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CC 2015Virtual Bread Editorial Libre

Mau Miau

Historia y arte de Laughtman

Ilustración de portada: Diseño de portada:

Corrección de estilo:

Editor:Diseño editorial:

LaughtmanTourner

Tourner

TournerFulanito de talVirtual Bread

Agradecimientos especiales:Anémona

Jonathan YannFulanito de tal

Y a nuestros queridos lectores de prueba

Hecho en México.

Licencia:

Este obra está bajo una Licencia Creative Commons

Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional

Virtual BreadPresenta:

Historia y arte:

Laughtman

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Índice

Capítulo 7

Ilustración 1

Ilustración 2

Promo

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32

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CAPÍTULO 7:

Soluciones

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Es de mañana en el departa-

mento de Mina.

Richie regresa temprano a indagar lo que sucedió el

día anterior después de desmayarse. Duda mucho en

tocar; no sabe qué esperar. Tal vez el gato se comió

a todos, tal vez no pasó nada.

- No sé qué mierda pasó ayer. A decir verdad

me comporté un poco cobarde al huir de esa forma

después de despertar – piensa Richie mientras mira

la puerta del departamento–. Por otro lado ¿por qué

me dejaron afuera inconsciente? ¿Habrá ocurrido

algo muy malo y habrán intentado salvarme? –los

pensamientos de Richie se sobrecalentaron por la

inocencia hasta que un salvaje recuerdo apareció–.

¡Casi me le declaro ayer a la hermana de Atzin!

Un momentáneo escalofrío lo envolvió hasta que

un par de voces lo interrumpieron:

- Con permiso – hablaban en coro. Eran dos

chicas sumamente atractivas, como de la edad de

Mina.

- Eh, perdón – Richie se hizo a un lado y las dejó

pasar. Al parecer iban a tocar en la puerta de Mina.

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¡TOC, TOC, TOC, TOC! – La puerta retumbó fuerte

tras ser golpeada por ambas chicas.

- Mina, abre la puerta, sabemos que estás ahí

¡MINA!

Mientras tanto, dentro del departamento, Mina re-

cién se despierta y mientras se quita la saliva de la

mejilla se percata de la situación compleja en la que

está.

- ¿Qué es eso? ¿Alguien toca la puerta? Nadie

me visita, sólo estos idi… - No alcanzó a terminar

su monólogo cuando se percató de que Bastardo

estaba acostado junto a ella y al lado de la cama,

Atzin, en ropa interior dormida sobre Crium. – Esta-

mos desnudos, los tres estamos desnudos. ¡¿Qué

mierda pasó aquí?! – Gritó Mina.

- ¡Cállate Tzintzin! – Ai aventó un cojín pesado

a Mina, quien cayó de la cama y encontró trozos

mordisqueados de la ropa que traían ayer.

- Oh por Xochiquetzal , gracias que no hice nada

estúpido con este idiota y mi hermana – Un rayo de

sol atravesó la ventana e iluminó su cuerpo.

¡TOC, TOC, TOC, TOC! – La puerta retumbó nue-

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vamente.

- ¡Abre la puerta o nosotras entraremos por ti!

– Ambas chicas están dispuestas a derrumbar la

puerta.

- ¿Qué pasa? – Bastardo nota que está desnudo

y en la cama de Mina. – Oh mierda pero al parecer

tuvimos suerte – Se siente alegre y tiene ganas de

fumar un cigarrillo.

- ¡No te emociones, el gato se comió la ropa y

simplemente caímos dormidos! – Grita Mina

Los golpes en la puerta eran cada vez más inten-

sos.

- ¡Ya te escuchamos Mina, abre ya o derribamos

la puerta!

- ¡Diles a tus amigas que se callen, quiero dormir y

el gato ya tiene hambre! – Adormilada, Atzin reclama

y advierte que el gato está por despertar.

Mina está desnuda, al parecer no encuentra nada

de ropa útil, hay un hombre desnudo en su cama, un

gato gigante, un montón de chatarra electrónica en

su sala, así como una silla con cuerdas, misma que

utilizó Ai para atar a Mina en el capítulo anterior (pá-

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gina 28 de la edición web, por si gustan buscar), y no

sólo eso, quién sabe qué habrá pasado con Richie o

a dónde lo fueron a aventar ¿Estará muerto?

Metztli está sudando - dejé de usar su diminutivo

porque así se siente que es más serio -, es la primera

vez que no sabe manejar una crisis, sus nervios es-

tán al máximo, sabe que está en problemas su única

salida es la ventana pero tampoco quiere morir.

- Atrás todos ¡Vamos a entrar! – Una de las chi-

cas, la menos deportiva, grita mientras se hace para

atrás – Lili, dale duro a esa puerta

- A un lado amiga – Lili (acabamos de descubrir

su nombre), chica deportista, alta y muy bonita se

prepara para dar un fuerte golpe a la puerta.

Richie mira nervioso lo que sucede, no sabe qué

pasará cuando tiren la puerta por lo que intenta de-

tenerlas pero nadie en esta historia le hace caso a

Richie, por lo que ni siquiera parafraseamos su diá-

logo.

Mina sale corriendo con una manta atada a su cin-

tura. Justo en el momento en que la puerta es gol-

peada.

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- Lili, no la tiraste

- Creí que sería más fácil, lo he visto en películas,

pero no te preocupes Bety, esta es la buena.

Mina vuelve a estar nerviosa, sabe bien que Lili no

puede tirar la puerta pues la reforzó para que Crium

no saliera, pero también sabía que Lili no descansa-

ría hasta tirarla.

- Uno, dos, … - Lili cuenta mientras toma más

fuerzas – ¡TRES! – Esta vez lo intenta con el hombro,

por fortuna Mina quitó el seguro y al fin la puerta fue

derribada.

El sol atravesaba la ventana y daba a contraluz el

cuerpo de Mina, Lili y Bety están deslumbradas, ven

a una hermosa chica cubierta con algo que pare-

ce media toga en un paisaje pos apocalíptico, pero

pronto se dan cuenta de que es Mina, sudando y

riendo como histérica, cubierta con una manta, ro-

deada de basura.

- ¡¿Qué diablos pasa aquí Mina?! – Grita Bety

- N-n-no No griten – Mina parece bastante des-

esperada

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- ¿Qué escondes Metztli? – Lili alza la voz – Estu-

vimos buscándote por días, te hablamos a tu celular

pero no hay respuesta, te buscamos en tu trabajo

pero ya no trabajas ahí

- Incluso llamamos a tus papás y nos dijeron de

forma muy despreocupada, que habías caído en

las drogas y el libertinaje ¡Y no nos invitaste! – Bety

lucía molesta.

Lili y Bety recorren el desastre y miran detenida-

mente, escuchan que en el armario hay ladridos, son

los pugs de corral, lograron desarrollar una comuni-

dad autosuficiente, lo cual nadie hubiera imaginado

pues los pugs son muy tontos.

En el cuarto de Mina Bastardo y Atzin están es-

cuchando lo que sucede, mientras que Crium se va

despertando y comienza a oler comida.

Atzin voltea a ver a Crium, se pone nerviosa.

- Esclavo, esto es malo. – Atzin se mira a Crium,

ella está temerosa.

- ¿Qué pasa?

- Crium acaba de despertar

- Sólo contrólalo ¿Cuál es el problema?

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- Creo que es el peor momento para confesar esto

pero desnuda no puedo controlar al gato, necesito

mi ropa y mis cosas.

- ¡¿De qué hablas Atzin?! ¡Dijiste que tenías un

sexto sentido y un ojo extra con el que controlabas

al gato! ¿Qué pasa con eso?

- No puedo describirlo justo ahora pero…

- ¡¿Pero qué?!

Mina intenta controlar la situación, pero ninguna de

las explicaciones parece convincente.

- Mina por lo que vemos… - Bety suspira mientras

mira a los pugs recoger sus desechos – Creemos

que necesitas ayuda.

- De qué están hablando chicas, sé que todo

esto se ve extraño y en efecto parece que estoy

metida en drogas o algo así, de hecho todo apunta

a eso pero la verdad es mucho menos convincente

y, para serles sincera ni yo misma creo todo lo que

ha pasado por aquí en los últimos meses.

- ¡Entonces explícalo! – Interrumpe Lili quien se

desespera con facilidad.

- ¡Yo puedo explicarlo!

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Bastardo sale del cuarto de Mina, está semidesnu-

do y sólo lo cubre una toalla.

- ¡Erick! – Gritan a coro las tres amigas

- Cómo te atreves a seguir arruinando mi vida

incluso en estas circunstancias – Mina llora y grita.

- Ahora lo comprendo todo, jamás lo creí de us-

tedes, pero por lo visto nuestras predicciones eran

ciertas, jamás debimos confiar en ti. –

- Espera Lili, no es lo que creen, lamento mucho

que siempre haga o diga cosas estúpidas en este

tipo de momentos, pero no es lo que piensan, todo

lo que ven aquí recién sucedió y es mi culpa, Mina

no está en las drogas ni nada, lo que pasa es que…

Todas están atentas a las palabras de Erick

- Mina y yo nos casamos y la induje a una vida

autodestructiva.

- ¡Eres un idiota Bastardo! – Mina continúa gri-

tando

Lili y Bety miran de reojo a Erick

- Es justamente eso lo que nos temíamos. – Ha-

blan Bety y Lili a coro, de nuevo.

- ¡Qué!, ¿De verdad? No puedo ser tan malo ni

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tan estúpido, oigan, lo que acabo de decir es una

mentira, la verdad es que…

- Ya cállate Erick – Mina interrumpe desanimada.

- Mina, después de ver esto no tenemos otra

opción que…

Atzin sale corriendo de la habitación, también está

semidesnuda.

- ¡Tzintzin tenemos un problema grande!

- ¡¿Quéeeeeee?! – Lili y Bety vuelven a gritar a

coro

- ¿Qué mierda pasa ahora Ai? – Mina se ve cada

vez más decaída.

- E-e-e-e-e-e-e-eeeeeeeeeeel gato

- ¿Qué pasa con el gato?

- Seeeeeeeeeeeee

- ¿Qué?

- Escapó

Lili y Bety siguen perplejas de ver a los tres semi-

desnudos y con ninguna historia a su favor más lo

que se puede deducir.

- No puedo creer que hayas arrastrado a tu her-

mana a esto – Dice Lili, bastante indignada.

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- ¡Y no nos invitaste! – Bety sigue con la indigna-

ción, es decir, con una lógica bastante errónea.

Mina deja de prestar atención a sus amigas y se

dirije a Atzin

- Simplemente tranquilízalo, se supone que eso

es lo que haces ¿No?

- Espera Tzintzin, hay algo que no te he dicho, ya

traté de controlarlo pero no tengo mi ropa y sólo me

quedaba poco de mi perfume, al parecer se volvió

inmune.

- ¿De qué hablas? Me pones nerviosa

- Es que Tzintzin, no es mi culpa, yo sólo…

- ¿Estás diciendo que el gato está en modo sal-

vaje de nuevo?

- Si, en resumen

- ¡Mierda! – Mina comienza a ver a todos los rin-

cones del departamento.

Cuando Crium entra en modo salvaje puede es-

conderse en donde sea, por ejemplo en un rincón

oscuro, ahí, detrás de toda la chatarra electrónica,

donde nadie presta atención más que la narrativa.

- ¡¿Qué pasa Metztli?! – Dice Bety

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- Oigan chicas, esto se está poniendo difícil, sa-

ben deberían regresar en otro día cuando las cosas

estén más tranquilas, mierda por qué no vivieron

ayer en la mañana que todo era normal, escuchen,

están en peligro permaneciendo aquí.

- ¡Tzintzin, rápido al clóset! – Grita Antoine, quien

acaba de llegar preocupado por la llamada que con-

testaron los padres de Mina.

Mina empuja a las chicas dentro del clóset de la

pared, Atzin encuentra su bolso y saca su perfume.

El gato salta de un lado a otro para confundirlos.

- ¿Qué haces con eso Ai? – Dice Antonio, mientras

presta atención a los movimientos del gato.

- No hay tiempo de explicarlo – Aplica el perfume

sobre su cuerpo – Es momento de hacer un sacrificio

real por el bien de mi familia.

El gato se detiene y se dirige lento hacia Atzin, ella

suda y mira al gato fijamente.

- Atzin ¡¿Qué haces?! – Mina grita

- No te preocupes Tzintzin, desde que empezamos

con esto estaba dispuesta a sacrificarme, sabía que

esto iba a pasar eventualmente.

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- Espera Atzin, estuve investigando en internet

acerca del gato y…

- ¿Qué descubriste? – Mina pregunta

- Nada en realidad

- ¡Pedazo de idiota! – Grita Atzin mientras tiembla,

el gato cada vez está más cerca.

- Esperen, lo único que sé es que es un gato ex-

tremadamente inteligente y sabe que esta sólo es una

rabieta, no puede delatarse, ya somos demasiados

los que sabemos el secreto.

- Es cierto Ai, no hagas esto – Mina parece más

tranquila.

Mientras tanto, Lili y Bety escuchan todo desde el

clóset en el que alguna vez Antoine y Mina se ocul-

taron para evitar se comidos por el gato.

- ¿Qué pasa allá afuera?

- ¿Será todo una actuación para evitar que nos

llevemos a Mina al Loquero? – Pregunta Bety.

- No lo sé y no lo sabremos hasta salir de aquí

Por fuera, Mina cubre la puerta con su cuerpo evi-

tando que ellas salgan. Crium está frente a frente

con Atzin, es demasiado tarde para arrepentirse y Ai

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lo sabe.

- Si vas a comerme hazlo, no me importa, eres un

dios y yo una simple mortal, siempre lo supe, anda

cómeme.

Crium la huele, encuentra el olor familiar y refres-

cante, huele como a menta. Crium abre la boca y

saca la lengua, le da un lengüetazo a Atzin pero no

la devora.

- Mina, detén todo esto, vamos a salir – Dice Lili

quien está nuevamente dispuesta a derribar la puerta.

- ¡No, esperen! – Eso fue lo último que pudo decir

Mina, lo demás fue ocurrió en cámara lenta para

todos.

Lili derribó la puerta del clóset, ella y Bety salieron

corriendo y lo siguiente que vieron fue a un gato gi-

gante que parecía sorprendido. Ercik, Antonio y Ri-

cardo se lanzaron contra el gato para intentar con-

tenerlo, pero es demasiado fuerte y rápido, Atzin se

contrapuso y Crium parecía no atacarla pero pronto

la lanzó hacia la pared, Mina tocó la entrepierna del

gato por lo que se detuvo por unos segundos, Lili

logró reaccionar e intentó buscar una salida.

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- ¡Corran! – Gritó Mina.

Lili comenzó a correr pero Bety está bloqueada, no

logra moverse, está en shock, Lili regresa por ella,

la logró jalar pero el gato sacó sus largas y afiladas

uñas y logró hacer graves heridas a Bety en el brazo.

Ambas salieron, Lili corría, llevaba a Bety entre sus

brazos, Antonio y Richie salieron tras de ellas y les

ayudaron a bajar. Una vez fuera del edificio notaron

que Bety sangraba demasiado.

En el departamento, Mina logró contener al gato

rascando su entrepierna, entonces Atzin sacó otra

botella de perfume la cual rompió sobre la manta

que usaba Mina para cubrirse. El gato comenzó a

lamer la manta y se quedó tranquilo.

- Atzin, ¿qué pasa con ese perfume? – Mina pre-

gunta mientras se mantiene seria.

- Eh, es…

- ¡Dilo ya! – Erick, desesperado gritó.

- Es… el perfume es… un concentrado de…

hierba de gato .

- ¿Es decir que en realidad nunca pudiste con-

trolar al gato? – Dice Mina resignada.

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Atzin da la vuelta y sale corriendo del departamen-

to pero Erick la detiene:

- ¡Ai, no te puedes ir, estás desnuda!

Atzin regresa al departamento.

- Chicos, debemos buscar algo de ropa, debo

ir con mis amigas y explicarles todo – Dice Mina

mientras observa a Crium que comienza a babear.

- No sé tú pero creo que lo sobreentendieron. –

Dice Erick.

- Cállate idiota y ayuda a buscar.

- Yo iré por más hierba, la necesitaremos, cada

vez se hace más tolerante y como pueden verlo ya

no me hace caso. – Dice Atzin.

Más tarde, Mina llama a Antoine, quien le dice que

Bety está en el hospital, está grave y ha perdido mu-

cha sangre por lo que Mina corre hacia el hospital.

Pronto se encuentra con Richie.

- ¿Richie, cómo está todo? – Pregunta Mina

Richie luce apenado al verla, al parecer sigue afec-

tando la casi confesión de un día antes.

- Eh pues está en cuidados intensivos, espera

por una transfusión, por suerte Lili es compatible y

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ella donó sangre.

- Es cierto, lo recuerdo, yo también soy compati-

ble, cuando menos seré un poco útil. Bien, entraré.

- Espera Mina… - Richie la detiene – Eh, pues, Lili

te culpa de lo que pasó entonces tal vez las cosas

adentro estén graves.

- Gracias por preocuparte Richie, pero hemos

pasado por cosas peores.

- ¿Peores que esto?

- Bueno… ¿Cómo explicarlo? Para una mujer

las cosas siempre son peores de lo que parecen.

– Omitan el diálogo tendencioso por favor – Por lo

que, sé que esto saldrá bien.

Nuevamente nadie hace caso a Richie, Mina en-

tra a la habitación donde Bety yace inconsciente. Lili

está de pie, volteó a ver a Mina y de inmediato regre-

só la mirada. Antonio se levantó de la silla en la que

estaba y se despidió.

- Iré a ayudar a Ai en lo que necesite, nos vemos.

Richie sale de la habitación.

- … - Se respira tensión – Eh Lili yo…

- ¿Lo lamentas?

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- Eh, si, es sólo que quisiera explicar.

- No tienes nada qué explicar, tu modo de vida,

tus vicios, tus mascotas, todo eso, sabes, nosotras

nos preocupamos por ti, no sabíamos qué hacer

pero tú nos has dado la respuesta, estás loca, y no

podemos ayudarte, no sé cómo demonios te me-

tiste en esto, eras una chica modelo, eres preciosa,

tienes un cuerpo increíble, inteligente, independiente

y muy valiente. No sé cómo terminaste así, pero ya

no queremos saber más de ti, ahora Bety tendrá

que vivir con tres cicatrices gigantes en el brazo,

¡gracias Mina! Por poco muere la más pequeña y

débil de nosotras, por tu culpa.

- Espera, estoy de acuerdo contigo, estoy mal, lo

admito pero cuando menos déjame contarte todo,

cómo ha pasado esto…

Mina y Lili platicaron por alrededor de una hora,

Mina contó a grandes rasgos lo que ha pasado en

los últimos meses, Lili no creyó todo pero definitiva-

mente lo del gato era más que cierto.

- Mina, la verdad es que me cansa un poco es-

cuchar tu historia, pero te daré un voto de confianza

por nuestra amistad, y…

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- ¿?

- Te daré un consejo.

- Adelante.

- Esto te parecerá raro, bueno, no más que tu

historia pero, alguna vez fui con un hechicero, no

te diré por qué, pero es demasiado bueno, es un

idiota pero es bueno, tal vez él te pueda ayudar a

deshacerte del gato o cuando menos a recuperar tu

computadora y trabajo, se llama… espera tan sólo

decir su nombre es vergonzoso, hmmm, Pepenchis,

así se llama, ten la dirección – Mina recibe una tarjeta

con la dirección del Hechicero.

Mina se sintió aliviada por un momento, pero miró

hacia Bety quien seguía inconsciente, su cabeza giró

nuevamente, y de inmediato fue a donar sangre para

su amiga.

Mina no volvió a entrar a la habitación, se sentía

bastante mal, despidió a Richie, quien se fue a casa,

Erick llegó a suplirlo, junto con los padres de Bety.

Mina salió del hospital, sintió frío y un vacío inmen-

so, el pensar en las cicatrices de Bety le hacían sen-

tir terrible. Entonces tomó la tarjeta que Lili le regaló,

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y recordó que no podía hacer nada para deshacerse

del gato o recuperar su vida en tanto no supiera qué

pasó con la compañía de mensajería Logistics. Mina

supo entonces que debía intentar lo que fuera, in-

cluso recurrir a un hechicero cuyo nombre por más

ridículo que fuera, tal vez podría ayudarla como ayu-

dó a Lili.

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Mau Miau

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LILIANA

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