thomas s. kuhn - la estructura de las revoluciones científicas (capítulo 10)

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252 OBSERVACIÓN Asimismo existe el correspondiente abismo entre las imágenes visuales y lo que sabemos. El ver salva este abismo, puesto que, si bien ver es al menos una "copia visual" de los objetos, es también más que eso. Es una cierta clase de visión de los objetos: es ver que si se diera x, se seguiría y. Este hecho se olvidó en todo lo que se dijo acerca del conocimiento proveniente de la experiencia senso- rial, la memoria, la asociación y la correlación. La memorisaeión, la asociación, la correlación y la comparación mental de pinturas pueden ser comprendidas ad indefinitum sin haber dado un paso hacia el conocimiento científico, esto es, hacia proposiciones de las que se sabe que son verdaderas. ¿Cuánto tiempo debemos mani- pular fotografías, diagramas y bocetos de antílopes antes de que surja la frase "los antílopes son ungulados"? Cuando se ignoran el lenguaje y las notaciones en los estudios de observación, se considera que la física descansa sobre la pura sensación y los experimentos de bajo nivel. Se la describe como una concatenación repetitiva y monótona de sensaciones espectaculares y de experimentos de laboratorio escolar. Pero la ciencia física no es solamente una sistemática exposición de los sentidos al mundo; también es una manera de pensar acerca del mundo, una manera de formar concepciones. El observador paradigmático no es el hombre que' ve y comunica lo que todos los observadores normales ven y comunican, sino el hombre que ve en objetos familiares lo que nadie ha visto anteriormente. 57 57 "'La filosofía natural' ... no consiste en el descubrimiento de hechos, sino en descubrir nuevas formas de pensar acerca de ellos. La prueba a que sometemos estas ideas es ésta: ¿nos permiten ensamblar los hechos unos con otros?"; Bragg, "The atom" en Th e Hi,torll o/ Science, Londres, 1948, p. 167. "El ordenamiento armónico es la tarea del científico. Una ciencia se cons- truye a partir de hechos, lo mismo que una casa se contruye a partir de la- drillos. Pero no se puede llamar ciencia a una mera colección de hechos, como no puede llamarse casa a un montón de ladrillos"; Poincaré, Foundation, o/ Science, Science Press, Lancaster, Pa., 1946, p. 127. "Frecuentemente, no se ve un objeto porque no se sab« cómo ver/e, más que por algún defecto en el órgano de la visión. .. [Herschel decfa] 'Prepararé el aparato y le colocaré a usted en una posición tal que [las líneas oscuras de Fraunhofer) sean visibles, y, a pesar de ello, usted las buscarÁ y no las encontrarÁ: después de lo cual le instruiré en cómo verlas mientras usted permanece en la misma posición, y entonces las verá, y no sólo se preguntará cómo es que no las veía antes, sino que encontrará imposible mirar al espectro sin verlas.'''; Babbage, Tb:e Decline o/ Science in England, ·R. Clay, Londres, 1830." LAS REVOLUCIONES COMO CAMBIOS DE LA CONCEPCIÓN DEL MUNDO· THOMAS KUHN Al examinar el registro de la investigación pasada, desde la ata- laya de la historiografía contemporánea, el historiador de la cien- cia puede sentirse tentado a proclamar que cuando cambian los paradigmas el mundo mismo cambia con ellos. Guiados por un nuevo paradigma, los científicos adoptan nuevos instrumentos y buscan en lugares nuevos. Lo que es todavía más importante, du- rante las revoluciones los científicos ven cosas nuevas y diferentes al mirar con instrumentos familiares en lugares en los que ya habían buscado antes. Es como si la comunidad profesional hubiera sido transportada repentinamente a otro planeta donde los objetos fa- . miliares se ven bajo una luz diferente y, además, junto con otros objetos desconocidos. Por supuesto, nada de eso ocurre: no hay trasplantación geográfica; fuera del laboratorio la vida cotidiana suele continuar como siempre. Sin embargo, los cambios de para- digma causan que los científicos vean el mundo de investigación con el que están comprometidos de manera diferente. En la me- dida en que su única vía de acceso al mundo consiste en lo que ven y hacen, estamos tentados a decir que después de una revolución los científicos responden a un mundo diferente. Los conocidos experimentos del cambio gestáltico,·· de cambio en la forma visual, resultan muy sugerentes como prototipos ele- mentales de esas transformaciones del mundo del científico. Lo que • "Revolut.ions as Changes of World View" apareció como el capítulo X de Th e Structure o/ Scienlijic Revolution» Chicago, The University of Chi- cago Press, 1962. Segunda edición 1970. Versión española: La Estru ctur« de 148 Revolucione, Científica" México, Fondo de Cultura Económica, 1971. Se reimprime con autorización del Fondo de Cultura Económica. La traducción ha sido modificada por los compiladores. •• Los experimentos gestálticos son experimentos relacionados con la per- cepción visual, en los cuales tiene lugar un cambio en la forma, es decir, en la manera de organizar los elementos que se perciben. [Nota de los compiladores.) f2531

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  • 252 OBSERVACIN

    Asimismo existe el correspondiente abismo entre las imgenesvisuales y lo que sabemos. El ver salva este abismo, puesto que, sibien ver es al menos una "copia visual" de los objetos, es tambinms que eso. Es una cierta clase de visin de los objetos: es ver quesi se diera x, se seguira y. Este hecho se olvid en todo lo que sedijo acerca del conocimiento proveniente de la experiencia senso-rial, la memoria, la asociacin y la correlacin. La memorisaein,la asociacin, la correlacin y la comparacin mental de pinturaspueden ser comprendidas ad indefinitum sin haber dado un pasohacia el conocimiento cientfico, esto es, hacia proposiciones de lasque se sabe que son verdaderas. Cunto tiempo debemos mani-pular fotografas, diagramas y bocetos de antlopes antes de quesurja la frase "los antlopes son ungulados"?

    Cuando se ignoran el lenguaje y las notaciones en los estudiosde observacin, se considera que la fsica descansa sobre la purasensacin y los experimentos de bajo nivel. Se la describe como unaconcatenacin repetitiva y montona de sensaciones espectacularesy de experimentos de laboratorio escolar. Pero la ciencia fsica noes solamente una sistemtica exposicin de los sentidos al mundo;tambin es una manera de pensar acerca del mundo, una manera deformar concepciones. El observador paradigmtico no es el hombreque' ve y comunica lo que todos los observadores normales ven ycomunican, sino el hombre que ve en objetos familiares lo que nadieha visto anteriormente. 57

    57 "'La filosofa natural' ... no consiste en el descubrimiento de hechos,sino en descubrir nuevas formas de pensar acerca de ellos. La prueba a quesometemos estas ideas es sta: nos permiten ensamblar los hechos unos conotros?"; Bragg, "The atom" en Th e Hi,torll o/ Science, Londres, 1948, p. 167.

    "El ordenamiento armnico es la tarea del cientfico. Una ciencia se cons-truye a partir de hechos, lo mismo que una casa se contruye a partir de la-drillos. Pero no se puede llamar ciencia a una mera coleccin de hechos, comono puede llamarse casa a un montn de ladrillos"; Poincar, Foundation, o/Science, Science Press, Lancaster, Pa., 1946, p. 127. "Frecuentemente, no seve un objeto porque no se sab cmo ver/e, ms que por algn defecto en elrgano de la visin. .. [Herschel decfa] 'Preparar el aparato y le colocar austed en una posicin tal que [las lneas oscuras de Fraunhofer) sean visibles,y, a pesar de ello, usted las buscar y no las encontrar: despus de lo cualle instruir en cmo verlas mientras usted permanece en la misma posicin,y entonces las ver, y no slo se preguntar cmo es que no las vea antes,sino que encontrar imposible mirar al espectro sin verlas.'''; Babbage, Tb:eDecline o/ Science in England, R. Clay, Londres, 1830."

    LAS REVOLUCIONES COMO CAMBIOS DE LACONCEPCIN DEL MUNDO

    THOMAS KUHN

    Al examinar el registro de la investigacin pasada, desde la ata-laya de la historiografa contempornea, el historiador de la cien-cia puede sentirse tentado a proclamar que cuando cambian losparadigmas el mundo mismo cambia con ellos. Guiados por unnuevo paradigma, los cientficos adoptan nuevos instrumentos ybuscan en lugares nuevos. Lo que es todava ms importante, du-rante las revoluciones los cientficos ven cosas nuevas y diferentes almirar con instrumentos familiares en lugares en los que ya habanbuscado antes. Es como si la comunidad profesional hubiera sidotransportada repentinamente a otro planeta donde los objetos fa- .miliares se ven bajo una luz diferente y, adems, junto con otrosobjetos desconocidos. Por supuesto, nada de eso ocurre: no haytrasplantacin geogrfica; fuera del laboratorio la vida cotidianasuele continuar como siempre. Sin embargo, los cambios de para-digma causan que los cientficos vean el mundo de investigacincon el que estn comprometidos de manera diferente. En la me-dida en que su nica va de acceso al mundo consiste en lo que veny hacen, estamos tentados a decir que despus de una revolucinlos cientficos responden a un mundo diferente.

    Los conocidos experimentos del cambio gestltico, de cambioen la forma visual, resultan muy sugerentes como prototipos ele-mentales de esas transformaciones del mundo del cientfico. Lo que

    "Revolut.ions as Changes of World View" apareci como el captulo Xde Th e Structure o/ Scienlijic Revolution Chicago, The University of Chi-cago Press, 1962. Segunda edicin 1970. Versin espaola: La Estru ctur de148 Revolucione, Cientfica" Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1971. Sereimprime con autorizacin del Fondo de Cultura Econmica. La traduccinha sido modificada por los compiladores.

    Los experimentos gestlticos son experimentos relacionados con la per-cepcin visual, en los cuales tiene lugar un cambio en la forma, es decir, en lamanera de organizar los elementos que se perciben. [Nota de los compiladores.)

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    eran patos en el mundo del cientfico antes de la revolucin,. son co-nejos despus. El hombre que antes vea el exterior de la caja desdearriba, despus ve su interior desde abajo. Las transformacionescomo stas, aunque por lo general son ms graduales y casi siem-pre irreversibles, son usualmente concomitantes del adiestramientocientfico. Al mirar el contorno de un mapa, el estudiante ve lneassobre un papel, mientras que el cartgrafo ve una representacin.deun terreno. Al mirar una fotografa de una cmara de burbujas, elestudiante ve lneas quebradas y confusas, mientras que el fsico veun registro de eventos sub nucleares familiares. Slo despus de uncierto nmero de tales transformaciones de la visin, el estudiantellega a Ser un habitante del mundo de los cientficos, viendo lo queven los cientficos y respondiendocomo ellos lo hacen. Sin embargo,el mundo alque entonces entra el estudiante no queda fijado, deuna vez poi: todas, tanto por la naturaleza del medio ambiente,como por la naturaleza de la' ciencia. Ms bien, queda conjunta-mente determinado por el medio ambiente y por la tradicin par-ticular de ciencia norma' en la que el estudiante ha sido educado.Por consiguiente, en tiempos de revolucin, cuando la tradicin deciencia normal cambia, la percepcin que tiene elcientfico de sumedio ambiente debe ser reeducada: en algunas situaciones fami-'Iiares debe aprender a ver una forma (Gestalt) nueva. Despus dehaber hecho eso, el mundo de su investigacin parecer,' en algunosaspectos, inconmensurable con el que habitaba antes. Esa es otrade las razones por las cuales las escuelas guiadas por paradigmasdiferentes siempre estn ligeramente en pugna involuntaria.

    Por supuesto, en su forma ms usual, los experimentos gestl-ticos ilustran slo la naturaleza de las transformaciones de la per-cepcin. No nos indican nada acerca del papel de los par adigrnaso de la experiencia previamente asimilada en el proceso de la per-cepcin. Pero sobre esa cuestin existe abundante literatura de lapsicologa, gran parte de la cual procede de los trabajos pione-ros del Instituto Hanover. Un sujeto experimental que se pongaanteojos con lentes inversores ver inicialmente el mundo enterocabeza abajo: Al principio su aparato perceptual funciona como sihubiera sido entrenado para funcionar sin esos anteojos, y el resul-tado es una extrema desorientacin y una aguda crisis personal.Pero despus de que el sujeto ha comenzado a: aprender a con-ducirse en su nuevo mundo, todo su campo visual se transforma,

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    usualmente despus de un perodo intermedio en el que la visinresulta simplemente confusa. De ah en adelante los objetos sonvistos de nuevo como se vean antes de utilizar los anteojos. Laasimilacin de un campo visual previamente anmalo ha reaccio-nado sobre el campo mismo, hacindolo cambiar.' Tanto literalcomo metafricamente, el hombre acostumbrado a los lentes inver-sores ha sufrido una transformacin revolucionaria de la visin.

    Los sujetos del experimento de las cartas anmalas de la baraja,discutidos en la seccin VI, experimentaron una transformacinmuy similar. Hasta que aprendieron, por medio de una 'prolongadaexposicin, que el universo contena cartas anmalas, slo vean lostipos de cartas para los cuales sus experiencias previas los habanpreparado. Sin embargo, una vez que la experiencia les propor-cion las categoras complementarias necesarias, fueron capaces dever todas las cartas anmalas en una primera inspeccin; lo sufi-cientemente larga como para permitir una identificacin. otros ex-perimentos demuestran incluso que el tamao, el color, etc., perci-bidos en objetos que se muestran durante el experimento, tambinvaran de acuerdo con la experiencia y el adiestramiento previos delsujeto.? Al examinar la rica literatura experimental de la que he-mos extrado estos ejemplos, llegamos a sospechar que se necesitaalgo similar a un paradigma como requisito previo de la percepcinmisma. Lo que un hombre ve depende tanto de lo que mira.cornode lo que su experiencia visual y conceptual previa lo ha enseadoa ver. En ausencia de tal adiestramiento slo puede haber, en pa-labras de William James, "una confusin floreciente y zumbante"(a bloomin' buzzin' confusion).

    En aos recientes, varios de los interesados en la historia dela ciencia. han encontrado muy sugerentes los tipos de experimen-tos antes descritos. En particular, N. R. Hanson ha utilizado losexperimentosgestlticos para elaborar algunas de las mismas con-

    1 Los experimentos originales los realiz George M. Stratton, "Visionwithout Invrsion of the Retina! Image", P$ych%gic4/ Review, IV (1897),341-360, 463-481. Un anlisis ms actualizado se encuentra en Harvey A. Carr, A nlnlroduction lo Sp4ce Percep on, Nueva York, 1935, pp. 18-57.

    2 ,Para ejemplos, vase Albert H. Hastorf, "The lnfluence of Suggestion onthe Relationship between Stimulus Size and Perceived Distance", Jowrn a! o/P$ych%gy, XXIX (1950), 195-217; Y Jerome S. Bruner, Leo Postman y JohnRodrigues, "Expectations and the Perception of Color", A meric4n Journ el o/P$lIch%gy, LXIV (1951), 216-227.

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    clusiones acerca del pensamiento cientfico que me ocupan aqu.3Otros colegas han hecho notar repetidamente que la historia dela ciencia tendra un sentido ms claro y coherente si se pudierasuponer que los cientficos experimentan, ocasionalmente, cambiosde percepcin como los que acabamos de describir. Sin embargo,aunque los experimentos psicolgicos son sugerentes, no puedenser ms que eso, dada la naturaleza del caso.. Muestran carac-tersticas de la percepcin que podran ser centrales para el desa-rrollo cientfico, pero no demuestran que la observacin cuidadosay controlada del investigador cientfico comparta en algn gradoesas caractersticas. Adems, la naturaleza misma de estos experi-mentos hace imposible cualquier demostracin directa de ello. Paraque los ejemplos histricos puedan mostrar la pertinencia de estosexperimentos psicolgicos, debemos sealar primero los tipos deevidencia que la historia puede y no puede ofrecer.

    El sujeto de un experimento gestltico sabe que su percepcin'se ha modificado debido a que puede cambiarla en ambos sentidosrepetidamente, mientras sostiene el mismo libro o la misma hojade papel en la mano. Dndose cuenta de que nada en su medioambiente ha cambiado, dirige cada vez ms su atencin no a lafigura (pato o conejo) sino a las lneas del papel que est obser-vando. Finalmente, incluso puede aprender a ver esas lneas sin verninguna de las figuras, y puede decir (lo que antes no hubiera po-dido decir legtimamente) que lo que ve realmente son esas lneas,pero que, alternativamente, las ve como un pato y como un co-nejo. Por el mismo motivo, el sujeto del experimento de las cartasanmalas sabe (o, ms exactamente, puede ser persuadido de) quesu percepcin debe haber cambiado porque una autoridad externa,el experimentador, le asegura que a pesar de lo que haya visto,siempre estuvo mirando un cinco de corazones negros. En esos doscasos, como en todos los experimentos psicolgicos similares, laefectividad del experimento depende de que se pueda analizar deesa manera. A menos que exista un patrn externo con respectoal cual pueda demostrarse un cambio de visin, no podr sacarseninguna conclusin sobre posibilidades alternativas de percepcin.

    Sin embargo, en la observacin cientfica la situacin es exac-tamente inversa. El cientfico puede no tener 'ningn recurso por

    3 N. R. H~so.n. P.attern. 01 Di.covery, Cambridge, 1958, cap. I. [Tra-duccin al espanol Incluida en esta antologa.]

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    encima o ms all de lo que ve con sus ojos y sus instrumentos. Sihubiera alguna autoridad superior a la cual recurrir para demos-trar que su visin haba cambiado, esa autoridad se convertira ellamisma en la fuente de sus datos, y el comportamiento de su visinpodra convertirse en una fuente de problemas (como lo es para elpsiclogo la del sujeto experimental). Se presentaran los mismostipos de problemas si el cientfico pudiera cambiar su percepcinrepetidamente en ambos sentidos, como el sujeto de los experi-mentos gestlticos. El perodo durante el cual la luz era "a vecesuna onda y a veces una partcula", fue un perodo de crisis -unperodo en que algo iba mal- y concluy slo con el desarrollo dela mecnica ondulatoria y la comprensin de que la luz era unaentidad con identidad propia, y diferente tanto de las ondas comode las partculas. Por consiguiente, si en las ciencias los cambiosperceptuales acompaan a los cambios de paradigma, no pode-mos esperar que los cientficos atestigen directamente sobre esoscambios. Al mirar la Luna, el converso al copernicanismo no dice:"Antes vea un planeta, pero ahora veo un satlite". Esta frase im-plicara un sentido segn el cual el sistema de Ptolomeo habra sidocorrecto alguna vez. En cambio, alguien que se haya convertido ala nueva astronoma dice: "Antes crea que la Luna era un planeta(o la vea como tal), pero estaba equivocado". Este tipo de enun-ciado vuelve a presentarse en el perodo inmediatamente posteriora las revoluciones cientficas. Si oculta ordinariamente un cambiode visin cientfica, o alguna otra transformacin mental que tengael mismo efecto, no podemos esperar un testimonio directo sobreese cambio. Ms bien, debemos buscar evidencia conductual e in-directa de que el cientfico que dispone de un nuevo paradigma vede manera diferente de la que vea antes.

    Regresemos ahora a tos datos y preguntmonos qu tipos detransformaciones del mundo cientfico puede descubrir el historia-dor que crea en esos cambios. El descubrimiento de Urano por sir\1WiIliam Herschel proporciona un primer ejemplo que es muy simi-lar al experimento de las cartas anmalas. Al menos en diecisieteocasiones. diferentes, entre 1690 y 1781, una serie de astrnomos,incluyendo a varios de los observadores ms eminentes de Europa,vieron una estrella en posiciones que actualmente suponemos queUrano debi ocupar entonces. Uno de los mejores observadores dedicho grupo de hecho haba visto la estrella durante cuatro noches

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    sucesivas, en 1769, sin notar el movimiento que poda haber suge-rido otra identificacin. Herschel, cuando observ por primera vezel mismo objeto, doce aos ms tarde, lo hizo con un telescopioperfeccionado, de su propia fabricacin. Como resultado de ello,pudo notar un tamao aparente del disco que era, por lo menos,muy poco usual para las estrellas. Haba en ello algo raro y, porconsiguiente, aplaz la identificacin hasta llevar a cabo un examenms detenido. Ese examen mostr el movimiento de Urano entrelas estrellas y, como consecuencia, Herschel anunci que haba vistoun nuevo cometa. Slo al cabo de varios meses, despus de variastentativas infructuosas para ajustar el movimiento observado a unarbita de cometa, Lexell sugiri que la rbita era probablementeplanetaria." Cuando se acept esa sugerencia hubo varias estrellasmenos y un planeta ms en el mundo de los astrnomos profesiona-les. Un cuerpo celeste que haba sido observado de vez en cuando,durante casi un siglo, era visto de manera diferente a partir de 1781debido a que, al igual que una de las cartas anmalas, no podaajustarse ya a las categoras perceptuales (estrella o cometa) pro-porcionadas por el paradigma que haba prevalecido antes.

    El cambio de visin que permiti a los astrnomos ver a Uranocomo planeta no parece, no obstante, haber afectado slo la per-cepcin de ese objeto previamente observado. Sus consecuenciastuvieron mucho mayor alcance. Probablemente, aunque la eviden-cia es equvoca, el cambio menor de paradigma provocado porIIerschel contribuy a preparar a los astrnomos para el acele-rado descubrimiento, despus de 1801, de numerosos planetas me-nores o asteroides. A causa de su tamao pequeo, los asteroidesno mostraban el aumento anmalo que haba alertado a IIerschel.Sin embargo, los astrnomos preparados para ver planetas adicio-nales fueron capaces de identificar, con instrumentos ordinarios,veinte de ellos durante los primeros cincuenta aos del siglo XIX.5

    La historia de la astronoma proporciona muchos otros ejemplosde cambios en la percepcin cientfica inducidos por los paradig-mas, algunos de ellos incluso menos equvocos. Es concebible, por

    4 Peler Doig, A Conciu Hi!tory o/ A !tronomy, Londres, 1950, pp. 115-116.

    5 Rudo,lph Wolf, Ge!~hichte ~e,r.A!tronomie, Munich, 1877, pp. 513-515,683-693. Nolese, en especial, I~ d~flcll que es explicar, de acuerdo con la con-cepci6n de Wolf, esos descubrmuenlos en lant.o consecuencias de la ley deBodc.

    THOMAS KUHN

    ejemplo, que fuera un accidente el que los astrnomos occidentalesvieran por primera vez cambios en el firmamento, antes conside-rado inmutable, durante el medio siglo que sigui a la primerapropuesta del paradigma copernicano? Los chinos, cuyas creenciascosmolgicas no excluan el cambio celeste, haban registrado enfechas muy anteriores la aparicin de muchas estrellas nuevas enel firmamento. Asimismo, incluso sin la ayuda de telescopios, loschinos haban registrado sistemticamente la aparicin de man-chas solares, siglos antes de que fueran observadas por Galileo ysus contemporneos." Las manchas solares y una nueva estrellatampoco fueron los nicos ejemplos de cambios' celestes que sur-gieron, inmediatamente despus de Coprnico, en el firmamento delos astrnomos occidentales. Utilizando instrumentos tradicionales,algunos tan simples como un pedazo de hilo, los astrnomos de fi-nes del siglo XVI descubrieron sucesivamente que los cometas sedesplazan libremente a travs del espacio reservado previamentea los planetas y estrellas inmutables." La facilidad y la rapidezmismas con que los astrnomos vieron cosas nuevas, al observarobjetos antiguos con instrumentos antiguos, nos tientan a decirque despus de Coprnico los astrnomos vivieron en un mundodiferente. En todo caso, sus investigaciones se realizaron como sise fuera el caso.

    Seleccionamos los ejemplos anteriores de la astronoma debidoa que los informes sobre las observaciones celestes se hacen, fre-cuentemente, en un vocabulario que consiste en trminos observa-cionales relativamente puros. Slo en esos informes podemos es-perar hallar algo semejante a un paralelismo pleno entre las ob-servaciones de los cientficos y las de los sujetos experimentalesde los psiclogos. Pero no es necesario insistir en un paralelismotan completo, y podemos obtener mucho si flexibilizamos nuestropatrn. Si nos contentamos con el uso cotidiano del verbo 'ver',podemos rpidamente reconocer que ya hemos encontrado muchosotros ejemplos de cambio en la percepcin cientfica que acompaaal cambio de paradigma. El uso extendido de 'percepcin' y de

    6 Joseph Needham, Science and Civilization in China, 11I, Cambridge,1959, pp. 423-429, 434-436.

    7 T. S. Kuhn, The Copernican Revolution, Cambridge, Mass., 1957,pp. 206-209.

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    'ver' requerir pronto una defensa explcita, pero primero ilustrarsu aplicacin en la prctica.

    Veamos de nuevo, por un momento, dos de nuestros ejemplosanteriores, sacados de la historia de la electricidad. Durante el si-glo XVII cuando sus investigaciones eran guiadas por alguna de lasteoras de los efluvios, los electricistas vieron repetidamente lima-duras o granzas que rebotaban o caan de los cuerpos electrificadosque las haban atrado. Al menos, eso es lo que los observadoresdel siglo XVII decan que vean, y no tenemos ms motivos para po-ner en duda sus informes de percepcin que los que tenemos paradudar de los nuestros. Colocados ante los mismos aparatos, los ob-servadores modernos veran una repulsin electrosttica (ms queun rebote mecnico o gravitacional), pero histricamente, con unaexcepcin universalmente ignorada, la repulsin electrosttica nofue vista como tal hasta que el aparato en gran escala de Hauksbeeaument mucho sus efectos. Sin embargo, la repulsin por electrifi-cacin de contacto fue slo uno de los muchos efectos de repulsinque vio Hauksbee. A travs de sus investigaciones -a la manera deun cambio gestltico-la repulsin repentinamente se convirti enla manifestacin fundamental de la electrificacin, y entonces fuela atraccin la que requiri explicacin.f Los fenmenos elctricosvisibles a comienzos del siglo XVIII fueron ms sutiles y variadosque los vistos por los observadores del siglo XVII. De la mismamanera, despus de la asimilacin del paradigma de Franklin, elelectricista que miraba una botella de Leyden vio algo diferentede lo que haba visto antes. El aparato se haba convertido enun condensador, que no necesitaba ni la forma de botella ni serde cristal. En lugar de ello, los dos recubrimientos conductores seconvirtieron en lo importante (uno de los cuales no haba formadoparte del aparato original). Como atestiguan, de manera gradual,tanto las discusiones escritas como las representaciones pictricas,dos placas metlicas con un cuerpo no conductor entre ellas sehaban convertido en el prototipo de la clase.? Simultneamenteotros efectos de induccin recibieron nuevas descripciones y otrosms fueron detectados por primera vez.

    8 Duane Roller y Duane H. D. Roller, Th e Development 01 th Concept01 Electric Charge, Cambridge, Mess., 1954, pp. 21-29.

    9 Vase la discusin en la Seccin VII y en la literatura indicada en esaseccin en la nota 9.

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    Los cambios de este tipo no son exclusivos de la astronoma y laelectricidad. Ya hemos hecho notar algunas de las transformacio-nes de la visin que son similares, las cuales pueden sacarse de lahistoria de la qumica. Como dijimos, Lavoisier vio oxgeno dondePriestley haba visto aire deflogistizado y donde otros no habanvisto. ~ada en absoluto. Sin embargo, al aprender a ver oxgenoLavoisier tuvo que modificar tambin su visin de otras muchassustancias mejor conocidas. Por ejemplo, tuvo que ver un mineralcompuesto donde Priestley y sus contemporneos haban visto tie-rra elemental, y hubo otros cambios por el estilo. Cuando menos,como resultado de su descubrimiento del oxgeno, Lavoisier vio ala naturaleza de manera diferente. Y por no existir alguna manerade recurrir a esa naturaleza hipottica y fija, a la cual l "vea deforma diferente", el principio de economa nos exigir decir quedespus de descubrir el oxgeno, Lavoisier trabaj en un mundodiferente.

    En breve examinar si existe la posibilidad de evitar esta ex-traa frase, pero antes necesitamos un ejemplo ms de su uso, eneste caso derivado de una de las partes mejor conocidas del tra-bajo de Galileo. Desde la antigedad ms remota la mayora delas personas han visto algn objeto pesado balancendose en elextremo de una cuerda o cadena, hasta que finalmente queda enreposo. Para los aristotlicos, quienes crean que un cuerpo pesadose desplazaba por su propia naturaleza de una posicin superiora una ms baja, hasta llegar a un estado de reposo natural, elcuerpo que se balanceaba simplemente estaba cayendo con dificul-tad. Sujeto a la cadena, poda quedar en reposo en su posicinms baja, slo despus de un movimiento tortuoso y de un tiempoconsiderable. Galileo, por otra parte, al observar el cuerpo que sebalanceaba vio un pndulo, un cuerpo que casi lograba repetir elmismo movimiento, una y otra vez, hasta el infinito. Y despus dever esto, Galileo observ tambin otras propiedades del pndulo y,de acuerdo con esas propiedades, construy muchas de las partesms importantes y originales de su nueva dinmica. Por ejemplo,de las propiedades del pndulo, Galileo dedujo sus nicos argu-mentos completos y correctos para la independencia del peso y delndice de cada, as como tambin para la relacin entre la alturavertical y la velocidad final de los movimientos descendentes en el

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    plano inclinado. 10 Vio todos esos fenmenos naturales de maneradiferente de como haban sido vistos antes.

    Por qu tuvo lugar ese cambio de visin? Por supuesto graciasal genio individual de Galileo. Pero ntese que el genio no se ma-nifiesta en este caso como observacin ms exacta u objetiva delcuerpo oscilante. La percepcin aristotlica es igualmente exactaen cuanto a la descripcin. Cuando Galileo inform que el perododel pndulo era independiente de la amplitud, para amplitudes me-nores de 90 grados, su concepcin del pndulo lo llev a ver ahuna regularidad mucho mayor de la que podemos aceptar ahora.J!Ms bien, lo que parece haber estado involucrado es la explotacin,por parte del genio, de las posibilidades perceptuales, disponiblesdebido a un cambio del paradigma medieval. Galileo no haba reci-bido una instruccin totalmente aristotlica. Por el contrario, habasido adiestrado para analizar los movimientos en trminos de lateora del mpetu, un paradigma del final de la Edad Media quesostena que el movimiento continuo de un cuerpo pesado se debaa un poder interno, implantado en l por el propulsor que inicisu movimiento. Jean Buridan y Nicole Oresme, los escolsticos delsiglo XIV que llevaron la teora del mpetu a sus formulaciones msperfectas, son los primeros hombres -hasta donde se sabe- enhaber visto en los movimientos oscilatorios parte de lo que Galileovio en ellos. Buridan describe el movimiento de una cuerda quevibra como aqul en el que inicialmente el mpetu es implantadocuando se golpea la cuerda; luego ese mpetu se consume al despla-zarse la cuerda en contra de la resistencia ofrecida por su tensin; acontinuacin, la tensin lleva a la cuerda hacia atrs, implantandoun mpetu creciente hasta alcanzar el punto medio del movimiento;despus de ello, el mpetu desplaza a la cuerda en direccin opuesta,otra vez contra la tensin de la. cuerda, y as sucesivamente 'en unproceso simtrico que puede continuar indefinidamente. Ms avan-zado el siglo, Oresme bosquej un anlisis similar de la piedra quese balancea, en lo que ahora se considera como la primera dis-cusin sobre el pndulo.12 Claramente, su concepcin se encuentra

    10 Galileo Galilei, Dia/ogue3 Goncerning Two New Science3, trad. H. Crewy A. de Salvio, Evanston, Ill., 1946, pp. SO-81, 162-166.

    11 !bid., pp. 91-94, 244.12 M. Clagett, Th e Scienee oJ Meehaniea in tb: Midd/e Age3, Madison,

    Wis., 1959, pp. 537-538, 570.

    THOMAS KUHN 263

    muy cerca de la que tuvo Galileo cuando estudi el pndulo porprimera vez. Al menos en el caso de Oresme, y casi seguro quetambin en el de Galileo, se trata de una concepcin que se hizoposible gracias a la transicin de un paradigma del movimiento aOtro a saber del aristotlico tradicional al escolstico del mpetu., ,Hasta que se invent este paradigma escolstico, para el cientficono haba pndulos sino solamente piedras oscilantes. Los pnduloscomenzaron a existir gracias a algo muy similar al cambio gestlticoinducido por un paradigma.

    Sin embargo, necesitamos realmente describir lo que separa aGalileo de Aristteles, o a Lavoisier de Priestley, como una trans-formacin de la visin? Vieron realmente estos hombres cosas di-ferentes al mirar los mismos tipos de objetos? Hay algn sentidolegtimo en el que podamos decir que realizaron sus investigacio-nes en mundos diferentes? Ya no es posible continuar aplazandoestas preguntas, ya que obviamente existe otro modo ms usualde describir todos los ejemplos histricos delineados antes. Muchoslectores seguramente dirn que lo que cambia con un paradigma esslo la interpretacin que hacen los cientficos de las observaciones,las cuales quedan fijadas, de una vez por todas, por la naturalezadel medio ambiente y del aparato perceptual. Segn esta idea,tanto Priestley, como Lavoisier vieron oxgeno, pero interpretaronsus observaciones de manera diferente; tanto Aristteles como Ga-lileo vieron pndulos pero difirieron en las interpretaciones de loque haban visto.

    Ante todo dir que esta habitual opinin sobre lo que sucedecuando los cientficos cambian su manera de pensar acerca de cues-tiones fundamentales, no puede ser completamente errnea ni unasimple equivocacin. Ms bien, es una parte esencial de un pa-radigma filosfico iniciado por Descartes y desarrollado al mismotiempo que la dinmica de Newton. Ese paradigma ha rendidobuenos servicios tanto a la ciencia como a la filosofa. Su explo-tacin, como la de la dinmica misma, ha dado como fruto unacomprensin fundamental que quiz no hubiera podido lograrsede otra forma. Pero como tambin lo indica el propio ejemplo dela dinmica de Newton, incluso los xitos ms sorprendentes delpasado no pueden garantizar que las crisis se puedan posponer in-definidamente. Investigaciones actuales en partes de la filosofa, lapsicologa, la lingstica, e incluso en la historia del arte, conver-

    I

  • 264 LAS REVOLUCIONES COMO CAMBIOS DE LA CONCEPCIN DEL MUNDO

    gen en sugerir que el paradigma tradicional est de alguna manerasesgado. Este desajuste se hace cada vez ms aparente tambingracias a los estudios histricos sobre la ciencia, sobre los cuales sedirige aqu la mayor parte de nuestra atencin.

    Ninguna de estas cuestiones promotor as de crisis ha producidotodava una alternativa viable para el paradigma epistemolgicotradicional, pero comienzan a sugerir lo que sern algunas de lascaractersticas de ese paradigma. Por ejemplo, me doy cuenta per-fectamente de la dificultad creada al decir que cuando Aristtelesy Galileo miraron piedras oscilantes, el primero vio una cada obs-taculizada y el segundo un pndulo. Las frases iniciales de estaseccin presentan las mismas dificultades en una forma todavams fundamental: aunque el mundo no cambia con un cambio deparadigma, el cientfico trabaja en un mundo diferente despus delcambio. No obstante, estoy convencido de que debemos aprendera dar sentido a enunciados que por lo menos se parezcan a stos.Lo que sucede durante una revolucin cientfica no es totalmentereducible a una reinterpretacin de datos individuales y estables.En primer lugar, los datos no son inequvocamente estables. Unpndulo no es una piedra que cae, ni el oxgeno es aire deflogisti-zado. En consecuencia, los datos que renen los cientficos a par-tir de esos objetos diversos son, como veremos muy pronto, ellosmismos diferentes. Ms importante an, el proceso por el cual elindividuo o la comunidad hace la transicin de la cada obstaculi-zada al pndulo, o del aire deflogistizado al oxgeno, n~ se parece auna interpretacin. Cmo podra serio en ausencia de datos fijosque el cientfico pudiera interpretar? Ms que ser un intrprete, elcientfico que abraza un nuevo paradigma es como el hombre queusa lentes inversores. Frente a la misma constelacin de objetos,sabiendo que es la misma de antes, los encuentra, sin embargo,totalmente transformados en muchos de sus detalles.'Ninguno de estos comentarios pretende negar que una carac-

    terstica distintiva de la actividad cientfioa es la interpretacin delas observaciones y los datos. Por el contrario, Galileo interpretlas observaciones del pndulo, Aristteles las observaciones de laspiedras en cada Musschenbroek las observaciones de una botella, .cargada elctricamente, y Franklin las observaclOnes de un con-densador. Pero cada una de esas interpretaciones presupona unparadigma. Eran partes de la ciencia normal, una empresa que,

    THOMAS KUHN 265

    como ya hemos visto, tiene como fin el refinar, ampliar y articularun paradigma que ya existe. En la seccin III presentamos muchosejemplos en los cuales la interpretacin jugaba un papel central.Esos ejemplos eran tpicos en una mayora abrumadora de investi-gaciones. En cada uno de ellos, en virtud de un paradigma acep-tado, el cientfico saba qu era un dato, qu instrumentos podanusarse para capturarlo y qu conceptos eran relevantes para in-terpretarlo. Dado un paradigma, la interpretacin de los datos escentral para la empresa de explorarlo.

    Pero esa empresa de interpretacin -y ste era el tema delpenltimo prrafo- slo puede articular un paradigma, no corre-girlo. Los paradigmas no son corregibles en absoluto por la ciencia:normal. En cambio, como ya hemos visto, la ciencia normal a losumo conduce, en ltima instancia, al reconocimiento de anomalasy a crisis. Y stas se terminan, no mediante deliberacin e inter-pretacin, sino por un suceso relativamente repentino y no estruc-turado, a la manera de un cambio gestltico. As, los cientficoshablan con frecuencia de las "vendas que se les caen de los ojos"o de la "iluminacin repentina" que "inunda" un enigma previa-mente oscuro, permitiendo que sus componentes se vean de unamanera nueva que hace posible, por primera vez, su .resolucin.En otras ocasiones la iluminacin pertinente se presenta duranteel sueo.P Ningn sentido ordinario del trmino 'interpretacin'se ajusta a: estos chispazos..de intuicin, po~ m~'dio de los cualesnace un nuevo paradigma. Aunque tales intuiciones dependen dela experiencia', tanto anmala como congruente -obtenida con elantiguo paradigma-, dichas intuiciones no se encadenan ni lgicani gradualmente con temes particulares de esa experiencia, comosucedera si se tratara de interpretaciones. En lugar de ello, las in-tuiciones renen grandes porciones de esa experiencia y las trans-forman para incluirlas en un caudal muy diferente de experiencia,el cual se ligar ms tarde, de manera gradual, al nuevo paradigmay no al antiguo.

    13 [Jacques] Hadamard, SUbCOfucient intuition, et logique dan la rech er-eh e 6Cientifique (Confrence fait au Patai de la Dcouverte le 8 Deembre1945 [Alencon, n. d.]), pp. 7-8. Un anlisis mucho ms completo, aunque res-tringido exclusivamente a las innovaciones matemticas, es la obra del mismoautor: The P8ychology of Invention in the Mathematical Field, Princeton,1949.

  • 266 . LAS REVOLUCIONES COMO CAMBIOS DE LA CONCEPCIN D'EL MUNDO

    Para aprender algo ms sobre cules pueden se~ e~as diferen?iasde experiencia, volvamos por un momento a Arlst~teles,

  • 268 LAS REVOLUCIONES COMO CAMBIOS DE LA CONCEPCiN DEL MUNDO

    cesibles al genio, en el mundo determinado conjuntamente por lanaturaleza y por los paradigmas de acuerdo con los cuales Gali-leo y sus contemporneos se haban desarrollado. Viviendo en esemundo, Galileo incluso poda explicar, si as lo deseaba, por quAristteles haba visto lo que vio. Sin embargo, el contenido inme-diato de la experiencia de Galileo con las piedras en cada no fuelo que haba sido para Aristteles.

    Por supuesto, no est claro, de ninguna manera, que debamospreocupamos tanto por la "experiencia inmediata", es decir, conlos rasgos perceptuales que un paradigma destaca de tal maneraque las regularidades se vuelven accesibles casi desde la inspeccindirecta. Esos rasgos obviamente deben cambiar segn los paradig-mas con los que se comprometan los cientficos, pero estn lejosde ser lo que usualmente tenemos en mente cuando hablamos delos datos crudos o de la experiencia bruta, a partir de los cuales sesupone que procede la investigacin cientfica. Quiz la experienciainmediata debera dejarse de lado y, en lugar de ello, deberamosdiscutir las operaciones y mediciones concretas que el cientficorealiza en su laboratorio. O quiz el anlisis deba alejarse ms to-dava de lo inmediatamente dado. Por ejemplo, podra llevarse acabo. en trminos de algn lenguaje neutral de observacin, quizuno diseado para conformarse a las impresiones de la retina quesirven como intermediarios para lo que el cientfico ve. Slo de al-guna de esas maneras podemos esperar encontrar un dominio en elcual la experiencia vuelva a ser estable, de una vez y para siempre,en donde el pndulo y la cada obstaculizada no sean percepcionesdiferentes sino ms bien interpretaciones diferentes de los datos in-equvocos proporcionados por la observacin de una piedra que sebalancea.

    Pero, es fija y neutral la experiencia sensorial? Son las teorassimplemente interpretaciones hechas por el hombre a partir de da-tos dados? El punto de vista epistemolgico que las ms de lasveces ha guiado a la filosofa occidental durante tres siglos dictaun s inmediato e inequvoco. En ausencia de una alternativa des-arrollada, encuentro imposible abandonar por completo ese puntode vista. Sin embargo, ya no funciona ms de manera efectiva, ylos intentos para que lo haga mediante la introduccin de un len-guaje neutral para las observaciones me parece ahora que no tienenninguna perspectiva.

    THOMAS KUHN 269

    Las operaciones y mediciones que realiza un cientfico en el la-boratorio no son "lo dado" en la experiencia, sino ms bien "loreunido con dificultad". No son lo que el cientfico ve, por lo me-nos no antes de que su investigacin est bastante avanzada y suatencin enfocada. Ms bien son indicadores concretos del conte-nido de percepciones ms elementales y, como tales, se seleccionanpara el escrutinio ms detallado de la investigacin normal sloporque prometen una oportunidad para la elaboracin fructferade un paradigma aceptado. Las operaciones y mediciones estndeterminadas por los paradigmas de una manera mucho ms claraque lo est la experiencia inmediata de la cual en parte se de-rivan. La ciencia no tiene que ver en todas las manipulacionesposibles de laboratorio. En lugar de ello selecciona aquellas queson relevantes para la yuxtaposicin de un paradigma con la expe-riencia inmediata que ese paradigma ha determinado parcialmente.Como resultado, los cientficos con paradigmas diferentes se com-prometen con diferentes manipulaciones concretas de laboratorio.Las mediciones que deben realizarse en el caso del pndulo no sonlas relevantes en el caso de la cada obstaculizada. Tampoco lasoperaciones pertinentes para la elucidacin de las propiedades deloxgeno son uniformemente las mismas que las requeridas al inves-tigar las caractersticas del aire deflogistizado.

    En cuanto a un lenguaje puro de observacin, quiz se lleguea elaborar alguno. Pero tres siglos despus de Descartes nuestraesperanza de que se produzca esa eventualidad todava dependeexclusivamente de una teora de la percepcin y de la mente. Yla experimentacin psicolgica moderna est haciendo proliferarrpidamente fenmenos que esa teora difcilmente puede tratar. Elexperimento gestltico del pato-conejo muestra que dos hombrescon las mismas impresiones en la retina pueden ver cosas diferen-tes; los lentes inversores muestran que dos hombres con impresionesdiferentes en sus retinas pueden ver la misma cosa. La psicologaproporciona una gran cantidad de otras pruebas semejantes, y lasdudas que surgen de ellas son reforzadas por la historia de los inten-tos de lograr un lenguaje de observacin efectivo. Ningn intentoactual para lograr ese fin se ha acercado siquiera a un lenguajede percepciones puras aplicable de manera general. Y aquellos in-tentos que ms se han acercado comparten una caracterstica querefuerza firmemente varias de las principales tesis de este ensayo.

  • 19 N. Goodman, The Structure 01 Appearance, Ca~bridg~, M~s., 1951,pp, 4-5. Vale la pena citar el pasaje ms extensamente: "Si todos los residen-tes de Wilmington, y slo ellos, que en 1947 pesaran entre 175 y 180 libras,tuvieran el pelo rojo, entonces 'los residentes de Wilmington en 1947 que tu-vieran el cabello rojo' y 'los residentes de Wilmington en 1947 que pesaranentre 175 y 180 libras' podran reunirse en una definicin constructiva ... Lapregunta de si 'hubiera podido haber' alguien a quien se aplicara uno pero noel otro de los predicados, no tendra razn de ser ... una vez que hubiramosdeterminado que no haba ninguna persona de ese tipo. .. "Es afort.unado queno se ponga en cuestin nada ms; ya que la nocin de los casos 'posibles', delos casos que no existen pero podran haber existido, est lejos de ser clara."

    270 LAS REVOLUCIONES COMO CAMBIOS DE LA CONCEPCIN DEL MUNDO

    Desde el principio presuponen un paradigma, tomado ya sea dealguna teora cientfica actual o de alguna parte del discurso coti-diano, y luego tratan de eliminar de l todos los trminos no-Igicosy no-perceptuales. En unos cuantos dominios del discurso este es-fuerzo se ha llevado muy lejos y con resultados fascinantes. No sepuede poner en duda que vale la pena realizar tales esfuerzos. Perosu resultado es un lenguaje que -como 196 que se emplean en. lasciencias- incorpora una gran cantidad de expectativas sobre la na-turaleza, y deja de funcionar en el momento en que se violan estasexpectativas. Nelson Goodman establece precisamente esta idea aldescribir los objetivos de su Structure o/ Appearance: "Es afortu-nado que no se ponga en cuestin nada ms [que los fenmenosque se sabe que existen]; ya que la nocin de los casos 'posibles',de los casos que no existen pero podran haber existido, est lejosde ser clara." 19 Ningn lenguaje que est as restringido, es decir, ainformar acerca de un mundo completamente conocido con anterio-ridad, puede producir meros informes neutrales y objetivos sobre"lo dado". La investigacin filosfica no ha producido todava nisiquiera una muestra de lo que pudiera ser un lenguaje capaz dehacerlo.

    En estas circunstancias podemos al menos sospechar que loscientficos tienen razn, tanto en principio como en la prctica,cuando tratan al oxgeno y a los pndulos (y quiz tambin a lostomos y electrones) como ingredientes fundamentales de su expe-riencia inmediata. Como resultado de la experiencia incorporada enparadigmas de la raza, la cultura y, finalmente, de la profesin, elmundo del cientfico ha llegado a poblarse con planetas y pndulos,condensadores y minerafes compuestos, y con otros cuerpos de eseestilo. En comparacin con estos objetos de la percepcin, tanto laslecturas del metro como las impresiones de la retina son construc-

    TROMAS KURN 271

    tos elaborados, a los cuales la experiencia tiene acceso directo slocuando el cientfico lo dispone, de acuerdo con los propsitos de suinvestigacin. Esto no quiere decir que, por ejemplo, los pndulossean las nicas cosas que un cientfico puede ver cuando mira unapiedra que se balancea colgada de una cuerda. (Ya hemos hecho no-tar que los miembros de otra comunidad cientfica podan ver pie-dras en cada obstaculizada.) Pero s quiere decir que el cientficoque mira una piedra que se balancea no puede tener ninguna ex-periencia que sea, en principio, "ms elemental que la de ver unpndulo. La alternativa no es alguna visin hipottica "fija", sinola visin a travs de algn otro paradigma, que haga que la piedraque se balancea sea alguna otra cosa.

    Todo esto puede parecer ms razonable si recordamos otra vezque ni los cientficos ni los legos aprenden a ver el mundo partepor parte, ni cosa por cosa. Excepto cuando todas las categorasconceptuales y de manipulacin se encuentran preparadas de ante-mano -por ejemplo, para el descubrimiento de un elemento tr ans-urnico adicional o para la percepcin visual de una casa nueva-tanto los cientficos como los legos van conformando campos en-teros a partir del flujo de la experiencia. El nio que transfiere lapalabra 'mam' de todos los humanos a todas las mujeres, y mstarde a su madre, no slo est aprendiendo qu significa 'mam' oquin es"su madre. Simultneamente, aprende algunas de las dife-"renc'ias entre hombres y mujeres, as como tambin algo acerca delmodo como todas las mujeres, excepto una, se comportarn con l.Sus reacciones, expectativas y creencias -de hecho, gran parte desu mundo percibido- cambian en consecuencia. Por lo mismo, losseguidores de Coprnico que le negaban al Sol su ttulo tradicionalde 'planeta', no estaban aprendiendo slo el significado del trmino'planeta' o lo que era el Sol. En lugar de ello, estaban cambiando elsignificado de 'planeta' para poder continuar haciendo distincionestiles, en un mundo en el que todos los cuerpos celestes, no slo elSol, estaban siendo vistos de manera diferente que antes. Lo mismose puede decir con respecto a cualquiera de nuestros primeros ejem-plos. Ver oxgeno en lugar de aire deflogistizado, el condensador enlugar de la botella de Leyden, o el pndulo en lugar de la cada obs-taculizada, era slo una parte de un cambio integrado en la visinque tenan los cientficos de muchos fenmenos relacionados, bien

  • 272 LAS REVOLUCIONES COMO CAMBIOS DE LA CONCEPCIN DEL MUNDO

    de la qumica, de la electricidad o de la dinmica. Los paradigmasdeterminan al mismo tiempo grandes campos de la experiencia., Sin embargo, slo despus de que la experiencia ha sido deter-minada en esa forma, es cuando se puede comenzar la bsqueda deuna definicin operacional o de un lenguaje de observacin puro.El cientfico o filsofo que pregunta qu mediciones o impresionesde la retina hacen que el pndulo sea lo que es, ya debe ser capazde reconocer un pndulo cuando lo vea. Si en lugar del pndulove la cada obstaculizada, ni siquiera podr hacer su pregunta. Ysi ve un pndulo, pero lo ve del mismo modo en que ve un dia-pasn o una balanza oscilante, no ser posible responder a su pre-gunta. Al menos no podra contestarse en la misma forma, porqueno sera la misma pregunta. Por consiguiente, aunque son siem-pre legtimas y a veces resultan extraordinariamente fructferas ,las preguntas sobre las impresiones de la retina o sobre las conse-cuencias de manipulaciones particulares de laboratorio presuponenun mundo subdividido ya de cierta manera, tanto perceptual comoconceptualmente. En cierto sentido, tales preguntas son parte d~la ciencia normal ya que dependen de la. existencia de un para-digma y reciben respuestas diferentes como resultado del cambiode paradigma.

    Para concluir esta seccin, pasaremos por alto, de ahora en ade-lante, las impresiones de la retina y limitaremos nuevamente nues-tra atencin a las operaciones de laboratorio que proporcionan alcientfico indicios concretos, aunque fragmentarios, de lo que yaha visto. Ya hemos hecho notar varias veces uno de los modos enque esas operaciones de Ia.boratorio cambian conforme cambian losparadigrnas. Despus de una revolucin cientfica, muchas de lasantiguas mediciones y manipulaciones se vuelven irrelevantes y sonremplazadas por otras. No se aplican las mismas pruebas al oxgenoque al aire deflogistizado. Pero los cambios de este tipo nunca sontotales. Sea lo que sea lo que el cientfico pueda ver despus de unarevolucin, sigue mirando al mismo mundo. Adems, gran partede su vocabulario y de sus instrumentos de laboratorio sern to-dava los mismos que antes, aun cuando entonces los haya podidoemplear de manera diferente. Como resultado de ello, la cienciaposrevolucionaria invariablemente incluye muchas de las mismasmanipulaciones, llevadas a cabo con los mismos instrumentos ydescritas en los mismos trminos que empleaban sus predecesores

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    de antes de la revolucin. Si las manipulaciones que perduraronhan cambiado de alguna manera, ese cambio se deber ya sea a surelacin con el paradigma o a sus resultados concretos. Sostendrahora, mediante la presentacin de un ltimo ejemplo, que estosdos tipos de cambios ocurren efectivamente. Examinando el tra-bajo de Dalton y de sus contemporneos, descubriremos que unamisma operacin, cuando se aplica a la naturaleza a travs de unparadigma diferente, puede convertirse en un indicador de un as-pecto muy distinto de la regularidad de la naturaleza. Adems,veremos que ocasionalmente la antigua manipulacin, en su nuevafuncin, dar diferentes resultados concretos.

    A lo largo del siglo XVIII y parte del XIX, los qumicos eu-ropeos crean, de manera casi universal, que los tomos elemen-tales, que constituan a todas las sustancias qumicas, se man-tenan unidos por fuerzas de afinidad mutua. Un trozo de platamantena su cohesin debido a las fuerzas de afinidad entre loscorpsculos de plata (hasta que despus de Lavoisier se considera esos corpsculos como compuestos, ellos mismos, de partculas to-dava ms elementales). De acuerdo con la misma teora, la platase disuelve en cido (o la sal comn en agua) debido a que laspartculas del cido atraen a las de plata (o las partculas de aguaa las de sal) ms fuertemente que lo que 'se atraen entre s laspartculas de estas sustancias solubles. De la misma manera, elcobre se disuelve en la solucin de plata, precipitando a la plata,debido a que la afinidad entre el cobre y el cido es mayor quela afinidad entre el cido y la plata. Una gran cantidad de otrosfenmenos se explicaban de la misma manera. En el siglo XVIII lateora de la afinidad selectiva era un paradigma qumico admira-ble, utilizado ampliamente, y a veces con xito, en el diseo y elanlisis de la experimentacin qumica.?

    Sin embargo, la teora de la afinidad qumica traz una lneade separacin entre mezclas fsicas y compuestos qumicos, la cualdej de ser familiar desde que se asimil el trabajo de Dalton. Losqumicos del siglo XVIII reconocan dos clases de procesos. Cuandouna mezcla produca calor, luz, eferve~cencia o alguna otra cosa porel estilo, se consideraba que haba tenido lugar una unin qumica,Por otra parte, si podan distinguirse a simple vista las partculas

    '20 H. Metzger, Newton, Sta.hl, Boerha.a.ve et la. doetrin e chimique, Pars,1930, pp. 34~8.

  • 214 LAS REVOLUCIONES COMO CAMBIOS DE LA CONCEPCIN DEL MUNDO

    de una mezcla o podan separarse mecnicamente, se trataba slode una mezcla fsica. Pero en la gran cantidad de casos intermedios-sal en el agua, aleaciones, vidrio, oxgeno en la atmsfera, etc.-estos burdos criterios tenan muy poca utilidad. Guiados por su pa-radigma, la mayora de los qumicos consideraba todo este rango decasos intermedios como qumicos, debido a que todos los procesosde los cuales consista estaban gobernados por fuerzas del mismotipo. La sal en el agua o el oxgeno en el nitrgeno eran ejemplosde combinaciones qumicas, tanto como lo era la combinacin pro-ducida por la oxidacin del cobre. Los argumentos para considerarlas soluciones como compuestos eran muy fuertes. La teora de laafinidad estaba ella misma bien apoyada. Adems la formacin deun compuesto daba cuenta de la homogeneidad observada en unasolucin. Por ejemplo, si el oxgeno y el nitrgeno slo estuvieranmezclados y no combinados en la atmsfera, entonces el gas mspesado, el oxgeno, se depositara en el fondo. Dalton, quien consi-der la atmsfera como una mezcla, nunca pudo explicar satisfac-toriamente por qu no pasaba eso con el oxgeno. La asimilacin desu teora atmica cre en ltima instancia una anomala en dondeantes no exista.!

    Se siente uno tentado a decir que los qumicos que considerabanalas soluciones como compuestos diferan de sus sucesores slo enuna cuestin de definicin. Puede ser que en un cierto sentido sehaya sido el caso. Pero ese sentido no es el que hace que las de-finiciones sean meras convenciones convenientes. En el siglo XVIIIno se distinguan completamente las mezclas de los compuestospor medio de pruebas operacionales, y quiz no lo podran habersido. Incluso si los qumicos hubieran buscado tal tipo de pruebas,habran buscado criterios que hicieran a las soluciones compues-tos. La distincin entre mezclas y compuestos formaba parte desu paradigma -parte de la manera en la que ellos conceban latotalidad de su campo de investigacin- y como tal, era ante-rior a cualquier prueba particular de laboratorio, aunque no a laexperiencia acumulada por toda la qumica.

    Pero mientras se consideraba a la qumica de esta manera, losfenmenos qumicos ejemplificaban leyes que diferan de aqullas

    21 1bid . pp. 124-129. 139-148. Acerca de Dalton, vase Leonard K. Nesh,Th e A tomic-Molecular Theory, "Harvard Case Histories in Experimental Sci-ence", Caso 4; Cambridge, Mass . 1950, pp. 14-21.

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    que surgieron con la asimilacin del nuevo paradigma de Dalton.En particular, en tanto las soluciones seguan siendo compuestos,ninguna cantidad de experimentacin qumica hubiera podido pro-ducir, por s misma, la ley de las proporciones fijas. Al final delsiglo XVIII era bien sabido que algunos compuestos contenan usual-mente proporciones fijas relativas al peso de sus constituyentes. Elqumico alemn Richter haba incluso hecho notar otras regulari-dades, ahora comprendidas en la ley de los equivalentes qumicos,para ciertas categoras de reacciones.P Pero ningn qumico utilizesas regularidades, excepto en recetas, y ninguno de ellos pens engeneraliz arlas sino hasta finales de siglo. Dados los obvios contrae-jemplos, como el vidrio o la sal en agua, ninguna generalizacinfue posible sin el abandono de la teora de la afinidad y sin unareconceptualizacin de los lmites del dominio de la qumica. Esaconsecuencia se hizo explcita al final del siglo en un famoso debateentre los qumicos franceses Proust y Berthollet. El primero afir-maba que todas las reacciones qumicas ocurran en proporcionesconstantes, mientras que el segundo lo negaba. Cada uno reuniimpresionante evidencia experimental en apoyo de su idea. Sin em-bargo, los dos hombres necesariamente mantuvieron un dilogo desordos, y su debate no lleg a ninguna conclusin. Donde Bertholletvea un compuesto que poda variar en proporcin, Proust slo veauna mezcla fsica.23 En este caso, ningn experimento ni cambio deconvencin definicional hubiera podido ser relevante. Los dos hom-bres estaban tan fundamentalmente en pugna involuntaria, comolo haban estado Aristteles y Galileo.

    Esta era la situacin que prevaleca durante los aos en que JohnDalton emprendi las investigaciones que condujeron, finalmente,a su famosa teora atmica qumica. Pero hasta las ltimas etapasde esas investigaciones, Dalton no fue un qumico ni se interesabapor la qumica. En cambio, era un meteorlogo que investigaba loque para l eran problemas fsicos de la absorcin de gases por elagua y de agua por la atmsfera. En parte debido a que su prepa-racin corresponda a otra especialidad diferente, y en parte debido

    22 J. R. Partington, A Short"Hi6tory o] Chemi6try, 2a ed., Londres, 1951,pp, 161-163.

    23 A. N. Meldrum, "The Development o the Atomic Theory: (1) Bert-hollet's Doctrine o Variable Proportions", Manche6ter Memoirs, LIV (1910).pp, 1-16.

  • 276 LAS R.EVOLUCIONES COMO CAMBIOS DE LA CONCEPCiN DEL MUNDO

    a su propio trabajo en esa especialidad, abord esos problemas conun paradigma distinto del de sus contemporneos qumicos. Enparticular, consideraba la mezcla de gases o Ia -absorcin de ungas por el agua como un proceso fsico en el cual las fuerzas deafinidad no desempeaban ninguna funcin, Por consiguiente, lahomogeneidad observada de las soluciones era un problema para l,pero un problema que pens poder resolver si lograba determinarlos tamaos y pesos relativos de las diversas partculas atmicasen sus mezclas experimentales. Para determinar esos tamaos ypesos, Dalton se volvi finalmente hacia la qumica, suponiendodesde el principio que, en el restringido rango de reacciones quel consideraba qumicas, los tomos slo podan combinarse uno-a-uno o en alguna otra proporcin simple de nmeros enteros.P"Esta suposicin natural le permiti determinar los tamaos y lospesos de partculas elementales, pero tambin convirti a la ley delas proporciones constantes en una tautologa. Para Dalton cual-quier reaccin en la que los ingredientes no entraran en propor-ciones fijas ipso Jacto no era un proceso puramente qumico. Unaley que no hubiera podido establecerse experimentalmente antesde los trabajos de Dalton se convirti, despus de que stos fue-ron aceptados, en un principio constitutivo que ningn conjunto demediciones qumicas hubiera podido trastornar. Como resultado delo que quiz es nuestro ejemplo ms completo de una revolucincientfica, las mismas manipulaciones qumicas asumieron una re-lacin con la generalizacin qumica muy diferente de la que habantenido antes.

    No es necesario decir que las conclusiones de Dalton fueron am-pliamente atacadas cuando las anunci por primera vez. Berthollet,en particular, no se convenci nunca. Considerando la naturalezadel problema, no tena por qu haberlo sido. Pero para la mayorade los qumicos, el nuevo paradigma de Dalton result convincenteah donde el de Proust no lo haba sido, pues tena implicacio-nes ms amplias e importantes que la de proporcionar solamenteun criterio nuevo para distinguir entre mezclas y compuestos. Si,por ejemplo, los tomos slo pudieran combinarse qumicamenteen proporciones simples de nmeros enteros, entonces un nuevoexamen de los datos qumicos existentes debera mostrar ejemplos

    24 L. K. Nash, "The Origin of Dalton's Chemical Atornic Theory", lsis,XLVII (\956), 101-116.

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    tanto de proporciones mltiples como fijas. Los qumicos dejaronde decir que los dos xidos de, por ejemplo, el carbono, contenan56% y 72% de oxgeno en peso; en lugar de ello dijeron que unpeso de carbono se combinara ya fuera con 1.3 o con 2.6 pesosde oxgeno. Cuando se registraron de este modo los resultados delas antiguas manipulaciones, saltaba a la vista una relacin de 2 a1; y esto ocurri en el anlisis de muchas reacciones bien conoci-das as como tambin en el de muchas otras nuevas. Adems, el,paradigma de Dalton hizo posible asimilar el trabajo de Richter ycomprender toda su generalidad. Tambin sugiri nuevos experi-mentos, principalmente los de Gay-Lussac sobre la combinacin devolmenes, y stos dieron como resultado an ms regularidades,con las cuales los qumicos no haban soado siquiera. Lo que losqumicos tomaron de Dalton no fueron nuevas leyes experimenta-les sino una nueva manera de practicar la qumica (Dalton mismola llam "nuevo sistema de filosofa qumica"), y esto result tanrpidamente fructfero que slo unos cuantos de los qumicos msviejos de Francia y la Gran Bretaa fueron capaces de resistrsele."Como resultado, los qumicos llegaron a vivir en un mundo en elcual las reacciones se comportaban en una forma muy diferente decomo lo haban hecho antes.

    Mientras pasaba todo esto, tuvo lugar otro cambio tpico y muyimportante. En diversos lugares comenzaron a cambiarse los datosnumricos mismos de la qumica. Cuando Dalton comenz a exa-minar la literatura qumica en busca de datos para apoyar su teorafsica, encontr algunos registros de reacciones que se ajustaban,pero difcilmente hubiera podido evitar encontrarse con otros queno lo hacan. Por ejemplo, las propias mediciones de Proust acercade los dos xidos de cobre arrojaban una proporcin en peso deoxgeno de 1.47 a 1, en lugar de la de 2 a 1 que exiga la teoraatmica; y Proust es justamente el hombre de quien podra ha-berse esperado que encontrara la proporcin de Dalton.26 Esto es,

    25 A. N. Meldrum, "The Developmenl o the Atomic Theory: (6) The Re-ception Accorded to the Theory Advocated by Dalton", Manchuter Memoir,LV (1911), 1-10.

    26 Sobre Proust , vase Meldrwn, "Berthollet's Doctrine o Variable Pro-portions", Manche.ter Memoirs, LIV (1910), 8. La historia detallada de loscambios graduales en las mediciones de la composicin qumica y de 108 pe-80S atmicos no ha sido escrita todava, pero Partington, op. cit., proporcionamuchas indicaciones tiles.

  • 278 LAS REVOLUCIONES COMO CAMBIOS DE LA CONCEPCIN DEL MUNDO

    Proust era un buen experimentador, y su concepcin de la relacinentre mezclas y compuestos era muy cercana a la de Dalton. Peroes difcil ~acer que la ~atu.raleza se ajuste a un paradigma. De ahque los emg~~ de la ciencra normal sean tan desafiantes y tambinque las mediciones realizadas sin un paradigma conduzcan tan rarav.eza alguna conclusin. Por consiguiente, los qumicos no podansimplemente aceptar la teora de Dalton con base en la eviden-CIa, p~es gran parte de ella todava era negativa. En cambio, aundespues de aceptar la teora tuvieron que amoldar la naturaleza alnuevo paradigma, proceso que, de hecho, requiri el trabajo de casiotra generacin. Cuando ese proceso concluy, era diferente inclusoel porcentaje de composicin de compuestos bien conocidos. Losdatos mismos haban cambiado. Este es el ltimo de los sentidose~ q~~ estamos tentados a decir que despus de una revolucin loscientificos trabajan en un mundo diferente.

    PROBLEMAS DEL EMPIRISMO

    PAUL K. FEYERABEND

    Mucha. gente resuelve numerosa.1 cueltiones si-guiendo un espritu de pa.rtido, no a. pa.rtir delexa.men deta.lla.do de 10$ problemas relpectivol.En especia], todo lo que se h ace pas ar por empi-rism o tiene uegura.da. una. a.mplia. a.cepta.cin, nopor 6U$ mritol, ,ino porque el empiri,mo elt demoda..

    BERTRAND RUSSELLTbe Philo.sophy o/ Bertran d Russ el]

    1. INTRODUCCIN

    [En este ensayo considerar] una tesis que ha desempeado un pa-pel importante en la historia del empirismo. La tesis tiene unaaplicacin mucho ms amplia de lo que sugerira su primera y bas-tante tcnica formulacin. En pocas palabras, es la siguiente:

    Supongamos que tenemos, en cierto campo, una teora que hasido confirmada en alto grado. Entonces, debemos sostener dichateora hasta que sea refutada, o al menos hasta que nuevos hechosindiquen sus limitaciones. Se debe posponer la construccin y eldesarrollo de teoras alternativas en el mismo campo, hasta queocurra tal refutacin o limitacin. Llamaremos empirismo radicala cualquier doctrina que inch ya la tesis antes expuesta.

    El empirismo radical es una doctrina monista. Requiere que entodo momento se use un solo conjunto de teoras consistentes entres. El uso simultneo de teoras inconsistentes entre s o, como lollamaremos, el pluralismo terico, est prohibido.

    Sostendr que la exigencia de un monismo terico nos puedellevar a la eliminacin de evidencia que podra ser crtica para lateora que se defiende, disminuye el contenido emprico de esta

    Extractos tomados de "Problerns of Empiricism", publicado en Beyondthe Edge o] Certa.inty. Eua.yl in Contempora.ry Science a.nd Phi/o$ophy, edi-tado por Robert G. Colodny, University Presa of America (1983). Traduccinde Francisco Hernndez Quiroz, revisin de Ana Rosa Prez Ransanz y LenOliv. Se publica con autorizacin del autor.