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SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
UNIDAD UPN 095 AZCAPOTZALCO
E L U S O E N D E L M U S E O E N L A
E N S E Ñ A N A Z A D E L A H I S T O R I A
TESINA QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIADA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR
PRESENTA:
ROSA MARÍA FIERRO RODRÍGUEZ
MÉXICO, D.F. 2001
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
UNIDAD UPN 095 AZCAPOTZALCO
E L U S O E N D E L M U S E O E N L A
E N S E Ñ A N A Z A D E L A H I S T O R I A
TESINA QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIADA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR
PRESENTA:
ROSA MARÍA FIERRO RODRÍGUEZ
MÉXICO, D.F. 2001
Al prof. Manuel Quiles
Por el empeño, dedicación y profesionalismo
que demostró en todo momento,
para la culminación de este trabajo.
Gracias Maestro
I n t r o d u c c i ó n
La propuesta el uso del museo en la enseñanza de la historia, surge con la
finalidad de brindar un panorama sobre el uso del museo como medio de
enseñanza, pretendiendo con esto fortalecer la función académica del docente, ya
que el museo es un espacio donde podemos vivenciar momentos trascendentales
en la historia de nuestro país; haciendo referencia sobre los principales problemas
que enfrentan tanto los visitantes así como sus propios integrantes, ya que en su
mayoría no cuentan con los elementos necesarios para utilizar este sitio en forma
óptima; por lo que resulta priorizante ahora plantear nuevas alternativas
pedagógicas para que exista una verdadera interrelacíón entre el museo y el
sujeto permitiendo que el visitante sea parte activa brindando una visión más
amplia a cerca de los sectores de la historia de la humanidad como un todo
integrado y no con la parcialaización de los objetos presentados en forma
segmentada pues cabria aquí preguntarnos si estos objetos por si mismos podrían
facilitar la interpretación de una historia social, tal vez sea el momento de empezar
a perder el miedo a la interacción sujeto-objeto y as¡ poco a poco ir dejando atrás
el eterno monólogo cultural proponiendo el museo como instrumento para la
enseñanza de la Historia ya que mi propia experiencia me a llevado a reconocer
que es uno de los sitios mas idóneos para este fin por la interminable gama de
posibilidades que en ellos podemos encontrar. Es por esto que el presente trabajo
esta contenido en 3 capítulos encontrando en el primero toda una reseña desde
donde surgen los museos, porque surgen así como el esfuerzo transformador de
estos espacios ya que si nos remontamos a la Historia de los museos su misión en
un principio era la de hacer contratos de acumulación y conservación de objetos
pertenecientes a las clases acomodadas, siendo hasta el siglo XX cuando
finalmente estos tienen apertura para todo el público, el cual ha puesto gran
cuidado en no mostrar los objetos que posee como simples obras de arte, aunque
muchas lo son evidentemente, si no como partes de una cultura; como islas que
forman el mapa de la historia vistos en su conjunto y entendidos en su tiempo,
dando algunas luces sobre como se han ido transformando hasta nuestros días
llegando a la vinculación del Museo con las escuelas. El segundo capitulo lleva
como titulo el uso del Museo en la enseñanza de la historia iniciando con diversas
definiciones desde qué es la historia y sus componentes; las configuraciones
espacio, temporales. Proponiendo aquí algunas actividades para abordar este tema
que resulta tan complejo por los elementos de abstracción que contiene.
En cuanto al capitulo tercero se refiere, aquí se podrá encontrar un breve
bosquejo de los cambios que se han generado en el nivel preescolar. Así como
algunas consideraciones didácticas para ser utilizadas en las visitas guiadas a los
Museos, así mismo podrán encontrar algunas nociones sobre el uso y el discurso
del Museo para ser adaptado y utilizado por el docente según sus propias
necesidades, pretendiendo que estos sitios se conviertan en espacios lúdicos
donde los niños aprendan a observar, analizar, sintetizar y reflexionar sobre los
acontecimientos pasados a través de las diferentes piezas que se exhiben ya que
solo por medio de la comprensión de ese pasado, podremos reconsiderar nuestro
presente y así proyectar nuestro futuro.
J u s t i f i c a c i ó n
La educación implica grandes retos lo cual nos lleva a la búsqueda e
implementación de instrumentos y procedimientos que coadyuven a elevar la
calidad educativa y por ende la calidad de vida de cada ser humano. Siendo por
esto que el rol del docente resulta ser de gran exigencia y compromiso, ya que
cada día que pasa existen cambios a pasos agigantados provocando un gran
desconcierto y angustia en los mismos, en como poder transmitir todo ese cúmulo
de conocimientos a sus alumnos. Es por eso que surge la idea de esta propuesta
de uso de los Museos como instrumento didáctico, favoreciendo con esto a iniciar
la construcción del sentido histórico ya que tiene un sentido de gran abstracción
para el niño preescolar. Pretendiendo que sea el propio docente quien se involucre
en forma activa en la construcción y reconstrucción de sus conocimientos,
recuperando así el espíritu indagatorio del mismo ya que la realidad de nuestra
práctica docente se da como algo que vivimos en el presente, así, la apropiación
de este presente es una manera de construir el futuro. Pensar en la realidad como
un conjunto de hechos pasados, sería un error ya que el conocimiento de hechos
pasados ayuda a comprender el presente. La finalidad del saber histórico se haya
en la práctica activa, la importancia radica en poner el pasado al servicio del
presente nuestra realidad. Es el aquí y el ahora en la educación preescolar.
Primer Nivel del Sistema Educativo Nacional donde debemos consolidar
diversos aspectos valorales como la democracia, justicia e independencia mismos
que han de ser considerados para una educación moderna.
Es el presente que vivimos la proyección al futuro de nuestro que hacer
como docentes es el reto que como siempre ofrecen los cambios lo que genera
este trabajo que ahora presento. Atendiendo con esta propuesta el objetivo
principal del PEP92. El cual es "brindar un acercamiento sensible a los niños a
través de los distintos campos del arte y la cultura por medio de su expresión
personal con diversos materiales y técnicas".1 Ya que tenemos que encontrarnos
acorde con la época en la que estamos viviendo. Pensar en que ya se quedó atrás
los tiempos en que la educación se limitaba a una aula, y a los pocos recursos
materiales con los que cuentan los mismos, así que por que no hacer uso de
espacios educativos construidos exprofeso y que cuentan con toda una
infraestructura específica para eso, como son los museos. Ahora la problemática
aquí radica en que el docente tiene un desconocimiento del museo como un
recurso que permite elevar los propósitos formativos e informativos del nivel, ya
que desde un punto de vista curricular la forma de enseñanza de las diversas
disciplinas resulta muy compleja, porque no se trata nada mas de elegir qué forma
de pensar históricamente queremos transmitir al alumnado, sino de cómo
transformar, reconstruyendo su propio pensar histórico por lo que ello supone
penetrar en el terreno del cómo enseñar.
1 PEP, 1992. OBJ.
CAPÍTULO 1
LA CONCEPCIÓN DEL MUSEO
1.1 Evolución histórica del concepto del museo
En su diccionario, María Moliner, tras recordar que la palabra museo viene
del latín y del griego y significa “de las musas”, define el museo de la siguiente
manera: “lugar en que se guardan objetos artísticos o colecciones científicas
convenientemente colocadas para que sean examinados.”2 Tras esta sucinta
definición, nos remite a las voces “colección, exposición, gabinete y galería”
dejando entender que sus contenidos y las prácticas sociales que implican están
vinculados con esta institución cultural que son los museos.
Pero son de estas prácticas sociales: la de coleccionar y la de exponer, las
que se sitúan en el centro de la problemática que aquí interesa. El fenómeno del
coleccionismo de obras de arte, de objetos curiosos o raros se remonta en
Occidente a la antigüedad clásica griega y romana; al igual que el de las primeras
exposiciones públicas de objetos u obras coleccionados individualmente o producto
de las guerras de conquista. El botín de guerra, la apropiación sistemática por
parte de los conquistadores de objetos, obras y personas ubicadas en los nuevos
territorios es una constante en la historia Occidental. Su apropiación por parte de
los conquistadores refleja el sometimiento de las poblaciones y culturas autóctonas
a la ley del más fuerte.
Símbolos de prestigio para los conquistadores objetos de diversa índole
sustraídos a sus legítimos propietarios empezaron a exhibirse públicamente en
2 Atlas de Museos Salvat INAH
10
países occidentales como prueba del poder de sus respectivos gobiernos, del
prestigio de sus monarcas, de su dominio político y económico.
Hasta mediados del siglo XVIII las colecciones y museos europeos tuvieron
un carácter privado y elitista. Los planteamientos de los filósofos ilustrados sobre
las funciones del arte y de los artistas, la revolución de 1789, y la expropiación por
parte de la Asamblea Nacional Francesa de los bienes de la nobleza y de los
clérigos provocaron un cambio sin precedente en el estatus de los museos. Estos
tiene que ser públicos, proteger el patrimonio, estar al servicio del pueblo y servir
para EDUCAR a los nuevos ciudadanos. Las obras de arte, afirman los ilustrados,
forman parte del patrimonio de una nación y todo ciudadano tiene derecho a
contemplarla. Por decreto, en 1793 se abrirá al público el museo; El Louvre, que
cobija los bienes culturales (Bordiev: 1969) expropiados por los revolucionarios.
Desde mediados del siglo XIX se asiste en Europa a la proliferación de todo
tipo de fundaciones privadas o públicas en torno al campo del arte y de la naciente
antropología, y también de la diversificación de los museos. Las diferentes clases
de museos son: de arte, tradiciones populares, arqueológicos, etnográficos,
científicos, etc. Cumplirán cada uno con diferentes funciones y perseguirán
objetivos distintos quien acude a un museo etnográfico o antropológico
probablemente no sabe que va a encontrar en él obras de arte; quien va a uno de
arte moderno también sabe que en él no encontrará esculturas prehistóricas o
cuadros de Goya. En una palabra, cada uno de los museos de la modernidad está
pensado para exponer y adquirir un determinado tipo de obras, pero también para
conservarlas, documentarlas, clasificarlas, establecer inventarios de sus fondos,
elaborar catálogos, organizar conferencias, proyecciones y toda clase de
actividades tendentes a divulgar entre un público amplío esos bienes culturales
que son el arte o la ciencia. Para que sea posible esa divulgación se asume que es
necesario clasificar las obras expuestas; conseguir que sus contenidos y
significados sean los más claros posibles; lograr que quienes visitan el museo no
11
se encuentren perdidos, sin referentes; que sepan qué es lo que están viendo, de
dónde proviene, quién ha creado tal obra, para qué servía tal objeto, en qué
momento histórico fue fabricado. Todos esos conocimientos sobre el objeto, la
obra de arte y el contexto local e histórico de su producción, se le suelen ofertar a
quienes visitan un museo a través de catálogos, guías de exposición o
simplemente a través de etiquetas explicativas situadas al lado de las obras o de
los objetos.
Los museos europeos son uno de los lugares donde más claramente pueden
rastrearse, a nivel histórico, las sucesivas reubicaciones de los "otros" y de sus
obras por parte del saber científico y de la mirada occidental. Un saber y una
mirada que como se ha visto está marcada por esos sesgos ideológicos que son el
etnocentrismo y el androcentrismo.
A lo largo del siglo XX un nuevo saber, la museística se encargará de
resolver los problemas que atañen a la conservación y exposición de los fondos de
cada museo. Un nuevo saber basado en principios y métodos que se pretenden
científicos; un nuevo saber con el que la antropología estuvo y está activamente
comprometida. Unos nuevos lugares, los museos etnográficos que Levi-Strauss
calificó como prolongaciones de trabajo de campo, puesto que permitían al
antropólogo reexaminar con tranquilidad ciertos objetos provenientes de la
sociedad sobre la que había investigado. Así los museos etnográficos se piensan
también como espacios en los que las personas que realizan una investigación
pueden encontrar datos científicamente fiables para sus estudios, como espacios
que estas personas pueden contribuir a crear si aportan los conocimientos que
poseen sobre determinados objetos y culturas.
Los museos etnográficos y los de artes surgen en Europa a finales del siglo
XIX en ambos casos el objetivo será el mismo: dar a conocer públicamente los
materiales etnográficos o europeos que forman parte de sus fondos. Las teorías
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evolucionistas y difusionistas están en pleno auge, al igual que el interés por
clasificar, por ordenar, en una serie evolutiva unilineal la historia de la humanidad
y dentro de ella la del progreso de nuestras sociedades, nuestros avances
tecnológicos, nuestros descubrimientos científicos. Los dos tipos de museos
pretenden presentar a través de sus colecciones y de sus maneras de exponer,
una visión global y totalizadora del patrimonio cultural de una nación, de una
sociedad y hacerla inteligible. Para lograr estos fines los museos respetan y ponen
en práctica criterios museísticos: selección ubicación de los objetos, etc., y a través
de ellos proponen “una visión total de los hechos sociales”. A los objetos
expuestos se les rodea de datos, de comentarios; se recrea su historia, se explica
para qué servían y en qué contextos. En una palabra se habla de lo local. Se
contextualiza el objeto. Pero esto no siempre fue así, estas tendencias educativas
reflejan los cambios de criterios organizativos que afectaron a los museos a partir
de la 2da. Guerra “Mundial”. Por lo tanto volvamos la vista a tras para ver que
sucedía en los museos etnográficos antes de mediados de los años cuarenta. A
finales del siglo XIX, para dotarlos de contenido específico, se depositarán en ellos
objetos procedentes de países colonizados por Francia, Inglaterra, Alemania,
Bélgica, Holanda o España. En esta cuestión el caso español es bastante peculiar
contrariamente a otros países colonizadores España poseía pocos objetos
etnográficos ya que a mediados del siglo XVI la inquisición había vetado la
adquisición de los objetos indígenas al sospechar que éstos podían albergar
demonios. (Feest, 1937) Pero si exceptuamos España los otros países europeos
habían acumulado grandes cantidades de objetos africanos, amerindios u
oceánicos. La acumulación de objetos no occidentales fue posible gracias a las
aportaciones de coleccionistas particulares como misioneros, comerciantes o
viajeros. Progresivamente los objetos expropiados por los colonizadores fueron
depositados primero en los museos de “antigüedades” en los gabinetes de
“curiosidades” en los museos “globales” de finales del siglo XVIII y más tarde en
los etnográficos mezclándose en ellos indiscriminadamente lo prehistórico y todo lo
que los científicos sociales habían catalogado como digno de clasificar. Una vez
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instalado en Europa todos esos objetos y costumbres que se escapaban, el
siguiente paso fue fomentar la celebración de grandes exposiciones universales.
Estos serán los primeros espacios institucionales abiertos a un público amplio en
los que los europeos recrean el mundo a través de una práctica social.
Los años treinta introducen en lo social a través de las exposiciones y de la
diversificación de los museos una nueva manera de ver objetos y costumbres, una
nueva manera de clasificarlos e interpretarlos. Las guías etnográficas de museo
orientan la mirada de los expertos le indican que deben seleccionar, cómo deben
tratar al objeto y a su contexto.
Los objetos populares adquieren un estatus científico, se convierten en
testigos de la historia, de una cultura, de una sociedad y a veces de un pasado.
Ese carácter de testigos materiales que la mirada científica occidental les confiere
la relación causa-efecto que establece entre ellas la sociedad en la que se han
fabricado y sus productores hace que en las vitrinas en que se exponen también
aparezcan datos antropológicos. Son de esos datos añadidos a los objetos los que
les proporcionan el carácter de objeto etnográfico los que los hacen dignos de ser
expuestos en un museo, de formar parte de sus fondos, ya no son curiosidades,
son objetos de conocimiento.
En Rusia, la revolución de 1917 había proporcionado a los soviets un
fabuloso patrimonio que gracias a Lenin pudieron conservar casi intacto.
Encontraron en el museo un instrumento especialmente adecuado para los fines
de propaganda y educación ideológica del pueblo. Se produjo con ello una
reforma museológica de grandes proporciones.
En 1921 la oficina para la Conservación de Objetos de Arte y Arqueología
creada al efecto controlaba ya todos los museos de la Unión Soviética, los palacios,
las riquezas de los Zares y otras colecciones privadas confiscadas constituyeron
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una materia prima excepcional para la creación de numerosos museos que sólo en
el periodo comprendido entre 1921 y 1936 alcanzaron la cifra de 542 nuevas
instituciones. Durante el periodo de entreguerra el desarrollo general de los
Estados Unidos de América tuvo también su proyección significativa en el progreso
de los museos, especialmente en los aspectos didácticos y de nuevas
construcciones. Puede decirse que el museo adquirió en Estados Unidos su
identidad y perfiles propios en el periodo que va desde 1910 a 1940, en medio de
un clima intelectual propio para asignarle las funciones de aprendizaje y
entretenimiento. Al final de los años veinte psicólogos reconocidos, como el
profesor de la Universidad de Yale, Edwuard D. Robinson llegaron ya a aplicar a
los museos las teorías de la percepción más avanzadas con el fin de obtener de
ellos el mejor beneficio educador. Desde el otro punto de vista, como lo señala
Laurence Vail Coleman: “El periodo formativo de construcción se extiende, para
ser exactos, desde 1916 hasta 1942. Esto es, desde la terminación del primer
edificio racionalmente planificado para lo que hoy puede ser llamado museo con
pleno derecho hasta el término de la última estructura museística, en la preguerra
con independencia del tirón de los museos de arte, pero también resultando este
fenómeno en la sociedad americana de las cuatro primeras décadas del siglo XX.
Puede contabilizarse de 1916 a 1932 la creación y remodelación de 165 nuevos
museos, y de 1933 a 1941 inclusive la de otros 123.” Una expansión extraordinaria
que supuso no sólo crecimiento numérico, sino también un salto cualitativo desde
el punto de vista de la atención a los problemas de instalación, selección y
ordenación de las obras, iluminación y protección de las mismas tanto en las salas
de exhibición como en los almacenes de reserva; y sobre todo, un desarrollo de
los recursos didácticos en el museo.
En el caso de México, el museo público fue producto del mestizaje entre las
ideas sociales y políticas de la revolución, la influencia museológica del neoyorkino
Osborne y las teorías antropológicas de Franz Boas. Sus creadores; Alfonso
Pruneda y Jesús Galindo y Villa, lo concibieron como un espacio para la
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investigación científica y la educación pública, no como un almacén de cosas
viejas que así lo consideraba la museografía porfiriana y esta concepción se
enlazó, años más tarde con una idea dinámica del museo, pues se le definió como
una institución al servicio de la sociedad que adquiere, conserva y permite la
valorización de los testigos materiales de la evolución de la naturaleza y del
hombre.
Sobre esta base, la Dirección General de Museos del Instituto Nacional de
Antropología e Historia puso en marcha en 1972 un programa de museos locales y
escolares con el propósito no sólo de “enseñar, proteger y divulgar la importancia
del patrimonio cultural en las comunidades”, sino también con la mira de servir de
complemento a los programas de enseñanza formal, estimulando de esta manera
la organización de los grupos sociales locales que promuevan los procesos de
cambio hacia mejores formas de organización económica y social.
Se trataba de mostrar objetivamente el desarrollo económico, cultural,
político y social del hombre en un área geográfica determinada de manera que los
visitantes del museo puedan darse cuenta de los problemas que interesan, afectan
y determinan la vida de la región.
Por 1978, sin embargo, apenas se habían abierto once museos en el país y
además en ellos se había prestado muy poca atención a la relación del museo con
la comunidad. Yolanda Díaz Galicia escribió: “En la política de la planeación de los
museos locales es evidente su instalación arbitraria ya que no se toman en cuenta
las decisiones y opiniones de los miembros de la comunidad misma que al ser
creadas no participa activamente. De ese modo, la política encaminada a la
apertura de museos locales y escolares no tuvo los resultados esperados.”
En las últimas décadas del siglo XXI, los temas, problemas y enfoque del
que hacer histográfico mundial experimentaron importantes cambios. Hoy la
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historia entendida como el estudio de las diferentes formas a través de los cuales
las comunidades y los individuos, partiendo de sus diferencias sociales y culturales,
perciben, dotan de sentido y comprenden su sociedad y su propia historia ha
conquistado nuevos espacios y tiende a ser cada vez más un campo
importantísimo del conocimiento social y humano. Todo aquello que antes se daba
por sentado, ahora es visto como algo que varía de una sociedad a otra, de un
siglo a otro, y que es por lo mismo, social e históricamente construido.
A los relatos de batallas gloriosas y biográficas de hombres ilustres se han
sucedido en los últimos treinta años las historias de los acontecimientos menudos
y de los hombres y mujeres de carne y hueso que viven y sueñan en sociedad. La
historia que hoy nos ocupa y nos preocupa no pretende ser objetiva, tiene que ver
con nuestro entorno, con nuestras preguntas, necesidades y angustias, es más
íntima y vivencial; su ejercicio puede hacernos más humanos, fraternos y
solidarios tanto más si aspiramos a la libertad, el respeto y la tolerancia entre
nosotros. Si con todos nuestros recursos intelectuales, morales y afectivos
imaginamos aquí y ahora un mundo distinto de ahí el afán y la necesidad por
historizar.”3 La construcción de sentidos, confrontar discursos y prácticas,
interpretar y conocerla tensión. Entre las capacidades inventivas de los individuos
o las comunidades y las coacciones, las normas y las convenciones que - limitan
más o menos fuertemente según su posición en las relaciones de dominación -
aquello que les es posible pensar, enunciar y hacer.
En esta perspectiva, la propuesta de establecer museos locales y escolares
se inscribe en una doble vertiente. Por un lado pretende incorporar y difundir a
nivel local los avances de la historiografía social y cultural; por otro busca motivar
la participación activa del conjunto social en la hechura de su historia. No es su
propósito mostrar objetivamente y desde afuera la historia de las comunidades;
3 Sobre los orígenes del museo "moderno" mexicano. Sus características teóricas y doctrinarias.
Vid: Morales Morales Moreno 1993
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intenta crear un espejo para la participación y el diálogo; un lugar para el
conocimiento y la reflexión del pasado. Un eje, a final de cuentas desde donde se
pudo articular una nueva memoria social y culturalmente legitima por que no
solamente se trata de pulir nuestra capacidad de observación con los objetos a la
mano, sino y fundamentalmente de interpretar y comprender a partir de nuestras
propias inquietudes y en una perspectiva histórica. La vida material, los intereses y
los sueños, las esperanzas y luchas cotidianas de quienes nos precedieron en el
tiempo y cuya huella hoy respiramos.
A los niños y niñas les llama mucho la atención saber cómo vestían sus
padres, madres, abuelas y abuelos, qué calzado utilizaban, cómo se peinaban,
cómo se transportaban, a qué diversiones asistían o bien qué era lo que comían.
Estas cuestiones sin duda, deben estar presentes en los museos locales y
escolares, pero también la historia de los usos y funciones de los objetos. La
reconstrucción de la vida cotidiana y su sentido gracias a los avances de su historia
social y cultural nos ofrece la mejor oportunidad para modificar nuestra idea del
mundo y su organización. Un museo local escolar puede contribuir, ciertamente a
este propósito, pero también ser parte fundamental en la hechura de una nueva
memoria social y culturalmente legítima.
1.2 Las funciones del museo y sus ramificaciones
PRESERVAR Y EDUCAR
El museo está compuesto de 3 partes fundamentales:
Público
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Edificio Colección
19
El público es quien le da el sentido de los museos. Se trata de que el punto
de partida sea el visitante y no el punto terminal.
EDIFICIO Territorio.- El contenido del museo va a ser reflejo de la
comunidad, implica un elemento geográfico pero también un
elemento común.
COLECCIÓN Patrimonio.- No solo lo que esta exhibido en el museo es
significativo para la gente.
PÚBLICO Comunidad.- Que exista un vínculo entre el territorio y la
gente que visita al museo.
Ramificaciones de los Museos:
Museos históricos
Arte
Ciencia
Antropología
Sitio
Mixtos
Los motivos por los que se asiste a un Museo son:
Educarse
Deleitarse
Snobismo
Consolidar conocimientos
Recrear lo que se ha visto anteriormente
El docente no hace uso adecuado de los elementos de los museos, ya que
existe un desconocimiento de la museografía y del discurso que se genera a través
20
del guión; es por eso que se hace necesario que con antelación a la visita a un
Museo Histórico, tenga el guión museográfico que va a manejar, haciendo una
vinculación con los objetos, así la historia va a ser vista desde arriba hasta abajo.
Es necesario que el docente se pregunte cómo le reditúa su visita al Museo, cómo
vincular el pasado con el presente y cómo dirigirnos a los niños adoptando un
lenguaje fresco, no estancado.
LA COMUNICACIÓN EN LOS MUSEOS PARTEN DEL CURADOR.
TESIS DEL MUSEO
GUIÓN CIENTÍFICO
PLANTEAMIENTO DEL MUSEO GUIÓN MUSEOGRÁFICO
OBJETIVOS
CÉDULAS
FOTOS
USUARIOS
Si partimos de la premisa de que un museo es entre otras cosas una fábrica
de exposiciones, toda persona que trabaja en él debe tarde o temprano participar
en una u otra especialidad en la organización de una de ellas, y es indispensable
que esté familiarizado con todos y cada uno de los pasos a seguir por los
integrantes de los diversos equipos que la llevan a cabo. De esta perfecta
orquestación depende el buen éxito o el fracaso de ella. Siendo el equipo principal
que conforma y da sentido a una exposición el siguiente.
21
Administrador.- Es quien va a otorgar tanto los recursos materiales como
humanos.
Equipo de prensa.- Son los encargados de divulgar la exposición.
Equipo de supervisión.-
Vigila la calidad del producto y hace una revisión periódica
de los avances del trabajo.
Museográfos.- Diseñan el espacio de la investigación.
Conservador.- Grupo de especialistas que van a prever que no se
maltraten las piezas, (cuida iluminación, medio ambiente,
humedad, temperatura)
Restaurador.- Personas que reparan los objetos dañados.
Curador.- Es el encargado de investigar y proponer una exposición,
él hace la propuesta académica a los conservadores. En
forma conceptual y museográfica, trabaja volúmenes trata
de traducir en términos materiales un concepto.
Curador.- Ve el fondo
Museógrafo.- La forma
El nombre de Curaduría proviene de la antigua Grecia ya que se
denominaba curador a la persona que guardaba los bienes de un menor de edad,
era algo similar a albacea ya que tenía fuerza jurídica para administrar. En México
este concepto se siguió utilizando hasta la época colonial, nombrando una albacea
y un curador para regir los bienes de alguien, de ahí que la función actual de este
sea la de resguardar el patrimonio artístico y cultural de la nación.
1.3 El museo y su colaboración con las escuelas
Una vez seleccionado el tema de exposición el curador procede a realizar el
guión de investigación científico, el cual debe tener una hilación temática, así
22
como el cedulario, fungiendo este como la guía que cada uno de los museos
propone al visitante con la información tanto de la exposición en general como de
cada una de las piezas exhibidas.
INSTRUMENTOS DIDACTICOS UTILIZADOS EN LOS MUSEOS
CEDULA INTRODUCTORIA Es la clave de la exposición, se encuentra
en la entrada, contiene objetivos y da un
panorama general.
CEDULA, PARTICULAR O TEMATICA Depende de unas cuantas salas. Describe
en forma particular lo que se encuentra en
cada sala.
CEDULA DE PIE DE OBJETO Es la cédula que se coloca a cada pieza.
GUIONES
GUION TEMATICO Es la parte fundamental de cualquier
exposición, concreto, específico. Habla de
los principales temas que van a
representar en la exposición.
GUION DE INVESTIGACION
CIENTIFICA
Trabaja de manera más profunda los
temas.
Si realizamos una visita a un museo partiendo del guión museográfico del
curador, sería realizar una visita sin dar intencionalidad a la misma, ya que de esta
manera nunca podremos saber que si el producto final que son los usuarios les
llegó el discurso museográfico. Sin embargo, si es el propio docente quien realiza
su guión, este va a partir de las necesidades y las expectativas de los niños,
además de que, de esta manera se puede visualizar sí la experiencia al museo le
fue significativa o no y desde dónde.
23
CÉDULA INTRODUCTORIA
PROPÓSITO:
DATOS DEL DOCENTE
DATOS DEL NIÑO
SELECCIÓN DE LA
INFORMACIÓN
COLECCIÓN EGIPCIA
SALA No. 2
INFORMACIÓN
DE LA PIEZA
CONTENIDA EN
LA CÉDULA DE
PIE DE OBJETO
UBICACIÓN DE PIEZAS
AUDITORIO
ELEVADORES
1 C 2 B 3
A
GUÍA DEL MAESTRO
24
Los estudiantes continuarán visitando museos para ver la evidencia original
por lo que el aprendizaje va a continuar siendo la mayor prioridad de los Museos
por lo que la experiencia de la museografía también debe ayudar a los estudiantes
en cuanto a cómo hay que observar las exposiciones para que puedan sacar un
mayor provecho a la visita.
Dado que algunas escuelas están reduciendo los trabajos de campo a causa del
alto costo del transporte es menester encontrar nuevas fuentes de ingresos para
fincar a este. El compromiso que han tomado los museos para involucrar a las
escuelas y sus estudiantes ha provocado el desarrollo de programas como Museos
Itinerantes, Recursos Especializados, Material (audiovisual) e Impreso. Dichas
alternativas pueden ser de gran utilidad en zonas tanto distantes como cercanas
así como también para las comunidades escolares donde existe una población de
bajos recursos y no puede ser costeable la salida a un museo.
Como ya vimos “Los museos nacieron como escaparates destinados a exhibir,
como trofeos de guerra, bienes culturales arrebatados con la fuerza de las armas
los pueblos vencidos. Mas tarde fueron adquiriendo un carácter educativo al
incorporar conceptos pedagógicos, artísticos de diseño y audiovisuales hasta llegar
con las avanzadas herramientas que ofrece la cibernética actual, a confirmar una
verdadera especialización que se conoce como museología.
Los museos actuales no son solamente las ventanas del pasado que se
abrieron a principios del siglo, ahora son además sitios para la reflexión sobre el
momento que vivimos y puertas para visualizar el futuro; son en pocas palabras
caleidoscopios donde se pueden conjugar múltiples elementos.”4
Ahora bien, así como existen diversos tipos de museos y a su vez categorice
la triangulación que existe entre el museo y sus visitantes también debemos
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considerar que son varios los motivos por los cuales podemos asistir a un museo
ya sea para educarse, deleitarse, consolidar conocimientos, recrear lo que se ha
visto anteriormente, así también lo que no se ha visto, refiriéndome en este caso
al carácter que presenta la enseñanza de la historia en el nivel preescolar; por
estar contenida esta disciplina en de dos elementos muy importantes como son el
tiempo y el espacio, ambos aspectos netamente abstractos. Cabe aquí
preguntarnos qué es lo que el docente debe hacer por lograr transmitir este hecho
tan complejo a sus niños y sobre todo para que lo manejen en forma fácil, práctica
y palpable con sus grupos partiendo por preguntarnos qué es la historia y para
qué nos sirve.
4 Adalberto Ríos Szolay. Revista de historia y conservación. CNCA 1991 pág. 3
26
CAPÍTULO 2
EL USO DEL MUSEO EN LA ENSEÑANZA
DE LA HISTORIA
2.1 ¿Qué es la historia?
La definición científica de historia más adaptada al criterio moderno, es la de
Bernheim: “Ciencia de los hechos humanos, acaecidos en el tiempo y en el
espacio, mostrando las causas que los han condicionado y motivado, considerando
al hombre como un ser social.”
La definición científica de la historia, ha podido formarse vencidos antiguos
prejuicios. Considerando como género literario en la antigüedad; tendiendo a
generalizaciones providencialistas, con la expansión del Cristianismo; reducida en
la Edad Media a simple crónica, entremezclada de leyendas tesoro inestimable, por
otra parte, en cuanto nos pone de relieve con candorosidad infantil el alma de la
raza o constituida por yuxtaposición y anécdotas, como en la crónica árabe. Llega
el siglo XV sin la menor noción de crítica. La crítica nace con en el Renacimiento
iniciándola la arqueología limitada por entonces a una parte del mundo romano;
pero es en el siglo XIX cuando la historia se escribe como género literario,
destinado a la narración de hechos interesantes o a la formación moral de los
pueblos, presentándoles como modelos las proezas de sus héroes con las
consecuencias de sus hazañosas empresas. Escribir sobre historia es una empresa
que requiere cualidades especiales, entendimiento, aguda capacidad de penetrar
en la trascendencia de los hechos.
26
Es necesario divulgar los hechos registrados en la vida de los pueblos,
porque como dice Méndez y Pelayo “Pueblo que no sabe su historia es un pueblo
condenado a irrevocable muerte.”
Por otro lado la historia entendida como disciplina trata todos los aspectos
de la vida humana; la existencia cotidiana de la gente en el pasado, sus viajes,
costumbres, religión, organización política, social, cultural, sus ideas, etc. La
historia tiene indudablemente sus propios placeres estéticos que no se parecen a
los de ninguna otra disciplina. Ello se debe a que el espectáculo de las actividades
humanas que forma su objeto particular está hecho, más que otro cualquiera para
seducir la imaginación de los hombres, sobre todo cuando gracias a su alejamiento
en el tiempo o en el espacio su despliegue esta compuesto con una gran
fascinación hacia lo extraño. Pero si esa historia a la que nos conduce un atractivo
que siente todo el universo no tuviera mas que un tal atractivo para justificarse, si
no fuera en suma más que un agradable pasatiempo ¿merecería que hiciéramos
tantos esfuerzos por escribirla?
Resulta innegable que el hecho de que una ciencia nos parece incompleta si
no nos ayuda tarde o temprano a vivir mejor, y cómo no pensar esto aún más
vivamente cuando nos referimos a la historia que según se cree esta destinada a
trabajar en provecho del hombre ya que tiene como tema de estudio al hombre y
a sus actos, manifestándose desde los orígenes del mismo cuando el hombre
contaba confusamente acontecimientos sólo unidos entre sí por la circunstancia de
haberse producido aproximadamente en el mismo momento; los eclipses, las
granizadas, la aparición de sorprendentes meteoros, la muerte de héroes y reyes,
siendo esta primera memoria de la humanidad confusa con una percepción infantil
que ha llevado poco a poco a la clasificación necesaria, es cierto que el lenguaje
por esencia tradicionalista conserva voluntariamente el nombre de historia a todo
estudio de un cambio en la duración. No hay pues mas que una ciencia de los
hombres en el tiempo y esa ciencia tiene necesidad de unir el estudio de los
27
muertos con el de los vivos los caracteres más aparentes de la información
histórica entendida en este sentido limitado y usual del término han sido descritos
muchas veces. El historiador se halla en la imposibilidad absoluta de comprobar
por sí mismos los hechos que estudia, ningún egiptólogo ha visto a Ramses, por lo
tanto no podemos hablar de las épocas que nos han precedido sino recurriendo a
los testimonios en una palabra en contraste con el conocimiento del presente el
conocimiento del pasado será necesariamente indirecto. “Todo conocimiento de la
humanidad sea de la naturaleza que fuere y aplíquese al tiempo que se aplicare
extraerá siempre de los testimonios de otros una gran parte de su sustancia.” La
diversidad de los testimonios históricos es casi infinita y todo cuanto el hombre
dice o escribe, todo cuanto fabrica, cuanto toca, puede y debe informarnos a cerca
de él, desde los tiempos más remotos.
2.2 El tiempo desde el punto de vista
de algunas disciplinas científicas
En el siglo pasado los científicos comenzaron a explicar que la enorme
complejidad del mundo tal como lo vemos hoy es el producto de una evolución,
es decir de un proceso por el cual las moléculas del planeta se fueron asociando e
interactuando en reacciones que dieron origen a organismos muy simples que
luego fueron cambiando hasta generar culebras, higueras, eucaliptos y hombres.
Los evolucionistas iniciaron a aceptar la participación divina y a evocar factores
extrafísicos, del tipo que habían estado invocando las corrientes denominadas
animismo y vitalismo. En un principio el universo se miraba con profunda
extrañeza si la entropía siempre crece, un momento en el que haya menos
entropía será anterior a un momento en el que habrá más. Se creyó entonces que
el crecimiento de la entropía señalaba la dirección positiva del tiempo. El universo
dejó de ser considerado como un enorme cúmulo de materia suspendida en el
vacío funcionando eternamente en la misma forma y pasó a ser entendido como
28
algo que iba cambiando. Se iba gastando, iba envejeciendo. Venía de un
momento en el que había tenido menos entropía y marchaba hacia un destino
provocando por su constante funcionamiento y su propia inutilización de energía
en el que se detendría y moriría. Estas ideas estaban de acuerdo con las de
aquellos que se habían puesto a calcular por ejemplo: cuanto tiempo iban a tardar
los ríos de Europa en erosionar. La termodinámica le indicó al hombre del siglo
pasado que hay una flecha del tiempo como después se le dio en llamar que
apuntaba desde un pasado hacia un futuro. El estudio de las estructuras
disipativas permitió entender también otro aspecto notable, no son “cosas” sino
configuraciones espaciales o temporales que adoptan los procesos, en realidad
nadie encontró jamás una “cosa” estable en el universo. En general llamamos
“cosa” a una configuración de procesos cuyas escalas temporales nos resultan
demasiado lentas pero basta acelerarlas para ver cuan efímeras son, así para que
podamos imaginar las diferentes etapas del universo que duraron millones y
millones de años se suele representar esas etapas a lo largo de un año, es decir
como si la gran explosión hubiera ocurrido a las cero horas del día primero de
Enero, en su escala del tiempo el sistema solar aparece allá por Septiembre, la
vida en Octubre y nosotros en los últimos segundos de Diciembre.
A escalas geológicas que duran miles de millones de años nos queda claro
entonces que modas, muebles, aparatos, personajes, instituciones, imperios,
ciudades, especies biológicas, montañas, continentes, sistemas planetarios,
galaxias y el universo entero no son más que configuraciones más o menos
pasajeras que va adoptando la materia. Las cosas no son más que momentos de
los procesos en particular los momentos en que los cambios son despreciables y la
identidad del objeto se preserva, desde esta perspectiva la historia de un
organismo aparece como una serie de crisis y transiciones. Tal vez por todo este
mecanismo tan complejo es la respuesta que nos indica porque el hombre tiene
una paupérrima idea acerca de cómo funciona el cerebro, como se conforma el
29
pensamiento, de cuál es la relación entre mente y realidad no tiene mas que
conjeturas sobre la índole del tiempo. Es común encontrarse con gente que afirma
que el sentido del dolor, del tiempo y de todas las facultades mentales irrumpieron
de pronto un buen día cuando el hombre hizo su aparición en el planeta, ignoran
que el cerebro humano es el producto de largas edades evolutivas. Si bien
observamos que los sistemas biológicos evolucionan a saltos y que las propiedades
emergen como funciones de una nueva configuración adoptada por el sistema, el
concepto que tenemos del tiempo no es independiente del aparato con el que
captamos la realidad externa. Para rastrear los orígenes del sentido del tiempo
debemos remontarnos hasta la etapa prebiológica en la que como vimos
anteriormente ya existían procesos cíclicos y se presentaba un ambiente lleno de
periodicidades, (noche, día, verano, invierno). Estos ciclos imprimieron de entrada
conductas rítmicas a los organismos y los seres que lograron adecuarse al ciclaje
temporal. La periodicidad que emana del funcionamiento del organismo parece
originar un sentido temporal: creemos darnos cuenta de un tiempo que transcurre.
Para Fernández-Guardiola (1983) se trata de un sentido semejante a la capacidad
de ver, oír, excepto que para el hombre su pérdida es más descriptiva que la
ceguera o la sordera, así por ejemplo, Bethoven ya era sordo cuando compuso su
Novena Sinfonía y Borges era ciego cuando escribió sus últimos poemas, pero
cuando una persona pierde su sentido temporal pierde también la cordura. Pero a
diferencia de la vista o la audición cuyos receptores son los ojos y los oídos
respectivamente, el receptor del sentido del tiempo no se conoce. Sabemos del
color porque lo vemos y del sonido porque lo escuchamos, pero ¿cómo sabemos
del tiempo? La luz es el estímulo para la vista y el sonido para la audición; pero
¿cuál es el estímulo para el sentido del tiempo?
En principio, la naturaleza podría haber escogido dos fuentes:
1) La experiencia interna. Nuestro organismo suele trabajar calladamente.
No nos informa acerca de cómo coordina la digestión, no nos mantiene
30
al tanto de cómo hace entrar y salir el aire de los pulmones para que
respiremos, aunque por ahí suframos disnea y entonces sí nos
enteremos; nos mantiene ajenos a la circulación de nuestra sangre. A
pesar de esa ignorancia nuestro sistema nervioso se mantiene
perfectamente al tanto de tales funciones y las regula a lo largo de los
años día y noche. Sabemos que además, los ciclajes de intestinos,
pulmones, corazón, glándulas de secreción interna y otras funciones
también están sincronizadas. Cabe la posibilidad de que nuestro
organismo permita a veces llegar a nuestra conciencia alguna
manifestación de tic-tac orgánico. La experiencia interna es entonces
una fuente potencial de información temporal.
2) La experiencia externa. Podemos informarnos del paso del tiempo con
base en los cambios y movimientos del mundo que nos rodea. Así
podríamos habernos quedado dormidos en la sala del dentista y al
despertarnos comprobar con el reloj que ha pasado media hora sin que
lo hubiéramos detectado por referencias internas de nuestro organismo.
Ambas fuentes interna y externa definen el mismo orden temporal.
Es comprensible que el orden temporal interno y el de los sucesos externos
se correspondan y estén coordinados, después de todo el tacto, la vista, el olfato y
la audición no tienen características comunes y podrían ser percibidos como
espacios diferentes. Sin embargo, también están coordinados y se combinan para
darnos una imagen integrada de la realidad. Puntualicemos entonces: lo que
representa el tiempo para los hombres, para los griegos durante el caos no existía
el tiempo, no tiene dirección, no transcurre para ellos, el universo surge de un
ordenamiento del caos y uno de sus primeros dioses es Kronos (dios del tiempo).
Cronos es el dios de la historia. Para Platón más tarde los objetos constan de dos
partes o aspectos: su forma, idea o esencia, y su materia individual o
manifestación sensible. El universo quedaba así dividido en el mundo de las formas
31
que era intelectual, real y permanente, y el mundo de las apariencias y el cambio.
Para Platón los seres que viven en el tiempo son seres caídos desde la creación,
Aristóteles consideró también que le tiempo es el número de movimientos respecto
de un antes y un después. En el siglo IV de nuestra era San Agustín declaraba que
él sabía lo que es el tiempo, salvo que alguien se lo preguntara y tuviera que
explicarlo. Y siglos más tarde el místico polaco Angelus Silesius afirmaba: “Tú
mismo haces el tiempo”5, tu reloj son tus sentidos. Sin embargo Silesius no dijo ni
lo que es el tiempo ni como lo generan nuestros sentidos. Aún hoy en los
umbrales del siglo XXI tampoco podemos explicar qué es el tiempo, pero ante la
dificultad en llevar a cabo un experimento físico que demuestre el paso del tiempo
se va acentuando una sospecha: puede ser que el tiempo sea “hecho por nosotros
mismos”, es decir, que sería un atributo de nuestra mente. En consecuencia
debemos ocuparnos de la mente humana.
El hombre del mundo occidental siente que su vida transcurre en lo que
podamos llamar tiempo del sentido común que fluye según lo cree de manera
lineal del pasado al presente y de ahí al futuro, en esa idea están implicadas las
nociones de irreversibilidad, duración y periodicidad. Sin embargo, el niño al nacer
no posee este esquema temporal, sino que lo va adquiriendo durante los primeros
años de su vida a través de crianza, de las costumbres de su ambiente y del
lenguaje y a medida que es sometido a las normas, leyes y convenciones de la
cultura. Piaget considera noción de tiempo como un elemento de lo real en el niño,
pero también sostiene que en psicología el apriorismo kantiano que postula la
existencia de la institución temporal, carece de validez pues las nociones que son
aparentemente primarias para los adultos aparecen en la niñez después de un
largo trabajo de construcción de lo real en el niño. Piaget afirma que motricidad y
cognoción se complementan ya que el sujeto conoce al mundo y a sí mismo a
través de la acción “la inteligencia dirá más adelante surge con el contacto con las
cosas, organiza al mundo organizándose a sí mismo. Correlativamente, las
5 Black, Fanny. La vida, el tiempo y la muerte. Fondo de Cultura Económica 1988. p. 59-69
32
nociones de objeto, causalidad, espacio y tiempo se elaboran de manera
simultánea e interdependiente. Las relaciones causales implican un orden en el
tiempo, causa antes, efecto después; las dos cosas causalidad y tiempo por lo
tanto tienen un origen común. Para Piaget el pensamiento es un proceso refinado
y flexible de prueba y error que no depende de actitudes automáticas aprendidas
ni reflejas, existiendo en las cuatro etapas del desarrollo cognitivo. Tanto el
espacio como el tiempo están presentes en toda percepción que es extensa y tiene
duración aunque en el niño la duración está lejos aún de la temporalidad adulta. Al
principio el tiempo para el niño es igual a la duración psicológica de sus actos,
después va a establecer una duración de esta relación con los hechos del mundo
externo y por último incluirá en sus actos en la serie de sucesos rememorados con
lo cual formará la historia de su medio y convertirá el tiempo en la red que
ensambla la estructura objetiva del universo. Piaget afirma que el lenguaje y la
socialización contribuyen a crear las nociones de duración y sucesión y a
transformar al tiempo en continuo y universal. Aparece la noción del flujo temporal
continuo, la concepción temporal como una función cognoscitiva que madura con
la experiencia y con el crecimiento y que llevará a concebir la duración como el
sentido subjetivo del paso del tiempo. También considera que el niño adquiere la
posibilidad de captar la experiencia de la duración que aparece representada por
su propia edad o la edad de los que lo rodean.
2.3 Concepto del espacio
En lo que se refiere al espacio los seres humanos vivimos integrados en un
espacio en el que nos desplazamos y con el que nos relacionamos. Parte
importante de la evolución es adquirir, cada vez con mayor amplitud y precisión la
noción de ese espacio en el que nos desenvolvemos. Empezando por el más
próximo que determina en gran forma nuestras acciones motoras hasta llegar a
33
aquel espacio que no vemos, pero en el que se efectúan fenómenos y hechos
relacionados con la vida y con el conocimiento humano, las dimensiones,
posiciones, desplazamientos, distancias, ubicaciones e interrelaciones espaciales y
las repercusiones o trascendencia de las acciones en el espacio a la geografía se le
ha definido como el estudio de la interacción de la humanidad con el medio
ambiente físico. Esta se ha planteado las preguntas ¿dónde? y de manera más
importante ¿por qué? bajo este concepto esta disciplina se vuelve
fundamentalmente para la enseñanza de la historia. En el nivel pedagógico es
factible palpar que la enseñanza de la historia se divide por "espacios" hay una
historia para países (México, Estados Unidos) subcontinente (latinoamerica) e
incluso una historia mundial. Esta división ha propiciado enseñar una geografía
separada de la historia o a enseñar algunos aspectos de ella memorizando
nombres sin señalar la profunda y múltiple relación que puede existir entre un sitio
geográfico y un proceso histórico determinado, además de la localización para
enseñar. Esta conexión entre la “geografía” y la “historia” la interdisciplina se
queda en este caso en un “rollo teórico” incomprensible e imposible de aplicar en
la práctica. La historia y la geografía son inseparables las primeras dos citas
mencionadas anteriormente una atribuida de un explorador norteamericano de
principios del siglo XVII y la otra pronunciada por un diplomático soviético apuntan
claramente este hecho. Desde Herodoto, los historiadores han conocido esta
verdad y la han justificado con su estudio, su trabajo escrito y su enseñanza. La
geografía es un factor casual mayor en la historia, y de todas las materias del
curriculum escolar. Ellas son las dos que se relacionan más estrechamente, en
consecuencia, es casi imposible estudiar o aprender historia sin considerar la
dimensión geográfica. Este es veredicto en especial por lo que se refiere a la
enseñanza de la historia en la cual la introducción de la geografía facilita y realza
el proceso histórico; la dimensión geográfica ayuda a una mayor comprensión del
curso de los sucesos humanos y la enseñanza de la geografía como parte de la
historia también puede constituir un modo de hablar del difundido tema del
analfabetismo de los estudiantes con respecto de la geografía, afín de prepararlos
34
mejor para la era venidera de una civilización global. La historia asociada a la
geografía brinda un contexto relativo al tiempo y al espacio esencial para que los
estudiantes comprendan el pasado, la dimensión geográfica abarca dos puntos:
1.- LA LOCALIZACIÓN
La “localización” describe en dónde se ubican las personas y los lugares en
el mundo específicamente y en relación de uno con el otro. Comprender este
punto constituye el comienzo del entendimiento geográfico que es esencial para
discernir el desarrollo histórico.
2.- EL LUGAR
El “lugar" se define por sus atributos físicos y humanos; el clima, la
naturaleza del terreno, los mantos acuíferos, los suelos, la flora y la fauna crean
un lugar, mientras que las concepciones y actividades humanas forman su carácter
individual. El papel de los mapas es una de las maneras más eficaces para que se
interpreten los cinco temas geográficos fundamentales. Localización, lugar,
relaciones dentro de los lugares movimiento y región la humanidad alcanzó la
habilidad de hacer representaciones gráficas aún antes de haber alcanzado la
alfabetización. Aprendimos primero a dibujar y probablemente también a hacer
mapas y luego a escribir. Cuando se utilizan mapas en una clase el énfasis está en
la educación y en la percepción visual, intensificando así la habilidad gráfica.” Esta
habilidad es una comunicación no verbal, no alfabética y no numérica; es
simplemente la realización del viejo refrán que dice que una ilustración vale mil
palabras. Según Thomas Jefferson él mismo un realizador de cartas geográficas lo
señaló “un mapa puede dar una mejor idea de una región que cualquier
descripción escrita”, la idea de tratar la historia y la geografía como disciplinas
35
gemelas se encuentra plasmada en una compilación que realizó Victoria Lerner.
Asumiendo, que ofrece una visión más amplia a cerca de la enseñanza de la
historia y máxime si se instrumenta en el nivel preescolar ya que ayuda a hacer un
poco más tangible este tema para la enseñanza de la historia debe considerarse
como diseñar ejercicios a cerca de sucesos pasados que provoquen la reflexión
pero recurriendo a actividades presentes de la vida diaria o que puedan recrearse
fácilmente en el salón de clases, su punto de partida será reconocer que los
vínculos abstractos se pueden hacer concretos y específicos y que la descripción
no es el único modo de formar imágenes y estructuras con las que los niños se
puedan comprometer. La participación activa es un requisito esencial para un
aprendizaje efectivo de la historia partiendo del hecho de que comprender no es
una actitud pasiva. Para elaborar una ciencia siempre se necesitarán dos cosas;
una materia y un hombre, los materiales que se utilicen deben demandar algo más
que la memorización del alumno permitiéndole reconstruir el pasado y describir
relaciones entre experiencias paralelas y tangibles del presente con aspectos
históricos en apariencia abstractos, los problemas y sucesos deben presentarse de
tal modo que los estudiantes se identifiquen rápidamente con ellos comprendiendo
sus complejidades los niños se divierten con los juegos y la competencia, ejercicios
que promuevan el involucramiento con el pasado. El diseño más natural es pedir a
los niños que imaginen ser un personaje de la historia. Cabe aclarar que no existe
ninguna fórmula o sistema con el cual pueda lograrse una comprensión real de la
historia. Es simplemente una cuestión de dedicar tiempo e ingenio al diseño de
ejercicios que involucren a los niños y que alienten una respuesta reflexiva a la
historia, le interesa interpretar, explicar y motivar tanto como establecer una
secuencia del ¿por qué? depende de la voluntad de considerar el balance de
posibilidades en cualquier situación dada: Si los niños van a reflexionar sobre la
historia se les debe guiar hacia situaciones claras y perfectamente definidas. La
gran cantidad de conocimientos detallados que se requieren para la reflexión
madura de la historia puede abrumar al niño quien necesita trabajar con
información organizada que pueda manipular. El docente necesita identificar un
36
suceso central, un punto de cambio o algún momento importante utilizando
materiales adecuados para dirigir la atención hacia los aspectos principales, ya que
el pasado es por definición un dato que ya nada habrá de modificar pero el
conocimiento del pasado es algo que está en constante progreso, que se debe
transformar y perfeccionar sin cesar, ahora tomando en cuenta la postura de
Piaget donde nos menciona que la socialización contribuye a crear las nociones de
duración y sucesión para el desarrollo de la función cognitiva temporal, que mejor
lugar para propiciar la interacción y socialización que a través de la visita al museo.
37
CAPÍTULO 3
EL MUSEO COMO ALTERNATIVA PEDAGÓGICA
3.1 Antecedentes del nivel preescolar
Los lineamientos pedagógicos relativos a la educación preescolar
comenzaron a aparecer con la propuesta del profesor Manuel Cervantes Imaz;
siendo en 1903 cuando se presentó ante la Secretaría de Justicia e Instrucción
Pública un proyecto de organización para las escuelas de párvulos. Este proyecto
constituyó el primer esfuerzo por enfatizar la labor eminentemente educativa del
nivel preescolar a través de un programa donde se proponía que las bases se
establecieran de acuerdo “con su propia naturaleza física, moral e intelectual
valiéndose para ello de las experiencias que el niño adquiere en su hogar, en la
comunidad y en su relación con la naturaleza”. A pesar de que los Jardines de
Niños se abrían paso poco a poco, eran considerados como un lujo en un país en
el que aún no se cubrían las necesidades más apremiantes de la educación. En
1917 debido principalmente a la falta de apoyo económico funcionaban solamente
17 kindegartens en la capital del país, para 1918 se abrigaban serios temores de
que éstos dejarían de funcionar debido al retiro del subsidio oficial quedando
entonces como única posibilidad contar con la cooperación de los padres de
familia. A pesar de la conciencia de apoyo constante hacia el ámbito preescolar en
1919 el presidente Carranza otorgó una partida para que las escuelas de
experimentación pedagógica contaran con un kindergarten anexo. Ya en febrero
de 1922 en el boletín de la SEP apareció el reglamento interior para los
kindergartens además del programa de trabajo a seguir por estos. En el
reglamento se contempló tanto la duración del año escolar, las funciones del
personal, así como las obligaciones de los padres de familia. El significado de
kindergarten; entre otras cosas se señalaba que en el sentido estricto no era una
escuela sino una transición entre la vida del hogar y la escolar “donde las
38
educadoras deben conducirse allí con los niños como una madre inteligente,
sensata, cariñosa y enérgica se conduce a sus niños”.6
El 1° de enero de 1942 por decreto presidencial y después de una tenaz
labor de cuatro años, el personal de Jardines de Niños logró su propósito de
incorporarse a la SEP, la Secretaría de Educación Pública aceptó la organización de
Jardines procurando darles unidad a nivel nacional creando para tal efecto el
Departamento de Educación Preescolar cuyo objetivo primordial era dar a conocer
de manera precisa el papel que desempeñaba el Jardín de Niños dentro de la
política educativa general.
En octubre de 1981 se marcó un cambio en el aspecto técnico de los
Jardines de Niños al presentar el Nuevo Programa de Educación Preescolar que
vino a constituir el eje rector de la mismo y que significó un cambio radical en su
concepción teórica fundamentada en la corriente psicogenética sobre la
construcción del conocimiento, presentándose dicho programa integrado en 3
libros; surgiendo posteriormente el programa de educación preescolar 92 bajo una
fundamentación teórica que sustenta el enfoque globalizador, el cual responde a
las expectativas actuales aunque se siguen buscando recursos que sirvan para
encausar lo señalado en el Programa de Desarrollo Educativo 1995-2000 en el cual
se enmarca que “será motivo de especial atención la congruencia y la adecuada
secuencia de los planes de estudio en los 3 niveles de la educación básica”.7
También en dicho programa se menciona como una necesidad en el que los
docentes frente a grupo y los directivos sean actualizados no sólo en el
conocimiento de los contenidos de los planes de estudio sino en la utilización de
nuevos métodos, formas y recursos didácticos para favorecer el razonamiento
ordenado y el acercamiento de las ciencias.
6 Moliner, María. 1989 p.23 7 PEP. 92. Obj.
39
Ya que la ciencia permite trascender los estrechos límites de la investigación
de conocimientos en el devenir individual y social que corresponde a las formas
compatibles de percepción fáctica o intuitiva de lo real ello nos indica que la
ciencia no es estática, sino histórica y corresponde fundamentalmente a la
percepción compatible que tienen los individuos o los grupos sociales de lo real.
Esta expresión tan simple nos permite replantearnos los complejos
esquemas y definiciones de la ciencia, para evitar su dogmatización y promover su
ejercicio así, es necesario entender a la ciencia como una actitud mental, donde el
interés y la intención del conocimiento sean el prototipo de este hacer, que no sólo
se da en los laboratorios y en las instituciones académicas, sino que puede
extender sus alcances hasta en aquellos rincones en los que se encuentre un
individuo con convicción científica, que sea consecuente con las limitaciones de su
tiempo y de su espacio.
Por ello la ciencia no es sólo una tarea de los científicos, es una tarea de
toda la sociedad que debe readecuar su actitud, en donde la imaginación y la
creatividad no se lleven a la especulación insustancial sino a la explicación y
transformación sobria y adecuada del medio ambiente en que vivimos. La ciencia
no es un objeto, la ciencia no es un producto, la ciencia no es una actividad; la
ciencia es una actitud frente al conocimiento.
3.2 La formación de docentes
En los planteamientos tradicionales de la enseñanza se suele manifestar que
“se enseña lo que se es” (idea de modelo, concepción carismática del educador),
pero no puede negarse el carácter de compromiso personal y el peso relacional de
la acción educativa. ¿Cómo trabajar, analizar y sobre todo, proponer que los
40
docentes provoquen crisis, porque sin crisis no hay procesos formativos, pero crisis
no destructivas? De ahí se formula la hipótesis de que toda experiencia de crisis,
de ruptura con las condiciones habituales conocidas tiene un significado de
formación. A su vez, “todo proceso de formación docente conlleva en forma
explícita o implícita la intención de innovar aunque sea en su forma menos radical
y se plantee la formación sólo como actualización. Busca cuestionar formas de
trabajo calificadas como obsoletas abrirse a nuevas experiencias, mirar el propio
hacer con la intención de cambio. La intención de precede a la acción formativa, y
los conflictos que a menudo aparecen en los espacios de formación docente suelen
calificarse en forma rápida como resistencial al cambio”. 8 Aquí cabría preguntarse
por qué se da esta resistencia ya probablemente se daba a que no se le han dado
los elementos necesarios para que se sienta seguro a dar ese paso.
Tanto la experiencia personal, como la reflexión de las diversas ciencias
sociales que se han hecho acerca de la naturaleza del hombre, nos permite afirmar
que el hombre no existe aislado ajeno a la influencia de los que le rodean. El
medio “normal” del ser humano es el grupo (familia, amigos, grupo laboral, grupo
escolar). El individuo aún cuando se encuentre físicamente solo permanece
influido, determinado por sus experiencias grupales. El grupo entonces existe en
toda actividad humana; está siempre presente de alguna manera. En este sentido
podemos considerar el aprendizaje como un proceso grupal permitiéndome en este
momento contemplar el rol del docente por ser uno de los protagonistas
principales en el proceso enseñanza aprendizaje. Margarita Gómez Palacio nos dice
que no es fácil ni inmediato obtener un cambio de actitud del maestro, ya que
resulta evidente que el maestro enseña como fue enseñado y no basta con decir
que hay que respetar el proceso del niño sin respetar el proceso evolutivo del
maestro, el docente no se formó solamente en la escuela normal, en realidad
todos vamos incorporando modelos a lo largo de nuestra vida escolar y familiar.
8 HONORE BERNARD. 1980. Para una teoría de la formación dinámica de la formatividad. Madrid, pág. 175
41
En conclusión el maestro no se forma en un sólo curso y es evidente que en el
proceso de nuestra formación docente se quedaron grandes rezagos
metodológicos por lo que es necesario pensar en otra visión de la teoría y la
práctica. El docente bajo un enfoque constructivista se debe caracterizar como el
de coordinador del grupo cuya función principal es la de propiciar el aprendizaje de
los alumnos localizando y tratando de remover los obstáculos que impiden los
cambios en el grupo, para ello debe observar continua y cuidadosamente el
proceso grupal para detectar los momentos y fenómenos más significativos.
3.3 La didáctica de las visitas guiadas y sugerencias
ACTIVIDADES PREVIAS PARA LA VISITA A UN MUSEO
Cuestionar en el aula a los niños si saben lo que es un museo, quién ya ha
estado antes en uno y en cuál, describir para qué creen que sirve, hacer un dibujo
libre tanto los niños que ya conocen el museo como los que no; a estos últimos es
necesario invitarlos a usar su imaginación dibujarlo como se imaginan que es.
En cuanto al docente revisar la “guía” de museos concordando el continente
y el contenido de éste de acuerdo con lo previsto en su proyecto. Elegir las sala o
salas a visitar recomendando no más de tres en una visita ya que el recorrido
puede resultar extenúente para el niño. Una vez elegidas las salas dar lectura a la
cédula introductoria, generar cada docente su propio guión museográfico
enfocándolo a la edad de los niños, contrastándolo con los saberes previos,
ubicando de qué medios se valdrá para reforzarlos y con qué colecciones se
apoyará. Una vez en el museo la visita se generará por 4 etapas, siendo la 1ª. La
denominada EL PASEO:
42
“La educación debe apartarse de la instrucción dejar sus clases e ir hacia el
descubrimiento, hacia el sondeo, la exploración y el reconocimiento del lenguaje
de las formas”.9
Para enfocar a la reflexión se deben considerar algunos conceptos
indispensables para cualquier tipo de análisis sobre el museo.
Actualmente el museo es considerado como una institución de permanencia
en la sociedad en evolución constante y cuyas funciones son como ya vimos la de
recopilar, investigar, restaurar, exhibir y difundir el patrimonio cultural tanto de
México como del resto del mundo, sus objetivos son educar, informar y deleitar al
público visitante para provocar en él una reflexión sobre su entorno.
En los museos se concentran este tipo de manifestaciones de los valores
culturales, testigos del devenir histórico de la humanidad y es por ello que la
tendencia mexicana contemporánea sea dinamizar a estos centros de educación
permanente para integrarlos a la comunidad que les dio origen y a la cual
pertenecen. De esta manera el visitante puede circular libremente, identificarse y
reflexionar así sobre su ambiente natural y contexto social; para lograr que se dé
esta respuesta dinamizadora que proponen las nuevas alternativas museográficas
parte de que se den también en el sentido del andar libre del visitante. Como
primer punto llamándole a esta etapa el paseo, considerándolo como indispensable
para involucrar al visitante y sea capaz de percibir los mensajes que la exposición
emite. Lo anterior permitirá a los individuos de esta compleja sociedad
contemporánea de cambios sociales y culturales constantes de desintegración de
9 Marshall McLuhan y Quentinfiore. El Medio es el Mensaje un inventario de efectos. BUENOS
AIRES Paidos 1987
43
culturas indígenas entre otros factores encontrar los elementos que le ayuden a
reafirmar una identidad propia.
2a. ETAPA DE LA VISITA. Admirar, elegir una pieza que haya llamado su
atención, hacer una descripción, encontrar semejanzas y diferencias del antes y
del ahora, describir emociones, ya que la base psicológica del arte radica
precisamente en entender y ahondar los sentimientos.
3a. ETAPA REFLEXIONAR. Categorizar los elementos principales en relación
con el objeto (Testimonio de la evolución de la humanidad) contrastar las cédulas
de pie de objeto con lo que el niño sabe de la pieza aunada con la información del
docente para transmitir a través de un enfoque didáctico y de los diversos medios
a su alcance el contenido del uno al otro mediante ese mensaje tridimensional que
brindan los propios objetos en una ambientación recreada haciendo así más
accesible el contenido del museo al sujeto. Sólo de esta forma el objeto podrá ser
“digerible” por el sujeto lo que provocará en él una confrontación con su realidad
permitiéndole adquirir su sentido histórico y una toma de conciencia en un
ambiente creado por una selección razonada, todo ello bajo un objetivo preciso, el
desenvolvimiento de las poblaciones reflejando los principios motores de su
evolución y asociándolos a los proyectos del porvenir.
4a. ETAPA DISFRUTAR. El aprendizaje como una expresión natural de la
alegría de vivir ya que cuando amamos la vida no intentamos controlar con
autoridad, debemos estar consientes de que cuando se genere un aprendizaje no
es una función puramente cognitiva. No es algo que sucede solo en la cabeza, es
un proceso social, físico, emocional, cognitivo, estético y espiritual. Es un acto total
transformador como tal; entonces la enseñanza debe ser vista como un apoyo
para el aprendizaje y no como su controlador; conocimiento y conocedor están
unidos uno a otro, no existe separación ni dualidad, ambos están implicados todo
conocimiento existe solamente en la gente que crea el significado dentro de su
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contexto cultural y experiencial. Esto nos lleva a un cambio radical de un
paradigma de transmisión del conocimiento a uno de desarrollo de las capacidades
del niño, debemos reconocer que existen múltiples vías para aprender. En su
estudio sobre los estilos de aprendizaje Weider encontró que podrían ser
plenamente comprendidos por medio del arte. Los estilos artísticos históricos nos
llevan a entender el aprendizaje; el proceso creativo de las formas y estilos
históricos es el mismo proceso creativo del pensamiento y aprendizaje humanos
ahora si bajo la perspectiva de que en el proceso educativo, aprender resulta más
importante que enseñar; por que no enriquecer este proceso con una de las
características principales que presenta el niño preescolar que es a través del acto
lúdico.
Resulta categórico que el docente para realizar la visita a un museo tenga
muy claro con antelación cuales son sus expectativas y necesidades educativas no
perder de vista el enfoque central el propósito el cual debe estar enmarcado en el
contenido de su guión orientado por las inquietudes que espera despertar en sus
niños, descuidar estos aspectos puede provocar que la visita no resulte motivadora
ni de utilidad para su grupo.
EL JUEGO
“El placer que obtiene el niño en el juego es sin duda el aspecto más
importante, toda actividad lúdica suscita generalmente excitación, hace aparecer
signos de alegría y provoca carcajadas. Pero los componentes de este placer se
reducen a la sola descarga de pulsiones parciales que pueden representarse en el
juego. Está tan ligado a la actividad mental como a la actividad física empleada
por el niño, dicho de otra manera, el juego no sólo obedece como podría
pensarse, al principio de placer, queda sometido al principio de la realidad en la
medida en que constituye un modo de satisfacción elaborado y diferido.
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¿Porqué juega el niño? Filósofos, sociólogos, pedagogos, psicoanalistas y
médicos han tratado cada uno a su manera de responder a esta cuestión, lo que
resulta evidente es que la actividad lúdica infantil se halla inseparablemente
asociada a una actividad investigadora y que ambas son alternantes durante el
proceso de adquisición de información sobre el ambiente que rodea al niño.”10
El hecho de permitir un espacio lúdico en el museo además de contribuir a
todo lo anteriormente descrito se debe a que tenemos que empezar por acabar
con los eternos mitos que surgen alrededor del museo, los cuales aún en la
actualidad son vistos como recintos sagrados donde no se permite el diálogo y el
esparcimiento, motivo por el cual muchas veces los niños ven a estos como
espacios aburridos y sin sentido.
El niño preescolar es un ser en desarrollo que presenta características
físicas, psicológicas y sociales propias, su personalidad se encuentra en proceso de
construcción, posee una historia individual y social, producto de las relaciones que
establece con su familia y miembros de la comunidad en que vive. El niño es una
unidad biopsicosocial constituida por distintos aspectos que presentan diferentes
grados de desarrollo de acuerdo con sus características físicas, psicológicas y de su
interacción en el medio ambiente. En el Programa de Educación Preescolar 1992
se distinguen cuatro dimensiones del desarrollo que son: afectiva, social,
intelectual y física, pudiendo definir la “dimensión” como la extensión comprendida
por un aspecto de desarrollo, en la cual se explicitan los aspectos de la
personalidad del sujeto.
Ahora bien, en esta fase se pretende que el docente elija una de las
dimensiones para favorecerse a través del juego lo importante aquí es que lo
10 (C. Coll. 1978)
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registre en su cédula para que se le dé una intencionalidad a la visita y esta no se
convierta en una simple “excursión.”
A continuación presento algunos sugerencias didácticas las cuales pueden
ser adecuadas según las necesidades e intereses de cada grupo:
DIMENSIÓN ACTIVIDADES
Dimensión afectiva
Identidad Personal
Hacer un cuento de su propia historia, a través
de dibujos, narrándoselos a sus amigos.
Dimensión social Elaboración de máscaras de danzas que más les
haya llamado presentar sus propias danzas.
Dimensión intelectual
Matemáticas
Clasificación
Juego con diversas prendas de vestir, clasificar
las de “antes” y las de ahora mencionando
semejanzas y diferencias.
Dimensión física
Ubicación espacial
Con la ayuda de imágenes preferentemente una
pintura mostrar la posición de algunos elementos
respecto al personaje principal, descripción de lo
que se encuentra arriba, abajo.
Recorrido libre por la sala, elegir la pieza que
más les agrado, colocarse atrás, adelante o a un
lado de ella. Informar posiciones de algún tipo
de pieza, ejemplo: El luchador.
Por lo general antes de ir a un museo acudimos con un concepto, el cual se
transforma una vez realizado el recorrido en el mismo, ya que entramos con un
tipo de ideología relacionada con un manejo indiscriminado de información
sustancial lo que nos lleva a constituirnos en una sociedad mítica pues todo lo que
decimos; que conocemos, tiene su origen en datos, ideas, o supuestos; así el mito
se reproduce de manera cómoda pues no requiere de ninguna fundamentación ni
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comprobación. En la escuela, oficina, en las reuniones en el hogar hablamos de
diversos temas reproduciendo solamente datos que percibimos por algún medio y
que no requiere de sustento, pero el hecho de estar de frente ante datos históricos
nos permite contrastar la información o ideas anteriores con una información
científica corroborada por la práctica social y por ello históricamente valida,
manifestándose a su vez otro tipo de implicaciones como las siguientes:
IMPLICACIÓN PSICOLÓGICA
Mesoamérica y muy especialmente México, es la cuna de algunas de las
civilizaciones más originales e importantes del mundo, su riqueza cultural fue el
producto de muchas generaciones de desarrollo y evolución humanos que
permanece en algunos aspectos hasta nuestros días. De estas civilizaciones
sobreviven restos materiales que conforman un patrimonio arqueológico que es
parte de nuestra identidad cultural y que, por otro lado implica una gran
responsabilidad debido a que la mayoría de las ciudades y centros prehispánicos
no se conservan registros detallados a cerca de su historia, su economía, vida
cotidiana y mundo social y político. Se han tenido que reconstruir estos aspectos a
partir de datos arqueológicos, aunque sólo de manera parcial y esbozada en
algunos casos. Es por esto que en la medida en que podamos adquirir mayor
conocimiento a partir de los objetos materiales, podremos aspirar a una mejor
comprensión y entendimiento de los aspectos que dieron lugar al desarrollo de
estos pueblos. Es aquí precisamente donde el papel de las llamadas “ciencias
puras” es fundamental y en particular el hecho de que a través del museo
podamos transportarnos al mundo prehispánico o colonial por medio de la
reconstrucción científica de la tecnología de la época, tal vez este es el motivo por
el cual cada vez que entramos a un museo dicho recinto exalta nuestros sentidos
de tal manera que nunca deja de asombrarnos.
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IMPLICACIÓN CULTURAL
Partiendo del hecho de que no amamos lo que no conocemos: en la medida
en que le brindemos a nuestros alumnos un acercamiento con nuestras
costumbres y tradiciones propiciamos a que aprendan a convivir de manera
armónica con diferentes grupos y tipos de personas; desarrollando un alto espíritu
de colaboración y participación, aprendiendo a respetar normas, a discutir sus
ideas con otras personas con gran respeto a las diversas ideologías con que se
pueda encontrar; fomentando en el alumno el compromiso con las clases sociales
más necesitadas, fortaleciendo una conciencia social con un sentido de
participación y compromiso en la vida pública de las instituciones de la región y
aún del país.
IMPLICACIÓN PEDAGÓGICA
El hecho de que el gran compromiso que existe por parte de los
museógrafos mexicanos de encontrase a la vanguardia y a la altura de otros países
han empezado a utilizar varias tecnologías haciendo los museos más interactivos,
donde los niños aprenden haciendo, en lo referente al docente, el museo le
proporciona guiones y contenidos en forma integradora, los cuales puede rescatar
y hacerlos suyos.
3.4 Detección del impacto
Entre las cuestiones más importantes de la psicología infantil y la pedagogía
figura la de la capacidad creadora de los niños; la del fomento de esta capacidad y
su importancia para el desarrollo general y de la madurez del niño. Desde la
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temprana infancia encontramos procesos creadores que se aprecian sobre todo en
sus juegos; el niño que cabalga sobre un palo y se imagina que monta a caballo,
la niña que juega con su muñeca a que es mamá. Todos ellos evidencian en sus
juegos ejemplos de verdadera creación, en sus juegos reproducen mucho de lo
que ven, en sus juegos no se limitan a recordar experiencias vividas sino que las
reelaboran creadoramente combinándolas entre sí edificando con ellas nuevas
realidades acordes con las aficiones y necesidades del propio niño. El afán que
sienten de fantasear las cosas es reflejo de su actividad imaginativa como en los
juegos. Existen cuatro formas básicas que ligan la actividad imaginadora con la
realidad. La primera forma de relación de fantasía y realidad consiste en que toda
elucubración se componen siempre de elementos tomados de la realidad extraídos
de la experiencia anterior del hombre. Sería un milagro que la imaginación pudiese
crear algo de la nada o dispusiera de otras fuentes de conocimiento distinta de la
experiencia pasada. Sólo las ideas religiosas o mitológicas a cerca de la naturaleza
humana podrían implicar a los frutos de la mitología un origen sobre natural
diferente de la experiencia anterior. El análisis científico de las elucubraciones más
fantásticas y alejadas de la realidad como por ejemplo: los cuentos, las leyendas,
los sueños, etc. Nos confirman que las mayores fantasías no son mas que nuevas
combinaciones de los mismos elementos, tomados a fin de cuentas de la realidad
sometidos simplemente a modificación o reelaboración en nuestra imaginación, de
esta forma, la fantasía se construye siempre con materiales tomados del mundo
real, la imaginación puede crear nuevos grados de combinación mezclando
primeramente elementos reales. Aquí encontramos la primera y principal ley a la
cual se subordina la función imaginativa que podría formularse así, la actividad
creadora de la imaginación se encuentra en relación directa de la riqueza y la
diversidad de la experiencia acumulada por el hombre porque esta experiencia
ofrece el material con el que erige sus edificios. La fantasía cuanto más rica sea la
experiencia humana mayor será el material del que dispone esa imaginación. Si
examinamos la historia de las grandes invenciones, de los mayores
descubrimientos podemos comprobar que casi siempre surgieron después de un
50
gran cúmulo de experiencias. De aquí la conclusión pedagógica sobre la necesidad
de ampliar la experiencia del niño. Si queremos proporcionarle bases
suficientemente sólidas para su actividad creadora cuanto más vea, oiga y
experimente cuanto más aprenda y asimile cuanto más elementos reales
dispongan en su experiencia, el niño tanto más considerable y productiva será a
igualdad de las restantes circunstancias la actividad de su imaginación la actividad
combinadora del cerebro se basa en resumen en que el cerebro conserva huellas
de las excitaciones precedentes y toda la novedad de esta función se reduce
sencillamente a que disponiendo de las huellas de dichas excitaciones, el cerebro
las combina en formas distintas a las que se encontraban en realidad.
La segunda forma en que se vincula fantasía y realidad es ya más compleja
y distinta, esta vez no se realiza entre elementos de construcción fantástica y la
realidad, sino entra entre productos preparados de la fantasía y algunos
fenómenos complejos de la realidad. Cuando yo, basándome en los estudios y
relatos de los historiadores o de los viajeros me imagino el cuadro de la gran
Revolución Francesa o del desierto del Sahara. En ambos casos el panorama es
fruto de la función creadora de la imaginación. No se limita esta a reproducir lo
que asimile de pasadas experiencias sino que partiendo de ellas crea nuevas
combinaciones. En este sentido se subordina plenamente a la primera de las leyes
anteriormente descritas. Estos frutos de la imaginación se integran elementos
elaborados y modificados de la realidad, Siendo necesario disponer de enormes
reservas de experiencias acumuladas para poder construir con estos elementos
tales imágenes, sino se poseyera imágenes de la sequía de los arenales, de
espacios enormes, no se podría en forma alguna crear la imagen de estos
desiertos. Si no se tuvieran múltiples imágenes históricas del mismo no se podría
imaginar el cuadro de la Revolución Francesa. En tal sentido la imaginación
adquiere una función de mucha importancia en la conducta y en el desarrollo
humano convirtiéndose en medio de ampliar la experiencia del hombre que al ser
capaz de imaginar lo que no ha visto al poder concebir basándose en relatos y
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descripciones algunas a lo que no experimentó personal y directamente. No esta
encerrado en el círculo de su propia experiencia sino que puede alejarse mucho de
sus límites asimilando con ayuda de la imaginación experiencias históricas o
sociales ajenas.
La tercera forma de vinculación entre la función imaginación y la realidad es
el enlace emocional. Esta influencia del factor emocional en las combinaciones de
la fantasía es conocida por los psicólogos con el nombre de “Ley del Signo
Emocional General,” es decir que todo lo que nos provoca un efecto emocional
coincidente tiende a unirse entre sí pese a que no se vea entre ellos semejanza
alguna exterior ni interior.
Cuarta y última forma de relación entre la fantasía y la realidad consiste su
esencia en que el edificio erigido por la fantasía puede representar algo
completamente nuevo no existente en la experiencia del hombre ni semejante a
ningún otro objeto real. Pero al recibir forma nueva, al tomar nueva encarnación
material esta imagen cristalizada convertida en objeto empieza a existir realmente
en el mundo y a influir sobre los demás objetos.
Esta última fase de alguna manera es el parámetro de medición a cerca del
impacto que la visita propició en los niños, proponiendo como factor
preponderante el uso de la imaginación, pero considerando a su vez todos los
elementos anteriormente descritos para que éste se dé con una mayor eficacia.
Así es como al docente le corresponde hacer un sondeo a través de la
observación de la visita. Si surge la necesidad de abrir un proyecto donde se
“construya un museo en su aula,” se arme un taller de arqueología utilizando los
areneros con que cuentan los jardines de niños, se haga una exposición itinerante
con diversos materiales como escultura en barro, dibujos o la representación de
una obra teatral acerca de un pasaje histórico etc., En pocas palabras este
momento se refiere en materializar lo impactado utilizando una gran variedad de
52
recursos pero los únicos que saben como se llevará a cabo este proceso son sus
propios protagonistas. Al tratar de concretizar la historia inducimos a que el
alumno realice inferencias compare las distintas versiones de la historia
estimulando así el desarrollo del pensamiento formal al plantearse dudas del
testimonio del pasado, colocándose en el lugar de los personajes históricos
convirtiéndose así al dicente en el propio sujeto de la didáctica. Ahora bien el
hecho de proponer algunas actividades a trabajar en el aula con los niños
después de la visita al museo se debe a que como ya vimos se generan
implicaciones sumamente relevantes de diversa índole como: sociológicas,
pedagógicas, didácticas y culturales; razón de más para estar segura de que la
visita va a propiciar que surjan actividades relacionadas con el tema.
Dar tratamiento a los orígenes de la educación preescolar implica reconocer
que los logros de este nivel han sido grandes e importantes pero al mismo tiempo
es primordial reconocer que nada es perfecto y que todo es posible de mejorarse,
sí consideramos al preescolar como uno de los pilares fundamentales de los
siguientes niveles educativos entonces es imprescindible realizar las modificaciones
necesarias para garantizar en lo posible el éxito de niños y niñas que ingresan a la
primaria enfrentándose a una organización escolar completamente diferente. Lo
que es un hecho es que el niño de ahora tiene una mayor información y necesidad
de entrar al mundo de la tecnología por lo que se hace necesario introducir otros
elementos que continúen desarrollando y enriquezcan el PEP 92 implementando
poco a poco las nociones disciplinarias en la curricula educativa. Cabe aclarar que
con ésta propuesta no se pretende violentar procesos, sino por el contrario
introducir de manera paulatina a los niños en el mundo de la ciencia.
53
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