larevoluciontecnocientifica_javierecheverria

Upload: jeromecarlo

Post on 07-Apr-2018

216 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    1/171

    La revolucin tecnocientfica

    por Javier Echeverra

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    2/171

    A Hctor,que tiene el taln de Aquiles en el corazn

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    3/171

    Prlogo

    La revolucin cientfica se inici en las ltimas dcadas del siglo XVI y se desarrolla lo largo del siglo XVII. Sus impulsores (Coprnico, Galileo, Harvey, Descartes, Huygens,Leibniz, Newton y otros muchos) cambiaron radicalmente la concepcin europea delmundo, rompiendo con los moldes aristotlico-escolsticos que haban predominadodurante el medievo. El cambio fue lento y se produjo en algunos pases europeos (Italia,Holanda, Gran Bretaa, Francia, Alemania), propagndose poco a poco al resto deEuropa y al Norte de Amrica. Afect nicamente a algunas disciplinas (astronoma,matemticas, fsica, medicina), que fueron la vanguardia del cambio filosfico ymetodolgico. Posteriormente, la matematizacin del conocimiento y la metodologaexperimental fueron llegando a las dems ciencias, con la consiguiente irrupcin denuevas teoras en qumica, biologa, geologa y, finalmente, en el mbito de las cienciassociales.

    Para impulsar la nueva filosofa natural, inspirada en el programa baconiano, secrearon nuevas instituciones (Sociedades cientficas, observatorios astronmicos,laboratorios, etc.), en torno a las cuales se aglutinaron las comunidades cientficasemergentes. Las Universidades se opusieron al cambio, salvo raras excepciones,originndose clebres procesos y disputas entre los defensores de la nueva metodologacientfica y los mantenedores del mtodo aristotlico y de la estructura medieval delsaber. Como resultado de este largo proceso, la ciencia moderna se fueinstitucionalizando poco a poco, con notables diferencias segn los pases y las disciplinas.

    A lo largo del siglo XVIII, los cientficos encontraron importantes aliados en losimpulsores de la Revolucin Industrial, sobre todo en Gran Bretaa, donde la ciencianewtoniana tuvo una amplia difusin social. Con la Revolucin francesa y la instauracin

    de la educacin obligatoria, la difusin social de los conocimientos cientficos quedgarantizada progresivamente, al par que se creaba un sistema de reproduccin de lascomunidades cientficas emergentes. Durante el siglo XIX otros pases europeos siguieronel ejemplo francs, con lo que la ciencia se insert en el sistema educativo europeo,culminndose la revolucin cientfica. La Universidad Humboldt en Alemania y laPolytechnique francesa se convirtieron en modelos a imitar en todo el continente.

    La primera revolucin industrial se produjo en Gran Bretaa. Su impacto social,econmico y poltico fue enorme en Europa. Uno de sus principales motores fue latecnologa. La ciencia slo tuvo una influencia indirecta en el desarrollo industrial. Ambasrevoluciones, la cientfica y la industrial, han sido constitutivas de la Era Moderna, junto conlos profundos cambios polticos que llevaron a instaurar formas democrticas de gobiernoen algunos pases europeos, as como en los EEUU de Amrica. Durante la Segunda

    Revolucin Industrial, la alianza entre la industria, la tecnologa y la ciencia se consolid enalgunos pases (Gran Bretaa, Alemania, en menor medida Francia), generndose dosnuevas profesiones, la de cientfico y la de ingeniero. A lo largo del siglo XIX la ciencia y latecnologa interactuaron estrechamente, con mutuos beneficios, aun formando parte desectores profesionales claramente diferenciados. Los cientficos comenzaron a mostrarque sus conocimientos podan ser muy tiles para la industria y para la guerra. Los pasesque promovieron la colaboracin entre la ciencia, la tecnologa y la industria, seconvirtieron en grandes potencias a lo largo del siglo XIX, en detrimento de antiguas

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    4/171

    potencias (Espaa, Portugal, Turqua) que no dieron el paso a la nueva sociedadcientfico-industrial.

    ***************************

    Tomando como referente estas dos grandes revoluciones de la Era Moderna 1, eneste libro vamos a analizar un cambio no menos importante, la revolucin tecnocientfica,que implica un nuevo modo de hacer ciencia. Se inici en los EEUU en la poca de laSegunda Guerra Mundial, se consolid con la Guerra Fra y, ulteriormente se ha idoextendiendo a otros pases, en particular por Europa, Japn y Canad. Nos centraremosen los EEUU, puesto que, as como la ciencia moderna fue una creacin europea, latecnociencia contempornea tiene una fuerte impronta norteamericana. Distinguiremostres etapas. En la primera (1940-1965), emerge la macrociencia (Big Science), a la queconsideraremos como la primera modalidad de tecnociencia. La investigacin bsicadesempe un papel fundamental como motor de la macrociencia, sobre todo en elmbito de la fsica, pero tambin de la qumica y las matemticas. Tras una dcada decrisis y estancamiento (1966-1976), provocada por el fracaso norteamericano en la guerradel Vietnam y por la amplia contestacin social que se suscit en los EEUU y en Europacontra la macrociencia militarizada (mayo de 1968), en el ltimo cuarto de siglo surgi latecnociencia propiamente dicha, impulsada por algunas grandes empresas, ms que porlos Estados, y centrada en el desarrollo de nuevas tecnologas. La tecnociencia tambinprocede de los EEUU, aunque se ha expandido rpidamente por otros pases. La UninSovitica no fue capaz de dar el nuevo salto, por falta de capacidad financiera y detejido empresarial. Si consideramos a la macrociencia y a la tecnociencia como laprimera y la segunda revolucin tecnocientfica, respectivamente, cabe decir que elactual predominio militar, econmico, poltico, diplomtico y comercial de los EEUUproviene, entre otras razones, de su liderazgo tecnocientfico.

    La ciencia no ha desaparecido. Las Sociedades cientficas y la ciencia acadmica

    siguen existiendo. Sin embargo, sus dos nuevos retoos, la macrociencia y la tecnociencia,manifiestan un enorme empuje, hasta el punto de que algunos autores tienden a pensarque, hoy en da, todo es tecnociencia. Trataremos de mostrar que no es as,especificando las diferencias que hay entre la ciencia y la macrociencia, en primer lugar(captulo 1), y entre la ciencia y la tecnociencia (captulo 2). La revolucin tecnocientficadifiere en aspectos fundamentales de las revoluciones cientficas de las que habl Kuhn,motivo por el cual dedicaremos el captulo 3 a precisar esas diferencias. Ms que elconocimiento, transforma la prctica cientfico-tecnolgica, generando una nuevaestructura, los sistemas nacionales de ciencia y tecnologa (SCyT), de los que nosocuparemos brevemente en el captulo 4, centrndonos en el sistema norteamericano,que sigue siendo el cannico. Aunque el desarrollo de la tecnociencia ha generadonuevas teoras cientficas y grandes descubrimientos, los paradigmas bsicos siguensubsistiendo en fsica, qumica, biologa y matemticas. No estamos ante una revolucinepistemolgica ni metodolgica, aunque haya habido grandes cambios en elconocimiento y en los mtodos cientficos, sino ante una revolucin praxiolgica. Por ellotrataremos de analizar la nueva estructura de la prctica cientfico-tecnolgica, que es lacaracterstica ms acusada de la revolucin tecnocientfica. Para ello trataremos de

    1 La tercera fue la revolucin poltica, que instaur la democracia en dichos pases (Inglaterra, EEUU, Francia,etc.) y el Estado de Derecho, creando Estados laicos, con separacin de los tres poderes y principio desoberana popular basado en la democracia representativa. La cuarta, el capitalismo, principal motor deldesarrollo industrial, militar y colonial.

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    5/171

    elucidar dos conceptos bsicos: los sistemas tecnocientficos y las accionestecnocientficas. Frente a la revolucin cientfica del XVII, que modific la estructura delconocimiento, la revolucin tecnocientfica del siglo XX ha transformado ante todo laestructura de la prctica cientfico-tecnolgica. En particular, han cambiado los sistemasde valores que guan la actividad cientfica, razn por la cual dedicaremos el captulo 5 ala axiologa de la tecnociencia. No es la nica aproximacin filosfica posible, pero a

    nuestro entender es una de las ms claras y prometedoras. Los valores de la tecnocienciason mucho ms amplios y complejos que los de la ciencia moderna. Los conflictos devalores son una componente estructural de la tecnociencia.

    La revolucin tecnocientfica no slo ha cambiado las ciencias y las tecnologas.Adems, ha contribuido a generar un gran cambio econmico y social, la revolucininformacional, que se inici en las ltimas dcadas del siglo XX y que, previsiblemente, seseguir desarrollando durante el siglo XXI. La vinculacin entre la tecnociencia y laemergente sociedad de la informacin es estrechsima, por lo que dicha alianza puedeser comparada con la que mantuvieron la ciencia y la tecnologa modernas con larevolucin industrial. Estas dos nuevas revoluciones no tienen su origen en Europa, sino enlos EEUU de Amrica, que han pasado a convertirse en una potencia hegemnica entodo el mundo, en parte por su decidido apoyo a la tecnociencia. As como la cienciamoderna fue europea, la tecnociencia es norteamericana, al igual que la revolucininformacional. En el momento actual ambas revoluciones se expanden por otros pases. Alhacerlo, surgen versiones diferentes de la tecnociencia, en funcin de las diversas culturasen las que se inserta. Cabe decir que el Primer Mundo est formado por aquellos pasesen donde estas dos nuevas revoluciones se han consolidado, o estn en avanzada fasede desarrollo. Al concepto moderno de desarrollo industrial, cientfico y tecnolgico, hayque aadir la nocin contempornea de desarrollo tecnocientfico e informacional. Unpas puede ser una potencia cientfica e industrial, y sin embargo estar subdesarrolladodesde el punto de vista tecnocientfico e informacional. Por ello entendemos que latecnociencia es uno de los grandes desafos del siglo XXI.

    Los nuevos modos de produccin de riqueza y conocimiento han modificado

    radicalmente las relaciones de poder y la distribucin de la riqueza en los pases, regionesy empresas. El poder militar, por ejemplo, requiere un alto desarrollo tecnocientfico einformacional. Conviene tener presente que la tecnociencia no slo sirve para crear,descubrir, inventar y construir, sino tambin para aniquilar y destruir. Los vnculos entre latecnociencia y las instituciones militares han sido y siguen siendo estrechsimos, y ellodesde el origen de la macrociencia. Los seres humanos han desarrollado infinidad deconflictos blicos a lo largo de la historia, pero la Segunda Guerra Mundial y lascontiendas ulteriores en las que han participado los EEUU (Corea, Guerra Fra, Vietnam,Golfo Prsico, Kosovo, Afganistn ...) suponen una novedad radical: la tecnociencia esuna condicin necesaria para la victoria militar. Por muchos soldados y mucha valentaque se posea, la derrota blica est garantizada si no se tiene un desarrollotecnocientfico adecuado. Otro tanto cabe decir del mbito empresarial, sobre todo enla poca de la globalizacin. En resumen, la tecnociencia es una condicin deposibilidad del poder econmico y militar, razn por la cual los pases ms poderosos sonlos que tienen un alto nivel de desarrollo tecnocientfico e informacional. La curiosidad y labsqueda de conocimiento pudieron estar a la base de la emergencia de la cienciamoderna. En cambio, la lucha por el poder es el motor de la tecnocienciacontempornea. Por ello acabaremos esta obra con una reflexin sobre la tecnociencia yel poder.

    ***************************

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    6/171

    La revolucin de la ciencia moderna ha sido ampliamente estudiada por

    historiadores, socilogos y filsofos. La historia, la filosofa y la sociologa de la ciencia seconstituyeron a principios del siglo XX y se centraron en el estudio de la ciencia moderna,incluidas las revoluciones cientficas del siglo XIX y principios del XX : qumica (tablaperidica, qumica orgnica), matemticas (Anlisis, geometras no eucldeas, teora de

    conjuntos), biologa (Darwin, Mendel), Geologa (Lyell) y Fsica (Einstein, teora cuntica).La filosofa de la ciencia, que constituye el punto de partida de esta obra, ha sido antetodo lgica, epistemologa y metodologa de la ciencia. Por ello se ha ocupado delanlisis y reconstruccin del conocimiento cientfico, centrndose en los conceptos, leyes,hechos y teoras, instaurando la distincin terico/observacional, subrayando los aspectoslgico-lingsticos del conocimiento y desarrollando concepciones enunciativas delmtodo cientfico, tanto lgico-deductivas como lgico-inductivas y estadsticas. Sinminusvalorar esa metateora de la ciencia, que ha hecho grandes aportaciones a losestudios de la ciencia, pensamos que resulta insuficiente para abordar la tecnociencia.Puesto que la ciencia ha cambiado, convirtindose en tecnociencia, la filosofa de laciencia ha de modificar considerablemente sus planteamientos, deviniendo filosofa de latecnociencia. Para eso ha de centrarse ms en la actividad cientfica que en elconocimiento, desarrollando una teora de la accin cientfica y prestando mucha msatencin a la tecnologa. El principal propsito del presente libro consiste en dar pasos enesa direccin, sin olvidar el punto de partida, pero abordando un nuevo objeto dereflexin, la tecnociencia, que difiere en muchos y muy relevantes aspectos de la cienciay la tecnologa modernas. Lo que decimos de la filosofa de la ciencia vale tambin paraotros estudios de ciencia y tecnologa, es decir para la historia, la sociologa, lapegagoga la psicologa, la antropologa, la poltica o la economa de la ciencia y latecnologa, aunque aqu no vayamos a ocuparnos de esas cuestiones. Si la ciencia hacambiado, como mantendremos en estas pginas, los estudios de ciencia y tecnologatambin han de cambiar, prestando mayor atencin a la ciencia del siglo XX, que ya eshistoria, aunque en buena medida sin hacer. Por ello nos limitaremos a un perodo detiempo, el posterior a la segunda guerra mundial, y a un pas, los EEUU, que es dondesurgi la tecnociencia. Es seguro que la indagacin del desarrollo de la macrociencia y la

    tecnociencia en la URSS, en Europa, en Japn y en otros pases aportar matizacionesimportantes a las tesis que aqu vamos a afirmar. Aun as, esperamos que esta primeraincursin en la filosofa de la tecnociencia del siglo XX pueda aportar algo a los estudiosde ciencia, tecnologa y sociedad, no slo a la filosofa de la ciencia. En conjunto, se tratade desarrollar los estudios de la tecnociencia, filosficos, sociolgicos, histricos,pedaggicos o de otro tipo, incluyendo estudios cientficos sobre la tecnociencia(cientometra, indicadores de desarrollo tecnocientficos, etc.). Los estudios CTS (Ciencia,Tecnologa y Sociedad) constituyen el mbito donde pueden confluir e interactuar todasestas perspectivas.

    Nosotros nos ceiremos ante todo a las cuestiones axiolgicas, porque completanlos estudios epistemolgicos y metodolgicos clsicos, y porque la Axiologa de la Cienciay de la Tecnologa est mucho menos desarrollada. Resumiendo, en este libroexpondremos las tesis siguientes:

    1.- A lo largo del siglo XX, y sobre todo a partir de la Segunda Guerra Mundial, haaparecido y se ha consolidado una nueva modalidad de ciencia, la tecnociencia omegaciencia (Big Science) 2. Inicialmente usaremos ambas expresiones como sinnimas,aunque luego estableceremos matices diferenciales entre ambas.

    2 La expresin Big Science fue introducida por Solla Price en 1968 en su libro Big Science, Little Science (trad.Espaola, Hacia una ciencia de la ciencia, Barcelona, Ariel, 1973), aunque ya haba sido propuesto en 1961 por

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    7/171

    2.- Dicho cambio es lo suficientemente importante como para que podamos

    compararlo con la revolucin cientfica moderna. Por ello hablaremos de revolucintecnocientfica, o mejor, de revoluciones tecnocientficas, puesto que se producen encasi todas las disciplinas cientficas, aunque de manera diversa en unas y otras.

    3.- La revolucin tecnocientfica es uno de los motores principales, aunque no elnico, de un cambio social y econmico ms profundo, la revolucin informacional, quepor su relevancia puede ser comparado a la revolucin industrial. Dicho sucintamente: ascomo la ciencia fue vital para el desarrollo de la sociedad industrial, as tambin latecnociencia es una componente bsica de la sociedad informacional.

    4.- Los diversos estudios sobre la ciencia y la tecnologa (histricos, filosficos,sociolgicos, polticos, culturales, antropolgicos, econmicos, etc.) han de afrontar elreto suscitado por la revolucin tecnocientfica, dando lugar a los estudios de latecnociencia. Esta tendencia ya se advierte en los ltimos aos del siglo XX,caracterizados por una profunda transformacin de los estudios transdisciplinares deciencia y tecnologa.

    5.- En el caso de la filosofa de la ciencia y de la tecnologa, perspectiva desde lacual se escribe este libro, es preciso ocuparse ante todo del anlisis filosfico de laactividad tecnocientfica, en lugar de centrarse en el conocimiento cientfico o en losartefactos tecnolgicos, como han hecho tradicionalmente la filosofa de la ciencia y lafilosofa de la tecnologa. Conforme a ello, haremos unas primeras propuestas paraanalizar la estructura de la actividad tecnocientfica. Para ello estudiaremos el momentoque, por lo general, es considerado fundacional de la macrociencia, es decir el informede Vannevar Bush (1945), en el que se dise el sistema cientfico tecnolgico quepermiti la consolidacin de la tecnociencia en EEUU, y posteriormente en otros pasesindustrial, tecnolgica y cientficamente desarrollados.

    6.- La filosofa de la ciencia del siglo XX dedic muchos esfuerzos a justificar el

    conocimiento cientfico, su objetividad y racionalidad. Una de las vas que sigui para ellofue la bsqueda de los fundamentos de la ciencia. Se sobreentenda que, puesto que laciencia era conocimiento, dichos fundamentos (principios, leyes, estructura lgica de lasteoras, base emprica, hechos) tambin deban ser conocimiento, o a lo sumometodologa para obtener conocimiento vlido. A nuestro juicio, esta va es inadecuadapara indagar los fundamentos de la tecnociencia. Al problema filosfico tradicional de la

    justificacin del conocimiento cientfico se le superpone otra cuestin, acaso msimportante: la validacin de la prctica cientfica.

    7.- Por ltimo, y prosiguiendo la lnea seguida en publicaciones recientes 3, nosocuparemos ante todo de los valores de la tecnociencia (captulo 5), por ser uno de losmbitos donde la revolucin tecnocientfica tiene mayor impacto. Frente a la neutralidadaxiolgica de la tradicin positivista y a la restriccin a los valores epistmicos o valoresinternos a la ciencia (Laudan), afirmaremos y desarrollaremos la tesis del pluralismoaxiolgico de la tecnociencia, que incluye el supuesto de conflictos axiolgicoscontinuados en la actividad tecnocientfica. Para analizar los valores de la tecnocienciaen sus diversos contextos y situaciones usaremos dos instrumentos formales, las matrices deevaluacin y las cotas o umbrales de evaluacin. En el captulo 5 mostraremos que los

    Alvin Weinberg cuando diriga el Oak Ridge Laboratory. Dicha denominacin es usada habitualmente por loscientficos.3 J. Echeverra, Filosofa de la ciencia (Madrid, Akal, 1995) y Ciencia y Valores (Barcelona, Destino, 2002).

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    8/171

    indicadores de ciencia y tecnologa que se usan habitualmente en poltica cientfica sonmodalidades de dichas matrices, as como los diversos protocolos de evaluacin que seutilizan en la prctica tecnocientfica cotidiana. La axiologa proporciona un poderosoinstrumento de anlisis que aglutina e integra en un mismo marco conceptual a lasdiversas herramientas usadas hoy en da para valorar las acciones tecnocientficas y susresultados. Esta ser la aportacin prctica ms significativa de esta obra.

    ************************

    Las ideas desarrolladas en este libro son fruto de diversos seminarios, cursos,conferencias y debates en los que el autor ha participado en los ltimos aos. Lasfacilidades recibidas del Instituto de Filosofa del CSIC, y en particular de su Director, JosMara Gonzlez, me permitieron encontrar algo de tiempo para poner en limpio mltiplesborradores y organizar ese conjunto de ideas, sugerencias y propuestas. El apoyoeconmico del Ministerio de Ciencia y Tecnologa (Proyectos PB 98-0495-C08-01 y BFF2002-04454-C10-01) posibilit la organizacin de varios de esos seminarios y congresos, en losque tuve oportunidad de contrastar las tesis iniciales e irlas mejorando, gracias a lasmltiples crticas recibidas, que agradezco profundamente. Francisco Alvarez y ArmandoMenndez han sido quienes ms estrechamente colaboraron conmigo, aunque otrasmuchas personas hicieron aportaciones de gran inters: Adelaida Ambrogi, Roberto R.Aramayo, Fernando Broncano, Jos Antonio Dez Calzada, Anna Estany, Jos LuisFalguera, Jos Ferreirs, Amparo Gmez, Marta Gonzlez, Jos Luis Gonzlez Quirs,Mercedes Iglesias, Carlos Lpez Beltrn, Jos Antonio Lpez Cerezo, Jos Luis Lujn, SergioMartnez, Javier Moscoso, Emilio Muoz, Len Oliv, Javier Ordez, Francisco Prez, AnaRosa Prez Ransanz, Eulalia Prez Sedeo, Miguel Angel Quintanilla, Ana Rioja, ConchaRoldn, Frenando Sez Vacas, Jess Snchez, Jos Manuel Snchez Ron, Mara JessSantesmases, Juan Vzquez, Jess Vega, Ambrosio Velasco y Jess Zamora Bonilla, entreotros. La Unidad Asociada entre la Universidad del Pas Vasco y el CSIC, que codirijo conAndoni Ibarra, fue otro de los foros donde se debatieron estas propuestas, al igual que la

    Unidad Asociada entre la Universidad de Sevilla y el CSIC, codirigida por Ramn Queralt.Este libro no hubiera sido posible sin el apoyo decidido que dieron a su publicacin MaraLuisa Capela y Hctor Subirats como anteriores responsables del equipo del FCE enEspaa, as como sus sucesores, Ricardo Navarro y Juan Guillermo Lpez, quienes tuvieronque sufrir alguna demora en la entrega del original. Pero quienes tuvieron mayorpaciencia conmigo fueron Beln e Irene, ya en el mbito domstico, donde el ordenadorestuvo demasiado tiempo encendido en los ltimos meses.

    A todos/as ellos/as mi ms sincero agradecimiento.

    J.E.Enero 2003

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    9/171

    Captulo I

    Ciencias, macrociencias y tecnociencias

    I.1: Microciencia y macrociencia.

    Derek J. de Solla Price, fsico e historiador de la ciencia, imparti en 1962 lasconferencias Pegram en el Laboratorio Nacional de Brookhaven, uno de los msimportantes de los EEUU para la aplicacin pacfica de la energa nuclear. En ellas sepropuso introducir una metodologa cuantitativa para el estudio de la ciencia. Por quno aplicar los recursos de la ciencia a la ciencia misma? Por qu no medir y generalizar,plantear hiptesis y extraer conclusiones? se preguntaba al empezar4. Conforme a suformacin de fsico, Solla Price se interes por el tamao y la forma de la ciencia, en lugarde centrarse en los contenidos, las teoras y los descubrimientos, como haban hecho losfilsofos e historiadores de la ciencia desde principios del siglo XX. Considerando laciencia como una entidad mensurable deca- intentar calcular el personal cientfico,

    la literatura, el talento y los gastos a escala nacional e internacional 5. A dichasmagnitudes se les llama actualmente indicadores del desarrollo cientfico y tienen granimportancia para orientar las polticas cientficas. Esta lnea de indagacin gener unanueva disciplina, la Cientometra (Scientometrics), que ha tenido gran desarrollo en lasegunda mitad del siglo XX y forma parte de los estudios cuantitativos sobre ciencia ytecnologa.

    Los datos que present Solla Price, todos ellos referidos a los EEUU, le permitieronafirmar que la ciencia haba crecido exponencialmente en tamao durante el siglo XX.Dicho incremento afect al nmero de cientficos, las publicaciones, las novedades ydescubrimientos logrados y tambin a la financiacin de la actividad cientfica. Por ponerun ejemplo, en los aos 60 viva el 80-90% de los cientficos que jams haba habido en lahistoria. Ese crecimiento vertiginoso le llev a proponer la hiptesis de que la ciencia habaentrado en una nueva fase, la Gran Ciencia o macrociencia (Big Science). La caracterizmediante dos leyes matemticas, ambas conjeturales y sujetas a contrastacin emprica:la ley de crecimiento exponencial y la ley de saturacin. La primera afirmaba que laciencia crece a inters compuesto, multiplicndose por una cantidad determinada eniguales perodos de tiempo 6. El perodo de duplicacin del tamao de la ciencia lo fijen 15 aos. La segunda ley matizaba la exponencialidad y propona como modelo decrecimiento la curva logstica, segn el cual el crecimiento exponencial con duplicacincada 15 aos no es ms que el comienzo de una curva logstica, que posteriormente llegaa un techo o lnea de saturacin. A partir de dicha cota el crecimiento puede estancarse,en cuyo caso la ciencia entrara en una fase de senilidad, o bien puede recuperar el ritmoexponencial, entrando en una nueva fase de crecimiento acelerado 7. Cuarenta aosdespus, no cabe duda de que la segunda hiptesis ha sido la acertada.

    4 D.J. de Solla Price, Hacia una ciencia de la ciencia, Barcelona, Ariel, 1973, p. 23.5 Solla Price, o.c., p. 24.6 Ibid., p. 37. Solla Price la consider como la ley fundamental para cualquier anlisis de la ciencia (p. 38).7La formulacin ms general de la segunda ley es: Todas las leyes de crecimiento aparentemente exponencialson en ltimo extremo logsticas, lo que implica un perodo de crisis cuyo punto medio se encuentra a la distanciaaproximada de una generacin (Ibid., pp. 64-65).

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    10/171

    Los datos y los modelos matemticos propuestos por Solla Price han sido corregidosy afinados ulteriormente por los expertos en Cientometra, pero en gran medida siguensiendo vlidos. Desde una perspectiva filosfica, lo que interesa es que la ley decrecimiento exponencial le llev a proponer una distincin conceptual que ha tenidogran aceptacin entre los cientficos: por una parte existira la Pequea Ciencia (siglosXVII, XVIII y XIX) y por otra la Gran Ciencia (siglo XX). Ambas se distinguen por su ritmo de

    crecimiento, muy lento en el primer caso, muy rpido en el segundo. Conviene considerarsi esa distincin entre dos tipos de ciencia se justifica filosficamente y, sobre todo, si lasdiferencias de tamao y de ritmo de crecimiento son razn suficiente para introducir unadistincin conceptual tan importante y si sta es puramente cuantitativa, o tambincualitativa.

    La nocin de macrociencia (Big Science) haba sido sugerida el ao anterior porAlvin Weinberg, quien haba sugerido un criterio econmico para definirla: para que unproyecto sea considerado como macrocientfico es preciso que su realizacin requierauna parte significativa del producto interior bruto (PIB) de un pas 8. Conforme al criterio deWeinberg, la distincin entre ciencia y macrociencia es ante todo presupuestaria 9. SollaPrice acept este criterio econmico, pero quiso precisarlo y formalizarlo. Para ellopropuso un modelo matemtico que justificaba la necesidad de incrementarconsiderablemente la financiacin de la ciencia. La distincin conceptual que introdujoafirmaba que la investigacin cientfica haba entrado en un nuevo estadio histrico,razn por la que haba que replantearse el problema de su financiacin: la ciencia dehoy desborda tan ampliamente la anterior, que resulta evidente que hemos entrado enuna nueva era que lo ha barrido todo, a excepcin de las tradiciones cientficas bsicas10. Por ltimo, Solla Price sugiri que su investigacin no era ms que un primer paso: sihemos de caracterizar la fase actual como algo nuevo, distinto de la ciencia burguesacomn a Maxwell, a Franklin y a Newton, no podemos basarnos nicamente en una tasade crecimiento 11. Dejaba as abierta la va para distinguir la macrociencia de la cienciano slo por su tamao, sino tambin mediante criterios cualitativos y culturales.

    La cuestin fue retomada en un Simposio organizado por la Universidad de

    Stanford en 1988, cuyas Actas han sido editadas por dos historiadores de la ciencia, PeterGalison y Bruce Hevly. Para Hevly, la macrociencia no es ciencia hecha con instrumentosgrandes o caros 12. Los altos presupuestos y los grandes instrumentos son indicadores delcambio, pero, segn Hevly, la macrociencia se caracteriz desde el principio por13:

    a): La concentracin de los recursos en un nmero muy limitado de centros deinvestigacin.

    b): La especializacin de la fuerza de trabajo en los laboratorios.

    8Alvin M. Weinberg, Impact of large-scale science on the United States, Science, 134 (21 de julio de 1961), p.164. Weinberg propuso definir la macrociencia mediante un criterio econmico, segn el cual los proyectosmacrocientficos requieren una parte significativa del producto nacional bruto. Vase A. M. Weinberg,Reflections on Big Science, Cambridge, Mass., MIT Press, 1967.9 Este tipo de criterio para distinguir la macrociencia se convirti en estndar. En el World Inventory of BigScience Research Instruments and Facilities editado en 1986 por el Congreso de los EEUU, se hablaba demacrociencia para aludir a grandes aparatos cientficos que hubieran sido construidos con posterioridad a 1920y que hubieran costado como mnimo 25 millones de dlares, en dlares constantes de 1984.10 Solla Price, o.c., p. 34.11 Ibid., p. 50.12B. Hevly, Reflections on Big Science and Big History, en P. Galison and B. Hevly (eds.), Big Science: the Growthof Large-Scale Research, Stanford, Stanford Univ. Press, 1992, p. 356.13 Ibid., pp. 356-357.

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    11/171

    c): El desarrollo de proyectos relevantes desde el punto de vista social y poltico,que contribuyen a incrementar el poder militar, el potencial industrial, la salud o elprestigio de un pas.

    En dicho Simposio tambin se debati el problema del origen de la macrociencia,as como su evolucin ulterior. El propio Hevly apunt otras peculiaridades de la

    macrociencia, que se han ido manifestando a lo largo de su evolucin posterior14:

    d): La relacin entre ciencia y tecnologa ha tomado nuevas formas, que haninfluido en la naturaleza de ambas.

    e): La macrociencia requiere la interaccin entre cientficos, ingenieros y militares.Galison confirm este punto, al afirmar tajantemente que es manifiestamente imposibleexaminar la gran ciencia sin tener en cuenta la ciencia de la guerra 15.

    Otros autores tambin presentaron otras propuestas para caracterizar lamacrociencia. Robert W. Smith, por ejemplo, recuerd que entre las caractersticas quehan sido identificadas en la gran ciencia estn la politizacin, la burocratizacin, el altoriesgo y la prdida de autonoma 16. Galison dijo que la megaciencia tiene muchascaras, por lo que su indagacin es difcil y compleja. Todos los analistas apuntaron que ladiscontinuidad entre la ciencia pequea y la grande es en parte ficticia, lo cual no impidela conveniencia de mantener dicha distincin. Panofsky, uno de los grandes promotoresde la Gran Ciencia en la Universidad de Stanford (proyecto MARK III), dijo que no hayconflicto entre la pequea y la gran ciencia, y de hecho hay un continuo de escala entrelas diferentes actividades 17. Con ello retomaba las tesis iniciales de Solla Price, insistiendoen que el trnsito de la ciencia a la megaciencia fue evolutivo, no revolucionario.

    No faltaron autores que investigaron la emergencia de la megaciencia en Europa(el CERN) o en Japn (ciudad de la ciencia de Tsukuba), mostrando que hay diferenciasculturales importantes en su desarrollo segn los pases y las disciplinas. En resumen, tantolos participantes en el Simposio de Stanford como otros autores que se han ocupado deesta cuestin, coinciden a la hora de usar el trmino macrociencia para aludir a una

    nueva etapa del desarrollo de la ciencia, pero difieren entre s a la hora de intentarprecisarlo y definirlo. La mayora de los estudiosos suscribiran la afirmacin de SnchezRon, segn la cual la Gran Ciencia es un procedimiento de investigacin caractersticode nuestro siglo 18, refirindose al siglo XX. Pero sobre las notas que definen a la GranCiencia las posturas son muy diversas. Inferimos de todo ello que merece la pena precisarconceptualmente las diferencias entre la ciencia y la megaciencia y optamos por unaperspectiva filosfica para ella. No en vano la filosofa se ha esforzado en elucidar losconceptos a lo largo de su historia.

    A lo largo de esta obra mantendremos que a lo largo del siglo XX no slo hancambiado el tamao y el ritmo de crecimiento de la ciencia, sino algo mucho msprofundo, a saber: la estructura de la actividad tecnocientfica. La caracterizacineconmica de Weinberg y los modelos cuantitativos de Solla Price son indicadores dedicho cambio, pero no son su causa. La emergencia de la megaciencia implic uncambio profundo en la prctica cientfica, del que se derivan otros muchos cambios,algunos de gran envergadura. Por ello, mantendremos tambin la tesis de que a lo largo

    14 Ibid., pp. 357-358.15P. Galison, The Many Faces of Big Science, en Galison y Hevly, o.c., p. 13.16R. S. Smith, The Space Telescope, en Galison y Hevly, o.c., p. 186.17W.K.H. Panofsky, SLAC and Big Science: Stanford University, en P. Galison y B. Hevly, o.c., p. 145.18 Snchez Ron, o.c., p.36.

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    12/171

    del siglo XX se ha producido una profunda revolucin en la ciencia y la tecnologa: unarevolucin tecnocientfica. Puesto que, al hablar de revoluciones cientficas, la obra deThomas Kuhn es de referencia obligada, no slo nos ocuparemos de distinguir la cienciade la macrociencia y la tecnociencia (captulo 1), sino que tambin analizaremos lanocin de revolucin tecnocientfica, distinguindola de las revoluciones cientficaskuhnianas (captulo 2). Dicho sucintamente, las revoluciones cientficas que estudi Kuhn

    (Coprnico, Galileo, Newton, Lyell, Lavoisier, Einstein, mecnica cuntica, etc.)transformaron ante todo la estructura del conocimiento cientfico. La revolucintecnocientfica del siglo XX, en cambio, est basada en un cambio radical de laestructura de la actividad cientfica, y por ello tiene mltiples facetas a analizar, incluidoslos cambios de teora que de ella se derivaron. Dicho cambio de estructura trajo consigoun incremento del tamao de la ciencia, pero tambin modific los objetivos de laciencia, las comunidades cientficas, los modos de organizacin de la investigacin y loscriterios de valoracin de los resultados. En particular, produjo una profunda simbiosis entreciencia y tecnologa. Asimismo mantendremos que, tras la emergencia de lamacrociencia, la progresiva empresarializacin e informatizacin de la actividadinvestigadora gener a su vez un nuevo cambio cualitativo, que se ha manifestado sobretodo en el ltimo cuarto del siglo XX. Por ello diremos que la macrociencia fue un preludiode la tecnociencia, o si se quiere una fase de transicin. Filosficamente hablando, elgran cambio experimentado por la ciencia en el siglo XX se analiza mejor si hablamos detecnociencia que de macrociencia. Por esta razn consideraremos a la macrocienciacomo la primera modalidad de tecnociencia.

    I.2: El origen de la macrociencia.

    A ttulo de hiptesis, Solla Price acept que los cambios cataclsmicos asociados ala segunda guerra mundial fueron los que iniciaron la nueva era y ocasionaron todas lasdiferencias importantes (entre la Pequea y la Gran Ciencia) 19. As pues, situ elcomienzo de la macrociencia en la poca de la Segunda Guerra Mundial, aunaceptando que la transicin de la Pequea a la Gran Ciencia fue gradual 20.

    Galison, Snchez Ron y Seidel, entre otros, han sealado la importancia histricaque tuvo el diseo y construccin en Berkeley del primer ciclotrn por parte de Lawrence(1932) 21. Consecuentemente, tienden a fechar el comienzo de la Gran Ciencia en ladcada anterior a la Segunda Guerra Mundial 22. Efectivamente, el proyecto deLawrence es un buen ejemplo de propuesta macrocientfica, aunque no hay que olvidarque los grandes ciclotrones y aceleradores de partculas fueron construidos a partir de1940. Pero, desde nuestro punto de vista, el debate sobre el momento concreto en que

    19 Ibid., p. 51.20 Ibid., pp. 36-37.21 Otros autores, como Michael Dennis, ha mostrado de manera convincente que establecer una fronteratemporal entre la Pequea y la Gran ciencia, as como sealar un origen histrico para esta ltima, implica creeren mitos. Ver M. Dennis, A Change of State: The Political Cultures of Technical Practice at the MIT InstrumentationLaboratory and the John Hopkins University Applied Physics Laboratory, 1930-1945, tesis doctoral en la JohnHopkins University, 1990. Dicho autor afirma que ya haba macrociencia en los aos 30 en esas dos Universidadesnorteamericanas.22 P. Galison, The many faces of Big Science, en P. Galison and B. Hevly, Big Science, Stanford, Cal., StanfordUniv. Press, 1992, p. 3, R. Seidel, The Lawrence Berkeley Laboratory, en Ibid., pp. 21-45 y J. M. Snchez Ron,Falsos mitos: ciencia versus tecnologa, Madrid, Fundacin Repsol, 1998, p. 38. El ciclotrn de Lawrence de 1932tena 30 cm. de dimetro y 1 milln de voltios de potencia. En 1939 se construy en Berkeley un ciclotrn de 16millones de voltios. El tamao y potencia de los ciclotrones aument enormemente a partir de los 40, hastallegarse al clebre proyectoabortado finalmente por el Congreso de los EEUU en 1993- del SupercolisionadorSuperconductor, que hubiera tenido un tnel de 95 kilmetros de longitud, una energa 20 veces ms alta quetodos los existentes y un coste estimado de unos 8.000 millones de dlares.

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    13/171

    surgi la megaciencia es vano. No estamos ante un descubrimiento que pudiera seratribuido a una persona concreta, ni fechado y ubicado en un tiempo y lugardeterminados 23, sino ante un cambio en la estructura de la actividad cientfica, querequiri un amplio lapso de tiempo para surgir, consolidarse y desarrollarse. La revolucintecnocientfica no la hizo una persona ni un Centro de investigacin. Tampoco fue uncambio epistemolgico, metodolgico o terico, al modo de la revolucin cientfica del

    siglo XVII. Fue una transformacin radical de la actividad investigadora que se produjo envarios centros de investigacin a la vez, aunque en algunos cristaliz con mayor rapidez yclaridad de ideas. Lo que es ms, no slo se produjo en los laboratorios y centros deinvestigacin, sino tambin en otros escenarios (despachos de poltica cientfica,empresas, fundaciones, centros de estudios estratgicos, etc.). Por otra parte, laemergencia de la tecnociencia no slo afect a la investigacin, sino tambin a lagestin, aplicacin, evaluacin, desarrollo y difusin de la ciencia, es decir, a la actividadcientfica en su conjunto. La revolucin tecnocientfica fue un proceso prolongado ycomplejo, que todava ahora se sigue produciendo, en la medida en que la tecnocienciasigue expandindose por diversos pases. En cada uno de ellos adopt modalidadesdiferentes, al igual que en las diversas disciplinas. Pero, aun as, hay una serie de rasgoscomunes que permiten caracterizar la nueva estructura de la prctica cientfico-tecnolgica, como veremos a continuacin.

    Vayamos por pasos, retrotrayndonos a la primera modalidad de tecnociencia, esdecir a la Big Science. La megaciencia trajo consigo un nuevo sistema cientfico-tecnolgico y por ello los cambios en la prctica cientfica fueron numerosos eimportantes. Algunas Universidades y centros de investigacin norteamericanos (MIT,Berkeley, etc.) haban apuntado en esa direccin en los aos 30. Por ello cabe hablar devarios ejemplos de megaciencia anteriores a la Segunda Guerra Mundial, como elRadiation Laboratory del MIT, el Klystron Laboratory de Stanford o el Radiation Laboratoryde Berkeley. Sin embargo, el mayor auge de estos centros de investigacin se produjodurante la guerra y en los aos inmediatamente posteriores. Lo que estos centros pionerosapuntaron en la dcada de los 30 mostr su enorme eficacia durante la Guerra Mundial.El informe de Vannevar Bush, Science, the Endless Frontier (1945) aport una teora a dicho

    cambio, posibilitando la instauracin de un nuevo sistema de ciencia y tecnologa en losEEUU tras la Segunda Guerra Mundial. Dicho sistema CyT (SCyT) se consolid en lapostguerra y se generaliz en los aos 50, primero en los EEUU, y posteriormente en otrospases, con las correspondientes variantes y especificidades.

    Por tanto, situaremos el comienzo de la megaciencia en la poca de la SegundaGuerra Mundial, subrayando que se produjo en los EEUU de Amrica y en el mbito de lafsico-matemtica militarizada, como muestran los cuatro grandes proyectos queconsideramos como cnones iniciales de la Gran Ciencia: el Radiation Laboratory deBerkeley, el Radiation Laboratory del M.I.T., el proyecto ENIAC de la Moore School dePennsylvania y, sobre todo, el Proyecto Manhattan (Los Alamos), autntico paradigma dela macrociencia, que condujo a la fabricacin de las primeras bombas atmicas 24. Otros

    23 No se olvide que tanto Merton como Kuhn subrayaron que los descubrimientos cientficos frecuentemente seproducen de manera simultnea e independiente. Numerosas controversias histricas por la prioridad en eldescubrimiento as lo atestiguan.24 El Radiation Laboratory delMassachussets Institute of Technology se fund en 1940 y rpidamente seespecializ en el proyecto radar, de gran alcance cientfico, pero tambin tecnolgico y militar. Tras la guerra,los radares tambin tuvieron gran aplicacin en la aviacin y navegacin civil. Prosiguiendo con esta lnea deinvestigacin los laboratorios Bell descubieron en 1947 el transistor, otro gran ejemplo de innovacintecnocientfica. En cuanto al proyecto ENIAC, permiti la construccin del primer ordenador multipropuesta,cuyo diseo fue hecho por von Neumann, pero cuya puesta en funcionamiento no hubiera sido posible sin laestrecha colaboracin de fsicos, matemticos e ingenieros. Al igual que el Proyecto Manhattan, ambos

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    14/171

    pases (Alemania, Gran Bretaa) desarrollaron proyectos similares en la Segunda GuerraMundial, e incluso antes 25. Pero durante la postguerra carecieron de recursos econmicosy de apoyo poltico suficiente para impulsar la tecnociencia. Esos pases priorizaron lareconstruccin, en lugar de crear un sistema nacional de ciencia y tecnologa que lesllevara al liderazgo mundial en la poca de la postguerra, como hicieron los EEUU. En elcaso americano, la tecnociencia emergente contribuy decisivamente a su victoria

    militar. Pero la decisin clave consisti en impulsar la nueva estructura organizativa de lamegaciencia durante la postguerra, utilizando importantes fondos pblicos para ello.Finalizado el conflicto blico, el nico pas que estaba en condiciones econmicas,polticas y militares para desarrollar la Gran Ciencia eran los EEUU. Por tanto, lamegaciencia surge en los cuatro centros antes aludidos (y en otros que podranmencionarse), pero la nueva estructuracin de la actividad cientfica slo se produce apartir de 1945, ms concretamente con la aprobacin del informe Bush y su progresivapuesta en funcionamiento.

    Algunos aos despus la URSS se convirti en potencia nuclear, desarroll su propiosistema SCyT y, por ejemplo, tom la iniciativa en la exploracin espacial con ellanzamiento del primer satlite artificial, el Sputnik (1957). Por tanto, la Big Science tambinse desarroll en la Unin Sovitica, pero con posterioridad. La competicin cientfico-tecnolgica entre las dos grandes potencias militares fue una las caractersticas mssignificativas de la Guerra Fra y estuvo estrechamente vinculada a su rivalidad militar,poltica, industrial e ideolgica. La competicin por el dominio del espacio entre los EEUU yla URSS en los aos 50 y 60 es un excelente ejemplo de megaciencia, al igual que la duraemulacin entre el National Laboratory de Brookhaven y el CERN europeo (1952) en elcampo de la fsica de pequeas partculas. A partir de los 50, los ejemplos demegaciencia abundan, y a partir de los 80 se multiplican por los pases econmicamentedesarrollados, aunque con diferencias significativas con respecto a la primera poca dela megaciencia. La mayor presencia de las empresas privadas y la informatizacin de laactividad tecnocientfica caracterizan, entre otras cosas, a esta segunda poca de lamegaciencia, en la que se configura lo que propiamente cabe llamar tecnociencia. Portanto, diremos que la megaciencia fue la precursora de la tecnociencia y que ambas se

    diferencian de la ciencia moderna (Small Science) en base a criterios cualitativos, no slocuantitativos. El objetivo de este captulo consiste en delimitar esos rasgos diferenciales,que en muchos casos son cuestin de grado o de escala, pero en general son msprofundos.

    Partiremos pues de la hiptesis de Solla Price: la nueva modalidad de actividadcientfica se configur ante todo en los EEUU en la dcada de los 40. Aparte de los cuatrograndes proyectos que hemos mencionado, un momento clave es el Informe deVannevar Bush sobre poltica cientfica (Science, the Endless Frontier, 1945), del que nosocuparemos con mayor detalle en el captulo 4. En dicho informe se afirmaba que lainvestigacin bsica es el motor de la innovacin tecnolgica y que sta, con ayuda dela industria y de las agencias estatales, es condicin necesaria para el progresoeconmico y social de un pas, as como para la seguridad nacional. La investigacincientfica no se justificaba ya por la bsqueda de la verdad ni por el dominio de lanaturaleza. Dichos objetivos, que caracterizaron la emergencia de la ciencia y latecnologa modernas, siguieron existiendo, pero surgieron otros nuevos, mucho ms

    proyectos fueron financiados por el Ejrcito Estadounidense y sus resultados permanecieron secretos mientrasdur la guerra. Ver Snchez Ron, o.c., pp. 43-52 y Robert Seidel, The Origins of the Lawrence BerkeleyLaboratory, en Galison y Hevly, o.c., pp. 21-45.25 Otro ejemplo de megaciencia durante ese perodo podra ser la Criptologa, con proyectos britnicos,alemanes, franceses y estadounidenses en competencia.

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    15/171

    especficos de la tecnociencia. En concreto, se trataba de garantizar el predominiomilitar, poltico, econmico y comercial de un pas. A lo largo de esta obra mantendremosla tesis de que la tecnociencia se caracteriza ante todo por la emergencia, consolidaciny desarrollo estable de un sistema cientfico-tecnolgico que da un lugar a un nuevomodo de produccin de conocimiento. A diferencia de la Primera Guerra Mundial, trascuya conclusin se volvi a la actividad cientfica y tecnolgica normales, el informe Bush

    dise un sistema cientfico-tecnolgico de nuevo cuo que podra valer tanto para lapaz como para la guerra 26. Entre otros aspectos, la tecnociencia se caracteriza por lainstrumentalizacin del conocimiento cientfico-tecnolgico. El avance en elconocimiento deja de ser un fin en s mismo para convertirse en un medio para otros fines.

    I.3: Macrociencia y tecnociencia.

    La distincin entre Pequea Ciencia y Gran Ciencia puede ser mejorada si se utilizael trmino tecnociencia y se considera que la Big Science es la primera modalidadhistrica de la tecnociencia, a la que luego han seguido otras, para cuya identificacinhay que recurrir a otros criterios, aparte de los de tamao y crecimiento propuestos porSolla Price.

    Aceptaremos las propuestas de Weinberg, Hevly, Galison y Smith, perointentaremos organizar mejor el sistema de rasgos distintivos entre ciencia y tecnociencia.La tecnociencia, por ejemplo, no slo modifica la ciencia: tambin transforma laactividad tecnolgica, industrial y militar, gracias al desarrollo de un sistema nacional deciencia y tecnologa que trasciende los lmites de las comunidades cientficas y generaempresas tecnocientficas, superpuestas a las comunidades cientficas preexistentes. Losindicadores propuestos por Weinberg y Solla Price, al igual que los criterios usados porHeavy, Galison, Smith y otros, no bastan para explorar a fondo el concepto detecnociencia. Por nuestra parte, la caracterizaremos mediante un conjunto de rasgosdistintivos, con el fin de introducir un mnimo de rigor filosfico, que echamos en falta enbuena parte de los estudios histricos sobre la macrociencia. Es preciso llevar a cabo unanlisis conceptual detallado y desde varias perspectivas para distinguir adecuadamente

    entre ciencia, macrociencia y tecnociencia. Los criterios econmicos, cientomtricos ysociolgicos establecen algunas diferencias, pero no bastan.

    Empezaremos con la primera modalidad de tecnociencia, es decir con lamacrociencia. Esta se caracteriza por los siguientes rasgos distintivos:

    (a): Financiacin gubernamental.

    El Gobierno Federal de los EEUU decidi impulsar la investigacin bsica,involucrndose activamente en el fomento de la ciencia, todo ello con el fin de queincrementar considerablemente el poder militar y comercial de los EEUU. Se rompa asuna tradicin de no intervencin federal en los asuntos cientficos, que se habamantenido durante el siglo XIX y comienzos del siglo XX. La investigacin cientfica eraresponsabilidad exclusiva de las instituciones acadmicas, aunque sola estar financiadapor mecenas, fundaciones, algunos Estados de la Unin y algunas empresas muyempresas. Por lo general, el inters de las empresas se orientaba casi exclusivamente a lainvestigacin aplicada, conforme a las tradiciones de la industrializacin norteamericana.En la poca de la segunda guerra mundial se produjo un gran cambio en los EEUU yaparecieron organismos militares, comits polticos y oficinas gubernamentales, como la

    26 En relacin con el informe Bush y las iniciativas legislativas que le precedieron seguimos lo expuesto por BruceL. R. Smith en su libro American Science Policy since World War II (Washington, The Brooking Institution, 1990).

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    16/171

    Oficina de Movilizacin Cientfica y Tecnolgica, que comenzaron a impulsar fuertementela investigacin. Se produca as la entrada de nuevos y poderosos agentes en el mbitodel conocimiento, hasta entonces prcticamente monopolizado por las comunidadescientficas. Para ello, se financiaron grandes equipamientos y macroproyectos deinvestigacin, algo que estaba fuera del alcance de los medios econmicos de lasuniversidades y centros de investigacin, salvo raras excepciones. La macrociencia surgi

    en torno a unos pocos centros y proyectos (Berkeley, MIT, Moore School, Los Alamos, etc.),todos ellos con fuerte apoyo militar o poltico Las grandes necesidades militares suscitadaspor la Segunda Guerra Mundial fueron decisivas a la hora de incrementar el tamao delos proyectos y los medios de financiacin. En lo que se refiere a la investigacin bsica,los EEUU estaban por detrs de Alemania y de otros pases europeos. Se trataba decorregir ese retraso en pocos aos, fichando para ello a los mejores cientficos europeos,muchos ellos con dificultades en sus pases de origen a causa del ascenso del nazismo y elfascismo. Frente al tradicional mecenazgo de las Fundaciones o de los Estados, elGobierno Federal y las Agencias militares decidieron invertir fuertemente en lainvestigacin bsica, siempre que sta se vinculara estrechamente a las lneas que losnuevos agentes consideraban estratgicas.

    (b): Integracin de cientficos y tecnlogos.

    Para el desarrollo de esos macroproyectos se requeran grandes equipamientos einversiones, as como equipos de investigacin multidisciplinares y de gran tamao. Elloexigi la colaboracin (no exenta de conflictos internos) entre cientficos, ingenieros,tcnicos y financiadores de la investigacin. Un macroproyecto cientfico no slo persigueobjetivos ligados a la bsqueda de conocimiento cientfico. Tambin pretende generaravances y mejoras en las tecnologas disponibles, de modo que stas fueran tiles a lasinstituciones financiadoras, y en particular al Ejrcito, la Armada y la Aviacin. Por tanto, lamacrociencia requiere que los ingenieros y los cientficos colaboren estrechamente siquieren lograr sus objetivos respectivos, rompindose la separacin disciplinar anterior.

    (c): Contrato social de la ciencia.

    Los EEUU reorganizaron sus Agencias y centros de investigacin, contratandocientficos, ingenieros y tcnicos de gran prestigio para ello. Paralelamente,subcontrataban con algunas instituciones acadmicas y con las grandes empresasindustriales la realizacin de buena parte de dichos macroproyectos, siempre que loscientficos, las instituciones y las empresas ofrecieran un alto grado de confianza,fiabilidad, competencia cientfica y eficiencia industrial. La investigacin cientfica pas aformar parte de una industria de I+D. Cada cientfico e ingeniero haba de aportar susconocimientos y destrezas a un proyecto conjunto que se desarrollaba por etapaspreviamente diseadas y planificadas. La direccin de dichos proyectos tena un papelfundamental, porque conoca los objetivos finales, fijaba las fases de desarrollo y losobjetivos intermedios, mantena las relaciones con los agentes financiadores y con lospotenciales clientes, gestionaba los recursos humanos y materiales disponibles y firmabanuevos contratos con expertos y empresas especializadas cuando ello era preciso para elbuen desenvolvimiento de determinadas fases del proyecto. En resumen, la macrocienciano fue desarrollada nicamente por laboratorios, sino por un complejo de industriascientficas gestionadas y dirigidas conforme a modelos de organizacin empresarial ymilitar. A la ciencia acadmica se le superpuso un entramado industrial, poltico y militarque modific radicalmente la organizacin de la investigacin. Aun manteniendo sutradicional autonoma en los laboratorios, parte de la ciencia se industrializ, es decir, seconvirti en una empresa auxiliar de los grandes proyectos cientfico-tecnolgicos. Comoresultante de esta estrategia, se estableci lo que despus fue llamado contrato social de

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    17/171

    la ciencia entre cientficos, ingenieros, polticos, militares y corporaciones industriales. Elinforme de Vannevar Bush (1945) suele ser considerado como el texto fundacional dedicho contrato. Analizaremos su contenido con mayor detalle en el captulo 4.

    (d): Macrociencia industrializada.

    Estos cambios tuvieron consecuencias directas en la prctica cientfica, debido aque los laboratorios que colaboraban en un macroproyecto de investigacin pasaron aformar parte de autnticas factoras cientficas, como ocurri en los laboratorios queinvestigaban sobre radares y en el proyecto Manhattan 27. La investigacinmacrocientfica requiere grandes laboratorios, cuya construccin ha de ser realizada porlas industrias, y cuyo uso es compartido por varios equipos de investigacin. Se rompa ascon la tradicin de la ciencia acadmica, en la que institucin o cientfico contaba consu propio laboratorio, surgiendo los equipamientos compartidos. Ello permita optimizar losrecursos, pero obligaba a coordinar las investigaciones de equipos distintos y a tener muypresentes los criterios de personas externas a las comunidades cientficas. La emergenciade la macrociencia trajo consigo conflictos internos en las comunidades cientficas:algunos se integraron en los macroproyectos de investigacin, pero las crticas y lasresistencias fueron muchas. El ncleo duro de la macrociencia se concentr en losdespachos de direccin, donde se tomaban las decisiones principales. Con el tiempo, ellodio lugar a una burocratizacin de la actividad cientfica, hasta entonces desconocida.La poca romntica de la investigacin cientfica (Darwin, Mendel, Einstein, los espososCurie, etc.) haba concluido, entrndose en la etapa de la macrociencia industrializada.Obvio es decir que esta transicin no se produjo en todas partes. La Pequea Cienciasigui existiendo, pero frente a ella emergi una nueva modalidad de produccin deconocimiento, que fue considerada por las autoridades polticas como prioritaria. Entre laciencia acadmica que sigui practicndose en la mayora de las Universidades y lamacrociencia industrializada por la que optaron algunas se fue abriendo paulatinamenteuna frontera.

    (e): Macrociencia militarizada.

    Muchos de los macroproyectos cientficos tuvieron apoyo y financiacin militar,sobre todo en sus primeras fases de desarrollo. Por tanto, fueron secretos, contrariamentea la tradicin de la ciencia moderna, basada en la publicacin de los resultados de lainvestigacin. Frente a la autonoma tradicional de los cientficos a la hora de determinarlo que hay que publicar, las agencias militares de I+D introdujeron nuevos valores en laprctica cientfica (secreto, disciplina, lealtad, patriotismo, etc.). Durante la guerramundial, un nmero importante de cientficos e ingenieros fue militarizado. Este fenmenose haba producido en conflictos blicos anteriores. La novedad consisti en manteneresa militarizacin parcial de la ciencia durante la postguerra. Muchos de losmacroproyectos cientficos siguieron teniendo financiacin militar, tanto en la guerra deCorea (1950) como, sobre todo, durante la Guerra Fra. Aunque los resultados de algunosproyectos secretos (por ejemplo los ordenadores tipo ENIAC, o los rdares) fuerontransferidos a la sociedad civil, las Agencias militares disearon nuevos macroproyectos(sistemas de defensa, exploracin espacial, energa nuclear, criptologa, etc.) quesiguieron permaneciendo en el mbito de la macrociencia militarizada. De esta manera,algunas instituciones militares se convirtieron en agentes estables para la investigacin

    27 As lo seala Snchez Ron, o.c., p. 44: sin la poderosa industria estadounidense no habra sido posible llevarloa buen puerto. O, en relacin con el ciclotrn de Lawrence: en ms de un sentido el laboratorio de Berkeley separeca ms a una factora que a los gabinetes de otras pocas (Ibid., p. 40).

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    18/171

    cientfica y tecnolgica 28. La macrociencia no slo estuvo militarizada en su fase deemergencia, sino tambin, aunque fuera parcialmente, en las fases ulteriores deconsolidacin y desarrollo. Los sistemas de ciencia y tecnologa de los pases desarrolladosincluyen siempre Agencias militares de I+D, al servicio de las cuales trabaja una partesignificativa de las comunidades cientficas 29.

    (f): La poltica cientfica.

    La emergencia de la macrociencia es concomitante con la aparicin de laspolticas cientfico-tecnolgicas, pblicas o privadas. Algunos cientficos de prestigiodejaron los laboratorios y pasaron a gabinetes de direccin y asesoramiento,convirtindose en expertos en la negociacin y diseo de polticas cientfico-tecnolgicas.Surgi as un nuevo tipo de accin cientfico-tecnolgica: el diseo de polticas para lamacrociencia. Su principal accin consisti en organizar el Sistema de Ciencia yTecnologa (SCyT) y para ello tuvieron que acceder a las ms altas instancias del poderpoltico y militar, manteniendo tambin vnculos estrechos con grandes corporacionesindustriales. Una empresa macrocientfica estaba obligada a integrarse en lobbiesformados por cientficos, tecnlogos, empresarios, militares y polticos. Como seal elPresidente Eisenhower, los lobbies formados por cientficos, ingenieros, militares yempresarios haban adquirido un gran poder poltico en los EEUU en los aos 50. Lasempresas macrocientficas competan entre s por la obtencin de los grandes proyectos,razn por la cual sus vinculaciones con las esferas de poder era imprescindible. Enresumen, la macrociencia supuso la plena vinculacin de la ciencia con el poder(poltico, militar, econmico). En particular, algunos cientficos se convirtieron en asesoresdirectos de la Casa Blanca, adquiriendo una considerable influencia.

    (g): La agencia macrocientfica.

    Frente a los grandes hombres de ciencia que hicieron la ciencia moderna, lamacrociencia la hicieron grandes equipos coordinados que integraban sus respectivosconocimientos y destrezas en un proyecto comn que tena objetivos mixtos. En trminos

    filosficos cabe decir que el sujeto de la macrociencia devino plural, rompindose con eltradicional individualismo metodolgico. Encabezando los equipos investigadores siemprehaba personas de gran prestigio cientfico, pero su papel fue el de directores deproyectos y agencias macrocientficas, ms que el de investigadores en el sentido clsicode la palabra. La macrociencia la hacen personas jurdicas, no personas fsicas. Aquradica otro de los grandes cambios en la estructura de la actividad cientfica.

    Volveremos ms tarde sobre esta ltima diferencia y aadiremos otras, pero los seisrasgos distintivos que acabamos de presentar pueden servir para una primeracaracterizacin de la macrociencia. Conforme se fue consolidando el nuevo sistemacientfico-tecnolgico, fueron surgiendo rasgos especficos adicionales. La macrocienciade los aos 50 acab convirtindose en tecnociencia a finales del siglo XX. Las inversionespblicas en I+D crecieron de manera continua hasta 1966, fecha en la que se produjouna crisis importante, coincidiendo con la llegada de la Administracin Nixon. Con laPresidencia de Reagan el contrato social de la ciencia fue renovado y la financiacinvolvi a crecer, pero en base a criterios muy distintos a los de los aos 50 y 60. En el ltimocuarto de siglo cabe hablar propiamente de tecnociencia, no slo de macrociencia. El

    28 En 1955, el 80% de las inversiones del Gobierno Federal en I+D fueron canalizadas a travs del Departamentode Defensa.29 Por ejemplo, ms del 50% de los matemticos norteamericanos eran contratados en los aos 80 por laNational Security Agency o por Agencias militares.

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    19/171

    enorme incremento de la financiacin privada ser uno de sus rasgos distintivos 30, comoveremos en el captulo 2.

    La caracterizacin anterior de la macrociencia puede ser criticada desde diversasperspectivas. Por ejemplo, cabe aducir que hay otros rasgos distintivos de lamacrociencia, que no han sido mencionados. Asimismo pueden ser cuestionables algunas

    de las especificidades propuestas: hay casos en que la financiacin privada de lafinanciacin bsica fue muy considerable, como veremos en el apartado 2.6. Este primersistema de rasgos distintivos no supone ms que una primera aproximacin a nuestroobjeto de investigacin, que es la tecnociencia. La macrociencia no es ms que una desus modalidades, histricamente la primera.

    Cabe tambin una segunda objecin, consistente en afirmar que todas esaspeculiaridades que atribuimos a la macrociencia ya se haban manifestado anteriormenteen la historia de la ciencia y la tecnologa, aunque fuese a escala menor. Tambinaceptaramos esta crtica, puesto que, como veremos en el apartado II.3, la atribucin dedichos rasgos distintivos ser cuestin de grados. Es posible buscar mltiples ejemploshistricos en los que ya se haba producido la militarizacin de la ciencia, su conversinparcial en empresa, la simbiosis entre ciencia y tecnologa, la aparicin de nuevosmodelos de direccin y gestin de la investigacin, etc. Lo decisivo es que en la pocade la Segunda Guerra Mundial y en los Estados Unidos de Amrica se produjeron todasesas transformaciones a la vez, y a una escala hasta entonces desconocida, por causadel conflicto militar. Por ello hablamos de macrociencia: el alto grado de realizacin delos seis rasgos distintivos anteriores implica un cambio cuantitativo. Pero, adems de todoello, se produjo un cambio sistmico: surgi un nuevo sistema de ciencia y tecnologa enlos EEUU. Su progresiva consolidacin durante la postguerra produjo un cambio deestructura en la actividad cientfico-tecnolgica. Por tanto, siendo cierto que laemergencia de la tecnociencia dependi de un aumento de escala o grado, no esmenos cierto que ese conjunto de transformaciones cuantitativas gener un cambioestructural, que se concret en la emergencia de un nuevo sistema SCyT. La constitucindel nuevo sistema cientfico-tecnolgico fue una condicin necesaria para que surgiera la

    tecnociencia en los aos 80. A diferencia de la macrociencia, la distincin entre ciencia ytecnociencia no es una cuestin de tamao o de escala, como veremos en el captulosiguiente. La macrociencia surgi a la par que el sistema SCyT. El desarrollo ulterior dedicho sistema SCyT permiti la progresiva aparicin de la tecnociencia.

    La tercera objecin posible nos parece menos relevante. Cabe afirmar quedurante toda esta poca hubo grandes cambios en el conocimiento cientfico, no slo enla prctica cientfico-tecnolgica. Ello es muy cierto. Pero ya expusimos en el prlogo quenuestro propsito consiste en centrarnos en los cambios de estructura de la actividadcientfica, no del conocimiento cientfico. Abundan los filsofos e historiadores de laciencia y la tecnologa que se centran en este segundo aspecto. Por nuestra parte,hemos optado por un tema diferente y mucho menos estudiado. En el apartado siguienteintentaremos aclarar esta nueva perspectiva de anlisis filosfico, oponiendo nuestras tesisa las de los defensores de la concepcin teleolgica de la racionalidad cientfica.

    I.4: Los objetivos de la macrociencia.

    30 En 1968, la industria norteamericana slo inverta en I+D la mitad que el Gobierno Federal. A partir de 1980,pas a invertir ms, tendencia que ha proseguido en las dos ltimas dcadas del siglo XX, hasta llegar al 70% deinversin privada en la actualidad.

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    20/171

    Al reflexionar sobre la racionalidad cientfica, numerosos filsofos han pretendidodefinirla en funcin de los objetivos de la ciencia. Tal es el caso de Popper, Hempel,Lakatos, Goldman, Rescher, Newton-Smith, Levi, Laudan, Giere y otros muchos 31. ParaPopper, por ejemplo, el objetivo ltimo de la ciencia es la bsqueda de la verdad. Estaera entendida como un ideal regulativo, que nunca se alcanza, pero al cual es posibleaproximarse paulatinamente siempre que se utilice una metodologa falsacionista. Si una

    teora ha soportado intentos de refutacin numerosos y severos y ha sobrevivido a esecriticismo, tenemos razones para pensar que es ms verosmil que otra que no ha sidopuesta a prueba por el imperativo metodolgico falsacionista. Para Lakatos, en cambio,la racionalidad de la ciencia se justifica por los hechos nuevos y sorprendentes que escapaz de explicar, as como por el incremento de su potencialidad heurstica. ParaLaudan, la clave de la racionalidad estriba en la capacidad para resolver problemas,motivo por el cual el objetivo de la ciencia consiste en proponer y resolver problemas.Otros muchos pensadores han defendido variantes distintas de esta concepcinteleolgica de la racionalidad, coincidiendo en que los objetivos de la ciencia justifican suracionalidad, aunque luego hayan diferido entre s a la hora de precisar cules son esasmetas u objetivos. Por su parte, la mayora de los cientficos han tenido a pensar que elconocimiento es un bien en s y que la bsqueda de conocimiento (vlido, contrastado,etc.) es la meta fundamental de la investigacin cientfica.

    Otro tanto cabe decir en el caso de la tecnologa. Ha habido pensadores que hancifrado la racionalidad tcnica en la bsqueda de la mxima eficiencia. Otros la hanhecho depender del objetivo de ayudar a satisfacer necesidades humanas o deincrementar el nivel de bienestar y de adecuacin al medio. Tanto en un caso como enotro, los filsofos de la ciencia y de la tecnologa fundamentaban ambas modalidades deracionalidad en sus respectivas metas ltimas, consideradas stas como internas a laciencia y a la tecnologa. Fueren cuales fueren, la ciencia y la tecnologa tenan suspropios fines, en base a los cuales se justificaba la racionalidad cientfica y tecnolgica.

    Con la llegada de la macrociencia, estas teoras de la racionalidad han de serpuestas en cuestin. Por utilizar la distincin weberiana, los fines de la ciencia y la

    tecnologa dejan de ser valores ltimos, para convertirse en valores instrumentales. Suconsecucin es deseable, pero por encima de ellos hay otros objetivos a alcanzar. Elinforme Bush deja esto muy claro, como veremos en el siguiente captulo. Los objetivos dela macrociencia no son nicamente cientficos, ni tampoco tecnolgicos. Algunas de lasmetas de un macroproyecto cientfico pueden ser el avance en el conocimiento, o lainvencin de artefactos ms eficientes, pero sobre estos objetivos priman otros, que son losque dan sentido a la financiacin y realizacin del proyecto: puede tratarse de mejorar lacapacidad defensiva y ofensiva de un ejrcito, puede ser ganar una guerra, puedeintentarse mejorar la productividad de un sector industrial, o simplemente incrementar elprestigio de un pas, su nivel de seguridad o su posicin en los mercados internacionales.En el proyecto Manhattan, por ejemplo, a los cientficos les interesaba calcular la masacrtica en un proceso de fusin nuclear, cosa que lograron. Pero, por encima de ellos, losdiseadores del proyecto pretendan disponer de un arma de destruccin masiva quepudiera servir para ganar rpidamente la guerra o, ulteriormente, como arma dedisuasin ante futuros ataques provinientes del exterior. Las industrias que colaboraron enel proyecto, entre tanto, generaron riqueza, beneficios econmicos y, en su caso, puestosde trabajo.

    31 Sobre la concepcin teleolgica de la racionalidad cientfica, ver D. R. Resnik, Do Scientific Aims JustifyMethodological Rules?, Erkenntnis 38 (1993), pp. 223-232.

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    21/171

    Otro tanto cabe decir del proyecto ENIAC y de la mayora de los programasmacrocientficos ulteriores. Von Neumann quera disear y hacer operativa unacomputadora que pudiera resolver problemas no lineales, lo cual contribuiraenormemente a la resolucin de relevantes problemas fsicos y matemticos. A Eckert,ingeniero jefe del proyecto, le apasionaba el desafo tecnolgico planteado por laconstruccin de una mquina capaz de resolver mltiples problemas computacionales.

    Sin embargo, al Ejrcito del Aire que financiaba el proyecto le importaba ante todo que elENIAC calculara con la mxima precisin y rapidez las trayectorias de proyectiles de largadistancia y que simulara con suficiente aproximacin los procesos de dinmica de fluidosque se producen durante una explosin. Todos lograron satisfacer sus objetivos, en mayoro menor grado, pero, al igual que en el proyecto Manhattan, las finalidades militaresprevalecieron sobre las cientfico-tecnolgicas, tanto al disear el proyecto como a lolargo de su ejecucin y, por supuesto, a la hora de aplicar las innovaciones resultantes: elordenador y la bomba atmica. De manera similar, el programa de exploracin espacialde la NASA se llev adelante por razones de prestigio nacional en el contexto de la guerrafra, sin perjuicio de que su realizacin acarreara tambin importantes descubrimientoscientficos y avances tecnolgicos indudables. Los objetivos propiamente cientficos ytecnolgicos estuvieron subordinados en todos esos casos a las metas de otra ndole quehaban definido los promotores y financiadores de dichos proyectos macrocientficos.

    Concluiremos que las acciones macrocientficas tienen objetivos plurales, algunosde los cuales son cientficos y tecnolgicos, otros militares, empresariales o polticos. Conmucha frecuencia, stos ltimos son los de mayor peso efectivo, pese a ser externos alas comunidades cientficas e ingenieriles. Ello implica una tensin continua en la actividadmacrocientfica, que surge de su propia estructura, es decir, de la diversidad yheterogeneidad de sus objetivos, as como de la frecuente subordinacin de los finesepistmicos y tcnicos. A veces se logran puntos de equilibrio, de modo que todos salenrelativamente satisfechos, a veces no. Lo que pocas veces ocurre es que los objetivospropios de la ciencia o de la tecnologa sean los prioritarios, por mucho que hayaacciones de poltica cientfica orientados exclusivamente a satisfacerlos 32. La actividadmacrocientfica es sistmica y cada una de las acciones relevantes de poltica cientfica,

    incluidos los programas de promocin general del conocimiento, slo adquieren sentidoen funcin de la existencia de otras muchas acciones de poltica cientfico-tecnolgicaorientadas a satisfacer otros tipos de objetivos, algunas de ellas sin publicidad alguna ycon mucha mayor financiacin. Hay ocasiones en las que el fomento de la investigacinbsica es un puro adorno o complemento del sistema de poltica cientfico-tecnolgica.Tal es el caso, por ejemplo, del fomento de la investigacin el mbito de las humanidades,salvo algunas excepciones, cuando la investigacin adquiere valor estratgico.

    La macrociencia no slo la hacen los cientficos y los ingenieros. Dichascomunidades forman parte de un complejo cientfico-tecnolgico (sistema SCyT)previamente diseado, en el que intervienen otros muchos agentes. Todo ello incide en laeleccin y provisin de los medios para llevar a cabo la investigacin. Un investigadoravezado ha de saber argumentar que, adems de los logros propiamente cientficos, desus investigaciones podrn derivarse otros beneficios, que son los que de verdad interesana los dems agentes involucrados en un sistema que promueve la investigacin, eldesarrollo y la innovacin. La macrociencia se asienta en un complejo entramado derelaciones interprofesionales, no en la autonoma de las comunidades cientficas ni en el

    32 Esta afirmacin vale incluso para el caso del CERN europeo, ejemplo de organizacin tecnocientficadedicada en principio exclusivamente al avance del conocimiento y a la invencin tecnolgica. En el fondo,dicha iniciativa fue conjunta a los primeros proyectos de construir una Unin Europea, en principio comercial (ycientfica), luego econmica y poltica.

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    22/171

    genio individual de algunas personas. Frente al modelo de la racionalidad instrumental,donde los fines de la actividad cientfica y tecnolgica eran claros y distintos, las metas yobjetivos de la actividad macrocientfica constituyen una estructura compleja, no exentade tensiones internas y externas, porque dicha actividad est promovida por unapluralidad de agentes con intereses y objetivos muchas veces encontrados.

    A nuestro modo de ver, dicha tensin se debe a la existencia de conflictos devalores en la actividad macrocientfica. El sujeto plural de la macrociencia gua susacciones en base a una pluralidad de valores. En el proyecto Manhattan, por ejemplo, unfsico poda intentar lograr objetivos propiamente epistmicos y un ingeniero objetivostecnolgicos. Pero los militares apoyaban el proyecto por su enorme importanciaestratgica y los industriales que colaboraron por razones econmicas. Los polticos, por suparte, tenan sus propios objetivos (minimizar las bajas propias mediante las bombasatmicas, mostrar el poder de los EEUU, ganar las elecciones, etc.). Para analizaradecuadamente la macrociencia es preciso partir de la hiptesis de que losmacroproyectos cientficos estn guiados por una pluralidad de valores y objetivos, no porla bsqueda de la verdad o el incremento de la eficiencia. En algunas fases priman unosvalores, en otras otros. Hay etapas en las que el cientfico o el ingeniero gozan de plenaautonoma. En otras, en cambio, han de atenerse estrictamente a lo que se les exige. Unanlisis axiolgico de la macrociencia no puede ser monista, sino pluralista, precisamenteporque la estructura de la actividad macrocientfica es plural, y ello en el seno mismo dela macrociencia, no fuera de ella.

    1.5: El concepto de tecnociencia.

    La expresin tecnociencia es controvertida. Los cientficos que se dedican a lainvestigacin bsica suelen mirarla con desconfianza, porque parece priorizar latecnologa y la investigacin aplicada. Los fillogos la consideran un barbarismo, almezclar dos races lxicas de procedencia griega y latina. Muchos filsofos de la cienciaprefieren seguir estableciendo lneas de demarcacin claras entre la ciencia y latecnologa, temiendo que al hablar de tecnociencia la especificidad de la ciencia

    desaparezca, siendo devorada por la tecnologa. Otros, por el contrario, afirman que latecnociencia es una realidad desde el siglo XIX, e incluso antes 33. Algunos historiadores dela ciencia, en cambio, tienden a aceptar dicha expresin 34 y socilogos de la cienciacomo Bruno Latour la usan como denominacin tcnica. Por nuestra parte, consideramosque, una vez clarificada conceptualmente, dicha expresin es imprescindible paraintentar comprender e interpretar algunos de los profundos cambios sucedidos en laactividad cientfico-tecnolgica a lo largo del siglo pasado 35.

    33 Vase, por ejemplo, el libro de Eugenio Moya, Crtica de la razn tecnocientfica, Madrid, Biblioteca Nueva,1998, donde se dice que entendemos por razn tecnocientfica aquel tipo de razn que leg a Occidente laModernidad y cuyos dos fines principales fueron la bsqueda de la verdad y la eficacia (p. 25). Otro tantocabra decir, aunque con mayores matices, de Evandro Agazzi, al menos en su escrito La techno-science etlidentit de lhomme contemporain (Friburgo, Ed. Universitaires Fribourg Suisse, 1997).34Ya vimos la postura de Snchez Ron sobre la Gran Ciencia. Dicho autor considera que la Gran Ciencia hacaracterizado y caracteriza a una parte importante de la ciencia del siglo XX (o.c., p. 28) y que es unprocedimiento de investigacin caracterstico de nuestro siglo (Ibid., p. 36), distinguible de la ciencia tradicionalpor su mayor tamao, mayor potencia y mayor coste econmico (Ibid., p. 39), aunque tambin utiliza a vecesla expresin tecnociencia, al pensar que hay dominios de la ciencia contempornea en los que la distincin,al menos durante ciertos estadios y momentos de su desarrollo, entre ciencia y tecnologa se desvanececonsiderablemente ... esta dimensin tecnocientfica de una parte importante de la c iencia contempornease muestra con especial fuerza en el Proyecto Manhattan (Ibid., p. 43).35 Ya hemos publicado una primera tentativa de caracterizacin de la tecnociencia en J. Echeverra 1999, o.c.,pp. 317-320. En el presente libro intentamos precisar y mejorar esas propuestas.

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    23/171

    El trmino tecnociencia fue propuesto en 1983 por Bruno Latour, con el fin deevitar la interminable expresin ciencia y tecnologa 36. Latour plante la preguntaquin hace ciencia realmente? e intent mostrar que la ciencia no slo la hacen loscientficos, criticando para ello la distincin interno/externo, muy usada al reflexionar sobrela ciencia. Conforme a esa distincin,

    - dentro de la ciencia son activos los cientficos, es decir los investigadores,fuera de ella los polticos, hombres de negocios, profesores, abogados,etc.

    - la ciencia se hace ante todo en los laboratorios experimentales y seperfecciona en los congresos y revistas cientficas, donde la comunidadcientfica discute y se pone de acuerdo sobre las propuestas que,provinientes de los laboratorios, considera aceptables y vlidas, aunqueslo sea a ttulo de conjeturas.

    - una vez elaborado, ese conocimiento se difunde a la sociedad y seaplica para resolver cuestiones prcticas. En este momento la cienciagenera tecnologa, la cual se identifica con la ciencia aplicada. En estemomento es cuando la ciencia entra en contacto con la sociedad. Hastaentonces, la actividad cientfica ha sido interna.

    Segn Latour, este modelo de difusin de la ciencia 37 es inadecuado y lapretendida frontera entre el interior y el exterior de la ciencia es ficticia: todos nuestrosejemplos han esbozado una mezcla constante, hacia uno y otro lado, entre el mundoexterior y el laboratorio 38. Latour tiene razn al criticar dicho modelo, y en particular alnegar la identificacin entre tecnologa y ciencia aplicada. Algunos filsofos de latecnologa tambin han insistido en que esa identificacin es errnea 39, puesto queabundan los ejemplos histricos en los que la tecnologa tiene sus propios paradigmas ytrayectorias tecnolgicas, por usar las denominaciones propuestas por Nelson, Winter yDosi 40. Por nuestra parte, consideramos que la ciencia y la tecnologa han sidoautnomas entre s hasta la emergencia y consolidacin de la tecnociencia, sin perjuiciode que hayan establecido vnculos muy estrechos a lo largo de la revolucin industrial 41.

    El inconveniente de las tesis de Latour consiste en que, empeado en negar laidentificacin entre tecnologa y ciencia aplicada, as como la distincin interno/externo,acaba confundiendo la ciencia, la tecnologa y la tecnociencia. Leyendo su Ciencia enAccin, parecera que toda la ciencia se ha convertido en tecnociencia, tesis sta a laque nos oponemos estrictamente. Ni el despliegue de la Gran Ciencia impidi que

    36 En el libro Science in Action, Buckingham, Open University Press, 1983, trad. espaola en Barcelona, Labor,1992, p. 29. No pretendemos afirmar, sin embargo, que Latour haya sido el primero en utilizar dicha expresin,que seguramente ha sido usada por muchas personas sin conocer la propuesta de Latour, y en un sentidodistinto al del pensador francs. Incidentalmente, el autor del presente libro ya us el trmino tecnociencia en1982, en algn artculo de prensa. Una investigacin histrica mostrara con seguridad que otros autores tambinlo han usado antes e independientemente de Latour.37

    Como el propio Latour lo llama: ver B. Latour, o.c., p. 162.38 B. Latour, o.c., p. 154. La identificacin entre tecnologa y ciencia aplicada puede encontrarse en la obra deF. Rapp, Filosofa analtica de la ciencia (Buenos Aires, Ed. Alfa, 1981), as como en algunos escritos de MarioBunge.39 Vanse los libros de Durbin y Mitcham o, entre los autores espaoles, los de Sanmartn y Quintanilla, escritostodos ellos en la dcada de los 80. En la ltima dcada del siglo XX la distincin entre tecnologa y cienciaaplicada es habitual en filosofa de la tecnologa y en los estudios CTS.40R. Nelson y S. Winter, In search of a useful theory of innovation, Research Policy, 6 (1977), pp. 36-76; G. Dosi,Technological paradigms and technological trajectories, Research Policy, 11 (1982), pp. 147-162.41 Para un anlisis de las relaciones entre ciencia y tecnologa en la primera revolucin industrial, en particular enGran Bretaa, ver A. Elena y J. Ordez (eds.), ...

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    24/171

    durante el siglo XX se siguiera haciendo Pequea Ciencia ni la irrupcin de latecnociencia ha devorado a la ciencia y la tecnologa. La tcnica artesanal, la ciencia yla tecnologa siguen existiendo. De lo que se trata es de analizar la nueva modalidad deactividad cientfico-tecnolgica, no de pensar que todo es tecnociencia. Tal es, a nuestroentender, el principal inconveniente de las tesis de Latour sobre la tecnociencia: arrasancon los matices y diferencias entre las tcnicas, las ciencias, las tecnologas y las

    tecnociencias.

    Por otra parte, el problema no radica en la oposicin interno/externo. Dichadistincin puede ser metodolgicamente til en algunos momentos, aunque, desdenuestra perspectiva, es preferible hablar de sistemas tecnocientficos abiertos queinteractan con la sociedad en mbitos muy diversos: laboratorios, despachos de I+D,direcciones de poltica cientfico-tecnolgica, aulas, publicaciones especializadas, revistasde divulgacin, prensa cientfica, redes telemticas, etc. En general, conviene hablar deredes cientfico-tecnolgicas ms o menos consolidadas e imbricadas en las sociedades,pero nunca aisladas en torres de marfil. No hay que olvidar que dichas redes sontransnacionales, por lo que la tecnociencia tampoco est inmersa como subsistema enuna sociedad determinada, sino que incide en varias sociedades a la vez, y de maneradiferente en cada una de ellas, en funcin de sus peculiaridades culturales y sociales.Como ya hemos indicado en otro lugar42, otra de las principales insuficiencias de Latour ylos socilogos del conocimiento cientfico estriba en que utilizan una nocin muy ambiguade sociedad. De poco sirve decir que lo socia l est presente en los laboratorios (lo cuales obvio) o que la ciencia, la tecnologa y la sociedad estn estrechamente vinculadas sino se aclaran mnimamente las nociones de ciencia, tecnologa y sociedad. Lossocilogos del conocimiento cientfico han hablado mucho de ciencia, y msrecientemente algo de tecnologa, pero muy poco de sociedad. Leyendo sus escritos,parecera que la nocin de sociedad que utilizan es clara e intuitiva, lo cual est muy lejosde ocurrir.

    Otro autor que utiliza sistemticamente el trmino tecnociencia es Gilbert Hottois43. Para introducir la nocin de tecnociencia, Hottois se apoya en diversos autores, los

    cuales, utilizaran o no dicho trmino, haban sealado en los aos 70 y 80 estaconvergencia progresiva entre la ciencia y la tecnologa. Valgan las siguientes citas pararesumir esta tendencia generalizada:

    H. Stork: Esta distincin (entre ciencia y tcnica), aparentemente clara, estpuesta en tela de juicio por el creciente entrelazamiento de las ciencias naturales y de latcnica, que se manifiesta tanto como una tecnificacin de la ciencia como unacientifizacin de la tcnica 44.

    W. Barret: La nueva ciencia es, por su esencia, tecnolgica 45.

    J.J. Salomon: De igual modo que la ciencia crea nuevos seres tcnicos, la tcnicacrea nuevas lneas de objetos cientficos. La frontera es tan tenue que no se puededistinguir entre la actitud del espritu del cientfico y la del ingeniero, ya que existen casosintermedios 46.

    42 J. Echeverra, Filosofa de la Ciencia, Madrid, Akal, 1995, p. 29.43 Ver G. Hottois, El paradigma biotico. Una tica para la tecnociencia, Barcelona, Anthropos, 1991.44 H. Stork, Einfuhrung in die Philosophie der Technik, Darmstadt, Wissenschaftliche Buchgesellschaft, 1977, p. 41,citado por Hottois, o.c., p. 20.45 W. Barret, The Illusion of Technique, New York, Anchor, 1978, p. 202, citado por Hottois, p. 21.46 J. J. Solomon, Science et politique, p. 136, citado por Hottois, p. 21.

  • 8/3/2019 LaRevolucionTecnocientifica_JavierEcheverria

    25/171

    F. Gros: La interdependencia entre los progresos en la biologa bsica y

    farmacologa es total: la farmacologa depende de todas las adquisiciones en biologa,los medicamentos son y sern, cada vez ms, un elemento fundamental para lainvestigacin bsica 47.

    J. Ladrire: Por sus profundas races, la actividad tecnolgica contemporneaest ligada a la prctica cientfica. Por otra parte, esta unin es tanto ms patentecuanto ms se la asocia a formas avanzadas de tecnologa ... Parece, pues, que hay uncarcter especfico en la tecnologa contempornea: su interaccin estrecha con laciencia. Esto plantea, de inmediato, dos cuestiones. Por un lado, nos lleva a preguntarnos,considerando la intensidad de esta interaccin, si existe an verdaderamente unadistincin entre ciencia y tecnologa y, por otra parte, explicar cmo es posible estainteraccin. Aparentemente, la frontera entre ciencia y tecnologa se difumina cada vezms 48.

    Podran mencionarse otros muchos autores que han subrayado esta convergenciaentre ciencia y tecnologa, llegando a cuestionar la existencia de fronteras entre ambas.Cuanto ms especulativos y ontolgicos son dichos filsofos, ms tienden a identificarciencia y tecnologa, prescindiendo de las diferencias. El talante reduccionista es muyhabitual y en este caso se manifiesta tomando la parte por el todo. La crecientevinculacin entre las actividades cientficas y tecnolgicas es muy cierta. Mas no hay queolvidar que sigue habiendo mbitos cientficos y tecnolgicos en donde este proceso nose produce. No todo es tecnociencia. Hay diferencias importantes entre la ciencia, latcnica y la tecnologa. El mayor riesgo conceptual consiste en hacer omnicomprensivo eltrmino tecnociencia, defecto en el que muchos autores incurren. Algunos sitan latecnociencia en la poca de Newton 49, incurriendo en un claro anacronismo, es decir,proyectando sobre el pasado los modelos actuales de la tecnociencia.

    A lo largo de este captulo pretendemos clarificar y precisar el concepto detecnociencia, distinguindola de la tcnica, la ciencia y la tecnologa. Lo haremos paso a

    paso, puesto que dicha nocin abarca aspectos muy diversos, y si se quiereheterogneos.

    I.6: Precisiones metodolgicas.

    47 F. Gros, F. Jacob y P. Royer, Sciences de la vie et socit, Paris, Seuil, 1979, p. 147, citado por Hottois, p. 23.48 J. Ladrire, Les enjeux de la rationalit, Paris, Aubier-Unesco, 1977, pp. 55-56.49 Tal es el caso de Steven Weinberg, por ejemplo, aunque en su caso es un defectodisculpable, por tratarse de un fsico en activo (Premio Nobel de Fsica en 1979), no unhistoriador ni un filsofo. Ver su libro Facing Up: Science and its Cultural Adversaries,Cambridge, Mass., Harvard Univ. Press, 2001, p. 21. Porque el Laboratorio de Greenwichfuera una institucin de gran tamao dedicada a la investigacin cientfica o porqueNewton y sus seguidores atribuyeran gran importancia a los instrumentos cientficos ycolaboraran con las instituciones militares no se debe inferir que la tecnociencia surgicon la Royal Society. No basta con un rasgo distintivo de la tecnociencia (el tamao, lamutua mediacin entre ciencia y tecnologa) para afirmar la aparicin d