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La enseñanza de la ciencia en la educación básica en México Fernando Flores-Camacho

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  • La enseanza de laciencia en la educacin

    bsica en MxicoFernando Flores-Camacho

  • La enseanza de laciencia en la educacin

    bsica en Mxico

    Fernando Flores-Camacho (Coordinador)

  • La enseanza de la ciencia en la educacin bsica en MxicoPrimera edicin, 2012ISBN: 978 607 7675 39 6Fernando Flores-Camacho (Coord.)

    D. R. Instituto Nacional para la Evaluacin de la Educacin Jos Ma. Velasco 101, Col. San Jos Insurgentes,Delegacin Benito Jurez, C.P. 03900, Mxico, D. F.

    Coordinacin EditorialMara Norma Ordua Chvez

    Correccin y diseoPublicaciones Corporativas

    Correccin de pruebasJuan Carlos Rosas Ramrez

    Impreso y hecho en Mxico. Distribucin gratuita. Prohibida su venta.

    Consulte el Catlogo de publicaciones en lnea: www.inee.edu.mx

    La elaboracin de esta publicacin estuvo a cargo de la Direccin General Adjunta. El contenido, la presentacin, as como la disposicin en conjunto y de cada pgina de esta obra son propiedad del editor. Se autoriza su reproduccin parcial o total por cualquier sistema mecnico o electrnico para !nes no comerciales y citando la fuente de la siguiente manera:

    Flores-Camacho, Fernando (Coord.) (2012). La enseanza de la ciencia en la educacin bsica en Mxico. Mxico: INEE.

    Publicacin arbitrada.

  • ndiceIntroduccinFernando Flores-Camacho

    Parte IDesarrollo de la enseanza de las ciencias naturales: qu se ha hecho?

    Captulo 1

    Las ciencias naturalesen las reformas curricularesAntonia Candela, Armando Snchezy Clara Alvarado

    Captulo 2

    La investigacin en las aulasde ciencias y la formacin docenteAntonia Candela, Enna Carvajal,Armando Snchez y Clara Alvarado

    Captulo 3

    Recursos y apoyos didcticosAntonia Candela, Fernando Gamboa,Teresa Rojano, Armando Snchez,Enna Carvajal y Clara Alvarado

    Parte IILos problemas de la enseanzade las ciencias naturales:qu falta por hacer?

    Captulo 4

    El currculo o!cial de ciencias para la educacin bsica y sus reformas recientes: retrica y vicisitudes

    Mara Teresa Guerra Ramos

    Captulo 5

    Materiales educativos y recursosdidcticos de apoyo para laeducacin en ciencias

    Ricardo Valdez Gonzlez

    Captulo 6

    Conocimientos, concepcionesy formacin de los profesores

    Fernando Flores-Camacho

    Captulo 7

    La enseanza de las cienciasen la escuela: los trabajos prcticos

    Jos Antonio Chamizo

    Captulo 8

    Impacto de la investigacinen la educacin en ciencias

    Leticia Gallegos y Xchitl Bonilla Pedroza

    Referencias bibliogr!cas

    Glosario de siglas

    Anexo

    Instituciones y programasextracurriculares que promuevenla enseanza de las ciencias naturalesAntonia Candela y Roberto Sayaveedra

    5

    9

    11 79

    93

    113

    129

    141

    157

    179

    177

    33

    57

    77

  • Introduccin | 5

    IntroduccinMxico es un pas alejado de la ciencia y la tecnologa. Esto implica no slo subdesarrollo, sino tambin una percepcin nacional acerca de que la ciencia y la tecnologa no forman parte de la cultura y, aunque en el discurso se resalte su potencial para el desarrollo nacional, en una visin ntima de la sociedad mexi-cana, se piensa que la inversin en estos campos resulta infructuosa.

    Esta situacin se intensi!ca con diversos indicadores, como el nmero por habitante de cient!cos y personas relacionadas con la ciencia (31 x cada 1 000 habitantes)1, la baja produccin cient!ca, el escaso nmero de patentes tecnolgicas y, desde luego y de manera relevante, los resultados de evalua-ciones en las ciencias, como PISA, cuyos datos nos muestran no slo un lugar bajo entre los miembros de la OCDE, sino una distancia grande con respecto al promedio (416 puntos con relacin a 501 puntos de la media) y un nmero ex-traordinariamente pequeo de estudiantes que alcanzan los niveles ms altos de desempeo (0.2 para el nivel 5 y 0.0 para el nivel 6)2.

    Los orgenes de ese alejamiento con la ciencia y la tecnologa son diversos, pero uno de los ms relevantes lo encontramos, sin duda, en la educacin b-sica. A lo largo de la historia de la educacin bsica en Mxico, las ciencias han ocupado un lugar secundario. Los programas enfticos por muchos aos en lengua y matemticas, orientados bajo el supuesto no demostrado de que son, cada uno por su lado, los garantes del desarrollo de personas con habilidades para la vida y el aprendizaje futuro, han ocupado la mayor parte de la atencin en materiales, formacin docente y, sobre todo, tiempo y recursos para las cla-ses de preescolar y primaria.

    Tradicionalmente, las clases de ciencias en primaria dejan un tiempo margi-nal a las ciencias naturales, son un asunto complementario, no esencial y, sobre todo, no til para la vida cotidiana. Es cierto que desde los programas curricu-lares se han hecho importantes esfuerzos, como podr notarse en los datos y anlisis que se presentan en este libro, pero estos esfuerzos se quedan en los cambios curriculares y, en algunos casos, en los libros de texto, y no han llega-do a cambiar la percepcin de la mayora de los docentes sobre esa visin del aprendizaje de la ciencia como algo marginal en el proceso educativo.

    Desde las normales y las universidades tambin ha predominado esa ima-gen, que tiene sus orgenes en otro mbito ms profundo: la concepcin de la naturaleza de la ciencia que subyace en nuestra idea de cultura, lo que convier-te este problema en un crculo del cual no ha sido posible salir.

    De esta forma, la idea de una ciencia que slo es para personas con capaci-dades especiales, que revela verdades absolutas y que es potencialmente des-tructiva, ha permanecido a lo largo del tiempo en la mayora de las personas.

    1 Obtenido con datos del Inegi (hasta 2010).

    2 Datos de PISA 2009.

  • 6La enseanza de la cienciaen la educacin bsica en Mxico

    En la secundaria, donde hay materias espec!cas de ciencias, la situacin no es muy diferente. La visin de ciencia y de enseanza de la ciencia apegadas al dictado y la memoria dan una imagen distorsionada de la misma y, efectiva-mente, marginal e intil. Los esfuerzos de transformacin han sido menos enjun-diosos en los programas curriculares, aunque en las ltimas reformas de 1993 y 2006 se han sumado a los cambios en los pases desarrollados, el no pasar de la formulacin de programas de estudio ha inhibido que fructi!quen. De manera contraria a esos deseos de reforma, en la secundaria se ha invertido cada vez menos en su enseanza. Baste como ejemplo la paulatina desaparicin de los laboratorios escolares de ciencias en las secundarias de todo el pas.

    Estos son algunos elementos que nos dan indicios de una situacin que debe cambiar de manera radical. Por ello, es cada vez ms necesario hacer una recapitulacin y un anlisis de lo que se ha realizado en los ltimos aos para me-jorar la enseanza de la ciencia, de lo que falta por hacer, de cules han sido los problemas, las visiones y los desatinos que contribuyen a perpetuar y, en buena medida, a aumentar la lejana que nuestros nios y jvenes tienen con la ciencia y el desarrollo tecnolgico.

    En esta revisin tambin debemos dar cuenta de cmo han transitado las reformas curriculares, qu logros han tenido, qu cambios han producido y qu problemas no han abordado. Lo mismo puede decirse de otros proyectos corre lativos a las reformas, como son los libros de texto, los procesos de intro-duccin de las tecnologas de la informacin y la comunicacin (TIC), del estado que guardan las concepciones y conocimientos de los profesores, de la forma-cin y actualizacin de los docentes y del desarrollo de los estudiantes. Pero tambin es necesario presentar una perspectiva crtica en la cual se presenten los problemas subyacentes y fundamentales de la educacin cient!ca y que explique, al menos en alguna medida, los problemas y la ine!cacia de muchas de las acciones realizadas ms all de sus propios problemas de origen.

    Este libro se ha divido en dos partes. En la primera parte se da cuenta de lo que se ha hecho, es decir que se describen las reformas educativas y lo que de ellas corresponde a las ciencias naturales, los propsitos y desarrollos de los libros de texto, descripciones y estudios que muestran cmo se ensean las ciencias naturales en las escuelas, los procesos didcticos que los profeso-res llevan a cabo, los materiales que se han desarrollado y las condiciones que prevalecen en las escuelas.

    La segunda parte contiene los problemas en la enseanza de las ciencias, lo que no se ha hecho. De esta forma se analizan las problemticas inheren-tes a las reformas curriculares, los problemas de comprensin y de conoci-mientos cient!cos de los docentes, as como de las ideas sobre la ciencia con las que los profesores enfrentan programas, clases y proyectos educativos. Tambin se da cuenta de los problemas de la enseanza experimental en las escuelas, de los desarrollos no siempre claros de materiales educativos, as como de la an escasa presencia que la investigacin educativa ha tenido en la

  • Introduccin | 7

    orientacin de las polticas y procesos educativos para mejorar la calidad de la enseanza de las ciencias naturales en Mxico.

    Desarrollo de la enseanzade las ciencias naturales: qu se ha hecho?

    Esta parte est conformada por tres captulos y un anexo. En el primero de ellos, Las ciencias naturales en las reformas curriculares, Antonia Candela, Armando Snchez y Clara Alvarado describen de manera cronolgica los procesos de reforma de 1972 a 2009, y tambin hacen una descripcin de sus enfoques edu-cativos, de los procesos que implicaron y de las caractersticas de los libros de texto, en especial para el programa de 2003, cuya situacin se describe en trminos de organizacin escolar.

    En el captulo segundo, La investigacin en las aulas de ciencias y la for-macin docente, Antonia Candela, Enna Carvajal, Armando Snchez y Clara Alvarado llevan a cabo una descripcin de los procesos en el aula. Las formas en las que los profesores se enfrentan a la enseanza de las ciencias naturales, sus estrategias de construccin social del conocimiento y cmo transcurre la prctica docente en sus distintas modalidades, como las escuelas regulares, las escuelas comunitarias, multigrado, secundarias y telesecundarias, as como la formacin y actualizacin de los docentes en los distintos niveles educativos.

    Mientras que en el captulo tres, Recursos y apoyos didcticos, Antonia Candela, Fernando Gamboa, Teresa Rojano, Armando Snchez, Enna Carvajal y Clara Alvarado, describen los materiales gubernamentales que se han de-sarrollado para profesores, primarias, secundarias y telesecundarias. Asimismo, describen de manera detallada la introduccin de las TIC en los procesos edu-cativos nacionales y algunas consideraciones sobre laboratorios, centros de maestros y bibliotecas.

    Los problemas de la enseanzade las ciencias naturales: qu no se ha hecho?

    Esta segunda parte se compone de seis captulos. En el primero de ellos, El currculo o!cial de ciencias para la educacin bsica y sus reformas recientes: retrica y vicisitudes, Mara Teresa Guerra retoma el tema de las reformas curri-cu lares pero no desde su desarrollo cronolgico, sino analizando aspectos como la ruptura entre enfoques, metas y contenidos, y entre las ideas de los docentes y las que subyacen en los enfoques curriculares, as como los desafos que repre-senta para los docentes cada reforma curricular.

    En el captulo cinco, Materiales educativos y recursos didcticos de apoyo para la educacin en ciencias, Ricardo Valdez, desde un marco de referencia que le permite observar las caractersticas que deben cumplir los materiales educativos para la enseanza de las ciencias, seala cmo se ha transformado

  • 8La enseanza de la cienciaen la educacin bsica en Mxico

    la concepcin del material educativo en Mxico, lo que ha ocurrido con los materiales que se han elaborado para la educacin bsica, analiza sus ventajas y desventajas.

    En el sexto captulo, Conocimientos, concepciones y formacin de los pro-fesores, Fernando Flores describe la problemtica que tienen los profesores en torno a las concepciones de la naturaleza de la ciencia y los conocimientos de las disciplinas que imparten, as como los problemas de la formacin docente en este campo, para lo cual tambin apunta algunas consideraciones.

    En el captulo ocho, La enseanza de las ciencias en la escuela: los traba-jos prcticos, Jos Antonio Chamizo expone los anlisis educativos sobre los trabajos prcticos en la enseanza de las ciencias y, desde esa perspectiva, da cuenta de lo que ocurre al respecto en nuestro pas. Adems, describe las ideas de los profesores sobre este tema y las actividades educativas que prevalecen en las escuelas, mostrando cmo la prctica est cada vez ms olvidada en nuestro sistema educativo bsico.

    En el ltimo captulo, Impacto de la investigacin en la educacin en cien-cias, Leticia Gallegos y Xchitl Bonilla muestran el desarrollo que ha tenido la investigacin de las ciencias en el panorama internacional y su comparacin con lo que ha ocurrido en Mxico. A partir de sus anlisis, dan cuenta del insu!ciente impacto que los esfuerzos de las instituciones investigadoras de los problemas de la enseanza de las ciencias han tenido en las polticas educativas nacionales.

    El libro cierra con un breve anexo: Instituciones y programas extracurri-culares que promueven la enseanza de las ciencias naturales, elaborado por Antonia Candela y Roberto Sayaveedra.

    Los trabajos presentados fueron apoyados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a travs del Fondo Coreano para la Reduccin de la Pobreza, y se cont con el inters y la generosidad del Instituto Nacional para la Evaluacin Educativa (INEE) para su publicacin.

    Fernando Flores-Camacho

  • Parte I

    Desarrollo de la enseanzade las ciencias naturales:

    qu se ha hecho?

  • Las ciencias naturales en las reformas curriculares | 11

    En este captulo se presentan algunas de las caractersticas ms importantes de diversas reformas curriculares para la enseanza de las ciencias naturales en la educacin bsica. Esta descripcin pretende dar elementos para una reflexin basada en una perspectiva comparativa entre cada propuesta, esto con el fin de analizar ms all de la retrica formal, de lo que dice pretender cada cambio curricular las modificaciones efectivas introducidas, as como las continuida-des que mantiene cada nueva reforma a pesar del discurso.

    1.1 La enseanza de las ciencias naturales y los programas oficiales

    En Mxico, la introduccin de las ciencias naturales en la enseanza bsica se remonta al siglo XIX, cuando temas de fsica y qumica fueron integrados a la instruccin elemental. Poco tiempo despus surgieron las lecciones de cosas, las cuales se basaban en la estrategia de ensear y aprender a partir de las co-sas, buscando que los estudiantes se habituaran a observar sistemticamente, experimentaran y re"exionaran (Daz, Flores y Martnez, 2007).

    En su trabajo alrededor del currculo, Len (2003) pone en un contexto mundial la estrategia mexicana, en su anlisis comparativo de los tres movimien-tos educativos que a !nales del siglo XIX se proponan dar mayor importancia a la enseanza de las ciencias naturales en las escuelas: Lecciones de cosas, Estudio de la naturaleza y Ciencia elemental. La autora, adems, seala las dos tendencias que desde entonces, y hasta ahora, han estado presentes en los movimientos de reforma curricular: a) ensear ciencia para contribuir al de-sarrollo individual y social de los alumnos, o bien, b) ensearla para entender los conocimientos y mtodos de la ciencia (Bybee y DeBoer, 1994). El debate en-tre estas dos perspectivas con orientaciones epistemolgicas y socioculturales distintas ha tenido importantes repercusiones en la enseanza de las ciencias naturales en Mxico y, por supuesto, sigue vigente en la actualidad.

    En Mxico, la reforma educativa realizada por Justo Sierra propuso cam-biar la escuela primaria de ser simplemente instructiva a esencialmente educa-tiva, y resalt por primera vez el papel de la ciencia como factor de bienestar

    Captulo 1.

    Las ciencias naturalesen las reformas curricularesAntonia Candela, Armando Snchez y Clara Alvarado

  • 12

    Desarrollo de la enseanza de las ciencias naturales: qu se ha hecho?

    I

    para el pueblo. Ms tarde vendra la creacin de la Secretara de Educacin Pblica, la educacin socialista con la modi!cacin al artculo 3 de la Constitu-cin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, as como la preocupacin por una enseanza cient!ca tcnica, socialmente til e integral.

    En la dcada de los cincuenta, la organizacin curricular cambia de asig-naturas a una organizacin por reas de conocimiento. Bajo este esquema se crearon los libros de texto gratuitos (LTG).

    Comprender el papel que juegan los LTG supone considerarlos como re-sultado de un largo proceso histrico. Por decreto presidencial de Adolfo L-pez Mateos, en 1959 se cre la Comisin Nacional de Libros de Texto Gratui-tos, cuyo objetivo principal era editar y distribuir de manera gratuita los libros escolares para todos los nios que cursaban la primaria. La situacin de la edu-cacin mostraba que de cada mil nios que ingresaban a ese nivel escolar, 866 desertaban; de los 58 que lograban ingresar a secundaria, slo terminaban 12; a educacin superior ingresaban seis y de ellos no terminaban cinco. En ese contexto, asociado a la poltica de Estado para el sector denominada Plan de Once Aos, hacia 1960 las primeras ediciones de LTG empezaron a publicarse y a repartirse en las escuelas.

    Los libros de texto gratuito dan por primera vez carcter de uniformidad a los contenidos y de justicia a los lectores de poblacin marginada. Nunca se pretendi que los libros fueran los nicos, pero s los primeros. Cabe mencionar que la primaria tena dos etapas: de instruccin elemental y de enseanza su-perior. Hasta !nales de 1952, aproximadamente, la enseanza estaba dividida en tres grandes reas: Lenguaje-clculo, que abarcaba por separado lengua na-cional, aritmtica y geometra; Ciencias naturales, que contemplaba botnica, geologa, anatoma, fsica y qumica, y Ciencias sociales, que abarcaba geogra-fa, historia y civismo.

    1.2 Reformas a los planes y programas de estudio

    En los ltimos 80 aos la matrcula del sistema educativo pas de menos de un milln de alumnos a casi 30 millones (Bonilla, 2000). En este periodo, Mxico ha pasado de una aspiracin inicial de principios del siglo XX de lograr cuatro aos de educacin primaria, a nueve, cuando se declar la obligatoriedad de la secundaria en 1993 (meta que a la fecha no se ha alcanzado), y posteriormente a 12 aos con la reforma constitucional de 2004, que incluy los tres aos de edu-cacin preescolar como obligatorios (cobertura que tambin estamos lejos de alcanzar, pues nicamente la educacin primaria se ha cubierto prcticamente en su totalidad a travs de diversas modalidades educativas).

    Este cambio abrupto en el contexto plantea un reto importante: cmo bus-car la calidad educativa, atendiendo la necesidad de lograr una cobertura uni-versal para la educacin bsica, con una alta presin demogr!ca. El Gobierno Federal ha realizado esfuerzos importantes, aunque con pausas largas, para

  • Las ciencias naturales en las reformas curriculares | 13

    actualizar los planes y programas de estudio, desarrollar diversas modalidades educativas que atiendan a diferentes sectores de la poblacin, en cuanto a la formacin inicial y la actualizacin de los maestros, y para apoyar con recursos diversos el trabajo educativo escolar. A continuacin se presenta un resumen de los esfuerzos ms importantes realizados hasta 2008. La reforma a la educacin primaria de 2009 a 2011 ha cambiado los programas y los libros de texto cada ao. sta es una de las razones por las que en este documento solamente se menciona el proceso inicial de la reforma y las caractersticas del procedimiento implantado. En el periodo en que se realiz este trabajo, la diversidad de ma-teriales y las fuertes diferencias entre unos y otros no permitieron analizar cada una de estas propuestas.

    Tambin es necesario aclarar que en este documento no se incluye el an-lisis de los planes y programas de estudio de educacin preescolar, nivel en el que la formacin inicial en temas sobre el conocimiento del mundo natural tiene un carcter general, con temticas poco diferenciadas que no han sido objeto de claras construcciones alternativas ni de un debate tan amplio en cuanto a la formacin cient!ca, como los que se han realizado a partir de la educacin primaria.

    1.2.1 Reforma de 1972

    En Mxico, como en otros lugares, las grandes decisiones educativas tienen un carcter poltico como una de sus motivaciones principales, y no surgen necesa-riamente de un anlisis pedaggico o de una evaluacin de la prctica docente. Es el caso de la reforma educativa del periodo echeverrista, decretada en 1971, que buscaba reconstruir la legitimidad perdida en 1968 y revitalizar la ideologa o!cial con un discurso pedaggico nacionalista ms actualizado. Se buscaba superar la orientacin enciclopedista y la seleccin de contenidos propia del preceptor decimonnico (Fuentes, 1979) de los textos bsicos de educacin primaria, elaborados en el periodo del presidente Adolfo Lpez Mateos, ade-ms de incluir en su realizacin a especialistas en educacin y en las disciplinas acadmicas pertinentes, a diferencia de los textos de los aos cincuenta, que estaban exclusivamente en manos de maestros con experiencia.

    Proceso de elaboracint4FJODPSQPSBQPSQSJNFSBWF[FOFMEJTFPEFQSPHSBNBTZUFYUPTEFDJFO-

    cias naturales, a sectores de la intelectualidad provenientes de centros de estudio superiores (Universidad Nacional Autnoma de Mxico e Instituto Politcnico Nacional, que se ubicaron en y dieron origen al Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigacin y de Estudios Avanzados del IPN).t&OVOQFSJPEPEFDVBUSPBPTTFFMBCPSBOMPTMJCSPTEFUFYUPEFDJFODJBT

    naturales de 1 a 6 grado, y otros seis textos denominados Auxiliares di-dcticos para el maestro, que cumplan las funciones de programa del cur-

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    Desarrollo de la enseanza de las ciencias naturales: qu se ha hecho?

    I

    so, al mismo tiempo que aportaban sugerencias didcticas e informacin complementaria para los docentes.t6OFRVJQPJOUFSEJTDJQMJOBSJPEFDJFOUDPTEPDFOUFTZBSUJTUBTQBSBEF

    sarrollar una educacin artstica), trabaj coordinadamente desde el di-seo inicial de las lecciones hasta la revisin de galeras, pasando por la revisin de expertos en docencia y en el contenido cient!co, la experi-mentacin en escuelas y el trabajo de diseo con los artistas gr!cos. As se enriqueca cada versin, pero se mantena coherencia entre ellas.t4FFOGBUJ[MBJNQPSUBODJBEFRVFMPTLTG presentaran una imagen nacional,

    ilustrando la heterogeneidad de contextos socioculturales y paisajes de nuestro pas, sobre todo mediante el uso de imgenes fotogr!cas. Se asuma que la imagen comunica a los alumnos tanto o ms que los propios textos, y que era importante que todos los nios se sintieran representa-dos en sus libros.

    Enfoque pedaggicoEstos textos aportaron elementos de modernizacin cient!ca y pedaggica al discurso educativo, al plantear, por un lado, la actualizacin de la informacin y la metodologa cient!ca, adems de una mayor vinculacin con las caracte-rsticas y necesidades de la sociedad del momento y, por el otro, al sostener la necesidad de desarrollar habilidades que formaran una capacidad crtica y creativa en los nios para elaborar conocimiento del medio que les rodea y de s mismos como ciudadanos y no como base para la formacin de futuros cien-t!cos (Gutirrez-Vzquez, 1982).

    t4FVCJDFOFMDFOUSPEFMBQSPQVFTUBQFEBHHJDBBMBMVNOPFOMVHBSEFlos contenidos disciplinares (Bruner, 1960).t&MDVSSDVMPTFPSHBOJ[FOUPSOPBVODSVDFEFUSFTFKFTBMBFTUSVDUVSBEF

    las disciplinas (biologa, fsica, qumica, astronoma y ciencias de la Tierra), b) los procesos de indagacin cient!ca (observar, registrar, analizar, poner a prueba, discutir, comparar), y c) ideas generales que le dan estructura a todas las ciencias: diversidad, interaccin, cambio, unidad y ciencia como fenmeno social. t4FCVTDJODMVJSDPOUFOJEPTCTJDPTFOONFSPSFEVDJEPZUSBCBKBSTPCSF

    ellos en un proceso elptico, buscando permitir a los nios alcanzar una comprensin fenomenolgica de su entorno natural.t2VFMPTBMVNOPTMMFHVFOBMDPOPDJNJFOUPBUSBWTEFMBSFFYJOZEFTV

    propio quehacer en actividades experimentales, que se hagan preguntas y discutan entre ellos, dndole una gran importancia al papel formativo del trabajo en equipos y a los textos libres.t&WBMVBDJOFOUFOEJEBDPNPMBQBSUJDJQBDJOFOVOQSPDFTPZOPDPNPVO

    momento de repeticin de datos.t4FQPOFFMBDFOUPFOFMQSPDFTPEFSFFYJOZDPOGSPOUBDJOEFDPODFQ-

    ciones, ms que en la apropiacin de informacin, esto permite reforzar

  • Las ciencias naturales en las reformas curriculares | 15

    el proceso de aprendizaje de los alumnos (90% de las actividades experi-mentales estn planteadas como problemas abiertos).t1SFPDVQBDJOQPSVOEFTBSSPMMPBGFDUJWPTBOPZFRVJMJCSBEPEFMPTOJPT

    tratando temas como la necesidad de comunicacin de sentimientos y afectos (6 grado).t4FBCPSEMBFEVDBDJOTFYVBMEFTEFMPTQSJNFSPTHSBEPTEFQSJNBSJBDPO

    fuerte oposicin de los sectores ms conservadores.t-BDJFODJBFOMPTMJCSPTTFQSFTFOUBDPNPVOGFONFOPTPDJBM4FQBSUFEF

    experiencias cotidianas de los alumnos para vincularlas con el desarrollo general de la sociedad, con la idea de que los nios reconozcan que el desarrollo de la ciencia depende, en cierto sentido, del desarrollo de la sociedad y que, a su vez, in"uye sobre sta, planteando algunos efectos de la ciencia sobre su vida cotidiana.t4FBCPSEBOBMHVOPTQSPCMFNBTTPDJBMFTDPNPMBDPOTFSWBDJOEFMPTSF-

    cursos naturales, las causas de la contaminacin y sus efectos sobre la salud y el medio ambiente, los efectos positivos y negativos del desarrollo de las mquinas, el papel histrico y alimenticio del maz en nuestra cultu-ra, la importancia de las acciones organizadas para modi!car la naturaleza de manera racional, entre otros.t 4F QMBOUFB VOBNPEJDBDJO FO FM QBQFM USBEJDJPOBM EFM NBFTUSP DPNP

    quien da los conocimientos por un docente que gua su proceso de ad-quisicin que lleva al nio al realizar las actividades experimentales. Los auxiliares didcticos se estructuraron en torno a las siguientes secciones: Ideas generales, Objetivos de conducta, Actividades de aprendizaje, Acti-vidades complementarias e Informacin para el maestro.

    Los textos de 1, 2 y 3er grado estuvieron vigentes hasta 1981, mientras que los de 4, 5 y 6 grado tuvieron una vigencia de alrededor de 25 aos, has-ta que fueron sustituidos a partir de 1997 por los de la reforma de 1993.

    Como se ver en la seccin sobre prcticas educativas en el aula, en la escala mundial se ha observado que las prcticas no se cambian de manera ins-tantnea, sino que los profesores van incorporando, paulatinamente, algunos aspectos de las reformas a las prcticas llamadas tradicionales, de maneras y con ritmos muy diversos, dependiendo de las caractersticas de los docentes, las necesidades de cada grupo, escuela y zona socioeconmica, as como de acuerdo con la experiencia que cada maestro encuentra al ponerlas en prctica (Rockwell, 2007).

    1.2.2 Reformas en los ochenta

    Los textos o!cialesEn el periodo del expresidente Jos Lpez Portillo se elaboraron nuevos textos para primero y segundo de primaria, con el argumento de que en los primeros grados no era conveniente separar el contenido en reas, pues los nios no se

  • 16

    Desarrollo de la enseanza de las ciencias naturales: qu se ha hecho?

    I

    enfrentan al mundo de manera fraccionada. Por ello, se instrument que en estos grados aparecieran integradas las ciencias naturales con las otras reas como parte integral del medio que rodea a los nios.

    A partir del 3er grado, si bien se mantuvo la divisin de los textos por reas, los libros fueron revisados y rediseados con el argumento de que era necesario mejorar los problemas que se tuvieron con los textos anteriores en la prctica, detectados despus de recoger opiniones de docentes de todos los estados del pas con quienes los autores trabajaron en 56 talleres. En particular, para el nuevo texto de ciencias naturales (Gutirrez-Vzquez y Candela, 1981) se cambi la organizacin de los contenidos: en lugar de 23 lecciones se estructuraron en ocho unidades para disminuir contenidos y facilitar el trabajo del maestro. Se in-cluyeron contenidos ms sencillos y actividades experimentales con base en es-tudios etnogr!cos (Rockwell y Glvez, 1982) y en el trabajo con docentes sobre las di!cultades que aparecan en el trabajo del aula, pero la orientacin didctica fue la misma que la de la reforma educativa de la dcada de 1970.

    Primaria Intensiva 11-14Interesante modalidad elaborada a principios de los ochenta fue la primaria in-tensiva 11-14 (Pellicer, 1980), ajustada a una poblacin espec!ca: alumnos ex-traedad que por esta razn no tenan cabida ni en la primaria regular ni en los programas de adultos. Caractersticas innovadoras de esta propuesta:

    t4FPUPSHBMBFOTFBO[BQSJNBSJBFOEPTBPTDPOVOBBTJTUFODJBBMBFTDVF-la de slo dos horas diarias que les permitiera continuar con el trabajo que este tipo de alumnos requeran para subsistir.t-PTDPOUFOJEPTDJFOUDPTGVOEBNFOUBMFTTFFTUSVDUVSBSPOFOUPSOPBOFDF-

    sidades bsicas (mejoramiento ambiental, vivienda, salud, recursos natura-les y cmo transformamos el mundo en que vivimos), siempre vinculados en contenido e imagen al contexto social marginal urbano de este tipo de alumnos.

    Esta propuesta, que contina vigente, se ampli posteriormente a alumnos de nueve a 14 aos y a otros sectores de la poblacin.

    Plan de Actividades Culturales de Apoyo a la Educacin Primaria (PACAEP) El PACAEP obedeca a los lineamientos del Plan Nacional de Desarrollo 1984-1989 en cuanto a buscar una mayor vinculacin entre la poltica educativa y la accin cultural, as trataba de contribuir al fortalecimiento de la identidad nacional, al brindar al educando oportunidades de acceso y participacin a la cultura. Para ello se elimin la carga docente cotidiana a algn maestro de cada escuela (Maes-tros de Actividades Culturales, MAC), con tiempo y dedicacin exclusiva para orga-nizar actividades fuera del currculo obligatorio y sin una evaluacin formal.

    En el rea cient!co-tecnolgica (Candela, Len y Venegas, 1989) se preten-da fortalecer la formacin cient!ca, la capacidad crtica y la vinculacin de los

  • Las ciencias naturales en las reformas curriculares | 17

    alumnos con la cultura, a travs de la realizacin de experimentos ms sencillos, visitas a museos, investigaciones locales, visitas a centros artesanales, asisten-cia a exhibiciones de audiovisuales, documentales y cortometrajes relacionados con la actividad cient!ca y tecnolgica; de reproducir tcnicas sencillas utili-zadas por su comunidad en actividades productivas; de desarmar aparatos en desuso y descubrir usos diferentes a los originales; de organizar exposiciones de objetos, descubrimientos e inventos del pasado y presentes elaborados por habitantes de la localidad o por ellos mismos, entre otras.

    Este plan, a decir de los docentes que se capacitaron en l durante tres aos consecutivos, fue de las experiencias ms formativas tanto para ellos como para los alumnos, pues las condiciones de trabajo les permitieron preparar bien las actividades, re"exionar sobre su puesta en prctica y mejorar en funcin de los resultados obtenidos con los alumnos. Sin embargo, la duracin del progra-ma y el nmero de maestros involucrados fueron limitados y, por lo tanto, su incidencia.

    Cursos Comunitarios de ConafeA !nales del sexenio de Luis Echeverra se fund el Consejo Nacional para el Fo-mento Educativo (Conafe) que tuvo como una de sus primeras tareas elaborar una propuesta que organizara, en un solo texto, todos los libros que se haban elabo-rado para el docente y los alumnos de educacin primaria. Estos textos fueron creados espec!camente para el trabajo en el aula de las escuelas unidocentes de las comunidades ms pequeas y dispersas del pas. En 1975 se elaboraron los primeros materiales didcticos para el instructor y los nios de Cursos Co-munitarios del Conafe (Rockwell, 1976). En 1980 se reelaboraron estos materiales para adecuarlos a los cambios de los currculos nacionales y para reincorporar los resultados de la investigacin educativa. La propuesta, Dialogar y Descubrir (Rockwell, 1988), sigue vigente y ha sido reconocida (Torres y Tenti, 2000) entre las dos mejores propuestas de educacin rural en Amrica Latina, adems de ser considerada como modelo para ser desarrollado en todas las escuelas primarias multigrado de nuestro pas Propuesta Educativa Multigrado 2005.

    Caractersticas distintivas e innovadoras de la propuesta Dialogar y Descubrir:

    t&TUBQSPQVFTUBTFFMBCPSBBQBSUJSEF MBPCTFSWBDJOFUOPHSDBEF MBTprcticas cotidianas en las escuelas de cursos comunitarios e incorpora los resultados de la investigacin educativa en cada rea en nuestras es-cuelas primarias.t"TTFBDFSDBBMPTTBCFSFTEPDFOUFTBMPTUJFNQPTZBMBTDPOEJDJPOFTSFB-

    les de trabajo escolar.t0SHBOJ[BFMHSVQPFOUSFTOJWFMFTFOMVHBSEFTFJTHSBEPTt4FPSHBOJ[BFMUSBCBKPFTDPMBSFOUPSOPBUFNBTDPNVOFTQBSBMPTUSFTOJWF-

    les, de manera que todos los alumnos trabajen simultneamente en temas similares y con actividades comunes de inicio y de cierre de cada tema.

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    Desarrollo de la enseanza de las ciencias naturales: qu se ha hecho?

    I

    t&MJOTUSVDUPSFTVOBMVNOPFHSFTBEPEFMBTFDVOEBSJBRVFTFDBQBDJUBFOunos meses.t4FCBTBFOPSJFOUBDJPOFTWZHPUTLJBOBTBMBTVNJSRVFMBDPOTUSVDDJOEFM

    conocimiento se facilita con la participacin activa de los nios, con el tra-bajo colectivo y con la aportacin de nios ms avanzados o del instructor, que estn cerca del nivel de desarrollo efectivo de los aprendices.t$POUJFOFEPTNBOVBMFTQBSBHVJBSQVOUVBMNFOUFFMUSBCBKPEFMJOTUSVDUPS

    un libro para capacitacin, !chas de trabajo para los alumnos de nivel II, cuadernos de trabajo por rea para los de nivel III y un libro de juegos didcticos para los tres niveles, con el !n de ocupar el tiempo muerto de manera instructiva.t -PTQSPQTJUPT PSJFOUBDJPOFTNFUPEPMHJDBT Z TVHFSFODJBT QBSB MB FWB-

    luacin se articulan con inserciones sombreadas, con los contenidos y las propuestas de trabajo de cada tema y unidad, indicando a los instructores en el momento preciso lo que tienen que hacer.t&ODJFODJBTOBUVSBMFT TFQSPQPOFEFTBSSPMMBSFO MPTOJPT MB DBQBDJEBEEF

    expresin de sus ideas, argumentacin, analisis de opiniones distintas a las propias, colaboracin, solucin de problemas, planteamiento de nuevas pre-guntas y bsqueda de explicaciones a los fenmenos naturales que estudian.t-BTDJFODJBTOBUVSBMFTFOFTUBQSPQVFTUBJODPSQPSBONVDIBTEFMBTDPO-

    cepciones indgenas de las comunidades (como la concepcin de salud, los remedios herbolarios, las descripciones locales sobre las constelacio-nes o la concepcin indgena sobre el respeto por la madre naturaleza), favoreciendo su valoracin.t4FQSPNVFWFMBQBSUJDJQBDJOEFMPTNJFNCSPTEFMBDPNVOJEBEFOMBFTDVFMB

    para que aporten sus conocimientos sobre diversos temas a los alumnos.

    Las unidades de ciencias naturales para los niveles I y II son: el cuerpo hu-mano, el medio ambiente, el calor, la luz y el sonido, y las plantas y los animales. Para el nivel III son: salud y desarrollo, el medio ambiente y sus cambios, los materiales y su transformacin, y ecosistemas.

    1.2.3 Reforma de 1993

    La reforma de 1993 es parte del Acuerdo Nacional para la Modernizacin de la Educacin Bsica (ANMEB) !rmado en 1992, mismo que planteaba la necesidad de realizar una reforma educativa integral mediante la reorganizacin del Sis-tema Educativo Nacional, la reformulacin de los contenidos y materiales edu-cativos, as como la revaloracin de la funcin magisterial. Derivado de este acuerdo, en 1993 se public la Ley General de Educacin y los Planes y Progra-mas de Estudio de Educacin Primaria y Secundaria (SEP, 1993), en los cuales se aclara que se inici en 1989 una consulta nacional para identi!car los principales problemas educativos del pas.

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    Como resultado de esta consulta se detect la necesidad de concentrar la educacin bsica en aquellos conocimientos verdaderamente esenciales (SEP, 1992a). Por lo mismo, se propuso fortalecer los conocimientos y habilidades realmente bsicos, entre los que destacan claramente las capacidades de lec-tura y escritura, el uso de las matemticas en la solucin de problemas y en la vida prctica, la vinculacin de los conocimientos cient!cos con la preservacin de la salud y la proteccin del ambiente, y un conocimiento ms amplio de la historia y la geografa de nuestro pas (SEP, 1993). Se de!ni lo bsico como aquello que permite adquirir, organizar y aplicar saberes de diverso orden y complejidad creciente (SEP, 1993), con lo cual se retoma tambin el propsito para que las habilidades intelectuales permitan aprender permanentemente y con independencia (SEP, 1993).

    Otra caracterstica importante de la reforma curricular de 1993 es retomar la enseanza de asignaturas en lugar de reas. En el caso de la primaria se sepa-raron las ciencias sociales y, en la secundaria, stas y las ciencias naturales. Las razones fundamentales para que en la propuesta curricular vigente se retomara el estudio por asignaturas son mltiples y, entre otros elementos, se re!eren a las de!ciencias en el aprovechamiento de los alumnos como resultado de la fal-ta de un aprendizaje sistemtico en disciplinas como la Historia o la Geografa. En el caso de la Geografa, al diluirse en dos reas distintas, su estudio se torn ms perifrico que sustantivo, lo que dio lugar a la ausencia de nociones bsicas relacionadas con esta ciencia.

    Otra argumentacin era que la formacin de los maestros, especialmente en el caso de la escuela secundaria, no les permita abordar integralmente el rea que deban impartir, sesgando su enseanza a la disciplina de su especia-lidad, lo que tambin trajo consecuencias de consideracin para el aprendizaje y desempeo de los alumnos (Bonilla, 2000). Lo anterior tuvo repercusiones para la enseanza de las ciencias naturales en la educacin secundaria, pues TFSFUPNBSPOMBTNBUFSJBTEF#JPMPHB'TJDBZ2VNJDBDPOVOBBTJHOBUVSBJOJ-DJBMFOQSJNFSHSBEPEF*OUSPEVDDJOBMB'TJDBZB MB2VNJDB&OFMDBTPEFla educacin primaria, continu la asignatura de Ciencias naturales de manera independiente de 3 a 6 grado, mientras que en 1 y 2 se integr con Geogra-fa. A continuacin se presentan las caractersticas fundamentales de la reforma curricular para las asignaturas de Ciencias naturales tanto de educacin prima-ria como de secundaria, pues por primera vez en la historia de la educacin en Mxico se articularon estos dos niveles, ya que se incluy a la educacin secun-daria como obligatoria y, por lo tanto, el ltimo nivel de la educacin bsica. Posteriormente se presentarn las caractersticas particulares de ambos niveles cuando se hable de los programas vigentes.

    La propuesta para la enseanza de las ciencias naturales de 1993 preten-di acentuar el peso de las actividades formativas, aunque en un equilibrio con las informativas. Para ello busc desarrollar habilidades y actitudes relacionadas con el quehacer cient!co (Bonilla, Snchez, Rojano y Chamizo, 1997; Snchez, Hernndez y Valdez, 2001; Snchez, 2004): lectura analtica y crtica, planteamien-

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    Desarrollo de la enseanza de las ciencias naturales: qu se ha hecho?

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    to de dudas y preguntas pertinentes e imaginativas, observacin con preci-sin creciente, construccin de conjeturas y su contrastacin por diversos medios, como la experimentacin, la medicin con instrumental diverso, el intercambio de ideas para comparar, enriquecer, sistematizar, analizar e inter-pretar los hechos. Lo anterior dio continuidad a lo planteado en la reforma de los aos setenta.

    Tambin se plante favorecer que los alumnos hicieran sus preguntas y construyeran sus respuestas mediante el trabajo colaborativo, as como trabajar la expresin oral y escrita de las ideas o conclusiones, e incluso organizar deba-tes con base en el respeto. De esta manera se contribuy a formar ciudadanos democrticos informados, propsito educativo de importancia estratgica para nuestro pas.

    Otro elemento de la propuesta fue la familiarizacin con la prctica de co-nocimientos cient!cos, con argumentos congruentes y soportes veri!cables, buscando transmitir la idea de que opinar sobre los fenmenos y procesos na-turales debe hacerse con el sustento que proporciona el avance de las ciencias, y no como un asunto de creencias o suposiciones, y menos de imposiciones (Rutherford, 1997).

    La siguiente prioridad fue fomentar el cuidado de su cuerpo y del am-biente. Dentro de los contenidos de salud destacan los relacionados con la sexualidad humana, con un enfoque que rebasa el biologicista: se pretende preparar a los nios y jvenes para actuar con responsabilidad y de acuerdo con las creencias personales o familiares, partir de informacin fundamental y del anlisis re"exivo de situaciones de riesgo, pero valorando integralmente a la sexualidad humana, no slo en su componente reproductivo. Aunque hubo oposicin de los grupos ultraconservadores a mantener la educacin sexual en la educacin primaria, se super mejor que en la dcada de los setenta, debido al avance social en la aceptacin generalizada de que dicho tema deba abordarse en la escuela. Como parte de esta prioridad, otro tema de especial importancia fue el ambiente, sobre todo con la introduccin del concepto de desarrollo sustentable.

    De 1996 a 1999 se renovaron los libros de texto gratuitos de ciencias na-turales de 3 a 6 grado, los cuales introdujeron el trabajo por proyectos para favorecer la capacidad de sntesis desde temprana edad, asimismo se elabora-ron los libros para el maestro de cada uno de ellos. En el caso de la educacin secundaria, en 1994 se distribuyeron los libros para el maestro de biologa y qu-mica, y en 1995 para el de fsica. Todos estos materiales fueron elaborados por expertos de instituciones acadmicas con amplia experiencia en la enseanza de las ciencias y coordinados por el rea de Ciencias naturales de la SEP.

    La reforma tambin propuso transformar y diversi!car los mtodos de eva-luacin para que retroalimentaran los aprendizajes de los alumnos permanen-temente, y no fueran nicamente para promover y certi!car. Una contribucin en este sentido fueron las recomendaciones de cmo evaluar en los libros para el maestro, que incluyeron instrumentos novedosos, entre ellos, mapas concep-

  • Las ciencias naturales en las reformas curriculares | 21

    tuales, registros de experiencias de aprendizaje con escalas de valoracin o asociacin de palabras.

    Con respecto a la educacin secundaria, la propuesta de la reforma de 2006 retom la enseanza de las ciencias naturales por asignaturas, incluyen-do una materia experimental y fenomenolgica: Introduccin a la Fsica y a la 2VNJDBFOQSJNFSHSBEPRVFFTUBCMFDBVOQVFOUFFOUSFMBDJFODJBJOUFHSBMEFprimaria y la disciplinaria de secundaria. Posteriormente se estudi Biologa en ZHSBEPZ'TJDBZ2VNJDBFOZer grado. Sus contenidos se organizaron con base en su jerarqua conceptual y poder explicativo y se plantearon nuevas orientaciones para su enseanza y aprendizaje.

    Las razones de retomar el estudio por asignaturas se plantearon en el Plan y Programas de Educacin Secundaria (SEP, 1993). Los contenidos y el enfoque propuesto para ensearlos se pueden consultar en el texto referido, en los libros para el maestro de cada asignatura, en los paquetes didcticos de actualizacin del Programa Nacional de Actualizacin Permanente (Pronap) y en diferentes materiales audiovisuales. Todo lo anterior est disponible en las bibliotecas de los Centros de Maestros y de las escuelas normales.

    Las prioridades de los programas de ciencias naturales en secundaria son las siguientes:

    t'PSUBMFDFSMBGPSNBDJODJFOUDBEFMPTFTUVEJBOUFTZTVQFSBSMPTQSPCMFNBTde aprendizaje que se presentan en este campo. Para ello, se establecieron dos cursos para el estudio de cada una de las disciplinas fundamentales: la 'TJDBMB2VNJDBZMB#JPMPHBt*ODPSQPSBSFOFMQSJNFSHSBEPVODVSTPEF*OUSPEVDDJOBMB'TJDBZBMB2VNJDBDPOFMQSPQTJUPEFGBDJMJUBSMBUSBOTJDJOFOUSFMBTGPSNBTEFUSB-bajo en la educacin primaria y el estudio por disciplinas que se realiza en la secundaria.

    La reforma de 1993 dio continuidad a aspectos relevantes relacionados con la enseanza de las ciencias naturales presentes en la reforma de 1972, como son: el desarrollo de habilidades del pensamiento cient!co, con nfasis en la experimentacin, el eje ciencia y sociedad, el trabajo colaborativo y la atencin a temas de salud, educacin sexual y ambiental.

    Propuesta Educativa Multigrado 2005 Es una propuesta originada en el Plan Nacional de Educacin 2001-2006, para dar respuesta a la problemtica de las escuelas multigrado, y est basada en el Plan y Programas de Estudio de 1993. De acuerdo con la prctica planteada en el proyecto Dialogar y Descubrir (D y D, cf. Cursos Comunitarios de Conafe, p. 14) esta propuesta tiene las siguientes caractersticas:

    t1BSUJEFVOEJBHOTUJDP&TDVFMBT.VMUJHSBEPSEP, 2006) basado en la ob-servacin de las prcticas educativas en las escuelas multigrado en un pe-

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    Desarrollo de la enseanza de las ciencias naturales: qu se ha hecho?

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    riodo de un ao y medio, y de otros diagnsticos realizados previamente (Fuenlabrada y Weiss, 2006).t%JTFBVOBBEFDVBDJODVSSJDVMBSRVFTFCBTBMJHVBMRVF%JBMPHBSZ%FT-

    cubrir, en la reorganizacin de seis grados en tres niveles y el trabajo en un tema comn con actividades diferenciadas por ciclo o nivel. A diferencia de D y D, no gua paso a paso al docente, partiendo de la idea de que los maestros normalistas no lo requieren.t-BQSPQVFTUB JODMVZFEFTDSJQDJPOFTTPCSFQSPQTJUPT GPSNBTEFUSBCBKP

    metodologa, recursos de evaluacin, estrategias de enseanza, enfoque y adecuaciones curriculares de manera consecutiva pero no articulada a la prctica docente, como se realiza en D y D.t4FFMBCPSBSPOBMHVOPTHVJPOFTZDIBTQBSBMPTBMVNOPTt4VJODPSQPSBDJOBMBQSDUJDBFOFMOJWFMOBDJPOBMIBTJEPQBVMBUJOBZUPEB-

    va no hay resultados de esta experiencia.

    1.2.4 Reforma de 2006 al programa de estudios de educacin secundaria

    Al hacerse obligatoria la secundaria en 1993, se seal como propsito central dotar a los alumnos de una formacin general que les posibilitara el desarrollo de competencias bsicas. A la fecha, si bien se alcanzaron algunos avances sig-ni!cativos ligados a cobertura, e!ciencia terminal y absorcin, los estudiantes no han logrado, en trminos generales, los aprendizajes esperados por diversos factores, como exceso de contenidos que se foment por la prctica centrada en la exposicin por parte del docente, la memorizacin como !n en s misma, la evaluacin exclusiva de conceptos y la concentracin en el libro de texto como fuente nica de conocimientos. En especial, los resultados de la primera evalua-cin de PISA en el ao 2000 permitieron hacer un balance de lo realizado a partir de 1993 y, como consecuencia, replantear la enseanza de las ciencias naturales en la secundaria (SEP, 2000; Waldegg, Barahona, Macedo y Snchez, 2003).

    Ante esta situacin se reconoci la necesidad de realizar diversos ajustes a la propuesta curricular de secundaria, con miras a rede!nir los propsitos educa-tivos y consolidar, entre otros, los enfoques para la enseanza y el aprendizaje de la ciencia: se introducen los rasgos del per!l de egreso de la educacin bsica y el desarrollo de competencias transversales dentro del plan de estudios, los cua-les representan metas superiores para todas las asignaturas. Si bien la manera en que dichas medidas fueron instrumentadas fue cuestionada por algunos expertos, tambin es necesario destacar la incorporacin de la asignatura Introduccin a la 'TJDBZBMB2VNJDBFOer grado, como un puente entre los contenidos del eje Materia, energa y cambio de la educacin primaria, con los contenidos de fsica y qumica de 2 y 3 de secundaria.

    En la reforma de 2006 los programas se estructuraron con base en cinco blo-ques para favorecer la evaluacin bimestral de los contenidos. Adems, se retom el trabajo por proyectos propuestos en los libros de texto de ciencias naturales de primaria, al !nal de los primeros cuatro bloques, y con un proyecto integrador en el

  • Las ciencias naturales en las reformas curriculares | 23

    bloque cinco. Asimismo, se ubic Biologa en el primer grado de la secundaria, lo que permite dar continuidad a los contenidos de los ejes Seres vivos, cuerpo hu-mano y salud y Ambiente y su proteccin, que son los que ms tiempo ocupan en la primaria. De hecho esta organizacin de los programas de estudio en cinco bloques se utiliza ahora en la propuesta curricular para la educacin primaria como parte central de la llamada Reforma Integral de la Educacin Bsica.

    En resumen, se puede a!rmar que en 2006 la SEP estableci la Reforma de la Educacin Secundaria para evitar la fragmentacin de contenidos con clases demasiado breves, llevar a cabo actividades signi!cativas, aumentar el tiempo que el profesor dedica a cada grupo, disminuir la cantidad de grupos atendidos por maestro y mejorar la articulacin entre este nivel y el precedente.

    En esta reforma (SEP, 2006b) los cambios de mayor trascendencia para los programas de ciencias naturales son: 1) acotar el desglose de contenidos con-ceptuales y explicitar los aspectos procedimentales, valorales y actitudinales me-diante la incorporacin de los aprendizajes esperados, con el objetivo de que los docentes tengan ms claridad del grado de profundidad en la enseanza de los contenidos del programa de estudios; 2) proponer el desarrollo de proyectos como una estrategia didctica que profundice el trabajo realizado en la primaria para seguir desarrollando la capacidad de sntesis y la aplicacin de lo estudia-do; 3) ayudar al alumno a construir los conocimientos cient!cos que puedan integrarse con otros campos del saber y que requieren el manejo de habilidades, actitudes y conocimientos tiles, y 4) agrupar las asignaturas Introduccin a la 'TJDBZBMB2VNJDB#JPMPHB*Z**'TJDB*Z**Z2VNJDB*Z**FOUSFTHSBEPTCiencias I (con nfasis en Biologa), Ciencias II (con nfasis en Fsica) y Ciencias III DPOOGBTJTFO2VNJDB

    SFEVDJFOEPBEPTIPSBTTFNBOBMFTFMUJFNQPEFEJDBEPB#JPMPHB'TJDBZ2VNJDB&TUPMUJNPQBSBEJTNJOVJSFMONFSPEFBTJHOBUVSBTpor grado que un alumno debe cursar y, por lo tanto, el nmero de alumnos por profesor, con una apuesta a que pueda atender mejor a sus alumnos. Por ejemplo, antes un maestro de Biologa con 30 horas poda tener hasta 12 grupos, que su-maran 600 alumnos. Con esta propuesta tiene la mitad de ellos.

    Como propsitos de la formacin cient!ca para estudiantes de secun-daria, se cita en el programa de estudios que: a) amplen su concepcin de la ciencia, de sus procesos e interacciones con otras reas del conocimiento, as como de sus impactos sociales y ambientales; b) avancen en la comprensin de las explicaciones y los argumentos de la ciencia acerca de la naturaleza; c) identi!quen las caractersticas y analicen los procesos que distinguen a los seres vivos; d) desarrollen de manera progresiva estructuras que favorezcan la comprensin de los conceptos, procesos, principios y lgicas explicativos de la fsica y su aplicacin a diversos fenmenos comunes; e) comprendan las ca-ractersticas, propiedades y transformaciones de los materiales a partir de su estructura interna y analicen acciones humanas para su transformacin en fun-cin de la satisfaccin de necesidades, y f) potencien sus capacidades para el manejo de la informacin, la comunicacin y la convivencia social (SEP, 2006a). En especial, es importante sealar que en el curso de Ciencias I (Biologa), y en los

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    Desarrollo de la enseanza de las ciencias naturales: qu se ha hecho?

    I

    de Formacin cvica y tica se retoman los contenidos de sexualidad humana de 5 y 6 grado de educacin primaria, para que el adolescente, al concluir su educacin bsica, tenga ms elementos formativos para ejercerla sin culpas y de manera responsable.

    La educacin sexual, presente en la educacin bsica desde los aos se-tenta, ha sido objeto recurrente de ataques por grupos ultraconservadores que insisten en dejarla de lado, ahora tambin en la secundaria. Se trata de un de-bate que no se ha abierto a la sociedad para poder atajarlos y demostrar su conveniencia, lo que incluso ha permitido ganar terreno en los ltimos libros de texto aprobados por la SEP.

    Sobre esta reforma ha habido amplia discusin. En particular sobre las asig-OBUVSBTEF$JFODJBTOBUVSBMFT#JPMPHB'TJDBZ2VNJDB

    FM$PNJUEF&TQF-cialistas de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) consider en 2005 que si bien es positiva la reduccin de cursos por grado, y la "exibilidad en cuanto al tiempo dedicado a cada asignatura, en general se incluyen ms contenidos y de mayor complejidad, con un enfoque cienti!cista que puede conducir al enciclo-pedismo y la memorizacin.

    Consejos consultivos y otros esfuerzos actuales En abril de 2007 la SEP estableci el Consejo Consultivo Interinstitucional de Ciencias (CCIC), de conformidad con el Acuerdo Secretarial 384, como parte de una lnea de accin de la poltica curricular de la Secretara de Educacin Pblica, para contribuir al anlisis, la revisin, la evaluacin permanente y la mejora de la enseanza y del aprendizaje de las Ciencias naturales en la edu-cacin secundaria (SEP, 2008a). Este es un instrumento que por primera vez se da a la Subsecretara de Educacin Bsica para asesorar las acciones del titular del ramo con la opinin de expertos en las disciplinas. En el CCIC estn representadas de manera permanente instituciones acadmicas y asociaciones profesionales que contribuyen a la enseanza de las ciencias, como son la UNAM, la UAM, el Cinvestav, la UPN, la Normal Superior, la Sociedad Mexicana para la Divulgacin de la Ciencia y la Tcnica, la Academia Mexicana de Ciencias, la Sociedad Mexicana de Fsica, la Academia Mexicana de Educacin Ambien-tal, la Academia Mexicana de Profesores de Ciencias Naturales y la Academia de Profesores de Enseanza de Ciencias. Su operacin es apoyada por la Sub-secretara y se estructura en comisiones de trabajo que analizan, proponen y llevan a cabo estudios sobre los temas acordados en el pleno. Las comisio-nes del CCIC son: Currculo, Evaluacin y seguimiento, Desarrollo profesional de profesores, y Materiales educativos y recursos de apoyo para la enseanza. El pleno del CCIC tiene reuniones mensuales para analizar los avances de las comisiones y todos los aspectos que hayan surgido en relacin con los nuevos programas de secundaria elaborados en 2006.

    Si bien los CCIC se han reunido de manera regular desde su creacin y han generado una serie de documentos y opiniones relevantes y necesarias, su im-pacto en la toma de decisiones de la SEP no es claro.

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    1.2.5 Reforma de 2009

    Actualmente la Secretara de Educacin Pblica ha iniciado la primera fase de la reforma curricular de la educacin primaria para lograr una mayor articulacin con los otros dos niveles educativos. De hecho, se est hablando de la Reforma Integral de la Educacin Bsica.

    La propuesta curricular se present pblicamente en el Congreso Interna-cional sobre Reforma Curricular en Educacin Bsica. Enfoques y Perspectivas Comparadas, que se realiz en las instalaciones de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en la Ciudad de Mxico, del 25 al 27 de junio de 2008. Se organizaron mesas para presentar las propuestas en cada asignatura, la de espaol con fuertes crticas, tanto al proceso de reforma como a la propuesta curricular. Otros sealamientos se dieron en las mesas de geografa, educacin artstica y ciencias naturales.

    En el evento se inform que se probaran las propuestas curriculares para 1, 2, 5 y 6 grado en 5 mil aulas de todo el pas durante el ciclo escolar 2008-2009, al mismo tiempo que se iniciara un proceso de consulta nacional para tener las versiones de!nitivas de estos programas y generalizarlas en el ciclo escolar 2009-2010. En este mismo ciclo se probaron las propuestas de 3 y 4 para concluir la generalizacin en el ciclo 2010-2011.

    Posterior a esta presentacin, la SEP trabaj con los equipos tcnicos de las entidades federativas, para que fueran ellas quienes implantaran la prueba piloto, misma que arranc el 18 de agosto.

    Los talleres generales de actualizacin de este ciclo escolar se realizaron del 13 al 15 de agosto de 2008, con grupos de profesores de los tres niveles educati-vos, asunto indito en la historia de la educacin bsica del pas. En stos se revi-saron los principales componentes de la Reforma Integral de la Educacin Bsica, con nfasis en su propsito de lograr una mayor articulacin vertical.

    Actualmente el proceso ha terminado despus de elaborar varias versiones de programas y libros de texto para cada uno de los grados, cuyo anlisis rebasa las posibilidades actuales de este informe. Sin embargo, se puede decir que aun-que resulta positiva la intencin de articular los niveles de preescolar, primaria y secundaria, se puede apreciar, al igual que en reformas anteriores, la falta de un diagnstico sobre cmo estaba operando el currculo anterior; la necesidad de un mayor sustento en los resultados de la investigacin educativa ms reciente, as como un apresuramiento para imponer la reforma desde las esferas ms altas de la educacin pblica sin tomar en cuenta las prcticas docentes cotidianas. Adems, en este caso, la premura para desarrollar el currculo condujo a una pro-puesta que pas por diversos problemas conceptuales, de secuenciacin, de fal-ta de antecedentes y con contenidos fuera del alcance cognitivo de los alumnos, lo cual limita las posibilidades de construccin del conocimiento. Careci de una coordinacin general de equipos interdisciplinarios con la capacidad y el tiempo de vigilar la articulacin del proyecto dentro de cada ciclo y a lo largo de los tres niveles. Y lo que es ms grave, mantuvo durante todo el sexenio una situacin de

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    Desarrollo de la enseanza de las ciencias naturales: qu se ha hecho?

    I

    inestabilidad y cambio permanente en contenidos, programas y materiales cuyo efecto negativo en la prctica educativa es bien conocido. Todo ello hace apare-cer un escenario poco halageo, en el que una vez ms los docentes y directi-vos tendrn que acoplarse y ajustarse a los tiempos polticos de las autoridades educativas del pas y seguir un currculo que no tom en cuenta la experiencia nacional en investigacin y desarrollo curricular de los ltimos 40 aos.

    1.2.6 De las reformas

    De lo sealado hasta aqu podramos concluir que los procesos de reforma curricular en el campo de la educacin en ciencias naturales y la investigacin ligada a stos durante el siglo XX han tenido un desarrollo importante desde la perspectiva de los enfoques en el rea en el nivel internacional, y deben ser una fuente para la re"exin.

    En Mxico se han realizado varias reformas curriculares en la educacin bsica (primaria en los aos cincuenta, primaria y secundaria en los setenta y noventa, y secundaria en 2006), sin embargo, se carece de evaluaciones siste-mticas previas, durante y despus de la implantacin de las reformas, algunas de las cuales han sido in"uidas por modelos y orientaciones de los pases de-sarrollados, por lo que hoy existen tensiones encaminadas a tratar de concretar la implantacin de estndares nacionales, que vuelve a poner el foco en los contenidos disciplinarios, desplazando la mirada centrada en el alumno.

    Esta importacin de modelos de enseanza ha sido cuestionada desde la investigacin (Ingle y Turner, 1981; Olugbemiro y Akinsola, 1991; Masakata, 1995) porque no corresponden a nuestra realidad, y al pretender una homogeneiza-cin no se toma en cuenta la diversidad cultural, que en el caso de nuestro pas es muy rica. Una perspectiva distinta sera la que plantee la ciencia como una subcultura de la cultura occidental, abriendo espacio para otras concepciones sobre el mundo natural (Aikenhead, 1997).

    En este sentido, es importante analizar a fondo las bases epistemolgicas, psicopedaggicas y sociales de las propuestas curriculares 2004 (preescolar), 2006 (secundaria) y 2008 (primaria) para evitar dichas tendencias.

    1.3 Estructura curricular de la enseanza de las ciencias naturales en los programas oficiales vigentes en 2008

    La informacin que aqu se muestra corresponde, para la primaria, a lo estableci-do en la reforma de 1993, y para la secundaria a lo previsto en la reforma de 2006.

    1.3.1 Primaria general

    La enseanza de las ciencias naturales se integra en los dos primeros grados con el aprendizaje de nociones sencillas de historia, geografa y educacin c-vica. El elemento articulador es el conocimiento del medio natural y social que

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    rodea al estudiante. A partir del tercer grado se destinan tres horas semanales espec!camente al estudio de esta rea (SEP, 1993).

    Los programas de ciencias naturales en la educacin primaria responden a un enfoque formativo, cuya !nalidad es estimular al estudiante en el desarrollo de la capacidad para observar, preguntar y formular explicaciones sencillas de lo que ocurre en su entorno, a partir del abordaje de situaciones familiares re-levantes, lo que se espera garantice un aprendizaje duradero. Estos programas se realizaron con base en los siguientes principios: a) vincular la adquisicin de conocimientos sobre el mundo natural con la formacin y la prctica de acti-tudes y habilidades cient!cas; b) relacionar el conocimiento cient!co con sus aplicaciones tcnicas; c) otorgar atencin especial a los temas relacionados con la preservacin del medio ambiente y de la salud, y d) propiciar la relacin del aprendizaje de las ciencias naturales con los contenidos de otras asignaturas. En los programas se agrupan los conocimientos en los siguientes ejes temticos:

    Figura 1. Mapa Curricular de la Educacin Primaria (SEP, 2003), dependiendo del grado escolar

    1 y 2 grados

    Asignatura Horas por ao Horas por semana

    Conocimientos del medio1 120 (15%) 3

    Espaol 360 (45%) 9

    Matemticas 240 (30%) 6

    Educacin Artstica 40 (5%) 1

    Educacin Fsica 40 (5%) 1

    Total 800 20

    1 Trabajo integrado de ciencias naturales, historia, geografa y educacin cvica.

    3 a 6 grados

    Asignatura Horas por ao Horas por semana

    Ciencias Naturales 120 (15%) 3

    Espaol 240 (30%) 6

    Matemticas 200 (25%) 5

    Historia 60 (7.5%) 1.5

    Geografa 60 (7.5%) 1.5

    Educacin Cvica 40 (5%) 1

    Educacin Artstica 40 (5%) 1

    Educacin Fsica 40 (5%) 1

    Total 800 20

  • 28

    Desarrollo de la enseanza de las ciencias naturales: qu se ha hecho?

    I

    Los seres vivos; El cuerpo humano y la salud; El ambiente y su proteccin; Mate-ria, energa y cambio; Ciencia, tecnologa y sociedad.

    Con este ltimo eje se contina con la tradicin de vincular la ciencia a lo social, pero ahora incorporando la tecnologa (Nieda y Macedo, 1998; Pozo y Gmez, 2000; Rutherford, 1997).

    Los libros de texto incorporaron el trabajo por proyectos, uno al !nal de los cuatro primeros bloques y uno integrador como nico contenido del bloque 5. Adems de los libros de texto de 3 a 6 grados se elaboraron los libros para el maestro con los siguientes captulos: El curso de Ciencias Naturales, El libro de texto, La evaluacin, Retos y orientaciones para la enseanza de las de ciencias naturales y Recomendaciones didcticas particulares, adems de tres anexos, dentro del cual destaca el de recomendaciones para el trabajo experimental y el desarrollo de los proyectos.

    Primaria multigradoAl inicio del ciclo 2004-2005, de las 101 413 escuelas primarias del pas, 49 669 eran multigrado y atendan a 1 963 991 alumnos; esto es, las escuelas multi-grado representaban 49% de las escuelas primarias ubicadas en las regiones de ms difcil acceso de la repblica, y atendan 17.6% de los nios inscritos en este nivel escolar. Del total de las escuelas multigrado, 60% pertenecen a la modalidad de primaria general, 15% a la primaria indgena y 25% a cursos co-munitarios del Conafe. Hasta 2005 slo la modalidad de cursos comunitarios contaba con un modelo pedaggico espec!co. A partir de ese ao ha em-pezado a utilizarse paulatinamente la Propuesta Educativa Multigrado 2005, desarrollada en la SEP.

    Figura 2. Mapa curricular de las escuelas multigrado

    Eje temtico Temas comunes

    El cuerpo humano y la salud

    El cuerpo humanoLa alimentacinPrevencin y saludLos cambios en el cuerpo

    Los seres vivos

    Diversidad de plantas y animalesLos seres vivos se reproducenLos seres vivos se alimentanLos seres vivos respiranLos seres vivos se adaptan al medio

    El ambiente y su proteccinEl ambienteContaminacin y cuidado del ambienteEl agua

    Materia, energa y cambio La materia, composicin y cambios

    Luz, calor y otras fuentes de energaLas ondasLa electricidadEl movimiento

  • Las ciencias naturales en las reformas curriculares | 29

    Todas las escuelas de cursos comunitarios son unitarias, y de las escuelas multigrado generales e indgenas, 30% son unitarias y 31.8% son bidocentes. La distribucin de escuelas multigrado en los estados es desigual: en Chiapas, Tabasco y Zacatecas representan 70% de todas las escuelas primarias; en Hidal-go, San Luis Potos, Oaxaca, Durango y Veracruz 60%; e incluso en Nuevo Len alcanza 32%. En cuanto a la Propuesta Educativa Multigrado 2005, la estructura curricular sugerida para ciencias naturales y lograr que trabajen simultneamen-te los alumnos de los tres niveles, siguiendo la estructura de los libros de texto, es la siguiente:

    Es importante subrayar el papel de la Coordinacin General de Educacin Intercultural Bilinge de la SEP, que propuso cmo incluir la perspectiva de in-terculturalidad en el desarrollo de los contenidos y enfoques de las distintas asignaturas de la Reforma de la Educacin Secundaria.

    Figura 3. Mapa curricular, cursos comunitarios

    Unidades niveles I y II

    Ciencias niveles I y II

    1. El cuerpo y la salud 2. Mxico nuestro pas 3. El medio ambiente 4. El campo y la ciudad

    5. El calor, la luz y el sonido

    6. Nuestra herencia histrica

    7. Las plantas y los animales

    8. De la Independencia a la Revolucin

    Matemticas nivel I

    1. Los primeros nmeros 2. Los nmeros grandes 3. La suma y la resta 4. La geometra

    Matemticas nivel II

    1. La multiplicacin con los primeros nmeros

    2. La multiplicacin con nmeros grandes

    3. La divisin y las fracciones

    4. La geometra y la medicin

    Espaol niveles I y II

    1. El lenguaje en la escuela

    2. El lenguaje en la literatura

    3. La estructura del lenguaje

    4. El lenguaje en la vida diaria

    Unidades nivel III

    Ciencias nivel III

    1. El cuerpo y la salud 2. Mxico nuestro pas 3. El medio ambiente 4. El campo y la ciudad

    5. El calor, la luz y el sonido

    6. Nuestra herencia histrica

    7. Las plantas y los animales

    8. De la Independencia a la Revolucin

    Matemticas nivel III

    1. La divisin 2. Las fracciones 3. Las cantidades proporcionales

    4. Medicin

    Espaol nivel III

    1. El lenguaje en la escuela

    2. El lenguaje en la literatura

    3. La estructura del lenguaje

    4. El lenguaje en la vida diaria

  • 30

    Desarrollo de la enseanza de las ciencias naturales: qu se ha hecho?

    I

    Cursos comunitarios del ConafeComo ya se plante en el apartado de las reformas de los aos ochenta, la propuesta de Cursos Comunitarios surge en esa poca con las caractersti-cas antes mencionadas. En este apartado nos referiremos espec!camente a los contenidos de su currculo. Una de las caractersticas importantes de la propuesta Dialogar y Descubrir para cursos comunitarios consiste en que el currculo est organizado con base en los das y horas de trabajo real en las escuelas y con base en la jerarqua de las materias que se plantea en las prcticas escolares cotidianas. Por lo tanto, se propone que diario se trabaje matemticas las dos primeras horas y el resto del da se alternen un da es-paol y otro da ciencias, pero con la particularidad de que en las ciencias se incluye sociales y naturales. As, ciencias naturales se trabaja en das alterna-dos durante un mes y al mes siguiente se trabaja ciencias sociales. Ciencias naturales se trabaja cuatro o seis horas a la semana, durante cuatro meses al ao, lo cual da un total de entre 64 y 96 horas efectivas (esto permite que no se dependa de los tiempos que decida el maestro, segn sea su avance en espaol y matemticas, como ocurre en otros programas). Otra diferencia es que se incluye en primer lugar el de ciencias, luego el de matemticas y al !nal el de espaol. La estructura curricular incluye las siguientes unidades, cada una con tres temas:

    1.3.2. Secundaria

    De acuerdo con el Plan de estudios vigente para la educacin secundaria y el Mapa Curricular para la educacin secundaria (SEP, 2006), en atencin a la rela-cin entre los problemas de rendimiento acadmico con el nmero de asigna-turas, as como para propiciar la integracin entre ellas, aunque la carga horaria permanece en 35 horas semanales, en el caso de biologa, fsica y qumica se QBTBEFTJFUFBTJHOBUVSBT#JPMPHB*F*OUSPEVDDJOBMB'TJDBZMB2VNJDBFO

    Figura 4. Tabla comparativa 1993 y 2006 de las asignaturas de ciencias naturales para la educacin secundaria

    Grado Asignatura Carga horaria semanal

    Reforma de 1993 Reforma de 2006

    Primero Biologa/Ciencias I con nfasis en Biologa 3 6

    *OUSPEVDDJOBMB'TJDBZBMB2VNJDB 3

    Segundo Biologa 2

    Fsica/Ciencias II con nfasis en Fsica 3 6

    2VNJDB 3

    Tercero Fsica 3

    2VNJDB$JFODJBT***DPOOGBTJTFO2VNJDB 3 6

  • Las ciencias naturales en las reformas curriculares | 31

    1erHSBEP#JPMPHB**'TJDB*Z2VNJDB*FOHSBEPZ'TJDB**Z2VNJDB**FO3er grado) a tres asignaturas (Ciencias I, con nfasis en Biologa; Ciencias II, con OGBTJTFO'TJDBZ$JFODJBT***DPOOGBTJTFO2VNJDB&MUJFNQPUPUBMBTJHOBEPB#JPMPHBBVNFOUBEFDJODPBTFJTIPSBTQFSPFO'TJDBZ2VNJDBTFQBTBEF15 a 12 horas (seis para cada asignatura) y, por tanto, disminuye en dos horas el tiempo de enseanza de las ciencias naturales en este nivel educativo.

    El programa de estudios de estas asignaturas representa un esfuer-zo de articulacin con la educacin primaria, al plantear propsitos genera-les para la formacin cient!ca para la educacin bsica y seis mbitos para articular los contenidos. Los propsitos generales son: desarrollar habili-dades del pensamiento cient!co y sus niveles de representacin e interpre-tacin acerca de los fenmenos y procesos naturales; reconocer la ciencia como actividad humana en permanente construccin, cuyos productos son utilizados segn la cultura y las necesidades de la sociedad; participar en el mejoramiento de la calidad de vida, con base en la bsqueda de soluciones a situaciones problemticas y la toma de decisiones en bene!cio de su salud y ambiente; valorar crticamente el impacto de la ciencia y la tecnologa en el ambiente, tanto natural como social y cultural; relacionar los conocimientos cient!cos con los de otras disciplinas para dar explicaciones a los fenmenos y procesos naturales, y aplicarlos en contextos y situaciones diversas; compren-der gradualmente los fenmenos naturales desde una perspectiva sistmica. Los mbitos son: el conocimiento cient!co, la vida, el cambio y las interaccio-nes, el ambiente y la salud, y la tecnologa (SEP, 2006).

    En cada uno de los cursos de ciencias naturales se plantea el trabajo por proyectos, de manera similar al introducido en los libros de texto de educa-cin primaria, esto es, un proyecto al !nal de los primeros cuatro bloques y un par de proyectos integradores de todo el curso, como contenidos del bloque cinco. Se enfatiza tambin la necesidad de trabajar tanto contenidos conceptuales como procedimentales y actitudinales, adems de destacarse el mbito de la tecnologa y contenidos que re"ejen las visiones de nuestros pueblos indgenas.

    Las caractersticas del enfoque que a continuacin se describen son una sntesis de lo planteado en los programas de estudio de la reforma de 2006.

    Ciencias I se orienta al anlisis comparativo de las caractersticas de los seres vivos; la diversidad biolgica como resultado de la evolucin; una visin integral del funcionamiento de los seres vivos, centrada en los procesos de nu-tricin, respiracin y reproduccin, para fortalecer la perspectiva intercultural, la promocin de la salud y el cuidado del ambiente. Tambin se analiza la relacin entre ciencia y tecnologa en trminos de sus bene!cios y riesgos.

    Ciencias II se ocupa del estudio de los procesos de interaccin y cambio desde la perspectiva fenomenolgica, de fortalecer las habilidades de razona-miento lgico, representacin gr!ca y elaboracin de modelos para la com-prensin de conceptos propios de la disciplina. El cambio tambin se analiza desde la perspectiva histrica de la in"uencia de los productos de la ciencia y la

  • 32

    Desarrollo de la enseanza de las ciencias naturales: qu se ha hecho?

    I

    tecnologa en la sociedad y el ambiente. Se introduce el estudio de la estructura y el comportamiento de la materia.

    Ciencias III se enfoca al estudio de los materiales a escala molecular y at-mica. Al empleo del modelo cintico-corpuscular como base para la represen-tacin del microcosmos y se abordan con mayor detalle algunos aspectos rela-cionados con la composicin de la materia y sus transformaciones.

    1.4 Consideraciones finales

    t&O.YJDPMBJOUSPEVDDJOEFMBTDJFODJBTOBUVSBMFTBMBFOTFBO[BCTJDBse remonta al siglo XIX, cuando temas de fsica y qumica fueron integrados a la instruccin elemental.t-BTSFGPSNBTDVSSJDVMBSFTOPEFCFOFTUBSTVQFEJUBEBTBMPTUJFNQPTQPMUJ-

    cos sexenales. Deben sustentarse y promoverse a partir de un diagnstico de los estudiantes, los docentes y sus prcticas educativas, incluyendo sus saberes, intereses, capacidades cognitivas y necesidades de la prctica en el aula. t-BTSFGPSNBTSFRVJFSFOEFUJFNQPQBSBQSPEVDJSDBNCJPTUSBTDFOEFOUFTFO

    las prcticas del aula.t$POGSFDVFODJBTFIBDPOTJEFSBEPRVFVOBSFGPSNBFTOFDFTBSJBQBSBQMBO-

    tear cambios, sin tomar en cuenta que muchos de ellos son semejantes a los planteados en reformas previas.t$POTFDVFODJBEFMPTUJFNQPTQPMUJDPTFOPDBTJPOFTTFQSJWJMFHJBVOBFT-

    trategia de implantacin sbita, sin dar tiempo a veri!car que los postu-lados que sustentan las nuevas propuestas se validen en la prctica.t&TJNQFSBUJWPSFUPNBSMBTFYQFSJFODJBTEFQSPHSBNBTZQSDUJDBTFEVDBUJ-

    vas exitosas que se han detectado y documentado en reformas anteriores, as como analizar crticamente las de otros pases.

  • La investigacin en las aulas de ciencias y la formacin docente | 33

    En este captulo se presentan los resultados de ms de 20 aos de investigacin en las aulas de clases de ciencias en escuelas de educacin primaria y secun-daria. El sentido de este captulo responde a la concepcin de que un estudio sobre la enseanza de las ciencias naturales no puede limitarse al anlisis de las propuestas sobre la enseanza contenidas en planes, programas y materiales didcticos. El currculo real, como es concebido desde los aos ochenta, es aqul que opera en la prctica educativa del aula. Esto significa que, una revisin sobre la enseanza de la ciencia en el nivel bsico en nuestro pas no puede limitarse al anlisis de las propuestas formales. Es necesario incluir una descripcin de su enseanza en los contextos reales, es decir, en las aulas escolares. De esta ma-nera los actores educativos, docentes y alumnos aportan el sentido que adquiere la relacin didctica en la prctica, esto es, la relacin entre docentes, alumnos y contenido educativo. Gran parte de esta investigacin tiene un carcter cua-litativo etnogrfico, ya que toma en consideracin los contextos culturales de nuestras escuelas pblicas y sus condiciones de trabajo.

    En este captulo tambin se aporta informacin sobre los programas de formacin docente, tanto inicial como de actualizacin para aportar elementos analticos acerca de la perspectiva didctica formal con la que se capacitan los maestros. Esta presentacin, sin embargo, no ignora que la formacin docente incluye otros aspectos no abordados en este trabajo, como la formacin en la prctica y la transmisin de tradiciones docentes que opera por vas informales.

    2.1 Estudios sobre la enseanza de las ciencias naturales

    Cada diez aos el Consejo Mexicano de Investigacin Educativa (COMIE) hace una revisin de la investigacin educativa en los distintos campos en los que sta se realiza. A la fecha se han realizado dos recopilaciones de estas caracte-rsticas, en particular en el campo de Enseanza en Ciencias Naturales, la pri-mera de 1980-1990 (Len et al., 1995) y la segunda de 1992-2002 (Lpez, 2003). En ellos hay constancia de cmo la preocupacin por conocer lo que ocurre en los salones de clases cuando se ensean las ciencias naturales ha existido desde

    Captulo 2.

    La investigacin en las aulas de ciencias y la formacin docente Antonia Candela, Enna Carvajal, Armando Snchez y Clara Alvarado

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    I Desarrollo de la enseanza de las Ciencias naturales: qu se ha hecho?

    mediados de los aos ochenta. En los estados de conocimiento del campo que nos ocupa para el periodo 1982-1992 (Len et al., 1995) se analizan dos tipos de estudios que, si bien tienen el objetivo de investigar lo que ocurre en los salones de clases al impartir esta ciencia, su intencionalidad es distinta.

    Existen estudios que dirigen su atencin hacia los fenmenos y procesos que se dan en el aula, centrando su preocupacin en comprender las redes de relaciones y de signi!cado construido socialmente, a partir de la perspec-tiva de los propios sujetos. Su intencionalidad est en comprender la realidad generando nuevos conocimientos sobre el problema en estudio. Dentro de este grupo se encuentra el programa de investigacin sobre la construccin colectiva de conocimientos en el saln de clases, que se desarrolla en el DIE-Cinvestav y que ha tenido continuidad por ms de una dcada (Candela, 1990; 1991a y b, 1993, 1995, 1996a, 1997a, b, c y d, 1998, 1999a y b, 2001a, 2002). Otros estudios en esta lnea son: Avils, et al., 1987; Jara, 1989 y 1990; Montaez, 1989; Rockwell y Glvez, 1982).

    El segundo tipo de estudio comparte la preocupacin por estudiar y com-prender la realidad educativa, desde la perspectiva de los sujetos que participan en ella, pero tienen la intencionalidad de incidir en esta realidad para modi!carla en cierta direccin. Se propone construir metodologas de enseanza alternativas a partir del anlisis y la modi!cacin de la prctica docente (Len y Venegas, 1987, 1989 y 1991). Otro tipo de proyectos en el mbito de la investigacin curricular son los que se realizan en el nivel superior (Garritz et al., 1996, 1997).

    En cuanto a los enfoques de la investigacin, tambin aparecen las dos tendencias antes mencionadas: a) aquellas que conciben el currculo como plan de estudios usan metodologas cuantitativas basadas en datos esta-dsticos de encuestas y cuestionarios (es en esta tendencia donde se ubican casi todos los trabajos realizados a nivel medio superior y superior), y b) la que concibe al cu rrculo como un proceso y que utiliza metodologas cualitativas para analizar la construccin del conocimiento de la ciencia en los procesos que ocurren en las aulas de educacin bsica (Len, 2003: 388).

    De lo sealado hasta aqu podramos concluir que desde la dcada de los ochenta se detect la necesidad de cambiar la concepcin de currculo conce-bido como plan de estudios a currculo entendido como proceso, lo que llev a la necesidad de cambiar las metodologas de investigacin cuantitativas por las cualitativas con el !n de analizar los procesos de interaccin.

    En un estudio patrocinado por la William and Flora Hewlett Foundation sobre los retos y oportunidades de la educacin en Mxico (Santibez, Ver-nez y Razquin, 2005) se menciona que la investigacin educativa en Mxico, tradicionalmente con nfasis en la etnografa y quiz por la carencia de datos cuantitativos a gran escala, tiende a favorecer el enfoque cualitativo. Aunque la SEP recopila una importante suma de informacin sobre escuelas y estudiantes, rara vez la hace pblica. Gran cantidad de datos de la SEP obtenibles por la red usualmente se re!eren a inscripcin y cobertura educativa, y a nmero de escuelas, profesores y alumnos en las mismas. Esto complica la tarea de los in-

  • La investigacin en las aulas de ciencias y la formacin docente | 35

    vestigadores educativos cuantitativos. Adems, la mayora de los ms grandes e importantes centros de investigacin educativa (con frecuencia localizados en la Ciudad de Mxico) forman a su personal en sus propios programas de pos-grado, por lo cual no es sorprendente que los investigadores, quienes han sido entrenados en mtodos cualitativos y etnogr!cos, repliquen esto entre los fu-turos graduados.

    Otra de las razones de esta situacin es la insu!ciente cantidad de especialis-tas en investigacin educativa (sobre bases per cpita). Mxico grada alrededor de 1.4 doctores en el campo de la educacin por cada milln de habitantes, comparado con 22 en Estados Unidos. Adicionalmente, pocos programas de graduados en educacin en Mxico son considerados de elevada calidad. La problemtica incluye el entrenamiento de los docentes y la carencia de investi-gacin y de evaluacin que brinde informacin sobre el aprovechamiento esco-lar. La investigacin y la evaluacin educativas en Mxico son escasas. El Sistema Educativo Nacional carece de transparencia y no posee la tradicin de objetivi-dad en sus evaluaciones.

    2.2 Nivel primaria

    2.2.1. Prcticas educativas en el saln de clase

    La seccin sobre primarias completas est basada en proyectos de seguimiento de varias reformas, en trabajo de formacin y de investigacin con docentes y en investigaciones etnogr!cas sobre las prcticas educativas, en especial, en clases de ciencias naturales en las aulas de las escuelas primarias pblicas mexicanas en diferentes contextos sociales y regionales (urbanas, rurales, se-miurbanas, cursos comunitarios, escuelas multigrado) que desde 1980 a la fecha se han hecho en el DIE-Cinvestav, y algunos de cuyos referentes bibliogr!cos se incluyen al !nal de este documento.

    Los mtodos cualitativos o interpretativos de investigacin educativa (Erickson, 1989) han adquirido mayor presencia a partir de los primeros aos de 1960 y como una reaccin a los enfoques positivistas de investigacin educativa que privilegian los mtodos cuantitativos y experimentales, basados en datos estadsticos generalmente obtenidos a partir de cuestionarios con categoras predeterminadas por los investigadores, normalmente derivadas de orientacio-nes prescriptivas sobre lo que se pretende que se realice en el aula.

    Si bien los datos estadsticos pueden aportar informacin sobre las prcti-cas educativas, tambin se han planteado sus limitaciones en cuanto a su pre-tendida objetividad, pues la informacin que aportan tiene que ser interpretada en funcin de quin pregunta, cmo se pregunta, qu se pregunta, qu supone el interrogado que espera su interrogador y cmo supone que puede ser utili-zada la informacin que l aporte. En sntesis, la informacin obtenida siempre tiene que ser interpretada a la luz del contexto en el que se obtiene y la informa-

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    I Desarrollo de la enseanza de las Ciencias naturales: qu se ha hecho?

    cin que un sujeto aporta siempre depende del contexto social en el que se le demanda. Los mtodos cualitativos pretenden desentraar el signi!cado de la accin para los actores del proceso educativo en el contexto natural en el que se producen, esto es, en el aula, y con categoras que se elaboran a partir de las prcticas y signi!cados que realizan los propios actores en el proceso.

    Sin embargo, puesto que los estudios interpretativos requieren de estan-cias prolongadas en el contexto local para poder interpretar la informacin des-de la perspectiva de los actores, no es posible realizarlos en muestras grandes. Su validez no se sostiene en el nmero de datos, sino en la representatividad de los procesos descritos por la va de su comprensin profunda a travs de estudios de caso. Como plantea Erickson (1989: 224): para lograr el descubri-miento vlido de propiedades universales, es necesario mantenerse muy cerca de los casos concretos. En este trabajo se asume que, como lo plantean Tobin y Fraser (2003), las diferentes metodologas de investigacin aportan datos de distintas escalas, generalmente complementarios, que se deben articular a la luz de la consistencia terica de cada uno de los estudios. El enfoque utilizado depende en gran medida de lo que se pretende investigar. En el caso de las prcticas educativas en las aulas escolares, ellos recomiendan utilizar enfoques provenientes de las ciencias sociales que iluminan los contextos de aprendizaje de nuevas formas, recuperando su complejidad.

    Adicionalmente a esta recomendacin, en Mxico carecemos de inves-tigaciones cuantitativas de largo alcance, mientras que tenemos una ya larga tradicin de investigaciones cualitativas etnogr!cas a las que antes se hizo re-ferencia, por lo que esta seccin se basar fundamentalmente en estos trabajos, aunque tambin incluimos algunos datos estadsticos que si bien son obtenidos de una muestra local y poco representativa, permiten complementar y, en este caso, reforzar lo que aporta la investigacin etnogr!ca.

    2.2.1.1 Primarias completas

    Cambios curriculares y su incorporacin en la prctica docente En los diversos medios estudiados se encuentra que existe un esfuerzo impor-tante de los maestros por incorporar las diversas propuestas de cambio de su quehacer incluidas en las reformas curriculares. Pero tambin se encuentra que la prctica docente es una articulacin de saberes obtenidos de propuestas de diversas reformas y tradiciones educativas, que son seleccionadas e incorpo-radas al trabajo escolar segn tendencias individuales y resultados de la expe-riencia y condiciones de trabajo (Espinosa, 2007). Varios de esos saberes forman parte de la herencia magisterial construida a travs de generaciones, que han sido asimilados, probados, enriquecidos y renovados en la prctica docente (Mercado, 2002; Rockwell y Mercado, 1986).

    La apropiacin de las orientaciones didcticas de una reforma pasa por un proceso que se inicia con una fuerte confusin en los primeros aos, de lo que se llamara el periodo de implantacin, y donde son pocos los elementos

  • La investigacin en las aulas de ciencias y la formacin docente | 37

    nuevos que se van incorporando a la prctica. En los maestros con menos expe-riencia se presenta un fenmeno de falta de coherencia en el trabajo de ense-anza de ciencias naturales en el aula, al incorporar con poca seguridad partes de las nuevas propuestas. En los docentes con experiencia, la apropiacin de algunas de las orientaciones didcticas se da en un proceso ms prolongado, dependiendo del convencimiento que tengan sobre su pertinencia, y de la efec-tividad que le encuentran en la prctica, a lo cual ayuda si estn formados con las orientaciones de dicha reforma (Espinosa, 2007). Sin embargo, la distancia entre la propuesta y la prctica en el aula tambin depende en gran medida de que el proyecto de cambio se asuma colectivamente, y de los apoyos que se reciban sean adecuados a las condiciones locales. Por estas razones, no puede esperarse que cambios curriculares frecuentes produzcan mejores resultados educativos. Las reformas prosperan en la medida en que se articulan con los saberes docentes.

    Estrategias de construccin social de los contenidos cient!cos en el aulaLa estrategia ms comn para abordar los contenidos de ciencias naturales en las aulas consiste en la lectura de fragmento en fragmento de cada leccin del libro de texto a nivel grupal, seguida por una interpretacin oral en el grupo, tanto del texto escrito como de las imgenes del libro (Rockwell, 1991; Candela, 2001; Naranjo, 2005). Esto es consistente con los resultados que se obtuvieron en una encuesta a 98 docentes de 80 escuelas de cinco ciudades de los esta-dos de Veracruz y San Lus Potos en 2008, que aunque no se puede considerar representativa por la ubicacin local y el tamao reducido de la muestra, da indicios de cmo leer el libro en clase, subrayar las ideas principales y co-mentarlas, explicar el tema y realizar algunos ejercicios y hacer preguntas, que representan 42% de las prcticas que se reportan en esos casos.

    En la interpretacin del texto casi siempre se incluyen ejemplos de la ex-periencia extraescolar de los alumnos o de contenidos escolares abordados en otro momento, en lo que pod