universalismo_trágico_berlin_panea

Upload: daniel-lopez-gonzalez

Post on 04-Jun-2018

214 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/14/2019 Universalismo_trgico_Berlin_Panea

    1/11

    eviatn 8M msteno de ultura 2011

    IS I H BERLINEluniversalismotrgico

    os Manuel P NE MRQUEZ

    S n duda alguna el problema del universalismo atravie sagran parte de la produccin filosfica de lsaiah Berlin .Como es bien sabido lsaiah Berlin fue un pensador pro-fundamente interesado por el desarrollo de las ideas morales ypolticas en el seno de su propia historia . As pues no hay cues-tin tocada por Berlin en la que no encontremos un interlocutordirecto con el que entable una discusin o un dilogo. s lo quehace con Maquiavelo Vico Herder o Marx por citar slo algu-nos de los nombres ms destacados de entre Jos muchos que na-vegan por sus lcidos escritos . Pero a pesar de la claridad expo-sitiva que le caracteriza el problema del universalismo enBerln demanda de nosotros un esfuerzo de estructuracin y sn-tesis pues aun cuando atraviesa como apuntbamos gran partede su produccin filosfica no es por as decirlo un captulofcilmente localizable dentro de la misma sino que dicha pro-

    blemtica ir tomando cuerpo y forma al hilo de cuestiones

    7

  • 8/14/2019 Universalismo_trgico_Berlin_Panea

    2/11

    /saiah Ber/in .El unil ersa lismo trg ico

    M msteno de ultura 2011

    como el nacionalismo , la bsqueda del ideal, el romanticismo,la Ilustracin, el pluralismo, el relativismo, la libertad, el carcter trgico de toda deci s in moral y poltica, cuestiones todasque van a constituir los pilares tericos sobre los que se ir edificando su pensamiento .

    Pero si tuviramos que destacar alguno de sus trabajos, comoaquel donde la cuestin del universalismo aparece ms explcitamente abordada, tal vez pudiera servirnos La unidad europeay sus vicisitudes 1 1959), en el que vemos la problemticaperfectamente centrada y dispuesta para ulteriores desarrollos.Las palabras con las que Berln abre dicho trabajo nos parecenmuy esclarecedoras para comprender la preocupacin fundamental que alienta sus intereses tericos: A estas alturas es unmelanclico lugar comn que ningn siglo ha visto una matanzatan continuada y despiadada de unos seres humanos por otro scomo el nue stro. Comparadas con ella, hasta las guerras de religin y las campaas napolenicas parecen locales y humanitarias 2). Como veremos, detrs del empeo terico berlinianoanida la preocupacin de advertirnos los lugares por donde transitan el fanatismo , la guerra y toda otra fuente de sufrimientohumano.

    Segn Berln, la segunda mitad del siglo XVIII marca una fecha en torno a la cual podemos hablar de un antes y de un des-pus bien diferenciados en lo referente a nuestras ideas sobre

    los fines de la vida. En el antes habra que hacer hincapi en lavisin del mundo como un todo nico e inteligible, as como enla idea de una naturaleza humana comn articulada en torno alconcepto de razn. Pero es esta conciencia la que entra en crisisa partir de la segunda mitad del siglo XVIII, y cuyos ecos inundan el siglo XX, en el que ya no se da por supuesta esta pretensin de universalidad, ni de la razn, ni de ningn otro principio . . . ) 3). Un claro ejemplo de ello son para Berln elfascismo y el nacionalismo, que no esperan la comprensin desus objetivos sencillamente porque quien no pertenezca a laraza no puede nunca , aquejado de crnica e inevitable inferioridad, aspirar a comprenderlos 4 ). El fascismo es la expresinextrema de todo nacionalismo, para quien la nacin tiene una

    1 l Berln, La unidad europea y sus vicisitudes , l fuste torcido de lahumanidad Pennsula, Barcelona, 1992, pgs. 167-194.

    2) /bid pg. 167 .

    3) /bid pg. 168.

    4) ldem .

    8

  • 8/14/2019 Universalismo_trgico_Berlin_Panea

    3/11

    misin nica, a la vez que parte delconvencimientode que misdioses, mis valores estnenfrentadoscon los de los otros y nohay mssalidaal conflicto que la guerra,entre nacioneso entreindividuos 5). l margen de los factores quedan origen a laconciencianacionalista, y que tienen para Berlnsu gnesisen

    la experiencia de la humillacin, delorgullo propio herido, loque interesa destacar ahoraes que la divisin de la humanidadentre los propiamente hombres y otraclasede seres, de razasyculturasinferiores,es algo nuevo en la historia humana.Es unrechazo de la humanidad comn, una premisasobre la quesehaba apoyado todoel humanismo previo, religioso ysecular.Esta nuevaactitudpermitea los hombresconsiderar amuchosmillones desemejantes suyosno del todo humanos, matarles sinningn remordimiento de conciencia, sin ninguna necesidad deintentarsalvarleso advertirles 6).

    Pero si el deseovehementede marcar diferencias, de levantarmuros interhumanos ha generado desastres, no por elloel presupuesto universalistade una naturaleza humanacomnmerecetodo tipo de bendiciones,sin mediar matizacinalguna.El propio Berln harexplcitoque la conciencia queen la segundamitad del XVIII entra en crisis, asaber, la idea de que los problemas relativosa cmodebemos vivirson susceptiblesde unasolucin, yslo de una pues laverdadtericay prcticaslopuedeser una, esta conciencia,nos dir Berln, no est libre deterribles estragos. En efecto, para este modo de ver lascosas, si

    un problema est bien formulado tiene que poder encontrarse lasolucin almismo. Algunos han pensado queesta respuestaesten Dios,otrosen la metafsica racional, otrosen la adopcindelmtodo cientfico. Pues bien, sea cual se el modo de resolverlo, paraesta mentalidad lo definitivoes que todo problemaslo admiteuna solucinverdadera. De manera que estaconviccin profunda de la existencia de laverdady las posibilidades para darle alcance, tanto en la teora comoen la prctica,tambin dej la puertaabiertaal fanatismoy al enfrentamiento.En palabras de Berln, se librabanguerrasde exterminioporsolucionesrivales que se pretendanautnticas aestos problemas decisivos. Lo que estabaen juegoer , despus de todo, lasolucinde lascuestionesms profundasy ms importantes quepoda plantearse unser humano, la verdadera forma de vivir;. ..) pues hallar laverdad y vivir de acuerdo conella er sin

    dud el objetivo fundamentalde cu lquier c p z de perseguirlo. staer la fe de los platnicos y de losestoicos,de los

    5) Ver ibid . pgs. 168-169.

    6) /bid . pg. 171.

    M msteno de Cultura 2011 9

    }os anuelPanea rquez

  • 8/14/2019 Universalismo_trgico_Berlin_Panea

    4/11

    /saiah Berlin.El unil ersalismo tr? O

    Ministerio de Cultura 2 11

    cristianos y de los judos, los musulmanes y los destas y los racionalistas ateos 7).

    As pues, el punto de vista antiguo , que llega hasta la Ilustracin, descansaba, para Berlin, en tres supuestos bsicos. Pri

    mero, que todos los problemas de valor se pueden resolver objetivamente; segundo, que las verdades universales son accesiblesa los seres humanos; tercero, que los valores verdaderos no pueden chocar entre s. En sntesis, se trataba, como ya hemos dicho, de la certidumbre de que para cada problema hay una solucin y slo una. Por tanto, la concepcin trgica de la accin esalgo que no cuenta para esta perspectiva: Una de las consecuencias de estos supuestos bsicos . .. ) es que conflicto y tragedia no son intrnsecos a la vida humana. La tragedia (a diferencia del mero desastre) consiste en conflictos entre accioneshumanas, o personajes, o valores. Si se puede dar solucin a todos los problemas, por principio, y todas las soluciones soncompatibles, tales conflictos son por principio evitables siempre 8). El problema, para Berln, de este planteamiento es quevaldra ms para santos y ngeles que para hombres 9).

    Pues bien, lo que interesa destacar es que esta conciencia esla que empieza a resquebrajarse en la segunda mitad del sigloXVIII. Y en este proceso de descomposicin del mito de la solucin final tienen mucho que decir las filosofas de Vico y Herder. Pero no es este el momento de entrar en el anlisis de estacuestin 10) . Interesa ahora destacar que este resquebrajamiento del punto de vista tradicional alcanza un momento dedesarrollo decisivo en tomo a 1820. Poetas y filsofos, sobretodo en Alemania, urden los hilos de la conciencia romntica:ya no importa la verdad o falsedad de un ideal, sino la propia y

    7) /bid . pg. 173.

    8) /bid pg. 176 .

    9) Para Berln, l bsqueda de la perfeccin es una receta perfecta paraderramar sangre. Pero no hay soluciones perfectas , ni en la prctica, ni en lateora. Ahora bien , no slo se trata de una idea peligrosa, sino conceptualmente ininteligible . Por eso le gusta tan l a Berln citar el clebre texto deKant, segn el cual de una madera tan retorcida como es el hombre, no es po-sible que salga nada completamente recto. Ver l Berlin, La persecucin delideal, El fuste torcido de la humanidad pgs. 32-33 y pg. 37.

    10) Para un amplio y minucioso desarrollo de estas cuestiones, ver los trabajos de J.B. Daz Urmeneta, Individuo y racionalidad moderna. Una lecturade Jsaiah Berln Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla,Sevilla, 1994, cap. IX, X, y M. Sevilla Fernndez, La va Vico como pretexto en Isaiah Berln: contracorriente, antimonismo y pluralismo, Cuader-nos sobre Vico 5/6, 1995-1996, pgs. 261-282.

    12

  • 8/14/2019 Universalismo_trgico_Berlin_Panea

    5/11

    fiel adscripcin a l 11 ). Se impone una visin de la vida comoobra de arte, que se extiende a la moral y a la poltica: lo s valores no se descubren, se crean, se inventan, y frente al sabio profesional emerge la figura del hroe romntico, fiel a su idealpropio. Este punto de vista lo encontramos en Fichte, Schlegel ,

    Byron, Schiller, y llegar ha sta Nietzsche. El hombre es ahoraun demiurgo, un creador sin lmit es. El viejo ideal de un a vidacomn se hace aicos; la tragedia , el conflicto de valore s es insuperable, y no hay ajuste racional posible: slo cabe el duelo12). Por ello, en un lenguaje que no s devuele a la problemtica

    actual escribe Berln : Todos lo s fines son iguale s; lo s fines so nlo que son, los hombres persiguen lo que persiguen, y no haymodo de establecer jerarquas objetivas vlidas para todos loshombre s y todas la s culturas. El nico principio que debe sersacrosa ntamente observando es el de que cada hombre tiene quese r fiel a sus propio s objetivos, aun a costa de destruccin, desastre, muerte . Este es el ideal romntico en su forma msplena, ms fantica 13).

    De manera que, podramos decir nosotros, si el idea l antiguo ,que culmina en la Ilu stracin, tiene sus luce s y sus so mbra s, elideal romntico tambi n pre se nt a, al mismo tiempo , una doblefaz, lumino sa y sombra . En el plano poltico, segn Berln el aspecto m s so mbro del romanticismo deriva de la consideracinde la poltica como arte, en donde el demiurgo poltico imponesu voluntad a su materia prima, es decir, a seres humanos sin ta

    lento, que desconocen sus posibilidades 14). Pero para Berlnesta conciencia romntica, de la que se alimenta el nacionali smo,que en su carcter ms extremo estar a un paso del fascismo, esla que har imposible la unidad europea: Eso es la guerra de todos contra todos - -escr ibe- y el final de la unidad europea. Lasfuerzas irracionales se sitan as por encima de las racionales,pues lo que no puede criticarse y frente a lo que no hay apelacin posible es ms convincente que lo que puede analizar la razn .. ) 15) . En efecto, como ya se habr apreciado, Berln seha puesto en guardia contra el universalismo sin matices que

    ) Ver. l. Berln , El fuste torcido de la humanidad. p g. 177.

    12) Yer,/b id., pg. 181.

    13) Yer ,/bid, pg s. 181-182.

    14) Esto es lo que justifica actos que de acuerdo con una moral anteriorpodran calificarse de intromisi n brutal. imperialismo. apla s tamiento y mutilacin de sere s humanos individuales por la gloria de un conquistador, o unEstado, o una ideologa , del genio de la raza /bid . pg. 183.

    15) /bid . pg . 184.

    M n steno de ultura 20112

    Jos ManuelPanea Mrquez

  • 8/14/2019 Universalismo_trgico_Berlin_Panea

    6/11

    l saiah erln .El un iversalismo tr gico

    M msteno de ultura 2011

    culmina en la Ilustracin , contra el mito de la solucin ideal totalizadora, que empez a re squebrajarse en la seg unda mitad delsiglo XVIII, pero igualmente se ha pu es to en guardia contra losaspectos ms sombros , potencialmente ms de structivo s, de laconciencia romntica. Ahora bien, en su denuncia de esa guerra

    de todos contra todos , a la que nos conduce la conciencia romntica desbocada, late el deseo de un universalismo capaz, y estonos parece fundamental, de servir de marco para una concepcinpluralista de los fines de la vida, sin perder de vista el carctereminentemente trgi co que toda decisin moral y poltica comporta. Por ello, no podemos ver a Berln como a un mero pensador liber al que defiende el pluralismo, sin m s 16). Su pluralismo tiene que se r ubicado en su doble crtica tanto aluniversalismo aproblemtico de la tradicin occidental, comofrente al ideal individuali sta desbocado del romanticismo. Noobstante , el rom anticis mo tambin no s brinda un material aprovechable para configurar ese, prodramo s llamarlo as, un iversa -lismo tr gico que a todas luce s se hace necesario defender seg nBerln, a menos que no queramos extraer ninguna leccin denuestro terrible pa sado y pre se nte histrico. La intuicin b sicadel romanticismo , seg n la cual el hombre est por encima detodo ideal abstracto, y no puede ser sacrificado a l, o dicho deotro modo , la tesis kantiana del hombre como fin en s mismose r para Berln el centro de gravedad para ese marco univ ersalque la civilizacin ha de estructurar al objeto de hacer po sible eldesarrollo y la convivencia de distinta s culturas.

    Berln sa be que la tarea no es fcil, pero que las alternativas adicha tarea son o la mera imposicin de una cultura sobre elresto, es decir , una suerte de colonizacin cultural , o bien laguerra de todos contra todos. Con realismo y si n autoengao escribe: El univer so no es un rompecabezas, cuyo s fragmentospretendemos ordenar , convencidos de que existe un orden, yslo uno , de acuerdo con el cual deben encajar todos. No s encontramos con valores en conflicto; el dogma de que debenconciliarse de algn modo , en algn lugar, es una mera esperanza piadosa; la experiencia demuestra que es falso . Tenemosque elegir y al elegir una cosa perdemos otra, tal vez irremi si-

    16) Creemos que el pluralismo ~ o n i s tde Berln , como lo ha llamadoJohn Gray en su excelente libro , lsaiah Berli n, Novatore s, Valencia , 1996)aun siendo la verdad m s profunda del pen sam iento de Berlin ver pg. 213) ,re sulta incompleto , no se entiende bien sino en el contexto de lo que no so tro shemo s llamado univ ersalismo tr g ico. pues s lo dent ro de este contexto sehace inteligible, en e l esquema berliniano, el pluralismo co mo alternativa alrelativi smo. Por ello no nos extraa que e n el excelente es tudio de Gray , elhori zo nte humano comn al que se refiere B e rlin sea tratado de un modo untanto vago y se afirme , co ntrari amente a lo qu e pensamo s no sotros , que es un

    problema no re suelto e n Berln ib id pg. 208) .

    22

  • 8/14/2019 Universalismo_trgico_Berlin_Panea

    7/11

    blemente 17). Berln subraya la dificultad de nuestro reto,pero cree que la responsabilidad del intelectual estriba en subra-yar los problemas que circundan tal desafo, problemas que nopor ello lo convierten en una meta inalcanzable e intil. Y noslo ello: se trata de un desafo inexcusable. Berlin insiste sobre

    la necesidad de tomar conciencia del carcter trgico de todadecisin moral, as como de la necesidad de alcanzar un equili-brio por precario que sea , que haga frente al sufrimiento.

    En efecto, por inspida que pueda ser, como apunta Berln, nohay otra alternat iva posible para el conflicto que alcanzar esteequilibrio precario , que siempre demandar de nosotros nuestroempeo por mantenerlo y cuyos referentes son la evitacin delsufrimiento y el fomento de la solidaridad frente a l. La expe-riencia del horror en nuestro siglo presente , y esto queremossubrayarlo, ha impulsado la conciencia de la necesidad de rea-firmar la razn. Pero no se trata de un retorno a un ideal viejo:nada vuelve a su punto de partida, nos dice Berln. La historiasiempre nos da alguna leccin de la que aprendemos algo pormuy torpes que queramos ser .

    De manera que se pregunta Berlin : Qu ha brotado de losholocaustos recientes? Algo que se aproxima a un nuevo re-conocimiento en Occidente de lo que son valores universalesfirmes que pueden considerarse constitutivos de los seres huma-nos en cuanto tales 18). Pues bien , nos parece que el recono-

    cimiento berliniano de la necesidad de aceptar unos valores u ni-versales constitutivos de los seres humanos apoyado en laexperiencia histrica del sufrimiento y de su rechazo, es un as-pecto esencial de su pensamiento que corre el riesgo de olvi-darse o eclipsarse cuando se insiste en su pluralismo . Pero loque queremos dejar bien claro es que pluralismo y universa -lismo e n el sentido matizado al que nos estamos refiriendo-son un par indesligable en el esquema filosfico de Berlin . Laconmocin que ha producido la experiencia del horror habla,pues, de una hum nid d comn de un universo de valores com-partidos ms all de toda diferencia cultural. Esta es, en snte-sis, su ms profunda conviccin:

    Qu valores son stos? Cul es su condicin y por qu de-beramos aceptarlos? Es posible que , como han sostenido algu-nos existencialistas y nihilistas radicales, no existan valores hu-manos y an menos valores europeos? Los hombres seentregan y se comprometen sin ms, sin ningn motivo. o me

    17 ) l Berlin , El fuste rorcdo de la human id ad . pg. 190.

    18) l Berlin, La unidad europea y sus vicisitudes, op . c it . pg . 191.

    Ministerio de Cultura 2 11 23

    }os ManuelPanea rquez

  • 8/14/2019 Universalismo_trgico_Berlin_Panea

    8/11

    lsaiah Berlin.El universalismo tr ic o

    M msteno de ultura 2011

    consagro a ser poeta, y t a ser verdugo: esa es mi eleccin ysta es la tuya , y no hay normas objetivas de acuerdo con lascuales puedan graduarse estas elecciones, por las que m moralsea superior o inferior a la tuya . Elegimos como elegimos, esoes lo nico que puede decirse ; y si esto lleva a choque y de s-

    truccin, es una realidad del mundo que hay que acepta r lomismo que se acepta la ley de la gravedad, algo que es inhe-rente a las diversas naturalezas de culturas o naciones u hom-bres diversos. Que esto no es un diagnstico vlido lo ha de-mostrado claramente, sin ir ms lejos, la sensacin de horrorinmensa y generalizada que han provocado los excesos del tota -litarismo. El hecho de esa conmocin muestra que existe unaescala de valores de acuerdo con la cual vive de hecho la mayo-ra de la humanidad y en particular de los europeos occidenta-les). vive no meramente de forma mecnica o por hbito sino

    como parte de lo que en sus momentos de autoconciencia cons-tituye la naturaleza esencial del hombre 19).

    Pero queremos apuntar que Berln no traza unas lneas defini-torias, en sentido positivo, de qu es humano . Berln huye de latentacin identificadora que podra monopolizar la definicinde nuestra humanidad comn. Sin embargo , no renuncia a ad-vertir que hay unas fronteras ms all de las cuales ya no pode -mos reconocer una accin como humana: habramos traspasadolos lmites ms all de los cuales nuestra humanidad se esfuma ,y slo puede hablarse de brutalidad, arbitrariedad, bestialismo.Para Berln est muy claro, pues, que hay una naturaleza fsicacomn identificable en todo hombre, con independencia de suraza o cultura. Pero d e hay adems ciertas propiedadesmorales que tambin forman parte profunda de lo que concebi-mos como naturaleza humana 20). En efecto , la experiencia yla condena histrica del sufrimiento as lo avalan. En este mo-mento, Berln nos aporta su reflexin ms interesante en clavehumanista. Su tesis puede resumirse as: hay una pluralidad defines y de valores, y stos , adems , son inconmensurables .

    Ahora bien, esta variedad y pluralidad de fines y valores estsujeta a una condicin: no puede traspasar los lmites de lo queconsideramos humano. o humano no es definido, no es asu-mido bajo un determinado modelo. Pero s es considerado comolmite negativo como horizonte crtico. No puedo encerrar enuna definicin, dar contenido fijo a qu entiendo por humano,pero s puedo sealar lo que desde luego es inhumano, y e sto noes poco . Fomentar la crueldad, la arbitrariedad, el sufrimiento,

    19) ldem .

    20) id . pg . 192 .

    24

  • 8/14/2019 Universalismo_trgico_Berlin_Panea

    9/11

    autoexpulsa a esa forma de vida de su co nsideraci n co mo humana , y e n este sentido la torna moralmente il eg tima . Este razo namiento e s el que hace compatible en Berlin un a co ncepcinpluralista de lo s fines y del bien, con una concepcin de los valore s como objetivos y univer sa les. Pero dej e mo s que sea el

    propio Berlin quien lo exprese:

    Si encontramos individuos que simplemente di sc repen delos otros re specto a los fine s de la vida , que prefieren la felicidad a la abnegacin, o el conocimiento a la amistad, les aceptamo s c omo se res humanos semejantes a nosotro s, porque suconcepcin de Jo que es un fin, los argumentos que esgrimenpara defender sus fines, y su co mportamiento general , entrandentro d e los lmite s de lo que consideramos humano . Pero siencontramos a alguien que no pueda entender por qu por utilizar un eje mplo famoso) no debera destruir e l mundo para aliviar un dolor en su dedo meique , o alguien qu e no ve realment e que haya n ada de malo en co nd e nar a l inocente otraici o nar a amigos o torturar a ni os, nos encontramos con queno podemos discutir con gente as , no tant o porque no s horrorice co mo porque pasamos a considerarlo s en cierto modo inhumano s: lo s llamamo s idiotas moral es. A veces lo s encerramo s en manicomios . Estn fuera de la s frontera s de lahumanidad en el mismo grado en que lo estn la s criaturas quecarecen de alguna de las caracterstica s fsicas mnimas queconforman a los seres humanos 2 1 .

    Por otra parte , Berlin reconoce que cuando pretendemos sealar esas fronteras de lo humano , no contamos con otro tribunalque el de la experiencia histrica , pue s histricamente so mo s testigo s de las condenas que el sufrimiento ha cosec hado . Por ello,escribe , no conocemos ningn tribunal , nin g una auto ridad , quepudi ese, a trav s de algn pro cedimie nt o reco nocido, permitir alos hombre s pre star falso te stimonio , o torturar libremente , o asesi nar a otros hombre s por placer ; no podemo s co ncebir que semodifiquen o se rechacen est as norma s o principi os universale s;

    dicho de otro modo , no lo s consideramos algo que libremente hubi se mos decidido aceptar no so tro s, o hubiesen decidido aceptarnue stro s a ntepasados, sino m s bien como pre supue stos del serhumano , de vivir en un mundo comn con otros, de reconocerles ,Yde que no s reconozcan, como per so nas 22).

    Admit e Berlin que todo e sto implic a ret ornar a la ide a antiguadel der ec ho natural, pero no ya por razon es metaf sicas o teol-

    2 1) em

    22) em

    M msteno de ultura 2011 25

    J os anuelPan ea rqu ez

  • 8/14/2019 Universalismo_trgico_Berlin_Panea

    10/11

    lsaiah Berlin.El uni ersalismo tr gico

    Ministerio e Cultura 2 11

    gicas. Se trata tan slo de percatarse de que si nuestros valorespueden gozar de un sincero reconocimiento han de poder ser reconocibles como humanos o, dicho de otro modo , no puedencaer dentro de la categora histrica de lo inhumano : Por tanto- aade Berl n- hablar de nuestro s valores como objetivos y

    universales no equivale a decir que exista algn cdigo objetivoque se nos haya impuesto desde fuera, que no podamos quebrantar porque no lo hicimos nosotros ; equivale a decir que nopodemos evitar aceptar esos principios bsicos porque somoshumanos, lo mismo que no podemos evitar si somos normales)buscar calor en vez de fro, la verdad en vez de la falsedad, queotros nos reconozcan por lo que somos en vez de ignorarnos oconfundirnos 23). Slo alguien que finge, o se miente a smismo, o ha perdido por algn motivo su capacidad de discriminacin moral puede no reconocer estos principios bsicosque, por ser aceptados desde tiempos inmemoriales , podemo sconsiderar normas ticas universales 24 ).

    La variedad de fines y de bienes es, as, compatible con launidad bsica, ms all de la cual los valores ya no pueden reconocerse como humanos. La tesis de Berlin, segn la cual cabehablar de una frontera, de un marco humano de valores universales y objetivos, se ve claramente respaldada por el rechazocontundente con el que se han enjuiciado los desastres de nuestro siglo. Dicho con sus propias palabras, tras las aberracionesviolentas de la experiencia europea reciente hay sntomas de re

    cuperacin: es decir, una vuelta a la salud normal , los hbitos ,tradiciones , sobre todo las nocione s comunes de bien y mal, quenos reintegran con nue stro pasado griego y hebreo y cristiano yhumanista, transformado por la rebelin romntica, pero bsicamente como reaccin a ella. Nuestros valores tienden a ser hoy ,cada vez m s, las viejas normas universales que diferenciaban alos hombres civilizados , aunque fuesen torpes, de los brbaros,aunque fuesen inteligentes . Cuando hacemos frente a la agresin, o a la destruccin de la libertad bajo regmenes de spticos, es a esos valores a los que apelamos 25).

    Creemos que estos textos son ms que suficientes para, al menos, dar cuenta de lo que hemos llamado el universali smo tr-gico de Berln, a veces eclipsado por su llamativa insistenciasobre el pluralismo, pero que en realidad est indisolublementevinculado a l en su frente contra el relativismo. Un univer sa -

    23) /bid . pg . 193.

    24) Ver e m

    25) Ver /bid . p g s. 193 - 194.

    26

  • 8/14/2019 Universalismo_trgico_Berlin_Panea

    11/11

    li smo trg ico que , como tal , no ignora el ca rcter conflictivo delas c uest ione s prctica s, que sa be de lo impo si ble de toda tenta-tiv a que pretenda hace rse con la so lucin final y to ta l a lo s pro-blem as de la v ida humana ; pero , a la vez, un universalismocuyo ce ntro de gravedad no puede ser otro si no la co nsi deraci n

    kantiana de l ho mbre como fin en s mi smo . S lo p artie ndo deun ce ntro de gravedad as es po sible articular un marco d e civi-lizaci n lo su f icientemente amplio y fl exi bl e, siempre dentro delo s lmite s de lo humanamente reconocible, como para hacerpo si ble la pacfica convivencia de cultura s di s tintas .

    Por ltimo, s lo quisiramos apuntar algo qu e no podemo spa sar por alto. l sa iah Berln ha sido testigo i el de los desastresqu e ha n impre so a nuestro siglo un se llo terrible, s inie st ro.Des de la filo so fa ha hecho esfuerzos por denunciarlos y por in-da ga r en el origen y la amenaza de todo peli g ro para la humani -dad . Pero s us textos no son un mero diagn s tico. Al rastrear loso rgenes de la actitud fantica , intolerant e, agres iva , y al subra -yar la natur aleza trgica de la s cuestiones prcticas, y al insisti ren la n eces idad de alcanzar esforzadamente un equilibrio preca -rio , ha hec ho una llamada de atencin a nue stra re spon sa bilidadcomo per so nas y como int e le c tu a le s para trab ajar seg n suspropi as palabras , por dicho empeo , es decir, por un orden in-tern ac ional basado en la aceptacin de qu e habitamo s un mundomoral comn. En esto ha de apoyar se nue st ra esperanza 26).Esperanza, diramos nosotros, a la que por supuesto, y desde

    aqu, tambin queremos sumarnos.

    26) / id p g. 194.

    M msteno de ultura 201127

    J os anu elPanea rquez