dcupemor_mi_s2_l1

Upload: jairo-antonio-santillan-flores

Post on 01-Nov-2015

18 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Nombre de archivo: DCUPEMOR_MI_S2_L1.pdf

TRANSCRIPT

  • DCUPEMOR_MI_S2_L1

    Lectura No. 1

    EL DOGMATISMO, EL PRAGMATISMO Y EL CRITICISMO

    En: LA POSIBILIDAD DEL CONOCIMIENTO, HESSEN, Johannes, TEORA DEL CONOCIMIENTO, Trad. Jos Gaos, formato electrnico publicado por el Instituto Latinoamericano de Ciencia y Artes, s/f, pp. 18-19, 23-25 en lnea: http://sites.google.com/site/cienciasyarte/JOHANNESHESSEN.pdf?attredirects=0, consultado el 24 de agosto de 2010.

    LA POSIBILIDAD DEL CONOCIMIENTO

    1. El dogmatismo

    Entendemos por dogmatismo (de = doctrina fijada) aquella posicin epistemolgica para la cual no existe todava el problema del conocimiento. El dogmatismo da por supuesta la posibilidad y la realidad del contacto entre el sujeto y el objeto. Es para l comprensible de suyo que el sujeto, la conciencia cognoscente, aprehende su objeto. Esta posicin se sustenta en una confianza en la razn humana, todava no debilitada por ninguna duda. Este hecho de que el conocimiento no sea todava un problema para el dogmatismo, descansa en una nocin deficiente de la esencia del conocimiento. El contacto entre el sujeto y el objeto no puede parecer problemtico a quien no ve que el conocimiento representa una relacin. Y esto es lo que sucede al dogmtico. No ve que el conocimiento es por esencia una relacin entre un sujeto y un objeto. Cree, por el contrario, que los objetos del conocimiento nos son dados, absolutamente y no meramente, por obra de la funcin intermediaria del conocimiento. El dogmtico no ve esta funcin. Y esto pasa, no slo en el terreno de la percepcin, sino tambin en el del pensamiento. Segn la concepcin del dogmatismo, los objetos de la percepcin y los objetos del pensamiento nos son dados de la misma manera: directamente en su corporeidad. En el primer caso se pasa por alto la percepcin misma, mediante la cual, nicamente, nos son dados determinados objetos; en el segundo, la funcin del pensamiento. Y lo mismo sucede respecto del conocimiento de los valores. Tambin los valores existen, pura y simplemente, para el dogmtico. El hecho de que todos los valores suponen una conciencia valorante, permanece tan desconocido para l como el de que todos los objetos del conocimiento implican una conciencia cognoscente. El dogmtico pasa por alto, lo mismo en un caso que en el otro, el sujeto y su funcin. Con arreglo a lo que acabamos de decir, puede hablarse de dogmatismo terico, tico y religioso. La primera forma del dogmatismo se refiere al conocimiento terico; las dos ltimas al conocimiento de los valores. En el dogmatismo tico se trata del conocimiento moral; en el religioso, del conocimiento religioso. Como actitud del hombre ingenuo, el dogmatismo es la posicin primera y ms antigua, tanto psicolgica como histricamente. En el periodo originario de la filosofa griega domina de un modo casi general. Las reflexiones epistemolgicas no aparecen, en general, entre los presocrticos (los filsofos jonios de la naturaleza, los eleticos, Herclito, los pitagricos). Estos pensadores se hallan animados todava por una confianza ingenua en la capacidad de la razn humana. Vueltos por entero hacia el ser, hacia la naturaleza, no sienten que el conocimiento mismo es un problema. Este problema se plantea con los sofistas. stos son los que proponen por primera vez el problema del conocimiento y hacen que el dogmatismo en sentido estricto resulte imposible para siempre dentro de la filosofa. Desde entonces encontramos en todos los filsofos reflexiones epistemolgicas bajo una u otra forma. Cierto que Kant crey deber aplicar la denominacin de "dogmatismo" a los sistemas metafsicos del siglo XVII (Descartes, Leibniz, Wolff). Pero esta palabra tiene en l una significacin ms estrecha, como se ve por su definicin del dogmatismo en la Crtica de la razn pura ("El dogmatismo es el proceder dogmtico de la razn pura, sin la crtica de su propio poder"). El dogmatismo es para Kant la posicin que cultiva la metafsica sin haber examinado antes la capacidad de la razn humana para

  • tal cultivo. En este sentido, los sistemas prekantianos de la filosofa moderna son, en efecto, dogmticos. Pero esto no quiere decir que en ellos falte an toda reflexin epistemolgica y todava no se sienta el problema del conocimiento. Las discusiones epistemolgicas en Descartes y Leibniz prueban que no ocurre as. No puede hablarse, por tanto, de un dogmatismo general y fundamental, sino de un dogmatismo especial. No se trata de un dogmatismo lgico, sino de un dogmatismo metafsico. []

    4. El pragmatismo

    El escepticismo es una posicin esencialmente negativa. Significa la negacin de la posibilidad del conocimiento. El escepticismo, toma un sesgo positivo en el moderno pragmatismo (de gma = accin). Como el escepticismo, tambin el pragmatismo abandona el concepto de la verdad en el sentido de la concordancia entre el pensamiento y el ser. Pero el pragmatismo no se detiene en esta negacin, sino que remplaza el concepto abandonado por un nuevo concepto de la verdad. Segn l, verdadero significa til, valioso, fomentador de la vida. El pragmatismo modifica de esta forma el concepto de la verdad, porque parte de una determinada concepcin del ser humano. Segn l, el hombre no es en primer trmino un ser terico o pensante, sino un ser prctico, un ser de voluntad y accin. Su intelecto est ntegramente al servicio de su voluntad y de su accin. El intelecto es dado al hombre, no para investigar y conocer la verdad, sino para poder orientarse en la realidad. El conocimiento humano recibe su sentido y su valor de ste su destino prctico. Su verdad consiste en la congruencia de los pensamientos con los fines prcticos del hombre, en que aqullos resulten tiles y provechosos para la conducta prctica de ste. Segn

    ello, el juicio: "la voluntad humana es libre" es verdadero porque y en cuanto resulta til y provechoso para la vida humana y, en particular, para la vida social. Como el verdadero fundador del pragmatismo se considera al filsofo norteamericano William James ( 1910), del cual procede tambin el nombre de "pragmatismo". Otro principal representante de esta direccin es el filsofo ingls Schiller, que ha propuesto para ella el nombre de "humanismo". El pragmatismo ha encontrado adeptos tambin en Alemania. Entre ellos se cuenta, ante todo, Friedrich Nietzsche ( 1900). Partiendo de su concepcin naturalista y voluntaria del ser humano, ensea: "La verdad no es un valor terico, sino tan slo una expresin para designar la utilidad, para designar aquella funcin del juicio que conserva la vida y sirve a la voluntad de podero". De un modo ms tajante y paradjico todava expresa esta idea cuando dice: "La falsedad de un juicio no es una objecin contra este juicio. La cuestin es hasta qu punto estimula la vida, conserva la vida, conserva la especie, incluso quizs educa la especie". Tambin la Filosofa del como si, de Hans Vaihinger, pisa terreno pragmatista. Vaihinger se apropia la concepcin de Nietzsche. Tambin segn l es el hombre, en primer trmino, un ser activo. El intelecto no le ha sido dado para conocer la verdad, sino para obrar. Pero muchas veces sirve a la accin y a sus fines, justamente porque emplea representaciones falsas. Nuestro intelecto trabaja de preferencia, segn Vaihinger, con supuestos conscientemente falsos, con ficciones. Estas se presentan como ficciones preciosas, desde el momento en que se muestran tiles y vitales. La verdad es, pues, "el error ms adecuado". Finalmente, tambin Georg Simmel defiende el pragmatismo en su Filosofa del dinero. Segn l, son "verdaderas aquellas representaciones que han resultado ser motivos de accin adecuada y vital". Ahora bien, es palmario que no es lcito identificar los conceptos de "verdadero" y de "til". Basta examinar un poco de cerca el contenido de estos conceptos para ver que ambos tienen un sentido completamente distinto. La experiencia revela tambin a cada paso que una verdad puede obrar nocivamente. La guerra mundial ha sido singularmente instructiva en este sentido. De una y otra parte se crea un deber ocultar la verdad, porque se teman de ella efectos nocivos. Estas objeciones no alcanzan, sin embargo, a las posiciones de Nietzsche y de Vaihinger, que mantienen, como se ha visto, la distincin entre lo "verdadero" y lo "til". Conservan el concepto de la verdad en el sentido de la concordancia entre el pensamiento y el ser. Pero en su opinin no alcanzamos nunca esta concordancia. No hay ningn juicio verdadero, sino que nuestra conciencia

  • cognoscente trabaja con representaciones conscientemente falsas. Esta posicin es evidentemente idntica al escepticismo y se anula, por ende, a s misma. Vaihinger pretende, en efecto, que la tesis de que todo contenido del conocimiento es una ficcin, es verdadera. Los conocimientos que l expone en su Filosofa del como si pretenden ser algo ms que ficciones. En la intencin del autor, pretenden ser la nica teora exacta del conocimiento humano, no un "supuesto conscientemente falso". El error fundamental del pragmatismo consiste en no ver la esfera lgica, en desconocer el valor propio, la autonoma del pensamiento humano. El pensamiento y el conocimiento estn ciertamente en la ms estrecha conexin con la vida, porque estn insertos en la totalidad de la vida psquica humana; el acierto y el valor del pragmatismo radican justamente en la continua referencia a esta conexin. Pero esta estrecha relacin entre el conocimiento y la vida no debe inducirnos a pasar por alto la autonoma del primero y hacer de l una mera funcin de la vida. Esto slo es posible, como se ha mostrado, cuando se falsea el concepto de la verdad o se le niega como el escepticismo. Pero nuestra conciencia lgica protesta contra ambas cosas.

    5. El criticismo

    El subjetivismo, el relativismo y el pragmatismo son, en el fondo, escepticismo. La anttesis de ste es, como hemos visto, el dogmatismo. Pero hay una tercera posicin que resolvera la anttesis en una sntesis. Esta posicin intermedia entre el dogmatismo y el escepticismo se llama criticismo (de = examinar). El criticismo comparte con el dogmatismo la fundamental confianza en la razn humana. El criticismo est convencido de que es posible el conocimiento, de que hay una verdad. Pero mientras esta confianza induce al dogmatismo a aceptar despreocupadamente, por decirlo as, todas las afirmaciones de la razn humana y a no reconocer lmites al poder del conocimiento humano, el criticismo, prximo en esto al escepticismo, une a la confianza en el conocimiento humano en general la desconfianza hacia todo conocimiento determinado. El criticismo examina todas las afirmaciones de la razn humana y no acepta nada despreocupadamente. Dondequiera pregunta por los motivos y pide cuentas a la razn humana. Su conducta no es dogmtica ni escptica sino reflexiva y crtica. Es un trmino medio entre la temeridad dogmtica y la desesperacin escptica. Brotes de criticismo existen dondequiera que aparecen reflexiones epistemolgicas. As ocurre en la Antigedad en Platn y Aristteles y entre los estoicos; en la Edad Moderna, en Descartes y Leibniz y todava ms en Locke y Hume. El verdadero fundador del criticismo es, sin embargo, Kant, cuya filosofa se llama pura y simplemente "criticismo". Kant lleg a esta posicin despus de haber pasado por el dogmatismo y el escepticismo. Estas dos posiciones son, segn l, exclusivistas. Aqulla tiene "una confianza ciega en el poder de la razn humana"; sta es "la desconfianza hacia la razn pura, adoptada sin previa crtica". El criticismo supera ambos exclusivismos. El criticismo es "aquel mtodo de filosofar que consiste en investigar las fuentes de las propias afirmaciones y objeciones y las razones en que las mismas descansan, mtodo que da la esperanza de llegar a la certeza". Esta posicin parece la ms madura en comparacin con las otras. "El primer paso en las cosas de la razn pura, el que caracteriza la infancia de la misma, es dogmtico. El segundo paso es escptico y atestigua la circunspeccin del juicio aleccionado por la experiencia. Pero es necesario un tercer paso, el del juicio maduro y viril." En la cuestin de la posibilidad del conocimiento, el criticismo es la nica posicin justa. Pero esto no significa que sea preciso admitir la filosofa kantiana. Es menester distinguir entre el criticismo como mtodo y el criticismo como sistema. En Kant el criticismo significa ambas cosas: no slo el mtodo de que el filsofo se sirve y que opone al dogmatismo y al escepticismo, sino tambin el resultado determinado a que llega con ayuda de este mtodo. El criticismo de Kant representa, por lo tanto, una forma especial de criticismo general. Al designar el criticismo como la nica posicin justa, pensamos en el criticismo general, no en la forma especial que ha encontrado en Kant. Admitir el criticismo general no significa otra cosa, en conclusin, que reconocer la teora del conocimiento como una disciplina filosfica independiente y fundamental. Contra la posibilidad de una teora del conocimiento se ha objetado que esta ciencia quiere fundamentar el conocimiento al mismo tiempo que lo supone, pues ella misma es conocimiento. Hegel

  • ha formulado esta objecin en su "Enciclopedia" de la siguiente manera: "La investigacin del conocimiento no puede tener lugar de otro modo que conociendo; tratndose de este supuesto instrumento, investigarlo no significa otra cosa que conocerlo. Mas querer conocer antes de conocer es tan absurdo como aquel prudente propsito del escolstico que quera aprender a nadar antes de aventurarse en el agua". Esta objecin sera certera si la teora del conocimiento tuviese la pretensin de carecer de todo supuesto, esto es, si quisiera probar la posibilidad misma del conocimiento. Sera una contradiccin, en efecto, que alguien quisiera asegurar la posibilidad del conocimiento por el camino del conocimiento. Al dar el primer paso en el conocimiento, dara por supuesta tal posibilidad. Pero la teora del conocimiento no pretende carecer de supuestos en este sentido. Parte, por el contrario, del supuesto de que el conocimiento es posible. Partiendo de esta posicin entra en un examen crtico de las bases del conocimiento humano, de sus supuestos y condiciones ms generales. En esto no hay ninguna contradiccin y la teora del conocimiento no sucumbe a la objecin de Hegel.