¡Estas son las CEBs! ¡Que con su vida concreta en medio de los pobres anuncia que el Reino de Dios está próximo! Por eso fueron (y todavía son) ellas las que proporcionaron las condiciones para el desarrollo de la Teología de la Liberación. 45 Laico, casado con Patricia, padre de 4 hijos (Elisa, Natália, Tiago y João), profesor universitario, presidente

del Centro de Estudios de Historia de la Iglesia en América Latina (CEHILA-Brasil) y asesor de la Comisión

Episcopal Pastoral para el Laicado de la Conferencia Nacional de los Obispos del Brasil (CNBB).

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Por eso, las Comunidades Eclesiales de Base son la mejor síntesis entre el Vaticano II y la Teología latinoamericana de la Liberación.

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Amenazas y formas de diluir las CEBs

P. José Marins y Hna. Teolide M. Trevisan Asesores CEBs

I. UNA MIRADA GLOBAL Las CEBs son un nuevo y original sujeto en la Iglesia y en la Sociedad. Son limitadas y frágiles de cara a la enormidad de ambas instituciones. Las CEBs, como los procesos transformadores, han despertado esperanzas, sospechas y reacciones agresivas desde las indiferencias, que paralizan, hasta la difamación y lucha abierta. Así que, las AMENAZAS Y RIESGO DE DISOLUCIÓN, son inherentes al proceso de las CEBs y a las alternativas de crear algo nuevo, en la Iglesia como en la sociedad, sea a nivel local como global. Sin embargo, los nuevos sujetos comunitarios, particularmente las CEBs, así como sufren amenazas y peligros de disolución, son, a su vez (en diferentes oportunidades e intensidades), amenaza y fermento de disolución, tanto para el modelo dominante de Iglesia como para las diferentes configuraciones históricas sociales - principalmente en lo político, en lo económico y en lo cultural. − AMENAZAR es desvalorizar, debilitar, dificultar esa nueva propuesta, para

desautorizarla y aún anularla. Las amenazas como mínimo son paralizantes, abren el camino para el surgimiento de enemigos persistentes. Pueden también provocar reacciones positivas de unir fuerzas simpatizantes y consolidar la propuesta original de las CEBs: y así, de un modo o de otro, hacen a las CEBs más conocidas y también valoradas. Las CEBs provocan que afloren las referencias fundamentales, las motivaciones, las agendas secretas que están en juego. El gran historiador Arnoldo Toynbee, dijo: “En situaciones particularmente difíciles de la historia de la humanidad, quien encontró una salida fueran siempre minorías cualificadas y creativas, a las cuales, después, las mayorías también se unieron.”

− DILUIR es intentar anular la identidad originaria de las CEBs. Es una “estrategia”

que actúa a largo plazo: desorienta, quita el entusiasmo, el vigor de conjunto, porque hace mediocre lo que era atractivo y dinámico; se clasifica a las CEBs como inoportunas, desactualizadas, inadecuadas y aún peligrosas. Puede también atacar por otro lado, clasificándolas de irrelevantes - Ya son del pasado! No han resultado!

El intento de diluirlas presiona a las CEBs a hacer constantes evaluaciones y auto-críticas. Lleva a abrir nuevos horizontes que no habían sido contemplados en un primer momento del proceso. Las CEBs abrazan la lógica evangélica de ser fermento y no masa; de ser minoría coherente y sujeto responsable y no multitudes emocionalmente imprevisibles. Retoman la lógica de cuidar primero de la calidad, de la coherencia evangélica de su identidad y propuestas. Es inherente a su caminar la mirada crítica, el discernimiento constante. Esto normalmente incomoda al poder.

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ENTONCES: La gran pregunta para las CEBs, es sobre cuál incidencia están teniendo ellas en la Iglesia y en la sociedad contemporánea. No basta que se multipliquen y que tengan una visión bíblica y teológica actualizada. Es decisivo evaluar si las amenazas e intentos de diluirlas están debilitando su voz profética y responsabilidad de ser célula inicial de estructuración eclesial, señal y primicia del Reino. II. QUE DICEN LOS QUE ESTÁN COMPROMETIDOS CON LAS CEBs. Hicimos una consulta sobre lo que amenaza y lo que diluye a las CEBs, con personas que están acompañando el día a día de las CEBs en sus relaciones con la Iglesia Institucional y con las estructuras sociales (laicos, curas, religiosas; jóvenes y mayores; asesores y miembros de las CEBs), en las cinco regiones: México-EEUU; América Central; Caribe; Cono Sur; Brasil (90% respondieron). Imposible colocar tan buen y amplio material en el limitado espacio del artículo que se nos pidió. La solución ha sido entonces, publicarlos integralmente en nuestro blog (equipemarins.blogspot.com) y en las páginas de la Articulación Continental ([email protected]). AMENAZA A LAS CEBs DE PARTE DE LA SOCIEDAD CONTEMPORANEA

1. El sistema actual regido por el capital y por las leyes del mercado, que incentiva el consumismo e individualismo, donde la competencia y la acumulación predominan. Desconoce lo que es compartir y hace imposible la comunidad.

2. El actual modelo económico es voraz, acumulador, depredador del medio ambiente, creador de desigualdades y empobrecimiento de las masas.

3. La corrupción generalizada; el crimen organizado, la venta de armas, la violencia. 4. La desintegración de las familias, el desempleo, el hambre. 5. Ocupa demasiado o todo el tiempo de las personas: la jornada laboral y el

desplazamiento a su lugar de trabajo y de vuelta al hogar. 6. La irresponsabilidad de cara a la ecología; descuidar el medio ambiente. 7. El pueblo políticamente analfabeta. 8. Las ONG y fundaciones que no están con los pobres, aun cuando surgieron para

defenderlos y ayudarlos. DE PARTE DE LA IGLESIA

1. Las tendencias neoconservadoras que desmotivan y reducen la CEBs a un movimiento apostólico.

2. La línea conservadora y centralizadora del Vaticano, y el verticalismo del poder clerical, que mantiene la estructura de control y poder.

3. La formación conservadora del clero. La falta de espíritu de gratuidad de parte de los líderes y curas. Poner en segundo lugar lo comunitario, las relaciones horizontales y fraternales.

4. El clericalismo de los laicos. 5. Las constantes trabas de la Iglesia institución para el trabajo de las CEBs. 6. El cambio de curas en las parroquias no permite continuidad de los procesos.

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7. Los obispos, sacerdotes, teólogos que hablan de CEBs y para ellas, sin haber pisado el suelo de los pobres, sin pasar hambre en la vida; la burocratización de las CEBs.

8. La desestima por la teología de la liberación y simpatía por la de la prosperidad. La no centralidad en el evangelio, y el busca destruir la línea liberadora.

9. El apoyo de la jerarquía a los movimiento apostólicos y de masa: pietistas, fundamentalistas, moralizantes, de cristiandad; contrarios al Vaticano II; que presentan a un dios mágico; que promueven una espiritualidad esotérica y ahistórica, el devocionalismo emocional, con lenguaje y comportamiento exclusivo que separa de la comunidad.

10. La estructura parroquial en torno a los sacramentos, donde el cura solo aparece para celebrar.

11. El nombramiento de obispos conservadores y nuncios que vienen para controlar la Iglesia en esa línea, de vuelta atrás del Concilio Vaticano II.

12. Su preocupación por mantener lo que hay, por tener mucha gente en la liturgia dominical: “Iglesia llena”, por mantener el discurso sin acción. Su olvido por la misión permanente y los pobres.

13. La tendencia de multiplicar leyes y catecismos pastorales. 14. El énfasis en el uso de medios de comunicación para la catequesis y la

evangelización en detrimento y descuido del encuentro personal. 15. La pérdida de profetismo de la iglesia, su alejamiento de las causas del pueblo y el

desprecio por la conciencia crítica. La persecución a los que no se alinean con la visión de la jerarquía.

DE PARTE DE LAS MISMAS CEBs

1. La pérdida de compromiso social y político al interior de las CEBs; su poca incidencia y esperar respuestas prontas.

2. Acostumbrarse a los pobres y no comprometerse con ellos. 3. La falta y pérdida de identidad, el descuido de usar el método de las CEBs. Rutina,

pérdida de la fuerza de la novedad, nostalgia de antes del Concilio Vaticano II. Poco intercambio entre ellas mismas.

4. La parroquialización, más preocupación con las cosas de dentro de la Iglesia que con la fe y la vida. Dependencia económica de la parroquia.

5. Los asesores pierden contacto con la base, no son proféticos. 6. Poco o ningún relevo generacional, ausencia de jóvenes. El insuficiente trabajo

con los jóvenes y las no se toma en cuenta las áreas donde ellos se ubican, tampoco hay propuestas de intervención.

DILUYEN LAS CEBs. DE PARTE DE LA SOCIEDAD

1. Una sociedad sin valores, violenta. 2. Falta de trabajo y desplazamiento forzado. 3. Falta de tiempo por jornadas de trabajo muy largas, con horas extras y con malas

condiciones y trato. 4. Falta de espiritualidad.

DE PARTE DE LA IGLESIA

1. Éxito aparente de los mega eventos (misiones populares, romerías).

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2. Vuelta a la cristiandad, interpretaciones unilaterales de Aparecida. 3. Los curas cantores y mediáticos alejados de la dimensión social de su ministerio. 4. Una iglesia que no se inspira en las primeras generaciones cristianas, que no

anuncia la buena noticia de Jesús. 5. Los constantes nombramientos de obispos conservadores. 6. Falta de compromiso de la jerarquía con las CEBs. 7. La ausencia de ministros y religiosos en el proceso de CEBs. 8. La dependencia de la jerarquía, desde lo económico a lo cotidiano de la vida. 9. Formar en los seminarios sin una visión clara del Reino de Dios. Los curas no

están informados, ni formados para las CEBs. 10. Considerar a las CEBs, como un movimiento entre otros. 11. Dar prioridad a los movimientos en los planes pastorales. 12. El envejecimiento de los asesores y líderes, sin relevo. 13. Alejamiento de los jóvenes de la Iglesia y el poco esfuerzo para relacionarse con

ellos. 14. El papel secundario de la mujer en las decisiones de la vida eclesial.

DE PARTE DE LAS MISMAS CEBs

1. Rechazar sus elementos esenciales; perder la centralidad de la Palabra de Dios, su dimensión misionera y su proyección social. La falta de identidad.

2. Perder la memoria del propio pasado y de las raíces, del caminar y de los mártires; abstenerse de la defensa de la vida por miedo y comodidad.

3. Los animadores con poca o nula formación y compromiso. 4. La manipulación de la Biblia; la falta de formación. 5. Dejar de usar el método de las CEBs; perder la mística y el sentido del encuentro

Eucarístico que es donde se asume la vida; los encuentros que son más informativos y no alimentan.

6. Las CEBs que parecen más centro de desarrollo social y no manifiestan la fidelidad a Jesús.

7. La disminución de personas en las CEBs; el alejamiento de los varones; la feminización de las CEBs;

8. El miedo a quedarse fuera del sistema parroquial; pensar y actuar de acuerdo a la premisa de que el párroco siempre tiene razón.

III. NUESTRO APORTE LO QUE ESTA DILUYENDO LAS CEBs:

1. Los documentos pontificios que trataron de CEBs, no las presentaron como primer nivel de Iglesia.

2. La Asamblea de Santo Domingo, desplazó a las CEBs, colocándola al mismo nivel de los movimientos. Aparecida añadiendo el término de las “pequeñas comunidades” (sin precisar de qué se trataba) ha creado una ambigüedad que viene confundiendo y diluyendo lo que la tradición latino americana-caribeña entiende como CEBs.

3. La intención de formar CEBs que comienzan con grupos de oración, o de militancia social y nunca se abren a las otras dimensiones (Palabra, Liturgia, Misión, Comunidad, servicio profético).

4. La “parroquialización” que abre para las CEBs un lugar entre los diferentes grupos y ministerios parroquiales, sacrificando su identidad de ser la primera instancia eclesial y no un mero servicio parroquial.

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5. Elitización de las CEBs, dándole protagonismos de honor, sacrificando su vocación fundamental de ser fermento misionero. La exagerada sectorización de las CEBs (solo pastoral de los jóvenes, de la mujer, lo ecológico, lo bíblico, lo socialM).

6. Dejar que la uniformidad sea interpretada como unidad (No existen dos CEBs iguales).

7. Reducir una CEBs solo a los adultos o jóvenes (homogenización). 8. Excluir de las CEBs los “pecadores” que todavía quieren convertirse, o que se

encuentran en situación irregular en relación a las leyes de la iglesia.

LAS AMENAZAS: 1. El contexto hegemónico de la sociedad capitalista de consumo (exclusivista,

individualista). 2. Prestar mayor fidelidad a lo adquirido históricamente (modelo histórico) que a lo

que viene desde la referencia de la Revelación y aparece en los Hechos y Cartas de los Apóstoles. Mantener CEBs en un modelo eclesial de cristiandad. O en un estilo solo para adultos, sin articular niños y jóvenes (respetando sus espacios propios). O tomar como meta a la Iglesia y no el Reino de Dios.

3. Leer la Palabra de Dios solo en clave intra-eclesial o individualista. Insistir en las conversiones estructurales sin conversiones personales y grupales.

4. Definir que las CEBs son la Iglesia de laicos, sin precisar el papel del ministro ordenado o dejarlo como un adendo -apéndice irrelevante- (De otra parte no hacerla clerical como de sacristanes glorificados).

5. Reducir la CEBs a los económicamente pobres, y no la Iglesia que se pone al lado de los pobres asumiendo su causa para que ellos sean sujetos evangélicos de la propuesta de Jesús.

6. Concentrarse en la adoración al Señor Sacramentado, y no primariamente en el seguimiento del Jesús hasta las últimas consecuencias.

7. Buscar autonomía sin comunión o, comunión sin autonomía, perdiendo la comunión con la “gran” Iglesia por desentenderse de la religiosidad popular, descuidando de un acercamiento adulto y corresponsable con las autoridades eclesiásticas.

8. Reducir las CEBs a la reunión y al grupo; a un territorio o edificio. 9. Elitismo de asesores que tienen constantes oportunidades de formación, que no

llega a las bases. 10. Falta de auto crítica sistemática y efectiva.

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TESTIMONIOS

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Venidos para bien, para tramar el Reino de Dios

Edwin Miguel López González Coord del Comité de Becas de la CEBs Monseñor Romero;

representante en la Red de CEBs del dpto de La Libertad; 6 años en CEBs. El Salvador.

Desde La Libertad, El Salvador les enviamos un saludo fraternal a las Comunidades Eclesiales de Base y que Jesús con su legado de amor, sea quien provea de acuerdo a nuestras necesidades. Les expreso con todo mi corazón que sigamos adelante construyendo el Reino de Dios en este mundo con mucha fe, amor y decisión. Nunca dudemos que la fe, echa fuera el miedo, cumplamos nuestro compromiso. Por grandes o pequeños que sean, no nos detengamos, sigamos construyendo la iglesia viva, la que defiende a los que carecen de todo lo necesario para vivir. Como Joven que pertenezco a las CEBs de El Salvador, desde que nací, pero que me mantuve ausente por mucho tiempo y hace un poco más de 6 años regresé, quiero contarles un poco de mi experiencia durante el IX Encuentro Latinoamericano y del Caribe de CEBs 2012 en Honduras. Mi experiencia dio inicio cuando fui seleccionado por la Red de CEBs Monseñor Romero del departamento de La Libertad, para participar en este encuentro. La verdad no tenía en ese momento el conocimiento de cómo sería una experiencia latinoamericana; ya antes había participado en un encuentro nacional en Guatemala, y adquirí mucho aprendizaje sobre el relanzamiento de las CEBs. La propuesta de participar en Honduras me intereso cada vez más y más, y cuando formalmente iniciamos los preparativos previos al encuentro pude conocer más de cerca el trabajo que desarrollan mis otros hermanos y hermanas en diferentes partes del país, pues cada experiencia es única, pero el objetivo sigue y seguirá siendo el mismo, tanto los adultos como los jóvenes comprometidos con el trabajo. Finalmente llegamos a ese día tan esperado, listos para adquirir esta gran experiencia, aunque anduvimos unos minutos perdidos por la ciudad, para mi valió la pena, porque nos permitió a cada uno de los delegados de mi país irnos conociendo mucho más, ya que veníamos de diferentes experiencias de CEBs y departamentos del país. Aunque ya nos habíamos reunidos en los dos pre encuentros de preparación para participar en Honduras, el viaje permitió fortalecer nuestra amistad. La bienvenida por parte de los anfitriones, me emociono mucho pues me hicieron sentir como en casa, el saludo de Mons. Ángel Garachana, obispo de San Pedro Sula, anfitrión del IX Encuentro me hizo recordar mi objetivo personal, ya que él dijo: Sean bienvenidos, han venido para algo muy bueno, venidos para bien, para tramar el Reino de Dios, para evaluar, discernir, el caminar de las CEB del continente y aún más allá del continente.

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Cada uno de los análisis que se hicieron durante esos días desde mi punto de vista fue muy enriquecedor, pues no conocíamos la realidad actual de cada aspecto en cada país, pues considero a veces solo lo vemos a groso modo. Me sentí muy bien, porque ahí encontré experiencias a nivel de jóvenes, al parecer era uno de los jóvenes de menor edad, eso me motivo desde un inicio, y aunque nos dividieron para el alojamiento logramos compartir nuestras experiencias. Al inicio muchos expresamos porque nos enviaron tan lejos, finalmente comprendimos que era para tener mucho más tiempo, a pesar de que fueron pocos días hicimos muchos lazos pues actualmente mantengo comunicación con cada uno de los que utilizan los medios sociales. En lo personal todo el encuentro fue de suma importancia pero lo que en realidad me hizo adquirir conciencia y compromiso fue el tema ecológico, pues a través de esta experiencia, he concretado en mi comunidad tres proyectos de Lucha contra el hambre y agricultura limpia que quiero compartir: Proyecto de reciclaje. Los objetivos del reciclaje son los siguientes: Conservación o ahorro de energía. Conservación o ahorro de recursos naturales. Disminución del volumen de residuos que hay que eliminar. Protección del medio ambiente. Proyecto Compostaje con el objetivo de:

- Mejorar la estructura del suelo aumentando la capacidad de retención de contenido nutricional.

- facilitar la absorción de agua y nutriente por parte de las plantas - Destrucción de organismos no deseables. - Transformación de materiales orgánicos biodegradable en un material estable con el

fin de disminuir el volumen original de estos. - Dar una alternativa viable a los problemas causados por el mal manejo de desechos

sólidos orgánicos. Proyecto Huerto Grupal: El objetivo de nuestro Huerto, es lograr que los jóvenes participantes obtengan todos los conocimientos necesarios para preparar y mantener un huerto casero autosustentable, saludable y productivo. Seis horas de pura práctica, muchas técnicas y sobre todo muchos conocimientos, han hecho posible el cumplimiento de nuestra meta objetivo. Nos sentimos orgullosos de lo que hacemos, por eso lo hacemos con todo el deseo del mundo y el mayor entusiasmo, pues el que ellos dominen todo el material en la teoría y en la práctica es parte esencial de nuestra misión, pero más que todo nuestra gran satisfacción. Pues nuestro deseo es que asegure su alimentación y la de sus familias. Es por eso que, a nivel personal trabajar con jóvenes en CEBs, me permite ayudar a que muchos jóvenes que se encuentran en cierto tipo de abandono y que enfrentan muchos problemas a nivel personal y social, se vean con alternativas. También en las CEB tenemos la Pastoral de Jóvenes. En donde se preocupan por llevarles ropa y alimentos a las familias más necesitadas de mi comunidad. Es decir con todos estos proyectos las Comunidades ponemos en práctica el Evangelio y construimos la Iglesia que queremos y soñamos.

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Lo más importante es tener un crecimiento significativo de las CEBs y a través de ellas aprendamos “Que entre Cristianismo y Revolución no hay contradicción”. Quiero compartirles que ha habido un cambio sobre todo en los jóvenes. Hoy tenemos jóvenes dirigiendo la Eucaristía, esto es muy importante para el pueblo. Es decir, nosotros los jóvenes en CEB, junto con otras Mujeres siempre hemos ido a la cabeza luchando para que nos den nuestro lugar que es una tarea difícil por el “machismo” que impera en todas partes, pero al menos ya se reconoce nuestro papel. Espero que estas humildes palabras, aún con mi poco conocimiento, les sirva para conocer que en El Salvador, y en particular dentro mi comunidad, las y los jóvenes hemos jugado y seguimos jugando un rol fundamental en el trabajo diario para salir adelante.

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Trabajando por y con el mismo sentir

Fany Mercedes Feliz Coordinadora nacional de CEB

18 años en CEB. República Dominicana

El Encuentro Latinoamericano para mí fue una experiencia maravillosa e inolvidable que solo se vive en comunidad. A pesar de todas las dificultades que pasamos antes de llegar al encuentro, logramos llegar a tiempo para el análisis de la realidad. Lo mejor de todo es que entre los países que estábamos me sentía como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo, una convivencia buenísima a pesar de las diferentes culturas e idiomas nos sentíamos bien, todos los temas fueron buenos y lo facilitadores eran excelente. Cuando llegamos en la noche a la casa de acogida, sentimos el calor humano; ahí dormíamos tranquilos y compartíamos en comunidad. En el bus tanto a la ida como a la vuelta a la casa, ese compartir entre todos no tiene precio, éramos uno sin diferencia de personas, no se sabía quiénes eran sacerdote o laicos, en ese momento con todos esos cuentos y chistes que se hacían fue uno de los mejores momentos de mi vida. En ese encuentro adquirí mucha experiencia para seguir trabajando en mi país como verdadera animadora tomando en cuenta el proyecto del Reino de Dios. Del paseo ni hablar, a mí me tocó en Yojoa. Salimos de la casa de acogida duramos 3 horas en el bus para cada sitio donde íbamos en los cuales nos esperaban los sacerdotes y animadores con alegría, entusiasmo y alimentos. En el paseo fuimos al hotel la gloria donde nos hicimos fotos y compartimos, después fuimos a Rio Lindo, a la cascada donde nos esperaban otras parroquias y los sacerdotes fue una acogida extraordinaria y hubo entrega de algunos regalos entre países. Ese compartir sencillo uno sola iglesia trabajando por y con el mismo sentir. Las comunidades eclesiales de base siguen trabajando en los diferentes países por la justicia y la paz comprometida a seguir viviendo la espiritualidad de la CEBs sin perder la identidad.

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Luchar juntos por la justicia y la paz

Hno. Francisco Ixtapa Coordinador del Ministerio de Animadores

27 años en CEB. Guatemala

Queridos hermanos y hermanas. Reciban saludos cordiales, espero que estén muy bien. Les agradezco poder escribir mi experiencia del encuentro de CEBS latinoamericano y el Caribe. Para mí el IX encuentro fue muy enriquecedor por el hecho de encontrarnos todos como verdaderos hermanos/as viviendo la experiencia fraterna entre las CEBs. Poner en común todas nuestras inquietudes y perspectivas como comunidades eclesiales de base teniendo en cuenta las necesidades de todo el continente y el mundo entero nos sirvió para reafirmar nuestra Identidad y nuestro espíritu misionero desde nuestro caminar de CEBs. Fue una experiencia muy bonita, especial y de mucha esperanza porque fue un momento de fortalecimiento que se dio a nuestro caminar de Comunidades Eclesiales de Base, somos una sola iglesia viva que va caminando por Jesús, en Jesús y junto a Jesús el amigo de los pobres, de los más débiles, que nos pide luchar juntos por la justicia y la paz en el mundo entero. A la vez este IX Encuentro nos debe concientizar animar y exhortarnos, a ser conscientes de las situaciones del sufrimiento de nuestra madre tierra, teniendo en cuenta que nuestra misión como Comunidades Eclesiales de Base nos compromete a velar por el bien común de todos y todas desde lo más pequeño. Aprendí a reconocer lo bello y lo hermoso creado por las manos de Dios Padre y Madre, toda esta maravillosa experiencia la compartiré a las comunidades para que ellos y ellas también puedan asumir su responsabilidad y compromiso y ser más solidarios y cuidadosos con todo lo que nos rodea. Les agradezco a todos los organizadores del encuentro por su esfuerzo para que todo se realizara en hermandad y como miembros de la iglesia viviéramos y compartiéramos nuestra experiencia de fe en nuestro caminar como CEBs. Muchas gracias a todos/as.

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Evangelio Vivo

Gustavo Ramos García, Animación a través del canto;

Trabajo de Medio Ambiente y organización Comunitaria; 16 años en CEB. El Salvador

Desde la pequeña tierra llamada en sus inicios Nequepio, después Cuzcátan y hoy El Salvador.

Creo que el evangelio es un proceso histórico de la vida de las personas, de los cristianos; cada uno de nosotros y de nosotras somos parte viva de esta realidad, somos evangelio vivo. Sé que no es un proceso fácil, como sabemos Jesús y tantos otros de su tiempo y de nuestros tiempos les costó su propia humanidad, de aquí puedo decir que un evangelio trae consecuencias por su propio peso de compromiso. Este sentido de efecto representa la crucifixión de tantos hombres y mujeres que con su testimonio de vida quisieron subvertir el orden injusto de su tiempo llevando un aliento esperanzador a muchísimos marginados, como se sabe la consecuencia final no debe verse de ninguna manera alentadora sino más bien destructora de ideales. Hoy el evangelio vivo lo puedo ver a través de cada persona, cada cuerpo que se mueve y trabaja en defensa de la vida en sus variadas formas, en la defensa de los problemas que devienen de los diferentes fenómenos sociales, políticos, económicos; cada uno de ellos y de ellas está realizando un papel importante en la biblia de la vida, apostándole a la Justicia, a la verdad en cada coyuntura histórica. El IX Encuentro Latinoamericano y del Caribe de CEB estuvo lleno de reflexiones y análisis importantes de la biblia real: la vida. Esta biblia no es fácil de entenderla ya que se va escribiendo a medida que va el caminar, a medida que cada uno de nosotros y de nosotras nos sentimos “Evangelio Vivo”, nos comprometemos. A parte de la comunión de ideas, de reflexiones, de cantos y tantas otras afinidades, quiero traer en este evangelio vivido a aquellas personas que hicieron posible la comunión del alimento que fortaleció nuestro cuerpo; no fue fácil preparar ni multiplicar más de seiscientos pescados diarios a todas las personas venidas de diferentes partes de América. También a aquellas que estuvieron pendientes y trabajando en dar a conocer nuestra creatividad en la artesanías y en los materiales y bibliografía que se había llevado y a aquel que nos brindó el agua en esta tierra cálida pero hermosa. No pregunté por sus nombres pero quedaron en mi memoria y que estoy seguro, en la memoria de esta historia. Quiero dedicar: Un evangelio a ellasC Que madrugaron como las mujeres que acompañaron la resurrección de Jesús, en este caso a preparar la comunión que compartían.

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Que hicieron limpieza en los corredores, servicios sanitarios y lavaron los platos, tenedores y más

Que nos brindaron su cariñosa sonrisa

Que hacían su trabajo en silencio.

Que con sus sencillas manos prepararon las tortillas que llevan alma de masa de maíz.

Que trabajaban en el ideal de la comunidad de Jesús.

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Que nos brindaban una calurosa y amistosa bienvenida en la librería.

A el que nos llevaba el espiritu liquido de la vida.

Este evangelio es la acción del ser humano que se une a la comunión, a la solidaridad, a la vida real que se encarnó en este encuentro de nuestras Comunidades Eclesiales de Base. Que el amén final sea el agradecimiento eterno a todos y a todas que hicieron posible este encuentro. Con amor y hermandad Comunidades Eclesiales de Base de El Salvador.

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A ejemplo de las primeras Comunidades Cristianas

Hna. Lidia Mendoza Pérez

Representante del Vicariato de Pando y asesora parroquial de CEBs 4 años en CEB. Guayaramerin, Bolivia

Queridos hermanos y hermanas, Un fraternal saludo a todas y todos, y mucha bendición de Dios en todo el caminar de las CEBs. Tuve la suerte y la gracia de Dios de estar en San Pedro Sula y acompañar de cerca la inauguración del IX Encuentro Latinoamericano y de El Caribe de CEBs. Fue una experiencia bonita de representar a Bolivia. Agradezco a todos y a todas los que me apoyaron para hacer parte de este gran acontecimiento de la vida de las CEBs. Gracias a la Articulación Continental, a los hermanos Maristas de Tarija, a las CEBs Nacional, al Vicariato de Pando y a mi Congregación (Hermanita de la Inmaculada Concepción), que se solidarizaron conmigo en la parte económica, con Email, con llamadas telefónicas y demás. Los que participamos fuimos gente sencilla, laicos, jóvenes, mujeres que han crecido dentro de las comunidades donde han compartido las experiencias desde la base en un clima de confianza. Gane un especial regalo de estar entre ustedes y dar mi pequeño aporte en la reflexión que fue hecho en el grupo donde me encontraba que fue la situación de minería. Sentí que el objetivo fue alcanzado y que tenemos un camino que recorrer para que las comunidades sean semillas y frutos de una nueva sociedad e Iglesia. En la reflexión hecha percibí que hay dos modelos de iglesia que se está promoviendo. Deseo que las CEBs se mantengan firmes en la lucha y en el compromiso con los pobres. Creo que para todo viernes santo hay un domingo de resurrección. También me gustó mucho la presentación de la realidad. El asesor fue iluminado con palabras proféticas en este momento. Al final del encuentro sacamos una planificación del año 2012 al 2016 con el compromiso de hacer un trabajo conjunto, donde cada País hace su plan de acción a partir de las orientaciones generales. Una gran experiencia fue compartir con la comunidad de Comayagua en San Pedro Sula los mensajes enviados por nuestras comunidades del vicariato de Pando. Sentí la fuerza misionera de la Iglesia a ejemplo de las primeras Comunidades Cristianas. Ahora estoy aquí con la misión de compartir en el ampliado Nacional en el mes de septiembre y también en la asamblea del Vicariato de Pando. En Nicaragua encontré a mis hermanas haciendo un curso Bíblico el cual tuve un espacio especial para compartir parte del caminar de CEBs continental.

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La verdad que participar de un encuentro así tiene sus dificultades, pero es una gracia encontrarnos como hermanas y hermanos que estamos buscando ser una iglesia más humana y misionera desde nuestras realidades donde hay objetivos claros de formación de un trabajo articulado. Que Dios nos bendiga a todos. Unidos en el servicio de las CEBs junto a los más pobres y sencillos

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Gotitas del Reino

Iturbide González Coordinador de sector, animador de comunidades.

7 años en CEB. Darién, Panamá.

Desde Darién Panama saludos a todos los que creemos en la iglesia de la base, la iglesia pueblo de Dios.

Fue este hecho de la iglesia bíblica, la iglesia de Jesús y de los apóstoles que me inspiro en el lX Encuentro de la CEBs de San Pedro Sula. Sentir que somos muchos los que aspiramos y creemos en la iglesia de comunión no jerárquica donde nuestros hermanos pastores se sientan pueblo y el pueblo se sienta iglesia.

Que alegría saber que esas experiencias locales son parte del fermento de la masa a nivel continental e universal, me confirma que el futuro de la iglesia está en la CEBs, la CEBs son gotitas del Reino en el mundo.

La iglesia del laico Jesús y sus amigos está enraizada en este continente, que a pesar de la crisis ecológica social económica por la acción humana, hay alternativas posible para el buen vivir buen convivir en este universo de Dios.

Que hermoso sentir que otro mundo es posible, otra iglesia es posible y está en camino. Inolvidable el gran intercambio de experiencias, compartir con hermanos de distinta regiones y culturas; ver personas que conocíamos por escritos libros o referencia (Marins, Teo, Marta, Socorro) entre otros; la gran cantidad de materiales que se compartieron, que todavía me siguen nutriendo de reflexiones valiosísimas como: crisis y alternativas, la relectura del Vaticano ll, el relanzamiento, entre otros.

¡Muy motivado! Seguiremos experimentando esta experiencia de vida y nos preparamos aquí en Panamá para el lll Encuentro Nacional de CEBs del 25 al 28 de octubre aquí en Agua Fría, Darién.

Saludos a todos y todas que Dios les bendiga.

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La acción profética de las comunidades ha construido su

identidad

Hna. Leonízia Izabel da Silva Miembro del equipo de CEBs y asesorar arquidiocesana

26 años en CEB. São Paulo, Brasil Traducción de Juan Ángel Dieuzeide Argentina

“La multitud de los fieles tenía un solo corazón y una sola alma [...] todo era común entre ellos.” (Hech. 4, 32) Fue así como me vi al llegar junto con aquel pueblo de diversos países, diversos lugares. Un sentimiento de alegría y de esperanza estaba estampado en el rostro de toda aquella gente. Nadie se sentía extraño en medio de un pueblo aún desconocido, porque la mística de las CEBs, las experiencias de una Iglesia viva y comprometida nos ayudaron en nuestra identificación e integración. Esto porque los que pertenecen a las CEBs tienen su historia de vida comunitaria, su formación y sus experiencias misioneras, en el espíritu dinámico del proyecto del Reino, revelado por Jesucristo. Desde el inicio del encuentro nos sentimos distendídos por la buena acogida de los que nos esperaban: la alegría de la coordinación al entregarnos el morral que contenía el material para el encuentro; la mesa con alimentos saludables, hechos con tanto cariño por las cocineras; nuestros cuartos, camas personalizadas, preparados con regalitos; los símbolos y las diversas culturas... hicieron que nos sintiésemos como los cristianos en las experiencias de las primeras comunidades: “La multitud de los fieles tenía un solo corazón y una sola alma [...] todo era común entre ellos” (Hech. 4, 32). El Encuentro Continental de CEBs realizado en San Pedro Sula, Honduras, demostró su importancia, porque reafirmó el modo de ser Iglesia a nivel latinoamericano. Fue muy bueno sentir el mismo espíritu, las mismas perspectivas, las mismas luchas y la misma tenacidad en los corazones de los líderes de las comunidades de los diversos países de nuestra América Latina y El Caribe. Me hizo ver también que los asesores y asesoras nos provocaron, a partir de la realidad continental, para ser una Iglesia comprometida con el Reino de Dios, en el seguimiento de Jesús. En ese camino, la enseñanza de Jesús sigue siendo para nosotros hoy la misma que impartió a sus seguidores y seguidoras: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me consagró con la unción, para anunciar la buena noticia a los pobres” (Lc. 4, 18ss) Así, la articulación entre nosotros, los de las CEBs, en el transcurso del encuentro, nos fue ayudando a entender que la acción profética de las comunidades ha construido su identidad sobre sus propias bases, a partir de las experiencias misioneras que integran la fe, la mística/espiritualidad y la acción. Las comunidades de base desarrollan un servicio de evangelización en las realidades de pobreza, de exclusión social, sin discriminar a nadie. Con los que viven en situación de extrema pobreza y miseria, las CEBs gritan por justicia; a los que detentan el control de la riqueza económica, las CEBs les proponen compartir justamente y buscan la igualdad de derechos entre todos. La acción evangelizadora de las Comunidades hace un camino de fe y de lucha por los derechos y por la justicia, en búsqueda de la dignidad de vida, vida querida por Dios.

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Las celebraciones del encuentro estuvieron marcadas por esta espiritualidad. Al mismo tiempo en que cada país nos llevaba a rezar al son de sus cantos, de sus danzas, al colorido de sus símbolos, a la iluminación de la Palabra y muchas de ellas finalizaban el momento celebrativo con un compartir deliciosos panes propios de su cultura, también nos incomodaban con un sentimiento de indignación ante los desafíos de la pobreza, de la marginación, de la violencia, consecuencias de un sistema socio político injusto que privilegia al capital y no a la vida.

“Qué linda la gente que tiene memoria, seguro que tiene esperanza también

qué linda la gente que mira su historia se junta y celebra cantando su fe”

Los contenidos reflexionados, traídos de las experiencias de las CEBs en las diversas realidades y fundamentado en las lecturas hechas por especialistas en temas relacionados a la sociedad, a la Iglesia y a la ecología fueron expresivos y provocativos, tales como el abordaje sobre el análisis de coyuntura de la realidad centroamericana con el P. Melo. Las crisis climáticas y la pobreza; crisis de biodiversidad; crisis alimentaria... una bella exposición hecha por Horacio Machado. La visión de conjunto latinoamericano y del Caribe, por Fernán Gustavo, y las raíces de una nueva eclesiología del Vaticano II, por el equipo de Marins. Las exposiciones hechas a partir de las observaciones del Padre Benedito Ferraro y Mercedes. Todo ese contenido, más aquellos que se generaron en los grupos de trabajo, dieron una nueva dirección a las CEBs del Continente. ¡Una gran riqueza proveniente del Espíritu presente en esos días fecundando nuestro coraje, nuestra disponibilidad y alegría en el seguimiento de Jesús! Juntando todo (dinámicas del encuentro, contenidos, celebraciones, el compartir las experiencias, y mezclando con nuestro modo latinoamericano-caribeño en la diversidad de nuestras culturas bien demostrada en la noche cultural, en el paseo a Comayagua, las conversaciones aquí y allá) logramos nuestro objetivo de

"Compartir, evaluar, proyectar y celebrar el proceso de las Comunidades Eclesiales de Base en el continente para continuar sembrando semillas y frutos de nueva sociedad e iglesia en vista del Reino de Dios”.

Ahora, en nuestras localidades, con nuestra voluntad de llevar adelante el Proyecto del Reino, continuamos la jornada, en la fe y la esperanza de jamás cansarnos en la construcción del bien, a partir de los pobres, en la perspectiva de la transformación de las realidades heridas.

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A atuação profética das comunidades tem sua identidade

construída

Hna. Leonízia Izabel da Silva Religiosa da Congregação das Irmãs

de Santa Doroteia da Frassinetti Membro da equipe arquidiocesana de CEBs e assessorias

26 anos em CEB. São Paulo, Brasil

“A multidão dos fiéis era um só coração e uma só alma [...] tudo era em comum entre eles.” (At 4, 32) Foi assim que me vi chegando junto com aquele povo de diversos países, diversos lugares. Um sentimento de alegria e de esperança era estampado no rosto de toda aquela gente. Ninguem se sentia estranho no meio de um povo ainda desconhecido, porque a mística das CEBs, as experiências de uma Igreja viva e comprometida ajudaram-nos na nossa identificação e integração. Isto porque os que pertencem às CEBs tem sua história de vida comunitária, sua formação e suas experiências missionárias, no espírito dinâmico do projeto do Reino, revelado por Jesus Cristo. Desde o início do encontro, nos sentimos descontraídos pela boa acolhida dos que nos esperavam: a alegria da coordenação entregando-nos a sacola contendo material para o encontro; a mesa com alimentos saudáveis, feitos com tanto carinho pelas cozinheiras; nossos quartos, camas personalizadas, preparados com lembrancinhas; os símbolos e as diversas culturas... fizeram com que nos sentíssemos como os cristãos nas experiências das primeiras comunidades: “A multidão dos fiéis era um só coração e uma só alma [...] tudo era em comum entre eles” (At 4, 32). O encontro Continental das CEBs realizado em San Pedro Sula, Honduras, demostrou sua importância, porque reafirmou o jeito de ser Igreja em nível latinoamericano. Foi muito bom sentir o mesmo espírito, as mesmas perspectivas, as mesmas lutas e teimosias nos corações das lideranças das comunidades dos diversos países da nossa América Latina e Caribe. Fez-me ver ainda, que os assessores e assessoras nos provocaram, a partir da realidade continental, para sermos Igreja comprometida com o Reino de Deus, no seguimento de Jesus. Nesse caminho, o ensinamento de Jesus a nós hoje continua sendo o mesmo que ensinou aos seus seguidores e seguidoras: “O Espírito do Senhor está sobre mim, porque ele me consagrou com a unção, para anunciar a boa notícia aos pobres” (Lc 4, 18ss) Assim, a articulação entre nós das CEBs, no decorrer do encontro foram nos ajudando a entender que a atuação profética das comunidades tem sua identidade construída nas suas próprias bases, a partir das experiências missionárias que integram a fé, a mística/espiritualidade e a ação. As comunidades de base desenvolvem um serviço de evangelização nas realidades de pobreza, de exclusão social sem discriminação de ninguem. Aos que vivem em situação de extrema pobreza e miséria, as CEBs gritam por justiça; aos que detém o controle da riqueza econômica, as CEBs propõem a partilha justa e visam a igualdade de direitos entre todos. A ação evangelizadora das Comunidades faz um caminho de fé e de luta por direitos e por justiça, na busca da dignidade de vida, vida querida por Deus.

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As celebrações do encontro foram marcadas por esta espiritualidade. Ao mesmo tempo em que cada país nos levava a rezar ao som dos cantos, das danças, aos coloridos dos símbolos, à iluminação da Palavra e muitas delas finalizavam o momento celebrativo com uma partilha de deliciosos pães próprios da sua cultura, também nos incomodavam por um sentimento de indignação perante aos desafios da pobreza, da marginalização, da violência, consequencias de um sistema sócio político injusto que privilegia o capital e não a vida.

“Qué linda la gente que tiene memoria, seguro que tiene esperanza también qué linda la gente que mira su historia se junta y celebra cantando su fe”

O conteúdo refletido trazidos das experiências das CEBs nas diversas realidades e fundamentado nas leituras feitas por especialistas em temas relacionados a sociedade, a Igreja e a ecologia foram expressivos e provocativos, tais como abordagem sobre a análise de conjuntura da realidade centro-america com P. Melo. As crises climáticas e pobreza; crises de biodiversidade; crises alimentária... uma bela exposição feita por Horacio Machado. A visão de conjunto latinoamericano e Caribe, por Fernán Gustavo e as raízes de uma nova eclesiologia do Vaticano II, pela equipe Marins. As colocações feitas a partir das observações do Padre Benedicto Ferraro e Mercedes. Todo conteúdo mais aqueles que foram gerados nos grupos de trabalhos deram nova direção às CEBs do Continente. Uma grande riqueza vinda do Espírito presente nesses dias fecundando nossa coragem, nossa disponibilidade e alegria no seguimento de Jesus! Juntando tudo: dinâmicas do encontro, conteúdos, celebrações, partilhas das experiências e misturando com o nosso jeito latinoamericano caribenho na diversidade de nossas culturas bem demonstrada na noite cultural, no passeio em Comayagua, as conversas aqui e ali atingimos nosso objetivo de

"Compartir, evaluar, proyectar y celebrar el proceso de las Comunidades Eclesiales de Base en el continente para continuar sembrando semillas y frutos de nueva sociedad e iglesia en vista del Reino de Dios”.

Agora, em nossas localidades, com a nossa vontade de levar em frente o Projeto do Reino continuamos a jornada, na fé e esperança de jamais cansarmos na construção do bem, a partir dos pobres, na perspectiva da transformação das realidades feridas.

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Las CEBs son expresión del proyecto comunitario de Jesús

Izalene Tiene Asistente Social en misión en la Diócesis del Alto Solimões-AM

IX Encuentro Latinoamericano y Caribeño de CEBs en Honduras: testimonio de una brasileña que está viviendo en Alto Solimões – Amazonas. El IX Encuentro de CEBs, en Honduras, fue para mí la vivencia de la comunión inter-eclesial y el compartir las luchas populares y el nuevo modo de vivir, celebrar y transmitir la fe de la Iglesia presente en América Latina y el Caribe. Fue un espacio de diálogo y de reafirmación de nuestra identidad como CEBs, Iglesia de los pobres, en un mundo globalizado y caracterizado por el pluralismo, individualismo y relativismo de la vida. Ante esa realidad, testimoniamos el estilo que marca nuestra vida en las comunidades: seguidores y seguidoras, discípulos y discípulas de Jesús, práctica permanente de unir fe y vida, comunión fraterna, libertad, idealismo, apertura y compromiso con el bien-querer y el bien vivir. En la carta compromiso del encuentro reafirmamos que “las CEBs son expresión del proyecto comunitario de Jesús y se esfuerzan por vivir su identidad de Iglesia. Son comunidades ecológicas, que se esfuerzan por convertir el modelo de desarrollo basado en la explotación de la persona humana y de la naturaleza, en un modelo fundado en la dignidad de la persona y en el amor”. Esta realidad está muy presente donde vivo. Como brasileña del sudeste del Brasil, Campinas SP, viviendo desde inicios de 2012 en el Amazonas, enviada por la Conferencia Nacional de los Obispos del Brasil – CNBB SUL I - estoy conociendo, en el día a día, cómo la explotación de la naturaleza va destruyendo la vida de personas y de comunidades. Son forzadas a dejar su suelo y sus relaciones con los parientes, con el lugar, con su modo saludable de vivir, migrando hacia las ciudades donde no encuentran espacios para cultivar ni políticas públicas para atender a sus necesidades de inserción social. Misionera de las CEBs del sur de Brasil para aprender con las comunidades del norte, me animan y me sustentan, en la misión, los desafíos de una Iglesia formada en redes de comunidades (en el Municipio de Tabatinga AM, son 52 mil habitantes, una parroquia con 12 comunidades – 2 son indígenas), que festejan a los/as patronos/as con los novenarios y campamentos. Sin embargo, todavía la vida de los/as santos/as no ilumina la transformación de la realidad de injusticia y violencia presente en esta triple frontera: Brasil, Perú, Colombia. En el Municipio, el 80 % de la población son jóvenes (hasta 25 años). La participación de la juventud en las comunidades caracteriza a una Iglesia joven, pero aún con prácticas religiosas tradicionales, transmitidas por los más antiguos. En esta realidad, confirmo la importancia de la Iglesia organizada en CEBs y la importancia de la Articulación Continental para fortalecer a la Iglesia de los pobres. La presencia y participación de los jóvenes son muy significativas y esperanzadoras. Así como la participación de las mujeres que son mayoría en las comunidades. Estoy conociendo, a partir de las mujeres, a personas que son animadoras y/o coordinadoras en las comunidades y formulando con los grupos de las diferentes comunidades una

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propuesta de formación bíblica (orante) y teológica para animadoras/es de las comunidades, en el próximo año. La preparación del 13º. Intereclesial de las CEBs con el tema “Justicia y Profecía al Servicio de la Vida” y el lema “CEBs, peregrinas del Reino en el campo y en la ciudad“ que acontecerá del 07 al 11 de enero de 2014, está siendo un instrumento importante para relanzar la propuesta de las CEBs en la Diócesis del Alto Solimões. En el compromiso político y participación ciudadana, la preparación de los/as cristianos/as para el voto consciente en las Elecciones Municipales y en los Consejos de Ciudadanía nos ha ayudado en la articulación de personas de las comunidades y también de la sociedad civil. Discutimos y proponemos cambios en la acción política para atender con servicios de calidad a la población. Mi participación en el IX Encuentro de las CEBs, en Honduras, fue un fortalecimiento para dar continuidad al compromiso de vida misionera en el Amazonas, respetando la caminada de las comunidades presentes en el Alto Solimões y estar atenta y abierta para celebrar con fe la caminada, la vida y las luchas del pueblo.

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As CEBs são expressão do projeto comunitário de Jesus

Izalene Tiene Assistente Social em missão na Diocese do Alto Solimões-AM

IX Encontro Latinoamericano e Caribenho de CEBs em Honduras: testemunho de uma brasileira vivendo no Alto Solimões – Amazonas. O IX Encontro de CEBs, em Honduras, foi para mim a vivência da comunhão inter-eclesial e o compartilhar das lutas populares e do novo modo de viver, celebrar e transmitir a fé da Igreja presente na América Latina e Caribe. Foi um espaço de diálogo e de reafirmação de nossa identidade como CEBs, Igreja dos pobres, num mundo globalizado e caracterizado pelo pluralismo, individualismo e relativismo da vida. Diante dessa realidade, testemunhamos o jeito que marca nossa vida nas comunidades: seguidores e seguidoras, discípulos e discípulas de Jesus, prática permanente de unir fé e vida, comunhão fraterna, liberdade, idealismo, abertura e compromisso com bem-querer e bem viver. Na carta compromisso do encontro, reafirmamos que “as CEBs são expressão do projeto comunitário de Jesus e se esforçam para viver sua identidade de Igreja. São comunidades ecológicas, que se esforçam para converter o modelo de desenvolvimento baseado na exploração da pessoa humana e da natureza, em um modelo fundado na dignidade da pessoa e no amor”. Esta realidade está muito presente onde vivo. Como brasileira do sudeste do Brasil, Campinas SP, vivendo desde o início de 2012 no Amazonas, enviada pela Conferência Nacional dos Bispos do Brasil – CNBB SUL I - estou conhecendo, no dia a dia, como a exploração da natureza vai destruindo vida de pessoas e de comunidades. São forçadas a deixar seu chão e suas relações com parentes, com o lugar, com o seu modo saudável de viver, migrando para as cidades onde não encontram espaços para cultivar e nem políticas públicas para atender suas necessidades de inserção social. Missionária das CEBs do sul do Brasil para aprender com as comunidades do norte, me animam e me sustentam, na missão, os desafios de uma Igreja formada em redes de comunidades (no Município de Tabatinga AM, são 52 mil habitantes, uma paróquia com 12 comunidades – 2 são indígenas), que festejam os/as padroeiros/as com os novenários e arraiais. Porém, ainda a vida dos/as santos/as não ilumina a transformação da realidade de injustiça e violência presente nesta tríplice fronteira: Brasil, Peru, Colômbia. No Município, 80 % da população são jovens (até 25 anos). A participação da juventude nas comunidades caracteriza uma igreja jovem, mas ainda com práticas religiosas tradicionais, transmitidas pelos mais antigos. Nesta realidade, confirmo a importância da Igreja organizada em CEBs e a importância da Articulação Continental para fortalecer a Igreja dos pobres. A presença e participação dos jovens são muito significativas e esperançosas. Assim como, a participação das mulheres que são maioria nas comunidades. Estou conhecendo, a partir das mulheres, as pessoas que são animadoras e/ou coordenadoras nas comunidades e formulando com os grupos

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das diferentes comunidades, proposta de formação bíblica (orante) e teológica para animadoras/es das comunidades, no próximo ano. A preparação do 13º. Intereclesial das CEBs com o tema – Justiça e Profecia a Serviço da Vida e o lema – CEBs, romeiras do Reino no campo e na cidade – que acontecerá de 07 a 11 de janeiro de 2014, está sendo um instrumento importante para relançar a proposta das CEBs na Diocese do Alto Solimões. No compromisso político e participação cidadã, a preparação dos/as cristãos/ãs para o voto consciente nas Eleições Municipais e nos Conselhos de Cidadania tem nos ajudado na articulação de pessoas das comunidades e também da sociedade civil. Discutimos e propomos mudanças na ação política para atender com serviços de qualidade a população. Minha participação no IX Encontro das CEBs, em Honduras, foi um fortalecimento para dar continuidade ao compromisso de vida missionária no Amazonas, respeitando a caminhada das comunidades presentes no Alto Solimões e estar atenta e aberta para celebrar com fé a caminhada, a vida e as lutas do povo.

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Un grito de Fe y Esperanza

José Rafael Alarcón Coordinador CEBs Nacional y Regional

Delta Amacuro, Venezuela Después de haber compartido el V encuentro Nacional en Barquisimeto (Venezuela) con el lema: LAS CEBS CUIDANDO Y SEMBRANDO LA VIDA, y en el IX Encuentro Latinoamericano y del Caribe con el lema: LAS CEBS COMPROMETIDAS CON LA JUSTICIA Y LA PAZ, he concluido que este es el verdadero caminar del laicado, y como me enseñaron: LAICOS PA`LANTE. Bonita fue la experiencia vivida en Honduras, aunque fue traumática la salida desde Caracas, pero por la voluntad del Padre bueno, llegamos a San Pedro Sula. Al pisar tierra Hondureña, definitivamente, el calor humano fue impresionante, lleno de mucho amor, carisma, bondad. Conseguir en el Encuentro, hermanos de otros países fue motivador y soñador. Compartir con los hermanos de Brasil fue único porque no entendía mucho el portugués, pero aprendí a decir, VOSE, Bon día, etc. Con los hermanos del Salvador, Guatemala, Haití me motivo a decir que un mundo de justicia es posible, con Paraguay, Chile, Argentina y Uruguay la fuerza esta en Cristo y en la unidad con las bases, con los pueblos. Y México lindo y querido eres pueblo de color, diversidad y temple. Mucho más me sorprendió la representante de EEUU y de Filipinas. Compartí con Jenny muchas opiniones en lo social, político y económico de ambos países. ¿¿¿Honduras??? Una maravilla, GuaoM su gente es bellísima, unos chamos y chamas animados en pro de dar a conocer su identidad, su cultura, sus raíces. Los señores y las señoras entusiasmados en SERVIR CON EL CORAZON a los hermanos de otros países. San Pedro: Muchas gracias, me encanto su pueblo y algún día volveré para probar el ALOTE y los bollitos que tanto me gusto. Lo que recogí del encuentro fue un grito de Fe y Esperanza. Se que somos una nueva manera de ser iglesia asumiendo los nuevos desafíos del mundo de hoy, por lo tanto los cristianos y cristianas, movidos por el espíritu del resucitado, nos abrimos a los problemas que nos rodean. Por lo tanto debemos ser críticos ante la realidad, para transformarla, con esperanza de vida, en la solidaridad y en la lucha, retomando la enseñanza de Jesús. Para nadie es un secreto que aun en Venezuela existe: desigualdad, comercio de drogas, extorsiones, miedo, inseguridad, deterioro de valores culturales y morales, violencia, manipulación ideológica, corrupción, basura, calentamiento global, baja calidad de educación, migración, divorcio entre la fe y vida, la indiferencia, etc. Y es acá donde nace , basados en el VER – JUZGAR – ACTUAR la REFUNDACION DE NUESTRAS CEBS VENEZOLANA, para fortalecer nuestra identidad y nuestra acción profética hoy y de esta forma lo asumo para que MI VENEZUELA AMADA crezca en la convicción de que somos todos iguales, que todos tenemos los mismos derechos y los mismos deberes.

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Gracias equipo de las CEBs Continental por confiar en nuestro equipo, que fue animada en el espíritu y que regresó enamorada en cuerpo y alma para levantar a los necesitados para surgir desde los pueblos más olvidados la esperanza, la esperanza y la esperanza... no me cansare de decirlo pues sin ello nada lograremos.. Que Dios bendiga a Honduras y todos los demás pueblos del mundo. Ya que somos una IGLESIA BONITA...

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Compartiendo con alegría lo vivido

Kora Martínez Integrante del equipo Itinerante de formación

para las CEBs del campo y con jóvenes. 28 años en CEBs. Nicaragua

Me dio mucha alegría tener la oportunidad de participar en el IX Encuentro Latinoamericano y Caribeño de las CEB. Fue una gracia de Dios. Después de haber asumido el Relanzamiento como una línea que se había acordado en el octavo Encuentro, nos preparamos como delegación con mucho entusiasmo. Hicimos jornadas largas de preparación. Todos íbamos con muchas ganas de aprender de las Comunidades Hermanas y de compartir todo lo que hacemos en nuestra articulación nacional como CEB. Otra experiencia bonita, fue que con anticipación nos pusimos de acuerdo con la delegación de Panamá para acogerlos en nuestro país una noche. Así podrían descansar, pues el viaje para ellos era de 3 días para llegar a Honduras. Desde aquí empieza un encuentro fraterno y de convivencia, viajamos juntos ida y regreso. Esto nos permitió conocernos mejor y compartir experiencias de vida. Llegamos a Honduras con mucha ilusión de vivir una experiencia hermosa, de sentir realmente la presencia Dios y del Espíritu en medio de tantos hermanos y hermanas proveniente de diferentes países y culturas. Me imaginaba con encontrarme con mis amigos y amigas de las CEBs de América Latina y el Caribe para compartir nuestro caminar hacia la construcción del Reino. Al llegar nos esperaba Cesar Espinoza, él para mí era una referencia, pues hace muchos años que nos acompaña en nuestra Asamblea Nacional CEB de Nicaragua. Él estaba distribuyendo a las personas para los diferentes lugares de albergue. Fue emocionante ir encontrándose con amigas amigos, saludándonos y abrazándonos. Me ubicaron equivocadamente en el Centro donde me enviaron, pero qué bueno porque venía muy cansada del viaje. Las camas estaban muy bien decoradas con mensajes de bienvenida y con un detalle. El primer día fue muy intenso. La primera parte era la bienvenida presentaciones por regiones muy creativas con todos los símbolos que caracteriza a las diferentes regiones. La ambientación era muy preciosa con flores y algunos símbolos que nos acompañaron, pero el principal símbolo fue el agua durante todo el encuentro. Tuvimos durante el encuentro un tema de reflexión sobre Ecología se hizo en varios momentos donde fuimos reflexionado con datos muy fuertes de todos las causa y efectos. Me movió mucho porque muchas veces el mismo sistema nos adormece y nos deja pasivos, cuando se nos dice que nos están apoyando para la reforestar, etc., cuando ellos están destruyendo por otro lado. Además, descubrir que la Ecología es parte de nuestra identidad de ser Comunidad y la relación armónica con nuestra Madre Tierra. Esto ayuda a tomar conciencia de nuestra labor ecológica y transmitir, motivar a la comunidad y a los jóvenes a luchar por el amor y respeto a nuestra Madre Tierra.

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Vivimos momentos muy intensos a través de las oraciones, presentaciones culturales, las experiencias del caminar de las CEBs. Todos estos momentos los viví intensamente con mucho respeto, gratitud y el encuentro que tuvimos con las comunidades como nos acogieron con tanto cariño. He aprendido muchísimo, y todo esto para mí es un compromiso que se traduce en cambio de actitud sobre todo de poder transmitir permanente esta experiencia. Toda esta vivencia me da muchas energías y deseos de continuar en esta ardua tarea de seguir trabajando por el proyecto que Jesús dejó para que nosotras seamos las continuadoras. Inmediatamente que regresamos a Nicaragüita con todo el ánimo, nos dispusimos de manera colectiva en trasmitir en una Asamblea de Representantes (con más de 58 participantes) cada uno de los momentos vividos en el Encuentro. En las CEB de mi país hemos aprovechado ya dos espacios donde estamos revisando cada línea y estamos viendo cómo podemos concretarlos en cada una de las mesas para que en conjunto asumamos los compromisos asumidos en el Encuentro. No puedo finalizar sin antes expresar el impacto que tuve al ver un joven tirado asesinado en pleno día decapitado. Esto nos muestra el grado violencia que viven nuestros países centroamericanos. Vi la indiferencia del pueblo. Si esto pasa en mi país seguramente hubiera estado la policía y mucha gente solidaria. Y durante visita a Comayagua también vi a muchos policías desalojando a un buen grupo de personas de unos terrenos con máquinas y tirando sus cosas. En conclusión este encuentro fue una gracia de Dios participar, además de poder encontrarme con la mayoría de las personas que están al frente de la Escuela Virtual CEB también esta fue una excelente oportunidad para mí porque conocí a mi tutor y ahora veo con más confianza la escuela. Agradezco a la solidaridad que hizo posible mi participación porque con esta experiencia de vivir otras experiencias fortalece mi trabajo pastoral.

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“Iglesia” en primera persona

P. Mario Gazzola Asesor de CEB Uruguay

20 años en CEB. San José, Uruguay El Encuentro Latino Americano de Comunidades Eclesiales de Base en Honduras fue para mí el primero que no era solamente reunión de asesores, en las cuales he participado en los últimos años representando a Uruguay. Iba con ánimo de seguir apoyando el esfuerzo para construir una articulación nacional. La novedad más importante fue compartir con laicos de la base de toda América y conocer su valor y su entusiasmo. Me confirmó en mi esfuerzo de acompañar a las comunidades de base donde estoy en el Uruguay superando las pequeñas dificultades nuestras, muy pequeñas por cierto, comparadas a las de otros países, muchos con grandes problemas de todo tipo. Me llegaron mucho los testimonios de laicos que luchan por una iglesia de verdad ‘pueblo de Dios’, a veces teniendo que cuidarse de la jerarquía que no los apoya o es contraria. Me gustó ver en ellos que se sienten ‘Iglesia’ en primera persona, defendiendo un trabajo pastoral, fruto del Concilio Vaticano II, con promoción del protagonismo de los laicos, de las culturas indígenas. También conocer testimonios de martirio y ver cientos y miles de fotos de mártires de hoy me movió mucho. La creatividad en las liturgias diarias organizadas con signos de la naturaleza y de las culturas y dando participación a todos, sin distinción. Las ponencias me abrieron los ojos sobre la realidad de que estamos destruyendo nuestro planeta, porque no respetamos lo suficiente nuestra madre tierra queriendo sacar lo que no se puede y no se debe. Ya había leído algo, pero no contando con los datos científicos que fueron proporcionados. También me abrió los ojos sobre la ‘democracia’ teórica pero no real de muchos países de América Latina. Me impactó mucho, como muchos laicos están muy comprometidos para defender la vida y todos sus derechos en todos los sentidos, arriesgando la propia si es necesario, y a la vez en los momentos de recreación, de diversión y de baile manifiestan una alegría inmensa participando de lleno a la fiesta donde se comparten las tradiciones de cada cultura. Volví con mucho ánimo para seguir alentando a las comunidades donde estoy, porque no estoy sólo; me siento parte de los esfuerzos de muchos en otros lugares. Agradezco haber podido participar a este encuentro tan lleno de esperanza y compromiso; Jesús sigue realizando signos y milagros en nuestro tiempo porque la gente sencilla tiene fe de verdad y eso le permite realizarlos.

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Todo el apoyo de un continente

Melecio Figueroa Animador de grupos juveniles y

coordinador del Equipo Nacional de Jóvenes en CEB 9 años en CEB jóvenes. Mexicali, México.

Tengo alrededor de 9 años participando en las CEBs de mi ciudad, Mexicali, y 3 de ellos en el Equipo Nacional de Jóvenes de México. Sin embargo, esta es mi primera experiencia internacional, la cual disfruté como no había disfrutado ningún taller antes. Primero que nada, quiero resaltar la buena organización y la hospitalidad de la sede hondureña y el equipo continental. La logística fue perfectamente atendida, incluso desde tiempo antes que nos mandaban recomendación y recordatorios para que nuestro viaje y estancia fuera el mejor. Lo que me llenó de alegría y entusiasmo fue conocer tantas experiencias. Los Hermanos de Brasil, Nicaragua y El Salvador nos inspiraron con la visión tan política y politizante que tienen, que nunca pierden de vista la opresión estructural a la que estamos sometidos. Los Hermanos de Haití, aunque no fueron todos los que se esperaban, su delegación nos pudo compartir su fortaleza para salir adelante a pesar de tener todo en contra. Nuestros amigos de Venezuela que regresan al proceso continental con un enorme entusiasmo. Y claro, todos los demás países, que cada uno con su visión aportaron al florecimiento de este encuentro. Otro aspecto que me ayudó fue el haberme acercado aun más a los participantes de México y de Estados Unidos, pues por la distancia, a veces es difícil mantener una comunicación constante. Es grandioso el solo hecho de haber discutido lo que nos hace falta como región Norte y llegar a algunos acuerdos. Ahora nos hace falta aterrizarlos y llevarlos a la práctica. Los trabajos en equipos siempre eran enriquecedores, conocer diversas posturas y experiencias de cada persona y país nos llevaban a buenas conclusiones, aunque el tiempo siempre era nuestro enemigo. Asimismo, los temas presentados (Horacio de Argentina, Marins y Teo, entre otros) nos aclaraban dudas y nos ayudaban a dejar en claro algunas cuestiones para ser más prácticos y concretos. La cereza del pastel fue las amistades inolvidables que hice. No menciono a nadie por miedo a que alguien se me olvide. Su ejemplo de trabajo, compromiso y lealtad a las CEBs me ayudaron a reafirmar el mío y también me inspiraron algunas ideas que podemos implementar en este país norteño, y en mi ciudad, la más al norte del continente. De Honduras me traje todas las ganas de seguir trabajando, todo el apoyo de un continente, todo el valor de actuar de mis hermanos, toda la sabiduría de los teólogos y todo el compromiso por la construcción del Reino de Dios.

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Capacidad de sanar los dolores del pueblo

Myrian Oyarzun Asesora y enlace de CEB Uruguay

40 años en CEB. Montevideo, Uruguay. Si hay algo hermoso en los Encuentros Latinoamericanos y Caribeños, independiente de lo que significa como evento eclesial el compartir el camino andado, la riqueza de las reflexiones y las celebraciones, es la diversidad de los participantes, el colorido y las sorpresas agradables de cada día, las atenciones de los hermanos y hermanas, las sonrisas, las fotos, los abrazos. Y podría seguir enumerandoM todo esto que no es planificado por un equipo organizador, pero que son expresiones de fraternidad, signos del Reino que todos y todas queremos compartir. Y que confirman una vez más que un mundo de hermanos y hermanas es posible. Por nuestra juventud acumulada hemos tenido el privilegio de participar de varios de estos Encuentros como el que vivimos en el mes de junio de este año en Honduras. Siempre la experiencia ha sido muy rica y desafiante, he podido conocer gente linda con la cual se han creado lazos y vínculos increíbles. Y esta vez, sucedió que me encontré con mi ángel de la guarda. A varios le sucedió como a mí, fueron picados por los mosquitos, que no sé qué tamaño tenían porque no me di cuenta cuando me atacaron, pero por el daño que me hicieron, deben haber sido gigantes. Realmente me sentí muy mal, entre la alta temperatura y la infame picadura, pero como les dije apareció mi ángel de la guarda que se llama Adelina, todo un personaje, una mexicana de ley. Alguien me dijo que ella hacía medicina alternativa y entonces acudí a ella, le mostré mi pierna que estaba hecha un desastre. Con mucha profesionalidad miró la picadura y me dijo que tenía algo que seguramente me aliviaría. Por esas cosas de Dios nos encontramos en grupos de trabajo varias veces y ella sin yo pedirle me miraba la pierna, tomaba su frasquito donde habitaba un líquido maravilloso y con delicadeza me rociaba la picadura con él, sin mojar otra parte de la pierna. Su gesto era tan responsable y a la vez tan cálido y fraterno que realmente conmovía. Adelina es muy seria, yo le decía mi doctora y ella esbozaba apenas una sonrisa. Muchas veces le agradecí sus cuidados pero lamentablemente no nos despedimos al terminar el Encuentro como me hubiera gustado hacerlo. Decirle que ella para mí era un signo de las CEBs. Le tomé fotos, se las mostré a mis nietas y les conté que esa señora me había cuidado y curado. Sofía la mayor de cuatro años varias veces me ha preguntado por ella, me pide que le muestre las cicatrices y que le cuente nuevamente lo que me pasó en Honduras. Se ve que le transmití, sin proponérmelo, todo lo que había significado para mí la actitud solidaria de Adelina.

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Tendría mucho que decir sobre el Encuentro, de los maravillosos aportes de Horacio, Benedito, Mercedes y de muchos otros, de las celebraciones que me parecieron riquísimas, de encuentros y charlas con compañeros y compañeras muy queridos/as, pero elegí esta experiencia tan sencilla, porque así son nuestras queridas comunidades. Así de sencillas, humildes pero con capacidad de sanar los dolores del pueblo son nuestras CEBs y en Adelina quiero homenajear a todas las Adelinas de las Comunidades de nuestro Continente que luchan por recuperar la vida amenazada. Gracias Adelina y que Dios padre y madre te siga bendiciendo.

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La comunidad ha sido fundante en mi forma de ver el mundo.

Natalie Parra Coloma Acompaña a las comunidades del sector Parroquial.

Parte del Equipo de formación de la Vicaría Zona Sur, Santiago. 5 años en CEB jóvenes. Santiago, Chile.

La comunidad ha sido fundante en mi forma de ver el mundo. Con esta afirmación quiero comenzar mi testimonio de lo vivido en el IX Encuentro Latinoamericano y Caribeño de CEBs en San Pedro Sula, Honduras. He tenido la gracia de poder crecer profundamente en la fe, en medio de una comunidad. Comunidad que ha estado presente en los acontecimientos relevantes de mi vida juvenil, no siendo esta la excepción. Si bien la experiencia de jóvenes en las comunidades, en Chile, está recién articulándose. A pasos lentos (pero seguros) se va construyendo la nueva Iglesia. Nueva Iglesia que es impulsada o regada con el agua viva que ha manado de este encuentro. La experiencia de participación en este encuentro ha sido completamente enriquecedora del servicio, acompañamiento y formación que pueda dar a comunidades hermanas. Este se desarrolló bajo la acogida de los hermanos y hermanas de las comunidades Hondureñas que nos hicieron sentir en casa. Se cumple a cabalidad el objetivo de éste, que perseguía “Compartir, evaluar, proyectar y celebrar el proceso de las Comunidades Eclesiales de Base en el continente para continuar sembrando semillas y frutos de nueva sociedad e iglesia en vista del Reino de Dios”. Desde mi compartir con otros y otras hermanas del continente, hoy con más fuerza que nunca el Reino de Dios se está haciendo presente. Se está llevando a cabo de diferentes maneras que nos hermanan. Una constatación fue la lucha que en los diferentes rincones de Latinoamérica hemos de emprender para defender la creación, fuente de vida. Además de las demandas para que esta vida sea justa y digna para todos y todas. Son éstas búsquedas en las que nos animamos al “servicio de la Paz y la Justicia”, nos animamos los y las jóvenes que participamos (y tuvimos la posibilidad de compartir nuestras realidades) y nos animamos también con la presencia y relación con tantos hombres y mujeres que han entregado sus vidas por hacer presente el proyecto del Reino en medio de nuestras tierras, que nos sirven como ejemplos desafiantes de una misión que hay que comenzar a protagonizar. Son espacios de construcción social y cristiana que tuvimos la posibilidad de compartir en los diferentes grupos de trabajo como educación, ecología, movimientos sociales, economía, etc. Diferentes llamados que nos hacen ser actores y actrices de rol protagónico en el anuncio de la Buena Noticia a nuestros hermanos y hermanas que han sido más afectados por el sistema que busca aplastar la dignidad. Conversaciones de pasillo, de comidas y refrigerios alimentaron la sed, no sólo la de aquel calor abrazador de Honduras, sino que la sed de justicia. De allí que la figura del pozo (signo transversal al Encuentro) se hizo tan significativa en diferentes líneas

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metafóricas. Distintas aguas confluimos en aquel lugar, bebimos, limpiamos y regamos nuestro ser de comunidad. Este impulso de encontrarnos, reconocernos y animarnos todos y todas, hace que nuestras CEBs sigan teniendo vidaM siendo vidaM germinando vida. Especialmente en los contextos Eclesiales que nos envuelven a cada una de las diferentes realidades. Para nosotros en Chile es un desafío y esperanza el seguir compartiendo y caminando en estos procesos de articulación. Sabemos que constamos con hermanos y hermanas de región y continente que nos pueden dar manos de luz para nuestro caminar. Sin duda alguna las maletas se llevan sobre peso de experiencias, ideas. La bandera de la justicia y la paz nos ayuden a abrir caminos para seguir construyendo el Reino.

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Las CEBs de Haití, están presentes en América

Hna. Neuza Maria Lovis – ICM Asesora de CEB Haiti

¡Sí! Con alegría comparto la importancia de que Haití esté articulado a las CEBs a nivel Continental. La lengua nos dificulta una participación más intensa, pero las experiencias nos llevan a entender y vivir el espíritu que atraviesa toda la Caminada de las CEBs, no sólo en el encuentro, sino también en la base, en toda América y el Caribe. Siempre que vamos a participar de los encuentros de CEBs a nivel Caribeño o Latinoamericano, la organización comienza en la Coordinación Nacional de CEBs, pasa por la Coordinación Diocesana y va a las bases, para ver todo el trabajo concreto que se está realizando. Y automáticamente se comienza a hacer la gran relatoría de las CEBs de Haití, y también se define quiénes serán los delegados de Haití en el encuentro. Es una dinámica muy participativa y bonita. Así fue la preparación para el IX Encuentro Latino-americano y Caribeño de CEBs en Honduras. Serían 6 delegados y 4 Asesores de las CEBs los que participarían. Debido a las burocracias de las visas, el número quedó restringido a 3 Asesores, porque todos los demás no consiguieron las visas necesarias, lamentablemente. Aun así, las CEBs de Haití “estuvieron presentes en Honduras”, y dejaron su marca. Los temas trabajados, las experiencias compartidas, nos mostraron luces para iluminar a las CEBs en Haití, y más específicamente en la región sur, donde actúo directamente. La participación en el IX Encuentro Latinoamericano y Caribeño de CEBs en Honduras, nos ayudó a evaluar y retomar puntos débiles. Esta articulación nos lleva a tener más dinamismo, conocimiento, para participar de la Iglesia conforme a los Primeros Cristianos, o sea, participar del proceso de Iglesia que tiene la Opción Preferencial por los Pobres y por las Comunidades Eclesiales de Base, conforme a la opción del CELAM. Después de la participación en el IX Encuentro Latinoamericano y Caribeño de CEBs en Honduras, asumimos algunos compromisos: son ellos:

- A nivel del Caribe. Rearticular las CEBs; y así ya está agendado el encuentro de la Coordinación Caribeña de CEBs, de 1 – 6 / 02/ 2013, en Haití. Y el encuentro Caribeño de CEBs, de 21 – 26 / 06 / 2013, en la República Dominicana.

- A nivel de Haití. 1. Pasar todo el encuentro a la Coordinación Nacional de CEBs (una relatoría) y compartir los recuerdos “regalos” que recibimos en el IX encuentro con la Coordinación; 2.Asumir y trabajar la “Economía Solidaria - Ecología Bíblica” en los próximos años junto a los grupos de Base.

Puedo decir que para mí fue una gracia muy grande participar del IX Encuentro Latinoamericano y Caribeño de CEBs en Honduras, representando a Haití. Al mismo tiempo siento una gran responsabilidad, ante la Iglesia CEBs, de testimoniar y llevar adelante lo esencial y prioritario de la Iglesia de Jesús de Nazaret viva en nuestros días. Con cariño y mucho amor por las CEBs, por Haití, va mi Abrazo bien haitiano-brasileiro para todos.

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As CEB no Haiti estão presente na América

Irmã Neuza Maria Lovis – ICM Assesora de CEB Haiti

Sim! É com alegria que partilho da importância do Haiti estar articulado as CEBs Continental. A língua nos dificulta a uma participação mais intensa, mas as experiências nos levam a entender e viver o espirito que perpassa toda a Caminhada das CEBs, não só no encontro, mas na base, em toda a América e Caribe. Sempre que vamos participar dos encontros de CEBs em nível de Caribenho ou Latino-americano, a organização começa na Coordenação Nacional de CEBs, passa pela Coordenação Diocesana e vai as bases, para ver todo o trabalho concreto que esta sendo realizado. E automaticamente começa a ser feito o grande relatório das CEBs do Haiti, e também quem serão os delegados do Haiti no encontro. É uma dinâmica muito participativa e bonita. Assim foi a preparação para o IX Encontro Latino-americano e Caribenho de CEBs em Honduras. Seria 6 delegados e mais 4 Assessores das CEBs, que iria participar. Devido as burocracias de vistos o número ficou restrito em 3 Assessores, pois todos os demais não conseguiram os vistos necessários. Infelizmente. Mesmo assim as CEBs de Haiti “estiveram presentes em Honduras”, e deixou sua marca. Os temas trabalhados, as experiências partilhadas, nos mostrou luzes para iluminar as CEBs no Haiti, e mais especificamente na região sul, onde atuo diretamente. A participação no IX Encontro Latino-americano e Caribenho de CEBs em Honduras, nos ajudou a avaliar e retomar pontos fracos. Esta articulação nos leva a ter mais dinamismo, conhecimento para participar da Igreja conforme os Primeiros Cristãos, ou seja, participar do processo de Igreja que tem a Opção Preferencial pelos Pobres e pelas Comunidades Eclesiais de Base, conforme opção do CELAN. Após participação do IX Encontro Latino-americano e Caribenho de CEBs em Honduras, foi assumido alguns compromissos:.São eles:

- Em nível de Caribe. Rearticular as CEBs‘, e assim já está agendado o encontro da Coordenação Caribenha de CEBs, de 1 – 6/02/2013, no Haiti. E o encontro Caribenho de CEBs, de 21 – 26/06/2013, na Republica Dominicana.

- Em nível de Haiti. 1. Repassado todo o encontro a Coordenação Nacional de CEBs (um relatório) e Partilhar as lembrancinhas “regalos” que ganhamos no IX encontro com a Coordenação; 2. Assumir e trabalhar a “Economia Solidária - Ecologia Bíblica” nos próximos anos junto aos grupos de Base.

Posso dizer que para mim foi uma graça muito grande participar do IX Encontro Latino-americano e Caribenho de CEBs em Honduras, representando o Haiti. Ao mesmo tempo sinto uma grande responsabilidade diante da Igreja CEBs em testemunhar e levar adiante o essencial e prioritário da Igreja de Jesus de Nazaré viva em nossos dias. Com carinho e muito amor pela CEBs, pelo Haiti vai meu Abraço bem haitiano-brasileiro a todos.

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Han sobrevivido con valentía

María Eugenia Morales Representante legal de la Asociación de las CEBs, en Neiva.

14 años en CEB. Neiva Huila, Colombia. El participar en el IX Encuentro Latinoamericano y caribeño de CEBs fue una experiencia muy enriquecedora; el solo hecho de compartir con personas de diferentes países, escuchar sus vivencias, ver el compromiso tan fuerte en el proceso de comunidad, saber que a nivel latinoamericano todos los países viven problemas similares: corrupción, desempleo, desplazamiento, desintegración familiar que van en contra del proyecto de Jesús. Saber que todavía hay en los países habitantes que no salen del letargo, no reaccionan, no reclaman no se unen para luchar contra el sistema. Dios permita que los que asistimos al encuentro tomemos conciencia, lo compartamos y pongamos en práctica lo aprendido para nuestro bien, el de nuestras comunidades y países. Me llamó la atención los delegados de México con quienes tuve la oportunidad de compartir sus experiencias su forma de llevar el proceso de comunidad, su compromiso y entrega, su forma de trabajo. También compartí muy de cerca con los delegados de Ecuador, Argentina, Paraguay, Venezuela, Bolivia, Panamá, Honduras y República Dominicana, de quienes aprendí mucho. Me pareció muy importante la forma como se realizó el trabajo de los diferentes grupos, me impactó el tema de ecología, Lacho se lució con su temática, su metodología, su forma de llegar a la gente, nos dejó una buena enseñanza. A las comunidades de Honduras, las organizadoras del evento muchas felicitaciones porque se preocuparon por el éxito del evento. Hubo cosas negativas como fue el hecho que todos los delegados no hubieran llegado a tiempo, por diferentes circunstancias, y que algunos, por cuestión de itinerarios, tuvieron que viajar antes de terminar la programación; que a última hora hubo cambios en la programación y algunas delegaciones no tuvieron espacio para exponer lo que habían llevado, pero sería imposible que en la organización de un evento tan grande todo saliera perfecto. También hubo cosas positivas como la organización y presentación de los alojamientos lo mismo que los traslados, la organización de los comedores el horario de la alimentación, la calidad de las comidas, el orden y aseo de la sede del evento y algo muy especial el calor humano y el acogimiento de nuestros hermanos hondureños fue muy positivo. Para finalizar haciendo un balance de todo lo visto, oído y vivido me di cuenta que en nuestro proceso de comunidad nos falta mucho compromiso, mucha práctica, tenemos que dejar el miedo para poder alcanzar el éxito pleno de nuestro trabajo en comunidad, seguir el ejemplo de las comunidades del Ecuador en especial los hermanos de Sucumbíos que han sobrevivido con valentía. Un saludo muy especial a todos los organizadores de este evento que Dios los bendiga y les siga iluminando y los llene de fortaleza para que continúen su labor de guiarnos como “PUEBLO DE DIOS”. Un abrazo fraterno.

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Poder construir un mundo más inclusivo

Nicolás Valente 5 años en CEB Jóvenes

Santa Fe, Argentina. Mi nombre es Nicolás, tengo 23 años y pertenezco a la CEB Joven Aldea Chamigo en Santa Fe, Argentina. Hace unos 5 años que trabajamos el modelo de Comunidad Eclesial de Base, ya que fue un paso importante para fortalecer nuestro grupo juvenil que armamos en el año 2001. En Mayo de este año, en una Reunión de Coordinación Nacional, surge la invitación al IX Encuentro Latinoamericano en Honduras, de parte de la Hermana Leo y el Padre Alwin, fue algo que en su momento me llenó de alegría, pero que vi muy lejano. Con el paso de las semanas, después de recibir el apoyo de mi comunidad para que los represente allí, decidí hacer el esfuerzo de ir, porque sabía la relevancia que tenía. Y no me equivoqué. La experiencia fue estupenda, tomé real magnitud del fenómeno de las CEBs y de la importancia de seguir trabajando día a día en nuestras comunidades y lugares, para que el proyecto siga dando sus frutos, por una nueva Latinoamérica y Caribe. En primer lugar, el estar tan lejos de mi país pero sentirte como si estuviese en casa, es sorprendente, porque allí se ve como funcionamos como comunidad, todos éramos verdaderos hermanos, siempre que se necesitaba algo había alguien predispuesto a ayudarte. La organización fue impecable, todo estuvo pensado para que pasemos un gran momento, la comida fue estupenda y los lugares que conocimos, maravillosos. En segundo lugar, fue excelente poder debatir y pensar como cristianos comprometidos un nuevo mundo, que ya estamos construyendo, donde todos nos expresamos libremente. Aprendimos algo nuevo de lo que cada uno de los participantes aportaron. Hubo mucha posibilidad y tiempo para la discusión, y aunque nunca es el suficiente, sirvió para ponernos al tanto en diferentes cuestiones. En tercer lugar, puedo mencionar a todos los jóvenes que acudimos, hicimos importantes amistades, que van a perdurar por siempre, ya que seguiremos articulados a partir de un grupo de CEB Juvenil Continental por internet, donde podremos convocarnos a cada evento que pueda surgir, compartir nuestro trabajo o diferentes contenidos. También algo importante fue el poder reunirnos varias veces todos los jóvenes del encuentro a debatir sobre las temáticas tratadas, sacar nuestras conclusiones y votar acerca de la sede del próximo encuentro. Poder intercambiar ideas con jóvenes de todos los países de nuestro continente fue importantísimo. Por último tengo que destacar los contenidos que tratamos a lo largo del Encuentro. Las presentaciones estuvieron muy bien armadas y no se despreció el tiempo en ese sentido. Todas las temáticas tenían una fuerte conexión con la realidad, tanto de Honduras, como del resto de Latinoamérica. Me fui del Encuentro pensando que era posible otro modelo de economía, política y recursos naturales, si lo vivíamos en comunidad, esto significa que no es tan lejano el poder construir un mundo más inclusivo, y nosotros estamos llevando el compromiso de hacerlo.

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Seguramente se me pasen muchas cosas en este texto, pero seguramente están guardadas dentro de mí, con la felicidad de pertenecer a esta gran comunidad. Fueron momentos inolvidables realmente, espero que podamos seguir articulándonos para que otros jóvenes como yo, también vivan esta experiencia. Por lo pronto, hasta el próximo encuentro en el querido país del Paraguay.

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“Las CEBs no mueren cada día resucitan”

María Olimpia Lara Miembro del equipo de formación parroquial y de coordinación

12 Años en CEBs. Honduras Mi experiencia fue muy hermosa e importante, el compartir con personas de distintas regiones, la realidad muy diferente de cada país, su cultura muy enriquecedora. Me di cuenta que en estos países hay también necesidades, problemas y alegrías. En el encuentro conocí personas muy bien preparadas, humildes y sencillas, como los teólogos que acompañaron todo el trabajo realizado. Me gusto también como formaron los grupos de trabajo. Me llamo mucho la atención como en Chile no se pueden hablar de comunidades eclesiales, allá se llaman comunidades cristianas. Muy interesante los aportes culturales que presentaron y el contenido de los temas. Al principio no entendía porque hablaban mucho de números, pero poco a poco fui entrando en ambiente, logre captar como la iglesia por medio de las comunidades eclesiales está educando a la humanidad sobre el cuidado de la vida la naturaleza y el medio ambiente. Los paseos que se realizaron a diferentes lugares fue algo muy precioso. Cuando íbamos en el bus tratando de explicar los lugares que recorríamos, los visitantes prestaban atención en escuchar y conocer. La gente de los diferentes puntos a visitar recibió a cada grupo visitante con mucha alegría y entusiasmo eclesial. Yo disfrute mucho de todo y aprendí a no quejarme del cansancio, me aprendí dos canciones que he tratado de poner práctica en mi parroquia. Me gustó mucho el canto de Brasil, pero no me lo pude aprender. Tengo mucho más que decir de lo que viví en este bonito encuentro, es un regalo de Dios un sueño hecho realidad el haber obtenido la oportunidad de hacer nuevos amigos de diferentes países. Le doy gracias a Dios y a todas las personas que me apoyaron: Hermana Jeannine, la profesora lidia de Ávila, los sacerdote padre Jaime y padre Luis y en especial a mi familia. Hoy nuevamente a Dios y a ustedes infinitamente en tomar en cuenta este pequeño aporte.

“Descubrir que las comunidades eclesiales deben y están en todas partes, las comunidades eclesiales no mueren, cada día resucitan.”

Palabras del padre Tarsicio.

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CEBs, Savia nueva para la Iglesia….

P. Héctor Donoso Lecaros Equipo de reflexión dpto.. de comunidades Vicaria Zona oeste.

Directo dpto. de Comunidades Arzobispado de Santiago. 15 años en CEB. Santiago, Chile.

CEBs, Savia nueva para la IglesiaM. Haber participado del encuentro de comunidades eclesiales de base en Honduras ha sido una gracia y una oportunidad privilegiada de reafirmar y confirmar que nuestro modo de ser Iglesia puede producir una verdadera renovación eclesial. Fue una Buena noticia que nos lleno de gozo y alegría, que no podemos callar, ni dejar de comunicar y anunciar a todas nuestras comunidades que animamos y acompañamos en Chile. En efecto, podemos reasumir y relanzar con vigor todos nuestros proyectos comunitarios de liberación contenidos en las variadas y ricas reflexiones que compartimos, en este maravilloso encuentro, tal como han quedado plasmados en el documento conclusivo. El solo hecho de encontrarnos, compartir nuestras riquezas culturales, eclesiales, animarnos en la esperanza de construir la patria grande, es un gran impulso, una gran motivación; a la vez un gran desafío para nuestras comunidades de seguir siendo en nuestro continente presencia viva del Reino de justicia y verdad. Voz profética, capaz de denunciar ciertos reduccionismos que muchas veces encontramos al interior de nuestra propia Iglesia. Si deseamos impulsar los compromisos asumidos, tenemos que hacernos eco de todo lo reflexionado y asumido en Honduras, tomar conciencia que el camino no va ser fácil; es preciso impulsar con vigor honesto la espiritualidad de comunidades contenidas en la Eclesiología del Concilio Vaticano II, superando todo tipo de inercia y comprometernos decididamente a impedir retrocesos. Vivir un encuentro de esta magnitud, en cierto modo, hace realidad nuestros sueños que hemos ido forjando en el transcurso de nuestra historia. Nos hace cómplices con las luchas de nuestros hermanos contra los signos de muerte, generados por el sistema diabólico del neoliberalismo, la brecha creciente entre ricos y pobre, que amenaza la vida de nuestros pueblos: el deterioro creciente en nuestra madre tierra, grandes desigualdades económicas y sociales, el crimen organizado, el sueño de muchos hermanos de darle mayor estabilidad a sus vidas en otros países ha generado un éxodo, la discriminación y hacinamientos inhumanos, que atentan contra la dignidad de la persona humana. Al constar esta triste realidad en los trabajos de grupos y las iluminadoras exposiciones han despertados en muchos de nosotros una mayor conciencia socio económica y ecológica. Nos hacemos eco de estas situaciones y nos devuelve la esperanza el encuentro vivido, el hacernos uno en la lucha por la vida, sentirnos hermanos en la caminada de un proyecto comunitario, ser parte del pueblo de Dios, superar fronteras, celebrar con variada riqueza al Dios de la vida, vivir la pedagogía del encuentro, la centralidad de la Palabra encarnada en la vida de nuestras comunidades, hacernos parte de los gozos y esperanzas de nuestros pueblos, la presencia viva, cuestionadora, renovada de nuestros jóvenes. Todas estas dimensiones humanas y de fe que vivimos en nuestro encuentro son expresiones del proyecto comunitario de Jesús, que nos hace compartir la vida,

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afianzar lazos afectivos y efectivos de comunión, reencantarnos con la vida de nuestro multiétnico y pluricultural continente. Escucharnos unos a otros con respeto y amor nos ha hecho recuperar nuestra identidad humana y fraterna, sentirnos una familia sin fronteras, no de sangre sino de fe viva, una verdadera familia latinoamericana y caribeña. Ha sido un verdadero Kairos, donde hemos sido capaces de entrelazar fe y vida de todas nuestras comunidades, presencia viva de Dios, un verdadero lugar de encuentro de hermanos y hermanas que parten y comparten el pan de la vida. “es un signo de esperanza y causa de alegría” haber vivido este nuevo Pentecostés para muestras comunidad. Al concluir estas pequeñas líneas, quisiera agradecer a todo el equipo de la Articulación continental por darnos la posibilidad de participar y aportar la vida de nuestras comunidades en este IX Encuentro de Comunidades Eclesiales de Bases en San Pedro Sula, Honduras. También al pueblo Hondureño y sus comunidades que nos acogieron y nos hicieron sentir en casa. Que la Sagrada familia siga animando y fortaleciendo la vida de nuestras CEBs, que sigan siendo savia nueva para nuestra Iglesia y sociedad.

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De fuentes o manantiales a ríos a mares

Estela Padilla Filipinas

La celebración de apertura y todas las que hubo a lo largo del encuentro estaban unidas por el tema del AGUA y culminaron en la celebración Eucarística del último día. La primera reflexión que dio el padre José Marins versó también sobre el agua y utilizó sus diferentes características para simbolizar la riqueza de la vida en las CEBs. Como invitada de otro continente, quiero dar mi reflexión continuando con el tema del agua. Usaré los símbolos de los cuerpos de agua - manantial, río, mar. Fuentes o manantiales Los manantiales son fuentes naturales de agua. Emanan de la profundidad de la tierra y dan vida a muchas poblaciones. El manantial es donde la vida empieza; por ello tienen que mantenerse limpios y puros. No pueden contaminarse. En Filipinas algunos manantiales están fuertemente custodiados y protegidos, especialmente aquellos que dotan de agua a varias provincias. En este encuentro he visto sus manantiales, el agua que da vida. La primera es la Palabra de Dios. He visto como es el centro de su vida y de su misión. La leen, la reflexionan, la celebran y se dejan interpelar por ella. La Palabra de Dios está muy presente. No hay pretextos para lo que la Palabra les pide. La Palabra, por supuesto, es más de lo que leen en la Biblia. La Palabra es una Persona – Jesús -, y la fidelidad a su Padre y a su misión es su manantial. La memoria de sus mártires es también una palabra inolvidable y llena de energía; los recuerdan y los reverencianM Es como si la memoria de sus mártires los impulsara a continuar el camino. Debido a su relación con esta Palabra viva hay mucha conexión entre su fe y su vida cotidiana. No son mundos ajenos sino conectados profundamente y consecuentes uno con el otro. Relacionadas con la Palabra están sus liturgias y también están íntimamente conectadas a la vida, especialmente a sus luchas como pueblo que sueña y trabaja por el Reino de Dios. Hablando de la vida cotidiana su cultura es palpable en su vida de fe, en sus celebraciones, en el canto, la danza y los símbolos enraízan y enriquecen la vida de las comunidades de base. El Reino de Dios motiva y dirige su caminar. Es la razón de ser y la energía para lo que ustedes hacen. La frase se repite en su compartir, en sus contenidos, en su oración. Y en este Reino los pobres son los ciudadanos privilegiados. El manantial corre al río El manantial se une a otros manantiales y corren hacia el rio. Los ríos son lugares interesantes. Civilizaciones antiguas que tiempo después se tornaron ciudades centrales fueron creadas por los ríos; el Sena, el Támesis, nuestro Río Pasig y ustedes tendrán sus

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propios ejemplos. El mundo y sus trabajos viajaron a través de los ríos. Comunicación, dialogo, comercio, economía, asociaciones, desarrollo sucedieron a través de los ríos. Sus manantiales corren hacia los ríos. Sus manantiales no son estáticos pues mientras corren se tornan alimento y energía para su quehacer. Todos los acuerdos y compromisos que asumieron en este encuentro, todo el servicio y misión al cual han estado respondiendo estos días, estos son los ríos que crearán civilizaciones y desarrollo de lugares y de pueblos. En este encuentro hablamos mucho del medio ambiente y de crear un ethos ecológico, de la situación de los pueblos originarios o indígenas, de las estructuras socio-políticas neoliberales. Hablamos también de sus preocupaciones intra eclesiales en referencia a la jerarquía, a otros grupos religiosos, a la tendencia conservadora de los recién ordenados, entre otros. Pero más importante, hablamos de cómo responder a estas situaciones. Los ríos crean civilizaciones. El plan de acción que hicimos en el encuentro y que nos llevamos a nuestras localidades no es simplemente trabajo social. Mientras que ustedes luchan por vivir la misión y responder a los desafíos están creando una nueva civilización - auténticas comunidades cuidándose unas a otras, especialmente a los pobres, los carentes y los oprimidos, incluyendo a nuestra madre tierra. Los ríos corren hacia los mares Los ríos corren hacia los mares. Los mares, inmensos, también están limitados por la tierra. Es más toman el nombre de la tierra que los abraza, aun si solo una pequeña porción del mar es abrazada por la tierra, por ejemplo el Mar Sulu está circunscrito por Sulu, la China del Sur lo está por el Sur de China así como las islas Filipinas, etc. Porque los mares toman el nombre de la tierra que las circunda podemos decir la tierra las define y les otorga su nombre. Los mares hacen alusión a un mundo más amplio de aquel que sus ríos han creado. La Iglesia de América Latina tiene nombre propio. Su experiencia de iglesia y sus subsecuentes reflexiones han recorrido mares y han beneficiado al ancho mundo. Pioneras y protagonistas de una nueva manera de ser iglesia sus comunidades de base han dejado su impronta en la iglesia universal así como en la sociedad. Su experiencia de iglesia es verdaderamente la encarnación local de la fe que ustedes han recibido, renovado y enriquecido. La teología de la liberación que acompaña la experiencia de la iglesia en América Latina también ha dejado su sello y sus efectos han repercutido y se han sentido más allá de sus mares generando un movimiento de liberación en diferentes playas. Muchas embarcaciones anclan en sus mares. Es por eso que yo he venido aquí. Mucha gente viene a aprender de ustedes, a visitarlos personalmente, o lo hacen a través de los volúmenes de libros que ha generado su inspiradora experiencia de iglesia. La iglesia de América Latina y El Caribe, por lo tanto, tienen una misión más amplia. ¡Más fuerza para ustedes! ¡Mantengan limpios sus manantiales! ¡Crucen sus ríos con valentía! ¡Continúen construyendo sus playas y recíbanos en sus mares! ¡¡¡¡Gracias!!!

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From SPRINGS to RIVERS to SEAS

Estela Padilla, PH.D. Philippines

De los muelles a los ríos a los mares For this meeting, the opening liturgy as well as the succeeding liturgies culminating in the final Eucharistic celebration were linked through the theme of WATER. The first reflection on this assembly given by Jose Marins also revolved around ‘water’ – its different characteristics symbozing the richness of life in the CEBs. As a guest46 from another continent in this assembly, i wish to give my reflection by continuing the theme of water. I will be using the symbols of bodies of water – ‘spring’, ‘river’, ‘sea’. Springs Springs are natural sources of lifegiving water. Coming deep from the earth, it gives life-giving water to so many communities. Spring is where life starts. That is why springs have to remain pure and clean. They cannot be contaminated. In the Philippines, some springs are heavily guarded and protected, especially those which are sources of water for several provinces. In this assembly, i have seen your springs – your life-giving water. The first one is the Word of God. I have seen how it is center of your life and your mission. You read it, reflect on it, celebrate it, allow yourselves to be challenged by it. The Word of God is so real for you. No excuses for what the Word asks you to do. The Word of course is more than just what you read in the Bible. The Word is a Person, Jesus, and fidelity to his Father and to his mission is your spring. The memory of your martyrs is also an unforgettable, energizing word for you. You remember them and you revere them. It is as if the memory of your martyrs propels you to continue this journey. Because of your relationship to this living Word, there is so much connection between your faith and your daily life. They are not strange worlds but deeply connected and consequent to one another. Related to this Word are your Liturgies. Your liturgies are intimately connected to life, especially to your struggles as a people dreaming and working for the Reign of God. Talking about ‘daily life’, your culture is very much felt in your faith life, in your liturgies – all the singing, and the dancing, and the symbols ground and enrich your BEC life.

46

I come from the Philippines, and I have been involved in BEC work for the past 30 years. I have also been

involved in the same ministry all over Asia as part of the FABC-OL Asian Resource team for the past 20 years.

I have always been interested in the CEBs of Latin America and the Carribean and have read about it for so

long. This is my first time to attend this region-wide assembly of the CEBs representing 17 countries,

although last year i attended the meeting of the asesores y asesoras of the CEBs at the national level held in

Chile. I feel privileged to have attended this assembly and my faith and conviction for this mission have been

nourished by what i have experienced.

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The Reign of God motivates you and directs your path. It is the rationale and also the energy for the things you do. The phrase keeps coming back in your sharings, in your inputs, in your prayer. And in this reign, the poor are the privileged citizens. Springs flow into rivers Springs join with other springs and flow into a river. Rivers are interesting places. Ancient civilizations which later on became central cities were created by the rivers- the Seine, the Thames, our very own Pasig River, and I am sure you have your own examples. The world and its works travelled through rivers. Communication, dialogue, trade, economy, partnerships, development happen through rivers. Your springs flow into rivers. Your springs are not static, but as they flow into rivers, they actually become the nourishment as well as the driving energy for what you do. All the action points you decided on in this assembly, all the ministry and mission you have been responding to throughout these days, these are rivers that will create civilizations and development of peoples and places. In this conference, we talked a lot about the environment and creating an ecological ethos, the situation of indigenous peoples, the neo-liberal socio-political structures. We also talked about your intra-ecclesial concerns of hierarchy, other religious groups, conservative inclination of the newly-ordained, among others. But more importantly, we talked about how to respond to them. Rivers create civilizations. The mission action plan we brought home with us after this meeting is not just social work. As you strive to live out this mission and respond to the challenges you are faced with, you create a new civilization - authentic communities caring for one another, especially the poor, the deprived and the oppressed, including our mother earth. Rivers flow into seas Rivers flow into seas. Seas, wide and immense as they are, are also limited by land. They actually take the name of the land that embrace them, even if only a very small portion of the sea is embraced by land – for example, Sulu Sea is bounded by Sulu, South China Sea is bounded by the South of China as well as western Philippine Islands, etc. Seas refer to the wider world that your rivers have created. The church of Latin America has made a name for itself. Your experience of church and your subsequent reflections on your experience (Liberation Theology) have travelled seas and benefitted a wider world. Your CEBs and its attendant Theology of Liberation have made their mark in the universal church as well as in the wider society. Because seas take the name of the land that embraces it, we can also say the land defines it, for the land gave the sea its name. Your experience of church is really a local incarnation of the faith that you have received and renewed and enriched. As pioneers and protagonists of a new way of being church in our modern times, your localness as church have enriched the church worldwide. The local articulation of your faith that later on became tagged as Liberation Theology has also enriched the church worldwide and has started a movement of liberation in different shores. Liberation theology as accompanying the experience of church in Latin America have also made its mark and its effects felt wider than your seas.

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Boats dock into your seas. That is why i have come here. That is many people come to learn from you, visit you physically or through the volumes of books that have been produced by your inspiring experience of church. The church in Latin America and the Caribbean therefore have a wider mission. More power to you! Keep your springs pure! Cross your rivers courageously! Keep building up your shores and welcome us into your seas! Thank you!

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Un movimiento del Espíritu encarnado en la realidad hoy

Jenny Carolina Wilder Perteneciente a la Iglesia “United Church of Christ”

4 años en CEBs. El Salvador Mi primer contacto con CEB Continental fue en 2010, cuando acompañé la delegación de CEBs de El Salvador al Encuentro Regional de las CEBs de Centroamérica en Honduras. El lema de aquel encuentro fue “Por el Clamor de Nuestros Pueblos, Nos Relanzamos Hacia un Nueva Pentecostés.” El lema me impresionó tanto y lo asumí como mi compromiso cuando regresé a mi país los EEUU en 2010. En los últimos 2 años he estado buscando y conectando líderes y comunidades en los Estados Unidos que están viviendo experiencias de CEBs. La oportunidad de asistir al Noveno Encuentro Latinoamericano y del Caribe de las CEBs en julio 2012 me llenó con mucha esperanza y fortaleció mi compromiso al proyecto del relanzamiento de las CEBs. Fue la primera vez en mi vida que he estado en medio de tanta gente de tantos diferentes países que comparten la visión de la conexión entre la fe y la vida. Agradezco la oportunidad de asistir el Encuentro y la oportunidad, durante los momentos de la comida y el descanso, de encontrarme con diferentes líderes de las CEBs. Me contaron sus historias de las experiencias de las CEBs en diferentes países. Me ayudó entender cómo es que, antes las CEBs eran muy fuertes, y en las últimas décadas han vivido la represión y la marginalización. Veo que el tema del desarrollo del liderazgo de la juventud es muy importante para que crezca la influencia de las CEBs y para que clarifiquemos nuestras estrategias. Dado la realidad de los Estados Unidos, el tema del ecumenismo y de la diversidad de las CEBs fue muy importante durante el Encuentro. Me satisface que el ecumenismo y la diversidad fueron retomados como una meta para los próximos años. En los Estados Unidos, las CEBs tienen formas diversas: algunos son iglesias, algunos son grupos de reflexión y algunos son organizaciones comunitarias formados por gente que tienen una fe liberadora. Algunas otras son grupos en seminarios y algunos son grupos de líderes de movimientos sociales que saben que necesitan conectar la fe con las luchas sociales. En los Estados Unidos, pretendemos relanzar la “Iglesia Liberada de los Pobres,” la cual fue la meta de nuestro pastor y mártir Martin Luther King Jr. antes de su asesinato. Las iglesias y los grupos que vivan experiencias parecidas a las CEBs tenemos que unirnos y formar líderes y lideresas. Lo que nos une uno con otro y con las demás de las CEBs de América Latina es la conexión entre nuestra fe liberadora comprometida y nuestra búsqueda y lucha por la justicia. Creo que nosotros como CEBs Continental logramos nuestros objetivos del Encuentro. Veo que logramos la meta de encontrarnos para reanimar nuestra fe y nuestros compromisos en la lucha por una sociedad más justa y por una iglesia más comprometida con las luchas del pueblo. La liturgia y simbología que usamos ¡me impresionó tanto!. Por ejemplo, asumimos el agua como símbolo de las CEBs. El agua nos da vida, es universal, y abre espacios. Así son las CEBs. Cuando se detiene el agua, el agua agarra fuerza y representa la resistencia de la CEBs. Los cantos nos unieron y nos hizo sentir el espíritu y la mística que nos sostiene en la vida cotidiana cuando casi desanimamos.

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Llenamos la capilla con “Buenas Nuevas”, “Alegría,” “Por los Caminos de América”, y otras. Me acuerdo especialmente de una liturgia en la cual pusimos las banderas de los países en la forma de un rio de agua viva. Para mí, el hecho de colocar las banderas juntas representó la unión de todas las CEBs de América Latina con los esfuerzos que hacemos como Iglesia Liberadora de los Pobres y las luchas de la gente marginada en los Estados Unidos. Viendo que este momento fue muy lleno de sentido para mí, Elena de México me abrazó y me dijo “Hay que hacerse presente.” Si estamos aislados en nuestras luchas, no vamos a vencer. Pero si vamos mano en mano, cantando las mismas canciones en unión, celebrando al Dios de la vida y justicia, construyendo juntos un mundo más justo, somos nada menos que un movimiento del Espíritu encarnado en la realidad de hoy.