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  • 7/25/2019 1_Macciuci

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    Del libro al libreto. Rafael Azcona y el guin de

    La lengua de las mariposas1

    Raquel Macciuci

    Universidad Nacional de La Plata

    Resumen

    En el todava fresco universo del cine se puede observar que en los ltimos aos el

    lugar del guionista ha emergido lentamente de las penumbras en las cuales el rtulo de la

    pelcula, la fama de las estrellas y la autoridad del director lo retenan oculto. Incluso en

    algunos casos notorios, cine y literatura llegan a disputarse al hacedor del guin para su

    propio territorio. s sucede con !afael "cona, temprano fugitivo del g#nero narrativo hacia

    el m$s carism$tico mundo del s#ptimo arte, que ilustra a lo largo de una fecunda carrera el

    parentesco cercano del oficio de escritor y el de libretista.%i en el estado presente de las refle&iones interdisciplinarias se acepta que la frontera

    entre ambas pr$cticas de escritura muestra una gran labilidad, el lmite se difumina m$s an, y

    abunda en nuevas comple'idades, cuando en el principio del guin anida una obra literaria.

    %obre la base de tres cuentos de (anuel !ivas, "cona escribi el guin de la pelcula

    La lengua de las ari!osas" dirigida por )os# Luis *uerda. La delicada intervencin del

    reconocido guionista para convertir en libreto cinematogr$fico la materia previa del novelista

    gallego constituye el ob'eto de an$lisis del presente traba'o.

    1. La cmara, la pluma, la palabra: escritores en dos mundos

    Afira #ergio $olf" con sobrada razn" que es una labor est%ril reducir a un registro

    suario de cabios" diferencias" equivalencias" see&anzas" el estudio de la tras!osicin de una

    obra literaria al cine. 'n el iso sentido" se anifiesta contrario a los t%rinos fidelidad o

    traicin !ara describir la ayor o enor corres!ondencia entre te(to literario y te(to

    cineatogr)fico" !ues el cr*tico que a!ela a estos calificativos" e(!l*cita o subre!ticiaente"

    !arte de la su!uesta su!erioridad del te(to literario" ignorando que el cine se afira en un

    lengua&e !ro!io con reglas es!ec*ficas que no !ueden reducirse a una tabla de equivalencias.

    La fidelidad o el adulterio de un te(to convertido en

    !el*cula" !or tanto" no son )s que diensiones orales"

    1+ 'l !resente traba&o se ci,e estrictaente a i intervencin en el congreso. 'l res!eto a las norativas referentesal tie!o de las intervenciones e -an obligado a seleccionar distintos as!ectos de un traba&o )s e(tenso.

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    nunca ligadas a las es!ecificidades y las !roble)ticas

    del tea.

    La interrogacin" entonces" deber*a centrarse en los

    otivos de los cabios y las !ersistencias" y en los

    efectos que !roducen. 's )s uc-as veces quienes

    siguen los datos del te(to original" quienes buscan

    ilustrar el aterial literario o seguir sus indicaciones o

    descri!ciones" est)n )s le&os del es!*ritu del te(to.

    /$olf" 01 023

    'l guin cineatogr)fico constituye sin duda una uestra e(trea de la condicin

    inestable del discurso literario" en cuanto no es literatura )s que en una escasa !ro!orcin" en

    trabada urdibre con los restantes co!onentes de una !el*cula. #eg4n esta !ers!ectiva" en el

    oento que el guin se -ace totalente a!re-ensible ba&o fora literaria se alogra" !orque

    5un guin tan !erfecto que no necesite convertirse en iagen es un guin fallido6 o )s bien no

    es un guin" es una obra literaria escrita a la anera del guin5. /7aerro" 1882 93

    A !artir de lo dic-o" !uede !arecer !oco !ertinente abordar un libreto desde su costado

    literario !ero" al iso tie!o" es sabido que nuerosos guionistas !rovienen del ca!o

    literario y que no abandonan su co!etencia coo escritores de novela a la -ora de asociarse

    con la iagen. La estrec-a relacin del cine con el g%nero narrativo crea una zona co!artida

    entre abos oficios que invita a la lectura con lente literaria" aunque no abarque toda la

    co!le&idad seitica del guin en su estricta e insoslayable interaccin con los restantes

    eleentos de un file0. Porque en definitiva" tanto el guin de %(ito que se lee en la edicin en

    so!orte libro !osterior al file" o el que se revela a trav%s desde su difuinada y !roteica

    versin del !roducto final en la !antalla" conservan !or igual una i!ortante cuota de genes

    literarios. #u !eculiar condicin de ser al iso tie!o un entidad udable :5estructura que

    tiende a otra estructura5 en !alabras de Pasolini:y !iedra fundaental del file ;

    5en el !rinci!io fue el guin=5> deriva en la !arad&ica circunstancia de que no e(ista una cr*tica

    de guin sino de sus disci!linas colindantes cine" teatro" literatura. Ante esta situacin de vac*o"los instruentos de la cr*tica literaria constituyen una valiosa -erraienta !ara abordar el te(to

    virtual" a!)trida y subalterno del guin.

    Por otra !arte" ya nadie niega su i!ortancia en la g%nesis de una !el*cula" coo lo

    deuestra una afiracin con rango de sentencia en el undo del cine un buen guin !uede

    derivar en una ala !el*cula" !ero dif*cilente" de un guin alo sur&a un buen file. 'l0La actualidad de dic-o !roblea queda anifiesta en las actividades !rograadas en la directora de la ?ibliotecaNacional de Madrid 5'l artes 0@ de enero arrancar) el segundo ciclo" *ine escrito, con un encuentro entre Agust*nD*az anes y Manuel P%rez 'streera. 'n %l se abordar)n el guin coo g%nero literario y las ada!taciones de laliteratura al cine. 'stos encuentros" de !eriodicidad ensual" acercar)n a escritores y guionistas coo Antonio

    Bern)ndez y Cngeles 7onz)lez #inde6 uan Mars% y oaqu*n ord)" y Mont(o Arend)riz y ?ernardo At(aga. ELAFNG'NHFIN '# DAR FMPJRGANHFA ALA PARG' '#HRFGA D' LA# P'LKHULA#E" di&o Reg)s5 ./Aguilar" 18:1:0@3. ;Destacado *o>

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    nobre del guionista -a adquirido en los 4ltios a,os un reconociiento acorde con su

    decisiva aunque sigilosa labor en el co!le&o entraado de la creacin cineatogr)fica no es

    teerario afirar que lentaente va saliendo de su antiguo anoniato" !or el cual se 1 defin*a

    coo 5uno )s en los t*tulos del final" y raraente" fuera del undo es!ecializado" una !ersona

    conocida" a no ser que -aya adquirido faa en otras )reas5 /7aerro" 188283. M)s a4n" en

    algunos casos notables" coo es el que e interesa analizar" cine y literatura llegan a dis!utarse

    al -acedor del guin !ara su !ro!io territorio2.

    'n 's!a,a esta situacin queda fe-acienteente ilustrada con la figura de Rafael

    Azcona" te!rano fugitivo del g%nero narrativo -acia el )s caris)tico undo del s%!tio

    arte. #u fecunda carrera no de&a lugar a dudas sobre el !arentesco cercano del oficio de escritor

    y el de guionista@. 'n su ininterru!ida carrera de casi @ a,os" ;su !rier traba&o !ara el cine"

    El pisito, data de 18@9> se !uede establecer una clara divisoria entre los guiones de su autor*a y

    las tras!osiciones de te(tos literarios. 'n esta ocasin traba&ar% sobre un te(to singular" a edio

    caino entre los dos gru!os" !ues a !esar de tratarse de una ada!tacin" la caracter*stica de la

    obra originaria e(ige desde el coienzo una ayor intervencin del guionista. Me refiero al

    libreto deLa lengua de las mariposas, base de la !el*cula dirigida !or os% Luis Huerda en

    1888" que ereci el !reio 7oya al e&or guin ada!tado. #obre la ateria !revia

    !ro!orcionada !or el novelista gallego Manuel Rivas" Azcona escribe una delicada versin que

    convierte tres cuentos inde!endientes en una trabada y arnica -istoria unitaria. Los relatos"

    incluidos en el voluen +u# me quieres, amor-, son 5La lengua de las ari!osas5" 5Un sa(o

    en la niebla5 y 5Hari,a5.

    Le&os de la tentacin del analista que" convencido de la su!erioridad del discurso literario sobre

    el cineatogr)fico" confecciona un registro de cabios !ercibidos b)sicaente coo !%rdidas"

    !artir% de la conce!cin o!uesta considerar el guin coo un nuevo te(to cuyas novedades

    res!ecto de la obra original no obedecen 4nicaente a la necesidad de traduccin al lengua&e

    audiovisual. Huando el res!onsable del !asa&e es un creador" no un t%cnico" va )s all) de la

    traslacin de uno a otro lengua&e6 es !arte activa de un !roceso de reescritura y !or eso iso"

    de reinvencin de una obra que es nueva aunque deudora de su origen.

    2. Lazos de familia: tres historias en una

    2#in ebargo todav*a es frecuente encontrar estudios de cine desde una !ers!ectiva cultural o 1iteraria que noconsideran al guionista" aunque se trate de una figura reconocida )s all)s de las fronteras nacionales y degravitacin sobresaliente en el resultado final.Logro,o" 1808. 's autor" entre uc-os otros" de los siguientes guiones El pisito, El cochecito, l$cido, El verdugo,La grand bouffe, La prima ng#lica, epermint /rapp#, El 'ardn de las delicias, na y los lobos, atrimonionacional, 0elle 1poque, La escopeta nacional, La nia de tus o'os, dis con el cora"n, 2y, *armela3, La*elestina, 4irano 0anderas, El bosque animado, %on de mar, el ui'ote!ara teatro y televisin. . lista co!leta en

    Macciuci" 01.@5's uno de los escritores )s i!ortantes del !a*s5 ;Aibilia" 1888>. 'ste y otros razonaientos !arecidos !uedenencontrarse en los art*culos dedicados a su obra" sea literaria o cineatogr)fica.

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    'l t*tulo de la !el*cula y el !eso del arguento revelan que de los tres cuentos

    utilizados" 5La lengua de las ari!osas5 cu!le una funcin central y vertebradora en el relato

    unitario resultante.'l !rier !aso de i traba&o fue !reguntare si la labor de Azcona se -ab*a

    iniciado en la eleccin de los tres cuentos entre los diez que integran el voluen original de

    +u# me quieres, amor-5 o" si !or el contrario" -ab*a !artido de una decisin a&ena. 'n el

    !roceso intervinieron contingencias !ro!ias de los ciientos de una !el*cula -ubo una coida"

    un coentario laudatorio sobre 5La lengua de las ari!osas5" cuya lectura -ab*a deslubrado a

    Rafael Azcona y a os% Luis Huerda !or igual" seguido de un acuerdo !ara llevar el cuento a la

    !antalla grande. Oinalente intervino la voz !revisora del !roductor" en esta caso" Oernando

    ?obaira" de #ogetel" quien e(!uso sus dudas acerca de si la sustancia narrativa de 5La lengua de

    las ari!osas5 era suficiente !ara generar una !el*cula. Ante dic-o !lanteo el escritor rio&ano

    !ro!uso incor!orar otros relatos. La sinton*a de tie!o y es!acio con el cuento !rinci!al lo

    llev a !ro!oner las dos -istorias que luego se a,adir*an9.

    Para quienes -ayan visto el file salta a la vista que la !riera sutura entre los cuentos se logra

    estableciendo lazos de !arentesco entre los distintos !ersona&es Monc-o tiene un -erano

    ayor" Andr%s" que toca el sa(o" y una edio -erana bastarda" Hari,a" concebida !or

    Ran" su !adre" antes de contraer atrionio con Rosa" su adre. La incor!oracin de la

    Jrquesta Azul de 5Un sa(o en la niebla5 al relato !rinci!al !erite unificar los 4sicos de este

    relato con los de 5La lengua de las ari!osas5.

    Una vez analizada la articulacin de los tres relatos e volqu% a indagar de qu% anera

    a!rovec- Azcona las !osibilidades narrativas que le !ro!orcionaba el ensanc-aiento del

    undo del !rotagonista" a!liada ya la -istoria del ni,o y su aestro a un fresco )s variado

    de la vida de una aldea gallega en los eses !revios al levantaiento de Oranco. Aunque situado

    el relato en los tie!os de la FF Re!4blica" Rivas no !one el acento tanto en la reconstruccin

    del arco -istrico coo en la reeoracin !ersonal del ni,o. Res!etuoso de esta

    !ers!ectiva" Azcona e(!ande y transfora el recuerdo de una e(!eriencia trau)tica" !ero

    ligada a un -ilo conductor" la aistad de aestro y aluno" en una 5novela5 de a!rendiza&e

    8

    'n 5La lengua de las ari!osas5 de Manuel Rivas" Monc-o" el !rotagonista narra en !riera !ersona" con una!osterioridad indefinida res!ecto de los -ec-os" la -istoria de su aistad con el aestro don 7regorio" cuya iagenteible antes de conocerlo se va trastocando en la de un fascinante y -onrado educador re!ublicano que lo introduceen los isterios de la naturaleza. Al tie!o que la relacin de aestro y disc*!ulo crece" don 7regorio consigue elres!eto y a!recio de sus !rogenitores" !riero de Ran" el !adre" sastre de !rofesin y tabi%n !artidario de laRe!4blica y )s tarde de la adre" catlica !racticante. La relacin se interru!e violentaente el 19 de &ulio de182" cuando tras las sublevacin del e&%rcito los fascistas se adue,an de la aldea. La adre toa de inediato lasriendas de la failia y dis!one la destruccin de los ebleas de la Re!4blica. Los re!ublicanos son detenidos yandados fusilar. 'l d*a en que los condenados suben al cain que los llevar) a la uerte" Monc-o fora !arte deuna ultitud que es obligada a aldecir a los condenados. Azuzado !or su !adre" que tee ser detenido" se sua alos ni,os que in&urian y tiran !iedras a los !risioneros" !ero al ver a!arecer entre ellos a don 7regorio" en lugar dei!ro!erios slo !uede !roferir e!*tetos" a!arenteente inco!rensibles" e(tra*dos de las ense,anzas de aestro.

    'n la edicin de 1889 se a,adieron seis nuevos relatos a la original de [email protected] !ro!orcionados !or fuentes directas" indis!ensables !ara so!esar la labor de creacin del guionista.8. de Diego" 1889.

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    narrada en !resente. Godos los e!isodios secundarios a,adidos convergen y se co-esionan

    alrededor de los !rinci!ales o&ones forativos que arcan el tie!o de la infancia as*

    Monc-o trata de entender las distintas anifestaciones del aor y el se(o inocente6 !rocaz e

    instintivo6 inalcanzable y doloroso6 !osesivo y cruel. Descubre tabi%n el aor -u%rfano del

    aestro viudo y la ebarazosa se(ualidad de sus !rogenitores. #e enfrenta a las grandes

    !reguntas sobre el )s all) cuando uere la adre de Hari,a. 7racias a su -erano Andr%s

    conoce la llaa del arte y la cercan*a de creacin y !asin y" !or ediacin del aestro" accede

    a la agia de la literatura

    Los libros son coo un -ogar. 'n los libros !odeos refugiar

    nuestros sue,os !ara que no se ueran de fr*o. ;LM.guin >

    Gabi%n e(!erienta la aistad y los cdigos del co!a,eriso al iso tie!o que

    se le revela que la ezquindad va de la ano con la o!ulencia. 'n el )bito escolar advierte la

    estratificacin social y" con&untaente" la alianza del !oder econico" la Fglesia y las fuerzas

    del orden contra la autoridad re!ublicana. Hoo contra!artida" co!render) el valor de la

    libertad y del conociiento en la batalla contra el oscurantiso.

    Godos los a!rendiza&es se truncan con la acoetida fascista. Des!u%s del 19 de &ulio

    conocer) la violencia y la iniquidad y" en *ntia relacin" ver) co el iedo !uede encarnarse

    en sus seres queridos y engendrar cobard*a" traicin" envileciiento.

    Ade)s de ser un e(iio urdidor de traas" Azcona es sabio en la dosificacin de

    indicios y se,ales" que aduran y adquieren resonancia en el oento o!ortuno del relato. 'n

    La lengua de las mariposas a!rovec-a el nuevo es!acio ficcional surgido de la e(tensin del

    arguento !ara intercalar secuencias" frases" gestos" alegor*as" que alcanzan la organicidad de

    los grandes relatos cl)sicos. Al final" el rece!tor !uede co!robar la !lena &ustificacin de cada

    uno de los co!onentes de la -istoria en un todo org)nico sin fisuras1.

    3. Leer, or, ver: ros que se bifurcan

    Por razones de tie!o no -e de e(tendere sobre el a!rovec-aiento que -ace Azcona

    de los nuevos ateriales a,adidos !ara adensar los !ersona&es y acrecentar la otivacin de la

    1Debe encionarse ade)s el di)logo coo otra de sus -erraientas esenciales" ;eleento b)sico del guin !or otra!arte>. 'l talento del guionista rio&ano !ara -acer -ablar a sus criaturas es -arto reconocido en el )bito del cine 5'nciertos casos !uede -ablarse de guionistas con un estilo" o !or lo enos con una !ersonalidad" o una clase de escrituraque se des!liega )s all) de los cineastas que diri&an esos !royectos. #on notorias las sietr*as y la circularidad en

    David Maet" el &uego con lo *stico y lo *tico en Hurt #iodaQ" la uniforidad verborr)gica de todos los!ersona&es en Rafael Azcona" el traba&o sobre las 4lti!les foras del ocultaiento en Barold Pinter" etc...5 ;$olf"02 22>

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    !eri!ecia arguental. #lo !uedo indicar que el desenlace" aunque sobrecogedor" est)

    cuidadosaente !re!arado ediante signos y situaciones indiciales.

    Al a!ro(iarse el final" el desarrollo de la !el*cula -a de&ado ver qui%nes ser)n en la

    aldea los !artidarios de los ilitares sublevados. La des!edida al aestro el d*a de su &ubilacin

    es !reonitoria coo lo son todas las secuencias que alientan la tensin y siebran un clia

    de tragedia larvada.

    #in ebargo" a !esar de que el cl*a( que alcanza el relato en las 4ltias &ornadas se -a

    venido anunciando" la conducta de Monc-o sor!rende al lectores!ectador !or ines!erada. 'l

    quiebre abru!to de la lgica interna" y sobre todo" de la i!uesta !or ley !o%tica de los -%roes

    cl)sicos y !or el t!ico de la lealtad -asta la uerte que la tradicin literaria -a alientado !or

    siglos" se avienen al con la debilidad de un ni,o ante los andatos de sus !adres. Asiiso"

    la %tica de la resistencia no !redis!one a ace!tar la cobard*a y el des-onor que triunfan en los

    !ersona&es que concentraban la ayor carga afectiva.

    Debido a su !eso decisivo en el significado 4ltio de la -istoria" considero que la

    !eri!ecia de los insultos y las !edradas erece ser analizada en sus tres versiones" el cuento" el

    guin" el file. Por otra !arte" las variantes" aunque sutiles" -acen !osible identificar la fira y

    la !ervivencia de las distintas autor*as a !esar de la su!reac*a del director en el resultado final.

    'l cierre que !ro!one Rivas !resenta un Monc-o dis!uesto a obedecer a su !adre" quien

    lo instiga a in&uriar al aestro el !rier !aso es suarse a los ni,os 5que corrieron detr)s"

    tirando !iedras5" !ero cuando intenta insultar slo consigue 5ururar con rabia SE#a!oT

    SGilonorrincoT SFrisT5E. Hon estas !alabras terina el cuento de Rivas. ;LM 1>

    'n la !el*cula" Huerda -ace atravesar al ni,o !or un brev*sio !roceso de las !alabras que le

    ordenan !ronunciar sus ayores 5ateo5 y 5ro&o5 !asa al cdigo !eculiar que slo %l y Don

    7regario entienden 5tilonorrinco5" 5es!iritro!a5 grita. 'ntonces su furia se transfora en

    e(tra,eza y desfalleciiento ientras el !rier !lano de su rostro con la irada fi&a se congela

    indicando la finalizacin de la !el*cula.

    'l director !refiri concluir con la e(!resin confundida y reconcentrada del ni,o.

    De!osita de esta anera el significado 4ltio en el es!ectador y de&a abierto un sentido que enla narracin !riigenia" aunque e(!resado siblicaente y abierto a )s de una lectura"

    oculta una victoria secreta. La leve !ero significativa odificacin de la !el*cula confiere al

    final abierto del cuento una dosis ayor de incertidubre que lo inclina -acia el ni-iliso y la

    deses!eranza. #u fora de 5decir5" o e&or" de callar" es )s i!ortante a4n si se considera la

    ru!tura intencional de la fora codificada del cine" que su!one a> un !lano de los o&os del

    !ersona&e" seguido de b> !lano de lo que ese !ersona&e ira11. 'l -ec-o de que la irada del

    11Agradezco la observacin es!ecializada a 'velyn Bafter.

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    ni,o" en el final" de&e en sus!enso un siguiente !lano sub&etivo" que nunca llega a conocer el

    es!ectador" conecta con los silencios y oquedades del registro filo!o%tico de Rivas10.

    Azcona introduce cabios de otra naturaleza" a i &uicio" )s otivados y cercanos al

    es!*ritu del te(to original continuando con la intensificacin del car)cter fuerte de la adre que

    -a odelado desde el coienzo" Rosa no slo e&ecuta la acciones que Rivas le -a asignado

    quear los diarios e insignias co!roetedoras" !re!arar a la failia !ara asistir al !aseo de la

    Alaeda" ordenar a Monc-o que ienta sobre el tra&e que su !adre confeccion al aestro:"

    ade)s" en una fundaental secuencia a,adida" Rosa niega la !resencia de su arido cuando

    van a buscarlo los re!ublicanos leales al alcalde que intentan organizarse" ientras Ran

    ace!ta -uillado la situacin. Hon la isa funcionalidad" odifica el te(to del narrador

    gallego y atribuye a ella y no al sastre la orden transitida al ni,o 5SG4 tabi%n" Monc-o"

    gr*tale t4 tabi%nT5 ;LM:guin 89>. La variante da ayor co-erencia a los !ersona&es de los

    !rogenitores y contribuye a que la conducta del c-ico adquiera )s verosiilitud que si la orden

    !roviniera de un !adre cuya iagen" !aulatinaente debilitada en el transcurso de la obra"

    terina de derrubarse en los d*as !osteriores al levantaiento de Oranco.

    Pero el cabio fundaental que realiza Azcona es el llanto del !eque,o !rotagonista"

    que al !rinci!io es contenido

    Monc-o /...3 consigue gritar entrecortadaente"

    #JLLJANDJ12

    SAteoT SRo&oT SGilonorrincoT S's!iritro!aT. ;LM:guin 89>

    y de inediato" cuando coienza a arro&ar !iedras coo los de)s ni,os" se vuelve declarado y

    sin freno 5A la vez se ec-a a llorar sin consuelo5 ;LM:guin 89>. Hon esta iagen concluye el

    libreto.

    Hreo que las l)grias son la se,al )s clara del conflicto que vive el !rotagonista"

    co!elido a la traicin !or un c4ulo de fuerzas la autoridad aterna" el a!reio i!lacable

    de los guardias" los gritos !rovenientes de los agitadores entreverados en la ultitud" laobediencia ciega y ateorizada del gent*o.

    Rivas e(!resa la confusin de Monc-o !o%tica y cifradaente la ase!sia de las

    !alabras" toadas de la -istoria natural" que ree!lazan a los aut%nticos insultos encierran un

    elogio ascendente que coienza en sa!o y" coo en los cuentos aravillosos" se convierte !or

    arte de agia en un ser bello y gentil" el tilonorrinco" !)&aro que !ara seducir a la -ebra coloca

    una orqu*dea en el nido. Luego el tilonorrinco se transfora en iris" esto es" ari!osa" s*bolo

    10'l efecto es )s contundente si se tiene en cuenta que la irada de Manc-o es ca!ital en toda la !el*cula"incidencia que est) uy resaltada en el guin y debe entenderse" seg4n i !arecer" coo la fora de traducir en

    i)genes el relato escrito en !riera !ersona. ;Acerca de diferentes frulas !ara resolver la cuestin" v. $olf" 012@>12'l destacado es *o

  • 7/25/2019 1_Macciuci

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    de la libertad" de la vida breve y" en el caso de esta es!ecie" de la ca!acidad de vivir en el

    esti%rcol o el barro :coo los aestros" 5luces de la re!4blica5 ;LM 2@>" que intentan llevar la

    educacin a zonas )s recnditas e incultas de 's!a,a1. Los s*bolos elegidos son suficientes

    !ara entender la anera en que el ni,o" ediante las cr*!ticas !alabras" coo si de un con&uro

    se tratara" revierte la traicin :las !iedras:transforando el insulto en un ensa&e secreto de

    cari,o y reconociiento. 's o!ortuno recordar que el ni,o busca la irada del aestro y no la

    encuentra" !ero es !robable que s* !ueda escuc-arlo1@.

    La inter!retacin retros!ectiva que requiere este cuento encuentra sin duda ayores

    obst)culos en el te(to cineatogr)fico6 el significado etafrico oculto en el final de Rivas

    requiere ser desentra,ado ediante una lectura orosa y editada. Por otro lado" el director

    su!rie el dato de que la ari!osa iris vive en el fango cuando el aestro y Monc-o la atra!an

    ;el guin en cabio" antiene la encin>1.

    A la -ora de elegir los e!*tetos toados de la biolog*a" sin duda !ensando en el lengua&e

    del cine y en la oralidad" Azcona !refiri la altisonancia de Ees!iritro!aE a la connotacin )s

    literaria" !ero fon%ticaente d%bil de VirisW1. Antes -a !uesto en boca de Monc-o el iso

    a!elativo :el 4nico que grita la adre" 5SAteoT5:seguido de 5SRo&oT5" el agravio de alcance

    universal acu,ado !or el franquiso !ara los disidentes6 coo Huerda" el guionista !ens en

    una !reci!itada transforacin del *!etu violento en cifrada co!licidad.

    Probableente Azcona tuvo en cuenta que el !oder evocador de los vocablos elegidos

    !or Rivas no -abr*an de antenerse en el cine. 'l llanto es la fora de contrarrestar las sutilezas

    y !royeccin siblica del discurso literario que se !ierden en el !asa&e. Las l)grias

    !ro!uestas en el guin dicen de otro odo lo que Rivas e(!resa !o%ticaente19.

    Por 4ltio" cabe a,adirse una cuarta intervencin en la resolucin del desenlace"

    enquistada en el dise,o del cartel !ublicitario del file" el cual difunde el rostro col%rico del

    ni,o en el oento de arro&ar las !iedras. La iagen infinitaente re!etida y congelada del

    1'l relato encierra un -oena&e a los aestros re!ublicanos y a su co!roiso con !rograa !edaggico !ara laforacin de ciudadanos libres. La escuela de la Re!4blica" laica" obligatoria y libre seg4n era definida en laHonstitucin de 1821" atribu*a al 'stado el servicio de la cultura. 'n el -onrado !rofesor !arecen reunirse la -erencia

    odernizadora de la Fnstitucin Libre de 'nse,anza :las clases!aseo son todo un s*bolo:as* coo el ideario!edaggico anarquista y socialista :Oerrer y 7uardia -ab*a de&ado su -uella. Rivas acierta al incluir al aestro entrelas !rinci!ales v*ctias de las re!resalias" !ues fue uno de los colectivos )s !erseguidos !or los nacionales durantey des!u%s de la guerra. . Haruso" 01 y Reyes Raos" 0.1@'l evasivo cierre del cuento abre la !uerta a otras inter!retaciones. Una lectura sobr*a !odr*a sostener quecoenzada la guerra" la educacin de&a de servir y las !alabras que fueron estiulantes se convierten en arasarro&adizas. Aun as*" la fuerza del a!rendiza&e !eranece evitando el insulto gregario y -ostil. ;Debo a NataliaHorbellini la sugerencia de esta segunda !osibilidad>.1Huento 5 cada vez una ari!osa distinta" aunque yo slo recuerdo el nobre de una a la que el aestro llaFris" y que brillaba -eros*sia !osada en el barro o el esti%rcol5 ;LM 2@>7uin 5Una ari!osa detenida sobre una zona ebarrada. #obre ella se abate la red.; ...>Don 7regorio 5Hon uc-o cuidado... ;...> 's una Fris... Preciosa...5 ;LM:guin 1>1E's!iritro!aE" ade)s" es el t%rino cient*fico !ara designar la lengua de las ari!osas" con lo cual se redu!lica elt*tulo del cuento" que !ese a ser enig)tico" a !artir de las clases del aestro queda asociado al an-elo de lograr una

    eta que se !resiente cercana !ero resulta qui%rica.19'n esta solucin asoa :quiz)s:la !referencia de Azcona !or las cosas 5con los !ies en la tierra5. ;Riabau yGorreiro" 0 1>

  • 7/25/2019 1_Macciuci

    9/10

    afic-e i!one" )s que !ro!one" una inter!retacin" al conceder al ese !rier !lano una

    diensin y una relevancia que es enos decisiva de lo que el fotograa sugiere.

    No e !arece un detalle intrascendente que un cartel !ublicitario llegue gravitar con

    una 4nica iagen sobre una -istoria que" en sus tres versiones" con&uga una fina !ro!orcin de

    !alabras y silencios" de lo e(!l*cito y lo no dic-o" encerrando en la anfibolog*a del final uno de

    sus )s i!ortantes secretos.

    Gres" cuatro lengua&es con dis!ar ca!acidad de decir e insinuar. Hon desigual

    !robabilidad de -acerse ver y escuc-ar en una escala ascendente que !arte de la lectura

    individual y recoleta" !asa a las salas de cine" al video failiar y llega a las vallas !ublicitarias"

    conforando un acrote(to que es la sua as* de las distintas escrituras y edios" !ues

    dif*cilente la rece!cin de uno de los te(tos se realice sin que se establezca un di)logo con los

    otros. La lengua de las ari!osas se sua a la serie de fenenos !lurales e -*bridos que -acen

    )s co!le&o el estatuto de la literatura y el arte en la sociedad de asas del siglo XXF.

    Ediciones pelcula utilizadas

    AHJNA" Rafael" 1888.La lengua de las mariposas, Madrid 910" #ogetel" Las !roducciones

    del escor!in. HU'RDA" os% Luis" 1888.La lengua de las mariposas, Madrid" #oge!aq ideo.

    RFA#" Manuel" 01. +u# me quieres, amor-, Madrid Alfaguara" 0Y ed. Grad. de Dolores

    ilavedra.

    !iblio"rafa

    A7UFLAR" Andrea" 0@. 5Ayala -abla -oy sobre su biblioteca en la sede de la Nacional5" El

    as digital" 18:1:0@.

    AMF?FLFA" 5Rafael Azcona" escritor EPara *" escribir es !enoso5E. La !a"n, 2 de octubre de1888. ALD'HJA" osefina ;#eleccin" Prlogo" #eblanzas" ?iograf*as y Hoentarios>"

    1892"Los nios de la guerra, Madrid Anaya.

    AN7ULJ" es4s" 1888. 5Un !oderoso r*o subterr)neo. 'ntrevista con os% Luis 7arc*a

    #CNHB'5"6osferatu. !evista de cine. 6mero monogr$fico7 !afael "cona, Donostia

    Zultura" #an #ebasti)n" abr. 0" 22" 1:@.

    AHJNA" Rafael" 1888. Estrafalario8l. ;!rl. de osefina Rodr*guez Aldecoa>" Madrid

    Alfaguara.

    HARU#J" Marcelo" 01. 5

  • 7/25/2019 1_Macciuci

    10/10

    DU##'L" Fn." HARU#J" M." 01.La escuela como m$quina de educar. 4res escritos

    sobre un proyecto de la modernidad, ?uenos Aires" Paids.

    DF'7J" os% Luis de" 5La novela de a!rendiza&e en Argentina5" 9rbis 4ertius, 111" " 1889" !!.

    1@: 7AM'RRJ" Harlos y #ALJMJN" Pablo ;co!iladores>" 1882.ntes que en el

    cine. Entre la letra y la imagen: el lugar del guin, ?uenos Aires La Marca 'ditora.

    BAR7UFND'" Angel #. ;ed.>" 1889.(emorias de sobremesa. *onversaciones de ngel

    ;arguindey con !afael "cona y (anuel iari vui, 10 de &unio de 0" ?arcelona.

    RFAM?AU" 'steve y GJRR'FRJ" Hasiiro" 1888. 5'ntrevista. Una anera de ver el undo5"

    6osferatu. !evista de cine. 6mero monogr$fico7 !afael "cona, o!. cit." :09.

    GRU'?A" Oernando" 0. 5Graba&ando con Rafael5"6osferatu. !evista de cine. 6mero

    monogr$fico7 !afael "cona, o!. cit." @2:@@. UM?RAL" Orancisco" 5Azcona5" 1@ &unio de 0"

    El (undo, Madrid.

    $JLO" #ergio" 01. *ine8Literatura. !itos de pasa'e. ?uenos Aires Paids. ;0Y rei!resin

    0>

    #uentes audiovisuales

    R''# RAMJ#" Mar*n. *rnicas. La !epblica de los maestros. RG'. 00:11:0. 7uin

    ictoria Mart*nez. Realizacin Arturo illacorta. Produccin Mar i%nez" Antonio

    Diez.