revista para el aula #3

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aula para el Septiembre 2012 · Edición #3 www.educacionparatodos.com LA UNIVERSIDAD SAN FRANCISCO DE QUITO Y SU INSTITUTO DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE (IDEA) PRESENTAN Edición especial de disciplina

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Edición especial de disciplina

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Page 1: Revista Para el aula #3

aulapara el

Septiembre 2012 · Edición #3 www.educacionparatodos.com

LA UNIVERSIDAD SAN FRANCISCO DE QUITO Y SU INSTITUTO DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE (IDEA) PRESENTAN

Edición especial de disciplina

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2 | septiembre 2012

Carta del editorEstimados Colegas:

Cada nuevo año es un nuevo comienzo para adaptar, crecer y aprender junto con nuevos estudiantes. Tenemos que aprovechar este fresco comienzo para reflexionar sobre lo alcanzado el año pasado y reconocer qué podemos mejorar y cómo vamos a enfrentar los retos fijados para este nuevo desafío.

Se puede empezar, por ejemplo, analizando el entorno en el cual enseñamos; cómo ha sido y deseamos que sea nuestro salón de clase. Es así que llegamos a la temática de esta tercera edición de la revista Para el Aula, donde queremos abordar el tema del manejo de clase y la disciplina como dos elementos esenciales para crear un adecuado ambiente de aprendizaje.

En esta publicación encontraremos artículos que desarrollan este tópico tanto en el aula como en el hogar, ya que en el caso de la disciplina es necesario trabajarla en conjunto entre padres y maestros. A su vez compartiremos estrategias y sugerencias que ayudarán a mejorar el entorno educativo, y replantearemos técnicas que utilizamos en el salón como el conocido tiempo fuera.

Invitamos entonces a nuestros lectores a que con cada artículo hagan su propia recopilación de información que podrán trasladar a su aula y hogar, puliendo y reforzando las estrategias que ya están dando frutos.

Recordamos que esta revista es posible gracias a nuestros lectores, en especial docentes y profesionales que comparten con nosotros sus artículos con el afán de hacer llegar a todos sus conocimientos y sugerencias.

Es para nosotros un gusto ser los promotores de su saber y nos complace mucho seguir siendo el medio de comunicación y puente entre su aula e IDEA. Nos encantaría poder seguir recibiendo material para compartirlo con otros maestros.

¡Disfruten, enseñen y sobre todo, aprendan!

Claudia Tobar, M.Ed.Editora en jefe

Editora en jefe: Claudia Tobar

Directora de IDEA: Tracey Tokuhama-Espinosa

Colaboradores: Estefanía Martínez, Lucía Herrera, Nancy Crespo, María Dolores Lasso, Isabel Solano, Mishel Tirira, Mariana Rivera, María de los Ángeles Núñez,

Cecilia Lema y Scarlet Proaño.

Corrección de estilo: Scarlet Proaño

Diagramación: Carlos Piza

Portada: Santiago Mera

Ventas: [email protected]

Coordinador de producción: GyR / USFQ

Los artículos firmados representan el

pensamiento de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de IDEA

Universidad San Francisco de Quito Instituto de Enseñaza y Aprendizaje 5932-297-19-37 / 297-17-00 ext. 1031

© Todos los derechos reservadosAll rights reserved

PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL SIN PREVIA

AUTORIZACIÓN

aulapara el

Page 3: Revista Para el aula #3

ContenidosManejo de Clases

Artículo

4

Recursos para el aulaIdea tecnológica

6

Disciplina: Del hogar a la escuela

8

CatalystVerano 2012

33

College BoardVisita Janning Estrada

30

ReseñaCinematográfica

22

Agenda

23

Tiempo-fueraPerspectivas

11

LibrosRecomendados

20

Temor a los niñosTestimonio

14

Manejo de claseemociones y aprendizaje

26

Manejo del aulaRecursos para el aula

18

Notas denuestros lectores

29

Pregúntalea tu colega

24

Page 4: Revista Para el aula #3

4 | septiembre 2012

Artículo

El manejo de clase va mucho más allá de los aspectos co-rrectivos relacionados con una

adecuada disciplina y organización del aula. Un buen docente sabe que su principal objetivo al manejar ade-cuadamente una clase es llegar a ser un parámetro formativo en los niños, niñas y adolescentes.

Una clase manejada correctamente es un referente de vida, de actitudes, de acciones y de reacciones para los estu-diantes. Al igual que en el hogar, los niños, especialmente los más peque-ños, aprenden en parte por repetición e imitación. Si su salón de clase es un es-pacio donde el irrespeto y el desorden son algo cotidiano, ellos asumirán que ser groseros y desordenados es acepta-ble y algo que puede repetirse dentro y

fuera del aula sin mayores consecuen-cias, y así aceptarán estas prácticas como parte de su cotidianidad y de su formación.

Permitir que los estudiantes empleen un vocabulario inadecuado, tengan jue-gos bruscos o respondan de manera gro-sera a sus pares y maestros en el aula generan en ellos hábitos que, en corto tiempo, llegan a los patios y finalmente

a sus hogares. Manejar adecuadamente una clase representa, por lo tanto, dar buenos modelos y con ellos generar há-bitos de vida, es decir actitudes, reaccio-nes y posiciones que les servirán a los individuos a conducirse de mejor mane-ra en los diferentes círculos sociales en los que deberán interactuar a lo largo de su vida.

Manejo de reglas clarasLa experiencia de padres y docen-

tes es que entre más reglas claras, me-jores resultados. A eso debemos sumar que, cuando las reglas no son impues-tas sino concebidas por mutuo acuerdo, son mejor aceptadas. Incluso cuando las reglas son rotas, las consecuencias son mejor asumidas si los estudiantes sien-ten que fueron parte de la creación de las mismas.

Manejo de clase… más allá de las reglas

Por: Nancy Crespo B.([email protected])

Una buena comunicación es primordial para el manejo de reglas

claras y para asumir responsabilidades

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septiembre 2012 | 5

Recuerde: crear y manejar reglas con niños y adolescentes es muy di-ferente que con adultos. Con los más pequeños es importante reiterar perma-nentemente los compromisos y acuer-dos, publicarlos en carteleras o lugares llamativos, y recordarles en la cotidiani-dad la importancia del cumplimiento.

En el caso de los adolescentes es importante que los adultos tomemos en cuenta los siguientes puntos:

-Una buena comunicación es pri-mordial para el manejo de reglas claras y para asumir responsabilidades.

- Es esencial apoyar a los adoles-centes para que aprendan a procesar sus sentimientos, tomar conciencia de sus acciones y de sus reacciones. La re-flexión y el espacio para el diálogo son vitales, no solo para aquellas acciones indebidas, sino y sobre todo para valorar las acciones positivas.

-Como se mencionó anteriormente, las reglas se llevan mejor cuando somos

partícipes de su creación; por ello es im-portante permitir que los adolescentes se involucren, negocien y puedan llegar a acuerdos.

- Una base de todo acuerdo en el hogar y en la escuela es que las reglas deben ser para todos y que se debe practicar con el ejemplo. Si un padre o un maestro grita o maltrata a un adolescente, está enseñán-dole con el ejemplo que es una opción válida en caso de desacuerdo.

- Seguir las reglas siempre apoya a los adolescentes en el manejo de hábi-tos. Si, por ejemplo, la regla es no usar celulares en el aula, no podemos como adultos ser severos en ciertas ocasiones y en otras permisivos, ni tampoco rom-per nosotros mismos con esta normativa y dar el mal ejemplo.

-Es también importante enseñar a los adolescentes a ser fieles a los valores y reglas de su familia o de la institución educativa. No son válidas las excusas como: “el otro profesor nos deja comer en clase” o “los papás de mi amigo lo

dejan ir a bailar hasta el otro día.” Para ellos debe ser claro el grupo al que per-tenecen y las reglas que deben seguir.

El manejo de reglas claras permite no solo evitar problemas de falta de una adecuada disciplina, sino que además permite a los niños aprender a optimizar su tiempo, a valorar el trabajo personal y el de sus compañeros.

Cuando los estudiantes perciben falta de organización y seguridad por parte de su profesor asumen diferentes prácticas y retan constantemente al docente. Este tipo de actitudes afectan no solo al docen-te sino a todo el grupo y a su dinámica.

Más allá de las recomendaciones aquí mencionadas es importante recor-dar que un adecuado manejo de aula nos permite brindar de manera prácti-ca a nuestros estudiantes herramientas y destrezas sociales de convivencia, las mismas que en un futuro inmediato les apoyarán a manejar buenas relaciones y a enfrentar sus retos de mejor manera.

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Recursos para el aula

¿Quién no se ha familiarizado a estas alturas con el Facebook? Esta red social que te ayuda a encontrar amigos, conocidos y desconocidos

en todo el mundo. En esta edición queremos presentarles una nueva aplicación llamada “Edmodo”: tiene una apa-riencia muy similar a la del Facebook, pero sus aplicacio-nes son netamente educativas.

Como profesor, Edmodo es una herramienta que te da la opción de crear un curso y tener ahí a tus alumnos registrados (por cada materia). Mediante esta plataforma podrás asignarles deberes, realizar breves encuestas, colgar enlaces a videos o adjuntar archivos. Por otra parte, como estudiante, esta herra-mienta te brinda la opción de tener un soporte digital de tareas, actividades y comunicación con el profesor y tus compañeros.

Al parecer, plataformas como ésta existen muchas. Lo particular de Edmodo es que es sencillo de manejar y que se la puede también utilizar en español, ya que muchas herra-mientas que encontramos en Internet son netamente en inglés. ¡Además es gratuita! Otro beneficio es que nos ayuda a tener una conexión con los alumnos y nuestra materia fuera del aula. Es decir, si un alumno falta o debe hacer trabajo en grupo, o re-visar la materia vista en clases que quedó inconclusa, siempre se puede recurrir a Edmodo para estar al día.

Los pasos para crear una cuenta son fáciles y comunes1. Ingresamos a www.edmodo.com

2. Ingresamos al link de Registro como “Profesor” y llena-mos los campos que se nos pide.

3. Recibiremos en nuestra cuenta de correo electrónico un correo de parte de Edmodo indicándonos algunas instrucciones a seguir para actualizar nuestro perfil y demás. Para ello nos dirigimos a “Cuenta” y “Preferencias”, pudiendo completar ahí los campos que se nos pide.

4. Creamos un grupo. Esto puede realizarse para cada ma-teria o grado si somos profesores de más de una clase.

5. Copiamos el código que nos sale a continuación -ya que es esto lo que se les dará a los alumnos-, para que puedan ingresar a Edmodo como estudiantes y se unan al grupo que hemos creado y seguir las actividades que se les plantee.

Este código y la dirección de la página Web serán enviados a los alumnos para que ellos puedan crear su perfil de alumno e ingresar con esta información al curso correspondiente al có-digo enviado. Para la creación de su cuenta deben seguir bási-camente los mismos pasos que el maestro, con la diferencia de que se les pedirá el código que ha creado la profesora.

Por: Isabel Solano([email protected])

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Sugerencias para la utilización de Edmodo

1. Colocar las tareas diarias, adjuntando fecha de entrega e instrucciones claras de lo que se debe hacer.

2. Cargar dentro de “alertas” las fechas importantes de exámenes, revisiones o controles de la materia. De este modo los alumnos podrán informarse con anticipación sobre lo que se tiene planificado para la semana o para el mes.

3. Adjuntar proyectos. Para ello podemos dirigirnos a “asignatura” y colorear ahí la fecha de entrega de dicha tarea y lo que se espera que hagan. De igual forma, esto les llegará a los alumnos y ellos podrán mandar su pro-yecto directamente desde la plataforma. Aquí se pueden adjuntar videos, links, archivos, etc.

4. Se pueden crear foros. Utilizando simplemente la opción de mensaje (como en el Facebook, lo que cono-cemos como “estado”), planteamos una pregunta de dis-cusión y los alumnos la leerán y podrán escribir también sus cometarios.

5. Discusión de videos. Utilizando el mismo formato de foros se puede publicar un video y pedir la crítica de los alumnos.

6. Crear pruebas. Mediante la opción de “pruebas” se puede elaborar una evaluación o cargar otra que hemos realizado ya con anterioridad. Para crear una nueva tenemos varias opciones de formato: opción múlti-ple, respuesta de verdadero o falso, llenar los espacios en blanco o brindar respuestas cortas.

7. Votación. Esta herramienta nos ayuda a generar una breve encuesta para nuestros alumnos. Se puede poner una descripción del tema y las posibles respuestas.

6. Ingresando como profesores po-dremos cargar en nuestro perfil las ta-reas, actividades o recursos que tenga-mos planteados para nuestros alumnos. Sugiero que para poder sacar el mayor provecho de todo lo que se puede hacer con Edmodo es que sean curiosos e in-daguen una a una todas las herramien-tas y opciones que brinda esta plata-forma. De este modo conocerán mejor, según la materia y objetivos de clase, cómo hacer de Edmodo su aliado tec-nológico en el aula.

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Artículo

Unos más, otros menos, fuimos educados con una disciplina rígida, impositiva, agresiva, au-

toritaria, la cual nos impidió pensar y actuar con autosuficiencia e independen-cia porque se esperaba nuestra sumisión. Esta modalidad de educación no respeta a la persona y surge de la inseguridad del padre o madre, quien ordena e impone a su hijo o hija, exige obediencia muchas veces sin razón ni necesidad, y casti-ga dependiendo de su estado de ánimo. Pese a tantos cambios del nuevo milenio, muchos padres siguen creyendo equivo-cadamente en la eficacia de este sistema y se resisten a aprender estrategias edu-cativas diferentes para estimular el creci-miento de sus hijos.

Esta situación también se ha dado en las escuelas. Afortunadamente, ya hay cambios: muchos maestros aplican formas distintas de conseguir el cumpli-

miento de normas y reglas, tratan diferen-te a sus alumnos e intentan influenciar en las familias.

Para lograr estos cambios es básico responder una pregunta: ¿por qué los niños deben obedecer? Muchos respon-den: “Porque los padres saben lo que les conviene a los hijos” o “Porque los adul-tos tienen la razón”. Sin embargo, esto no siempre se cumple.

Cada día es más complicado para padres y maestros conseguir el auto-control que queremos de los niños. Entonces, cabe otra pregunta: ¿Qué es obedecer? ¿Qué es, sobretodo cuando va en contra del deseo propio porque no se ve la necesidad ni la convenien-cia personal? Si una persona reconoce su beneficio para hacer determinado acto, lo realizará por convencimiento, no por obediencia.

Los niños necesitan aprender muchas cosas y al mismo tiempo. Quieren hacer su voluntad y satisfacer sus deseos y gustos. Desde pequeños quieren imponerse a los demás, desarrollar su autonomía y probar sus alcances; se resisten a los “NO” con todas sus fuerzas y saben muy bien dónde hacer los berrinches para conseguir lo que quieren. Muchos crecen así y siendo adul-tos continúan imponiéndose. Es importan-te aprender, lentamente, que la voluntad propia tiene un límite: la voluntad del otro.

Para este aprendizaje debemos consi-derar la tolerancia a la frustración, o sea, la capacidad para esperar la satisfacción de una necesidad, aceptar los “NO”, cambiar un objeto por otro para reali-zar los deseos, aceptar normas, reglas, límites. Algunos niños nacen con muy baja tolerancia a la frustración y tienen grandes dificultades para enfrentarlas en forma adecuada.

DISCIPLINA: DEL HOGAR A LA ESCUELADra. María de los Ángeles Núñez([email protected])

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A muchos padres les resulta muy difí-cil educar a sus hijos: desconocen las ca-racterísticas de crecimiento de cada edad y en ocasiones sobreestimulan y exigen comportamientos para los cuales no tie-nen la madurez suficiente; o al contra-rio, sobreprotegen y les tratan como más pequeños. Si el niño o niña tiene baja tolerancia a la frustración, la situación se complica más porque le consienten en todo para evitar problemas, berrinches o perder la paciencia. Cuando los padres se sienten culpables por su ausencia, descuido o abandono de los hijos, tam-bién tienden a consentirles en todo y compensar sus culpas. El resultado son niños sin autocontrol.

Cuando los padres imponen un com-portamiento en forma muy rígida, la respuesta de sus hijos es de oposición o rebeldía porque no quieren hacer la voluntad de ellos, no ven su utilidad, y además, les impiden la satisfacción de su necesidad básica: jugar. Estos niños acostumbrados a hacer su voluntad, a ser complacidos por todo, llegan a los cen-tros educativos y exigen esta respuesta de maestros y compañeros.

Por lo tanto, el cambio en las estra-tegias de educación de los niños debe empezar en casa. Para esto, considere-mos que las personas aprendemos solo lo necesario, lo útil en un momento dado; todo lo demás, simplemente lo olvida-mos. La mejor manera de aprender es en forma placentera, sin imposiciones

ni métodos agresivos y autoritarios. Los niños y niñas aprenden con sorprendente facilidad jugando, a su ritmo y en lo co-rrespondiente a su edad y madurez.

Progresivamente necesitan estímulo para la autosuficiencia e independencia en su atención personal: aseo, cambio de ropa, arreglo de sus pertenencias y su habitación y el inicio de la participación y colaboración en actividades familiares: comidas y arreglo de la casa. Así se sien-tan las bases para la solidaridad.

Ante cada actividad es básico an-ticipar a los niños lo que viene: “Hijo, termina tu juego, pues en cinco minutos iremos a dormir”. También es importan-te invitar en lugar de ordenar. Además, conviene acordar las consecuencias (no castigos) al no cumplirse una regla. Con estas bases, los niños llegan en otras con-diciones a la escuela.

Los maestros también deben conside-rar el nivel de desarrollo de los alumnos, tener claras pocas reglas para llegar a acuerdos con ellos, sin imposiciones. Por lo tanto, amerita mostrarles su beneficio personal para que las acepten. Cuando los niños participan en el establecimiento de las reglas, normas o límites, les resulta más fácil cumplirlos.

Un ejemplo de esto es realizar una asamblea escolar donde participan el

maestro y los niños. Se acuerda analizar un tema, por ejemplo: los deberes. Se aclara que son un requerimiento esco-lar para que los niños realicen en casa (evitando la participación de los padres); cada niño, por decisión propia, decidirá a qué hora los hará y el maestro se com-promete que serán sencillos y cortos. Así, los niños descubren que sí tendrán tiempo para jugar y divertirse. Por último, se decide sobre las consecuencias al no cumplir esta responsabilidad.

Esta asamblea escolar sirve para de-finir temas como: el buen trato, el cual engloba el respeto a los demás, a sus per-tenencias, a los espacios y objetos esco-lares; o el cumplimiento de los horarios para aprender la puntualidad. Como se ve, el buen trato puede ser una regla bási-ca en toda escuela y en todos los niveles.

¿Atender en clase es una regla de los niños? Es un aspecto de responsabilidad de cada maestro lograrlo y mantenerlo, considerando los tiempos de atención en cada edad y consiguiendo la motivación al aprendizaje con todos los recursos que se dispone. Un niño motivado mantendrá su atención por mucho más tiempo.

Recordemos que el aprendizaje de las reglas, normas y límites son procesos que ayudan a los niños a aprender a vivir en sociedad y les estimula en su creci-miento.

Una buena comunicación es primordial para el manejo de reglas

claras y para asumir responsabilidades

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Perspectivas

El tiempo fuera (time-out) es una estrategia de manejo de disciplina que los padres y pro-

fesores utilizan frecuentemente, sin ser concientes de ello en muchos casos. La característica principal que define al tiempo-fuera es retirar al alumno el pri-vilegio de obtener reforzamiento por un lapso limitado (generalmente entre uno y cinco minutos), como consecuencia de un mal comportamiento.

El razonamiento detrás de esta téc-nica es que el niño no reciba recom-pensas positivas (atención, diversión, participación en actividades grupales placenteras, etc.) inmediatamente después de una conducta negativa de-terminada, hasta que logre calmarse. Entonces, el niño puede asociar su mal comportamiento a una consecuen-cia que le priva de actividades pla-centeras y reforzadoras, por lo que su conducta negativa disminuirá. Existen diferentes variaciones de esta técnica: puede implicar la exclusión física del niño del grupo, o puede ser no exclu-yente, en el sentido de que se aplica con el niño en el mismo ambiente en el que se encuentra el grupo. Además, se puede usar colocando al niño en una silla específica para este propósito o en un rincón determinado. Estas son diferentes alternativas de aplicación del tiempo-fuera.

Controversias e investigaciónEste método disciplinario ha enfren-

tado varias controversias. Es posible imaginar que el tiempo-fuera puede pro-ducir en los niños sentimientos de humi-llación y ansiedad. También se lo podría asociar con un aumento de la resistencia por parte del niño y una mayor tendencia a revelarse contra la autoridad. En esta misma línea se puede cuestionar si esta técnica daña el lazo emocional entre el niño y el adulto que la utiliza. Sin em-bargo, varios estudios demuestran que esta herramienta, cuando es utilizada de forma apropiada, es efectiva para dismi-

nuir conductas agresivas y poco coope-rativas en niños pequeños y hasta ado-lescentes (Morawska & Sanders, 2011).

Además, un buen uso de esta técnica puede promover que los niños procesen sus emociones de manera independien-te, calmándose a sí mismos en situacio-nes difíciles.

Mas allá de esto, la literatura de-muestra que la aplicación correcta del tiempo fuera está relacionada con una mejora en la relación con el cuidador que la utiliza (Kazdin, 2005). Además, si

Por: Estefanía Martínez ([email protected])

El tiempo-fuera como herramienta correctiva

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el maestro lo prefiere, puede usar un tipo de tiempo-fuera no excluyente, menos alienante, que ha demostrado ser igual de efectivo que el excluyente (en que se retira al niño del grupo), aunque requie-re de más intentos hasta que el niño se comporte de manera positiva (Scaboro & Forehand, 1975, en Morawska & San-ders, 2001).

¿Cuándo usar el tiempo-fuera?Antes de usar el tiempo-fuera es in-

dispensable construir con los niños una comunidad educativa positiva, en la que se valora el derecho al aprendizaje de los demás y las relaciones respetuosas. La técnica del tiempo-fuera debe ser ex-plicada y discutida con los niños como una consecuencia lógica de un compor-tamiento que no respete este compromi-so de cooperación. El mensaje tácito de fondo es el siguiente:

“Si interrumpo el apren-dizaje de los demás, no los respeto o no coopero, ten-dré que tomarme un tiempo aparte hasta que me calme y pueda volver a contribuir de una manera adecuada.”

Una vez definido el contexto de una comunidad de aprendizaje es necesario establecer las reglas. Los niños deben saber los comportamientos específicos que le harán necesitar un tiempo-fuera, cómo se llevará a cabo el proceso, y cómo evitar que esto suceda de nuevo. Enton-ces, en lugar de decir a los niños que la agresividad tendrá como consecuencia un tiempo-fuera, se explicitan los com-portamientos. Así, los niños sabrán que pegar a sus compañeros, tirar objetos o insultar a otros podría llevarles a ello.

Como cualquier estímulo que se presenta de manera excesiva e indiscri-minada, los niños pueden habituarse al tiempo-fuera. En este caso, esta herra-mienta pierde su efectividad. Para evitar este fenómeno y respetar la integridad de la técnica, los tres momentos en que se recomienda utilizar el tiempo-fuera son:

1) Cuando el niño está poniendo en peligro a otras personas (por ejemplo, cuando está agrediendo físicamente a sus compañeros).

2) Cuando está poniéndose en ries-go a sí mismo (por ejemplo, cuando se acerca repetidamente a una ventana alta sin baranda).

3) Cuando desobedece reiterada-

mente a la profesora o al profesor. En los tres casos se trata de disminuir

problemas disciplinarios. Además, este método no debe ser usado como una pri-mera opción. Antes de llegar al tiempo-fuera se deben agotar otras posibilidades menos restrictivas como el contacto vi-sual, la cercanía corporal, la distracción hacia otras tareas más aceptables, refor-zar al niño cuando la conducta problema no está presente, entre otras.

Cuando el maestro o la maestra piden al niño que inicie su tiempo-fuera, no debe alzar la voz, usar lenguaje hu-millante ni aplicar fuerza innecesaria. La forma correcta de hacerlo es usar un tono firme pero no enojado, explicarle al niño por qué se le va a apartar de la tarea grupal, y decirle cuánto tiempo perma-necerá en tiempo-fuera (es recomenda-ble 1 minuto por cada año de edad del niño) y que cuando este tiempo termine y esté calmado, podrá regresar. Aunque no es aconsejable que se hable al niño mientras está en tiempo-fuera ni se le pida reflexionar acerca de sus acciones en este tiempo (Morawska & Sanders, 2011), sí es recomendable abrir un es-pacio breve de reflexión cuando éste ter-mine: por qué tuvo esa consecuencia y cómo la puede evitar en el futuro.

¿Cuándo NO usar el tiempo-fuera?

El propósito de esta herramienta es disminuir la probabilidad de que un alumno se comporte de manera no acep-table para la comunidad de aprendiza-je. Cuando un niño presenta reacciones emocionales como tristeza, ansiedad o frustración, y sus acciones no atentan contra sí mismo, ni contra otros, ni de-muestran desobediencia, este niño no se está portando mal. Las situaciones en las que existe sufrimiento o que activan los sistemas de apego en los niños tienen como objeto el encontrar refugio, acepta-ción y validación por parte del adulto. En estas situaciones, el maestro debe hablar

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septiembre 2012 | 13

con el niño y escuchar sus emociones, in-tentando consolarlo. En lugar de retirarle la atención, es necesario brindarle afecto, lo cual lleva a reducir la intensidad emo-cional. De todas maneras, deben existir límites planteados con afecto hacia las acciones aceptables o inaceptables para su expresión de las emociones, pero no es aconsejable incurrir en consecuencias disciplinarias como el tiempo-fuera.

Motivación tras el tiempo-fueraEn general, la mejor manera de ase-

gurar que el tiempo-fuera sea aplicado de forma apropiada es considerando las motivaciones personales del adulto al ha-cerlo. Cuando el tiempo-fuera se usa para descargar la frustración y/o la ira para deshacerse de un niño problemático, o

para ganar la batalla a un niño que nos hace sentir que nuestra autoridad y com-petencia son cuestionadas, estamos aten-diendo a nuestras necesidades persona-les. En este contexto, ninguna técnica disciplinaria ni intento pedagógico surti-rán efecto. Por el contrario, si tomamos la decisión de invitar a un tiempo-fuera a un niño para promover la cooperación en la comunidad educativa de nuestra clase, y brindarle un espacio de aprendizaje al alumno en el que pueda calmarse para poder volver a formar parte de ésta, en-tonces es más probable que dé frutos. El contexto más apropiado para enseñar es siempre uno de amor, en que se tenga en cuenta el propósito de nuestras acciones en favor del bienestar de nuestros estu-diantes.

Referencias bibliográficas

Kazdin, A. E. (1980). Accepta-

bility of time out from reinforcement

procedures for disruptive child be-

havior. Behavior Therapy, 11(3),

329–344. doi: 10.1016/s0005-

7894(80)90050-5

Morawska, A. & Sanders, M.

(2011). Parental use of time out

revisited: A useful or harmful pa-

renting strategy? Journal of Child

and Family Studies, 20(1), 1-8.

doi:10.1007/s10826-010-9371-x

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14 | septiembre 2012

Testimonio

Como padres siempre tenemos la constante preocupación acerca de las personas que es-

tarán cerca de nuestros hijos confor-me crecen, y la influencia que estas personas puedan tener sobre ellos. Constantemente, como maestra y como madre, he escuchado a padres de familia manifestar su preferencia porque sus hijos frecuenten niños que compartan sus mismos valores y costumbres, asumiendo que los hijos de sus amigos, parientes o conocidos compartirán valores y costumbres de sus hijos. Conforme pasa el tiempo he tenido que aceptar que lastimosamen-

te esta presunción no siempre es ver-dadera. Y es que uno enfrenta a niños cuyos padres no logran transmitir los valores y costumbres que los han ca-racterizado; adultos que se destacan por ser personas respetuosas, que no logran transmitir la importancia del respeto a sus hijos.

Es impactante presenciar cómo el rol de los padres, de los maestros y de los niños se ha ido transformado a lo largo del tiempo. Hace algunas décadas los adultos eran considerados una autori-dad incuestionable para los niños. En muchas ocasiones, esto sirvió para que

los adultos -seres superiores- cometan abusos contra los niños en nombre de la disciplina, la buena educación y la preparación para la vida. Con el tiempo, el rol de los adultos ha ido cambiando paulatinamente, y hemos sido testigos de padres y maestros que han evolucio-nado, debido a un mejor entendimiento del desarrollo humano, de estudios rea-lizados en cuanto a la efectividad del castigo en el aprendizaje, y de la enor-me campaña mediática que se ha hecho en relación a los derechos de los niños. Sin duda alguna, estos triunfos de la sociedad han tenido gran éxito frente a la intolerancia hacia el abuso infantil y

El temor a los niños: los educas tú o los educa el mundoPor: María Dolores Lasso([email protected])

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el castigo físico impartido por padres y maestros por igual.

Aquellos padres que crecieron con padres autoritarios y abusivos se convir-tieron a su vez en adultos, y comprendie-ron la importancia de no replicar lo que en su niñez les causó tanto dolor y en mu-chos casos fue motivo de complejos y li-mitaciones emocionales. Así pues, nació una generación de padres y maestros más abiertos y más educados, quienes, a pesar de todo, quisieron aprender a es-cuchar a sus hijos, pero aún conservaban ciertas reglas básicas, y en ocasiones de-jaban escapar lo que en su inconsciente había quedado grabado cuando de disci-plinar se trata. Poco a poco, los roles de padres y maestros han cambiado.

Este proceso de transformación ha tenido un profundo efecto en el producto final: el niño. De quien hace décadas se esperaba sea un adulto en pequeño, pasó a ser una persona en proceso de madura-ción. Conforme pasa el tiempo, los niños han ganado poco a poco protagonismo, un rol bien merecido. Sin embargo, cada vez más los maestros nos encontramos con niños sin límites, autoritarios y hasta abusivos.

Los padres de hoy en día quieren una relación lo más cercana posible con sus hijos y buscan por todos los medios ser los mejores amigos de sus hijos. Se ol-vidan que una amistad sana se basa en principios como la equidad, el respeto y los intereses comunes. Es así que, con tal de lograr la “amistad” de sus hijos, los padres evitan contradecirlos y disci-plinarlos. Muchos padres de hoy en día piensan que con el tiempo, y solo con el tiempo, sus hijos superarán su intole-rancia, su alto nivel de frustración al no ser complacidos, y su carácter irascible e impositivo. Piensan que por arte de magia el tiempo hará el trabajo por ellos,

y esperan que se conviertan en adoles-centes tolerantes y respetuosos.

Es sano que los padres sepan -y que con cariño les enseñen a sus hijos- los lí-mites del comportamiento aceptable e in-aceptable, y que no tengan temor de per-der la confianza y amistad de sus hijos. Los hijos confían en sus padres cuando ellos les muestran respeto, los escuchan y les dan pautas de comportamiento aceptables de manera consistente. Eso les permite como individuos comprender de mejor manera las circunstancias a las que se enfrentan día a día, y aprender a comportarse de una manera aceptable,

Los padres de hoy en día quieren una

relación lo más cercana posible con

sus hijos y buscan por todos los medios

ser los mejores amigos de sus hijos.

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haciendo que se sientan seguros de sí mismos y que puedan ser aceptados so-cialmente. Esto suele evitar sentimientos de frustración e inseguridad.

Por otro lado, vemos también que,

sin importar el nivel económico de los padres, cada vez se busca más compla-cer a los hijos. Sin embargo, darles gusto indiscriminadamente no es suficiente para lograr confianza, aprecio y respe-to. Por el contrario, el exceso de gustos durante la edad temprana hace que la persona crezca con una profunda confu-sión de conceptos tales como el esfuer-zo, la recompensa, el cariño, el aprecio, entre otros. Los gustos deben ir siempre acompañados de una conversación, ex-plicación o reflexión, de tal manera que el niño comprenda que los gustos se los gana por su buen comportamiento, por su esfuerzo por sus muestras de cariño o generosidad. El hecho de explicar a nuestros hijos las razones por las que to-mamos una decisión y no otra, les brin-

da criterios para construir su sistema de valores y tomar mejores decisiones en su vida. Ser un adulto responsable no se basa en la cantidad de cosas que le podamos comprar sino en la calidad de experiencias que podamos compartir con nuestros hijos.

La amistad entre padres e hijos es algo valioso y difícil de conseguir; de hecho, se construye con base en los mismos prin-cipios de cualquier amistad sana: equi-dad, respeto e intereses comunes. Pero para lograr la tan ansiada amistad entre padres e hijos, o maestros y estudiantes, se debe cultivar estos principios básicos y mutuos. Sin ellos no se puede conseguir una relación sana y positiva.

Como padres y maestros no podemos asumir que los niños aprendan a com-portarse por el simple transcurrir del tiempo; eso simplemente no ocurre. Si queremos que los niños aprendan a com-portarse debemos tomarnos el tiempo de

enseñarles a hacerlo, de brindarles con mucho cariño oportunidades para reco-nocer lo que es aceptable de acuerdo a nuestro criterio, establecer consecuen-cias claras a acciones negativas, sin exagerar, pero brindando una vivencia concreta que les permita diferenciar lo aceptable de lo inaceptable. ¿Cuántas veces vemos a madres avergonzadas por el comportamiento en público de sus hijos? ¿Acaso ese comportamiento apareció súbitamente, o simplemente lo que ocurre con frecuencia dentro de casa nos avergüenza cuando se hace pú-blico? ¿Cómo un niño puede diferenciar lo que es aceptable y lo que no, si en casa se le permite algo que socialmente no es aceptable? ¿Acaso no es nuestra responsabilidad como padres transmitir aquellos valores y costumbres que con-sideramos les van a servir en la vida a nuestros hijos? No esperemos a que el tiempo les enseñe, porque lastimosa-mente si no lo hacemos nosotros, la vida lo hará con menos benevolencia.

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Consejos prácticos:SÍ: Los niños aprenden más a través de una conver-sación reflexiva e interactiva acerca de un compor-tamiento que requieren mejorar. NO: Diga regaños constantes acerca de lo que no debe hacer.SÍ: Aproveche para mencionar lo que hace bien cada vez que su hijo ha hecho algo bien; dígale explí-citamente cuándo hace algo de la manera correcta.NO: Reclame lo que no hace bien.SÍ: Comparta experiencias personales en las que se sienta identificado con su hijo, y la solución que aconseja en esa circunstancia.NO: Proclame su superioridad frente a las circuns-tancias que vive su hijo.SÍ: Apóyelo para que busque destacarse por hacer la diferencia de manera ejemplar.NO: Aconseje que se defienda replicando algo que no es correcto. SÍ: Establezca expectativas y consecuencias claras en relación al comportamiento esperado con antici-pación.NO: Espere a que se presente una situación incó-moda para enseñar una lección de comportamiento.SÍ: Aproveche las historias de cuentos o películas apropiadas para la edad para mostrarle cuándo los personajes se portan bien o mal; esto le permitirá diferenciar el comportamiento aceptable.NO: No lo compare con otras personas (ni para bien, ni para mal).

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Descansos momentáneos para cambios de actividad. Compartir risas, comentarios, temita fuera de clase, en-tiéndase, para cambiar de actividad. Implica entonces hacerle conocer al estudiante qué es lo que vamos a realizar, cómo y qué más haremos, cuando termine. De esa manera se consigue tomar “el hilo” de su atención, es decir, una agenda bien programada para empezar el día o jornada escolar.

Otra actividad interesante para manejo de disciplina es la elaboración de las normas de convivencia en el aula de ma-nera conjunta entre maestros y estudiantes. Todos proponen, se realiza un consenso, se aprueba y se exhiben en el aula para recordarnos a todos. Debe hacerse al inicio del curso o del año escolar. Acompañando a estos acuerdos de convi-vencia en el aula se deben registrar responsabilidades indi-viduales o grupales. Para ello se deben enlistar las “tareas” que se deben cumplir y luego permitir que cada uno escoja una de ellas. Ejemplos: encargados de llevar el leccionario, repartir el material, ayudar a borrar la pizarra, tomar lista, llenar el registro de asistencia, completar la agenda, comple-tar el cuadro del estado del tiempo, regar las plantas, revisar uniforme, revisar limpieza en los pupitres, controlar orden en las filas de pupitres, entre otras muchas actividades.

Para manejo de aula y disciplina a mi me funcionó muy bien llevar un registro “en papelotes” con la nómi-na y registrar oportunamente una estrella de felicitación por participaciones efectivas, por cumplimiento exce-lente de instrucciones dadas, por superación de obstá-culos. Al final se armaban una fila de estrellitas frente a cada nombre y claro, parecían iluminarse en los rostros de alegría de los niños. Por supuesto, hay que saber ma-nejar para motivar, es decir, procurar el reconocimiento de todos.

Confiar en nuestros estudiantes, responsabilizarles de sus acciones, dejar trabajo autónomo y luego super-visar para hacerles notar cuánta independencia y acti-tud de trabajo pueden desarrollar sin vigilancia.

Actividad 1:Transiciones

Actividad 3:Creación de normas de manera conjunta

Actividad 2: Registro de comportamiento

Actividad 4:Confianza

Tips para manejo de aulaRecursos para el aula

Una estrategia que permite el mejor control de la disci-plina en las aulas es el trabajo. Un estudiante ocupa-do y concentrado no tiene tiempo para nada, menos

aún para cometer actos que puedan tomarse como indiscipli-na. Ahí está la actitud de nosotros los maestros para conseguir atención y concentración “permanente”, mejor y renovada.

Cecilia Lema([email protected])

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¿CÓMO ORDENAN SUS HABITACIONES LOS DINOSAURIOS?Jane Yolen y Mark TeagueScholastic, 2004

Incentiva a los más pequeños a divertirse con la limpieza.

Diversión en grande. ¡Cómo los dinosaurios aprenden a recoger y guardar sus juguetes con basureros, trapos y escobas! Dirigido a niños de tres a cinco años, muy entretenido para los padres que leen y para los niños que observan, y los maestros que enseñan a mantener limpia su clase; contiene ilustraciones que enseñan lo fácil y divertido que puede ser man-tener sus lugares limpios y ordenados. Disponible también en inglés, ideal para primeras lecturas: How do Dinosaurs clean their rooms?

AMY THE AMETHYST FAIRYDe la colección The Jewel FairiesDaisy MeadowsScholastic, 2005

Enseña sobre el valor del trabajo en equipo por el bienestar de todos.

Una aventura llena de emociones donde la magia de las hadas se ve amenazada. ¿Podrá Amy recuperar su piedra mágica y salvar el mundo de las hadas? Una historia recomenda-da para estudiantes de seis a doce años que no pararán de leer. Aconsejado para incentivar la lectura y desplegar la imaginación. Con seguridad querrán continuar con los otros títulos de la colección.

EDUCANDO A LA PANTERAIgnacio García-ValiñoEditorial Debate 2010

Comprender y corregir la conducta antisocial de los más jóvenes.

Una guía que desmonta falsos mitos y enfrenta los desafíos de las panteritas de la socie-dad: fracasos escolares, pandillas, menores con trastornos, infancias truncadas, un universo de cicatrices prematuras. Este libro demuestra que sus destinos no están escritos, que la fatalidad no existe, y que es inminente recuperar el desafío de sus miradas y la herida alta-nera de sus sonrisas, todo esto en el ámbito escolar.

¿Por qué a la pantera? Porque lo peor es dejarla escapar en la naturaleza después de haberla herido. Pero también porque, precisamente, se la puede domesticar.

Reseña y recomendaciones

Librosrecomendados

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Para aquellos que aún no han visto esta película del año 1989 (dirigida por Peter Weir) no podríamos dejar de insistir en ella, ya que nos traslada a un mundo de poesía y amor por la docencia. Cómo olvidar carpe diem “vive el momen-to”, la mejor lección que nos deja el profesor de literatura Keating, extraordinariamente personificado por Robin Wi-lliams. Sus alumnos enten-derán que lo más importante no son las frías lecciones de su escuela, sino aquello que puede traer pasión a sus

vidas. Y es que aquí el tema de la disciplina férrea im-puesta por la imperturbable y convencional universidad inglesa se contrasta con la po-sibilidad de soñar y abordar la educación desde un plano más humano, más conectado con el impulso personal. El maestro Keating respeta la disciplina pero sabe que ésta no es suficiente para desper-tar en sus alumnos la verda-dera motivación de aprender y autodescubrirse. Sin duda un maestro que siempre re-cordarán: “No olviden que a

pesar de todo lo que les digan, las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo (...). Les contaré un secreto: no leemos y escribimos poesía porque es bonita. Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana; y la raza humana está llena de pasión. La medicina, el derecho, el comercio, la ingeniería... son carreras nobles y necesarias para dignificar la vida humana. Pero la poesía, la belleza, el ro-manticismo, el amor son cosas que nos mantienen vivos.” Profesor Keating.

En esta edición de la revista Para el Aula quisimos compartir dos formas de ver la disciplina. Tanto en una como en la otra, la figura del maestro es determinante,

porque es a través de él que la disciplina adquiere su verdadera

dimensión. No como un cúmulo de reglas impuestas, sino como un intercambio de ideas y acuerdos que se logran a través del respeto y la valoración de las relaciones interpersonales, y que solo los maestros más dedicados logran incentivar.

Reseña y recomendaciones

Este documental fue fil-mado en un pueblito rural al norte de Aubergne, Francia, por el realizador francés Ni-colas Philibert. Tuvo mucho éxito en Europa y fue selec-cionado para competir en Cannes en el 2002. Muestra la vida cotidiana de un aula a lo largo de un año escolar, en la que participan alumnos de diversas edades en torno a un solo profesor. Es lo que se co-noce en ese país como el “fe-nómeno de la clase única”. Filmado en un aula real, los doce alumnos entre cuatro y

diez años se forman en todas las materias bajo la tutoría de un profesor consagrado a su trabajo. Es un adorable y apacible documental que nos muestra cómo este pro-fesor logra manejar su clase, interactuar con cada uno de sus alumnos y llevarlos de la mano en su propio apren-dizaje. Nos recuerda que, a pesar de la diversidad (o gracias a ella), la educación necesita ser integradora y debe estar centrada en las necesidades específicas de cada alumno. En un mundo

donde la tendencia es olvidar al ser humano, una propuesta como ésta adquiere enorme significado. Muy, pero muy recomendable.

Se puede ver en Youtube doblado al español en:

http://www.youtube.com/watch?v=ybQtTnF2a3w&feature=related

El trailer oficial con subtí-tulos en inglés puede verse en:

http://www.youtube.com/watch?v=S49qvE86Qs0

También está en versión original o con subtítulos en inglés.

Reseña cinematográfica

El club de los poetas muertos (Dead Poets Society)

Por: Scarlet Proaño ([email protected])

Ser y tener (Être et Avoir)

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cinematográfica

Hábitos de la menteTracey Tokuhama- Espinosa - 23 de octubre de 2012

Mente, cerebro y educaciónTracey Tokuhama-Espinosa - 20 de septiembre de 2012

Juego en el aprendizajeRenata Castillo - 7 de noviembre de 2012

Enseñanza reflexivaEnrique Wong – 11 octubre de 2012

Agenda Los talleres abiertos al público de IDEA se ofrecen en el campus de la USFQ de 15h30 a 18h00, con una frecuencia aproximada de

dos a cuatro veces al mes.Inscripciones en

www.educacionparatodos.com

La Enseñanza Reflexiva es un taller de metodología de enseñanza que tiene como objetivo primario el presentar a profesores activos un modelo dinámico de superación metodológica. La Enseñanza Reflexiva al promo-ver un contexto de autoanálisis metodológico y de reflexión sobre prácticas como docentes, propondrá un acercamiento estructurado a la autoobser-vación, a la investigación del aula, y a la participación en el proceso de enseñanza y aprendizaje. El objetivo final del taller será la iniciación de profesores en el uso de algunas de las herramientas de Enseñanza Reflexi-va, las que ayudarán en el proceso de reflexión sobre la enseñanza, y even-tualmente en el mejoramiento de las prácticas docentes.

La nueva disciplina de MBE (Mind, Brain, and Education Science) o

Ciencia de la Mente, Cerebro y Educación pretende incentivar un cambio

en los maestros a través de enseñanza basada en evidencia que responda

a problemas que la educación por sí misma no ha podido solucionar, nu-

triéndose con información de la neurociencia y la psicología.

El juego es una actividad necesaria para el sano desarrollo y cre-cimiento; es placentero, intrínsecamente motivado, espontáneo y grati-ficante. Es la forma natural a través de la cual el niño se descubre a sí mismo y el ambiente que le rodea. A través del juego el niño descubre, explora, reafirma lo aprendido, piensa creativamente. En este taller se analizarán distintas teorías y perspectivas acerca de qué es el juego y cómo éstas han influido en la educación preescolar. Se presentarán cuá-les son sus características y beneficios para el desarrollo de los niños. También se estudiarán las etapas de desarrollo del juego y las diferencias individuales. Se analizará cuál es el rol del juego como herramienta de aprendizaje de las diferentes áreas, y cómo integrarlo como parte de un curriculum significativo.

¿Qué es metacognición y qué papel juega en el aprendizaje? ¿Puede influir el mismo alumno en su propio aprendizaje? ¿Cuáles son los 16 hábitos de la mente y cómo se manifiestan en el aprendizaje? ¿Qué activi-dades de clase mejoran la metacognición y ayudan al aprendizaje? Estos son los interrogantes que el taller busca aclarar para que, como docentes, podamos sacar provecho de estos conocimientos como herramienta de aprendizaje. Si estamos conscientes de cómo aprendemos y cómo apren-den nuestros alumnos, sabremos encontrar las estrategias adecuadas para atender sus necesidades.

Page 24: Revista Para el aula #3

Mi querida Profe:La historia que describe es uno de

los muchos ejemplos de situación a las que nos enfrentamos los maestros en la actualidad. Iniciamos el año escolar con expectativas de cómo será el grupo de estudiantes, cuántos serán los líderes positivos, cuántos adquirirán un “per-sonaje” para caracterizarse entre sus compañeros y, sobre todo, nos preocupa a cuántos podremos ayudar. La pregunta

principal es ¿por qué se comportan mal los estudiantes? De acuerdo con Nelson, Lynn y Glen en su libro Positive Discipli-ne, existen cuatro razones por las que un estudiante se comporta mal:

La primera es porque se siente igno-rado, por lo cual quiere llamar la aten-ción y lo hace de forma negativa. Éste parece ser el caso de su estudiante, quien probablemente esté buscando lle-nar su carencia con la presencia y con-

tacto que usted le brinda. La segunda razón es el desánimo de

un niño. Animar a nuestros estudian-tes es la mejor manera de motivarlos a cambiar. ¿Pero cómo motivar a una niña que no logra encaminar sus emociones? Inicialmente hay que enseñarle a reco-nocerlas, por ejemplo, que la ira nace de la frustración. Su estudiante probable-mente reacciona al sentirse frustrada por su situación, o por lo que no entiende,

Si tienes alguna duda, pregunta, inquietud o situación en que necesitas guía ¡este espacio es para ti! Puedes enviarnos tu pregunta a [email protected] y recibirás

una respuesta de parte de nuestros educadores y psicólogos, dispuestos a brindarte un soporte y guía;incluso podría ser publicado en nuestra siguiente edición.

Los nombres de nuestros profesionales han sido protegidos por seudónimos para respetar la confidencialidad.

Pregúntale a tu colega

Pregúntale a tu colega

Estimados Para el Aula:Soy una profesora de una institución

privada y doy clases en Primero de Bá-sica. Tengo ya cuatro años de experien-cia en el aula y este tiempo me ha ser-vido para darme cuenta que cada año es un reto diferente y que siempre queda mucho por aprender. Sin embargo, este año escolar fue especialmente complejo. Tengo un grupo de 25 alumnos bastante heterogéneo y con casos muy específi-cos de carencia de disciplina. En parti-cular el de una alumna que es bastante agresiva. He notado que su medio de comunicación o de llamar la atención es mordiendo, empujando, inclusive escu-piendo, no solo a sus compañeros sino a mí también. He trabajado mucho con ella, realizando diversas labores en las que se sienta tomada en cuenta porque

comprendo que lo que ella está buscando es sentirse presente. Veo que el problema inicia en casa, pero como docente es muy complicado poder contar con el apoyo de los padres si es que la familia no está

muy unida. ¿Qué puedo hacer en este caso donde he intentado lograr todo en la escuela para darle a mi alumna un espa-cio de cariño y respeto, pero en la casa la situación es completamente contraria?

He tenido varias reuniones con sus padres pero noto que el tema va más allá de lo que puedo sugerir, tomando en cuenta mi posición de maestra y la ética a la que debemos seguir, ya que obvia-mente no les puedo dar opiniones perso-nales y no me atrevo a hacer sugerencias como tomar terapias de pareja u otras.

Agradezco me ayuden con una so-lución a este conflicto porque me apena saber que esta alumna seguirá pasan-do los años y que yo no pude ayudarla cuando estuvo en mi camino.

Saludos,La profe

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o por lo que no logra hacer, o por aque-llo que no logra cumplir en clase, entre tantas otras razones. Es necesario lograr identificar las emociones de su estu-diante, a leer entre las líneas de su com-portamiento para luego enseñarle que hay otras maneras de reaccionar, como por ejemplo, expresar su enojo con un “estoy enojada…” buscando el porqué, o “estoy triste porque….”. Sé que esta tarea lleva tiempo, pero tenga la certe-za de que el tiempo que invierta evitará reacciones de sus estudiantes como las que describe.

Una tercera razón tiene que ver con la falta de atención de los compañeros de aula. Si hemos visto las ventajas en el desarrollo de nuestros estudiantes a través del aprendizaje cooperativo y entre pares, podemos figurarnos los efectos que tiene el no sentirse acep-tado en un grupo o simplemente no

sentirse parte de él. Las dinámicas de integración en el aula a inicio del año escolar son el momento oportuno para entablar relaciones saludables, nos permiten observar cómo interactúan nuestros estudiantes, qué esperar de cada uno, y ayudan a planificar qué es-trategias seguir para crear un buen am-biente en la clase y fuera de ella.

La cuarta razón por la que los estu-diantes se comportan mal puede tener relación con problemas de origen orgá-nico, es decir, una inmadurez neurológi-ca o fisiológica que les impide actuar de manera adecuada. Si bien es cierto que como educadores no podemos ni debe-mos diagnosticar problemas de origen orgánico, es un hecho que, al observar a diario a nuestros estudiantes, sí po-dríamos identificar en ellos algunos as-pectos de su comportamiento que no co-rresponden a su edad. Así, los maestros

deberíamos ser capaces de reconocer si nuestros estudiantes han logrado ciertas destrezas y habilidades en relación a su edad, como por ejemplo comunicarse, expresarse, reconocer las emociones en el rostro propio y de otros, relacionarse, etc. Cualquier indicio que nos llame la atención es necesario transmitirla al área de orientación o psicopedagogía de la escuela, la cual nos puede brindar apoyo y encontrar las mejores alternati-vas de solución.

Asimismo es saludable para los maestros reconocer que muchas de las circunstancias de la vida de nuestros estudiantes no están a nuestro alcance resolver. Podemos y debemos intentar un acercamiento con los padres para exponerles la situación y la forma en que afecta al estudiante en particular y al grupo. Pero si queremos influir, hagá-moslo dentro del aula.

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Datos interesantes

10 Mitos y Verdades del manejo de clase

Esto es verdad: la habilidad del maestro para manejar la clase ha sido reconocida como una destreza necesaria para la enseñanza efectiva y el cumplimiento de logros de aprendizaje.

Basado en la presentación de Manejo de Clases de Tracey Tokuhama-Espinosa (2010). Instituto de Enseñanza y Aprendizaje (IDEA). Disponible en: http://www.educacionparatodos.com/descargas/

Disciplina proviene del latín “instrucción”. Disciplina no significa castigo, significa enseñanza. Es un proceso positivo que guía y ayuda a los estudiantes a desarrollar su autocontrol facilitando el aprendizaje.

Esto es un mito: el aprendizaje se relaciona directamente con las emociones. Aprendizajes adquiridos en experiencias negativas pueden llegar a ser traumáticos; el cerebro los almacena pero dejan una profunda huella negativa y serán recordados con la misma carga emocional.

Esto es un mito: gracias a los resultados observados a través de una educación constructivista puede recomendarse el uso de estrategias apropiadas en las que se pone en práctica positiva el viejo adagio “divide y vencerás”. El trabajo grupal y cooperativo que permite fragmentar una clase numerosa contribuye a focalizar la atención de los estudiantes y que el maestro atienda de manera más individualizada las necesidades de los mismos. Recuerda que esta estrategia requiere de objetivos definidos para la actividad, instrucciones claras para el estudiante y mucha constancia para crear un hábito perdurable.

Esto es verdad: los profesores que esperan lo mejor de sus estudiantes y les transmiten esas expectativas recibirán el respeto y la cooperación de ellos. Los alumnos alcanzarán las expectativas esperadas. Un motor de la motivación al logro es hacer sentir al estudiante que puede llegar a cumplir una meta, objetivo o cambio propuesto para su propia satisfacción.

Es necesario que el maestro encamine la disciplina en su clase.

La letra con sangre entra.

Las aulas numerosas son imposibles de manejar.

Espere lo mejor de sus estudiantes.

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Por: Tracey Tokuhama-Espinosa ([email protected])

Esto es un mito: los seres humanos expresamos nuestras emociones a través de nuestro comportamiento. Lo que suele suceder es que el maestro puede tener interpretaciones erróneas en cuanto al comportamiento de sus estudiantes. Por ejemplo, al estudiante que llama la atención, lo interpreta como el payaso, el sabelotodo o el hablador de la clase, cuando lo que él pide es ser atendido y ser involucrado de manera útil.

No existe motivo para un mal comportamiento del estudiante.4

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Esto es un mito: muchos de los problemas de disciplina en el aula se deben al desconocimiento de las expectativas con respecto al comportamiento de los estudiantes. La conducta esperada de los alumnos debe ser explicado de forma explícita. Una buena manera de motivar el buen comportamiento de los estudiantes es promover su participación en el proceso de creación de las reglas de aula. De este modo serán dueños de las reglas y, posiblemente, se genere una responsabilidad compartida para cumplirlas.

Esto es verdad: como profesores hemos aprendido a tratar a todos los estudiantes por igual (que no es lo mismo que tratarlos con justicia), pero esta actitud nos aleja de poder identificar la individualidad de cada uno de ellos. No siempre se puede tratar a todos por igual; ser justo implica dar a cada persona lo que realmente necesita y para ello hay que conocerlos.

Esto es verdad: la mejor política es la consistencia. Los problemas de disciplina se crean cuando las consecuencias no son consistentes. Es decir, si la consecuencia a no presentar un deber es bajar un punto en la nota obtenida, esto deberá ocurrir siempre y no solo en determinadas ocasiones. En este caso las consecuencias son claras y las reglas del juego también.

Esto es un mito: el cerebro humano tiene la capacidad de modificarse ante un nuevo aprendizaje, sea éste académico o conductual. Los profesores podemos estimular adecuadamente a nuestros estudiantes, enseñando responsabilidad en vez de obediencia, y modelando el comportamiento esperado. Esto dependerá, en gran manera, no solamente de decir que los estudiantes hagan algo, sino de que los profesores hagan lo que dicen y, más importante aún, cómo lo hagan. Un ejemplo habla más que mil palabras.

Esto es un mito: las técnicas disciplinarias deben ser compatibles para ayudar a mantener y elevar la autoestima de los estudiantes, debiendo aplicarse en privado. Una conversación directa con el estudiante permite conducirlo hacia la reflexión sobre sus actos, evitando la humillación pública. Nelsen (2001) propone “firmeza y amabilidad” como fórmula disciplinaria en la que se deben tener reglas claras, inclusive para el profesor, en las que sepa que ganará mucho más cuando alabe en público y discipline en privado.

La disciplina del aula debe ser un conocimiento implícito en los estudiantes.

El profesor debe actuar con justicia.

Hay que ser consistentes.

Es imposible modificar un comportamiento.

Disciplinar en público a un estudiante enseña a todo el grupo.

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Testimonio

Notas de nuestros lectores

Quiero felicitar por tan buena idea para

nosotros como maestros, pues esto permite

enriquecer nuestros conocimientos y a la vez

ponerlos en práctica con nuestros pequeños.

Estoy muy contenta de poder recibir la revista

y cuando la obtenga de seguro estaré en

contacto para aportar con un granito y por

supuesto preguntar lo que no sé.

Bendiciones en sus vidas.

Saludos, Cristyna A.

Mil gracias por compartir este extraordinario aporte a la educación de nuestro país.

Saludos, Fanny R.

Muchísimas gracias equipo IDEA, realmente este apoyo que nos proporcionan es muy útil en el trabajo diario que desempeñamos.

Vanessa G.

Me gustaría tener la posibilidad de comprar la revista. Vivo en Argentina. Podría llevarla a escuelas y señalar los temas que son muy necesarios y que ustedes desarrollan con mucho acierto. Espero respuesta. Nélida S - ArgentinaEs muy placentero para mí

conocer la segunda edición de la revista Para el aula. Será de mucha ayuda para nuestro quehacer educativo. Gracias. Atentamente, Mirella T.

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Los asistentes a este evento com-partieron con los representan-tes de College Board en Puerto

Rico, Janning Estrada y nosotros, sus experiencias como usuarios del College Board, así como los objetivos institucio-nales que se han ido planteando gracias a los resultados arrojados anualmente por esta herramienta. Esta actividad de departir con los demás ayudó a reafir-mar la decisión de estas instituciones por adoptar las evaluaciones en sus co-legios como un instrumento de reflexión y determinación en sus políticas edu-cativas.

Actualmente son más y más los colegios interesados en sumarse a este reto de autoevaluar sus prácticas para fijarse nuevos horizontes frente a este entorno educativo tan cambiante, el cual amerita una constate autorre-flexión y actualización educativa. En IDEA buscamos justamente acompa-

ñar a las instituciones en este proceso, con el fin de cumplir con nuestra mi-sión de “contribuir a la excelencia edu-cativa apoyando activamente procesos de calidad en investigación basada en evidencia”.

Aquí algunos de los testimonios:“La reunión del jueves 21 fue muy

positiva, ya que las instituciones que participamos con el College Board tuvi-mos la oportunidad de conocernos, des-pejar nuestras dudas frente a algunas inquietudes sobre las pruebas, y poder conocer el alcance del College Board como organización internacional. A la vez queremos hacer extensa nuestra felicitación al instituto IDEA de la Uni-versidad San Francisco al tomar este tipo de iniciativas, que sirven para la mejora continua de la educación ecua-toriana.” - Joan Róvira, Vicerrector, Unidad Educativa Sierra Flor.

“Compartimos experiencias entre instituciones educativas que tienen en común el objetivo de una mejora con-tinua de sus procesos de enseñanza y aprendizaje que permitan apoyar de ma-nera significativa el desarrollo integral de sus alumnos.” - Sylvia Andrade Des-sommes, Dirección Secundaria, Unidad Educativa Monte Tabor-Nazaret.

“Para nuestra organización es de vital importancia contar con herramien-tas de evaluación externa e internacio-nales. Compartir con el equipo de IDEA/College Board y autoridades de los cole-gios que utilizan estas herramientas fue muy interesante; en especial compartir experiencias así como poder alinear y plantear dinámicas de trabajo en con-junto hacia el objetivo de una mejor educación en nuestro país.” - Andrés Robalino, Gerente General Grupo Pro-motor Educativo Inver Aurea, Unidad Educativa Leonardo da Vinci / Manta.

Unidad Educativa Leonardo da Vinci (Manta)Unidad Educativa Monte Tabor-Nazaret (Guayaquil)Unidad Educativa Alberto Einstein (Quito)Centro Educativo Isaac Newton (Quito)Colegio Católico José Engling (Quito)Unidad Educativa Sierra Flor (Latacunga)Unidad Educativa Tomás Moro (Quito)Liceo Internacional (Quito)Colegio Guadalupano (Quito)

Eventos

Visita Janning Estrada a IDEA

El pasado jueves 21 de junio de 2012 se organizó una invitación a los rectores de los nueve colegios que actualmente se encuentran utilizando esta valiosa herramienta de evaluación tanto en la Costa como en la Sierra:

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“Compartimos experiencias entre

instituciones educativas que tienen en común el objetivo de una mejora

continua de sus procesos de enseñanza y aprendizaje

que permitan apoyar de manera significativa el

desarrollo integral de sus alumnos.”

Sylvia Andrade Dessommes, Dirección

Secundaria, Unidad Educativa Monte Tabor-Nazaret.

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Nuestra galería

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Nuestra galeríaNuestra galería

CatalystPor cuarto año consecutivo se realizó el Campamento de Orientación Vocacional Catalyst en el Campus Cumbayá de

la Universidad San Francisco de Quito, entre el 16 de julio y el 3 de agosto de 2012.Participaron 122 chicos de colegios y universidades de varias provincias del Ecuador como Manabí, Guayas, Tungu-

rahua, Azuay, Imbabura, Pichincha, Galápagos, Sucumbíos, Cotopaxi y Napo.

Durante el campamento los par-ticipantes realizaron actividades al aire libre, tomaron varias pruebas de aptitud e intereses, recibieron infor-mación acerca de la oferta académica y de becas dentro y fuera del país, entre otras actividades muy útiles y divertidas.

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Nuestra galería

34 | septiembre 2012

“Para mí este campamento fue su-mamente interesante, pues conocí gente nueva no solo de Quito. Más que todo aprendí a conocerme a mí misma, y qué me hacía falta para tomar una decisión sobre una futura carrera. Ahora creo que tengo una capacidad mayor para elegir bien mi carrera, para dedicarme a lo que más me gusta hacer por el resto de mi vida.” Estefanía Jiménez

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