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  • Voluntad de liberacin Gnesis y constitucin del proyecto de filosofa de liberacin de Ignacio Ellacura

  • Universidad Centroamericana Jos Simen Caas

    San Salvador, El Salvador, C.A.

    Facultad de Ciencias del Hombre y de la Naturaleza

    Voluntad de liberacin

    Gnesis y constitucin del proyecto de filosofa de liberacin

    de Ignacio Ellacura

    Hctor Jess Samour Cann

    TESIS DOCTORAL

    San Salvador, 2000

  • Reproduccin autorizada para el cumplimiento de los requisitos acadmicos: reglamento administrativo- acadmico de la UCA, arts. 190-192

    Hctor Samour Cann

  • UNIVERSIDAD CENTROAMERICANA

    JOS SIMON CAAS

    La tesis doctoral de D. Hctor Jess Samour Cann

    Titulada: Voluntad de liberacin: gnesis y constitucin de una filosofa de la liberacin

    Director: Antonio Gonzlez Fernndez

    Fue leda en la Facultad de Ciencias del Hombre y la Naturaleza de la Universidad Centroamericana de San Salvador el da 27 de junio de 2000 ante el tribunal constituido por los siguientes profesores:

    Presidente: Dr. Manuel Mazn Cendn

    Vocal: Dr. Antonio Gonzlez Fernndez

    Vocal: Dr. Dean Brackley

    Vocal: Dr. Jon Sobrino

    Secretario: Dr. Jordi Corominas

    Y recibi la calificacin de SUMMA CUM LAUDE por unanimidad.

    San Salvador, 27 de junio de 2000

  • A Ignacio Ellacura, en memoria

  • Pero esta bsqueda de la verdad, esta voluntad de verdad, no tiene tan slo un valor teortico. Tiene, adems, un valor tico: el dedicar la vida a la bsqueda de la verdad, porque esa verdad encontrada engrandecer al hombre, lo har ms honesto, lo har ms libre y tambin ms til para s mismo y para los dems. Por lo menos posibilitar todo ello. Por eso no ha de ignorarse o disminuirse la capacidad transformativa de la filosofa.

    Lo esencial es dedicarse filosficamente a la liberacin ms integral y acomodada posible de nuestros pueblos y nuestras personas; la constitucin de la filosofa vendr entonces por aadidura. Aqu tambin la cruz puede convertirse en vida.

    Ignacio Ellacura

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    Introduccin.

    Si bien se han escrito una cantidad relativamente grande de artculos y tesis de grado sobre diversos aspectos del pensamiento filosfico de Ignacio Ellacura, hasta ahora no se cuenta con un estudio sistemtico de toda su produccin filosfica que muestre la unidad de todos esos aspectos y que defina con claridad lo propio y original de su pensamiento, ms all de lo que pueda haber de la filosofa de Xavier Zubiri, filsofo vasco, de quien Ellacura fue su amigo y su ms estrecho colaborador.

    Hasta hace muy pocos aos, intentar realizar esto no era una tarea fcil, porque a diferencia de su produccin teolgica o incluso de su produccin en el campo del anlisis socio-poltico, la mayor parte de la produccin estrictamente filosfica de Ellacura permaneci indita durante mucho tiempo, lo que dificultaba enormemente cualquier intento de sistematizar y caracterizar con propiedad su pensamiento filosfico. Slo se conoca de ella una cantidad relativamente pequea de artculos, publicados ocasionalmente por Ellacura, la mayor parte de ellos dedicados principalmente a exponer o explicar el pensamiento de Zubiri. Esto provocaba la impresin de que no haba realmente un corpus filosfico coherente y original, sino ms bien una serie de trabajos eventuales, ms o menos originales y sugerentes, pero fundamentalmente dedicados a divulgar la filosofa zubiriana. Incluso se generaba la apariencia de que Ellacura era ms telogo que filsofo.1 En estas condiciones, se haca tambin difcil ver la conexin y la unidad terica entre sus ltimos artculos, especficamente en aquellos en los que expresaba su intencin de constituir una filosofa de la liberacin de cara a la realidad latinoamericana2, y sus escritos ms zubirianos de los aos anteriores. Pareca, entonces, que su proyecto filosfico de liberacin era una ocurrencia afortunada de Ellacura, muy influenciada por la teologa de la liberacin, pero sin ninguna vinculacin terica relevante con la filosofa de Zubiri.

    Todo esta impresin empez a modificarse a partir de la publicacin pstuma de su Filosofa de la realidad histrica en 19903. Este trabajo, que Ellacura haba redactado en 1976,

    1 Cfr. R. Cardenal, Ser jesuita hoy en El Salvador, Revista Estudios Centroamericanos (ECA), Nos. 493-494,

    1989, p. 1015. 2 Cfr. Funcin liberadora de la filosofa, Revista Estudios Centroamericanos (ECA), Nos. 435-436, pp. 45-64.

    3 Filosofa de la realidad histrica, UCA Editores, San Salvador, 1990, 606 pp. La edicin estuvo a cargo de

    Antonio Gonzlez Fernndez, sobre la base de un texto mecanografiado que Ellacura le haba confiado en 1985, y al cual aadi como introduccin y como conclusin el texto sobre El objeto de la filosofa que Ellacura haba publicado en la revista Estudios Centroamericanos en 1981.

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    nos revelaba por primera vez la coherencia y la sistematicidad de todo su esfuerzo filosfico maduro, que comenz a gestarse desde 1965, cuando termin y defendi su tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid.4 Dicha tesis, desarrollada sobre la base de la metafsica zubiriana y realizada bajo la direccin personal del propio Zubiri, se convertir en el punto de partida de la labor filosfica que Ellacura desplegar en los dcadas siguientes y cuya expresin mxima lo constituir precisamente su Filosofa de la Realidad Histrica. En efecto, en esta obra Ellacura asume y utiliza positivamente las tesis epistemolgicas, antropolgicas y metafsicas de la filosofa zubiriana en orden a fundamentar tericamente el concepto de praxis histrica, pero a la vez con el objetivo poltico de pensar e iluminar una adecuada praxis histrica de liberacin en el contexto latinoamericano frente otras formas de praxis poltica, que se haban venido desarrollando en el Continente, predominantemente bajo la inspiracin del marxismo, y que a los ojos de Ellacura resultaban parciales e insuficientes por cuanto dejaban de lado aspectos esenciales de la realidad histrica que, como tal, es una unidad estructural, dinmica y abierta, segn lo postula la metafsica intramundana de Zubiri. Toda la realidad forma una sola unidad, y la envolvente principal de toda esa realidad es la historia. sta, al ser el mbito donde se da ms plenamente la realidad, se convierte en el nico acceso concreto a lo ltimo de la realidad y, por tanto, en el objeto de la filosofa.5 Esta tesis es la clave para entender todo el planteamiento ellacuriano y el trnsito que realiza desde la filosofa de la realidad de Zubiri a una filosofa de la realidad histrica con intencin liberadora de cara a la realidad latinoamericana.

    Al texto fundamental sobre la realidad histrica se sumaron posteriormente una gran cantidad de escritos y cursos filosficos inditos que se encontraban en los archivos personales de Ellacura6, los cuales, a la vez que confirmaban su ingente esfuerzo filosfico, venan a proporcionar nuevos elementos para lograr una mejor y ms adecuada interpretacin de su pensamiento filosfico y de la gnesis de su proyecto filosfico de liberacin. En este sentido, especial mencin merecen los textos de los cursos filosficos que Ellacura imparti en la UCA de San Salvador en la dcada de los setenta, en los que no se limitaba a explicar un

    4 La principialidad de la esencia en Xavier Zubiri, tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid, 1965,

    1094 pp. 5 Cfr. El objeto de la filosofa, Revista Estudios Centroamericanos (ECA), Nos. 396-397, 1981, pp. 963-980.

    6 En la biblioteca Juan Ramn Moreno del Centro Monseor Romero de la UCA de San Salvador se encuentran

    todos los inditos de I. Ellacura. Actualmente el departamento de filosofa de la UCA ha editado y publicado dos volmenes de sus obras completas.

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    determinado autor o corriente sino, principalmente, a desarrollar su filosofa mediante la aplicacin de la filosofa de Zubiri al anlisis de problemas de la realidad social o a travs de dilogo de la filosofa zubiriana con ciertos autores, como Aristteles, santo Toms, Kant, Hegel y Marx.

    Por tanto, podemos afirmar, a manera de hiptesis, que toda la produccin filosfica ellacuriana, especficamente la que arranca desde mediados de la dcada de los sesenta, encuentra su unidad y su sentido en el intento de Ellacura por constituir una filosofa de la liberacin latinoamericana sobre la base de su filosofa de la historia. En consecuencia, no estamos frente a una serie de trabajos filosficos ocasionales, sino ante un pensamiento filosfico coherente y con pretensiones sistemticas, resultado de un proyecto intelectual propio que buscaba interpretar el pensamiento de Zubiri para ponerlo al servicio de las necesidades concretas de los pueblos latinoamericanos y del Tercer Mundo en general.7 En no pocas ocasiones Ellacura reconoci que sus planteamientos sobre el carcter poltico que les asignaba a la filosofa y la teologa se deban en gran medida a la filosofa de Zubiri, aunque supusieran una reelaboracin en orden a resolver los problemas que planteaba la realidad latinoamericana y no pretendieran, por consiguiente, una repeticin exacta del pensamiento explcito de Zubiri.8 En esta lnea Ellacura afirmaba que el carcter puro de su filosofa no hace fcil la tarea a filsofos segundos que quieren referirse filosficamente a mbitos ms inmediatos de realidad; debe recordarse, no obstante, que Zubiri mismo ha tratado filosficamente problemas no tan abstractos como son los de la metafsica o algunas partes de su filosofa de la inteligencia. Con todo ha de resaltarse que slo tras una profundizacin laboriosa y creativa de su pensamiento y tras un desarrollo de la capacidad de escuchar el reclamo de la realidad se est en condiciones de superar una repeticin mecnica de su pensamiento para ponerlo al servicio de la iluminacin y transformacin de realidades con las que l no se enfrent.9

    En consonancia con su concepcin de la realidad histrica, para Ellacura en la historia se da un crecimiento de la libertad a travs de un proceso de liberacin progresiva de la

    7 Cfr. Introduccin crtica a la antropologa de Zubiri, en Realitas II., Madrid, 1976, p. 52.

    8Cfr. Hacia una fundamentacin filosfica del mtodo teolgico latinoamericano, Revista Estudios Centroamericanos (ECA), Nos. 322-323, 1975, p. 418. 9 Aproximacin a la obra completa de Xavier Zubiri, Revista Estudios Centroamericanos (ECA), Nos. 421-422,

    1983, p. 968.

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    naturaleza y de toda suerte de condicionamientos materiales, sociales y polticos. La base de este proceso es la actualizacin y socializacin de posibilidades. La filosofa, al estar situada histricamente y al reflexionar y comprometerse con la verdad de su objeto, se ve necesariamente implicada con aquellas dinmicas de la historia que portan las posibilidades ms altas de liberacin. Esta es la razn que determina que a una filosofa de la realidad histrica le sea esencial una funcin liberadora10, con una intrnseca dimensin poltica.11

    Para Ellacura la tarea de liberacin le es exigida a la filosofa no slo por razones ticas o sociolgicas, sino, ms profundamente, por razones epistemolgicas y metafsicas. La razn es que la historia no es slo el lugar donde los seres humanos van a ser lo que son y donde la humanidad va hacindose en su unidad, sino la actualidad ltima de la apertura y de la realizacin trascendentales de la realidad; apertura y realizacin que queda en manos exclusivamente de la actividad humana y de lo que sta pueda crear en la historia a partir del proceso de apropiacin y actualizacin de posibilidades. De esta manera, el dar de s de la realidad en el mbito de la historia est vinculado al grado de libertad y humanizacin que alcancen los seres humanos. En el proceso de humanizacin y personalizacin de los distintos individuos y grupos humanos, se juega la revelacin y la realizacin trascendentales de la realidad. O dicho de otra forma, en el problema humano y su resolucin en la historia se juega la plenitud de la totalidad de la realidad.

    Aqu aparece otro aspecto novedoso de la filosofa de Ignacio Ellacura: el significado metafsico que adquieren ciertas categoras que usualmente se las utiliza con un significado ms reducido referido al mbito socio-poltico. Categoras como "praxis" o "liberacin" adquieren densidad metafsica al quedar vinculadas al plano trascendental. As, praxis no significa un mero hacer consciente y libre, sino un "hacer real de realidad"; liberacin no significa mera liberacin sociopoltica, sino, ms profundamente, liberacin de nuevas formas de realidad.

    Es importante resaltar, adems, el alcance de una serie de conceptos que Ellacura elabora al proponer el modo concreto de realizar la funcin liberadora de la filosofa desde Amrica Latina. Por ejemplo, el concepto de historizacin como mtodo que busca remediar los

    10 Cfr. Funcin liberadora de la filosofa, op.cit.

    11 Cfr. Filosofa y poltica, Revista Estudios Centroamericanos (ECA), No. 284, 1972, pp. 373-386.

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    desvos fundamentales de la ideologizacin.12 La ideologizacin es fundamentalmente una abstraccin de la realidad histrica, que hace de lo que es histrico algo natural al desvincular los conceptos y teoras de la praxis histrica. La historizacin busca la verificacin histrica de cualquier formulacin abstracta a travs de su puesta con relacin a la praxis histrica, mostrando as lo que encubre o descubre. La historizacin se convierte as en crtica liberadora de ideologizaciones y parte integrante de la dimensin crtica de la filosofa. La constitucin de una filosofa liberadora exigir romper con el horizonte del pensamiento dominante que encubre y falsea la realidad y propiciar as un nuevo discurso efectivamente liberador.

    En la visin ellacuriana, el concepto de ideologa adquiere dimensin metafsica por cuanto la dimensin epistemolgica y metafsica de los fundamentos propia de un filosofar crtico y liberador lleva a descubrir la des-fundamentacin de las posiciones ideologizadas y a sentar las bases para ampliar el marco del concepto ltimo de la metafsica. Al entrar lo histrico en la dimensin precisa de lo ltimo de la realidad, ello obliga al filosofar a introducir el problema de la ideologa y de la ideologizacin en el centro del discurso metafsico.13

    En este contexto, es importante la crtica de Ellacura a la civilizacin del capital y que viene a cuestionar la visin neoliberal de la historia. En la medida que la actual civilizacin esta causando deshumanizacin y empobrecimiento a la mayora de la humanidad, y de que no es posible ni deseable su universalizacin practica, ello permite relanzar la cuestin para el discernimiento de posibilidades en la actual situacin mundial que permita la creacin de una economa, una poltica y una cultura humanizadoras y liberadoras de las opresiones de las mayoras populares y de los pueblos oprimidos del planeta, buscando construir una alternativa que Ignacio Ellacura defini como civilizacin de la pobreza" o "civilizacin del trabajo.14

    A la luz de todo lo anterior, la reflexin filosfica de Ellacura sobre la praxis histrica se revelaba tambin muy importante para su propia reflexin teolgica y para la constitucin de su teologa de la liberacin. Si antes de la publicacin de su Filosofa de la realidad histrica, su filosofa y su teologa aparecan como dos dimensiones aisladas de su actividad intelectual, sin algn tipo de conexin terica significativa, a partir de su filosofa de la historia se hace evidente

    12 La historizacin del concepto de propiedad como principio de desideologizacin, Revista Estudios

    Centroamericanos (ECA), Nos. 335-336, 1976, pp. 425-450. 13

    Cfr. Funcin liberadora de la filosofa, op.cit., p. 51. 14

    Cfr. Utopa y profetismo desde Amrica Latina: un ensayo concreto de soteriologa histrica, Revista latinoamericana de teologa, No. 17, 1989, pp. 141-184

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    su vinculacin y su unidad. La historia no es para Ellacura slo el objeto propio de la filosofa, sino tambin de la teologa. Antonio Gonzlez ha sealado la relevancia que tiene el concepto ellacuriano de historia para la teologa de la liberacin en cuanto permite superar la concepcin ilustrada de la historia que frecuentemente ha adoptado la teologa europea contempornea. Si bien es cierto que tal visin de la historia logra finalmente hacer resplandecer tras el caos aparente un plan providente (Kant) y por eso logra justificar a Dios mostrando que la historia tiene en realidad unidad y sentido (Pannenberg), sin embargo no logra justificar a las vctimas de la historia que aparecen como el precio necesario que hay que sacrificar al progreso: el juicio que sobre ellas pronuncia la historia universal es el juicio definitivo del Espritu Absoluto (Hegel).15 Frente a la teologa europea, la teologa de la liberacin de Ellacura busca revisar el concepto ilustrado de historia, resaltando que sta es en realidad un dinamismo abierto en el que la responsabilidad recae primariamente en la actividad humana y no en la divina. Desde esta perspectiva, la historia aparece como el lugar y dinamismo de la revelacin de Dios. Filosficamente, la razn ltima es que Dios, como dice Ellacura, siguiendo a Zubiri, no es una realidad transcendente a la historia, sino una realidad transcendente en la historia, en la cual se habra mostrado como solidario hasta la muerte con los pobres. No hay en este sentido dos historias, una historia profana y una historia de la salvacin, sino que la historia de la salvacin no es otra cosa que la salvacin de esta nica historia. El mal que aparece en la historia no queda integrado en una explicacin racional y, en este sentido, legitimado o justificado, sino que constituye un escndalo y un desafo permanente a la praxis liberadora en general y a la praxis cristiana en particular.16

    De hecho, se puede afirmar, desde un punto de vista filosfico, que aquello que dio unidad a las diversas dimensiones de la vida de Ignacio Ellacura, como filsofo zubiriano, como rector de la UCA, como analista poltico y como telogo de la liberacin, fue su intencin de contribuir a la produccin de una filosofa con una funcin liberadora en el contexto latinoamericano que sirviera como iluminacin de una praxis liberadora, una praxis tica, y como fundamentacin terica de la teologa de la liberacin. Y es que, en definitiva, para Ellacura la filosofa no era una tarea puramente terica sino primariamente una forma de vida.

    15 A. Gonzlez, Filosofa de la historia y liberacin, en varios, Voluntad de Vida, Seminario Zubiri-Ellacura,

    Managua, 1993, p. 114. 16

    Ibdem, p. 115.

  • 19

    No una mera reflexin filosfica sobre la liberacin, sino una forma de vida filosfica entregada a la liberacin.17 En l la voluntad de verdad y la voluntad de fundamentalidad estaban radicadas primariamente en una voluntad de liberacin, sin la cual aqullas no pueden adquirir su sentido pleno.

    Conforme a las consideraciones anteriores, esta tesis se ha realizado con un doble objetivo: en primer lugar, analizar y sistematizar los aspectos centrales del pensamiento filosfico de Ignacio Ellacura; y, en segundo lugar, estudiar la gnesis y constitucin de su proyecto filosfico de liberacin. El primer objetivo nos permitir ver lo que tiene de propio y original su filosofa, as como su unidad y su coherencia; y el segundo, la forma en la que Ellacura deriva y fundamenta dicho proyecto desde la metafsica zubiriana, as como su ubicacin y su aporte especfico dentro del conjunto de las principales corrientes de la filosofa de la liberacin latinoamericana.

    En el primero captulo presentamos las etapas evolutivas del pensamiento filosfico de Ellacura. En el segundo, abordamos los aspectos centrales de su filosofa juvenil como una preparacin para entender mejor su filosofa posterior. El tercer captulo lo dedicamos al anlisis de su filosofa como realismo materialista abierto, que sintetiza la interpretacin ellacuriana de Zubiri, y donde explicamos las principales tesis de su teora del conocimiento, su antropologa y su metafsica. En el capitulo cuarto, realizamos el estudio de la gnesis de su filosofa de la historia, los principales problemas que lo motivaron a construirla, su dilogo con Hegel y Marx y su concepto de praxis histrica. En el captulo quinto, sobre la base de su concepcin histrica de la realidad, estudiamos la concepcin ellacuriana de la filosofa como filosofa poltica, en la que se encuentran trazados los ejes fundamentales de la funcin liberadora que Ellacura le asigna a la filosofa como momento terico de la praxis histrica. Finalmente, en el captulo sexto, y como una forma de conclusin de la tesis, abordamos los principales aspectos de su proyecto de filosofa de la liberacin, tomando como base su artculo Funcin liberadora de la filosofa de 1985.

    Al final hemos incluido dos anexos. En el primero se presentan cronolgicamente todos los escritos y cursos filosficos de Ignacio Ellacura, incluyendo una sntesis de su contenido. Y en el segundo, presentamos la evolucin del esquema del texto de su Filosofa de la realidad

    17 Ibdem.

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    histrica, lo cual nos revelar aspectos importantes de la evolucin de su pensamiento filosfico.

    Es importante destacar que esta investigacin no pretende un estudio exhaustivo de todos y cada uno de los temas de la filosofa de Ignacio Ellacura, sino simplemente una interpretacin general, lo ms objetiva posible, de su filosofa, de su gnesis, de sus supuestos y de sus tesis centrales, as como de las caractersticas principales de su proyecto filosfico de liberacin. Lo que buscamos primariamente es proporcionar una presentacin global de su pensamiento filosfico que sirva de referencia para futuras investigaciones sobre aspectos particulares de su filosofa.

    Finalmente, quiero agradecer, en primer lugar, a Antonio Gonzlez por haberme impulsado a la realizacin de la tesis, as como por su oportuna y efectiva asesora que me permiti darle forma y concrecin a algo que al principio pareca una tarea casi imposible. Y en segundo lugar, a Jordi Corominas, director del programa de doctorado de filosofa de la UCA, por sus importantes observaciones a la tesis y por haberme transmitido nimo y entusiasmo en los momentos que ms lo necesitaba.

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    Captulo I. Las etapas del pensamiento filosfico de Ellacura.

    Las etapas que distintos autores han propuesto sobre la evolucin filosfica de Ellacura no han logrado caracterizar adecuadamente el desarrollo de su pensamiento ni la gnesis y fundamentacin de su proyecto filosfico maduro. Roberto Valds, por ejemplo, propone dos etapas, una que va 1955-1967, en la que Ellacura busca construir una nueva filosofa cristiana, primero a travs de la sntesis entre la escolstica y el vitalismo y despus asumiendo como base la filosofa de Zubiri, y otra que va de 1967-1972, en la que esa bsqueda se transforma en la adscripcin de Ellacura a la teologa de la revolucin.18 El problema con esta interpretacin es que no est nada claro que Ellacura buscara expresamente construir una nueva filosofa cristiana para servir a su Iglesia, ni antes de su encuentro con la filosofa de Zubiri ni despus. Adems, proponer un cambio desde la filosofa a la teologa, para mostrar la continuidad del supuesto proyecto filosfico juvenil de Ellacura en la siguiente etapa, me parece una interpretacin un poco forzada, indebidamente justificada y con poca potencialidad para esclarecernos la gnesis de su filosofa de la realidad histrica desde su particular interpretacin y aplicacin de la filosofa de Zubiri.19

    Jorge Alvarado distingue tres etapas en el desarrollo del pensamiento filosfico de Ellacura.20 Una primera etapa, de 1952 a 1958, influida por la filosofa neoescolstica y por el pensamiento de Bergson y de Ortega; una segunda etapa, de 1958 a 1962, influida por el pensamiento de Rahner, Heidegger y el existencialismo; y una tercera etapa, de 1962 a 1989, claramente zubiriana, con tres fases: apropiacin de la filosofa zubiriana, de 1962 a 1968; formulacin de su filosofa de la realidad histrica y de una teologa poltica, de 1969 a 1983; y formulacin de una teologa de la liberacin entendida como soteriologa histrica, de 1983 a 1989. El problema bsico con esta propuesta es que slo seala influencias pero no explica ni caracteriza la gnesis del pensamiento filosfico de Ellacura ni la transformacin que va

    18 R. Valds, La evolucin del pensamiento filosfico de Ignacio Ellacura, Revista Estudios Centroamericanos

    (ECA), Nos. 577-578, pp. 1029-1047. El autor basa su interpretacin en un texto que se encontr en el archivo de Ignacio Ellacura cuyo contenido se refiere la problemtica de una filosofa cristiana. El problema es que se trata de un texto del que no se tiene certeza de que fue escrito por Ellacura, ya que no tiene ninguna referencia de fecha ni de autor y, adems, est redactado en forma de borrador. Por esta razn no se incluy en la publicacin del primer tomo de sus escritos filosficos. En cualquier caso, si el autor del texto hubiera sido Ellacura no podra tomarse como un escrito representativo de su evolucin filosfica, ni mucho menos deducir, a partir de l, una interpretacin sobre la orientacin de su pensamiento. 19

    El mismo autor expresa las dificultades que encuentra para justificar su interpretacin del sentido de la evolucin filosfica de Ellacura, en la segunda etapa que propone. Cfr. Ibdem, p. 1038. 20

    J. Alvarado, Vida y pensamiento de Ignacio Ellacura, en varios, Voluntad de Vida, Seminario Zubiri-Ellacura, Managua, 1993, pp. 138 ss.

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    experimentando en las distintas etapas. Por otro lado, pretender periodizar en un mismo esquema de desarrollo el pensamiento filosfico y el pensamiento teolgico de Ellacura, no es un procedimiento adecuado y puede llevar a distorsionar la interpretacin de su evolucin filosfica. Esto no significa afirmar que el desarrollo de su filosofa no influya en el de su teologa o que no se d una unidad real en todas las dimensiones de su quehacer intelectual, sino simplemente indicar que el anlisis riguroso de la evolucin de su pensamiento filosfico exige ceirse a este mbito especfico, sin que esto obste para establecer en el anlisis las relaciones y vinculaciones que mantiene con otros mbitos y niveles de su actividad intelectual.21 De hecho, uno de los campos que tiene ms relacin con su filosofa de la realidad histrica es su teologa de la liberacin, en la que aparecen muchas de sus tesis filosficas centrales aplicadas en la fundamentacin filosfica de su mtodo o utilizadas en la formulacin de sus concepciones fundamentales sobre la historicidad de la salvacin y de la salvacin como liberacin.22

    Rolando Alvarado establece dos momentos claves del quehacer filosfico de Ellacura para permitirnos leer el conjunto de su proyecto filosfico: la liberacin del idealismo que ha dominado a la filosofa occidental, propiciada por la superacin del reduccionismo idealista llevada a cabo por Zubiri, y el aporte desde la liberacin alcanzada en el momento anterior a la elaboracin de una filosofa de la liberacin latinoamericana.23 El pensamiento filosfico de Ellacura sera la expresin del dinamismo continuo de los dos momentos. En esta interpretacin la influencia del pensamiento filosfico de Zubiri en la filosofa de Ellacura no

    21 Ellacura no fue un filsofo criptotelogo ni un telogo criptofilsofo. Fue autntico filsofo y autntico telogo

    en una actividad intelectual profundamente consistente con una existencia tica dedicada a la liberacin. Vid. supra, p. 9.Ciertamente su produccin teolgica supera con creces su produccin filosfica. Por razones prcticas, opinaba que en Amrica Latina era ms urgente la teologa que la filosofa, porque era ms eficaz para una praxis de liberacin; y por ello una buena parte de su produccin ms creativa y original la dedic a la produccin teolgica. Cfr. R. Cardenal, Ser jesuita hoy en El Salvador, op.cit., p. 1015. 22

    Hay que destacar que los esfuerzos filosficos de Ellacura, durante los setenta y los ochenta, se orientan prioritariamente a la fundamentacin filosfica de la teologa de la liberacin y no a la elaboracin de una filosofa de la liberacin. Es hasta mediados de la dcada de los ochenta en que Ellacura formula expresamente su propuesta de filosofa de liberacin a partir de su filosofa de la realidad histrica(Cfr. su artculo Funcin liberadora de la filosofa, Revista Estudios Centroamericanos, ECA, Nos. 435-436, 1985). Para indagar la relacin entre su filosofa de la realidad histrica y su teologa de la liberacin se pueden consultar los siguientes textos, entre otros: Teologa poltica, Secretariado social interdiocesano, San Salvador, 1973; Hacia una fundamentacin filosfica del mtodo teolgico latinoamericano, Revista Estudios Centroamericanos (ECA), Nos. 322-323, 1975; Historicidad de la salvacin cristiana, Revista Latinoamericana de Teologa (1), 1984; Historia de la Salvacin, Revista Latinoamericana de Teologa (28), 1993; El desafo cristiano de la teologa de la liberacin, Carta a las iglesias (263-265), Ao XII, 1992, San Salvador. 23

    R. Alvarado, De la liberacin de la filosofa a la filosofa de la liberacin, en varios, Voluntad de Arraigo, Seminario Zubiri-Ellacura, Managua, 1994, pp.13-38.

  • 23

    radica, primariamente, en un conjunto de tesis, sino en esa orientacin superadora del idealismo concretada en cinco grandes lneas: la reificacin del ente, la inteligizacin del logos, la reintegracin e historizacin del hombre, la desnaturalizacin de la historia, y la desobjetivacin de Dios en la fundamentacin de la praxis humana.24 Conforme a este planteamiento, el autor propone el siguiente esquema de maduracin del pensamiento filosfico ellacuriano25: una primera etapa de 1962 a 1972 caracterizada por la investigacin, apropiacin y difusin de la filosofa de Zubiri, vinculada al momento de liberacin o superacin zubiriana del idealismo, y una segunda etapa de 1972 a 1989, en la que se produce el pensamiento ms propio y maduro de Ellacura concretado en su propuesta de filosofa de liberacin.

    Esta interpretacin tiene el mrito de darnos una clave para leer e interpretar el conjunto del pensamiento filosfico de Ellacura y de destacar la superacin radical del idealismo como una de las influencias ms decisivas de la filosofa de Zubiri en la conformacin de ese pensamiento. Sin embargo, la influencia de Zubiri en Ellacura tiene un mayor alcance. Y es que el aporte de la filosofa de Zubiri a la filosofa de la liberacin de Ellacura no se reduce slo a sus caractersticas crticas sino tambin a sus caractersticas sistemticas, y el no plantearlo claramente as puede inducir a una comprensin inadecuada de su pensamiento y de la forma como deriva su filosofa de la liberacin desde aquella filosofa. Ciertamente la orientacin anti-idealista de la filosofa zubiriana es una influencia decisiva, pero tambin lo es el conjunto de sus tesis epistemolgicas, antropolgicas y metafsicas que Ellacura asume positivamente para construir su filosofa de la realidad histrica, ncleo central de su filosofa de la liberacin. Concretamente Ellacura seala las siguientes: su concepcin realista-sensorial de la inteligencia, su radicacin del ser y del sentido en la realidad, su interpretacin fsico-materialista de la metafsica, el concebir al hombre como esencia material y, sin embargo, abierta; una interpretacin material de la historia.26 El manejo crtico de estas tesis y la utilizacin del mtodo filosfico zubiriano son los aspectos que Ellacura encuentra tiles para

    24 Ibdem, p. 18.

    25 R. Alvarado, Filosofa y praxis social en I. Ellacura, ponencia presentada en el marco del Seminario Ignacio

    Ellacura, filosofa y praxis social en el Centro Pedro Arrupe de Sevilla, Espaa, 17 de mayo de 1997. Referencia tomada de Juan Antonio Sennent de Frutos, Ellacura y los Derechos Humanos, Descle de Brouwer, Bilbao, 1998, p.102. 26

    Zubiri en El Salvador, Revista Estudios Centroamericanos (ECA), Nos. 361-362, 1978, p. 950.

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    hacer una filosofa desde Amrica latina y para enfrentar filosficamente los problemas que plantea su situacin histrica.27

    Finalmente, Antonio Gonzlez Fernndez28 sostiene que el proyecto de filosofa de liberacin de Ignacio Ellacura obedece a una evolucin muy precisa de su pensamiento: una primera fase en la que la obra de Zubiri constituye casi exclusivamente el objeto de sus investigaciones y en la que descubre la posibilidad de un dilogo profundo y creativo con el marxismo, sobre todo con el materialismo dialctico de Engels; y una segunda en la que la posicin de Ellacura se radicaliza transitando hacia un nivel ms profundo. Si en la primera Ellacura buscaba elaborar un nuevo materialismo mediante la formulacin de un realismo materialista abierto, en la segunda supera esta perspectiva naturalista para tomar la actividad histrica como objeto y punto de partida de una filosofa con intencin liberadora.

    Ciertamente, como lo veremos detenidamente ms adelante, en la evolucin filosfica de Ellacura hay un punto de partida naturalista determinado por su afiliacin en la dcada de los cincuenta a la metafsica aristotlico-tomista; un naturalismo que va siendo superado por la influencia del vitalismo y del existencialismo de la poca, pero que slo ser superado definitivamente a mediados de la dcada de los sesenta, cuando Ellacura asuma plenamente

    27 Lo mismo se puede afirmar para su teologa de la liberacin, en la que el aporte de la filosofa zubiriana tanto en el

    orden epistemolgico como en el metafsico fue muy importante. En un curso sobre teologa de la liberacin que imparti en 1987 Ellacura destac especialmente ese aporte. En el orden epistemolgico seal las tesis fundamentales de Zubiri que dan razn al mtodo de la Teologa de la Liberacin: realidad e inteligencia son congneres; habr tanta ms inteleccin cuanto haya ms aprehensin de realidad; la superacin de la logificacin de la inteligencia con la inteligizacin del logos; sin aprehensin primordial de realidad todo logos afirmativo y toda razn presente son vacos; el pensamiento occidental ha abandonado la realidad para refugiarse en el ser y en el sentido; no hay evasin posible de la materialidad en ninguno de los ejercicios de la inteligencia; la materialidad concreta en que se est configura esencialmente el inteligir; la materialidad es posibilidad enriquecedora pero tambin lmite; en cada uno de los modos de inteleccin se deben poner en juego todas las posibilidades sentientes; en la aprehensin primordial estn los aportes formales y no slo los contenidos de los sentidos; en el logos estn los fictos y los perceptos y la necesidad del campo; las rupturas no lgicas de la inteligencia obligan a una praxis vigilante. Y en el orden metafsico, resalt los aportes de Zubiri que fundamentan discusiones bsicas de la teologa de la liberacin: el carcter estructural dinmico de la realidad; la importancia metafsica de lo histrico; la historia como mbito donde se da la plenitud cualitativa de la realidad; la importancia teologal de la historia: no hay sino una sola historia porque la creacin misma es proyeccin ad extra de la vida trinitaria divina; el proceso de liberacin y libertad es la realizacin humana de lo divino; la infinitud de Dios introducida en la historia va rompiendo los lmites finitos; la historia en su conjunto es manifestacin y experiencia de Dios; el sujeto de la historia no es el hroe individual sino el phylum humano; el materialismo de la historia no permite evasiones idealistas o transcendentalistas. 28

    Cfr. A. Gonzlez, Aproximacin a la obra filosfica de Ignacio Ellacura, Revista Estudios Centroamericanos (ECA) Nos.505-506, 1990, p.980.; y Prlogo en I. Ellacura, Filosofa de la realidad histrica, UCA editores, San Salvador, 1990, p. 10.

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    la filosofa de la realidad desarrollada por Zubiri en Sobre la esencia29, y en base a la cual realizar su tesis doctoral30. En esta filosofa Ellacura encuentra las bases para la formulacin de un nuevo tipo de realismo, que califica como un realismo materialista abierto, y que ser el ncleo desde el que elaborar su filosofa ms original, a la vez que se convertir en el punto de partida y en el fundamento de su propuesta de la realidad histrica como horizonte y objeto de la filosofa. Es ms, para Ellacura toda la filosofa que Zubiri hizo en vida, desde Sobre la esencia hasta la triloga sobre la Inteligencia sentiente31, se puede calificar como un realismo materialista abierto o transcendente, trmino que para l sintetiza adecuadamente la novedad radical del realismo zubiriano en la historia de la filosofa y el aporte de su metafsica en la fundamentacin de una concepcin material, estructural, dinmica y abierta de la realidad.32

    De ah que, efectivamente, se puede afirmar que en la evolucin filosfica de Ellacura hay un naturalismo inicial, determinado por su procedencia de la escolstica y por una filosofa centrada en las esencias, que despus es superado mediante la formulacin de un planteamiento filosfico realista, construido a partir de la metafsica zubiriana, que en su evolucin posterior y en su radicalizacin llevar a la postulacin de la historia como lugar pleno de realidad, tesis fundamental del proyecto de filosofa de la liberacin de Ellacura.

    Uno de los problemas principales para periodizar, caracterizar e interpretar la evolucin del pensamiento filosfico de Ellacura es que hasta hace muy pocos aos no se conocan muchos de sus escritos filosficos inditos y los textos de los cursos que Ellacura imparti en la Universidad Centroamericana de El Salvador durante los aos setenta.33 En dichos cursos, Ellacura no se limitaba a explicar un determinado autor o corriente sino, principalmente, a desarrollar su filosofa mediante la aplicacin de la filosofa de Zubiri al anlisis de problemas de la realidad social34 o a travs de dilogo de la filosofa zubiriana con ciertos autores, como Aristteles, santo Toms, Kant, Hegel y Marx.35 Por ello estos cursos son claves para indagar

    29 X. Zubiri, Sobre la esencia, 4 edicin, Editorial Moneda y Crdito, Madrid, 1972.

    30 Principialidad de la esencia en Xavier Zubiri, tesis doctoral en la Universidad Complutense, Madrid, 3 tomos,

    1965, 1094 pp. 31

    X. Zubiri, Inteligencia sentiente, Alianza Editorial-Sociedad de Estudios y Publicaciones, Madrid, 1981. 32

    Cfr. Aproximacin a la obra completa de Xavier Zubiri, Estudios Centroamericanos (ECA), Nos. 421-422, 1983, pp. 965-983; y Zubiri, cuatro aos despus, en Diario 16, seccin de opinin, 21 de septiembre de 1987. 33

    Prcticamente hasta mediados de1995, cuando el Departamento de Filosofa de la UCA orden y clasific dichos textos, los investigadores pudieron tener acceso a ellos. 34

    Seminario sobre la reforma agraria en El Salvador impartido en 1973. Cfr. Marco terico valorativo de la reforma agraria, Revista Estudios Centroamericanos (ECA), Nos. 297-298, 1973. 35

    A manera de ejemplo se pueden citar los siguientes cursos (la mayor parte de ellos estn prximos a publicarse por UCA Editores en el tercer volumen de sus escritos filosficos): La idea de naturaleza en la historia de la filosofa

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    la gnesis de su proyecto filosfico maduro as como para determinar la forma en que Ellacura lo va definiendo desde la metafsica de la realidad de Zubiri.

    Tambin est el hecho de que varios textos que Ellacura redact en una fecha determinada, los public muchos aos despus, lo que viene a aadir ms confusin sobre su ubicacin y significacin en la evolucin de su pensamiento. El caso ms evidente es el texto de su Filosofa de la realidad histrica, un texto mecanografiado de filosofa de la historia que Ellacura redact en 197636, pero que lo public hasta 1984 en tres cuadernos mecanografiados destinados a servir de material docente para sus cursos. Lo mismo se puede decir del texto sobre el sujeto de la historia, unos esquemas que Ellacura redact con ocasin de un seminario que dirigi sobre esa temtica en 1978, pero que lo public hasta 1987, cuando repiti ese mismo seminario en la UCA.37

    Por otra parte, tal y como lo veremos en su oportunidad, en la evolucin filosfica de Ellacura, especficamente a partir de su encuentro con la filosofa de Zubiri, se da una continuidad bsica en su pensamiento en virtud de la cual muchas de las tesis de una etapa se mantienen en la siguiente, aunque asumidas en una perspectiva y un planteamiento nuevos. En este sentido, se puede decir que la evolucin del pensamiento filosfico de Ellacura sigue una estructura dialctica en el sentido de aufhebung, esto es, como un pensamiento que se desarrolla superando, pero a la vez conservando positivamente, lo que ha logrado adquirir tericamente en la etapa anterior. As las tesis metafsicas, antropolgicas y epistemolgicas del realismo materialista abierto quedan asumidas positivamente en su planteamiento de la filosofa como filosofa poltica y en su concepcin de la realidad histrica, que Ellacura formula

    (1970), La idea de hombre en la historia de la filosofa (1970), seminario sobre el hombre unidimensional de Marcuse (1970), Hegel y el mtodo dialctico (1973), Antropologa poltica (1972), Filosofa poltica (1973), La Fenomenologa del espritu de Hegel (1972), curso de Metafsica (1974), Persona y comunidad en Zubiri (1974), Filosofa de la historia (1975), Marx en la historia de la filosofa (1976), Condicionamientos materiales del conocimiento (1976), tica fundamental (1977), tica y poltica (1977), seminario sobre E. Bloch (1978), El sujeto de la historia (1978), Teora de la inteligencia (1979). Los cursos de filosofa que Ellacura imparti en la dcada de los ochenta fueron, en general, ms expositivos que creativos debido al cambio de prioridades de su actividad intelectual motivado por su mayor protagonismo en la bsqueda de una solucin negociada del conflicto salvadoreo y por sus responsabilidades cada vez mayores como rector de la UCA. 36

    En realidad el texto comenz a redactarlo en 1974 en base a un texto que haba escrito sobre persona y comunidad en Zubiri, y que sirvi de apoyo al curso que imparti sobre dicha temtica en ese ao. Este texto es prcticamente idntico en varias de sus partes al texto de Filosofa de la realidad histrica, aunque con algunas novedades importantes que no aparecen en el texto que se public pstumamente en 1990 por UCA Editores. Por ejemplo, aqu aparece desarrollado el tema del sentido de la historia, uno de los captulos que Ellacura pensaba incluir en la versin final del libro sobre la realidad histrica.

    37 El problema del sujeto de la historia, UCA, San Salvador, 1987.

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    en la siguiente etapa; a su vez, estos planteamientos conforman la plataforma bsica desde la cual formula su proyecto de filosofa de liberacin en la ltima etapa. Se trata de un planteamiento filosfico que se desarrolla como en crculos concntricos, donde el crculo inicial queda contenido en un crculo mayor, y ste a su vez queda subsumido en el crculo siguiente, el cual engloba a los anteriores. El primer crculo, por decirlo as, lo constituye el realismo materialista abierto; el segundo, la filosofa de la realidad histrica; y el tercero, la formulacin del proyecto de una filosofa de la liberacin histrica. En cada etapa se da efectivamente un avance, que se expresa en una estructuracin nueva del pensamiento filosfico de Ellacura, pero en la que estn presentes, como momentos estructurales, los planteamientos filosficos de las etapas anteriores.

    Esto tiene tambin consecuencias a la hora de interpretar la evolucin de su pensamiento y para determinar adecuadamente el momento y la manera en la que Ellacura va decantando sus tesis filosficas ms originales desde la filosofa de la realidad de Zubiri. Una de ellas es que no se puede establecer con certeza y univocidad los textos filosficos representativos de cada una de las etapas histricas de su pensamiento, tomando como nico criterio la fecha de redaccin o de publicacin de sus escritos. Por ejemplo, uno podra pensar que su artculo Superacin del reduccionismo idealista de 1988, por la fecha de su publicacin, es un texto representativo de la ltima etapa evolutiva; y, sin embargo, corresponde a la del realismo materialista abierto por cuanto en l Ellacura intenta expresar la novedad radical de Zubiri en la historia de la filosofa, y para lo cual recoge muchas de las ideas que ya haba formulado en su tesis doctoral de 1965. Otro ejemplo es su articulo La historicidad del hombre en Xavier Zubiri de 1966, que, por su fecha de publicacin, habra que ubicarlo en la etapa zubiriana del realismo materialista abierto; sin embargo, de acuerdo a nuestra investigacin, hay que ubicarlo en la siguiente, debido a que en l ya est en ciernes el planteamiento fundamental de la historia como lugar pleno de realidad. Tambin se puede mencionar su artculo Funcin liberadora de la filosofa de 1985, en el que Ellacura asume los conceptos y las tesis centrales de su Filosofa de la realidad histrica para darle fundamentacin metafsica a su propuesta de la filosofa como filosofa de la praxis liberadora. Y lo mismo se puede decir de sus cursos filosficos en los que Ellacura asume las tesis del realismo materialista abierto zubiriano para dialogar con otros autores y para fundamentar sus tesis ms originales a nivel epistemolgico, antropolgico y metafsico.

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    Lo que esto significa es que no se puede precisar con exactitud el sentido de la evolucin del pensamiento filosfico de Ellacura a partir de la mera cronologa lineal de sus escritos y cursos filosficos, sino que hay que analizar a profundidad cada uno de ellos para determinar a que etapa corresponden en realidad, el papel que juegan y la novedad que expresan con relacin al desarrollo de su pensamiento.38

    Otro aspecto que hay que tomar en cuenta en la interpretacin del pensamiento de Ellacura, como lo mostraremos ms adelante, es que para l la filosofa no es un mero proceso intelectual ni el producto de una dialctica conceptual, extrnseca a la propia vida del filsofo, sino el producto de una inteligencia comprometida vital y existencialmente con la revelacin y realizacin de la verdad en la realidad social e histrica en la que est situada. Y esta visin de la filosofa se refleja con nitidez en la evolucin de su pensamiento filosfico como despliegue de una existencia filosfica orientada a enfrentar y solucionar filosficamente problemas reales, y no meramente tericos, es decir, problemas en los que est en juego la realidad humana y su realizacin plena en la sociedad y en la historia.

    Por esta razn, es necesario tomar en cuenta los aspectos sociales e histricos que influyeron en el desarrollo de su pensamiento. Este procedimiento, que es el ms apropiado en el estudio de la evolucin intelectual de cualquier autor, por cuanto las ideas no flotan ni se desarrollan por s mismas, es todava ms pertinente en el caso de Ellacura, en el que su produccin intelectual est muy entreverada con su biografa, por su forma de entender la funcin intelectual como funcin vital, por su concepcin de la filosofa como expresin terica de una forma de vida, y por la forma como de hecho se desenvolvi su actividad filosfica a lo largo de su vida. No se entendera adecuadamente, por ejemplo, su interpretacin de la filosofa zubiriana y la aplicacin que de ella hace en un momento determinado, si no se las pone en relacin con el contexto social e histrico y con los problemas de ese contexto a los que quiere dar respuesta, desde su propia situacin vital.

    A partir de estas consideraciones y del estudio que hemos realizado proponemos el siguiente esquema de desarrollo del pensamiento filosfico de Ellacura:

    Una primera etapa de 1954-1962 caracterizada principalmente por su esfuerzo de construir una filosofa ms all de los moldes escolsticos en los que se haba formado.

    38 Por ello no le deber extraar al lector que nos veamos forzados, en el estudio que haremos de la gnesis y

    constitucin del proyecto ellacuriano de filosofa de liberacin, a citar textos de sus escritos o de sus cursos filosficos, que por la fecha de su redaccin o de su publicacin aparentemente no se corresponden con el planteamiento de la etapa histrica de estudio.

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    Ellacura busca construir una filosofa menos intelectualista, menos abstracta y con un profundo sentido tico; una filosofa que exprese el compromiso vital y existencial del filsofo con la bsqueda de la verdad y con su realizacin en la vida histrica de los seres humanos. El modelo de filsofo escolstico le parece demasiado especulativo y dogmtico, incapaz de dar cuenta de la realidad concreta y existencial de la realidad humana y de los problemas que le obstaculizan su potenciacin. Por otro lado, si bien ve con simpata las modernas corrientes existencialistas y vitalistas, por cuanto intentan expresar vitalmente la problemtica existencial del hombre contemporneo, les recela su poco y cuestionable basamento metafsico y en algunos casos, como el de Sartre y de Heidegger, su atesmo.

    En esta lnea Ellacura pretende construir una filosofa a la altura de los tiempos, a partir de la sntesis de lo antiguo y lo moderno; una nueva filosofa que afronte con autenticidad los temas capitales y dolorosos del ser humano actual, aprovechndose de las expresiones y aportes del pensamiento filosfico contemporneo, pero que a su vez, sea una filosofa sin tiempo, que a fuerza de ahondamiento profundo en la realidad, est alimentada con lo permanente y universal de los mejores filsofos clsicos. Este intento se concretar en el esfuerzo por sintetizar el pensamiento escolstico y el raciovitalismo de Ortega y Gasset, como lo estudiaremos detalladamente ms adelante.

    En esta poca Ellacura est influenciado por la Neoescolstica, sobre todo en lo que tiene de deseo de sntesis y de enriquecimiento con lo ms valioso de la filosofa contempornea. Por esta va, Ellacura estudia el Neokantismo y autores como Jaspers, Heidegger, Sartre, Bergson y Blondel, de quienes hace abundantes referencias en sus escritos filosficos juveniles.39 En este contexto, especial mencin merece el neotomismo alemn, el crculo de filsofos cristianos ms o menos influidos por Heidegger; entre ellos J.B. Lotz, K. Rahner, M. Mller, G. Siewerth, B. Welte y H. Krings. K. Rahner, en particular, quien fue uno de los profesores de Ellacura durante sus estudios de teologa en Innsbruck de 1958 a 1962, influir enormemente en su pensamiento, especialmente en relacin con el tema de la apertura y la historicidad esencial del ser humano.40

    La importancia de esta etapa radica en que en ella se encuentran las races de la filosofa madura de Ellacura, as como los temas e intereses filosficos que estarn a la base de su bsqueda filosfica posterior y que le llevarn a asumir la filosofa de Zubiri como base

    39 Cfr. Escritos filosoficos I, UCA Editores, San Salvador, 1996. (En adelante los citaremos como EF I )

    40 Cfr. J. Sols Lucia, La teologa histrica de Ignacio Ellacura, Editorial Trotta, Madrid, 1999, pp. 25 ss.

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    de su reflexin filosfica. Entre ellos se encuentran: la necesidad de una fundamentacin filosfica de la apertura humana a la transcendencia, la visin del ser humano como naturaleza e historia, la bsqueda de una visin unitaria y abierta de la totalidad de la realidad y la orientacin hacia la historicidad como lugar de revelacin y plenficacin de la realidad. Por otra parte, ya desde aqu Ellacura desarrolla una serie de ideas y tesis que casi no experimentarn variacin en su evolucin filosfica. La filosofa como forma de vida, la filosofa como saber sistemtico, radical y ltimo, el carcter liberador de la filosofa y la importancia metafsica de la historicidad, son todos logros de esta etapa que permanecern como una constante en el desarrollo de su pensamiento.

    Una segunda etapa de 1963 a 1971 caracterizada por su profundizacin en la filosofa de Zubiri y por sus investigaciones en el campo de la historia de la filosofa. En la filosofa de Zubiri descubre las potencialidades para construir una metafsica de la realidad, superadora del idealismo de la filosofa moderna y del realismo de la filosofa clsica, como fundamento para formular un realismo materialista abierto o transcendente, trmino que alude al intrnseco carcter material pero a la vez abierto de la totalidad de la realidad csmica cuya mxima realizacin y manifestacin se concreta en la realidad humana en su proceso social e histrico.41 La vida humana, en su biografa y en su historia, es as la realidad en su ltima concrecin y totalidad dinmicamente considerada.42

    Ellacura es consciente desde el principio que esta consideracin de la realidad no recae en el naturalismo porque no intenta explicar la realidad desde la naturaleza sino fundamentar metafsicamente la realidad humana como forma suprema de realidad intramundana; una realidad que es intrnsecamente dinmica y que responde a un orden transcendental fsicamente abierto. No se trata, por tanto, de una filosofa de la naturaleza ampliada a la materia histrica pero dependiente de las ciencias naturales, como ocurre en el materialismo dialctico de Engels, sino de una conceptuacin de la unidad dinmica de la realidad material que la entiende desde su ltima aparicin en su forma histrica. Ellacura crtica principalmente al materialismo dialctico y no al materialismo histrico, en el cual, a su juicio, lo real como historicidad cobra un rango metafsico de primer orden, muy superior a lo que puede dar de s aqul, atrapado todava en el horizonte de la naturaleza.43 Pero tampoco

    41 Cfr. Las conclusiones de su tesis doctoral Principialidad de la esencia en Xavier Zubiri, op.cit., pp. 1032-1083.

    42 Cfr. Introduccin crtica a la antropologa de Zubiri, Realitas II, Sociedad de Estudios y Publicaciones, Madrid,

    1976. 43

    Cfr. Curso de metafsica I (1974). Archivo Ignacio Ellacura, Universidad Centroamericana (UCA), San Salvador.

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    es una nueva forma de hegelianismo, aunque sea Hegel quien est ms cerca de esta concepcin dinmica y transcendental de la realidad en la que desaparecen zonas de realidad para convertirse el todo dinmico en el objeto de la metafsica. Y es que no se trata de un monismo idealista ni de un macrosujeto que deviene, sino de un carcter fsico de realidad, que se va realizando en las distintas realidades estructuradas del universo.44

    Una tercera etapa de 1972 a 1981 en la que se produce una radicalizacin del planteamiento anterior que se concreta en su propuesta de una filosofa poltica cuyo objeto y punto de partida sera la historia por cuanto sta es la reveladora de la realidad total.45 Ellacura reflexiona sobre la politicidad de la filosofa con el objetivo de hacerla ms efectiva en el cambio sociohistrico de Amrica Latina. La correcta politizacin de la filosofa consistira en que sta contribuyera desde su propia especificidad a la transformacin del mundo en la que est situada histricamente con el fin posibilitar una liberacin paulatina de la naturaleza y una mayor vida personal. La filosofa sera un logos histrico un logos de la historia- que busca saber crtica y radicalmente sobre su objeto (logos contemplativo) con el fin de iluminar y dirigir su transformacin hacia una mayor humanizacin y a la plenificacin de la realidad (logos prxico). En estas tres dimensiones, el logos histrico es el principio sintetizador del logos contemplativo y del logos prxico. El logos histrico es quien ms realmente se pone en contacto con la totalidad de la realidad concreta y en el lugar privilegiado de aparicin de la realidad, pero necesita de la dimensin contemplativa y de la dimensin prxica y las sintetiza en cuanto busca una comprensin unitaria de la historia en su realizacin, que es un hacer y un hacerse realidad.46

    La filosofa as entendida encuentra en Scrates el modelo de lo que debe ser la realizacin ptima de su intrnseca dimensin poltica.47 Desde estos presupuestos, Ellacura orienta prioritariamente sus esfuerzos filosficos a la elaboracin de una filosofa de la historia a partir del dilogo de la filosofa de Zubiri con aquellas filosofas que han tematizado la historia como la zona de mxima densidad de lo real, especialmente con las de Hegel y Marx.48 Estos

    44 Cfr. La idea de filosofa en Xavier Zubiri, aparte del libro Homenaje a Xavier Zubiri, Madrid, 1970, p. 522.

    45 Cfr. Filosofa y poltica, Revista Estudios Centroamericanos (ECA), No. 284, 1972, San Salvador.

    46 Cfr. Curso Antropologa poltica (1972). Archivo Ignacio Ellacura, Universidad Centroamericana (UCA), San

    Salvador. 47

    Cfr. Filosofa, para qu?, Revista Abra (11), 1976, San Salvador. 48

    Cfr. Curso de metafsica I (1974), op.cit. Es precisamente en estos aos que Ellacura redacta lo que hoy se conoce como su filosofa de la realidad histrica, pero que en su esquema original de 1975 aparece titulada simplemente como filosofa de la historia.

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    esfuerzos culminan, en esta etapa, con la propuesta de la realidad histrica como objeto de la filosofa.49

    Una cuarta etapa de 1982 a 1989 caracterizada principalmente por la formulacin explcita de su proyecto de filosofa de la liberacin sobre la base de su filosofa de la realidad histrica. Ellacura pretende ahora constituir una autntica filosofa en su nivel formal en relacin con la praxis histrica de liberacin y desde los oprimidos como substancia de esa praxis.50 La realidad histrica entera forma un todo complejo desplegado en el tiempo y en ella se articulan estructural y dinmicamente todas las dems realidades. La realidad histrica es as la realidad radical, desde el punto de vista intramundano.

    Esta realidad entendida como totalidad dinmica es praxis.51 Esta praxis es una totalidad activa inmanente porque su hacer y resultado quedan dentro de la misma totalidad una en proceso. La filosofa es un momento terico especfico de la praxis histrica; es una ideologa que puede orientarse hacia una reflexin crtica y sistemtica o hacia un puro reflejo de la praxis misma (ideologizacin). La filosofa puede degradarse en ideologizacin, pero por su propia naturaleza puede orientarse por la otra va, haciendo de la ideologa una reflexin crtica, sistemtica y creadora. Para ello tiene que ser fiel a su propio estatuto epistemolgico intentando constituirse en funcin liberadora, tanto en el aspecto crtico como en el aspecto creador, y participando en praxis histricas de liberacin.

    Separada de estas praxis es difcil que la filosofa sea liberadora y que realmente contribuya a la liberacin. La filosofa no puede pretender instalarse de un salto en la totalidad de la praxis histrica para superar su negatividad y sus parcialidades. Como la praxis histrica en su forma actual es una praxis dividida y conflictiva el modo histrico de situarse en la totalidad es el de incorporarse reflejamente en una de las partes contrapuestas para reasumir la contraposicin y lograr as superarla. La pretensin de salirse del conflicto supone la pretensin de salirse de la historia cuando no el aumentar indirectamente el poder de una de las partes del conflicto.

    Como momento ideolgico de la praxis liberadora, la filosofa debe relacionarse debidamente con el sujeto de la liberacin, quien es idealmente en s mismo la vctima mayor de la dominacin, el que realmente carga con la negatividad de la historia. La existencia de

    49 Cfr. El objeto de la filosofa, Revista Estudios Centroamericanos (ECA), Nos. 396-397, 1981.

    50 Cfr. Funcin liberadora de la filosofa, Revista Estudios Centroamericanos (ECA), Nos. 435-436, 1985.

    51 Cfr. Ibdem.

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    mayoras populares y de pueblos oprimidos es la verificacin histrica del mal, de la nada que aniquila y hace malas a las cosas y a los seres humanos, pero que en razn de ello puede dar paso a una vida nueva a travs de un proceso histrico de liberacin que tiene caracteres de creacin.52

    52

    Como una forma de orientar al lector, expondremos a continuacin una lista de los escritos y cursos filosficos ms representativos de cada una de las etapas de su pensamiento maduro:

    Realismo materialista abierto (1963-1971): Antropologa de Xavier Zubiri I, Revista de Psiquiatra y Psicologa Mdica de Europa y

    Amrica Latina, No. 6, 1964, pp. 405-430. Antropologa de Xavier Zubiri II, Revista de Psiquiatra y Psicologa Mdica de Europa y

    Amrica Latina, No. 7, 1964, pp. 483-508. La principialidad de la esencia en Xavier Zubiri, 3 volmenes, Tesis doctoral en la

    Universidad Complutense, Madrid, 1965, 1094 pp. ndices de Sobre la esencia de Xavier Zubiri, Sociedad de Estudios y Publicaciones,

    Madrid, 1965, 195 pp. La religacin, actitud radical del hombre, Asclepio, Archivo Iberoamericano de historia de

    la medicina y antropologa mdica, Vol. 16, 1966, pp. 97-155.

    Curso Antropologa de Xavier Zubiri: esquema general de la antropologa zubiriana, CESDE, Medelln, Colombia, julio-agosto de 1968.

    La idea de filosofa en Xavier Zubiri, en Homenaje a Xavier Zubiri II, Editorial Moneda y Crdito, Vol. 1, Madrid, 1970, pp. 477-485.

    La idea de estructura en la filosofa de Xavier Zubiri, Realitas I. Seminario Xavier Zubiri, Sociedad de Estudios y Publicaciones, Editorial Moneda y Crdito, Madrid, 1974, pp. 71-139.

    El Espacio, en Realitas I. Seminario Xavier Zubiri, Sociedad de Estudios y Publicaciones, Editorial Moneda y Crdito, Madrid, 1974, pp. 479-514.

    La antropologa filosfica de Xavier Zubiri, en P. Lan Entralgo (ed), Historia Universal de la medicina, Vol. VII, Editorial Salvat, Barcelona, 1975, pp 109-112.

    Introduccin crtica a la antropologa de Zubiri, en Realitas II. Seminario Xavier Zubiri, Sociedad de Estudios y Publicaciones, Editorial Labor, Madrid, 1976, pp. 49-137.

    Zubiri en El Salvador, Estudios Centroamericanos (ECA), Nos. 361-362, 1978, pp. 949-950.

    Fundamentacin biolgica de la tica, Estudios Centroamericanos (ECA), No. 368, 1979, pp. 419-428.

    Biologa e inteligencia, en Realitas III-IV. Seminario Xavier Zubiri, Sociedad de Estudios y Publicaciones, Editorial Labor, Madrid, 1979, pp. 281-335.

    La nueva obra filosfica de Xavier Zubiri: Inteligencia sentiente, Razn y Fe, No. 995, 1981, pp. 126-139.

    Aproximacin a la obra completa de Xavier Zubiri, Estudios Centroamericanos (ECA), Nos. 421-422, 1983, pp. 965-983.

    Voluntad de fundamentalidad y voluntad de verdad: conocimiento-fe y su configuracin histrica, Revista latinoamericana de teologa (RLT), No. 8, 1986, pp. 113-132.

    Zubiri, cuatro aos despus, Diario 16, 21 de septiembre de 1987, p. 2.

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    La superacin del reduccionismo idealista en Zubiri, Estudios Centroamericanos (ECA), No. 477, 1988, pp. 633-650.

    La filosofa poltica como filosofa histrica (1972-1981): La historicidad del hombre en Xavier Zubiri, Estudios de Deusto, vol. 40, Nos. 14 y 15,

    1966, pp. 245-285 y 523-547. Seguridad social y solidaridad humana. Aproximacin filosfica al fenmeno de la

    seguridad social, Estudios Centroamericanos (ECA), No. 253, 1969, pp. 357-365. Filosofa y poltica, Estudios Centroamericanos (ECA), No. 284, 1972, pp. 373-386. Curso Antropologa poltica, UCA, San Salvador, 1972. Un marco terico-valorativo de la Reforma agraria, Estudios Centroamericanos (ECA),

    No. 297, 1973, pp. 443-457. Curso Hegel y el mtodo dialctico, UCA, San Salvador, marzo-junio de 1973. Curso Marx en la historia de la filosofa: La izquierda hegeliana y el joven Marx. UCA,

    San Salvador, marzo- junio de 1973. Curso Filosofa poltica. UCA, San Salvador, UCA, San Salvador, agosto-noviembre de

    1973. Curso de Metafsica I, UCA, San Salvador, marzo-junio de 1974. Curso Persona y Comunidad en Zubiri. UCA, San Salvador, agosto-noviembre de 1974. Curso: Filosofa de la historia, UCA, San Salvador, agosto-noviembre de 1975. Hacia una fundamentacin del mtodo teolgico latinoamericano, Estudios

    Centroamericanos (ECA), Nos. 322-323, 1975. Filosofa de la realidad histrica, UCA Editores, San Salvador, 1990, 606 pp. Filosofa, para qu?, Abra (Revista del departamento de Letras de la UCA) No. 11, 1976,

    pp. 42-48. La historizacin del concepto de propiedad como principio de desideologizacin, Estudios

    Centroamericanos (ECA), Nos. 335-336, 1976, pp. 425-450. Curso Marx en la historia de la filosofa: anlisis de La crtica a la filosofa del Estado de

    Hegel, UCA, San Salvador, marzo-junio, 1976. Curso Marx en la historia de la filosofa: anlisis de la Ideologa alemana, UCA, San

    Salvador, agosto-noviembre de 1976. Curso Condicionamientos materiales del conocimiento objetivo, UCA, San Salvador,

    agosto-noviembre de 1976. Curso de Etica, UCA, San Salvador, 1977. Historizacin del bien comn y de los derechos humanos en una sociedad dividida, en E.

    Tamez y S. Trinidad (eds), Capitalismo: violencia y anti-vida, Vol. II, EDUCA, San Jos, Costa Rica, 1978, pp. 81-94.

    Curso Ideologa e inteligencia, UCA, San Salvador, agosto-diciembre, 1982. Curso: El problema del sujeto de la historia, UCA, San Salvador, 1987. El objeto de la filosofa, Estudios Centroamericanos (ECA), Nos. 396-397, 1981, pp. 963-

    980.

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    En los captulos siguientes estudiaremos cada uno de los planteamientos filosficos que hemos destacado de la evolucin intelectual de Ellacura hasta culminar con la exposicin de los aspectos centrales de su proyecto de filosofa de liberacin. El captulo dos lo dedicaremos al estudio detallado de su filosofa juvenil, que culmina con el encuentro de Ellacura con Zubiri y el impacto que causa en l la lectura de Sobre la esencia. En el captulo tercero analizaremos las tesis centrales del realismo materialista abierto con el fin de analizar la forma en que Ellacura deriva de ellas su concepcin de la historia como lugar pleno de revelacin y realizacin de la realidad y, por consiguiente, como el horizonte y el objeto de la filosofa. Este estudio nos permitir al mismo tiempo conocer las principales tesis de la epistemologa, la metafsica, la antropologa, la filosofa social y la tica de Ellacura. El captulo cuarto estar dedicado, en un primer momento, al anlisis de la gnesis de la Filosofa de la realidad histrica de Ellacura y de los principales problemas que lo motivaron a construirla; en un segundo momento, abordaremos el dilogo que Ellacura realiza con las filosofas de Hegel y Marx, lo que nos permitir conocer con mayor profundidad su concepcin de la praxis histrica y el carcter posmoderno de su filosofa de la historia. En el captulo quinto estudiaremos su concepcin de la filosofa como filosofa poltica o histrica, en la que Ellacura establece las bases de lo que ser la formulacin de su proyecto de filosofa de la liberacin. Finalmente, el captulo sexto tiene un carcter conclusivo, y en l expondremos las caractersticas principales

    La filosofa de la realidad histrica como filosofa de la liberacin (1982-1989): El concepto filosfico de tecnologa apropiada, Estudios Centroamericanos (ECA), No.

    366, 1979, p. 213-223. El momento tico de la filosofa en Amrica Latina, esquema del documento de trabajo

    elaborado por Ellacura para el Equipo jesuita de Reflexin Filosfica que se reuni en Sasaima (Colombia) del 17 al 22 de julio de 1983.

    Funcin liberadora de la filosofa, Estudios Centroamericanos (ECA), Nos. 435-436, 1985, pp. 45-64.

    Subdesarrollo y derechos humanos, discurso pronunciado en Venecia, en septiembre de 1987, en el Tercer Encuentro Internacional de Jvenes.

    Historizacin de los derechos humanos desde los pueblos oprimidos y las mayoras populares, escrito redactado con ocasin del curso que imparti sobre derechos humanos en la UCA, de marzo a junio de 1989.

    El mal comn y los derechos humanos, escrito breve que redact como parte del desarrollo del curso que imparti sobre los derechos humanos en la UCA, de marzo a junio de 1989.

    El desafo de las mayoras pobres, Estudios Centroamericanos (ECA), Nos. 493-494, 1989, pp. 1075-1080.

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    de su proyecto de filosofa de la liberacin sobre la base de su filosofa de la realidad histrica, y que por su brutal asesinato, Ellacura ya no pudo desarrollar y completar.

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    Captulo II. La filosofa juvenil: una filosofa para la vida. Con este captulo iniciamos el estudio y anlisis de los aspectos principales del

    pensamiento filosfico que Ignacio Ellacura desarroll en los primeros aos de su vida intelectual, antes de su encuentro pleno con la filosofa de Zubiri, a partir de 1962. En esos aos, Ellacura realiz sus estudios de humanidades y de filosofa en Quito, Ecuador (1950-1955), ense filosofa en el seminario San Jos de La Montaa, en San Salvador (1955-1958) y realiz sus estudios de teologa en Innsbruck (1958-1962).

    Este perodo se caracteriza principalmente por el intento de Ellacura de construir una filosofa a la altura de los tiempos, a partir de la sntesis de lo antiguo y lo moderno, con el fin de dar una respuesta filosfica a los problemas vitales y existenciales del ser humano en las sociedades capitalistas contemporneas. En esta lnea Ellacura busca sentar las bases para formular una filosofa integradora con un profundo sentido humanista que corrija lo que de pensamiento intelectualista y abstracto tiene la escolstica. Para ello ver necesario partir de una filosofa cristiana como la desarrollada por santo Toms, pero complementada existencial y vitalmente por lo que l denomina filosofa vitalista moderna, representada por Ortega y Gasset. Su inters primario en este esfuerzo de complementacin o conciliacin es lograr una visin unitaria del ser humano que concepte adecuadamente la unidad de las dimensiones que estn implicadas en la realidad humana: lo natural y lo sobrenatural, la necesidad y la libertad, la esencia y la existencia, lo inmanente y lo transcendente. En este poca, Ellacura piensa que la principal contribucin de la filosofa en el proceso de la liberacin humana es lograr una interpretacin esencial del ser humano que sea operativa en la consecucin de ese fin. Las races de este esfuerzo, sus caractersticas principales y sus resultados es lo que estudiaremos en este captulo.

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    1. Filosofar para humanizar.

    Las caractersticas de la reflexin filosfica de Ellacura en esta poca reflejan en parte lo que era la Neoescolstica como movimiento intelectual dominante dentro de la iglesia catlica de la poca. El intento de sintetizar lo antiguo (santo Toms o en ocasiones Surez) con lo nuevo (Kant primero, despus Blondel, Bergson, Husserl o Heidegger) era un rasgo caracterstico del ambiente de la poca del cual ciertamente participaba el joven Ellacura. Sin embargo, a mi juicio, no fue primariamente la influencia de esta corriente la que determin las caractersticas de su filosofar. Las races de la orientacin de su pensamiento filosfico hay que buscarlas en sus estudios humansticos y filosficos de Quito, especialmente en el impacto que causaron en l los magisterios de Aurelio Espinosa Plit y ngel Martnez Baigorri.

    Espinosa Plit fue uno de los maestros que tuvo Ellacura durante sus estudios de humanidades clsicas y filosofa en la Universidad Catlica de Quito. Era Rector de la Universidad, poeta y asesor del gobierno ecuatoriano en asuntos culturales, y una autoridad mundial reconocida en Sfocles y Virgilio. Era, adems, un gran humanista muy apreciado por la sociedad ecuatoriana de la poca, autor de estudios sobre pensadores ecuatorianos y sobre temas religiosos, filosficos y sobre teora de la educacin.53 Con ocasin de su muerte en 1961, Ellacura escribi un artculo en homenaje a su maestro, que se public en ECA en 1963.54 En dicho artculo Ellacura expresa su admiracin por la profunda penetracin humana e intelectual de Espinosa en el terreno de las Humanidades clsicas y por su forma de vivir el sacerdocio entroncado con el humanismo.

    ngel Martnez fue uno de los poetas ms importantes de Nicaragua, tambin jesuita y navarro. Durante su estancia en Quito, en octubre de 1954, ngel Martnez dict una serie de conferencias sobre metafsica, esttica y poesa a los jesuitas que hacan sus estudios de filosofa. A partir de este encuentro, Ellacura supo reconocer el genio y la vida poticas de Martnez.55 Desde entonces entablaron una profunda amistad y se escribieron durante algunos aos. Ellacura escribi dos artculos sobre su poesa, uno de

    53 Cfr. R. Cardenal, Ser jesuita hoy en El Salvador, Revista Estudios Centroamericanos (ECA), Nos. 493-

    494, 1989, pp. 1013-1014; R. Cardenal, De Portugalete a San Salvador, en J. Sobrino y R. Alvarado, Ignacio Ellacura. Aquella libertad esclarecida, UCA Editores, San Salvador, 1999, pp 45 ss. 54

    El p. Aurelio Espinosa Plit, S.J., ECA, No. 178, 1963, pp. 21-24. 55

    Cfr. R. Cardenal, Ser jesuita hoy en El Salvador, op.cit. pp. 1013-1014.

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    ellos redactado a mano probablemente en 195656, y otro que fue publicado en la Revista Cultura del Ministerio de Educacin de El Salvador en 1958, bajo el ttulo ngel Martnez, poeta esencial.57

    De Espinosa Plit, Ellacura aprendi a colocar lo humano como raz de la vida intelectual y cultural, y la necesidad, por tanto, de enfocar las disciplinas, y sobre todo la filosofa, de un modo humano, al colocar al ser humano en el centro de sus reflexiones. Ellacura se refiere a l, de la siguiente manera:

    No le despertaba inters, sino desasosiego, aquellas disciplinas que, aun objetivamente humanas, no vea enfocadas de modo suficientemente humano. All donde haba un predominio de facultades, sobre todo discursivas, con menoscabo de otras, o una incapacidad de expresin humana que no dejaba traslucir un fondo de hombre ntegramente humano, se senta a disgusto. Ciertamente, admita tales disciplinas, en especial la filosofa, como momentos parciales en la formacin integral del hombre, pero lo que no se le haca tolerable era que el estilo propio de ellas, tal como las haba visto vividas, llegase a ser el fundamental de una vida.58

    Otro aspecto relevante del magisterio de Aurelio Espinosa fue el anlisis existencial de situaciones humanas lmites, realizado en sus clases a travs de la lectura de textos clsicos. Esto no slo introdujo a Ellacura en el conocimiento de la problemtica existencial del ser humano y de las corrientes existencialistas que la abordaban, sino que, adems, le llev a la conviccin de la necesidad de un contacto total y directo con lo humano, como condicin previa para su conocimiento pleno. Ellacura expresa este aspecto, as:

    La profunda persuasin de que lo humano y qu de lo que es capital para el hombre no es humano? slo se llega a conocer si se logra un contacto total con ello; el ir, como a meta de su formacin, a lograr ese contacto, que no slo da la vivencia ms rica, sino la posibilidad misma de vivenciar potentemente; el llevarlo

    56 ngel Martnez Baigorri.

    57 Cfr. ngel Martnez, poeta esencial, Revista Cultura, No. 14, 1958, pp. 123-164.

    58 El p. Aurelio Espinosa Plit, S.J., EF I, p 528.

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    a cabo por medio de un anlisis existencial y una recreacin efectiva de modelos egregios de plenitud vital, son lo reflejos y la comprobacin ms contundente de su condicin excepcional de persona y maestro.59

    Finalmente, hay que mencionar la vinculacin del humanismo con el cristianismo, como otro aspecto importante de la influencia de Aurelio Espinosa. La idea de que se hace cristianismo construyendo lo humano y de que la mejor manera de ser cristiano es ser plenamente humano, son aspectos fundamentales que marcarn a Ellacura tanto en su vida personal y sacerdotal, como en la orientacin de su filosofa hacia la resolucin del problema humano en las sociedades contemporneas. Para Ellacura, el P. Espinosa no presentaba fisuras entre su vocacin humana y el cristianismo:

    Ni su sacerdocio se presentaba sin humanismo ni su humanismo sin su sacerdocio [...] Como el mismo Justino, vea la posibilidad de edificar el cristiano, que nunca puede ni debe dejar de ser hombre, con lo que de mejor han producido los hombres.60 La insatisfaccin con la escolstica como pensamiento desencarnado e

    intelectualista, la necesidad de humanizarla enderezndola hacia la problemtica existencial y vital de los seres humanos concretos y su apertura a las corrientes existencialistas y vitalistas, son todas caractersticas del pensamiento filosfico de Ignacio Ellacura que encuentran su raz en el magisterio de Aurelio Espinosa.

    Sin embargo, la influencia ms decisiva en el estilo y en la direccin fundamental de la filosofa de Ellacura, en esta etapa, la ejerci el poeta ngel Martnez. En los escritos juveniles de Ellacura se puede observar el poderoso influjo que ejerci el poeta en su personalidad, en su visin de la realidad y en el modo de filosofar sobre ella. Adems, la obra de ngel Martnez dot a Ellacura de una visin crtica de la civilizacin occidental y de los problemas humanos y sociales que padecan las sociedades capitalistas avanzadas y los pases pobres que se encontraban bajo su rbita, en la dcada de los cincuenta. Es a partir de esta crtica a la civilizacin occidental que Ellacura dotado ya de por s de un natural talante crtico61 empezar a sentirse insatisfecho con el pensamiento escolstico como un pensamiento vlido para responder

    59 Ibdem, p.531.

    60 Ibdem, p.532.

    61 Cfr. Teresa Whitfield, Paying the price, Temple University press, Philadelphia, 1995, pp 27ss.

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    y solucionar los problemas humanos que causa el capitalismo contemporneo. Por ello, sin abandonar el ncleo de la metafsica aristotlico-tomista que l considera en este momento bsicamente acertada para explicar la realidad Ellacura intentar actualizarla y vitalizarla, tratando de conciliarla con el pensamiento filosfico contemporneo en boga hasta ese momento.

    Es interesante observar cmo muchos aspectos de la visin crtica del Ellacura maduro a la civilizacin del capital tienen sus races en esta crtica que desarroll tempranamente de la mano del poeta. En el anlisis que Ellacura realiza de su obra potica se presenta un diagnstico de los males del capitalismo contemporneo, sobre todo del capitalismo estadounidense, juzgado desde una visin cristiana.62 Para Ellacura el juicio ltimo, resultante del anlisis de las sociedades actuales, es que la actual civilizacin, hegemonizada por los Estados Unidos, somete a los seres humanos a un modo de ser y de vivir que los aliena de su ser verdadero, de su esencia religiosa, al reducirlos a su ser sensitivo y apariencial y al cortarles la posibilidad misma de lo espiritual. En la civilizacin occidental predomina un materialismo burgus, un materialismo de la abundancia, que conlleva todo un sentido de dispersin, alienizacin y deshumanizacin, que por ello es superficial, empobrecedor de toda la existencia a la que impele a una forma de ser fcil, pero falsa e inautntica.63

    En este contexto, los hombres no son mejores ni ms grandes ni ms felices, aunque, quiz, se encuentren ms entretenidos.64 El desarrollo tecnolgico y el bienestar material han empequeecido al hombre en la misma medida que han crecido sus recursos mecnicos. El ser humano se ha deshumanizado por la habituacin a cosas de siempre sabidas que le dan seguridad, por la proteccin superficial recibida de manos extraas, que ya le es imposible enfrentarse desnudo y solitario frente a lo desconocido e imprevisto. Ms an, se ha empobrecido tanto en lo interior por la agitacin de su vida falsamente excitada desde fuera, que ya le es imposible vivir quieto y a solas, porque su vivienda personal est vaca- ya no slo para descansar, aun para vivir necesitamos entretenernos con lo que viene de fuera.65

    62 Cfr. ngel Martnez, poeta esencial, EF I, pp.130-151. Aqu Ellacura analiza detalladamente el libro de

    Martnez El ngel en el pas del guila, publicado en Madrid, en 1954. 63

    Ibdem, p. 131. 64

    Ibdem, p. 132. 65

    Ibdem, p. 133.

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    Esta crtica condicion de tal manera su forma de entender la filosofa y la funcin que debe desempear en el mbito personal y social, que es algo que Ellacura no abandonar a lo largo de su evolucin intelectual. La filosofa debe ser un saber ltimo y radical de la realidad, cuya principal funcin es posibilitar que los seres humanos reorienten sus vidas racionalmente, en el sentido que acten conforme a la verdad de su ser y del ser de las cosas. La civilizacin contempornea ha alienado a los seres humanos de su ser verdadero, al conducirlos por la va de la superficialidad, el consumismo y el hedonismo, hacia una existencia vaca e inautntica, y a la negacin de su esencia religiosa, que constituye el ncleo de su ser. Se trata, por tanto, de que el hombre reconcilie su existencia vital con su esencia verdadera, separadas en esta circunstancia histrica. En esta tarea, la filosofa juega un papel de primer orden debido a la naturaleza de su saber y a su enorme potencialidad para encontrar la verdad y el ser de las cosas, ms all de las apariencias y de lo superficial. En el esfuerzo de filosofar para producir una filosofa verdadera, siempre hay que partir de la propia circunstancia histrica y del contacto inmediato con la realidad, y darle prioridad a stas por encima de los conceptos y de las teoras.

    En su escrito de 1956 sobre la obra del poeta, Ellacura reconoce el impacto que tuvo ngel Martnez en su formacin:

    [...] me di cuenta que ha sido l el nico hombre, tal vez, que me ha hecho olvidarme de m mismo de preocupaciones, de tendencias y aun de pasiones- y ha logrado que con todo mi ser atienda el objeto que l presentaba.66

    Y en la correspondencia que mantuvo con l, se expresa as:

    [...] pero usted puede ver en estos ligeros comentarios [...] como su vida resuena en la ma, en lo ms hondo y en lo espiritual de ella [...] Espero seguirle por toda su carrera ad montem qui Christus est por la tierra llena de cielo que luego se va al mar; y por el mar al ro hasta la otra tierra Tierra Firme del Mar. Luego, otra vez por el ro al mar, al Ultramar, al Cielo, al Ultracielo. Me parece que as vamos desde los posibles que un da fuimos hasta los futuros que por otra eternidad seremos, pasando por este tiempo en que vamos siendo. Yo todava no entiendo esto muy bien, pero pienso que cuando lo comprenda, una vez que est todo realizado y

    66 ngel Martnez Baigorri, S.J., EF I, p. 118.

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    lo pueda leer, sentir y vivir, me encontrar con una sntesis en que resonar mi vida. Como ve, mi vida tambin es querer llegar, querer llegar, pero sin convencerme todava, por lo menos en lo ms ntimo debido a mis aos jvenes que apenas no son sino una esperanza, sin convencerme de que no llegar nunca. Tambin dentro de m llevo un mundo de voces que an no se pronuncian ntidas, que no s dnde nacieron y que todava no aciertan con su realizacin ni su expresin.67

    Estas afirmaciones muestran dos cosas, principalmente. En primer lugar, la enorme influencia de la personalidad y la obra de ngel Martnez en la vida personal y en el pensamiento de Ignacio Ellacura. En segundo lugar, que Ellacura se encuentra, en este momento, en una actitud de bsqueda y definicin de su proyecto de vida y de su propia orientacin intelectual y filosfica, y no tiene, por tanto, un proyecto filosfico ntidamente definido con anterioridad, que fuera el centro en torno al cual girara su actividad terica. Se trata de una actitud de aprovechamiento, asimilacin y de crtica de todo lo recibido en el contexto cultural e ideolgico de su formacin, y que le llevar a buscar un pensamiento ms vital y humano, caractersticas que l no perciba en las posturas escolsticas ms ortodoxas de la poca. Es importante tener en cuenta esto para no encajonar el pensamiento de filosfico de Ellacura en un presunto proyecto filosfico a priori, que estara informando la mayor parte de su obra filosfica y teolgica, desde el propio arranque de su produccin intelectual. Que esto es as, lo expresa con claridad el mismo Ellacura:

    Lo que trato es de buscar una base filosfica de mi posicin ante la vida en el sentido de exigir una actitud vital de todo el hombre y adems recreadora, para uno mismo y para los otros, de las comunicaciones vivas de cualquier ser sobre la propia alma. Ya s que esto trae muchos problemas y aun misterios que no he de poder resolver solo ni tal vez acompaado, pero no ser de escaso fruto saber los lmites del conocimiento en la materia y los puntos fijos a qu atenerse.68

    Y en otra parte, dice:

    Descubrir y declarar nominalmente las tesis en todas sus partes, no es cosa que me traiga mayor dificultad, por ms que aun en eso, al ponerse las cosas un poco ms speras, los textos muy generalmente

    67 Carta de I. Ellacura a A. Martnez (Ecuador, julio de 1954), EF I, p.199.

    68 Ibdem, p.202.

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    escabullen el cuerpo. Donde me las veo y me las traigo es en el empeo de desentraar esas palabras y esos conceptos, de soplar sobre ellos el aliento de la verdadera verdad y de la vera vida. Y despus en transmitir esa luz y vida. No quisiera ser mero repetidor mecnico de esquemas muertos.69

    La sntesis filosfica que Ellacura pretende realizar entre el pensamiento clsico y el moderno, es algo que l fue definiendo a lo largo de sus aos de formacin, a partir de su propia experiencia personal, de los problemas humanos y sociales que perciba y de lo que fue asimilando de sus principales maestros. De hecho, no es sino hasta 1958, cuando, por primera vez, Ellacura habla expresamente sobre la necesidad de un pensamiento nuevo, producto de la sntesis integradora de la filosofa escolstica y la filosofa vitalista moderna.70 Los aos anteriores haban sido de asimilacin, de descubrimientos, de crtica y de reflexin personal hasta encontrar la solucin terica que l crea ms acorde con las propias convicciones y que se le presentaba ms racional de cara a las exigencias de la realidad y de su humanizacin.

    Un elemento crucial en este proceso fue la influencia de la obra potica de ngel Martnez. Precisamente uno de los aspectos que ms valora Ellacura de la obra del poeta es que representa una superacin tanto de las posiciones escolsticas como de las expresiones vitales modernas, que Ellacura juzga parciales e incompletas:

    Hay, adems, una dificultad propia de este poeta, nacida precisamente de la superacin de dos posturas incompletas: la de quienes dedicados al pensamiento son incapaces de entender las expresiones vitales, mxime si son modernas, y la de quienes dedicados a ciertas formas de expresionismo moderno ignoran las profundidades radicales en que puede vivir el pensador. Al acaecer frecuentemente que la mayora est instalada en una de las dos partes de la disyuncin, no es fcil encontrar quien alcance a situarse en el plano de superacin conciliatoria en que se coloca el poeta. Reaccionarios y superficiales quedan al margen de esta poesa, aunque por razones opuestas [...] En lo que al P. ngel respecta, su poesa es moderna por la autenticidad con que afronta los temas capitales y dolorosos del hombre en nuestro tiempo, y por la

    69 Carta de I. Ellacura A. Martnez (San Salvador, 2 de agosto de 1955), EF I, p.208.

    70 Posibilidad y modo de aproximacin entre la filosofa escolstica y la filosofa vitalista moderna, texto

    redactado en junio de 1958, EF I, pp 223-244.

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    sinceridad con que se aprovecha de las purificaciones estticas y tcnicas que el arte moderno ha ido ganando desde el final del romanticismo hasta nuestros das. Pero, a su vez, es poesa sin tiempo como gusta apellidarla el mismo poeta, y aun sin espacio, porque a fuerza de ahondamiento se transciende hasta donde le es dado al hombre, lo que nos minimiza en momentos vacos y en situaciones excesivamente locales; es poesa intemporal e inespacial en cuanto est alimentada con lo permanente y universal de los mejores poetas de las distintas literaturas.71

    As Ellacura pretender realizar en el campo filosfico la sntesis entre lo intemporal y lo moderno que ha realizado ngel Martnez en el campo potico, es decir, realizar una filosofa que sea a la vez perenne y moderna; esto es, una filosofa con un profundo sentido humano y tico, dotada a la vez de un amplio y slido bagaje metafsico. Para Ellacura quedarse slo con lo moderno es resignarse a una filosofa superficial, sin capacidad de ahondar en el ser de las cosas; pero, a su vez, slo quedarse con lo permanente y universal de la filosofa perenne, es ubicarse en una postura conservadora, cerrada a las expresiones modernas y a los problemas ms acuciantes del tiempo presente.

    As como la poesa de ngel Martnez es vital y esencial, la filosofa debe ser tambin vital y esencial, pero donde la y no es un mero aadido, sino algo que expresa la unidad intrnseca de los dos trminos: una filosofa que pretende dar respuesta a los problemas vitales del ser humano, en una situacin histrica concreta, tiene forzosamente que ahondar en la realidad, hasta ponerse en contacto con las cosas, con la esenci