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Material de Enseñanza para Iglesias Locales

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LA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS 1) El Tribunal de Justicia Divina: la ira de Dios, la condenación y la justificación.

Romanos capítulo: 1 – 5

a) El secretario 1 : 1 - 17 b) Las actas del Tribunal 1 : 18 - 4:25 c) La revisión 5 : 1 - 21

2) La central de energía de la Gracia: El método de Dios.

La santificación y la Preservación Romanos capítulo: 6 – 8

a) El plan : Primer piso, la Santificación capítulo 6 b) El dolor : Segundo piso, la Frustración capítulo 7 c) El precio : Tercer piso, la Preservación capítulo 8

3) La sinagoga de Israel: La sabiduría de Dios

Explicación y Vindicación Romanos capítulo: 9 - 11 a) La soberanía de Dios y la elección de Israel. capítulo 9 b) La Justicia de Dios y el rechazo del Israel al presente. capítulo 10 c) La Sabiduría de Dios y la restauración de Israel en el futuro. capítulo 11

4) El templo de Dios: La Voluntad de Dios.

Transformación y Exhortación

Romanos capítulo: 12 – 16

a) Las responsabilidades públicas de todos los redimidos. capítulo 12:1 – 15:6 b) Comentarios personales para los creyentes. capítulo 15:14 – 16:27 UN LLAMADO, UN EVANGELIO Y UNA TAREA Romanos 1: 1 - 17

Cuando Pablo escribe su carta a los Romanos lo hace a una Iglesia que no conoce personalmente, situada en un lugar donde nunca estuvo, la mayor ciudad del más grande imperio del mundo, razón por la cual escoge sus palabra con el mayor cuidado. Pablo comienza mostrando sus propias credenciales.


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Se llama así mismo esclavo (doulos) de Jesucristo, término en el cual hay dos trasfondos de pensamientos: a) El título favorito de Pablo para Jesús es SEÑOR (Kurios). Este término en griego se

refiere a quien tiene la posesión indiscutida de una persona o cosa; significa DUEÑO O PROPIETARIO, en el sentido más propio y absoluto. Lo opuesto del término SEÑOR (Kurios) es esclavo (doulos).

b) Pero el término esclavo (doulos) tiene otro aspecto. En el antiguo Testamento es la palabra común para referirse a los grandes hombres de Dios. Moisés fue sirviente, esclavo, doulos del Señor (Josué 1:2).

El mismo Josué fue doulos de Dios (Josué 24:29). El título más grande y arrogante de los profetas, el que los distingue de otros hombres es el ser siervos y esclavos de Dios (Amos 3:7, Jeremías 7:25). Cuando Pablo se llama de sí mismo esclavo de Jesucristo está nada menos que ubicándose en la sucesión de los profetas.

La grandeza y la gloria de éstos residían en el hecho de ser esclavos de Dios, y así también para Pablo. Así, pues la expresión esclavo de Jesucristo describe al mismo tiempo la obligación de un gran amor y el honor de un gran oficio.

2.- Pablo se refiere a si mimo como llamado a ser apóstol.

En el Antiguo testamento los grandes hombres fueron los que oyeron el llamado de Dios y respondieron a él. Abraham oyó el llamado de Dios (Génesis 12:1-3). Moisés respondió al llamado de Dios (Éxodo 3:10). Jeremías e Isaías fueron llevados a escuchar el llamado de Dios y responderle (Jeremías 1:4-5; Isaías 6:8-9). Pablo nunca se consideró un hombre que había aspirado a alguna dignidad, sino como alguien a quien se le había dado una tarea. Jesús dijo a sus hombres: “No me elegisteis vosotros a mí, sino yo os elegí a vosotros” (Juan 15:16). Pablo nunca consideró la vida en términos de lo que él quería hacer, sino de lo que Dios le proponía. 3.- Pablo se describe a sí mismo como apartado para el evangelio de Dios (apartado para servir a las buenas nuevas de Dios). Él se sabía doblemente apartado. Dos veces en su vida este mismo término (Aphorozeín) se usa con referencia a él.

a) Fue apartado por Dios, al cual imaginaba separándolo aun antes de nacer para la tarea que debía realizar (Gálatas 1:15) Dios tiene un plan para cada hombre. Todo hombre es una expresión del pensamiento de Dios.

Ninguna vida humana carece de propósito, Dios la colocó en el mundo para realizar algo definido. b) Fue apartado por los hombres. Esta es la misma expresión utilizada en Hechos 13:2,

cuando el Espíritu santo ordenó a los dirigentes de la iglesia de Antioquía separar a Pablo y Bernabé para la misión especial a los gentiles.

Pablo era consciente de tener una tarea que realizar para Dios y para la iglesia de Dios.


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4.- En el acto de ser apartado, Pablo estaba seguro de haber recibido dos cosas: • Había recibido gracia: Gracia indica siempre algún don absolutamente gratuito y totalmente

inmerecido. “La ley establece lo que el hombre debe hacer: el evangelio, lo que Dios ha hecho”.

• Pablo ha recibido una tarea. Fue apartado para ser apóstol de los gentiles. Antes Pablo había sido fariseo (Filipenses 3:5) el mismo nombre fariseo puede ser muy bien significar el separado.

Ahora se reconoce separado, de tal manera que se le impone dedicar toda su vida a llevar

las nuevas del buen amor a todos los hombres de todas las rezas. El cristianismo siempre nos separa: pero no por privilegio, ni para la propia gloria, ni el

orgullo, sino para el servicio, la humildad y el amor para con todos los hombres. Además de presentar sus credenciales, en este pasaje Pablo presenta en sus lineamientos

esenciales el evangelio que predica. Un evangelio centrado en Jesucristo (versículo 3 y 4) con dos elementos en particular. a) Un evangelio de la ENCARNACIÓN. Pablo habla de un Jesús que era real y verdadero

hombre. Uno de los más grandes pensadores de la Iglesia primitiva lo resumió cuando dijo de Jesús: “él se hizo lo que nosotros somos, para hacernos lo que él es”.

b) Un evangelio de la RESURRECCIÓN. Si Jesús hubiese vivido una vida hermosa y muerto heroicamente, siendo este su fin, podría haber sido contado entre las figuras grandes y heroicas, pero no haber sido más que uno entre muchos héroes. Jesús sigue viviendo y su presencia conserva aún eficaz poder.

LA CORTESIA DE LA GRANDEZA Romanos 1:8 - 15

Pablo nunca antes había estado en Roma, y eso era un problema para él. No había participado en la fundación de la iglesia Romana, debía desarmar suspicacias. Debía hacerles sentir que no era un intruso y que no era su idea inmiscuirse donde no tenía derecho a hacerlo. 1. Pablo combinando sabiduría y amor, comienza con un cumplido. Les expresa su acción de gracia a Dios, por la fe cristiana de ellos, por todo el mundo conocida. Hay personas cuyas lenguas están afinadas para alabadas, y otras cuyas lenguas lo están para criticar. 2. Aunque Pablo no conocía personalmente a los romanos, nunca dejo de orar por ellos con toda constancia. Es siempre un privilegio y deber cristiano presentar ante el trono de la gracia a nuestros amados y a todos los compañeros cristianos.

Aún separados de la gente, sin otro don que poder ofrecerles, podemos brindarle la fortaleza y la defensa de nuestras oraciones. 3. Pablo en humildad, estuvo siempre listo tanto para recibir como para dar.

Comienza diciendo que quiere ir a Roma, de modo de poder impartir a las iglesias romanas algún don que pudiera confirmarlos en la fe. Luego cambia. Quiere ir a Roma para que él y la iglesia romana puedan confortarse y fortalecerse mutuamente y que cada uno pueda encontrar riquezas en la fe del otro. 4. El v. 14 tiene en griego un doble significado casi intraducible. El término griego es literalmente bárbaro.


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Pablo pensaba en dos cosas. Era deudor por todas las gentilezas que había recibo, y era deudor por causa de la obligación que tenía por predicarles. Esta oración tan comprimida significa: “por todo lo que he recibido de ellos, y sobre todo por lo que es mi deber darles, me siento obligado a todos los hombres. “lo que Pablo quiere decir es que su mensaje, su amistad, su deuda, su obligación era para con El al sabio culto y el inculto, el letrado e iletrado. Tenía un mensaje para todo el mundo y su ambición era darlo algún día también Roma. BUENAS NUEVAS QUE ENORGULLECEN Romanos 1: 16 - 17

Pablo comienza diciendo que está orgulloso del evangelio, que tienen el privilegio de anunciar, es algo sorprendente pensar en el trasfondo de esta declaración. Pablo había sido hecho prisionero en Filipos, había sido corrido de tesalónica, se había escabullido de Berea, se habían burlado de él en Atenas. Había predicado en Corinto donde su mensaje fue una insensatez para los griegos y una piedra de escándalo para los judíos, y sobre este trasfondo Pablo declara estar orgulloso del evangelio. Había algo en el evangelio que lo hacía triunfalmente victorioso, sobre todo lo que los hombres pudieran hacerle. 1.- Encontramos el concepto de SALVACIÓN (soteria) en esta época de la historia la salvación era una de las cosas que los hombres estaban buscando.

Consideremos el significado de esta soteria, salvación cristiana. a) Significa salvación de la enfermedad física (Mateo 9:21, Lucas 8:36). Su propósito era

rescatar al hombre en cuerpo y alma. b) Significaba salvación del peligro (Mateo 8:25; 14:30). no era que la salvación le diera al

hombre una vida libre de amenazas y peligros, sino que le daba algo que otorgaba seguridad a su alma, sucediere lo que sucediere.

c) Significaba salvación de la corrupción de la vida. El hombre es salvado de una generación corrupta y perversa (Hechos 2-40). El hombre que tiene esta salvación tiene una muerte de antiséptico divino que lo protege de la infección del mal del mundo.

d) Significaba salvación de la perdición (Mateo 18:11; Lucas 19:10). Jesús vino a buscar y salvar lo que se había perdido. El no salvo es el hombre que se haya extraviado en el camino errado, un camino que lleva a la muerte. El salvo es el hombre que ha sido puesto en el camino correcto.

e) Significaba salvación del pecado (Mateo 1:21) f) Significaba salvación de la ira de Dios (Romanos 5:9). g) Significaba una salvación escatológica (Romanos 13:11; 1ra Corintios 5:5; 2da Timoteo 4:18; 1ra Pedro 1:5)

La fe cristiana vino a un mundo desespera, ofreciendo salvación, soteria, una seguridad

que puede mantener al hombre seguro en el tiempo y en la eternidad.

2) encontramos el concepto de fe. Fe, en el pensamiento de Pablo, es un término muy rico. a) Fe significaba: lealtad, fidelidad. b) Fe significaba creencia. c) Fe significaba frecuentemente la religión cristiana d) Fe es equivalente de esperanza indestructible. “Por fe andamos”


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e) Fe significada aceptación total y confianza absoluta.

La fe comienza con la receptividad. Comienza cuando el hombre quiere al menos escuchar el mensaje de la verdad. Continúa con asentimiento intelectual. Un hombre primero escucha y luego acuerda que esto es verdadero. La etapa final es cuando este asentimiento intelectual se torna en una entrega total. En una fe totalmente madura el hombre oye el mensaje cristiano, concuerda en que es verdadero y luego se entrega a una vida de total sometimiento a aquel mensaje. 3) Encontramos el concepto de justificación. En todo el nuevo testamento no hay término más difíciles de comprender que justificación, justificar, justicia y justo.

El término griego que Pablo utiliza para justificar es dikaioum. Ahora bien, si Dios justifica al pecador no quiere decir que ha encontrado razones para

probar que el pecador estaba en lo correcto. Todo lo contrario. Ni aún significa hasta aquí, que él hace del pecador un hombre bueno. Lo que significa es que Dios trata al pecador como si no fuese. Dios lo trata como un niño que necesita ser amado. Esto es lo que significa justificación. Significa Dios nos cuenta como amigos y no como enemigos, que dios no nos trata como lo merecen los malos, sino como lo merecen los buenos. Significa que él no nos mira como transgresores de la ley que deben ser castigados, sino como hombres y mujeres que solo deben ser amados. Esta es la verdadera esencia del evangelio. LA IRA DE DIOS Romanos 1: 18 - 23

Hemos llegado aquí a un punto difícil y que debe hacernos pensar seriamente, pues nos hemos encontrado con el concepto de la ira de Dios.

Seguramente, esta expresión es alarmante y aterradora. ¿Qué significa? ¿Qué pensaba Pablo al utilizarla?

En el A.T. hayamos la ira de Dios. En las partes más tempranas del A.T. La ira de Dios está especialmente relacionada con la idea del pueblo del pacto.

Un estudioso contemporáneo lo ha expresado de la siguiente manera: “Porque Dios es Dios, porque Dios es por naturaleza Santo, no puede tolerar el pecado, y la ira de Dios es una reacción aniquiladora contra el pecado.”

Aún Lutero lo encontró difícil. Él habló del amor de Dios como su obra propia, y de la ira de Dios como su obra ajena. Era algo desconcertante para la mente cristiana.

Hay algo distinto en la relación entre el amor y la ira de Dios. Pablo menciona la ira de Dios solamente en tres ocasiones. Efesios 5:6; Col. 3:6. Los profetas hablaron de la ira de Dios, y, muy frecuentemente, su mensaje era que la ira

de Dios vendría sobre los hombres amemos que ellos fueran obedientes. La ira de Dios es el castigo inevitable del pecado. Y es, precisamente, de las

consecuencias de nuestra rebelión contra ese orden moral que nos salva el amor de Dios, por lo que Jesús ha hecho por nosotros, Pablo sigue insistiendo en que los hombres no pueden alegar ignorancia de Dios. y es posible decir algo acerca de Dios por el mundo que él creo. Los escritores del A.T: lo sabían, el libro de Job cap. 38.41 está basado en esta misma idea. Pablo lo sabía. A partir del mundo, habla a los paganos de Listra (Hechos 14:17).


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En el mundo podemos ver a Dios. El argumento de Pablo, completamente válido, es que si observamos el mundo, el sufrimiento sigue al pecado.

Al quebrar las leyes físicas tenemos solo desastres, igualmente las leyes morales. Pero Pablo va un paso más allá. ¿Qué hizo el pecador? En lugar de mirar a Dios se miró

así mismo. Se complicó con vanas especulaciones y pensó que era sabio, sin ver que no era más que un insensato. ¿Por qué?

Fue un insensato porque hizo de sus ideas, sus opiniones, sus especulaciones, la medida y la ley de la vida, en lugar de la voluntad de Dios.

¿Cuál fue el resultado? El resultado de este fue la idolatría. La raíz del egoísmo LOS HOMBRES CON LOS CUALES DIOS PUEDE HACER Romanos 1: 24 – 25

Es terrible referirse a Dios como el que abandona a alguien. Y hay dos razones para esto. 1) Dios dio al hombre libre albedrío, y respeta este albedrío. En último análisis ni aun Dios puede inmiscuirse en esa libertad de albedrío. En Efesios 4:19 Pablo habla de los hombres que se han abandonado a la lascivia. Cuando Pablo se refiere a Dios como el que abandona a los hombres en la inmundicia, la expresión “abandona” esta desprovista de toda irritación furiosa. Su nota principal es de ansiosa y dolorosa pena, como la de un ser amoroso que ha hecho lo posible y no puede ya hacer más. Describe exactamente el sentimiento el sentimiento del padre que ve a su hijo dar la espalda al hogar e irse a un país lejano. Hay mucha más tristeza que ira en el corazón del hombre que experimenta semejante cosa. 2) Y en el término “abandona” hay más que esto- hay juicio.

Es uno de los hechos inflexible de la vida que el pecado engendra pecado. Cuando más pecador es el hombre más fácil le resulta pecar. La abrumadora responsabilidad del libre albedrío es que puede ser utilizado de tal manera que resulta finalmente destruido y el hombre acaba siendo un esclavo del pecado, entregado al camino erróneo. Y el pecado es siempre una mentira, porque el pecador piensa que su pecado podrá hacerlo feliz, siendo que al fin arruina la vida, tanto para como él como para otros, en este mundo y en el mundo verdadero. UNA ÈPOCA VERGONZANTE Romanos 1: 26 - 27 1) Aquella fue una época en que las cosas parecían, y lo estaban, fuera de control. Virgilio escribió: “Lo correcto y lo errado se confunden; muchas guerras hay sobre el mundo, muchas formas de error, ningún honor apreciable ha sido dejado al arado; los agricultores se han marchado y los campos produjeron lodazal; la hoz ha enderezado su curva en la hoja de la espada. En el Este, el Éufrates se alista para la guerra, en el Oeste, Alemania.

Los historiadores antiguos opinaban respecto a las convulsiones de la historia, tales como: Tácito, Suetonio, Livio y el poeta Propercio. Como dijo Séneca: fue una época “conmovida por la agitación de un alma que ya no se gobierna a sí misma”.


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2) Fue una época de lujo paralelo. En los baños públicos de Roma, el agua fría y caliente manaba de grifos de plata. Calígula hasta hizo rociar la arena del circo con polvo de oro en lugar de aserrín. Juvenal dijo amargamente: “Un lujo más despiadado que la guerra cobija a Roma… El crimen llegó a ser el único antídoto contra el aburrimiento, hasta como dijo Tácito: “La mayor de las infamias, el más salvaje de los deleites. 3) Fue una época de inmoralidad sin paralelo. No había habido un solo caso de divorcio en los primeros 520 años de historia de la república romana. El primer registro de un romano divorciado de su esposa fue el de Espurio Carvillo Ruga en el 234 A.C. pero en esta época, como lo dijo Séneca, “las mujeres se casan para divorciarse y se divorcian para casarse”.

Juvenal escribió el caso de una mujer que tuvo ocho maridos en cinco años, además cita el caso de Agripina, la propia emperatriz de Claudio, quien solía por las noches abandonar el palacio real para servir en un burdel por causa de una lujuria totalmente insaciable.

Pablo lejos de exagerar el cuadro lo expresa con moderación y era allí donde estaba ansioso de predicar el evangelio, y era allí donde Pablo no se avergonzaba del evangelio de Cristo.

El mundo necesitaba del poder que obrara Salvación, y Pablo sabía que en ningún otro que en Cristo existía ese poder. ¿Qué dice Dios por medio del apóstol Pablo sobre la homosexualidad? LA VIDA QUE NO TIENE EN CUENTA A DIOS Romanos 1: 28 - 32

Difícilmente haya un pasaje que tan claramente señale lo que le sucede al hombre cuando ha dejado de tener en cuenta a Dios. No es tanto que Dios envíe un juicio sobre el hombre, sino que el hombre se echa sobre sí mismo el juicio cuando no da lugar a Dios en su esquema de las cosas. Cuando un hombre aleja a Dios de su vida se convierte en un determinado tipo de hombre, y aquí en este pasaje tenemos una de las más terribles descripciones literarias de ese tipo de hombre. Observemos el catálogo de cosas espantosas que entran en la vida sin Dios. El hombre que destierra a Dios no sólo pierde la divinidad; pierde también la humanidad. A continuación viene una larga lista de cosas terribles: • Injusticia (Adikia). Adikia es exactamente lo opuesto a Dikaiosune, que significa Justicia; y los griegos definían la justicia como dar a Dios y a los hombres lo que a ellos se debe. El hombre injusto es el que roba tanto a los hombres como a Dios sus derechos. • Perversidad (Poneria) En griego este término significa más que maldad. Hay un tipo de maldad que, principalmente, afecta solo a la persona implicada. Los griegos definían ponerla como el deseo de hacer daño. Es la activa y deliberada voluntad de pervertir e infligir injuria. • Avaricia (Pleonexia) El término griego está construido sobre dos palabras que significan tener más. Los propios griegos definieron Pleonexia, como el maldito amor a las posesiones. Este es un vicio agresivo. • Maldad (Kakia) Es el término griego más general para maldad. Es descrito por Teodoreto

como “la inclinación del alma hacia lo peor”. El hombre Kakos es el hombre cuya vida se inclina hacia lo peor.


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• Envidia (Ftonos) Hay una envidia buena y una mala. Hay una envidia que revela al hombre su propia debilidad e insuficiencia, y que lo hace ansioso de emular y ponerse a la altura de algún gran ejemplo. Está la envidia que esencialmente una cosa detestable. Mira a la persona admirable, y no tanto movida por la aspiración a aquella admirabilidad, como por el resentimiento que le crea la admirabilidad de la otra persona. Es la más tortuosa y retorcida de las emociones humanas.

• Homicidio (Fonos) Se debe recordar siempre que Jesús amplió inconmensurablemente (infinito) la visión de este mundo. Jesús insistió que no solamente los actos de violencia, sino también el espíritu de ira y odio debían ser eliminados. “El hombre ve la acción, pero Dios conoce la intención”.

• Contienda (Eris) El significado es la contención nacida de la envidia, la ambición, el deseo de prestigio. Puesto, rango y prominencia.

• Engaño (Dolos) Podemos llegar mejor al significado de esto por medio del verbo correspondiente doloun. Doloun, tiene dos usos característicos: Falsificaciones de metales preciosos y adulteración de vinos. Dolos es engaño; describe la cualidad del hombre que no puede actuar de una manera correcta, describe la astucia ladina del conspirador intrigante que se encuentra en toda la comunidad y toda sociedad. El espíritu que da a todas las cosas el peor sentido (Kakoetheia). Significa literalmente

inclinación natural al mal. En su sentido amplio significa malignidad. Aristóteles la definió en un sentido más estrecho que aún conserva. Dijo que era “el espíritu que siempre supone lo peor acerca de otras personas”. Plinio la llamó la “malignidad de la interpretación”. J. Taylor dijo: que es una degradación de la naturaleza por la cual tomamos las cosas por el lado malo, y exponemos las cosas siempre en el peor sentido”. • Murmuradores y detractores (Psithyristes y Katalalos) Estos términos describen a las

personas de lenguas infamantes. Aborrecedores de Dios (Theoslygeis). Esta expresión describe al hombre que odia a Dios, porque sabe que está desafiándolo. Sabe que si hay un Dios, tanto peor para él. Dios es para él la barrera entre él y sus placeres.

• Injuriosos (Hybristes) Hybris era para los griegos el vicio que mayormente acarreaba la destrucción a mano de los dioses. Describe al hombre (espíritu) que es tan orgulloso que desafía a Dios, al que es desenfrenado y sádicamente cruel e insultante. Aristóteles lo describe como el espíritu que daña, hiere y perjudica a alguien, no por motivo de desquite, ni porque puede ganar de ello alguna utilidad o ventaja, sino simplemente por el mero placer de hacer daño.

• Soberbios (Hyperefanos) este el término tres veces usado en la escritura cuando se dice que Dios resiste a los soberbios (Stgo. 4:6; 1 Pe. 5:5; Pr. 3:4). Teofilactio lo llamó “el cimbre de todos los pecados”.

• Altivos (Alazon) En griego, un término con una historia interesante. Significa literalmente el que anda errante. Los griegos definieron alazonería como el espíritu que pretende tener lo que no tiene. Xenófanes dijo que este nombre corresponde a aquellos que pretenden ser más ricos y bravos de lo que son, y hacen esto para obtener algún beneficio o ganancia.

• Inventores de males (Efeuretes Kakon) Busca nuevas emociones. Desobedientes a los padres. La verdadera razón para incluir este pecado en este pasaje es que, una vez destruidos los lazos familiares, se siguen necesariamente innumerables depravaciones.


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• Desleales (Asynthetos) En los días de Roma el honor en todas las esferas era algo admirable tanto en las palabras comprometida como en la administración del dinero. No así en el mundo griego, donde por más que hubiera control siempre había malversación.

• Sin afecto fraternal (Astorgos) Storge, era un término especial de los griegos para referirse al amor familiar. Nunca la vida del niño fue tan precaria como en aquel tiempo. Los niños eran considerados como una cosa desafortunada.

• Implacable (Aneleemon) No hubo otra época en que la vida humana valiera tan poco. Fue una época despiadada sin misericordia. “Ninguna nación ha sobrevivido nunca a la pérdida de sus dioses”, y aquí Pablo nos da un cuadro terrible de lo que sucede cuando los hombres deliberadamente han dejado de tener en cuenta a Dios, y a su debido tiempo, Roma también preció. El desastre y la degeneración iban de la mano y acabaron en destrucción.

LA RESPONSABILIDAD DEL PRIVILEGIO Romanos 2: 1 - 11 En este pasaje Pablo se está dirigiendo directamente a los judíos. La conexión del pensamiento es ésta. En los pasajes anteriores Pablo ha pintado un cuadro horrendo y terrible del mundo pagano, un mundo que estaba bajo la condenación de Dios. Aquí Pablo les señala enfáticamente a los judíos que ellos son tan pecadores como lo son los gentiles, así que cuando el judío condena al gentil se está condenando a sí mismo; el hecho de ser racialmente judío no lo salvará ciertamente del juicio; él será juzgado no por su herencia racial, sino por la clase de vida que él mismo haya vivido. Los judíos siempre se consideraron a sí mismos en una posición privilegiada delante de Dios. “Dios”, decían, “de entre todas las naciones de la tierra ama solamente a Israel”. Dios juzgará a los gentiles con una medida y a los judíos con otra. “Todos los Israelitas tendrán participación en el reino por venir”. “Abraham está sentado junto a las puertas del infierno y no permitirá que ningún mal judío las atraviese”. Para enfrentar esta situación Pablo les recuerda a los judíos cuatro cosas: 1) Les dice sencillamente que ellos están traficando con las misericordias de Dios. En el

versículo 4 utiliza tres grandes palabras: • Benignidad (Crestotes) En griego hay dos expresiones para bueno: una Agathos y la

otra Crestos. La diferencia entre las dos es ésta: La bondad del hombre que es agathos bien puede resultar en reproche, disciplina y castigo; pero la bondad del hombre que es crestos es siempre esencialmente sana. Jesús fue Agathos cuando limpió el templo y arroyó a los cambistas y los vendedores de palomas en la exaltación de su ira; fue Crestos cuando trató con amante gentileza a la mujer que ungió sus pies, o a la mujer tomada en adulterio. Pablo dice en efecto: “Vosotros los judíos estáis simplemente tratando de sacar ventajas de la benignidad de Dios”.

• Paciencia (Anoque) Es el término usado para tregua, significa: sí, una cesación de la enemistad y la hostilidad, pero una cesación que tiene un límite. En efecto, Pablo está diciendo a los judíos: “Vosotros pensáis que estáis seguros porque el juicio de Dios


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todavía no ha caído sobre vosotros. Pero Dios no da carta blanca para pecar, sino que os está dando una oportunidad para arrepentiros y enmendar vuestros caminos”.

• Longanimidad (Makrothumía) En griego es un término que expresa característicamente paciencia con la gente. Pablo está diciendo a los judíos: “No penséis que el hecho de que Dios no os castigue sea una señal de que no puede castigaros”. El hecho de que el pecado no sea seguido inmediatamente por el castigo de Dios, no es demostración de su impotencia.

2) Los judíos consideraban la misericordia de Dios como una invitación a pecar, más bien que

un incentivo para el arrepentimiento. La misericordia de Dios, no pretende hacernos sentir que podemos pecar y obtener ganancias de ellos; pretende hacer estallar de amor nuestros corazones de manera que procuremos no volver a pecar otra vez.

3) Pablo insiste en que no hay naciones con favoritismos ante Dios y que no hay cláusula para justificar a nadie. Es cierto que pueda dar ciertas responsabilidades especiales, pero se trata de una gran tarea no de un gran privilegio. La totalidad de la religión judía estaba basada en la convicción de que los judíos tenían una posición especial de privilegios y favor a los ojos de Dios.

4) De todos los pasajes éste es el que más merece un cuidadoso estudio, con el fin de llegar a una correcta noción del Paulinismo. Dios – dice Pablo- “pagará a cada uno de acuerdo a sus obras”. Para Pablo, una fe que no se expresara en obras, sería una simulación y parodia de la fe. De hecho no sería una fe. Pablo podría haber dicho que la única manera en que uno puede ver la fe de un hombre es por medio de sus obras. Una de las más peligrosas de todas las tendencias religiosas es hablar como si fe y obras fueran cosas enteramente diferentes y separadas. No puede haber tal cosa como una fe que no se exprese en obras, y no puede haber tal cosa que no sea producto de la fe. Nuestra fe debe expresarse en obras, porque es por nuestras obras que somos aceptados o rechazados.

LA LEY NATURAL Romanos 2: 12 - 16 1) El hombre será juzgado por lo que ha tenido la oportunidad de conocer. Si conoció la ley,

será juzgado como quien conoció la ley. Si no conoció la ley, será juzgado como quien no conoció la ley. Dios es justo y aquí está la respuesta para aquellos que preguntan qué sucede con las personas que vinieron al mundo antes de la venida de Jesucristo y no tuvieron oportunidad de escuchar el mensaje cristiano. La respuesta cristiana es que el hombre será juzgado por su fidelidad a lo más elevado que le fuere posible conocer. Si ha sido fiel a lo más elevado que conoció. Dios no quiere ni puede pedirle nada más.

2) Pablo continúa diciendo que aún aquellos que no conocías la ley escrita tenían una ley natural en sus corazones. Podríamos llamarla conocimiento instintivo del bien y del mal. Los estoicos decían que en el universo operan ciertas leyes de la salud, la ley moral, las leyes que gobiernan la vida y la subsistencia. Los estoicos llamaban a estas leyes Fysis; que significa naturaleza, y urgían a los hombres de vivir Kata Fysisn, de acuerdo con la


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naturaleza. El argumento de Pablo es que en la propia naturaleza del hombre está implantado un conocimiento innato, inherente e instintivo de lo que debe hacer.

EL VERDADERO JUDÍO Romanos 2: 17 - 29

A un judío, un pasaje como éste debe haberle caído como una experiencia frustrante. El judío estaba seguro de vivir en una relación especial con Dios, y de que Dios lo considerara con favor especial, sólo y únicamente por su descendencia nacional de Abraham y porque llevaba la señal de la circuncisión en su cuerpo. Pero aquí Pablo introduce una idea a la que volverá una y otra vez.

Ser judío insiste, no es modo alguno un asunto racial; ser judío no tiene nada que ver con la circuncisión. Ser judío, es una cuestión de conducta.

El último versículo de este pasaje contiene un juego de palabras totalmente intraducible. “La alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios”. El término griego para alabanza es Epainos. Al volver al A.T. (Gn. 29:35; 49:8) encontramos que el significado original y tradicional del término Juda es alabanza; de modo que esta oración significa dos cosas: • Significa que la alabanza del tal hombre no viene de los hombres, sino de Dios. • Significa que ser judío de tal hombre no viene de los hombres, sino de Dios. El significado

total del pasaje es que las promesas de Dios no son para personas de una raza determinada y personas que llevan cierta señal en sus cuerpos. Las promesas de Dios son para personas que viven cierta clase de vida no importa la raza a que pertenezcan. Ser un verdadero Judío, no es una cuestión de ascendencia, es cuestión de carácter; y a menudo puede ocurrir que el que no es judío de raza es mejor judío que quien lo es.

Los gentiles consideraban al judaísmo como una “bárbara superstición”. Consideraban a los judíos como “la más desagradable de las razas”. Sus costumbres eran objeto de burlas para los gentiles. Su abstinencia de carne de cerdo era motivo de muchas bromas. Ciertas cosas de las cuales gozaban los judíos enfurecían a los gentiles, por ejemplo: Estaban exento del servicio militar, impuestos, tribunales propios, además, los gentiles no entendían un pueblo que no tenía imágenes de adoración por lo que se decía que eran ateos. • Se les acusaba de odio a sus semejantes (misantrhopia) y total insaciabilidad (amixia).

Tácito dijo acerca de ellos: “Entre ellos mismo su honestidad es inflexible, su compasión pronta a actuar, pero hacia las demás personas muestran el odio del antagonismo”. Era demasiado cierto que los judíos hacían que fuera blasfemado el nombre de Dios porque se encerraban en una pequeña comunidad rígida, de la cual todos los demás estaban excluidos y porque mostraban a los gentiles una actitud de desprecio por su culto y una falta completa de caridad hacia las necesidades. La verdadera religión es cuestión de corazones abiertos y puertas abiertas: el judaísmo era una religión de corazones cerrados y puerta cerradas

LA FIDELIDAD DE DIOS Y LA INFIDELIDAD DEL HOMBRE Romanos 3: 1 - 8


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Este es un asunto de los pasajes en que Pablo está argumentando del modo más dificultoso. Se hará más fácil de entender si recordamos que Pablo está presentando su argumento a un opositor imaginario.

• El argumento se desarrollaría más o menos así: • Opositor: El resultado de todo lo que habéis dicho es que no hay diferencia entre gentiles

y judíos, que están exactamente en la misma posición. ¡Es esto lo realmente queréis decir! • Pablo: De ninguna manera • Opositor: ¿Cuál es, entonces la diferencia? • Pablo: Por un lado los judíos poseen lo que los gentiles nunca tuvieron directamente… los

mandamientos de Dios. • Opositor: ¡De acuerdo! ¿Pero qué pasa si alguno de los judíos desobedecieron estos

mandamientos y fueron infieles a Dios y cayeron bajo su condenación? Acabáis de decir que Dios dio a los judíos una posición especial y una promesa especial. Ahora decís que por lo menos algunos de los judíos están bajo condenación de Dios. ¿Significa que Dios ha roto su promesa y se ha manifestado por lo tanto injusto e indigno de confianza?

• Pablo: ¡Lejos de esto! Lo que esto muestra es que Dios no tiene favoritismo con nadie, Dios castiga el pecado dondequiera que lo ve. El hecho de que Dios condene a los judíos infieles es la mejor prueba posible de la justicia absoluta de Dios. Se podría haber esperado que no tomase en cuenta los pecados de este pueblo especial, pero lo hizo. Nada podría mostrar tanto su justicia imparcial y su derecho a ser Juez de toda la tierra.

• Opositor: Correcto, todo lo que habéis logrado, es demostrar que mi desobediencia le ha dado a Dios una oportunidad para demostrar su justicia; estáis diciendo que mi infidelidad le ha dado a Dios una maravillosa oportunidad de manifestar su fidelidad. ¿Por qué llamarme pecador por eso? ¡Mi pecado es algo excelente! ¡Le ha dado oportunidad a Dios para mostrar cuan bueno es Él! Puede que yo haya hecho mal, pero el resultado ha sido bueno. Seguramente no podéis condenar a un hombre por haberle dado a Dios una oportunidad para demostrar su justicia.

• Pablo: ¡Ése argumento es despreciable! Su poco peso se percibe apenas termináis de expresarlo.

1) Lo que Dios confió a los judíos fueron mandamientos, no privilegios. Les dijo: “Vosotros

sois un pueblo especial; por lo tanto, debéis llevar una vida especial”. No dijo: “sois un pueblo especial; por lo tanto, debéis hacer lo que yo quiero”. Ésta elección de Dios especial conlleva un deber especial y no una exención especial del deber. Cuando Lord Dunsany sobrevivió a la guerra de 1914 – 1918, nos dice que se dijo a sí mismo: “por alguna extraña circunstancia todavía estoy vivo, me pregunto: ¿Qué querrá Dios con una vida tan especialmente librada? Justamente este pensamiento es el que nunca se le ocurriría a los judíos. Me pudieron entender el hecho de que la elección especial de Dios traía como consecuencia un deber especial.

2) En todos sus escritos Pablo tiene en mente tres hechos fundamentales acerca de los judíos: a) Pablo estaba completamente seguro que Dios tenía razón en condenar a los judíos.

Ellos tenían un lugar especial; tenían sus promesas especiales; y el mismo hecho de que se hubiera mostrado infieles a Dios hacía que su condenación fuera mayor. La


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responsabilidad es siempre el anverso del privilegio. Cuantas más oportunidades de hacer el bien tiene un hombre, más grande será su condenación, si hace el mal.

b) Pero no todos eran infieles. Pablo nunca se olvidó del remanente fiel; y estaba seguro de que ese remanente fiel – por más pequeño que fuera cuantitativamente – era la verdadera raza judía. Los demás habían perdido sus privilegios y estaban condenados. Ya no eran judíos. El remanente era la verdadera nación.

c) Pablo siempre estaba seguro de que ese rechazo de Israel por parte de Dios no era terminante. Debido a ese rechazo, se abría una puerta a los gentiles, y al final algún día los gentiles traerían de vuelta al redil a los judíos, y gentiles y judíos serían uno en Cristo. La tragedia de los judíos era que había rechazado la gran tarea de evangelización del mundo que podría haber desempeñado y que le había sido encomendada. Entonces esta fue encomendada a los gentiles, y finalmente el plan de Dios se cumplía como si fuera a la inversa, y no era, como debió haber sido, el judío que evangelizaba al gentil sino, el gentil que evangelizaba al judío –proceso que aún continúa. Pero más aún este pasaje contiene dos grande verdades humanas universales: • La raíz de todo pecado es la desobediencia. La raíz del pecado del judío era la

desobediencia a la ley de Dios. Como escribió Milton, “la primera desobediencia del hombre” fue la responsable de la pérdida del paraíso. Cuando el orgullo vuelve la voluntad del hombre contra la voluntad de Dios, aparece el pecado. Si no hubiera desobediencia no habría pecado.

• Una vez que el hombre ha pecado manifiesta un ingenio asombroso para justificar su pecado. Aquí nos encontramos con un argumento que reaparece vez tras vez en el pensamiento religioso. El argumento era que el pecado le ha dado a Dios una oportunidad de demostrar a la vez su justicia y su misericordia, por lo tanto el pecado es una cosa buena porque tiene buenos resultados. El argumento no es válido. De la misma manera uno podría argumentar sería de hecho el mismo argumento que no está mal quebrantar el corazón a una persona porque le da a esa persona la oportunidad de demostrar cuanto ama al que le ofende. Éste es un argumento que sólo un hombre sin visión e insensible usaría; cuando un hombre peca, lo que necesita no es ingenio para justificar su pecado, sino humildad para confesarlo con constricción y vergüenza.

EL MUNDO SIN CRISTO Romanos 3: 9 - 18 La frase que Pablo utilizaba para denotar “estar bajo pecado” es muy sugestiva. En griego es Upo amartian . En este sentido upo significa definidamente: en poder de o bajo de la autoridad de. Mateo 8:9 el centurión dice: “Tengo soldado (Upo amauton), bajo mis órdenes” Esto es tengo soldado bajo mi autoridad. Un estudiante está Upo paidagogon, bajo la dirección del esclavo encargado de enseñarle. Un esclavo está Upo zugon bajo el yugo, en poder de su amo. El hombre sin Cristo, está bajo las órdenes, bajo la autoridad, bajo el dominio del pecado; e incapacitado para escapar de este. Hay otra palabra interesante en este pasaje, ella está en el versículo 11. Es la palabra Acreioo, que literalmente significa hacer inútil. Uno de los usos que tiene es en referencia a


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la leche que se ha cortado, que se ha puesto agria. La naturaleza humana sin Cristo es una cosa agria e inútil. Acá vemos a Pablo haciendo lo que los rabinos judíos hacían habitualmente. En los versículos 10 – 18 ha reunido una colección de textos del A.T. No cita con exactitud porque lo hace de memoria, pero incluye citas del Salmo 5.9; 140.3; 10.7; 36.1; Isa. 59.7. Este método de reunir textos de esta manera era muy común en la predicación de los rabinos, se llamaba Caraz que literariamente significa enhebrar perlas. En efecto, una descripción terrible de la naturaleza humana sin Cristo. Vaughan ha señalado que cuando examinamos estas citas del A.T. describen tres cosas: 1) Un carácter cuyas características son la ignorancia, la indiferencia, la falsedad y la falta de

frutos provechosos. 2) Una lengua cuya característica es ser destructiva, engañosa y maligna. 3) Una conducta marcada por la opresión, prejuicio y la implacabilidad; estas cosa son el

resultado de dejar a Dios de lado. Nadie como Pablo vio el mal existente en la naturaleza humana; pero siempre debemos notar que para él el mal en la naturaleza humana era, no un llamado a la desesperación, sino un desafío a la esperanza. Cuando decimos que Pablo creía en el pecado original, cuando decimos que creía en la depravación de la naturaleza humana nunca debemos interpretarlo en el sentido que no tuviera esperanza en la naturaleza humana.

Pablo creía que los hombres sin Cristo eran malos pero nunca creyó que fueran demasiados malos para ser salvos. Tenían confianza en lo que Cristo había hecho por él, lo haría por cualquier otro hombre. MI UNICO MODO DE ESTAR BIEN CON DIOS Romanos 3: 19 - 26

Entonces ¿de qué sirve la ley? La ley sirve para que el hombre se dé cuenta de su pecado. Solamente cuando el hombre sabe lo que tiene que hacer, puede darse cuenta de que no lo está haciendo. Solamente cuando el hombre conoce la ley y trata de cumplirla se da cuenta de que no lo está cumpliendo. La ley tiene el fin de demostrarle al hombre su pecaminosidad y su debilidad. ¿Está el hombre, entonces, enajenado de Dios? Lejos de ellos. Porque el camino de Dios no es camino de la ley, sino el camino de la gracia. No es el camino de las obras, sino el camino de la fe. Para aclarar lo que quiere decir, Pablo utiliza tres metáforas: 1) Usa la metáfora del tribunal, que es la metáfora que nosotros llamamos justificación. Pero

en cuanto a Dios y el hombre, el hecho es cuando el hombre se presenta ante Dios, es cualquier cosa menos inocente; es completamente culpable; y sin embargo, Dios con su asombrosa misericordia lo trata, lo juzga y lo considera como si fuera inocente. Esto es lo que significa la Justificación. Cuando Pablo dice “Dios justifica a los impíos”, quiere decir que Dios con su increíble misericordia trata al impío como si fuera un hombre bueno. Esto es lo que alarmó a los judíos en la más íntimo de su ser. Para ellos tratar a un hombre malo como si fuera bueno, señalaba que el juez era corrupto. “el que justifica al impío (es) abominación a Jehová” (Prov. 17.15)

2) Pablo usa la metáfora del sacrificio. Dice de Jesucristo que Dios le presentó como alguien que puede obtener el perdón de nuestros pecados. La palabra que Pablo usa para describir a Jesucristo es la palabra griega Ilasterion. La palabra proviene del verbo griego


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que denota conciliar. Es un verbo que tiene que ver con el sacrificio bajo el viejo sistema, cuando alguien quebrantaba la ley, llevaba a Dios un sacrificio.

3) Pablo usa la metáfora de la esclavitud. Habla de la liberación obrada a través de Jesucristo. La palabra es Apolutrosis, que significa rescate, redención, liberación. Esto quiere decir que el hombre estaba en el poder, en las garras, bajo el dominio del pecado, y que solo Jesucristo puede liberarlo de éste. Pablo está insistiendo en que nada de lo que nosotros podemos hacer puede ganarnos el perdón de Dios; sólo lo que Dios ha hecho por nosotros puede lograrlo; por lo tanto, el camino a la relación justa con Dios reside en la aceptación humilde y contrita del amor y la gracia que Dios nos ofrece en Jesucristo.

EL FINAL DE LAS REALIZACIONES HUMANAS Romanos 3: 27- 31 Pablo trata tres puntos aquí: 1) Si el camino de Dios es el camino de la fe y la aceptación, entonces, desaparece toda

jactancia en la realización humanas. Cierta clase de judaísmo llevaba una suerte de cuenta de pérdidas y ganancias con Dios. Había algunos judíos que guardaban estrictamente cada detalle de las leyes ceremoniales, y cada vez que cumplían con uno de esos ínfimos detalles, lo anotaban en el crédito. Al final, llegaban a formarse la idea de que Dios estaba en deuda con ellos. La posición de Pablo es que todo hombre es pecador, que nadie podrís jamás retrotraerse a una justa relación con Dios por sus propios esfuerzos, que todo hombre está en deuda con Dios, que deja de existir todo fundamento para la propia satisfacción y la jactancia.

2) Pero – podría responder un judío – eso puede estar bien para un gentil que nunca conoció la ley; pero ¿Qué pasa con el judío que conoce la ley? La respuesta de Pablo fue retrotraerse a la frase que es la base del credo judío, la frase con la cual empezaba y aún hoy empieza todo servicio en una sinagoga. “Oye Israel: Jehová nuestro Dios Jehová uno es” Deut. 6.4. No hay una clase de Dios para los gentiles y otra para los judíos. Dios es Uno. El camino hacia él es el mismo para los gentiles y para los judíos. No es el camino de las realizaciones humanas: es el camino de la confianza y de la fe.

3) Pero, dice el judío, ¿significa el fin de toda la ley?, Podríamos haber esperado que Pablo dijera: “Sí”. En realidad dice “No”. Dice en efecto que la ley se fortalece. ¿Qué quiere decir con esto? Quiere decir lo siguiente, hasta ahora el judío ha tratado de ser una buena persona, ha tratado de guardar los mandamientos, de servir a Dios porque temía a Dios, le aterraba el castigo que podía acarrearle la violación de la ley. Nosotros estamos libres para siempre del miedo a Dios, pero esto no es una razón para que hagamos cualquier cosa. Nunca podemos volver a hacer cualquier cosa porque ahora estamos sentenciados para siempre a ser bondadoso por la ley del Amor. Y esta ley del amor es una ley mucho más fuerte de lo que puede llegar a ser la ley del miedo.

LA FE QUE LE TOMA LA PALABRA A DIOS. Romanos 4: 1 - 8


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1) Los judíos tenían a Abraham como el gran fundador de la raza y como el dechado de todo lo que un hombre debía ser. Muy naturalmente el judío debía preguntar: “¿Si todo lo que tú dices es cierto, ¿cuál fue el atributo especial que le fue dado a Abraham cuando Dios lo seleccionó para ser el antecesor de su pueblo escogido? ¿En qué estriba la especial posición de Abraham? ¿Qué lo hace diferente de otra gente? Esta es la pregunta a que Pablo debe contestar.

2) Pablo justamente ha tratado de probar que lo que hace a un hombre justo con Dios no es la ejecución de las obras que señala la ley, sino la simple confianza que le tomó la palabra de Dios, y que cree que Dios todavía nos ama cuando no tenemos nada para merecer ese amor. La inmediata reacción del judío era: “Esto es completamente nuevo. Esto contradice todo lo que se nos ha enseñado a creer: es una doctrina completamente nueva e increíble y nunca antes escuchada”. La respuesta de Pablo es: lejos de ser nueva, esta doctrina es tan vieja como la fe judía. Lejos de ser una novedad herética, esta enseñanza es la base misma de la religión judía”.

3) Pablo comienza a hablar de Abraham. Porque era un sabio maestro que conocía la mentalidad humana y la forma en que ella funciona. Él ha estado hablando acerca de la fe. Ahora bien, es un sustantivo abstracto y una idea abstracta. La mente humana común encuentra que las ideas abstractas son muy difíciles de captar y de entender. El maestro sabio sabe que cada palabra debe transformarse, encarnarse, cada idea debe convertirse en una persona, que la única forma en que una persona común puede captar una idea abstracta, ver esa idea en acción y verla encarnada en una persona. Así pues, Pablo, en efecto, dice: “he estado hablando sobre la fe. Si queréis ver lo que es la fe mirad a Abraham”. Pablo se acerca a Abraham para hacer ver a sus lectores la idea abstracta de la fe en acción concreta, para que ellos puedan realmente captar qué entiende él por fe.

Aquí encontramos nuevamente la ruptura básica entre el legalismo judío y la fe cristiana. El pensamiento básico de los judíos era que el hombre debía ganar el favor de Dios. El pensamiento básico de la cristiandad es que el hombre nunca puede ganar el favor de Dios, que todo lo que puede hacer es tomarle la palabra a Dios y arraigar todo sobre la fe de que las promesas de Dios son ciertas. El argumento de Pablo era – y, por cierto, Pablo tenía incuestionable razón – que Abraham entró en una relación justa con Dios, no porque hubiera hecho toda clase de obras legales, sino porque se arrojó tal como era, sobre las promesas de Dios. EL PADRE DE LOS FIELES. Romanos 4: 9 – 12 1) Abraham no es el padre de aquellos que han sido circuncidados, es el padre de aquellos

que hicieron el mismo acto de fe en Dios que él hizo. Es el padre de todo aquel que, en todos los tiempos le toma la palabra a Dios, como él lo hizo. Esto significa que el verdadero judío no es el racialmente judío y físicamente circunciso. El verdadero judío es aquel que cree en Dios como Abraham lo hizo. La palabra judío ha dejado de ser una palabra que describe una nacionalidad, para pasar a ser una palabra que describe una forma de vida y una reacción hacia Dios. Los descendientes de Abraham no son los miembros de una nación en particular, sino los que en cualquier nación pertenecen a la familia de Dios.


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LA GRACIA LO ES TODO. Romanos 4: 13 - 17

Pablo veía las cosas en términos de blanco o negro. Veía dos únicos caminos para tratar de entrar en una justa relación con Dios. Por un lado, está la dependencia del esfuerzo humano; por el otro, dependencia de la gracia divina. Por un lado está la constante batalla perdida por obedecer una ley imposible; por el otro, la fe que simplemente le toma la palabra a Dios.

1) En cada lado había tres cosas. En un lado estaba la promesa de Dios. En griego hay dos

palabras que significan promesa: una es Hyposquesis, que significa una promesa sujeta a condiciones. “Yo prometo hacer esto, si tú prometes hacer aquello”. La otra es Epaggelia, que significa una promesa hecha por la bondad del corazón de alguien, y en forma incondicional. Y es Epaggelia la que Pablo usa al referirse a la promesa de Dios. Es como si dijera: “Dios es como un padre humano: promete amar a sus hijos, no importa lo que ellos hagan”. En verdad, el amar a algunos lo hará feliz, mientras el amar a otros lo entristecerá, pero en ambos casos no nos abandonará. No depende de nuestro mérito, sino del propio generoso corazón de Dios.

a) Luego está la fe. Fe es la certeza de que Dios es como es. Es descansar recostándose en este amor del cual el miedo está eliminado para siempre.

b) Luego está la gracia. El don de la gracia es siempre algo que se ha ganado y no se merece. La verdad es que el hombre nunca puede ganar el amor de Dios. Debe hallar siempre su gloria, no en lo que él hace por Dios, sino en lo que Dios ha hecho por él.

c) Del otro lado está la ley. Ahora bien, el problema en cuanto a la ley ha sido siempre que puede diagnosticar el mal pero no puede efectuar una cura. La ley le muestra al hombre cuando se equivoca, pero no le ayuda a evitar equivocarse.

d) Está la transgresión. Cada vez que se introduce una ley, sigue la transgresión. Nadie puede quebrantar una ley que no existe; y nadie puede ser condenado por violar una ley cuya existencia ignora.

e) Está la ira. Pensemos en la ley, pensemos en la transgresión e inevitablemente el próximo pensamiento es la ira. Pensemos en Dios en término de la ley, y no podremos hacer otra cosa que pensar en Dios en término de justicia ultrajada. Pensemos en el hombre en término de la ley, y no podremos hacer otra cosa que pensar en el hombre como a ser condenado por Dios. Así pues, Pablo deja establecido ante los romanos los dos caminos. El uno es el camino en el que el hombre busca relacionarse con Dios por sus propios esfuerzos. Es un camino que está destinado al fracaso. El otro es el camino en el cual el hombre, en confiada fe, entra en una relación con Dios, que por la gracia de Dios ya existe, y en el cual sólo debe entrar con confianza.

CREER EN EL DIOS QUE HACE POSIBLE LO IMPOSIBLE. Romanos 4: 18 - 25


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La esencia de la fe de Abraham en este caso era que había creído que Dios podía hacer posible lo imposible. Si seguimos creyendo que todo depende de nuestros esfuerzos, estamos limitados a ser pesimistas porque la experiencia ha demostrado la triste verdad que nuestros esfuerzos pueden realizar muy poco. Cuando comprendamos que no es nuestro esfuerzo, sino la gracia y el poder de Dios lo que importa, entonces nos transformaremos en optimistas, porque estamos obligados a creer que con Dios nada es imposible. CONFIANZA EN DIOS. Romanos 5: 1 - 5

Este es uno de los grandes pasajes líricos de Pablo, en el cual canta el gozo profundo de confianza en Dios. La confianza de la fe, la aceptación de Dios por su palabra, ha hecho lo que el esfuerzo por realizar las obras de la ley no ha podido hacer nunca; le ha dado al hombre paz con Dios. Antes que viniera Jesús, y antes que el hombre aceptara como verdadero lo que Jesús dijo acerca de Dios, nadie pudo jamás intimar con Dios. Hay quienes han visto a Dios no como el supremo bien, sino como el supremo mal. Por medio de Jesucristo, dice Pablo, tenemos entrada a la gracia en la cual permanecemos firmes. El término que Pablo utiliza es: Prosagoge. Es un término que implica dos grandes figuras: a) Es el término común para referirse a la introducción o presentación de alguien ante la

presencia de la realeza; y es el término común para referirse al acercamiento del adorador a Dios. Es como si Pablo dijese: “Jesús nos introduce a la presencia misma de Dios”. Jesús nos abre la puerta a la presencia del rey de reyes; y cuando esas puertas se abren lo que hallamos es gracia; no-condenación ni juicio, ni venganza, sino la pura, inmerecida, inmotivada, increíble bondad de Dios.

b) El término también significa: rada o puerto, podemos arribar a ese puerto seguro, sin tempestad y conocer la calma de depender no de lo que podemos hacer, sino de lo que Dios ha hecho por nosotros. Pero ni bien Pablo ha dicho esto, le llama la atención la otra parte de la cuestión. Todo es

verdadero, todo es glorioso; pero lo cierto es que en esta vida los cristianos se hallan en situación difícil. Era difícil ser cristiano en Roma. Recordando esto Pablo alcanza un alto clímax. “La tribulación”, dice: produce “paciencia”. La palabra utilizada para tribulación es: Thlipsis, que significa literalmente presión. Toda clase de cosas puede hacer presión sobre los cristianos – la presión de la privación, y la necesidad y la estrechez de las circunstancias, la presión del pesar, la presión de la persecución, la presión de la impopularidad y la soledad.

Todo esto produce paciencia que es Hypomone en griego y significa más que fortaleza; significa el espíritu que vence al mundo; no significa el espíritu que resiste pasivamente, sino que vence y conquista activamente las pruebas y tribulaciones de la vida. Hypomone no es el espíritu que se echa y permite que lo cubran las aguas; es el espíritu que enfrenta las cosas y las supera. “La paciencia” – continúa Pablo – “produce prueba”. La palabra que utiliza para prueba es: Dokimé. Dokimé: se utiliza para referirse al metal que ha sido sometido al fuego para limpiarlo de todas sus impurezas. Es utilizada con referencia al acuñar monedas de la manera que usamos el término acrisolar. LA PRUEBA FINAL DEL AMOR. Romanos 5: 6 - 11


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El hecho de que Jesús murió por nosotros es la prueba final del amor de Dios. Sería

bastante difícil conseguir que un hombre muriese por un justo. Se podría persuadir a alguien a que muriera por algún buen y gran principio. Alguien podría tener tan grande amor que fuera movido a dar su vida por un amigo.

No fue por salvar a hombres buenos que murió Cristo; eran pecadores. No fue por rescatar amigos de Dios que murió Cristo; eran hombres que estaban en enemistad con Dios. RUINA Y RESCATE. Romanos 5: 12 - 21

Si pusiéramos el pensamiento de este pasaje en una sola oración, la cual, de hecho sería lo que Pablo se propuso escribir desde el principio, y que dejó de lado, sería ésta: “Por el pecado de Adán todos los hombres llegaron a ser pecadores y enajenados de Dios; por la justicia de Dios (Jesucristo), todos los hombres llegaron a ser justos y fueron restaurados a una correcta relación con Dios. Pablo por cuanto de hecho, dice esto mucho más claro en 1º Cor. 15:21-22

¿Cuáles son pues, las ideas básicas judías a la luz de las cuales debemos leer este pasaje? Una idea que es de suprema importancia. a) Está la idea de solidaridad. Verdaderamente el judío nunca se consideró a sí mismo como

un individuo; él siempre se consideró parte de un clan, una familia, una nación y aparte de aquella sociedad no tenía verdadera existencia. Si se le preguntara a un aborigen Australiano por su nombre, él respondería el nombre de su tribu. En el caso de Acán, sustrajo las prendas, pero fue la tribu afectada por su acción.

Ahora bien, así es como Pablo ve a Adán. Este no era un individuo Adán era uno de la humanidad, y, porque Adán era uno de la humanidad, toda la humanidad pecó en él. Su pecado fue el pecado de todos los hombres MORIR PARA VIVIR. Romanos 6: 1 - 11 En este pasaje se encuentran tres verdades permanentes: 1) Es terrible procurar negociar con la misericordia de Dios. Es terrible hacer de la

misericordia de Dios una excusa para pecar. Considerémoslo en términos humanos. Cuán vil sería para un hijo (a) libre para pecar, por saber que el padre o la madre le perdonarían. Esto sería sacar ventaja del amor para quebrantar el corazón del amor.

2) El hombre que emprende el camino cristiano es convocado a una clase diferente de vida. Ha muerto para una clase de vida y ha nacido para otra. Es esencialmente un hombre distinto. En los tiempos modernos tenemos la tendencia a acentuar el hecho de que la aceptación del camino cristiano no hace mucha diferencia en la vida e un hombre. Pablo habría dicho que debería hacer toda la diferencia del mundo.

3) Pero cuando un hombre acepta a Cristo, hay en su vida algo más que un mero cambio ético. Hay una verdadera unión con Cristo; una real identificación. De hecho, la simple verdad es que no es posible un cambio ético sin la unión con Cristo. El hombre está en


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Cristo. Un gran erudito ha sugerido esta analogía para esta frase. No podemos vivir nuestra vida física a menos que estemos en el aire, y el aire esté en nosotros. A menos que Cristo esté en nosotros, y nosotros en Cristo, no podemos vivir la vida de Dios. Limitar el cristianismo a una exigencia ética, y dejar fuera esta esencial unión con Cristo, es dejar al cristianismo a menos de mitad de camino.

LA PRÁCTICA DE LA FE Romanos 6: 12 – 14

No hay transición más típica en Pablo que la resurrección entre este pasaje y el que le precede. El pasaje anterior era el escrito de un místico. Hablaba de la unión mística entre el cristianismo y Cristo que ocurre por el bautismo. El cristianismo no es una experiencia emocional; es un modo de vida. El cristianismo no está llamado a complacerse en una experiencia por maravillosa que sea; está llamado a salir y vivir cierta clase de vida a despecho de los ataques y problemas del mundo. Es la cosa más común, en el mundo de la vida religiosa, sentarse en la iglesia y sentir que nos envuelve una onda de sentimientos. Esta emoción debe traducirse en acción. El sentimiento religioso nunca puede ser sustituto del hacer religioso. El cristianismo no puede ser solamente una experiencia de un lugar secreto; debe ser una vida en la plaza pública. Cuando el hombre sale al mundo es confrontado con una situación aterradora. El pensamiento de Pablo es que tanto Dios como el pecado están buscando armas para usar. Dios no puede obrar sin los hombres. Si quiere decir una palabra, tiene que conseguir un hombre que la diga. Si quiere realizar una acción, tiene que conseguir a un hombre que la haga, Si quiere alegrar, alentar, fortalecer, ayudar a una persona, tiene que conseguir a un hombre que la haga. Dios como se ha dicho, está en todas partes buscando manos que utilizar. Es como Pablo dijera: “en este mundo hay una batalla eterna entre el pecado y Dios; elige tu lado”. Estamos enfrentados con la tremenda opción de convertirnos en armas, en las manos de Dios, o armas en las manos del pecado. LA POSESIÓN EXCLUSIVA Romanos 6: 15 – 23

Para cierto tipo de mentalidad la doctrina de la libre gracia es siempre una tentación. Existe siempre la tentación de decir: “si el perdón es tan fácil e inevitable, si el único deseo de Dios es perdonar a los hombres, y si la gracia de Dios es suficientemente amplia como para cubrir toda mancha y defecto, ¿Por qué preocuparse por el pecado? ¿Por qué no actuar como queremos? Si al fin todo será lo mismo. Apenas Pablo hubo dicho que el cristianismo ya no está bajo la ley, sino bajo la gracia, se dijo precisamente esto. Pablo contradice este argumento usando una vívida figura. Dice: “una vez os entregasteis al pecado como sus esclavos, cuando así lo hicisteis, la justicia no tuvo derechos sobre vosotros. Pero ahora, os habéis entregado a Dios como esclavos de la justicia; al hacerlo así, el pecado no tiene derechos sobre vosotros”. Para comprender esto debemos analizar la condición de esclavo. Cuando pensamos en un sirviente, en nuestro sentido de la palabra, pensamos en un hombre que de cierta parte acordaba de su tiempo a su amo, y que por hacerlo recibe cierta paga acordada.


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LA NUEVA ALIANZA Romanos 7: 1 – 6

Raramente escribió Pablo un pasaje tan dificultoso y complicado como éste. C. H. Dodd dijo de éste pasaje que cuando lo estudiáramos debíamos tratar de olvidarnos de lo que Pablo dice y tratar de descubrir lo que quiere dar a entender. El pensamiento básico de este pasaje se funda en el principio legal de que la muerte cancela todos los contratos. Pablo comienza con la ilustración de ésta verdad, y quiere usar ésta figura como símbolo de lo que le sucede al cristiano. En tanto el marido de una mujer vive, ella no puede volver a casarse. Si lo hace, está en adulterio. Pero si su marido muere, el contrato es por decirlo así, cancelado, y ella queda libre para casarse con quien guste. Ahora, en vista de esto, Pablo diría que estamos casados con el pecado; que este pecado fue muerto por Cristo; y que por lo tanto, estamos libres para casarnos con Dios. Esto es lo que indudablemente lo que Pablo quiso decir. Pero en esta figura aparece la ley. Pablo aún podría haber puesto la cosa más sencillamente. Podría haber dicho que estamos casados con la ley; que la ley fue muerta por la obra de Cristo. Pero, repentinamente, lo pone de otra manera, y, en su figura aparece repentinamente cambiada, somos nosotros quienes morimos a la ley. ¿Cómo puede ser esto? Por el bautismo tenemos participación en la muerte de Cristo. Esto significa que habiendo muerto somos exonerados de toda obligación y deber hacia la ley, y que quedamos libres para casarnos otra vez. Esta vez nos casamos, no con la ley, sino con Cristo. Cuando esto sucede, la obediencia cristiana resulta basada no en una obediencia externamente impuesta a un código escrito de leyes, sino en una sumisión interior de nuestro espíritu a Jesucristo. LA EXTRAORDINARIA PERVERSIDAD DEL PECADO Romanos 7: 7 – 13

Con este pasaje comienza una de las grandes secciones del nuevo testamento, y uno de los pasajes más conmovedores; porque aquí Pablo nos da su verdadera autobiografía espiritual y desnuda su propio corazón y alma. 1) La ley define el pecado. El pecado sin la ley no tiene existencia. Hasta que la ley no define

algo como pecado, el hombre no puede saber que es pecado. Podemos sacar cierta analogía de las reglas de cualquier juego. Tenemos el tenis, una persona puede no conocer las reglas y puede cuando está jugando permitir que la pelota pique más de una vez antes de devolverla por sobre la red. Mientras no haya regla, no puede ser acusada de ninguna falta. Pero entonces se hacen las reglas, y se establece que la pelota debe ser devuelta por sobre la red después de un solo pique, y que si se permite que pique dos veces se incurre en una falta. Así la ley define el pecado.

2) 3) Pablo tiene una palabra reveladora que aplica al pecado: “El pecado – dice – me seduce”.

En el pecado hay siempre desilusión. Se dice que desengaño y desilusión del pecado actúan en tres direcciones:


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a) Nos engañamos al considerar la satisfacción que encontraremos en el pecado. Nadie habría tomado una cosa prohibida si no pensara que lo haría feliz, y nadie encontró nunca que así fuera.

b) Nos engañamos al considerar la excusa que podemos dar por ello. Todo hombre piensa que puede presentar una defensa por hacer lo malo; pero toda defensa del hombre ha sonado fútilmente, cuando se la hizo en la presencia de Dios.

c) Nos engañamos al considerar la probabilidad de escapar a sus consecuencias. Nadie peca sin la esperanza, y aún en la certeza de que puede como dijimos, salir bien. Pero lo cierto es que, tarde o temprano nuestro pecado nos atrapará.

LA SITUACIÓN HUMANA Romanos 7: 14 – 25

En este pasaje Pablo está desnudando su propia alma, hablándonos de su propia experiencia que es la esencia misma de la situación humana. Él sabía lo que era bueno, deseaba hacer lo que era bueno, y sin embargo, no podía hacerlo. Sabía lo que era malo, lo último que hubiera querido hacer era hacer lo malo; y sin embargo, lo hacía. Se sentía como una personalidad dividida, era como si dos hombres estuvieran dentro de la misma piel. Se sentía arrastrado en dos direcciones. Él se reconocía como una guerra civil andante. Él se sentía acosado por ese sentimiento de frustración, esa capacidad para ver lo que era bueno, y esa incapacidad para hacerlo; esa capacidad para reconocer lo que era malo, y esa incapacidad para contenerse de hacerlo. Los contemporáneos de Pablo conocían bien ese sentimiento, como ciertamente lo conocemos nosotros. Séneca habló de nuestra “impotencia” en las cosas necesarias. Acerca de cómo los hombres odian sus pecados y los aman al mismo tiempo, Ovidio, el poeta romano escribió la famosa máxima: “Yo veo las cosa mejores y las apruebo, pero sigo las peores”. Nadie conocía este problema mejor que los judíos. Ellos lo habían resuelto diciendo que en cada hombre hay dos naturalezas, dos tendencias, dos impulsos. Les llamaron el Yester habot y el Yester hara. Era convicción judía que Dios había hecho a los hombres de esta manera, que todos los hombres tenían dentro de ellos un impulso bueno y uno malo. Había rabinos que creían que en el impulso malo estaba en el propio embrión en la matriz, es decir, antes que naciera el ser. Era “una segunda personalidad malévola”. Era el enemigo implacable del hombre que estaba allí esperando, si fuera necesario toda una vida, una oportunidad para al fin arruinarlo. Pero para ellos era igualmente evidente, en teoría, que nadie tenía por qué sucumbir a ese impulso malo. Para los judíos todo era cuestión de elección. Desde un punto de vista, podemos decir que es una demostración de lo inadecuado. a) Demuestra lo inadecuado del conocimiento humano: Si conocer lo bueno fuera hacerlo, la

vida sería fácil. b) Demuestra lo inadecuado de la decisión humana: Decidir hacer algo está muy lejos de

hacerlo c) Demuestra las limitaciones de la diagnosis: Pablo sabía con toda claridad lo que era malo;

pero era incapaz de corregirlo. Era como el médico que puede diagnosticar con exactitud una enfermedad, pero que es totalmente impotente para prescribir una cura.


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LA LIBERACION DE NUESTRA NATURALEZA HUMANA Romanos 8: 1 – 4

A través de este capítulo dos palabras se repiten una y otra vez. Estas dos palabras son carne (Sarx) y espíritu (Pneuma). No entenderemos el pasaje a menos que comprendamos el modo en que Pablo usa estas palabras. 1) En primer lugar, tenemos la palabra Sarx. Literalmente significa carne, y la más somera

lectura de las cartas de Pablo mostrará cuán frecuentemente usa el término, y como lo usa en un sentido que le es del todo propio. En términos generales, la usa de tres maneras diferentes: a) En sentido totalmente literal. Habla de circuncisión en la carne (Rom. 2:28). Significa sencillamente corporal. b) Una y otra vez usa la frase Kata Sarka, que significa literalmente según la carne. Más frecuentemente significa mirar las cosas de un punto de vista humano. Por ejemplo, Pablo dice que Abraham es nuestro antecesor Kata Sarka, según la carne, que es, desde el punto de vista humano. Dice que Jesús es hijo de David Kata Sarka, según la carne (Rom. 1:23) Es decir, por el lado humano de su ascendencia Jesús es hijo de David. Habla de los judíos como sus parientes Kata Sarka, (Rom. 9:3) Esto, es decir, hablando de relaciones humanas y en términos humanos, los judíos son parientes de Pablo. Cuando Pablo usa la frase Kata Sarka, indica siempre que está considerando las cosas desde un punto de vista humano. c) Pablo tiene un uso del término Sarx que le es del todo propio. Cuando está hablando de los cristianos, habla de los días en que estaba en la carne (en Sarx) (Rom. 7:5) Habla de aquellos que andan conforme a la carne en oposición a aquellos que viven la vida cristiana (Rom. 8:4-5). Dice de aquellos que viven según la carne no pueden agradar a Dios (Rom. 8:8) Dice el ocuparse de la carne es muerte, y que ésta es hostil a Dios (Rom. 8:6-8) Habla acerca de vivir conforme a la carne (Rom. 8:12) Dice a sus amigos cristianos: “vosotros no vivís según la carne” (Rom. 8:9) Ahora bien, es evidente, especialmente en el último ejemplo, que Pablo no está usando el término carne simplemente en el sentido del cuerpo, como nosotros decimos carne y sangre. ¿Cómo lo usa entonces? Cuando Pablo usa el término de carne de esta manera se refiere realmente a la naturaleza humana en toda su debilidad, su impotencia y su desamparo. Se refiere a la naturaleza humana en su vulnerabilidad al pecado y a la tentación. Se refiere a aquella parte del hombre que da al pecado su oportunidad y su cabeza de puente. Se refiere a la naturaleza humana pecaminosa sin Cristo y sin Dios, significa todas las cosas que atan al hombre al mundo en lugar de a Dios. Vivir según la carne es vivir una vida mundana, una vida dominada por los dictados y deseos de la pecaminosa naturaleza humana en lugar de una vida dominada por los dictados de Dios y su amor. La carne es el lado más bajo de la naturaleza del hombre. Se debe notar cuidadosamente que cuando Pablo piensa acerca de la clase de vida que vive un hombre dominado por la carne, Sarx, no está de ninguna manera pensando en pecados sexuales y corporales.


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LOS DOS PRINCIPIOS DE LA VIDA Romanos 8: 5 – 11

En este pasaje Pablo traza un contraste entre dos clases de vida.

a) Está la vida dominada por la naturaleza humana pecaminosa; la vida absorbida por las cosas que fascinan a la naturaleza humana pecaminosa; la vida cuya única ley son los propios deseos; la vida que toma lo que quiere donde quiere. En diferentes personas esta vida será descrita de diferentes maneras. Puede estar dominada por la pasión, o por la lujuria o por el orgullo, o por la ambición. Su característica es su absorción por las cosas sobre las cuales pone su corazón la naturaleza humana sin Dios.

b) Está la vida dominada por el Espíritu de Dios. En el corazón del hombre está el Espíritu. Así como vive en el aire, vive en Cristo, nunca separado de él. Como respira el aire y el aire lo llena, así lo llena Cristo. No tiene una mente propia. Cristo es su mente; no tiene deseos propios, la voluntad de Cristo es su única ley; está dominado por el Espíritu, está dominado por Cristo. Enfocado en Dios.

EL INGRESO A LA FAMILIA DE DIOS Romanos 8: 12 – 17 Pero las consecuencias de la adopción son lo más significativo para la figura que Pablo tiene en mente. Hay cuatro consecuencias principales: 1) La persona adoptada perdía todos los derechos en su antigua familia, y ganaba todos los

derechos de un hijo totalmente legítimo en la nueva familia. En el sentido más literal, y con la mayor obligatoriedad legal obtenía un nuevo Padre.

2) Se sigue que se convertía en heredero de todos los bienes de su nuevo padre. Aunque nacieran después otros hijos, que tenían verdadera relación sanguínea, esto no afectaba sus derechos. Él era coheredero con ellos inalienablemente (exclusivo).

3) Legalmente, la antigua vida del adoptado quedaba totalmente cancelada. Por ejemplo: todas las deudas quedaban legalmente canceladas, eran canceladas como nunca hubieran existido. La persona adoptada era considerada como una nueva persona que entraba en una nueva vida con la cual el pecado no tenía nada que ver.

4) A los ojos de la ley la persona adoptada literal y absolutamente pasaba a ser hijo(a) de su nuevo padre. La historia romana proporcionaba un ejemplo sobresaliente de la verdad literal y completa de esto. Claudio adopta a Nerón. La figura de Pablo era que cuando un hombre se hace cristiano entra en la familia misma de Dios. Él no ha hecho nada para ganarlo; no ha hecho nada para merecerlo; Dios, el supremo Padre, en su sorprendente amor y misericordia, ha tomado al pecador perdido, desamparado, herido por la pobreza, cargado de deudas y lo ha adoptado en su propia familia, de manera que las deudas son canceladas y hereda inmerecido amor y gloria.


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LA ESPERANZA GLORIOSA Romanos 8: 18 – 25

Pablo ha estado hablando de la gloria de ser adoptado en la familia de Dios, y luego, después de la idea de la gloria, retoma al estado de lucha en este mundo presente. Aquí traza un gran cuadro. Habla con la visión de un poeta, aguardando la gloria que vendrá. Por el momento la creación está sujeta a corrupción. En el versículo 19, Pablo usa una maravillosa palabra para anhelo ardiente. La palabra es Apokaradokia; ésta describe la actitud del hombre que escudriña el horizonte con la cabeza extendida hacia delante, buscando ansiosamente a la distancia la primera señal de la irrupción de la gloria. Para Pablo la vida no era una espera pesada y frustrante; la vida era una palpitante y vívida expectativa. El cristiano está envuelto en la situación humana, interiormente debe luchar con su propia naturaleza humana pecaminosa. Exteriormente debe vivir en un mundo de muerte y corrupción. Pero, no sólo vive en el mundo; vive también en Cristo. No solamente ve el mundo, mira más allá del mundo, hacia Dios. El cristiano no sólo ve la consecuencia del pecado del hombre; él ve el poder de la misericordia y el amor de Dios. Y, por lo tanto, la tónica de la vida cristiana es siempre la esperanza y nunca la desesperación. El cristiano aguarda, no la muerte, sino la vida. TODO ES DE DIOS Romanos 8: 26 – 30 Los primeros dos versículos de este pasaje forman uno de los textos más importantes de todo el nuevo testamento sobre la oración. Pablo está diciendo que, por causa de nuestra debilidad, no sabemos por qué orar, pero las oraciones que deberíamos ofrecer nosotros son ofrecidas por nosotros por el Espíritu Santo de Dios. C. H. Dodd define la oración define la oración de esta manera: “La oración es lo divino en nosotros apelando a lo divino sobre nosotros”. Hay dos razones muy obvias por las que no podemos orar como deberíamos. Primero, no podemos orar correctamente porque no podemos prever el futuro. Nosotros no podemos prever un año, ni aún unas horas hacia el futuro; y bien podemos pedir ser salvados de cosa que son para nuestro bien, y podemos pedir cosas que serían para nuestro daño final, simplemente porque no podemos ver el futuro y saber qué va a suceder. En Segundo lugar, no podemos orar correctamente porque en una situación dada no sabemos qué es lo mejor para nosotros. Frecuentemente estamos en la posición del niño que quiere algo que serviría sólo para dañarle; y Dios está frecuentemente en situación de un Padre que tiene que rechazar los requerimientos de su hijo, o que tiene que obligar al hijo a hacer algo que no quiere hacer, porque sabe que para el bien del niño es mucho mejor que lo que el mismo niño hace. Aún los griegos sabían esto. Pitágoras prohibía a sus discípulos orar por ellos mismos, porque, decía, en su ignorancia no podían saber nunca lo que era conveniente para ellos. Jenofonte nos dice que Sócrates enseñó a sus discípulos a orar sólo por cosas buenas, y no intentar especificarlas, sino dejar a Dios decidir cuáles eran las cosas buenas. C. H. Dodd lo expresa de la siguiente manera: nosotros no podemos conocer nuestra real necesidad; no podemos con nuestras mentes finitas comprender el plan


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de Dios; en último análisis todo lo que podemos llevar a Dios es un suspiro inarticulado que el Espíritu traducirá por nosotros. Pero Pablo va más adelante, continúa hablando de la experiencia espiritual de cada cristiano. En la versión Reina-Valera sigue aquí un hermoso pasaje: “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó a éstos también llamó; a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó”. Éste es un pasaje que ha sido tremendamente mal utilizado, si queremos comprender este pasaje debemos captar el hecho básico de que Pablo nunca lo entendió como expresión de una filosofía o una teología; él quiso que fuera una expresión casi lírica de la experiencia cristiana. Si nosotros tomamos esto como una filosofía o una teología y le aplicamos las medidas de la fría lógica, podría significar que Dios escogió a algunos y no a otros, que hay una extraña y terrible selectividad en el amor de Dios. Pero esto, no es lo que significa el pasaje. Pensemos en la experiencia cristiana, mientras más piensa un cristiano en su experiencia, más se convence de que nada tiene que ver con ella y que todo es de Dios. Jesucristo vino a este mundo, vivió, fue a la cruz, resucitó y nosotros no hicimos nada para concretar esto; es la obra de Dios. Nosotros oímos la historia de ese maravilloso amor, nosotros no hicimos la historia; sólo la recibimos. El amor despertó nuestros corazones; sobrevino la convicción de pecado y con ella la experiencia del perdón y la salvación; nosotros no llevamos a cabo esto: Todo es de Dios. Esto es lo que Pablo está recordando aquí, el A.T., tiene un uso muy clarificador del término conocer, “Yo te conocí en el desierto”, dijo Dios a Oseas acerca del pueblo de Israel (Os. 13.5) “A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra”- dijo Dios a Amós. (Am. 3.2) Cuando la Biblia habla de que Dios conoce a un hombre, significa que: Dios tiene un plan y propósito y un designio y una tarea para ese hombre. Y cuando nosotros miramos atrás en nuestra experiencia, todo lo que podemos decir es: “yo no hice esto, todo lo hizo Dios”. Y sabemos que esto no nos quita el libre albedrío. Dios conoció a Israel, pero llegó el día en que Israel rechazó el destino que Dios quería para él. La guía invisible de Dios está en nuestras vidas, pero al fin de la jornada podemos rechazarla y tomar nuestro propio camino: la profunda experiencia del cristiano es que todo es de Dios; que él nada hizo y que todo lo hizo Dios. Esto es lo que Pablo quiere dar a entender aquí. Significa que Dios desde el principio nos señaló para la salvación; que a su debido tiempo vino a nosotros su llamado pero Pablo también sabía que el orgullo del corazón del hombre para hacer naufragar el plan de Dios y la desobediencia de la voluntad del hombre puede rechazar el llamamiento. EL AMOR DEL CUAL NADIE PUEDE SEPARARNOS Romanos 8: 31 - 39 1) Podemos tomar estos versículos como dos declaraciones seguidas de dos preguntas que

proveen las inferencias que se siguen de estas declaraciones. a) Es Dios quien absuelve a los hombres, ésta es la declaración. Siendo así ¿Quién puede

condenarlo? Si el hombre es absuelto por Dios, entonces es salvado de toda otra condenación.


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b) Nuestra fe en Cristo que murió y resucitó y que vive para siempre, ésta es la declaración. Si esto es así ¿Hay algo en éste o cualquier otro mundo que pueda separarnos de nuestro Señor resucitado?

Si lo tomamos de esta manera, sentamos dos grandes verdades:

a) Dios nos ha absuelto; por lo tanto, Nadie puede condenarnos. b) Cristo ha Resucitado; por lo tanto, Nada puede separarnos de Él.

2) Pero hay manera de tomarlo. Dios nos ha absuelto.

¿Quién puede levantarse en juicio contra nosotros y condenarnos? La respuesta es que el juez de todos los hombres es Jesucristo. Él es el único que tiene derecho a condenar; pero lejos de condenar, él está sentado a la diestra de Dios e intercede por nosotros y por lo tanto, estamos seguros. Puede ser que en el versículo 34 Pablo esté haciendo algo maravilloso. Veamos lo que dice de Jesús, con estas cuatro cosas acerca de él: a) Él Murió b) Él Resucitó c) Él está a la diestra de Dios d) Él allí intercede y aboga por nosotros. Ahora bien, el credo más primitivo de la Iglesia, un credo que es todavía la esencia de todos los credos cristianos, así se lee su enunciado: “Fue crucificado, muerto y sepultado; al tercer día resucitó de entre los muertos; y está sentado a la diestra de Dios; de donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos”

LA ELECCION DE DIOS Romanos 9: 7 – 13

Si pues, los judíos rechazaron y crucificaron a Jesús, el hijo de Dios, ¿Significa esto que el propósito de Dios fue frustrado y anulado el plan de Dios? Pablo elabora un extraño argumento para probar que nos es así. De hecho no todos los judíos rechazaron a Jesús; algunos de ellos lo aceptaron, porque por supuesto, todos los primeros seguidores de Jesús fueron judíos, antes que el evangelio llegara a los gentiles, y Pablo mismo era judío. Ahora bien, dice Pablo, si retrocedemos en la historia de Israel veremos actuar una y otra vez un proceso de selección. Una y otra vez vemos que no fueron todos los judíos los que entraron en el propósito y designio de Dios. Algunos estaban y otros no. La línea de la nación, a través de la cual Dios obraba y en la cual llevaba a cabo su plan, no estuvo en ningún momento integrado por todos aquel que podía pretender una descendencia física de Abraham. En el fondo de todo el plan no está meramente la descendencia física, hay selección, la elección de Dios. Para probar su caso, Pablo cita dos casos de la historia judía y los apoya con textos de prueba. Abraham tuvo dos hijos, Ismael que era hijo de la sierva Agar, e Isaac que era hijo de su esposa Sara. Tanto, Ismael como Isaac eran verdaderos descendientes de sangre de Abraham. Físicamente ambos eran sus hijos. Sara muy anciana cuando tuvo a su hijo, tanto que, humanamente hablando, era una imposibilidad. Ahora bien, Ismael había sido el hijo de un proceso humano natural y normal y de un deseo humano; pero Isaac había sido el hijo de la promesa de Dios, nacido cuando, desde el punto de vista humano, hubiera sido imposible que naciera. (Gn. 18. 10-14) El derecho de descendencia le fue dado al hijo de la promesa. Aquí está la primera prueba de que no


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todo descendiente físico de Abraham debe ser considerado judío, como escogido. Dentro de la nación, la selección y elección de Dios había continuado. Luego Pablo procede a citar otro ejemplo: Cuando Rebeca la esposa de Isaac, esperaba un niño, le fue dicho por Dios que en su seno llevaba dos niños que serían los padres de dos naciones; pero que en los días por venir el mayor serviría y estaría sujeto al menor (Gn. 25.23) Así nacieron los mellizos Esaú y Jacob, y Esaú fue de hecho el mellizo mayor y con todo la elección de Dios recayó en Jacob, y fue por la línea de Jacob que habría de realizarse la voluntad de Dios. Para reforzar el argumento Pablo cita Malaquías 1: 2- 3, donde dios es representado diciendo el profeta: “y amé a Jacob y a Esaú aborrecí”. El argumento de Pablo es que el carácter de judío es más que la descendencia de Abraham que el pueblo elegido no era simplemente la suma total de todos sus descendientes físicos, que dentro de esa familia había un proceso de elección a través de toda la historia. Un judío podía comprender y aceptar totalmente el argumento hasta aquí. Los Árabes eran descendientes de Ismael que era hijo de carne y sangre de Abraham, pero nunca habrían soñado decir que los árabes pertenecían al pueblo escogido. Los edomitas fueron los descendientes de Esaú, lo que de hecho, es lo que Malaquías quiere decir dar a entender, y Esaú era hijo legítimo de Isaac, más aún su hermano mellizo de Jacob, pero ningún judío habría dicho nunca que los edomitas tenían alguna participación en el pueblo elegido. Desde el punto de vista judío, Pablo demostró un punto: había elección dentro de la familia de los descendientes físicos de Abraham. Pablo formula el siguiente punto, en sentido de que esta elección no tiene nada que ver con hechos y méritos y merecimiento humano de ello. La prueba de esto es que Jacob fue elegido y Esaú rechazado antes de haber nacido. La elección fue hecha mientras ellos eran todavía fetos en el seno de su madre. Todo es de Dios; detrás de todo está la acción de Dios; aún las cosas que parecen arbitrarias y fortuitas se remiten a Dios. No hay nada en este mundo que se mueva sin propósito. LA SOBERANA VOLUNTAD DE DIOS Romanos 9: 14 – 18 Pablo comienza a refutar los mismos argumentos y objeciones que surgen en nuestras mentes. Ha establecido que en toda la historia de Israel el proceso de selección y elección no estaba en méritos o merecimiento alguno de la persona elegida; nada más que de la voluntad de Dios propia. El objeto es preguntar: ¿pero es eso razonable?, ¿es eso justo?, ¿es justo que Dios practique una política totalmente arbitraria, como si fuera totalmente por encima de las cabezas de los hombres? – la respuesta de Pablo para poner sencillamente: es que Dios puede hacer lo que quiere. En los días terribles del imperio romano, cuando nadie tenía la vida segura, cuando cualquiera podía morir por el capricho de un emperador irresponsable y malicioso, Galba, uno de los emperadores dijo: cuando llegó a ser emperador, que ahora “él podía hacer lo que quería y a quien quería”. Honradamente, esto es lo Pablo está diciendo acerca de Dios en éste pasaje.


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El argumento aclara que, en la relación de Dios con los hombres, lo esencial nunca puede ser el derecho del hombre sobre Dios, sino solamente la voluntad y la misericordia de Dios. EL ALFARERO Y LA ARCILLA Romanos 9: 19 – 29 En los pasajes anteriores Pablo ha estado mostrando que, a través de toda la historia de Israel hubo un continuo proceso de selección y elección por parte de Dios. Surge una objeción muy natural: si en el fondo de todo proceso está la elección y el rechazo de Dios ¿Cómo puede Dios condenar a los hombres que le han rechazado? La falta no es de ellos en absoluto, es realmente de Dios. La responsabilidad no recae sobre ellos; recae sobre Dios. La respuesta de Pablo es sencilla, casi próxima en la crudeza. Su respuesta es que nadie tiene derecho a discutir con Dios. Cuando un alfarero hace una vasija, ésta no puede replicar contra el alfarero; el alfarero tiene absoluto poder sobre ella; del mismo montón de arcilla puede hacer una vasija para un propósito honroso y otro para un propósito bajo, y la arcilla no tiene nada que hacer con ello y ni siquiera tiene derecho a protestar. En cuanto a esto, Pablo toma la figura de Jeremías (Jer. 18:1-6) Hay dos cosas sobre esto:

a) Es una mala analogía. Un comentarista del nuevo testamento, dijo que éste es uno

de aquellos pocos pasajes que desearíamos que Pablo no hubiera escrito. Hay una diferencia entre un montón de arcilla y un ser humano. El ser humano es una persona y el montón de arcilla es una cosa. Puede ser que uno pueda hacer los que quiera con una cosa, pero no puede hacer lo que quiera con una persona. La arcilla no desea cuestionar. La arcilla no puede sentir ni pensar; la arcilla no puede ser angustiada, ni abrumada y torturada. Si alguno ha padecido inexplicablemente alguna pena tremenda, que le rompe el corazón y le entristece el alma, no sería de mucha ayuda decirle que no tiene derecho a lamentarse, porque Dios puede hacer lo que quiera. Ésta es la señal de un tirano, no de un Padre amante. Es un hecho básico del evangelio que Dios no trata a los hombres como el alfarero trata a la arcilla; los trata como a un Padre amante a su hijo.

b) Pero una vez dicho esto debemos recordar una cosa: Este pasaje surgió de un corazón angustiado. Pablo estaba enfrentando con el hecho abrumador de que el propio pueblo de Dios, sus propios parientes, habían rechazado y crucificado al propio hijo de Dios. No era que Pablo quisiera decir esto; se vio forzado a decirlo. La única explicación que pudo encontrar fue que, para su propio propósito, Dios había tenido que enceguecer de algún modo a su propio pueblo.

EL ERROR JUDÍO Romanos 9: 3 0 – 33 Los judíos trataron de hacer de Dios. El judío creía que podía ganar la salvación haciendo cosas para Dios; el gentil se maravillaba ante lo que dios había hecho por él. El judío trataba


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de encontrar el camino a Dios por las obras; el gentil llegaba por el camino de la confianza. Pablo estaba convencido de que nadie podía ganar el favor de Dios. Al final de éste pasaje tenemos la referencia a la piedra. Esta es una de las referencias características de los primitivos escritores cristianos. En el antiguo testamento, hay una serie de referencias más bien misteriosa a la piedra. En Génesis 49:24, se describe a Dios como el Pastor y la piedra (roca) de Israel. En Isaías 8:14, se dice que Dios será por piedra para tropezar y por tropezadero para caer, a las casas de Israel. En Isaías 28:16, dice que ha puesto en Sion por fundamento una piedra preciosa angular, de cimiento estable. En Daniel 2:34-35; 44-45, hay una referencia a una misteriosa piedra. En el Salmo 118:22 el salmista describe: “La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza de ángulo”. Ahora bien, cuando los cristianos comenzaron a buscar en el antiguo testamento pre-anuncios de Cristo, se encontraron con esas referencias a esa maravillosa piedra. E identificaron a Jesús con ella. Su justificación para hacerlo así fue que el relato del evangelio muestra a Jesús mismo haciendo esta identificación y tomando el versículo del salmo 118:22, para aplicarlo a sí mismo. Se lo representa haciéndolo así al final de la parábola de los labradores malvados Mt. 21:42. Los cristianos pensaron acerca de la piedra maravillosa que era el fundamente firme, la piedra que era la piedra angular que sostenía unida la totalidad del edificio, la piedra que había sido rechazada y había llegado a ser la piedra principal, como la figura de Cristo mismo. La cita que Pablo usa aquí, es una combinación de: Isaías 8:14 y 28:16. Los cristianos inclusive Pablo, las tomaron para significar esto: Dios ha propuesto a su hijo para ser el fundamento de la vida de todo hombre, pero cuando él vino lo rechazaron, y porque lo rechazaron este don de Dios que había sido propuesto para salvación llegó a ser causa de condenación. Esta figura de la piedra fascinaba a los cristianos. La encontramos una y otra vez en el nuevo testamento: Hch. 4:11; Ef. 2:20; 1ºPedro 2:4-6. La verdad eterna detrás de esta idea es ésta: Jesucristo fue enviado a este mundo para ser el salvador de los hombres. Pero Jesucristo es también la piedra de tope por la cual todos los hombres son juzgados. Si el corazón del hombre reboza de amor y sumisión a Jesús, Jesús es para él Salvación. Si el corazón de un hombre es eternamente insensible o airadamente rebelde, Jesús es para él Condenación. Jesús vino al mundo para nuestra salvación, pero por su actitud hacia Jesús un hombre puede obtener salvación o merecer la condenación. EL CELO EQUIVOCADO Romanos 10: 1 - 13 Pablo ha estado hablando sobre los judíos en forma harto dura. Les ha estado diciendo algunas cosas difíciles de oír y digerir por ellos. La totalidad del pasaje desde Romanos 9 – 11, es una condenación del proceder de los judíos y su actitud hacia la religión. Y sin embargo, debemos notar que de principio a fin no hay encono en él. No hay otra cosa que una sabia añoranza y un sentido anhelo. Es el deseo de Pablo que los judíos sean Salvados. Y si nosotros hemos de acercar a los hombres a la fe cristiana, nuestra actitud debe ser la misma. Los grandes predicadores han sabido esto. “No fustiguéis”, - decía uno. “Siempre recuerda que debes mantener la voz baja”, - decía otro. Un gran predicador de nuestros días dijo que


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predicar era: “Argüir (razonar) con los hombres”. Jesús lloró sobre Jerusalén. Hay un tipo que predica, que predica, que lástima; hay una predicación que golpea al pecador con palabras tempestuosamente agrias; pero Pablo siempre dice la verdad con Amor. Pablo estaba enteramente dispuesto a admitir que los judíos eran celosos por Dios, pero también veía que ese celo carecía de dirección, era desviado. Toda la religión judía estaba basada en una obediencia meticulosa de la ley. Ahora bien, está claro que esa obediencia a la ley sólo podía darse en un hombre que estuviera desesperadamente celoso por su religión. Y eso no era cosa fácil; debe haber sido frecuentemente muy inconveniente, y muy frecuentemente debe haber hecho de la vida algo muy penoso. Todo el enfoque judío era que, a través de esa clase de obediencia a la ley, un hombre se ponía en una correcta relación con Dios; ganaba crédito y favor con Dios. Nada muestra más claramente la actitud judía que las tres clases en que dividían a la humanidad. Estaban aquellos que eran buenos, y cuyo balance estaba en el lado bueno; estaban aquellos que malos y cuyo balance arroja un saldo negativo y estaban aquellos que eran mitad y mitad, y quienes haciendo una buena obran más, podían transformarse en buenos. Todo era una cuestión de ley y de realizaciones. A esto Pablo responde: “Cristo es el fin de Ley”, lo que quería decir era: Jesucristo era el fin del legalismo, la relación entre Dios y el hombre no es más que la relación entre acreedor y deudor, entre un juez y un hombre parado ante el tribunal de justicia. Porque Jesucristo vivió y trajo su mensaje a los hombres; el hombre no debe afrontar más la tarea de satisfacer a la justicia de Dios; sólo debe aceptar el amor de Dios. Ya no debe ganar el favor de Dios; debe tomar la gracia, el amor, la misericordia que Dios le ofrece libremente. Para explicar su punto de vista, Pablo usa dos citas del A.T. Primero cita: 18:5 donde dice que si alguien obedece meticulosamente los mandamientos de la ley, hallará la vida a través de ello. Esto es verdad, pero, nadie lo ha hecho jamás, por la simple razón de que la imperfección humana jamás satisficiera la perfección Divina. Luego, cita Deut. 30:12-13, en este pasaje encontramos a Moisés diciendo que la ley de Dios no es distante ni inaccesible ni imposible; Está en la boca del hombre, en su vida, en su corazón. Pablo hace una alegoría con este pasaje. No es nuestro esfuerzo lo que trajo a Cristo a nuestro mundo o lo resucitó de los muertos. No es nuestro esfuerzo lo que nos gana bondad. Las cosas están hechas y sólo debemos tomarlas o dejarlas. Los versículos del 9 – 10, son de primordial importancia. Ellos sientan las bases del Credo Cristiano. 1) El hombre debe decir: Jesucristo es el Señor. La palabra que significa Señor es Kyrios.

Ésta es la palabra clave del cristianismo primitivo, y tiene cuatro significados: a) Es el típico título de respeto, como en inglés: sir, francés: monsieur, o en Alemán: herr. b) Era el título corriente de los emperadores romanos. c) Era el título corriente de los dioses griegos. Iba antes del nombre del dios. Kyrios

Serapis significaba Señor Serapis. d) En la traducción griega de las escrituras hebreas, es la traducción corriente del nombre

divino Yahveh o Jehová. De manera que, si alguien llamaba a Jesús Kyrios, lo comparaba con el emperador y con Dios; le daba el supremo lugar en su vida, le estaba dando implícitamente


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reverencia y obediencia. Llamar a Jesús Kyrios, era llamarlo Único, ante todo, pues, para ser cristiano uno tiene que tener el sentido de la absoluta unicidad de Jesucristo.

LA DESTRUCCIÓN DE LAS EXCUSAS Romanos 10: 14 - 21 Todos los comentaristas concuerdan en que éste es uno de los pasajes más difíciles y oscuros de la carta a los romanos. Nos parece que lo que tenemos aquí no es tanto un pasaje terminado, como la notas para un pasaje. Lo que aquí se dice está como si fuera un estilo telegráfico. Podría ser muy bien que lo que aquí tenemos fueran las notas de un discurso que Pablo acostumbraba dirigir a los judíos para convencerlos de su incomprensión y de su error. Básicamente el esquema del pasaje es éste, en el pasaje anterior Pablo ha estado diciendo que el camino hacia Dios no es el camino de las obras y del legalismo: es el camino de la fe y la confianza. La objeción es: ¿Pero qué si los judíos nunca oyeron una palabra de ello? Ésta es la objeción que Pablo maneja, y al hacerlo, en varias formas, en cada ocasión refuerza con un texto de las escrituras. Analicemos las objeciones y las respuestas de los textos de las escrituras una a una: 1. La primera objeción es: “No puedes acudir a Dios a no ser que creas en él. No puedes

creer en él a no ser que oigas sobre él. No puedes oír acerca de él a no ser que haya alguien que proclame la buena nueva. No puede haber quien proclame la buena nueva a menos que Dios comisione y despache a alguien para hacerlo”. Pablo contesta a ésta objeción citando Isaías 52:7, allí el profeta señala cuán bienvenidos son aquellos que traen la buena nueva de cosas agradable; de manera que la primera respuesta de Pablo es: “No podéis decir que no hubo mensajeros; Isaías describe esos mismos mensajeros, e Isaías vivió hace bastante tiempo”.

2. La segunda objeción es: “Pero en realidad, Israel no obedeció a la buena nueva, aunque tu argumento sea verdadero, ¿Qué tienes que decir a esto?, - la respuesta de Pablo es: “La Incredulidad de Israel era de esperar, ya que, hace mucho tiempo Isaías fue movido a decir con desesperación: ¿Quién ha creído a nuestro anuncio?, ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? (Isa. 53:1). Es verdad que Israel no aceptó ni obedeció la buena de Dios, y que su rechazo y su desobediencia eran de esperar: la historia se estaba repitiendo.

Finalmente, Pablo insiste en que, a través de la historia, Dios ha estado extendiendo la mano en acercamiento a Israel, e Israel ha sido siempre desobediente, contrario y perverso. Ésta es la ignorancia que proviene del descuido del conocimiento. Hay una máxima legal que dice: la ignorancia genuina puede ser una defensa, pero el descuido del conocimiento nunca lo es. Nadie puede ser culpado por ignorar aquello que nunca tuvo oportunidad de conocer; pero sí puede ser culpado por ignorar lo que siempre estuvo al alcance de su conocimiento. Por ejemplo: si un hombre firma un contrato sin haber leído las condiciones, no puede quejarse si luego descubre que las condiciones son muy diferentes de lo que creía que eran. Cuando nos preparamos para una tarea determinada, cuando se nos ha dado todas las


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posibilidades de hacerlo debemos ser condenados. Un hombre es responsable por ignorar aquello que debió haber sabido. LA DUREZA DE CORAZÓN Romanos 11: 1 – 1 2 Aquí comienza a aflorar una tremenda verdad. Como dijo un gran erudito: “Ninguna iglesia o nación se salva en masa”. Por esta razón elemental la idea del pueblo escogido no se sostendrá. La relación con Dios es individual. Uno debe entregar su corazón, hacer su propia sumisión, rendir su propia vida a Dios. Dios no llama a los hombres en multitud; Dios tiene “Su propia escalera secreta hacia cada corazón”. Nadie se salva porque sea miembro de una nación, o porque sea miembro de una familia, o porque ha heredado rectitud y salvación de sus antepasados, se salva haciendo una decisión personal e individual por Dios. No es ahora la nación entera la que se amontona en masa como un pueblo escogido. Son aquellos hombres y mujeres que han dado individualmente sus corazones a Dios, que le han obedecido, y de los cuales se compone el remanente. Ese remanente es el cuerpo de hombres y mujeres consagradas, dedicadas que hay en la nación. Luego el argumento de Pablo es que no es la nación judía la que ha sido rechazada; pero los verdaderos judíos no son la nación entera, sino el remanente fiel que hay en ella. ¿Y qué ocurre con los demás?, Es aquí donde Pablo tiene un pensamiento terrible. Tiene la idea de que Dios envía una suerte de sopor (insensibilidad) sobre ellos, un letargo en el cual no pueden ni quieren oír. Para probarlo reúne una serie de pasajes del antiguo testamento: Deut. 29:4; Isa. 6: 9-10; 29:10; cita el salmo 69:22-23: “Sea su convite delante de ellos por lazo”. La idea es que los hombres están sentados confortablemente disfrutando de un banquete; y su misma tranquilidad, su misma seguridad, su propio sentido de la seguridad se ha convertido en su ruina. Están tan tranquilos, tan cómodos, tan seguros en su imaginaria seguridad, que el enemigo viene y los toma por sorpresa. Así eran los judíos. Estaban tan seguros, tan satisfechos de sí mismos, tan tranquilos en su confianza de que era el pueblo escogido, que la misma idea de ser el pueblo escogido se había convertido en lo que los arruinó. Llegará el día en que no puedan ya ver, y en que anden a tientas, encorvados, como hombres que tropiezan a ciegas en la oscuridad. En el versículo 7, endurecidos, pertenece al verbo Porun. El Nomporosis nos dará el significado más claramente; es una palabra médica que significa callo. Se aplica especialmente al callo que se forma alrededor de una fractura cuando se ha roto el hueso, la formación dura que ayuda a sanar la fractura cuando se ha roto el hueso. Un callo ha crecido sobre el corazón de las personas. Cuando un callo crece en cualquier parte del cuerpo, dicha parte pierde su sensibilidad. Se transforma en insensible. Las mentes de la más de la gente se han vuelto insensible; ya no pueden oír ni sentir el llamado de Dios. Esto puede sucederle a cualquiera. Si un hombre insiste por bastante tiempo en seguir su propio camino, termina siendo insensible al llamado de Dios. Si vive egoístamente durante el tiempo suficiente, se hará insensible a la atracción de las cosas buenas. Si vive pecando, al final se volverá insensible al horror del pecado y a la fascinación de la bondad. Si un hombre vive largamente en pésimas condiciones, al fin se torna insensible a ellas.


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EL OLIVO SILVESTRE – PRIVILEGIO Y ADVERTENCIA Romanos 11: 13 – 24

Para Pablo sería el paraíso si los judíos acudieran. Si el rechazo de los judíos había hecho tanto; sí, por él los gentiles se habían reconciliado con Dios, ¡Cuán superlativa gloria será cuando entren los judíos! Si la tragedia del rechazo ha dado tan maravillosos resultados, ¿Cómo será el feliz final, cuando la tragedia del repudio se transforme en la gloria de la aceptación? Pablo sólo puede decir que será como los muertos volviendo a la vida.

De esto Pablo tiene que decir dos palabras:

1) Hubiera sido fácil para los gentiles desarrollar una actitud de desprecio. ¿No habían sido rechazados los judíos para que ellos entraran? En un mundo en que los judíos eran universalmente odiados, tal actitud hubiera sido demasiado fácil. La advertencia de Pablo es necesaria todavía. En efecto, lo que dice es esto: No hubiera habido cristianismo sin que primero existiera el judaísmo. El judaísmo es la raíz de la que ha crecido el cristianismo. Será un mal día aquel en que la iglesia cristiana olvide a la raíz de la que creció. La iglesia cristiana tiene una deuda con el judaísmo que sólo puede ser pagada ganando a los judíos para el cristianismo. Pablo alerta, pues a los gentiles contra el desprecio. Tristemente, dice que si las verdaderas ramas han sido tronchadas a causa de su incredulidad, peor aún es lo que le puede ocurrirles a las ramas que solo han sido injertadas.

2) La segunda es una palabra de esperanza. Los gentiles han experimentado la bondad de Dios; y los judíos han experimentado la severidad de Dios.

Si los gentiles permanecen fieles a Dios, permanecerán en esa bondad; pero, si los judíos dejan su incredulidad y la transforman en fe, ellos también serán nuevamente injertados; porque, - dice Pablo – si un extraño, un olivo silvestre, pudo ser injertado en el olivo doméstico ¿Cuánto más posible es que las propias ramas del mismo puedan ser injertadas nuevamente entre sí? Una vez más, Pablo sueña con el día en que los judíos han de volver. Hay muchas cosas en éstos pasajes que son recónditas y difíciles de entender. Piensa en figuras que están complemente fuera de nuestro mundo; pero una cosa está clara como el cristal – la conexión entre lo viejo y lo nuevo. Aquí está la respuesta de aquellos que desean descartar el antiguo testamento como un libro simplemente judío sin pertinencia para el cristianismo. Es un tonto que patea la escalera que lo elevó a la altura que ha alcanzado. Sería una rama tonta aquella que se amputara de su tronco . La nueva fe, creció de la vieja. La fe judía es la raíz de la cual surgió el cristianismo. La consumación sólo llegará cuando el olivo silvestre y el doméstico sean uno solo, y cuando no queden más ramas sin injertar del tronco paterno. QUE TODO SEA POR MISERICORDIA Romanos 11: 25 – 32


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Pablo está llegando ya al final de su argumentación. Ha enfrentado una situación confusa y, para un judío, dolorosa. De alguna manera ha debido hallar una explicación de por qué el pueblo de Dios rechazó al hijo de Dios cuando vino a este mundo. Pablo nunca cerró los ojos ante este trágico hecho pero halló un medio por el cual toda esa trágica situación podía encajar en el plan de Dios. Es verdad que los judíos rechazaron a Cristo; pero, según Pablo, ese rechazo hizo posible que Cristo fuera ofrecido a los gentiles. Para mantener la soberanía del propósito de Dios, inclusive llega a decir que el propio Dios fue el que endureció el corazón de los judíos, para de esa manera abrir el camino a los gentiles, pero aún entonces, por más contradictorio que pueda sonar insiste aún en la responsabilidad personal que les cabe a los judíos, por no haber aceptado la oferta de Dios. Pablo se atuvo firmemente, tanto a la soberanía divina, como a la responsabilidad humana. Pero ahora, sobre el final, viene la nota de esperanza. Su argumento es un poco complicado, y será más fácil si tratamos de identificar y separar sus diversas partes: a) Pablo estaba seguro de que ese endurecimiento del corazón de los judíos no era ni total ni

permanente. Era para servir a su propósito y cuando ese propósito fuera cumplido, entonces desaparecería. Se había operado solo para abrir el camino a los gentiles y cuando éste estuviera, sería superado.

b) Pablo parte de la paradoja del lugar de los judíos en el plan de Dios. Para posibilitar que los gentiles entraran, y para que pudiera cumplirse el propósito universal del evangelio los judíos habían llegado a una situación en la que eran enemigos de Dios.

c) De manera que, lo que Pablo está diciendo es que Dios hizo incurrir a los judíos en desobediencia a fin de que cuando su salvación llegara a ellos, fuera sin posibilidad de error un acto de Misericordia y no debido en manera alguna a sus méritos. Todo el proceso estaba concebido para mostrar que ni los judíos, ni los gentiles, podrían ser salvados sino por la misericordia de Dios.

Para Pablo, Dios tenía el dominio. No existía nada más que se moviera en forma anárquica.

Ni siquiera los más tremendos acontecimientos, o serie de acontecimientos estaban fuera del alcance de la voluntad y el propósito de Dios. Los acontecimientos nunca se producen al azar. Los propósitos de Dios nunca pueden ser frustrados.

Israel libró una larga batalla contra Dios. Todavía la está librando. Pero el persistente amor de Dios está tras de ellos. De cualquier otra manera que pueda interpretarse Romanos 9 a 11, es en última instancia, la historia de la aún incompleta persecución del amor. EL LLANTO DEL CORAZÓN QUE ADORA Romanos 11: 33 – 36

Pablo nunca escribió un pasaje más característico que éste. Aquí la teología se torna poesía. Aquí la búsqueda de la mente se transforma en adoración del corazón. Al final, todo ocurre misteriosamente y el hombre no puede comprender, pero es un misterio en cuyo corazón se encuentra el amor. Si podemos decir que todas las cosas provienen de Dios, que todas las cosas tienen un ser en Dios y que todas terminan en Dios. ¿Qué más podemos decir? Hay una cierta paradoja en la situación humana.


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Dios entregó al hombre una mente, y es un deber del hombre usar esa mente para pensar hasta el límite del pensamiento humano. Pero también es verdad que hay ciertas circunstancias en las cuales la mente sólo puede alcanzar un punto, y, cuando lo hace, todo lo que resta es aceptar y adorar.

Pablo ha luchado con un problema descorazonador, con todos los recursos que le proporciona su mente privilegiada. No dice que lo haya resuelto; como alguien podría resolver terminantemente un problema geométrico; pero lo que dice es que, habiendo hecho todo lo posible se contenta con dejarlo librado al amor y al poder de Dios.

Muchas veces en la vida sólo resta decir: “he meditado, y no puedo ver la razón y el camino.

No puedo captar su intención, pero creo en tu amor con todo mi corazón”. ¡¡Sea hecha tu voluntad!!

LA VERDADERA ADORACIÓN Y EL CAMBIO ESENCIAL Romanos 12: 1 – 2

“Presentad vuestros cuerpos a Dios ”, dice. No hay una demanda que sea más característicamente cristiana. Hemos visto que esto es algo que los griegos nunca dirían. Para los griegos, lo que importaba era el espíritu; el cuerpo era sólo una cadena, una prisión; el cuerpo era algo despreciable e inclusive algo de que avergonzarse. Ningún verdadero cristiano creyó nunca esto. El cristiano cree que su cuerpo le pertenece a Dios tanto como su alma, y que puede servir a Dios tanto con su cuerpo, como con su mente y su espíritu.

El cuerpo es el templo del Espíritu Santo, el lugar donde habita el Espíritu de Dios, el instrumento mediante el cual el Espíritu Santo obra. Después de todo el gran hecho de la encarnación significa que el propio Dios, no vaciló en tomar un cuerpo humano y vivir en él, y obrar a través de él. Tómese el caso de una iglesia o de una catedral. Está construida para la adoración del espíritu del hombre a Dios. Pero debe ser diseñada por la mente de un arquitecto; debe ser construida por las manos de artesanos y obreros; solo entonces se transforman en un santuario donde los hombres se reúnen para adorar.

Es literalmente un producto de la mente y el cuerpo y el espíritu del hombre. “Así, pues, dice Pablo, Toma tu cuerpo; toma todas las tareas que debas hacer cada día;

toma el trabajo cotidiano de las tiendas, la fábrica, el taller, la oficina; y ofrece todo eso como una acto de adoración a Dios.” La palabra traducida culto racional en el versículo 1, tiene una historia interesante.

Originalmente, la palabra Latreuein significaba: Trabajo por un jornal o paga. Era una palabra usada por los trabajadores que daban su fuerza a un amo o empleador en retribución por la paga que aquel les daba. Significa, no-esclavitud, sino la aceptación voluntaria del trabajo. Llegó a significar aquello a lo que el hombre dedica la totalidad de su vida. Por ejemplo un hombre puede ser llamado: Latreuein kallei, que significa dar su vida al servicio de la belleza. En este sentido, viene a significar aproximadamente “dedicar la vida a algo”. Luego, finalmente, esta palabra llegó a ser la palabra característica y distintivamente usada para el servicio de los dioses. En la Biblia nunca significa servicio humano, siempre se la usa como el servicio y culto de Dios.

Encontramos ahora algo muy significativo. El verdadero culto, el culto realmente espiritual, es la ofrenda del cuerpo, y de todo lo que uno hace diariamente con él, a Dios; no


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es la ofrenda de plegarias elaboradas a Dios; no es la ofrenda de una liturgia por noble que sea ni de un ritual, por magnífico que sea. Adorar realmente es ofrecer a Dios la vida cada día. La verdadera adoración es aquella que ve al mundo como el templo de Dios vivo y en cada hecho un acto de adoración.

Uno puede decir: “voy a la Iglesia a adorara a Dios”, pero también debería decir: voy a la fábrica, la tienda, la oficina, la escuela, el garaje, el cobertizo de las locomotoras, la mina, el astillero, el campo, el establo. El jardín a adorar a Dios.

Cuando Cristo se transforma en el centro de nuestras vidas, podemos ofrecer a Dios un culto verdadero, el culto que es la ofrenda de cada momento y cada acción de nuestra vida.

UNO PARA TODOS Y TODOS PARA UNO Romanos 12: 3 – 8 Uno de los pensamientos favoritos de Pablo es la idea de la iglesia como un cuerpo (1º

Cor. 12: 12-27). Los miembros del cuerpo no discuten entre sí ni se envidian unos a otros ni discuten acerca de su importancia relativa. Cada parte del cuerpo desarrolla su propia función, no importa cuán prominente o cuan humildemente oculta sea esa función. Era convicción de Pablo que así debía ser la iglesia cristiana. Cada miembro de la misma tiene una tarea a desarrollar, y solamente cuando cada miembro contribuye con la ayuda de su propia función, el cuerpo de la iglesia funciona como es debido.

De este pasaje se desprenden importantes normas de vida: a) Ante todo, este pasaje nos insta a que nos conozcamos. Uno de los mandamientos

básicos de los sabios griegos era: “Conócete a ti mismo”. No llegamos muy lejos en este mundo mientras no sabemos que podemos llegar a hacer y qué no podemos. Una franca evaluación de nuestras capacidades es sin presunción ni falsa modestia, una de las cosas esenciales de una vida útil.

b) Además, este pasaje nos insta a aceptarnos. Nos insta a usar el don que Dios nos ha

dejado. No debemos envidiar el don de otros; no debemos quejarnos y lamentarnos que no nos hayan tocado los dones de otros. Debemos aceptarnos como somos y usar los dones que poseemos. Esto frecuentemente significa que hemos de aceptar el hecho de que para nosotros el servicio puede significar alguna esfera humilde, y el desempeño de un papel prácticamente invisible. Una de las grandes creencias básicas de los Estoicos era que en toda criatura viviente existía una parte de Dios. Si algo tenía vida, los estoicos creían que, al menos en cierta medida contenía a Dios. Dios existía en la vida. Los escépticos se reían de esta doctrina, ¿Dios en los gusanos?, Preguntaban, ¿Dios en los escarabajos del estiércol? A lo que los Estoicos contestaban: ¿Por qué no?, ¿No puede una lombriz servir a Dios?, ¿Suponéis que sólo un general puede ser un buen soldado?, ¿No puede el más bajo soldado raso o un asistente de campo luchar con todas las fuerzas y dar su vida por la causa?, Felices seréis si estáis sirviendo a Dios y llevando adelante el gran propósito tan lealmente como una lombriz”. La eficiencia de la vida del universo depende de las más humildes criaturas. Pablo aquí dice que un hombre debe aceptarse a sí mismo pero aun cuando descubra que la


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contribución que tiene que hacer será invisible e ignorada, sin alabanzas y sin prominencia, debe hacerla, con la certeza de que ella es esencial, y que sin ella la vida y la iglesia no pueden ser lo que deben.

c) También Pablo realmente está diciendo que cualquiera sea el don que un hombre posea, el mismo proviene de Dios. Llama a los dones Carísmata. En el N.T., carisma es algo dado por Dios a un hombre, que él mismo no hubiera podido obtener o adquirir. Es un don personal, individual que Dios le ha dado. En realidad, así es la vida. Uno puede practicar toda su vida y aun así no tocar el piano como Cortot o la guitarra como Segovia. Estos tienen algo más que una simple práctica: tienen algo más – el Carisma – que es un don de Dios. Uno puede trabajar toda su vida y aun así no ser diestro en el uso de herramientas, maderas y metales con una destreza especial y las herramientas parecen parte de su cuerpo; tiene ese extra, el carisma, que es un don de Dios. Uno puede practicar oratoria día tras día, y, sin embargo, no adquirir nunca ese “algo” mágico que sacude a un auditorio o una congregación, otro salta sobre una plataforma o trepa a un púlpito y tiene a su auditorio en su puño; tiene ese algo que es un don de Dios. Uno puede trabajar toda su vida sin poder adquirir el don de volcar sus pensamientos sobre el papel en forma vívida e inteligible; otro ve sin esfuerzo cómo sus pensamientos crecen en una hoja de papel frente a él; el segundo tiene ese algo extra, ese carisma que es un regalo de Dios. Cada cual tiene su propio carisma que es un regalo de Dios; puede ser para escribir sermones, construir casas, sembrar, trabajar maderas, manipular números, tocar instrumentos musicales o practicar deportes. Sea lo que fuere, todos lo tienen y es un carisma, un algo en alguna parte, que Dios les ha dado. Se lo deben a Dios.

Echemos una mirada a los bienes que Pablo elige señalar aquí especialmente. 1) Está el don de la profecía 2) Está el don del Servicio práctico (Diakonia) 3) Está la Enseñanza 4) Está la Exhortación 5) Está el Compartir 6) Está el ser llamado a ocupar un puesto de Liderazgo 7) Está el momento que hay que Mostrar Misericordia. LA VIDA CRISTIANA EN LA ACCIÓN DE CADA DÍA Romanos 12: 9 – 13

Aquí Pablo se presenta a sus agentes con diez concisas reglas para la Vida Cotidiana.

1) El Amor debe ser completamente sincero. No debe haber en el amor cristiano hipocresía, simulación o motivos ocultos. Desinteresado, sin egoísmo, liberado del yo, es puro corazón a los demás.

2) Debemos odiar lo malo. Se ha dicho que ninguna virtud está segura si no es apasionada. Uno no está a salvo cuando su vida consiste en evitar prudentemente el mal y en una calculada adhesión a lo que es bueno. Debemos aborrecer lo malo y amar lo bueno.


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3) Debemos ser afectuosos los unos con los otros, en amor fraternal, porque somos miembros de una misma familia. La iglesia cristiana no es una colección de conocidos, ni aún una reunión de amigos; es una familia de Dios.

4) Debemos darnos los unos a los otros, prioridad en el honor. Más de la mitad de los problemas de los miembros que surgen en las iglesias tienen que ver con derechos y privilegios, puestos y prestigios. A alguien no se le ha dado su puesto y prestigios, alguien ha sido menospreciado o no se le ha agradecido; a alguno le ha sido dado un lugar en la plataforma más prominente que a otro – y se le produce un problema. La marca del verdadero cristiano ha sido siempre la humildad. Uno de los hombres más humildes fue el gran santo y erudito Cairns. Alguien recogió un incidente que lo muestra tal como era, él mismo se encontraba en una plataforma de una gran reunión, cuando Cairns apareció hubo un tremendo estallido de aplausos – retrocedió – y dejó pasar al hombre próximo a él, y comenzó él mismo a aplaudir. Nunca soñó que el aplauso fuera para él, creyó que era para otro.

5) No debemos ser perezosos en nuestro Celo. El cristiano no debe tomar las cosas a la ligera, porque la vida es siempre una elección entre la vida y la muerte.

6) Debemos de mantener nuestro en el punto de Ebullición. Al único que Cristo no podía soportar era al que no era frío ni caliente, Apoc. 3:15-16. El cristiano es un hombre que es desesperadamente ferviente: tiene fuego en los huesos, por lo tanto, arde por Cristo.

7) La séptima regla que Pablo puede ser una de dos cosas. Los antiguos manuscritos varían entre dos lecturas. Algunos rezan: “servid al Señor”, y otros “servid al tiempo”, esto significa: Atrapa tus oportunidades. La razón para esta doble interpretación es la que sigue: Todos los antiguos escribientes tenían por costumbre abreviar. Y bien, la palabra para Señor es Kyrios, y la palabra para tiempo es Kairos, luego, la abreviatura para ambas palabras es: Krs.

8) Debemos regocijarnos con la esperanza. 9) Debemos perseverar en la Oración. 10) Debemos compartir con los que están en necesidad. 11) El cristiano debe ser hospitalario. 12) Debemos enfrentar las tribulaciones con triunfante fortaleza. EL CRISTIANO Y SUS SEMEJANTES Romanos 12: 14 – 21

Aquí Pablo ofrece una serie de reglas y principios que deben regir nuestras relaciones con

nuestros semejantes. 1) El cristiano debe soportar la persecución con una oración por aquellos que lo persiguen 2) Debemos gozarnos con los que se gozan y llorar con los que lloran 3) Debemos vivir en armonía. “El modo de gobernar la iglesia no es compulsivo; pero son

indispensablemente la paz y la concordia, y la buena voluntad. Cuando en la sociedad cristiana entra la rivalidad, la posibilidad y la esperanza de hacer una buena obra desaparecen.

4) Debemos evitar todo esnobismo y orgullo.


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5) Debemos hacer que nuestra conducta tenga hermosa apariencia, el verdadero cristiano es algo hermoso de ver.

6) Debemos vivir en Paz con todos. 7) Debemos mantenernos apartados de todo pensamiento de desquite La venganza

pertenece a Dios como también el juicio. Tratar a un hombre con bondad antes que negativamente es la forma de tocar su corazón. Ceder ante la venganza, es ser conquistado por el mal.

EL CRISTIANO Y EL ESTADO Romanos 13: 1 – 7

A primera vista, es este pasaje extremadamente sorprendente, ya que parece aconsejar la absoluta obediencia de los cristianos al poder civil. Pero, en realidad, este es un mandamiento que está presente a través de todo el nuevo testamento. En 1º Tim. 2:1 –2, leemos: “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres”.

Pero el principal concepto de Pablo sobre el Estado era que en sus días, él veía al imperio romano como el instrumento divino ordenado por Dios para salvar al mundo del caos. Quitad el Imperio, y según Pablo, el mundo se desintegraría en fragmentos voladores. Era en efecto, la PAX romana, la PAZ romana, lo que le daba al misionero cristiano la posibilidad de realizar su trabajo. Idealmente los hombres deberían estar unidos por amor cristiano: pero no lo están y el cemento que los mantiene unidos, es el Estado. Pablo veía en el Estado un instrumento de Dios; el estado preservaba al mundo del caos; aquellos que lo administraban, estaban desempeñando un papel en esa gran tarea; estaban haciendo la obra de Dios, y era un deber cristiano ayudar y no obstruir.

LAS DEUDAS DEBEN SER PAGADAS Y LA DEUDA QUE NO PUEDE PAGARSE

NUNCA. Romanos 13:8-10

El pasaje anterior trataba sobre lo que podemos calificar de deudas públicas del hombre.

El v. 7 menciona dos de esas deudas. En primer lugar, la que Pablo llama tributo, luego la que llama impuesto. Por tributo, entiende aquel que debe ser pagado por los miembros de una nación, sojuzgada. Las contribuciones tributarias que el gobierno romano cobraba en las naciones sojuzgadas eran normalmente tres.

Estaba el impuesto a la tierra por el cual uno debía pagar, en efectivo o en especie, un

décimo de su grano, y un quinto de la fruta y el vino producido por su tierra. Luego estaba el impuesto a las rentas, que era el uno por ciento del total de las entradas de un hombre. Luego estaba el impuesto capitación, que debía ser pagado por toda persona entre los catorce y los sesenta y cinco años de vida. Con impuesto, Pablo se refiere a los impuestos locales que debían pagarse. Había derechos de aduana, de importación y exportación, impuestos que pagarse para transitar las carreteras principales, por cruzar puentes, por entrar a mercados y puertos, por el derecho de poseer un animal o de conducir un carro.


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Pablo insiste en que el cristiano debe pagar sus tributos e impuestos a las autoridades

estatales y locales por pesados que sean los mismo. Luego Pablo pasa a hablar de la única deuda que el hombre debe pagar todos los días, y,

sin embargo, al mismo tiempo, sigue debiendo siempre. Es la deuda del amor al prójimo. Orígenes dijo: “La deuda del amor permanece siempre con nosotros, nunca nos deja, es una deuda que cubrimos cada día, y, al mismo tiempo, debemos pagar siempre”. Pablo afirma que si uno trata de satisfacer honradamente su deuda de amor, automáticamente cumplirá todos los mandamientos. Si cumple con su deuda de amor, no cometerá adulterio. Cuando dos personas se dejan arrastrar por sus pasiones físicas, la razón no es que se amen demasiado, sino que se aman muy poco. El verdadero amor hay, al mismo tiempo, respeto y recato, que salvan al hombre del pecado. Si cumple con una deuda de amor, no matará, porque el amor nunca busca destruir, sino construir.

LA AMENAZA DEL TIEMPO Romanos 13: 11-14 Como tantos otros grandes hombres, Pablo estaba acosado por la escasez del tiempo.

Andrés Marvell podía oír siempre “el alado carruaje del tiempo, apurando de cerca”. Y Keats era perseguido por el miedo de dejar de existir, antes que su pluma hubiera espigado en su fecundo cerebro. Pero Pablo pensaba en algo más que en la brevedad del tiempo. Lo que esperaba era la crisis de la historia de la humanidad, la segunda venida de Cristo. La iglesia primitiva esperaba en cualquier momento y, por lo tanto, tenía urgencia es estar preparada. Pudiera ser que esa expectativa se hubiere nublado y desvanecido; pero un hecho se mantenía permanente-nadie sabe cuándo Dios se levantará y lo llamará. El tiempo es cada vez más escaso, porque cada día estamos un poco más cerca de ese momento. La vida todavía se vive en expectación por ese momento. Nosotros también, debemos tener todo preparado.

Es interesante observar los seis pecados que Pablo considera, por así decirlo, típicos de

la vida sin Cristo. 1.- Están las orgías (Kômos) 2.- Están las borracheras (methe) 3.- Estaban las lujurias (Koite) 4.- Está la lascivia (aselgeia) 5.- Están las contiendas (eris) 6.- Está la envidia (zelos) RESPETO POR LOS ESCRUPULOS Romanos 14:1. En este capítulo, Pablo trata de un problema que puede haber sido un problema transitorio y local en la iglesia romana, pero que es también un problema que continuamente enfrenta


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la iglesia, y que está pidiendo siempre una solución. En la iglesia de rema había aparentemente dos líneas de pensamientos. Había gente que con la libertad cristiana había desaparecido los viejos tabúes; creían que lo que un hombre pudiera comer o beber no hacia diferencia; que las antiguas leyes sobre comidas carecían de pertinencia; y que las listas de animales limpios e inmundos en que se deleita el levítico no tenían nada que ver con los cristianos. Pero, por otro lado, había quienes estaban llenos de escrúpulos, creían que era malo comer carne, y que el hombre debía ser vegetariano, creían en la estricta y rígida observancia de un día hasta que el día se convertía en una tiranía. Al ultra escrupuloso, Pablo lo llama débil en la fe. ¿Qué quiere decir esto? ¿Y por qué lo llama débil en la fe? Hay personas cuyo acercamiento a la religión es intelectual, y que se debilitan en la discusión de temas difíciles, pero hay otros que poseen una fe simple que una discusión ingeniosa y astuta sólo consigue alterar innecesariamente. Bien puede ser que nuestra época sea demasiado afecta a discutir por discutir. Es siempre fatal dar la impresión de que el cristianismo consiste sólo en una serie de cuestiones es debate. “hemos hallado” dice G.K. Chesterton, “todas las preguntas que se pueden hallar. Es tiempo de que dejemos de buscar preguntas y comencemos a buscar respuestas. TOLERANCIA DE LAS OPINIONES AJENAS. Romanos 14: 2-4 Hay en la iglesia cantidad de congregaciones que se han dividido en dos porque los que sostienen opiniones más amplias y liberales, son sañudamente desdeñosos con aquellos que consideran conservadores retrógrados y puritanos, mientras los más estrictos y condenatorios en sus apreciaciones hacia aquellos que se creen con derechos a hacer cosas que ellos consideran malas. No nos corresponde criticarnos y condenarnos los unos a los otros. “Os ruego por las entrañas de Cristo”, dijo Cromwell a los rígidos escoceses de sus días, “que penséis que es posible estéis equivocados. “Debemos eliminar de la comunidad de la iglesia tanto la censura como el menosprecio. Debemos dejar a Dios, el juicio de los demás, y buscar sólo simpatías y entendimiento. DIFERENTES CAMINOS HACIA UNA MISMA META. Romanos 14:5-6 Aquí introduce Pablo otro tema en el que los partidos liberal y estricto pueden diferir. Los más rígidos dan gran importancia a la observancia del día especial. Esta era, por cierto, una característica de los judíos. Más de una vez, Pablo debió preocuparse por la gente que hacía un fetiche del día especial. Les dice a los Gálatas 4:10-11 y también a los colosenses. Los judíos habían hecho una tiranía del sábado, rodeándolo de una maraña de reglas y reglamentos y prohibiciones. No era que Pablo quisiera eliminar el día del Señor, lejos de ello; pero lo temía a una actitud que de hecho hacía consistir el cristianismo en la observancia de un determinado día. El cristianismo es mucho más que la observancia del día del Señor. Cuándo la famosa misionera María Slessor, pasó tres


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solitarios años en medio de la selva, frecuentemente se le mezclaban los días, ya que no tenía calendario, por lo tanto confundía los lunes por domingo y viceversa. No podemos argumentar que los servicios de esta misionera fueron más menos válidos por este hecho. No es el día que debemos adorar sino a aquel que es Señor de todos los días. Para encarar este problema, Pablo sienta un gran principio. Nadie tiene derecho a criticar al sirviente de otro. El sirviente responde sólo a su amo. Ahora bien, todos los hombres son sirvientes de Dios. No tenemos derechos a criticarlos, hallar fallas en ello, y mucho menos, condenarlos. Aun así, a despecho de todo esto, Pablo ruega que reine la simpatía entre los hermanos más liberales y los más estrechos. Su punto de vista es que, no importa cuán diferentes sean las prácticas, sus metas son las mismas. En sus diferentes actitudes hacía los días, ambos creen servir a Dios; cuando se sientan a comer. El uno come el otro no, pero ambos dan gracias a Dios. Haremos bien en recordar esto. Si trato de llegar desde Glasgow a Londres, hay muchas rutas que puedo usar. No estoy constreñido a elegir una en particular. Puedo, en efecto, llegar allí sin utilizar media milla que use otro hombre. Pablo aboga que por la meta común nos una, y que no permitamos que las diferencias prácticas nos dividan. Y Pablo podría haber agregado a esto más que nadie puede hacer de su propia práctica la norma universal para todos los demás. Esta es, en efecto, una de las calamidades de la iglesia; tan inclinados estamos a pensar que nuestra manera de adorar, nuestra práctica, son la única manera de adorar y la única práctica. T.R. Glover en algún lado cita un dicho de Cambridge: “Cualquier cosa que tu mano encuentre para hacer hazla con todas tus fuerzas, pero recuerda que alguien piensa diferente. Haríamos bien en recordar que, en muchos asuntos, es un deber tener nuestras propias convicciones, pero que igualmente es un deber permitir a otros que tengan las suyas, sin considerarlos como pecadores y parias. LA IMPOSIBILIDAD DEL AISLAMIENTO. Romanos. 14: 7-9 Aquí Pablo sienta la gran verdad de que es imposible vivir una vida de aislamiento. No existe en este mundo tal cosa como un individuo completamente aislado. Esto es, en efecto, doblemente cierto. “El hombre”, dice M’Neile Dixon, “tiene una relación con los dioses y una relación con los mortales.”. Ningún hombre puede desentenderse de sus semejantes ni de Dios.


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En tres sentidos no puede el hombre desligarse de sus semejantes, no puede aislarse del pasado; del presente; del futuro. Pero, menos aún puede uno desprenderse de Jesucristo. En esta vida, Jesucristo es pro siempre una presencia viva. No necesitamos hablar de vivir como si Cristo nos ve. Toda vida se vive ante sus ojos. El hombre no puede escapar de su propia sombra, no hay lugar donde pueda dejar atrás a Cristo, y no puede hacer nada sin ser visto. Ni siquiera la muerte rompe esa presencia. En este mundo vivimos en la presencia invisible de Cristo; en el próximo lo veremos en su presencia real y viva. La muerte no es el abismo que termina en la extinción; es la puerta que lleva a Cristo. Ningún ser humano puede seguir una política de aislamiento. Esta unido al resto de los hombres y ligado a Cristo por lazos que ni el tiempo ni la eternidad pueden romper. No puede vivir para sí, ni morir para sí. LOS HOMBRES BAJO EL JUICIO Romanos 14:10-12 Hay una razón fundamental, básica por qué no tenemos derecho de juzgar a los demás; y esa razón es que nosotros mismos estamos bajo el juicio. Es la esencia misma de la humanidad que nosotros no se amos los jueces, sino los juzgados. Para probar esto, Pablo cita Isaías 45:23. Este era un pensamiento con el que todo judío estaría de acuerdo. Hay un dicho rabínico: “No dejes que tu imaginación te haga creer que la tumba es un refugio; por mandato has sido hecho, por mandato has nacido, por mandato vives, por mandato mueres y por mandato debes obrar y debes reconocer al Rey de Reyes, el Santo bendito sea”. La única persona que tiene derecho a juzgar a alguien es Dios y, menos que nadie el hombre, que deberá afrontar en el tribunal el juicio de Dios, tiene derecho de juzgar a un semejante que también estará ante ese tribunal. A veces, cuando muere algún grande, él ataúd, en el servicio fúnebre esta frente a la congregación que llora y sobre él yace sus togas académicas, o las insignias de sus dignidades oficiales, pero no puede de llevárselas consigo. Desnudos venimos al mundo, desnudos lo abandonamos. Comparecemos ante Dios en la terrible soledad e nuestra alma; a Dios no podemos llevarle nada más que el yo y el carácter que hemos estado construyendo en la vida. Pero no es esta aún toda la verdad. No estamos solo ante el tribunal de Dios, porque a nuestra lado esta Jesucristo. No necesitamos ir despojados de todo; podemos ir revestidos con los méritos que le pertenecen. Collin Brooks, el famoso escritor y periodista escribe en uno de sus libros “Dios puede ser más bondadoso de lo que pensamos. Si no puede


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decir: ven, buen siervo y fiel”, puede que al fin exclame “no te preocupes, siervo malo e infiel; no me desagradas del todo”. Esta fue una curiosa manera de declarar su fe; pero, no es solo eso. No es que Dios simplemente no se disguste, es que, pecadores como somos, nos ama por la gracia de Jesucristo nuestro Señor. Verdad es que, debemos afrontar el juicio ante Dios solos. En la desnudez de nuestras almas; pero si hemos vivido con Cristo en la vida, estaremos a su lado en la muerte, y, delante de Dios, él será nuestro abogado defensor. EL HOMBRE Y LA CONCIENCIA DE SU PROJIMO. Romanos 14:13-16 Los estoicos solían enseñar que existen muchas cosas a las que ellos llaman adiafora, esto es, indiferentes. Estás cosas, en sí mismas, eran ni buenas ni malas. Todo depende decían, de la manija por donde uno las toma. Esta es una profunda verdad, un cuadro para un estudiante de arte puede ser una obra de arte; para algún otro puede parecer un dibujo obsceno. Una discusión, para un grupo personas, puede ser una experiencia interesante, estimulante de la mente; para otros la misma discusión puede parecer una sucesión de herejías, e incluso blasfemias. Una actividad, una diversión, un placer o un pasatiempo, pude parecerle alguno algo genuinamente inofensivo y a otros una cosa prohibida. Más aún, hay placeres que no son peligrosos para algunos, pero para otros puede significar la ruina. Las cosas en sí, no son ni limpias ni sucias; su carácter está determinado por la persona que la ve o la hace. El consejo de Pablo es muy claro. Es un deber cristiano pensar en todo, no como nos afecta a nosotros solos, sino también como afecta a otros. Ahora bien, notemos que Pablo dice que debamos siempre dejar que nuestra conducta sea dominada y dictada por las opiniones o aún las prejuicios de otros; hay cuestiones que son esencialmente cuestiones de principios y en ella uno debe de elegir su propio camino, pro hay muchas cosas que son neutrales o indiferentes; hay muchas cosas que no son en sí mismas ni buenas ni malas; hay muchísimas cosas que son realmente placeres y pasatiempos, hábitos y costumbres que uno no necesita hacer, a menos que quiera. No son partes esenciales de la vida y la conducta; pertenecen a lo que podríamos llamar extras de la vida, y, es la convicción de Pablo, que en dichas cosas, no tenemos el derecho de ofender a un hermano más escrupuloso. No tenemos derecho a afligir y ultrajar su conciencia haciéndolas nosotros mismos, o persuadiéndolo a que las haga. La vida debe ser guiada por el principio del amor; si hacemos esto, nuestra guía en la vida será pensar, no tanto en nuestros supuestos derechos a hacer lo que nosotros queramos como en nuestras responsabilidades hacia otros. No tenemos derecho a afligir la conciencia de otro en las cosas que realmente no importan. La libertad cristiana nunca debe ser usada como una excusa para atropellar los sentimientos genuinos de los demás. Ningún placer es tan importante que justifique el ofender y angustiar y aún causar la ruina de otros. Agustín solía decir que toda la ética cristiana, podía incluirse en el dicho “Ama a Dios y haz lo que quieras”. En cierto sentido


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es verdad, pero el cristianismo no consiste sólo en amar a Dios, consiste también en amar al prójimo como a nosotros mismos. EL PELIGRO DE LIBERTAD CRISTIANA Romanos 14:17-20 En esencia Pablo trata aquí del peligro y el abuso de la libertad cristiana. Para un judío, especialmente, la libertad cristiana tenía sus peligros. Toda su vida, había sido regulada por una multiplicidad de reglas y reglamentaciones. Tales cosas eran impuras y tales cosas eran puras, tales animales no debían ser comidos y tales animales podían ser comidos; tales leyes de purificación debían ser observadas cuando el judío advino al cristianismo, vio que de golpe eran abolidas todas las reglas y reglamentaciones, y el peligro era que interpretara la libertad cristiana como libertad para hacer exactamente lo que quisiera. Los hombres deben recordar que la libertad cristiana y la caridad cristiana deben ir de la mano fraternal y la consideración mutua está íntimamente ligados.

Cosas que no son en sí mismas ni buenas ni malas; hay muchísimas cosas que son Realmente placeres y pasatiempos, hábitos y costumbres que uno no necesita hacer, a menos que quiera. No son partes esenciales de la vida y la conducta; pertenecen a lo que podríamos llamar extras de la vida, y es la convicción de Pablo, que en dichas cosas, no tenemos el derecho de ofender a un hermano más escrupuloso. No tenemos derecho a afligir y ultrajar su conciencia haciéndolas nosotros mismos, o persuadiéndolos a que las haga. La vida debe ser guiada por el principio del amor; su hacemos esto, nuestra guía será pensar, no tanto en nuestros supuestos derechos a hacer lo que queremos como en nuestras responsabilidades hacia los otros. No tenemos derecho a afligir la conciencia de otro en las cosas que realmente no importan. Las libertades cristianas nunca deben ser usadas como una excusa para atropellar los sentimientos genuinos de los demás ningún placer es tan importante que justifique el ofender y angustiar y aún causar la ruina de los otros. Agustín solía decir que toda la ética cristiana, podía incluirse en el dicho “Ama a Dios y haz lo que quieras”. En cierto sentido es verdad, pero el cristianismo no consiste sólo en amar a Dios, consiste también en amar al prójimo como a nosotros mismos. EL PELIGRO DE LA LIBERTAD CRISTIANA ROMANOS 14:17-20 En esencia Pablo trata aquí del peligro y el abuso de la libertad cristiana. Para un judío, especialmente, la libertad cristiana tenía sus peligros. Toda su vida había sido regulada por una multiplicidad de reglas y reglamentaciones. Tales cosas eran impuras y tales cosas eran puras, tales animales no debían ser comidos y tales animales podían ser comidos; tales leyes de purificación debían ser observadas cuando el judío advino al cristianismo, vio que de golpe eran abolidas todas las reglas y reglamentaciones y el peligro era que interpretara la libertas


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cristiana como libertas para hacer exactamente lo que quisiera. Los hombres deben recordar que la libertad cristiana y la caridad cristiana deben ir de la mano fraternal y la consideración mutua están íntimamente ligados. Pablo le recuerda a su pueblo que el cristianismo, el reino de los cielos, no consiste en comer o beber lo que a uno se le ocurra. Consiste en tres grandes cosas, todas las cuales son esencialmente ajenas al egoísmo. Una es la justicia, y la justicia consiste en dar a los hombres y a Dios lo que les corresponde. Entonces, lo primero que debemos ofrecer a un semejante en la vida cristiana es simpatía y consideración; en el momento en que nos transformamos en cristianos… los sentimientos de los demás se tornan más importantes que los nuestros propios; el cristianismo significa colocar primero a los demás y después al yo. No podemos dar a otro lo que corresponde y, al mismo tiempo, hacer lo que queremos. Luego está la paz. En el N. T., la paz no significa solamente ausencia de problemas; la paz no es algo negativo, es intensamente positiva; significa todo aquello que tiene al bien supremo del hombre. Los mismos judíos frecuentemente pensaban que la paz significaba un estado de correctas relaciones entre hombre y hombre. Si insistimos en que la libertad cristiana significa hacer todo lo que queremos, esto es precisamente, un estado de cosas que nunca podremos alcanzar. Luego viene el gozo. En el cristianismo el gozo nunca puede ser egoísta. El gozo cristiano no consiste en que seamos felices, consiste en hacer felices a los demás. La libertad cristiana no es la libertad para hollar los sentimientos de otros. El cristiano se goza sólo cuando da gozo a un semejante, aunque sea a costa de limitaciones personales para él. RESPETO POR EL HERMANO MÁS DÉBIL Romanos 14:21-23 Pablo tiene un consejo para el hombre de fe débil, el hombre de conciencia escrupulosa. Puede que este hombre desobedezca sus escrúpulos. Puede a veces hacer algo porque los demás lo hacen. Puede hacerlo porque no quiere ser la excepción. Puede hacerlo porque no desea ser diferente. Puede hacerlo porque no quiere aparecer ridículo e impopular. La respuesta de Pablo es que, si por cualquiera de estas razones, un hombre desafía a su conciencia, es culpable de pecado. Si uno cree, en el fondo de su corazón, que algo es malo, si no puede librarse del sentimiento cierto de que es algo prohibido, entonces, si lo hace, para él es pecar. Una cosa neutral sólo se torna buena, cuando se hace por fe, con la real y razonada convicción de que es lo que corresponde. El único motivo para hacer algo, es que él lo haga lo considere correcto. Cuando se hace algo porque es un convencionalismo social, por medio de la impopularidad, para agradar a los


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hombres, entonces es malo. Nadie es guardián de la conciencia ajena, y la conciencia de cada uno debe ser, en las cosas diferentes, el árbitro de lo que es correcto o erróneo. LAS MARCAS DE LA COMUNIDAD Romanos 15:1-6 Pablo prosigue tratando los deberes mutuos de los que están en comunidad cristiana, y especialmente los deberes de los hermanos más fuertes para con los más débiles. Este pasaje nos da un magnifico sumario de las marcas que deberían caracterizar a la comunidad cristiana.

1. La comunidad cristiana debería estar marcada por la consideración de sus miembros los unos de los otros, su pensamiento debería ser siempre, no para sí mismos, sino los unos por los otros. Pero se debe notar que esta consideración no debe generar exactitud fácil, sentimental y flexible. Debe estar siempre designada al bien del otro y a su edificación en fe. No es la tolerancia que tolera porque es demasiado perezosa para hacer alguna cosa. Es la tolerancia que sabe qué hombre puede ser ganado mucho más fácilmente para una fe plena, rodeándolo de una atmósfera de amor que atacándolo con una batería de críticas.

2. La comunidad cristiana debería estar marcada por el estudio de las escrituras. 3. La comunidad cristiana debería estar marcada por la entereza. La entereza es una

actitud del corazón hacia la vida. Es mucho más que paciencia: es la adecuación triunfante que puede hacer frente a la vida.

4. La comunidad cristiana debería estar marcada por la esperanza. El cristiano siempre es realista, pero nunca pesimista. La esperanza cristiana no es una esperanza barata. La esperanza cristiana es una esperanza en el poder de Dios.

5. La comunidad cristiana debería estar marcada por la armonía. 6. La comunidad cristiana debería estar marcada por la alabanza. El cristiano debería tener

gozo de la vida porque tiene gozo de Dios. El llevara consigo su secreto, porque estará seguro de que Dios está haciendo que todas las cosas obren justamente para bien.

7. Y toda la esencia de la cuestión es que la comunidad cristiana toma su modelo y su ejemplo, su inspiración y su dinámica, de Jesucristo. Él no se agradó a sí mismo. La cita que Pablo usa es del salmo 69:10. Es significativo que, cuando habla de soportar la debilidad de otros, utiliza la misma palabra que se utiliza con referencia eligió servir a otros en lugar de agradarse a sí mismo, asentó modelo que debe aceptar todo aquel que busca ser su seguidor.

LA IGLESIA INCLUSIVA Romanos 15:14-21 Pablo cita cuatro pasajes del A.T.; los cita de la Septuaginta, que es la versión griega del A.T. y por esto varía de la traducción del A.T., que nosotros conocemos. Los pasaje que Pablo cita son Salmo 18:50, Deut. 32:43; Salmo 117:1; Isaías 11:10, en todos estos pasajes Pablo encuentra antiguas previsiones de la recepción de los gentiles en la fe. Pablo está convencido de que, así como Jesucristo vino a este mundo para salvar a todos los hombres, la iglesia debe


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acoger a todos, no importa las diferencias que pueda haber. Cristo fue un Salvador inclusivo, y por lo tanto su iglesia deber ser una iglesia inclusiva. Entonces, Pablo, una vez más pasa a hacer resonar las notas de la fe cristiana. Debemos ver cómo los grandes términos de la de cristiana relampaguean uno tras otro en este pasaje. Está la esperanza, el gozo, la paz y el poder de Cristo. LAS PALABRAS REVELAN AL HOMBRE Romanos 15:14-21 Hay pocos pasajes que revelan el carácter de Pablo mejor que éste. Está llegando al final de su carta y quiere preparar el campo para a la vista que esperaban pronto a Roma. Cuando leemos este pasaje vemos al menos algo del secreto de Pablo por ganar a los hombres. 1. Pablo se revela como un hombre de tacto, no hay aquí un airado reproche. No regaña a

los hermanos de Roma, ni les habla como un maestro de escuela enojado. Les dice que está solamente recordándole lo que ellos sabían bien, y les afirma que está seguro de que ellos tienen capacidad en sí mismo para prestar un relevante servicio los unos a los otros y a su señor. Pablo estaba más interesado en lo que un hombre podía ser, que en lo que era. Veía las faltas con toda claridad, y las trataba con toral fidelidad; pero todo el tiempo estaba pensando, no en la desdichada criatura que era el hombre, sino en la brillante criatura que podía ser.

2. La única gloria que Pablo reclamó fue la de ser ministro de Cristo. La palabra que utiliza (leitourgos) es una palabra magnifica. En la antigua Grecia había ciertas cargas públicas llamadas liturgias (leitourgiai) que eran algunas veces impuesta y otras asumidas voluntariamente por los hombres que amaban su país. Había cinco de estos servicios voluntarios que ciudadanos muy patriotas solían asumir.

Estaba la Coregía, que era el deber de ocupar una lugar en coro. Estaba la Gymnasiarquia, participaban en carreras con antorchas. Estaba la cestiasis reunión de camaradería financiada por ellos mismos. 3. Pablo se veía a sí mismo, en el esquema de las cosas, como un instrumento en las manos

de Cristo. Él no hablaba de lo que había hecho, sino de lo que Cristo había hecho con él. Nunca decía de algo: “Yo lo hice”, siempre decía “Cristo me utilizó para hacerlo”. Se cuenta que el cambio de vida de D.L.: Moody sobrevino cuando fue a una reunión y oyó a un predicador decir: “Sí sólo un hombre se entregara enteramente y sin reserva al Espíritu Santo, ¡Qué no podría hacer él, ese Espíritu!, Moody se dijo: ¿Por qué no podría (hacer con él es), ser yo ese hombre? Y todo el mundo sabe lo que el Espíritu de Dios hizo con D.D. Moddy. Cuando un hombre cesa de pensar en lo que puede hacer y comienza a pensar en lo que Dios puede hacer con él es cuando comienzan a suceder cosas. 4. La ambición de Pablo era ser un iniciador. Se dice que, cuando livingstone se ofreció como

misionero a la Sociedad Misionera de Londres, se le preguntó dónde querría ir, “Dónde sea”, dijo “con tal que sea hacia delante”. Y cuando llegó al África fue atraído por el humo


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de mil aldeas que vio a la distancia. La ambición de Pablo era llevar las buenas nuevas de Dios a los hombres que nunca habían oído. Y toma un texto de Isaías 52:15 para expresar su propósito.

PLANES PRESENTES Y FUTUROS Romanos 15:22-29 Aquí tenemos a Pablo hablando de un plan inmediato y de uno futuro. 1. Su plan futuro era ir a España. Había dos razones por las cuales Pablo quería ir a España.

Primero, España estaba en el propio límite oeste de Europa. Era en un sentido el límite del mundo civilizado, y por el mismo hecho de ser tal cosa atraía a Pablo para predicar allí. Él quería característicamente lleva las buenas nuevas de Dios tan lejos que no pudiera ir más lejos.

2. En esta época España estaba experimentando una especie de estallido del genio. Muchos

de los grandes hombres del Imperio eran españoles. Lucano, el poeta épico; Marcial, el maestro de lo epigramas; Quintiliano, el más grande de los maestros de oratoria de sus días, todos eran españoles. Y, sobre todo, Séneca, el gran filósofo estoico y primer tutor, después primer ministro de Nerón, el emperador romano era español. Bien puede ser que Pablo se dijera que con sólo poder tocar tierra de España para Cristo podía suceder grandes cosas.

3. El plan inmediato de Pablo era ir a Jerusalén. Pablo había tenido un plan muy querido para su corazón. Había hecho arreglos para que en sus jóvenes iglesias se levantara una colecta para los pobres de la iglesia de Jerusalén. No hay duda de que esta colecta era necesaria en una ciudad como Jerusalén, muchos de los empleos disponibles debían estar conectados con el templo y las necesidades del templo. Todos los sacerdotes y las autoridades del templo eran Saduceos, y los saduceos eran los mayores enemigos de Jesús. Por lo tanto, en Jerusalén debe haber sucedido que muchos de los hombres, cuando se hicieron cristianos, perdieron sus empleos y cayeron en la pobreza. La ayuda que las iglesias jóvenes podían dar era muy necesaria. Pero había por lo menos otras tres grandes razones por las que Pablo estaba tan ansioso por levantar esas ofrendas para Jerusalén.

Así pues, Pablo está camino a Jerusalén y planeando un viaje a España. Hasta donde sabemos, Pablo nunca llegó a España, ya que en Jerusalén enfrentó los problemas que lo llevaron a su largo encarcelamiento y a su muerte. Al parecer este fue un plan del gran pionero que nunca se concretó. VISION CLARA DEL PELIGRO Romanos 15:30-33 Cuando Pablo fue a Jerusalén sabía lo que estaba haciendo. Era bien consiente de los peligros que lo aguardaban. Sabía que se estaba metiendo en la boca del león y poniéndose bajo el poder de aquellos que lo odiaban. Exactamente como su maestro había afirmado su rostro para ir a Jerusalén, lo hizo también Pablo. El coraje mayor es saber que algún peligro nos


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aguarda y continuar. Este es el coraje que mostró Jesús; este es el coraje que mostró Pablo; y este es el coraje que todos los seguidores de Cristo deben mostrar. En tal situación Pablo pidió las oraciones de la iglesia cristiana en Roma. Es una gran cosa continuar sabiendo que estamos envueltos por el calor de las oraciones de aquellos que nos aman. Por más separados que estemos de aquellos que amamos sean cuales fueren los peligros en que pueden estar, nosotros y ellos podemos encontrarnos alrededor del asiento de la misericordia de Dios. Pablo les deja su bendición al irse. Indudablemente, eso era todo lo que podía darles. Aun cuando no tengamos nada más, podemos aún presentar a nuestros amigos y amados en oración a Dios. Fueron las bendiciones de Dios de paz lo que Pablo envío a Roma y fue con la presencia del Dios de paz que él fue a Jerusalén con todas sus amenazas. El hombre que tiene la paz de Dios puede enfrentar sin temor todos los peligros de la vida. UNA CARTA DE RECOMENDACIÓN Romanos 16:1-2 Esta es una carta de recomendación para presentar a Blasto, quien había ido con un recado. Así Pablo escribe para presentar a Febe a la Iglesia en Roma. Febe procedía de Cencrea, que era el puerto de Corinto. Algunas veces se la llama diaconisa, pero no es probable que ocupara lo que podríamos llamar una posición oficial en la iglesia. Puede no haber habido época en la iglesia cristiana en que el trabajo de las mujeres no fuera de infinito valor. Y debe haber sido especialmente así en los días de la iglesia primitiva. En el caso del Bautismo por inmersión total, como se hacía entonces, en la visita a los enfermos, en la distribución de alimentos a los pobres, las mujeres deben haber desempeñado una gran parte en la vida y el trabajo de la iglesia, pero en aquel tiempo no tenían ninguna posición oficial. Pablo encomienda a Febe a la bienvenida de la iglesia a Roma. Pide a la gente de Roma que la reciban como las personas dedicadas a Dios deben recibirse unos a otros. No debería haber extraños en la familia de Cristo; entre los cristianos no deberían ser necesarias las presentaciones formales, porque ciertamente ellos son hijos del mismo padre, y por lo tanto hermanos entre sí. Pero con todo una iglesia no es siempre la institución acogedora que debería ser. Es posible que las iglesias, y aún más las organizaciones eclesiásticas, lleguen a ser pequeñas camarillas, casi pequeñas sociedades cerradas que no tienen verdadero interés en recibir al extranjero. Cuando un extraño llega entre nosotros, el consejo de Pablo aun siendo bueno: recibir al tal de la manera que las personas dedicadas a Dios deben recibirse las unos a los otros.


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LA CASA QUE ERA IGLESIA Romanos 16:3-4 No hay en el N.T., una pareja más fascinante que Priscila y Aquila. Priscila es un diminutivo afectuoso de Prisca. Comencemos con los hechos acerca de ellos de los que estamos seguros. Priscila y Aquila vivían una curiosa vida nómada e inestable Aquila mismo había nacido en el Ponto, en Asia Menor. Los encontramos primero residiendo en Roma, luego en Corinto, luego en Éfeso, luego de vuelta en Roma y finalmente de vuelta en Éfeso, pero donde quiera que los encontremos, hallamos que su hogar es un centro de comunidad y servicio cristiano. Cada hogar debería ser una iglesia, porque una iglesia es un lugar donde habita Jesús.

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