editorial - congregatio passionis jesu christi · 17 respuesta de un padre ... pero no soy ex-perto...

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Editorial

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SUMARIO

3 EditorialMario Melgosa

5 Canto a un amigoEnrique Ordiales

8 La noche, día de los jóvenesClemente Sobrado

10 El 11 de octubreM. Melgosa

12 Niños con disciplinaConcepción Luengo

14 Experiencias personales Esther Marín

16 Formar para mejor servirSanxao

17 Respuesta de un padreJavier Esparza

21 La calidad empieza... Jesús Prieto

22 No han vuelto todosGema Sáez

24 Viñetas pasionistasZenón Urigüen

25 Un acontecimiento importanteMari Jose Laña

26 Nuevo curso a la vistaPedro Mª Zalbide

28 Fe y VidaPablo J. Ginés

30 GaliciaRosendo Díaz

32 EuskeraJoxemari Arzalluz

33 Martzel Andrinua

34 Virutas

a ha pasado la tormenta publicitaria. Pero latormenta nos ha dejado un paisaje de rostros

curiosos y comentarios muy variopintos; un ma-terial para algunas reflexiones, desde la inculturaa flor de labios de esa mujer que sale en TV pro-nunciando “ekke homo”, a la buena Cecilia que,con su devota y generosa intención –como la ve-rónica- quiso limpiarle el rostro a Jesús.

No me pongo en el tribunal de los peritos de lapintura de pincel o de brocha gorda: aprecio y ad-miro el arte, y al arte exijo arte; pero no soy ex-perto y de lo que sé poco, me gusta más pregun-tar que hablar. He de confesar que he terminado“admirando” a Cecilia con su “Ecce Homo”. Vuel-vo a decir que no juzgo con los cánones del artela obra que le ha salido a esta señora de 80 añosque, para más inspiración, tiene un hijo deficien-te. Después de todo, el “Ecce Homo”, si quiereser fiel a su original histórico, ha de ser el rostrode un hombre bueno desfigurado por los golpes,sin belleza, de horror, ante quien se vuelve el ros-tro para llorar.

Ya sé que hasta las escenas más horrorosaspueden pintarse y ser admiradas como obras dearte, por ejemplo la inmortal pintura de “Los fusi-lamientos del 2 de mayo”, de Goya, o la macabradel “Saturno devorando a sus hijos”. El arte espalabra y en el interior de cada persona resuenaa su manera. Y por hablar del horroroso Saturno,unos admiran la expresión voraz de su rostro, yotros una profecía de la historia. Por ejemplo: he-mos sido los padres de un monstruoso sistemaeconómico que se alimenta y mantiene engullen-do a sus propios hijos. Y a propósito del arte, vi-sitaba yo una sala del Guggenheim de pintura

“Ecce Homo”He aquí al hombre

Y

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Mario Melgosa

Editorial

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Desde Haize-Onak, Pello podía ver muchosdías el juego del mar queriendo conquistarel monte, ora seductor, besando sus piescon suaves y rizadas ondas; ora despecha-do, batiendo con violentas olas las rocassobre las que el Serantes se asienta. Preci-samente allí, donde tierra y mar se encuen-tran, en el barrio de San Juan, tenía Pellosu pequeña comunidad franciscana.

De joven, en su Villabona natal, Pello co-noció a los franciscanos y debió de quedarfascinado por el “Poverello de Asís”. Pelloveía, como Francisco, la huella de Dios entoda la creación: el universo plagado de es-trellas y de incógnitas, la naturaleza comomatriz de la vida, el corretear de los anima-les por los campos y el vuelo de las avessurcando los cielos, la danza de los árbolesmecidos por el viento y, sobre todo, el en-

upongo que todos los que me leéis co-nocéis ese canto de la viña y su conti-nuación. El amigo esperaba que diese

frutos selectos, pero dio agrazones… Yo hoy quisiera cantar un canto de

amor por un amigo, trabajador de la Viña,que ha partido, cargado de frutos selectos,a la morada del Dueño de la Viña. La par-cela de la viña que cuidaba mi amigo estáen Deusto, en el fértil collado de Berriz, enuna loma que domina los valles del Ner-vión y del Txorierri. Desde su atalaya, ca-serío Haize-Onak (buenos vientos).

Mi amigo veía salir y ponerse el sol, yen su recorrido, marcando el límite entre laTierra y el Cielo, el perfil sinuoso de losmontes de Amboto, Gorbea –nevado en in-vierno-, Ganekogorta, Eretza y el de suquerido Serantes, que se yergue orgullosofrente al Cantábrico.

SS

CANTO CANTO A UN AMIGOA UN AMIGO “Voy a cantar, en

nombre de mi ami-go, un canto de amora su viña. Mi amigotenía una viña enfértil collado. La lim-pió, la cavó y la plantó con una cepa exquisita. Edificó unaatalaya en medio deella, e incluso excavóun lagar…” (Isaías 5,1-2)

Enrique Ordiales

“moderna” a brochazos; la azafata nos tenía a todos boquia-biertos y con los ojos como lechuzos, veía maravillas que na-die veíamos; le interrumpí respetuosamente: me gustaría sa-ber cuáles son los cánones o criterios para distinguir una obrade arte de una mamarrachada.

- Los colores… son trazos que sugieren… cada uno lo ve…la gente lo encuentra… le gusta… queda admirada…

. Sí, señorita, ya he visto que lo mirábamos embobados.

Lo que hizo Cecilia no fue emborronar un Goya. Hay cin-cuenta mil “Ecce Homo” esparcidos en el mundo en tablas,en murales, en sacristías, que nadie mira. Ahí estaba en suiglesia, desfigurado, deteriorado y deteriorándose, como un“sin papeles”, sin registro en Bellas Artes. Por contra, esta an-ciana de 80 años que cuidaba con cariño su iglesia y miles deveces lo había contemplado y tanta oración le había provo-cado, desde su inspiración devota –que así nació el arte reli-gioso, como catequesis y escuela de vida- nos ha dejado un“Ecce Homo” estropeado, desfigurado, ante quien se vuelveel rostro; rechazado por los cánones de la belleza artística.

Y ahora voy más lejos: ¿quién sabe si este “Ecce Homo”que le ha quedado a Cecilia no es fruto de la diablura de unángel que le corrió el pincel o la brocha, para fundir en el “Ec-ce Homo” del mural de la iglesia de Borja el rostro de su hijo,de todos los rostros deformados? Esto no es una restaura-ción, no es una copia ni una imitación: el primero tenía losojos idos al cielo; el de Cecilia los tiene vueltos a la tierra. ¿?

Por favor, no me lo corrijan, que como el primero los haya miles; pinten otro “Ecce Homo”, clásico o moderno comoles inspire su ángel, o cualquier rostro de hombre o mujermaltratados en la calle, ante quien se vuelve el rostro. Y pón-ganlo en la iglesia.

Cuando he visto mofas, y proliferar los memes, me he dichoa mí mismo: me recuerda el original. Y vuelvo al pretorio dePilatos y a leer el 4º Cántico de Isaías sobre el siervo de Ya-vé, sobre el “Ecce Homo” (Isa 53). Se lo recomiendo.

Ésta es la imagencristiana del hombre:¡qué grande se vahaciendo el hombrecuando se desvivepor sus hermanos! Y ésta es la imagencristiana de Dios:¡qué grande es Dios,entregándose al hom-bre hasta dejarsedesfigurar por él y se-guir amándole! Y he recordado lo que nos advertía elsabio: “Cuando el sa-bio apunta con el de-do a la luna, el tontose está fijando en eldedo”.

¡Éste es el Hombre!¡Éste es Dios!

“Ecce Homo”“Ecce Deus”

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cuentro con el Creador, que le aportaba loque él llamaba la alegría de vivir.

Pero ni Francisco ni Pello eran ingenuos.Sabían que la naturaleza puede ser cruel, yque la vida y la muerte van muchas vecesunidas. Es necesario que algunos mueranpara dar vida a otros. Pero la naturaleza essabia. Los herbívoros, aparentemente vícti-mas inocentes, son mucho más numerososy se alimentan y reproducen con muchamás facilidad que los carnívoros. En reali-dad, no hay ni víctimas ni verdugos, la vidaes la que sale siempre ganando.

La persona humana, toda persona hu-mana, en cambio, ha sido creada a imageny semejanza de Dios, y es absolutamenteinviolable. Francisco y Pello podían ver enun pajarillo o en una lombriz, la mano deDios, pero no, como Buda, una posible re-encarnación humana.

Pello como Francisco, huyó de todo tipode riqueza o de poder, sean estos materia-les o intelectuales. “Yo, me decía un día,me hice franciscano no para ayudar a lospobres, sino para ser pobre. No es ni másni menos que el modelo de encarnación deJesús de Nazaret. Ambos, Francisco y Pe-llo, fueron críticos, no con el sacerdocio, si-no con el estatus y el poder que en muchosámbitos se le confieren. Por eso Pello, ha-biendo sido ordenado, renunció a un ejerci-cio rutinario del mismo, para encarnar susacerdocio en la relación personal con sushermanos más pobres.

Pello había trabajado en distintas parce-las de la viña. Me hablaba, soñador, de per-sonas y lugares que ahora no soy capaz desituar. Recordaba el tiempo pasado entre

los campesinos y ganaderos de Liébana yde la sencillez de los campesinos que po-blaban su valle; de los montes cántabrosdel Escudo, donde convivió y trabajó conleñadores.

En todos los sitios donde estuvo, Pellodejó su poso de hombre cercano, sencillo yhonesto. A su paso sembraba esperanzas ycontagiaba alegría de vivir. Yo le conocí ensu última etapa, la de LAGUN ARTEAN, y ten-go que decir aquello de “tarde te conocí”…

Antes había sido educador de calle enel barrio de San Juan, en Santurtzi, barriocastigado por la pobreza y, ¡ay!, la droga.Allí estaba su pequeña fraternidad francis-cana, encarnada e inculturada entre la gen-te pobre. Un exiguo pisito, de apenas 50m², acogía a cuatro hermanos francisca-nos. Su puerta estaba siempre abierta. Nohabía riquezas, pero no faltaba un poco depan o un vaso de vino para compartir concualquier vecino que lo necesitase. Y cuan-do Pello, hace ya 13 años, vino a vivir a suviña de Haize-Onak, compartiendo susvientos y sus fríos con un puñado de toxi-cómanos, primero, y de inmigrantes des-pués, su cama de Santurtzi era ocupadapor alguien que hubiese perdido ese día eltecho o, a veces, el norte.

Pello pasaba el día, la noche, los finesde semana y gran parte de sus vacacionescuidando su variopinta viña, abonándola lasmás de las veces, podándola otras. A vecescedió su cama a alguien que, inesperada-mente, perdió la suya. Él se iba a dormir aun sofá, y al día siguiente Dios proveería.

Pello era un soñador realista. No aprecia-ba la fealdad, especialmente la de la droga,pero cuando estaba delante de un toxicó-mano, por deteriorado que estuviese, le mi-

raba a los ojos y veía, como Francisco enel leproso, al Crucificado. Era alegre, perosufría en sus carnes el dolor ajeno. Sufríacuando tenía que podar o despedregar laviña, sobre todo en el primer año que estu-vo con toxicómanos.

Hubo un momento en el que, de diezpersonas acogidas, hubo que expulsar aocho. “Hemos fracasado, me decía recor-dando el canto de la viña, aquí no hay másque agrazones”. Pero no desistió. Una vezdespedregada y limpia, volvió a cavar y aabonar con sudor y mimo.

Llegaron personas de todos los rinco-nes, colores y religiones del mundo. No fuefácil y tuvo dificultades con algunos, pero lamayoría salió adelante. Un africano me de-cía: “Asociaciones que ayuden a los negroshay muchas, pero que hagan con ellos unafamilia, sólo en Haize-Onak”. Tal era subondad y su amor hacia los que más lo ne-cesitaban, que en vez de llamarle padre, lellamaban, cariñosamente, el abuelo. Le mi-rabas a los ojos y veías el pálpito de su co-razón.

HASTA LA MUERTE

Antes de dejar yo la dirección de LAGUNARTEAN, Pello, por una vez serio, me llamópara decirme: “Enrique, antes de que temarches fírmame que podré seguir en Hai-ze-Onak hasta mi muerte… salvo si en al-gún momento soy una carga para los de-más”. Prácticamente se cumplieron sussueños. El 14 de mayo cumplió 70 años ytenía que jubilarse, y el 15 moría, dejandopara el Señor de la Viña suculentos y va-riados frutos.

Un par de meses antes de su muertesubí a verle a Haize-Onak. Le encontrécansado, agotado, sin fuerzas. Se quejaba

de las rodillas, de la cadera yúltimamente del pecho, por-que no acababa de curar unaespecie de neumonía. Bajéapenado. Unos días más tardeme dijeron que lo habían in-gresado y que le habían en-contrado un cáncer extendidopor todo el cuerpo. Quise visitarle, pero te-nía tantas visitas que acababan agotándo-le. Por fin el domingo 13 de mayo, el her-mano Jorge me dijo que podíamos (miamigo Arcadio y yo) ir a verlo. Cuando en-tramos en su celda giró la cara hacía noso-tros con gesto de cansancio, pero al cono-cernos se le iluminaron los ojos y abrió depar en par los brazos para acogernos en unabrazo. Estuvimos poco tiempo. Hablamosde cualquier cosa, hasta le comenté queacababa de llegar de Palma de Mallorcadonde había visitado una iglesia francisca-na con unas vidrieras que recogían el can-to de las criaturas. Sin orden, empezamosa desgranar, algunos de sus versos:

Altísimo y omnipotente, buen Señor…Alabado seas en todas tus criaturas. Por elhermano sol, la hermana luna, el hermanoviento y el hermano fuego; por la hermananuestra madre tierra, la cual nos sostiene ygobierna y produce diversos frutos con co-loridas flores y hierbas…

Yo no sabía seguir y él concluyó solo:y por nuestra hermana muerte, loado seasmi Señor. Y, sonriendo, abrió de nuevo losbrazos. Nuestros cuerpos se fundieron ynuestras lágrimas se mezclaron con gozo.

Loado seas mi Señor / por el hermanoPello / paciente viñador / hermano de Fran-cisco y de Cristo seguidor / del pobre y delesclavo humilde servidor / allá por dondeiba / sembraba paz y amor.

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Clemente Sobrado - Lima

o solo estamos con este dichoso“cambio climático” que ya nadie lo

entiende. Lluvia en verano y sol en in-vierno. Y calor todo el año. Al menos porestas tierras ya no sabemos en qué esta-ción estamos.

Pero desde hace unos años ya está-bamos asistiendo a otro “cambio climáti-co”. Es el cambio que se ha producido ennuestros jóvenes. Lo que para nosotros,los viejos, es tiempo de irnos a dormir,para ellos es el tiempo de salir a vivir y di-vertirse. Hoy los jóvenes viven de noche,mejor dicho, para ellos la vida comienzaa medianoche. Los viejos a dormir y losjóvenes a divertirse. Los viejos a la camay los jóvenes a las discotecas a bailar.Ésa es la realidad, por mucho que a no-sotros, los mayores, nos pueda chocar yno logremos entenderlo.

MI PRIMERA EXPERIENCIA

Estaba de vacaciones en mi pueblo, queno es pueblo sino una aldea de labrado-res. Eran las once y media de la noche.Estaba cenando con los dos viejos, cuan-do veo bajar a la pareja joven vestidos defiesta. Sorprendido, les pregunto: ¿quées eso? La respuesta no se hizo esperar:“Vamos al baile”. ¿A dónde? Como tení-an carro las distancias tampoco existen.A unos veinte kilómetros, porque eran lasfiestas. Regresaron a las seis de la ma-ñana. No entendía nada ni por qué en-tenderlo, porque los tiempos cambian ynosotros, por mucho que nos duela, so-

mos de “otros tiempos”. Ellos llegabancuando yo estaba pensando en levantar-me. Era verano.

¿POR QUÉ LA NOCHE SE HACE DÍA?

Yo encuentro varios motivos y razones.Los jóvenes viven lo que nosotros no he-mos vivido: la libertad. Y la noche lesofrece el clima propicio para sentirse li-bres; ya no están bajo la presión de lospadres ni de nadie. La noche para elloses libertad. Es vivir lejos de las miradas yvigilancia de los mayores.

En la noche son ellos mismos. La no-che es joven y se llena de jóvenes. Vivenno al ritmo de las obligaciones del día, si-no al ritmo de esos conjuntos musicalesque dicen que son música y que a los vie-jos nos suena a cualquier cosa. Es unmundo distinto. Un mundo sin preocupa-ciones. Un mundo que no deja pensar, yhasta resulta curioso. Alguien escribiópreguntándose: “¿Cuántos kilómetrosandarán los jóvenes en una noche dentrode una discoteca, de tanto bailar y mo-verse? Y al fin, amanecen, después detanto andar, en el mismo sitio donde co-menzaron”.

LA NOCHE NO TIENE RELOJ

Otro de los elementos que creo que in-fluye en este cambio es que durante lanoche los jóvenes no miran al reloj. Du-rante el día viven, como todo el mundo,esclavos de la hora. En la noche no hay

hora, no hay reloj, solo hay tiempo. Asícomo se liberan de las obligaciones deldía y de la vigilancia y de las correccio-nes y de las llamadas de atención de losmayores, también se liberan de los hora-rios. Durante la noche y en las discotecaso lugares de baile y diversión no existe elreloj. La noche es libertad. La noche esvida. La noche es diversión. La noche esdistracción y evasión. La noche es ale-gría y es juventud.

¿QUE NO LOS ENTENDEMOS?

Es claro. Es un mundo distinto. Aquí novale eso de que “cuando yo tenía tuedad”. Eso pasó a la historia. Y así comonosotros vivimos nuestro momento, tene-mos que aceptar que ellos vivan el suyo.Es inútil pretender retener a los jóvenesde noche en casa, por más que la abue-la grite y diga que “hay que rezar el rosa-rio”.

Cada época tiene su psicología y sumentalidad. Y en cada época somos dis-tintos. Nosotrostambién lo fuimosen relación anuestros padres.Claro que eso yalo hemos olvida-do. Aquí no setrata de decir sies mejor o peor;es sencillamentela realidad que senos impone, y

que si nos oponemos nos pasa por enci-ma como aplanadora. Tendremos quebuscar otro tipo de relaciones con ellos ytendremos que ir sembrando otros valo-res, porque los nuestros posiblemente yano les sirven.

De algo tendremos que convencer-nos: por muchas represas que hagamos,el río siempre termina en el mar. Por mu-cho que nos cueste, los jóvenes seguiránsu camino. Siempre me ha impresionadoaquella imagen de Jesús “no echéis vinonuevo en odres viejos, porque terminaránpor romperse los odres y perderse el vi-no”. No propongamos nuestra juventud,que tampoco estoy seguro de que hayasido un modelo, porque al fin se reirán denosotros, y hasta es posible que lo únicoque logremos sea amargarlos y crearmás distancias generacionales.

Personalmente me suelo acostar ha-cia las diez de la noche. Pero hay noches

en que aquí cercaarman la jarana.¡Y cómo me fasti-dian porque nome dejan dormir!Pero, al fin, termi-no serenándomediciendo: “Cle-mente, tú ya eresviejo, deja que losjóvenes se divier-tan”.

La noche es el día de los jóvenes

N

"Este viaje es un mensaje por el propio hecho deque se realiza. Si debido a los riesgos el Papa hu-biese cancelado el viaje, habría sido un contra-tes-timonio". Palabras del P. Samir Khalil Samir.

Pedro no puede dejar a sus hijos más vulnera-bles sin el consuelo y la fuerza de su presencia.

“Señor Presidente y queridos amigos, vengoal Líbano como un peregrino de paz, como un ami-go de Dios, y como un amigo de los hombres.يماَلس» ُمكيطُعأ »: «La paz os dejo», di-jo Cristo (Jn 14,27).

Y, más allá de vuestro país, vengo también hoysimbólicamente a todos los países de Oriente Me-dio, como un peregrino de paz, como un amigo deDios, y como un amigo de todos los habitantes detodos los países de la región, cualquiera que seasu pertenencia y su creencia. Cristo les dicetambién a ellos: «ُمكيطُعأ يماَلس».Vuestros gozos y penas están continuamente pre-sentes en la oración del Papa y pido a Dios que osacompañe y alivie”.

"La primavera árabe es ciertamente una co-sa positiva que expresa deseos de democracia, delibertad y de afirmación de la identidad árabe y ex-presa el grito de gran parte de la juventud cultural-mente más preparada". Sin embargo, advirtió: "Lahistoria de las revoluciones nos enseña que siem-pre existe el peligro de que nazca odio y por esodebemos hacer todo lo posible para que la libertadvaya en la justa dirección”.

“El fundamentalismo es siempre una falsifi-cación de las religiones, porque Dios invita a crearpaz en el mundo y la tarea de los credos en elmundo es crear paz. En la imagen de los otros res-petamos la imagen de Dios”.

"Debemos cesar la importación de armas a Si-ria, porque sin esto la guerra no puede terminar...

El comercio de armas es un pecado grave.10 11

El viaje del Papa al Líbano---------50 años del Vaticano IIDiálogo Iglesia-mundo

JUAN XXIII corrió los cortinones queabrieron las ventanas de la Iglesia, paraorearla y que entrara la luz, porque ence-rrarse o encastillarse en los propios dog-mas enrarece los ambientes. Y convocó elVaticano II. En un primer momento, “las co-rrientes” revolvieron muchos papeles. APablo VI le tocó clasificarlos y darles cau-ce. Así surgieron, entre quebrantos, dolo-res e ilusiones de parto, las cuatro Consti-tuciones:1ª La Iglesia reflexiona sobre su identidad:

El misterio de la Iglesia, hogar trinitario.Const. Dogmática de la Iglesia.

2ª La Iglesia escucha la Palabra de Dios: Const. Divina Revelación.

3ª La Iglesia celebra su fe: Const. Sagrada Liturgia.

4. La Iglesia es para el mundo: Const. Pastoral, Iglesia en el Mundo.

El orden es importante. Antes de ponersea dialogar con el mundo, la Iglesia teníaque recuperar su identidad de discípulos yseguidores de Jesús: la comunidad del“Padre nuestro”.

Palabras inolvidables de Pablo VI:“Cuando en un futuro se quiera definir el

elemento caracterizador de la Iglesia delConcilio, a la pregunta ¿qué hacía en esemomento la Iglesia católica?, la respuesta

11 de Octubre El Concilio Vaticano II nació con el apremio de la N.E.

El 11 de octubre, coincidente con el 50 aniversario de laapertura del Concilio Vaticano II (1962), Benedicto XVI haconvocado la XII ASAMBLEA GENERAL DEL SÍNODO DE LOSOBISPOS, sobre el tema de la Nueva Evangelización (N.E),iniciando así el AÑO DE LA FE

será: ¡amaba! Amaba con corazón pasto-ral, amaba con corazón misionero. LaIglesia del Concilio ecuménico Vaticano IIamaba, sí, una vez más, con corazón ecu-ménico.

La Iglesia, que no domina sino quesirve al mundo, ve en esta misión el man-dato culminante que Cristo le ha confiado:llevar a todo el género humano a la salva-ción.

Discurso de apertura del último periodo conciliar, el 14 de septiembre de 1965.

El Año de la Fe“Despierta, tú que duermes” Ef. 5,14

Hay muchos horizontes que nos invitan arecuperar el paisaje de la fe y la esperan-za. Dice mal quien dice que la fe es com-prometerse; el compromiso vendrá des-pués, cuando sea descubierto el tesoroque supone creer, y uno quiere enriquecersu vida con él. El orden es importante.

Benedicto XVI, en su primera encícli-ca “Dios es amor”, lo recordó a todas laiglesias: “Hemos creído en el amor deDios: así puede expresar el cristiano la op-ción fundamental de su vida. No se co-mienza a ser cristiano por una decisiónética o una gran idea, sino por el encuen-tro con un acontecimiento, con una Perso-na, que da un nuevo horizonte a la vida y,con ello, una orientación decisiva. En suEvangelio, Juan había expresado este

acontecimiento con las siguientes palabras:«Tanto amó Dios al mundo, que entregó asu Hijo único, para que todos los que creenen él tengan vida eterna” (Juan 3, 16)

El amor debe juzgar nuestro hablarde Dios (palabras, obras, programas, nor-mas…). Sólo es legítimo hablar de Dios entérminos de amor y misericordia entraña-ble. De lo contrario estamos maldiciendo aDios.

Pero la fe no es un sentimiento vago odifuminado. El hombre necesita saber loque cree, vive de convicciones y de afectosque dinamizan su vida en una dirección uotra. De ahí que el Año de la Fe apunte arecuperar vitalmente el Credo de los após-toles.

Si la fe no genera un estilo de vidaevangélica es una fe muerta; si la sal nosal, no sirve para nada, sino para que loshombres la desprecien.

La fe nos despeja el rostro de Dios pa-ra llamarlo, sentirlo y tratarlo confiadamen-te como Padre. Y nos despeja el rostro delhombre para llamarlo, sentirlo y tratarloconfiadamente como hermano.

Nueva evangelización: “Id y anunciadel evangelio a toda la creación” Mc16,15.

En primer lugar es una llamada a evange-lizar la propia Iglesia: las instituciones de laIglesia, desde la más alta oficina vaticana ala más pequeña parroquia rural; desde loscardenales, obispos, curas, hasta el últimocatequista y el último bautizado.

El Año de la Fe y la recuperación delConcilio en la Nueva Evangelización nosofrecerá muchas oportunidades, para queel hombre recobre los paisajes de la fe y laesperanza, y siembre y ofrezca al mundolos frutos de la caridad de Dios.

M. Melgosa

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. ¿Existe alguna fórmula mágica parahacer que nuestros hijos, según suedad, cumplan con sus deberes es-colares?

- No existen fórmulas mágicas, sólo es-fuerzo y constancia. Es necesario ponersetodos los días, aunque sea solo diez minu-tos al principio, cuando son pequeños, le-yendo juntos un cuento, haciendo un cru-cigrama, un dibujo... creando el hábito,desde el principio, y ponerse a trabajardespués de merendar. Cuando han termi-nado su tarea de todos los días, podrán ju-gar, ver la televisión... no antes. Es frus-trante comprobar cuando se pregunta enla escuela sobre la televisión, cómo se co-nocen todos los programas de la tarde yde la noche, porque los han estado viendo(da igual la edad), pero los deberes vienensin hacer, o compruebas que no leen, queestán todo el día en la calle, sin mayor pro-vecho.

. ¿En qué fallamos los padres cuandono se consigue aplicar disciplina alos niños?

- El matrimonio debe tener claro lo quequiere conseguir y cómo quiere formar asus hijos y aplicarlo todos los días. Siem-pre debemos pactar previamente unasnormas con ellos: si hemos quedado conel niño que todos los días se va a trabajarun tiempo después de la merienda, nopodemos ir cediendo a cualquier excu-sa para incumplir dicha norma. Debe-mos ser constantes. Al principio cuesta,pero en seguida irán adquiriendo ellossolos las costumbres.

. Los problemas de aprendizaje han au-mentado en los últimos años. ¿Sepueden prevenir?

- Sí, con el seguimiento diario y sabiendoque cada edad es idónea para trabajar unaspecto distinto en la formación de la per-sona. Cuanto más lo dilatemos en el tiem-po, más les costará adquirir determinadoshábitos. Por ejemplo, leer (entre los 3 y los8 años), escribir (de 4 a 9 años), el orden(de 1 a 5 años), obediencia (de 4 a 10años), afán de superación y compañeris-mo (de 7 a 12 años), deportes (de 6 a 12años), etc. Todo tiene su momento.

. ¿Cuándo podemos afirmar que un ni-ño tiene problemas de aprendizaje?¿Cómo los padres pueden intervenircuando observan que su hijo estáteniendo dificultades para estudiar?

- Muchos padres se angustian cuandooyen o ven que el del vecino ya anda y elsuyo no. Cuando una madre dice que suhijo lo hace todo de sobresaliente y el su-yo no es perfecto. Debemos hacer casodel especialista. El pediatra nos dirá si nopasa nada porque todavía no ande; y elmaestro, si nuestro hijo va bien en la es-cuela o qué aspectos hay que reforzar encasa. Por ello, es muy importante el con-tacto mensual o incluso semanal, si es ne-cesario, con el maestro, que nos ayudarámuy gustosamente.

Es muy triste comprobar lo implicados queestán los padres en infantil y cómo esto sereduce en Primaria y desaparece en Se-cundaria.

. Empezamos nuevo curso y un nuevodesafío: el estudio de los niños, parael cual nos creemos suficientementepreparados. En tu opinión, ¿qué ha-ce falta, a los niños y a los padres,para mantener esta confianza y esteritmo durante todo el curso?

- Primero hay que pensar que esto es unacarrera de fondo, es decir, los resultadosse verán con el tiempo. Y esto es unasuerte, porque tenemos mucho tiempo pa-ra prepararnos, con paciencia y voluntad.

Pero debemos estar mentalizadoscomo padres, que lo que queremos es lomejor para nuestros hijos (a pesar del can-sancio, del trabajo que todavía queda porhacer en la casa, de los deberes por re-pasar con los hijos), y por eso debemosponer todas las ilusiones y energías ennuestro acompañamiento en sus estudios.

. Casi todos tenemos claro cómo tie-nen que estudiar nuestros hijos. Loque ocurre es que no siempre esofunciona. ¿Por qué crees que esoocurre?

- Quizás hay algo de dejadez por parte de

los padres a la hora de implicarse en losestudios de sus hijos. Con pagar un cole-gio, darles de comer y vestir no es sufi-ciente. Necesitan de los valores, cariño,trabajo y ejemplo de los padres, para po-nerse a funcionar en la vida. Partiendo deaquí, hay que ponerse con ellos a trabajar.

. ¿Dónde terminan las responsabilida-des del colegio en cuanto a los niños,y dónde empiezan las de la familia?

- La labor del colegio es la instrucción y lade los padres hacer el seguimiento desdeel principio y dejándonos asesorar por losprofesores de cómo trabajar en casa conellos, según su carácter, edad, personali-dad... Son profesionales que están connuestros hijos muchas horas, los conoceny saben como solventar las dificultadesque se presentan.

Debemos saber a diario qué deberesles han puesto, si los han hecho, si les hapasado algo en el colegio, lo bueno deldía... no podemos permitirnos ir a la camasin haber cumplido con las tareas realiza-das. Para trabajar existe un tiempo y paradialogar hay que buscar un momento fami-liar (por ejemplo la cena).

Hablábamos una tarde los amigos sobre nuestros años de escuela, en re-ferencia a algunos valores fundamentales al éxito escolar que la progre-

sista in-cultura actual ha destruido de forma vandálica. Aquí hay que decirtambién de tales polvos estos lodos.

Al día siguiente, encuentro en mi correo esta entrevista con la nota:“Si te parece publícala; la he tomado de guía infantil.com. Entrevista aConcepción Luengo del Pino, docente y orientadora-psicopedagógica”.

Niños con disciplina, esfuerzoy constancia

Nunca consideres el estudio como una obligación,sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber. Albert Einstein

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Experiencias personales

uchas personas piensan que lospsicólogos somos una especie desemidioses que tenemos solucio-nes para todo y sabemos siempre

desenvolvernos bien en todas las situacio-nes que la vida nos plantea. Nada más le-jos de la realidad. Estamos sometidos alas mismas presiones y tensiones que to-dos los mortales; no es lo mismo sentarteen la consulta e intentar ayudar a otra per-sona con la que tienes una distancia emo-cional, que ser tú el que tiene que tomardecisiones sobre personas emocional-mente ligadas a ti. Cuando los sentimien-tos entran en juego, perdemos muchaobjetividad.

Hace unos días tuve que enfrentarme auna decisión dura y difícil: ingresar a mipadre en una residencia. Hace años que,como muchas de vosotras, me hice cargodel cuidado de mi padre al fallecer mi ma-dre.

Las que sois jóvenes estáis acostum-bradas a ver a vuestros padres colaboraren las tareas de casa. Mi padre es de unaépoca donde al hombre se le servía y cui-daba; ellos sólo tenían que trabajar, todo lodemás era cosa de la mujer. Así que meencontré con un padre que no sabía lite-ralmente ni freír un huevo. Durante onceaños he intentado que esté en su casa consus recuerdos, en su entorno, aunque eso

supondría una sobrecarga muy importantepara mí, pero es mi padre….

Después de que la enfermedad lla-mara a su puerta se convirtió en un niñogrande, con todo lo que eso supone. El pa-so de los años trae consigo el agrava-miento de su enfermedad y llega un mo-mento en que hay que decidir. En esemomento aparecen los fantasmas. No soypersona que le importe lo que digan losdemás, pero la cabeza se llena de pensa-mientos y de diálogos internos culpabili-zantes; sin embargo, siempre hay un mo-mento de parar, respirar y pensar. Elhecho de que vaya a la residencia sólocambia su domicilio social: sigue siendo tufamiliar, puedes ir a visitarlo, estar con él,llevarlo a comer o a donde quieras.

Pasado el primer momento del ingre-so te vas dando cuenta de que has toma-do la decisión correcta, que tu familiar es-tá bien, que se relaciona bien con otroscomo él, y lo importante es que está a car-go de personas cualificadas y especializa-das en ofrecer cuidados que en casa no esfácil proporcionarles. Os diré que mi padrejuega al bingo, canta y baila en la residen-cia (dentro de sus posibilidades) le han lle-vado a la playa, se ha mojado en el marcon ayuda de esas sillas especiales, y lehan llevado a espectáculos durante lasfiestas de Bilbao. Una terapeuta ocupacio-

nal les lee las noticias del periódico y lascomentan entre ellos; así se mantienenorientados en el tiempo y en el espacio.

Soy consciente de la mala prensa queexiste respecto de las residencias. Cier-to es que ha habido muchos abusos,personas que se han aprovechado de lanecesidad de otras y han tenido a losabuelos en condiciones deplorables; pe-ro hoy afortunadamente las cosas hancambiado y esas cosas son la excepcióny no lo normal.

La atención a las personas mayo-res en estos centros actualmente es in-tegral y profesional las veinticuatro ho-ras del día. Es un trabajo interdisciplinarque trata de conseguir la mayor autono-mía personal posible a pesar de la dis-capacidad, retrasando lo más posible laevolución de la dependencia, medianteactividades dirigidas a la mejora de laautoestima de los mayores y de su cali-dad de vida.

Psicólogos, trabajadores sociales,terapeutas ocupacionales, médicos, en-fermeras, auxiliares y fisioterapeutas for-man parte de la otra familia que tiene pormeta conseguir que mi padre siga sin-tiéndose una persona válida a pesar desus limitaciones.

MM

LA JUVENTUD ES EL REGALO DE LA NATURALEZA, PERO LA EDAD ES UNA OBRA DE ARTE.

(STANISLAW LEC)

Una mañana agitada.A las 8:30, un señor de unos 80 años lle-

gó al hospital para que le retiraran los puntosde su pulgar. El señor dijo que estaba apura-do y que tenía una cita a las 9:00 de la ma-ñana. El doctor le pidió que tomara asiento,sabiendo que quizás pasaría más de una ho-ra. Pero lo vio mirando su reloj, y decidió exa-minar su herida.Mientras lo curaba le preguntó si tenía unacita con otro médico esa mañana, ya que loveía tan apurado. El señor le dijo que no, quenecesitaba ir al geriátrico para desayunar consu esposa. El doctor le preguntó sobre la sa-lud de ella. Él le respondió que ella hacíatiempo que estaba allí, ya que padecía deAlzheimer. Le preguntó si ella se enfadaría sillegaba un poco tarde, a lo que respondió quehacía tiempo que ella no sabía quién era él,que hacía cinco años que ella no podía ya re-conocerlo.

El doctor, sorprendido, entonces le pre-gunto: “¿Y usted sigue yendo cada mañana,aún cuando ella no sabe quién es usted?”. Élsonrió y le dijo: "Ella no sabe quién soy, peroyo aún sé quién es ella y la amo”.Al doctor se le erizó la piel, y tuvo que con-tener las lágrimas mientras él señor se iba, ypensó: "Ése es el tipo de amor que quiero enmi vida”.

El amor verdadero no se agota en lo físiconi romántico. El amor verdadero es la acepta-ción de todo lo que uno y el otro es, ha sido,será y no será en la vida. La gente más felizno necesariamente tiene lo mejor de todo;ellos solo hacen todo lo mejor que pueden.En la vida, no se trata de sobrevivir a unatempestad, se trata de saber cómo

BAILAR BAJO LA LLUVIA

Esto es amor de calidadEsto es amor de calidad

Esther Marí[email protected]

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CELEBRAR

CELEBRAR

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CULTURA YCULTURA Y VIDAVIDA

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Formar para mejor servir

Sanxao

e cuenta un amigo que en Roma presenció sin buscarlo un par de misas de espaldas alpueblo. Su extrañeza y preocupación brota de que el templo pertenece a una institución

secularmente famosa por su conocimiento y cuidado de la liturgia.Para no asustarse demasiado, piensa uno en tantos insignes creyentes, algunos tan

cercanos en el tiempo como Teresa de Calcuta o el mismo Juan XXIII, que se han santificado par-ticipando y celebrando aquellas misas en una lengua desconocida por el pueblo en la que el ce-lebrante miraba en la misma dirección que todos y, sólo en contados momentos, se daba la vuel-ta para algún contacto visual con el pueblo. El misterio de Dios se objetivaba en el retablo, elsagrario y el altar, los tres en una misma pieza, y hacia ellos confluían, muy lógicamente, las mi-radas de todos, incluida la del sacerdote. Como la Palabra de Dios permanecía en su cofre lati-no, para decirle al pueblo algo inteligible estaba el púlpito, casi siempre muy solemne.

Vistas las cosas en su contexto histórico todo se comprende algo mejor. De hecho hoyseguimos dando la espalda a todos los que, en batallón, están detrás de mi banco en el templo.Por otra parte, ¿qué sentido tendría mirar al pueblo mientras se le hablaba en una lengua ex-traña? Por eso el gran acierto conciliar fue devolver al pueblo la Palabra de Dios en sus respec-tivos idiomas.

El solo hecho de celebrar la liturgia en una lengua común con el pueblo implica que to-da celebración es tarea de toda la asamblea y no sólo del sacerdote que la preside. De ahí quela asistencia de antaño haya de convertirse en participación activa y consciente de todo el pue-blo. Y eso no se consigue con sólo darle la vuelta al altar y hablar el mismo idioma, sino que re-quiere un profundo cambio de chip.

El Vaticano II camina hacia sus bodas de oro y el primer cambio visible fue la renova-ción de la liturgia. Mucho se ha hecho y mucho queda por hacer. Estamos de acuerdo en que ne-cesitamos de equipos de liturgia que sepan entregar al pueblo de un modo sencillo y vivido lomejor de la reforma litúrgica.

Lo preocupante no es que en algún sitio se celebre, no propiamente de espaldas alpueblo, sino mirando todos en una misma dirección. Lo extraño es que en demasiadas asam-bleas siga habiendo más asistentes que participantes, que las lecturas lleguen poco al pueblo,que las prisas invadan la fiesta primordial del Domingo, que los momentos de silencio sean algoraro, que se salude pasando hojas del misal, se digan aleluyas con cara de no salvados o se déla mano sin mirar a la cara.

El presidente de la asamblea litúrgica está llamado a ser una especie de retablo vi-viente que, por su actitud y sus gestos, visibilice a Jesucristo en cuya persona está actuando y,por otra parte, sirva a la fe de la asamblea como Cuerpo de Cristo que es.

JAVIER Mª PÉREZ-ROLDÁN, ABOGADODE FAMILIA Y PADRE DE UNA NIÑA CONESPINA BÍFIDA, RESPONDE AL NEUROCI-RUJANO JAVIER ESPARZA:

«Desde hace 12 años soy abogado defamilia y desde hace 7 padre de una niñacon espina bífida. Durante estos últimosaños me he dedicado, en exclusiva, a doscosas: velar por el interés de los hijos demis clientes, y ejercer como padre de mi hi-ja y de sus otros dos hermanos, de 5 y 3años.»Mi hija tiene parálisis en ambas piernas, ydesde los tres años convive diariamentecon su silla de ruedas. Tiene también todoslos problemas que usted cita como asocia-dos a la espina bífida, salvo la siringomie-lia. Es más, su lesión (que lo es en la mo-dalidad más grave) está localizada a laaltura de la vértebra L4-L5 y según nos co-mentan todos los profesionales que la tra-tan, es la más alta que han visto es muchosaños. Ha pasado por cinco operaciones, y

ENTRE LOS ARGUMENTOS DELMÉDICO J. ESPARZA

DESTACAN LOS SIGUIENTES:

."En España se ha practicado durante mu-chos años un excelente programa de pre-vención de la espina bífida, desde la im-plantación de la ley del aborto". ."Desgraciadamente, si se suprime el su-puesto de interrupción del embarazo, mu-cho me temo que volveremos de nuevo acifras terribles, dado que se trata de malfor-maciones frecuentes".."No creo que ninguna sociedad tenga elderecho, y menos pudiendo evitarlo, de car-gar a ningún ser humano con sufrimientosmás allá de lo imaginable".."Por otra parte, siempre he creído que losGobiernos y las leyes deben estar al servi-cio de los seres humanos para ayudarlos,pero no para castigarlos; y mucho menospor intereses posiblemente espurios".

El diario EL PAíS publicó hace un par de meses una carta del neurocirujanoinfantil Javier Esparza, que lleva por título "Nadie tiene derecho a obligar alsufrimiento".

El médico se muestra en contra de la prohibición del aborto en los casosde malformación fetal. Apelando a supuestos argumentos humanitarios parapermitir el aborto, tachando a los que se oponen a ello de ignorantes o deactuar por intereses espurios. Funda su tesis en un argumento falso comoes el sufrimiento de los niños con determinadas dolencias, y de sus familias.

M

Respuesta de un padre de una niña con espina bífidaRespuesta de un padre de una niña con espina bífida

1918

tiene citas periódicas en siete especialida-des médicas.

»Mi hija no sufre ni más ni menosque una niña de su edad. Juega,ríe, quiere, ama y siente exacta-mente igual que sus dos herma-nos sanos. Y, a veces, tambiénllora, pero sus lágrimas no tienenningún poso de amargura ni dolorpor encima de las de sus amigaso de las de sus hermanos, puescomo ellos, llora por nimiedades.

“Como abogado de familia he conocido ni-ños con depresión crónica por culpa de laseparación tormentosa de sus padres, quearrastran una existencia triste y sufriente.Como sufren más que mi hija y sus herma-nos, ¿los eliminaría?

“Y en cuanto a la familia, fíjese si el su-frimiento no es tan extremo como usted di-ce, que después de su nacimiento hemostenido otros dos hijos, señal de que el cui-dado de nuestra hija no nos ha supuestotrauma ninguno.

“Estas anomalías, por sí, no causan elsufrimiento que usted pretende. De hecho,si bien el dolor ante cualquier enfermedad orevés de la vida es inevitable, el sufrimien-to es totalmente voluntario, pues es ésteuna percepción personal y subjetiva de lapropia realidad. Hay quien por cualquier mí-nimo problema ante la vida sufre, y sufresin mesura; y hay quien ante obstáculos in-salvables y dolores sin medida se crece,pues admite su dolor con entereza.

“De hecho, por la enfermedad de mi hi-ja he estado en contacto con numerosos

afectados de espina bífida (algunos en gra-dos muy severos) y siempre se han mani-festado esperanzados y alegres por el donde la vida. ¿Ha oído usted de enfermos deespina bífida que se hayan suicidado o quehayan solicitado la eutanasia? Sin duda us-ted conocerá el estudio de su compañeroneurocirujano Rob de Jong, publicado re-cientemente en la revista Pediatric, dondesostiene, por medio de estudios de campo,que los recién nacidos con este mal congé-nito apenas tenían dolores.

“Me causa sonrojo su carta, llenade adulteraciones de la realidadvivida por cientos de enfermos ysus familias. Pero mayor sonrojome causa su supuesto humanis-mo. Dice usted que nadie tiene de-recho a obligar al sufrimiento, ¿yen qué principio ético funda ustedtan categórica aseveración?, ¿ypor qué presupone usted el sufri-miento de estos pacientes?

“En cuanto a la fundamentación de suaseveración, alega la mismas causas quelas autoridades nacional-socialistas res-ponsables del plan de exterminio de enfer-mos Aktion T4. El plan se fundaba en quehabía vidas que no eran dignas de ser vivi-das, y cuyo asesinato era tanto un acto decompasión como un beneficio para la co-munidad. Usted alega ambas cosas (igualque los nazis) pues sostiene que "el colmo"es que los esfuerzos realizados para el tra-tamiento de estos niños es un desperdicio,pues acaban muriendo a los 20 años, y en-cima arrastrando un sufrimiento sin medi-da. ¡Qué argumento tan falaz! Usted sabe

que miente, pues al día de hoy, la esperan-za de vida de estos pacientes es práctica-mente la misma que para personas sanas.

“Pero es que, además, aunque fueraverdad el fallecimiento a los 20 años, ¿meva a decir usted que no merecen vivir estos20 años? Usted está jubilado y pronto em-pezará a sufrir achaques. De vida, segúnlas estadísticas del INE, no le quedan másque 16 años, ¿le parecería justo que a laprimera recaída de usted le privemos de untratamiento por lo costosísimo del mismoteniendo en cuenta que no le quedan añospara "amortizar la inversión" y más tenien-do en cuenta que usted, en la vida, ha he-cho lo que tenía que hacer? Según su teo-ría sería menos grave matar a un zambiano(con una esperanza de vida de 36 años)que a un español (con 81 años de esperan-za).

“Las personas no son una inver-sión, son un bien en sí mismo, yno podemos desahuciar a los quetenga cáncer o SIDA o cualquierotra enfermedad por lo costoso deltratamiento y por el alto índice demortandad durante el mismo.

»En el culmen del paroxismo dice ustedque el aborto ayudó a prevenir la espina bí-fida. Nos descubre con ello su auténticorostro, pues según usted sería muy fácil

que España se colocase a la cabeza de lospaíses saludables. Bastaría con eliminar atodo enfermo o lesionado grave (con cán-cer, SIDA, paralítico por accidente de circu-lación) para poder vender al extranjeronuestras estadísticas y colocarnos como elpaís con la mejor política de prevención deenfermedades. Veo que usted es de los ex-peditivos que opina que muerto el perro seacabó la rabia. ¡Menos mal que no tiene us-ted responsabilidades en la política peni-tenciaria, pues sabemos cómo acabaría us-ted con los índices de delincuencia: fulmi-nando al delincuente!

“Sólo le quiero decir una cosa. Lo que noshace sufrir a los afectados por esta enfer-medad son los profesionales médicos co-mo usted. Cuando a los tres meses del em-barazo nos anunciaron la enfermedad denuestra hija, nos recomendaron insistente-mente el aborto, y ello hasta hacernos sen-tir culpables si traíamos al mundo a un niñasolo para que sufriera. La realidad es quenunca tomamos mejor decisión que tenerla,pues pasado el tiempo intimamos con dosmatrimonios que abortaron a sus hijos portener espina bífida ¡no sabe usted el terriblepadecimiento moral de estas dos parejas alver que si no hubiera cometido tan criminalacto podrían tener con ellos a sus hijos, quede seguro serían tan alegres y joviales co-mo la nuestra! Y le preguntó, ¿qué derecho

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Jesús Prieto

La calidad... empieza por uno mismo

í, he escrito ‘l’, no ‘r’. Porque si la caridad comenzara por uno mismo nos pondríadifícil comprender por qué Jesús nació en un pesebre y murió colgado de un ma-

dero. Digo que la calidad de la vida comienza por uno mismo. Y es que vivir una vida ple-na, una existencia de calidad tiene poco que ver con el tener y mucho con el ser. Por másque nos vendan que son los objetos los que nos dan felicidad o ser los primeros en tenerlo último, lo cierto es que una vida de armonía interior y plenitud es aquella en la que vi-ves de acuerdo con tu proyecto personal, en la que eres capaz de reservar todos losdías un rato para reflexionar cómo quieres vivir, cuando gastas tiempo en los demás ypracticas la justicia en pequeños detalles laborales, familiares y sociales. Cuando vives lavida como un regalo inmerecido, como una fiesta y se la haces festiva a los demás. Siademás vives todo esto acompañado con la presencia y fortaleza de Dios, que nos ponelas pilas, nos impulsa a la misericordia y nos da pistas para vivir una existencia apasio-nante, entonces ya es el colmo del sentido y la plenitud.

Me apunta un amigo que en el mundo hay dos grandes potencias: una es EEUUy otra soy yo, o eres tú, vaya, con tus capacidades personales siempre que las pongas alservicio de lo mejor para ti y para los demás. Todos tenemos posibilidades adormecedo-ras o plenificantes, pero cada uno elige las que quiere usar. Cuando van dirigidas hacia laexcelencia, expresión que tanto utiliza la otra potencia mundial, entonces conseguimospara nosotros y para los demás una vida de calidad, una existencia fructífera.

¿Pero en qué nube estás subido, muchacho -dirá alguno- qué lirismos me cuen-tas de la vida cuando seguimos en el fondo de una dura crisis económica? Precisamenteporque estamos sumergidos en un momento tan difícil necesitamos cuestionarnos el sis-tema de vida, despertar de este camino de ida hacia el tener para volver al del ser. Es lacantidad la que está en crisis, volvamos a la calidad. Es éste un momento sagrado y pro-picio para recuperar lo esencial, que suele coincidir con lo sencillo: la conversación inme-diata y gratuita, sin demasiados medios artificiales que la hacen cara; vivir atentos a losde cerca, a quienes podemos echar una mano o las dos; el trabajo bien hecho como unmodo de cuidarlo; hacer familia teniendo ratos para el matrimonio y los hijos, para la amis-tad y el ocio casero y natural renunciando a cosas que sólo la inercia consumista nos lasha hecho necesarias. Ojalá dentro de poco podamos descubrir que el bajón económicoprodujo un subidón de lo importante, lo sagrado y gratuito y nos vaya llevando del estadode bien-estar al estado de bien-ser. ¿Contribuirá esto a la civilización del amor?

tenían los médicos que les indujeronal aborto a obligarles al calvario deremordimientos que están pasando?

“Que sepa que mi hija enfer-ma tiene la misma dignidadque usted y el mismo dere-cho a vivir que tuvo usted.Ninguna sociedad tiene dere-cho a decir sobre si la vida deotro es digna o no, o a deter-minar si una enfermedadcausa o no sufrimiento sinpreguntar al afectado.

“Mi hija necesita para vivir de laayuda de otros en el mismo grado enque yo la necesito, aún estando sa-no. Si los hombres vivimos en socie-dad es porque nos es necesario elconcurso de otros para nuestra su-pervivencia. Por esto existe la socie-dad y los gobiernos de la mismas:para ejercitar la ayuda mutua. En oc-cidente tenemos la suerte de queprosperó la razón benéfica del ágorade Atenas sobre el terror eugenésicodel Taigeto espartano, ¿usted quées, ateniense o espartano?».

SSHACE 42 AÑOS, su madre quedó embarazadatras ser drogada y violada por varios hombres enMedellín. Pero no quiso abortar y lo trajo al mun-do. Hoy es sacerdote, a cargo de dos parroquiasen Comodoro Rivadavia.

Así es que dio a luz a Alfar Antonio, que con eltiempo conocería su tan traumática concepción yse sobrepondría apelando también a la fe. Una fecreciente que lo llevaría a descubrir su vocaciónsacerdotal y ser el mayor orgullo de su madre.- ¿Cuándo y cómo se enteró de algo tan dra-mático?. La familia de mi mamá cuando se enteraron de

que había quedado embarazada, la obligaron acasarse con un viudo para tratar de tapar todo. Pe-ro ese matrimonio no funcionó, porque, cuandovolvió a quedar embarazada, su marido empezó atener una doble vida, además de que la golpeabay se emborrachaba. Como sus padres la presio-naban para que no se separara, decidió seguir consu marido y el hijo de ambos, pero para sobrelle-var tanta adversidad me entregó a mi abuela.- ¿Por qué ella no quiso abortar? ¿No temíaque su maternidad fuese muy traumática?. Mi madre era una mujer de mucha fe, muy prac-

ticante y muy santa. Ella decía que, pese a las tanterribles circunstancias, llevaba en su seno el mi-lagro de una nueva vida, una vida que Dios le ha-bía dado y que, por sus convicciones, no podíaabortar. Y que si Dios se la había dado debía en-contrarle el sentido. Para ella lo más duro era nopoder mostrarme un padre que me amara, que me

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Después del abismo

El periódico argentino Clarín (n.92, abril,12)publicó una entrevista testimonio -que extraemos en estas líneas- sobre un sacerdote que le debe a su mamá

el coraje de haberle traído al mundo, pese a ser también fruto de una violación.

Alfar Antonio

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Gema Sáez

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oy he vuelto al cole, después dedos meses de vacaciones. Este

verano me lo he pasado muy bien,primero en el pueblo con mis abuelosy luego he ido con mis padres unasemanita al norte. Ha sido difícil, peroal fin mis padres han podido hacercoincidir sus vacaciones unos días.Dicen que están mal los trabajos y nose pueden permitir el lujo de pedir lasvacaciones cuando a ellos les con-venga. Además, en verano es cuan-do más trabajo tienen.

Así que, aunque a veces meaburra en el pueblo o eche de menosa mis padres, me tengo que confor-mar. Me lo han explicado muchas ve-ces. Algún día seré mayor y me po-dré quedar sola en verano mientrasmis padres trabajan.

No es que esté mal con los abue-los, ya sé que ellos hacen lo quepueden por distraerme y porque melo pase lo mejor posible, pero a ve-ces no lo consiguen del todo. Los en-cuentro un poco mayores y cansadosy aunque yo trato de ayudarles y deno darles trabajo, creo que se levan-tan muchas veces por la noche, paraver si estoy tapada o si paso frío. Asíque luego después de comer seechan una buena siesta en sus buta-cas. Mientras, yo leo, pero les obser-vo cómo duermen; el abuelo sopla yla abuela se inclina hacia un lado,tanto, que un día se va a caer.

campo. Cuando doy paseos con laabuela, recogemos manzanilla, tomi-llo, orégano y así voy conociendo lasplantas. También recojo flores queluego seco. Con ellas hago unoscentros que luego coloco a un lado ya otro de un Sagrado Corazón quetienen mis abuelos en la entrada. Allíhe rezado cada día por mi compañe-ra de clase, para que volviera…

El verano se me hace un poco lar-go y estoy deseando volver al cole-gio, ver a mis amigas y jugar en elpatio durante el recreo. Luego voy abaile, a inglés…

- - -Este año sé que algo muy graveha ocurrido y que no acierto bien acomprender, pero mi amiga desapa-reció junto a su hermanito a princi-pios del curso pasado, mientras esta-ba en un parque con su padre. Noempezará este nuevo curso ni el queviene. No es que haya dejado el co-legio, es que nos ha dejado parasiempre y de una manera tan increí-ble y tan dolorosa que no puedo en-tenderlo todavía.

Sabía que a su padre hace tiempole habían metido en la cárcel por nohaber cuidado bien de ellos; pero yocreía que había sido un descuido, yque algún hombre malo se los habíallevado. Desde entonces mis padres

En el pueblo la vida es más rutinariay me entretengo yendo de casa encasa a hablar con una vecina y conotra. No hay ningún peligro ya que to-do el pueblo somos medio parientes.Pero, no hay niños, yo debo ser lamás pequeña y la que me he queda-do descolgada de todos. Antiguamen-te debía ser otra cosa. Según me hancontado, los niños correteaban y juga-ban por sus calles empedradas.

Siempre me ha llamado la atenciónque los tenderos vengan al pueblo avender con sus furgonetas: el panade-ro, el que trae el pescado, la carne yalgún otro más.

Aquí el que más o el que menostiene un pequeño huerto, gallinas y losuficiente para su familia; pero, claro,de todo, todo, no hay.

Aún me acuerdo del día que fui avisitar a una señora mayor que erapariente de mi abuela, y al marchar,me regaló un huevo. Debí de ponertal cara, que me dijo que los huevosde la ciudad no tenían ni color con loshuevos caseros. Ese día hice que laabuela me lo pusiera para cenar. Mepareció bueno, pero yo creía que ibaa ser otra cosa. Algo así como el dechocolate.

No soy de las que veo mucho la te-le, me entretengo más leyendo e ima-ginándome lo que leo. Me gusta el

me decían, más aún, que no hablaracon desconocidos, que no fuera solani a por chuches a la tienda de abajo.

Luego me enteré que las cosas en-tre sus padres no estaban bien, quese estaban separando, pero a pesarde ello, yo creía que su padre lesquería. Hasta ese momento, siempreme habían parecido que todos eranfelices, una familia como las demás.

Cuando mis padres me contaron loque había pasado me puse a llorar;esa noche tuve pesadillas. Me dijeronque no viera la tele, que no oyera lasnoticias que hablaban de eso. Que enel colegio, antes de empezar las cla-ses nos lo explicarían todo, ya queellos no conocían todo lo que pudopasar y no podían explicármelo todo.

No sé si mis compañeras y yopodremos entenderlo algún día, peropor muchas explicaciones que nosden, nuestra amiga no volverá nuncay tardaremos mucho en olvidarla.

- - -Estas cosas duelen y marcan,mientras yo me quejaba del veranoen el pueblo. No sé apreciarla suerte que tengo de te-ner unos padres que sequieren y que me quie-ren, de unos abuelosbuenísimos y de tenerun pueblo para mí sola.

No han vuelto todos

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Viñetas PasionistasViñetas Pasionistas

SANTA MARÍA GORETTI

Zenón UrigüenUn acontecimiento importante (1)

Mari Jose Laña

La vida cristiana, desde las raíces del Evangelio y por el fuego del Espíritu Santo,es una fuerza divina forjadora de héroes, mártires y santos. Santa María Goretti,

virgen y mártir del siglo XX, es un elocuente testimonio de ello.

LA FAMILIA. María Goretti nace el año 1890 en Corinaldo, Italia, y es hija de Luigi Goretti yAsunta Carlini. Es una familia que vive en una pobre casita. No pudo frecuentar la escuelaporque la suprema pobreza se lo impedía. Sus únicos maestros fueron sus padres, igno-rantes de humanas letras, pero llenos del espíritu de Cristo. Los “padres son los primeroseducadores de la fe mediante la palabra y el ejemplo”.

FAMILIA EMIGRANTE. La vida de la familia Goretti es pobre, dura y sufrida, y se ve obligadaa emigrar. Con tan poca tierra no pueden alimentar a sus 4 hijos y se van a Colle Giantur-co. Y de aquí emigran a Le Ferriere di Conca. En esta población Luis Goretti, el padre, mue-re de paludismo a sus 41 años, dejando la familia en medio del dolor y el luto. Esta familiacristiana se organiza como una institución modelo. Asunta toma el puesto del marido en eltrabajo del campo y la niña María, de diez años, se convierte en ama de casa, es el ángelde la familia, enseña a rezar a los niños, los corrige y anima. En este tiempo aparece el P.Jerónimo, Pasionista, y prepara a María para la primera comunión que será a sus diez añosy la recibe con la fe más angelical.

EL MARTIRIO. El martirio de María no fue fruto de un heroísmo fortuito. Alejandro Serenelli,víctima de sus pasiones, hace tiempo que acosaba con palabras seductoras a María Gore-tti. El día 5 de julio de 1902, trata de doblegar su firme resistencia. Al ver la inquebrantablefortaleza de María Goretti le clava un puñal en su cuerpo hasta 14 veces. Era el triunfo mar-tirial sobre la violencia sexual y ejemplo para el mundo actual.

MARÍA GORETTI muere en el Hospital de Nettuno atendida por un padre Pasionista y di-ciendo: “Perdono a Alejandro y cuando vaya al cielo le pediré al Señor un lugar junto a mí”.Es el eco evangélico de las palabras de Jesús en la cruz. El delito de Alejandro, la agonía,el perdón y la oración de María Goretti hacia su asesino, suscita en el pueblo la admiraciónde una gesta heroica. La gente abraza y felicita a mamá Asunta por ser la madre de unamártir y una santa.

El P. Aurelio y los Pasionistas gestionaron su canonización (año 1950) por el papaPío XII. A esta celebración asistió su santa madre, que agradeció a los Pasionistas la causade su glorificación. Asistió también Alejandro, ya convertido a Cristo.

Su Santuario en Nettuno es, hoy día, centro de espiritualidad y de fe.

omenzó un 11 de octubre del año1962, por eso ahora cumple 50 años.Que... ¿de quién estoy hablando?... pues del Concilio Vaticano II, ese gran acontecimiento

de nuestra Iglesia que sigue siendo hoy un referente importante para muchos cristianos.Juan XXIII pronunció su discurso inaugural comenzando con estas palabras: “Exulta la madre Iglesia”,convencido de que “la Iglesia, iluminada por la luz de este concilio, crecerá en riquezas espirituales, co-brará nuevas fuerzas y mirará sin miedo hacia el futuro”.¡Qué fuerza tenían sus palabras!, ¡y qué carga de esperanza e ilusión ese proyecto que le desbordaba!Estos días, leyendo de nuevo algo sobre su historia, me ha gustado conocer lo que supuso de novedadcon respecto a los concilios anteriores y la inquietud que se vivía entonces en la Iglesia; el deseo que mu-chos tenían de situarse de una manera nueva en una sociedad y un mundo que estaban cambiando mu-cho, deseo de hacerse presente, de estar cerca, de acompañar a la humanidad. Un deseo que quedó ex-presado en la “Lumen Gentium”, como voluntad de ser luz para todo el que busca sentido en su vida, ytambién en la “Gaudium et spes”, como voluntad de vivir y acoger todo lo humano.También me ha gustado ir descubriendo lo que supuso la renovación litúrgica: el paso de la utilizacióndel latín a la lengua coloquial del pueblo..., la renovación en la celebración de la Eucaristía, con el altary el sacerdote de cara a la comunidad, más participativa, más comunitaria... más viva... más adaptadaa la realidad de los distintos países y culturas.Y me ha llenado de alegría ver cómo el Concilio recuperó la centralidad de Jesús y de su Evangelio, locual hizo posible un mayor y mejor conocimiento de la Palabra y ha posibilitado que surjan muchos gru-pos de estudio y profundización, de vivencia y compromiso. Y junto con la Palabra, también ha ido cre-ciendo en la Iglesia un movimiento de acercamiento entre las distintas religiones cristianas y no cristia-nas, fruto de aquella semilla de ecumenismo que plantó el Concilio y que a lo largo de estos años muchoshan ido regando y cuidando.Sí, quizá con el paso del tiempo nos hemos acostumbrado a todo esto y ya nos parece normal, pero esbonito mirar hacia atrás y ver todo el camino recorrido y el esfuerzo realizado por tanta gente, porqueayuda a seguir creyendo y caminando con esperanza, a pesar de las dificultades y de la actual tenden-cia a volver atrás. Es asombroso también, contemplar la acción del Espíritu en Juan XXIII y en aquellos padres conciliarescapaces de abrirse a lo nuevo y de aportar tanta novedad a la Iglesia.Es verdad que aún nos falta mucho por vivir de todas aquellas intuiciones del Concilio, pero ojalá quenos dejemos animar y guiar por aquel mismo Espíritu que lo hizo posible y ojalá también, que la cele-bración de este aniversario nos anime a leerlo de nuevo y a llevarlo a la vida.

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“En la vejez, no me abandones,Señor” Sal 70,18

¡Curso nuevo a la vista!

Pedro Mª Zalbide,Consiliario Nacional Vida Ascendente

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onfieso que soy un fervienteenamorado del horizonte.Sus guiños, variados y cer-teros, te sacan a escena lomismo la candidez de un

amanecer que la serenidad de uncrepúsculo. Para contemplar ama-neceres bellos y madrugadores,recomiendo cualquier rincón deAsia; y para disfrutar de atardece-res misteriosos y fascinantes, mebasta con cualquier cala de nues-tra costa levantina.

Pero vayamos al horizonte…Se trata de esa línea, imaginaria aveces, o perfectamente dibujadaen otras ocasiones, que nos hablasiempre de dos mundos, de dosparcelas del vivir, de dos realida-des diferentes. El horizonte seconvierte siempre en el juez tajan-te que delimita perfectamente losdos espacios en cuestión, no sa-biendo muy bien si los une o lossepara.

La atmósfera de la calle (librosde texto, colegios que abren suspuertas, rostros morenos y lustro-

sos en niños y mayores…) nos di-ce a gritos que la línea imaginariadel horizonte nos habla ya de unnuevo periodo académico, de unnuevo curso que hemos comenza-do o estamos a puntos de hacerlo.Atrás queda el pasado año esco-lar, y delante contamos con nuevemeses amplios que nos urgen yestimulan a la ilusión y al esfuer-zo. En esta ocasión, el horizonteha sido dibujado con un largo tra-zo grueso, conocido como “las va-caciones estivales”.

Acabo de decir que esta líneafronteriza diferencia con exactituddos realidades, sin saber a cienciacierta si las une o las separa. En elcaso del mundo estudiantil, y tam-bién en el nuestro de personasmayores (al fin y al cabo, todos so-mos aprendices en la escuela dela vida), en el largo recorrido delhorizonte existen tramos que deci-didamente separan el antes y eldespués. Por un lado están, es-condidas y avergonzadas, nues-tras pequeñas miserias cotidia-nas: el egoísmo, la soberbia, la

intolerancia, ladesidia, el malcarácter, la in-comprensión…,fotografías de-sa fo r tunadasque ocultamosh á b i l m e n t ecuando mos-tramos el álbuma cualquier per-sona, y que habremos de mejoraren el futuro. Los tramos que, por elcontrario, unen el curso pasado yel que comienza son esa innume-rable colección de buenas obras,de acciones generosas, de gestoscomplacientes, de manos extendi-das hacia el necesitado…, actitu-des que debemos seguir ejercitan-do (y, si es posible, aumentando)en el futuro que nos espera.

Quiero pensar que el comien-zo de un nuevo curso es siempreun acontecimiento singular dondese dan cita la ilusión, la inseguri-dad, los sueños, las vacilaciones,el nerviosismo… Me recuerda laformación de los ciclistas en elpunto de inicio de la carrera, es-perando con impaciencia el pisto-letazo de salida. O los equipos defútbol que, serios y preocupados,aguardan al silbato que da entra-da a la competición.

A d e m á s ,un comienzo decurso poseesiempre un plusde novedad, in-terés y curio-sidad. En mistiempos de es-tudiante recuer-do que, al llegaroctubre y en-

contrarme en un curso superior,me sentía más hombre, más cercade la adultez, más responsabledel paso dado, y prometía estudiaren serio desde el primer día y noir dejándolo para otro momento;propósitos que nunca cumplía deltodo.

Rebobinando la historia pocomás de cinco siglos, nos encontra-mos con aquellos “quijotes” quese empeñaron en descubrir Améri-ca, y escuchamos el grito jubilosoy entusiasta de “¡tierra a la vis-ta!”… Remedando la escena, bienpodríamos decir: “¡Curso nuevo ala vista!”. Esto es, nueve mesespara que sigamos dando fruto, pa-ra vivir en la presencia de Dios yen la cercanía del prójimo, paraque superemos “las notas” delcurso anterior. Y todo porque he-mos rebasado el “horizonte” de lasvacaciones estivales.

CC

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ALDO TRENTO ha desarrollado unafecunda obra caritativa en América Latina.También ha estudiado la historia de las mi-siones jesuitas con los indios guaraníes, ypide a España que esté orgullosa de sugesta en el continente americano.

Ha recibido numerosos galardones enParaguay por su labor humanitaria. Tam-bién en su Italia natal, pero estos los devol-vió en protesta por la decisión del Gobiernode retirar la alimentación a la joven EluanaEnglaro. "La chica fue víctima del ataquede una cultura materialista", explica Aldo.

CON ENFERMOS INCURABLES

"En nuestra casa de enfermos de San Ri-cardo Pampuri tengo un niño sin cerebro,pero vive, y veo en él el rostro del Misterio.Si no hay Dios, lo único razonable es laanarquía, el poder del fuerte. Pero si hay unDios Padre, cada uno de sus hijos es divi-no, porque Él los ama. Por eso los indiosguaraníes llamaban al dios creador ´Tu-Pá´, es decir, ´autor de lo maravilloso´".

ESPAÑA EN AMÉRICA, SIN VERGÜENZA

"Los españoles tienen que estar orgullo-sos de su papel en la historia de América",asegura con vehemencia este italiano.

"Si leemos el testamento de la ReinaIsabel la Católica y otros documentos, seve con claridad que la empresa de Españaen América pretendía sobre todo evangeli-zar. Carlos V, después de convocar el de-bate de Sepúlveda y Las Casas en Valla-dolid, declaró que no le importaba laquiebra económica ´por no perder una sola

alma para Cristo´. Como en todo lo huma-no, la cruz y la espada, la gracia y el peca-do, iban de la mano. Lo que yo digo es quelos jesuitas eran unos enamorados de Cris-to, del hombre y de los guaraníes. Es inco-rrecto e ideológico hablar de las reduccio-nes jesuitas de los siglos XVII y XVIII como´utopía´, ´comunismo paraguayo´ o ´repú-blica platónica´, porque en sus textos ve-mos que toda su inspiración era el Evange-lio, no los pensadores utópicos".

LA BELLEZA, NO LA FUERZA, CONQUISTÓ A LOS GUARANÍES

"Durante dos años los jesuitas sólo predi-caban a los indios la belleza de Cristo y dela salvación, nada de moralismo. Solo des-pués les educaban en el matrimonio monó-gamo y la moral cristiana. Apenas habíados o tres sacerdotes en comunidades de2.000 o 3.000 indios: no se sostenía por lafuerza de ninguna manera, era una expe-riencia de libertad. La belleza, no la fuerza,conquistó a los guaraníes".

LA OLVIDADA BATALLA DE MBORORÉ

Recuerda además un hecho insólito quelos manuales escolares casi nunca reco-gen ni en España ni en América. "Durantedécadas, los esclavistas portugueses ata-caron las misiones. El padre Montoya orga-nizó un éxodo de 12.000 indios hasta la zo-na que hoy es Argentina. Como los ataquesseguían, pidieron permiso al rey para armara los guaraníes, y el Papa emitió una bulacondenando los ataques a las misiones. Lamilicia guaraní entrenada por jesuitas ex

militares venció a un ejército de más de3.000 esclavistas en la batalla de Mbororéen 1641 y las misiones florecieron un siglomás. Es quizá el hecho militar más impor-tante de la América hispana, pero en Su-damérica apenas se enseña porque a losmasones no les interesa".

ALDO TRENTO hace mucho que aban-donó el marxismo de su juventud. Hoy, en-tre pobres y enfermos, denuncia "un falsocristianismo indigenista, donde pareceque Jesús sólo se interese por los indios".

DE LA DEPRESIÓN A LA FECUNDIDAD

Llegó a Paraguay hace más de 20 años,sumido en una depresión inacabable. Pe-ro de esa vivencia salieron sus obras: . Un centro para enfermos crónicos y ter-minales, un asilo, una escuela, una granjapara enfermos de sida, un servicio de do-nantes de sangre y un banco de alimen-tos. . Ha escrito dos libros sobre las misionesde los jesuitas con los indios guaraníes enlos siglos XVII y XVIII. . Es miembro de la fraternidad San CarlosBorromeo, sacerdotes misioneros de Co-munión y Liberación.

Pablo J. Ginés/ ReL

FE Y VIDA: de la extrema izquierda, a las misiones, el sacerdocio y el trabajo con enfermos crónicos

viene de la pág. 20

enseñara a caminar, pero lo sobrellevabasintiendo que yo la llenaba totalmente. Yque, tarde o temprano, sería su bastón. Dehecho, los tres años que vivió conmigo araíz de una larga enfermedad hasta sumuerte, en 2009, fueron para ella los añosmás bellos de su vida.- ¿Cómo fue su reacción cuando se ente-ró? ¿Qué edad tenía?. Para mí fue muy duro. Tenía apenas 10

años. Reaccioné con mucha severidad con-tra mi madre. Con el paso del tiempo y deuna vida muy triste, fui a la iglesia a recla-marle a Dios, a preguntarle por qué a mí.

Como yo le hablaba a los gritos, vino unsacerdote y me dijo que estaba formulandomal la pregunta: "No es por qué, sino paraqué". Que creía que Dios, precisamente araíz de mi situación, me estaba llamandopara cosas grandes. Me dijo que Dios escri-be derecho sobre renglones torcidos y queiba a ser un instrumento de El. Y me leyó elpasaje de Jeremías, donde Dios lo llama,pero éste se resiste y el Señor le dice: "Note preocupes, yo haré todo por ti". - ¿A partir de entonces su vida dio unvuelco?. Aquella charla me marcó. Ese sacerdote

terminó siendo como un padre. Y fue cons-truyendo en mí la obra de Dios. Empecé avalorar la vida, a relacionarme con gente debien que valoraban mi esfuerzo para supe-rar la situación. Llegué a ser catequista sindarme cuenta de que Dios me estaba pre-parando para el sacerdocio. Tuve una novia,aunque la relación no fue realmente seria,hasta que decidí ir al seminario. Comprendíque Dios había querido que mi mamá noabortara porque confiaba en mí y anhelabaque, aunque fuese fruto de un pecado muygrave, sea su instrumento para llegar a tan-tas partes con su luz, su gracia y su amor.

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GALICIA

Rosendo Díaz

O ANO INTERNACIONALDOS BOSQUES

n España, a masa forestal galegaé fundamental: ocupa o terceiro lu-gar no ránking de bosque sostible.Piñeiro e eucalipto seguen a seras especies máis comúns dos ve-

llos montes galaicos.Na Galiza existen unhas 130.000 hec-

táreas arboradas con “certificación fores-tal”, título que significa que neses terreosse realizan accións dirixidas a menteren abiodiversidade, a produtividade, a capaci-dade de rexeración e a vitalidade de talesmasas forestais. Por diante da Galiza, sóvan Castilla-León e Navarra/Nafarroa.

Os obxectivos da Certificación cén-transe na axeitada xestión deses montes,en mellorar a imaxe da madeira como un-ha materia prima renovable e garantir aosconsumidores que os produtos procedende masas forestais adecuadamente traba-lladas. Eses montes pertencen na súa ma-yoría á Consellaría de Medio Rural da

A ONU declarou o 2011 Ano Internacional dos Bosques, por en-tender que as masas forestais teñen decisiva importancia na subsis-tencia da humanidade: “Centos de millóns de persoas, sobre todonos países en desenvolvemento, dependen dos bosques para a súavida cotiá…; son o pulmón do planeta… Porén, desaparecen cada

minuto unhas 25 hectáreas de floresta…”

Xunta, ao Grupo Gallego de CertificaciónForestal e Cadea de Custodia, á Compa-ñía Galega de Silvicultores, e a FINSA,empresa madereira compostelana. Contodo, os bosques certificados suponen tansó o 2% de toda a masa arbórea, de 1,3millóns de hectáreas.

A superficie de árbores plantadas tri-plica a que opucan as nacidas espontáne-amente; dato que nos indica que os bos-ques naturais poderían se converternunha rareza de non tomárense medidasde protección.

O aproveitamento forestal conleva que asespecies máis comúsn (piñeiro, eucalipto)sexan precisamente as de máis rápidocrecemento. Os piñeirais de “pinus pinas-ter” ocupan a terceira parte do solo arbo-rado, e non se prevén cambios significati-vos nesta situación, porque a actual criseeconómica rebaixou a demanda. Algo

máis de intereses llesmerece o eucalipto ásempresas produtorasde celulosa (pasta depapel); os eucaliptaiscobren un 22% dos no-sos montes.

E a terceira posi-ción ocúpaa a carballo(quercus robur), que acada o 17% dosbosques. O castiñeiro (castanea sativa) ea bidueira (betula alba) non chegan nin ao5% do terreo arborado.

A FAO recoñece que, entre as múltiplesfuncións das masas forestais (fonte de ali-mento, de menciñas e de aire puro), hadestacarse a maiores a súa capacidadede convertérense en locus amoenus, refu-xio para o disfrute; son zonas únicas parao descanso (“lonxe do mundanal ruido”), acontemplación da nai Natureza… Sinale-mos:

. A CORUÑA: Fragas do Eume, bosqueatlántico, Parque Natural, regado polorío Eume ao longo de 20 kms.: carba-llos, castiñeiros, bídalos, freixos…

. LUGO: Faial de Pintinidoira, o máis oc-cidental de Europa, nos concellos deCervantes e As Nogais. Aciñeira de Cru-zul, bosque de aciñeiras (encinas) deBecerreá; ademáis, castiñeiros, carba-llos, bídalos, arces, que no outono sepoñen pixamas de douradas cores paradurmir o inverno. Bosques de Carballi-do, entre A Fonsagrada, A Pontenova eRibeira de Piquín, nun ambiente som-

brío e húmido, encai-xonado polos barran-cos de pizarra do ríoRodil.

. OURENSE: Rebo-leiras do Navea, bos-que mixto de rebolos(especie de carballo

máis rústico, “quercus pyrenaica”), querega o Navea, entre Pobra de Trives eSan Xoán de Río.

. PONTEVEDRA: Carballeiras do río Ver-dugo, que nace nas serras de O Candoe Suído, para desembocar na ría de Vi-go, tras percorrer os municipios de A La-ma, Pontecaldelas e Soutomaior.

Empresas madereiras, renovándose deco-te. A división forestal do Grupo Tojeiro uni-fica as súas ofertas nunha soa marca co-mercial, INTASA, para mellorar a xestiónda produción, distribución e venda dosseus productos; emprega 500 persoas eexporta os seus fabricados a trinta paísesde tres continentes: tableiros, aglomera-dos, chapados e rechapados, colas, resi-nas… “Caracteriza o noso Grupo a filoso-fía de mellora continuada… Madrear.Consideramos que é un obxectivo posible”porque “estamos na avangarda europeaen canto a tecnoloxía e procesos”.

A seis empresas do Grupo Toxeiro co-mercializan os seus produtos a través deTOTRANSA, que forma parte do propioconsorcio, e garante un valor engadidoaos envíos a clientes.

EE

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Difuntos

Agradecidos

33

Joxemari Arzalluz

2

1

43

pistoleroa dirudi zoaz nire mahastira

-”Maritxu nora zoaz”

Legazpi – Milagros Azpeitia AreizaCarballiño – Pilar Estévez RodríguezA Coruña – Pilar FragaAlegia – Mª Carmen Murua Donostia – Trinidad Axpe Murueta

Leioa – María Alcalde OriveUrretxu – Mª Teresa Gárate AguirrezabalAndoain – Mª Rosario AguirrePuerto Rico – P. Gregorio Paredes, pasionistaLasarte-Oria – Josefa Belamendia GalarragaCaldas de Reis – Acacia Goldar BucetaElgoibar - Félix Ayesta AlbizuAmasa - Mikel Artola Arbiza

iza legeak agintzen du eta, zorionak! Alberto Contador jauna. Ez erraz, ez aisa…baina Puritori, Joakin Rodriguez kataluniarrari Españiako Itzulia azken egunetankendu diozu. Niri, egia esan, pena eman zidan zuk irabazi izana, baina, giza le-

gearen jarrera nire uste eta gogoen gainetik dago, eta beraz, berriro diozut, urte asko-tako!

Gaurkoan, ordea, ez noa txirrinduaren gainean duzun abilidadea zenbaterainokoa denesatera eta goraipatzera. Mundu guztiak badu horren berri; eta gainera, egia esan, eznaiz aditu-aditua txirrindularitzari dagokion kirol arloan, nahiz eta txirrindulariei begirapozarren egon; hobeto beste bati utzi eginkizun hori.

Nik, xumetasun handiz, ka-rrera edo etapa bat irabaztenduzun bakoitzean egiten du-zun keinu itsusi, zatar, motzeta itsurabakoa salatu nahidizut. Hortik lantxo honenizenburuan idatzi dudan “pis-toleroa dirudi”.

Irabaztunaren elastikoa jant-zi, lora sorta hartu eta bi neska lirainen muxuak gozatu ondoren… eskua bihotzera era-man eta besoa luzatzen duzu aurrean duzun jendetza apuntatuz eskuko behatzak pis-tola itsuran jarrita. Ez da keinu egokia!

Ez dakit zer adierazi nahi duzun keinu horrekin, nahiz eta askotan galdetu diodan neu-re buruari. Ez dizut inoiz entzun horri buruzko adierazpenik. Zuk zeuk bakarrik jakingoduzu.

Indarkeria salatzen ari gera etengabe. Kirol saioetara joaten geranean… gozatzera, gu-re barneko larrialdietatik eta atsekabeetatik askatzera eta libratzera goaz, eta ez zukegiten duzun keinua ikustera.

Poztuko naiz, bai horixe! urrena karrera bat irabazten duzunean, ez eskuineko eskuabakarrik, biak bihotz ondora eraman eta maite zaituzten guztiei txalo jotzen badiezu.

GG

Jesusek:Zoaz nire mahastira,baietz esaidazu.

Nik:Eskerronez ta pozikJesus, prest naukazu.

Jesusek: Azkenean sariaugari daukazu.

Nik: Maitasunez konpontzengara ni eta Zu.

Jesusek:Mahastiak asko dira,bakotxak berea.

Nik: Maite zaitun batentzatda aukerea!

Jesusek: Zu ez zoaz bakarrik,izan adorea!

Nik: Nok garaitu holangolangile parea?

Jesusek:Ez eizu ahaztu, lagunbehar zaitudana.

Nik: Zuri zor deutsut, Jesus,egin ahal dodana.

Jesusek:Azkenean egingodogu erdibana.

Nik:Zoragarria da gaurZuk hemen esana.

Jesusek:Asko-gitxi ahal dozunez nago begira.

Nik:Zure tratuak, Jesus,ongarriak dira.

Jesusek:Mahatsa helduta dagozoaz azkar, tira.

Nik:Bai, zeure izeneanbanoa mahastira.

Martzel Andrinua

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. “El que no lleva su cruz no merece corona” (J. Quarles)

. “La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con loque te sucede” (Aldous Huxley)

. “Para todas las heridas del alma, por profundas que sean, el tiem-po, ese gran consolador, tiene su bálsamo” (Christoph M. Wieland)

. “El árbol quiere la paz, pero el viento no se la concede” (Proverbiochino)

. “Debido a que prestamos demasiada atención a los defectos de losdemás, morimos sin haber tenido tiempo de conocer los nuestros” (Jean de la Bruyère)

. “Hoy es el primer día el resto de tu vida” (Anónimo)

. “A veces sentimos que lo que hacemos en tan solo una gota en elmar, pero el mar sería menos si le faltara una gota” (Teresa de Calcuta)

. “Sé para ti mismo un crítico severo” (Nicolás Boileau)

. “El valor de tu casa es el precio que tu vecino quiere pagar por ella”(Confucio)

. “No hay ninguna cosa seria que no pueda decirse con una sonrisa”(Alejandro Casona)

. “La belleza perece en la vida, pero no en el arte” (Leonardo da Vinci)

. “El que no sienta ganas de ser más, llegará a no ser nada” (Miguelde Unamuno)

. “Una idea no ejecutada es un sueño” (Duque de Saint-Simon)