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TIEMPO E HISTORICIDAD: El ahí de la lectura

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Investigaciones filosóficasFilosofía de la historia. Filosofía de la historiografía.

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Page 1: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

TIEMPO E HISTORICIDAD:

El ahí de la lectura

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TIEMPO E HISTORICIDAD:

El ahí de la lectura.1

1 O El extrañamiento:

afrontar las perplejidades a que

como historiadores nos

confrontamos.

[Programa de trabajo; avances]

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ÍNDICE

CONTENIDO

Tiempo e historicidad

Prólogo [aquí la advertencia, la posición lírica, la fundación del pensar] La tesis de la tesis Introducción general

[1] [La narración y la estructura narrativa]

[a] [Estructura argumentativa]

[2] Constitución actual de los estudios

[3] La historiograficidad: Kant y la impronta trascendental de la filosofía.

[a] La historiograficidad

[b] EL mundo contemporáneo

TITULO I: Crítica a la razón histórica: Narrativa, teatro, diálogo.

[1] CUESTIONES DE MÉTODO: El ESTADO DE LA CUESTIÓN.

[2] La creación de un método: el develarse de la historiograficidad

[3] [El PRESENTARSE DE LA PRESENCIA Y LA MUERTE DE LA FILOSOFÍA]

TÍTULO II: MEDITACIONES TRASCENDENTALES AL RESPECTO DE LA HISTORIOGRAFÍA

INTRODUCCIÓN: La historiograficidad occidental hegemónica contemporánea

[1] Hayden White: la historiograficidad y la historia intelectual americana

[2] Fernand Braudel: La historiograficidad y las ciencias sociales francesas

[3] Reinhard Kosselleck: Historiograficidad y la historia conceptual alemana.

[4] Eric Hobsbawm: La historiograficidad y la globalidad histórica.

[5] José Ortega y Gasser: la introducción dialógica de la historiograficidad al pensamiento hispánico.

2

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TÍTULO III: HERMENÉUTICA DE LA INTERPRETACIÓN

[1] La distancia que nos vincula: Herodoto y Tucídides

[2] La historiografía y la cuestión epistemológica

[3] Condición, institución y formación: la crisis del Estado laico mexicano.

[4] El extrañamiento

Título III: LA POSIBILIDAD HISTÓRICA DE Y LA CONDICIÓN DE LA CIENCIA DE LA HISTORIA

[1] La historiograficidad contemporánea y el evento en la escuela histórica mexicana.

[2] Evelia Trejo y la voz del historiador

[3] Guillermo Zermeño y la vocación científica del historizar

[4] Gloria Villegas moreno y la constitución del discurso histórico mexicano

3

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¡Pensar que ningún dios se ha comprometido a salvar del río a este pobre infeliz!

Ilíada, XXI, 273 La historiografía es la ciencia de la historia del evento. Su único fundamento es la comprensión.

Más entonces a la comprensión de sí, la historiografía es condición trascendental de su propia

disciplina, la ciencia, presentándose ella primer objeto de su prosecución en institución lógica. Es

por ello que la enunciación afirmativa y positiva de los principios que articulan la práctica – los

objetos analíticos que comparecen bajo los signos escritura e investigación- del historiador lleva

por título Crítica a la razón histórica.

Ya los primeros pasos de dicha crítica están al amparo de las investigaciones del doctor José Gaos

y el doctor Edmundo O´Gorman, investigaciones relativas a la distribución conceptual de

jerarquías dentro de los niveles de reflexitividad en que se presenta el pensamiento histórico.

Al partir de su paso la filosofía de la historia es sólo aceptada como reflexitividad particular de la

historiografía de la historiografía; más entonces así considerada, la filosofía de la historia es

también comienzo de lo por pensar a tanto de historicidad particular de la filosofía de la historia

misma, el filosofar. Y es que al plano reflexivo que normaliza el orden del discurso de la filosofía de

la historia, la enseñanza de su logos - el arrastre mismo de lo que llamamos historia de la filosofía -

es emplazamiento de estructura que nos precede en el plano del habla. Cabe entonces

comprender al “sí mismo” basamento especular en la que la misma historia de la filosofía confluye

en calidad de epítome: razones.

Nuestro comienzo parte de proponer tres principios heurísticos, tres textos que sometemos a

exégesis a fin de presenciar la constitutividad trascendente en quien se acontece el respecto del

logos de la filosofía de la historia, la significatividad de lo referido por evento: el circuito histórico

comunicación-comunidad. Así entonces estos tres principios heurísticos, tres textos, son tres

ensayos de historiógrafos mexicanos relativos a la historiografía; “Historiografía, hermenéutica e

historia. Consideraciones varias” de Evelia Trejo, “La historiografía moderna en México. Génesis,

continuidad y transformación de una disciplina” de Guillermo Zermeño y “La historiografía de los

movimientos sociales en México y el significado en la conformación de la escuela histórica

mexicana de” Gloria Villegas Moreno.

4

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A la comprensión exegética de los textos procederemos a articular el enunciado que describa la instancia trascendental que propone cada discurso, la advertencia al ser-ahí historiador; más entonces advirtamos que no nos interesa el discurso pues él no resulta a nosotros más que al paso de arrastre en que nosotros mismos llegamos en tarde, al decurso río abajo, cual invitados del pueblo que recién obtiene de la brisa un favor el mismo día de la fiesta pues, es el discurso busca del ocaso de nuestros pasos por el pensar: lo que oímos. Aquello de lo que hablamos es ya a donde partimos, la reflexión del tiempo y la historicidad. A tal fin es que perseguimos horizontes.

*…+

*…+

[El evento] El jinete desmonta y declara, “esto es Occidente, tierra de los hombres libres”.

Por la libertad sucede el Mundo [El mundo y el suceso de mundo] [Horizonte]

Sólo al suceso de mundo, horizonte, el acontecimiento acontece. A-contecer, Contecer,

Y contemplar. El jinete marca la orilla y muestra los pasos. Conciencia, significatividad y

representación: metafísica.

Así comienza la obra. *…+ La historicidad

* * *

La meditación contemporánea de la historiografía - convengamos de momento la totalidad

de las cuestiones relativas a la historia de la historia-, hace ver a esta disciplina cual un claustro

laico de lo que se denomina, desde la tradición republicana “ciencias sociales”. Bajo la

determinación del parlamentarismo de monarquía, el liberalismo anglosajón ha querido ver

entonces las cuestiones técnicas, reflexivas y metodológicas de la representación y la investigación

histórica bajo el signo clave de las “ciencias morales”.

A estas dos tradiciones cabe agregar una tercera vía, donde el pensamiento histórico se ha

resguardado al significante antiguo de “humanidades” y “estudios humanos”. La historiografía, al

5

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trayecto de estas tradiciones,1 nunca ha abandonado los sólidos decursos de objetos tales como la

religión, la metafísica o las artes de la palabra –la retórica acaso–, y es que bajo tal respecto cabe

pensar parte de las tradiciones intelectuales que, al reivindicarse filosofías herederas del idealismo

alemán, hunden la pretensión de sus raíces más profundas a la construcción histórico-occidental

de sus saberes. De los estudios marxistas del siglo xx más heterodoxos, como también de los

movimientos en influencia de filósofos alemanes tales como Martín Heidegger y Friedrich

Nietzsche, es que esta tercera vía ha venido a ser compuesta bajo la noción historiográfica de

posmodernismo.

Al decurso de cada una de estas tradiciones, el discurrir de sus argumentos

fundamentales, la localización de los postulados, o el balance histórico de su contribución al

ejercicio efectivo de la vocación historiadora, filosófica y científica, son indiscutiblemente motivo

de una investigación encomiable, loable y por demás urgente en atención a fines de instrucción y

docencia académica. Al planteo de la ciencia historiográfica cual integrante de las ciencias

políticas, a la formación de historiadores y ciudadanos necesarios al bienestar y prosperidad de lo

común, la cuestión epistemológica, quien ha construido en técnica la lógica expresiva de la

historiografía moderna, es sólo una interrogación crítica, relevante de sí sólo a la atención de los

particulares y siempre a bien de memoria histórica.

La Crítica a la razón histórica busca esto tan sólo, a la emergencia de la memoria2,

restringir los usos válidos de los inválidos en la atención del pensamiento histórico al fenómeno político puro del recuerdo.

* * *

La razón histórica es ello que se abduce en historiograficidad al emplazamiento de estructura del

escenario3, el ahí donde se comprende y se emprende de la vocación histórica la investigación

de la historicidad. L a investigación, al punto, no es otra cosa que su propia escritura.

1 El aparato crítico es condición de posibilidad de la historiografía en tanto es el aparato crítico quien permite emerjan los fenómenos historiográficos mismos. Dichos fenómenos son los que se refieren al habla y discurso de los hechos de comprensión, los hechos de lectura. Por ejemplo, la recepción.

En la construcción estética de la estética trascendental kantiana, la recepción que por término medio Hegel transfiere desde Kant al sistema de la religión del arte, es sólo el paso que lleva de la estética trascendental cual modelo medio de la comprensión al sí en que la ciencia se ha impuesto su nombre a bien de poder enunciar su fundamento en la emulación del modelo. De la trascendentalidad, LA AFIRMACIÓN: [La comprobación de una hipótesis tal es simplemente esta investigación histórica.] LA ENUNCIACIÓN POSITIVA: [Esta investigación es la comprobación de una hipótesis tal: Historia] EL APARATO CRÍTICO COMO EJERCICIO TERAPÉUTICO A TAL FIN, DEVIENE EN ESTAS INCRUSTACIÓN DE NOTICIA. INFORMACIONES E IDEAS DEL ITINERARIO DE VIAJE EN QUIEN NOS VÁ VINIENDO TODO, eso somos nosotros. [De esto es nuestra vida, la dialéctica del amo y del servicio]

2 La emergencia de la memoria es el crash de la representación.

3 Gadamer, Verdad y Método, ´p. 157 “En la representación escénica emerge lo que es”

6

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La rosa No buscaba la aurora:

Casi eterna en su ramo Buscaba otra cosa.

La rosa

No buscaba ni ciencia ni sombra: Confín de carne y sueño,

Buscaba otra cosa.

La rosa No buscaba la rosa

Inmóvil por el cielo, Buscaba otra cosa.

FEDERICO GARCÍA LORCA, CASIDA DE LA ROSA, A Ángel Lázaro.

7

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De la crítica a la razón histórica

Indefectiblemente nuestro uso categorial de conceptos se encuentra ahí determinado por

Heidegger, al paso de las múltiples y diversas traducciones de donde hemos abrevado] Pensar es

el pensar-se. El ahí y la lectura: sirva esta introducción como un exorcismo en apropiación de las

lenguas: el nombre del evento.

Y es que el hecho político puro se llama FICCIÓN. Erignis:

Los que preguntan han depuesto toda curiosidad; su búsqueda ama al

abismo, en el que saben el más antiguo fundamento. Aportes a la filosofía,

acerca del evento. § 5. Para los pocos- Para los insólitos.

La concepción de mundo es el cumplimiento de la confirmación de la

supremacía de una incondicional inconsciencia en la época de la acaba

falta de sentido. Meditación, §. 133, Metafísica y “concepción de mundo”.

Si el ocaso es el evento, tampoco es decible que el ser “cese”; pues no dura.

Tanto menos puede mentarse que el ser perdure “en lo oculto”, pues no

hay un estar oculto fuera de la misma ocultación. Sobre el comienzo §. 64.

Ocaso.

Martín Heidegger.

8

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INTRODUCCIÓN:

[La producción de un método]

[A] [La condición hermenéutica de ciencia de la historiografía ante la racionalidad de método en que las ciencias sociales tazan sus divisas]

[1] [La narración y la estructura narrativa]

Al respecto único de los significantes TIEMPO e HISTORICIDAD se busca esclarecer la

región de comprensión en que la presente investigación se suscita.4

Explicitar es esclarecer en realización con miras a la puesta en observación, una razón

instrumental si se prefiere. Al respecto único de lo que señala el método sólo persigue un poder

ver. El comienzo de la investigación, lo efectivamente visto de la realización es otra cosa.5 Cabe así

decir que el tema esencial de este apartado, las cuestiones de método, sea únicamente la lectura.6

4 La referencia. Es sólo una teoría quien juega la deferencia, pedagógica –usted lector quiere recordar las

cosas, yo no lo hago, y es que la memoria no nos pertenece, nos viene en donación- de hecho. A tanto de atenernos en régimen a la idea que se puede extraer en seco de cualquier texto, la hermenéutica es tanto ciencia que se cultiva tal como es cultura un arte marcial. No es la disciplina la formación cuando que la formación es el discípulo y el discípulo la disciplina que se instruye. No hay paz sino en atención de preservar el paso de nuestras costumbres. Al acabamiento general de algo así tal como aquello que nombramos mundo, hemos de reconvenir las costumbres mismas de la política epistémica. ¿Quién ha sido a tal sentido paso eterno de la comprobación y la destrucción de la idea que resguarda del sacrificio un mundo entero? León-Portilla escribe:

Por la Idea mata el hombre. Siempre. El paso que va de maestros a maestros ha de salvar siempre el sitial

de la inferencia en que del llamado la voz pasa el paso al cobro de una galantería o unas sutiles palabras de gazmoña dichas al oído. [DISPOSICIONES EPISTEMICAS DE LA ANUNCIACIÓN EPISTEMOLÓGICA] [ASUMIR LOS ISMOS CUAL REALIDADES REALES][Las ideas somos nosotros o nadie] 5 Como tal el problema de la diferencia historia historiografía ha sido tratado por tal y por tal. ¿Quién y cómo que?

6 ¿Al leer qué se lee? Se leen palabras y se leen cosas. La doble dimensión del plexo dice todo. Son tesis relativas a la historicidad comprendida por Foucault. Leamos al respecto que Foucault escribe:

En cuanto al francés, está formado de nombres latinos y godos, de giros y de construcciones galos, de artículos y de cifras árabes, de palabras tomadas de los ingleses y de los italianos, en el curso de los viajes, de las guerras o de las transacciones comerciales.26 Las lenguas evolucionan por el efecto de las migraciones, de las victorias y de las derrotas, de las modas, de los cambios; pero no por la fuerza de una historicidad que llevarían en sí mismas. No obedecen a ningún principio interno de desarrollo; son ellas las que desarrollan a lo largo de una línea las representaciones y sus elementos. Si existe, con respecto a los idiomas, un tiempo positivo, no hay que buscarlo en el exterior, del lado de la historia, sino en el ordenamiento de las palabras, en el hueco del discurso

9

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Eso que no existe sino a bien de leerse es la lectura. Tanto los bits de lógica que figuran al

programa en la aparición del medio gráfico como los restos orgánicos entre las tapas de un

volumen antiguo, son lectura. Es el estudio de los hechos de lectura el respecto quien

pretendemos. Con miras a qué, se podrá preguntar. Ciencia, hacer ciencia tan sólo nos

respondemos. ¿Más cómo hacer ciencia de algo que acontece azul en el misterio de lo que es cada

uno al interior de la experiencia de lectura? A la atención sólida del misterio. ¿Cómo gestar un

discurrir científico en torno a su misterio? La libertad, el hecho de diferencia que distingue en

ciencia de cualquier metafísica el respecto “conocimiento”, es quien posa al paso del concepto

metodológico de quantum hermenéutico la expresión de la experiencia historiográfica en quien

acontece la comprensión.

En el Popul-Vuh, libro sagrado de los mayas del Quiché, se lee por preámbulo7:

Este es el principio de las antiguas historias de este lugar llamado Quiché. Aquí escribiremos y comenzaremos las antiguas historias, el principio y el origen de todo lo que se hizo en la ciudad de Quiché, por las tribus de la nación quiché. Y aquí traeremos la manifestación, la publicación y la narración de lo que estaba

oculto, la revelación por Tzacol, Bitol, Alom, Qaholom, 8 que se llaman Hunahpú-

Vuch, Hunahpú-Utiú, Zaqui-Nimá-Tziís, Tepeu, Gucumatz, u Qux Cho, u Qux Palo,

Ah Raxá Lac, Ah Raxá Tzel9, así llamados. Y (al mismo tiempo) la declaración, la

narración conjuntas de la Abuela y el Abuelo cuyos nombres son Ixpiyacoc e

Ixmucané10

, amparadores y protectores, dos veces abuela, dos veces abuelo, así llamados en las historias quichés, cuando contaban todo lo que hicieron en el principio de la vida, el principio de la historia. Esto lo escribiremos ya dentro de la ley de Dios en el Cristianismo; lo sacaremos a luz porque ya no se ve el Popol Vuh así llamado, donde se veía claramente la venida del otro lado del mar, la narración de nuestra oscuridad, y se veía claramente la vida. Existía el libro original, escrito antiguamente pero su vista está oculta al investigador y al pensador. Grande era la descripción y el relato de cómo se acabó de formar todo el cielo y la tierra, como fue formado y repartido en cuatro partes, cómo fue señalado y el cielo fue medido y se trajo la cuerda de medir y fue extendida en el cielo y en la tierra, en los cuatro ángulos, en los cuatro rincones, como fue dicho por el Creador y el Formador, la madre y el padre de la vida, de todo lo creado, el que da la respiración y el pensamiento, la que da a luz a los hijos el que vela por la felicidad

De eso que se sostiene –la diferencia misma con el postulado- es sólo la aniquilación fundamental de la trascendentalidad kantiana. Lo mismo que de Kant hemos de negarnos, hemos de negarnos al paso de la trascendentalidad que la analogía trascendental conmina. [LO ÚNICO CONFRONTABLE ES EL PASO QUE EL POPOL VUH INSCRIBE AL PASO DEL CRISTIANISMO TRAS LA CONQUISTA] [La ruta del antropologicismo] 7 De acuerdo la edición, podemos comenzar la lectura en el canto I o ante un preámbulo

8 Tzacol/ constructores, Bitol/ formadores, Alon/ procreados, Qaholom, engendrados.

9 Hunahpú-Vuch, Hunahpú-Utiú, Zaqui-Nimá-Tziís, Tepeu, Gucumatz, u Qux Cho, u Qux Palo, Ah Raxá Lac, Ah Raxá Tzel

Hanahpú-Vuch/ Maestro mago del alba, Hunahpú-Utiú/Maestro Mago del día, Zaqui-Nimá-Tziís, gran tapir del alba, Tepeu, dominadores, Gucumatz, poderoso del cielo, u Qux Cho/ espíritus de los lagos, u Qux Palo/ espíritus del mar, Ah Raxá Lac/ los de la Verde jadeíta, Ah Raxá Tzel/ los de la Verde copa.

10 Antiguo secreto/ Antigua ocultadora, guarda secreto/ocultadora.

10

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de los pueblos, la felicidad del linaje humano, el sabio, el que medita en la bondad de todo lo que existe en el cielo, en la tierra, en los lagos y en el mar.

Más entonces así después sobreviene en propiedad el canto I:

Esta es la relación de cómo todo estaba en suspenso, todo en calma, en silencio; todo inmóvil, callado, y vacía la extensión del cielo. Esta es la primera relación, el primer discurso. No había todavía un hombre, ni un animal, pájaros, peces, cangrejos, árboles, piedras, cuevas, barrancas, hierbas ni bosques: sólo el cielo existía. No se manifestaba la faz de la tierra. Sólo estaban el mar en calma y el cielo en toda su extensión. No había nada junto que hiciera ruido, ni cosa alguna que se moviera, ni se agitara, ni hiciera ruido en el cielo. No había nada que estuviera en pie; sólo el agua en reposo, el mar apacible, solo y tranquilo. No había nada dotado de existencia. Solamente había inmovilidad y silencio en la oscuridad, en la noche. Sólo el Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz, los Progenitores, estaban en el agua rodeados de claridad. Estaban ocultos bajo plumas verdes y azules, por eso se les llama Gucumatz. De grandes sabios, de grandes pensadores es su naturaleza. De esta manera existía el cielo y también el Corazón del Cielo, que éste es el nombre de Dios. Así contaban. Llegó aquí entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y Gucumatz, en la oscuridad, en la noche, y hablaron entre sí Tepeu y Gucumatz. Hablaron, pues, consultando entre sí y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento.

Comprensión, lo que se lee a los hechos, es el nombre que se pronuncia y ya con ello todo

yace suscitado, que si algo de necromancia queda al paso de la investigación histórica11

, el paso

11

Citas que nombren el dato. La antropología que transitan. [Qué escribe entonces Levi-Strauss o Cliffort Gertz del Popol-Vuh] Antropología estructural, cap. 14 La serpiente con el cuerpo lleno de peces:

En una reciente publicación, consagrada a las tradiciones orales de los toba y los pilagá, Alfred Métraux señala ciertos paralelos entre los grandes temas mitológicos que pueden todavía recogerse en el Chaco contemporáneo y los de las regiones andinas, atestiguados por los antiguos autores. Así, por ejemplo, los toba, los vilela y los mataco conocen el mito de la «larga noche», recogido ya en la provincia de Huarochiri por Ávila, y los chiriguano relatan la historia de la rebelión de los utensilios contra sus dueños, que encontrarnos también en el Popol-Vuh y entre los montesinos. El autor del que extraemos estas observaciones agrega que este último episodio «se halla también representado en un vaso chimu».

[Qué escribe LeGoff sobre el Popol Vuh][Qué escribe la antropología mexicana, hoy, ayer, siempre] [El SITIO QUE MANTIENE LA ANTROPOLOGÍA EN LA COMPRENSIÓN DE LA MEDITACIÓN DEL PENSAMIENTO HISTÓRICO] La vocación de la crítica. [Qué escribe entonces un poeta como Lezama Lima] [Qué escribe un poeta como Gorostiza] En al expresión americana, Lezama Lima escribe [p.376] :

Lo primero que nos despierta en el Popol Vuh, es el predominio del espíritu del mal, los señores de Xibalbá ven rodar los mundos, afianzándose su poderío y su terrible dominio de la naturaleza. Impasibles contemplan el fracaso de cuantas tretas se establecen para echar a rodar su mandato, que

11

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del pasado se suscita sólo al claro de hacer resonar el paso mismo de su lectura. De pasar la

investigación en descenso a los abismos, es el historiador un Orfeo, un Kukulkán, cualquier poema

sujeto que pertinente a la hora de pasar a crítica el sentido de los datos, es el ojo avizor del dónde

a los ríos del norte donde caen los horizontes.

¿Cuál es el lugar de la escritura? El principio. “Aquí escribiremos y comenzaremos las

antiguas historias” se lee al Popol Vuh. Las antiguas historias comienzan a efecto sólo y tan sólo en

la escritura; recién ahora, el aquí de lectura que menciona acaecer su propio principio, el eterno

retorno de la vista a la referencia, el principio, es orden y factura de su confección de mundo.

Por ello se prosigue “*…+ el principio y el origen de todo lo que se hizo en la ciudad de

Quiché”, donde origen mienta el orden de creación -por nombrar de algún modo al principio- de

aquello que aparece significado por “la ciudad de Quiché”. Es del orden de creación ante el

principio –comprensión- el ahí puro de donde surge el conflicto, el nombre del evento:

Esto lo escribiremos ya dentro de la ley de Dios en el Cristianismo; lo sacaremos a

luz porque ya no se ve el Popol Vuh así llamado, donde se veía claramente la

venida del otro lado del mar, la narración de nuestra oscuridad, y se veía

claramente la vida. Existía el libro original, escrito antiguamente pero su vista está

oculta al investigador y al pensador.

¿De dónde surge entonces el conflicto? Lo así llamado Popol Vuh es sacado a luz –escrito- que ya

no se ve, que no se lee, que ya no ha sido escrito lo escrito sino dentro de la ley de Dios en el

Cristianismo. Del mal, el mal-comprender, y así ahora el mundo entero con su justicia, son el

parece estar implacablemente por encima de la naturaleza y de los animales más sutiles. En la

historia de la cultura, solo Piotr Stepanovich, en Los Endemoniados,de Dostoyevski, mantiene más

incorruptible el espíritu del mal. .En la cueva de los murciélagos, en una astuta maniobra que hubiera sido cara a Ulises, para librarse los dos hermanos del espíritu, cuya sola presencia mata, se

introducen en sus cerbatanas, pero al buscar en aurora un murciélago le cercena la cabeza. Sólo un acto de magia, hecho por mendigos, por juglares primitivos diurnos, logra destruir a los señores de

Xibalbá, en las últimas páginas de esa teogonía, cuando el espíritu del mal se hace equivalente del espíritu de la muerte, y un afán lúdico, de jugar con su propia existencia, en definitiva los destruye y asegura la luz y lo matinal.

José Gorostiza, en Poesía poética [p. 139] escribe:

Trazar un cuadro sinóptico de la poesía mexicana no es una empresa de la exactitud, sino más bien una embriaguez de la altura. Tan falsa en el juicio como rigurosa en la emoción de la verdad. Desde allí, remontándose al olvido de los nombres y las fechas, cuando el accidente de la línea sucumbe a la creación de la marcha, veo a la poesía mexicana apretarse y correr por sus cauces históricos. El antecedente indígena se esfuma, se pierde en el factor geográfico. No hay, propiamente

hablando, en los orígenes, sino la poesía española. La cuestión de una poesía precortesiana, por más apasionante que sea para el erudito, pierde interés cuando se ve, al examinar los documentos, que carece de trascendencia histórica y que, bien lejos de insertarse en la poesía del conquistador, se

deja invadir por ella. El español del siglo XVI, lector obcecado, lee la Biblia en el Popol-Vuh y las coplas de Jorge Manrique en los cantares de Netzahualcóyod. Las armas todo se lo permiten, hasta

leer mal. Y en la poesía de México sólo queda, acaso, para atestiguar la existencia de la poesía precortesiana, el sentimiento indígena del suelo, la pasión de la flor, el gusto del llanto.

12

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decurso recién de “*…+ lo que se hizo *…+”, la nación Quiché, quien es la lectura, totalidad

asumida y portada en lo escrito. Quien entiende es la escritura sola, portadora tan solo de un

Mundo en estandarte, el algo que no es pero es aquí contigo, algo tal que bajo un modo peculiar

de ser es, más es, necesariamente, esto mismo a solas.

El autor siempre es un ausente, más el historiador al escribir no abandona. La escritura es un quien

que atraviesa de otro mundo cualquier medio y cualquier punto. Extensiones, un futuro donde ello

mismo es, de la translación, esto mismo que aparece al paso de las versiones:

Llegó aquí entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y Gucumatz, en la oscuridad, en la noche, y hablaron entre sí Tepeu y Gucumatz. Hablaron, pues, consultando entre sí y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento.

[II] [Estructura argumentativa]

La narrativa, ese doble estado, es un puesto que la razón a tanto deducción - una estructura de

dominación-, pone, y a tanto entendimiento - otra estructura, el poderío del cielo-, compone, ya

siempre de antemano ocupando el arribo del puesto: la lectura. Eso mismo que yace ahora y que

aparece en Puerto, que ya siempre nos acoge en la dársena dispuesto el Mundo a emergernos, es,

de la lectura, Qaholom, los engendrados, sitial ontológico de la Conquista. Cual de la piedra el

sonido que la suscita el evento sucede. Un efecto demoledor:

Entonces se manifestó con claridad, mientras meditaban, que cuando amaneciera debía aparecer el hombre. Entonces dispusieron la creación y crecimiento de los

árboles y los bejucos y el nacimiento de la vida y la creación del hombre12

. Se

12

Nos equivocamos si queremos pensar que el hombre, este hombre, cual el mismo quien

compone. En la situación pedagógica de la deferencia, lo que al maestro pasa en reflexión, al

alumno corre por razones. El hombre no es el hombre, sino quien posee el lenguaje y puede

recordar, del lenguaje, a los progenitores. El paso del primer canto al preámbulo en el Popol Vuh,

el hecho de lectura en quien gravita la aurora del guardar - los ojos del jaguar -, es la relación con

los abuelos, es su escucha, es la preservación de su relato, es un contrato. Este guardar, este

contrato, es de quién vigila y observa las copas de los árboles y los bejucos, quién se eleva por

encima de ellos. Este guardar es de quien saber reconocer del Corazón del Cielo, el retoño de las

flores. Dice el Chilam Balam de Tizimin: Canto 5, Palabras de Kukulkán a Tutul Xiu, Rey de Chichén

Si vas a ser su auténtico señor, Tienes que ver Chichén redonda y pura: En las palabras sagradas de sus piedras, En las tapas multicolor de sus cenotes, En las copas y ramas de sus ceibas. Hoy nace el árbol rojo que anuncia el nuevo amanecer.

13

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dispuso así en las tinieblas y en la noche por el Huracan, que se lama Corazón del Cielo.

De donde cruza las corrientes tropicales en vaguada de las corriente del Atlántico norte, la

Cruz del Cristo yace a una deducción del horizonte cual yace el Huracán; en entendimiento el

símbolo lógico de la mathésis yace a su concatenación en conjunto sobre lo escrito tal es a la tierra

la lluvia o la piedra, un arribar quien corre ya en ríos del propio presente el venir al mundo. El

tanto de la deducción es sólo yacer a tanto quantum hermenéutico un arribar. El ocupar, un

señalar en curso las cosas mismas de la atención del curso, es un imperativo. La cruz, ello que

somos, sólo nosotros, somos nosotros solos. Es distinto y tan sólo en este Mundo que nos habita

en silencio donde pinta la pluma y escribimos.

Más dice el Poeta que la soledad no es, que somos tan sólo. Es su palabra y nosotros

atendemos que, si es no es mal, la interpretación sólo viene a bailarnos, tal como dice la Maldita

vecindad; que es el dolor, ello sólo, quien emerge puro en trama. Dolor tan sólo la trama. Mas solo

es y viene mal, nos dice el Poeta, cuando la maldad no es, cuando que la trama aflige. Que no hay

valor. Es ignorancia a nuestro secreto tan sólo nos decimos. Borges decía que tanto los libros son

dignos de sus lectores como los lectores son dignos del libro cuando del tiempo nos llega el paso.

A él mismo el Popol Vuh lo sorprendía al respecto del abandono de las cosas, que ellas nos

abandonaran al paso. Pues bien, el tiempo acaso una convención en alegoría de quien

depositamos nuestras más secretas convenciones, todos esos símbolos que nos resguardan.

“¿Somos nosotros?” Se pregunta la letra ante quien responde. Mira así tan sólo, como siempre el

historiador, al negro fondo del espejo su rostro. No importa nosotros contemplemos abismos u

horizontes, somos historiadores.

Confrontados a nosotros cabe entonces preguntarnos la lectura ¿es ella parte integral de

un orden?13

Y es que la pregunta no es gratuita que tampoco –como tampoco cualquiera de ellas-es inútil. La historiografía sujeta por objeto de reflexión una singularidad peculiarmente única.

Hoy llega el tiempo del katún en que se alivia La miseria de los hijos del Itzá.”

13

Preguntamos la pregunta al paso del sitio del Foucault. El dice ahí esto y lo otro. Qué si y cómo, qué no. Por qué. Más esto es mera Teología. [CARTESIANISMO ESTRUCTURAL] [TOLERANCIA, INTOLERANCIA] [AMERICANISMO-CALVINISMO-LUTERANISMO-] [La república francesa y el espíritu laico] [Antropologicismo y la muerte del hombre][La muerte de la historia][La muerte de la filosofía] El balance analítico de las tesis posmodernas, social-demócratas, liberalismo británico y las pragmático-utilitaristas [el cognitivismo anglosajon-(republicanismo américo-británico)] marxistas-materialistas al calce. La argumentación con Igges y con Aurell. La historiografía. De ahí la integración de los saberes. El balance ecuacional en la atención del diferencial.

El modelo que sigue Immanuel Kant en la configuración de su lógica es el cálculo diferencial de Newton. ¿Porqué Newton y no Leibniz? De la cita de cualquier comentador una cita del autor relativa al tema. Una estrategia. Una aparato.

14

Page 16: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

ANTE EL TEXTO DEL ESCRITO es donde la comprensión posa en hecho de diferencia a la

constitución de sentido del estudio de los hechos de lectura en ciencia. Más al distingo, así

suscitado, es menester preguntarle y respondernos continuamente al paso qué es la comprensión.

Que no es una cuestión de poder quien suscita el orden, que orden es ahí al sistema quien está y

de quien así comandamos todo. Tengamos a bien decir entonces que toda comprensión es

comprender, a tanto que comprender es ser-ahí historia del evento. Y es que ya la comprensión,

no una función psicológica ni tampoco atención o retención cognitiva del sujeto, es comprensión a

tanto es la condición histórica por si misma, del todo. La comprensión es lo único que en

posibilidad al respecto del Mundo cabe comprender por un a priori.

Más si al ser ahí de la experiencia historiográfica- la historiograficidad- quien nombramos y

que en decurso corre de la historia al historiador para sus lectores – es el quantum quien dice el

acontecer del comprender. La comprensión entonces, un método, es quien dice lo mismo que dice

existir e historicidad. A la historia de la filosofía, cualquier subjetividad es un cartesianismo.

Comprender y la comprensión. La diferencia. Si no es la subjetividad, ¿de dónde yace el

diferencial de sus distingos? ¿A qué se fundamentan las categorías que nos hablan y nos permiten

hablar del comprender? La trascendentalidad, esa estructura de la escritura de la comprensión, es

el nosotros quien fuimos. La diferencia es la diferencia misma. Eso que somos nosotros mismos en

el algo del comprender, de donde no estamos más somos los mismos más allá del extrañamiento,

es la historicidad misma.14

La diferencia ontológica, el respecto que ya cubre en nuestra gramática

castellana la diferencia relativa del ser y el estar, es ella misma el nosotros quien fuimos.

A la atención del nombre del evento nuestra investigación es una investigación por el

lenguaje y el tiempo del evento, que ya de ello juega el tiempo la afirmación y la positividad de

toda práctica y toda teoría histórica. Y es que existir e historicidad son categorías relativas al ser-

ahí, pues que es cierto, nosotros, los historiadores somos demasiado humanos, más que ya es así

que la comprensión, cual colmena, es condición única al gestarse del Mundo.

La ciencia que estudia los hechos de lectura, la historiografía, es una ciencia política.

[Filosofía y la soledad del discurso] LAS CIENCIAS DEL DISCURSO

[La composición dialógica de la trans-disciplina]

La cuestión fundamental. La pregunta que interrogar el sentido del ser del ente.

La cuestión ontológica. La pregunta que interroga la pregunta relativa al sentido del ser del

ente [La fusión historia-filosofía] [Estado de la cuestión][Historia-Ciencias sociales][Ciencias

sociales][Filosofía-Historia][Historia-Filosofía][Filosofía-Ciencias sociales]

El sentido previo de suscitar una Crítica a la razón histórica.

14

Esta idea, por demás recurrente en el existencialismo francés, alcanza estas expresiones; Sartre, Camús. Más entonces, ¿qué pasa o que llegó a pasar para un alguien tal Houellbecq? [¿qué llegó a pasar?]

15

Page 17: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

16

Page 18: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

[B] CONSTITUCIÓN ACTUAL DE LOS ESTUDIOS [Al orden compositivo del capítulo] El

comienzo por la cuestión ontológica, la cuestión epistemológica y la cuestión fundamental

[Comprensión, receptividad, entendimiento]

[la estructura historiográfica]

[La historia mundial]

La ciencia en general es ciencia del ente. No sabemos qué decimos al decir ente, más

sabemos qué queremos decir al decirlo: decir ente es nombrar la totalidad de lo existente, decir

ente es decir Mundo. Mundo, de ahí entonces pensemos: la posibilidad de condición fundamental

para la ciencia es el propio tratamiento científico de las cuestiones, órdenes y problemas

metafísicos. Esta posibilidad es el método15

. Más el hecho científico, al orden mismo del

tratamiento científico, es hecho a condición y posibilidad de ser diferente el mismo discurso. La

diferencia es la categoría pura del hecho científico. Y es que la ciencia demanda dos categorías

absolutas –ellas mismas diferentes- en la resolución científica de sus postulados: comprobación y

verificabilidad.

La primera categoría, comprobación, habla del hecho puro científico de la constatación,

una reefectuación de la señal a la cual un discurso dice el ente. La resolución científica de un

postulado ya se va en ello. De la reefectuación la ciencia al punto dispone de la mathesis y el

discurso. El nombre del ente es otra cosa. La geometría es un dato distinto. Y es que dicha

reefectuación es del ente particular “discurso científico”16

la ciencia misma, el CONOCIMIENTO. La

15

De las condiciones trascendentales del sentido: 1637.- [El año mismo como prueba empírica] [El relato de su justificación] [El tribunal de la razón que lo demanda]

16 El único problema crítico que resta a la crítica a la razón pura, con lo cual ya todo Kant revienta y sólo a lo cual

nos resta inconcluso un título, es el sitio que deviene la teología a la interioridad del paso. [CITA A KANT: DIOS Y LA TEOLOGÍA EN LA RAZÓN PURA] [HEGEL EN LAS LECCIONES DE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA] [Hegel en la filosofía de la lógica][Hegel en la ciencia de la lógica] Ya a tal paso, la crítica a la razón histórica, bajo ninguno de sus pre-textos ha logrado progresar lo más mínimo al caso sus estos pasos.

[HEIDEGGER Y LA EXPOSICIÓN TEOLÓGICA DE LO TEÓLOGOS, SU]: Hans Kung, el teólogo británico de Armando. Las encíclicas fundamentales de los últimos papas lo demanda[ Enunciaciones relativas al ser del ente] [el ser-ahí y su manifestarse]

No hay al paso ningún progreso. La metafísica no camina, que la ciencia histórica no avanza, que la matemática no concluye y la era moderna de aún, la readecuación de todo lo mismo que aún no concluye, no es.

A tal punto, la historia de la filosofía es un instante [la primera exposición al eterno retorno de lo mismo]

[Al interior del aparato crítico sólo pude asolar el vació] Este espacio nos pertenece y podemos escribir cualquier cosa. La relatividad que al paso se establece entre lector-escritor es una. La escritura es única.

A tal sentido la voluntad de rigor. De escritores y lectores. La cientificidad otorga. [Al paso Marx y la propiedad]

La época de la inacabada esencia de todo, [Heidegger cfr. bla, bla, bla] la larga sombra que por sobre todo se cierne es sólo mismo el cadáver [Niezsche cfr. bla, bla, bla,] [Dostoyevsky cfr. bla, bla, bla,] de donde a donde emerge del tiempo la luz del corazón eterno del cielo. La HISTORIOGRAFICIDAD DEL TRANSCURSO.

17

Page 19: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

posibilidad de generalizar del discurso científico los particulares de su discurrir es posibilidad

misma de algo que se pone a juego en tres campos fundamentales de la creación científica, la

formación, la enseñanza y la divulgación. [La ingeniería por otro caso, aún cuando concurra en

juego al paso mismo del juego, es esencialmente aplicación técnica del discurso por si mismo]

[Técnica-tecnología se va de ello] [Disposición y transformación del ente] [Piensa entonces lector

la reconvección tecnológica de la entidad.17

]

Los grandes clásicos de la historiografía, por ejemplo, son grandes obras de ingeniería.

Más cabe así pensemos un fundamento, que a tanto la ciencia en general es ciencia del ente, el no

saber que se dice al decir ente, pone sobre la mesa una condición

Cabe que pensemos la diferencia decir y hablar –y no sea así efectivamente ella- cuando

que, por ejemplo, la escritura dice más no habla. A bien que la escritura hable es menester

fundamental el interpretar. Sólo a la interpretación de la escritura la escritura habla. Más ahora no

que decimos, ¿sabemos qué queremos decir cuando decimos lo que decimos? La pregunta da

señal siempre del paso al sitial de nuestros pasos. La ciencia no conserva memoria, al paso es

idéntica su esencia a la poesía, donde los ojos de Narciso ven a son de comedia. La historia de la

ciencia es sólo esto, algo que vive al punto por entero del poema.

Que justo es aquí que nos gusta engañarnos. Y es que la escritura, ella ya esencialmente

una interpretación, nos enseña continuamente al paso no sólo que no sabemos qué decimos al

decir ente, enseña antes, en una requisición de saber que la trasciende, un algo más que tampoco

sabemos que queremos. No todos los deseos saben expresión, ahí existen los sueños, cuando

decimos ente afirmativamente al interior de nuestro discurso del ente no hablamos con nosotros

mismos.

Más así entonces la peculiaridad de comprender esto mismo como un diálogo olvida

siempre que el diálogo, la condición misma de dialogar no es de lo posible una condición, sino de

la condición una posibilidad. La pregunta a bien de preguntar es ya siempre una respuesta, a una

pregunta interior que nos interroga. El diálogo, habla viva, es también discurso, y no discurso en

persona, es discurso en persona a condición de sólo uno, uno mismo, trascendentalidad.

No sólo escritura, interpelación, la escritura es habla ahora. Así, a la situación dramática de

la lectura, un lector promedio de Platón olvida que el diálogo mismo ya siempre es una

interpretación de la interpretación. [visión de mundo] [visión de la historia][Sincronía y diacronía del corazón][Historia, historiador, sensibilidad][El indicio puro de memoria][Crítica a la posición de recuerdo][Lógica y la estructura del emplazamiento] 17

Antonin Artaud. La termodinámica la inventamos nosotros. [LA NECESIDAD DE DISCURRRIR AL CURSO DEL TRÁNSITO CRÍTICO NO ES UNA NECESIDAD] [Es lo posible] A LA ATENCIÓN DE LA POSIBILIDAD, LA HISTORIA DE LA DIALÉCTICA, LA EXTERNALIDAD DE LA HISTORIA DEL SER, EL PENSAMIENTO KANTIANO QUE VA DE LA “CONDICIÓN DE POSIBILIDAD” A LA PAZ MUNDIAL PASA ANTES AL SITIAL DEL SITIO DE TEATRO: Aristóteles

18

Page 20: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

Un simple ejemplo, la procedencia de la lectura, la procedencia de la información, la

referencia que Platón tiene que construir para certificar de algún modo que lo que escribe es real.

El ejemplo nos demanda acaso que él mismo pudiera mantener en conversación viva la

explicitación pura de aquello mismo que hoy en día se nos presenta en texto. El mismo lo

recordaba. El mismo daba por sentado el beneficio de la ecuación. –La escritura- un eterno rival –

los temores.

Más de donde le viene el carácter interpelador al en sí de la escritura. Ella misma, una

situación particular, es el acontecimiento de constatación efectiva del evento: La diferencia.

Ahí es donde se distinguen de siempre, entre antiguos, modernos y contemporáneos, la

distancia que fija en sus instrumentales –y del instrumental a los manuales- las regiones

particulares de responsabilidad cognitiva –y empleemos “cognitivo” junto al de su semántica a

bien de hablar y poder enunciar positivamente el fenómeno mismo que permite la reiteración fija

del sitial: La medición. [Marca, medición, medida] [TERMÓMETRO][BARÓMETRO][OSCILOSCOPIO]

[CIENCIA –FILOSOFÍA –METAFÍSICA] [El bien único del señalar] la construcción de la eterna

diferencia, que le llama Ricoeur, es reefectuación de la eterna rueda del calendario.18

Las ciencias

experimentales, teóricas y prácticas, las ciencias sociales en su conjunto, los estudios humanos en

general, las artes institucionales y las artes escénicas incluso, encuentran en dicha posibilidad de

condición lo esencial a la realización existencial de sus vocaciones:

Historiadores, filósofos, científicos sociales, humanistas y técnicos morales encuentran en

la fundamentación científica del orden, el baremo esencial que temporoespacializa la comprensión

y aplicación de sus interpretatividades. [DECIMOS ESPACIOTEMPORALIZA PARA INDICAR EL

CARÁCTER PRECOMPRENSIVO DE LA PREPOSICIONALIDAD MEDIA EN DE DEL DISCURSO DE

DELINEA LA PRESENCIA DEL MUNDO] [LA TÉCNICA Y EL INSTRUMENTAL ES A PRINCIPIO LO ÚNICO

QUE SE PRESENTA A TANTO PRESENCIA EFECTIVA] [ya de ahí, presencia efectiva, presencia a

realización de su sitial-el estado de tránsito][Lo metalingüístico-lo paralingüiítisico-la

lingüísiticicad]

Quién? Qué y cómo hay que leer y exponer entonces? ¿qué?, ¿cómo? ¿por qué?, ¿para

qué? [LA ESENCIA DE LA EXPLICATIVIDAD] ¿El preguntarse de la pregunta?

¿Qué pregunta “¿qué?”? el qué pregunta el ente

¿”¿Cómo?” pregunta el modo? *¿Más cuál es el fundamento del modo? El ente. Y es que

el cómo ya posee una jerarquía muy posterior en el nivel de integración de sus atribuciones

18

Todos los días se saluda al sol. [El tránsito del saludo].[ La construcción sistémica del sitial de su saludo] Cuatro, cinco poetas de allá, de acá, sin cuándo, son cuatro cinco poetas de siempre:

El olvido que cursa de todos los días lo uno. La cotidianeidad y lo extraordinario debaten su alteridad a diario. La antología poética cual recurso heurístico.

19

Page 21: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

[LA HISTORIOGRAFICIDAD]

La analítica va de aquí a hacia la exposición del pensamiento trascendente o inmanente – da igual- del pensamiento histórico. De la explicitación de los sitiales, la evidencia suficiente para nombrar el sitial [El santo inconcluso, los templos vacíos de la cristiandad hispánica]

Precepción a la constitución ontológica del concepto fundamental de historiograficidad.

La receptividad la define Kant en la Crítica a la razón pura como la forma de todos los

fenómenos al poder ser dados estos en el espíritu antes que las percepciones reales. La dificultad

para nosotros, hispanohablantes, ha sido el poder distinguir de la forma de los fenómenos su

existencia, eso que nombramos ostensivamente al paso discursivo del verbo ESTAR. Y es que eso,

la receptividad, eso que cabe nombrar a partir de ahora pensamiento, es sólo el plus que juega el

discurso de la dianoia en el quien en que se ejerce. La idea, la idea de cualquier cosa o de todo,

eso es tan sólo la destrucción que Kant se propone.

En el parágrafo 3 de la Crítica a la Razón pura, Exposición trascendental al conocimiento

del espacio, Kant escribe en B) las conclusiones sacadas de los conceptos anteriores, que,

El espacio no es nada más que la forma de todos los fenómenos del sentido externo, es decir, la condición subjetiva de la sensibilidad, sólo bajo la cual es posible para nosotros la intuición externa. Ahora bien, como la receptividad del sujeto para ser afectado por objetos, necesariamente precede a todas las

intuiciones de esos objetos, se puede comprender19

cómo la forma de todos los fenómenos puede ser dada en el espíritu antes que las percepciones reales y, por tanto, a priori y cómo ella, siendo una intuición pura en la que todos los objetos tienen que ser determinados, puede contener principios de las relaciones de los mismos, antes de toda experiencia.

Nosotros, lectores en busca de la comprensión y sus categorías, podemos comprender

aquello que Kant nombra comprender es ya resultado cognitivo del producto en operación crítica de su reflexión. La escritura misma de una UNA DOCTRINA DEL CONCEPTO.

Cuando Kant escribe que “la receptividad” *…+ precede necesariamente a todas las

intuiciones de esos objetos” podemos comprender desde ahora que esos objetos no existen, que el espacio no es y que somos nosotros tan sólo quien al espacio lo nombramos.

De ser el espacio solo su nombre, la palabra que nombre “espacio”, existe. Eso que existe -

el espacio mismo de un enunciado así el espacio anunciado en un enunciado, toda escritura y toda oración, esta misma tesis- son objetos emplazados a condición del nombrar lo nombrado: sensibilidad. Eso que existe, lo que por cosas nombramos, son del lenguaje.

19

En alemán Kant escribe “*…]so läβt sich verstehen *…+” *p. 77+

20

Page 22: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

[Kant, su impronta, en el mundo científico contemporáneo]

[El fundamento trascendental de la historia de la filosofía]

[RECONSIDERA EN BASE A ESTE APARTADO LA

OPCIÓN DE JERARQUÍZAR SINCRÓNICAMENTE Y DIACRÓNICAMENTE CADA APARATO DEL TEXTO A BIEN DE IR MARCANDO LAS POSICIÓNES, LOS PROBLEMAS Y LAS SOLUCIONES PRÁCTICAS QUE EL PENSAR A DE PONER DE SÍ ANTE SÍ A BIEN DE PASAR DE LA DESTRUCCIÓN ANALÍTICA DE LA EXPERIENCIA AL AHÍ DEL DURRUMBAMIENTO DE LOS SITIALES DE LA MEMORIA A BIEN DE FUNDADOR]

Condiciones de posibilidad pregunta Kant. La posibilidad, los posibles mismos, son

creaciónes, los construimos y los inventamos, al hablar, al razonar, al pensar, al escribir, al paso de cualquier hecho de lectura en quien nosotros mismos figuramos el TODO. ¿Qué nombraremos entonces por “creación”? ¿Por “construcción”? ¿Por “inventiva”? Lo que en Kant se rarifica ante el par dialéctico “sensibilidad” y “entendimiento” es la imaginación trascendental, historicidad de sí ante la cual sus propias condiciones, ella misma todo quien es, es ser-ahi del ser ante lo cual el Mundo se tiende. El resto como escribe Hölderlin, lo fundan los poetas.

La cuestión de la técnica, la cual todo método ha de tener por una duda, es el PREGUNTAR LA PREGUNTA que pregunta la historiográfica que funda el respecto de ello que se nombró, a este caso, CRÍTICA A LA RAZÓN PURA.

La imaginación trascendental, el ser ahí del sujeto trascendental y algo tal que no se nombra, es este mismo texto y este mismo apartado atrapado entre el silencio de la tesis, mi boca, tus ojos y tu voz; todo ello mismo lenguaje. La conciencia trascendental, la estética trascendental, la lógica trascendental, la misma arquitectura de la Crítica a la razón pura parte ya siempre del haber atendido un solo hecho. La diferencia fundamental que nace de la metafísica en un concepto. Kant escribe.

Es evidentemente el efecto no de la ligereza, sino del Juicio maduro de la época, que no se deja seducir por un saber aparente; es una intimación a la razón, para que emprenda de nuevo la más difícil de sus tareas, la del propio conocimiento, y establezca un tribunal que la asegure en sus pretensiones legitimas y que en cambio acabe con todas las arrogancias infundadas, y no por medio de afirmaciones arbitrarias, sino según sus eternas e inmutables leyes. Este tribunal no es otro que la Crítica de la razón pura misma. Por tal no entiendo una crítica de los libros y de los sistemas, sino de la facultad de la razón en general, respecto de todos los conocimientos a que esta puede aspirar independientemente de toda experiencia; por lo tanto, la crítica resuelve la posibilidad o imposibilidad de una metafísica en general, y determina, no solo las fuentes, sino también la extensión y límites de la misma; todo ello, empero, por principios. Ese camino, el único que quedaba libre, lo he emprendido yo hoy y me precio de haber conseguido así apartar todos los errores que hasta ahora habían dividido la razón, oponiéndola a sí misma, cuando actuaba sin basarse en la experiencia.

Imaginemos tan simple un diálogo que figure una eternidad:

21

Page 23: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

- Por principios fue que actué así.

- Ah, por principios, menos mal, usted disculpe, imagine que hubiese usted actuado sin ellos.

La historia del nihilismo es la historia de una eternidad muy corta. Eso que va de un filósofo a

otro no tiene un filo que no es un cuchillo, es tan sólo la filosofía. Y es que si por tal, Crítica a la razón pura, Kant declara no entiende “una crítica de los libros y de los sistemas, sino de la facultad de la razón en general, respecto de todos los conocimientos a que esta puede aspirar independientemente de toda experiencia” esa independencia declarada, la facultad de la razón en general para con toda prescripción ejecutiva de experiencia, el conocimiento, es facultad de ser lo humano mismo sin lo humano en sí: la razón.

A este respecto, lo mismo que las ciencias sociales y morales del hombre nombran

objetividad es lo que aspira pura del criticismo su propia determinidad en el transcurso epocal del decurso, es el gobierno humano del todo: La conquista en cultura de lo que también a través Immanuel Kant nombramos en el Mundo contemporáneo por Naturaleza.

Ya a este punto un Hito, al paso de Kant se funda el paso del filósofo George Wilhelm

Friedrich Hegel cuanto éste, releyendo del transcurso el todo, escribe en el prólogo de su texto Filosofía del derecho “Todo lo que es racional es real que todo lo real es racional”. La realidad es un efecto, que este ser por sí ahí respecto, el efecto de realidad, es la facultad misma en libertad de ejecución, ya no ahora autoridad misma, sino talero puro en curso.

Al decurso institucional del Ancient Régime al Nouveau Regime se nombra Poder. La

tradición latina lo legitima desde la authoritas y se afinca materialmente en el concepto de propiedad. Escrituras, nuestro régimen documental. De ello se fundamenta todo.

El comienzo del prólogo a la primera edición de la Crítica a la razón pura comienza:

La razón humana tiene, en una especie de sus conocimientos, el destino particular de verse acosada por cuestiones que no puede apartar, pues le son propuestas por la naturaleza de la razón misma, pero a las que tampoco puede contestar, porque superan las facultades de la razón humana.

Y así se plantan en medio de las humanidades. Ser pastores es en atención a una voluntad de servicio, el historiador es amo y dueño del tiempo.

Y es que la comprensión de la comprensión, el interpretar, no es un procedimiento lógico sino ya el decurso propio de la investigación histórica. Comprender, para Kant, es comprender del cómo la forma de todos los fenómenos nos es dada. Comprender así entonces un saber, es el fundamento mismo del procedimiento crítico. Epistemología es el nombre de la disciplina que Kant así domina.

Más entonces la poesía es ya siempre otra razón pura.

_La historia, la filosofía y las ciencias sociales_

22

Page 24: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

Comenzamos así en la atención misma del formarse nuestra vocación.

[La integración de las tradiciones]

Kant y el pensamiento trascendental en el comienzo epocal de la modernidad occidental contemporánea.

EXPOSICIÓN EN LIMPIO: LA OBJETIVIDAD COMO PERSECUCIÓN DE IDEAS A BIEN DE PREPARAR EL TRABAJO PREPARATORIO PARA LA FILOSOFÍA DE LA HISTORIOGRAFÍA. EL CONCEPTO FUNDAMENTAL DE HISTORIOGRAFICIDAD. DEL PASO DE ESTO, EL PASO A LA RECONVENCIÓ DE LA ENTIDAD DEL ENTE. LA CAPITALIZACIÓN DE TODO EL TRANSLADO. Lo general: Francia, Inglaterra, Alemania, E.U.A, el resto del mundo. Historiadores,

filósofos, científicos sociales, humanistas [literatos y poetas]

Lo particular: la academia histórica mexicana contemporánea: La obra, el artículo: el nivel técnico

de la ingeniería. RUTA DE VIAJE RUTA DE VIAJE RUTA DE VIAJE

23

Page 25: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

Título primero. Crítica a la razón histórica [A] Crítica a la razón histórica

1. CUESTIONES DE MÉTODO: El ESTADO DE LA CUESTIÓN.

A La producción de un método: el develarse de la historiograficidad [A.A] En busca de la estructura de la escritura de la comprensión

Al pensar la historia la única cuestión fundamental es poder preguntar si pensamos la historia en

su dimensión histórica o la pensamos en su dimensión reflexiva. La diferencia es tácita20

, su

condición no tanto. La somera lectura al paso que interroga el filósofo, el historiador, el poeta o el

político en su interrogación al pasado, ya nos apercibe del dato en que a su propia condición es el

pensamiento quien busca pensar la historia: el tiempo que ha de poder realizar de sí mismo una

decisión fundamental respecto a la totalidad de lo que devenga al paso de lo que convoca.

Y es que en general pensamos la historia al interior significante que nos proporcionan en

marco las disciplinas sociales o pensamos la historicidad en la asistencia técnica de su propia y

radical independencia significativa. Rara vez nos detenemos a considerar la condición histórica del

propio meditar: [LA HUMANIDAD DE LO HUMANO]

Al hombre, atenido a la institución de sus sentidos, pensar la historia en su dimensión

histórica es el irse del ser-ahí en la cuestión ontológica: ¿qué es el ente? En la historia, para el

hombre, el olvido de la enunciación trascendental de la cuestión trascendental - “¿QUIÉN ES EL

HOMBRE?”-, es la humanidad misma de la pregunta. Ante la técnica del preguntar la entidad, -

mayéutica la nombra Platón-, es que la historia, ella misma a su pensarse, es paso del evento del

pensar. Lo humano, pensar reflexivamente la historia, es ya siempre haber distinguido del sí

mismo, el historiador, la historicidad reflexiva del propio pensarse. La teoría de la referencia 20

Pensar la historia en su dimensión histórica, pensar la historia en su dimensión reflexiva, ya siempre compone su meditación en la confrontación historicidad-reflexividad. La confrontación es indeterminadamente otra cosa, a esa otra cosa, la reflexividad la compone en el pensar-se: los significantes “conciencia”, “alma”, “pensamiento”, “razón”, “mente”, e inclusive “estructura” componen esta estructura fundamental. [El lenguaje es ello mismo que no se puede subir al banquillo y dar cuenta de sí al comprender el paso de la

lengua histórica del historiador a la lengua trascendental de la historia] [El criticismo es el seguimiento de la

misma pauta más ahora hipostasiada] [Hipostasis y la catolicidad que nos circunda]: Pensar la historia

históricamente o pensar la historia reflexivamente tiene la dimensión lógica del ser o no ser: ello sólo dice: Ser la

historia o su representación; Lo mismo, el lenguaje como tercer elemento que se nos rarefacciona en la disputa

historia-filosofía, es ya el representar, un encontrarse. Más al pensar-se la historia reflexivamente, el encontrarse

es siempre decurso que transfiere el representar mismo de lo mismo a lo que lo circunda – este fenómeno, el

orden su otorgarse, la donación heideggeriana como la comprender Pilar Gilardi tiene la peculiaridad de la

transferencia del representar: es un planteamiento inductivo. [La inductividad al modo del pensarse reflexivo de

la historia] [La inductividad al modo del pensarse histórico de la historia] EL DISCURSO DE LOS MODOS.

[DESTRUCCIÓN ONTOLÓGICA A LA OPERACIÓN HISTORIOGRÁFICA QUE ES SER Y TIEMPO.

24

Page 26: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

expresiva, fundamento de la totalidad de las prácticas de escritura, alcanza en dicha dimensión toda la legitimación histórica que su Estado requiere: el nacimiento de la Filosofía.

La expresión “a priori”, culminación lógica del pensamiento reflexivo de la historia y

nombre propio de la historicidad, es la misma institución de lenguaje que construye la significancia

de algo tal como GOBIERNO. Más así entonces GOBIERNO señala a priori que indeterminadamente

suceda en paso, al paso de la cuestión ontológica, la cuestión epistemológica21

: pensar la historia

en su dimensión histórica o pensarla en su dimensión reflexiva es pensar-se. Criticismo a tal

sentido es la encrucijada única de sentido en quien se reconoce la ciencia moderna.

La paradoja misma de la condición histórica señala entonces que la [La diferencia se

transpone sólo al caso metódico del PREGUNTAR LA PREGUNTA] [Qué pregunta la pregunta] [Del

saber, eso mismo que somos, hemos de remontar al estarse de la cosa], de la crítica ir a la LA

TRASCENDENTALIDAD, y ahí cual Isaías tras la develación de su ministerio, ya compuestos en la

dificultad del pensamiento histórico de la historia, preguntar la pregunta (el ente, su pregunta y los

fundamentos de la prosa)= (lógica y lógica de la investigación) al tiempo que contamos nuestros

pasos.

La doctrina del concepto y el umbral de la experiencia

Al explicarse la doctrina del concepto, trascendental de la estructura de construcción

científica de la filosofía, esa misma filosofía científica es ya quien emerge sujeto de la meditación

trascendental tras el dominio racional de la doctrina del concepto; es quien empuja, por ambas

vías de los trascendentales de su meditar –a saber, el liberalismo [la sistémica de las profesiones

liberales] y el socialismo [la concepción 22

libre del trabajo] – el desarrollo científico total de los

siglos XIX y XX.

¿Cuáles son los nombres técnico-fundamentales en quien podemos recoger al cruce del paso?

[Empujar] [Mayéutica] [Cientificidad]

Comprensión, inversión de la comprensión y el fundamento trascendente de la

trascendentalidad es la técnica del pensar: la dialéctica. La operación historiográfica a tal sentido

no tiene ningún otro principio que no sea Dianoia: discursividad.

De lo general a la peculiaridad: De la peculiaridad a lo peculiar mismo.

21

Ya de ahí pensar el paso ante el cuál Platón puede preguntar el origen de la idea de Ley y el origen de la idea de Gobierno parte de ser la idea la abstracción fundamntal. Por qué hay ley, o por qué hay gobierno, sólo puede responderse al paso de una manera simple. Porque hay idea. Más es entonces, que hay idea a bien que hay filósofo, una donación: De la apología de Sócrates a las Leyes, el curso mismo que sigue la meditación de Platón es una. El mismo al final en donación de Sacrificio.

Y es que las Leyes son anónimas. Son la palabra de la institución en quien se donan instituciones.

22 ¿Cómo esto se trasluce? Es la antropología de la historia que los criba en tanto métodos y sucesión

profesional de las pedagogías. EJEMPLOS, EJEMPLOS, EJEMPLOS.

25

Page 27: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

[De Kant a Aristóteles en Kant. De la presencia de Aristóteles por Kant en nuestra lectura,

el propio meditar de Aristóteles. Del meditar de Aristóteles nuestro meditar. De nuestro meditar

este texto] [Texto, meditación y lectura] [La marca de distancia que difiere pensamiento de

meditación] [Y es que a la inversión hermenéutica del a priori, en cualquiera de sus versiones,

hacer investigación histórica es preguntar el Erignis.]

[La peculiaridad somos; el quantum hermenéutico del cuándo de nuestro hacer, en el

pensamiento, en la investigación científica, en la reflexión humana o en la reflexión metódica, es la

aparición metodológica del pensar-se: el pensar de la historia se sujeta. Ciencia es Ciencia a

condición de perder de sí, el discurso, la peculiaridad –la lógica trascendente – que le es más

propicia: ser el no-ser de su meditabilidad. [Ser-el-no-ser-de-su-meditabilidad] SÓLO ASÍ SE HA

CONSTRUÍDO LA SIGNIFICACIÓN TOTAL DE TAL ENTIDAD COMO LENGUAJE.

[PODRÍAS AQUÍ INCLUIR LOS EJERCICIOS MAYÉUTICOS DE La trascendentalidad I, II y III]

LO INMUTABLE, esa ciencia que se construye en la diferencia evento significante, evento

significativo y evento significador, ES SOLO juego de LA DISTICIÓN HISTORIOGRÁFICA QUE SEÑALA

LOS VORTEX DE CONSTRUCCIÓN TAL y COMO LA LÓGICA SUBJETIVA, LA DOCTRINA DEL

CONCEPTO, Y LA LÓGICA OBJETIVA, LA SUBJETIVIDAD OBJETIVADA DEL SUBJETIVAR –la realidad-

los muestran. A nosotros lo mostrado aparece: concepto y realidad, lo significante, más [¿Cómo

entonces se nos bifurcan por necesidad los caminos de la reflexitividad?] La inversión de la

interpretación es la historia de la dialéctica.

[El PRESENTARSE DE LA PRESENCIA Y LA MUERTE DE LA FILOSOFÍA]

Al caso, la filosofía de la historia de Hegel sólo es redituablemente comprensible de haber

cruzado el paso [cognitivo] que señala la distinción de estructuras que posibilitan el advenir del

espíritu a la certeza de una proposición tal como que “Todo lo que es racional es real que todo lo

que es real es racional”. De ahí a la religiosidad con que el historiador practica el saber es sólo

ritual al paso de un Dios vivo. La culminación histórica del pensamiento reflexivo de la historia es la

culminación de la metafísica en persona. Del semi-dios, se ha hecho un dios, más el dios es sólo

otro filósofo solo, impotente, que yace sepultado ahí donde es y se esconde el donde. Un

Cenotafio. Así el sueño de Hegel de una ciencia de los contenidos culmina una vez más en el

Calvario, siendo ahora el maestro de Hena él mismo la lanza y el propio Longino que firma con su

nombre el sitial mismo de sus pasos23

: el nombre, el instrumental y la construcción de la alegoría

son ahora el hombre mismo. Filosofar el olvido civilizatorio del sitial documental señala ahora el

tránsito digital que comanda la aurora. El historiador, ente divino, es olvido en la culminación de la

23

Algo que invariablemente retorna nuestra meditación a la filosofía y Lord Byron. Tras abandonar el castillo que compartió Byron con la pareja Shaelly, al enfrascarse en el conflicto Turco-Balcánico, parado en el atrio del antiguo Parthenon de la acrópolis, Bryron con su cuchillo bla, bla,bla, talló sus iniciales en la cima de los vestigios.

26

Page 28: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

estructuración de un mundo, donde él, realmente historiador, es siempre tan sólo otro mudo,

perpetuo testigo del silencio total en su rededor.24

El comienzo de la lectura es el hecho fundamental que la historiografía interroga. Su

dificultad es absoluta. A la realidad de su carácter sitial, la realidad del historiador es su escritura.

Escritura tan sólo. Ahí es que el interpretar viene.

El otro lado de la reflexión no es, que no hemos de desapercibir que a la totalidad histórica

de la filosofía, la historia y sus tradiciones, sólo existe epistemológicamente una derecha hegeliana

y una izquierda hegeliana. [El ser social del historiador] es ya siempre el bien de avenir a ser un

espectro, ser el paso del extrañamiento acaso en que la trama trágica del existir - dar el comienzo

de las palabras iniciales - comienza. LA IDEOLOGÍA, esa voz del padre presente al caso, es quien

nos lleva irremediablemente a Kant, al sujeto del a priori y al olvido del ser del sujeto en la

construcción trascendente de la estructura historiográfica, más entonces cabe comprender que las

regiones del ente trascendental, la estructura narrativa y la estructura argumental son asistencias

perenes. Las categorías fundamentales del análisis al caso son simples [Temporalidad y rehúso

horario] –rebelión: política del extrañamiento- [Disciplina, obediencia y régimen político]

Pensadores que no sujetos pensantes. Tierra es nuestro único ocaso.

Saber es un principio. Aló, aló,

Estoy en el spring final de la otra tesis “El ahí de la lectura: Prolegómenos para toda hermenéutica que en el futuro pretenda presentarse por la Crítica a la razón histórica”,

No es un chiste. Se que parece un juego tipo los verdaderos verdaderos cazafantasmas, pero así es la cosa.

Más justo esa es la onda, me faltan lecturas. Miles. Artículos contemporáneos para ser precisos.

Y pues bueno, como la vecinita, si alguno tiene, tuviera o llegara a retener textos relativos a

historiografía, teoría de la historia, filosofía de la historia, filosofía de la historiografía, historia de

la filosofía, teoría de la historia de la filosofía, historia de la ciencia, historia de la filosofía de la

ciencia, filosofía de la historia de la ciencia, bueno… tarde o temprano lo sabremos.

Si fueran así ustedes tan gráciles, hagan de mí el querido favor, que digo, podría cantar como Quevedo cantándole el Heráclito cristiano a la tía, no lo hago,

Si alguno tuviera entonces, haga a bien remitirlo a la siguiente dirección de correo: [email protected], quedo de ustedes.

24

De la tesis de Alejandra Pinal, el paso a LA DOCUMENTACIÓN DE UN ARGUMENTO: El mantenimiento de un sitial peculiar de LIBERTAD: EXPRESIÓN, INTERPRETATIVIDAD Y PREGUNTA -> lo que apunta Gadamer respecto a Ranke y la fundición de poder del historiador a su observación: Cualquier palabra, en cualquier enunciado, se vacía al paso del tiempo.

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Page 29: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

[1] Fenomenología de la lectura

[A] Primer giro exegético:

[A1] Evelia Trejo, Historiografía, hermenéutica e historia.

El registro de lo histórico corre por cuenta de las comunidades, pero en muchas ocasione se

sintetiza en la palabra de los historiadores. Y es mediante la palabra que se devuelve a las

comunidades el significado de lo histórico. Cuando se toma conciencia de lo que hace el

tiempo, que todo lo muda, todo lo mueve, todo lo desvanece, se intenta detener esa

“tempestad del viento” mediante la palabra. Ese acto que supone todo un proceso de

apropiación del pasado ha sido denominado historiografía. Hago aquí un alto para

precisar algunas cuestiones sobre ella.

Ya la presentación del orden contrae la experiencia toda a que se inscriben las proposiciones; más esto no es ninguna regla, es sólo una percepción, un resultado de la lectura. En la lectura de cualquier texto la cosa de la lectura misma hace tan sólo a la fijación de la marca. Más así ahora la marca misma es cosa de lectura.

Esa oportunidad, la fijación de la marca a la ocasión misma de la oportunidad, es una conciencia, quien instaura el sitial del retorno para con ella. La oportunidad, haciendo de sí ella misma un todo es siempre instante, un perpetuo poder volver a leer. La fijación de la marca, el poder volver, es la

esencia primaria del Logos.25

El cobro de tal oportunidad, el orden del discurso, es quien imprime jerarquía, lo primero será siempre lo primero, más la conceptualización de conceptos es a priori quien forma de sí eso que cabe nombrar calidad del texto.

La oportunidad, sitial del retorno que el evento de la lectura dispone, es el carácter universal de todo lo escrito. Su temporalidad es la temporalidad fundamental de todo acontecimiento de lectura.

Ante todos los primados está el comienzo. Y es que por ejemplo la trascendentalidad misma es quien instaura al paso fenomenológico del cobro de la oportunidad del negocio de los filósofos –el análisis-, la autoridad quien permite transformar adjetivaciones en sustantivos. Más entonces por ejemplo, la pregunta, ¿quién es la trascendentalidad al interior del paso fenomenológico de la lectura? La realidad efectiva de la trascendentalidad no es. Su realidad propia, un ausente, es eso 25

Y esta es la lectura que hace Nietzsche de todas las cosas –el todo, la totalidad y el falto- [El todo no es todo][Todo no es] Todo falto es falto de razón. Más que si todo es falto de representabildad, [De ahí que todo es irrepresentable][El concepto trascendental de la totalidad trascendentaliza la irrpresentabilidad como rasgo común de todo, no presente incluso en el concepto, sino del concepto mismo por la experiencia instituido a instante, el ahí se nos coloca como lo falto. Eso falto es la simultaneidad lógica del pasado religioso: lo santo.

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Page 30: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

mismo que ya inscribe de sí la supresión del sitio. No hay mar, no hay costa, y el rostro del hombre es uno tan sólo. Es Foucault quien ya suprime al punto toda interrogación por el quienes.

A este hecho de la comprensión lo nombraremos supresión del retorno. Más es entonces que la supresión del retorno es recurso lógico de todo lo suprimido.

A tal punto, a las orillas de los ríos, al interior de los desiertos o por las sendas de los bosques de montaña yacen al caminante los hitos. Los baremos perpetuos de lo ininterrogado son de la forma comprendida como de sí ya interpretado –el recurso lógico de todo lo suprimido en una teoría crítica por ejemplo -. Los baremos no yacen interpretados. Su comprenderse es ante una transposición del sitio.

Coordinación ordenada de las formas: [Primado esencial del logos] [Primado existencial del logos]

Ser presto. Lo presto. Ya la distancia se describe en autoridad. Emplazamiento. Un orden fáctico que depende fundamentalmente del engarce lógico que suscribe las tempestades. Así se presenta la escritura, así se habla del hombre, y es que ya el escribir se nos demuestra la interrogación misma de aquello que escribe. El hombre, al ser-ahí la lectura, tiene de ser la respuesta.

Si convenimos que la lectura es el la generalidad general en que el género se sintetiza. Ya el fundamento del propio ser-ahí del escritor se nos devela la lectura misma. Más entre la lectura y la lectura misma, es decir, la lectura, su disposición a tanto tal, y la lectura el en si de su evento, ya la sólida identidad bajo el significante [Lectura] Instituye de sí la suavidad que pasa de la cosa a la diferencia de su distanciamiento el sí, lo positivo: Identidad es alteración de alteridad

Ahí es que comienza la ciencia.

El problema único de la razón pura es simple, su ubicación. La ubicación pura del lo mismo, el sujeto trascendental, es hoy lo que nombramos lenguaje. De ahí que la pregunta sea preguntar por el preguntar. Hans-George Gadamer sitia este problema así:

Kant no tenía la menor intención de preescribir a la moderna ciencia de la naturaleza cómo tenía que comportarse si quería sostenerse frente a los dictámenes de la razón. Lo que él hizo fue plantear una cuestión filosófica: preguntar cuáles son las condiciones de nuestro conocimiento, por las que es posible la ciencia moderna, y hasta dónde llega ésta.

La pregunta kantiana podríamos realizarla hoy mismo así ¿hasta dónde llega el lenguaje? Más entonces si el lenguaje es la condición de posibilidad de nuestras condiciones, la condición misma es nuestro final, nuestras interrogaciones. Así el discurso de las eras históricas se dispone consumado. Razones, y así parte la historiografía toda, el abandono de todo sitial. Sólo cuando hayan muerto los monstruos vendrá el ser a ser.

Holocaustos infelices en oros rosas todo emerge azul en grises,

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Page 31: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

más no pasa algo, es sólo una re efectuación

de entre re efectuaciones.

Oros grises, mármoles y marfiles tallados al fondo de la cantera opaca tu corazón, un objeto puro en selecciones.

El historiador no tiene más respecto que perseguir hablar la verdad. [Amarillo y azul, detrás el mismo castillo,

No pasa ya más, Verdades.] La jerarquía del tiempo

El registro de lo histórico corre por cuenta de las comunidades, pero en muchas ocasiones se

sintetiza en la palabra de los historiadores. Y es mediante la palabra que se devuelve a las

comunidades el significado de lo histórico. Cuando se toma conciencia de lo que hace el

tiempo, que todo lo muda, todo lo mueve, todo lo desvanece, se intenta detener esa

“tempestad del viento” mediante la palabra. Ese acto que supone todo un proceso de

apropiación del pasado ha sido denominado historiografía. Hago aquí un alto para

precisar algunas cuestiones sobre ella.

El tiempo, que todo lo muda, todo lo mueve, todo lo desvanece. Aquello que mueve, el todo, es el ente. Todo es la palabra que emplea Trejo para nombrar al ente. Lo desvanecido y el desvanecerse. Lo mudado y el mudarse. Lo movido y el moverse. El mover por y el mover para. Pero entonces ¿qué es esto que mueve? ¿Cómo lo mueve? El peligro es entonces cómo se revelan las razones.

Y es que el cuando de la toma de conciencia es de sí un momento, el momento es temporalidad. [Qué es la conciencia respecto a la temporalidad. Ese cuando es un cuando que no se puede nombrar; dicho cuando es lo que la palabra mediante es, referencia. ¿Qué es aquello que mediante la palabra es? Lo referido Lo que sea, es o puede ser ajeno a la palabra, es decir, es una alteridad opuesta de sí y por sí a la palabra. [El otro] [Otro alteridad y extrañamiento]

[El registro de lo histórico] [La tempestad del viento, todo lo muda, todo lo mueve, todo lo desvanece.] [Lo que a la razón aparece en expresión a lo expresado es devuelto un todo] ¿Qué se coloca en qué y cómo?

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Page 32: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

Todo, tempestad y totalidad: devolución a las comunidades el significado de lo histórico.

¿Más entonces, a donde fue el significado y de dónde lo traer el historiador? El significado fue a la conciencia y de la conciencia lo trae el historiador. ¿Cómo? El que el registro de lo histórico sea por sí, existencia, es a tanto que corre por cuenta de las comunidades. A tal sentido la comunidad misma es quien ocupa los sitios que lo re-corrido del registro establece: la comunidad de lo existente en atención al régimen de registro donde la palabra pasa es la propiedad. Cuando se dice entonces que eso mismo que es el registro en muchas ocasiones se sintetiza en la palabra de los historiadores, la palabra de los historiadores es algo tal que otorga el establecimiento mismo de lo propio.

[Si la pregunta epistemológica Preguntar por las condiciones de posibilidad mediante las cuales lo propio es tal, ya el propio preguntar restringe del las horas el efecto de color en que el cosmos se nos vuelve infinito. La técnica. Los conceptos aplican. Se definen los contratos y se estructura el plazo en que una deuda puede ser cubierta. La estructura de lo que sólo así se requiere tener en cuenta. Las apariencias pasan, se pasan forma, desempeñan un papel crítico en nuestra existencia y sirven ahí, al dibujar la cosa, para definir huracanes, movilizar los océanos, para originar mareas y todo desenvolverlo con los más grandiosos taladros a fin de extraer su negro petróleo, a fin de definir el paso mismo de todo fenómeno que ya, con gracia de puro lenguaje, ha dicho y de sí al paso ha mismo conferido. Un suave galope que ya todo lo templa, lo destempla, lo vuelve poblado donde siempre antes hubo todo. Hace de las selvas tropicales y otros demás patrones del habitad su propia naturaleza. Su hábito.es tal que lo nombra ecosistema, y es tal que el espacio es algo que sólo él puede ver. Lo humano, el espacio mismo, y que sólo nosotros hemos dibujado, sólo por nosotros podría tener un sentido. Entender es no existe, lo hemos diseñado por años y así será por los milenios enteros. Nuestro saber no tiene fin.]

Es la palabra del historiador de tal modo que el significado de lo histórico le es devuelto. El modo de ser de lo devuelto, ¿qué es entonces respecto a la comunidad?

*Cuando Trejo entones habla y dice que “ese acto que supone todo un proceso de apropiación del pasado ha sido denominado historiografía” la certeza de ese acto es de si la esencia de la técnica pura, que ya un leer, un suprimir, un ignorar, la totalidad y causa de las prácticas es y solo pasa a fin de así mantenerse la apariencia de lo estable.

Los historiadores, El acto, la escena, la representación, la tragedia y la Stasis. Detrás del papel, los observadores]

[ Fin de la primera aproximación al texto de Evelia Trejo ]

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Page 33: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

[A2] Gloria Moreno Villegas, La historiografía de los movimientos sociales en México y

su significado en al conformación de la escuela histórica mexicana

La presente exposición se propone mostrar que los estudios sobre los grandes movimientos sociales

registrados en México, han sido cruciales para la formación de una escuela histórica mexicana. [1]

Y aunque se apoya fundamentalmente en la llamada “historiografía nacional”, seguramente vale para la que se ha ocupado de los estudios regionales, cuya investigación está por hacerse. La solidez y tradición de los estudios históricos en México, frecuentemente han permanecido encubiertas por la tendencia de adoptar, más que confrontarlos con nuestra propia experiencia, modelos interpretativos externos. Para analizar el significado de los estudios acerca de los movimientos sociales en México y su repercusión en la construcción de propuestas teóricas y metodológicas, son indispensables algunas precisiones conceptuales.

Los estudios sobre los grandes movimientos sociales registrados en México, han sido cruciales para la formación de una escuela histórica mexicana. La formación de una escuela histórica mexicana. La escuela histórica mexicana colocándose en medio de ambas. Qué?

La segunda proposición no refiere la tesis, confiere antes el gobernar del decurso todo en que se anuncia la exposición. Así la exposición se muestra siempre al servicio de los saberes, respectos ante los cuales los estudios se emplazan. Estudios –el referir, el significar, el acontecer, el eventuar - de los grandes movimientos sociales registrados ante la historiografía nacional. Más entonces, pensando en México, la llamada escuela histórica mexicana ¿existe otra historiografía? ¿Historiografía regional? Exposición, la proyección de la investigación y las investigaciones.

La determinación de la historia en la determinación de la vida. La suscripción de los emplazamientos. El pacto federal. La procedencia de dicha dianoia y consideración: “Seguramente vale para la que se ha ocupado de los estudios regionales, cuya investigación está por hacerse.” El orden de planeamiento resulta total: [La planificación total de la Verdad] [Estructuración de estructuras: planteamiento, orden y suscripción de las interpretaciones] El discurso. Del sí sus depotenciaciones:

La solidez y tradición de los estudios históricos en México, frecuentemente han permanecido encubiertas por la tendencia de adoptar, más que confrontarlos con nuestra propia experiencia, modelos interpretativos externos.

Para analizar el significado de los estudios acerca de los movimientos sociales en México y su repercusión en la construcción de propuestas teóricas y metodológicas, son indispensables algunas precisiones conceptuales.

El analizar del análisis: Significado y teoría de la significación. Signo, significación y temporalidad. Sentido e historia: La historicidad: repercusión en la construcción de propuestas teóricas y metodológicas.

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Cómo vincular significativamente dos eventos dispares. Construcción de un discurso escolar, repercusión en construcciones pedagógicas. Historiografía, docencia, enseñanza y profesionalización.

[Fin de la primera aproximación al texto de Gloria Villegas] [Texto es quien desapercibe]

Guillermo Zermeño, La historiografía moderna en México: Génesis, continuidad y transformación de una disciplina.

La concepción actual de la historia como actividad científica está determinada por el proceso histórico que la conformó como un saber autónomo productor de nuevos conocimientos sobre el pasado. Una manera de comprender su peculiaridad consiste en someterla al análisis histórico. Por este medio podemos observar las condiciones que hicieron posible su aparición e incluso los elementos que pudieron haber intervenido para fijar una imagen emblemática de lo que podría esperarse del trabajo del historiador. Nuestra hipótesis es que esta manera de establecer las relaciones entre el pasado y presente se jugó y se fraguó básicamente en el siglo XIX.

La historia, concebida como actividad científica. El referir, el tratar es tratarse del orden meditante de la concepción. Declara entonces que la concepción científica de la historia está determinada por el proceso que la conformó. Esta verdad, que para un historiador puede parecer una afirmación de Perogrullo, debe advertirnos también de su sentido más profundo. La ciencia preguntamos, pensada desde el plano meditante de la filosofía de la ciencia, ¿debe ser asumida en su totalidad como un discurso histórico más? Más si es así como se infiere de la declaración inaugural del texto de Zermeño, el hecho que esto señala dice que la conceptualidad de la concepción misma es la trascendentalidad a que se inscribe la brisa, el paso de lo formal: la voz humana.

El proceso histórico que la conformó, el paso de lo formal, inscribe la acción de saber del investigar y del escribir cual “saber autónomo productor de nuevos conocimientos sobre el pasado” *Toda la novedad viene del nombrarse]

La caracterización de la acción del saber como saber autónomo y productor. El saber mismo que es autónomo, ¿es productor?

La peculiaridad, el aprovechamiento del pasado, el nuevo misterio que viene a encantarse en una nueva valoración inexpresada: Comprender su peculiaridad: Someterla al análisis historiográfico:

El análisis, un someter. Los principios del análisis, una voluntad: [Fenomenología y exploración del deseo] [Deseo, fenómeno, desear] [Método y procuración de opciones]

[aperceptibilidad] [Re-suscripciones]

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Poder observar las condiciones que hicieron posible su aparición e incluso los elementos que pudieron haber intervenido para fijar una imagen emblemática de lo que podría esperarse del trabajo del historiador.

Deseo, fenómeno, desear: Representación de representaciones.

[Trascendente, trascendentalidad]

[Apegarse al texto. Extraer del transcurso lo formal. El índice de las propiedades. La propiedad. Disponer del campo y remover las piedras. Pasar el paso. Cobrar]

Nuestra hipótesis es que esta manera de establecer las relaciones entre el pasado y presente se jugó y se fraguó básicamente en el siglo XIX.

Por principio entonces, el pasado es cuestión de una factura. Hipótesis, hipostasiar

Hipótesis, proposición, explicatividad. Resolución de los conjuntos anudados. [Todas las preguntas de la carne que lo miran obrar. Mira quien pasa los pasos] La sentencia inaugural de cada fuente.

[Segundo giro de exégesis precedido del recentramiento discursivo de la primera recepción]

[Hermenéutica es hermenéutica de la recepción. ¿El texto qué? Quien lee no lee lo

escrito. Es condición Leer y leer es el escribir.] [Lo escrito] [trascendentalización del paso al escribir] [Acontecimiento]

El acontecimiento es el paso del evento a la significatividad

La hermenéutica de la recepción es ya aquello que se anuda en el calor del vapor de todos los fuegos. América de sol, no de orilla.] Escribir es una operación técnica. Lo operado, no la

investigación cuando ya la propia historia, es el historiador. Historizar es ser-historiador.]

[Exergo] [Notas relativas al ser del ente]

El tiempo, muda, mueve, desvanece. Aquello que mueve, el todo, es el ente. Desde el tiempo, el ensayo de Evelia Trejo viene a hablar del [subject] Tiempo y ente.

Todo, la palabra que emplea Trejo para nombrar al ente, nombra lo desvanecido y el desvanecerse. El ente, lo mismo mudado, el ente, el mismo mudarse. Lo movido y el moverse, el ente. El mover por y el mover para él. El ente. Pero entonces ¿qué es esto que mueve? ¿Cómo lo mueve? El peligro es entonces cómo se revelan las razones.

Estas razones, lo que Aristóteles indaga por primeras causas, es la circunstancia que la conduce a hablar de la palabra del historiador cual algo distanciado o ageno -según el orden de sus expresiones- al registro histórico de las comunidades.

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Y es que de atender el decurso de las cosas que el discurso señala, el cuando de la toma de conciencia es de sí un momento, el momento es temporalidad. Más entonces ¿Qué se presenta bajo la determinante “conciencia” a tanto de momento respecto a la temporalidad?

De ahí que sea pertinente, antes de pretender dar respuesta a la pregunta, retomar el paso de la sentencia inaugural del discurso, pues ella a tanto texto emblema, invariablemente da señal del aquello total en que el discurso se pone a ensayo, la entidad del ente.

“El registro de lo histórico corre por cuenta de las comunidades, pero en muchas ocasiones se sintetiza en la palabra de los historiadores.” *La pregunta filosófica, la pregunta histórica, la pregunta fundamental]

A la pregunta qué es el ente subyacen dos preguntas ya dispuestas - la estructura del emplazamiento, - ¿por qué es el ente en lugar de nada? y la proposición autocorrectiva – distancia que fundamenta de sí la investigación en demostración, comprobación y verificación - ¿es la entidad del ente?

Dos cosas. Son dos cosas las que pone Evelia Trejo. El registro histórico y la palabra de los historiadores. Estas dos entidades, [registro histórico] [palabra de los historiadores] son las dos entidades investigadas, comprendidas y explicadas, los objetos trascendentales de la historiografía, las condiciones de posibilidad de su propia empresa. Más entonces ¿qué es eso que condicionalmente estructura y jerarquiza las proporciones relativas que entre tanto en una y otra, registro histórico, palabra de los historiadores, suceden?

El registro de lo histórico corre por cuenta de las comunidades, pero en muchas ocasiones se sintetiza en la palabra de los historiadores.

Nuestra atención al tiempo, la partida en el primer comienzo de la exégesis, se devela así orientada a esa condicional que se escribe “pero en muchas ocasiones”. Cualesquiera sean las ocasiones, las pocas o las muchas, éstas son la excepción que prescribe la regla: El registro de lo histórico corre por cuenta de las comunidades. Entendamos entonces que cualquiera sea la palabra del historiador ella viene ya del ser a cuestión en discurso.

El problema así es que al régimen de la composición del todo –la unidad monadológica- que la proposición de Evelia Trejo describe, eso mismo que la palabra de los historiadores es, es tan sólo cuestión de discurso, que de sí, al balance ya siempre contrapuesta –la autoconciencia- , es la alteridad ya siempre un respecto del cual el historiador mismo se distingue: lo propio que es el propio registro de lo histórico. Aquí nace nuestra confrontación, y es que el discurso es la esencia del registro histórico.

Más ¿cuándo el historiador es consciente de la totalidad en que al caso su propia pluma –el paso fundamental de su rastro- es la determinidad de la determinación? Esto, acaso, ¿es entonces cuándo el historiador se atiene al escribir? ¿Pero entonces, sabemos qué es el escribir? ¿A qué se atiene el historiador al momento de la escritura? [Liminalidad]

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Escribir, el cuando que no se puede nombrar, es dicho cuando en que la palabra mediante, la palabra misma, es vuelta referencia. Más entonces, ulterior a la dificultad que ya esto de sí expresa, ¿qué es aquello que es mediante la palabra cuando el historiador, no empuñando la palabra sino viniendo a hablar de la palabra misma, habla? ¿Pero entonces está hablando Evelia Trejo? Lo referido, que a primera instancia suena normal y evidente, es la enunciación misma de un misterio.

Y es que lo referido, o lo que sea, es, se da y puede ser ajeno a la palabra, aún cuando sea ello la palabra misma en quien se refiere solo en respecto del decir. Este decir, Evelia Trejo con esta alteridadad compuesta, registro histórico - palabra de los historiadores, señala que la alteridad opuesta de sí y por sí a la palabra es la Historia. Más entonces, si la alteridad registro histórico – palabra de los historiadores, es, ser es tanto como sólo la interpretación de la entidad del ente lo permite, es decir, ser es sólo un discurso, aquello de lo que se habla ya siempre hablando de ello, al favor de ello. [Ya de aquí el rastro es puro, alteridad alterada, las identidades de la trascendentalidad, son así sólo decurso de sus prosecuciones, lo ya siempre adquirido]

[Enunciación, anunciación, jerarquía.

[El otro] [Otro alteridad y extrañamiento] [Identidad] [Posibilidades de condición

de la lógica] [Cuándo la lógica puede hablar y relativo a qué (subjects)] [Las restricciones que la Crítica a la razón pura de Kant trató de instituir] [la valoración de Nietzsche] [El sin embargo de la implementariedad del criticismo kantiano y la amplitud contemporánea del Mundo]

Mas entonces, qué pasa

así con el decurso mismo del registro de lo histórico, co-existenciaridad de la comunidad de las comunidades: La comunidad de las comunidades es el comunicar.

[El registro de lo histórico] [La tempestad del viento, todo lo muda, todo lo mueve, todo lo desvanece.] [Lo que a la razón aparece en expresión a lo expresado es devuelto un todo] ¿Qué se coloca en cómo? [El discurso de los modos]

[ Fin de la segunda aproximación al texto de Evelia Trejo ] [Reincorporar en prosecusión al

siguiente apartado: Todo, tempestad y totalidad: devolución a las comunidades el significado de lo histórico ] [Excurso, perspectiva de reingreso]

El sujeto trascendental kantiano es el emplazamiento táctico que suscribe la pertinencia y posesión de todo el aparato jurídico mexicano: Individuo.

El individuo, singularidad de la diferencia, es la forma trascendental de la pluralidad, objeto fundamental de la política: nosotros.

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La asunción de formas lógicas preconcebidas, el lenguaje, es quien escuchamos al hablar del pensar. Oír es oír diferente, en dirección a lo in-interrogado.

Las exclusiones. El lenguaje mismo de lo por pensar. La mantención de las exclusiones. El circulo hermenéutico y sus integraciones, la unidad pura de la aparecepción trascendental, el conocimiento absoluto, la voluntad de poder.

*Paul Ricoeur, “La filosofía crítica de la historia”, La historia, la memoria, el olvido, n. 12, p. 293-294-

“Pero la única idea que aporta la filosofía es la simple idea de la Razón –la idea de que la Razón

gobierna el mundo y que, por consiguiente, la historia universal se ha desarrollado también

racionalmente-. Esta convicción, esta idea, es una presunción respecto a la historia como tal. Pero no

lo es para la filosofía. En ella se demuestra por el conocimiento especulativo que la Razón – podemos

atenernos a este término sin insistir más en la relación con Dios- es su sustancia, la potencia infinita, la

materia infinita de cualquier vida natural o espiritual –y también la forma infinita de la realización de su propio contenido -. *…+ La idea de lo verdadero, lo eterno, la potencia absoluta. Se manifiesta en el

mundo y nada se manifiesta en él que no sea ella, su majestad y magnificencia: esto es lo que la filosofía demuestra y que aquí se supone demostrado” (trad. Francesa de Kostas Papaioannou, París, 10/18, col. “Philosophie et essais”, pp. 47-48 [trad. Esp. De Antonio Truyol, La razón en la historia, Madridm Seminarios y Ediciones, 1972]) Cfr. Tiempo y narración, ob.cit., tomo III, pp. 918-939. Es cierto que La razón en la historia es la obra más floja de Hegel y su peso es escaso respecto a la Enciclopedia de las ciencias filosóficas y su gran Lógica, que seguirán siendo el Himalaya por escalar –y por vencer-.

Hans- George Gadamer, Prólogo a la segunda edición de Verdad y Método, p. 19-20

El lenguaje tampoco se agota en la conciencia del hablante y es en esto también más que un comportamiento subjetivo. Esto es precisamente lo que puede describirse como una experiencia del sujeto, y no tiene nada que ver con «mitología» o «mistificación». Esta actitud metodológica de base se mantiene más acá de toda conclusión realmente metafísica. En algunos trabajos que han aparecido entre tanto, sobre todo mis trabajos sobre el estado de la investigación en Hermenéutica e historicismo, y Die phäenomelogische Bewegund («El movimiento fenomenológico», publicado en Philosophische Rundschau, he destacado que sigo considerando vinculante la crítica kantiana de la razón pura, y que las proposiciones que sólo atañen dialécticamente a lo finito lo infinito, a lo experimentado por el hombre lo que es en sí, a lo temporal lo eterno, me parecen únicamente determinaciones liminares de las que no puede deducirse un conocimiento propio en virtud de la fuerza de la filosofía. No obstante la tradición de la metafísica y sobre todo su última gran figura, la dialéctica especulativa de Hegel, mantiene una cercanía constante. La tarea, la «referencia inacabable», permanece. Pero el modo de ponerla de manifiesto intenta sustraerse a su demarcación por la fuerza sintética de la dialéctica hegeliana e incluso de la Lógica nacida de la dialéctica de Platón, y ubicarse en el movimiento de la conversación, en el que únicamente llegan a ser lo que son la palabra y el concepto.

Operar: Así la esencia se sujeta a lo in-interrogado, sin ir más allá, el silencio es un rededor que sólo recorremos en parábolas deicidas.

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Todo juega así amarillo o azul en un riel heliocéntrico insoportable, Al ser los espacios topológicos no pueden sino hendirlo: operaciones. Ir de la definición a la aplicación es solo decurso de la condición de posibilidad Narrativa narrada, condición condicionada, es representación representada. Cfr. Una película. dad

[Fin del excurso, perspectiva de reingreso]

[Pasado e historia: Excurso autocorrectivo II, Raymond Aron, Las dimensiones de la conciencia histórica]

Las dimensiones de la conciencia histórica, de Raymond Aron, comienza con este extenso epígrafe de Platón, República, 528 b-d.

- Después de la superficie hemos tomado el sólido que está en movimiento, antes de captarlo en sí mismo; pero lo correcto es que, a continuación de la segunda dimensión, se trate la tercera, o sea lo que concierne a la dimensión de los cubos y cuanto participa de la profundidad. - Es cierto, Sócrates, pero me parece que eso aún no ha sido descubierto. - En efecto, y son dos las causas de ello: la primera, que ningún Estado le dispensa mucha estima y, por ser difícil, se la investiga débilmente; la segunda, que quienes investigan necesitan un supervisor, sin lo cual no podrían descubrir mucho. Y en primer lugar es difícil que haya alguno, y, en segundo lugar, si lo hubiera, tal como están las cosas, no se podría persuadir a quienes investigan esto, por ser sumamente arrogantes. Pero si el Estado íntegro colabora en la supervisión guiándolos con la debida estima, aquéllos se persuadirían, y una investigación continuada y vigorosa llegaría a aclarar cómo es el asunto, pues que incluso ahora mismo, en que éste es subestimado y mutilado por muchos, inclusive por investigadores que no se dan cuenta de su utilidad, a pesar de todo esto florece vigorosamente en su propio encanto, de modo que no sería asombroso que se hiciera manifiesto. - Y sin duda pose un encanto distintivo. Pero explícame más claramente lo que decías; en efecto; postulabas de algún modo la geometría con el tratamiento de la superficie. - Sí – asentí. - A continuación la astronomía, inmediatamente después de la geometría, pero luego volviste atrás. - Es que en mi urgencia –expliqué- expuse todo tan rápido que me he demorado; porque, de acuerdo con el método, a continuación venía la dimensión de la profundidad, pero en razón del estado ridículo de la investigación pasé de la geometría a la astronomía, que implica movimiento de sólidos.

Raymond Aron, La dimensión propia de la historia y la humanidad de lo humano

La misma palabra, en francés como eny como en alemán, se aplican a la realidad histórica y al conocimiento que tenemos de ella. Historie, history, Geschichte, designan a la vez el devenir de la humanidad y la ciencia que los hombres se esfuerzan por elaborar sobre su

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devenir (aunque el equívoco está atenuado, en alemán, por la existencia de las palabras, Geschechen, Historie, que no tienen más que uno de los sentidos). Ésta ambigüedad me parece bien fundada. La realidad y el conocimiento de esa realidad son inseparables uno de otro de un modo que no tiene nada en común con la solidaridad entre el objeto y el sujeto. La ciencia física no es un elemento de la naturaleza (incluso si llega a serlo al transformarla). La conciencia del pasado es constitutiva de la existencia histórica. El hombre no tiene realmente un pasado más que si tiene conciencia de tenerlo, porque sólo esa conciencia introduce la posibilidad del diálogo y de la elección. De otro modo, los individuos y las sociedades llevan en sí un pasado que ignoran, que sufren pasivamente. Ofrecen ocasionalmente a un observador del exterior una serie dee transformaciones comparables a la de las especies animales y susceptibles de ser colocadas en un orden temporal. En tanto no tienen conciencia de lo que son y de lo que fueron, no tienen acceso a la dimensión propia de la historia.

La diferencia fundamental del planteo de propuesta de Raymon Aron está al establecer la

distancia entre pasado e historia. [Esta pertinencia es ya la misma que inaugura la propiedad de paso –derecho de suelo, carta de pasante (la transitividad) - al discurso de las ideologías y su dominio universal]

[El riesgo histórico del presentarse] Más si entonces la diferencia fundamental se instituye entre pasado e historia, esta misma diferencia es homóloga a esta diferencia de distingue al hombre del animal] [La propiedad] [Y no el lenguaje, no la técnica del lenguaje, no el instrumental de derrota] Más si entonces dice Aron “El hombre no tiene realmente un pasado más que si tiene conciencia de tenerlo” esa conciencia, el índice del diferencial, es a tanto que la historia sería entonces la apropiación del pasado. La conciencia es conciencia de la propiedad:

[La conciencia del hurto]

[Los requisitos civilizatorios del perdón] [Perdón, poder, jerarquías]

Para Aron entonces, la propiedad es propia a tanto que la conciencia introduce la posibilidad del diálogo y de la elección. El efecto de lo posible, existencia, se coloca así como la palabra fundamental de su discurso. Dice Aron: “La conciencia del pasado es constitutiva de la existencia histórica.”

Más entonces es el decurso siguiente a la indicación, lo existente, el efecto de intuición fundamental que el discurso arrastra –y sólo atrás de tal arrastre nombra-, se devela condición por sí, condición que extendida ya sobre todo otro sustantivo permite de sí sean los propios sustantivos nombrados por el discurso. [El orden de su significatividad] [la significatividad y la aparición] [El problema inherente de la explicatividad de lo develado y la justicia que sea en lo que prosecute]

Prosecución ¿Cómo nombrar aquello que es al plano práctico de la prosecución? ¿Prosecuciones? ¿Lo que se prosecuta? ¿prosecurtarización? ¿El prosecute una orden. ¿Cómo se nombra al portador de la prosecusión?

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[La prosecución nombra a la totalidad de desarrollo del acto jurídico.] [El derecho] [Y es que el acto jurídico es el apegarse a derecho.]

Pero así, en el decurso de este discurso fundamental “La conciencia del pasado es constitutiva de la existencia histórica” ¿cómo se jerarquiza la totalidad del ente ante el enunciado fundamental que describe el plano de lo epistemológico de la sentencia filosófica: “El hombre no tiene realmente un pasado más que si tiene conciencia de tenerlo”? es decir, ¿cuál es la relación de co-determinación que entre ambas proposiciones sostienen? Al interior de esta estructura silogística corre ahora toda la brisa. [excurso III, filosofía, pedagogía y formación profesional] Platón, República, 498 a:

- *…+ El Estado debe abordar la práctica de la filosofía de una manera opuesta a la actual. - ¿Cómo? - En la actualidad la abordan adolescentes que apenas han salido de la niñez, y que, en el intervalo anterior al cuidado de la casa y de los negocios, cuando apenas se han aproximado a la parte más difícil de la filosofía –la concerniente a los conceptos abstractos -, la dejan de lado, pasando por filósofos hechos; de ahí en adelante están dispuestos a convertirse en oyentes de otros que sean activos en filosofía, cuando son inventados, con lo cual creen hacer gran cosa, pensando que deben practicarla como algo accesorio. Y a excepción de unos pocos, cerca de la vejez se apagan mucho más que el sol de Heráclito, por cuanto no se encienden nuevamente. - ¿Y qué debe hacerse? - Todo lo contrario, cuando son niños y adolescentes, ha de administrárseles una educación y una filosofía propias de la niñez y la adolescencia, y mientras sus cuerpos se desarrollan para alcanzar la virilidad, deben cuidarlos bien, procurando así que presten un servicio a la filosofía. Y al crecer en edad, cuando el alma comienza a alcanzar la madurez, hay que intensificar los ejercicios que corresponde a ésta; y, cuando cede la fuerza corporal y con ello quedan excluidos de las tareas políticas y militares, dejarlos pacer libremente y no ocuparse de otra cosa que de la filosofía, a no ser de forma accesoria, si es que han de vivir dichosamente y, tras morir, han de coronar allá la vida que han vivido con un adecuado destino.

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I

Rarefacción incluso pasado, Diente de resguardo a quien amparo me llamo No sabe, no implora, El soplo oscurece la brisa. De una eternidad de un pasado Las pautas del paso sólo aculan la sombra de las mismas rocas elevadas, Levitantes de nuestro paso ante el sol.

II

Sólo un abrazo entonces, en la tarde del comienzo de las cosas,

a la magma y a la tierra que ya nos aparta

es entonces que comienza el volcán.

Todas las piedras, ceniza y costa junta ante las cosas.

Piedras. Todas. Las piedras del hombre nos penetran,

III

Derrota y todos los claveles ante la costa Una vez más se nos consume el cielo del resto En vapores rosas, para templarnos juntos corazón.

Suena así la alborada de su nombre.

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Al cofre de la noche te resguardas.

es su cintura quien vuelve contigo,

Vuelve contigo en rededor.

La noche, tú yaces abrumado. El azul de la noche una más te envuelve.

hay más cielo si no la cierra. Así aprendimos a pelar los hermanos. Cada que na y otra vez Dios y el Diablo

templado a los albatros de la cosa,

a la tierra misma, a la altura la sierra,

depositados ambos ante la costa,

morimos lentamente jusnto la silueta amarilla donde los pasos nos convocan en

hondonada, nos desconoce.

El olivo es abismo y la morera es su quietud, Nunca desconocimos del pasado la silueta del ocaso, La peculiaridad vuelve así infinita a repercusión A la atención de los tambores.

conoce la hondonada en quien el viento del fuego nos somente,

de las hondonadas en quien repara corazón

suele oscurecer también el llanto,

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un llanto, pasado, la devoción que aún aterra los pasos más antiguos entre la desolación de las canteras.

Miles de años un piedra en laja a cortar mal laja, Una costa infernal en el paso del África

Vi entonces la piel del venado en tu voz Mi voz y todos los sueños a quien respaldo aún conoces el fuego.

Intento de disuación al paso de Kukulkan en camino de los pasos del Xibal-ba

Interprete del Xibal-ba

- ¡Para! [Kukulkán se apercibe]

[….] ¡Mi voz y todos los sueños a quien respaldo aún conoces el fuego

Te llaman!

Era el sol mismo quien anuncia,

quien te anuncia a estas hora antes de la mañana, esos tonos violeta con que todo conoces,

Tú, la oscuridad de su hija más preciada.

Kukulkán

- Llanto y resguardo y auxilio apenas delinean del ocaso

La silueta de su razón Señor. ¿A qué venir así en flamas A largar la tarde en la silueta de esas exclamaciones? Será mejor que destientas el arco y me expliques.

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Interprete del Xibal-Ba

- Los nombres del abismo no te pertencen Kukulkán.

Para, tan sólo Kukulkán, para que aún no es el ahora del paso.

Kukulkán

- Palabra eterna, corazón del resguardo, Obsidianas yacen que juegan ya juntos para venir y acallarlo todo, Más tú no destientes el arco y aún sí me clamas y me prometes la tarde de los nombres. Yo no soy quien somos Señor, y creo más bien es la cosa que buscamos al mismo hombre.

Interprete del Xibal-Ba.

- Para, no juego, que los templos caerán ante nosotros, no insistas más el paso que aún no es tarde.

Mira que esos ojos que hoy me miran verán la tarde morir juntos Ante el sol y las rayos de que resguarda la noche en las pieles del venado. No se ahora mismo la hondonada donde el venado se nos cruce juntos, Y no sea que pierdas uno de sus ojos por uno mío.

Juntos con los míos tus ojos los veo. En en la tempestad y azul naranja de su violeta,

la negra noche de la sangre de su razón no es aún el grito de las olas que refrescan la roca en brama de la tierra del Occident tu corazón.

Tú corazón no es un volcán aún me llamas.

Para, no emergerá la tierra entera otra noche más.entre la tierra de mis señores y mis tiernos veninos. No veremos una vez más tus ojos corazón.

Calla ahora te conmino Kukulka,

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Que han de pasar aún los pasos, y al Sol tendríale que consumírsele los resguardo un poco más lento.

Calla ahora o cambia la silueta de tus pasos Fuego.

¡Tendría que alargarsele un como más el murmullo del cordón que nos atora!

Kukulkán

- Si descansas tranquilo me retiro,

no debes seguir temiendo así la temeridad de mi resguardo, querido señor no debes seguir temiéndolo,

Intérprete de los señores de Xibal-ba

- Es una balsa Kukulkán,

es en una balsa en quien has de viajar para venir a partirnos,

“Descanso” dice de mi el Corazón del Señor,

Más no tenemos hoy las alas del mirto para que ampare la razón

Y emprenda así la oscuridad de tus sueños la albura del color de su rostro,

Kukulkan calla tan sólo, ahora, y ya no te apartes más de nosotros,

No te apartes más que no es aún la hora.

¿A quien vienes y ves venir así,

A despertarnos,

dulce enseña del paso?

Calla tan sólo, te lo ruego Kukulkán,

Calla y derrama a tu silencio el crimen de no cometermos

En escape.

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[Comienzo de la Segunda exégesis al texto de Gloria Villegas]

Lo mismo que en la segunda aproximación, corregiremos el curso de nuestra perspectiva al paso de la presencia del ente que se enuncia en la proposición inaugural del discurso.

Gloria Moreno Villegas, La historiografía de los movimientos sociales en México y su significado en

al conformación de la escuela histórica mexicana

La presente exposición se propone mostrar que los estudios sobre los grandes movimientos sociales registrados en México, han sido cruciales para la formación de una

escuela histórica mexicana. [1]

Y aunque se apoya fundamentalmente en la llamada “historiografía nacional”, seguramente vale para la que se ha ocupado de los estudios regionales, cuya investigación está por hacerse. La solidez y tradición de los estudios históricos en México, frecuentemente han permanecido encubiertas por la tendencia de adoptar, más que confrontarlos con nuestra propia experiencia, modelos interpretativos externos. Para analizar el significado de los estudios acerca de los movimientos sociales en México y su repercusión en la construcción de propuestas teóricas y metodológicas, son indispensables algunas precisiones conceptuales.

[La significación]

Cualquier cosa sea la historiografía de los movimientos sociales en México, es significativa a la conformación de la escuela histórica mexicana: El comienzo de la ciencia histórica. [Trascendentalicemos el ser significativa, así es como podemos percatarnos de la significación.]

Significación de la historiografía de los movimientos sociales en México: La conformación de la escuela histórica mexicana: Balance de datos. Interpretación de los datos. Descripción de la eventualidad.

[Atenerse a la enunciación trascendentalizada: ¿qué se trascendentaliza? ¿La experiencia? ¿Más en el retorno al experimentar, no parte el experimentar ahora del paso primero de la trascendentalidad? [Principio, a priori] [El experimentar es un régimen que se atiene sólido al espacio de la presencia] [Presencia no es, presencia es presentarse.]

El presentarse, co-determinante fundamental de la trascendentalidad, es el quantum del cual la interpretación se apercibe: Interpretar es ser-ahí. El ser-ahí no se abstrae sino a condición de apropiarse.

[¿Por qué la presencia se nos presenta como una manifestación espacial?] [El espacio es un fenómeno] [Para Kant y Newton, el epifenómeno] [La constructividad pura del espacio de vida: Mundo: La significación, historia mundial] [Historia de la ciencia moderna]

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[El cruce de los caminos cruzados]

[Ciencia histórica, la temporalidad de la escuela histórica mexicana] [Nación, nacionalismo]

Los estudios sobre los grandes movimientos sociales registrados en México, han sido cruciales para la formación de una escuela histórica mexicana. La formación de una escuela histórica mexicana. La escuela histórica mexicana colocándose en medio de ambas. Qué?

La segunda proposición no refiere la tesis, confiere antes el gobernar del decurso todo en que se anuncia la exposición. Así la exposición se muestra siempre al servicio de los saberes, respectos ante los cuales los estudios se emplazan. Estudios –el referir, el significar, el acontecer, el eventuar - de los grandes movimientos sociales registrados, historiografía nacional. Más entonces, pensando en México, la llamada escuela histórica mexicana ¿Existe otra historiografía? ¿Historiografía regional? Exposición, la proyección de la investigación y las investigaciones.

La determinación de la historia en la determinación de la vida. La suscripción de los emplazamientos. El pacto federal. La procedencia de dicha dianoia y consideración: “Seguramente vale para la que se ha ocupado de los estudios regionales, cuya investigación está por hacerse.” El orden de planeamiento resulta total: [La planificación total de la Verdad] [Estructuración de estructuras: planteamiento, orden y suscripción de las interpretaciones] El discurso. Del sí sus depotenciaciones:

La solidez y tradición de los estudios históricos en México, frecuentemente han permanecido encubiertas por la tendencia de adoptar, más que confrontarlos con nuestra propia experiencia, modelos interpretativos externos.

Para analizar el significado de los estudios acerca de los movimientos sociales en México y su repercusión en la construcción de propuestas teóricas y metodológicas, son indispensables algunas precisiones conceptuales.

El analizar del análisis: Significado y teoría de la significación. Signo, significación y temporalidad. Sentido e historia: La historicidad: repercusión en la construcción de propuestas teóricas y metodológicas.

Cómo vincular significativamente dos eventos dispares. Construcción de un discurso escolar, repercusión en construcciones pedagógicas. Historiografía, docencia, enseñanza y profesionalización.

[Fin de la segunda aproximación al texto de Gloria Villegas] [Texto es quien desapercibe]

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[Segunda aproximación al texto de Zermeño]

Guillermo Zermeño, La historiografía moderna en México: Génesis, continuidad y transformación de una disciplina.

La concepción actual de la historia como actividad científica está determinada por el proceso histórico que la conformó como un saber autónomo productor de nuevos conocimientos sobre el pasado. Una manera de comprender su peculiaridad consiste en someterla al análisis histórico. Por este medio podemos observar las condiciones que hicieron posible su aparición e incluso los elementos que pudieron haber intervenido para fijar una imagen emblemática de lo que podría esperarse del trabajo del historiador. Nuestra hipótesis es que esta manera de establecer las relaciones entre el pasado y presente se jugó y se fraguó básicamente en el siglo XIX.

[La suspensión ética es la sujeción a la ley. Conciencia es la modernidad de las representaciones.]

[Historia y actualidad]

No la historia, sino su concepción. La concepción –pensemos concepción refiere el acto de concebir- de la historia está determinada por el proceso que la conformó. Más entonces, la concepción misma ¿no es un proceso? ¿De qué – dónde y cómo - está hablando Zermeño al nombrar la concepción actual de la historia misma respecto al proceso histórico?

La concepción de lo histórico. La concepción actual está determinada por el proceso que la conformó: Un saber autónomo productor de nuevos conocimientos sobre el pasado. ¿Saber autónomo productor de nuevos conocimientos sobre el pasado?

¿Qué es el pasado? El proceso histórico es pasado más no es lo mismo ¿Es del pasado lo único el proceso? No, lo actual es también correlativo al pasado, más entonces así la actualidad de lo actual no, pues a tanto que lo actual es adjetivo de la concepción. La actualidad misma se presenta cual accidente de una sustancia: la concepción.

Más así la concepción, recordemos el título del ensayo, LA HISTORIOGRAFÍA MODERNA EN MÉXICO: GÉNESIS, CONTINUIDAD Y TRANSFORMACIÓN DE UNA DISCIPLINA, pues cuando Zermeño apunta la cuestión relativa a la comprensión de la peculiaridad, la sustancia de la historiografía es la concepción misma. ¿Qué es lo que así se concibe? Digámoslo de cualquier modo, lo señalaremos: la historiografía moderna es una importación en México. El subtítulo “Génesis, continuidad y transformación de una disciplina” habla entonces del régimen de esas importaciones.

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Así entonces, concepción, un régimen de importaciones, es la palabra fundamental en que se da cuenta del proceso mismo de conformación, es la palabra que nombra al eso del ensayo. Más así no queda explícito si el dar cuenta del proceso es aún el proceso mismo, o si acaso, por imaginar otra eventualidad, la concepción ya inaugura una temporalidad ajena; pero entonces así, a nuestra prosecución, ¿no estamos dando por supuesto que la concepción es una temporalidad? Efectivamente así es, ella mismo es un momento, un momento reflexivo de autodevelamiento. Eso que se devela en el camino del meditar.] [Qué sucede entonces con Zermeño][ Zermeño y la ciencia] [la ciencia y Zermeño] [actividad científica][Zermeño y lo atemporal] [Atemporalidad y trascendentalismo] Jaqcues Derrida, La metáfora blanca, en Márgenes de la filosofía, 276-277

Todo lo que, en la teoría de la metáfora, se ordena según este sistema de distinciones, o al menos a su principio, parece pertenecer a la gran cadena inmóvil de la ontología aristotélica, con su teoría de la analogía del ser, su lógica, su epistemología, más precisamente con la organización fundamental de su poética y de su retórica. Acerquémonos, efectivamente, a la definición aristotélica del nombre, es decir, del elemento de la metáfora. El nombre es la primera unidad semántica. Es el más pequeño elemento significante. Es una phonè semantikè compuesta en la que cada elemento es en sí mismo asignificativo (asemos). El nombre comparte este carácter con el verbo del que no se distingue sino por su intemporalidad. Antes de llegar al nombre, había enumerado Aristóteles todas las partes de la lexis que están constituidas por sonido sin significación (phonè asemos). La letra, por ejemplo, el stoikheion, el último elemento, forma parte de la lexis, pero no tiene ningún sentido en sí misma. La letra, no es aquí la forma gráfica sino el elemento fónico, el átomo de voz (phonè adiaireton). Su asignificatividad no es indeterminada. La letra no es cualquier emisión vocal desprovista de sentido. Es una vociferación que, por no tener sentido, debe poder, sin embargo, entrar «naturalmente» en la formación o la composición de una phonè semantikè (ex es pephunké sunthethé guinesthai phonè), abrir la posibilidad de un nombre o de un verbo, contribuir a decir lo que es. Es la diferencia entre el animal y el hombre: los dos, según Aristóteles, pueden emitir sonidos indivisibles, pero sólo el hombre puede hacer una letra: «La letra es un sonido indivisible, no cualesquiera, sino aquel que por su naturaleza entra en la formación de un sonido compuesto; pues los animales también emiten sonidos indivisibles pero no doy a ninguno de ellos el nombre de letras» (1456 b). Aristóteles no analiza esta diferencia, la interpreta por retrospección teleológica. Ningún rasgo interno distingue el átomo de sonido animal y la letra. Sólo a a partir de la composición fónica significante, a partir del sentido y de la referencia, se debería pues distinguir la voz humana y el grito animal. El sentido y la referencia, es decir, las posibilidades de significar por un nombre. Lo propio de los nombres es significar algo (Ta de onomata seminei ti, Retórica III, cap. X, tr. fr., Garnier, pág, 349), un ser independiente, idéntico a si mismo y enfocado como tal. En este punto la teoría del nombre, tal como está implicada por el concepto de metáfora, se articula con la ontología. [Comienzo del tercer giro exético: comandancia de las presunciones: lectura ante el objeto olvido del ser]

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Comienzo: la palabra heideggeriana

Martin Heidegger, Ser y tiempo, § 25.

Si el “yo” es una determinación esencial del “ser-ahí”, tiene que hacerse de

él una exégesis existenciaria. Entonces, la cuestión del “quién” sólo puede responderse verificando fenoménicamente una determinada forma del ser del “ser-ahí”. Si sólo existiendo es el “ser-ahí” en cada caso su “si mismo”, entonces piden tanto la constancia del “sí mismo”, cuando su posible “estado de ser no si mismo”, que se plantee la cuestión de un modo ontológico-existenciario, como el único acceso adecuado a los problemas entrañados por ella. Más si el “sí mismo” debe concebirse sólo como un modo del ser de este ente,

esto parece ser equivalente a la evaporación del verdadero “núcleo” del “ser

ahí”. Pero semejantes temores se nutren del absurdo prejuicio de que el ente en

cuestión tiene en el fondo la forma de ser de algo “ante los ojos”, aun cuando se

aleje de él la idea de lo macizo de una cosa corpórea y presente. Pues la “sustancia” del hombre no es el espíritu, como síntesis del alma y cuerpo, sino la existencia.

[El olvido del ser es el olvido de la existencia. La racionalidad de la razón, su pureza, parte justo de este olvido. El olvido del ser refiere la instancia de retorno.] El comprender –en cuanto existir en el poder-ser y cualquiera sea la forma como éste se proyecte – es primariamente venidero. Pero no se temporizaría si no fuese

Heidegger, Ser y tiempo, § 68. [ trad. Jorge Eduardo Rivera]

El comprender impropio se temporiza como un presentante estar a la espera de cuya unidad extática debe formar parte de un correspondiente haber-sido. El modo propio de venir-a-sí

en la resolución precursora constituye, a la vez, un retorno al más propio sí-mismo, arrojado en su aislamiento. Este éxtasis hace posible que el Dasein pueda asumir resueltamente el

ente que él ya es. En el adelantarse el Dasein se re-toma [wiederholt] [e.d., se re-pite] a sí

mismo, adelantándose hasta su más propio poder-ser. A este modo propio del haber-sido lo

llamamos repetición [Wiederholung]. Ahora bien, el proyectarse impropio hacia las posibilidades que han sido extraídas de lo que es objeto de ocupación mediante la

presentación de este último, sólo es posible si el Dasein se ha olvidado de su

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más propio y arrojado poder-ser. Este olvido no es una nada, ni sólo falta de recuerdo, sino un modo extático, peculiar y “positivo” del haber-sido. El éxtasis (salida fuera de sí) del haber-sido, y en tal forma que este escapar ante… cierra extáticamente el “ante qué”, cerrándose, junto con él, a sí mismo. El olvido, como modo impropio del haber-sido, se relaciona, pues, con el arrojado ser de cada cual; es el sentido tempóreo del modo de ser según el cual inmediata y regularmente yo he sido. Y sólo sobre la base de este olvido la presentación ocupada y que está a la espera, puede conservar algo, vale decir, conservar el ente distinto del Dasein, que comparece en el mundo circundante. A esta conservación corresponde una “no conservación”, que es el olvido en un sentido derivado.

[Presentante estar a la espera] [El rostro de fastidio que ya no escucha] [¿Eres tú quien gastó sus cartuchos?] Ya el comienzo de las explicaciones debe ponernos en vanguardia de retirada. [¿Dónde para el corazón?] [El amor y los límites de la historia] [Los límites de la filosofía] [El comenzar] [La fundamentación trascendental de la vida] [La disposición del ente] [La dimensión de la tonsura] [Oír, comprender, participar. El ser se dice de múltiples maneras más el ser que se puede decir no es, se escucha. De percepciones se escribe la nota. La historia se forja con palabras llenas de tierra. ] [¿Qué acontece al punto con la subjetividad?]

[La mención, la ocasión, la voluntad de mentira] [La incapacidad mexicana a confrontarse] Y es que aquí siempre fue fácil. O te largas o te mueres. La guerra civil parte de una impostura, el diálogo y no la confrontación. Es menester decir es, así será. Más entonces el voto exige que nos franqueemos.

Ser es ser lo que es, lo sea que está. Vale más acercarse sin importar cómo se oiga. Hacer historia es eso, desenterrar del acontecimiento los fragmentos de la verdad.

El grito que no se puede ignorar. Más allá de lo que habla es siempre el grito lo que no se puede ignorar. Cualquiera que busca lo conoce, pasó a través de sí. Está, es ahora lo mismo. Esa es su única certeza. Vale más la angustia al miedo, sin importar nunca saber a dónde nos lleve. Caminamos, por eso caminamos solos.

[Sería por demás peligroso para mí si abandonara el decurso pedagógico] [Aunque nos cueste cien años, seremos escuchados] Empédocles, fragmentos I.3, I.4

Escúcha tú, por el contrario, De mis palabras La no falaz misiva Iguales son y en nacimiento coetáneas todas estas Cuatro cosas; cada Una ocúpase de su dignidad propia de la de las Otras distinta; y cada cual tiene costumbres propias.

Según su turno, ya circunnavegando el Círculo:

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Unas hacia las Otras se destruyen, Unas hacia las Otras se acrecientan Según el turno que la Parca concierta.

Tercer excurso exegético al comienzo de Evelia Trejo.

El registro de lo histórico corre por cuenta de las comunidades, pero en muchas ocasiones se sintetiza en la palabra de los historiadores. Y es mediante la palabra que se devuelve a las comunidades el significado de lo histórico. Cuando se toma conciencia de lo que hace el tiempo, que todo lo muda, todo lo mueve, todo lo desvanece, se intenta detener esa “tempestad del viento” mediante la palabra. Ese acto que supone todo un proceso de apropiación del pasado ha sido denominado historiografía. Hago aquí un alto para precisar algunas cuestiones sobre ella.

Nombremos al olvido el aquello que se desapercibe. El desapercibir y lo desapercibido en atención a la representación y a la representatividad es el representarse, el comienzo mismo del punto ciego, el glaucoma del theoros. ¿Qué es el representarse del discurso? El orden mismo de la imaginación trascendental kantiana.

Más entonces, si es la imaginación quien todo eso lo propone, ¿es – al respecto fundamental de las prácticas humanas – la imaginación el origen de las categorías? No, las categorías son deducciones puras de la lógica trascendental. Más entonces ¿a qué la cláusula imaginativa? En Kant habita lo ideológico mismo. El representarse, el comienzo del entendimiento, es ya el portal que comanda la militancia misma de la lectura. El historiador y su posición teórica.

Oradores, grandes voces. ¿Cuándo? ¿Dónde? Emergido desde la conducción del espacio radial y televisivo, emerge toda la plástica de nuestras retóricas. Lo contrario nos lleva a pensar en la literatura. Más México si bien tiene tradiciones – como todos – no tiene clásicos. Las naciones poseen un tránsito del lenguaje del púlpito, la prédica y el sermón al texto. En México, a la ausencia de los de reyes, fueron y han sido los escritores quienes hacen nuestras leyes. Nuestros grandes nombres en las letras, abogados. [He escuchado decir a Julio Patán: – Y boom, a México le salió un clásico, Octavio Paz]

Esto, aunado a la transformación liberal del derecho mexicano en la Constitución de 1957, la construcción del sindicalismo. La verticalización del lenguaje restringue el mundo de lo político a espacios de comunidades. Sólo trascendentalizando se gestan perspectivas.

Es únicamente el requisito de la teoría quien gestiona los plazos que retornan en idea. La idea no se gesta sino en vida. Más dice Nietzsche “donde quiera que encontré vida encontré volundad de poder.”

Más entonces, al orden de la presencia, la indagatoria misma del preguntar es el respecto que comanda toda práctica, toda perspectiva.

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¿Qué es entonces lo que Evelia Trejo está nombrando por lo histórico cuando dice que el registro de lo histórico lo elaboran las comunidades? Aquello que sintetizado en la palabra del historiador está, es lo histórico mismo. Más entonces su está, el presentante de Heidegger, es “estar” y no “ser lo histórico mismo”. Percibamos la doble determinidad que la preposición “en” propone: “pero en muchas ocasiones se sintetiza en la palabra de los historiadores.” ¿Qué clarifica esto respecto a la jerarquía de conceptos implicada en estas premisas?

[La pregunta por lo histórico y el circuito de las sobreasunciones] [El si mismo y el darse del decurso] [El ser ahí del Escamandro] [La encarnación encarnada de orden, las sanciones: La comunidad comunicada]

El registro de lo histórico corre por cuenta de las comunidades, pero en muchas ocasiones se sintetiza en la palabra de los historiadores. Y es mediante la palabra que se devuelve a las comunidades el significado de lo histórico. Cuando se toma conciencia de lo que hace el tiempo, que todo lo muda, todo lo mueve, todo lo desvanece, se intenta detener esa “tempestad del viento” mediante la palabra. Ese acto que supone todo un proceso de apropiación del pasado ha sido denominado historiografía. Hago aquí un alto para precisar algunas cuestiones sobre ella.

¿Retornemos así a lo histórico mismo y jerarquicemos lo que se nos entrega en parte? No, aún esto requisa otros pasos intermedios, pues a tanto que se declara que lo histórico es del registro que se registra, no se explica qué es entonces ni cómo es ese registro. Se nombra, más entonces se desplaza. El registro queda como un campo de lo sobreasumido, de lo cual no se interroga y se supone como algo ya dominado y explícito. Más así entonces, el registro ¿es más allá de lo histórico mismo? ¿No conforma el registro de lo histórico el registro a lo histórico mismo?

[registro de lo histórico] [comunidades] [síntesis] [palabra de los historiadores] [conciencia]

[pasado] [La tenencia del pasado: el proceso de apropiación del pasado ha sido denominado historiografía] [el pasado del pasado, el pasar del pasado. El escribir} [ya de tardes negras oscuras amaneceres][todo tú lo desenvuelves en una fría llovizna, una hondonada, el calor de nuestros cuerpos tan juntos, ahora perdido ya por la hojarasca que nos conmina a nunca haber venido tan juntos] [Historia, registro y conciencia histórica]

[¿La conciencia de cada palabra que se escribe?] [¿Conciencia respecto a qué? Conciencia, temporalidad temporizada, es siempre marca de correlación de transcursos: signo, escritura, prosecución del cause. En la mayoría de las personas un índice de lectura]

[¿La tendencia inherente del preguntar? ¿La meditación de la pregunta?] [Metafísica, constreñirla a la pregunta, simplemente constreñirla a la pregunta por la pregunta] [El historiador y sus metodologías] La acumulación de datos [lectura de documentos y determinación de sustancias]

[Esto, el método aristotélico, cómo se transforma para el dispositivo kantiano.]

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[Cuál es ya el tránsito que se sigue entre el ejercicio historiográfico que va de Herodóto a Aristóteles+ *La naturalidad con la que interpretamos y asumimos algo tal como “conciencia histórica”+

[Hacer que la cuestión emerja. Demostrarla. Hacerla comunicable.] [El ente] [El interpretar] [El interpretar es el interpretar de la comprensión: lo mismo que se comprende: el cógito hermenéutico] [Gadamer y la conciencia de la historia efectual]

¿Cómo medir la certeza en la interpretación de un evento? ¿Cómo evaluar la participación de la interpretación misma con el colocarse del dato que funda la información? Comprender, por el comprender, pasa todo esto. Trascendentalidad es serlo ahí, ese mismo comprender, el ahí de la condición histórica, es venir a ser el Dasein. La fundamentación pura y absoluta de lo formal: la forma. ¿Cómo la forma es? Más esto sólo plantea el problema “¿cómo la forma vino al Mundo?”. Ya desde ahí todos los trasmundos son iguales.

[Nota relativa a la genealogía de nuestra conciencia: cuestiones de método, la cientificidad.]

[Cómo se escalan los diversos planos que van de lo presente al meditarse mismo de lo presente?] [Cómo la palabra pasa y conforma un rostro donde antes era una costa, así nosotros se desenvuelve en la aurora. Un esparcimiento.] [Sobre el articulo de Pilar Gilardí]

“De modo que las dos preguntas propuestas presuponen ya una noción determinada de ser. La primera exige respuesta referida a la esencia o determinación de la cosa, razón por la cual convierte al ser en un ente; ello ha caracterizado a la tradición”

¡Vaya pues! Y la caracteriza. La misma presuposición de una noción determinada es así entonces una conjetura. ¿A qué se llama noción? La noción, eso de quien así se puede decir “viene a la mente” para así justificar un enunciado, no es, es ser-consciente. La mente es ya la entificación misma del instrumental. Eso mismo que calcula y maquina.

Que pretende avanzar en la analítica heideggeriana más sólo así se difiere a la atención fundamental de preguntar la pregunta por la pregunta, cual conocer el conocimiento, sólo es un acto de voluntad de gracia. - Mi tiempo no se puede perder.

Lo importante no es saber cómo llegamos sino atender cómo salimos. Más así es menester preguntar quien es quien quiere que salgamos. Nadie. Ahí comienza todo. [Narratividad] [Portación de síntesis por la historia] [Eventualidad, acontecimiento y venir al ser]

Yo tampoco digo no que ocurran cosas. Bien lo dices, el "miedo no anda en burro", pero de ahí a confrontar experiencias es donde se corre del paso crítico a una acción política que nos parece concreta cuando ya ésta está hecha de representación de representaciones. ¿Cómo lo sabemos? Pues que no sabemos nada. Los conceptos abstractos son los de contenido concreto e inmediato.

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nos desaperciben a tanto de textualidad. Sí, lo siento, es un tecnicismo propio pues soy filósofo en formación. [Nota sobre el método inductivo] Yo tampoco digo que no ocurra algo. Más la identidad de ese algo es lo único que me preocupa. Ese material empírico - lo empírico por ello mismo -, nunca es trascendente. Interpretar es el trascendentalizarlo: el propio explicar con base en ello. Y es que lo empírico, por lo empírico mismo, sólo resulta de una serie de síntesis analíticas que fragmentan del evento

el sentido. Ahí nacen las explicaciones, pero no con ello lo evidenciado se devela, permanece siempre en una interrogante, pues refiere invariablemente la propia certeza de un existente. El mismo material empírico es ya un interpretado, no transfiere lo existente sino por el medio del material mismo,[¿qué es aquello que de lo empírico es lo cierto? La Pietà de Miguel Ángel es el trabajo de Miguel Ángel, la piedra del Marmol, el símbolo del descenso del cuerpo del cristo y finalmente el vendabal que de ahí a nuestro decurso es por si inscribible y sólo por ello interpretable - no nos inventamos nada, que esto es Aristóteles. Más entonces la historiografía es ya la medida de relevancia de toda medida, un quinto elemento que a la ciencia social se le olvida. Lo empírico como tal podrá ser útil a las condiciones de reflexión que la Ciencia - y las ciencias sociales en emulación - se arroga. A la comprensión de lo humano es sólo una huella, pues ella misma es un fragmento temporal de la identidad del suceso. La condición de posibilidad de cualquier hipótesis es el índice de esa materialidad que la evidencia de la huella describe; más la hipótesis así entendida es tan sólo un instrumento descriptivo que permite a la investigación establecer correlaciones de significatividad al cruce de otras líneas de campo. A la historia sólo puede tener una relevancia heurística. Ello mismo es el principio técnico de la crítica, más entonces el vórtice que aleja a la academia del transcurso social es inmenso. A lo empírico, ese cruce, es el carácter mismo de lo evidente: nuestro observar tan sólo. Es así como sentimos. Más cabe apercatarnos en ello de que lo único puesto en relevancia a la instancia del miedo somos nosotros, humanos, demasiado humanos. Claro que a mi se me va la mano, y no puedo ver la situación en tanto situación misma: es menester abandonar teorías e ir a la temporalidad pura de lo humano, más así sólo me resta el ensayo: no hay condiciones técnicas para establecer análisis de coyuntura en tanto los trazos de la historicidad nos son difusos. A mí la historia se me hace un río, y ya no distingo de las metodologías el campo de sus efectos. El presente no se define sino ante un riesgo. Filosofo, más eso es sólo un comenzar.

[La genealogía de la articulación de las naciones] [La comunidad, las comunidades] [El poner por relevancia del signo - los intepretandos- es nombrar batallas, las decisiones, figurar los emplazamientos del diálogo; eso aquello que sólo de sí prescribe por real]

.Realmente los ojos mueren, las vidas juegan, los cereales se arrogan y todo yace detrás de un sueño. [Y justo de eso se trata, no comprender] [Tener ya por sabido]

[La cuestión por lo histórico mismo: la afirmatividad de la conciencia] [Ciencia y positividad] [Sobreasunción y redeterminación del ente en atención a la entidad: correcciones]

[Deductividad] Atención a la reiteración de efecto con base en el campo de las causas. El estandarizar las descripciones y procurar su retorno. La reintegración activa del acto reflexivo a la totalidad que ahora de sí se ampara: realidad, Ley, Nación, Estado. [El proceso lógico de la trama en el acto hermenéutico del interpretar: historicidad rememoradora, productora de canal y vasos comunicantes con las entrañas. Hacer historia es habitar la tierra.]

Las lagunas se dragan a fin de limpiar sus aguas. Más ello es siempre comienzo del habitad. Al significante conciencia histórica, a su historiografía, se le olvida fácilmente lo arquitectónico del sitio: ser es.

[No existe un acto –mucho menos instrumental- precedente a la investigación] [Investigar es siempre pasar el paso, dar por comienzo el comienzo. La investigación, en su alteridad comienza en el resto] [El resto y su fundamento al relato]

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[Pacto social] [Realidad, descripción, mito]

[Apercepción de desapercepciones] [La cita] [El investigar] [El seguir en el decurso] [Todas las cosas]

[Historia documental del pensamiento griego] [Homero, Hesiodo, Jenófanes, Píndaro] [Herodoto, Parménides, Esquilo, Solón] [Sófocles, Tucídides] [Eurípides, Sócrates] [Platón, Aristóteles]

DEVOLVER A LAS COMUNIDADES EL SIGNIFICADO DE LO HISTÓRICO. [Fin de la tercera exégesis a Evelia Trejo] [Comienzo de la tercera exégesis al texto de Gloria Villegas] [La atención a lo histórico]

Gloria Moreno Villegas, La historiografía de los movimientos sociales en México y su significado en

al conformación de la escuela histórica mexicana

La presente exposición se propone mostrar que los estudios sobre los grandes movimientos sociales registrados en México, han sido cruciales para la formación de una

escuela histórica mexicana. [1]

Y aunque se apoya fundamentalmente en la llamada “historiografía nacional”, seguramente vale para la que se ha ocupado de los estudios regionales, cuya investigación está por hacerse. La solidez y tradición de los estudios históricos en México, frecuentemente han permanecido encubiertas por la tendencia de adoptar, más que confrontarlos con nuestra propia experiencia, modelos interpretativos externos. Para analizar el significado de los estudios acerca de los movimientos sociales en México y su repercusión en la construcción de propuestas teóricas y metodológicas, son indispensables algunas precisiones conceptuales.

Lo histórico mismo: la conformación de la escuela histórica mexicana. Qué es ésta, la presente exposición respecto a lo histórico: Lo histórico anunciado desde el poder, no desde una instancia reflexiva: [ante este giro del discurso, el poder, lo histórico es atender] [La historia se escucha, aún cuando ella pasa cual susurro sin ningún aliento en suelo]

[El dar del darse]

Píndaro, Pítica IX, Antistrofa 5 [dación, evento]

Y así disponiéndolo, el libio dio a su hija, por novio, un hombre: junto a la meta la colocó, adornada para que el fin fuera extremo, y dijo, en medio, que la llevara quien habiéndose lanzado el primero la hubiera en torno a su peplos tocado. Allí Alexidamo, después que se fugó en la rauda carrera, A la doncella de amable con su mano por la mano tomando, La llevó, de los jinetes nómadas por entre el conjunto. Éstos, muchas le echaban Hojas encima, y coronas, Y muchas, antes, él había alas de victorias tomado.

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[Darse a escuchar –entenderse-: el imponerse mismo]

Las palabras con las que se señala lo histórico de lo histórico son lo señalado: la solidez, la tradición. Qué peculiares formas son estas, ¿la solidez, la tradición? Son, y son de lo histórico lo mismo [Su peculiaridad en tanto peculiares es ser dispuestos, disponibles: El curso mismo del discurso] [Ese saberse que del decurso es un fuego] Los términos de lo pactado, el pacto, el acontecerse [Hablar de la vida cuando la semilla es ya señor] [Señor mismo] [Ritos dionisiacos] [Ritos cristianos] [El ritual] [La sacralización]

[Apercatarnos del decurso que prosecute lo histórico en tanto atenciones. Los decursos que señala. El uso temperamental del sueño] {Nosotros][La amplitud][la carne]

En la posición de comando de la historiografícidad, ¿qué se ocurre con el olvido? El dominio del decurso: el correrse, un cristalarse: Palabras de Octavio Paz. [Solidez] [Tradición] [Experiencia] [Razónes –la importación de modelos]

¿Cómo refiere esta situación Villegas Moreno?

La solidez y tradición de los estudios históricos en México, frecuentemente han permanecido encubiertas por la tendencia de adoptar, más que confrontarlos con nuestra propia experiencia, modelos interpretativos externos.

Los tres momentos fundamentales de la obra historiográfica. Tiempo, conciencia, refresentación.

Si ellos son momentos que es el tiempo respecto al momento –que el momento ya presupone temporalidad dispuesta [El momento es momento en atención al programa]-

[la realización de un programa] - La frecuencia de lo frecuente. La frecuentocidad –el ciclo, la reiteración – del encubrirse –

pues necesarimante la tendencia misma de adopciónes un ser-relativamente-a-sí-mismo con respecto:

[ENCONTRAR Y ENUNCIAR EL LOGOS PARTICULAR] [O LA ORACIÓN SINTÉTICA

MÁS FUNDAMENTAL A FÍN DE APERCIBIR EN SU VERDAD LA DETERMINACIÓN DE LA ENTIDAD DEL ENTE Y LA ELECCIÓN DE LA ESENCIA DE VERDAD]

[TODO PROGRAMA ES PROGRAMA DE VERDAD]

Los transcursos que estas decisiones mueven. [La cualidad mundo que así se apercibe de todo: la cualidad tierra que lo precursa: el aliento [la humanidad de lo humano]: es espíritu del tiempo] De ahí los corrimientos y la propuesta de sentido. De ahí la escuela, lo histórico y lo mexicano.

[Tiempo y Verdad]

[Historiografía y descubrimiento]

[La historia mexicana y su palabra de verdad]

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[Sólo la historia escribe que tan grande es eso que somos como para disolver dentro de su campo toda dificultad]

[Más la recepción de la obra es su único fundamento en cuando acontecimiento de verdad] [El texto porta una verdad fundamental que en advenir lo figura: lectura]

[Lectura –no hay calidad de transfondo- es evento] [Posesión y descripción de las categorías fundamentales que argumentan el análisis históriográfico] [la síntesis positiva de categorías]

[el nombramiento del tiempo] <- [fenomenología] [si mismo]

[el nombramiento del la conciencia] - [extrañamiento temporal]

[el nombramiento de la representación]

[Temporalidad]

[Conciencia] [Investigación]

[Representarse] [El eso en su estar ahí}

[Escritura] [el algo del lector]

Del “eso” del historiador al “algo” del lector el evento es

la fundación del momento de verdad: Historia. [+El momento epistemológico de la evaluación]

[la sección de momentos y su encumbramiento A todo]

[La historia como interpretación del evento del momento] [La medida, la escritura] [la voluntad de poder]

[Historia y metafísica] [Disolución narrativa de

La problemática epistemológica Realismo-idealismo]

[El relato –la totalidad- y las aguas de Lethe]

Potencia y figuración de aconteceres: Occidente.

[Potencia es la analogía del ser]

[Figuración es la alegoría trascendental]

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[de por medio yace el silencio de las metafísicas transparentes]

[lo emergencia de la ciencia en secularización] [Integración de estructuras]

([Composición y monumento de verdad] [hitos] [inscripción][estructura][prosecución y Estado] [ser-ahí] [cultura])

[La metafísicas transparentes]

[Aquí hemos llegado la dialéctica al fondo de la misma laguna] [El olvido en quien después se nombra al hombre]

[Er]

Escuchemos nuevamente:

La solidez y tradición de los estudios históricos en México, frecuentemente han permanecido encubiertas por la tendencia de adoptar, más que confrontarlos con nuestra propia experiencia, modelos interpretativos externos.

La cubierta, el frecuentar del cubrir: las prácticas de lectura, formación académica y reconocimiento [el mundo de los colegas]: el no implementar el trabajo presente [vicios y prejuicios de la academia mexicana]. [Modelos interpretativos] [La comprensión misma de la academia de las cuestiones relativas

a la investigación científica. Mexicanos y formación en el extranjero]

[México, tierra de dientes] [La hermenéutica de la solidez]

[La hermenéutica de la carne]

[Confrontación con la experiencia propia] [¿Condiciones propias de la confrontación? ¿La

confrontación por definición es la disolución de jerarquías?]

[No es la confrontación en un régimen verbal de jerarquías] [Siquiera se suscita el diálogo]

[Las palabras de Enrique Krause - Krause!!!- sobre el volumen de históricas sobre el bicentenario]

[El anunciarse de las estructuras de poder] [Articulo ¡??? Constitucional] [lo histórico] [Fin de la tercera aproximación al comienzo del texto de Gloria Villegas]

[Comienzo de la tercera exégesis al comienzo de Zermeño]

Lo histórico mismo:

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La concepción actual de la historia como actividad científica está determinada por el proceso histórico que la conformó como un saber autónomo productor de nuevos conocimientos sobre el pasado. Una manera de comprender su peculiaridad consiste en someterla al análisis histórico. Por este medio podemos observar las condiciones que hicieron posible su aparición e incluso los elementos que pudieron haber intervenido para fijar una imagen emblemática de lo que podría esperarse del trabajo del historiador. Nuestra hipótesis es que esta manera de establecer las relaciones entre el pasado y presente se jugó y se fraguó básicamente en el siglo XIX.

Lo histórico, la concepción actual de la historia, está determinado por el proceso histórico que lo conforma. La era contemporánea, la era del dominio de la naturaleza, es igual que la era de la conciencia histórica, tal como Marx declara:

“El hombre siempre ha hecho su historia, más sólo ahora la ha hecho consciente:”

Infraestructura civilizatoria para el comienzo de la presencia: sólo al comienzo de la presencia comenzar define el Estado. La trascendentalidad pura de su espacio es el tiempo: [el infinitivo histórica y la sujeción a la Ley] [Conciencia]

[conciencia y religiosidad] Nota general sobre la arquitectura total de la obra:

La advertencia de Gadamer y Ricoeur sobre la filosofía de la historia hegeliana.

Heidegger y su confrontación a la negatividad hegeliana.

Hegel, la negatividad y el espíritu: La filosofía de la historia de la historia de la filosofía: La vanidad de su ciencia – cita del discurso inaugural al curso de Historia de la filosofía:

La filosofía y su voluntad total: Gadamer y los requisitos del filósofo: La historiciad, la efectualidad, la efectuación: el apunte de Gadamer sobre la técnica, la cultura y la administración: Campesinos y los requisitos de lo actual: la lectura de Mundo: la pregunta fundamental. Heidegger y su nota sobre el problema nacional de la filosofía de Nietzsche:

México y su ser ahí con el Mundo:

Empédocles, Proemio, 9

Osa, pues, Y, en atrevimiento, A la cima de la sabiduría Asciende apresurado;

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Y, entonces, mirarás con todo empeño Qué es, en cada cosa, lo manifiesto; Y ni aún teniendo vista La creas más que a las pupilas; Y ni aún oyendo ruidos extremados Los creas más que a claros sonidos de la lengua. Y donde el pensar esté presto De las demás cosas ninguna creas; Vuelve la espalda a la fe de los miembros; Más bien piensa Qué es, en cada cosa, lo manifiesto.

Hegel, Discurso inaugural, Lecciones sobre la filosofía de la historia

La historia de la filosofía ofrece la curiosa particularidad pronto advertida, de que si bien es cierto que encierra un gran interés cuando el tema se aborda desde el punto de vista que merece, sigue siendo interesante aunque su fin se enfoque al revés de como se debiera. Y hasta podría afirmarse que este interés gana en importancia, por lo menos aparentemente, a medida en que se parte de una idea errónea de la filosofía y de aquello que su historia aporta en este sentido; en efecto, de la historia de la filosofía se extrae, ante todo, una prueba muy clara de la nulidad de esta ciencia. Es justo exigir que toda historia, cualquiera que sea su objeto, exponga los hechos imparcialmente, sin que en ella se pretenda imponer ningún interés especial, ningún fin especial. Sin embargo, el lugar común que este postulado envuelve no nos llevará muy lejos, ya que la historia de algo, sea lo que fuere, guarda la más estrecha e indestructible relación con la idea que de ese algo se tenga. A tono con ello se determina, naturalmente, lo que para ese algo se considera importante y conveniente; y la relación entre lo ya acaecido y el fin propuesto impone, quiérase o no, una selección de los acontecimientos que se narran, el modo de concebirlos y los puntos de vista bajo los cuales se colocan. Y así, según la idea que se tenga de lo que es el Estado, puede muy bien ocurrir que un lector no descubra en la historia política de un país absolutamente nada de lo que busca en ella. Este mismo caso puede darse, con mayor razón aún, en la historia de la filosofía y no sería nada difícil señalar exposiciones de esta historia en las que encontraríamos o creeríamos encontrar cualquier cosa menos lo que reputamos por filosofía.

Heidegger, Aportaciones a la filosofía. Acerca del evento, §76, Proposiciones sobre “la Ciencia”, 18, [Fragmento]

En el decurso de la historiografía no sólo crece el material, se hace no sólo más claro y, a través de refinadas organizaciones más rápido y confiablemente accesible, sino ante todo se hace en sí cada vez más estable, es decir, permaneciendo igual en el cambio de los respectos, a los cuales es subordinado. A través de ello el trabajo historiográfico se hace cada vez más cómodo, porque sólo se ha de realizar aún la aplicación de un nuevo respecto interpretativo en el material fijado. Pero la historiografía nunca inventa por sí misma el respecto interpretativo, sino que ella es siempre sólo el reflejo de la historia presente, en la que está el historiador, pero que él precisamente no puede saber históricamente sino por fin sólo de nuevo explicar historiográficamente. Pero el cambio de respecto interpretativo garantiza entonces por más largo tiempo una plétora de nuevos descubrimientos, lo que a su vez refuerza a la misma historiografía en la autoseguridad de su progresividad y la consolida siempre más en su propio apartarse de la historia. Pero si acaso se

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eleva un determinado respecto interpretativo como el único determinante, entonces la historiografía encuentra aún, en esta claridad del respecto conductor, además de ello, un medio para elevarse encima de la historiografía vigente, cambiante en sus respectos y llevar esa estabilidad de su “investigación” a la largamente correspondencia con las “ciencias exactas” y devenir propiamente ciencia, lo que se manifiesta en que se hace capaz de emprendimiento e instituto. [Inicio del cuarto giro exegético: el ser-ahí]

El ser-ahi es la simultaneidad del espacio-tiempo con lo verdadero como ente: Heidegger

De la historicidad misma, el ente, es la escritura del escribir el momento de la apertura al sentido: la lectura de quien escribe: apercibir apercepcionariamente [¿No la unidad de la apercepción, no la apercepción misma o el ir de la apercepción –su estarse sustrayéndose de si?] Ser y estar en codeterminación fundante con el evento mismo de la verdad a tanto dar lo manifiesto del manifestarse: La tierra del mundo La simultaneidad, escribir, pensar: remontarse al origen del originarse: el foco. De su sección existencia y conocimiento –la traza de adscripción fenoménica a lo reglamentos onto-epistemológicos de la disciplina. [Cuarta exégesis a Evelia Trejo: el ser-ahí]

El registro de lo histórico corre por cuenta de las comunidades, pero en muchas ocasiones se sintetiza en la palabra de los historiadores. Y es mediante la palabra que se devuelve a las comunidades el significado de lo histórico. Cuando se toma conciencia de lo que hace el tiempo, que todo lo muda, todo lo mueve, todo lo desvanece, se intenta detener esa “tempestad del viento” mediante la palabra. Ese acto que supone todo un proceso de apropiación del pasado ha sido denominado historiografía. Hago aquí un alto para precisar algunas cuestiones sobre ella.

El referirse al tiempo, el referirse al espacio, el espaciar del sentido, el temporalizarlo Sentir el sentido, sentirlo. Sentir el sentido, sentirlo. Lo verdadero como ente:

Cuando se toma conciencia de lo que hace el tiempo, que todo lo muda, que todo lo

mueve, todo lo desvanece, se intenta detener esa “tempestad del viento” mediante

la palabra.

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Cuando se toma conciencia del tiempo. ¿Qué es el tiempo? Eso que todo lo muda, eso que todo lo

mueve, eso que todo lo desvanece. Eso que todo. ¿Es eso respecto al totalidad? Eso que es, es ser tal

que por la temporalidad respecto al todo es la propia conciencia. El entendimiento del todo. Todo es todo del ente. La totalidad, la conformidad respecto al ente,

[El entendimiento de lo verdadero y la cotidianeidad] [La comunidad de la comunidad] La

cotidianeidad es que el registro de lo histórico corra por cuenta de las comunidades. ¿Qué es

una comunidad y cómo? ¿El correr de la cuenta? La cuenta, el relatarse del relato: Identidad y

comunidad. [Alteración de alteridades] [Extrañamiento y des-extrañamiento][Integración,

institucionalidad y plazos]

[Nosotros mismos al paso de] [El interpretar] [el sustraerse a la interpretatividad] [El referirse del

texto a nosotros mismos] [Nosotros y la palabra del historiador] [La palabra de los historiadores]

[la conversación, el diálogo, la confrontación] [Comunicación-comunidades]

[Interpretar, clasificar, resumir y catalogar] [Valoración de valores] [La historiografía como

valoración de valores] [Interpretar y la alegoría trascendental][La fijación cronológica del ente]

[Absunción y significatividad] [Sistema e identidades] [Registro y registrarse] [El olvido del ser al registro del registrarse] [acontecimiento] [el registrarse de sí]

[el evento] [el registrarse del ser] [la intrepretavidad (ser-ahí)] [lo registrante]

[el ente] [lo registrado] [Historiografía e interpretación] [La entidad del

ente] [La decisión, el decidir]

[Tempestad del viento] [lo que el tiempo hace] [Ser-ahí y lenguaje] [Babel} [La confusión del

logos]El lenguaje es ya siempre la simultaneidad de los pasos, lo verdadero como ente. [Lo

verdadero es verdadero de la verdad]

[Qué elección se ha tomado en esto respecto al ente y su entidad] [Entidad y la esencia de la verdad] [el sus-traer-se] [la sustracción de significatividad] [la devolución de significatividad] [Palabra, oscuridad, ocaso]

Heidegger, “La época de la imagen del mundo”, en Caminos del bosque, p. 63

En la metafísica se lleva a cabo la meditación sobre la esencia de lo ente así como una decisión sobre la

esencia de la verdad. La metafísica fundamenta una era, desde el momento en que, por medio de una

determinada interpretación de lo ente y una determinada concepción de la verdad, le procura a ésta el

fundamento de la forma de su esencia. Este fundamento domina por completo

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Page 65: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

todos los fenómenos que caracterizan a dicha era, y viceversa: quien sepa meditar puede

reconocer en estos fenómenos el fundamento metafísico. La meditación consiste en el valor de

convertir la verdad de nuestros propios principios y el espacio de nuestras propias metas en

aquello que más precisa ser cuestionado.

Aristóteles, Metafísica, 1041b

Donde lo que buscamos se torna más huidizo es cuando una cosa no se predica de otras, como

cuando buscamos qué es el hombre; porque entonces, en este caso, nos encontramos con una

expresión simple y no distinguimos por qué razón ciertos elementos forman parte de esto. Es

menester distinguir los miembros de la pregunta antes de comenzar la indagación: de otro modo

es como buscar algo y, en el fondo, no buscar nada. Y desde que es menester que estemos en

presencia de la cosa y que se le predique el ser, es evidente que la indagación gira en torno a saber

por qué una materia es tal cosa. Por ejemplo, estos materiales constituyen una casa ¿por qué? Porqué “lo que es ser casa” pertenece a la casa. De la misma manera se dirá que esto de tal índole

es un hombre o que este cuerpo es precisamente esto. Entonces lo que se busca es la causa, y

esta causa es la forma por la cual la materia es algo determinado, y esto precisamente es la ousía. Resulta claro que, en el caso de las naturalezas simples, es imposible la investigación y la enseñanza; respecto de tales naturalezas es menester recurrir a otro modo de investigación. Toda doctrina del concepto es una doctrina de lo real. Los conceptos sólo son conceptos.

Lo ónticamente más próximo es lo ontológicamente más lejano: lo óntico, el disponerse mismo de

lo precomprendido, es el suceder al acontecerse del presentarse, la concepción de la conciencia

ante la conciencia misma [qué yace detrás de y qué y cómo alcanza una preeminencia ontológica a

fin de afincar la categorialidad de una teoría de saber] [Más entonces, a estas alturas e la historia,

en qué buscamos ponernos de acuerdo?] [Que justo esa historia no es. Lo mismo que la palabra

Historia trata de pensar permanece en el intento. Más entonces, el presentar eso que al paso es el

pase mismo es simple, sólo es del habla de quien se habla. [¿Más cuáles son las condiciones

mismas de su presentarse?] [Las tesis fonocéntricas; el antropologicismo] [Las clasificaciones de

las metafísicas y sus implementaciones como lógica, ciencia, religión o economía]

[El poner ahí del hombre. El hombre y su nombrarse: el nombrarse del hombre, la amplitud de la cosa: su costado. La sonrisa quieta que se interpone, todo su cuerpo]

Historia y las metafísicas de la transparencia: democracia y gubernamentabilidad: la información y

el espionaje. La naturalización de la información. La venta de intenet como un hipermedio,

hiperfuego, hipercampo. [Las nuevas realidades y su noticia] [Es la política y el sujetarse] [Es la doble moral o el mercado][Las manos sólo se levan de ser transparentes]

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Nietzsche, La voluntad de poder, § 711

Los medios expresivos del lenguaje no se utilizan para significar el devenir; propio de nuestra

inevitable necesidad de conservación es suponer permanentemente un mundo grosero de

elementos permanentes, de “cosas”, etc. Relativamente, podríamos hablar de átomos y de mónadas; y es cierto que el mundo que tiene menor duración es el más

duradero… No existe voluntad: hay puntuaciones de voluntad, las cuales

constantemente aumentan o disminuyen su poder. Heidegger, Meditación, § 20 La “finitud” del ser [Fragmento]

El intento que asume el escrito Kant y el problema de la metafísica, de dilucidar por

camino “historiográfico” un comienzo totalmente otro de la historia del ser y hacerlo

comprensible, tiene que fracasar necesariamente; condujo a equiparar

historiográficamente y en esencial a aniquilar el intento del pensar que comienza. La

consecuencia es luego la curiosa situación: por una parte Ser y tiempo es interpretado

como una continuación y un complemento de la Critica a la razón pura y de su “antropología” y con ello computado historiográficamente y hecho indiferente, por otra

parte se juzga la interpretación de Kant como unilateral y haciendo violencia. Según el

“efecto” “historiográfico” –que visto según la historia del ser en todo caso no tiene peso –

no ha sido lograda una dilucidación de Ser y tiempo ni producida una interpretación de la

Crítica a la razón pura. En verdad, quien es capaz de pensar a partir del saber de la

pregunta por el ser reconocerá otra cosa y no quedará pegado al “efecto historiográfico”.

Lo que la palabra “finitud” quiere decir y denominar no es una “propiedad” del ser y del

ser ahí acabadamente comprobable, sino el título inadecuado para lo más cuestionable

de lo que en sí oculta la cuestionabilidad como distinción.

La cuestión no es cómo traducir mejor o no un concepto, sino como atender la relación

de ser que el lenguaje preescribe. Gadamer lo nombra participar del sentido. Ya de ahí

decirlo con las palabras es todo. Más nombrar así a esto paráfrasis y someterlo al indicio

de la estructura genética de nuestra lexis, bueno, el abismo, la impostura y la sujeciones.

Ser-ahí, es ahí todo, no importa cómo se diga. Estar, estar-ahí… y al Dasein mismo es ahora - cual siempre- menester redimirlo…

Wittgenstein, Investigaciones filosóficas, § 265 [final] y ss.

Consultar una tabla en la imaginación es tan poco consultar una tabla, como la imagen del

resultado de un experimento imaginado es e resultado de un experimento. 266. Puedo mirar el

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reloj para ver qué hora es. Pero también puedo mirar la esfera de un reloj para adivinar qué

hora es, o desplazar con este fin la manecilla de un reloj hasta el lugar que me parece correcto.

Así la figura del reloj puede utilizarse de más de una manera para determinar el tiempo. (Mirar

el reloj en la imaginación)

267. Supongamos que quisiera justificar la elección de las dimensiones de un puente que se

construye en mi imaginación haciendo primero pruebas de resistencia con el material del puente

en la imaginación. Esto naturalmente sería la imaginación de lo que se llama justificación de la

elección de las dimensiones de un puente. ¿Pero lo llamaríamos también justificación de la

imaginación de una elección de dimensiones? Reinicio del cuarto giro exegético. Zermeño, la atención al ser-ahí.

La concepción actual de la historia como actividad científica está determinada por el proceso histórico que la conformó como un saber autónomo productor de nuevos conocimientos sobre el pasado. Una manera de comprender su peculiaridad consiste en someterla al análisis histórico. Por este medio podemos observar las condiciones que hicieron posible su aparición e incluso los elementos que pudieron haber intervenido para fijar una imagen emblemática de lo que podría esperarse del trabajo del historiador. Nuestra hipótesis es que esta manera de establecer las relaciones entre el pasado y presente se jugó y se fraguó básicamente en el siglo XIX.

Saber autónomo productor de nuevos conocimientos sobre el pasado.

Respecto al pasado, que el acontecer del conocimiento: Su acontecer, el régimen de simultaneidad: saber autónomo productor de novedad.

Saber autónomo productor de novedad: representación representante. [La función representadora] [La escritura]

*El ahí+ *… ese ahora poco importa+ *El historiador y la escritura+*El historiador y la historia+*El

cinismo][La voluntad de creer][El crear] [Ya el relato parte de la Verdad][Así se escucha]

El criticismo comienza en la autoescucha. En la absumición del relato y se reconversión al otro yo en quien es todo la cosa.

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La cosa así se forma y se conforma. Adviene, concita y conviene cual ente. Él mismo es ahora quien habla: [Dasein y el ser-ante-la-palabra] El pasado, bueno, ya sólo hace falta decir que el pasado no existe.

[¿Cuándo y como lo hemos dicho?] El pasado, más que una presencia, es el presentarse, presentarse es advenir siendo sido.

La complicación heideggeriana al caso. La posibilidad y la restricción de Heidegger: el totalitarismo totalizado: el paso por la historia y la derrota.

[Americanismo] [México y la función institucional] [América, el poder, el vacío]

[De la formación continental, la dispersión cognitiva] [México y las formas del llenarse] [América y la institución social][Iglesia, dispersión, (la estación institucional)]

[México y el régimen de las personas] (Exégesis a Piedra de sol en camino de la institucionalidad y la

construcción de emociones] [E-moción] [La Moción es un moveré] [El conflicto de las facultades]

¿Cómo pregunta el evento la pregunta “¿Por qué Benito Juárez cerró la Real y Benemérita universidad de la ciudad de México”? No sólo la causa, también la justicia: Tomar así, veinte, treinta, cuarenta historiadores.

Tomar sus preguntas. El ser-ahí que pregunta y responde es todo si de Historia interroga la interrogante.

La realidad de la realidad de universaliza: La universidad misma un reino

No bueno, pero cómo no considerar que el problema sea la ley: Digo, como por los ideales griegos crucificar a un hombre. Crucificarlo realmente. La filosofía y el giño:

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[El criticismo, la conciencia crítica, la trascendentalidad de la culpa. La naturalización] [El esto no es esto heideggeriano] La filosofía y la conciencia cínica.

A este güey no la haces entender: [- mira, dilo así, después así hazlo, dices acá esto y que todo quede así] [Historia y productividad] [Lo dicho, no hay verdad en esta república. Ser historiador es ser y significatividad.

El criticismo, la restricción a la historicidad. [Historiografizaciones] [Sujeción del evento a la

experiencia][La instrumentalización del olvido del ser] [Ser, ser-ahí, eterno-retorno de lo mismo,

parousía del absoluto: La pregunta que pregunta la esencia de la verdad] [La verdad, el esenciarse] [Tesis explicativas sobre el surgimiento de la ciencia. Historia de la historia británica siglo XVIII.]

[La vocación científica y el espíritu científico] [El régimen histórico de las

interpretaciónes][Interpretar, sí, interponerse] [Interpuestos a la historicidad]

[Las trascendentalidades][Interdicción] [Puesto, posición, lenguaje] [América y la puerta histórica] [- Tal cosa, qué tiene? – No es la cosa, soy sólo yo, yo solo, solamente.] Yo te daba algo, tú me dabas cualquier cosa Como dos sillas y abatelenguas en tu espalda No somos ya los tigres que antes tocaban el tambor Si quiero salir, quiero jugar al fuego, Quiero ladrar, Quiero gritar de nuevo.

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[FINALIZADO]

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[TÍTULO SEGUNDO] MEDITACIONES TRASCENDENTALES AL RESPECTO DE LA HISTORIOGRAFÍA Exposición trascendental del contenido trascendente o inmanente de la diferencia

fundamental que reporta el sitio HISTORIA/HISTORIOGRAFÍA

¿QUÉ PREGUNTA ES LA QUE ESTABLECE LA PAUTA A BIEN DE COMPRE-HENDER DE TAL DIMENSIÓN LA REALIDAD? La incapacidad de la realización por la verdad de la entidad Condiciones metafísicas generales de la meditación contemporánea: La metafísica del siglo XX:

Esa pregunta es de sí el comienzo de la dianoia. ¿Qué es la dianoia para el método? El sitial de la dianoia en DESCARTES.

El sitial de la dianoia en kANT.

El sitial de la dianoía en Hegel.

Lo verdadero de la historia de la filosofía. Heidegger, Aporaciones a la filosofía, 17. La necesidad de la filosofía

“Porque meditación es auto-meditación y en consecuencia entramos en la pregunta, quiénes somos, y porque nuestro ser es histórico ya saber en primer lugar sobreviniente sido, la meditación deviene necesariamente pregunta por la verdad de la historia de la filosofía, meditación acerca de su primer comienzo, que aventaja todo otro, y de su despliegue hasta el fin.”

¿Por qué en la diánoia colocamos todo la condición técnica de la filosofía? La diánoia esencialmente es pura lectura.

Toda diánoia es de la política la fundación:26

La diánoia es como tal, el par dialéctico con el cual Aristóteles construye la relación diánoia/ noema

Así la diánoia se muestra como la inversión negativa de la dialéctica. La dialéctica misma realizada en experiencia: a tal punto el pensar.

Aportaciones 91. Del primer comienzo: Si buscamos la historia de la filosofía realmente en el acaecer del pensar y de su primer comienzo, y dejamos abierto este pensar en su historicidad a través del despliegue de la pregunta conductora, no desplegada en toda esta historia hasta Nietzsche, entonces el movimiento interior de este pensar podrá ser retenido, si bien sólo formalmente, a través de pasos y grados singulares: La experiencia y percepción y reunión del ente en su verdad se consolida en la Pregunta por la entidad del ente al hilo conductor y la anticipación del "pensar" (enunciar perceptivo).

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Ricoeur, en Tiempo y narración a punta lo siguiente: apunta al punto lo siguiente:

Es igualmente correcto el argumento de que la comprensión es completa cuando se capta una acción determinada como la respuesta a un acontecimiento ("enviar un telegrama" responde a "recibir u n ofrecimiento"); pero el vínculo entre enviar un telegrama y recibirlo está garantizado por un término mediador: "aceptar el ofrecimiento", que engendra un cambio del estado de cosas inicial al estado de cosas terminal. Así, n o tenemos derecho a generalizar, a partír de la "respuesta", diciendo que "la acción y los acontecimientos de una historia comprendida como un todo están unidos por una red de descripciones que se apoyan unas en otras" (p. 556). La abolición de las frases marcadas por tiempos verbales, en esta red de descripciones que se apoyan mutuamente, es la señal de que la cualidad narratíva de la historia ha desaparecido con el vínculo temporal. Se puede afirmar con razón que, en la retrospección, todos los incidentes que se h a n producido en la historia de Edipo pueden captarse j u n t o s en su retrato. Pero este retrato equivale al "pensamiento" de la tragedia de Edipo. Así, pues, el "pensamiento" que Aristóteles llamaba dianoia es u n aspecto derivado de la trama con igual razón que los caracteres. Nos queda por ver de qué manera la trasposición del concepto de trama de la crítica literaria a la epistemología de la historia puede iluminar la dialéctíca concreta entre discordancia y concordancia en la narración, dialéctíca del relato narrativo que no se ha tenido suficientemente en cuenta en el análisis del modo configurante de comprensión que tiende a suprimir su cualidad temporal en nombre del objetivo que se le presta de igualarse al totum simul del conocimiento divino.

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Page 73: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

[Primera parte inductora de la Poética historiográfica de la historiografía]

[Al sitio del paso de nuestra lectura, es menester comprender cuál es la radical alteridad de Otro a

bien de avenirnos a un acuerdo comunicativo en términos del rendimiento máximo de cursos

heurísticos de la poética en aplicación] Fenomenología hermenéutica de la historiografía contemporánea La selecctiva de casos, la justificación al calce de su aparición, es la producción de aparatos

Fernando de Alba Ixtlixochitl, texcocano y reivindicador del mito moderno al juego de Tlaxcala nombra: Análisis preparatorios: Destrucción de laberintos. La eminencia abstracta de la historiograficidad: la condición de la apercepción: las devastaciones:

[Los MAYAS Y LA POTESTAD DEL HURACAN] Retorno diegético al Popol Vuh Las alianzas tlaxcaltecas tras la disolución del paso.

El espíritu tlaxcalteca reclama a su evento la no justificación. Él es qué…. Él por qué… son categorías lógicas que reduman en lo innecesario del paso.

[De aquí en el aparato crítico ir colocando ideas afines, relativas, compuestas o contradictorias al

paso de otros textos del autor, eso brinda la pauta para ver emerja de sí el efecto: algo tal como de

lo entrañable se sigue al paso la familiarización. [JERARQUÍA DEL DEBATE PARA CON LA

ARQUITECTURA DEL APARATO CRÍTICO: EL ARQUITECTO] Si el arquitecto no es todo estamos

hablando de mercantilismo [al paso vale de papel la nota: el fascismo es el mercantilismo

industrial]

Más bueno, [TODO APARATO CRÍTICO TIENE AL PUNTO El PASO DEL METAL] A la geometría

podríamos decirlo así: el punto no es, al punto subsiste a la línea. Ella misma, posibilidad de

condición, es quien acciona el aparato mismo del representar al sí de la representación, la

apercepción pura, el régimen de composición es el algo mismo que nos aparece al paso del título

total del todo. [CRÍTICA A LA RAZÓN PURA] [Y ES QUE YA TODO APARTATO CRÍTICO ES UN

NEGOCIO] Un aparato crítico es algo tal que sólo al punto de pasar y mentir puede él mismo pasar

y decir de sí todas las cosas: la pauta única del cínico es una advertencia relativa a la formación de

la verdad: recuerda todas las mentiras anteriores]

Al claro de la estructura argumental, la estructura narrativa se acostumbra del mismo uso: de ahí

la verticalidad histórica que sucumbe ante Kant; y es que Kant se ocupa en las cuestiones

financieras y netamente jurídicas de la orqustación del Estado contemporáneo. [La metafórica del

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Page 74: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

negocio al paso de la analítica trascendental kantiana ya invierte de sí la proporción en qué ella

misma se administra, emplazando en plazos los sitiales de la apropiación propicia en quien

devenga la colocación de Razón. Esa colocación de razón es de la historia misma la oportunidad científica.

Al paso la disposición de nuestro método no distingue en nada al método trascendental de Kant,

de Heidegger, de Foucault, de Derrida o de Lévi-Strauss. Ante lo que historiográficamente cabe

nombrar Metafísica, el método trascendental de Kant es el sitio de la creación, esa creación es la

escuela trascendental.

El sitial de la historiografía pasa entonces el paso al otro, el espacio es siempre el pensamiento para el otro: lo que del traductor cabe pensar del pensamiento del texto de Hayden White por historiografía es ya el realce que sigue de una recepción del producto historiográfico:

La diferencia del traductor el prologuista a la idea sintética de un enunciado es todo. Esa totalidad

es infinita: De ahí la irrelevancia ante el paso y huella del destino, eso mismo que a razón

identificamos sentido [Al caso es menester preguntar: Cómo la analítica anglosajona (¿al paso

reefectuación británico-trascendental de Kant realiza a su alcance el nombramiento del ente?)

Lo que estamos tratando de colocar en la mira del lector al suscribir un aparato crítico es sólo el

trigo, ese trigo fundamental que es el corazón de toda respuesta que por pregunta un historiador

pueda comprender y explicitar de sí –de su comprensión- al calce. Al caso la sensibilidad no es una negación, sino la positividad de un talante.

[SÍ – COMPRENSIÓN –DIFERENCIALIDAD] {TEMPORIZACIÓN TEMPORAL DE LA IDEA] [EL PLAZO DE LA LECTURA] {EL TEXTO, SU TEXTO] [La descomposición] [La escritura y la muerte de dios]

Hayden White, El contenido de la forma, [p. 10] [¿Cuál es la idea relativa de la historiografía?] [LA

DISTANCIA IDEA CONCEPTO] [la trascendentalidad de Kant a Platón [¿Cuál es la idea de la idea que

hasta aquí, al punto, se ha pensado al respecto del para poder hacer esto?] [La habilitación]

[REQUISITO ES UN PARA-PODER] [Ideas relativas se fijan en categorías relativas, las categorías

absolutas son sus pares compuestos. La polaridad dialéctica, de sus signos e interrogaciones nos es

al paso indistinto] Corremos junto al viento, pasamos y sopamos del cristo la cruz, la encina, el palo

divido de algún triste cuerpo. [Pasamos, enunciamos, corremos y pasamos a igual] [El eterno

retorno de las cosas] [Los mayas y el retorno] [El pensamiento de la serpiente]

[El pensamiento del águila] [La emergencia de la posición metafísica fundamental que de México cruza la hondonada en Voz] Escuchamos, haremos filosofía:

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Page 75: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

Sólo al uso del concepto empleado por definición al curso del discurso de la historiografía, pueden historiadores como George Iggers o Jaume Aurell emplear significativamente el término historiográfico como sustantivo verbal para referir la práctica de una totalidad histórica, al tiempo que nombran con ello un plano trascendental de anudación lógica [A] HISTORIA INTELECTUAL: Hayden White: La sucesión categoríal de la palabra, HISTORIOGRAFÍA: [La práctica de un informe] [Lenguaje, ousía, prescribir] [“no gestiones un informe problemático”]

[A] EL HECHO PURO DE LECTURA: LO QUE PUEDE INFERIRSE EN AFIRMACIÓN TÁCITA.

[_INMANENCIAS_DE_LA_SIGNIFICATIVIDAD_]

La certeza ontológica que el relato reporta: Al PASO SE PUEDE HABLAR DE DOS HISTOROGRAFÍAS. LA HISTORIOGRAFÍA TRADICIONAL Y LA HISTORIOGRAFÍA CIENTÍFICA.

¿Al paso? La pregunta pertinente podría ser: ¿cómo se significa el desarrollo de la comprensión del propio White respecto a la identidad lógica de ambas historiografías? Es decir, al paso del texto del propio White, al comprender de su comprensión, la significatividad se significa ¿Dónde podemos colocar su obra respecto a las ontologías y epistemologías que esas historiografías para sí reclaman?

[W]

Pero ¿dónde es o cómo está ese espacio donde se permite colocar, distinguir o separar objetos específicos a tanto de categorías diferenciales tales como lo científico y lo tradicional? Decimos que el fundamento de la operación es el discurso ontológico de los modos. Ese ser, o ese espacio donde se permite colocarse algo, distinguirse-cosa

¿Dónde se mueve entonces el punto del argumento? A esta pregunta la denominaremos la interrogación por el sitial.

Atada del cruel ocaso tu corazón la verdad.

I

Cual amantes del vacío nos reintegramos solos a la Aurora, Sin decirnos jamás del tiempo Kukulkán, Un susurro y el nombre del oscuro reparo.

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Page 76: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

II

Todo lo que trama el Sol ante nosotros no somos, no estamos, más ahora las aves nos contemplan cual si fuéramos nosotros del humo la voz, nuestras oraciones.

III

Nos debemos ya la devoción Kukulkán más ahora al canto apenas susúrrale el llanto las palabras de aquel oscuro farallón, las cosas, tus hombres, el nombre debajo del morado monte de terrón en terrón, a los peñascos y en las cavernas uno a uno al Occidente, de los venablos en los desfiladeros del venado donde de tus sueños vimos lo hoja de su voz, Todos tus hijos Aurora, Todos tus hijos nombrados los venados, Juntos, Todos tus hijos descollados, Desangrados todos juntos entre la luz y los relámpagos del Sol.

IV

Ahora se dice que viene el tiempo, a robarnos… acurruca a la paloma en una palabra que dice, cuando ésta ya dice y se embarca toda azul a los templos, de quien a la cornisa alado, aquél que hizo de la gruya la palabra divina que en viento nos huye, de la cal nos hizo y nos huye, todos nuestros ixtles, nuestros ixtles carcomidos por el suelo. De ahí el discurso de disponer e informar. Nosotros hemos de estar atenidos a la interpretación del intérprete, ese que del mensaje histórico transfiere la información, el lenguaje. Más al caso, Hayden White no es un historiador así o asa, es más bien lo contrario, es la historización a sí de la condición que al orden de pensamiento del ser, a partir de White, se vuelve por condición algo sólido, algo se apercibe. Este retorno del discurso es para el historiador el poder tipologizar, es la

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comandancia de su puesto al tipo de mismo de su clasificación. La tipología de ello es sólo a la aceptación tácita de lo ininterrogado del texto mismo [eso específico de aquello que Hayden White lee]. Leamos. Hayden White, El contenido de la forma, [p. 11]

Esta crítica del discurso narrativo de los recientes defensores de la historiografía científica va de la mano del rechazo de la narratividad por el modernismo literario y de la idea, generalizada en nuestra época, de que nunca puede representarse fielmente la vida real como algo dotado del tipo de coherencia formal que encontramos en la narración convencional, formal o fabuladora. Desde su invención por Herodoto, la historiografía tradicional ha defendido mayormente la convicción de que la propia historia consiste en un agregado de relatos vividos, individuales y colectivos, y que la principal tarea del historiador consiste en desvelar estos relatos y reescribirlos en una narración, cuya verdad consistiría en la correspondencia de la narración contada con el relato vivido por personas reales del pasado. Así concebido, se suponía que el aspecto literario de la narración histórica incidía sólo en ciertos retoques estilísticos que hacían que el relato resultase expresivo e interesante al lector, en vez de en el tipo de inventiva poética que se presupone característica del autor de relatos de ficción.

[1] LA CRÍTICA DEL DISCURSO NARRATIVO DE LOS RECIENTES DEFENSORES DE LA HISTORIOGRAFÍA CIENTÍFICA VA DE LA MANO DEL RECHAZO DE LA NARRATIVDAD POR EL MODERNISMO LITERARIO.

El fundamento ontológico-fundantal de ambos cursos es uno27

: 27

Así lo que al curso confronta White es sólo del decurso de la metafísica lo mismo, la reefectuación. Y que de la reefectuación, tal como Collinwood la expone, al punto del quiebre de la representación, requiere diferir sus distingos al curso de la historia de la dialéctica. Hemos de remontar el curso de la reefectuación que cursa el pensamiento de White al claro de la mayéutica platónica, el comienzo de la filosofía por la civilización anglosajona en la asunción de la filosofía. Al punto es ilustrativo la síntesis de la cuestión lógico-ontológica que se suscita - a la ignorancia del método - por ejemplo, en el interrogar Stephen Hawking en su Historia del tiempo [p. 25-26]:

[Transposición de ámbitos de posibilidad categorial] [(Tiempo/ Universo) La reificación que la Critica a la razón pura de Immanuel Kant practica:

Las cuestiones de si el universo tiene un principio en el tiempo y de si el está

limitado en el espacio fueron posteriormente examinadas de forma extensiva por el filósofo Immanuel Kant en su monumental (y muy oscura) Critica a la razón pura, publicada en 1781. Él llamó a estas cuestiones antinomias (es decir, contradicciones) de la razón pura, porque le parecía que había argumentos igualmente convincentes para creer tanto en la tesis, que el universo tiene un principio, como en la antítesis, que el universo siempre ha existido. Su argumento en favor de la tesis era que si el universo no hubiera tenido un principio, habría habido un periodo de tiempo infinito anterior a cualquier acontecimiento, lo que él consideraba absurdo. El argumento en pro de la antítesis era que si el universo hubiera tenido un principio, habría habido un periodo de tiempo infinito anterior a él, y de este modo, ¿por qué habría de empezar el universo en un tiempo particular cualquiera? De hecho, sus razonamientos en favor de la tesis y de la antítesis son realmente el mismo

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Page 78: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

[1.B]

LA IDEA, GENERALIZADA EN NUESTRA ÉPOCA, DE QUE NUNCA PUEDE

REPRESENARSE FIELMENTE LA VIDA REAL COMO ALGO DOTADO DEL TIPO DE

COHERENCIA FORMAL QUE ENCONTRAMOS EN LA NARRACIÓN CONVENCIONAL,

FORMAL O FABULADORA.

[VIDA REAL] [COLOCAR LOS CONCEPTOS FUNDAMENTALES DONDE GRAVITA LA COMPRENCIÓN

DEL FRAGMENTO] [DIFERENCIA TÁCITA CONCEPTO FUNDAMENTAL/CONCEPTO CIENTÍFICO]

[CONCEPTO DE DOCTRINA/CONCEPTO DE DISCIPLINA]

De la doctrina del ser, los basamentos de la doctrina del concepto, de la interpretatividad

de la experiencia la disposición cognitiva del paso: La temporalidad.

Al curso del discurso ya siempre tenemos presente el hallazgo de la [La idea del idealismo alemán]: el carácter indómito del individuo: [VIDA REAL]

Esa vida real son dos decursos temporales de existencia peculiar. La vida de los críticos que critican

en la historiografía científica el discurso narrativo predominante en la historiografía decimonónica

y, la vida de los narradores mismos, literatos miembros de la unidad historiográfica que White

denomina, a la posición peculiar de la epistemología de su historiador, la historia intelectual,

“modernismo literario”. Y es que el historiador, en la obra de Hayden White es como la figura de

un fantasma. El resonar de una cadena que nos ejecuta. De vida a vida, el espectro directivo del

mercado literario si se prefiere, es el dilema que White plantea. Una cuestión de mercado.28

argumento. Ambos están basados en la suposición implícita de que el tiempo continúa hacia atrás independientemente, tanto si el universo ha existido desde siempre como si no. Como veremos, el concepto de tiempo no tiene significado antes del comienzo del universo.

En aquello que es el efecto, la ciencia quiere ver la causa. Más hace que, a la pauta del relato de la investigación –¡y solo tan sólo a condición del método! -, el depósito en discurso de la experiencia, la doctrina del concepto y retórica de la argumentación la escritura –la ESCRITURA- lo es todo: marca, medición y medida, todo ello de que compone lo humano el todo. El universo no es más que la silueta de sus imaginaciones. 28

Cfr. Hegel, enciclopedia de las ciencias filosóficas:

En el prefacio de mi Filosofía del derecho, página XIX 89, se encuentran las proposiciones:

Lo que es racional, eso es efectivamente real, y lo que es efectivamente real, eso es racional.

Estas proposiciones tan sencillas han parecido escandalosas a muchos y se han ganado enemigos precisamente entre aquellos que no quieren renunciar a estar en posesión de la filosofía e incluso de la religión. Resulta innecesario traer aquí a colación a la religión, ya que estas proposiciones expresan con demasiada claridad las doctrinas religiosas sobre la divina providencia. Pero, por lo que se refiere a [la comprensión de] su sentido filosófico, hay que suponer mucha formación, es decir, es preciso saber no solamente que Dios es efectivamente real, que él es lo más efectivamente real y que sólo él lo es

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Page 79: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

La crítica de la historiografía científica a la [narratividad] [más la narratividad es discurso narrativo]

[disposición formal del discurso formal para ser más preciso] Más, qué se dice, qué se declara y

cómo se declara eso que nombramos disposición] [La disposición es disponer, el efectivo disponer

es de sí el sujeto del caso: análisis. Pensemos acaso ahora que por “vida real” no nombra sino de la idea su racionalidad: la realidad efectiva.

Más allá de los supuestos que cada oración infiere la idea, en la construcción categorial de la

historiografía es, realidad efectiva, algo que únicamente le corresponde cognitivamente al autor

del discurso del texto, aún cuando este texto tuviera la ejecución de mil editores distintos. La

historiograficidad ante el proceso productivo de la operación historiográfica es otra cosa, otra cosa

que por la comprensión es de sí estructuración de Mundo.

El sitio en decurso del texto es la narración [¿CUÁL ES LA DIFERENCIA EN HAYDEN WHITE ENTRE

DISCURSO NARRATIVO Y NARRATIVIDAD? [Narratividad es lo que a la pauta de la experiencia

individual puede llegar a nombrarse generalmente como todo aquello perteneciente y

determinado por lo narrativo mismo]

Lo narrativo mismo es, del sitio que White transita, la textualidad del texto en constituyente formal al índice de lecturas por el cual y para quien White instituye un tema tal como

“narratividad”; al punto, no otra cosa que sus “gustos literarios”29

, su vocación a la escritura. La posición en decurso del sitio nos habla que el sitio mismo se encuentra en movimiento, ese

movimiento la condición de posibilidad de la expresión temporal del tiempo, es del espacio el

mostramiento de los límites de comprensión de la ousía para con la idea del resto. [Eso que

llamamos idea, del resto, permenece a tal estructura condición emplazada de un texto.

verdaderamente, sino que también es necesario saber, desde el punto de vista formal, que la existencia en general es en parte fenómeno y solamente en parte es realidad efectiva. En la vida común se denomina realidad a cualquier ocurrencia, al error, al mal y a todo lo que pertenece a este campo, así como a cualquier EXISTENCIA atrofiada y efímera se la llama precipitadamente realidad efectiva. Pero incluso para el sentir corriente, una EXISTENCIA contingente [o hecho casual] no merece el enfático nombre de realidad efectiva. Lo contingente es una existencia que no tiene más valor que el de una posibilidad, algo que tanto es como podría igualmente no ser. Pero cuando yo he hablado de realidad efectiva, se tendría que haber pensado en qué sentido he usado tal expresión, ya que he tratado de ella dentro de una lógica detallada y no solamente la he distinguido cuidadosamente de lo contingente, lo cual ciertamente EXISTE, sino que la he distinguido [también], con más precisión todavía, del existir, de la EXISTENCIA y de otras determinaciones 90. A la realidad efectiva de lo racional91 se le opone, por un lado, la representación de que las ideas y lo ideal no son más que quimeras y que la filosofía no es más que un sistema de telarañas mentales. Por el lado contrario, se opone también a la realidad efectiva de lo racional la representación de que las ideas y lo ideal son cosa demasiado exquisita para alcanzar realidad efectiva, o también demasiado impotente para conseguírsela. Pero a quien le es especialmente querida la separación entre realidad efectiva e idea es al entendimiento que tiene por verdaderos los sueños de su abstracción y se envanece con el deber [moral] que él receta muy a gusto especialmente en el terreno político, como si el mundo hubiese tenido que aguardarle a él para saber cómo debe ser, sin serlo; porque si el mundo fuese ya como debe ser, ¿qué lugar habría para la precoz sabihondez de su deber ser? 29

Al índice analítico de la obra, cuáles son los poetas y escritores literarios que se citan. A cuáles se hace referencia. El poetizarse de esas poéticas. La reefectuación lírica que a rasgo de civilización Hayden realiza.

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Al curso del trazo es posible observar de la idea dos secuencias, ambas lógicas, ambas coherentes.

Una es estructura narrativa, otra es una estructura argumental. Figura y forma sólo difieren de sí a

la integración cognitiva de la dialéctica que transita –y que trasmina- en instrumental: el sitio de

medición de la experiencia, la observación y la construcción de las constataciones científicas:

nuestros ojos puestos no en la cosa sino en el instrumental. Es necesario podamos enunciar

trascendentalmente la constitución de los principios lógicos de ambas, por quienes el comienzo

del texto se realza –el estatuto del ente al decurso de la comprensión de lo temporal. Más esa

constitución no es nunca expresable a bien de comienzo, que esa constitución de si, el comenzar,

es puro pensamiento.

Más es el caso que al interrogar directamente por la historiograficidad, su pensamiento, la

dimensión estética del encuadre haya desencadenado la anulación sintética de las significaciones

trans-textuales - lo efectivo transminado- que el texto de sí integra. Un hueco de realidad en la

estructura.30

De ello mismo es entonces que emergen. La condición de posibilidad de la

destrucción fenomenológica es el manifestarse del encuadre del caso, éste ya nos apercibe en la

certeza ontológica que el relato a su razón apodíctica reporta31

*…+ la historiografía tradicional ha defendido mayormente la convicción de que la propia

historia consiste en un agregado de relatos vívidos, individuales y colectivos, y que la

principal tarea del historiador consiste en desvelar estos relatos y reescribirlos en una

narración, cuya verdad consistirá en la correspondencia de la narración contada con el

relato vivido por personas reales del pasado.

Para ubicar una estructura de otra es menester dislocar del discurso del tiempo y del espacio el

decurso en que de la lectura se nos hace evidente la condición de la lectura, su forma: el texto nos

desapercibe. Esta epistemología nos confronta de facto con la condición técnica fundamental de la

presencia pedagógica del texto mismo. Su figura, esa ausencia de la forma, es eminentemente una

cronología, ¿Cómo destruirla? Lo más simple –¿cómo indica Platón y su mayéutica?-32

asumirla 30

La sal y la pimienta que el narrador de Proust habla sobre sus tías al claro de las aventuras de messieu Swan.

31 Y es que al caso es menester tener presente las tesis de Hayden White sobre la irrebatibilidad de las obras

historiográficas, en lo particular y en lo general [CONFRONTAR AQUÍ MISMO, DE INMEDIATO, LAS TESIS DE LA IRREBATIBILIDAD COMO LAS EXPONE POPPER EN REFUTAS Y SHARALÁ]

32 Relativo al punto Popper escribe:

“Creo que es a este famoso método socrático, llamado en el Teeteto el arte de la partera o mayéutka, al

que alude Aristóteles cuando dice (en la Metafísica, 1017b 17-33; ver también 987b 1) que Sócrates fue

el creador del método de la inducción. Es mi intención sugerir que Aristóteles, y también Bacon,

entendían por "inducción" no tanto la inferencia de leyes universales a partir de la observación de casos

particulares como un método por el cual llegamos a un punto en el que podemos intuir o percibir la

esencia o la verdadera naturaleza de una cosa.'' Pero, como hemos visto, tal es precisamente el propósito

de la mayéutka de Sócrates: su objetivo es ayudarnos a llegar a la anamnesis, conducirnos a ella; y ésta

es la facultad de ver la verdadera naturaleza o esencia de una cosa, la naturaleza o esencia con la que

estábamos familiarizados antes del nacimiento, antes de nuestra caída de la gracia. Así, los objetivos de

ambas, de la mayéutica y de la inducción, son los

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destruida tan sólo y arreglarnos en componer nuestra propia re-construcción, re-construcción que

a su fundamento, precomprendemos, piensa la comprensión del texto. Pensar la comprensión del

texto es pensar el pensamiento de su comprensión. ¿Más entonces qué escaladas lógicas hemos

transido?

De pensarnos distintos, la cronología misma justo a eso que llamamos precomprendidamente al

claro de la cotidianeidad “espacio” o “tiempo”, presentan de sí sólo el paso a la jerarquía de su

lengua: lo humano es un lenguaje, no una lengua, más al caso la lengua tampoco es el hombre.33

A

este punto, la fundamentación de los saberes no puede quedar restringida al entorpeciendo de las

fronteras que, de sí, lo humano al nombrarse le impone al hombre y su conocerse, la metafísica la

condición ontológica de su determinación: los signos significantes de la medida y la medición:

diacronía/sincronía. A la metafórica fundamental que Aristóteles cristaliza el aparato del texto ya

siempre en la antropología fundamental aristotélitica, ello mismo que impone de Occidente su

condición en ZOON LOGOI Y ZOOO POLITIKON. Es el caso el menester del pensarse el sí libre, un

poco más salvaje.

Y es que ya de aquí podemos comprender que a la secularización tácita no hay ocasión de suceso

más que lo que por humano denominemos razón. La razón pura ya excluye de sí –por cuestiones

eminentemente metodológicas y no por otra cosa- el pensamiento animal por ejemplo. La

condición antropológica fundamental de la composición ontológica donde el propio White habita

mismos. (Aristóteles, dicho sea de paso, enseñaba que el resultado de una inducción, la intuición de la esencia, debía expresarse en una definición de tal esencia.)”

Conjeturas y refutaciones; p. 32. White, al calce, resalta en términos relativos al método.

[…] en el ámbito de los estudios históricos, la narrativa no ha solido ser considerada ni como producto de una teoría ni como la base de un método, sino más bien como una forma de discurso que puede o no utilizarse para la representación de los acontecimientos históricos, en función de si el objetivo primario es describir una situación, analizar un procedo histórico o bien contar una historia.3 Según esta concepción, la cantidad de narrativa de una determinada historia varía, y su función cambiará dependiendo de si sé concibe como fin en sí o sólo como medio para otro fin.

33

Relativa al punto, la humanidad de la condición humana, ahí al conocimiento, relativamente pura al conocimiento, en la Metafísica de Aristóteles, en un subíndice que la edición titula “(El lenguaje ha de acomodarse a lo habitual y a las exigencias de cada ciencia)” puede leerse:

El éxito de las lecciones depende de los hábitos (del auditorio) Exigimos, desde luego, que las cosas

se digan como estamos habituados, y las que se dicen de otra manera no parecen las mismas, sino más difíciles de conocer y más extrañas, al no se habituales. Y es que lo habitual, en efecto, es más fácilmente cognoscible. Y cuánta fuerza tiene lo habitual, lo ponen de manifiesto, a su vez, las leyes; en éstas lo fantástico e infantil tiene más fuerza, a causa de la costumbre, que el conocimiento acerca de ellas. Los hay que no aceptan lo que se dice a no ser que uno hable con lenguaje matemático, otro a no ser que se pongan ejemplos, y otros, en fin, exigen que se aduzca el testimonio de algún poeta. Y unos quieren que en todos los casos se hable con rigor, mientras que a otros les fastidia el rigor, ya sea por incapacidad para captar el conjunto, ya sea a causa de la minuciosidad.

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sabemos que va sin ningún problema del empirismo lógico británico al trascendetalismo kantiano y a la poesía de Reiner María Rilke, por ejemplo.

Nosotros, a la destrucción de la cronología, instauremos un paso, un dique. Que si a Eco se le

figura el paso de Kant en la historia de la filosofía tal como el índice alegórico del vestigio que es el

ornitorrinco para con los linajes34

de mamíferos y ovíparos, nosotros, al curso del lenguaje,

dispongamos una represa, y pensados castores propongamos de Descartes el sitial de la

destrucción objetiva de la duda metódica. Aparece el espacio perpetúo y gratuito de la ilusión. De

la posibilidad de la pregunta tal “¿cómo colocar un dique para comenzar a represar el agua del

cauce.?” Dispongamos ahora tan sólo de la represa abierta. Esa aprpiación de paso del trabajo del

castor tránsito y el gobierno humano. Al caso de nuestra hermenéutica ese cause es la

historiograficidad.

Así de la historiograficidad es posible observar entonces esas dos estructuras. Al punto analítico

cabe preguntar: ¿Qué elementos co-instancian la presencia pura de la historiograficidad? Esos

elementos se comandan al texto. Él, cual de la legión el [CONCEPTO PROPIO DEL “MAGISTRADO” Y SU “MAGESTAS”+ *ES LA PROPIA INSIGNIA DE SU PASO+ *la alegoría que funda esto es simplemente la metafísica: de Roma, es el portador del Águila del César.

Sabemos entonces que la historiografía, tradicional o científica, es una práctica. Las realizaciones

efectivas. Más a tanto que realizaciones efectivas, la práctica historiográfica por sí misma no

sabemos ella misma en realidad qué es. [Ahí se ignora a perpetuidad que la práctica es un efecto.

El efecto es instrucción, y la instrucción es operación de instrumental] Sólo a ello hablamos de

34

Una historiograficidad, al punto, una peculiaridad de la historiografía que la vincula necesariamente

desde el nucleo mayéutico de su práctica hasta la comprensión media de las ciencias sociales al fundamento dialéctico de la religiosidad: Cliford Geertz sobrecogido por la calidad de la religión para armonizar [p.89] [sobre esta misma conmoción, la teodicea que según Blumenberg puede ostensiblemente explicar las implicaciones de una teodicea particular en la integración de lo que a nosotros gusta nombrar la posición lírica:

La idea de que la religión armoniza las acciones humanas con un orden cósmico y proyecta imágenes de orden cósmico al

plano de la experiencia humana no es ninguna novedad. Pero se la ha investigado poco, de manera que no tenemos mucha idea de cómo, en términos empíricos, se realiza este particular milagro. Sólo sabemos que se realiza anualmente, semanalmente, diariamente y para algunas personas casi a cada hora; poseemos una enorme bibliografía etnográfica para demostrarlo. Pero no existe el marco teórico que nos permita dar una explicación analítica como la que podernos

dar en el caso de la segmentación del linaje, o en el de la sucesión política, o en el de las relaciones laborales, o en el de la socialización del niño.

Más pensemos al punto cómo armoniza esto con lo que Sófocles lleva a cabo en tanto poeta con el caso de las Euménides, la creación misma de esa armonización de las acciones humanas –la JUSTICIA [DIFERENCIA DIKÉ-NÉMESIS] y la proyección de orden cósmico. [Qué Geertz coloca a la imagen como un primado del orden mismo] [Esa reificación ya es el efecto de exterioridad de la imagen respecto al sínodo de concincia que integra del científico social la subjetividad peculiar de su caso: ANTROPOLOGÍA] [TESIS: LAS CIENCIAS SON SUBJETIVIDAD, SU NOMBRE YA ES EL COMIENZO DEL SÍNODO] [El sínodo religioso] [El sínodo académico]

81

Page 83: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

naturaleza – a tal punto es requisito crítico mostrar usos del concepto de naturaleza a la concepción radical-propia de White:

Distinguir de la estructura narrativa la estructura argumentativa [LA CONSTRUCTIVIDAD

CONCEPTUAL Y TRAMÁTICA DE LA INSTITUCIÓN JURÍDICA CONTEMPORÁNEA] [CONDICIONES

TÉCNICO-EPISTÉMICAS PARA LA INTERCONECTIVIDAD ABSOLUTA DE LAS

COSAS][MUNDIALIZACIÓN Y GLOBALIZACIÓN]

Esto es lo mismo que dice entonces [la construcción categorial de la historiografía] El relato y la

comprensión de la trama] [el leer cualquier documento, el espaciarlo, el temporalizarlo, ya parte

de los sitios a los que el concepto, la asunción de lo existente, factura] [La analítica es un negocio]

[Lo concebido y el relato peculiar interno de la concepción: TIPOLOGIA] [LA NAVIDAD OCCIDENTAL]

[B] [LA RITUALIDAD DEL CASO] [La condición profesional de la escritura]

Últimamente muchos historiadores han reclamado la vuelta a una representación narrativa en historiografía. Los filósofos han intentado justificar la narración como un tipo de explicación diferente, pero no menos importante, que el modelo nomológico-deductivo dominante en las ciencias físicas. Teólogos y moralistas han reconocido la relación existente entre una concepción específicamente narrativa de la realidad y la vitalidad social de cualquier sistema ético. Antropólogos, sociólogos, psicólogos y psicoanalistas han empezado a reexaminar la función de la representación narrativa en la descripción preliminar de sus objetos de estudio. Y los críticos culturales, tanto marxistas como no marxistas, se han referido a la muerte de los grandes «maestros de la narrativa» que anteriormente proporcionaban las bases precognitivas de la creencia en la civilizaciones superiores y mantenían, incluso en las primeras etapas de la sociedad industrial, impulsos utópicos de transformación social. Y efectivamente, todo un movimiento cultural en las artes, que generalmente se agrupa bajo el término «posmodernidad » está imbuido de un compromiso programático, aunque irónico, con el

retorno a la narración como uno de sus presupuestos sustanciales.35

LOS HISTORIADORES, ULTIMAMENTE, HAN RECLAMADO LA VUELTA A UNA REPRESENTACIÓN NARRATIVA EN HISTORIOGRAFÍA.

[CONSONANCIA CONGNITIVA DE ESTA PROPOSICIÓN RESPECTO A LA PROPOSICIÓN

[PRECOGNICIÓN Y CREENCIA] [APODICTICIDAD, RACIONALISMO, TEOLOGÍA]

35

[p.18]

82

Page 84: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

La atención del fragmento refiere una condición al paso de lectura. Una situación de debate quizá. “*…+ muchos historiadores han reclama la vuelta a una representación narrativa en historiografía.”

Inscribe White entonces un terreno a fin de espacializar en el texto las vertientes de construcción

cognitiva de la lengua36

narrativa: filósofos, teólogos, moralistas. Antropólogos, sociólogos, psicológicos y psicoanalista:

La cuestión única de nuestro interés es justo que la historiograficidad es quien es al texto – y esto

también en condición relativa a White- la comprensión/exposición de la comprensión de todas

esas disciplinas profesionales de la escritura. Al paso del tema, la narración, lo que señala el

párrafo es que esa propiedad técnica del caso, la narración, es de sí una unidad fundamental a

debate.

Más eso que nosotros definimos tentativamente como un “debate” es de si la condición que

transita la primera enunciación, “*…+ muchos historiadores han reclama la vuelta a una

representación narrativa en historiografía.”, quien así ya recuerda de sí el paso del sitio de los

recuerdos a una declaración. Una pérdida es el objeto de significación fundamental a la que la

narrativa es referida para con la historiografía.

La narrativa es un tema a tanto es la narrativa un olvido o una pérdida para la historiografía. Es inevitable al punto recordar a Proust: “Mucho tiempo ha que he estado levantándome temprano”

Inmediatamente la inclusión de los filósofos a la circunstancia de la narración es expuesta al paso

de White como un intento de justificar -¿QUÉ ES JUSTIFICAR? ¿POR QUÉ SE JUSTIFICA ALGO? ¿A

QUÉ VIENE EL JUSTIFICAR?

La existencia de esos cinco grupos de profesionales es lo que de la narrativa pende en causa de

justicia y razón: 1) historiadores, 2) filósofos, 3) teólogos y moralistas, 4) científicos sociales, 5)

críticos culturales.

la función de la representación narrativa en la descripción preliminar de sus objetos de estudio.

Estos cinco rubros son rubros, áreas, parcelas o solares de la misma existencia. La narrativa no es

así sólo un objeto común, es el quiebre que no permite la apertura a conformidad de ello mismo

de quien procede más así también se distancia. ¿O se aproxima? Si lo que los filósofos hacen es

reivindicar epistemológicamente la narrativa, ellos buscan exactamente lo mismo que los

historiadores consideran una pérdida. ¿Más al respecto es esto sólo una consideración? ¿White

indaga en algo a tal respecto? El título del último capítulo El contenido de la forma es ilustrativo al 36

Aquí si es pertienente de momentos escribir suscribiendo la lengua la sentido lingüísito de Saussure.

83

Page 85: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

punto que de tal respecto se dirime: “EL CONCEPTO DEL TEXTO: MÉTODO E IDEOLOGÍA EN LA HISTORIA INTELECTUAL”

La cuestión es que para la historiograficidad esos cinco elementos poseen cada uno por su propio

índice de gobierno al decurso de la realidad –la referencia en eterna construcción- de su corazón,

condición que sólo se vuelve evidente al curso de la confrontación ideológica que se describe de la

oposición de la quinta categoría de régimen profesional interesado en la cuestión narrativa, la

crítica cultural: críticos culturales marxistas, críticas culturales no-marxistas.

Cuando que el remate de la idea de la perdida de efecto de la narratividad para con la

historiografía es un estado que podemos constatar. Más esta misma proposición no habíta el

mismo espectáculo pragmático que White denomina

Los historiadores no tienen que relatar sus verdades sobre el mundo real en forma narrativa. Pueden optar por otras formas de representación, no narrativas o incluso antinarrativas, como la meditación, la anatomía o el epítome. Tocqueville, Burckhardt, Huizinga y Braudel, por citar sólo a los maestros más señalados de la historiografía moderna, rechazaron la narrativa en algunas de sus obras historiográficas, presumiblemente a partir de la suposición de que el significado de los acontecimientos que deseaban relatar no era susceptible de representación en modo narrativo. Se negaron a contar una historia del pasado o, más bien, no contaron una historia con etapas inicial, intermedia y final bien delimitadas; no impusieron a los procesos que les

interesaban la forma que normalmente asociamos a la narración histórica.37

LOS MAESTROS DE LA HISTORIOGRAFÍA MODERNA RECHAZARON LA NARRATIVA EN ALGUNAS DE SUS OBRAS.

La historiografía constituye una base especialmente idónea sobre la cual considerar la

naturaleza de la narración y la narratividad porque en ella nuestro anhelo de lo imaginario y lo

posible debe hacer frente a las exigencias de lo real. Si consideramos la narración y la narratividad como instrumento con los que se median, arbitran o resuelven en un discurso las

pretensiones en conflicto de lo imaginario y lo real, empezamos a comprender tanto el atractivo de la narrativa como las razones para rechazarla. Si acontecimientos putativamente

reales se representan de forma no narrativa, ¿qué tipo de realidad es la que se ofrece, o se

piensa que se ofrece, a la percepción bajo esta modalidad? ¿Qué aspecto tendría una

representación no narrativa de la realidad histórica?

LA HISTORIOGRAFÍA CONSTITUYE UNA BASE ESPECIALMENTE IDONEA SOBRE LA CUAL CONSIDERAR LA NATURALEZA DE LA NARRACIÓN Y LA NARRATIVIDAD

37

[p.19]

84

Page 86: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

EN LA HISTORIOGRAFÍA NUESTRO ANHELLO DE LO IMAGINARIO Y LO POSIBLE DEBE HACER FRENTE A LAS EXIGENCIAS D ELO REAL. Hasta este punto ¿cómo se jerarquizan las ideas? –al respecto único de lo que al discurso positivo de la enunciación cabe por respecto nombrar idea [que indistintamente a lo que se hable, nombre o quiera pensar es evidenciable dentro del espectro absoluto del arcoíris] [son las cosas mismas] [Una mesa por ejemplo] [La institución crítica que nos avala] [El nombre vacío que nombra por cosa enunciación][¿Cuál es la razón de que algo tal como la CRÍTICA A LA EDICIÓN CRÍTICA DE LA CRÍTICA A LA RAZÓN PURA?] [p. 22]

En lo que viene a continuación considero los anales y la representación histórica de las crónicas no como las historias imperfectas que convencionalmente se consideran que son, sino más bien como productos particulares de posibles concepciones de la realidad histórica, concepciones que constituyen alternativas, más que anticipaciones fallidas del discurso histórico consumado que supuestamente encarna la historia moderna. Este proceder arrojará luz sobre los problemas tanto de la historiografía como de la narración y esclarecerá lo que yo considero como naturaleza puramente convencional de la relación entre ellas. Lo que se pondrá de manifiesto, según creo, es que la misma distinción entre acontecimientos reales e imaginarios, básica en las formulaciones modernas tanto de la historia como de la ficción, presupone una noción de realidad en la que se identifica «lo verdadero» con «lo real» sólo en la medida en que puede mostrarse que el texto de que se trate tenga el carácter de narratividad.

LA CONSIDERACIÓN DE LOS ANALES Y LA REPRESENTACIÓN DE LAS CRÓNICAS NO COMO LAS

HISTORIAS IMPERFECTAS QUE CONVENCIONALMENTE SE CONSIDERAN QUE SON, SINO MÁS BIEN

COMO PRODUCTOS PARTICULARES DE POSIBLES CONCEPCIONES DE LA REALIDAD HISTÓRICA,

ARROJARÁ LUZ SOBRE LOS PROBLEMAS TANTO DE LA HISTORIOGRAFÍA Y LA NARRACIÓN.

[PARTIR DE MENSURAR LA COSA EN BASE A CONVENCIONES]

Esto es ya un procedimiento simbolista que no es

simbolista. [CÓMO INTEGRA SU SENTIDO UN

POEMA SIMBOLISTA] CON BASE A QUÉ SENTIDOS

[LAS TESIS PARTICULARES QUE INTEGRAN LA DISPOSICIÓN INTERIOR DE LA ESTRUCTURA NARRATIVA Y SU ESTRUCTURA ARGUMENTAL]

De al estipulación de un aquí y un allá respecto al eso concreto de la proposición,

los caracteres o peculiaridades del eso advienen al paso en realización efectiva de

la razón: LÓGICA, DEMOSTRACIÓN.

85

Page 87: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

La lógica –inductiva/Deductiva vs. Retórica- la cuestión es avenir a la discusión al claro de la

pregunta, por qué una es mejor o peor que otra. No estamos hablando de otra cosa más que de

un artefacto historiográfico. A la comprensión de la peculiaridad del ente aviene entonces el paso

a establecer.

Y es que a la lógica subjetiva de la pregunta, se conviene asumir al interior de las preguntas la realidad tácita que el régimen pragmático coloca al puesto del comprenderse.

Alternativas, consumando, arrojará luz, narración, convencional, según creo, imaginarios, ficción, verdadero, texto.

[Y bueno, a tal síntesis analítica, un único respecto] Ya lo que quieran decir estas palabras, meros

conectores lógicos dice todo que no dice nada. Y nada es lo mismo que a método viene a bien

decir e incrustar] [Pero es que está todo en paz][Son ellos] [Los gringos][A los gringos le viene bien

tal y cual cosa, y no es cuestión de método, es mas bien moda][Sólo del estilo se hace moda, más

entonces de la moda la moda viene ya de sí a anticipar ad-perpetum la dimensión de su

transfigurarse]

[¿Cómo se compone entonces la dialéctica del figurarse? El pensar de ello mismo que del habla habla se nombra lenguaje. Esos somos. Hechos de lectura puro siendo el dios para un texto. [Imaginar las posibilidades de condición]

[Ya hoy mismo en la calle pueden verse personas habitando todos los estilos posibles que a su encuadre acaso un fotógrafo quiera documentar] [Eso ¿qué dice?] [La calidad del acercamiento táctico]

EL PROCEDIMIENTO Y LA ESTRATEGIA POLÍTICA DEL PRAGMATISMO AMERICANO.

[Ya al respecto de cuestiones culturales, al interior de las posibilidades lógicas de la escuela

americana] Cabe traer al respecto posiciones críticas de Jameson] [Es urgente leer también a

Gabrielle Spiegel][Más que todos ellos piensan a la naturalización del pensamiento de la

estructura en REPRESENTACIÓN] [ahí siempre la metafísica]

Formaciones académica oficiales. [p. 27]

Cuanto más históricamente consciente de sí mismo es el escritor de cualquier forma de historiografía, más le incumbe la cuestión del sistema social y la ley que lo sostiene, la autoridad de esta ley y su justificación, y las amenazas a la ley. Si, como sugiere Hegel, la historicidad como

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Page 88: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

modo de vida humana diferenciado es impensable sin presuponer un sistema legal en relación al cual pudiera constituirse un sujeto específicamente legal, entonces la autoconciencia histórica, el tipo de conciencia capaz de imaginar la necesidad de representar la realidad como historia, sólo puede concebirse en cuanto a su interés por la ley, la legalidad, la legitimidad, etc.

EN LA HISTORIOGRAFÍA, MÁS CONSCIENTE DE SÍ EL ESCRITOR, MÁS LE INCUMBRE LA CUESTIÓN SOCIAL Y LA LEY QUE LO SOSTIENE. [La sintaxis de la frase][el aprovechamiento de sus núcleos lógicos al engarce de la significación] [Validación de la hipótesis]

[Al interior del texto de Hayden White, en cualquier apartado o fragmento, podemos ver en

operación las operaciones formales de la lógica de la investigación tal como la describe Popper,

en especial la opción de la falseación]

[Si nos atrevemos a presumir del decurso lógico de la estructura del texto de Hayden White la

presencia de esos métodos de falseación de hipótesis al paso hemos de considerar que tal

opción no es algo que se demuestre en la evidencia de tal o cual autor al paso del texto. Ni

tampoco en demostrar la efectividad de cual o tal lectura. La realidad efectiva de todo texto está

en el índice de procuraciones que de él mismo se integra el caso] [Es el advenir siendo sido que

lo presenta el co-instanciarse de su requisición] apodíctico ERRADICAR TODAS LAS PREGUNTAS DEL DECURSO

ASUMIR LA DUDA COMO LA IMPOSICIÓN METÓDICA DE UNA NECESIDAD, ESA CERTIFICACIÓN

DEL APARATO ANTE LA DUDA YA SIEMPRE NOS APREMIA AL CUMPLIMIENTO PRÄCTICO DE LA

VOZ. [No desamparar al mundo de su luz y sus testigos]

Debe parecer extraño, al comienzo, que la condición bajo la cual yo pienso en general y que es por lo tanto sólo una constitución de mi sujeto, haya de ser valedera al mismo tiempo para todo lo que piensa y que podamos preciarnos de fundar sobre una proposición, que parece empírica, un juicio apodíctico y universal, a saber: que todo lo que piensa está constituido como lo manifiesta en mí la expresión de la conciencia de mí mismo. La causa de esto está en que debemos necesariamente atribuir a las cosas a priori todas las propiedades que constituyen las condiciones bajo las cuales las pensamos. Ahora bien, de un ser pensante no puedo tener la menor representación por medio de la experiencia externa y sí sólo por medio de la conciencia de mí mismo. Así pues, semejantes objetos no son más que el traslado de esa mi conciencia a otras cosas, las cuales sólo así son representadas como seres pensantes. La proposición: «yo pienso» es tomada empero aquí solo problemáticamente; no en cuanto pueda contener una percepción de una existencia (el cogito, ergo sum, de Descartes) sino según su mera

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Page 89: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

posibilidad, para ver qué propiedades pueden fluir de esa tan simple proposición en el sujeto de la misma (existan o no). Si, como fundamento de nuestro puro conocimiento racional del ser pensante en general, hubiera algo más que el cogito; si nos ayudáramos también con observaciones sobre el juego de nuestros pensamientos y las leyes de la naturaleza que de aquí se derivan, originaríase una psicología empírica, que sería una especie de fisiología del sentido interno y podría quizá servir a explicar los fenómenos de este sentido, pero nunca a descubrir propiedades que no pertenecen a la experiencia posible (como las de lo simple) ni a enseñar apodícticamente acerca del ser pensante en general algo que se refiera a su naturaleza; no sería pues una psicología racional.

Y es que finalmente los sitios de verdad a donde el discurso en su enunciado viene a convalidarse

nace evidentemente de lo que la recepción pura del discurso reencuentre de sí la razón en la

ampliación de la estructura de su sentido. Eso que comienza, lo valedero al mismo tiempo para

todo lo que piensa es la historiograficidad. [unida pura de la apercepción realizada] [Mundo]

Más sobre la eventualidad -la propiedad del nombre de las cosas- de estas sentencias, cómo se erigió ese tribunal de la razón pura con que soñaba Kant cual cúspide de la Ilusión.

A la acumulación de eso, a la exploración efectiva de lo mismo, la diánoia –base trascendental de

la argumentación y de la narrativa, es la humanidad pura de la lógica y de toda disposición

materialista de la lógica en fenomenología.

Al decir base trascendental también cabe nombrarla estructura inmanente. Y es que al caso cabe

meditar la hondura de lo posible donde que a la comprensión lógica del decurso histórico, eso que

ontológicamente se concibe por realidad efectiva en la trata de la epistemología y la historiografía

de la filosofía contemporánea al Estructuralismo, - por nombrar un particular tan sólo-, no sea

sino el reflujo lógico interno que del criticismo kantiano se sigue en retorno automático

metodológico de la abstracción metodológica fundamental, algo tal que de sí sólo alcanza

dimensión de captación conceptual a la apertura receptiva de las reestructuras sucesivas que para

la filosofía ,tras Innmanuel Kant, se siguen de manera intempestiva en las perlaboraciones

filosóficas peculiares en las cuestiones puras relativas al método por parte de Hegel, Marx,

Nietzsche, Freud, Dilthey, Husserl y Heidegger.

Al lado de estos nombres el pragmatismo americano, las escuelas analíticas británicas o austriacas, y el marxismo crítico de los historiadores de Oxford.

Las bases epistémicas de la tercera y la cuarta república francesa: más esto sólo para hablar de las

historiográficas que componen la conciencia histórica del occidente en la realización de la

globalidad.

Las profecías al paso no faltaron. Los anhelos de universalidad se remontan de hecho, a Imanuel Kant, la Ilustración y la revolución francesa.

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Page 90: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

De ahí que Kant, para la Crítica a la razón práctica, a la inminencia del otorgar con la apertura apodíctica a la vía política desde la Crítica a la razón pura la legitimidad de las rebeliones –al caso, las tesis político-fundamentales de Rousseau- recule y establezca el distingo que difiere la pureza metodológica de sus abstracciones sintéticas a fin de esclarecer la explicabilidad de los fenómenos naturales con la realidad histórico social del la vida humana.

Pero la expresión "postulado" de la razón práctica pura podría provocar aun las peores interpretaciones si se la involucrara con el significado que tienen los postulados de la matemática pura y que llevan en sí certidumbre apodíctica. En cambio, éstos postulan la posibilidad de una acción cuyo objeto se ha reconocido previamente como posible teóricamente a priori con completa certidumbre.

Más así entonces, cuál era el sitio que ocupaba el postulado en la Crítica a la razón pura [134-135]:

La tabla de las categorías nos da la pauta natural para la tabla de los principios, porque éstos no son otra cosa que las reglas del uso objetivo de aquellas. Todos los principios del entendimiento puro son pues:

1 Axiomas de la intuición.

2 3 Anticipaciones de la Analogías de la percepción. experiencia

4 Postulados del pensar empírico en general.

Estas denominaciones las he elegido con cuidado, para que no pasen desapercibidas las diferencias respecto a la evidencia y el empleo de estos principios. Mas pronto se verá que, en lo que se refiere tanto a la evidencia como a la determinación de los fenómenos a priori, según las categorías de la cantidad y de la cualidad (si se atiende tan solo a la forma de estas últimas), los principios de las mismas se distinguen de los otros dos considerablemente, en que si bien todos son susceptibles de una certeza plena, la de aquellos es intuitiva y la de éstos sólo discursiva. Por eso llamaré a aquellos principios matemáticos y a éstos dinámicos. Pero se ha de advertir que aquí no me refiero ni a los principios de la matemática en un caso, ni a los principios de la dinámica general (física) en el otro, sino solamente a los del entendimiento puro con relación al sentido interno (sin distinción de las representaciones dadas en él), por medio de los cuales todos aquellos reciben su posibilidad.

[p.33]

Con estas reflexiones sobre la relación entre historiografía y narrativa no aspiro más que a esclarecer la distinción entre los elementos de la historia y los elementos de la trama en el

89

Page 91: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

discurso histórico. De acuerdo con la opinión común, la trama de una narración impone un

significado a los acontecimientos que determinan su nivel de historia para revelar al final una estructura que era inmanente a lo largo de todos los acontecimientos. Lo que estoy

intentando determinar es la naturaleza de esta inmanencia en cualquier relato narrativo de

sucesos reales, sucesos que se ofrecen como el verdadero contenido del discurso histórico.

Estos acontecimientos son reales no porque ocurriesen sino porque, primero, fueron

recordados y, segundo, porque son capaces de hallar un lugar en una secuencia cronológicamente ordenada. Sin embargo, para que su presentación se considere relato histórico no basta con que se registren en el orden en que ocurrieron realmente.

CON LAS REFLEXIONES SOBRE LA RELACIÓN HISTORIO HISTORIOGRAFÍA WHITE NO ASPIRA A MÁS

QUE A ESCLARECER LA DISTINCIÓN ENTRE LOS ELEMENTOS DE LA HISTORIA Y LOS ELEMENTOS DE

LA TRAMA EN EL DISCURSO HISTÓRICO. ¿Qué es la distinción? La distinción es la experiencia objetiva de la diferencia.

De lo que se difiere lo mismo, la lógica, es lo mismo su identidad. Es con base a esas diferencias que la ciencia puede hacer ciencia: Kant lo explica de mucho mejor modo al parágrafo 1 de los Prolegómenos a toda metafísica que en el futuro haya de poder presentarse como ciencia:

El conocimiento metafísico debe contener meros juicios a priori-, lo exige la peculiaridad de sus fuentes. Ahora bien, cualquiera sea el origen de los juicios, y como quiera que estén constituidos según su forma lógica, hay entre ellos una diferencia que se refiere a su contenido, en virtud de la cual, o bien son meramente explicativos y no agregan nada al contenido del conocimiento, o son amplificativos y aumentan el conocimiento dado; los primeros podrán llamarse juicios analíticos, los segundos, sintéticos.

Cual letra de contrato al calce, relativa a la cuestión de White, traduzcamos la instancia de diferencia –una constancia de fe- en que el propio White va de Kant por Hegel a la reapropiación de todo.

La distinción es “la distinción entre los elementos de la historia y los elementos de la trama en el discurso histórico”. Esta distinción, como toda distinción, es disposición objetiva de la lógica subjetiva que atraviesa el curso del discurso kantiano al sitial ontológico de la diferencia. Objetivación metodológica de la diferencia, es la diferencia respecto a la diferencia misma, la instrumentalización lógica de los contenidos.

Así la distinción, la institución lógica de la diferencia. [LA INSTITUCIÓN LÓGICA DE LA DIFERENCIA ES LA INSTITUCIÓN IDEOLÓGICA DE LA CORRECCIÓN] Es sólo el paso del tiempo quien difiere la figura. Esa mutación, la abstracción metodológica, es la metafísica en ejecución.

[LA METAFÍSICA ES LA CIENCIA AUTÓNOMA Y AUTOMÁTICA DEL DECURSO] [LA HISTORIOGRACIDAD ES EL RÉGIMEN DE SU APERCEPCIÓN] SÓLO LO INSCRITO ES APERCEPTIBLE

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TODA APERCEPCIÓN ES LA EJECUCIÓN LÓGICA DE LA DIÁNOIA

A BIEN DE REPETIR CONSTANTEMENTE QUE LA DIÁNOIA ES EL SITIO QUE LA DIALÉCTICA INAUGURA:

La historia de la dialéctica, historia del no ser, es la cuestión hegeliana relativa a la negatividad. La historiografía de la historia del ser.

Con estas reflexiones sobre la relación entre historiografía y narrativa no aspiro más que a

esclarecer la distinción entre los elementos de la historia y los elementos de la trama en el

discurso histórico. De acuerdo con la opinión común, la trama de una narración impone un

significado a los acontecimientos que determinan su nivel de historia para revelar al final una

estructura que era inmanente a lo largo de todos los acontecimientos. Lo que estoy

intentando determinar es la naturaleza de esta inmanencia en cualquier relato narrativo de

sucesos reales, sucesos que se ofrecen como el verdadero contenido del discurso histórico. Estos acontecimientos son reales no porque ocurriesen sino porque, primero, fueron

recordados y, segundo, porque son capaces de hallar un lugar en una secuencia

cronológicamente ordenada. Sin embargo, para que su presentación se considere relato histórico no basta con que se registren en el orden en que ocurrieron realmente.

ESTAS REFLEXIONES SOBRE LA RELACIÓN HISTORIOGRAFÍA Y NARRATIVA NO ASPIRA MÁS QUE A ESCLARECER LA DISTINCIÓN ENTRE LOS ELEMENTOS DE LA HISTORIA Y LOS ELEMENTOS DE LA TRAMA, EN EL DISCURSO HISTÓRICO. Historiografía narrativa

Elementos de la historia Elementos de la trama

¿Qué hay de la trama de la histografía? ¿Justo el punto es que hay historiografía no narrativa. Más entonces a qué le nombramos narrativa propiamente? Al punto sólo una consideración tenemos, la cronología es el único elemento de la trama a tanto trama misma. La cronología, al punto es un línea inherente a la cual subsiste el propio punto del instante presente, [cfr. Física, Aristóteles], “ahora” “allá” “después”, “ahí”, todos los deícticos de la temporoespacialidad dependen todos de la misma posibilidad de condición del acaecimiento del sentido. Y es que la historia, como la trama son historia y trama del sentido. ¿Qué apunta White sobre el sentido? Revisemos la estructura ontológico-temporal en que

subsisten el sentido en el la reflexión de la estructura del texto de White:38

38 Y es que por ejemplo, la cuestión de la traducción sólo es rebatible cuando la cuestión pesa sobre la

interrogación espaciotemporal de todo. La gran virtud de Gaos al caso, es verter la complejidad de una

lengua a otra. Más esto es sólo la operación hermenéutica fundamental hablar el habla. Más que

comprender, el efecto es ser-ahí la comprensión-comprendida- comprensora. La analogía para pensar el caso, es pensar la escritura como una lata de aire comprimido. [LA TEORÍA DEL CASO] [LA DELINEACIÓN DE INFRAESTRUCTURAS JURÍCAS ES EL PRIMER OBJETO DE LA HISTORIOGRAFÍA, CIENCIA DE LA HISTORIA DEL EVENTO, CIENCIA POLÍTICA] [POR QUÉ CIENCIA POLÍTICA Y CIENCIA DE LA HISTORORIA DEL EVENTO]

91

Page 93: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

Casí al comienzo del capítulo 1 “El valor de la narrativa en la representación” escribe:

Como dice Barthes, la narrativa es «traducible sin menoscabo esencial»,

en un sentido en que no lo es un poema lírico o un discurso filosófico.39

La cuestión es sólo el errar del estatuto ontológico de la poesía y lo poético que se pone al tótem del sentido. La gran poesía es poesía sin imagen. Y que justo, sólo de los poetas menores- que les dicen- se hace el estilo y del estilo viene la formación. Ahí, a la formación es posible distinguir de la poesía la expresión poética. Más así entonces, cualquier cosa sea la expresión poética no es de la poesía misma sino su recepción. ¿Qué es la recepción para la poesía? La poesía es ahí, justo al hecho de la recepción, y a una en el distingo mismo donde la filosofía viene al ser, el claro donde justo culmina el lenguaje y comienza lo humano. El lenguaje termina donde la poesía abre ser. Qué

[LA HISTORIA DEL EVENTO INTREGRA DE SÍ LA CIENCIA DE LA HISTORIA DEL EVENTO Y LA CIENCIA POLÍTICA][MÁS QUE ENTONCES HEMOS DE ESTAR PRECABIDOS A NO TROPEZAR CON CATEGORÍAS Y DISTINGOS RELATIVOS A LA INTERIORIDAD DE LA AURORA][ESOS HITOS LOS BRINCAMOS –CUAL KERUAKC EN DESCENSO AL MATHERNHORN EN CALIFORNIA]

La categorialidad es la pertinencia, orden y esquema de la presencia en que se nombra el portal.

El objeto del aparato crítico es el instante, ello que siempre instaura un antes y aun ahora.

Señalar el instante es indistinto al efectuarlo, cuando la diferencia de la eternidad acontece al paso de un resguardo. El mito del eterno retorno de lo mismo lo grita en un alarido exhausto a cada paso. Nos permitimos ser narrativos cuando lo histórico mismo de sí se conmina. LA NARRATIVA DIGÁMOSLO AL CASO ES EL LA VOZ DE LA HISTORICIDAD, ESA VOZ, HISTORIOGRÁFICA ELLA MISMA, ES ANÁLOGA A LA COMPUTADORA DE STEVE JOB EN 1984] [La presencia del dato cronológico] De la cronología el resto de la certeza] [Analogía y cronología en la integración de la maquinaria que permite cuantificar del signo la alborada no es hermenéutica, tampoco es una metáfora, es ingeniería en finanzas aplicada]

39 Al distingo puro de aparatos, metodológicas, posibilidades y potencia del pensar. Cfr. Heidegger,

Sobre el comienzo, 135. Significación de la poesía y plurisignificatividad de la interpretación [la ubicación del Dasein]

La poesía de Hölderlin es en su decir de tal modo significativa, que su palabra en el propio ámbito del decir abre y cierra, muestra y silencia, cada vez diferentes regiones y circuitos. Este propio significar de la poesía misma (que ella sea en sí significante) mantiene cerrada una estructura propia de la verdad de la poesía. Ninguna exposición puede enunciarlo en informe y reproducción. Tampoco el poeta mismo sabe todo el ámbito del dicho; este no saber no es singo de una carencia, sino significa la esencialidad de su palabra, el que ésta sea bastante fuerte para llevar una propia historia de la inauguración del estar oculto nombrado por ella. La significatividad de la poesía de ninguna manera puede pensarse como consecuencia de las diferentes interpretaciones. Cuya diferencia está viceversa condicionada a través de la significatividad. Pero no sólo y en la mayoría de los casos para nada a través de ella. La plurisignificatividad de la interpretación procede de la posible diversidad de respectos, en su mayoría extraños, de la concepción y explicación son propuestos a la poesía. A través de ello crece una actividad del interpretar; conforme a ella, es en sí pluri-significante: ansiosa de explicaciones diferentes y que se combaten, todo lo cual puede jugarse fuera del ámbito de verdad de la poesía. Mayormente la plurisignificatividad de la interpretación pasa por alto la significatividad de la poesía-; ésta es en sí única, exige una concentración esencial en la palabra y se sustrae a los manejos del explicar. El servicio pre-pensante de la palabra sin imagen en el pensar -

92

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abre la poesía. No abre, ella abre. Sólo a la apertura subsiste el qué, el cuándo. Es al Dasein a quien atañe el sentido, la poesía abre al Dasein, que la poesía es, del Dasein, a ser. [Un bien] La poesía viene a ser sentido por y para el Dasein.

White después, en el respecto de la una cita a Genette relativa a Benveniste,

Según Genette, Benveniste mostró que

ciertas formas gramaticales como el pronombre «yo» (y su referencia implícita «tú»), los «indicadores» pronominales (determinados pronombres demostrativos), los indicadores adverbiales (como «aquí», «ahora», «ayer», «hoy», «mañana», etc.) y, al menos en francés, determinados tiempos verbales como el presente, el pretérito perfecto y el futuro, están limitados al discurso, mientras que la narrativa en sentido estricto se distingue por el uso exclusivo de la tercera persona y de formas tales como el pretérito indefinido y el pluscuamperfecto.

¿Más que no hay narrativa en segunda persona? Es pesada, pero existe el Hipeirión de Hölderlin, una novela epistolar que dispone su narrativa, la totalidad de su crónica, al relato interior de su protagonista a la atención pura del lector. Esa dichosa segunda persona. ¿Y que hay en la primera persona? ¿No hizo toda su grandeza el existencialismo francés justamente en la exploración narrativa de la primera persona? La distinción discurso narrativo narratividad es de sí falsa a bien de convenir estructuras ontológicas que suscriban del análisis la tempestad del arbitrio crítico. Es soponer al paso que la narrativa, un objeto escritural, redactado en prosa, puede pude ser descrito de manera apropiada descontando del aliento la voz e inspiración lírica que permite en la hondonada del silencio humano tener ese paso que se llama metafísica a bien de nombrar del comienzo el rededor.

No a los horizontes el hombre vuelve un cometa el nombre de todo, es al abismo de la voz del poeta que la vida no termina donde se ubica de común al ser. Lo común, un estado civilizatorio definitivo, es ello mismo que se somete de continuo a revolución por un verso. Cualquier palabra, de cualquier verso, es todo el pasado de todo. A su paso, la totalidad es una entre quien escribe, lo referido, el inferirse y la totalidad de las desproporciones que siguen al paso de un verso. El punto es que esa “conciencia del lenguaje” no nos pertenece, pasa, es en nosotros a condición del

hermeneion40

, la roca del hito en quien permanece atado el sentido del paso total de los signos celestiales.

El hombre no aprehendió a hablar sino al anudar del cielo el paso de su oscuro pasado. De las lunas y los mil soles que lo alumbraron, dibujar al suelo la estampa de los mapas celestiales ya interpola a la marca de su manto nuestro más tierno secreto. Una voz alada se requiere al suelo y se requiere ya

también una calidad inmensa de memoración. Pies de plomo. Ya de ahí la marca no es un signo, ni del poeta mismo un favor. La marca es la marca. Una piedra, un árbol, cualquier ente de la totalidad del

ocaso es el bien que la tierra nos reporta al signo del mostrarse ella quien ya siempre se mueve en rededor. Nos procura. El punto del giro es de lo mismo lo grave, el tiempo y el espacio se instauran

ante los grave. La Tierra, es finalmente ella tan sólo, quien recuerda la 40

Al punto el debate de Enrique Ferrari sobre la “etimología” de la palabra hermenéutica, la etimología de la palabra “cronos” es sólo la devastación que en absurdo recorre la realidad de la formación académica de nuestros héroes intelectuales de pasillo.

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Page 95: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

procuración de ese nodo de tierra en favor del cielo, que es del signo el nudo por donde todo ahora transcurre, Melatha to pan

la nombra Periandro. Invertir el giro absoluto de la lógica entera, ello que ya nos interpola siempre

al infinito,41

es de un sueño enterrado la tierra misma que sueña del nombre el pasado, el futuro, el rededor de lo creado. Ya la disposición de las instancias, los decursos institucionales de la ley y la Institución siguen la historiogracidad que de ello se procure. Eso que nos desconoce al nombre, ello mismo que el hombre no habita. Es el instante YA desde que sabe del sonido todos los colores, todas las sotas del sol a través del vapor del hombre, quien en Arcoíris y de promesas gobierna todos los transcursos. Humanas, demasiado humanas son todas las leyes.

¿Más cuál es entonces la interpretación del deíctico para el estructuralismo francés y cómo esta interpretación es el distanciarse analítico-positivo de la interpretación hegeliana del deíctico? [ES YA LO MISMO QUE PODEMOS HALLAR EN SERLE Y AUSTIN] [QUE YA A RENÉ CHAR SE LE HAN ANUNCIADO] Ello mismo es lo que permite al estructuralismo francés diferir eso que ya White denunciaba de sus metodologías para la época de Metahistoria [cita a metahistoria], más esto mismo de develar en White por fundamento ello que de los estructuralistas franceses critica.

[Y es que de ello se juega la situación académica de White en la culminación de su formación, en la conformación de las alas y vertientes intelectuales de la academia norteamericana en el trasncurso de la década de mil 1960]

Ahora la distinción no es entre historiografía y narrativa, sino de ambas el diferencial se instituye a los elementos de los distingos la voz. Esos elementos, los deícticos.

Más entonces así la reevalución de caso nos confronta una vez más con los historiadores y los historiógrafos del orden del pensamiento de White. Recordemos la idea que construye la meditación:

ESTAS REFLEXIONES SOBRE LA RELACIÓN HISTORIOGRAFÍA Y NARRATIVA NO ASPIRA MÁS QUE A ESCLARECER LA DISTINCIÓN ENTRE LOS ELEMENTOS DE LA HISTORIA Y LOS ELEMENTOS DE LA TRAMA, EN EL DISCURSO HISTÓRICO.

No pero bueno, esto como alegato de abogado funciona, de ahí seguramente la oralidad con la

cual White estila la redacción de su texto –[Oratoria y retórica]. Más si White así está llevando a

cabo la realización de algo tal como filosofía, ha de colocarse al comienzo mismo de la

exposición sucinta del libro la declaración fundamental. “Con estas reflexiones sobre la relación

entre historiografía y narrativa no aspiro más que a esclarecer la distinción entre los elementos

de la historia y los elementos de la trama en el discurso histórico.”

41

Aquí hay que citar a Novallis.

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Page 96: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

Y es que de ello mismo se corre el valor del sitial mismo en que las definiciones instituyen. Es una

marca del lenguaje quien hace la cosa. El discurso al punto instituye. Su paso tiene exactamente el

mismo sentido que la jurisprudencia. Al paso que el propio Hayden White expone, no hay nada

nuevo en lo que Hayden White realiza respecto a las prácticas de jurisprudencia americanas

recientes42

: [nota, cita sobre la jurisprudencia] [p.37]

El objeto mi indagación ha sido el valor que se atribuye a la propia narratividad, especialmente en las representaciones de la realidad del tipo que encontramos en el discurso histórico. Puede pensarse que he repartido las cartas en favor de mi tesis -que el discurso narrativizante tiene la finalidad de formular juicios moralizantes- mediante la utilización exclusiva de materiales medievales. Y quizá sea así, pero es la comunidad historiográfica moderna la que ha distinguido entre las formas discursivas de los anales,la crónica y la historia sobre la base del logro de plenitud narrativa o la ausencia de este logro. Y esta misma comunidad académica tiene aún que explicar el hecho de que sólo cuando, según indica, la historiografía se transformó en una disciplina «objetiva», se celebró la narratividad del discurso histórico como uno de los signos de su madurez como disciplina plenamente «objetiva» -como ciencia de carácter especial pero ciencia al fin y al cabo. Son los propios historiadores los que han transformado la narratividad, de una forma de hablar a un paradigma de la forma en que la realidad se presenta a una conciencia «realista». Son ellos los que han convertido a la narratividad en valor, cuya presencia en un discurso que tiene que ver con sucesos «reales» señala de una vez su objetividad, seriedad y realismo.

ES LA COMUNIDAD HISTORIOGRÁFICA MODERNA LA QUE HA DISTINGUIDO ENTRE LAS FORMAS

DISCURSIVAS DE LOS ANALES, LA CRÓNICA Y LA HISTORIA SOBRE LA BASE DEL LOGRO DE

PLENITUD NARRATIVA O LA AUSENCIA DE ESTE LOGRO.

Nada más hablemos del caso Monsanto.Inc y cómo los movimientos jurídicos presententes,

habilitados en posibilidades epistemológicas de inscripción técnica, los abogados de las

corporaciones transnacionales fueron imponiendo los nuevos respectos jurídicos para componer

la propiedad imperial de la sapiencia instrumentalizada. [Imperialismo y conquista de mundo] [cfr.

los preceptos conceptuales que al punto apuntala Camus en La caída. Los jueces justos: la

institución de tribunal. [p.40]

42

[p. 118] Como Droysen percibió claramente, no hay nada en el «método crítico» de Ranke que no hubieran practicado los eruditos de finales del siglo xvii en la jurisprudencia histórica, la filología y la Altertumwissenschaft. Y aunque la escuela histórica fundada por Ranke adoptó un objeto relativamente nuevo como unidad básica de estudio, a saber, el Estado-nación, en vez de la región de una determinada institución (como hicieron Móser y el Círculo de Góttingen), se trató de un impulso más de tipo pragmático que teórico o

metodológico 95

(50-51).

Page 97: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

¡Forma de hablar!

La narración es una forma de hablar tan universal como el propio lenguaje, y la narrativa es una modalidad de representación verbal aparentemente tan natural a la conciencia humana que sugerir su carácter problemático puede fácilmente aparecer algo pedante, pero precisamente porque el modo de representación narrativo es tan natural a la conciencia humana, es tan claramente un aspecto del discurso hablado y común de cada día, que su uso en cualquier campo de estudio que aspire a la categoría de ciencia debe ser sospechoso. Pues, sea lo que sea una ciencia, es también una práctica que debe ser tan crítica sobre la forma de describir sus objetos de estudio como sobre la forma en que explica sus estructuras y procesos«-Contemplando la ciencia moderna desde esta perspectiva, podemos rastrear su desarrollo en cuanto a la destrucción progresiva del tipo de representación narrativo en sus descripciones de los fenómenos que abarcan los objetos de estudio específico. Y esto en parte explica por qué el humilde tema de la narrativa debería ser tan ampliamente debatido por los teóricos de la historiografía actuales. Para muchos de los que transformarían los estudios históricos en una ciencia, el uso continuado por parte de los historiadores de un tipo de representación narrativo constituye un índice de fracaso tanto a nivel metodológico como teórico. Una disciplina que produce relatos narrativos de su objeto como un fin en sí parece teóricamente poco sólida; una disciplina que investiga sus datos a fin de contar una historia sobre ellos parece metodológicamente deficiente

Así entonces, para este momento del decurso del texto, aquello que empezó a ser considerado

como algo equivalente a la representación, algo que a narratividad se le considerada incapacitada

a bien de representar la vida real, es ahora absumida en su peculiaridad. La ciencia misma de la

narración, la narratología deviene con todo su signo en uno, el crash de lo mismo. Ahora la

narración, una modalidad de la representación, mas esto lleva el decurso de todo la exposición a

integrante trascendental, estética acaso, junto a la lógica de retórica, de la antropología que White

practica [MODALIDAD DE LA REPRESENTACIÓN] [DISCURSO DE LOS MODOS –ANALOGÍA DEL SER-

ANTROPOLOGICISMO] [p.44]

La narrativa per se no distinguía la historiografía de otros tipos de discurso, ni la realidad de los acontecimientos contados distinguía la narrativa histórica de otros tipos de narrativa. Lo que hacía posible un modo de indagación específicamente histórico era el interés en una modalidad de comunidad humana específicamente política; y la naturaleza política de este modo de comunidad exigía una modalidad narrativa para su representación. Así considerados, los estudios históricos tenían su propio objeto, a saber «aquellas colisiones importantes entre deberes, leyes y derechos existentes y reconocidos y cuyas contingencias son adversas para este sistema establecido» (44-45); su propio objetivo, a saber, describir estos tipos de conflictos; y su propio modo de representación, la (prosa) narrativa.

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Page 98: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

LA NARRATIVA PER SER NO DISTINGUÍA LA HISTORIOGRAFÍA DE OTROS TIPOS DE DISCURSO, NI LA

REALIDAD DE LOS ACONTECIMIENTOS CONTADOS DISTINGUÍA LA NARRATIVA HISTÓRICA DE

OTROS TIPOS DE NARRATIVA

+ LO QUE HACIA POSIBLE UN MODO DE INDAGACIÓN ESPECÍFICAMENTE HISTÓRICO ERA EL INTERÉS EN UNA MODALIDAD DE COMUNIDAD HUMANA ESPECÍFICAMENTE POLÍTICA.

+ LA NATURALEZA POLÍTICA DE ESTE MODO DE COMUNIDAD EXIGÍA UNA MODALIDAD NARRATIVA PARA SU PREPRESENTACIÓN.

Los usos trascendentales que va adquiriendo la palabra, son de la trascendentalidad su historia misma. El paso que va de cuestión de motivo de Kant a Hegel por White. MONADOLOGÍA Y JERARQUÍA DE CATEGORÍAS EN LA EXPLICACIÓN HISTÓRICA DE HAYDEN WHITE

+YA LA JERARQUÍA DE CATEGORÍAS ES DE LA HISTORICIDAD LA NARRATIVA.

[Naturaleza política] y [modo de comunidad] Son dos conceptos distintos, más esencialmente vinculados. ¿Qué es el vínculo?

[$][@]

+EL ESTADO ONTOLÓGICO QUE JERARQUÍA DE CATEGORÍAS LLAMA ES

ESTRUCTURA SÓLO A CONDICIÓN DEL TEXTO: ASÍ AL RESPECTO POLÍTICO

DE LA COMUNIDAD –LA LEY- COMO TAMBIÉN DEL DISTINGO SOCIAL DE LA

CONSTITUCIÓN EXISTENCIARIA DE UN MERCADO.

Mercado=libertad [las transformaciones de la esclavitud y el servicio]

+Más así, ¿a qué le llama comunidad Hayden White y para qué? [El más allá de su trabajo] [Fukuyama, Huntington]

Y es que al interior del aparato, no podemos aproximarnos al decurso interior de la construcción lógica de narrativas. No hemos comprendido aún qué es la novela y cómo la novela vino al mundo.

97

Page 99: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

Al existir formas narrativas plenamente subyugadas por la historiograficidad, la estructura

narrativa, el ahí de la novela, sólo vino a manifestarse –hacerse pública43

– tras la remoción total

de categorialidades. Del ancient rêgime al nouveau rêgime, en la historia francesa, la revolución

francesa es algo que tiene el estatuto de un poema.44

Escribirlo con mayúsculas, la conmina

continua a así reefectuarla, es algo tal, justo cual el poema, que a su venir no sólo permite una

comprensión original de la palabra –esta o aquella, cualquier a su estrago- y su significatividad45

,

sino que al caso del estado, la significación de su estar-ahí se despliega en diez mil vapores por el

resto del todo, modificando de poco en poco el valor del azul del cielo y el rojo mismo de las flores

en rededor.

[TIERRA-MUNDO-DIOSES-HOMBRE] [EL PASO]

Más de aquí ya nos enfilamos directamente del ocaso de la narratividad kantiana de la elección

científica del comienzo – la interpretación de Kant a la esencia de la verdad- tras la filosofía de la

historia desde donde Kant la transita –su decisión respecto a la entidad del ente [si la entidad del

ente es la entidad, la entidad no es y es la totalidad, o incluso la totalidad como la única entidad,

que ya al paso, todas ellas son condiciones ontológico-fundamentales que se habilitan en

civilización tras el paso de su reificación de la metafísica. Las condiciones lógicas del lenguaje

trascendental -eso que al significante justicia se nombra principio- son las propias de todo

lenguaje. La diferencia real entre la ciencia y cualquier otro tipo de discurso, es la fijación propia

de la verdad al régimen de cambio, un sistema único que depende tanto del signo como de la voz,

coinstancia pura de sí el devenir, ir de sí al pasado.

La orden, el imperativo, es sólo la estructura formal al caso. El contenido de la forma es algo tal

que tiene el modo de ser del Imperio, algo que tiene el modo del Dinero.46

A tales rasgos, la civilización y sus transformaciones interiores son eternas. 43

Tal como se hace pública la historia de Herodoto. Tal como se hace pública la teoría de la relatividad de Einstein, tal como se hace pública la historia del reino de Texcoco por Fernando de Alba Ixtlixochitl en la recta final del siglo XVI mexicano. El comienzo de la narrativa, es de la historicidad al calce.

44 La historia de la poesía francesa comienza al paso del hecho en el giro que va de ella a Arthur Rimbaud –

nunca podríamos consentir Baudelaire fuera considerado el más grande poeta francés del siglo XIX, más justo tampoco que Rimbaud lo es – [La gestación fundamental de la historiograficidad]

45 SIGNIFICATIVIDAD POR NO DECIR ESTADO. Al caso, la significatividad sigue siendo una significicatividad

general, que ya todo lo general es particularidad del caso para con la relatividad –relatoría – de categorías en el paso del experimentarse al pasado. [TESIS SOBRE LA EXPLICATIVIDAD: LA EXPLICATIVIDAD SE GESTA AL PASO DEL EXPERIMENTARSE TRASCENDENTAL: ENUNCIACIONES ONTOLÓGICAS: VOLUNTAD DE PODER]

[y es que al decurso de la historia de la filosofía alemana, sólo la voluntad de poder de Nietzsche, permite la apertura plena de la reflexión ontológica fundamental, el tiempo, la ficción del contenido, y la especulación formal de las formas] [De ahí su comprensión al nihilismo]

46 Por ejemplo en Hegel, al paso de su sistema, las significatividad de la determinante Dinero se inscribe en la filosofía del

derecho, § 299, sobre las atribuciones y competencias del estado para la administración física y formal del dinero y su devenir:

*…+ si lo que se debe prestar se reduce solamente a dinero, como valor universal presente de las cosas y de los préstamos, puede determinarse concordantemente y a la vez, de manera que los trabajos y los servicios particulares que el individuo puede prestar sean intervenidos por su arbitrio.”

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La cuestión es que es esa eternidad la que nos hace pensar en una naturaleza. Si el fenómeno es una estructura natural, la eternidad es demasiada humana al caso.

La naturaleza no es un fenómeno. Al paso no se nos presenta. Hoy en día la física es una disciplina formal, eminentemente. [p. 44]

Las ideas de Hegel sobre la naturaleza del discurso histórico tuvieron el mérito de hacer explícito lo que se reconocía en la práctica dominante de la erudición histórica del siglo xix, a saber, el interés por el estudio de la historia política, un estudio que, sin embargo, a menudo estaba oculto tras vagas profesiones de interés en la narración como fin en sí. En otras palabras, la doxa de la profesión asumía la forma del discurso histórico – lo que

[-SÓLO A ESTE TIPO DE INSTANCIAS ES QUE LA CIVILIZACIÓN DE OCCIDENTE DISTINGUE ENTONCES DE DEVENIR, PREVENIR, ADVENIR, A LA TRANSFORMACIÓN DE TRASCENDENTALIDAD DEL DESTINO DE LAS COSAS: EL DESTINARLAS QUE OTORGA LA FILOSOFÍA EN TÉCNICA TRAS KANT]

En el espectro temporal opuesto de las disciplinas, al paso material de las determinaciones de estado de ello mismo lo cual Hegel refiere, un teólogo contemporáneo, Hans Kung refiere la determinante “Dinero” en “El reto de los modernos humanismos” *p.26+ bajo estos términos: :

*…+el Vaticano, por ejemplo, que hacia fuera defiende enérgicamente la justicia social, la democracia y los derechos del hombre, y hacia dentro ejercita un estilo de gobierno autoritario, activa la inquisición y administra el dinero público sin público control. Y el Consejo Ecuménico de las Iglesias, que se pronuncia valientemente en favor de los movimientos de liberación de Occidente, pero no hace otro tanto por los de la zona soviética; que centra su atención en la paz de los países lejanos, pero no la promueve en su propia casa, esto es, entre las distintas Iglesias.

Más veamos entonces desde la historia, a bien de completar el giro civilizatorio que su valor describe en el aproximarnos a la analítica de nuestro próximo autor, dónde coloca Fernand Braudel la determinante “dinero” en La dinámica del capitalismo: [A ESTO CUÁL ES LA DIFERENCIA QUE COLOCAS ENTRE SIGNIFICATIVIDAD Y DETERMINANTE] [Que uno es el nombramiento de la significatividad, más al decir significatividad no hace la signficitatividad quien es. Significatividad es sólo describible, anunciable y enunciable al paso de la determinación, el ser-ahí de la significatividad [CUAL YAVÉ QUE COLOCA SOBRE LA FRENTE DE CAÍN EL SIGNO] [CFR. LA MARCA DEL 666 DEL APOCALIPSIS]:

En el siglo siguiente, cuando la máquina reactivada se complica precisamente a causa de su recobrada velocidad (los siglos XIII y XVI, antes de la Peste Negra, habían sido épocas de franca aceleración) y debido a la expansión de la economía atlántica, la fuerza motriz del movimiento se sitúa en las ferias internacionales: ferias de Amberes, de BergopZoom, de Fráncfort, de Medina del Campo y de Lyon, que fue por un instante el centro de Occidente, sobre todo a partir de las llamadas ferias de «Besançon», sumamente complejas y especializadas en el tráfico de dinero y créditos, que fueron instrumento de dominación —durante al menos cuarenta años, de 1579 a 1621— de los genoveses, maestros indiscutibles de los movimientos monetarios internacionales. Raymond de Rooker, poco dado al as generalizaciones debido a su innata prudencia, no dudaba en definir el siglo XVI como el del apogeo de las grandes ferias. La expansión característica de este siglo tan activo correspondería, según un análisis reciente, a la exuberancia de un último estadio, de una superestructura, y, de resultas, a la proliferación de esta superestructura, agrandada entonces por las llegadas de metales preciosos de América y, más aún, por un sistema de cambios y recambios que permite la circulación de una gran masa de papel a la venta y de crédito. Esta frágil obra maestra de los banqueros genoveses se derrumbará en la década de 1620 por mil razones a la vez.

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denominaba la historia verdadera- como contenido del discurso, mientras que el contenido real, la política, se representaba como algo que primariamente constituía solo el vehículo o bien la ocasión de la narración. Esta es la razón por la que la mayoría de los historiadores profesionales del siglo xix, aunque se especializaran en historia política, tendiesen a considerar su trabajo como una contribución menos a la ciencia de la política que a la labor política de las comunidades nacionales. La forma narrativa en la que se forjaban sus discursos era plenamente congruentes con este último fin. Sin embargo refleja tanto la falta de disposición a convertir los estudios históricos en una ciencia como, lo que es más importante, la resistencia a la idea de que la política debería ser un objeto de estudio científico al que la historiografía podía aportar su contribución.

LA LABOR POLÍTICA DE LAS COMUNIDADES NACIONALES ES LA FILOSOFÍA.

De Hegel se sigue entonces 1) LA FALTA DE DISPOSICIÓN DE HEGEL –POR NO DECIR RESISTENCIA-A

CONVERTIR – EL TRABAJO DE DOMINIO DE LA ALEGORÍA TRASCENDENTAL DE LA DIFERENCIA Y LA

ABDUCCIÓN DE LO MISMO AL CLARO DE LAS CONTRADICCIONES- LOS ESTUDIOS HISTÓRICOS EN

UNA CIENCIA, PERO TAMBIÉN, Y MÁS IMPORTANTE –APUNTA WHITE- LA RESISTENCIA A LA IDEA

DE QUE LA POLÍTICA DEBERÍA SER UN OBJETO DE ESTUDIO CIENTÍFICO AL QUE LA

HISTORIOGRAFÍA PODÍA APORTAR SU CONTRIBUCIÓN.

*O … LA HISTORIOGRAFÍA PODÍA APORTAR SU CONTRIBUCIÓN –LA METAFÍSICA DEL TALERO Y LA

FILOSOFÍA COMO EL NEGOCIO DEL SITIAL (CUAL MONJES AGUSTINOS A LAS AFUERAS DE ROMA) a

la conversión de la política en ciencia]- [La metafórica de los taleros y las monedas de plata]

Más ahora, sin inconveniente podemos preguntar a White por el respecto y la propiedad con la

que cabe abducir razones para que algo tal como la narrativa sea o no sea objeto de estudio

científico. El índice de gradación a la apertura en la recepción gravita. [La semántica del gravitar y

el alumbrar]

[La poética y la semántica nacional al calce] La idea fundamental de Hegel la podemos referir al

calce de Herótodo y Tucídides, donde podemos ver entonces la totalidad de decurso narratológico

en que la historiograficidad que White abduce –AMÉRICA- no explosiona. Escribe Hegel en la introducción a las lecciónes de historia de la filosofía [p.182]:

(El conocimiento histórico de las doctrinas no es ninguna comprensión de las mismas.)

Pero hay que distinguir entre historia política e historia de la filosofía. Aquélla puede ser objetiva como la poesía homérica, o como el tipo de historia escrita por Herodoto o Tucídides. En cuanto hombres libres, dejan obrar las acciones y acontecimientos por sí mismos, sin añadir nada de suyo; ponen de manifiesto los hechos sin arrastrarlos ante su tribunal y juzgarlos. Sin embargo, en la historia de la filosofía tiene lugar una relación diferente. Pues aunque la historia de la filosofía tiene que narrar los hechos, sin embargo, la primera cuestión es saber qué es un hecho en filosofía; es decir, si algo es filosófico o no, y qué lugar corresponde a cada hecho.

100

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Más que de ello, la ciencia, la política, la historiografía … y que se hace a ello de la historia?

[¿Cuando Juan habla del abandono de la historiografía y el retorno a la historia es esto quien

dice?]

[A muerto Neil Armstrong, ese día]. Eso son los hechos filosóficos, tecnología y comprensión; los hechos hechos de lectura. [44]

En otras palabras, para Hegel el contenido (o referente) del discurso específicamente histórico no era la historia real de lo que sucedió sino la relación peculiar entre un presente y un pasado público que hacía posible un Estado dotado de una Constitución.

Por lo general, los sentimientos profundos, como el amor, así como la intuición religiosa y sus concepciones están completos en sí mismos, constantemente presentes y satisfactorios; pero esa existencia exterior de una Constitución política articulada en sus leyes y costumbres racionales es un presente imperfecto y no puede comprenderse exactamente sin un conocimiento del pasado (83-84).

De ahí la ambigüedad del término historia. Este término «une el lado objetivo y el subjetivo y denota la historia rerum gestarum tanto como las propias res gestae» e «incluye lo que ha sucedido no menos que la narración de lo que ha sucedido». Esta ambigüedad, decía Hegel, refleja «un orden superior al mero accidente exterior (müssen wir für hohere Art ais für eine bloss áusserliche Zufalligkeit ansehen)» (83). La narrativa per se no distinguía la historiografía de otros tipos de discurso, ni la realidad de los

acontecimientos contados distinguía la narrativa histórica de otros tipos de narrativa.47

47

Confrontemos este testimonio con la palabra Heideggeriana, trascedentalicemos la totalidad de lo que abarca:

Lo que viene después de Hegel, filosóficamente visto, es por doquier recaída y residuo

en positivismo y filosofía de la vida u ontología escolar; visto científicamente difusión y rectificación de muchos conocimientos sobre la Idea y de su historia; pero aun en esta consideración erudita son siempre conductores los puntos de vista hegelianos, aunque a menudo apenas conocibles, sin ser capaces de desplegar su fuerza metafísica de sostén. De estas fuentes turbias saca la filosofía actual sus "conceptos"-de "ideas" (cfr. La fundación, 193. El hombre, particularmente pp. 314 y as.). Porque Hegel, con esta fimdamentación de la "idea" como realidad efectiva de lo real

efectivo, reunió en una correspondencia toda la historia de la filosofía vigente, también preplatónica y este saberse concibió como autosaberse absoluto en sus etapas y escalonamiento, llegó a la posesión de una necesidad que surge de la esencia de la entidad (idea), según la que las etapas de la historia de las ideas tenían que escalonarse. En otras palabras, su historia de la filosofía, vista desde su preguntar, era la primera

101

ser-ahí y del

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Más es así tan sólo que esto, la totalidad de lo que se viene hablando, es sólo el sitio de principio al cual comienza el camino de la profesionalización historiográfica desde la interioridad metodológica en que a la comprensión de la historicidad y las formas jurídicas la vocación hsitórica había finalmanete arribado tras la devastadora transposición que practica Kant para la metafísica y la culminación posterior a que esta puede dar fin la ciencia que Hegel puede advertir y sentenciar.

[Y que esto nos sirva sólo, tan sólo, a bien del recentramiento de nuestra misma condición histórica, Donde que, efectivamente, al ahí de la lectura, no hay condiciones para hacer filosofía: Ideas, ideas tan sólo se requiere.

[p. 46] Al respecto aún hablando de Hegel. La historia otra cosa en Hegel. Un giro arábigo en el

curso de su la constitución simbólica de sus alumbramientos: El dios oscuro: La opción de Hitler es

perpetúa, al punto Internet deviene a ser la única alternativa a la imposibilidad de apropiación

unipersonal en el dominio del mundo: La institución única de su linaje: el desarrollo técnico estratégico del multiculturalismo [La integración americana de sus academias]

[p. 62]

Esta es la razón por la que una historia narrativa puede considerarse legítimamente como algo distinto al relato científico de los acontecimientos de que habla -como han argumentado correctamente los Annalistes-. Pero no es razón suficiente para negar a la historia narrativa un valor de verdad sustancial. La historiografía narrativa puede muy bien, como indica Furet, «dramatizar» los acontecimientos históricos y «novelar» los procesos históricos, pero esto sólo indica que las verdades de que trata la historia narrativa son de orden diferente al de las de su contrapartida científica social. En la narrativa histórica, los sistemas de producción de significado peculiares a una cultura o sociedad se contrastan con la capacidad de cualquier conjunto de acontecimientos «reales» de producir esos sistemas. El que estos sistemas tengan su representación más pura, más plenamente desarrollada y formalmente más coherente en el legado literario o poético de las culturas modernas secularizadas no es razón para descartarlos como meras construcciones imaginarias. Ello supondría la negación de que la literatura y la poesía tengan algo válido que enseñarnos sobre la realidad.

historia filosófica de la filosofía, la primera interrogación histórica adecuada, pero también la última y a la vez. Ultima posible de este tipo, Lo que aquí sigue en el todo es importante trabajo erudito, pero en el fondo, es decir, filosóficamente, un balbuceo perplejo y distraído, que sólo cobra una unidad a

sus escritos o "problemas".

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partir de la sucesión de filósofos y de

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LA HISTORIOGRAFÍA NARRATIVA PUEDE MUY BIEN, COMO INDICA FURET, «DRAMATIZAR» LOS

ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS Y «NOVELAR» LOS PROCESOS HISTÓRICOS, PERO ESTO SÓLO

INDICA QUE LAS VERDADES DE QUE TRATA LA HISTORIA NARRATIVA SON DE ORDEN DIFERENTE AL

DE LAS DE SU CONTRAPARTIDA CIENTÍFICA SOCIAL. INSITAR, INSITAR SÓLO EL CASO DEL RECUERDO DEL RECUERDO HISTÓRICO: Símbolos, qué escribe en tal fecha tal caballo, quién entonces lo pinta:

El sitial del caballo y del puente en la construcción de la Alemania weberiana, la institución de la social democracia.

Así entonces comprender el carácter institucional autónomo que posee la economía en la Unión americana: Al calce entonces White escribe: [136]

El único uso puro del concepto ECONOMÍA –y por uso puro comprendemos el carácter refinado del término al paso de la historia del ser de su elemento -

Por supuesto un texto «importante» es un texto que da muestras de aparición de un modo discursivo diferente del que prevaleció en la época anterior. Foucault se interesa menos por el texto «clásico», el texto que está plenamente sistematizado y realizado de acuerdo con la episteme que sanciona su discurso, que con el texto que caracteriza un nuevo ámbito de indagación, o más bien constituye nuevas «positividades» y «empiricismos» sobre la base de una nueva conceptualización de la relación de la conciencia con el mundo. Así, por ejemplo, en sus análisis de las ciencias de la biología, la economía y la filología del siglo xix, se interesa menos -de hecho casi los ignora- en Darwin, Marx y Wilamowitz que en Cuvier, Ricardo y Bopp. A estos tres últimos los considera los verdaderos «inventores» de nuevos ámbitos de investigación, la biología, la economía y la filología, respectivamente.

[Entonces en la nota 7, White explicita sus motivos puros: el sitial de su deseo: el descomponerse en paz]

Esto no quiere decir, por supuesto, que algunos historiadores no fuesen contrarios a la idea de una política científica a la que la historiografía podría contribuir, como pone bastante claro el ejemplo de Tocqueville y de toda la tradición «maquiavélica», que incluye a Treitschke y a Weber. Pero es importante reconocer que la idea de ciencia a la que había de contribuir la historiografía siempre se distinguía del tipo de ciencia cultivada en el estudio de los fenómenos naturales.

103

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Tras la formación estatal que la socialdemocracia cobijada al amparo Weberiano, pasa el paso la

brisa expresionista de la esquizofrenia cultural que el expresionismo exuda [o eso que hace el

sudar] [el arte y la corporeidad][La transformación del sitial propio de la corporeidad] [Tamara de

Lempika][La instrumentalización que de ella hace Tim Burton es sólo un oscuro recuerdo][La

escena se compone también de estas otras tomas similares en esta película, en esta otra, en esta

ortra][El mostramiento de otras brujas] ¿Qué nombra Hayden White por sí mismo ciencia? Deja la ciencia, la cuestión es ahora cultura:

*…+ es manifiesto que los datos del historiador intelectual son diferentes de aquellos con los que trabaja el historiador de la política o de la economía, y su carácter diferencial radica en el hecho de que estos datos nos muestran directamente los procesos por los que las culturas producen los tipos de sistemas de significado que dan a sus actividades prácticas el aspecto de la significación, o el valor. Los grupos se implican en actividades políticas para fines políticos, ciertamente, pero estas actividades sólo son significativas para ellos por referencia a otro fin, propósito o valor extrapolítico. Esto es lo que les permite imaginar que sus actividades políticas son cualitativamente diferentes de las de sus oponentes o que representan un valor superior al de sus enemigos -que son enemigos u oponentes precisamente en la medida en que conciben otras metas, propósitos, valores, específicamente diferentes de los suyos aunque genéticamente similares a ellos-. Esto vale también para las actividades económicas, religiosas o sociales. Los acontecimientos históricos difieren de los naturales, en que son significativos sólo para sus agentes y tienen diferente significado para los diferentes grupos que los realizan. Sin duda la actividad económica tiene que ver con objetivos económicos -la producción, intercambio y consumo de bienes-, pero hay diferentes tipos de actividad económica (feudal, capitalista, socialista y todas las mezclas de ellas) porque esta actividad se considera que sirve a otros fines además de los de la mera producción, intercambio y consumo de bienes. El alimento, el vestido y la vivienda pueden ser necesidades «económicas», pero lo que se considera el tipo adecuado de alimento, la indumentaria adecuada y una vivienda adecuada para el ser humano varía de una cultura a otra. Además, la provisión de estas necesidades en cualquier cultura dada está regida por reglas y leyes que tienen su justificación en un ámbito extraeconómico, específicamente aquel en el cual se produce el significado de lo que se considera correcto, apropiado y adecuado. Así expresado, resulta inmediatamente obvio por qué los historiadores intelectuales se inspiran en Hegel, Marx, Freud y Nietzsche -y en sus modernos sucesores, Lévi-Strauss, Habermas, Foucault, Derrida, Ricoeur, J. L. Austin, etc. Todos ellos se interesan por el problema de la mediación, que podemos concebir como la desviación de los impulsos básicos (económicos, sociales, sexuales, estéticos, intelectuales, etc.) de sus metas supuestamente inmediatas por consideraciones de naturaleza específica a la cultura. Y aquí específico a la cultura significa específico a un sistema de significado históricamente determinado.

II

104

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[B] Fernand Braudel, Prólogo, La historia y las ciencias sociales,

En la historiografía contemporánea, caracterizada por una profunda revolución de conceptos y de métodos, constituye incuestionable entidad —en su conjunto y contemplada con la serenidad que proporciona la perspectiva de cierta distancia— las novedades de la «escuela francesa». Un sector de la misma escucha temprano la crítica procedente del campo filosófico —recuérdense, por ejemplo, las consideraciones demoledoras de Nietzsche en De la utilidad y desventaja de la Historia para la vida (1873)— y se aparta de la manera de entender y de reconstruir el pasado que venía practicándose durante la segunda mitad del siglo XIX. Aunque no faltaron resistencias, aquellos disidentes, poco a poco, fueron imponiéndose, hasta prevalecer. Hubieron de luchar con la rutina académica, atrincherada en las cátedras y sostenida por los manuales; el arma fue la Revue de Synthèse Historique.

[p. 43]

*…+los hombres, incluso los más grandes, no nos aparecen ya tan libres e indeterminados como a nuestros predecesores en el oficio histórico; mas no por ello disminuye el interés que su vida despierta: más bien al contrario. Y la dificultad no radica en conciliar, en el plano de los principios, la necesidad de la historia individual y de la historia social; la dificultad reside en ser capaz de tener sensibilidad para ambas al mismo tiempo y en conseguir apasionarse por una de ellas sin por ello olvidar a la otra. Es un hecho que la historiografía francesa, introducida por Lucien Febvre por el camino de los destinos colectivos, no se ha desinteresado jamás, ni por un momento, de las cumbres del espíritu. El propio Lucien Febvre ha vivido con pasión y obstinación junto a Lutero, Rabelais, Michelet, Proudhon y Stendhal; una de sus originalidades consiste precisamente en no haber renunciado jamás a la compañía de estos auténticos príncipes. Pienso, en particular, en el más brillante de sus libros, en Luther, en el que sospecho que por un instante aspiró a ofrecer el espectáculo de un hombre verdaderamente libre, dueño de su propio destino y del destino de la historia. Por este motivo siguió sus pasos tan sólo durante los primeros años de su vida rebelde y creadora, hasta el día en que se cierran sobre él, de manera implacable, el destino de Alemania y el de su siglo.

El amor de la 4° república francesa a Nietzsche al decurso de lo que conduce a la Segunda Guerra mundial. {p. 67]

Los historiadores del siglo xviii y de principios del xix habían sido mucho más sensibles las perspectivas de la larga duración, la cual sólo los grandes espíritus como Michelet, Ranke, Jacobo Burckhardt o Fustel supieron redescubrir más tarde. Si se acepta que esta superación del tiempo corto ha supuesto el mayor enriquecimiento —al ser el menos común— de la historiografía de los últimos cien años, se comprenderá la eminente función que han desempeñado tanto la historia de las instituciones como la de las religiones y la de las civilizaciones, y, gracias a la arqueología que necesita grandes espacios cronológicos, la función de vanguardia de los estudios consagrados a la antigüedad clásica. Fueron ellos quienes, ayer, salvaron nuestro oficio.

105

Page 107: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

[p. 146]

Sería útil ver en qué medida Jacob Burckhardt se sitúa o no en el movimiento mismo de la Kulturgeschichte alemana, apuntada ya desde Herder (1784-1791) y vulgarizada por la aparición del libro de Gustav Klemm (1843-1852). La historiografía alemana de la mitad del

siglo xix se entregó a una dicotomía muy peligrosa, como muestra por sí solo y sin dejar lugar a dudas el grueso manual de Historia Universal de G. Weber (1853), que, traducido al castellano,

desempeñó un papel crucial en España. El manual de Weber distingue una historia externa (la política) de una historia interna (cultura, literatura, religión). Sin embargo, es imposible pensar que la historia «interna» constituye por sí una realidad.

[147]

Notas sobre Spengler

Hay tantas morales —dice Spengler— como culturas, cosa que Nietzsche ya había adivinado o sugerido; de la misma manera, hay tantas filosofías (¿ nos atreveremos a decir con cierta ironía que tantas historias y tantas historiografías?), tantas artes y tantas matemáticas como culturas. El Occidente se distingue también por una originalidad matemática innegable: su descubrimiento del número-función. La invención del cálculo infinitesimal es, pues, presentada en las primeras páginas de la obra, a las que no cabe negar, una belleza que nada ha marchitado.

Fernand Braudel; El mediterraneo en la época de Felipe II, [p.293]

El Atlántico, en la escuela del Mediterráneo

¿Cómo influyeron estos océanos en la vida del Mediterráneo y cómo actúa éste en sus

inmensos espacios? La historiografía tradicional no distinguía entre diferentes Atlánticos y los consideraba como una totalidad, la cual era el enemigo número uno del mar Interior: una

vasta extensión que subyuga a otra menor. Esto es simplificar las cosas. Y puestos a exagerar, tanto valdría decir que el Mediterráneo ha dominado durante mucho tiempo a su inmenso vecino, y que su decadencia se puede explicar, entre otras razones, desde el momento que ha perdido el control de aquél. Vale la pena repetirlo: la historia no la hacen los espacios

geográficos, sino los hombres que dominan o descubren estos espacios. Kosselleck y la condición histórica de la historiografía; su semántica; [p. 92]

Las circunstancias antiguas quedan invalidadas, aparecen nuevas circunstancias, incluso combatidas por otras aun mas nuevas; las legislaciones enteras cambian, estructuras contradictorias pasan rápidamente; es como si la historiografía apenas fuera ya capaz de seguir a la historia.

[p.181]

106

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Cuando Hegel eliminó de su historia de la filosofía universal la subjetividad de quien cree saber lo todo, definió como su principio espiritual... la totalidad de todos los puntos de vista. De aquí que siga vigente también la exigencia de imparcialidad. El la sola se cuida de hacer valer los hallazgos, la facticidad frente a las unilateralidades interesadas. De este modo Hegel expresa su reconocimiento al canon tradicional de la investigación histórica. Pero teóricamente provoca la toma de partido. Ampliar la imparcialidad, de tal modo que empujara al historiador al papel del espectador que narra todas y cada una de las cosa sin ninguna finalidad, significaría hacer inútil la propia imparcialidad: sin juicio, la historia pierde interés. Pero una historiografía sistemática tiene que saber lo que es esencial; toma partido por lo esencial y mantiene firmemente lo que tiene relación con ello.

[p, 268 n.3]

Jürgen Voss me ha llamado la atención sobre otro documento, por cierto de la historiografía: C. Wernicke: Die Geschichte der Welt, partes 3-5 (Die Geschichte der Neuzeit), Berlín, 1865-1866, 3.a edic., (1.a de 1855-1857). Wernicke diferencia los pasos de los tres períodos mayores para obtener un criterio del tiempo nuevo. La Antigüedad tocó a su fin porque nuevos pueblos hicieron surgir la Edad Media. Esto no sería válido para el paso a la modernidad. Pero tanto mas poderosas son las nuevas creaciones que, preparadas durante siglos, se produjeron desde comienzos del siglo XVI en el interior de aquellos pueblos y en todos los ámbitos de la vida, en la Iglesia y en el Estado, en el arte y en la ciencia, de modo que desde el comienzo del siglo XVI hay que considerar el tiempo como verdaderamente nuevo (ibíd., parte 3, p. 2 sig.). [87]

Stein vio en las condiciones sociales las verdaderas dificultades para una representación popular fuerte en suelo prusiano. Esto nos conduce al tercer y definitivo punto de vista que él introdujo. Como es conocido, Lorenz von Stein subdividió la historia moderna en la que se descomponía lentamente la vieja societas civilis, según la contraposición entre Estado y sociedad: de qué tipo era esta pareja de conceptos que se mostraba en la aplicación a la cuestión de la constitución prusiana —se trataba, dicho de forma exagerada, de un principio heurístico, más que de factores reales palmarios—. Según su teoría, cada clase dirigente tendía a una sociedad en la que se desarrollara una constitución política para usarla como instrumento de dominio de las clases bajas. Consideró tan fundamental el carácter condicionado del derecho público y social respecto a los movimientos sociales que incluso consideró que mostrarlo era la meta última de cualquier historiografía verdadera.

[Eric Hobsbawn] Prólogo, p. 7

Es de todo punto imposible que una persona conozca la historiografía del presente siglo, ni siquiera la escrita en un solo idioma, como el historiador de la antigüedad clásica o del imperio bizantino conoce lo que se escribió durante esos largos períodos o lo que se ha escrito después sobre los mismos. Por otra parte, he de decir que en el campo de la historia contemporánea mis conocimientos son superficiales y fragmentarios, incluso según los

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criterios de la erudición histórica. Todo lo que he sido capaz de hacer es profundizar lo suficiente en la bibliografía de algunos temas espinosos y controvertidos —por ejemplo, la historia de la guerra fría o la de los años treinta— como para tener la convicción de que los juicios expresados en este libro no son incompatibles con los resultados de la investigación especializada. Naturalmente, es imposible que mis esfuerzos hayan tenido pleno éxito y debe haber una serie de temas en los que mi desconocimiento es patente y s0o

José Ortega y el sentido de dialógico de la introducción del sentido de la historiografía al paso de Su lengua: El hecho de comprensión que suscribe: La ganancia planetaria quien dibuja la cosa:

Obras completas, 149

—Esta política astronómica parece una mixtificación —dije yo entonces, con un poco de brutalidad. —Todo lo serio habrá de considerarse mixtificación por los seres frivolos que carecen de órganos táctiles para percibir la realidad de las cosas superiores. Mas en este caso, afortunadamente, tengo clásicos que apoyan mis afirmaciones y reconfortan mi convicción. Herder, el infinito Herder, padre de la moderna historiografía, comienza su libro diciendo que la filosofía de la historia humana tiene que comenzar con el cielo. Por otra parte, la doctrina más moderna sobre los métodos históricos sigue los principios de Ratzel, que dan a la reconstrucción del pasado una base antropogeográfica. «El influjo de la naturaleza sobre la historia —afirma Ratzel— da a ésta un profundo carácter telúrico. A primera vista depende una evolución histórica únicamente del suelo en que se realiza. Si profundizamos más le hallamos raíces adheridas a las propiedades fundamentales del planeta».

De ahí al uso eminentemente político del término, en una reducción cognitiva final de lo que una pedagogía concluye, la historiografía, magister vitae, y el decurso de la construcción de la palabra de la Mirandolla. [209] Respuesta a una pregunta, Carta en el Imparcial para Pio Baroja.

Yo espero que hoy hayan cambiado los ánimos de esas gentes ciegas que juzgaban de colores y sin tener conocimiento suficiente de las ciencias fundamentales osaban hacer el balance de la cultura universal. A este propósito quiero citarle una extraña página que hallé el otro día en un libro de propaganda en favor de los estudios clásicos, compuesto por un ilustre filólogo, profesor en San Petersburgo. Encomiando la veracidad de la historiografía grecolatina —nequid falsi audeat, nequid veri non audeat historia— contrapone a ella lo que él llama el hotentotismo, y mire usted por dónde se sirve de los españoles como ejemplo: «Cuando un español defiende con calor a los españoles oprimidos en Portugal, pero se enfurece ante una defensa análoga en pro de los portugueses perjudicados en España; cuando un mismo español, como republicano, se muestra agradecido al Gobierno por la prohibición de la propaganda carlista, pero al día siguiente insulta al Gobierno por la prohibición de demostraciones republicanas, parécele haber juzgado en

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todos estos casos sana y consecuentemente.

[237] La trasformación que para España y la hispanidad esto incluye:

Así acontece con todas las cosas, sean materiales, sean espirituales: cada cual tiene un lado débil, y sólo uno, por el cual puede ser aprehendida intelectualmente y reducida a la domesticidad científica. Dar con este secreto es la verdadera ciencia, aunque los gestos y la forma en que se descubra parezcan frívolos y ligeros. La historia de España, según todos reconocen y yo he oído a los maestros de ella, no ha llegado aún a ese estadio. Salvo en cuestiones parciales de derecho y de lingüística, es el pasado de España tierra incógnita, de topografía insospechada. No obstante, se ha acumulado, libro sobre libro, una gran biblioteca de historiografía nacional. En general, las obras que la componen se hallan totalmente remotas del carácter científico. Padecen una noción de la historia sobremanera anticuada: entienden la historia como panegírico. Sus autores han sido llevados a tan ímproba y benemérita labor por un heroico amor a la patria. ¡Cosa más triste! No han conseguido su propósito. Y es que para construir la historia de España es más conveniente un amor a España modesto y sin pretensiones, y luego un heroico amor a la ciencia histórica. ¿Quiere decírsenos, en otro caso, qué se le había perdido a Mommsen en Roma?

[433] Gasset y el futuro

Aun cuando Fogazzaro nos deja muy hambrientos de las teorías de Juan Selva, que no ha

expuesto en El Santo, las ideas del nuevo teorizador católico nos eran de antemano conocidas.

Con Juan Selva, aun antes de saber su nombre, hemos hecho vía a redrotiempo y hemos

restaurado sobre un fondo de oscuras incertidumbres las líneas puras, severas y todas fuego

de la religión naciente: con él, después de cauterizarnos las fauces en aquella divina semilla de perennes hogueras, hemos ido tornando camino y hemos presenciado la expansión del

incendio evangélico que puso en hervor el mundo antiguo y purificó las almas en decadencia.

Al paso por Grecia hemos removido, entre el llamear rojo y dorado de una cultura que se extinguía, las cenizas venerables del viejo Pan capriforme. Juan Selva es, para nosotros, la

nueva labor crítica de la historiografía católica: es el abate Loisy y el P. Duchesne. Mas no es

esto sólo: el modernismo no se ha contentado con crear una nueva filología: su poderosa religiosidad —¡acordaos de las palabras de Goethe!— le ha permitido labrar nuevas soluciones

filosóficas y de sociología, éticas, políticas y teológicas. La novela de que hablamos nos

permite, en fin, esperar una nueva estética del catolicismo.

Del Volumen 7 de las obras completas, El trabajo de concepto al que ha llegado con la palabra historiografía:

La dicción «Humanidades» liberada así y pudiendo actuar como voz vulgarísima nos consigna directamente a los fenómenos en que la realidad humana aparece, y ello sin limitación alguna y sin prejuzgar la más tenue interpretación. Es, pues, el ideal para nuestro propósito puesto que ése es el tema de las ciencias postuladas y no hay mejor nomenclatura para una disciplina que señalar con el índice las cosas de que se ocupa. Sólo falta hacer que ese nombre de unas cosas enuncie, a la vez, la faena de conocimiento que a ellas se dedica. Así, Humanidades va a significar para nosotros a un tiempo los

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fenómenos que se investigan y estas mismas investigaciones. Sin duda, es también un equívoco, pero que no estorba mayormente, como no causa daño apreciable que «historia» designe a la vez la historia como res gestae y la historia como historiografía.

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TÍTULO III

HERMENÉUTICA DE LA INTERPRETACIÓN

[- Querido lector, si hasta aquí te has apercatado]

A bien de dar el paso de comienzo a la apercepción de un principio ético que pueda

gestionar hoy la vocación de la historia en su soberanía científica, es menester el historiador

pueda apercatarse del dato en que se crean y se recrean de la historiograficidad todas las cosas:

Destruir ontológicamente el orden cronológico en que precomprendemos el sentido del ser del

ente es, a la relatividad de la historia del evento, renunciar a la comprensión del objeto teleológico

en quien el evento de sí mismo, la narrativa inherente de su comprender se transporta en gestión

de la diferencia con quien se encuentra el modelo fundamental de los estudios científicos

modernos: La subjetividad, al paso de quien ya al formarse el extrañamiento somos nosotros

mismo y, de la cual, ya hemos siempre partido todos los historiadores partido.

La disposición original del hecho de lectura esencial, en creación y conformación de una

una peculiaridad tal como un historiador, encuentra en la significancia de CONCIENCIA un quien

que en osadía máxima se presenta al paso de la pregunta fundamental. Ante la sorpresa el terror.

Esa es la única traza de diferencial en quien la filosofía comienza. La auto-explicitación histórica de

las condiciones de posibilidad del pensamiento histórico de la historia, al pensar la prosecución

histórica de la historia esencial de la filosofía, encalla en confrontación directa con los siguientes

planteamientos de las siguientes teorías contemporáneas.

Ricoeur:48

Ankersmit:49

Koselleck:50

White:51

White:52

¿Por qué el tratamiento a White es doble?

Gadamer:53

la historia de la filosofía, la filosofía de la historia que comporta. Hayden White y su comportamiento: América y las reservas del mundo: Fastos nefastos. Fascinerosos fascistas alados en reconciliación a la derrota.

48 49 50 51 52 53

111

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La alegoría trascendental de la visión, en la conformación del

aparato de comprensión epistemológica con quien la ciencia

histórica ha querido saber las cosas –a saber el sujeto

trascendental es imagen imagina de la imaginación trascendental-

es la disposición ontológica de la estética de la recepción en quien

se funda en la era contemporánea la comprensión práctica de la

historicidad: EL ESPECTÁCULO. La escritura de la historia. Al paso

de la lectura, las categorías, usos de conceptos y régimen de

interpretación, son las unidades historiográficas a bien de

construir las figuraciones óptimas de captación de los hechos de

lectura: historicidad de la historicidad.

Así los contenidos se sujetan al movimiento de la comprensión. La investigación histórica

siempre ha sabido reconocer en la alegoría de la visión y su vinculación a la sorpresa el carácter

fundacional del pensamiento del ser, lo que ahora reputamos por pensamiento histórico de la

historicidad.

Y es que nos hemos acostumbrado a pensar la lógica a la estructura de emplazamiento

que bajo las huellas del tiempo el saber nos manda: eso que en principio el futuro nos deja.

[LA DONACIÓN] [La diferencia universal que se sigue a la comprensión original de la

donación de comprender el sentido de la donación desde la categoría exegética fundamental del

ser-ahí –creación de sintaxis que Gaos nos dona en gracia de su comprensión a Heidegger- o desde

la extrapolación categorial que a título de develación quiere comprender la interpretación católica

de Heidegger, la heurística del Dasein al paso de una simple reiteración de lenguas: estar-ahí. [Los

fundamentos están en alguna epístola de San Pablo]

De ahí mismo juega entonces provenimos. El más allá del sentido político es la teología

que de ello ya el tiempo juega.

[De Gaos a Dussel, o de O´Gorman a López Austin, pasa el tiempo que pasa de Jésus a Saulo de Tarso o de Joseph Ratzinger a cualquier otro Santo. Nosotros, sólo nosotros en pasos]

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Page 114: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

Rosa divina que de sí se difiere, dice Sor Juana.

[La rosa y la esencia de la verdad] [La versión poética de la esencia de la verdad]

[Le versión histórica de la esencia de la verdad] [La versión filosófica de la esencia de la

verdad] Ya a tal sentido preguntar el sentido del ser del concepto de ciencia.

Así entonces pongamos en gestión un caso. Al mostrarse del extrañamiento cual

dispositivo epistémico fundador del orden metódico del discurso ¿De qué habla el significante por

nosotros aterido bajo los términos “disciplina”, “obediencia” y “régimen político”?+

Apresuremos cual poeta los pasos de sí a los siguientes versos.

Se trata relativamente de una función heurística de fundamentación tal

como un epígrafe cabalgando cualquier texto:

[a] La hora del hacer las cosas: La escritura.

[b] Cuidado del itinerario de la producción historiográfica: orden/ la operación.

[c] El plan de trabajo, la operación operada: cuidada. /proyecto y

operación.

[d] Temporalidad: V.gr. El sitial que divide diferencialmente medicina/ enfermería

[e] La comprensión holística del caso: lo inexistente:

[f] Administración de los saberes.

[g] Holismo y metafísica: Holismo, imperialismo, régimen de castas:

[H] La culminación histórica de todo régimen social es el régimen de

castas.

Hemos entonces de conducir nuestras meditaciones por la gravedad de nuestras honduras.

Conducir el sitio de los problemas a un acontecimiento puro. La política, arte de las ficciones, es

sólo así una comanda en voz de la voz un resguardo.

[A] [mensurar el ejemplo de distancia que va entonces de la distancia que nos vincula en distancia misma de Herodoto a Tucídides]

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Page 115: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

Johnathan Swift seguramente llegó a meditar hondamente la situación política,

económica, social, religiosa y fiduciaria de una Irlanda tal como la suya. En Los Viajes de Gulliver

tras las visitas al reino de los gigantes, la primera parte, y la visita al país de los enanos en la

segunda, el protagonista pasa en la tercera parte del libro el paso de su viaje a la gran isla

voladora, la nación de los: . En esta isla, los más sabios de los sabios saben de toda vanidad y

pretensión del ansia de sabiduría. Y es que una sociedad consumada como la suya, en medio de

los requerimientos técnicos de mantenimiento y mejoramiento instrumental, sólo requiere la

comprobación de sus las teorías, los dispositivos generales de pensamiento son muy simples.54

Y es que toda comprobación, allende la situación histórica de su puesta, está compuesta

de una gran atención al pasado. La consumación de una sociedad no sólo vive de invocar a los

muertos en nombre o palabra, su existencia se va en el juego de traerlos al paso. Sea en Legado, la

Isla voladora, sea en Balnibarbi, sea en el puerto que sigue su viaje – Maldonado, de donde escribe

“Pronto hice algunos conocimientos y fui hospitalariamente recibido” – la estabilidad de toda

constitución política descansa en la escritura de los nombres de los padres fundadores. A la

alegoría de la isla voladora de Legado, el conocimiento es la plataforma continental en que se

construye el Imperio.55

Gulliver arribará entonces de la Isla voladora a la ciudad de Balnibarbi. Su

mayor interés se va en conocer de la ciudad su famosa Academia, institución gestada por

educandos de Legado.56

[De este ejercicio buscamos imbricar el comienzo del paso, al paso en que cambia toda la

narrativa del viajero. La inflexión del paso se encuentra entonces en la siguiente ciudad, cuando

del arribo al puerto de Maldonado, en la incapacidad de adquirir transporte a Luggnagg,

emprende Gulliver un corto viaje a la Isla de Glubbdrubdrib, “interpretando la palabra con la

mayor exactitud posible, viene a significar la isla de los hechiceros o de los mágicos.” La

peculiaridad de Glubbdrubdrib es muy simple.

Sirven y dan asistencia al gobernador y a su familia criados de una especia en cierto modo

extraordinaria. Su habilidad en la nigromancia concede a este gobernador el poder de

resucitar a quien quiere y encargarle de su servicio por veinticuatro horas, pero no más

54

Gulliver, p. 138 5555

“El continente, en la parte que está sujeta al monarca de la Isla Volante, se designa con el nombre genérico de Balnibarbi; la metrópoli, como antes dije, se llama Legado. Experimenté una pequeña satisfacción al encontrarme en tierra firme” p. 140. 56

De ella cuenta: “Hacía unos cuarenta años subieron a Laputa, para resolver negocios, o simplemente por

diversión, ciertas personas que, después de cinco meses de permanencia, volvieron con un conocimiento muy superficial de matemáticas, pero con la cabeza llena de volátiles visiones adquiridas en aquella aérea región. Estas personas, a su regreso, empezaron a mirar con disgusto el gobierno de todas las cosas de abajo, y dieron en la ocurrencia de colocar sobre nuevo píe artes, ciencias; idiomas y oficios. A este fin se procuraron una patente real para erigir una academia de arbitristas en Legado; y de tal modo se extendió la fantasía entre el pueblo, que no hay en el reino ciudad de alguna importancia que no cuente con una de esas academias.

114

Page 116: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

tiempo; así como tampoco puede llamar a la misma persona otra ves antes de trascurridos

tres meses, salvo en ocasiones muy excepcionales.57

Después del honor de comer en el palacio de dicho gobernante, Gulliver declinará la

proposición de hospedarse en tal hogar y pasa los diez siguientes días alojado en el pueblo

visitando día tras día al gobernador. Alejandro el Grande a la cabeza de su ejército tras la batalla

de Arbela, Aníbal, César, Pompeyo, el Senado romano entero ante una junta representativa

moderna,58

todos ellos desfilan ante el protagonista de la novela. Es entonces en el capítulo VII

que llegamos al punto epistemológico de toda la novela, Swift lo titula: Siguen las referencias

acerca del Glubbdrubdrib:

Deseando ver a aquellos antiguos que gozan de mayor renombre por su entendimiento y

estudio, destiné un día completo a este propósito. Solicité que se apareciesen Homero y

Aristóteles a la cabeza de todos sus comentadores; pero éstos eran tan numerosos que

varios cientos de ellos tuvieron que esperar en el patio y en las habitaciones exteriores del

palacio. Conocí y pude distinguir ambos héroes a primera vista, no sólo entre la multitud,

sino también a uno de otro. Homero era el más alto y hermoso de los dos; caminaba muy

derecho para su edad y tenía los ojos más vivos y penetrantes que he contemplado en mi

vida. Aristóteles marchaba muy inclinado y apoyándose en un báculo; era de cara delgada,

pelo lacio y fino y su voz hueca. Aprecié en seguida que ambos era perfectamente

extraños al resto de la compañía y nunca habían visto a aquellas personas ni oído de ellas

hasta aquel momento, y un espíritu cuyo nombre no diré me susurro al oído que estos

comentadores se mantenían siempre en el mundo interior en los parajes más apartados

de aquellos que ocupaban sus inspiradores, a causa del sentimiento de vergüenza y de

culpa que les producía haber desfigurado tan horriblemente para la posteridad la

significación de aquellos autores.

Ya el comienzo propio de la trama del proemio de la publicación de Herodoto de Halicarnaso, la explicitación del paso del discurso del historiador, es un agregado cultural posterior a tanto

podamos reconocer en él la incrustación simbólica59

del pensar del historiador:

Esta es la exposición del resultado de las investigaciones de Heródoto de Halicamaso para evitar que, con el tiempo, los hechos humanos queden en el olvido y que las notables y singulares empresas realizadas, respectivamente, por griegos y bárbaros -y, en especial, el motivo de su mutuo enfrentamiento- queden sin realce. Los persas mas versados en relatos del pasado pretenden que los fenicios fueron los responsables del conflicto, pues, tras llegar, procedentes del mar que se llama Eritreo a este nuestro mar, se establecieron en esa región que en la actualidad siguen habitando y se empeñaron, en seguida, en largas travesías; y, dedicados al transporte de mercancías

57 P. 155

58 “Se me antojó el primero una asamblea de héroes y semidioses, y la otra, una colección de buhoneros,

raterillos, salteadores de caminos y rufianes”

59 Nosotros, por comienzo, convengamos la interpretatividad que esta crítica ha de sustentar respecto a la

significancia fundamental de símbolo:

115

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egipcias y asirias, arribaron a diversos países, entre ellos a Argos (Argos, por aquel entonces, aventajaba ampliamente a las demás regiones del país que hoy en día se llama Hélade). Los fenicios, al llegar, pues, a territorio argivo, pusieron a la venta su cargamento y, al cuarto o quinto día de su llegada, cuando ya lo tenían vendido casi todo, acudieron hasta la playa muchas mujeres y entre ellas, la hija del rey; su nombre, como corroboran los propios griegos, era lo, hija de lnaco. Mientras las mujeres, arrimadas a la popa del navío, compraban los artículos que más eran de su agrado, los fenicios se alentaron mutuamente y se lanzaron sobre ellas. La mayoría de las mujeres, sin embargo, logró escapar, pero lo y otras fueron raptadas; las subieron entonces a bordo y se hicieron a la mar con rumbo a Egipto.

Al bien de nuestra comprensión, ella misma tal como la queremos, las transferencias y

recepciones que conminan y trasminan de sentido la cosa que llamamos texto, son el sitio mismo

al que nuestro interrogar a tanto historiadores nos encamina. Cualquier saber técnico que pase de

nuestra lectura al interpretar es entonces la emergencia plena del recuerdo.60

En la cuaternidad

del paso conjunto del nosotros, nuestro camino - el objeto en sí –, la categoría analítica que

nombraremos historicidad misma del historiador y, finalmente, el nombre de diferencia de

fundamentación del [objeto de investigación] de algo metodológico tal como historia filosófica de

la filosofía, es que ha de comprenderse los elementos propicios de la atención y estudio científico

de la historiografía.

Sólo puede efectivamente estar el historiador colocado al sitio real del evento propicio, la

verdad, de estar el camino del método efectivamente trazado tras haber mensurado el

pensamiento histórico –reflexivo o histórico da igual al caso- la realización del paso del ello mismo

que lo conduce de sí a ser la presencia en sí del saber: Deseo.

Ante la formulación del lenguaje entonces preguntamos, ¿qué sabe Herodoto? A la

emergencia de la memoria, el objeto de la crítica historiográfica es entonces el indagar las fuentes

de la escritura del evento a bien de reconvenir los usos válidos de los inválidos en la atención del

pensamiento histórico al fenómeno político puro del recuerdo.

¿Qué piensa Herodoto? El otro, el a priori, la alteridad, ya se estructuran de la politicidad,

esa ficción eterna de la experiencia que nosotros leemos. La diferencia trascendente Otro/el otro

marca la huella de la propiedad de apropiación en que de la letra se distingue el símbolo en

identidad de la alegoría quien ya siempre somos. La escritura de otro presente y otro pasado nos

precede. Confronta así con las disciplinas empleadas al paso de la atención de la lectura, su

60

¿Cómo entonces por ejemplo, a esta implicación fundamental de la constitución de sentido, pretende la

filosofía anglosajona acallar la significancia problemática de esta hondonada? ¿Cómo y a qué propone una respuesta Deleuze? Más así entonces, ¿qué habían dicho ya en pertinencia al caso William Blake o Lord Byron? A final de cuentas todos los problemas que la filosofía analítica anglosajona se pregunta en el debate bla, bla, bla ya corren de las estructuras de emplazamiento que cabalgan furiosas los versos de nuestros dos poetas amados poetas al paso del mismo Shakespeare. Más así, a semejantes condiciones, ¿cómo se puede entonces emplazar los estudios literarios al caso de esto tan sólo, una referencia intraficcional, la obra de Swift, Los viajes de Gulliver? ¿Qué es una novela?

116

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lectura: el saber reconocer de lo que del resto se nos encomia saber nombrar tiempo, bajo los términos categoriales alteridad, lógica, temporalidad de las inscripciones del pasado, es futuro.

La pretensión es pretensión del saber. En Herodoto ese saber, un saber referente al ser,

coloca una oración subordinada al a priori de la referencia en quien ya se juega el “fueron”, “los

fenicios fueron”, “los fenicios fueron los responsables del conflicto”. De la pretensión de los persas

nos apercatamos al texto y pretención a la confrontación que ya minan estas pretensiones.

Herodoto, ante el a priori de ese saber61

, el tiempo del discurso de los persas más versados, da

comienzo al emplazamiento lógico que estructura la historiográfica de su relato. El presente del

efectivo escribir que ha sido al paso de Herodoto se desplaza. Eso que nosotros somos al

momento que leemos, es ahora mismo al paso del tiempo, futuro de esos antiguos versos persas

respectivos al comienzo del evento, eso que somos en unidad al historiador. ¿Cuál es entonces el

evento?

Lo que comienza a ello, con tal discurso persa sujeto a investigación, es el evento del

historiador. Su ser-ahí más propio, la muerte del historiador, es ya siempre el paso mismo con que

da inicio, a la idea de Herodoto, su propia presencia: el historiador es al escribir ese futuro que es

de su lectura un ausente.62

El proemio tiene por sentido propio el realce. Lo expuesto del

resultado de las investigaciones, escritura, es seguramente una más de las notables y singulares

empresas realizadas por la nación de los griegos:

Esta es la exposición del resultado de las investigaciones de Heródoto de Halicamaso para evitar que, con el tiempo, los hechos humanos queden en el olvido y que las notables y singulares empresas realizadas, respectivamente, por griegos y bárbaros -y, en especial, el motivo de su mutuo enfrentamiento- queden sin realce.

¿Qué desea Herodoto? No necesariamente lectura. Al paso mismo de nuestro objeto del

investigar, la historicidad del historiador, es para Herodoto la totalidad de la historicidad ello que

se juega en la alteración de los significantes [resultado], [respectivamente], y del segundo párrafo,

[responsabilidad], un juego de palabras que al paso de su texto, y ya del texto mismo, lo traspone

y nos compone a nosotros mismos en la transposición.

El juego son esos ojos que miran al texto en la lejanía misma con que Héctor sucumbe a la

tormenta universal de todas las cosas:63

la latinización de los términos, al útil, sólo debe indicarnos 61 Cfr. Empédocles, Parménides, Y los presocráticos en lo relativo al Pólemos.

62

Malkiel escribe en su estudio preliminar [p.52] :

El mejor testimonio de que el original era conocido y gustado es el famoso contraste con que Tucídides, en la Introducción de su Historia, opone veladamente la verdad austera de su obra, menos grata por menos fabulosa, pero «un tesoro para siempre», a la de su antecesor «una pieza de concurso, para oír en el momento». En efecto: toca a Heródoto la amargura de vivir entre unos hombres y ser juzgado por otros. Su obra sale a luz entre la decadencia de la cultura jónica y el surgimiento de Atenas, póstuma, por lo tanto, a la generación que la condicionó.

63

[La construcción de la trascendentalidad, poesía de la prehistoria de la trascendentalidad. [Aquiles y el Hades] [Héctor y su tumba][La memoria y los manes]

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la prosecución de re-efectuación romana en que el Derecho re-suscribe la materialidad de los

discursos, el persa, el griego, la ciencia misma, todo aquello de que el significante Herodoto en su historiográfica engarza. El modo de engarce, la trama, es nodo tal que la alteridad es la alteridad y

para nosotros una huella.64

Más así entonces, encontrado el historiador, es ahora mismo más

extraño.65

[Iliada, XXII, v.385 y ss.]

Pero ¿por qué mi ánimo me ha suscitado este debate? Yace junto a las naves sin llanto y sin entierro el cuerpo de Patroclo. De él no he de olvidarme mientras yo esté entre los vivos y mis rodillas puedan moverse. Incluso si en la morada de Hades uno se olvida de los muertos, también allí yo tendré en la memoria a mi querido compañero.

[HECTOR Y SU TUMBA]

Ahora sí que tengo próxima la muerte cruel; ni está ya lejos ni es eludible. Eso es lo que hace tiempo fue del agrado de Zeus y del flechador hijo de Zeus, que hasta ahora me han protegido benévolos; mas ahora el destino me ha llegado. ¡Que al menos no perezca sin esfuerzo y sin gloria, sino tras una proeza cuya fama llegue a los hombres futuros!

Sobre el tiempo del futuro, el valor que esto expresa en el decurso del poema homérico, Emilio Crespo Güemes expresa:

“También Penélope elogia el extenso repertorio de cantos que posee Femio, en el que se incluyen gestas

de héroes y de dioses) (Odisea I, 338). En todo caso, el tema nunca se presenta como perteneciente al

mundo de la ficción: los propios personajes de la Ilíada lamentan a veces (cf. VI 354 SS.) que sus

desgracias se van a convertir en tema de canto para los hombres futuros. Del mismo modo, Eneas (Ilíada

XX 204) dice a Aquiles que ambos conocen sus respectivos linajes gracias a “los famosos relatos de los mortales”. El tema tampoco pertenece nunca al presente.

64

De lo Malkiel nombra pedagogía, lo que hemos al cuerpo del texto nombrado logos persa, pero lo que en términos comparativos al presente configuraría una pretensión antropológica, cabe apercatarnos del ser-ahí de los persas al paso cognitivo que de ellos Herodoto nos traza: [ –cfr. con lo Jagër dice sobre la paideia-[¿Qué escribe Heidegger y qué Gadamer sobre Jaegër?]

Libro I

136. El mérito de un persa, después del valor militar, consiste en tener muchos hijos; y todos los años el rey envía regalos al que presenta más, porque consideran que la cantidad hace fuerza. Enseñan a sus hijos, desde los cinco hasta los veinte años, sólo tres cosas: montar a caballo, tirar al arco y decir la verdad. El niño no se presenta a la vista de su padre antes de tener cinco años, vive entre las mujeres de la casa; y esto se hace con la mira de que, si el niño muriese durante su crianza, ningún disgusto cause a su padre.

137. Alabo, en verdad, esa costumbre, y alabo también, en verdad, esta otra: por una sola falta, ni el mismo rey impone la pena de muerte, ni otro alguno de los persas castiga a sus familiares con pena irreparable por una sola falta, sino que, si después de calcular halla que los delitos son más y mayores que los servicios, cede a su cólera. Dicen que nadie hasta ahora ha dado muerte a su padre

118

Page 120: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

Del discurso persa, sin distingo de las alteraciones que del depósito circunstancial del

logos y su fundamento se conminen, sólo resta el discurso persa. Su efecto a la constitución de la

presencia, en la construcción del Occidente todo, posee una relevancia comparativa sólo y tan sólo

a la construcción de caminos que llevaban de un poblado a otro entre mercados que los romanos y

todos sus hijos lingüísticos transitan ahora mismo. Al momento de la verdad, comprender el

instante en que el sentido del ser del evento acontece, lo es todo ahora. Lo único que cabe

preguntar a los persas más versados sería quiénes son esos fenicios. Herodo, respecto a la esencia

de la verdad nos escribe66

:

«Ya que nos obligas a apresurarnos y no nos permites demora, ea, explica tú mismo de qué modo hemos de penetrar en palacio para acometerles. Creo que sabes, si no por haberlo visto, por haberlo oído, que hay guardias apostadas. ¿De qué modo las atravesaremos?» Responde Darío en estos términos: «Otanes, hay muchas cosas que no se pueden demostrar con palabras aunque sí con obras, y otras hay fáciles de palabra, pero ninguna obra espléndida sale de ellas. Sabed que no es nada difícil pasar por las guardias apostadas; ya, porque siendo nosotros de tal condición nadie habrá que no nos ceda el paso, unos quizá por respeto y otros quizá por miedo; ya, porque tengo un

ni a su madre, y que cuantas veces sucedió tal cosa si se la hubiese investigado resultaría de toda necesidad que los hijos eran supuestos o adulterinos; porque, afirman, no es verosímil que los verdaderos padres mueran a manos de su propio hijo.

138. Lo que entre ellos no es lícito hacer, tampoco es lícito decirlo. Tienen por la mayor infamia el mentir; yen segundo término, contraer deudas, por muchas razones, y principalmente porque dicen que necesariamenteha de ser mentiroso el que esté adeudado. El ciudadano que tuviese lepra o albarazos, no se acerca a la ciudad ni tiene comunicación con los otros persas, y dicen que tiene ese mal por haber pecado contra el sol. A todo extranjero que la padece le echan del país, y también a las palomas blancas, alegando el mismo motivo. En los ríos ni orinan ni escupen, ni se lavan las manos en ellos, ni permiten que nadie lo haga, antes los veneran en extremo.

65

Más ¿cuál es entonces la condición por la cual tematización actual de cuestiones relativas al pensamiento se fraccione en cosas simples y diferenciadas tales como Historia, ciencia, filosofía o poesía es tan simple y indivisa cual sin nada de los últimos dos mil cuatrocientos años de entre platón a nosotros? ¿Más de por medio los contenidos históricos de los contenidos históricos para la antigüedad pre-platónica de nosotros, es lo mismo? Escribe Gadamer en su texto, Hacia la prehistoria de la metafísica, al respecto de que en él nunca hace menciona a Herodoto o al pensamiento histórico tácito qué:

¿Pero a qué se debe que este pensamiento parece tratar de nuestra propia cuestión y, sin embargo, presenta ante nosotros una y otra vez los duros contornos de algo completamente extraño? [p.5]

66

Relativa a esta misma cuestión escribe María Rosa Lida de Malkiel en su Estudio preliminar a su traducción de Herodoto:

La educación persa consiste en montar a caballo, tirar el arco y decir la verdad (I, 136), pero en cierta crítica emergencia Darío declama una fervorosa apología de la mentira, que las circunstancias del relato hacen luego totalmente innecesaria y que suena a liberación del subconsciente persa, oprimido por tan rigurosa pedagogía”

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pretexto muy especioso con que pasar: diré que acabo de llegar de Persia y quiero, de parte de

mi padre, decir al rey unas palabras. Porque donde es preciso mentir, mintamos, ya que una misma cosa ansiamos tanto los que mentimos como los que decimos la verdad. Mienten unos

cuando persuadiendo con engaños han de ganar algo; dicen verdad otros para con la verdad

sacar algún provecho y para que se confíe más en ellos. Así, no practicando lo mismo,

ambicionamos lo mismo y, si nada se hubiese de ganar, tanto le daría al que dice la verdad ser

mentiroso, como al que miente ser veraz. El portero que nos ceda el paso de buen grado, sacará después mejor partido; el que intente oponérsenos, que de ahí mismo por enemigo; luego penetremos dentro y acometamos la empresa».

[La ROMANITAS que se halla en el lenguaje] [Las semiologías y las lingüísiticas de filiación

germanista y las de filiación romana]

[La latinidad tiene la consistencia pura de eso que llama en devoción el mito de las sabinas

la destrucción misma de esas comunas de ladrones y salteadores que comentaron y fueron

comentando detrás todas esas palabras arrastradas entre las diez mil tardes y amaneceres que

transcurren de la palabra del hombre a la aparición del todo: los legisladores universales existen

en la contradicción lógica de la historicidad]

La estructura argumental tiene la consistencia de escalera en quien de cadena que sube en

espiral de la concepción de un filósofo a tal fenómeno es el filósofo lo puro mismo a la escalada

espiritual que a la cronología, los significantes, política, cultura, sociedad, economía, iglesia y

civilización las eras del mundo nos permite suscribir. Así la pista de la historia es sencilla, tal como

la noche de las eras en que escriben historiadores mexicanos célebres por su ortodoxia marxiana,

comteana, el horizonte de los posibles en la reflexión que en la noche de su fragancia se difiere

pura [palabras de sor Juana] Ismológica para avenirnos en simple al paso.

A ello Herodoto dispone el paso de interpretación de su palabra a la cosa. El nombre de

diferencia de fundamentación del [objeto de investigación] tal que desde Herodoto cabe

reconocer por sentido del objeto de la historia de la filosofía se juega, entonces, a la jerarquía

discursiva en que aparecen cual argumentos al interior del relato los interpretandos

griegos/bárbaros. La diferencia señala que lo respectivo de lo respectivamente es la relación de

enunciación, el a priori en la adjudicación de responsabilidad empresarial. Griegos/bárbaros: “evitar que *…+ los notables y singulares empresas realizadas, respectivamente, por griegos y los

barbaros *…+ quede sin realce.” De la empresa, Herodoto, él mismo, es el garante de preservación

de identidad a quien devenga sitial el realce. Así entonces, ¿cuál es el realce político que

semejante empresa juega?

Semejante sitial es el orden del derecho. Herodoto prosigue:

Así es, al decir de los persas -y no según afirman los griegos-, como Io llegó a Egipto, y añaden que éste fue el incidente que principió la serie de ofensas. Y siguen diciendo que, con posterioridad, ciertos griegos -pues no pueden precisar su nombre, aunque posiblemente fueran cretenses, recalaron en Tiro de Fenicia y raptaron a la hija del rey, Europa. Con ello quedaban pues en igualdad de condiciones *…+

120

Page 122: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

¿Qué condiciones no han pasado de entre el pensamiento de Herodoto al pensamiento de

Tucídides? Tampoco es algo que haya pasado al saber que el origen del pensamiento causal

explicito sólo deviene en tiempo de la construcción aristotélica del helenismo alejandrino.

[La aurora y el sitial de la violación: La mención de Herodoto a Rodas67

y el sitial de la

metafórica esencial de la verdad:]68

67

Herodoto, no sobre Rodas, sino sobre la Doride, región donde Rodas se encontraba, escribe: [p. 211] Pues bien, de estos jonios, los milesios se hallaban, como es natural, a cubierto del peligro en virtud del tratado concertado, y los isleños no tenían nada que temer, pues los fenicios no eran todavía súbditos de los persas 3n y Cstos, por su parte, no eran marinos. Ahora bien, los jonios de Asia no se habían separado de los demás jonios por ninguna razón específica, sino porque, dentro de la debilidad general del mundo griego por aquel entonces, los jonios, sin lugar a dudas, eran, con mucho, los pueblos más débiles y los menos considerados, pues, a excepción de Atenas, no tenían ninguna otra ciudad destacable. Así, los demás

joníos incluidos los atenienses, evitaban ese nombre y no querían ser llamados jonios; es más, me da la

impresión que, aun hoy en día, la mayoría de ellos se avergüenza de ese nombre. En cambio, las doce ciudades en cuestión se sentían orgullosas de él y erigieron un santuario para elias solas, al que pusieron por nombre Panionio y decidieron no compartirlo con

ningún otro pueblo jonio (por lo demás, nadie solicitó su admisión salvo los de Esmiirna), exactamente

igual que los dorios de la actual región de Pentápolis -la misma que anteriormente se llamaba Hexápolis - se

guardan muy bien de admitir en el santuario triópico a ninguno de los dorios vecinos y hasta llegaron a

excluir de la comunidad a aquellos de entre sus miembros que habían conculcado las leyes del santuario. Resulta que, en los juegos en honor de Apolo Triopio, antiguamente, se otorgaban trípodes de bronce a los vencedores y quienes los obtenían no debían sacarlos del santuario, sino consagrarlos allí mismo al dios. Pues bien, un hombre de Halicarnaso, llamado Agasicles, que había logrado la victoria hizo caso omiso de esa ley, ya que se llevó el trípode y lo colgó en la pared de su casa. Por este motivo las otras cinco ciudades -Lindo, Yaliso, Carniro, Cos y Cnid- excluyeron de la comunidad a la sexta ciudad, Halicarnaso. Ése fue, pues, el castigo que aquellos impusieron a esta ciudad. Y, en mi opinión, el motivo por el que los jonios formaron una confederac.i6n de doce ciudades y no quisieron admitir un número superior se debió a que, ya cuando habitaban en el Peloponeso, había entre ellos doce distritos, al igual que, en la actualidad, hay doce distritos entre los aqueos, que fueron quienes expulsaron a los jonios. [p. 233] [Rodas y la mención de exclusión de ese trece. El trece de los asaltos de Box. El canto de Píndaro entonces a los atletas no atenienses, contratado por los próceres y padres que con sus atletas cultivaban de la patria la nación entera. Grecia como el significante final de todos sus discursos. Incluso los de traición: los versos de Píndaro y la presunción de espionaje al servicio de comunidades italianas no pan-helénicas.] La excavación del canal y la construcción de la Isla. El mito que Píndaro le teje entre tanto: El mundo griego, el imperialismo ateniense –el negacionismo jonio [p. 234] Pues bien, los carios fueron sometidos por Harpago sin haber realizado ninguna acción destacable; es más,

ni la realizaron los carios ni ninguno de los griegos que habitan esa región. Entre otros, por cierto, la habitan los cnidios, colonos de los lacedemonios, cuyo territorio -que precisamente es el que recibe el nombre de Triopiouc penetra en el mar y comienza en el Quersoneso de Bibaso; toda Cnidia, pues, salvo una estrecha franja, está rodeada de agua (ya que por el norte la limita el golfo Cerámico y por el sur, el marde Sima y Rodas). Pues bien, justamente en esa estrecha franja de terreno, que tiene aproximadamente unos cinco

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El desarrollo de las ciencias. Las noticias que de ello tenemos: [Las noticas de los

lingüistas][La noticia de Nietzsche][Las que encontremos hoy mismo]Dice así entonces el comienzo

de Tucídides

El ateniense Tucídides escribió la guerra que tuvieron entre sí los peloponenses y

atenienses; comenzando desde el principio de ella, por creer que fuese la mayor y más

digna de ser escrita; que ninguna de todas las anteriores, pues unos y otros florecían en

prosperidad y tenían todos los recursos necesarios para ella; y también porque todos los

otros pueblos de Grecia se levantaron en favor y ayuda de la una o la otra parte, unos

desde el principio de la guerra y otros después. Fue este un movimiento de guerra muy

grande; no solamente de todos los griegos, sino también en parte de los bárbaros y

extraños de todas naciones. Porque de las guerras anteriores, especialmente de las más

antiguas, es imposible saber lo cierto y verdadero, por el largo tiempo transcurrido, y a lo

que yo he podido alcanzar por varias conjeturas, no las tengo por muy grandes, ni por los

hechos de guerra, ni en cuanto a las otras cosas.

estadios, los cnidios, mientras Harpago sometía Jonia, comenzaron la excavación de un canal, con el propósito de convertir su país en una isla, pues todo él les quedaba al este lado del istmo, ya que la franja que pretendían excavar se halla donde el territorio cnidio termina uniéndose al continente.” 68

La mención de Tucídides a Rodas: “La ciudad de Gela fue fundada y poblada por Antifemo, natural de Rodas, y Entimo, de Creta, según afirman todos comúnmente que trajeron cada cual de su tierra cierto número de pobladores con sus casas y familias, cerca de cuarenta y cinco años después que Siracusa se comenzó a habitar, y pusieron nombre de Gela a aquella ciudad a causa del río que pasa allí cerca, que es así llamado, y la edificaron donde antes estaba asentada una villa cercada de muros llamada Lindios.” P. 531 *p. 568+ : “Así hecho, los atenienses, con gran aparato de fuerza, hicieron rumbo desde Córcira y tomaron el camino directamente a Sicilia con su armada, que tenía por justo ciento veinticuatro barcos de a tres hileras de remos, y dos de Rodas de a dos. Entre las de tres había ciento de Atenas, de las cuales sesenta iban a la ligera y las otras llevaban la gente de guerra, lo restante de la armada lo habían provisto los de Quío y otros aliados de los atenienses.”: [Notas sobre la historia naval griega.] “[…]La gente de guerra que iba en esta armada sería, en suma, cinco mil y cien infantes […]había doscientos cincuenta tiradores; flecheros, cuatrocientos ochenta, de los cuales cuatrocientos eran de Rodas y ochenta de Creta; setecientos honderos de Rodas; cien soldados de Mégara desterrados, armados a la ligera, y treinta de a caballo en una hipagoga, que es nave para llevar caballos; tal fue la armada de los atenienses al principio de aquella guerra.” [P. 740] : “Desde allí fue Astíoco a Cnido, en donde al llegar, y cuando ordenaba a su gente saltar a tierra, le avisaron los de la villa que cerca había veinte naves atenienses al mando de Carmino, uno de los capitanes de Atenas, que por entonces estaba en Samos y a quien habían enviado para espiar el paso de los veintisiete buques que iban del Peloponeso, en busca de los cuales iba también Astíoco, y le habían dado los otros capitanes comisión de costear el paso de Sima, de Calca, de Rodas y de Licia, porque ya habían sido advertidos los atenienses que la armada de los peloponenses estaba en Cauno. [P. 741] : Al oír Tisafernes esta proposición, quedó muy triste y despechado y se fue muy enojado y lleno de cólera contra los peloponenses, los cuales, después de su partida, siendo llamados por algunos de los principales de Rodas, fueron hacia allá pensando que con aquella ciudad ganarían gran número de gente de guerra y buques, y que mediante su ayuda y la de sus aliados hallarían cantidad de dinero para sustentar su armada.

122

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La integración estilística del proemio al discurso medio de la castellanidad del si mismo, bueno, esa

investigación particular nos aguarda [El estado comparativo con el desarrollo de la poesía lírica,

para manejar una expresión propia en tercera persona. ¿Cuántas veces habla Platón de sí?,

¿Cuándo y en dónde se refiere a si mismo en los diálogos platónicos? Y es que el comienzo de

Tucídides presenta condiciones similares, aunque ya no correspondientes al helenismo como que

ya al ámbito social de sujeción romana la Hélade, pues justo así comienza la historia de Grecia. Un

proemio que resalta condiciones técnicas de la comprensión del historiador en la factura de su

producto, la indicación propia a tales aparatos técnicos ya sigue el antiguo adagio del que

Aristóteles hizo eco en la Poética: [El saber histórico de los antiguos trágicos] [La diferencia épocal-

específica que distingue investigación histórica de investigación filosófica]

Continúa el verdadero comienzo de Tucídides:

Según parece, la que ahora se llama Grecia no fue en otro tiempo muy sosegada y

pacífica en su habitación, antes los naturales de ella se mudaban a menudo de una

parte a otra, y dejaban fácilmente sus tierras compelidos y forzados por otros que

eran o podían más yendo a vivir a otras. Y así, no comerciando, ni juntándose para

contratar sin gran temor por tierra ni por mar, cada uno labraba aquel espacio de

tierra le bastaba para vivir. No teniendo dinero, ni plantando, ni cultivando la

tierra por la incertidumbre de poderla defender si alguno por fuerza se la quisiere

quitar; mayormente no estando fortalecida de muros, y pensando que en

cualquier lugar podían encontrar el mantenimiento necesario de cada día,

importábales poco cambiar de domicilio.

Este pasaje, temáticamente vinculado a la Litis del caso que Hesíodo emprende contra su

hermano Persiles, ya da cuenta del comienzo del “sistema de colonias” del cual los griegos se van a

expandir por todo el mediterráneo. La formación de esa cultura mediterránea. Algo así debería

venir a ser entonces la prosecución lógica en quien la explicatividad comanda la aurora.

Comencemos a pensar en Fernand Braudel. Más entonces, respecto al has de relación,

respectivamente, resultado, responsabilidad, cual es el suceso que inscribe el tiempo el haz de

Derecho.

[Cómo entretejer el paso cognitivo de un autor a otro]

La famosa alusión metodológica –mal nombrada “maliciosamente” de Tucídides al trabajo

de Herodoto es la huella del paso:

Más el que quisiere examinar las conjeturas que yo he traído, en lo que arriba he dicho, no podrá errar por modo alguno. No dará crédito del todo a los poetas que, por sus ficciones, hacen las cosas más grandes de lo que son, ni a lo historiadores que mezclan las poesías en sus historias, y procuran antes decir cosas deleitables y apacibles a los oídos del que escucha que verdaderas. De aquí que la mayor parte de lo que cuentan en sus historias, por no estribar en argumentos e indicios verdaderos, andando el tiempo viene a ser tenido y reputado por fabuloso e incierto. Lo que arriba he dicho está tan averiguado y con tan buenos indicios y

123

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argumentos, que se tendrá por verdadero. Y aunque los hombres juzguen siempre la guerra que tienen entre manos por muy grande, y después de acabada tengan en más admiración las pasadas, parecerá empero claramente a los que quisieren mirar bien en las unas y en las otras por sus obras y hechos que ésta fue y ha sido mayor que ninguna de las otras.

[Pasado y el poder disponer de sí] [Semióticas y semánticas del pasado] Historicidad y

comprensión [Funciones explicativas del discurso historiográfico: el presentaré [¿Cómo lo realizan

las ciencias sociales, cómo lo realizan la investigación histórica?] Al paso de las ciencias políticas

hemos de saber reconocer que no hay nada escrito.

El comienzo de Braudel: Prólogo a la primera edición francesa, 1° párrafo:

Amo apasionadamente al Mediterráneo, tal vez porque, como tantos otros, y después de tantos otros, he llegado a él desde las tierras del norte. Le he dedicado largos y gozosos años de estudios, que han sido para mí bastante más que toda mi juventud. Confío en que, a cambio de ello, un poco de esta alegría y mucha de su luz se habrán comunicado a las páginas de este libro. El ideal sería, no cabe duda, poder manejar a gusto de uno al personaje de nuestro libro, no perderle de vista un solo instante, recordar constantemente, a lo largo de todas las páginas, su gran presencia. Pero, por desgracia o por fortuna, nuestro oficio no tiene ese margen de admirable agilidad de la novela. El lector que desee abordar este libro como a mí me gustaría que lo abordase hará bien en aportar a él sus propios recuerdos, sus visiones precisas del mar Interior, coloreando mi texto con sus propias tintas y ayudándome activamente a recrear esta vasta presencia, que es lo que me he esforzado en hacer en la medida en que he podido... Creo que este mar, como cada cual pueda verlo y amarlo, sigue siendo el más valioso de los documentos para ilustrar su vida pasada. Aunque no haya retenido más idea que ésta de las enseñanzas recibidas de los geógrafos que tuve por maestros en la Sorbona, la he hecho mía con una tenacidad que da su tónica y su sentido a mi obra.

Comienzo del primer capítulo:

Como su título indica, la primera parte de este libro se centra en torno a la geografía. Pero es una geografía muy sui generis, atenta especialmente a cuanto concierne a los factores humanos. Y no sólo eso: es también un intento de dar con una particular especie de historia. Aun en el caso de haber contado con datos más numerosos y perfectamente fechados, no nos habríamos podido contentar con una investigación sobre la geografía humana, limitada estrictamente al período que va del año 1550 al año 1600, ni siquiera en el caso de haberla emprendido con la falaz intención de llegar a una explicación determinista. Y dado que ni mucho menos disponemos de testimonios completos, y que ni siquiera han sido recogidos sistemáticamente por los historiadores, no nos queda otra posibilidad, si queremos iluminar ese corto instante de la vida mediterránea que va de 1550 a 1600, sino la de interpolar y analizar imágenes, paisajes y realidades de otras épocas, sean anteriores o posteriores; y algunas son tan posteriores, que las hemos sacado del tiempo que estamos viviendo. El resultado de esta acumulación será un marco en el que, a través del tiempo y del espacio, se desarrolla una historia a cámara lenta que

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permite descubrir rasgos permanentes. En semejante contexto la geografía deja de ser un fin en sí para convertirse en un medio; nos ayuda a recrear las más lentas de las realidades estructurales, a verlo todo en una perspectiva según el punto de fuga de la duración más larga. También la geografía puede, como la historia, dar respuesta a muchos interrogantes. Y en nuestro caso, nos ayuda a descubrir el movimiento casi imperceptible de la historia, a condición, naturalmente, de que estemos abiertos a sus lecciones y aceptemos sus divisiones y categorías.

Qué encontramos aquí, qué se pone allá: qué nos pasa al paso. El mantenernos como historiadores, el orden de nuestro decurso: [C] El retorno al tronco de donde salió la meditación a Herodoto, Tucídides y Braudel.

[El extrañamiento]

El extrañamiento, suceso del paso de la cuestión epistemológica por el evento de la

cuestión ontológica, contrae el pensar reflexivo de la histórica respecto al pensar-se y es

fundamento suficiente de la labor historiográfica a bien se atenga dicha historiografía a mantener

incólume la soberanía monadológica cual se mantiene de Herodoto a Tucídides, de Tucidides y

Herodoto, de Polibio de megalópolis hasta Fernand Braudel: la explicitación metodológica de la

epistemología. De cumplirse la historiografía en la soberanía monadológica en quien se

fundamentan metodológicamente las ciencias sociales en su conjunto: el concepto trascendental

de CIENCIA.

Más es también al discurso de los modos de conocimiento que encuentran las ciencias

sociales en la representación de tal condición69

, el extrañamiento, la única fundamentación de sus haberes.

Más entonces, para ver lo que en Braudel hay que no hay y no puede haber bajo ningún

respecto en Herodoto o Tucídides, qué hay en Hobswbawn. Historia del siglo XX:

El 28 de junio de 1992, el presidente francés Francois Mitterrand se desplazó súbitamente, sin previo aviso y sin que nadie lo esperara, a Sarajevo, escenario central de una guerra en los Balcanes que en lo que quedaba de año se cobraría quizás 150.000 vidas. Su objetivo era hacer patente a la opinión mundial la gravedad de la crisis de Bosnia. En verdad, la presencia de un estadista distinguido, anciano y visiblemente debilitado bajo los disparos de las armas de fuego y de la artillería fue muy comentada y despertó una gran admiración. Sin embargo, un aspecto de la visita de Mitterrand pasó prácticamente inadvertido, aunque tenía una importancia fundamental: la fecha. ¿Por qué había elegido el presidente de Francia esa fecha para ir a Sarajevo? Porque el 28 de junio era el aniversario del asesinato en Sarajevo, en 1914, del archiduque Francisco Femando de

69

¿Condición? Ricoeur: la suspensión fenomenológica que ante Heidegger esto nos gesta: La pauta expositiva y la explicabilidad de lo explicable sólo puede fundarse a este punto –la gestión: La autoconciencia histórica en la pauta arquitectónica del aparato crítico: El valor del nacer en la reflexión crítica de Ricoeur a la ontología fundamental del DASEIN. ¿Cómo expone Ricoeur al DASEIN?

125

Page 127: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

Austria-Hungría, que desencadenó, pocas semanas después, el estallido de la primera guerra mundial.

Para cualquier europeo instruido de la edad de Mitterrand, era evidente la conexión entre la fecha, el lugar y el recordatorio de una catástrofe histórica precipitada por una equivocación política y un error de cálculo. La elección de una fecha simbólica era tal vez la mejor forma de resaltar las posibles consecuencias de la crisis de Bosnia. Sin embargo, sólo algunos historiadores profesionales y algunos ciudadanos de edad muy avanzada comprendieron la alusión. La memoria histórica ya no estaba viva.

El sitial del extrañamiento en Hobsbawn es eso mismo; la fecha. La fecha al paso de Braudel; ¿Cómo la enuncia? Braudel escribe:

Aun en el caso de haber contado con datos más numerosos y perfectamente fechados, no

nos habríamos podido contentar con una investigación sobre la geografía humana,

limitada estrictamente al período que va del año 1550 al año 1600, ni siquiera en el caso

de haberla emprendido con la falaz intención de llegar a una explicación determinista.

Eso cómo deja a la historiografía hoy en día:

Aurell, Iggers.

A la condición lógica de que algo tal como el pensamiento o el efectivo pensar en su ser-

ahí sea pensable –el objeto reflexivo de la historiografía-, la lógica de la investigación

historiográfica olvida mensurar a la historiografía misma en la posibilidad de ella haber

transcurrido el efectivo pensar reflexivo de la historia, algo que tiene la condición del suceso del

evento: olvida pensar la condición por la cual la investigación historiográfica misma en su

fundamento es sólo el producto técnico de una abstracción del método: representación.

-de aquí ¿cómo extraer la cuestión explícita del tiempo que conduce al siguiente párrafo?-

La historia filosófica de la filosofía [su partir a conjunto del molde de la nueva historia

cultural francesa y la historia conceptual alemana] pasa por Nietzsche al encontrarse

indefectiblemente el mismo colocado en fundamento trascendente del conjunto lógico que a la

Episteme presentan nuestras ilusiones.

-El CONCEPTO DE TIEMPO- [LA COMPRENSIÓN DEL A PRIORI] [CFR. LA EXPOSICIÓN DE

DELEUZE AL COMIENZO DE LA CRÍTICA A LA RAZÓN PURA DE KANT]

Pensar la historia en su dimensión histórica o pensar la historia en su dimensión reflexiva

es una cuestión metodológica.

La metodología, en lo que por expresión cabe llamar discurso historiográfico del tiempo, se

abstiene siempre por sí de ir allá y fincar una respuesta. Si las investigaciones históricas hoy

adolecen de algo, ese dolor es del propio mantenerse el meditar historiográfico aterido a la

126

Page 128: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

instancia del presente efectivo en quien la meditación histórica de todo operación historiográfica

se enviste, la trascendentalidad, ante ella las investigaciones permanecen en el sí y el no de la

determinación trascendental. De ello, la constitución actual de los estudios sociales, a la mano

indeterminadamente de los estudios humanísticos, se ha distanciado enormemente de la propia

humanidad de lo humano.

Esta cuestión, ella misma condición metodológica de la representación, es suceso del

evento cual olvido, distancia ante la cual la historiografía da comienzo siempre a bien de arribar a la confirmación de los supuestos de sus postulados.

70 [EL COMIENZO ONTOLÓGICO DEL ESTAR]

Al interior del pensamiento del pensar yace la representación misma a condición de

trascendentalidad. Ello ocluye del paso mismo el pensar el pensamiento. Nosotros, tanto a la

presencia en el pensamiento de la representación –la lógica subjetiva- como a la representación

externa del pensamiento del pensar –la lógica objetiva-, su presentarse, lo nombraremos de

conjunto metafísica.

A ello mismo, a71

la condición histórica en la cual nosotros pensamos, las posibilidades de

condición del pensar histórico de la historia se delimitan por el paso de la instrucción crítica de una

ética ante el olvido. Al paso de la presencia en el pensamiento de la representación, su recuerdo,

es lo que nombraremos de la historia de la metafísica, la trascendentalidad.

Así la metafísica es siempre algo que se nos presenta en letras. El presente y su carácter

pensable sólo son lo que son al paso de la trascendentalidad. Al respecto de la humanidad, el

primer problema epistemológico que el historiador transita es su humanidad, saber si él mismo

puede mantenerse a la distancia propicia que dona la amplitud de su perspectiva –la comprensión

que el método le reporta- y no verse dominado él mismo por ello que recién aúna su trabajo: [La

condición ontológica y la meditación del cuidado] el significar de las representaciones. El problema

fundamental de esto es que al paso de la epistemología lo mismo le viene sin cuidado.

[B] El problema de la cuestión epistemológica

Si convenimos en este momento de aunado del no es más que la sólida presencia del

ahora- La interpretatividad- es interpretatividad de la práctica efectiva tanto del “historiar” como

del “historizar”.*la distinción metódica que incluye Ricoeur es ya el curso de apertura al desarrollo

metodológico por parte de la historiografía a la predicción de sucesos justo a la constitución lógica

de su institución científica.

Los dos hechos de comprensión, historiar, historizar, son desenvueltos en quien el

pensamiento de la historia se factura: lenguaje.

70

Esto como veremos tiene por condición la historia lógica de la metafísica: El final del libro de Platón. El mito de Er y el Presentarse del mito: Las condiciones de la Lethe. [Ya así en ello] [la meditación por el pensamiento histórico de la historia pasa al aparato crítico] [¿Cuáles son las condiciones para que el espacio del criticismo pueda emerger propio al paso del discurso principal?][La vulneración del A PRIORI] [EL ERIGNIS]

71 ¿Por qué “a” y no “en”?

127

Page 129: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

[Factura es pensamiento del pensar-se] [Sobre la lógica trascendente]

Al ser la cuestión fundamental de la historia, su disciplina, yace de si la pregunta ininterrogada por

el ser. De ahí se declara “AL PEN SAR LA HISTORIA LA ÚNICA CUESTIÓN…” porque la pregunta por

lo histórico, el pensar lo histórico ya es un problema muy distinto -> el acontecer de la

trascendentalidad, la lógica trascedente, es de lo histórico a la historia de la diferencia misma que

juega la historia entera.

A la inmenencia del método es la historicidad una en su hondonada. Lo histórico, el juego

histórico, es de sí la historia del juego. Ahí, a la doble eternidad de su encrucijada, es entonces,

instancia de comienzo, la temporalidad pura del evento, eso que sabemos somos nosotros aún sin

sabernos.

Ese saber que somos aún sin sabernos es el ser de eso que nombramos deseo –¿qué decía Nietzsche al caso?-

Hacernos así de la voluntad de verdad e investiguemos: Hacernos con la pregunta ontológica que dirima entre la solvencia fundamental y la epistemología.

[Una ciencia que tenga para la historia una ocasión similar a las del mar ante la costa, luna tangente ante los riscos]

La instancia de toque no es el historiador. Los preceptos de las prácticas actuales, en la

acumulación empírica de sentencias, los discursos, incluso el orden mismo de la perspectiva o

visión de la historia para siempre en la FICCIÓN.

A la consumación de su concepción de auto-fundamentación de la enunciación absoluta del tiempo histórico, Hegel anuncia:

Por cuanto que la perfección del espíritu consiste en saber completamente lo que él es, su

sustancia, este saber es su ir dentro de sí, en el que abandona su ser allí y confía su figura

al recuerdo. En su ir dentro de sí, se hunde en la noche de su autoconciencia, pero su ser

allí desaparecido se mantiene en ella; y este ser allí superado —el anterior, pero renacido

desde el saber—, es el nuevo ser allí, un nuevo mundo y una nueva figura del espíritu. En

él, el espíritu tiene que comenzar de nuevo desde el principio, despreocupadamente y en

su inmediatez y crecer nuevamente desde ella, como si todo lo anterior se hubiese

perdido para él y no hubiese aprendido nada de la experiencia de los espíritus que le han

precedido. Pero sí ha conservado el re-cuerdo, que es lo interior y de hecho la forma

superior de la sustancia. Por tanto, si este espíritu reinicia desde el comienzo su

formación, pareciendo solamente partir de sí mismo, comienza al mismo tiempo por una

etapa más alta. El reino de los espíritus que de este modo se forma en el ser allí constituye

una sucesión en la que uno ocupa el lugar del otro y cada uno de ellos asume del que le

precede el reino del mundo. Su meta es la revelación de la profundidad y ésta es el

128

Page 130: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

concepto absoluto; esta revelación es, así, la superación de su profundidad o su extensión,

la negatividad de este yo que es dentro de sí, que es su enajenación o su sustancia, —y su

tiempo, en el cual esta enajenación se enajena en ella misma y es, así, el sí mismo tanto en

su extensión como en su profundidad. La meta, el saber absoluto o el espíritu que se sabe

a sí mismo como espíritu tiene como su camino el recuerdo de los espíritus como son en

ellos mismos y como llevan a cabo la organización de su reino. Su conservación vista por el

lado de su ser allí libre, que se manifiesta en la forma de lo contingente, es la historia, pero

vista por el lado de su organización conceptual es la ciencia del saber que se manifiesta,

uno y otro juntos, la historia concebida, forman el recuerdo y el calvario del espíritu

absoluto, la realidad, la verdad y la certeza de su trono, sin el cual el espíritu absoluto sería

la soledad sin vida; solamente

Del cáliz de este reino de los espíritus

rebosa para él su infinitud.

Las trampas de la fe, cual las poetiza Paz en atención a la poesía de sor Juana, nos conducen ya a

pensar entonces que son una poesía de la gracia y una poesía de la libertad quienes nos consumen

el alma.

129

Page 131: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

II La crisis histórica del Estado laico La crisis y la metafórica del cristal

La supresión fiduciaria de la historiografía: La divisa maquiavélica de la reflexión histórica: la

constitución ontológica del régimen fiduciario en orquestación y salvamento imperial: El príncipe.

El único: Maquiavelo y el maquinismo. El maquinismo y los regímenes de antigua orquesta: [Iglesia y orquestación o cómo y por qué Heidegger no escucha Jazz]

[A] La ciencia y la cosa misma. La tesis de Mauricio Molina Gerisola.

La eficacia científica de la tecnología ha logrado eso que no logró la ciencia por sí misma.

Explicitarse. Al paso la constitución científica del mundo, la temática suscrita al evento

REVOLUCIÓN INDUSTRIAL El acabamiento de la esencia del concepto. El ente concepto. El ente concepto. La conceptualidad. La entidad del ente.

Lo que se presenta. La teoría. Los instrumenta.

Casualidad. Lo que tienen en común 74 y 89, nada. No sólo que sean subsecuentes, y no sólo que sean 2 y 8 tampoco tienen ninguna otra. Las experiencias. La experiencia. El experimentarse. El rigor de la palabra y la palabra del escribir. La absumisión de la cosa. La cosa y la hondonada del sueño. Solos nosotros quien somos. Oscura tarde. Oscuro sueño.

Como decía Kant, no todos requieren de estudiar metafísica.

130

Page 132: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

[La ausencia de discusión es sólo la absumisión de la consecuencia]

I Sueles aparecer sí quien sabe. Sueles aplastar noche. Sueles ser balcón que en hondonada susurra templo.

II Desaparecer disiento, eso quien de sí enquistas. III Cáncer. Argumentos y no canjes retóricos.

Todo decir esto es esto, Moviliza el tiempo. El sitial de la analogía permite emplazar una estructura

y avanzar en dirección técnica de quien respaldo apareces en otra devoción. En otro tiempo. La

crítica, conversación, es la dimensión de retorno en quien se conserva de la dimensión el paso. No

la conclusión, el emplazamiento de tormenta en esta devastación que llamamos cosas. El desierto

somos azules o desapareces grises en quien ya siempre fuego, azules, cobaltos y aluminio en

llamas, somos, fugaces en el cielo de las cosas.

La jerarquía de los metales. Mañana el sueño será azul. En otro tiempo con otras cosas. El valor de la tierra y las reservas. La conquista. El mercado actual del oro.

Mundo Tierra

131

Page 133: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

Hombre Dioses

El Dios se pierde en linajes y apareceres sueños, la gen, clanes, manes y cualquier palabra que a la profundidad de la noche haga la noche en su temperatura devoción,

Ahí, con nuestros ojos mirándolo todo. Así la palabra que escuchas, así el sueño quien pasa. Quien roza, quien calla y quien llora. El historiador. Yo y sólo yo.

Yo y la ideología.

[La hermenéutica y la calidad de la interpretación] La dimensión ontológica de las espesuras [Las

eróticas, y el resto de las sensibilidades] [Desgarrarlo todo] [Violarlo][La representación y sus

límites][El historiador y los decursos teóricos][La necesidad de la necesidad][La engastación] [La filosofía no puede mentir. No puede. Se equivoque no se equivoque da igual]

[Igual así también toda la brisa] [Quien pasa y quien acciona todo][La representación][La

negatividad][La palabra del ser][La insuficiencia][La vanidad y el genio][El paso, la brisa y el otro

sueño del todo][Ahí donde las palabras se escriben]

Dónde es donde las palabras se escriben. Las palabras se escriben al plexo. El plexo es quien lo palpa todo. Lo manifiesta. Lo deja patente y patentiza el paso. Esto es la vida.

El límite interno del paso. El paso y el paso de vida. Paso de vida y pasar. Pasar, paso y sueño. La

contradicción. El sueño. El paso siempre azul en quien ya siempre pasa el pasado en sueño. La

cosa. Nosotros dos felices.

Análisis y decisión

132

Page 134: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

La disolución cognitiva de la subjetividad nos deja por pasado una lenta y oscura eternidad.

Ciencia, conciencia, mente, espacio, sujeto, representación o temporalidad son eso, meras

palabras. Quién pasa, como pasa, el paso mismo del pasar, bueno, así las cosas pasan.

Y es ahí donde el sueño nos engaña. El desplazamiento hacia las nuevas épocas cabalga de la espacialidad la misma espesura del templo, esos a quienes somos la cosa. Por nosotros así vuelve la eternidad y nos mira, nos dice papá.

Las nuevas metafísicas. La disolusión ideológica de la cosa y las nuevas privacidades. La privacidad del filosofar. Solus ipse y la autoridad del autoritario. El México chiles chiles.

“las estrategias discursivas y retóricas presentes en el texto tienen como condición de posibilidad

un conjunto de fenómenos semiológicos que determinan, y pueden observarse también, en

cualquier representación historiográfica académica.”

[AQUÍ ENTONCES ESTO DEBE NOMBRARSE: LA INTERPRETACIÓN DEL SIGNO POR LA VÍA SIMBÓLICA]

[DEBERÍA HABER OTRO APARTADO QUE SE NOMBRE: LA INTERPRETACIÓN DEL SIGNO POR LA VÍA ALEGÓRICA] Signo, símbolo, alegoría, palabras de fundamento, todas ellas pasos ancianos de un señor poeta.

[la semilla que planta y florecen, las semillas que se procuran en especie, e incluso ahí, a la

semántica donde se gestan todas las reminiscencias del recuerdo no son sino evocaciones de esa

voz silenciada que en recuerdo se fija ante el iris de la retina e inscribe de sus pre-escrituras el

valor puro de su sitial] [Cristal puro] [Todos osamos romperlo] Así lo nombra Paz, Así lo nombra Gorostiza Así lo nombra Char, Así lo nombra Celan, Así Vallejo, Así Neruda, Así García Lorca

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Page 135: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

Así lo nombra Yeats Baudelaire, Keats, Byron, Así Tennyson, Así Hölderlin Y así Quevedo,

[El conjunto de fenómenos semiológicos que determinan] que determinan [¿Quién determina?

¿Qué determina quién? El régimen de la presencia. La técnica y la presencia. El presentarse. El

presentar: la Narración, el ir presentado. EL autor y el cambio de autor. El efecto psicodélico al

interior misma del aparato. La síntesis y la noche.

El tránsito en azul quien aparece todo. Si el sí es disuelto y el historiador no es – la cumbre

histórica de la objetividad – es entonces que la objetividad no es. El historiador ya no es medida

que la historia no es vida y la historia no es maestra; el historiador no es marca ni observación. Es

la gradiente. Es la instrumentalización silente de vida. Un susurro. Un oscuro disolverlo todo azul.

Así no se puede.

Los fenómenos semiológicos y el efecto del acido. La teoría en interpretación y experiencia de la presencia inmediata del fuego. La reserva de quietud y la inflexión del reflejo de cuadro: discurso.

Cómo así hemos jerarquizado nuestras percepciones. Percepción y formación mental: Pedagogía y doctrina del concepto. Lo susceptible: la lengua que nos porta y nos transporta.

[Modelos biologicistas de evolución de sintaxis] [La transdisciplina planta tales objeciones][Tal filósofo otras][Así todo es voluntad de hondada en la palabra quien nombra][Eso es falso]

[Y así cual época sueles viajar para vivir, sueles atravesar el silencio del paso en silencio y en secreto]

134

Page 136: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

[La cuestión es esa, que así la lógica se encuentra compuesta de sintaxis peculiares][La identidad

que cursa la lectura tiene el efecto socrático que tiene la lethe al disolver la alteridad de la

alteridad para así alterarla. [La escritura y la conversación. La palabra de Platón sobre el diálogo]

[El valor contemporáneo de Platón y la metafísica]

Qué es así y ahí para nosotros Ciencia. Nosotros. Nosotros solos.

No bueno. La libertad al modo interno de la representación. La realidad académica.

Los rasgos formales [El presentarse de lo presente][Veridicción y presentarse]

Él, ahí, el deslinde. El permitir explicar y comprender.

¿La necesidad de inquirir por al metafísica?

“Dentro de los rasgos formales más característicos del discurso historiográfico moderno y

contemporáneo despuntan aquellos que solemos agrupar bajo el denominados común de aparato

crítico.” *p. 13] [El discurso historiográfico moderno] [El texto y el respeto] [Los fenómenos del texto]

El diseño instrumental de los aparatos de estudio. [El criticismo, la electividad y la metafísica] Síntesis de hondonada. [¿Por qué iniciar todo otra vez?] [Así es la historia. Siempre] El nombrar. La experiencia y la normalidad cognitiva. El comunicar. Cotidianeidad y normalidad. La normalidad. El quiebre del representarse.

135

Page 137: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

La dimensión del representar. Usualmente la posmodernidad y la inscripción del sueño. Las épocas

históricas y las invenciones. El desacreditar. El crédito y el fundamento eterno del conocimiento.

La ciencia y la vanidad de la banal.

[La cuestión epistemológica] [La constricción de la lógica al principio de identidad][El nombrarse

de este el primero][El presentarse epocal de las proposiciones de síntesis que lo permiten][El

fracaso científico] [Su eficacia comercial] [Las instituciones y el mercado][La educación, la

universidad][La organización universitaria americana] [la academia] La disolución misma del historiador. El valor de su paga. Disolución y emolumentos. Kant y la analogía trascendental: El leerse. El cientifizar.

[El estar] [El presente] [El presentarse] [El haber][La palabra del historiador y la orientación cognitiva de su palabra]

No bueno, es que el aparato crítico es el centro mismo del todo. ¿Cual es el aparato Crítico de la critica a la razón pura?

Modelicemos el aparato de estudio de Mauricio. Describamos la interacción de otras nivelaciones

de semiosis [Nivelaciones de semiosis][Estados de semiosis][La semiosis y la espacialidad][Los

requisitos semióticos para hablar del tiempo][El signo y la temporalidad][La huella] [Ginzburg y el

paradigma indicial] [El indicialismo y la sospecha][La sospecha y las huestes metafísicas]

[El cambio de narrador] [Pensemos en Snatch el cambio de Boxeador] [El comprometer los

compromisos] [Ya una vez explicitada la analogía trascendental, el seguimiento de su huella

ampara cualquier otra analogía, fundamental o no] [¿Cuál es el acuerdo donde la semiosis no se

disuelve?] [La semiosis ilimitada, la paradoja, es sólo la cláusula de contradicción que mantiene en

pie un dispositivo. Lo envuelve.] No buscamos el suceso literario, el texto, la obra o cualquier entidad que se llame. Es el evento, su historicidad y la cruz que los llama todo.

La explicatividad está suspendida del emplazamiento temporal que habita tal decurso.

136

Page 138: Tiempo e historicidad: el ahí de la lectura

Todo aquello que encontramos y cómo lo encontramos. Ahí nacen nuestros valores, pero también con ellos mismos nuestros sueños.

¿Qué es un sueño? Alcancemos suficiente estabilidad enunciativa trayendo los poetas que se quieran y su nombrarse.

[Justificar puntualmente su estructura general] [No importa qué o cuándo sea la estructura, es ella a lo general y a lo particular un respecto.]

[La importación de las categorías de la necesidad][La composición orgánica del sueño] [Pasa alguien, hace algo, sueñas detrás descubrir el pasado]

[La justicia que se ha se ha de inscribir] [Moises y su piedra en blanco] [Ya no saber de qué se

habla][El hablar] [Usos y contabilización de usos] [Cuántos casos, cómo para qué] [Método,

analogía] [El estudio] Detente. {Lee, y lleva lo anterior a la historia]

[La apertura del plexo y la conservación de la conversación] [Criticismo y diálogo][La evolución de las formas narrativas de decurso][Escena y discurrir]

[Diferencias relativas a especímenes de diversos estratos][Ubicación de estratos diferenciales][La futuridad del elemento][Del descubrimiento] Qué como y estar en tales poetas. Diversas épocas. El dispositivo. El disponerse. [La eternidad][La caducidad de todo]Más también las eternidades caducan][Lo saben los manes]

[Y aún cuando pasen un millón de años] [Criticismo y la posesión de razón] [La razón]

[La peculiaridad de tal entidad] [Microhistoria de la razón]

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Cualquier hecho aislado. La razón y el concepto de razón. La presencia del concepto y su presentarse. Eso es a lo que llamamos caducidad. Una inscripción y la posibilidad de su consumo. La posibilidad. El aunarse.

[El seguimiento de metodologías. La instrumentación técnica de la técnica. La consideración de la palabra, su ferir el ente.]

Qué es la metafísica, cualquier cosa que no sea ciencia.

La historiografía es un producto kantiano. Eso está más que claro. Como demostrarlo. Bueno, a una secuencia de historiador y el historiador en al comprensión de sí.

Partimos de poner algo como hecho. Ese hecho es quien moviliza la reflexión. La movilización de la reflexión como lo desenvuelve. Cómo la dialéctica nos dispone aterrados.

El saber el método. Lo que se puede nombrar es lo que se puede demostrar. La demostración, la compropiación, la verificación. Los emplazamientos de estructura que comandan los pasos: el poder de condicionalidad:

El modelo de la inversión de la praxis. Así, de manera no reflexiva asumamos la atención de todo discurso al ser de su inmediata significatividad. La realidad; de ahí la lógica que ya nos circunda.

El ocaso de las medias hegelianas: El Estado y la estatalidad. Lo común, nosotros. Hacer del Estado algo común. La totalidad del ente: ese el imperio de la ley.

[Imperio e imperalidad] [Políticas historiográficas] El saber de lo temporal. Su clasificación.

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El saber de lo espacial. Su clasificación. El saber de los cosas del antes. El saber de las cosas del después. La seguridad de la razón.

[Historiografía y la maquinación]

[Microhistoria de una tesis kantiana] Metafísica. Significatividad. Resguardo.

Lo que está pensado dentro del concepto, la reflexión, se ha trasferido. Ese transferir es el transitar:

Cómo definimos símbolo en el volumen de Trans/citar

“La dificultad del estudio de la producción simbólica estriba únicamente en que tal

producción colectiva es transhistórica, es decir, pasa a través de todas las épocas

históricas, pues su fuente no es el documento sino el monumento” Símbolo y monumento. La epifanía de sí. La semiosis, el carácter documental de todo ente.

Augusto comte ¿cómo remitía la organización de las ciencias. Dónde qué, cómo y por qué, cuál era la lógica?

El ente es de sí lo documental. La documentación y el carácter estatal de lo real: las ciencias

jurídicas. La totalidad del ente y el hueco en quien pasa el estado y el carácter instrumental del

producir: Sociedad. [El ente es la trascedentalidad]

Por regla general se habla de relativismo como de cualquier otro ismo o epítome crítico similar: sin sentido.

[Hombres y construcción estatal] [Academias e infraestructura] La escuela de Hena y la escuela de Prusia]

[Institución y formación]

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Hans Blumenber la condición refiere así:

La «verdad desnuda» no es con lo que la vida puede convivir; pues ésta viene, no lo olvidemos, de una larga historia de congruencia total entre el entorno y la «signifícación». Congruencia que sólo en una fase posterior se hace añicos. En aquella congruencia, la vida misma se veda, continuamente, el acceso inmediato hacia sus abismos, hacia aquello que la haría imposible, desobedeciendo, así, a la apelación que le hace su espantosa «peculiaridad». Esto sería -si queremos utilizar, a nivel descriptivo, los decorados móviles sacados de los fondos filosóficos posteriores a la Filosofía de la vida- un ejemplo del intento de llegar a una fenomenología de la significación, en cuanto calidad apotropeica, frente a la actitud de conformidad con el «absolutismo de la realidad». Aunque hayan podido surgir grandes errares históricos de la condescendencia con ciertas significaciones, cada vez nos distanciamos más de esa envolvente sospecha, propia de una mitología negativa, de que han sido malentendidos de determinados significados y, sobre todo, metáforas tomadas al pie de la letra lo que ha ayudado, en su camino, al gran autoengaño del mito -en la época dominada por él, según la división de Auguste Comte-. Únicamente evaluando el riesgo del modo de existencia humana es posible explicar y valorar la función de las acciones que eran utilizables para su superación y tomar en serio la tentadora inclinación a poder servimos de nuevo de tal disponibilidad.

[No es lo que sino no es lo con lo que]

La posición del pensador respecto a la metafísica. La metafísica y la paternidad. El psicoanálisis y la sustitución del padre [el padre supuesto padre]

[Más esto ya es el trabajo del mito] [Mito y explicatividad] [esto es esto][De a que esto sea esto se

sigue que esto es así][-el papel de la alegoría trascendental-] [la historiografía y su

enclaustramiento aristotélico][Pues que de Aristóteles se remontó y a Aristóteles se remitía][Al

hacer de sí eso que Aristóteles fue y ello que Aristóteles vino a sí antes de [la analogía del ser] [la

alegeroría trascendental]

[Cual es la diferencia entre el método y la técnica] [Meditación trascendental entendida en china, nepal y la India y meditación trascendental comprendida en Occidente] [De ahí la signifiación fundamental de Ortega y Gasset a la creencia

Blumenber, Trabajo sobre el mito, p. 154 “No debemos leer al poeta como si hubiera de referirnos el estado de las creencias de una época.”

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[Creencia y transtemporalidad][Cual es la certeza ontológica que nos dona el creer] [transhistóricidad] [épocas históricas] [la economía del discurso][las leyes del signo] [ecuaciones tácticas de comprobación y demostración significativa]

[p.196. N]

«EI docetismo fue también, en aquella época, una expresión de la creencia de que Cristo no había sido un producto de su propio tiempo y de que lo genial y divino no se había desarrollado a partir de la naturaleza». Esto es una pura extravagancia del espíritu de la época y revela, ya por su forma de decirlo (jLo genial) (¡se ha desarrollado!) en qué clase de expresión de qué clase de época debemos pensar aquí. Lo que se advierte, en ello, es lo que ha «aportado», a largo plazo, la defensa dogmática de la Encarnación, aunque sólo fuera por ir preparando la formulación de la postura opuesta de Nietzsche.

La construcción epistemológica de la cosa: disponer una elevación de la cientificidad de la ciencia por encima de la concepción o la conceptualidad: la historiografía y la certeza de su respaldo al atencerse a conceptos.

La creencia y el emplazamiento metafísico que estructura: La creencia y la disposición del método. La verificación más entonces la extrañeza ante el dato. El dato y la pureza del interpretando. [Física teórica, física experimental] Ciencia y postulado. El postularse.

Los principios y los teoremas. La certeza estable de su estarse. La hondonada metafísica en quien asegura la tarde.

La adecuación a la naturalidad del curso económico de las industrias, más no así desde el racionalismo y su gradiente liberal en la prosecución del estado y la movilización universal de la universidad al dispositivo racional. Ya todo problema con Kant es el problema en Hegel

De la peculiaridad a su trascendentalización – el paso de la escritura -; del ser-con al estar.

[La jerarquía ontológico del ser-ahí en la idealidad de sus relaciones]

Heidegger en Ser y Tiempo: la platonidad de Platón.

{El meditarse y el encontrarse: las estructuras y las experiencias fundamentales] [Los poetas y el encontrarse] ¡Las estructuras fundamentales, las estructuras fundamentales! [Pensar, un cuando y el haberse] [Ante la acumulación original del capital] [l,a inversión original de la praxis]

[Ya el mito es la metodología] Mito, tótem y Dios.

La edad de la edad del mundo [El contar y el contar cómo]

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Únicamente evaluando el riesgo del modo de existencia humana

Metafísica y concepto: el retorno de Blumenberg a Husserl y de ahí a Kant. Blumenberg y el poder servirnos. Más así, al evaluar el peligro de lo posible, cómo lo posible pasa y se desenvuelve si la creencia es una transtemporalidad] [Poder servirnos] Hegel, el espíritu y la posición de la lógica] [El uso ideológico del instrumental categórico] La categorialización del espacio trascendental] [Temporalidad trascendental] [Pedagógicas de la eternidad]

Poetas que hablen de lo eterno. No podemos servirnos de los poetas tal como indica, más sí podemos entonces servirles de útil en la prosecución de un uso. [El poeta y su usar la voz] [Las matafísicas hebraicas] [Las metafísicas hebraicas]

De la división arcaica de poderes, Herodoto y el sitial de la lectura: la ciencia y el colocarse:

Toda confianza en el mundo comienza con los nombres de los cuales se pueden narrar historias. Esta circunstancia está detrás de la primitiva historia bíblica sobre el acto paradisíaco de nombrar. Pero también está detrás de toda la creencia que sirva de base a la magia, y sigue, asimismo, determinando aun los inicios de la ciencia: la denominación certera de las cosas superará la enemistad entre ellas y el hombre, que se convertirá en una relación de servicialidad. El pavor, que ha encontrado de nuevo asilo en el lenguaje, es así soportado.

Con los nombres de los cuales, no el nombrar y la atención al sujeto de la investigación, el investigar y el método - el nombrar y el demostrar(se) de la ciencia –

*“Con los nombres de los cuales se pueden narrar historias”+ *La movilización de situaciones epistemológicas] [El giro y a lo que nombramos giro] No los nombres y los sujetos – las condiciones de la explicación – sino los nombres de los cuales la narración es- no existe otra del pasado más que su nombre. El pasado no es sino sus nombres.

Ya lo nombrado por él es otra tarde. Remover las significaciones de su amplitud.

Es por determinación general que al ser de la narración es en propiedad lo único que nombramos historia. Incluso la trascendentalidad de un discurso –incluso la discursividad explicativa- es siempre un emplazamiento de lo que en decurso yace en relato. [Estructura argumentativa y estructura narrativa]

[Rasgos formales] [Formalicemos el estudio] [Sometamos el régimen de aparatos y enunciaciones de postulado a una reivindicación angelizada a lo Blumenberg, volvamos a creer en nadie]

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Antes de una epistemología –y pensemos ya la epistemología como

No es como reconvengo mi problema, sino como le doy tránsito y consigue solvencia y practicidad al preguntarse:

[El preguntarse y la explicatividad] [¿Y quién valida la pertinencia ontológica de un sistema de dudas?] [Lógica argumentativa, lógica narrativa] Idea, creencia, ideología

EI joven Wilamowitz-Moellendorf, inflamado, con un ceIo filológico, contra el libro de Nietzsche El nacimiento de la tragedia, negaba que los titanes, vencidos por Zeus en el mito de los Olímpicos, hubieran dominado antaüo en la conciencia de los helenos, en un tiempo «en que regían las oscuras fuerzas de la naturaleza, antes de la aparición de sus vencedores, los poderes de la naturaleza amigos dei hombre ». Nunca habría existido un tiempo que «satisficiera 5U necesidad religiosa únicamente con aquéllas». Y tampoco «una revolución de las creencias que desterrara a aquellas fuerzas, simbolizando 5U caída, en las nuevas creencias, mediante un cambio en el trono celeste »;' Esta va dirigido contra el realismo mítico de Nietzsche respecto a los estratos que se pueden detectar aún en la epopeya y en la tragedia como acufiaciones de conceptos existenciales antinómicos.

Así entonces, qué extrae Blumenberg de aquí y de allá.

Ya la incorporación de la variable temporal a cualquier régimen de explicación se conmina en relato.

Matemáticas y la abstracción: Spinoza, la suspensión de la historia y la ética demostrada por el orden Geométrico

Dilthey sobre Spinoza: «En media del claro día del racionalismo crítico empezó a extenderse la sombra de Spinoza, el gran panteísta [...]» (Di1they, Gesammelte Schrííten, vol. XV, págs. 22 y sigs.). [P. 286]

Se trata de la Proposición XIX en el libro quinto de la Ética, que Spinoza demuestra diciendo que en el deseo que tiene el hombre de que Dios responda a su amor encuentra la contradicción de que ese hombre, al mismo tiempo que ama a Dios, desea que Dios no sea Dios. Se trata de una tradición de la metafísica: Dios puede ser amado y, así hacer que se mueva todo, pero sólo puede tenerse a sí mismo como objeto perfecto de su

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pensamiento y su amor y, fuera de ello, a nada ni a nadie. Quien, no obstante, quiera mover a Dios a que se ocupe de él niega la esencia de Dios, no lo quiere tal como es.

¿Qué pretendía de Quincey al marginar su imagen o representación en las notas dispuestas a pie de página? ¿Qué fenómenos hacen posible la impostación de otra voz narrativa en un texto de veridicción?

Una noche tuve dos sueños. ¿Cuál es la causa de nuestro malestar ante el pasado?

¿Quién estudia historia, por qué lo hace?

La explicitación de motivos es una estructura, es la más general. Somos nosotros mismos y se llama retrato. Sólo por esto mismo nosotros nos reconocemos. Lo reconocido es claro es así que es Otro.

El desenvolvimiento de los argumentos. La composición en una expresión que suele dibujarse en una señal, en una expresión, en un oratorio. [Yo aún no te podía seducir] Kukulkan se levanta. Su levantarse gesta el fuego. Lo gestiona. Fiel guardián de oscuro temor. [Por ejemplo, ¿cual es entonces el tema de Braudel? El cambio, la racionalidad del cambio y el ejercicio pleno de Estado; la administración del cambio] [La estabilidad][La voluntad propia del devenir][La voluntad propia del advenir][La voluntad propia del porvenir] [La escritura de El mediterraneo en la Época de Felipe II o cómo mantener el poder] [Y es que una pregunta no es una pregunta si no tiene signos de interrogación]

Devenir, advenir, porvenir.

Venir. El venir, el venir con, en venir a, el venir para.

La relación de codependencia

El principio de verdad suficiente la mismidad que corre entre la integración de los tres principios lógicos. La serialidad que la historia les convida.

Historia y la interpretatividad de la historia desde el concepto de vida; los organicismos y la diemensión táctica de su idioma.

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La unidad de voluntad requiere mantener juntas las dimensiones que otorgan el paso en quien la facultad procura un trato.

La memoria es de los muertos. Es lo único que llama. La memoria es el oscuro fundamento que convida y que procura llamar en tradición un emolumento. Algo que sustente el ideal. Pues que sólo a causa de ideales se idealiza la idea de realidad. [La idealización de realidad]

[Ampliamiento de estructura] [Provamiento ontológico del estado y mantenerse] [Criticismo] [¿Concesión de voluntad?] [Pregunta, interrogación y memoria] Ricour finalmente se reduce a un esquema:

Qué hizo O´Gorman entre los libros de Motolinia: El escándalo que eso gestiona:

[La construcción del leer] [leer y leer es tan sólo lo que nos conmina detrás]

[Todo el tiempo][Todos los apareces] [El ser ahí de Claude Levi-Struss] [Si es así entonces, ¿quién llama detrás en qué cosa?] [Los métodos de memoria] [el ritual, sólo al ritual hay figura, sólo con la figura es la sombra]

Ahí, ante el sol Kukulkán aprendimos a dibujarte, ¿Quieres soñar oscuros relatos quien ya no vuelven? ¿Dónde si tú los estuviste aguardando? No quieras tú Kukulkán advertirnos, no sueles viajar así tu alborada.

-¿No fueron ustedes quienes dijeron al paso de cada hondonada Que cada día estaba dicho? ¿Quién los faculta así cuando muere la roca?

- Adónde vendría a morir así la roca

“Estuve desnudo y ahora te añoro señor” eso qué cosas dices, Dime, donde está la noche en quien resguardas el paso, A qué te avientes?

- Tenerla. Tenerla y tenerte, siempre Kukulkán así siempre tú me oías.

- A

Si, el pensarte. Tejerte entre los sueños. La testimonialidad que sigue en cada aparato un fuego. Nosotros señores, nosotros solos sin fuego.

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[La narrativa evocativa] [El teatro griego] [El método composicional de triangulación cognitiva al paso de necesidad] [La hondonada en quien pasa por detrás todos los sueños][Una comprensión pasa][Otra convención es oscura detrás][Ya todo el sueño nos arranca oscura la palabra][La hondonada quien pasa][Secreto oscuro detrás en quien vive la vida]

Así uno el títere de un sueño, quien sostiene el hilo, quién pasa a la comanda de la palabra, cómo la amplitud de cada risa es quien vive y quien pasa la hondonada, No somos más esos muñecos grises de los que nos hablaron,

No somos ya esos monos quien fuimos, quienes vivimos y quienes vamos a templar del ocaso la quietud en que de la brisa la palabra nos desenvuelve.

La amplitud de la hondonada conoce otra voces, y ya el Clavel o la Orquidea aquí presentes no dejaran de sernos la distancia en quien atrapa todo tu sueño. La cosa no es así mentar, gesta o dividir.

[La presencia de pasado y la acción] [Sigética y cinegética maya] [Ramón Sigé]

El cambio de Narrador de Quincy al conocimiento de Kant

La disociación de la identidad. ¿Quien es Kant? ¿Kant es Kant o el sujeto trascendental? [Ciencia, metafísica, paradoja] [La mantención histórica de las categorías] [La categorialidad] [Los sistemas reflexivos][La enseñanza][La técnica]

[La lectura y la costumbre][La estructuración de estructuras][Sonreírnos] [Costumbre y rango cultural][Civilización, animalidad y respaldo]

[Todo lector moderno] [La constructividad historiográfica que sustenta el cuadro]

“Acostumbrado entonces como lo estaba, y como suele estarlo también todo lector moderno, a la identificación inmediata e irrestricta entre el narrador y el sujeto de la enunciación en los discursos de veridicción, el experimento dequinceano me produjo un inmediato extrañamiento” [p. 12; Molina Gerisola]

“El cambio completo de Historia” *El cambio+*El pasado y el avergonzarnos+*La totalidad de lo que no se nombra][El sueño][El pasado][El paso]

Seguramente todo historiador tiene un momento especial, pleno de ángel por decirlo de algún modo. A dicho momento el historiador mismo lo llama recuerdo. Ese recuerdo es todo lo que calla, quien fija el comienzo de algo es exactamente eso mismo que sabe.

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Texto, textualidad aparato crítico: Haber:

La capacidad del aparato crítico para constituirse como elemento clave para la regularización de la práctica historiográfica dentro de los marcos institucionales está estrechamente ligada a las prácticas de validación del conocimiento a las cuales da lugar su inclusión en el discurso histórico: Prácticas, costumbres, juegos y reglas. Ya vendrán después los conceptos. Más entonces los conceptos vienen ahora, que ahora mismo es que podemos concebir, Cuál es entonces el decurso temporal en quien recién la hondonada dictamina del pasado y los futuros posibles el sueño:

La posibilidad de fututo depende fundamentalmente del correlato significante que entre un estado absoluto de cosas y la absolución misma de la cosa determine: Advenir, devenir, porvenir: el discurso y la situación conferencial.

Más entonces eso que llamamos futuro es sólo un texto, una interpretación, y el papel que nos caracteriza en tanto representantes del sueño. Todo es claramente el mundo del hombre. La ética que sujeta la acción ha de pensarse de manera autorreflexiva o ser suprimida, más que la ley así entonces requiere ser constante en su comprensión de responsabilidad adjudicativa: ella es tan sólo voluntad de Juicio. Ya no la ley, sino la comprensión de predictibilidad: La ciencia no puede cambiar de teoría sin cambiar todo. No se cambia boxeador a mitad de la pelea. El convenio y la situación simbólica:

La lectura es la situación simbólica por excelencia. Ese venir al símbolo es el guión que separa e incide fundamtalmente el evento en actos, leer, escribir. Así toda teoría comienza del vaciamiento. Así lo que compone Mauricio [discurso historiográfico moderno][lector moderno]

Dentro de los rasgos formales más característicos del discurso historiográfico moderno y contemporáneo despuntan aquellos que solemos agrupar bajo el denominador común de aparato crítico. Su utilización en el discurso histórico ha ido imbricándose con los procesos que han posibilitado la profesionalización de la historia, constituyéndose como un factor más en el surgimiento tanto de las prácticas como de instituciones que determinan formalmente la representación historiográfica académica. En el caso, por ejemplo, de las normativas editoriales, cuya aplicación sanciona la forma en que ha de fijarse el discurso sobre el soporte material; o bien de los mecanismos de evaluación y promoción de la actividad académica al interior de las instituciones dedicadas a la investigación histórica, lo que redunda, por ejemplo, en la formación de inmensos índices que dan cuenta del número de referencias hechas a un texto, e incluso a una oración simple, en el conjunto total de la producción académica de un país, una región o una disciplina de conocimiento. La capacidad del aparato crítico para constituirse comoe elemento clave para la regularización de la práctica historiográfica dentro de los marcos institucionales está estrechamente ligada a las prácticas de validación del conocimiento a las cuales da lugar

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su inclusión en el discurso histórico. En efecto, con el concepto de aparato crítico se quieren poder de manifiesto, en términos muy generales, dos cosas: primero, el valor de uso de dichos elementos en relación con un conjunto de prácticas que rodean e inciden en la representación historiográfica; segundo, y en estrecha relación con lo anterior, su naturaleza más o menos autónoma con respecto a la representación misma, a la que sirve, en el mejor de los casos, como guía, estructura o soporte. Ambas consideraciones sobre la naturaleza del aparato crítico enfatizan una especie de desboblamiento del discurso, suscriben la existencia de una estructura discursiva paralela a la representación misma, y establecen, en el despliegue tangencial del espacio discursivo situado entre ambas, el lugar de la valoración epistemológica.

La aniquilación de todas las perspectivas: del discurso la cosa: ousía: de la ousía su representación:

Arqueología del nombre y las estructuras de filiación estatal:

[Estado y genealogía] [Modos y formas de la organización] [Precondición historiográfica de todo tipo de conocimiento] [La relatividad tan sólo][La epistemología es ya el plazo al totalitarismo] No expliquemos. Nombremos el evento.

Memoria, nombrar el evento, memoria del nombrar el evento: Mito: El mito y el cuando:

Mito, cuándo, preposición:

Toda incomprensión de función es desconocimiento de autoridad: retórica y autorización de autoridad: delegación y delegamiento: No es el Delegado, sino el jefe Delegacional [El símil histórico al Huey tlatoani] El orden de los principios lógicos esnos irrevante, pues sólo atañe al presente y al presentarse:

La metafísica del presentarse; la ciencia del presentarse:

Metafísica-Filosofía-Ciencia

Teoría- práctica-experiencia. [El sitial de la autoridad]

Verdad es universo: Hablar verdad es llamar universos

Heidegger, sobre la LOGÍSTICA

La preeminencia de lo real efectivo activa el olvido del ser. Por esa preeminencia queda también sepultada la esencial referencia al ser que hay que buscar en el pensamiento rectamente pensado. Requerido por el ente, el hombre ocupa el papel de ente que sirve de norma. Como referencia al ente basta el conocer que, de acuerdo con el carácter esencial del ente en el sentido de lo real planificablemente asegurado, tiene que desembocar en la objetivación y convertirse así en cálculo.

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El signo de la degradación del pensar es el ascenso de la logística al rango de verdadera lógica. La logística es la organización calculante de la absoluta ignorancia acerca de la esencia del pensar, dando por supuesto que el pensar, esencialmente pensado, es aquel saber proyectante que desemboca en la conservación de la esencia de la verdad a partir del ser.21 La lethe y el aroma de la sangre: Los espíritus y el hablarse

Odisea, XIV, 153:

“Qué para mí es más odioso que las puertas del Hades el que por ceder a su pobreza cuenta mentiras.”

“En verdad todo esto se cumplirá tal como anuncio; dentro de este mismo año llegará Odiseo; cuando acabe *…+ El cumplirse *…+

Luego que hube suplicado al linaje de los difuntos con promesas y súplicas, yugulé los ganados que había llevado junto a la fosa y fluía su negra sangre. Entonces se empezaron a congregar desde el Erebo las almas de los difuntos, esposas y solteras; y los ancianos que tienen mucho que soportar; y tiernas doncellas con el ánimo afectado por un dolor reciente; muertos en la guerra aquí y allá, a uno y otro lado de la fosa, con un clamor sobrenatural, y a mí me atenazó el pálido terror.

Heidegger y el paso de disposición al segundo comienzo: La filosofía y el pensar: La esencia de la metafísica en la consumación de sus decoros: Los infiernos y las lecturas:

Las bibliotecas de Babel, cómo la describe Borges, Cómo la describe la Biblia, cómo habla de los círculos de la torre el Dante:

La espacialidad del espacio: la perspectiva y la construcción de perspectivas. ¿Qué dice Iggers sobre la perspectiva? Al régimen de la episteme ¿qué se ha colocado en qué?

La neo-retórica como la retórica tiene por condición de posibilidad el creer [Qué dice Aristóteles de la Retórica misma; quién lo dice y cómo lo dice; para qué][Acción y activación de la lethe] Instrumentalización del Olvido: Conducción oscura de su república: Entre Platones te veas:

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[Incluso la tesis de Stravroguin sigue en decurso de esto] [Y diferenciemos la tesis de Stravroguin a la tesis de Verhovensky para y Verhovensky hijo][Ya de ahí la de Raskolnikof y la de Kirilov][La tesis y la posición] [La tesis, el nudo lógico de la estructura narrativa y la argumentación de la estructura lógica]

Producción de semiosis: las esquirlas: Lease a Hemmingway] [Tesis sobre la novela:]

Informática y la disposición de la información: Genio informático: INEGI: PRUEBE, COMPRUEBE, ESPECULE Y MUESTRE TABLAS Y FIGURACIONES DE ESTADÍSTICA Y PROBAMIENTO DE INSTRUMENTALIZACIÓN TÉCNICA DE DATOS FÍSICOS REALES: [Las mamadas del Erick] [El nunca creerle nada] [Su eslogan en el congreso]

[El valor cognitivo de la institución] [El caballito de batalla][La instrumentalización del orden] [La vastedad del imperio] [El silencio]

Filósofos,

Filósofos les indicaron, filósofos fueron índice, filósofos asesoraron y filósofos atesoraron la instrumentalización de los fines,

Fuimos sabuesos y ladraban siempre en prosecución de sus propios fines, Nuestras rodillas en llamas, Un pedazo de pan basta, basta ya infelices para decir pasa.

Ya de ahí la pedagogía es única, nuestra única noticia:

* * *

Prevé Videgaray reforma energética para el 2013: política y especulación patria.

[Capitalizar los capitales del capital]

Trasforma tus poemas en argumentos: busca datos: consérvalos: mantenlos:

[Desarróllalos pinche Fede, instrumentaliza] Si mi lengua no es toda, no es ninguna.

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Tiresias a Odiseo:

Hijo de Laertes, de linaje divino, Odiseo rico en ardides, ¿por qué has venido, desgraciado, abandonando la luz de Helios, para ver a los muertos y este lugar carente de goces? Apártate de la fosa y retira tu aguda espada para que beba de la sangre y te diga la verdad.

Si llamar universos en tarde no encuentras quien llama en respuesta, Eres mal, y andas al paso del fuego, Hombre, anciano mío, Horadas la aurora con tus noticias Más en atardeceres mis hermanos ya son purpura En hora de tus ansias, Fueron macerados sus cuerpos y devorados en oscuro ritual.

Las iniciaciones de tus guerreros no son nota. No los llamamos y mueren ignorados mis hermanos y tus hijos,

Señor, Huracán no tolera esos vendavales. Continúa Tiresias:

“Tratas de conseguir un dulce regreso, brillante pues no creo que pases desapercibido al que sacude la tierra. El ha puesto en su espíritu el resentimiento contra ti, airado porque le cegaste a su hijo. Sin embargo, llegaréis, aun sufriendo muchos males, si es que quieres contener tus impulsos y los de tus compañeros cuando acerques tu bien construida nave a la isla de Trinaquía, escapando del ponto del color violeta, y encontraréis unas novillas, paciendo y unos gordos ganados, los de Helios, el que ve todo y todo lo oye. Si dejas a éstas sin tocarlas y piensas en el regreso, llegaréis todavía a Itaca, aunque después de sufrir mucho, pero si les haces daño, entonces te predigo la destrucción para la nave y para tus compañeros. Y tú mismo, aunque escapes, volverás tarde y mal, en nave ajena, después de perder a todos tus compañeros. Y encontrarás desgracias en tu casa: a unos hombres insolentes que te comen tu comida, que pretende a tu querida esposa y la entregan regalos de esponsales.”

Predicción, destrucción y decurso de la trama:

Hegel, la religión del arte y la ideología alemana: La sagrada familia: Hegel y la culminación de la fenomenología del espíritu. [Eloi, Eloi lama Sabachtani]

Cuando O´Gorman lee a motilinia y el texto faltante: la comprensión que media del texto a su escritura en la significatividad cognitiva de la cosa misma nombrada: O´Gorman y su filosofía de la autoconcienica [O´Gorman y Nietzsche] [El valor empírico demostrativo de la confrontación de

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pensadores][La remisión al texto][La interpretación] [El sitial del texto y la cita][El deslinde de responsabilidad y no es acuerdo en la identidad de la cosa] [las cosas qué] [nos desentendemos de las cosas como bien recomienda por comienzo Tiresias] Más de ahí entonces ya sólo leemos. Ya lo que hagamos en la patria. Bueno, el resto es historia.

Platón, República, 607 b-c

Esto es lo que quería decir como disculpa, al retornar a la poesía, por haberla desterrado del Estado, por ser ella de la índole que es: la razón nos lo ha exigido. Y digámosle además, para que no nos acuse de duros y torpes, que la desavenencia entre la filosofía y la poesía viene de antiguo. Leemos, por ejemplo “la perra gruñona que ladra a su amo”, “la multitud de las cabezas excesivamente sabias” “los pensadores sutiles por que son pobres” y mil otras señales de este antagonismo. No obstante, quede dicho que, si la poesía imitativa y dirigida al placer puede alegar alguna razón por la que necesario que exista en un Estado bien gobernado, la admitiremos complacidos, conscientes como estamos de ser hechizados por ella. Pero sería sacrílego renunciar a lo que creemos verdadero. Dime, amigo mío, ¿no te dejas embrujar tu también por la poesía, sobre todo cuando la contemplas a través de Homero?

[608 b]

Pero si no pueden alegar nada, mi querido amigo, haremos como los que han estado enamorados y luego consideran que ese amor no es provechoso y, aunque les duela, lo dejan; así también nosotros, llevados por el amor que hacia la poesía ha engendrado la educación de nuestras bellas instituciones políticas, estaremos complacidos en que se acredite con el máximo de bondad y verdad; pero, hasta tanto no sea capaz de defenderse, la oiremos, por consiguiente, con el pensamiento de que no cabe tomar en serio a la poesía de tal índole, como si fuera seria y adherida a la verdad, y de que el oyente debe estar en guardia contra ella, temiendo por su gobierno interior, y de que ha de creer lo que hemos dicho sobre la poesía.

Retorno [606 e]

Por lo tanto, Glaucón, cuando encuentres a quienes alaban a Homero diciendo que este poeta ha educado a la Hélade, y que con respecto a la administración y educación de los asuntos humanos es digo de que se le tome para estudiar, y que hay que disponer toda nuestra vida de acuerdo con lo que preescribe dicho poeta, debemos amarlos y saludarlos como a las mejores personas que sea posible encontrar, y convenir con ellos en que Homero es el más grande poeta y el primero de los trágicos, pero hay que saber también que, en cuanto a poesía, sólo deben admitirse en nuestro Estado los himnos a los dioses y las alabanzas a los hombres buenos. Si en cambio recibes a la Musa dulzona, sea en versos líricos o épicos, el placer y el dolor reinarán en tu Estado en lugar de la ley y de la razón que la comunidad juzgue siempre la mejor.

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República 613 d y ss.

- ¿Tolerarás entonces que yo afirme acerca de los justos lo que tú decías acerca de los injustos? Pues afirmaré que los justos, una vez avanzados en edad, detentan el mando en sus Estados, si quieren, se casan con hijas de las familias que prefieren y dan a sus hijos en matrimonio con quienes les place; y cuantas cosas afirmabas tú de los injustos las digo yo de los justos. Y respecto de los injustos diré que la mayoría de ellos aunque se oculten mientras son jóvenes, hacia el final de la carrera son aprehendidos y quedan en ridículo, y al envejecer se convierten en miserables ultrajados tanto por extranjeros como por sus conciudadanos, recibiendo azotes y cuantas coas tenías por rudas, en lo cual decías verdad. Imagínate que me oyes enumerar todo lo que sufren. Mira si has de tolerar lo que digo -. Claro que sí, pues lo que dices es justo. - Tales son los premios, recompensas y presentes que llegan al justo, durante su vida, de parte de los dioses y hombres, además de aquellos bienes que le procuraba la justicia en sí misma. - Son premios bellos y sólidos. - Pero no son nada, ni en cantidad ni en magnitud, en comparación con aquellos que aguarda a cada uno tras haber muerto. Es necesario escuchar cómo son estos, a fin de que cada cual tome del discurso lo que debe escuchar. - Habla, entonces, porque no son muchas las cosas que escucharía con mayor agrado. - No es precisamente un relato de Alcinoo lo que te voy a contar, sino el relato de un bravo varón. Er, el armenio, de la tribu panfilia. Habiendo muerto en la guerra, cuando al décimo día fueron recogidos los cadáveres putrefactos, él fue hallado en buen estado; introducido en su casa para enterrarlo, yacía sobre la pira cuando volvió a la vida, y resucitado, contó lo que había visto allá. Dijo que, cuando su alma había dejado el cuerpo, se puso en camino junto con muchas otras almas, y llegaron a un lugar maravilloso, donde había en la tierra dos aberturas, una frente a la otra, y arriba en el cielo, otras dos opuestas a las primeras. Entre ellas había jueces sentados que, una vez pronunciada su sentencia, ordenaban a los justos que caminaran a la derecha y hacia arriba, colgándoles por delante letreros indicativos de cómo habían sido juzgados, y a los injustos los hacían marchar a la izquierda y hacia abajo, portando por detrás letreros indicativos de lo que habían hecho. Al aproximarse Er.

Desde la constancia del pasar del tiempo, habla el ser: Heidegger

Al tiempo lo nombramos al decir: cada cosa tiene su tiempo: Heidegger.

[La simultaneidad del paso de tiempo que nombramos historia]

Heidegger, Tiempo y Ser, p. 22.

Ser y tiempo se determinan recíprocamente, pero de una manera tal que ni aquél –el ser-se deja apelar como algo temporal ni éste –el tiempo- se deja apelar como ente. Al cavilar

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sobre todo esto, nos sorprendemos vagando erráticamente entre enunciados contradictorios. (Para tales casos la filosofía conoce una vía de escape. Se deja estar a las contradicciones y hasta se las agudiza y se intenta conciliar lo que se-contradice, y es por tanto irreconciliable, en una unidad más amplia. A este procedimiento se lo llama Dialéctica. Suponiendo que enunciados mutuamente contradictorios sobre el ser y sobre el tiempo se dejasen poner en regla por la unidad que los sobreabarcase, ésta sería, ciertamente, entonces una vía de escpa, a saber, un camino que se desvía de las cosas y de la índole o condición natural de ellas, porque no se compromete ni con el ser como tal, ni con el tiempo como tal, ni con la relación interna que uno y otro guardan entre sí. De paso queda totalmente excluida la pregunta de si la relación entre ser y tiempo es una mera referencia externa, que se deja ulteriormente producir por la yuxtaposición de ambos, o si la conjunción “ser y tiempo” nombra una condición natural de la cosa, tan sólo a partir de la cual resultan tanto el ser como el tiempo)

[p. 26] Desde que la técnica moderna ha implantado la vastedad de su dominio sobre la entera faz de la tierra, no sólo giran en torno a nuestro planeta los sputniks y su cortejo de vástagos, sino que el ser como estar presente en el sentido de lo que cuenta como un stock de mercancías, como un depósito calculable de utilidades disponibles habla ya uniformemente a todos los habitantes de la Tierra, sin que quienes moran en las zonas no europeas de ésta sepan propiamente de ello ni tan siquiera puedan saber de la procedencia de semejante determinación del ser. (Los menos amigos de un tal saber son, manifiestamente, los industriosos promotores del desarrollo, que hoy se afanan por poner a los llamados países subdesarrollados a la escucha de esa apelación del ser que habla desde lo más propio de la técnica moderna).

[p. 27]

Lo historiográficamente constatable se deja hallar dentro de la historia. El despliegue de la plenitud de transformaciones del ser tiene el parecido de una historia del ser. Por el ser no tiene una historia, tal como tiene su historia una ciudad o un pueblo. Lo histórico de la historia del ser se determina manifiestamente por y sólo cómo acontece el ser, y esto quiere decir de acuerdo con lo que se acaba de exponer, por la manera como Se da el ser.

Poder ser quiere decir dispensar y dar ser: Heidegger

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