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El concepto de conocimiento y las tareas de la epistemología
A. El concepto ordinario de conocimiento
Entre nuestros conceptos ordinarios aparece el término “conocimiento”.
- El término conocimiento se inserta en el marco de nuestras prácticas evaluativas.
Involucra un cierto reconocimiento de autoridad.
- El uso del concepto de conocimiento va asociado a cierta “reivindicación” de que
uno sabe (aunque no es necesario hacer uso del término “saber” para hacer tal
reivindicación) o a cierta atribución de que otro sabe.
¿De qué se ocupa la reflexión filosófica? La imbricación de realidad y conceptos.
- Que S tenga o no conocimiento es un asunto objetivo e independiente de nuestros
juicios y de nuestras atribuciones: si yo afirmo “S sabe que p”, aún podría estar
equivocado. (¿Podría estar equivocado si afirmo que “sé que p” bajo ciertas
condiciones?)
- Al identificar estados de conocimiento de distintos organismos, identificamos una
especie de clase natural. El conocimiento es tan real como tener fiebre o el oro.
o Una primera reflexión metodológica: las formas del naturalismo y su
impacto en la discusión filosófica. El estudio filosófico del conocimiento vs.
el estudio científico del conocimiento.
o Una segunda reflexión metodológica: dejar en su sitio los conceptos
ordinarios que tenemos; proponer revisiones conceptuales.
o La clase natural de los “seres cognoscentes”. Un concepto de
conocimiento que pueda ser aplicado a animales y a niños. Los estados de
conocimiento como estados del mundo a los que respondemos con
nuestro lenguaje.
- Al atribuir conocimiento no identificamos un estado natural sino un fenómeno
objetivo que tiene que ver con las prácticas humanas, de modo tal que identificar
algo bajo esa categoría tiene importancia luego en la regulación de la vida humana.
El conocimiento es una categoría más cercana a la categoría de “locura” (por
ejemplo).
o No por eso es menos real y objetivo. Mis juicios sobre si alguien conoce o
yo mismo conozco pueden ser falsados por aspectos del mundo.
- En principio, es posible, por tanto, decir que enunciados del tipo “S sabe que p”
tienen condiciones de verdad. Una tarea filosófica sería entonces la de identificar
bajo qué condiciones serían verdaderos tales enunciados, es decir, especificar la
semántica de los mismos.
- Una cuestión embarazosa: ¿son los enunciados que atribuyen conocimiento
enunciados descriptivos? ¿Cuándo digo “S sabe que p” estoy describiendo un
estado (seguramente mental) de otra persona? ¿Y cuando me lo auto-atribuyo y
afirmo “sé que p”?
- El peligro de la falacia descriptiva (Austin): “Suponer que “Yo sé” es una frase
descriptiva, es sólo un ejemplo de la falacia descriptiva, tan común en filosofía.
Aun si algún lenguaje es ahora puramente descriptivo, el lenguaje no lo fue en
origen, y gran parte de él no lo es todavía. La emisión de expresiones rituales
obvias, en las circunstancias apropiadas, no es describir la acción que estamos
haciendo, sino hacerla” (“Otras mentes”, p. 107).
o ¿Qué hacemos con la emisión de enunciados epistémicos? Austin nos
propone una comparación entre “Yo prometo” y “Yo sé”. Al afirmar “yo
sé”, doy mi palabra. En esta medida me comprometo a responder por la
verdad de lo que afirmo saber, de tal modo que otros están autorizados,
en primer lugar, a tomarme como autoridad en relación a p y a pedirme
“explicaciones” si no cumplo los estándares o credenciales que hacen que
conozca que p (y reprocharme mi afirmación). El reto a mis afirmaciones
de saber que p se traduce en: “¿estás en condiciones de saberlo?”.
o Las reivindicaciones de conocimiento (y las atribuciones) expresan un
compromiso de quien las pronuncia hacia la verdad de alguna proposición
y una cierta imagen de una cierta autorización para adoptar tal
compromiso, es decir, que estoy en posición de dar un espaldarazo o
apoyar la verdad de la proposición. Al decir de otra persona que conoce lo
que hacemos es asegurar que lo que dice saber es verdadero y admitimos
así sus credenciales.
o Un punto crucial: las atribuciones de creencia no funcionan así; al afirmar
que creo que p adopto una posición más cauta, tal que el otro no puede
reprocharme del mismo modo si finalmente las credenciales no son
suficientes.
o No obstante, podemos aún evaluar la creencia: otros términos evaluativos
y normativos que son objeto de estudio epistemológico: racional,
justificado, evidente, garantizado, bien fundada, etc.
- Quizá un buen comienzo filosófico sea atender a los usos cotidianos del término
“conocimiento”.
o Pero ¿por qué? ¿Qué nos puede enseñar filosóficamente que éste, y no
otro, sea el uso de los términos? ¿Exhibe el uso la comprensión que
tenemos del conocimiento? ¿Han de ser concebidos los “usos” como datos
para una “teoría” filosófica del conocimiento? ¿Qué nos dice el uso sobre
el “concepto” de conocimiento? Pero, sobre todo, ¿nos dice algo sobre la
realidad del conocimiento? Como mucho pueden ser reflejo de una cierta
epistemología popular (como la física popular o la psicología popular), pero
¿nos dicen algo del conocimiento como tal?
- Un comienzo alternativo: no tanto los usos cotidianos del término “conocimiento”
sino una situación ordinaria en la que el concepto de conocimiento desempeña su
papel.
o Cobra mayor importancia la pregunta del por qué tenemos el concepto de
conocimiento, qué hace para nosotros, cuál es su papel y su necesidad en
la vida humana y en el pensamiento, y por qué son éstas (sean cuales
sean) las condiciones de aplicación y no otras.
o Quizá sea interesante preguntarse por la naturaleza y el origen de la
práctica ligada a la posesión del concepto de “conocimiento”.
Otro excurso metodológico: el interés del análisis de conceptos vs.
el valor de los conceptos en la articulación de nuestras prácticas
(institucionales).
o De nuevo, ¿es “conocimiento” un término que funcione como el término
“agua” en nuestras prácticas? Lo que sea el agua es independiente de
nuestras prácticas de referir al agua con el término “agua” (o cualquier
otro término convencional). Pero ¿lo que sea el conocimiento es
independiente de nuestras prácticas de referir a ello con el término
“conocimiento”?
o Nuestras prácticas de uso del término “conocimiento” incorporan una
dimensión normativa; en este tipo de prácticas, el fenómeno que
delineamos bajo la categoría de “conocimiento” responde a un concepto
particular que se crea en respuesta a ciertas necesidades o a ciertos
ideales.
o ¿A qué necesidades y a qué ideales responde nuestro concepto de
conocimiento? Responder a esta pregunta es ofrecer una especie de
explicación práctica del concepto de conocimiento (E. Craig), en la que se
señala el valor de tener tal concepto, una institución y práctica conceptual.
Algunas sugerencias sobre necesidades e ideales:
Necesidad de suficientes verdades para satisfacer otras
necesidades
Necesidad de darse cuenta de las ventajas prácticas y epistémicas
de recoger información, especialmente a través del concurso de
los otros
Necesidad de distinguir los buenos de los malos informantes
(riesgo de obtener información errónea dada la falibilidad de las
facultades humanas)
En este contexto, la pregunta epistemológica básica es la
siguiente: “¿Quién sabe si p?”. La epistemología ante varios
frentes: responder a qué es conocimiento (identificar criterios de
conocimiento y establecer –evaluar- si se conoce) o adoptar el
punto de vista de quien indaga y obtener así conocimiento. (Un
comentario sobre el peso de la cuestión escéptica).
Necesitamos el concepto de conocimiento para identificar buenos
informantes en una comunidad.
Su función básica: otorgar estatutos normativos.
o Una última observación metodológica: ¿necesitamos formular los
problemas fundamentales de la epistemología a partir del concepto de
conocimiento?
o Un último punto: el camino trazado nos sugiere que comencemos la
reflexión epistemológica menos por la cuestión analítica de qué es el
conocimiento que por la cuestión referente al valor del conocimiento.
B. Las tareas de la epistemología
- La epistemología cambia sutilmente de aspecto según se comience por una u otra
de las siguientes cuestiones: análisis, escepticismo, demarcación, método y valor.
- La cuestión analítica
o En qué consiste responder a esta cuestión
Búsqueda de definiciones: definiciones nominales, definiciones
reales. ¿Es tarea filosófica identificar la naturaleza esencial de
algo?
Análisis conceptual: descomposición conceptual; formulación de
condiciones necesarias y suficientes para aplicar el concepto (de
nuevo, usos e intuiciones). ¿Hay intuiciones correctas sobre lo que
es o no es conocimiento? ¿Existe una “extensión intuitiva” del
término “conocer”?
Análisis del significado: ofrecer teorías sobre el significado del
término “conocer”
Análisis del conocimiento: condiciones necesarias y suficientes
para conocer.
Explicación y análisis: Carnap decía que el análisis como
explicación tenía como objetivo generar conceptos que sean útiles
(como en la ciencia). Una cierta tarea “estipulativa”: construir una
nueva versión del concepto que satisfaga ciertas condiciones. Dos
posibilidades: (i) arrojar luz sobre nuestras prácticas; (ii) articular
teóricamente nuestras prácticas.
o Cómo proceder en el análisis
El papel de las intuiciones en filosofía
Cómo comenzar: particularismo y metodismo (Chisholm).
Particularismo: asumir que sabemos y reflexionar sobre
qué criterios hay para saber
Metodismo: asumir que sabemos qué criterios hay de
saber y proceder a examinar si tenemos conocimiento.
Una nota sobre el peso del problema escéptico.
- La cuestión escéptica
o ¿Conocemos? ¿Es posible el conocimiento?
o Dos versiones del escepticismo:
Escepticismo antiguo como política de vida
Escepticismo moderno: ¿cómo es posible el conocimiento en
general?
- La cuestión de la demarcación
o a) ¿Qué conocemos? ¿Cuál es el alcance de nuestro conocimiento? ¿Hasta
dónde se extiende nuestro conocimiento?
o b) ¿Cuáles son las fuentes del conocimiento? (¿Cuáles son los criterios del
conocimiento?)
o Una última cuestión sobre tipos de conocimiento (a priori / a posteriori)
- La cuestión del método
o ¿Cómo se obtiene conocimiento? ¿Cómo se busca el conocimiento?
o ¿Hay uno o más modos de adquirir conocimiento?
¿Hay métodos distintivamente racionales?
¿Cómo hemos de guiar la búsqueda de más conocimiento? ¿Cómo
mejorar nuestro conocimiento? ¿Cómo mejorar los métodos de
obtener conocimiento?
- La cuestión del valor
o ¿Por qué queremos saber?
o ¿Tiene el conocimiento valor por sí mismo? ¿O su valor es meramente
instrumental, en vistas a conseguir otras cosas?
o ¿Es el conocimiento el objetivo de nuestra investigación? ¿El único
objetivo, el objetivo fundamental?
o ¿Por qué es mejor el conocimiento que otros estados cognitivos posibles?
Para leer más
Austin, J., “Otras mentes”, Ensayos filosóficos, Alianza Universidad, Madrid, pp. 103-108
Craig, E. J., Knowledge and the state of nature, Clarendon, Oxford, 1990.
Kornblith, H., Knowledge and its Place in Nature, Oxford University Press, Oxford, 2002.
Williams, M.. Problems of knowledge: Introduction, pp. 1-12.
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