anonimo - nuevo test amen to 15 hechos de los apostoles

8/9/2019 Anonimo - Nuevo Test Amen To 15 Hechos de Los Apostoles

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HECHOS DE LOSHECHOS DE LOSAPSTOLESAPSTOLES++

Lucas presenta su libro

1.1

+Tefilo, yo escrib en mi primer libro todo lo que Jess hizo y ense desde el principio1.2 hasta el da en que fue llevado al cielo, despus que dio instrucciones por medio del Espritu Santo,

a los apstoles que haba elegido.

La Ascensin de Jess

1.3 Ellos fueron a los que se present despus de su Pasin, dndoles muchas pruebas de que viva y,durante cuarenta das, les habl acerca del Reino de Dios.

1.4 Mientras coma con ellos, les mand: No se alejen de Jerusaln, sino, que esperen lo queprometi el Padre, de lo que ya les he hablado:

1,5 Que Juan bautiz con agua, pero ustedes sern bautizados en el Espritu Santo dentro de pocos das.1,6 Como estaban reunidos, le preguntaron: Seor, es ahora cuando vas a restablecer el Reino de

Israel?1,7 l les respondi: A ustedes no les corresponde saber el tiempo y el momento que el Padre ha fijado

con su propia autoridad,1,8 sino que van a recibir una fuerza, la del Espritu Santo, que vendr sobre ustedes, y sern mis tes-

tigos en Jerusaln, en toda Judea y Samaria, y hasta los lmites de la tierra.1,9 Al decir esto, en presencia de ellos, Jess fue levantado y una nube lo ocult a sus miradas.1,10 Mientras miraban fijamente al cielo hacia donde iba Jess, de repente tuvieron a su lado dos

hombres vestidos de blanco1,11 que les dijeron: Hombres de Galilea, qu hacen ah mirando al cielo? ste que ha sido llevado,

este mismo Jess, vendr como lo han visto subir al cielo.

Los discpulos esperan al Espritu Santo

1,12 +Entonces volvieron de aquel cerro, llamado de los Olivos, que est a un cuarto de hora de Jerusaln.1,13 Y, llegando a la ciudad, subieron a la habitacin superior donde se alojaban. Eran Pedro, Juan,

Santiago y Andrs; Felipe y Toms; Bartolom y Mateo; Santiago de Alfeo; Simn, el que fueZelotes, y Judas, hermano de Santiago.

1,14 Todos ellos perseveraban en la oracin y con un mismo espritu; en compaa de algunas mujeres,de Mara, la madre de Jess, y de sus hermanos.

Eleccin de Matas

1,15 +Uno de aquellos das, Pedro se puso de pie en medio de los hermanos, que eran alrededor de cientoveinte, y les dijo:

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1,16 Hermanos, era necesario que se cumpliera la Escritura referente a Judas, el que se hizo el gua delos que prendieron a Jess. De l habl el Espritu Santo por boca de David.

1,17 Era uno de los nuestros y haba sido llamado a compartir nuestra comn responsabilidad.1,18 (Sabemos que se compr un campo con el salario: del pecado; luego se tir de cabeza, reventndose,

y sus entraas se desparramaron.1,19 Todos los habitantes de Jerusaln supieron el asunto y llamaron ese lugar: Campo de la Sangre.)

1,20 En el libro de los Salmos estaba escrito: Que el lugar donde viva quede desierto y no haya quienhabite en l. Pero tambin est escrito: Que otro ocupe su oficio.1,21 Es preciso, pues, que busquemos entre, los hombres que anduvieron con nosotros durante todo el

tiempo que convivimos con Jess,1,22 desde el bautismo de Juan hasta el da en que nos fue llevado, y que uno: de ellos venga a ser, junto

con nosotros, testigo de su Resurreccin.1,23 Presentaron a dos: Jos, llamado Barsaba, por sobrenombre, Justo, y Matas.1,24 Entonces oraron as: T, Seor; que conoces los corazones de todos, mustranos a cul de estos dos

has elegido1,25 para ocupar en el servicio del apostolado el puesto que Judas dej para irse al lugar que le

corresponda.1,26 Echaron suertes, y la suerte cay sobre Matas, el cual fue agregado a los once apstoles.

Viene el Espritu Santo

2,1 +Cuando lleg el da de Pentecosts, estaban todos reunidos en un mismo lugar.2,2 De pronto vino del cielo un ruido, como el de una violenta rfaga de viento, que llen toda la casa

donde estaban.2,3 Se les aparecieron unas lenguas como de fuego, las que, separndose, s fueron posando sobre cada

uno de ellos;2,4 y quedaron llenos del Espritu Santo y se pusieron a hablar idiomas distintos, en los cuales el

Espritu les conceda expresarse.2,5 Haba en Jerusaln judos piadosos venidos de todas las naciones de la tierra.2,6 Al producirse aquel ruido, la gente se junt y quedaron desconcertados, porque cada uno oa hablar

a los apstoles en su propia lengua.2,7 Asombrados y admirados decan: No son galileos todos stos que estn hablando?2,8 Entonces, cmo cada uno de nosotros los omos hablar en nuestro propio idioma?

2,9 Entre nosotros hay partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia y delPonto;

2,10 hay hombres provenientes de Asia, Frigia, Panfilia y Egipto; y de la parte de Libia que limita conCirene; hay forasteros romanos, judos y hombres no judos que aceptaron sus creencias;

2,11 cretenses y rabes; pero todos los omos hablar en nuestros idiomas las maravillas de Dios.2,12 No se lo crean, y se decan unos a otros: Qu significa esto?2,13 Otros, en cambio, decan rindose: Estn borrachos.

Por vez primera se proclama a Jess

2,14 +Entonces Pedro se present con los Once; levant su voz y habl en esta forma:Hombres de Judea y todos ustedes que estn de paso en Jerusaln, entiendan lo que pasa y ponganatencin a mis palabras.

2,15 No estamos borrachos, como ustedes piensan, ya que apenas son las nueve de la maana.2,16 Pero ha llegado lo anunciado por el profeta Joel:2,17 En los ltimos das, dice Dios: derramar mi Espritu sobre todos los mortales; sus hijos y sus hijas

profetizarn; los jvenes tendrn visiones y los ancianos tendrn sueos.

2,18 En esos das yo derramar mi Espritu sobre mis siervos y mis siervas y profetizarn.2,19 Har cosas maravillosas arriba en el cielo, y seales milagrosas, abajo en la tierra.2,20 El sol se convertir en tinieblas, y la luna en sangre, antes que llegue el da del Seor, da grande y

glorioso.

2,21 Y todo el que invoque el Nombre del Seor se salvar.

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2,22 Israelitas, escuchen mis palabras: Dios haba dado autoridad a Jess de Nazaret entre todos ustedes:hizo por medio de l milagros, prodigios y cosas maravillosas, como ustedes saben.

2,23 Sin embargo, ustedes lo entregaron a los malvados, dndole muerte, clavndolo en la cruz, y asllevaron a efecto el plan de Dios que conoci todo esto de antemano.

2,24 A l, Dios lo resucit y lo libr de los dolores de la muerte, porque de ningn modo poda quedarbajo sudominio.

2,25 De l hablaba David en un salmo, al decir:Vea continuamente al Seor delante de m, puesto que est a mi derecha para que no vacile, poreso, mi corazn se ha alegrado y te alabo muy gozoso, y hasta mi cuerpo esperar en paz.

2,27 Porque no abandonars mi alma en el lugar de los muertos ni permitirs que tu servidor sufra lacorrupcin.

2,28 Me has dado a conocer caminos de vida; me llenars de gozo con tu presencia.2,29 Hermanos, permtanme que les diga con toda claridad: el patriarca David muri y fue sepultado, y

su tumba permanece entre nosotros hasta ahora.2,30 Pero, como l era profeta; saba que un descendiente de su sangre se sentara en su trono, segn Dios

le haba asegurado con juramento.2,31 Poreso vio de antemano la resurreccin del Mesas y de l habl al decir que no fue abandonado

entre los muertos, ni su carne fue corrompida.

2,32 Este Mesas es Jess, y todos nosotros somos testigos de que Dios lo resucit.2,33 Y engrandecido por la mano poderosa de Dios, ha recibido del Padre el Espritu Santo prometido:

hoy lo acaba de derramar, como ustedes ven y oyen.2,34 Tambin es cierto que David no subi al cielo; pero dice en un. salmo:Dijo el Seor a mi Seor:

Sintate a mi derecho

2,35 hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies.2,36 Sepa entonces con seguridad toda la gente de Israel, que Dios ha hecho Seor y Cristo a este Jess a

quien ustedes crucificaron.2,37 Al or esto, se afligieron profundamente. Dijeron, pues, a Pedro y a los dems apstoles:

Hermanos, qu debemos hacer?2,38 Pedro les contest: Convirtanse y hganse bautizar cada uno de ustedes en el Nombre de

Jesucristo, para que sus pecados sean perdonados. Y Dios les dar el Espritu Santo;2,39 porque la promesa es para ustedes y para sus hijos y para todos los extranjeros a los que el Seor

llame.2,40 Con muchas otras palabras Pedro daba testimonio y los animaba: Slvense de esta generacin

descarriada.2,41 Los que creyeron, fueron bautizados, y, ese da, se les unieron alrededor de tres mil personas.

La primera comunidad

2,42 +Acudan asiduamente a la enseanza de los apstoles, a la convivencia, a la fraccin del pan y a lasoraciones.

2,43 Toda la gente estaba asombrada, ya que se multiplicaban los prodigios y milagros hechos por losapstoles en Jerusaln.

2,44 Todos los creyentes vivan unidos y compartan todo cuanto tenan.2,45 Vendan sus bienes y propiedades y se repartan de acuerdo a lo que cada uno de ellos necesitaba.2,46 Acudan diariamente al Templo con mucho entusiasmo y con un mismo espritu y compartan el

pan en sus casas, comiendo con alegra y sencillez.

2,47 Alababan a Dios y gozaban de la simpata de todo el pueblo; y el Seor haca que los salvados cadada se integraran a la Iglesia en mayor nmero.

Pedro y Juan sanan a un hombre tullido

3,1 +Pedro y Juan suban al Templo para la oracin de las tres de la tarde.3,2 Haba all un hombre tullido de nacimiento, al que llevaban y ponan todos los das junto a la puerta

del Templo, llamada Puerta Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban.3,3 Cuando Pedro y Juan estaban por entrar al Templo, el hombre les pidi limosna.3,4 Pedro, con Juan a su lado, se fij en l y le dijo: Mranos.

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3,5 El tullido los observaba, esperando recibir algo.3,6 Pedro entonces le dijo: No tengo oro ni plata, pero lo que tengo, te lo doy: Por el Nombre de Je-

sucristo de Nazaret, camina!3,7 Y lo tom de la mano derecha y lo levant.3,8 Inmediatamente sus tobillos y sus pies se afirmaron y, de un salto se puso de pie y camin. Entr

con ellos en el Templo, andando, saltando y alabando a Dios.

3,9 Todo el pueblo lo vio caminar y alabar a Dios.3,10 Lo reconocan como el tullido que peda limosna junto a la Puerta Hermosa del Templo, y quedaronasombrados y maravillados por lo que haba sucedido.

3,11 El hombre que haba sanado no se apartaba de Pedro ni de Juan, de manera que todo el pueblo,asombrado, corri a ellos al prtico llamado de Salomn.

3,12 Pedro, al ver la gente reunida, les dijo: Israelitas; por qu nos miran as? Creen ustedes que lehicimos andar por nuestro propio poder o por nuestra santidad?

3,13 Sepan que el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a susiervo Jess, a quien ustedes entregaron y a quien negaron ante Pilato cuando ste quera ponerlo enlibertad.

3,14 Ustedes renegaron del Santo y del Justo y pidieron como una gracia la libertad de un asesino,3,15 mientras que al Seor de la Vida, lo hicieron morir.

Pero Dios lo resucit de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello.3,16 Y por la fe en el Nombre de Jess, este Nombre ha sanado al tullido que ustedes ven y conocen. Es,

pues, la fe en Cristo la que lo ha restablecido totalmente delante de todos ustedes.3,17 Yo s, hermanos, que actuaron as por ignorancia al igual que sus jefes.3,18 Pero Dios cumpli de esta manera lo que haba anunciado por intermedio de todos los profetas, que

su Mesas padecera.3,19 Arrepintanse entonces y convirtanse, para que todos sus pecados sean borrados. Y as el Seor

har venir los tiempos del alivio3,20 enviando al Mesas que les ha sido destinado.3,21 Este Mesas es Jess, que ha de permanecer en el cielo, hasta que llegue el momento de la

restauracin del mundo, de la cual Dios habl por boca de los santos profetas de tiempos pasados.3,22 Moiss as lo dijo: El Seor Dios les har surgir un profeta como yo de entre sus hermanos.

Escuchen todo lo que l les diga.

3,23 Todo el que no escuche a ese profeta ser eliminado del pueblo.3,24 Y todos los profetas que, desde Samuel y sus sucesores, han hablado, anunciaron tambin estos das.

3,25 Ustedes son los hijos de los profetas y los herederos de la alianza que Dios pact con nuestrospadres, al decir a Abraham:En tu descendencia sern bendecidas todas las familias de la tierra.

3,26 Para ustedes, primeramente, Dios ha resucitado a su Servidor y se lo ha enviado cargado de ben-diciones, con tal de que cada uno se aparte de sus actos malos.

Arrestan a Pedro y Juan

4,1 +An hablaban al pueblo, cuando llegaron hasta ellos los sacerdotes, el jefe de la guardia del Temploy los hombres del partido de los saduceos.

4,2 Estaban muy molestos porque Pedro y Juan enseaban al pueblo y anunciaban que la resurreccinde los muertos se haba verificado en Jess.

4,3 Los tomaron presos y los metieron en la crcel hasta el da siguiente, porque ya anocheca.4,4 Muchos de los que haban odo la Palabra creyeron, y el nmero de los creyentes subi a unos cinco

mil.4,5 Al da siguiente se reunieron los Jefes, los Ancianos y los maestros de la Ley que haba enJerusaln;

4,6 estaban Ans el Sumo Sacerdote, Caifs, Jonatn, Alejandro y todos los que pertenecan a la familiapontifical.

4,7 Llamaron a los apstoles a su presencia y les preguntaron: Con qu derecho hicieron esto? Quinse lo ha autorizado?

4,8 Entonces Pedro, lleno de espritu santo, les dijo: Jefes del pueblo y Ancianos de Israel,4,9 hoy debemos responder por la Curacin de un enfermo. Por quin ha sido sanado? Spanlo todos

ustedes

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4,10 y que lo sepa todo el pueblo de Israel: Por el Nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien ustedescrucificaron y a quien Dios resucit de entre los muertos; gracias a l, este hombre est de pie y sanoante ustedes.

4.11 Jess es la piedra que despreciaron los constructores (sos son ustedes) pero se convirti en piedrafundamental,

4,12 y para los hombres de toda la tierra no hay otro Nombre por el que podamos ser salvados.

4,13 Quedaron admirados al ver la seguridad con que hablaban Pedro y Juan; que eran hombres sininstruccin y desconocidos. Los identificaban como seguidores de Jess,4,14 pero vean de pie junto a ellos al hombre que haba sanado; de modo que nada podan decir en su

contra.4,15 Les mandaron salir fuera del tribunal y comenzaron a discutir entre ellos:4,16 Qu vamos a hacer con estos hombres? Todo Jerusaln sabe que han hecho un milagro clarsimo

y no podemos negarlo.4,17 Pero procuremos que esto no se divulgue mas entre el pueblo. Lo mejor, pues, sera amenazarlos,

para que no hablen ms a nadie de ese a quien invocan.4,18 Los llamaron y les mandaron que de ningn modo hablaran o ensearan en el Nombre de Jess.4,19 Pedro y Juan les respondieron: Vean ustedes mismos si est bien delante de Dios que les

obedezcamos antes que a l.4,20 No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y odo.4,21 Entonces, insistiendo en sus amenazas, los dejaron en libertad, porque no hallaban cmo castigarlos,

a causa del pueblo.4,22 Pues todos glorificaban a Dios por lo que haba pasado, ya que el hombre milagrosamente sanado

tena ms de cuarenta aos.4,23 +Una vez que quedaron libres, Pedro y Juan fueron a los suyos y les contaron todo lo que les haban

dicho los Jefes de los sacerdotes y los Ancianos.4,24 Cuando lo oyeron, todos a una voz se dirigieron a Dios, diciendo:

Seor, t hiciste el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos.4,25 T, por el Espritu Santo, pusiste en boca de David, tu siervo, estas palabras: Por qu se agitan las

naciones y los pueblos traman planes vanos?

4,26 Los reyes de la tierra se renen y los jefes pactan una alianza contra el Seor y contra su Mesas.4,27 As sucedi en esta ciudad: se unieron Herodes y Poncio Pilato, as como los paganos y el pueblo de

Israel contra Jess, tu santo siervo, a quien ungiste,4,28 y llevaron a efecto tus propios planes, que t dispusiste segn tu poder y sabidura.

4,29 Y ahora, Seor, mira sus amenazas y concede a tus siervos anunciar tu palabra con toda seguridad.4,30 Manifiesta tu poder, realizando curaciones, seales y prodigios por el Nombre de tu santo siervo

Jess.4,31 Cuando terminaron su oracin, tembl el lugar donde estaban reunidos y todos quedaron llenos de

espritu santo, y se pusieron a anunciar con seguridad la palabra de Dios.

Los creyentes tratan de poner en comn sus bienes

4,32 +La multitud de los fieles tena un solo corazn y una sola alma. Nadie consideraba como suyo loque posea, sino que todo lo tenan en comn.

4,33 Dios confirmaba con su poder el testimonio de los apstoles respecto de la resurreccin del SeorJess, y todos ellos vivan algo muy maravilloso.

4,34 No haba entre ellos ningn necesitado, porque todos los que tenan campos o casas los vendan

4,35 y ponan el dinero a los pies de los apstoles, quienes repartan a cada uno segn sus necesidades.4,36 As lo hizo Jos, llamado por los apstoles Bernab (que quiere decir: El hombre del Consuelo),levita nacido en Chipre,

4,37 que, despus de vender su campo, lleg con el dinero y lo puso a los pies de los apstoles.

El castigo de Ananas y Safira

5,1 +Un, hombre llamado Ananas, de acuerdo con su esposa Safira, vendi una propiedad5,2 y se qued con una parte del precio, sabindolo tambin su esposa; el resto lo entreg a los

apstoles.

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5,3 Pedro le dijo:; Ananas, por qu has dejado que Satans se apoderara de tu corazn? Por quintentas engaar al Espritu Santo guardndote una parte del precio de tu campo?

5,4 Quin te oblig a venderlo? Y si lo vendas, no podas quedarte con todo el dinero? Cmo se teha ocurrido hacer esto? No has engaado a los hombres, sino a Dios.

5,5 Ananas, al or esto, se desplom y muri, y un gran temor se apoder de todos los que lo oyeron.5,6 Los ms jvenes se levantaron, envolvieron su cuerpo y lo llevaron a enterrar.

5,7 Unas tres horas ms tarde, entr su esposa, que no saba lo que haba pasado.5,8 Pedro le pregunt: Es cierto que vendieron en tanto el campo? Ella respondi: S, en eso.5,9 Y Pedro le dijo: Por qu se han puesto d acuerdo para poner a prueba al Espritu del Seor?

Mira, aqu vienen los que enterraron a tu marido. Ellos te llevarn tambin a ti.5,10 En ese instante Safira se desplom a sus pies y muri. Cuando volvieron los jvenes, la hallaron

muerta y la llevaron a enterrar junto a su marido.5,11 Un gran temor se apoder de toda la Iglesia y de todos cuantos oyeron estas cosas.5,12 +Los apstoles obraban muchas seales milagrosas y prodigios en el pueblo. Todos los fieles se

reunan de comn acuerdo en el prtico de Salomn;5,13 pero de los otros nadie se atreva a unirse a ellos, aunque el pueblo los estimaba mucho.5,14 Con esto, un nmero cada da mayor de hombres y de mujeres se unan al Seor mediante la fe.5,15 Tanto que sacaban los enfermos a las calles en camas y camillas, para que, cuando Pedro pasara, al

menos su sombra cubriera a alguno de ellos.5,16 Acuda mucha gente, aun de las ciudades vecinas a Jerusaln, trayendo enfermos y atormentados por

espritus malos, y todos quedaban sanos.

Los apstoles comparecen nuevamente

5,17 +El Sumo Sacerdote y todos los suyos que formaban el partido de los saduceos, se pusieron muyenvidiosos

5,18 y, tomando presos a los apstoles los metieron en la crcel pblica.5,19 Pero, durante la noche, el ngel del Seor abri las puertas de la crcel y los sac fuera,

dicindoles:5,20 Presntense, en el Templo y anuncien al pueblo todo el Mensaje de Vida.5,21 Obedecieron y, entrando en el Templo al amanecer, se pusieron a ensear:

Mientras tanto, lleg el Sumo Sacerdote con sus partidarios, reunieron al Sanedrn, o sea, a todo elSenado israelita, y mandaron a buscarlos a la crcel.

5,22 Cuando los guardias llegaron all, no los encontraron. Volvieron y contaron:5,23 Encontramos la crcel cuidadosamente cerrada y los centinelas montando guardia en las puertas,

pero cuando abrimos, no encontramos a nadie dentro.5,24 El jefe de la guardia y los jefes de los sacerdotes, al or esto, quedaron desconcertados,

preguntndose qu podra haber sucedido.5,25 En esto lleg uno que les dijo: Los hombres que encarcelaron estn en el Templo enseando al

pueblo.5,26 Entonces el jefe de la guardia fue con sus ayudantes y los trajeron, pero sin violencia, porque tenan

miedo de ser apedreados por el pueblo.5,27 Una vez trados, los presentaron ante el Sanedrn. El Sumo Sacerdote los interrog y declar:5,28 No les prohibimos estrictamente ensear en ese Nombre? Pero ahora ustedes han difundido por

toda Jerusaln su doctrina y quieren cargarnos con la sangre de este hombre.5,29 Pedro y los apstoles respondieron: Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.

5,30 El Dios de nuestros padres resucit a Jess, a quien ustedes dieron muerte colgndolo de un madero.5,31 Dios lo ha puesto en el cielo a su derecha, hacindolo Jefe y Salvador para dar a Israel la conversiny el perdn de los pecados.

5,32 De esto nosotros somos testigos y tambin es testigo el Espritu Santo que Dios ha dado a los que leobedecen.

5,33 Cuando oyeron esto, se indignaron y queran matarlos.5,34 +Entonces un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la Ley, estimado por todo el pueblo, se levant en

el Sanedrn y mand que hicieran salir un momento a aquellos hombres.5,35 Luego les dijo: Colegas israelitas, fjense bien en lo que van a hacer con estos hombres.

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5,36 Porque, no hace mucho, apareci Teudas, que se haca pasar por un gran personaje, a quien seunieron unos cuatrocientos hombres. Pero lo mataron y todos los que lo seguan se dispersaron odesaparecieron.

5,37 Despus, en tiempos del censo, surgi Judas el Galileo, que arrastr al pueblo en pos de s, tambinste pereci y todos sus seguidores se dispersaron.

5,38 Por eso, les aconsejo ahora: olvdense de estos hombres y djenlos en paz. Porque, si esta idea o esta

obra es de los hombres, se destruir por s sola;5,39 pero, si viene de Dios, no podrn destruirla. No sea que estn luchando contra Dios.Y siguieron su consejo.

5,40 Entonces llamaron a los apstoles y, despus de azotarlos, les prohibieron hablar de Jess Salvador.Luego los dejaron ir.

5,41 Ellos salieron del Sanedrn muy gozosos por haber sido considerados, dignos de sufrir por elNombre de Jess.

5,42 Y todos los das enseaban y anunciaban en el Templo y en las casas la Buena Nueva de CristoJess.

Los primeros diconos

6,1 +Por aquellos das, habiendo aumentado el nmero de los discpulos, los helenistas se quejaroncontra los hebreos, porque sus viudas eran desatendidas en el servicio diario.

6,2 Los Doce reunieron la Asamblea de los discpulos y les dijeron: No es conveniente quedescuidemos la Palabra de Dios por el servicio de las mesas: qu les parece?

6,3 Busquen, pues, de entre ustedes a siete hombres de buena fama, llenos de sabidura y Espritu paraconfiarles este oficio.

6,4 Nosotros nos dedicaremos a la oracin y al ministerio de la palabra.6,5 Toda la asamblea estuvo de acuerdo y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y Espritu Santo, a

Felipe, Prcoro, Nicanor, Timn, Parmenas y a Nicols, proslito de Antioqua;6,6 los presentaron a los apstoles, quienes, despus de orar, les impusieron las manos.6,7 La Palabra de Dios se difunda y el nmero de los discpulos en Jerusaln aumentaba

considerablemente. Incluso un gran nmero de sacerdotes aceptaron la fe.

Historia de Esteban

6,8 +Esteban, lleno de gracia y fortaleza, realizaba grandes prodigios y seales milagrosas en el pueblo.6,9 Algunos que perteneca a la sinagoga llamada de los Libertos, cirenenses y alejandrinos, y otros de

Cilicia y Asia acudieron para rebatir a Esteban,6,10 pero no pudieron hacer frente a la sabidura que estaba en l y al Espritu que hablaba por l cuando

los rebata con mucha autoridad.6,11 Y, como no podan mirar de frente la verdad, sobornaron a unos hombres que dijeron: Lo hemos

odo hablar contra Moiss y contra Dios.6,12 As excitaron al pueblo, a los Ancianos y a los maestros de la Ley; vinieron de repente, lo arrestaron

y lo llevaron al Sanedrn.6,13 All presentaron testigos falsos que declararon: Este hombre siempre habla en contra de nuestro

Lugar Santo y contra la Ley:6,14 Le omos decir que Jess Nazareno destruir este Lugar y cambiar las costumbres que nos dej

Moiss.

6,15 Todos los que estaban sentados en el Sanedrn, cuando miraron a Esteban; vieron su rostro como elde un ngel.

7,1 Entonces el Sumo Sacerdote le pregunt: Es verdad?7,2 El respondi: Hermanos y padres, presten atencin:

El Dios glorioso se apareci a nuestro padre Abraham, cuando estaba en Mesopotamia, antes que vi-niera a vivir en Jarn.

7,3 Y le dijo:Deja tu pas y tu parentela y anda al pas que yo te mostrar.7,4 Entonces sali del pas de los caldeos y se estableci en Jarn. Despus de la muerte de su padre,

Dios lo hizo trasladarse a este pas que ustedes habitan.

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7,5 Y no le dio all propiedad alguna ni siquiera como para poner el pie, sino que prometi drselo enposesin a l y a su descendencia, a pesar de que no tena hijos.

7,6 Dios habl as: Tu descendencia vivir en tierra extraa, ser esclavizada y maltratada durantecuatrocientos aos.

7,7 Entonces pedir cuentas a la nacin a la que sirvan como esclavos. Despus saldrn y me darnculto en este lugar. Luego hizo con l el pacto de la circuncisin;

7,8 y as, al nacer su hijo Isaac,Abraham lo circuncid al octavo da. Isaac hizo lo mismo con Jacob yJacob con los doce patriarcas.7,9 Los patriarcas, envidiosos de Jos, lo vendieron con destino a Egipto. Dios, sin embargo, estaba con

l.7,10 Lo libr de todas sus tribulaciones, le concedi sabidura y lo hizo grato al faran, rey de Egipto,

quien lo nombr gobernador de Egipto y de toda su casa.7,11 Vino hambre en toda la tierra de Egipto y de Canan; fue una gran miseria y nuestros padres no

encontraban qu comer.7,12 Al saber Jacob que haba trigo en Egipto, mand a nuestros padres por primera vez.7,13 La segunda vez,Jos se dio a conocer a sus hermanos y el faran conoci la raza de Jos.7,14 Jos mand a buscar a su padre Jacob y a toda su familia que se compona de setenta y cinco

personas.7,15 Jacob entonces baj a Egipto donde muri l y tambin nuestros padres.7,16 Fueron llevados a Siquem y puestos en el sepulcro que Abraham haba comprado a precio de plata a

los hijos de Hamor, de Siquem.7,17 A medida que se iba acercando el tiempo de la promesa que Dios haba hecho a Abraham, el pueblo

creca y se multiplicaba en Egipto,7,18 hasta que lleg otro rey a Egipto que no conoca a Jos.7,19 Este, actuando astutamente contra nuestra raza, oblig nuestros padres a abandonar sus hijos re-

cin nacidos para que no vivieran.7,20 En este tiempo naci Moiss, que hall el favor de Dios. Durante tres meses fue criado en la casa de

su padre,7,21 y cuando lo abandonaron, la hija del faran lo recogi y lo cri como hijo suyo.7,22 Moiss, pues, fue educado en toda la sabidura de los egipcios.7,23 Era poderoso en sus palabras y en sus obras. Cuando cumpli cuarenta aos, sinti deseos de visitar

a sus hermanos los israelitas. Al ver que uno de ellos era maltratado, sali en su defensa y lo vengmatando al egipcio.

7,25 Crey que sus hermanos comprenderan que, en su persona, Dios les daba un Libertador, pero no loentendieron.

7,26 Al da siguiente se present a ellos mientras peleaban y trataba de ponerlos en paz diciendo:Ustedes son hermanos, por qu se hacen dao el uno al otro?

7,27 En ese momento el que maltrataba a su compaero lo rechaz6 diciendo:7,28 Quin te nombr jefe y juez de nosotros? Quieres matarme como lo hiciste ayer

con el egipcio?7,29 Moiss, al or esto, huy yfue a vivir como extranjero en la tierra de Madin, donde tuvo dos hijos.7,30 Pasados cuarenta aos se le apareci un ngel en el desierto del monte Sina, en la llama de una

zarza que arda.7,31 Moiss se admir al ver la aparicin. Y como se acercara a mirarla, oy la voz del Seor.7,32 Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Moiss, lleno de miedo,

no se atreva a mirar.

7,33 Pero el Seor le dijo: Scate las sandalias, porque el lugar donde ests es tierra santa.7,34 He visto la afliccin de mi pueblo en Egipto, he odo su llanto y he bajado para liberarlo. Y ahoraven, que te mando a Egipto.

7,35 A este Moiss, al que rechazaron dicindole: Quin te nombr jefe y juez?, Dios lo mand comojefe y libertador, con la ayuda del ngel que se le apareci en la zarza.

7,36 El los hizo salir, realizando prodigios y seales en Egipto, en el mar Rojo y en el desierto durantecuarenta aos.

7,37 Este Moiss es quien dijo los israelitas: Dios les dar de entre sus hermanos a un profeta comoyo.

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7,38 Este es el que, en la Asamblea del Desierto, hizo de mediador entre el ngel que le hablaba ynuestros padres; y recibi las palabras de vida para comunicrselas a ustedes.

7,39 Es aquel a quien no quisieron obedecer nuestros padres; sino que lo rechazaron y volvieron decorazn a Egipto,

7,40 diciendo a Aarn: Danos dioses que nos guen, porque no sabemos qu ha sido de ste Moiss quenos sac de Egipto.

7,41 Y fabricaron en aquellos das un becerro, ofrecieron sacrificios al dolo y festejaron la obra de susmanos.7,42 Dios, pues, se apart de ellos y dej que adoraran a los astros del cielo, como est escrito en el Libro

de los profetas: Me ofrecieron acaso vctimas y sacrificios durante cuarenta aos en el desierto,pueblo de Israel?

7,43 Ms bien llevaban la tienda de Moloc y la estrella del dios Refn, imgenes que fabricaron paraadorarlas; por esto yo los desterrar ms all de Babilonia.

7,44 Nuestros padres tenan en el desierto la Tienda del Testimonio como haba ordenado Dios cuandodijo a Moiss que la fabricara segn el modelo que haba visto;

7,45 nuestros padres la recibieron e introdujeron bajo el mando de Josu en la tierra conquistada a lospaganos, a quienes Dios expuls delante de ellos. La guardaron hasta los das de David,

7,46 el cual agrad a Dios y le pidi como un favor construir una Casa para el Dios de Jacob.7,47 Sin embargo, fue Salomn quien edific ese templ.7,48 +En realidad, el Altsimo no vive en casas hechas por mano de hombres; como dice el profeta:7,49 El cielo es mi trono, y la tierra el apoyo de mis pies. Qu casa me van a edificar?, dice el Seor.

Cul ser el lugar de mi descanso?

7,50 No fui yo quien hice todas estas cosas?7,51 Ustedes, sin embargo, duros de cabeza, endurecieron su corazn y cerraron sus odos; siempre se

resisten al Espritu Santo, igual que sus padres.7,52 A qu profeta no persiguieron sus padres? Ellos mataron a los que anunciaban la venida del Justo,

pero ustedes ahora lo traicionaron y asesinaron.7,53 Ustedes que recibieron la Ley por medio de ngeles y no la cumplieron.7,54 A1 or este reproche se enfurecieron; rechinaban los dientes, contra Esteban.7,55 El lleno del Espritu Santo, fij sus ojos en el cielo, vio la Gloria de Dios y a Jess a su derecha y

declar:7,56 Veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre a la derecha de Dios.7,57 Pero ellos, con grandes gritos, se taparon los odos y todos juntos se lanzaron contra l; lo sacaron

fuera de la ciudad para apedrearlo,7,58 y los testigos dejaron sus ropas a los pies de un joven llamado Saulo.7,59 Mientras lo apedreaban, Esteban oraba as. Seor Jess, recibe mi espritu.7,60 Despus se arrodill y dijo en alta voz: Seor, no les tomes en cuenta este pecado. Y, diciendo

esto, muri.

8,1 +Saulo aprobaba entonces aquella muerte. Ese da se desencaden una gran persecucin contra laIglesia de Jerusaln. Todos, excepto los apstoles, se dispersaron por las regiones de Judea ySamaria.

8,2 Unos hombres piadosos enterraron a Esteban e hicieron por l gran duelo.8,3 Mientras tanto, Saulo haca destrozos en la Iglesia, entraba a las casas; llevaba a la fuerza hombres y

mujeres y los meta en la crcel.

Felipe anuncia la Palabra en Samaria

8,4 +Al mismo tiempo, los que se haban dispersado iban de un lugar a otro anunciando la Palabra.8,5 Felipe por su cuenta fue a una ciudad de Samaria, donde empez a predicar a Cristo.8,6 Toda la gente se interes por la predicacin de Felipe. Iban a orlo y a ver los prodigios que

realizaba;8,7 pues de muchos endemoniados salan los espritus malos dando gritos, y numerosos paralticos y

cojos quedaron sanos,8,8 de tal modo que hubo una gran alegra en aquella ciudad.

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El mago Simn

8,9 +Desde haca tiempo, haba en la ciudad un hombre llamado Simn que practicaba la magia. Tenaimpresionada a la gente de Samaria y se haca pasar por un gran personaje.

8,10 Todos, chicos y grandes, estaban pendientes de l y decan: Este es al que llaman Gran poder deDios.

8,11 Y lo seguan, porque desde tiempo atrs los tena maravillados con sus artes mgicas.8,12 Pero, cuando creyeron a Felipe, que anunciaba la Buena Nueva del Reino de Dios y el Nombre deJesucristo, empezaron a bautizarse hombres y mujeres.

8,13 Hasta Simn crey y, una vez bautizado, no se separaba de Felipe: estaba asombrado al ver lasseales milagrosas y extraordinarios prodigios que realizaba ste.

8,14 En Jerusaln los apstoles supieron que los samaritanos haban aceptado la Palabra de Dios, y lesmandaron a Pedro y Juan.

8,15 Estos vinieron y oraron por ellos para que recibieran el Espritu Santo;8,16 que todava no haba bajado sobre ninguno de ellos; y slo estaban bautizados en el Nombre del

Seor Jess.8,17 Les impusieron las manos y recibieron el Espritu Santo.8,18 Al ver Simn que, con la imposicin d las manos de los apstoles; se transmita elEspritu Santo,

les ofreci dinero8,19 y dijo:Denme a m tambin este poder, de modo que a quien imponga las manos reciba el Espritu

Santo.8,20 Pedro le contest: Desaparece t junto con tu dinero, pues has pensado que el Don de Dios se

compra con dinero.8,21 Este poder no es para ti ni te corresponde, ya que no entiendes las cosas de Dios.8,22 Arrepintete de esa tu maldad y ruega al Seor para que perdone tus errores,8,23 porque te veo lleno de hiel amarga y que te atan lazos de maldad.8,24 Simn respondi: Rueguen ustedes al Seor por m, para que no me alcancen estas maldiciones.8,25 Pedro y Juan dieron testimonio y predicaron la palabra del Seor; luego se volvieron a Jerusaln,

evangelizando por muchos pueblos de Samaria.

Felipe y el etope

8,26 +El ngel del Seor habl a Felipe diciendo: Vete a la carretera del sur, baja de Jerusaln a Gaza, el

camin del desierto.8,27 Se puso en camino y se encontr con un etope, funcionario del palacio de Candac, reina de

Etiopa, administrador de todos sus bienes. Haba venido a Jerusaln a rendir culto a Dios8,28 y regresaba sentado en su coche, leyendo al profeta Isaas.8,29 El Espritu dijo a Felipe: Adelntate y nete a se coche.8,30 Felipe corri hasta l, lo oy leer al profeta Isaas y le pregunt: Entiendes lo que lees?8,31 El etope contest: Si nadie me explica, cmo voy a entender? E invit a Felipe a subir y a

sentarse junto a l.8,32 El pasaje de la Escritura que iba leyendo era ste:

Como una oveja fue llevado al matadero; como un cordero mudo ante el que lo trasquila, as l noabri su boca.

8,33 Lo humillaron y le negaron todo derecho; quin podr hablar de su descendencia? Porque su vidafue arrancada de la tierra..

8,34 El etope pregunt a Felipe: Dime, por favor, a quin se refiere el profeta al decir esto? A smismo o bien a otro?.8,35 Felipe entonces, partiendo de este texto de la Escritura, le anunci a Jess.8,36 Siguiendo el camino llegaron a un lugar donde haba agua. El etope dijo: Aqu hay agua. Por qu

no sera yo bautizado?

8,37 Y dijo Felipe: Si crees con todo tu corazn, se puede. l contest: Creo que Jesucristo es el Hijode Dios.

8,38 Entonces hizo parar su coche y bajaron ambos al .agua. Felipe bautiz al funcionario.8,39 Cuando salieron del agua, el Espritu del Seor arrebat a Felipe; el otro no lo vio ms y sigui

entonces su camino muy alegre.

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8,40 Felipe se encontr en Azoto y se fue a evangelizar todas las ciudades hasta llegar a Cesarea.

Saulo encuentra a Cristo9,1 +Saulo todava proyectaba violencias y muerte contra los discpulos del Seor; se present al Sumo

Sacerdote9,2 y le pidi documentos dirigidos a las sinagogas de Damasco, que lo autorizaran para llevar presos a

Jerusaln a cuantos encontrara, hombres o mujeres, que fueran del Camino.9,3 Pero, mientras se diriga a Damasco, cuando ya estaba cerca, de repente lo rode una luz que venadel cielo.

9,4 Cay al suelo y oy una voz que le deca: Saulo, Saulo; por qu me persigues?9,5 El pregunt: Quin eres, Seor? Y la voz: Yo soy Jess, a quien t persigues;9,6 levntate y entra en la ciudad, all se te dir lo que debes hacer.9,7 Los hombres que lo acompaaban se haban detenido, atnitos, pues oyeron lavoz, pero no vieron a

nadie.9,8 Saulo se levant del suelo, y aunque tena los ojosabiertos, no vea nada. Lo tomaron de la mano y

lo llevaron a Damasco.9,9 Estaba ciego y permaneci tres das sin comer ni beber nada.9,10 Viva en Damasco un discpulo llamado Ananas, a quien el Seor llam en una visin: Ananas!

El respondi: Aqu estoy, Seor.9,11 Y el Seor le dijo: Anda a la calle llamada Recta y pregunta en la casa de Judas por un hombre

llamado Saulo, de Tarso, que est orando.9,12 Y acaba de tener una visin en que un varn llamado Ananas entraba y le impona las manos para

que recobrara la vista.9,13 Entonces Ananas le respondi: Seor, he odo a muchos hablar de los males que este hombre ha

causado a tus santos en Jerusaln9,14 y que ahora tiene poder de los jefes de los sacerdotes para tornar presos a todos los que invocan tu

Nombre9,15 El Seor le contest: Anda, pues este hombre me ser un instrumento valioso y dar a conocer mi

Nombre, tanto a los paganos y a sus reyes como al pueblo de Israel.9,16 Yo le mostrar todo lo que tendr que sufrir por mi Nombre.9,17 Fue Ananas, entr en la casa, le impuso las manos y le dijo: Hermano Saulo, el Seor Jess, que

se te apareci en el camino por donde venas, me ha enviado para que recobres la vista y quedeslleno del Espritu Santo.

9,18 Al instante, fue como si se le cayeran escamas de los ojos, ypudo ver. Se levant y fue bautizado;9,19 comi y recobr las fuerzas.

+Saulo permaneci algunos das con los discpulos de Damasco9,20 y muy pronto se puso a predicar en las sinagogas que Jess es el Hijo de Dios.9,21 Todos los que lo oan quedaban maravillados y decan: No es ste el que, en Jerusaln, persegua

a muerte a los que invocaban el Nombre de Jess? Y no vino aqu para llevarlos presos ante losjefes de los sacerdotes?

9,22 Pero Saulo se fortaleca cada vez ms y confunda a los judos de Damasco, Demostrndoles queJess es el Mesas.

9,23 Pasado cierto tiempo, los judos decidieron matarlo.9,24 Saulo supo esta determinacin: hasta vigilaban las puertas da y noche para poder matarlo.9,25 Pero sus discpulos lo descolgaron de noche por la muralla dentro de un canasto.9,26 Llegado a Jerusaln, intent juntarse con los discpulos, pero todos le tenan miedo porqu no crean

que fuese discpulo.9,27 Entonces Bemab lo tom consigo, lo present a los apstoles y les cont que Saulo haba visto alSeor en el camino, lo que le haba hablado y cmo en Damasco haba predicado valientemente conel auxilio de Jess.

9,28 Y empez a convivir con ellos en Jerusaln, predicando con valenta con el auxilio del Seor.9,29 Tambin hablaba y discuta con los helenistas; stos proyectaron matarlo,9,30 pero los hermanos se enteraron, lo llevaron a Cesarea y de all lo enviaron a Tarso.

Pedro visita las Iglesias

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9,31 +La Iglesia, pues, gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaria; se afirmaba viva en el temor delSeor y aumentaba en nmero con la ayuda del Espritu Santo.

9,32 Pedro, que recorra todos los lugares, visit tambin a los santos que vivan en Lida.9,33 All encontr a un tal Eneas; que estaba paraltico y desde haca ocho aos yaca en una camilla.9,34 Pedro le dijo: Eneas, Jesucristo te sana; levntate y arregla tu cama. Inmediatamente se levant.9,35 Todos los habitantes de Lida y Sarn fueron testigos y se volvieron hacia el Seor:

9,36 En Joppe haba una discpula llamada Tabit, que significa Gacela. Era rica en buenas obras y no sepodan contar sus limosnas.9,37 En sos das se enferm y muri. Una vez qu lavaron su cuerpo, la pusieron en el piso superior de

la casa.9,38 Corno Lida est cerca de Joppe los discpulos, al saber que Pedro estaba all, mandaron a dos

hombres con este recado: Ven a nosotros cuanto antes.9,38 Pedro fue en seguida con ellos. Apenas lleg, lo hicieron subir al piso superior; all estaban las

viudas que lloraban y mostraban las tnicas y mantos que Tabit hizo cuando viva con ellas.9,40 Pedro las hizo salir a todas y se hinc de rodillas para orar, luego se volvi al cadver y dijo:

Tabit, levntate.9,41 Ella abri sus ojos y, al ver a Pedro, se sent. l le dio la mano y la ayud a levantarse. Luego llam

a los santos y a las viudas y se la present viva.9,42 Todo Joppe lo supo y muchos creyeron en el Seor.9,43 Lo que es Pedro, permaneci bastante tiempo en Joppe, en casa de un curtidor llamado Simn.

Pedro bautiza a Cornelio

10,1 +Viva en la ciudad de Cesarea un hombre llamado Corneljo, que era capitn del batalln llamado elItlico.

10,2 l era piadoso y junto con toda su familia era de los que temen a Dios. Daba muchas limosnas alpueblo y oraba constantemente.

10,3 Alrededor de las tres de la tarde tuvo una visin en la cual vio claramente a un ngel de Dios que seacercaba y le deca: Cornelio.

10,4 l lo mir fijamente y, lleno de miedo, pregunt: Qu pasa, Seor? Le respondi: Tusoraciones y tus limosnas han llegado a la presencia de Dios y hablan en tu favor.

10,5 Ahora manda a unos hombres a Joppe para que traigan a un tal Simn, llamado Pedro,10,6 que est alojado en casa del curtidor Simn, que vive cerca del mar.

10,7 Cuando desapareci el ngel que le hablaba, Cornelio llam a dos criados y a un soldado piadoso,de su confianza

10,8 y, despus de contarles todo, los mand a Joppe.10,9 Al da siguiente, mientras ellos llegaban ya cerca de la ciudad, Pedro subi cerca del medio da a la

azotea para orar.10,10 Tuvo hambre y quiso comer, pero mientras le preparaban la comida, tuvo un xtasis.10,11 Vio el cielo abierto y una cosa extraa, algo como un mantel inmenso que bajaba del cielo y cuyas

cuatro puntas se posaban sobre el suelo.10,12 Dentro haba toda clase de animales, tanto de la tierra como del cielo: cuadrpedos, reptiles y aves.10,13 Y una voz le dijo: Pedro, levntate, mata y come.10,14 Pedro contest: De ninguna manera, Seor; nunca he comido algo profano o impuro:10,15 La voz le dijo por segunda vez: Lo que Dios ha purificado, t no lo llames impuro.10,16 Esto se repiti tres veces y, despus, la cosa aquella fue levantada hacia el cielo.

10,17 Pedro se qued desconcertado, pensando qu significara la visin que haba tenido. Pero, en esemomento, los hombres enviados por Cornelio, que venan preguntando por la familia de Simn, sepresentaron en la puerta.

10,18 Llamaron y preguntaron si se alojaba all Simn, llamado Pedro.10,19 Entonces, como Pedro segua recapacitando sobre la visin, el Espritu le dijo: Tres hombres te

vienen a buscar;10,20 baja y anda con ellos sin vacilar, porque los he mandado yo.10,21 Pedro baj donde ellos y les dijo: Yo soy el que buscan, cul es el motivo que los trae aqu?

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10,22 Ellos respondieron: El capitn Cornelio, hombre bueno de los que temen a Dios, y a quien estimantodos los judos, recibi de un santo ngel la orden de hacerte llamar a su casa para escuchar lo quet digas.

10,23 Entonces los hizo pasar y les dio alojamiento.Al da siguiente parti con ellos y lo acompaaron algunos hermanos de Joppe.

10,24 Al otro da lleg a Cesarea. Comelio, que los esperaba, haba reunido a sus parientes y amigos

ntimos.10,25 Cuando Pedro entr, Cornelio le sali al encuentro y cay a sus pies con mucho respeto.10,26 Pero Pedro lo levant y le dijo: Levntate, que tambin yo soy hombre.10,27 Convers con l, entr, y viendo a todas esas personas reunidas10,28 les dijo: Ustedes saben que a un judo su religin le prohibe juntarse con un extranjero o entrar en

su casa; a m, sin embargo, Dios me ha enseado que no se debe considerar manchado o impuro aningn hombre.

10,29 Por eso, apenas me llamaron vine sin vacilar. Les pregunto, pues, por qu razn me mandaronllamar?

10,30 Cornelio respondi: Hace cuatro das, a esta misma hora, estaba yo en mi casa haciendo la oracinque corresponde a las tres de la tarde, cuando se present delante de m un hombre con ropas muy

brillantes que me dijo:10,31 Cornelio, tu oracin ha sido oda, y Dios se ha acordado de tus limosnas;10,32 manda; pues, mensajeros a Joppe y haz venir a Simn, llamado Pedro, que se hospeda en casa del

curtidor Simn, cerca del mar. En seguida te mand buscar y t me has hecho el favor de venir.10,33 Ahora, todos nosotros estamos a tus rdenes, dispuestos a escuchar todo lo que el Seor te ha

ordenado.10,34 Entonces Pedro tom la palabra y dijo: Verdaderamente reconozco que Dios no a hace diferencia

entre las personas,10,35 sino que acepta a todo el que lo honra y obra justamente, sea cual sea su raza.10,36 l ha enviado su palabra a los hijos de Israel, ofrecindoles la paz por medio de Jesucristo, que es el

Seor de todos.10,37 Ustedes saben lo sucedido en toda Judea, comenzando por Galilea, despus del bautismo que Juan

predic:10,38 cmo Dios consagr a Jess de Nazaret con el Espritu Santo, comunicndole su poder. Este pas

haciendo el bien y sanando a cuntos estaban dominados por el diablo, porque Dios estaba con l.10,39 Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la provincia de los judos e incluso en Jerusaln. Al

final ellos lo mataron colgndolo de un madero.10,40 Pero Dios lo resucit al tercer da y le concedi que se dejara ver10,41 no por todo el pueblo, sino por los testigos que Dios haba escogido de antemano, a nosotros, qu

comimos y bebimos con l despus que resucit de entre los muertos.10,42 Y nos mand a predicar al pueblo y a dar testimonio de que l fue puesto por Dios como juez de

vivos y muertos.10,43 A l se refieren todos los profetas, al decir que quien cree en l recibe por su Nombre el perdn de

los pecados.10,44 Todava estaba Pedro hablando en esta forma cuando el Espritu Santo baj sobre todos los que

escuchaban la Palabra.10,45 Y los creyentes de origen judo que haban venido con Pedro quedaron atnitos: Cmo! Dios

regala y derrama el Espritu Santo sobre los no judos!10,46 Y era pura verdad: los oan hablar en lenguas y alabar a Dios.

10,47 Entonces Pedro tom la palabra y dijo: Quin podra negar el agua del bautismo a quienes hanrecibido el Espritu Santo igual que nosotros?10,48 Y mand bautizarlos en el Nombre de Jesucristo. Luego le pidieron que se quedara algunos das con

ellos.

Pedro tiene que justificarse

11,1 +Los apstoles y los hermanos que vivan en Judea oyeron que tambin los no judos habanaceptado la Palabra de Dios.

11,2 Cuando Pedro subi a Jerusaln; los creyentes judos comenzaron a discutir con l

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11,3 y le dijeron: Entraste en casa de algunos que no eran circuncisos y comiste con ellos:11,4 Entonces Pedro se puso a explicarles los hechos punto por punto, diciendo:11,5 Estaba yo haciendo oracin en la ciudad de Joppe cuando tuve un xtasis: Vi una cosa parecida a

un mantel que bajaba del cielo y lleg hasta m, descansando sobre sus cuatro puntas.11,6 Lo mir atentamente y vi en l cuadrpedos de la tierra, bestias del campo, reptiles y aves del cielo.11,7 O tambin una voz que me deca: Pedro, levntate, mata y come.

11,8 Yo contest: De ninguna manera, Seor, nunca he comido algo profano o impuro.11,9 La voz me dijo por segunda vez: Lo que Dios ha purificado, t no lo llames impuro.11,10 Esto se repiti tres veces y despus fue levantado hacia el cielo.11,11 En ese momento se presentaron a la casa en que estbamos tres hombres enviados desde Cesarea en

mi busca.11,12 Y el espritu me dijo que los siguiera sin vacilar. Me acompaaron estos seis hermanos y entramos a

la casa de aquel hombre.11,13 l nos cont cmo haba visto un ngel que se present en su casa y le dijo: Manda a buscar a

Joppe a Simn, llamado Pedro.11,14 l te dar el mensaje por el que te salves t y toda tu familia.11,15 Apenas haba comenzado yo a hablar, cuando el Espritu Santo baj sobre ellos, como haba bajado

al principio sobre nosotros.11,16 Entonces me acord de las palabras del Seor que dijo: Juan bautiz con agua, pero ustedes sern

bautizados en el Espritu Santo.

11,17 Si ellos crean en el Seor Jesucristo y Dios les comunicaba lo mismo que a nosotros, quin era yopara oponerme a Dios?

11,18 Cuando oyeron esto, se tranquilizaron y alabaron a Dios, diciendo: Tambin a los que no sonjudos Dios les concede esta conversin que lleva a la vida.

Los principios de la Iglesia de Antioqua

11,19 Los que se haban dispersado a raz de la persecucin que sigui a la muerte de Esteban, recorrieronhasta Fenicia, la isla de Chipre y la ciudad de Antioqua, aunque slo predicaban a los judos.

11,20 Sin embargo, haba entre ellos algunos hombres de Chipre yde Cirene que, al llegar a Antioqua,predicaron tambin a los griegos y les anunciaron la buena nueva del Seor Jess.

11,21 La mano del Seor estaba con ellos, y fueron numerosos los que creyeron y se volvieron hacia elSeor.

11,22 Esta noticia lleg a odos de la Iglesia de Jerusaln y mandaron a Bernab a Antioqua.11,23 Cuando lleg yvio la gracia de Dios, se alegr y los anim a permanecer fieles al Seor confirme corazn,

11,24 pues era un hombre bueno, lleno de fe y Espritu Santo. As una enorme multitud conoci al Seor.11,25 Bemab sali para Tarso en busca de Saulo.11,26 Lo encontr y lo llev consigo a Antioqua. En esta Iglesia estuvieron los dos un ao entero y

ensearon la doctrina cristiana a mucha gente. En Antioqua fue donde por primera vez losdiscpulos recibieron el nombre de cristianos.

11,27 +En esos das bajaron unos profetas de Jerusaln a Antioqua.11,28 Uno de ellos; llamado Agabo, movido por el Espritu, anunci que vendra una gran hambruna que

afectara todos los pases. Se refera al hambre que sobrevino en tiempo del emperador Claudio.11,29 Entonces los discpulos decidieron mandar ayuda, cada uno segn sus posibilidades, a los hermanos

que vivan en Judea.

11,30 As lo hicieron y la enviaron a los presbteros por intermedio de Saulo y Bemab.

Muerte de Santiago. Liberacin milagrosa de Pedro

12,1 +El rey Herodes decidi maltratar algunos miembros de la Iglesia.12,2 Hizo matar a espada a Santiago, hermano de Juan, y, al ver que esto gustaba a los judos, mand

detener tambin a Pedro. Eran los das de la fiesta de los Panes zimos.12,4 Despus de detenerlo, lo meti en la crcel, ponindolo bajo la vigilancia de cuatro grupos de cuatro

soldados cada uno. Su intencin era presentarlo al pueblo despus de la Pascua.12,5 Y, mientras Pedro era vigilado en la crcel, la Iglesia no cesaba de orar insistentemente por l.

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12,6 Herodes, pues, iba a hacerlo comparecer y, esa noche, Pedro dorma entre dos soldados, atado condos cadenas; otros guardias vigilaban ante la puerta de la crcel.

12,7 De repente, se present el ngel del Seor y la celda se llen de luz. El ngel toc a Pedro en elcostado, lo despert y le dijo: Levntate, rpido, y las cadenas cayeron de sus manos.

12,8 Entonces el ngel le orden: Asegrate bien el cinturn y colcate las sandalias. As lo hizo. Y elngel agreg: Ponte tu manto y sgueme.

12,9 Pedro sali tras l. No hubiera podido afirmar que lo que haca el ngel era realidad; todo esto lepareca un sueo.12,10 Pasaron la primera y la segunda guardia, y llegaron a la puerta de hierro que daba a la calle, la cual

se les abri sola. Salieron y anduvieron por una calle y, de repente, el ngel se alej de l.12,11 Pedro volvi en si y dijo: Ahora me doy cuenta que el Seor envi realmente a su ngel para

librarme de las manos de Herodes y de todo lo que proyectaban los judos.12,12 Entonces se orient y fue a la casa de Mara, madre de Juan, llamado tambin Marcos, donde

muchos se haban reunido para orar.12,13 Golpe a la puerta de la calle y una empleada llamada Rode sali a abrirle.12,14 Esta reconoci la voz de Pedro, pero, de pura alegra no abri la puerta, sino que entr corriendo a

contar que Pedro estaba en la puerta.12,15 Ellos le contestaron: Eres loca! Y como insista ella, pensaban: Ser su ngel.12,16 Pedro, entre tanto, segua llamando. Cuando abrieron, vieron que era l y quedaron sin palabras.12,17 Les hizo seas con la mano para que guardaran silencio y les cont cmo el Seor lo haba sacado

de la crcel. Y les dijo: Cuenten esto a Santiago y a los hermanos. Luego sali y se fue a otrolugar.

12,18 Cuando amaneci, no fue poco el alboroto entre los soldados: Qu haba pasado con Pedro?12,19 Herodes orden buscarlo y, como no lo encontraron, hizo procesar y ejecutar a los guardias.

Despus, baj de Judea a Cesarea y se qued all.

Muerte de ese Herodes

12,20 En ese entonces Herodes estaba enojado con los ciudadanos de Tiro y Sidn. Estos, de comnacuerdo, se presentaron ante l y, despus de ganarse a Blasto, tesorero del rey, pidieron la paz, yaque su pas reciba el alimento del territorio del rey.

12,21 El da fijado, Herodes, con traje real, se sent en su trono y les dirigi la palabra.12,22 Delante de l, el pueblo clamaba: El que habla es un Dios, no un hombre!

12,23 En ese mismo instante lo hiri el ngel del Seor porque no haba devuelto a Dios el honor, y muricarcomido por los gusanos.

Pablo es enviado por la Iglesia

12,24 +La Palabra de Dios iba creciendo y se difunda.12,25 Bemab y Saulo, terminada su misin, volvieron a Jerusaln llevando consigo a Juan, por

sobrenombre Marcos.

13,1 En Antioqua, en la Iglesia que ah estaba, haba profetas y maestros: Bernab, Simen llamado elNegro, Lucio el cirenense, Manahem, que se haba criado con Herodes, y Saulo.

13,2 Mientras celebraban el culto del Seor y ayunaban, el Espritu Santo les dijo: Seprenme a Bemaby a Saulo, y envenlos a realizar la misin a que los he llamado.

13,3 Ayunaron, pues, e hicieron oraciones, les impusieron las manos y los enviaron.

Primera misin de Pablo

13,4 +Entonces ellos, enviados por el Espritu Santo, bajaron a Seleucia y de all navegaron hasta la islade Chipre.

13,5 Llegados a Salamina, anunciaron la Palabra de Dios en las sinagogas de los judos, teniendo a Juancomo ayudante.

13,6 Atravesaron toda la Isla hasta Pafos y encontraron a un mago y falso profeta judo, llamado Bar-Jess,

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13,7 que viva al lado del gobernador Sergio Paulo, hombre de buen criterio. Este mand llamar a Bemab y Saulo, ya que deseaba escuchar la Palabra de Dios.

13,8 Pero se les opuso el Elimas, el Mago, el cual trataba de apartar de la fe al gobernador.13,9 Entonces Saulo, tambin llamado Pablo, lleno del Espritu Santo, fij sus ojos en l y dijo: T, hijo

del diablo, lleno de engao y de maldad, enemigo de todo bien, cundo terminars de torcer losrectos caminos del Seor?

13,11 Ahora la mano del Seor va a caer sobre ti. Quedars ciego y por algn tiempo no vers la luz delsol. Al instante lo envolvieron oscuridad y tinieblas. Y andaba a tientas en busca de alguien que ledierala mano.

13,12 El gobernador fue testigo del hecho y crey, pues la doctrina del Seor lo impresionaba muchsimo.

Pablo en la capital de Pisidia

13,13 Pablo y sus compaeros navegaron desde Pafos hasta Perge de Panfilia. Ah Juan se separ de ellosy regres a Jerusaln

13,14 mientras que ellos, partiendo de Perge, llegaban hasta Antioqua de Pisidia. El sbado entraron en lasinagoga y se sentaron.

13,15 Despus de la lectura de la Ley y los Profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a decir:Hermanos, si tienen una palabra de aliento para los presentes, hablen.

13,16 Pablo, pues, se levant, hizo seal con la mano y dijo:Hijos de Israel y tambin ustedes que temen a Dios, escuchen:

13,17 El Dios de Israel, nuestro pueblo, eligi a nuestros padres y, despus que hizo prosperar a sus hijosdurante su permanencia en Egipto, los sac de all triunfalmente.

13,18 Durante unos cuarenta aos los aliment en el desierto.13,19 Y, despus de destruir siete naciones en la tierra de Canan,13,20 les dio en herencia su tierra, al cabo de unos cuatrocientos cincuenta aos. Despus les dio Jueces

hasta el profeta Samuel.13,21 Entonces pidieron un rey y Dios les dio a Sal, hijo de Cis, de la tribu de Benjamn, que rein

cuarenta aos.13,22 Pero despus Dios rechaz a ste y les dio por rey a David, de quien dio este testimonio:Encontr a

David, fjo de Jes, un hombre a mi gusto, que actuar en todo segn mis planes.13,23 Ahora bien, de la familia de David, Dios ha hecho salir un Salvador para Israel, como lo haba

prometido, se es Jess.

13,24 Antes que se manifestara, Juan proclam a todo el pueblo de Israel un bautismo de conversin.13,25 Y, cuando Juan terminaba su carrera, deca: No soy lo que ustedes piensan, pero sepan que detrs

de m viene aquel a quien no soy digno de desatarle el calzado.13,26 Hermanos, hijos y descendientes de Abraham y tambin ustedes que temen a Dios: A nosotros nos

dirigi Dios este mensaje de salvacin.13,27 Bien es cierto que los habitantes de Jerusaln y sus jefes desconocieron a Jess.

Pero, al condenarlo, cumplieron las palabras de los profetas que se leen cada sbado.13,28 Aunque no encontraron en l ningn motivo para condenarlo a muerte, pidieron a Pilato que lo

hiciera morir13,29 y, cuando cumplieron todo lo que sobre l estaba escrito, lo bajaron de la cruz y lo pusieron en el

sepulcro.13,30 Pero Dios lo resucit de entre los muertos.13,31 Durante muchos das se apareci a los que haban subido con l desde Galilea a Jerusaln, los qu

ahora son sus testigos ante el pueblo.13,32 y nosotros les venimos a anunciar esta Buena Nueva. Eso mismo que Dios prometi a nuestrospadres,

13,33 lo ha cumplido con sus hijos, es decir, con nosotros, al resucitar a Jess, segn est escrito en losSalmos: T eres mi hjo, yo te he engendrado hoy

13,34 Y, al resucitarlo de entre los muertos, de manera que nunca ms pueda morir, Dios cumpli lo quehaba dicho: Les dar las cosas santas, las realidades verdaderas que reservaba para David.

13,35 Asimismo cumpli lo escrito en otro lugar:No permitirs que tu santo sufra la corrupcin.13,36 Bien saben que David, despus de haber servido durante su vida los designios de Dios, muri, se

reuni con sus padres y sufri la corrupcin.

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13,37 Otro, pues, es el que no sufre la corrupcin, y se es Jess, al que Dios resucit.13,38 Entonces, hermanos, les anunciamos que por l tendrn el perdn de los pecados y de todas esas

cosas de las cuales buscaron en vano ser liberados por la Ley de Moiss.13,39 Quien cree en ese Jess es liberado y perdonado de todo esto.13,40 Tengan, pues, cuidado de que no les pase lo que dijeron los profetas:13,41 Atiendan ustedes que desprecian, asmbrense y desaparezcan, porque voy a realizar en sus das

una obra que si se la contaran no la creeran. 13,42 Cuando Pablo y Bernab salieron de la sinagoga, les rogaron que les volvieran a hablar sobre estetema el sbado siguiente.

13,43 Y, terminada la reunin, muchos judos y de los que temen a Dios siguieron a Pablo y a Bernab;stos conversaban con ellos y los invitaban a no perder esta gracia de Dios.

13,44 El sbado siguiente se reuni casi toda la ciudad para escuchar a Pablo, que les habl del Seor enuna larga prdica.

13,45 Los judos, al ver tal gento se llenaron de envidia y se pusieron a contradecir con insultos lo quePablo deca.

13,46 Entonces Pablo y Bernab dijeron con firmeza: Ustedes eran los primeros a quienes debamosanunciar la Palabra de Dios. Pero si ustedes, ahora, la rechazan y se condenan a no recibir la vidaeterna, nosotros iremos a los que no son judos,

13,47 porque as nos orden el Seor: Te puse como luz de las naciones, para que lleves la salvacinhasta los extremos del mundo.

13,48 Los que no eran judos se alegraron con estas palabras y comenzaron a alabar el mensaje del Seor,y creyeron todos los que estaban dispuestos para la vida eterna.

13,49 Mientras tanto la Palabra de Dios se difunda por toda la regin.13,50 Losjudos entonces incitaron a mujeres distinguidas de entre las que teman a Dios y tambin a los

hombres importantes de la ciudad; organizaron una persecucin contra Pablo y Bernab y lograronque los echaran de su territorio.

13,51 Estos sacudieron el polvo de sus pies, como protesta contra ellos, y se fueron a la ciudad de Iconio,13,52 dejando a los discpulos llenos de gozo y Espritu Santo.

En Iconio

14,1 +En Iconio pas lo mismo. Pablo y Bernab entraron en la sinagoga de los judos y hablaron de talmanera que un gran nmero de judos y de griegos creyeron.

14,2 Pero los judos que se negaron a creer excitaron a los paganos y los indispusieron contra loshermanos.

14,3 A pesar de todo, Pablo y Bernab permanecieron bastante tiempo all. Predicaban sin miedo,confiados en el Seor que confirmaba las palabras portadoras de su gracia con los prodigios ymilagros que les conceda realizar.

14,4 La gente de la ciudad se dividi: unos estaban a favor de los judos, y otros, a favor de dosapstoles.

14,5 Un grupo compuesto de paganos y judos, con sus jefes al frente, se prepar para atacar a losapstoles y apedrearlos.

14,6 Ellos, al enterarse, huyeron a las ciudades de Licaonia: Listra, Derbe y sus alrededores.14,7 All se pusieron a anunciar la Buena Nueva.

En Listra y Derbe

Pablo y Bemab estuvieron buen tiempo en Listra.14,8 En esa ciudad haba un hombre con los pies tullidos, cojo de nacimiento, que nunca haba caminado.14,9 Un da, como escuchaba el discurso de Pablo, ste fij en l su mirada y descubri que este hombre

tena fe para ser sanado. Le dijo entonces en voz alta- Ponte de pie. El otro dio un salto y empeza caminar.

14,11 La gente; al ver lo que Pablo haba hecho comenz a gritar. Decan en el idioma licaonio: Losdioses han tomado forma de hombres para bajar hasta nosotros.

14,12 A Bernab lo llamaban Jpiter y a Pablo Herms, porque era el que predicaba.

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14,13 El sacerdote del templo de Jpiter, que estaba a la entrada de la ciudad, trajo toros y guirnaldas hastalas puertas y, de comn acuerdo con la muchedumbre, quera ofrecrselos en sacrificio.

14,14 Pero, cuando Bernab y Pablo se enteraron, rasgaron sus ropas indignados y se metieron en mediode la gente gritando:

14,15 Amigos! Por qu hacen esto? Nosotros tambin somos hombres mortales, igual que ustedes, y lespredicamos que abandonen estos dolos y se conviertan al Dios vivo, que hizo el cielo, la tierra, el

mar y cuanto hay en ellos.14,16 l permiti en las generaciones pasadas que cada nacin siguiera su propio camino;14,17 aunque nunca ha dejado de manifestarse ni de derramar sus beneficios. Desde el cielo manda las llu-

vias y cosechas a su tiempo, dando el alimento y llenando de alegra los corazones.14,18 Aun con estas palabras, difcilmente consiguieron que el pueblo no les ofreciera un sacrificio, sinoque volvieran cada uno a su casa.14,19 Como se quedaran ah algn tiempo para ensearlos, algunos judos vinieron de Antioqua a Iconio

para rebatir a Bernab y Pablo. Y persuadieron al pueblo que les dieran la espalda, afirmando quetodo esto era mentira. Al final apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, convencidosde que estaba muerto.

14,20 Pero, cuando sus discpulos se reunieron en torno a l, se levant y entr a la ciudad. Al dasiguiente, sali con Bernab hacia Derbe.

Vuelven a Antioqua

14,21 +Despus de haber evangelizado esta ciudad donde hicieron muchos discpulos, volvieron a Listra, ydespus a Iconio y Antioqua.

14,22 Animaban a los discpulos y los invitaban a perseverar en la fe; les decan: Es necesario quepasemos por muchas pruebas para entrar en el Reino de Dios.

14,23 En cada Iglesia designaron presbteros y, despus de orar y ayunar, los encomendaron al Seor enquien haban credo.

14,24 Atravesaron la provincia de Pisidia y llegaron a la de Panfilia;14,25 predicaron la Palabra en la ciudad de Perge y arribaron a la costa de Atalia.14,26 De all navegaron hasta Antioqua, de donde haban partido encomendados a la gracia de Dios, para

la obra que acababan de realizar.14,27 A su llegada, reunieron a la Iglesia y se pusieron a contar todo lo que Dios haba hecho por medio

de ellos y cmo haba abierto la puerta de la fe a los pueblos paganos.

14,28 Y all permanecieron bastante tiempo con los discpulos.

Discusiones relativas a la ley de Moiss

15,1 +Algunos que haban llegada de Judea enseaban a los hermanos en la forma siguiente: Si no secircuncidan, de acuerdo a la ley de Moiss, no podrn salvarse.

15,2 Esto ocasion bastante agitacin, as como discusiones violentas de Pablo y Bernab contra ellos.Los de Antioqua decidieron que Pablo, Bernab y algunos de ellos subieran a Jerusaln para trataresta cuestin con los apstoles y los presbteros.

15,3 La Iglesia los encamin. Luego atravesaron Fenicia y Samaria, contando al pasar cmo seconvertan los no judos, lo que produjo gran alegra en todos los hermanos.

15,4 Al llegar a Jerusaln fueron recibidos por la Iglesia, porl os apstoles y los presbteros, a quienescontaron todo lo que Dios haba hecho por su intermedio.

15,5 Algunos del grupo de los fariseos que haban credo, intervinieron para decir que los que no eran deorigen judo deban circuncidarse y que era necesario mandarles que cumplieran la ley de Moiss.15,6 Se reunieron entonces los apstoles y los presbteros para tratar este asunto.15,7 Como la discusin se acaloraba, Pedro se levant y les dijo:

Hermanos, ustedes saben cmo Dios intervino entre ustedes mismos, desde los primerosmomentos. Quiso que los paganos escucharan de mis labios la predicacin del Evangelio y creyeran.

15,8 Y Dios, que conoce los corazones, se declar en favor de ellos, al comunicarles el Espritu Santoigual que a nosotros.

15,9 No ha hecho ninguna distincin entre nosotros y ellos, y con la fe purific sus corazones.15,10 Por qu, pues, ahora tientan a Dios? Por qu quieren poner sobre el cuello de los discpulos

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un yugo que ni nuestros padres ni nosotros mismos fuimos capaces de soportar?15,11 Creemos ms bien que la gracia del Seor Jess es la que nos ha salvado, del mismo modo que a

ellos.15,12 Toda la asamblea call, y escucharon a Bernab y a Pablo contar todos los prodigios y milagros que

Dios haba realizado por su intermedio entre los paganos.15,13 +Cuando terminaron de hablar, Santiago tom la palabra y dijo: Hermanos, escchenme:

15,14 Simn acaba de recordar cmo Dios, desde el primer momento, cuid de formarse un pueblo conhombres de pueblos paganos.15,15 Los profetas ya anunciaban este acontecimiento, pues est escrito:15,16 Despus de esto volver y construir, de nuevo la casa de David, cada al suelo. Reconstruir sus

ruinas, y la volver a levantar

15,17 para que todos los hombres busquen al Seor, todas esas naciones que fueron consagradas a miNombre.

15,18 As dice el Seor, que hoy realiza lo que desde siempre tena preparado.15,19 Por esto, yo considero que no debemos complicar la vida a las personas paganas que se conviertan a

Dios.15,20 Solamente escribirles que no coman , de lo que ha sido manchado por los dolos, que se abstengan

de las relaciones sexuales prohibidas, y que no coman ni los animales sin sangrar ni la sangre.15,21 En efecto, Moiss tiene desde mucho tiempo en cada ciudad sus predicadores y cada sbadorecuerdan sus leyes.

El decreto de Jerusaln

15,22 Entonces los apstoles y los presbteros, de acuerdo con toda la Iglesia, decidieron elegir a quienesenviaran a Antioqua con Pablo y Bernab. Los elegidos fueron Judas, llamado Barsabs y Silas,hombres eminentes entre los hermanos.

15,23 Con ellos mandaron esta carta: Los apstoles y los presbteros saludan a los hermanos de otrasrazas de Antioqua, Siria y Cilicia.

15,24 Nos enteramos que algunos de los nuestros los han inquietado con sus palabras, turbando susnimos. No les habamos dado ningn mandato.

15,25 Pero ahora, despus de convocar la asamblea, decidimos en forma unnime enviar algunos hastaustedes, junto con los queridos hermanos Bernab y Pablo,

15,26 quienes han consagrado sus vidas al servicio de nuestro Seor Jesucristo.

15,27 As, pues, les mandamos a Judas y Silas, que des dirn lo mismo personalmente.15,28 Fue el parecer del Espritu Santo, y el nuestro, no imponerles ninguna carga ms que estas cosas

necesarias:15,29 que no coman carnes sacrificadas a los dolos y se abstengan de todo lo qu no quieren que otros

hagan con ustedes. Observen esta norma dejndose guiar por el Espritu Santo. Adis.15,30 Despus de despedirse, fueron a Antioqua, reunieron a la asamblea y entregaron la carta.15,31 Cuando la leyeron, todos se alegraron con aquel mensaje consolador.15,32 Judas y Silas, que tambin eran profetas, dieron nimo y confortaron a los hermanos con un largo

discurso.15,33 Pasado algn tiempo, fueron despedidos en paz por los hermanos para que volvieran a los que los

haban mandado.15,34 Pero Silas prefiri quedarse con ellos y Judas volvi solo a Jerusaln.15,35 En cuanto a Pablo y Bernab, se quedaron en Antioqua enseando y anunciando la Palabra del

Seor, en compaa de muchos otros.

Segundo viaje de Pablo

15,36 +Pasados algunos das, dijo Pablo a Bernab: Volvamos para visitar a los hermanos, en todasaquellas ciudades donde hemos anunciado la Palabra del Seor, para ver cmo se encuentran.

15,37 Bernab quera llevar tambin con ellos a Juan, llamado Marcos.15,38 Pablo, en cambio, pensaba que no deban llevar junto a ellos al que se haba separado en Panfilia y

no los haba acompaado en su misin.

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15,39 Se produjo entonces gran desacuerdo entre ellos y acabaron por separarse el uno del otro. Bernabtom consigo a Marcos y se embarc rumbo a Chipre;

15,40 por su parte, Pablo eligi por compaero a Silas y parti encomendado por sus hermanos a laproteccin de Dios.

15,41 Recorri Siria y Cilicia, fortaleciendo las Iglesias y entregando las decisiones de los presbteros.

16,1

+

Lleg tambin a Derbe y Listra. All haba un discpulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judaque era creyente, y de padre de nacionalidad griega.16,2 Como los hermanos de Listra e Iconio daban buenas referencias de l,16,3 Pablo quiso tomarlo consigo. Lo tom e hizo sobre l el rito de la circuncisin a causa de los judos

que haba por aquellos lugares, pues todos saban que su padre era griego.16,4 Mientras pasaban por las ciudades, proclamaban con toda libertad al Seor Jesucristo y entregaban

las decisiones recin tomadas por los apstoles y presbteros en Jerusaln, para que las observaran.16,5 Las comunidades se fortalecan en la fe y crecan en nmero cada vez ms.16,6 Atravesaron Frigia y la regin de Galacia, pues el Espritu Santo les haba prohibido predicar la

Palabra de Dios en Asia.16,7 Estando cerca de Misia, intentaron dirigirse a Bitinia, pero no se lo consinti el Espritu de Jess.16,8 Atravesaron, pues, Misia y bajaron a Tros.16,9 +All, por la noche, Pablo tuvo una visin: un macedonio estaba de pie, suplicndole: pasa a

Macedonia y aydanos.16,10 Al despertar, nos cont su visin y comprendimos que el Seor nos llamaba para evangelizar a

Macedonia.

Pablo pasa a Europa

16,11 Nos embarcamos en Trade y navegamos directo a la isla de Samotracia; al da siguiente anclamosen Nepolis,

16,12 de all pasamos a Filipos, que es una de las principales ciudades de la Macedonia y que tienederechos de colonia romana. En esta ciudad nos detuvimos algunos das.

16,13 El sbado salimos a las afueras de la ciudad, junto al ro, donde Pablo supona que los judos sereunan para orar. Nos sentamos y empezamos a hablar con las mujeres que ah se reunan.

16,14 Entre ellas estaba una tal Lidia,. vendedora de colorantes para la ropa, que era de la ciudad de Ta-tira. Ella era de los que temen a Dios.

Mientras escuchaba, el Seor le abri e corazn para que tomara en serio las palabras de Pablo.16,15 Cuando ella y los de su familia recibieron el bautismo, suplic: Si me consideran fiel seguidora,

vengan, qudense en mi casa. Y nos oblig a ir.

Pablo arrestado en Filipos

16,16 +Sucedi que mientras bamos al lugar de oracin, sali a nuestro encuentro una muchacha quetenapoderes de adivina y que, sacando lasuerte, traa buena plata a sus amos.

16,17 Segua a Pablo y a nosotros, gritando: Estos hombres son siervos del Dios Altsimo y les anuncianel camino de la salvacin.

16,18 La muchacha hizo esto durante algunos das, hasta que Pablo se cans. Se dio vuelta y dijo alespritu: Por el Nombre de Jesucristo, te mando que salgas de ella. Y en el mismo instante elespritu sali.

16,19 Al ver sus amos que con ello se esfumaban sus ganancias, tomaron a Pablo y a Silas y losarrastraron hasta el tribunal.16,20 Los presentaron a los magistrados diciendo: Estos hombres alborotan nuestra ciudad,16,21 son judos y predican costumbres que nosotros no podemos aceptar ni practicar, por ser romanos.16,22 La gente se fue contra ellos. Los inspectores les hicieron arrancar la ropa y mandaron azotarlos.16,23 Despus de haberles dado muchos golpes, los echaron a la crcel y encargaron al carcelero que los

vigilara con todo cuidado.16,24 Este, al recibir la orden, los meti en el calabozo interior, y los amarr con cadenas por los pies al

piso del calabozo.

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Liberacin milagrosa

16,25 Hacia la media noche, Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios. Los dems presos losescuchaban.

16,26 De repente, se produjo un temblor tan fuerte que hasta los cimientos de la crcel se remecieron. Almomento se abrieron todas las puertas y se soltaron las cadenas de todos los presos.

16,27 Despert el carcelero y, al ver abiertas las puertas de la crcel, sac la espada para matarse,creyendo que los presos haban huido.16,28 Pero Pablo le grit: No te hagas dao, puesto que todos estamos aqu.16,29 El carcelero pidi luz, entr de un salto y tembloroso s arroj a los pies de Pablo y Silas, y despus

de encerrar cuidadosamente a los otros presos,16,30 los sacfuera y les dijo:Seores: qu debo hacer parra salvarme?16,31 Elloslerespondieron: Ten fe en el Seor Jess y te salvars t y tu familia.16,32 Y le anunciaron la Palabra del Seor a l y a todos los de su casa.16,33 Y en aquella misma hora, de noche, el carcelero los llev consigo, les lav las heridas, e

inmediatamente se hizo bautizar l con toda su familia.16,34 Los invit a su casa, les dio de comer y se alegr con los suyos por haber credo en Dios.16,35 Al amanecer, los magistrados enviaron a los inspectores a decir al carcelero: Deja en libertad a

esos hombres.16,36 El carcelero, pues, lo comunic a Pablo en esta forma: Los magistrados han mandado a decir que

los deje en libertad; salgan, pues, y vayan en paz.16,37 Pero Pablo le contest: A nosotros, ciudadanos romanos, nos azotaron pblicamente, nos metieron

en la crcel sin juzgarnos, y ahora nos libran a escondidas? Eso no; que vengan ellos a sacarnos.16,38 Los inspectores dijeron esto a los magistrados, que se asustaron al saber que Pablo y Silas eran

ciudadanos romanos.16,39 Entonces vinieron a la crcel acompaados por un buen grupo de sus amigos y los invitaron a que se

fueran. Decan: Cmo bamos a pensar que ustedes eran buena gente!. Y cuando Pablo y Silas sefueron, les encomendaron lo siguiente: Por favor, cuando estn afuera, no nos traigan problemas

por haberles hablado duramente.16,40 Pablo y Silas, al salir de la crcel, fueron a casa de Lidia, donde se encontraron con los hermanos. Y,

despus de darles nimo, se fueron.

Dificultades en Tesalnica

17,1 +Pasando por Anfpolis y Apolonia, llegaron a Tesalnica, donde los judos tenan una sinagoga.17,2 Pablo, segn su costumbre, entr a verlos, y durante tres sbados discuti con ellos. Partiendo de las

Escrituras17,3 les explicaba y probaba que el Mesas deba padecer y resucitar de entre los muertos. Y les deca:

El Mesas es ese Jess que yo les anuncio17,4 Algunos de ellos creyeron y se unieron a Pablo y Silas, como tambin gran nmero de gente de

nacionalidad griega que haban aceptado la fe de los judos entre ellos varias mujeres de la altasociedad.

17,5 Envidiosos de esto, los judos reunieron a unos cuantos vagos y maleantes, con los que armaron unmotn y alborotaron la ciudad. Se presentaron en casa de Jasn buscando a Pablo y Sils parallevarlos ante la Asamblea.

17,6 Como no los encontraron, arrastraron a Jasn y a algunos creyentes ante los magistrados de la

ciudad, gritando: Estos hombres que han revolucionado todo el mundo han llegado hasta aqu17,7 y ese Jasn los ha recibido en su casa. Todos ellos van contra los decretos del Csar y afirman quehay otro rey llamado Jess.

17,8 Con estos gritos impresionaron al pueblo y a los magistrados que los oan.17,9 Estos, entonces, exigieron una fianza de Jason y de los dems hermanos antes de dejarlos libres.17,10 Por la noche, los hermanos hicieron salir a Pablo y a Silas a la ciudad de Berea. Llegaron all y

entraron a la sinagoga de los judos.17,11 Estos eran mejores que los de Tesalnica y recibieron la Palabra de Dios con mucho inters.

Diariamente examinaban las Escrituras para comprobar lo dicho por Pablo.17,12 Muchos creyeron y, de entre los de nacionalidad griega, mujeres distinguidas y varios hombres.

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17,13 Pero, cuando los judos de Tesalnica supieron que tambin en Berea predicaba Pablo la Palabra deDios, fueron all para agitar el pueblo y crear disturbios.

17,14 Inmediatamente, los hermanos hicieron salir a Pablo hacia el mar, quedndose all Silas y Timoteo.17,15 Los que acompaaban a Pablo lo llevaron hasta la ciudad de Atenas y se volvieron con una orden

para Timoteo y Silas, que fueran cuanto antes a reunirse con

Pablo en Atenas.17,16 +Mientras Pablo los esperaba en Atenas, senta gran malestar al ver la ciudad llena de dolos.17,17 Pablo conversaba en la sinagoga con los judos y con los que temen a Dios, hablando tambin con

los que diariamente se encontraban en las plazas de la ciudad.17,18 Algunos filsofos, epicreos y estoicos entablaron conversacin con l, y algunos decan: Qu

querr decir este charlatn? Otros contestaban: parece ser un predicador de dioses extranjeros.Porque anunciaba a Jess y la Resurreccin.

17,19 Lo tomaron y lo llevaron a la sala del Arepago y le dijeron: Podemos saber cul es esta nuevadoctrina que t enseas?

17,20 T nos dices cosas bien raras y desearamos algunas explicaciones.17,21 Se sabe que todos los atenienses y los extranjeros que viven all, slo se preocupan de decir o

escuchar la ltima novedad.17,22 Pablo, entonces, de pie en medio de ellos, dijo: Hombres de Atenas, veo que son hombres

sumamente religiosos.17,23 Porque, al recorrer la ciudad y contemplar sus monumentos sagrados, he encontrado tambin un

altar en el que est grabada esta inscripcin: Al Dios desconocido. Ahora bien, lo que adoran sinconocer, vengo a anuncirselo.

17,24 El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en l, siendo Seor del Cielo y de la tierra, no vive ensantuarios fabricados por hombres.

17,25 Y su culto tampoco requiere objetos salidos de la mano del hombre, como si l necesitara algo. Puesl da a todos la vida, el aliento y todo lo dems.

17,26 De una misma sangre hizo toda la raza humana, para establecerla sobre toda la faz de la tierra, ydetermin el tiempo y los lmites del lugar donde cada pueblo haba de habitar.

17,27 Y quiso que buscaran por s mismos la verdad sobre Dios, a ver si lo descubran, aunque fuera atientas.

17,28 En realidad, Dios no est lejos de cada uno de nosotros, pues en l vivimos, nos movemos y

existimos, como algunos de sus poetas dijeron: Somos de la raza del mismo Dios.17,29 Si somos, pues, de la raza de Dios, no debemos pensar que la divinidad sea semejante al oro, a la

plata o a la piedra, obras del arte y del ingenio humano.17,30 Ahora bien, Dios prefiere olvidar esos tiempos de la ignorancia y ordena a todos los hombres, por

todo el mundo, que se conviertan.17,31 Ya tiene fijado un da en que va a juzgar a toda la tierra con justicia por medio de un hombre que l

design para esto. Y nos dio una garanta de su decisin al resucitar ese hombre despus de muerto.17,32 Cuando oyeron hablar de resurreccin de los muertos, unos se burlaron y otros dijeron: Sobre esto

te escucharemos en otra ocasin.17,33 Fue as como Pablo sali de entre ellos.17,34 A pesar de todo, algunos se unieron a l y creyeron. Entre ellos, Dionisio el areopagita, una mujer

llamada Dmaris y algunos ms.

Pablo permanece en Corinto

18,1 +Despus de esto, Pablo se marcho de Atenas y se. fue a Corinto.18,2 All se encontr con un judo llamado Aquila, originario del Ponto, recin llegado de Italia con su

esposa, Priscila, debido a que el emperador Claudio public un decreto por el cual expulsaba deRoma a todos los judos.Pablo se uni a ellos y,

18,3 como tenan el mismo oficio, se qued a vivir y a trabajar con ellos: pues se dedicaban a fabricartiendas de campaa.

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18,4 Y, todos los sbados; tomaba la palabra en la sinagoga, tratando de convencer tanto a los judoscomo a los griegos.

18,5 Pero, cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo se dedic por entero a la Palabra paraconvencer a los judos de que Jess era el Cristo.

18,6 Como ellos lo contradecan y le respondan con insultos, Pablo sacudi el polvo de sus vestidos y lesdijo: Ustedes son responsables de lo que suceda. Yo no tengo la culpa si ahora me dirijo a los

paganos.18,7 Y marchndose de all, fue a la casa de un tal Tito Justo; de los que temen a Dios. Su casa estaba allado de la sinagoga.

18,8 Crispo, dirigente de la comunidad juda, y toda su familia, creyeron en el Seor, y tambin muchoscorintios, al or la palabra de Pablo, creyeron y recibieron el bautismo.

18,9 Una noche, el Seor dijo a Pablo en una visin: No tengas miedo, sigue hablando y no calles,18,10 pues en esta ciudad me he reservado un pueblo numeroso. Yo estoy contigo y nadie podr daarte.18,11 Y Pablo permaneci all un ao y seis meses, enseando entre ellos la Palabra de Dios.18,12 Siendo Galln gobernador de Acaya, la hostilidad de los judos contra Pablo se hizo unnime y lo

llevaron al juzgado, diciendo:18,13 Este hombre quiere persuadirnos a que sirvamos a Dios de una manera que nuestra Ley prohibe.18,14 Pablo iba a contestar cuando Galln dijo a los judos: Judos, si se tratara de una injusticia o de

algn crimen, sera correcto que yo los escuchara,18,15 Pero como se trata de discusiones sobre enseanzas, nombres y cosas de la Ley de ustedes,

arrglense entre ustedes mismos; yo no quiero ser juez de esos asuntos.18,16 Y los despidi del tribunal.18,17 Entonces todos los griegos se lanzaron contra Sstenes, dirigente de la comunidad juda, y

empezaron a golpearlo delante del tribunal. Pero Galln no se preocup de esa.

El Evangelio es llevado a feso

18,18 Pablo se qued en Corinto bastante tiempo; luego se despidi de los hermanos y se embarc paraSiria, acompaado por Priscila y Aquila. Antes, en la ciudad de Cencreas se cort el pelo, pues tenahecho un voto.

18,19 Llegaron a la ciudad de feso y el sbado siguiente, Pablo los dej que se fueran. l, por su parte,entr en la sinagoga y empez a discutir con los judos.

18,20 Ellos le rogaron que se quedara en feso por ms tiempo, pero Pablo no lo acept,

18,21 sino que se despidi con estas palabras: De cualquier manera tengo que estar en Jerusaln para lasprximas fiestas. Otra vez volver a ustedes, si Dios quiere. Y de Efeso se fue por mar.

18,22 +Desembarc en Cesarea, subi a saludar a la Iglesia, y luego baj a Antioquia.18,23 Permaneci all por algn tiempo, y luego se fue a recorrer unas tras otras las regiones de Galacia y

Frigia, para fortalecer a los discpulos.18,24 Lleg a feso un judo muy buen orador, llamado Apolo, de la ciudad de Alejandra. Era muy

entendido en las Escrituras.18,25 Respecto del Camino del Seor, tena algunos conocimientos y, con mucho entusiasmo, hablaba y

enseaba todo lo que saba acerca de Jess, aunque solamente conoca el bautismo de Juan.18,26 Comenz, pues, a hablar con mucha conviccin en la sinagoga, y lo oyeron Aquila y Priscila. Lo

llevaron entonces consigo y le dieron a conocer con mayor precisin el Camino.18,27 +Como Apolo pensaba pasar por Acaya, los hermanos lo alentaron y escribieron a los discpulos que

le dieran buena acogida. Una vez all, fue de gran provecho, Dios mediante, para los que ya crean.

18,28 Pues nadie poda rebatirlo cuando contradeca pblicamente a los judos, demostrando por lasEscrituras que Jess es el Mesas.

Pablo en Efeso

19,1 +Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo lleg a feso, despus de recorrer las regiones altas de laprovincia. All encontr un grupo de discpulos

19,2 a los que pregunt: Recibieron el Espritu Santo cuando abrazaron la fe? Ellos le contestaron:Nosotros ni siquiera hemos odo que se pueda recibir el Espritu Santo.

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19,3 Pablo pregunt de nuevo: Entonces, qu bautismo recibieron? Ellos respondieron: El bautismode Juan.

19,4 Y dijo Pablo: Juan dio un bautismo para el arrepentimiento, pero invitaba al pueblo a que creyeranen el que vendra despus de l; y ste es Jess.

19,5 Lo escucharon, y fueron bautizados en el Nombre del Seor Jess.19,6 Y como Pablo les impusiera las manos, vino sobre ellos el Espritu Santo: hablaron en lenguas y

profetizaron.19,7 Eran como doce hombres.19,8 Pablo entr en la sinagoga, donde predic con mucha seguridad por espacio de tres meses; y trataba

de persuadirles que creyeran en el Reino de Dios.19,9 Algunos en vez de creer se endurecan y criticaban pblicamente el Camino. Pablo entonces se

separ de ellos y form grupo aparte con sus discpulos; diariamente les enseaba en la Escuela deun tal Tirano, de las once hasta las diecisis horas.

19,10 As lo hizo durante dos aos, de tal manera que todos los habitantes de Asia, tanto judos comogriegos, pudieron escuchar la Palabra del Seor.

19,11 +Dios obraba prodigios poco comunes por las manos de Pablo,19,12 a tal punto que ponan a los enfermos pauelos o r

anonimo - nuevo test amen to 15 hechos de los apostoles

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