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CAPITULO II
MARCO TEORICO
A continuación se presentan los antecedentes tomados para realizar
esta investigación al igual que las bases teóricas y la definición de la variable
analizada como objeto de investigación de este trabajo
1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN:
Seguí (2007), en su tesis doctoral, realizó un estudio sobre “La gestión
del capital intelectual en las entidades financieras. Caracterización del capital
humano en las cooperativas de crédito”, en la Universidad politécnica de
Valencia; tuvo como objetivo identificar las fortalezas y las debilidades del
capital humano de las cooperativas de crédito, identificando también las
amenazas y oportunidades existentes en el sector crediticio y que pueden
ser fuente de ventaja competitiva respecto a sus actuales competidores
directos: los bancos y las cajas de ahorro con el fin de proporcionar
referencias reales y juicios de expertos que explican cómo y por qué el
capital intelectual y sobre todo el humano es de suma importancia en el
negocio bancario; destacando el papel fundamental del capital humano
dentro de la información financiera más allá de la contabilidad tradicional de
bienes materiales.
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Los fundamentos teóricos fueron planteados a partir de Di Piazza y
Eccles (2002), Sveiby (2000), Castells (1997), Bueno (2003), Senge (1992),
Cañibano (2000), Baruch Lev (2003),Ventura(2003), Nomen(2005),
Davenport (2000) y Ortega(2004).
Esta investigación fue de tipo cualitativa y exploratoria; las principales
técnicas utilizadas fueron el caso-estudio y el método Delphi. El caso estudio
fue desarrollado durante 18 meses en una cooperativa de crédito real y para
el método Delphi se contó con la opinión de 25 expertos provenientes de los
ámbitos académicos, profesional e institucional. Los cuestionarios fueron
facilitados via correo electrónico; para cada pregunta del estudio se ha
determinado la mediana (m) como medida central de la tendencia de
respuesta del grupo de expertos. Además se calculó el rango intercuartílico
(k) como diferencia entre el tercer y primer cuartil, con el objeto de medir la
dispersión de la muestra. Como indicadores complementarios se han
determinado también la media aritmética (μ), la moda (Md) y la desviación
típica (σ).
Los resultados permiten concluir que la información financiera
tradicional debe incluir otro tipo de información referente al capital intelectual
de las empresas debido a que los intangibles son los principales factores en
la creación de valor de los negocios actuales. Sólo así la información
financiera será útil a los usuarios en términos de relevancia y transparencia.
De igual forma, el capital humano es, a juicio de los expertos, el principal
grupo de intangibles del capital intelectual de una cooperativa de crédito.
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Esta investigación aporta apoyo en el manejo de la variable capital
intelectual, permite analizar el indicador capital humano en el cuadro de
operacionalización de variables propuesto para este trabajo y se utiliza como
fundamento teórico para generar el modelo propuesto de capital intelectual.
De la misma manera, Tejada en el 2009, realiza una investigación en su
tesis doctoral denominada “la investigación en las instituciones de educación
superior (IES) privadas de la región del Cibao, República Dominicana”; tuvo
como objetivo Analizar la situación actual y perspectiva de la investigación en
el contexto interno y externo de las Instituciones de Educación Superior (IES)
privadas de la Región del Cibao República Dominicana, durante el 2008.
La investigación tomó como base los planteamientos teóricos de
autores como González (2006), Tunnermann (2004), Schavino (2002),
Campos (2003), Villalobos (2006), Guzmán (2006). Bonilla (2004), Mantilla
(2007) y Valarino (2008), entre otros.
La investigación fue no experimental, expost-facto, exploratorio,
descriptivo - selectivo y no reactivo, bajo un enfoque cuantitativo; toma una
población constituida por 7 instituciones de educación superior –IES- de la
Región del Cibao, Las fuentes de información estuvieron conformadas por 62
investigadores, 360 estudiantes y 7 Directores y Vicerrectores de los
departamentos de investigación de las siete universidades; las técnicas de
recolección de datos aplicadas en este estudio fueron: la encuesta y el
análisis de contenido, haciendo uso del cuestionario como instrumento y una
guía de verificación de documentos.
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Los resultados evidencian que las Instituciones de Educación Superior -
IES - privadas de la Región del Cibao tienen como función la docencia, la
investigación y la extensión, pero se dedican mayormente a la docencia,
debido al regular porcentaje de IES con planes y proyectos de investigación
registrados y con un porcentaje bajo con programas de investigación; al igual
que el insuficiente presupuesto asignado para el desarrollo de investigación.
Así mismo, se detectó que las líneas de investigación en las IES están
orientadas al desarrollo de investigaciones básicas o formativas de los
estudiantes como requisitos para optar su título profesional o de postgrado;
un porcentaje regular en cuanto a la cantidad de docentes dedicados a la
investigación; poca participación de los estudiantes en los procesos de
investigación y su insatisfacción con el nivel de involucramiento que han
tenido en el desarrollo de investigaciones.
Las investigaciones que realizan las IES le han ayudado poco y su
conciencia de la realidad social no ha dependido de las investigaciones que
se han realizado. La vinculación entre las IES se limita al intercambio y la
cooperación, y en un regular porcentaje se vincula con el sector productivo
para el intercambio de apoyo tecnológico en el desarrollo de investigaciones.
En un regular porcentaje las IES vinculan las investigaciones que
realizan con la sociedad y el desarrollo del país para la solución de
problemas ambientales y comunitarios y poner a disposición del país y la
sociedad nuevos conocimientos que contribuyan con la calidad de vida del
ser humano. Esta investigación es tomada como referencia por sus aportes
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para plantear el problema de estudio, para el desarrollo metodológico de la
investigación, como base teórica para definir la variable capital intelectual,
como orientación en la aplicación del instrumento de recolección de datos, al
igual que el análisis de los resultados de indicadores en cada dimensión
propuesta en este trabajo.
Así mismo, Rojas (2009), en su tesis doctoral con la Universidad
Politécnica de Valencia, titulada: Sistemas Nacionales de Innovación: una
Aproximación Empírica a la Medición de los Intangibles como Factores
Explicativos de la Capacidad Innovadora de los Países. El objetivo principal
de este trabajo fue Desde la perspectiva de Capital Intelectual y de los
Sistemas Nacionales de Innovación, identificar los determinantes clave
necesarios para que una nación pueda ser competitiva y, en consecuencia,
pueda tener la capacidad de construir una economía más sólida y próspera
para sus habitantes a través de la innovación y generación de conocimiento.
El estudio está sustentado en los fundamentos teóricos planteados por
Camisón, (1997), Balassa (1964), Fajnzylber (1988), Dalmau y Hervás,
(2003), Porter, (1996), Vega y Jurado (2007), Hall (2005), Roberton y Patel
(2007), Grant 1996; Furman (2002), Jurado(2008), Grant (1996), Allerton y
Prusak (2003), Bradley 1997), Pöyhönen y Smedlund (2004), (Bontis, 1999),
Brooking (1996) Sveiby, 1997). Edvinsson (2002), Eisenhardt y Martin (2000),
Stahle (2004), Teece (1997) Benavides y Quintana (2003), Bounfour (2003),
Cañibano y Sánchez (1998), Törnqvist (2002), Grant (2004) y Andriessen
(2004).
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La metodología aplicada fue un análisis factorial exploratorio,
considerando una muestra de 55 economías y un período de tiempo
comprendido entre el año 2000 y 2006, a través del cual se identificó los
factores que mejor determinen la capacidad competitiva y de innovación de
las naciones. Así mismo, se llevó a cabo un análisis de regresión lineal
multivariable entre los componentes o factores identificados y la
competitividad de las economías a través del Producto Interno Bruto (PIB)
per cápita (PPP) para el año 2008, así como el output de patentes per cápita
en la “United States Patent and Trademark Office” (UPSTO) y en la
“European Patent Office” (EPO) para el mismo año.
Los resultados confirman que la competitividad y la capacidad de
innovación de los países están explicadas principalmente por los Sistemas
de Innovación (formado por los bloques de empresa, educación,
interacciones y tecnología) y el capital social y las políticas gubernamentales,
básicamente. Con dichos 2 factores se consigue una explicación del 67.8%
de la varianza y conforman los factores clave del Sistema Nacional de
Innovación.
Así mismo se confirmó la hipótesis 1, “Existe una considerable
convergencia entre los modelos de capital intelectual y los sistemas
nacionales de innovación”. Los resultados obtenidos a través del análisis
factorial apoyan dicha hipótesis debido a que, para la realización del mismo,
se introdujo un conjunto de variables o indicadores (generalmente empleado
por la literatura del capital intelectual) y, en consecuencia, se obtuvo un
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primer factor constituido por los pilares básicos de los sistemas nacionales de
innovación (tecnología, empresa, educación e infraestructuras), al cual es
denominado Sistema de Innovación. Asimismo, dicho factor explicaba el
56,688% de la varianza total de los datos. En esta línea de pensamiento, es
de resaltar que los Sistemas Nacionales de Innovación están conformados
básicamente por: (1) Los Sistemas de Innovación y (2) Gobierno e
Instituciones.
Con respecto al análisis de regresión múltiple, se derivan las siguientes
conclusiones:
- Los factores 1, 2 y 5 (Sistema de Innovación, Gobierno e Instituciones,
y la Educación. en sus primeras fases -primaria-secundaría-) explican – en
conjunto- un 69,1% del PIB per cápita 2008.
- Asimismo, estos tres factores explican –en conjunto- un 58,7% de las
patentes otorgadas por la USPTO (United States Patent and Trademark
Office).
- Con respecto a las patentes europeas, y para los citados tres factores,
éstos explican – en conjunto - un 44,2% de las patentes otorgadas por la
EPO (European Patent Office).
A tenor de los resultados descritos anteriormente, dicho análisis
empírico evidencia la importancia que tiene para la competitividad e
innovación de los países: la calidad de las políticas estipuladas por el
Gobierno, un adecuado Sistema de Innovación, y finalmente, la educación en
31
sus primeras fases (primaria-secundaria). Todo ello conformaría en esencia
el Sistema Nacional de Innovación.
El análisis de regresión múltiple permitió, además, validar las hipótesis
2 y 3, a saber:
- H2. Los intangibles, aproximados a través del Sistema Nacional de
Innovación, determinan la capacidad competitiva de las economías
(expresada por su PIB per cápita ppp).
- H3. Los intangibles, aproximados a través del Sistema Nacional de
Innovación, determinan el output innovador de las economías (expresado por
sus Patentes USPTO y EPO per cápita).
La investigación anterior, ofrece un aporte teórico del análisis de
todos los modelos de capital intelectual y de algunos informes de capital
intelectual por región. Además, permite tener un referente de como analizar
el indicador capital relacional, planteado en el cuadro de variables de este
trabajo.
En tanto, Cobo (2006), en su tesis doctoral, Modelo de capital
intelectual de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía.
Indicadores de capital humano y gestión del conocimiento. El propósito
general de la investigación fue contribuir a consolidar teórica y
empíricamente la Gestión del Conocimiento, centrando el análisis en el
Capital Humano de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía y
en determinar el estado de la implantación de esta Gestión del Conocimiento
en la misma. Teniendo en cuenta los siguientes objetivos:
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a) Determinar y clasificar los activos intangibles con los que cuenta la
Consejería de Educación de la Junta de Andalucía para conseguir sus
objetivos estratégicos.
b) Agruparlos en componentes que tengan una misma naturaleza, para
a partir de esta agrupación, determinar cuáles son los elementos de cada
componente, es decir, agrupar los activos intangibles en grupos
homogéneos, y las variables de cada elemento o activos intangibles
integrantes del elemento. En definitiva desarrollar el modelo de Capital
Intelectual de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía.
c) Establecer un cuadro de indicadores sobre el Componente Capital
Humano como instrumentos de valoración, medición y gestión de este activo
intangible de la Consejería.
d) Establecer en que situación actual se encuentra la Gestión del
Conocimiento en el ámbito de la Consejería.
e) Proponer una serie de directrices que permitan la mejora en la
gestión de los activos intangibles relacionados con el conocimiento.
Esta investigación esta sustentada en conceptos teóricos de autores
como: Davenport y Prusak (2.001), Nonaka y Takeuchi (1.995), Fahey y
Prusak (1.998), Munoz Seca y Riverola (1.997), Grant (1.996), Andreu y
Sieber (1.999), Brown (1.998). Nonaka y Konno (1.998). Druker (2.005).
Hodgetts (2.005). Nonaka y Takeuchi (1.995), Spender (1.996), Zander
(1.995), Andreu y Sieber (1.999), Boisot (1.999), Grant (1.996), Matusik y Hill
(1.998), Prahalad y Hamel (2.006), Bradley (1.997), Bontis (1.998), Stewart
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(1.991), Stewart (1.998), Brooking (1.997), Nevado Pena Y Lopez Ruiz
(2.002), Wiig (1.997), Sveiby,K.E. (1.997), Euroforum Modelo Intelect,(1.998),
I.F.A.C. (1.998), Roos, J.,Roos,G. Dragonetti, N.C. y Edvinsson,L (2.001),
Lev, B. (2.001), Bueno Campos, E. (2.003), Bueno (2.005).
En este trabajo de investigación, en primer lugar, se realizó una
investigación básica encaminada a incrementar los conocimientos teóricos
generales sobre el Conocimiento y el Capital Intelectual. Esto permitió la
elaboración del marco teórico. Este marco teórico se confeccionó a partir de
una investigación documental, en la cual consultaron numerosos textos de
tipo bibliográfico y hemerográfico. Este marco teórico permitió, a la vez que
profundizar en la información, formar un cuerpo de ideas sobre el objeto de
nuestro estudio ampliando la descripción del problema mediante la
integración de la teoría existente con nuestra investigación y sus relaciones
mutuas.
Se trata de un estudio de corte transversal o de prevalencia, Para
lograr los objetivos específicos de la investigación, previamente se desarrolló
una investigación exploratoria y otra investigación descriptiva para
determinar el modelo teórico de Capital Intelectual que presenta la
Consejería de Educación, sus capitales, los elementos o grupos de activos
intangibles que conforman cada uno de los componentes del Capital
Intelectual y las variables o activos intangibles que integran cada elemento
del Capital Intelectual, como paso previo a la obtención de los indicadores.
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Todas estas investigaciones dieron como resultado la obtención de
información tanto cualitativa como cuantitativa sobre la Consejería de
Educación. Se realizó una investigación exploratoria, como investigación
preliminar y provisional, donde se obtuvo un análisis preliminar del objeto de
estudio con un mínimo coste y tiempo; Esta investigación exploratoria inicial
sirvió también para destacar los aspectos fundamentales de la problemática
de la investigación, y principalmente para aclarar conceptos y conocer las
dimensiones centrales de los problemas objeto del estudio. Igualmente sirvió
para detectar el modelo a utilizar como hipótesis de trabajo. La existencia de
este modelo teórico ayudó a escoger y definir la estructura lógica de nuestro
proyecto de investigación, a planificarlo y a decidir los atributos y variables a
investigar.
Con la investigación descriptiva, mediante el análisis de la información
tanto cuantitativa como cualitativa, se logró caracterizar el objeto del estudio
y la situación concreta en la que se encuentra, permitiendo señalar sus
principales características y propiedades.
Esta investigación ha permitido recoger datos y ha proporcionado
información, tanto cualitativa como cuantitativa, proveniente de fuentes
oficiales, básicamente de publicaciones de la Consejería de Educación, de
Boletines Oficiales y de Publicaciones de datos estadísticos procedentes de
la Consejería de Economía y Hacienda y del Instituto de Estadística de
Andalucía y del Instituto Nacional de Estadística.
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En una segunda fase de la investigación, se llevó a cabo una
investigación de campo, con el objeto de obtener la información cuantitativa y
cualitativa. Para ello se confeccionó y posteriormente se ha realizado un
cuestionario al personal que presta sus servicios en la Consejería de
Educación de la Junta de Andalucía. Personal que está dividido en cuatro
grandes grupos: el personal docente, el personal subalterno y de servicios, el
personal de dirección y especializado y el personal administrativo.
El cuestionario se realizó mediante la realización de una encuesta a una
muestra representativa de la población. El cuestionario consistió en una serie
de preguntas cerradas que estaban divididas en tres bloques. El primer
bloque de preguntas estaba destinado a la obtención de datos de carácter
general sobre el encuestado.
El segundo bloque estaba destinado a la obtención de datos que nos
permitieran obtener los indicadores del Capital Humano. Y, el tercer bloque,
estaba destinado a la obtención de información para confeccionar un
diagnóstico de la situación actual en la que se encuentra la Gestión del
Conocimiento en la Consejería de Educación.
La población objeto de estudio está representada por individuos que
forman una población finita de unos aproximadamente 97.600 individuos, de
los cuales 90.984 son docentes, 1.616 son personal de dirección y
especializado sin función docente, 1.139 son personal administrativo y 3.851
son personal subalterno y de servicios, los cuales están repartidos
geográficamente en las ocho provincias que forman la Comunidad Autónoma
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y que prestan sus servicios en aproximadamente 4.000 centros y
dependencias administrativas. Hemos considerado como unidades de
muestreo los centros y dependencias administrativas donde los individuos
prestan sus servicios.
El tamaño adecuado de la muestra se estimó en 383 individuos, tamaño
que consideramos adecuado a efectos estadísticos, ya que el mismo nos
proporciona un nivel de confianza del 95% con un error muestral de más o
menos un 5%; Se realizó un muestreo por conglomerados o áreas. A partir
del número de centros existentes en cada provincia, se repartieron de forma
proporcional los cuestionarios que se enviarían a cada provincia.
Para determinar a qué centros concretos se enviarían los cuestionarios
se hizo un muestreo de conveniencia consistente en elegir a aquellos centros
que tienen página WEB, aparece su enlace o URL publicada en la Red
Telemática de Andalucía Averroes y tienen una o más direcciones de correo
electrónico publicado. A continuación, se les comunicaba vía telefónica que
se les iba a remitir un correo electrónico en el cual, junto con las
explicaciones convenientes, se adjuntaba una encuesta en forma de
cuestionario electrónico para que procedieran a su contestación. En dicho
correo electrónico se incluía un vínculo para que con sólo pincharlo,
accedieran a un formulario electrónico y desde donde cómodamente podían
contestar la encuesta, de tal forma que una vez terminada, ésta se remitiría
de forma automática a la dirección de correo electrónico.
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Una vez recogida la información, se procedió a su filtrado y tabulación
para posteriormente proceder a su análisis y tabulación; luego se aplicaron
técnicas estadísticas de análisis de datos univariable según las medidas o
relaciones que en cada caso se pretendían estudiar. Para el análisis de los
datos se utilizó el programa de tratamiento de datos estadísticos SPSS
versión 12 para Windows.
Con la información obtenida se ha procedido a la descripción general
del sector de la educación en la Comunidad Autónoma de Andalucía, a la
delimitación del ámbito de estudio de la investigación, a la descripción
general de la estructura y funciones de la Consejería de Educación, a su
organización, a sus actividades y objetivos y a sus datos más relevantes y
significativos. Junto con esta información cualitativa, también se ha obtenido
diversa información cuantitativa, relativa, tanto a aspectos relacionados con
las infraestructuras y dotaciones del sector, como con los aspectos
relacionados con el personal que presta sus servicios en la Consejería.
Esta investigación presenta un análisis cualitativo de la situación en la
que se encuentra la Gestión del Conocimiento en el ámbito público de la
Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. El análisis está dividido
en cinco apartados. En cada uno de ellos se analiza la dimensión
correspondiente al aspecto investigado y se presenta la puntuación que
obtuvo.
El trabajo de Cobo (2006), analiza los modelos de capital intelectual e
indicadores de la gestión del capital intelectual propuestos por diferentes
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autores lo que permite a esta investigación tomarlos, adaptarlos y aplicarlos
para fortalecer las relaciones de los indicadores y dimensiones con la
variable propuesta. De igual forma, permite tomar como base la metodología
aplicada para adaptarla a la metodología a aplicar en esta investigación.
Por otra parte, Ramos (2009), en su tesis Doctoral “Desarrollo de un
Modelo de Relación entre Gestión del Conocimiento y la Dinámica
innovadora en las Organizaciones”, desarrollada en la Universidad
Politécnica de Valencia. La cual tuvo como objetivos:
Avanzar en la estructura de la disciplina de Gestión del Conocimiento y
demostrar su relación positiva con la actividad innovadora de las
organizaciones; Aportar un modelo para ayudar a sistematizar la Gestión del
Conocimiento, desarrollar a partir de la revisión de los existentes en el estado
del arte para continuar construyendo su estructuración, entender y ahondar
en aspectos críticos, poco considerados, como el “accionamiento”. Así
mismo, para dar un mayor grado objetivo a su impacto y por ende ayudar a
establecer criterios de medida y aplicación; Aportar a investigadores,
ejecutantes y sobre todo directivos, una constatación eminentemente
práctica de la relación entre la Gestión del Conocimiento y la Innovación,
como refuerzo de otros trabajos.
Ramos fundamento su estudio en teorías de autores como Ponzi
(2003), (Drucker 1968), Teleos (2006), Bogner (2007), Viedma (2001),
Nonaka (1991), Coombs (2000), Von Hippel (1998), Zahra (2002), Alegre
(2004), Chesbrough (2007), Tapscott (2006), Sveiby (1998), Norton y Caplan
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(1997) Ranjit Bose (2004), Drucker (2000), Davenport (1998), Goleman
(1995), Senge (1990), Sullivan (2000), Bueno(2000), Mentzas (2004),
Allerton(1998), Bueno, Rodríguez y Salmador (2000), Spek y Spijekevert
(1997), Zack (1998), Norton y Caplan (1997), Lane (2002), y Zahra (2002)
entre otros.
La metodología seguida en la investigación fue basada en casos de
estudio reales. Se justifica la forma de trabajo y se explica el trabajo de
campo realizado, que en la mayor parte de los casos obedece a iniciativas en
las que el propio autor, como consultor ha desarrollado en 10 empresas de
distintos sectores, con diferentes grados de intensidad en la sistematización
de la Gestión del Conocimiento y la innovación. Siguiendo una aproximación
de tipo holístico, se observaron los comportamientos organizativos y las
actividades de Gestión del Conocimiento e Innovación de un grupo de
organizaciones, seleccionadas como casos de estudio, con objeto de deducir
conclusiones sobre el impacto que puede tener la gestión del conocimiento
en las actividades innovadoras de las organizaciones.
Las fuentes para la recolección de datos para los casos han sido muy
diversas. Entre otras:
- Documentación facilitada desde la propia organización. Sobre
estructura orgánica, evolución del negocio, funciones, sistemas de
información y repositorios, gestión documental…
- Documentación pública disponible en portales corporativos, informes
comerciales y de negocio
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- Informes sectoriales como el llevado a cabo por ESADE, de cámaras
de comercio, instituciones feriales, asociaciones de negocio y otras.
- Archivos electrónicos
- Entrevistas
- Sesiones de trabajo grupales
- Observación directa en el lugar de trabajo
- Objetos, productos resultado de la actividad o relacionados con ella
- Triangulación entre diversas fuentes, como método de contrastación
de información obtenida
- Creación de base de datos, para posterior tratamiento de la
información, recuperación y consulta
Los resultados presentan un análisis cualitativo y cuantitativo de los
casos de estudio. Cada uno de ellos se presenta estructurado de la siguiente
manera:
▪ Características de la organización. Una breve descripción de su
actividad, para entender cuán intensivas en conocimiento son. Las áreas
funcionales que permiten dar una visión de la estructura organizacional de la
entidad, identificadas por sus propios directivos. Así mismo, algunos datos
objetivos como volumen de negocio cuando se conoce, el número de
empleados o similar, para tener una idea de la dimensión.
▪ Grado de Gestión del Conocimiento. Se analizan una a una las
variables elegidas según el modelo de Gestión del Conocimiento propuesto,
41
clasificando la empresa según los tipos: accidental, pasiva, activa o
intencional.
▪ Grado de Actividad Innovadora. Se establece una valoración para
cada uno de los tipos de innovación que se pueden dar en una organización:
adoptador, modificador, intermitente o estratégico.
▪ Tabla resumen de las variables. Finalmente, se presenta un resumen
cuantitativo de los datos explicados en los dos capítulos específicos.
Esta investigación aporta fundamentos teóricos para el análisis
cuantitativo de los Indicadores de capital intelectual en entornos de
investigación lo que permite tomarlos como guía para comparar los
resultados obtenidos de la variable propuesta en este trabajo y utilizarlos
para generar el modelo de capital intelectual propuesto.
Otro trabajo relacionado con el objeto de estudio de esta investigación
fue la tesis doctoral realizada por Lerones (2007), titulado “Evaluación del
Aprendizaje Organizativo en los Centros Tecnológicos y Gestión del
Conocimiento Sectorial en Castilla y León”, Tesis Doctoral con la Universidad
de Valladolid. La finalidad de esta investigación fue:
I. Modelizar el Aprendizaje Organizativo, con el doble propósito de
generar competencia y competitividad en I+D+i en los Centros Tecnológicos
de Castilla y León, y que las mismas reviertan a las empresas a las que
prestan servicios. El modelo elaborado será extrapolable a otros Centros
Tecnológicos nacionales, con la simple obtención de las medidas que
proponen los indicadores y factores que lo constituyen.
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II. Contribuir a acrecentar el éxito de los Centros Tecnológicos en la
implantación industrial de prototipos, procesos y metodologías fruto de la
investigación científico-técnica, con especial incidencia en la automatización
de procesos (al ser los que generan mayores beneficios). Este hecho
redundará en una mayor demanda de proyectos, en la integración en redes
europeas de ciencia y tecnología, y en la consiguiente generación de
actividades de I+D+i que contribuyan al sostenimiento y ampliación
económica de los Centros Tecnológicos de Castilla y León.
III. Que dichos centros obtengan primacía y relevancia a escala
nacional en el ámbito de la Gestión del Conocimiento y el Capital Intelectual,
de forma paralela y complementaria a la Gestión de la Innovación.
A nivel teórico, el autor fundamenta su investigación en autores como:
Hansson (2002), Nonaka y Byosiere (20009, Villaseca (2001), David y Foray
(2002), Rivero (2000), Bueno (2003), Polanyi (1958), Nonaka y Takeuchi
(1995), Spender (1996), Lundvall y Johnson (1994), OCDE (1996), Montuschi
(2001), Medellín (2002), Bueno (2001), Grant (1996), López (2004), Medina
Vásquez (2002), Bollinger y Smith (2001), EUROFORUM (1998), Benavides
y Quintana (2003), Rowland (2004), April ([2004).
El investigador realiza primero un estudio teórico del conocimiento y su
producción, acercándonos a su conceptualización, a su localización, a su
obtención, transmisión y posible medición. Luego, describe la base de
conocimiento de Castilla y León, determinando cómo se articula su Sistema
de Conocimiento, qué especificidades locales y sectoriales presenta, y cuál
43
es la acción institucional en aquél con el fin de establecer los nexos entre el
Aprendizaje Organizativo, la Gestión del Conocimiento y el Capital
Intelectual, caracterizando y contextualizando el primero en los Centros
Tecnológicos y justificando la necesidad de su modelización dinámica.
A partir de lo anterior, articula el modelado de la evolución del
Aprendizaje Organizativo, a fin de obtener indicadores de la consistencia o
inconsistencia de las labores desarrolladas por los Centros Tecnológicos y su
continuidad. Para ello, se emplean y relacionan la Teoría General de
Sistemas, el concepto de Entropía, la Teoría del Caos, la Teoría de los
Sistemas Alejados del Equilibrio y la Teoría de la Autopoiesis para establecer
los actores psico-sociológicos que discurren como actuadores del
Aprendizaje Organizativo para un Centro Tecnológico, en sus acepciones
interna y externa.
Por último, el autor establece la correlación de los actores psico-
sociológicos con una serie de indicadores relacionados con información
datada y accesible en un Centro Tecnológico, en sus respectivas vertientes
interna y externa. De esta manera, se da lugar a una formulación pragmática
y objetiva para la valoración entrópica de la evolución del Aprendizaje
Organizativo en dichas organizaciones.
Los resultados indican que existe insuficiencia de lenguaje y carencia,
tanto de terminología como de esquemas conceptuales apropiados, para
analizar el papel que desempeña el conocimiento en la economía, aun
44
cuando el número de publicaciones relevantes al respecto venga aumentado
de forma considerable.
De igual manera, define al Capital Intelectual como el conocimiento
organizativo, es decir, el conocimiento acumulado por una entidad en un
determinado periodo de tiempo en relación con sus productos, servicios,
procesos, mercados y clientes. En función de su contenido básico, puede
revestir diversas formas: capital humano (genérico y específico), capital
estructural (tecnológico y organizativo) y capital relacional (de negocio o
comercial y social o comunicacional), aunque sus fronteras no están muy
definidas y exista una interacción continua entre todas ellas.
Infiere también, que uno de los grandes problemas que presenta el
Capital Intelectual es realizar una adecuada medición de los activos
intangibles o variables que lo componen. Los intangibles pueden medirse en
términos de inputs, es decir, de inversiones y esfuerzos destinados a producir
bienes y servicios para el consumo futuro, o de activos generados por dichas
inversiones y esfuerzos. El interés de las organizaciones por el Capital
Intelectual ha ido evolucionado en tres direcciones: la medición del referido
capital, el Aprendizaje Organizativo y la Gestión del Conocimiento.
Este trabajo de investigación aporta valiosa información para interpretar
los indicadores capital relacional y capital estructural los cuales se vinculan
con el propósito de este estudio tomando como base los recursos, procesos
y relaciones que una Institución de educación Superior puede desarrollar
con el fin de agregar valor al capital intelectual de estas. De igual manera, se
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toma como orientación metodológica para analizar el indicador capital
humano, al igual que la estructura del cuestionario para recolectar la
información referida a los indicadores capital humano y capital relacional
vinculados a la variable de esta investigación.
Bustos (2008) realizó la Tesis doctoral denominada “La Influencia del
Capital Intelectual en la Gestión de Calidad en Instituciones de Educación
Superior: El Caso de la Escuela Superior de Cómputo del Instituto Politécnico
Nacional”. La cual tuvo como propósito Desarrollar una propuesta de modelo
de capital intelectual, en términos del capital humano, estructural
organizacional y estructural relacional, como resultado de la incidencia que
tiene la gestión de calidad de la Escuela Superior de Cómputo, considerando
los aspectos relevantes del contexto a nivel macro, meso y micro. Así como
una relación sistémica, identificando cuales son las entradas, procesos y
salidas relevantes para este objeto de estudio. En términos del conocimiento
experto y la experiencia de especialistas de educación superior, directivos y
ex directivos de centros de investigación en computación y de la Escuela
Superior de Cómputo, así como de mandos medios y actores de la misma.
La investigación se apoya teóricamente en los postulados de Jarvis
(2006), Castells (2006), Gianneto y Wheeler (2002), Fernández López (
2006), Medina (2002), Valdés (2006), Slaughter y Rhoades(2004), Marginson
(2005), Ibarra Rosales (2000), Clark (2000), Castillo (2005), Solís y Pérez
(2003) y Guillaumín (2006).
46
La estrategia metodológica adoptada para determinar la influencia del
capital intelectual en la gestión de calidad en Instituciones de Educación
Superior: El caso de la Escuela Superior de Computo del Instituto Politécnico
Nacional, fue el estudio de caso. Se empleó la metodología cualitativa, de
acuerdo a una guía, entrevistas a expertos, directivos, ex directivos y actores
clave de la educación superior y del Instituto Politécnico Nacional, que fueron
grabadas y transcritas, para su posterior codificación, agrupación por
categorías y la formación de redes; el análisis de datos fue realizado a
través de la Teoría Fundamentada y, como herramienta, el software Atlas Ti,
por lo que se realizaron entrevistas a profundidad a expertos en educación, a
ex directivos de centros de investigación y escuelas de cómputo, y actores
de la escuela (directivos y mandos medios).
Los resultados indican que existe un ambiente dinámico en las
instituciones de educación superior, motivada por la globalización de los
mercados y por la economía del conocimiento y la sociedad que surge a la
par. Permea el ámbito público y privado, motiva la búsqueda de nuevos
modos de gestión que incrementen el valor de la organización y la obtención
de ventajas competitivas sostenibles a largo plazo, llevándolas a probar
metodologías de productividad, eficiencia, eficacia y de búsqueda de la
calidad.
Por ser un campo de estudios en desarrollo la revisión de la literatura
lleva a encontrar que hay tantas propuestas para implementar la medición
47
del capital intelectual como instituciones universitarias. A pesar de ello, se
perfilan algunos métodos como más adecuados que otros.
La cadena causal sugiere que primero se alcance una masa crítica de
recursos organizacionales (número de transacciones, de empleados, número
de sucursales, etc.), ello lleva a la automatización de las operaciones, a
implementar un sistema de planeación de recursos empresariales (PRE) y
luego a usar el cuadro de mando integral, con un grupo de indicadores
selectos y a expresar los resultados del manejo de los activos intangibles en
reportes públicos, siguiendo las métricas que algunos organismos
multinacionales sugieren.
En el caso de la instituciones de educación superior de carácter público,
los imperativos generados por las reducciones de financiamiento (en el caso
europeo) y el congelamiento del nivel de gasto público en educación (en el
caso mexicano), la articulación a los procesos de generación y distribución
del conocimiento, al establecimiento del capitalismo académico, a la
necesidad de rendir cuentas ante diversas instancias y demostrar su calidad
ante procesos de evaluación y certificación, las conducen a rescatar modelos
administrativos de mejores prácticas, entre ellos los de gestión del capital
intelectual.
Las universidades se enfrentan a los nuevos modos de producción del
conocimiento, mediados por las tecnologías de la información y las
comunicaciones y al trabajo en organizaciones virtuales. Para responder a
48
estos fenómenos se buscan nuevos modelos de gestión y se desarrollan
nuevos modelos académicos.
De los distintos tipos de capital intelectual aquí se reflexiona en dos de
ellos. El capital estructural relacional y el capital estructural organizacional. El
primero muestra el proceso de generación del conocimiento según el modo
transdisciplinario y el nuevo papel que las universidades juegan. El segundo
enfatiza los procesos políticos y de legitimación del poder y la autoridad
como trasfondo necesario para la operación y funcionamiento de las
instituciones educativas.
Esta investigación realiza aportes teóricos importantes para analizar
las dimensiones de los componentes y enfoques de los modelos de capital
intelectual y estructura de la dimensión capital digital teniendo en cuenta un
enfoque organizativo desde cada una de las dimensiones propuestas en el
cuadro de variables de este trabajo. De igual forma, sirve como apoyo para
interrelacionar cada una de las dimensiones y valorar las IES a partir de su
dinámica en cada una de ellas. También, se toma como orientación teórica
para proponer el modelo de capital intelectual planteado enesta
investigación.
Por otra parte, Alama (2008), desarrolla su tesis doctoral titulada,
“Capital Intelectual Y Resultados Empresariales en las Empresas de
Servicios Profesionales de España”, en la universidad Complutense de
Madrid, España; cuyos objetivos fueron:
49
Conocer la naturaleza del capital intelectual; Determinar cuáles son sus
componentes y qué dimensiones incluyen cada uno de sus componentes
Proponer un modelo de medición del capital intelectual, que mida cada una
de las dimensiones de sus componentes; Determinar las relaciones causales
de las dimensiones de cada uno de los componentes del capital intelectual
con los resultados empresariales y Determinar la relación causal entre las
dimensiones del capital intelectual y los resultados empresariales
Los autores tomados como fundamento teorico fueron:
Itami y Roehl (1987), Hall (1992), Barney (1991), Grant (1991), Priem y Butler
(2001), Makadok (2001), Makadok (2001), Navas López y Guerras Martín
(2007), Barney (200), Bueno (1998), Stewart (1998), Sullivan (2001),
CIC(2003), Sveiby (1997), Bueno et al (2004), Chen et al (2004), Joia (2004)
y Ordoñez de Pablos (2004).
Metodológicamente la investigación se desarrolló como un estudio
cuantitativa, explicativa, no experimental y transversal; se aplicó un
cuestionario por medio de una encuesta telefónica; la gama de respuestas
para las preguntas está representada por la escala de Likert, que va desde
1= totalmente en desacuerdo hasta 7 = totalmente de acuerdo.
El estudio se aplicó a empresas españolas que prestan servicios
profesionales, y que se encuentran registradas en la base de datos SABI42.
Se han elegido únicamente empresas con más de 50 empleados para
asegurar la existencia de los distintos tipos de capital intelectual estudiados,
ya que empresas muy pequeñas no se pueden distinguir con claridad.
50
Asimismo, el sistema de clasificación elegido ha sido el de códigos NAICS43
2002 a un nivel de desagregación de cuatro dígitos.
Los resultados permiten concluir que el modelo de medición del capital
intelectual que proponen los autores suponen una medición más concreta del
mismo respecto a las propuestas consultadas en la literatura, pues nos
ofrece una síntesis de conceptos tan amplios como son el capital humano,
capital estructural, y capital relacional, mediante la identificación de sus
dimensiones. Así tenemos que el análisis factorial exploratorio del capital
humano arrojó tres dimensiones: “experiencia y habilidades”, “motivación y
desarrollo profesional”, y “permanencia”, y mediante el análisis factorial
confirmatorio validamos las escalas propuestas para la medición de cada una
de ellas.
Estas tres dimensiones engloban pues los diferentes aspectos del
capital humano, por un lado las habilidades y experiencia necesarias para
desarrollar eficazmente el trabajo, pero también es relevante la motivación,
ya que para realizar un trabajo de calidad no basta el componente
cognoscitivo sino también volitivo, es decir el “querer” realizarlo bien.
Asimismo, para tener una visión completa del capital humano, es necesario
tomar en cuenta el nivel de permanencia de los empleados en la empresa, ya
que como comentaremos más adelante, esta dimensión influirá de modo
positivo o negativo en los diferentes tipos de resultados que obtiene la
empresa.
51
El mayor aporte de este trabajo se dirige hacia la fundamentación
teórica del concepto de recursos tangibles e intangibles de una organización
y su inclusión dentro del capital intelectual; el proceso de acumulación de los
mismos; las características de los Recursos y Capacidades Estratégicas; su
medición y generación de ventaja competitiva en la organización a partir de
su gestión y desarrollo. Así mismo, aporta conceptos teóricos sobre la
evaluación de los activos intangibles que conforman los componentes del
capital intelectual.
2. Bases Teóricas
El siglo 21 ha traído consigo la aceleración de muchos procesos en el
desarrollo de las organizaciones por efecto de la disponibilidad de la
información y la apertura de fronteras a la comercialización de bienes
materiales u otros insumos necesarios en un sin número de mercados;
acorde con Stewart (1997), citado por Farfán y Garzón (2006), actualmente
se vive una revolución que, lejos de ser una moda pasajera, es fruto de
fuerzas incontrolables e irreversibles: la globalización, la informatización, la
desintermediación económica y la intangibilización. Los factores anteriores
han producido en las organizaciones un repensar en la valoración de sus
activos reflejados en sus resultados contables y tener en cuenta el capital
intelectual generado en sus procesos como medida de su competitividad y
éxito en el entorno comercial y social donde se desenvuelve.
52
A continuación se presentan las bases teóricas sobre las cuales se
fundamenta el presente estudio. De igual forma, se analiza la opinión de
diferentes autores desde diversos tópicos referidos al capital intelectual.
2.1 Capital Intelectual
Para Bueno (2003), el Capital Intelectual corresponde al conjunto de
activos intangibles que generan y generarán valor para la organización en el
futuro. Los conocimientos de las personas, sus capacidades, talento y
destrezas, el reconocimiento de la sociedad, la calidad de las relaciones que
se mantienen con miembros y equipos pertenecientes a otras
organizaciones, etc…, son algunos de los activos intangibles que explican
buena parte de la valoración que la sociedad y comunidad científica
conceden a una Universidad o centro de investigación.
Igualmente Farfán y Garzón (2006), define el capital intelectual como el
conjunto de recursos intangibles de la organización que tienen la capacidad
de generar valor ya sea en el presente, y en el futuro. Se tratará de recursos
considerados en un sentido amplio y no únicamente en el sentido
estrictamente contable. Dicho de otra forma, el capital intelectual incluye
tanto los activos intangibles que la normativa contable permite reconocer,
como las habilidades o capacidades de la organización y de los empleados.
El Capital Intelectual se refiere a la perspectiva global y estratégica de
los activos intelectuales de una empresa, es la suma del conocimiento de
53
sus miembros y de la interpretación práctica del mismo. Es un fenómeno
complejo, que resulta de una práctica colectiva, que crea valor a través de
sus relaciones e interrelaciones entre recursos, competencias y capacidades
organizacionales. Da Silva Santos (2009).
De igual forma Da Silva Santos (2009). Afirma que el Capital intelectual
en sentido amplio, es utilizado de forma sinónima con términos como: activo
intelectual, intangible u oculto, goodwill, o propiedad intelectual; muy
parecido con lo definido por Bueno (2003, p. 13) refiriéndose a todos
aquellos activos intelectuales o de conocimiento de naturaleza intangible
(como son los conocimientos poseídos por las personas, talento, ideas,
invenciones, patentes, sistemas, aplicaciones y todo tipo de trabajo creativo)
que se puedan identificar, definir, medir, y que sean de uso específico y
concreto de la organización e idiosincrásicos para el sujeto de conocimiento
estudiado.
Seguí (2007, p. 39), realiza un análisis de autores como Sveiby (2000),
Andreu y Sieber (1999), Brooking (1997) y Bueno (1999) para afirmar que
los conceptos de gestión del Conocimiento y gestión del capital intelectual se
pueden tratar de forma similar y que la diferencia radica en el enfoque
metodológico de cada autor.
De esa forma, Bueno (1999) define la gestión del capital intelectual
como: “la función que planifica, coordina y controla los flujos de conocimiento
que se producen en la empresa en relación con sus actividades y con su
entorno a fin de crear unas competencias básicas esenciales”.
54
Igualmente, Cobo (2006), define el Capital Intelectual como la
combinación de activos inmateriales o intangibles, algunos de ellos
inagotables, incluyéndose el conocimiento del personal, la capacidad para
aprender, la capacidad para adaptarse al entorno, las relaciones con los
clientes, proveedores, administraciones, las patentes, las marcas, los
nombres de los productos, la reputación de la empresa, los procesos internos
y la capacidad de I+D+i, etc., de una organización, que no estando reflejados
algunos de ellos en los estados contables tradicionales, son generadores
actuales y futuros de valor y ventaja competitiva sostenible ”.
En ese sentido, Bueno (2003, p. 14), refiriéndose a la a administración o
gestión eficiente del Capital Intelectual de las Universidades y Organismos
Públicos e Investigación - OPI’S-, dice: “Tal gerencia debe fundamentarse, a
partir de un modelo de análisis, en un sistema integrado capaz de administrar
los flujos de información generados en los centros de investigación y que
permita la observación de la existencia de redes de conocimiento, así como a
su creación, con el fin de que faciliten la interacción de tales centros y los
demás agentes involucrados en el proceso de investigación para aumentar
los retornos a la sociedad y a su sistema de conocimiento”.
Para el investigador, Los conceptos anteriores, permiten su integración
con el fin de definir al capital intelectual como al conjunto de activos
intangibles generados por la dinámica del conocimiento de las personas que
conllevan a la generación de valor agregado o ventajas sostenibles para la
organización; sus grupos o equipos de trabajo y al individuo como tal; las
55
cuales no se reflejan en los estados financieros o contables pero si permiten
su visibilidad y competitividad a largo plazo en la comunidad científica o el
entorno donde se desarrollan.
2.1.1 Componentes
Para Seguí (2007), afirma que la última década, ha generado
numerosos modelos para la gestión del capital intelectual. El denominador
común de ellos es la clasificación que realizan de los componentes del
capital intelectual según su naturaleza. El capital intelectual representa la
combinación de los recursos humanos, organizativos y relacionales de una
empresa. De este modo, se puede descomponer el capital intelectual en:
Capital humano, Capital estructural y Capital relacional. El capital intelectual
es más que la suma de los componentes individuales, ya que la conectividad
de los 3 elementos citados también puede ser fuente de valor para la
organización.
Como consecuencia de estas relaciones existentes entre los distintos
componentes del Capital Intelectual, cualquier estrategia que tenga como
finalidad desarrollar el Capital Intelectual de la organización debe tener en
cuenta las relaciones existentes entre las distintas formas de Capital
Intelectual, para de este modo, realizar las acciones que hagan que este
capital sea mayor y más conveniente para la organización, Ordoñez de
Pablos, (2.003) citado por Cobo (2006).
56
Bueno (2003), agrupa los activos intangibles según su naturaleza en
tres componentes: Capital Humano, Capital Estructural y Capital Relacional.
Subdivide El Capital Estructural, en Capital Organizativo y Capital
Tecnológico. Al Capital Relacional lo divide en Capital Negocio y Capital
Social. Las razones para descomponer el Capital Estructural y el Capital
Relacional se fundamentan en la propia evolución de los conceptos
involucrados y por la observación de la emergencia de determinadas
practicas, consideradas como relevantes y pioneras en materia de Gestión
del Conocimiento (Cobo, 2006).
En ese orden, para una organización universitaria, Bustos (2008),
afirma que el capital intelectual, lo constituyen todos los trámites y activos
invisibles de la compañía. Se puede dividir en capital estructural y capital
humano. Estos dos parámetros representan lo que se denomina como los
activos invisibles y el conocimiento encarnados en los empleados de la
universidad. La separación entre el capital intelectual “pensante” y el “no
pensante” se puede considerar como el criterio de diferenciación a este nivel.
La razón es que las personas, y, por tanto, el capital humano necesitan unos
métodos de gestión completamente distintos al del capital estructural.
Continuando con Bustos (2008), La mayoría de los modelos de capital
intelectual asumen una distinción tripartita entre: la estructura externa, la
estructura interna y los empleados. Así, el capital intelectual se compone (y
está generado) de una parte pensante (el capital humano) y de una parte no
pensante (el capital estructural). El capital estructural tiene un componente
57
interno y otro externo (capital organizativo y de relaciones respectivamente),
mientras que el capital humano proviene del conocimiento, de la actitud y de
la agilidad intelectual de los empleados.
Aunado a lo anterior, se debe tener en cuenta la influencia indiscutible
de la era digital o era de la economía digital. La cual, debido a la utilización
de la Internet como medio de integración del Capital humano con el Capital
relacional y el Capital Estructural, con el fin de crear valor por medio de la
promoción de una nueva plataforma de competencia, extrayendo el poder de
las redes de negocios o business webs ha ocasionado la inclusión de un
componente mas al capital intelectual denominado Capital Digital (Tapscott y
otros, 2001). Para efectos de esta investigación se toma el capital humano, el
capital estructural, el capital relacional y capital digital como componentes del
capital Intelectual.
2.1.1.1 Capital Humano
Davenport (2006, p. 39), reúne opiniones de muchos autores y afirma
que el capital humano comprende habilidades experiencia y conocimientos al
igual que apariencia, reputación y credenciales; los cuales se pueden
agrupar en cuatro elementos claves: capacidad, comportamiento, esfuerzo y
tiempo.
Para Soto (2006), citado por Larios (2009, p. 108), define el capital
humano como el valor económico potencial de la capacidad de una persona
58
o de la sociedad activa de un país, adquirido mediante experiencia o
conocimiento; reside en los miembros de la organización y permite generar
valor a la empresa. Es decir, a la medida que el individuo se forma y
adquiere conocimientos se valoriza y aumenta su capacidad de generar más
recursos económicos para su organización
De forma clara y directa Sánchez (2008), expresa que el capital
humano está integrado por el conocimiento que el trabajador se lleva cuando
abandona la institución; una buena parte del mismo es conocimiento tácito e
incluye los saberes, las capacidades, experiencias y habilidades de las
personas que integran la organización.
Acorde a lo anterior, el capital humano es el cumulo de conocimientos
construidos por una persona a través de diferentes procesos de enseñanza –
aprendizaje, alimentados por sus experiencias, competencias, capacidades y
talentos con el fin de adicionar valor intangible a un equipo de trabajo,
sociedad o país. Es propio de cada persona y las organizaciones están en
riesgo de perderlo al concluir el vínculo contractual con esa persona al no
sistematizar, socializar y poner en práctica.
a. Formación de Investigadores.
Referente a la importancia de la formación, Davenport (2006, p. 170),
menciona que los empresarios revelan, por lo general, una dedicación clara
y creciente a la constitución de un capital humano a través de una formación
59
patrocinada por las organizaciones. La formación supone una parte
apreciable en el cambio empresarial. En ese sentido, los elementos de
conocimiento y destreza al igual que las oportunidades de aprendizaje
pueden constituir un aporte significativo al capital humano individual y al total.
En igual sentido, Santelices y otros (2010, p. 35), afirma que Los
procesos de formación de investigadores y de preparación de profesionales
en Iberoamérica están relacionados con el desarrollo de la investigación
científica y tecnológica y con la innovación, pero tienen dinámica propia y se
desarrolla en la universidad, sin embargo tienen relaciones crecientes con la
empresa y el sector productivo. El nivel del capital humano resultante tiene
fuerte dependencia de la calidad de los investigadores que lo forman, de la
infraestructura disponible y de la estabilidad de la institución.
Para De la Cruz (2006 p. 67- 68), la formación de investigadores
constituye una fuente importante de estudio, puesto que el fortalecimiento y
crecimiento del campo depende en gran medida de la calidad de formación
en investigación con que egresan los nuevos investigadores. De igual
manera, Dada la importancia de la formación de investigadores educativos
como objeto de estudio, se ha llegado a la consideración y al reconocimiento,
de que, si bien el proceso de formación puede empezar antes, es en un
marco institucional curricular dirigido a esta actividad a nivel posgrado
(maestría y doctorado), específicamente en los estudios de maestría, donde
se promueve una formación indispensable para la investigación.
60
Lo anterior, es de gran importancia para las instituciones de educación
superior y la formación de sus investigadores, pues es una forma de agregar
valor intangible a su cuerpo de investigadores y a la institución. Debido a que
Actualmente, la mayoría de los países latinoamericanos y del Caribe
enfrentan un gran déficit en el número de profesionales de la ciencia y
tecnología con la formación avanzada necesaria para realizar trabajos de
investigación de alta calidad. Organización de los Estados Americanos, OEA.
(2005, p. 83).
b. Interacción entre investigadores.
La interacción entre investigadores necesita de la participación de
actores - individuos y/universidad-; incluye movimiento de conocimiento
soportado sobre una estructura de interacciones o redes de relación. Esas
interacciones o redes de relación proporcionan soporte a procesos que
dinamizan el conocimiento entre individuos dentro y fuera de la universidad,
entre unidades de la propia organización e, incluso, entre diferentes
organizaciones. Para evitar la pérdida de conocimiento, las organizaciones
tratan de diseñar estructuras, redes y estrategias que protejan las
inversiones realizadas en recursos de conocimiento, tratando de favorecer
procesos colaborativos y relaciones entre empleados. (Martin, 2011).
De igual manera, La interacción entre empleados favorece su
dimensión afectiva y proporciona un apoyo emocional que ayuda a llevar a
61
cabo las tareas, mejorando la satisfacción laboral y reduciendo el estrés. Las
organizaciones que favorecen el trabajo en equipo, los proyectos de trabajo
que aglutinen a compañeros y que faciliten las interacciones sociales
informales entre empleados, tanto dentro como fuera de la organización por
medio de su cultura, forma de gestión, organización de eventos o cualquier
otra actividad que favorezca la interacción entre empleados favorece la
retención de sus empleados (Bateman, 2009).
Para Davenport (2006), el aprendizaje no formal es el incremento de
conocimiento de un individuo a través de medios no determinados por la
organización, tiene lugar cuando el individuo se interesa por interactuar con
un compañero con el fin de saber algo que desconoce, es un aprendizaje
social.
En tenor de esta investigación, se define la interacción entre
investigadores como el proceso de aprendizaje logrado por estrategias de la
universidad o por iniciativa de los investigadores para intercambiar
conocimientos e incrementar sus saberes de temas determinados
2.1.1.2 Capital Estructural
Acogiendo la propuesta del Modelo «Intellectus», Bueno (2002c); CIC
(2003); el capital estructural esta formado por capital organizativo al igual
que el capital tecnológico, representan el conocimiento propio de la
organización y el mismo surge en la medida en que es poseído por las
62
personas y los equipos de la entidad sea explicito, codificado, sistematizado
e interiorizado por la organización mediante un proceso formal a través de la
creación de una serie sucesiva de rutinas organizativas o de pautas de
acción que van siendo sistematizadas y socializadas por la organización.
Bueno (2003, p. 18).
Referente a lo anterior Ordóñez de Pablos (2003) citado por Miles y
Quintillán (2005, p. 16), apoya a Bueno (2003), afirmando que el capital
estructural se puede lograr a través de la institucionalización y codificación
del conocimiento en rutinas organizativas, políticas, procedimientos y bases
de datos, entre otros. se debe propender por hacerlo disponible y ser
utilizado en todos los lugares de la organización donde se necesite, incluso
en el supuesto de que determinados empleados claves abandonasen la
misma o que ciertas relaciones entre determinados empleados de la empresa
y terceros se viesen afectados.
En términos generales, se puede considerar al capital estructural de
suma importancia para una organización o institución de educación superior
debido a su capacidad de transformar lo intangible producido por el capital
humano en tangibles para el favorecimiento de la organización y cada uno de
sus miembros, claro está, dependiendo de la dinámica organizacional para
implementar estrategias que permitan lograrlo. En las Universidades y OPI´s,
el Capital Estructural está relacionado con los recursos bibliográficos y
documentales, archivos, sistemas y procedimientos de gestión, la cultura y
los valores, las bases de datos, los desarrollos técnicos y otros medios
63
intangibles disponibles en Facultades, Departamentos, Institutos, Centros,
Laboratorios y otras dependencias(Bueno, 2003).
a. Recursos Financieros Disponibles
Para Tejada (2009, p. 61), El financiamiento para las actividades de
investigación, está integrado por un conjunto de recursos monetarios
financieros adquiridos bajo alguna figura de préstamos para desarrollar la
actividad investigativa. Estos recursos pueden provenir de instituciones
públicas o privadas, nacionales o internacionales.
Acorde con Bueno (2002c), al igual que los recursos financieros los
recursos bibliográficos forman parte del capital organizativo incluido en el
capital estructural.
Esta investigación interpreta los recursos financieros disponibles como
fondos monetarios o recursos monetarios destinados al desarrollo de la
investigación en Instituciones de Educación Superior. Es decir a la inversión
económica utilizada para formular y ejecutar proyectos de investigación. Los
recursos pueden provenir de las mismas instituciones de educación superior,
de instituciones públicas o privadas, nacionales o internacionales. El
financiamiento se puede gestionar dentro o fuera del país por medio de
instituciones financieras, particulares o gubernamentales, a través de la
prestación de servicios, aportes, contratos o donaciones, por medio de
créditos, empréstitos, títulos de créditos o cualquier otro documento
64
pagadero a plazo. Se podría decir, que el financiamiento es un medio para la
adquisición de fondos para la investigación (Tejada, 2009).
b. Dotación Tecnológica
La Dotación tecnológica es definida por Cobo (2006, p. 381), como el
¨Conjunto de conocimientos, métodos y dotaciones técnicas que la
organización incorpora a los procesos y actividades para que sean más
eficaces y eficientes, no incluidos en el Esfuerzo de I+D+i y acumulados
mediante fuentes externas¨. Lo conforma elementos como: Compra de
tecnología; Dotación de tecnologías de la producción; Dotación de
tecnologías de la información y de las comunicaciones
Para este estudio se considera la dotación tecnológica a todos aquellos
Instrumentos, equipos y medios técnicos que coadyuvan a la generación de
capital intelectual a partir de la investigación en Instituciones de educación
Superior.
2.1.1.3 Capital Relacional
Rojas (2009), define al Capital Relacional como “el acervo de
conocimientos incorporados a la organización y a las personas como
consecuencia del valor agregado producto de las relaciones con sus socios,
clientes y sociedad en general”; el capital negocio al igual que el capital
65
social forman parte del capital relacional, el cual refleja el valor que tienen
para la empresa todas sus relaciones externas. Estas relaciones provienen
en primer lugar de los propios clientes, pero abarcan también los
proveedores, las alianzas y convenios establecidos con otras compañías, las
redes, etc. (Lobato, 2008).
Seguí (2007), complementa el concepto anterior definiendo el Capital
relacional como aquel formado por el conjunto de recursos ligados a las
relaciones externas de la empresa (clientes, proveedores, etc.). Integra tanto
las relaciones de la empresa con los terceros interesados (stakeholders)
como sus opiniones sobre la empresa. La imagen, la lealtad, la satisfacción
de las empresas, los acuerdos y convenios con los proveedores, el poder
comercial, la capacidad de negociación con las instituciones financieras, etc.
son elementos propios del capital relacional. Acorde a lo anterior, Lerones
(2007), adiciona que además de las relaciones de la empresa con clientes y
proveedores se debe tener en cuenta el conocimiento de su grado de
satisfacción
Así mismo, lo mencionado anteriormente se refuerza con lo señalado
por Rojas (2009, p. 94), sobre los elementos básicos del capital Negocio:
relaciones con clientes; relaciones con proveedores; relaciones con
accionistas, instituciones e inversores; relaciones con aliados; y relaciones
con instituciones de promoción y mejora de la calidad. La esencia de esta
dimensión del capital intelectual es el conocimiento que existe de las
66
relaciones externas a la empresa, y su valor competitivo; lo cual puede ser
medido como una función de longevidad. Ramírez (2007, p. 141-142).
Cobo (2006, p. 384 - 387), orienta su concepto igual que los autores
anteriores pero hace énfasis al tratar el capital negocio para las Instituciones
de educación tomando seis elementos básicos: Las relaciones con los
Padres o Tutores legales de los alumnos y relaciones con los alumnos;
Relaciones con los proveedores; Relaciones con accionistas, instituciones e
inversores; Relaciones con aliados; Relaciones con competidores;
Relaciones con instituciones de promoción y mejora de la calidad. Los
autores tratados anteriormente permiten concluir que el capital relacional es
producto de las relaciones establecidas por la organización con cualquier
agente externo a ella y con el cual se mantiene algún vínculo desde el objeto
social de la organización.
Para efectos de esta investigación se aborda el capital relacional como
las relaciones que permiten el crecimiento de la investigación en las
universidades; son analizadas desde Las Relaciones con empresa para
desarrollar investigación y las Relaciones con otras universidades para
desarrollar investigación
a. Relaciones con Empresas para Desarrollar Investigación
En Colombia, La LEY 1286 de enero 23 del 2009, en el artículo 16,
establece que el fin del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e
67
Innovación – SNCTI- es el de integrar las actividades científicas,
tecnológicas y de innovación bajo un marco donde empresas, Estado y
academia interactúen en función de los fines de la ley. Así mismo, en el
artículo 17, numeral 9, uno de sus objetivos dice: Promover y evaluar la
alianza estratégica universidad-empresa, en función de desarrollar
conjuntamente la ciencia, la tecnología y la innovación en sectores
estratégicos para el desarrollo económico y social del país.
De igual manera, el decreto 1295 del 20 de abril del 2010 exige el
cumplimiento de la interacción entre universidad sector productivo para
cumplir con la función sustantiva de la investigación como parte de las
condiciones mínimas necesarias para el registro calificado de los programas
de formación profesional ante el ministerio de educación Colombiano.
Bajo este escenario hay que aclarar cuál es la importancia del
establecimiento de ese vínculo entre Universidad – Empresa.
Para Cegarra y Moya (2005, p. 40-41) Entre las distintas formas o
mecanismos que tienen las organizaciones o instituciones para aprender o
adquirir nuevos conocimientos se encuentra el Aprendizaje interactivo o
adquisición de conocimientos interactuando con fuentes externas. Los
autores anteriores toman como base a Lane y Lubatkin (1998), al igual que
Huber (1991), para afirmar que las organizaciones pueden aumentar su base
de conocimientos adquiriendo una empresa o estableciendo alianzas
estratégicas a largo plazo con compañías que posean conocimientos no
disponibles previamente en el seno de la organización.
68
Los mismos autores señalan que las organizaciones se enfrentan a
dificultades de muchos tipos, incluidas el costo para generar internamente
todos los conocimientos que necesitan para enfrentar los retos del mercado,
lo cual conduce a aprender o adquirir nuevos conocimientos de fuentes
externas; como las capacidades observables o“know-what”, conformadas por
conocimientos articulados, eventualmente conocidos, comercializados, y
fáciles de imitar, los cuales se pueden adquirir por medio del aprendizaje
pasivo y el benchmarketing pero son insuficientes debido a que ocurren a
distancia. Lo anterior genera la necesidad de adquirir las capacidades o
conocimientos colectivos o “know-why”, por medio de la interacción directa
con fuentes externas, dado que permiten un mayor acercamiento entre las
instituciones vinculadas o cooperantes, identificando y comprendiendo de
esta manera, no solo las capacidades objetivas y observables sino también
aquellas de carácter tácito. Cegarra y Moya (2005, p. 41).
La OEA (2005, p. 17), destaca la necesidad de sustituir los modelos
fragmentados, lineales y secuenciales que predominaron en las décadas
pasadas, cambiándolos por modelos integrados de innovación que alienten
la vinculación y la interacción simultánea entre las partes interesadas a lo
largo de todo el ciclo de innovación con el fin de apoyar al sector productivo.
Para lograr lo anterior es esencial que los actores interesados, las empresas,
los gobiernos y las instituciones de investigación y desarrollo actúen en
forma mancomunada, coordinada e integrada reconociendo el papel de la
ciencia, la tecnología y la innovación en la competitividad
69
Apoyando lo anterior, García (2004, p. 509) afirma: “En el contexto de la
relación universidad–sector productivo, para convertir la información en
conocimiento, se deben formar agentes universitarios y empresariales
innovadores y conformar en ambas organizaciones, una estructura de
gestión orientada a desarrollar en los actores que participan en la
articulación, habilidades y capacidades para conocer los elementos y
variables fundamentales que permitirán la transformación de la información
en conocimiento y que a su vez facilitarán su posterior transferencia hacia el
resto de la sociedad y del colectivo”.
Luego de haber analizado la importancia para las Instituciones de
Educación Superior y para empresas u organizaciones del sector productivo
el de establecer relaciones para desarrollar investigaciones que le permitan
generar capital intelectual, se puede concluir que esta investigación utiliza
este elemento del capital negocio con el fin de determinar que tanto cumplen
las universidades de la costa con su compromiso social con empresas u
organizaciones y como son aprovechadas hacia el interior de la universidad.
b. Relaciones con otras Universidades para Desarrollar Investigación
Acorde con la Organización de Estados Americanos - OEA (2005 pp
50), las universidades de América Latina y el Caribe son responsables de
gran parte de la capacidad en investigación pero su situación es crítica
debido a varios factores. Uno de ellos es el rápido crecimiento del número de
70
estudiantes durante los últimos veinte años, sin que se produzca un
incremento paralelo en el número de profesores capacitados o en el monto
de la inversión pública en educación superior. Estas limitaciones financieras
han hecho que las instituciones públicas tengan serias dificultades para
mantener los esfuerzos de investigación, al tiempo que han aparecido
universidades con fines de lucro que tienen poco interés en desarrollar
dichos esfuerzos.
Lo anterior ha generado la necesidad del establecimiento de alianzas,
acuerdos y convenios encaminados al apoyo interuniversitario para
desarrollar procesos de investigación tal como es mencionado por Laviña y
Mengual (2008, p. 91): “En el nuevo escenario de la Sociedad del
Conocimiento global, las universidades buscan, cada vez más, alianzas
estratégicas y fórmulas de cooperación interuniversitaria (redes,
asociaciones, consorcios, sociedades,…) que les doten de una mayor
capacidad de atraer y retener talento (tanto de estudiantes como de
profesores), una presencia internacional más destacada, un mejor
aprovechamiento de recursos y, en definitiva, una mayor capacidad de
competir en un panorama nacional e internacional cada vez más exigente”.
En conclusión, es de suma importancia para la universidad estrechar
las relaciones con otras universidades para generar investigación acorde a la
necesidad de los sectores productivos y la sociedad. De hecho, permite su
visibilidad y categorización ante la comunidad científica; el registro y
71
acreditación ante los entes legales y la generación de capital intelectual para
sus participantes.
2.1.1.4 Capital Digital
Para Tapscott (2000), el capital digital se forma cuando una
organización aprovecha la tecnología digital para crear valor promoviendo
una nueva plataforma de competencia y explotar al máximo el poder de las
redes de negocios o business webs (b-web); es una red de socios de
negocios, única pero flexible, debe tener al menos cinco participantes:
proveedores de servicio, productores, suplidores, empresas de
infraestructura y clientes; estos actores se enlazan mediante canales
digitales. Es decir, utilizan la Internet como su principal medio de
comunicación y transacción.
Siguiendo al mismo autor, El capital digital es el resultado de la
interconexión de los tres activos principales del conocimiento: el capital
humano, el capital relacional o cliente y el capital estructural; se fundamenta
en la utilización de las b-webs (Agoras, Agregaciones, Cadenas de valor,
Alianzas y Redes Distributivas). Sólo aquellas empresas que participen
activamente en la implementación de b-web tendrán ventajas competitivas
sostenibles.
El capital digital surge por la necesidad de la economía industrial de
buscar nuevas plataformas para la competencia, nuevas estrategias
72
creadoras de valor en el siglo XXI con el fin de dejar la dependencia de los
bienes y servicios físicos; la producción en masa, aliviar la escases; de los
elevados costos de movilizar las materias primas, fabricar, ensamblar los
bienes y entregarlos a sus destinos (Tapscott, 2000).
De hecho, la nueva economía tiene integrada muchos servicios y
productos (como software y distracción electrónica) no son tangibles pero se
basan en el conocimiento, mientras que el valor de los bienes físicos o
bienes tangibles depende del conocimiento incorporado a su diseño y a su
producción.
Castro (2009), complementa lo anterior afirmando que los activos
digitales no solo son las acciones de las páginas Web, sino que también son
las acciones de las empresas relacionadas con servicios y links afines al
Internet; estos intangibles digítales deben ser incluidos dentro del capital de
una organización debido a que la empresa invierte y aumenta su capital
cuando incrementa sus activos para la comercialización.
En ese sentido, las b-webs son un medio de acumular capital digital
(Medina, 2002, p. 12-16). El capital digital es el resultado de la interconexión
a través de internet de los tres tipos de activos de conocimiento básicos: el
capital humano, el capital-cliente o capital relacional y el capital estructural
(Bustos, 2008).
Acorde a lo anterior, se entiende el capital digital de una universidad
como el conjunto de recursos intangibles colocados a disposición de sus
usuarios por medio de la utilización del internet, las actividades de
73
transmisión de datos y documentos digitales, los contenidos multimedia, los
programas software, o el intercambio de productos y servicios online, entre
otras. Los activos digitales son aquellos que, ya tienen formato digital, o se
pueden digitalizar (Choi y otros, 1997). En su mayoría se trata de productos
basados en la información y el conocimiento que adicionan ventajas
competitivas en todos sus servicios. Para la investigación se destacan los
repositorios virtuales y las redes de conocimiento.
a. Repositorios Virtuales
Para Ochoa (2010), el termino repositorio proviene del latín
“repositorium” que significa armario o alacena. En español es definido como:
"Lugar donde se guarda algo"; en la informática es aplicado para designar los
depósitos de información digital o conjunto de documentos que conforman
una colección integral y autónoma clasificada y/o indexada. Es un espacio
virtual que almacena documentos de diversos formatos y procedencia,
ordenados según criterios específicos, que tienen como propósito almacenar,
preservar y difundir información digital, son accesibles desde Internet o una
Intranet. Se consideran instrumentos para la implementación del autoarchivo
y vehículos proactivos del acceso abierto, capaces de reunir la producción
intelectual de una disciplina o de una institución, constituyen una vía de
comunicación científica.
74
Oton (2006), apoya el anterior concepto al considerar un repositorio
como un almacén de recursos educativos o colección de recursos (objetos o
unidades de aprendizaje) que son accesibles a través de una red de
comunicaciones. Funciona como un sistema formado por una red de
microcomputadoras, aplicaciones y procedimientos que permiten almacenar
archivos y sus metadatos, que garantiza la identificación de los archivos,
funciones de gestión y su preservación, y facilita el acceso controlado y
estandarizado, con niveles adecuados de seguridad. Además, permite a los
autores publicar y difundir sus obras directamente, sin intermediarios
editoriales y a menor costo, y propiciar el buen uso de los recursos
informáticos y digitales (Ochoa y otros, 2010).
De igual manera, un repositorio virtual permite consolidar la producción
académica mediante la integración de colecciones digitales; preservar, usar y
diseminar los contenidos producto de las investigaciones realizadas por las
instituciones; la conservación y la distribución de recursos de aprendizaje
(Ochoa y otros, 2010). El objetivo de un repositorio es facilitar la reutilización
de recursos educativos, facilitando el acceso a los recursos almacenados en
el mismo. Los servicios que un repositorio de este tipo debe ofrecer al
exterior, están relacionados con la búsqueda de objetos de aprendizaje a
partir de metadatos, con el acceso a los objetos de aprendizaje localizados, o
con el almacenamiento de objetos de aprendizaje en el repositorio (Oton,
2006).
75
Se puede comparar un repositorio digital como una biblioteca digital en
la que se realizan intercambios entre sus contenidos. Pero tal argumentación
no es del todo correcta, ya que los gestores de una biblioteca digital tienen
como principal responsabilidad establecer dónde colocar los objetos, para
que el usuario pueda tener acceso a los mismos; mientras que los
repositorios han de ser vistos, principalmente, como almacenes de objetos
que son puestos a disposición de diferentes usuarios, en el momento y lugar
que éstos los soliciten (Otón, 2006).
a. Redes de conocimiento
En acuerdo con Lara (2008), las nuevas formas de relacionarse para la
gestión del conocimiento apuntan a la integración de diversos tipos de redes.
Definir lo que es una red resulta difícil porque se trata de una metáfora que
no se puede definir, pero la noción del término nos permite entender y
diseñar un nuevo modelo organizacional. Es una ruptura con los modelos
verticales para plantear relaciones horizontales; es el cambio de una
responsabilidad individual por un sentido de responsabilidad colectiva. La
noción de red está ligada al acto de solidaridad. La red puede configurarse a
partir del principio ‘alguien puede tener algo que requiero, y yo puedo tener
algo que alguien necesita’. Se trata de compartir recursos que son
necesarios para el logro de ciertos objetivos mediante el intercambio, lo que
76
justifica la pertenencia o membresía a una red. Las redes son asociaciones
secundarias entre individuos, grupos o instituciones que tienen una agenda
común en torno a intereses comunes: solución de problemas, cooperación y
solidaridad social, intercambio de información y conocimientos, transferencia
de tecnología, o bien compartir recursos e infraestructura.
Continuando con Lara (2008), las redes de conocimiento se relacionan
con el surgimiento de las redes científicas en los años setenta; de redes de
información en los ochenta, y solo hasta en los años noventa cuando se hace
más explícita la noción de redes de conocimiento. Son nuevas formas de
interacción social con el objetivo de potenciar los recursos y beneficios
derivados de la producción y aplicación del conocimiento producidos por los
actores de la red. Se refieren a las conexiones entre gente con base en lo
que conocen, cómo se organizan para compartir lo que saben y cómo toman
decisiones basados en lo que conocen. Son un mecanismo a través del cual
los datos y la información son transformados en conocimiento y acción.
La gestión del conocimiento sin redes de conocimiento es tan solo
procesamiento de datos. Las redes de conocimiento algunas veces tienen
como soportes la tecnología, pero no se reducen a la tecnología; son para
compartir, intercambiar, ilustrar y llevar a cabo acciones. Destaca en las
redes de conocimiento la asociación de individuos, grupos o instituciones que
tienen como propósito resolver problemas de manera colaborativa, además
de compartir los beneficios que resulten de su asociación (Lara, 2008).
77
Desde la visión anterior, Lara (2008), afirma que la característica
principal de las redes de conocimiento es el flujo de conocimientos a través
de la interacción social. Ahora bien, lo que convierte a un proyecto de
investigación colaborativa en red es el proceso de asociación con autonomía
relativa de sus entidades de origen, que los lleva a configurar una estructura
con sus propias normas de interacción, objetivos y metas bien definidos.
2.1.2 Enfoque del Modelo
Cobo (2006) analiza lo propuesto por Bueno (2003), al reunir la
tipología de los principales modelos que han intentado medir y gestionar al
capital intelectual desde la aparición del primer informe de Skandia (1.992)
sobre el tema, hasta la fecha. Divide los modelos en tres enfoques
predominantes en su evolución así:
1. Enfoque Financiero Administrativo. Se identifican con este enfoque
todos los modelos propuestos entre 1.992 a 1.998, entre ellos se encuentran
Navigator Of Skandia (1.992), Technology Broker (1.996), Canadian Imperial
Bank of Comerce (1.996), University Of Western Ontario (1.996), Intangible
Assets Monitor (1.997), Edvinsson, L. y Malone, M.S. (1.997), Stewart, T.A.
(1.997) y Dow Chemical (1.998).
2. Enfoque Estratégico-Corporativo. En este enfoque se encuentran
incluidos los modelos generados entre 1.997 al 2.001, forman parte de este
78
enfoque los modelos Atkinson (1.997), Roos (1.997), Intelect (1.997),
Intellectual Capital Model (1.998),Dirección Estratégica por Competencias:
Capital Intangible (1.998), ABC-cluster del conocimiento (2.000) e IBCS
(2.001).
3. Enfoque Social-Evolutivo. En este enfoque se incluyen los modelos
desarrollados desde el año 2000 al 2005, en él se incluyen los modelos
American Society For Training and Development “ASTD” (2.000), NOVA
(2000), KMCI (2.001) el modelo Intellectus (2.003).
En apoyo a lo anterior, Cobo (2006), clasifica los modelos de capital
intelectual teniendo en cuenta la orientación de sus componentes así: en los
modelos propuestos entre 1.992-1.998 los componentes o “Capitales” son
no armonizados, toman como base los activos intangibles y competencias de
la organización. En los modelos propuestos entre 1.997 al 2.001, sus
Componentes son armonizados, están constituidos por el capital Humano,
capital Estructural y capital Relacional. A partir del año 2000 en adelante, los
componentes son armonizados y han evolucionado debido a la dinámica de
las organizaciones en su entorno.
2.1.2.1 Financiero Administrativo
Este enfoque es de clara influencia contable, los modelos identificados
con esta propuesta responden a distintas demandas para medir e informar
79
sobre el capital intangible o sobre los activos intangibles de las
organizaciones que el mercado reconoce, pero no la contabilidad tradicional;
presentan heterogeneidad y ausencia de lógica teórica (Bueno, 2008). De
igual forma, están identificados con los informes de activos intangibles,
informes que en las memorias anuales de las empresas complementan los
balances y cuentas sobre resultados de los activos tangibles de dichas
empresas. En general, se utilizan los mismos modelos y metodologías para
la generación de informes de activos intangibles y para la gestión de dichos
activos (Viedma, 2002).
Para Bueno (2008), los modelos de este enfoque ponen en evidencia la
necesidad de contemplar la empresa desde diferentes perspectivas para la
consecución del éxito en el contexto de una economía internacionalizada y
globalizada. Tratan en definitiva de identificar los activos intangibles de la
empresa para de alguna manera valorarlos y contabilizarlos y así poder
complementar los balances económico-financieros con otra especie de
balances que se pueden denominar de intangibles (Viedma, 2002).
Igualmente, Rivas (2011), afirma que el principal aporte de esta etapa
se basa en revelar e identificar la importancia de los Activos Intangibles o
capital intelectual y el desarrollo de indicadores y modelos, con el objetivo
de mejorar su gestión. Sin embargo muestra una falta de acuerdo
teórico en los tipos de capital intelectual y los indicadores de medición
utilizados, así como el abuso de los indicadores. En consecuencia el marco
teórico de esta etapa dificulta medir el impacto financiero de las empresas,
80
éstos indicadores son una mezcla de índices financieros y no financieros,
sin considerar la relación entre ellos ya que en la realidad están
combinados para lograr agregar valor y principalmente las mediciones tienen
un enfoque al conocimiento, al control y a los beneficios que puedan obtener
al futuro.
Para efectos de esta investigación el predominio de un enfoque
financiero administrativo en las universidades corresponde a la valoración y
visualización de intangibles en los estados contables durante un periodo
presupuestal.
2.1.2.2 Estratégico corporativo
Para Bueno (2008), los modelos generados con este enfoque inician el
proceso de madurez del concepto capital intelectual; están centrados en una
perspectiva estratégico-corporativa en los que se va produciendo una
armonización de los componentes o “capitales” que lo integran, superando la
heterogeneidad y ausencia de lógica teórica de la etapa inicial. Los modelos
de este enfoque proponen una estructura organizativa formal e informal, a los
métodos y procedimientos de trabajo, al software, a las bases de datos, a los
sistemas de I+D (investigación y desarrollo), a los sistemas de dirección y
gestión, y a la cultura de la empresa. Estos activos son propiedad de la
empresa y algunos de ellos pueden protegerse legalmente (patentes,
81
propiedad intelectual, etc.). A estos activos se les denomina también capital
estructural (Viedma, 2002).
De la misma manera, Rivas (2011), menciona que en esta etapa el
capital intelectual es considerado como elemento necesario a los
recursos (tangibles e intangibles) y a las capacidades de incluir en la
planeación de la empresa y con ello darle sustento en su importancia en los
planes operativos y estratégicos de la empresa, los autores muestran un
interés por diseñar indicadores para involucrarlo como un modelo de
gestión, destacando los modelos regionales y por países, continuando
con el uso de indicadores que tienen relación a los objetivos definidos, sin
poder demostrar su relación a los resultados y comunicación externa .
2.1.2.3 Social Evolutivo
En este enfoque los modelos presentan madurez del concepto y
evolución en los componentes que lo constituyen son dinámicos como el
Social, Cultural, de Innovación o de Emprendimiento, entre otros (Bueno,
2008).
Más que identificar indicadores y modelos de medición, los modelos
implementados bajo este enfoque identifican los activos que son
estratégicamente importantes y que se encuentran contenidos en sus
competencias clave, los que permiten a la compañía otorgar beneficios a los
82
consumidores, son únicas y agregan potencial para abarcar un mayor
número de mercados.
2.1.3 Modelo Intellectus - Modelo ARC IC Report
Un modelo supone solamente una simplificación de la realidad que nos
debe ayudar a comprender y prever el comportamiento de los sistemas
analizados; Su valor reside en la facultad que el modelo tenga para
interpretar como funciona esa realidad. Así, un modelo puede ser tanto una
imagen, como un esquema o un simulador informático (Seguí, 2007). De
igual forma, Lerones (2007), los trata como los objetos transitorios con los
que podemos instruirnos sobre la realidad observada, son utilizados para
entender mejor situaciones de la vida real (Krugman, 2008).
Un modelo de capital intelectual es aquel que pretende identificar y
medir los recursos intangibles desarrollados en una organización. Éste se
diseña en función de los criterios que, en un momento determinado, permitan
medir los intangibles y establecer su valor. Bajo este sentido, Se trata de
modelos estáticos ya que describen y valoran los activos intangibles de la
organización en un momento determinado (Seguí, 2007).
Referente a lo anterior, para una Universidad o centro de investigación,
Bueno (2003), en su modelo intellectus, lo analiza como el stock o valor de
un intangible determinado en un momento concreto del tiempo. Puede
expresarse o no en términos financieros y representa un activo capaz de
producir un valor o riqueza a su propietario (noción estática). La noción
83
dinámica corresponde a todas las acciones o procesos basados en
conocimientos o aplicación del intelecto de todo tipo que implican la
asignación y gestión de recursos destinados a adquirir o desarrollar
internamente nuevos recursos intangibles, aumentar el valor de los recursos
ya existentes evaluar y controlar los resultados de los dos tipos de
actividades anteriores.
Acorde con Seguí (2007), Durante la última década, la dinámica
empresarial ha generado numerosos modelos para la gestión del capital
intelectual. Lo común de todos ellos es la clasificación que realizan de los
componentes del capital intelectual según su naturaleza como son capital
humano, capital estructural y capital relacional.
En ese orden, para efectos de esta investigación se han tomado los
modelos Intellectus y ARC IC Report o Modelo de capital intelectual del
Consejo de Investigación austriaco los cuales proponen un enfoque dinámico
y diferenciador de los componentes capital relacional, capital humano y
capital social direccionado al análisis en universidades y organismos públicos
de investigación (Bueno, 2003) y organizaciones intensivas en investigación
(Rojas, 2009); (Bustos, 2008). A continuación se analizan las características
relevantes de estos modelos.
1. Modelo Intellectus. Es un modelo evolutivo de Capital Intelectual,
basado en el Capital Social. El Capital Social se incorpora al modelo con un
papel dinamizador y benefactor para la organización. Sin este Capital Social
la innovación, el compartir conocimiento y la propia productividad pueden
84
verse debilitadas. El modelo posee tres componentes principales: Capital
Humano, Capital Estructural y Capital Relacional. El Capital Estructural, a su
vez, esta compuesto por el Capital Organizativo y el Capital Tecnológico. El
Capital Relacional se subdivide en el Capital Negocio y el Capital Social
(Bueno, 2003).
El Capital Estructural y el Capital Relacional se dividen por la evolución
de los conceptos involucrados y por la observación de la emergencia de
determinadas prácticas, consideradas como relevantes y pioneras en materia
de Gestión del Conocimiento. El modelo tiene las característica de ser
sistémico, abierto, dinámico, flexible, adaptativo e innovador (Cobo, 2006).
Los recursos integrados en las distintas clases de Capitales mencionados, le
permiten a las Universidades y Organizaciones Publicas de investigación
llevar a cabo diferentes procesos de investigación con importantes variantes
derivadas de las diversas tradiciones científicas seguidas en las áreas de
conocimiento. Los resultados de investigación serán, Producciones
científicas; Valoración social de su institución e Incremento del Capital
Intelectual de su institución entre otros (Bueno, 2003).
2. ARC IC Report: Modelo de capital intelectual del Consejo de
Investigación Austriaco. Es un modelo orientado a procesos, diseñado para
mostrar el proceso de producción del conocimiento y los flujos de
conocimiento de una organización de investigación. Surgió en el 2002
cuando el Parlamento Austriaco decidió que sus universidades deberían ser
85
obligadas en un futuro a publicar sus reportes de capital intelectual (Bustos,
2008).
Este modelo tiene como insumo la filosofía de la organización (visión y
metas corporativas), lo cual alimenta a las metas u objetivos de
conocimiento. Estos objetivos determinan el marco para la explotación del
capital intelectual, los procesos de conocimiento (los proyectos de
investigación contratados y la investigación independiente) y resultados
intangibles, que pueden ser de orden financiero y no financiero (Ben-
Simchon, 2005).
El modelo está estructurado en cuatro partes para visualizar el proceso
de producción del conocimiento, consiste en las metas, el capital intelectual,
los procesos de desempeño y los impactos (Bustos, 2008). Se basa en datos
cuantitativos y cualitativos (incluyendo historias o relatos y metáforas) que se
interpretan. Ofrece al mismo tiempo el marco para el análisis. Los
indicadores utilizados dentro de la organización para la gestión de la calidad,
la gestión de la investigación, gestión de proyectos, desarrollo personal, etc.
pueden dar una primera base para el desarrollo de indicadores específicos
(Ben-Simchon, 2005).
A tenor de esta investigación se analizan el capital humano, el capital
social, el capital relacional y el capital estructural teniendo en cuenta las
características que aportan el enfoque de los dos modelos anteriores al
capital intelectual en las universidades.
86
2.1.3.1 Capital humano
Bueno (2003, p. 18), define el capital humano como al conocimiento
(tácito y explícito) que poseen las personas y equipos, útil para la entidad o
usado por la organización sobre la base de los contratos explícitos o
implícitos existentes entre aquellas y ésta, así como la capacidad de poder
regenerarlo. Esto es, la capacidad para aprender; pertenece principalmente a
las personas puesto que el conocimiento reside en ellas. Lo cual deja ver la
autonomía de la persona en decidir libremente la adquisición de
conocimientos sin dejar de lado la necesidad de un incentivo por hacerlo.
Hacia las universidades, Bueno (2003, p. 18), lo define como el
conjunto de conocimientos y capacidades que dominan los miembros que las
componen (profesores, investigadores, doctorandos, becarios y otro
personal). Dichos conocimientos, y gran parte de las capacidades, se
adquieren mediante procesos de educación (formal e informal),
comunicación, socialización, reciclaje y actualización de los saberes
asociados a la actividad desempeñada.
De esta manera, el proceso de cualificación de cada uno de sus
miembros, incentivado por sus directivos, actúa en efecto sinérgico hacia el
crecimiento intelectual de su cuerpo académico. El Modelo de Capital
Intelectual para las universidades austriacas estudia el capital humano
teniendo en cuenta los procesos de desempeño de investigadores y los
procesos de educación o formación de investigadores (Bustos, 2008).
87
a. Investigadores
Para poder entender el que hacer investigativo se debe conocer e
interpretar el concepto sobre investigación; Vieytes (2004. p. 24), afirma que
la investigación es acción y es producto. Acción de los sujetos, que
construyen el conocimiento con diversos grados de autonomía. Producto que
se formaliza en discursos institucionales, los cuales a su vez son condición y
oportunidad para la acción de los investigadores. El concepto anterior se
puede ampliar teniendo en cuenta la investigación como un proceso de
obtención sistemático de respuestas exactas a las preguntas significativas y
pertinentes, utilizando para ello el método científico de acumulación e
interpretación de información; no es solamente observa o acumular datos; No
es solo experimentar o llegar a los hechos. Eyssautier (2000, p. 120)
Así, para Tejada (2009), La tarea del investigador docente es motivar y
transmitir el espíritu investigativo en el alumno, es el responsable de generar
las condiciones para que el sujeto en formación sea capaz de transformar la
realidad en datos aprehensibles y cognoscibles. Se trata de hacer de la
docencia y la investigación dos actividades complementarias, con el objetivo
de formar sujetos críticos capaces de incorporarse a la sociedad y
transformarla.
En ese mismo orden de ideas Novalsky, (1990, p. 61- 62), citado por el
mismo autor, plantea que la investigación para la docencia se entiende como
88
la propuesta de acciones reflexivas sobre el quehacer docente, propuesta
que insiste, entre otros, en la formación del maestro a partir del análisis de su
práctica. Implica un acceso a la administración del saber, por la vía de la
indagación, en un proceso que integra la adquisición de conocimientos, la
detección de errores y la transformación de concepciones y ejercicios
relacionados con las tareas de enseñanza y aprendizaje, mediante una labor
de análisis de los docentes sobre la importancia de su tarea, de una
definición personal de los alcances y límites de su responsabilidad y de una
reflexión de sus funciones y ejercicio. Así mismo, la investigación para la
docencia aborda el estudio de problemas y fenómenos relacionados con la
transmisión del saber y son múltiples los enfoques desde los cuales lo hace.
En ese sentido, es necesario que el sujeto salga de sí mismo,
abandone la subjetividad, para poder realizar su intención de comprender
como es el objeto, de aprehenderlo. Este acercamiento del investigador
hacia su objeto puede considerarse como la operación fundamental, la
esencia misma de la investigación, pues es el que lo vincula con la realidad,
el que le permite conocerla (Álvarez, 2001, p. 2).
Lo anterior permite definir como investigador a toda persona que
realiza en forma habitual trabajos de investigación de alto nivel en cualquiera
de las ciencias. Investigador científico si las investigaciones están orientadas
a las ciencias naturales y tecnológicas e investigador social si sus
investigaciones están orientadas a las ciencias humanas. Su perfil debe ser
el de un profesionista con un amplio rango de experiencia; de pensamiento
89
divergente y convergente para observar la situación desde distintos ángulos
y puntos de vistas; dando unas soluciones viables y seleccionadas.
(Eyssautier, 2000, p. 120).
b. Incentivos a la investigación
El Banco Mundial define una metodología para la valoración del
conocimiento donde analiza por medio de distintos indicadores una serie de
76 variables agrupadas en cuatro áreas clave para el desarrollo de una
economía basada en el conocimiento en la cual define para centros de
investigación, universidades, consultoras y otras organizaciones la necesidad
de contar con un régimen institucional y económico que provee incentivos
para el uso eficiente del nuevo y del existente conocimiento y el florecimiento
del espíritu emprendedor (Rojas, 2009)
Acorde a lo anterior, Sánchez (2007), manifiesta la necesidad de el
diseño de una política de recursos humanos que vaya más allá de la
contratación y el pago de salarios, dotada de una mayor flexibilidad y capaz
de crear un sistema de incentivos para premiar, de alguna manera, la calidad
y la excelencia en la investigación y en la docencia. La autonomía
institucional en este aspecto es vital para una transformación real de la
universidad. De igual forma, Bueno (2003), afirma que los incentivos
económicos, y reconocimientos actúan como un nexo de unión entre los
diferentes componentes del Capital Intelectual, ya que tienen asociaciones
90
elevadas con otras variables pertenecientes, teóricamente, a los
componentes Capital Relacional y Estructural. Por tanto, podría esperarse de
tales incentivos un cierto efecto multiplicador sobre ciertos componentes y
variables del Capital Intelectual.
En ese orden, ante los retos que presentan las Instituciones de
Educación Superior, se hace necesario que América Latina tome en cuenta
dentro de su política de investigación el involucramiento y la participación de
los gobiernos, el sector productivo, la comunidad académica-científica y otros
sectores que puedan coadyuvar con el fomento de la investigación y
desarrollo, ya que esto contribuiría al desarrollo humano sustentable de los
países de América Latina y el Caribe. Se hace necesario promover y motivar
en la comunidad académica de las universidades el desarrollo de vocaciones
científicas y tecnológicas (Tejada, 2009).
Para efecto de esta investigación se considera incentivo a la
investigación como todo aquel reconocimiento económico, reconocimiento
escrito, de status o categorización que recibe un investigador independiente
de su salario por realizar investigación y obtener producción científica a partir
de ella.
2.1.3.2 Capital Social
Bueno (2003, p. 22) y Rojas (2009, p. 94), lo define como el valor que
representa para la organización las relaciones que ésta mantiene con los
91
restantes agentes sociales que actúan en su entorno, reflejado acorde al
nivel de integración, compromiso, cooperación, cohesión, conexión y
responsabilidad social que se establece con la sociedad. Está compuesto por
los siguientes elementos: las relaciones con las Administraciones Públicas,
las relaciones con medios de comunicación e imagen corporativa, las
relaciones con la defensa del medio ambiente, las relaciones sociales y la
reputación corporativa.
Para las instituciones de educación superior el Capital Social es
esencial para el desarrollo correcto de las metodologías aceptables y está
constituido por variables como Participación en Reuniones Científicas;
Pertenencia a Sociedades Científicas y Participación en Grupos de
Investigación Bueno (2003 pp 20).
a. Integración con la Comunidad Científica
La Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), establece en el
artículo 20: “Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de
asociación pacíficas”. De igual manera, la Constitución Política de Colombia
en el artículo 38 plantea: “Se garantiza el derecho de libre asociación para el
desarrollo de las distintas actividades que las personas realizan en
sociedad”.
Es decir, que cualquier grupo de personas relacionadas por la afinidad
de su ejercicio profesional pueden organizarse en Asociación
92
Científica con objetivos específicos que propendan por el desarrollo de la
profesión y el bienestar de sus asociados.
Según Piñeiro (2005, p. 1), Inicialmente el conocimiento científico fue
creado por grupos de hombres de especial inquietud intelectual y transmitido
fundamentalmente a través de documentos escritos, algunos con una
antigüedad de más de 4.000 años. Más tarde, las escuelas y las
universidades medievales fueron las principales responsables de la
conservación de estas obras y del fomento de la actividad científica. Desde el
Renacimiento, la labor científica fue compartida por instituciones constituidas
por aquellos interesados en el intercambio de sus conocimientos,
denominadas sociedades científicas.
En ese orden, García (2007, p. 26-27), infiere que las sociedades
científicas se constituyen como grupos de profesionales afines a una misma
especialidad y cuyo objeto fundamental es la promoción de la misma. No se
deben ver como sindicatos pues las primeras se centran en aspectos
relacionados con la mejora de la competencia profesional y los aspectos
éticos de desarrollo de la especialidad, mientras que los sindicatos se
concentran fundamentalmente en las mejoras de carácter laboral.
El mismo autor menciona los siguientes objetivos y actividades que se
pueden desarrollar: optimización de prácticas de la especialidad; fomentar el
mantenimiento y mejora del nivel científico de la especialidad; contribuir al
desarrollo profesional, orientando y asesorando a los especialistas y
colaborar con otras organizaciones que pueden contribuir a sus fines.
93
Miján (2007. P. 22), confirma lo propuesto anteriormente al mencionar
que las sociedades científicas encuentran su razón de ser en la titulación
específica de sus miembros, cerrando en este concepto la razón de
participación en las mismas.
De igual forma, Bueno (2003, p. 47), afirma que la participación en
reuniones científicas tiene una asociación elevada y positiva con la
pertenencia a sociedades científicas, de modo que se puede concluir que, a
medida que aumenta la participación en reuniones científicas, crece la
pertenencia a sociedad científicas y viceversa.
Los conceptos anteriores, permiten definir a la Integración con la
Comunidad Científica, en el contexto universitario, como la interacción de los
programas de formación desde cada una de sus áreas disciplinares con
grupos de profesionales externos, reconocidos y visibles ante la comunidad
científica y la sociedad; con el fin de socializar avances en áreas de acuerdo
común y direccionar posibles rutas de profundización.
a. Desarrollo de Proyectos de Impacto Social
Crespo (2010, p. 13), se refiere a los proyectos sociales como una de
las formas de satisfacer los deseos y necesidades, aspiraciones y
potencialidades de una comunidad determinada, que permita modificar una
situación presente o actual en una situación futura que contribuya a su
progreso y al de su entorno. Es decir, un conjunto de actividades
94
interrelacionadas a ser llevadas a cabo bajo una gerencia unificada, para
logar un objetivo específico, en un plazo determinado mediante la utilización
de recursos.
Igualmente, Cohen y Martínez (CEPAL), desde el punto de vista social,
afirman que un proyecto es la unidad mínima de asignación de recursos, que
a través de un conjunto integrado de procesos y actividades pretende
transformar un escenario de la realidad, disminuyendo o eliminando un
déficit, o solucionando un problema. El mismo autor, propone las siguientes
condiciones para cumplir con lo anterior:
Definir el, o los problemas, que se persigue resolver
Tener objetivos de impacto claramente definidos
Identificar a la población objetivo a la que está destinado el proyecto
Especificar la localización espacial de los beneficiarios.
Establecer fecha de comienzo de finalización.
En conclusión, Para las universidades, El Desarrollo de Proyectos de
Impacto Social se refiere a la realización o participación de su cuerpo
académico en trabajos de innovación realizados en torno a convocatorias
internas o externas a la universidad, de forma independiente o en
colaboración con otros agentes con el fin de ejecutar proyectos que
contribuyen al mejoramiento del sector productivo o las condiciones de vida
de la población. Lo que le otorga a la universidad un valor agregado
intangible en el medio donde se desenvuelve.
95
2.1.3.3 Capital Relacional.
Según Bueno (2003, p. 22), el Capital relacional es el valor agregado
para la organización, producto de las relaciones con los principales agentes
vinculados a su proceso de actividad básica (en este caso la investigación).
Para las organizaciones, se compone de seis elementos básicos: las
relaciones con clientes, las relaciones con proveedores, las relaciones con
accionistas, instituciones reguladoras e inversores, las relaciones con
aliados, las relaciones con competidores y las relaciones con instituciones de
promoción y mejora de calidad. Para las universidades, los elementos serían:
la colaboración con empresas y otras instituciones públicas para la
realización de proyectos de investigación.
El Modelo de Gestión del Capital Intelectual para las universidades
austriacas analiza el capital relacional tomando como base los procesos de
comercialización del conocimiento y los impactos de la investigación en el
medio socio productivo donde se desarrollan las universidades o centros de
investigación (Bustos, 2008).
Para Tejada (2009) el impacto de la investigación Se refiere a los
logros y aportes científicos de las investigaciones realizadas y cómo éstos
han sido puestos a la luz pública, con el objetivo de contribuir al
mejoramiento de la ciencia y el desarrollo humano, social, económico y
tecnológico de los países.
96
a. Impacto de la investigación
Para Tejada (2009) el impacto de la investigación Se refiere a los
logros y aportes científicos de las investigaciones realizadas y cómo éstos
han sido puestos a la luz pública, con el objetivo de contribuir al
mejoramiento de la ciencia y el desarrollo humano, social, económico y
tecnológico de los países.
En otras palabras, es la aplicación benéfica de la investigación para
lograr resultados sociales, económicos, ambientales y/o culturales. El
impacto de la investigación podría dividirse en dos ámbitos diferentes: el
académico y el social; usualmente se separan estos dos ámbitos claramente
tratando de diferenciar la calidad misma de la investigación del beneficio que
produce en la sociedad (Universidad Nacional de Colombia, UNAL, 2010, p.
27).
Con respecto a lo anterior, COLCIENCIAS (2006), aclara que los
impactos de proyectos de investigación no necesariamente se logran al
finalizar el proyecto, ni con la sola consecución de los resultados/productos.
Generalmente se logran en el mediano y largo plazo, como resultado de la
aplicación de los conocimientos o tecnologías generadas a través del
desarrollo de una o varias líneas de investigación en las cuales se
desarrollan los proyectos. En consecuencia, para este estudio, los impactos
de la investigación en las universidades son los efectos de la aplicación de
los resultados de la investigación en lo académico, social, ambiental,
97
económico, científico, tecnológico, político, cultural, entre otros. Logrados en
corto, mediano y largo plazo; de los cuales la universidad tiene evidencias y
reconocimiento en su entorno de esos impactos.
b. Comercialización del conocimiento
Para Trujillo (2007), el carácter monopólico que tenían las
universidades en la producción de conocimiento les daba cierta resistencia
ante el cambio. Sin embargo, la participación de nuevos actores en la nueva
forma de producción del conocimiento ha propiciado una redistribución del
poder en la generación del mismo, donde las universidades dejan de ser
monopolio debido a la entrada de otros actores provenientes del sector
productivo, laboratorios, instituciones gubernamentales, entre otros. La
universidad ha comprendido la necesidad de vincularse al sector
empresarial, debido a la nueva dinámica de comercialización del
conocimiento.
De esa manera, La generación de conocimiento aplicado se convierte
en un factor determinante para la obtención de recursos y la financiación de
los programas de investigación universitarios. La vinculación entre academia
y empresa se convierte en un medio para que el conocimiento adquiera su
valor comercial, para que sea recuperado como recurso fundamental del
desarrollo económico (Gutiérrez, 2004).
98
Lo anteriormente expuesto permite definir a la comercialización del
conocimiento como la transferencia del capital intelectual y del know-how
entre organizaciones con la finalidad de su utilización en la creación y el
desarrollo de productos y servicios viables comercialmente. Dado que es
muy difícil que las empresas puedan poseer todos los conocimientos
necesarios en un centro de interés, en un momento dado, éstas pueden
acceder al conocimiento necesario a través de la compra a terceros,
generalmente una universidad, centro público de investigación o centro
tecnológico, a través de servicios, tecnología, o investigación (Rubiralta,
2003, p. 29).
2.1.3.4 Capital Estructural.
Para Seguí (2007, p. 104), el capital estructural está comprendido por
procesos organizativos, los procedimientos, los sistemas, la cultura y las
bases de datos, entre otros. Algunos de los elementos anteriores pueden
protegerse legalmente y generar derechos de propiedad intelectual o
industrial, derechos de autor o patentes. La flexibilidad en los procesos
organizativos, el manejo de documentación, la utilización de las TIC y la
capacidad de aprendizaje organizativo son algunos ejemplos de sus
componentes.
En ese orden, Ramírez (2007, p. 141) profundiza al definirlo como la
capacidad de las organizaciones para integrar sus competencias en nuevos y
99
flexibles métodos, así como desarrollar competencias cuando éstas son
requeridas; representa la dinámica de los distintos componentes productivos,
los cuales producen valor al tiempo que determinan la eficiencia y la propia
capacidad de innovación de la empresa.
En el mismo sentido, el capital estructural corresponde a todas aquellas
acciones y procedimientos que buscan capitalizar el capital humano. La
mayor parte de ese conocimiento no está formalizado, se encuentra más
bien distribuido a lo largo de toda la empresa en forma de actividades
rutinarias organizativas y reflejadas en los principios y valores que conforman
su cultura empresarial. (Ramírez, 2007, p. 141).
Para efectos de esta investigación se considera a los procesos
organizativos y a la infraestructura básica como componentes primordiales
para desarrollar el capital intelectual desde la investigación en las
universidades publicas.
a. Procesos Organizativos
Para Miles y Quintillán (2005, p. 16), el conocimiento se puede
documentar y compartir por medios físicos (papeles, fotos) o electrónicos
(sistemas informáticos). Pero es diferente el generar instancias donde se
fomente el intercambio de conocimiento, como reuniones, discusiones en
grupo, trabajo en equipo y crear un “ambiente de trabajo” donde las personas
se sientan deseosas de compartir sus experiencias y conocimientos, lo cual
100
debe ser totalmente voluntario. De esta forma, el conocimiento queda
explicitado en la cultura y en la “forma de hacer”. En consecuencia, los
depósitos del Capital Estructural pueden ser físicos, electrónicos o culturales;
pero sin dejar de lado la sistematización por cada etapa incluida en el
proceso para lograrlo.
En el mismo sentido, Sánchez y otros (2007, p. 105), incluye en el
capital organizativo el valor generado por la estructura interna de la empresa
y el cómo se desarrollan las operaciones y procesos que tienen lugar dentro
de ella. Así, se entiende que forman parte de este capital los procesos
internos, las formas organizativas, los flujos de información o la propia cultura
de la empresa.
A partir de lo expuesto por Bueno (2003, p. 51), refiriéndose a los
Procesos de organización formales e informales como los encargados de
configurar estructuras explícitamente definidas y desarrollar pautas de acción
que establecen formas de trabajar y fomentan la innovación; esta
investigación, toma como procesos a todas aquellas actividades o acciones
organizativas que permiten crear y desarrollar capital intelectual desde la
investigación en las instituciones de educación superior.
b. Infraestructuras Básicas
McElroy (2002) citado por Alama (2008, p. 73 y 84), se refiere a las
infraestructuras como cualquier otro tipo de soporte para que el capital
101
humano desarrolle adecuadamente su trabajo; allí se incluyen todos aquellos
activos que constituyen la plataforma que permite trabajar de manera eficaz y
eficiente a los recursos humanos de la organización.
En ese sentido, la organización debe ofrecer la infraestructura
necesaria para que el investigador logre efectividad, mediante la generación
y desarrollo de procesos y de una cultura pero con la utilización de una
tecnología para capturar, analizar, sintetizar, aplicar, valorar, distribuir y dar a
conocer el conocimiento de forma sistemática.
De igual forma, Lerones (2007, p. 324) analiza la necesidad de contar
en las organizaciones con la existencia de infraestructuras de apoyo a la
I+D+i, especialmente en tejidos industriales y productivos, este indicador
refleja el esfuerzo de la organización en invertir en productos, procesos,
modificaciones y se hace esencial en cualquier proceso, procedimiento o
actividad para le generación de capital intelectual.
Para esta investigación, se toma como infraestructura básica, a todos
aquellos recursos materiales propiedad de las Instituciones de Educación
Superior, que sirven de soporte a los Docentes y Estudiantes para optimizar
su rendimiento intelectual y con ello, generar capital Intelectual desde la
Investigación, tales como, capacidad instalada en cuanto a edificios,
laboratorios y ampliaciones estructurales destinadas para este fin.
102
3. Sistemas de Variables
3.1. Definición Nominal
Variable Capital intelectual
3.2. Definición Conceptual
Capital intelectual. Todos aquellos activos intelectuales o de
conocimiento de naturaleza intangible (conocimientos poseídos por las
personas, talento, ideas, invenciones, patentes, sistemas, aplicaciones y todo
tipo de trabajo creativo) que se puedan identificar, definir, y medir; que son
de uso específico, concreto de la organización e idiosincrásicos para el
sujeto de conocimiento estudiado (Bueno, 2003, p. 13).
4.3 Definición Operacional
Capital intelectual. Conjunto de activos intangibles generados por la
dinámica del conocimiento de las personas que conllevan a la generación de
valor agregado, ventajas competitivas y ventajas sostenibles para la
organización; sus grupos o equipos de trabajo y al individuo como tal; las
cuales no se reflejan en los estados financieros o contables pero si permiten
103
su visibilidad y competitividad a largo plazo en la comunidad científica o el
entorno donde se desarrollan.
La Variable Capital Intelectual se operacionaliza por medio de las
siguientes dimensiones:
Componentes. Constituida por las subdimensiones: Capital Humano,
Capital estructural, Capital relacional y Capital Digital. Trabajando los
indicadores: Formación de investigadores, Interacción entre investigadores,
Recursos financieros disponibles, Dotación tecnológica, Relaciones con
empresa para desarrollar investigación, Relaciones con otras universidades
para desarrollar investigación, Repositorios Virtuales y Redes de
conocimiento.
Enfoque del modelo. Se maneja tomando como base los indicadores,
Financiero administrativo, Estratégico corporativo y Social evolutivo.
Modelos Intellectus y ARC IC Report. A partir de las Subdimensiones,
Capital humano, Capital Social, Capital Relacional y Capital Estructural.
Donde se analizan los indicadores, Investigadores, Incentivos a la
investigación, Integración con la Comunidad Científica, Desarrollo de
Proyectos de Impacto Social, Impacto de la investigación, Comercialización
del conocimiento, procesos organizativos e infraestructuras básicas.
Desde lo anterior, se pretende proponer un modelo de capital intelectual
para la investigación en universidades públicas de la Costa Caribe
colombiana. La operacionalización de la variable de estudio se refleja en el
cuadro siguiente:
104
Cuadro 1 Operacionalización de la Variable
Objetivo General Proponer un modelo de capital intelectual para la investigación en universidades públicas de la costa caribe colombiana
Objetivos Específicos
Variable Dimensiones Subdimensiones Indicadores Autores
Caracterizar los componentes del capital intelectual utilizados para la investigación en las universidades públicas de la costa caribe colombiana
Capital Intelectual
Componentes
Capital Humano
Formación de investigadores Interacción entre investigadores
Eduardo Bueno Campos (2003) Antonio Cobo Jiménez (2006) Eduardo Bustos Farías (2008) Don Tapscott (2000)
Capital estructural
Recursos financieros disponibles Dotación Tecnológica
Capital relacional
Relaciones con empresa para desarrollar investigación Relaciones con otras universidades para desarrollar investigación
Capital Digital
Repositorios Virtuales Redes de conocimiento
Identificar el enfoque del modelo aplicado para la investigación en las universidades públicas de la costa Caribe de Colombia
Enfoque del modelo
Financiero administrativo Estratégico corporativo Social evolutivo
Describir los componentes de los modelos Intellectus y ARC IC Report presentes en el capital intelectual para la investigación en las universidades públicas de la costa Caribe Colombiana.
Modelo Intellectus Modelo ARC IC Report
Capital humano
Investigadores Incentivos a la investigación
Capital Social
Integración con la Comunidad Científica Desarrollo de Proyectos de Impacto Social
Capital Relacional
Impacto de la investigación Comercialización del conocimiento
Capital Estructural
Procesos Organizativos Infraestructuras Básicas
105
Diseñar un modelo de capital intelectual para la investigación en las universidades públicas de la costa Caribe Colombiana
Se formulara en función de los resultados obtenidos
Fuente: Elaboración propia (2012)
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