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1 CERTIFICACION La Infrascrita Secretaria General de la Corte Suprema de Justicia, CERTIFICA la sentencia que literalmente dice: “EN NOMBRE DEL ESTADO DE HONDURAS LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Tegucigalpa, Municipio del Distrito Central, a los treinta y un días del mes de mayo del año dos mil doce, por medio de la SALA DE LO PENAL, integrada por los MAGISTRADOS: RAUL ANTONIO HENRIQUEZ INTERIANO, en su calidad de Coordinador, JACOBO CALIX HERNANDEZ y CARLOS DAVID CALIX VALLECILLO, dicta sentencia conociendo de los RECURSOS DE CASACIÓN POR QUEBRANTAMIENTO DE FORMA, interpuestos contra la sentencia de fecha veinticinco de noviembre de dos mil nueve, dictada por el Tribunal de Sentencia de San Pedro Sula, Departamento de Cortés, mediante la cual Absolvió a la señora A. C. L., como responsable del delito de MALTRATO POR TRANSGRESIÓN en perjuicio de los menores J. C. y A. E., ambos de apellidos F. C.. Interpusieron los Recursos de Casación por Quebrantamiento de Forma, los Abogados R. A. I., en su condición de Acusador Privado y R. R. M. G., actuando en su condición de Fiscal del Ministerio Público. SON PARTES: El abogado R. A. I., en su condición de Acusador Privado y el abogado S. C. A., actuando en su condición de Fiscal del Ministerio Público, ambos como partes recurrentes. HECHOS PROBADOS PRIMERO: Los menores J. C. Y A. E. ambos de apellidos F. C., nacieron el veintitrés de septiembre de dos mil tres y quince de agosto de dos mil seis respectivamente, siendo sus padres J. M. F. M. y A. C. L.. SEGUNDO: La pareja constituida por J. M. F. M. y A. C. L., convivieron desde el inicio de su matrimonio en la casa de habitación de los padres del primero, posteriormente se trasladaron a residir a otra vivienda y luego, después de transcurrido un tiempo regresaron a vivir a la casa de los padres de J. M. F. M.. TERCERO: A raíz de desavenencias surgidas entre la pareja, A. C. L. junto a sus menores hijos, se trasladó a vivir a una vivienda de transición situada en la colonia Villas de Sol de la ciudad de San Pedro Sula, lo cual le fue facilitada por el Ministerio Nuestras Pequeñas Rosas, donde convivía además,

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1

CERTIFICACION

La Infrascrita Secretaria General de la Corte Suprema de

Justicia, CERTIFICA la sentencia que literalmente dice: “EN

NOMBRE DEL ESTADO DE HONDURAS LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,

Tegucigalpa, Municipio del Distrito Central, a los treinta y

un días del mes de mayo del año dos mil doce, por medio de la

SALA DE LO PENAL, integrada por los MAGISTRADOS: RAUL ANTONIO

HENRIQUEZ INTERIANO, en su calidad de Coordinador, JACOBO

CALIX HERNANDEZ y CARLOS DAVID CALIX VALLECILLO, dicta

sentencia conociendo de los RECURSOS DE CASACIÓN POR

QUEBRANTAMIENTO DE FORMA, interpuestos contra la sentencia de

fecha veinticinco de noviembre de dos mil nueve, dictada por

el Tribunal de Sentencia de San Pedro Sula, Departamento de

Cortés, mediante la cual Absolvió a la señora A. C. L., como

responsable del delito de MALTRATO POR TRANSGRESIÓN en

perjuicio de los menores J. C. y A. E., ambos de apellidos F.

C.. Interpusieron los Recursos de Casación por

Quebrantamiento de Forma, los Abogados R. A. I., en su

condición de Acusador Privado y R. R. M. G., actuando en su

condición de Fiscal del Ministerio Público. SON PARTES: El

abogado R. A. I., en su condición de Acusador Privado y el

abogado S. C. A., actuando en su condición de Fiscal del

Ministerio Público, ambos como partes recurrentes. HECHOS

PROBADOS PRIMERO: Los menores J. C. Y A. E. ambos de apellidos

F. C., nacieron el veintitrés de septiembre de dos mil tres y

quince de agosto de dos mil seis respectivamente, siendo sus

padres J. M. F. M. y A. C. L.. SEGUNDO: La pareja constituida

por J. M. F. M. y A. C. L., convivieron desde el inicio de su

matrimonio en la casa de habitación de los padres del

primero, posteriormente se trasladaron a residir a otra

vivienda y luego, después de transcurrido un tiempo

regresaron a vivir a la casa de los padres de J. M. F. M..

TERCERO: A raíz de desavenencias surgidas entre la pareja, A.

C. L. junto a sus menores hijos, se trasladó a vivir a una

vivienda de transición situada en la colonia Villas de Sol de

la ciudad de San Pedro Sula, lo cual le fue facilitada por el

Ministerio Nuestras Pequeñas Rosas, donde convivía además,

2

junto o otras jóvenes pertenecientes al mismo Ministerio.

Esto produjo como consecuencia, que el Juzgado de Familia de

esta Sección Judicial fijará un régimen de guarda y cuidado

abierto, mediante el cual, ambos padres compartían el

cuidado de los menores día de por medio y fines de semana

alternos; y mientras la acusada se encontraba fuera de la

vivienda por razones laborales, los menores eran cuidados por

A. L. y K. C. L., madre y hermana respectivamente de la

acusada. CUARTO: El veintitrés de febrero de dos mil ocho y el

veinticuatro de mayo del mismo año, el menor J. C. F. C., en

presencia de su padre, fue evaluado por los doctores D. M. y

L. C., respectivamente, por presentar golpes en sus miembros

inferiores. Asimismo, el veintiséis de marzo del año en

mención, la menor A. E. F. C., en ese entonces de diecinueve

meses de edad en presencia de su padre, fue evaluada por la

doctora N. A. A., por presentar una quemadura en su antebrazo

derecho. CONSIDERANDO

I. Los Recursos de Casación por Quebrantamiento de Forma,

reúnen los requisitos exigidos por la ley, por lo que procede

su admisibilidad, siendo procedente pronunciarse sobre la

procedencia o improcedencia de los mismos. II. El abogado R.

A. I. en su condición de Acusador Privado, interpuso: RECURSO

DE CASACION POR QUEBRANTAMIENTO DE FORMA: 1. Excluir prueba

de valor decisivo. 2. Motivación fáctica insuficiente y

contradictoria 3. Inobservancia de las reglas de la Sana

Crítica. 4. La inobservancia de las Reglas establecidas en el

presente Código para la realización del debate. (362 # 5).

PRECEPTO AUTORIZANTE: “Artículo 362 numerales 2 y 3 del

Código Procesal Penal”. EXPLICACIÓN DE MOTIVO: PRIMERO:

“Excluir prueba de valor decisivo”.- El recurrente alega, que

la Sentencia, en la parte atinente a la valoración de la

prueba excluyó dos medios de prueba que fueron admitidos en

la Audiencia de proposición de medios de prueba y que fueron

evacuados durante el juicio oral y público del presente

proceso. Al cotejar los medios de prueba propuestos y

evacuados con los medios de prueba enunciados en la

valoración de la prueba de la Sentencia recurrida se

evidencia que se excluyó de la misma. A. Informes

Psicológicos practicados a los menores J. C. Y A. E.

3

realizados por el Licenciado OSCAR: Honorables Magistrados en

el numeral noveno de la valoración de la prueba a la altura

de la página número 11, la Sentencia expresa que se excluye

este medio de prueba y por excluirlo le niega valor

probatorio, el argumento del tribunal sentenciador es que

este perito no fue debidamente juramentado. Esto es falso, el

Licenciado O. A. fue debidamente propuesto en la Audiencia de

Ofrecimiento de medios de prueba, fue admitido y debidamente

juramentado, tal y como consta en El Acta que registra la

Audiencia de medios de prueba y fue debidamente juramentado,

tal y como consta en los folios 195 Y 197 del expediente de

mérito, la Juramentación del perito realizada por la juez E.

O. V. quien en esa fecha presidía el Tribunal. De manera que

este medio de prueba debía ser considerado por el tribunal

por haberse producido con las formalidades de ley, Honorables

Magistrados aquí me permito aludir que para excluir este

medio de prueba la defensa tuvo la oportunidad procesal de

recusar o impugnar el mismo en el momento de la juramentación

tal y como lo prescribe el artículo 243 del Código Procesal

Penal, al no hacerlo consintió el acto y por tanto lo,

convalidó conforme lo establecido en el artículo 170 del

Código Procesal Penal, siendo evidente la situación planteada

y con el propósito de probar el presente motivo el

recurrente con fundamento en el artículo 368 ofrece como

medio de prueba el acta de proposición de medios de prueba

y el acta de juramentación que corren agregadas en el

expediente del presente proceso en los folios 195

y 197. B. Testimonio de los menores J. C. Y A.

E. ambos de apellidos F. C., los testimonios de estos

testigos fueron evacuados a través de testigos de referencia

como ser: 1. Agente de investigación O. E. V. E. quien

compareció como testigo. 2. Licenciada A. J. T. quien

compareció como perito a rendir Informe psicológico. 3.

Doctor D. M. quien compareció a rendir dictamen médico. 4.

Licenciado O. A. quien rindió dictamen psicológico sobre la

evaluación de los menores. Todos los testimonios de

referencia que las víctimas ofrecieron a estas personas

fueron excluidos por el Tribunal bajo el argumento de que el

menor J. C. decidió no declarar en el Juicio Oral, este

4

argumento es ilegítimo, pues por una parte el tribunal dice

que les cree a estas personas pero, "suprime" de sus

deposiciones el testimonio referencial, en el que los menores

declararon que la persona que ocasionó las lesiones fue su

madre, con el debido respeto el testimonio referencial de

los peritos es lo que se conoce como evaluación clínica de

los médicos, no puede suprimirse porque es parte de la

pericia, el testimonio referencial que hacen los testigos

debe ser tomado en consideración y valorarse pues esta

amparado en el artículo 330 de la ley procesal. Aquí el

tribunal inexplicablemente cierra los ojos ante un medio de

prueba que tuvo ante si y lo excluye para justificar la

sentencia absolutoria. SEGUNDO. “Motivación fáctica

insuficiente y contradictoria”. La sentencia tiene motivación

contradictoria misma que esta contenida en el numeral segundo

de la valoración de la prueba a la altura de las

páginas 6 y 7, en esta parte el tribunal sentenciador hace la

valoración de los medios de prueba siguientes: -Dictamen

médico número … practicado el 23 de febrero de 2008 por el

médico forense doctor D. M.

-Dictamen médico número … practicado el 24 de mayo

de 2008 por la médico forense doctora Lilian Chávez- Dictamen

médico número 2008030867, practicado el 26 de marzo de 2008

por la médico forense, Doctora N. A. A.. Al hacer la

valoración de los precitados medios de prueba, en el último

párrafo del numeral segundo en la página 7, la sentencia

dice: cito "El Tribunal, al analizar y valorar los medios

de prueba aludidos anteriormente llega a concluir, que le

merecen toda la credibilidad necesaria, en principio por

haber sido emitidos por los facultativos correspondientes,

con la experticia requerida y de acuerdo a las

formalidades exigidas por la ley…” A continuación

desarrollan la siguiente conclusión, Cito: "Medios de prueba

que resultan útiles para concluir inequívocamente, que el

niño J. C. F. C., presentaba lesiones en diferentes partes de

su cuerpo, compatibles a los producidos por objeto romo; así

mismo, con el dictamen rendido por la Doctora N. A. A., nos

permite concluir, que la niña A. E. F. C., resulto con una

lesión

5

(quemada) en su antebrazo derecho, sin que se haya podido

determinar las circunstancias, en que ambos menores

resultaron lesionados, ni que la imputada sea la causante de

las mismas." He aquí la contradicción: Por una parte se dice

que estos medios de prueba le merecen toda la credibilidad,

luego entonces debieron considerar que el niño le expresó al

doctor D. M. que había sido golpeado por una de sus tías y su

madre, pero en la conclusión se indica que no se ha podido

determinar que la imputada sea la causante de las lesiones,

si se les cree a los médicos luego entonces resulta

acreditado que la imputada es la autora de las lesiones al

menos en el caso del menor J. C. F. C., en cuyo caso se

perfeccionó el tipo penal al realizarse la totalidad

requerida por el tipo, aquí la contradicción de la sentencia

se sucede en dos sentidos: - La contradicción especifica que

hemos relacionado en la

valoración de estos tres medios de prueba, y La contradicción

que se sucede al admitirse que es creíble una prueba que

acredita la autoría de la imputada en la comisión del ilícito

por el que se acusó y dictarse una sentencia absolutoria. En

opinión del recurrente aquí se evidencia que el tribunal, se

esfuerza en la sentencia, en destacar lo que favorece a la

imputada y en desconocer con evidente parcialidad, lo que se

orienta a acreditar la comisión del delito por parte de ella,

por eso en ninguna parte de la sentencia se alude un

principio legal que rige cuando trata legalmente asuntos

relacionados con menores el interés superior del niño, Las

contradicciones supraindicadas van en contra de ese

principio, pues se evidencia el favorecimiento que se hace a

favor de la victimaria. En conclusión la sentencia contiene,

dos contradicciones que se contienen en el presupuesto

normativo enunciado como motivo de casación en el artículo

362 numeral 3 del Código Procesal Penal, razón por la cual

la sentencia merita ser casada. TERCERO. “Inobservancia de

las reglas de la Sana Crítica”. Tal y como esta

consagrado en los artículos 202 y 338 del Código Procesal

Penal, en el proceso de la valoración de la prueba, el

tribunal esta obligado a utilizar el sistema de Sana Crítica.

En primer término la aplicación del sistema de Sana Crítica

6

implica la utilización de la experiencia común, la psicología

y la lógica, a su vez la lógica se divide en cuatro leyes o

principios; - Identidad. – Contradicción. - Tercero Excluido.

-Razón suficiente. Previo a continuar considera apropiado

recordar que la lógica es un instrumento orgánico para

evaluar o preciar la corrección del razonamiento y que

la doctrina dominante la define como el estudio de los

métodos y principios usados para distinguir entre los

argumentos correctos y los argumentos incorrectos, en

consecuencia de lo anterior el casacionista pretende

describir a la honorable sala penal que en la sentencia

objeto del presente recurso se han usado argumentos

incorrectos a partir de los cuales se ha arribado a

razonamientos incorrectos. La sentencia se construye

con la forma de un silogismo deductivo en la que a

partir de al menos dos premisas verdaderas se llega a

una conclusión de verdadera... si una de las premisas

es falsa la conclusión será equivocada. Al hacer una

revisión de la forma como el tribunal sentenciador realizó la

valoración de la prueba en la sentencia objeto de la presente

impugnación, el recurrente alega: que en la valoración de los

medios de prueba se han violentado los principios lógicos de:

contradicción y razón suficiente, como a continuación se

expone: A.- En la página 7, numeral segundo de la

valoración de la prueba, se valora: - Dictamen médico

número … practicado el 23 de Febrero de 2008 por el médico

forense doctor D. M. - Dictamen médico número 2008051476

practicado el 24 de mayo de 2008 por la medico forense

doctora Lilian Chávez - Dictamen médico número 2008030867,

practicado el 26 de

marzo de 2008 por la medicó forense, Doctora N. A.

A.. El tribunal dice que estos medios de prueba le merecen

toda la credibilidad, pues resulta honorables magistrados

que en la evacuación del dictamen del Doctor Rigoberto

Moreno, este indicó que el niño le manifestó que había

sido golpeado por su madre, pero en la conclusión que hace

el tribunal dice que de acuerdo a esta prueba no

se pudo determinar que la imputada sea la causante de las

lesiones encontradas en los menores, esto es un absurdo

7

que irrumpe en el pensamiento lógico, violando el

principio de contradicción. Lo lógico seria que si se dice

que se le cree a un perito que dijo que encontró lesiones

y que el niño le indicó que las produjo su madre, pues se

tenga por acreditado que fue la madre la que ocasionó las

lesiones, obviamente sería distinto si a este perito se le

hubiese negado credibilidad, sin embargo diciendo la

sentencia que se le cree al perito al negar una de su

afirmaciones se sucede la infracción a una ley o principio

del pensamiento lógico. B. Similar circunstancia ocurre en

el caso del dictamen de la Trabajadora Social M. L. H.,

Perito Oficial del Ministerio Público, en la sentencia se

admite que se recibió como testimonio de referencia la

declaración de la abuela de los niños quien indicio que la

madre (la imputada) castigaba severamente a los niños y el

testimonio referencial de los niños donde se establece que

“particularmente el mayor quien manifiesta que su mamá lo

castigaba fuerte”, a continuación de describir este medio de

prueba la sentencia

en la página 10 dice "El tribunal le concede eficacia

probatoria al informe de trabajo social antes referenciado",

vale decir que los informe de trabajo social implican que la

perito describe lo que observa y lo que escucha, no hace

pruebas de laboratorio, sin embargo en la conclusión de la

valoración de esta prueba, la sentencia dice en el párrafo

primero de la página 11 “no habiendo información dentro del

material probatorio a valorar con la que se pueda concluir

que la imputada fue la que agredió físicamente a sus hijos la

información de referencia no es suficiente para desvirtuar su

estado de inocencia", si el tribunal dice que le cree a la

trabajadora social y esta dijo que el niño le contó que habla

sido agredido por la imputada, entonces cómo es que se dice

que no hay prueba que valorar, en todo caso el tribunal debió

indicar en la sentencia porque no le cree el testimonio del

niño, la motivación es una obligación para los jueces en sus

resoluciones, sin embargo, como se indica en la sentencia

emana parte dice que se le cree a un medio de prueba y a

continuación se llega a una conclusión contraria a lo

indicado en el medio de prueba, nuevamente se sucede aquí la

8

no utilización del sistema de Sana Crítica, al violentar el

principio o ley lógica de Contradicción.- C.- Siempre en

relación con la violación del sistema de sana crítica y mas

específicamente los principios lógicos en la sentencia ocurre

una violación al principio de razón suficiente, como se

expone a continuación. Aunque varios autores lo exponen de

manera diferenciada, a efectos del presente Recurso,

tratando de explicarme de manera sencilla expongo que este

principio se explica de con el teorema "las cosas son como

son, por alguna razón que las hace que las hace ser como

son", LEIBNIZ, lo explica así “no puede hallarse un hecho

verdadero o existente, sin que haya una razón suficiente para

que sea así y no de otro modo". En la sentencia honorables

magistrados, de manera reiterada y abundante se describe

prueba que acredita que los niños J. C. y A. E. ambos de

apellido F. C. sufrieron agresiones que fueron ejecutadas por

su madre A. C. L., sin embargo el tribunal dicta una

sentencia absolutoria con un único argumento: Que el niño J.

C. no declaró en juicio. Sin embargo en la sentencia no se

explica porque el niño dio varios testimonios de referencia

en los que acusó a su madre y a estos testimonios no se les

dio credibilidad, esta circunstancia resulta en una violación

al principio lógico de razón suficiente. El padre del niño

declaró que cuando llegaba a traer al niño a casa de su madre

venía con lesiones y que el niño le contó que las había

ocasionado su madre. -Al policía O. E. V. el niño le relató;

que su mamá le pegaba con diversos objetos y que en una

ocasión lo había quemado con una plancha. -Al ser evaluado

por el médico D. M. se encontraron diversas lesiones y el

niño le manifestó que habían sido provocadas por su madre. -

Al ser evaluado por la doctora Lilian Chávez en otra ocasión

se encontraron lesiones en el niño. -La doctora N. A. A.

encontró en la niña A. E. Quemaduras. -La psicóloga A. J. T.

encontró que los niños sufrieron abuso. - La trabajadora

social estableció en su dictamen que el niño le había contado

que su mamá lo castigaba fuerte. -El licenciado en psicología

Oscar Rolando A. Evaluó a los niños y acompañó las

fotografías donde se registra gráficamente las lesiones de

los niños. En conclusión la sentencia registra 5

9

testimonios de referencia donde el niño declara que su

mamá le provocó las lesiones, estas personas vieron las

lesiones, las lesiones fueron debidamente registradas y

evaluadas a través de 3 Médicos, el tribunal tuvo a la

vista las fotografías de las lesiones, las lesiones fueron

denunciadas oportunamente al ministerio público, no

se presentó prueba alguna que indicara que otra

persona distinta de la acusada, fuese la autora de

las lesiones, no se ofreció en juicio una

explicación lógica del aparecimiento de las lesiones

en los niños, que no fuese la indicada en la

acusación, en conclusión esto solo tiene una

explicación lógica y es que la acusada ocasionó las

lesiones en su hijos, así funciona el pensamiento

lógico. El tribunal en la sentencia pone como excusa para

absolver que el niño se negó a declarar y que solo tienen

valor las declaraciones rendidas ante juez competente,

claro, los cinco peritos llevaron su testimonio de

referencia ante juez competente que es el tribunal de

sentencia. El razonamiento utilizado para restarle

credibilidad a toda la prueba es ilógico, eso sería tanto

como indicar que si la víctima muere, el delito debe

quedar impune o en otro sentido para condenar a alguien

por la comisión de un delito, este debe ser cometido en

público, porque si la víctima no declara debe

absolverse... con todo respeto el razonamiento del

tribunal es erróneo. Aquí se violenta el principio de

Razón suficiente pues toda la prueba indica

inequívocamente que A. C. L. lesionó de manera reiterada a

los niños, la excusa de que el niño no declaró es espuria,

habiéndose probado todos los extremos de la acusación, la

única conclusión que cabe es el fallo condenatorio.

CUARTO. “La inobservancia de las Reglas establecidas

en el presente código para la realización del debate.

De acuerdo al precepto autorizante contenido del

artículo 362 numeral 5”. El artículo 331 del Código

Procesal Penal establece "el interrogatorio de las

personas menores de 15 años, no estará sujeto a las reglas

establecidas en el artículo anterior. El mismo será

10

hecho directamente por las partes. Durante el

interrogatorio, podrán estar presentes los padres del

menor o su representante legal", en el presente caso J. C.

F. C., tenía en el momento del debate 6 años de edad, por

tanto debía ser interrogado directamente por las partes,

en la sentencia el tribunal indica que el menor se negó a

declarar, esto implica que se le pidió que declarara, lo

cual violenta el procedimiento establecido en el precitado

artículo, el procedimiento correcto es que al llegar el

menor a estrados se le cediera la palabra a

las partes para lo interrogaran solo así podía cumplirse

la forma procesal, es decir si el niño no quería declarar

contra su madre, debió manifestarlo al iniciar el

interrogatorio, debió además retirarse de la sala al

agresor y hacer acompañar al menor de un psicólogo, para

generar un ambiente de confianza en él, tal y como lo hizo

el tribunal, es lógico que el niño haya dicho que no

quería declarar, en general hasta los adultos llegan a

estrados con temor, con mayor razón ese temor se

acrecienta en un niño de 6 años, generalmente por la

formalidad que rige el acto procesal, ese ambiente produce

temor en los que no están habituados, por eso al

interrogar un niño deben seguirse un procedimiento que

permita .que el niño se sienta con cierta comodidad o en

general en confianza, al hacerlo como lo hizo el

tribunal lo lógico es que el niño para rehuir el evento,

dijera que no quería declarar.- De manera que aquí se

sucede un motivo de casación por violentar el

procedimiento establecido en el artículo 331 del Código

Procesal Penal. EL RECLAMO. Respecto a la obligación

contenida en el artículo 363 del Código Procesal Penal, en

el sentido de señalar el reclamo que se haya realizado

para subsanar el vicio procesal, señaló que el VICIO se

produce en la Sentencia Definitiva, razón por la cual el

reclamo lo constituye el presente recurso. EL PERJUICIO. El

motivo enunciado en el presente recurso le causan

perjuicio al padre y representante legal de los niños, ya

que si la Sentencia se hubiese dictado conforme a derecho

debió condenarse a la acusada y esa circunstancia le

11

limitaría el acceso a los niños que resultan ser sus

víctimas y cuya cercanía pone en peligro su integridad

física. II. El abogado R. R. M. G. en su condición de Fiscal

del Ministerio Público, desarrolló su RECURSO DE CASACIÓN POR

QUEBRANTAMIENTO DE FORMA. EXPOSICIÓN DEL MOTIVO: UNICO

MOTIVO: “Que al haber dictado el Juzgador, sentencia

absolutoria a favor de la señora A. C. L., lo hizo valorando

la prueba, inobservando las reglas de la Sana Crítica”.

PRECEPTOS AUTORIZANTES: “El presente motivo de casación se

encuentra comprendido en la parte final del numeral 3 del

Artículo 362 del Código Procesal Penal”. EXPLICACIÓN DEL

MOTIVO: Los hechos sometidos a juzgamiento se centran en, que

teniendo la Señora A. C. L., desde octubre del 2007 la guarda

y custodia de sus menores hijos J. C. y A. E. ambos de

apellidos F. C., de cuatro años y diecinueve meses de edad

respectivamente; el Señor J. M. F., padre de dichos menores,

tenía un Régimen de Comunicación con ellos, y fue a partir

del mes de noviembre del 2007, que observó que sus hijos

presentaban en distintas partes de sus cuerpos, lesiones

producto de golpes y quemaduras, por lo que al preguntarles

sobre como se habían producido los mismos, ellos le

contestaron que su madre se los había provocado; haciéndose

esto cada vez más constante en los meses de febrero, marzo y

mayo del 2008, lo que le obligó a presentar las denuncias

correspondientes. Partiendo de los hechos declarados

probados en la sentencia se infiere, que el Juzgador de

la prueba evacuada en el debate, llegó a la convicción,

que los menores al momento en que fueron evaluados por

médicos de Medicina Forense, ambos presentaban lesiones

en sus cuerpo; como también que en las fechas en que

tuvieron lugar estas circunstancias, ambos menores se

encontraban bajo la guarda y cuidado de A. C. L., madre de

ambos, y en ocasiones de la madre de ésta y abuela de

aquellos, como también de la hermana de la acusada y tía

de los menores. Sin embargo, el Tribunal de Sentencia en

la sección de la fundamentación jurídica del fallo en

resumen estimó: "Con la prueba ejecutada en la vista oral,

quedó acreditado las agresiones físicas de que fueron objeto

los menores J. C. Y A. E., ambos de apellidos F. C.; no

12

obstante, no se ha acreditado con prueba fehaciente la

participación de la acusada en los mismos, pues no existe

prueba de cargo para determinar que ella sea la autora del

ilícito que se le ha reprochado." Es sobre la referida

estimación del Juzgador, que se centra nuestro reproche

casacional, en virtud que al dictar una sentencia

absolutoria en el caso de mérito, lo hizo incurriendo en

violación a las reglas de la Sana Crítica, en la manera

que explicamos a continuación: El factum de las sentencia

recoge que efectivamente los menores fueron objeto de

maltrato por trasgresión; y así lo confirma el juzgador en el

apartado denominado primero de la sección de la

fundamentación jurídica; sin embargo el A quo en la

valoración del andamiaje probatorio de cargo evacuado en el

juicio, inadvirtió las resultas que de esa prueba se derivan,

respecto a identificar a la autora del ilícito investigado,

específicamente las siguientes: a) Dictámenes Periciales.

a.1) Dictamen Médico No. …, practicado el 23 de febrero

del 2008 al menor J. C. F., por el Dr. D. M.. De este medio

de prueba, el Juzgador efectivamente valoró correctamente,

que el menor evaluado fue objeto de Maltrato por Trasgresión,

pero dejó de lado que el perito al momento de presentarse a

estrado a ratificar su pericia, manifestó: que fue el menor

quien de viva voz le refirió que las lesiones que le fueron

encontradas, se las había propinado su madre y su tía. Por

otro lado también evidenció el perito, que el evaluado

patentizaba la situación de menor maltratado, lo cual le

motivó a recomendar que fuese evaluado por un psicólogo

forense. Tomando en consideración lo antes expuesto podemos

concluir, que este medio de prueba, resulta idóneo para

acreditar la identidad de la o las personas que fueron las

agresoras del menor, siendo sin lugar a dudas una de ellas,

la propia madre del menor, J. C. F.. No obstante el Juzgador

desvalora este medio de prueba respecto a la identificación

de la autora del hecho, argumentando que esta constituye una

prueba referencial y que la misma no puede sustituir para

efectos de valoración, la información que el Tribunal debe

recibir de propia mano de los testigos presénciales de los

hechos y la víctima; y que en éste último caso el menor J. C.

13

F., compareció ante la vista pública y quien enterado del

contenido del artículo 228 numeral 1 del Código Procesal

Penal, por ser hijo de la imputada, él de manera espontánea

manifestó su deseo de no declarar en juicio, cuya negativa

entonces, afecta la finalidad de la referida prueba. Ante

dicha postura consideramos, que el Juzgador se aleja del

Principio de Objetividad y Proporcionalidad que le debe

merecer la prueba, en virtud que en el caso de mérito, se

plasman situaciones que resultan sui generis, en torno a la

generalidad de los casos que ellos están acostumbrados a

conocer como ser: Primero, porque las víctimas al momento de

suceder los hechos e incluso al momento de celebrase el

juicio son menores de edad, e incluso su minoría de edad es

tan escasa (4 años de edad en el caso del varón y 19 meses de

edad en el caso de la niña) que ello dificulta obviamente la

comunicación clara y fluida con ellos; y Segundo, que existe

un vínculo consanguíneo entre supuesto agresor y víctimas,

como ser madre e hijos. Basados en éstas circunstancias,

estima el Ministerio Público, que el Juzgador debió ponderar,

que dada las circunstancias del hecho, existen algunos casos

en los cuales es difícil e incluso nulo que existan testigos

presenciales de los hechos penales por ejemplo en los casos

de violación, actos del lujuria, etc. Por ende el delito del

cual se trata la causa de mérito no es la excepción, en el

cual los únicos testigos presenciales de lo ocurrido son las

propias víctimas y si sumado a ello, estos no pueden

comunicarse o denunciar de manera objetiva, fluida, etc; por

tratarse de menores, basta tomar en consideración las

circunstancias que le rodean, como ser: la edad con que

cuentan los menores, el grado de madurez que ellos poseen, el

ambiente social que les rodea, e incluso quien es la persona

que los tiene bajo su cuidado, pues en el caso de autos si es

la madre de ellos quien los tiene bajo su guarda y cuidado

permanentemente, ante quien entonces, ellos pueden informar

lo que les sucede; o por otro lado, si para ellos esos

maltratos físicos que sufren de la persona que debe

cuidarlos, les parece normal, dado su grado de madurez

(Relación con la pericia psicológica que se cita en el

siguiente apartado a. 2). Dado que las circunstancias

14

anteriores fueron inadvertidas por el Juzgador, tal y como se

lo ordena el artículo 331 del Código Procesal Penal; debemos

enfatizar que ante la negativa del menor de declarar ante el

Tribunal por las razones que sólo en su mente circularon, no

puede entonces concluirse, que los hechos no ocurrieron, o

que la persona que ahora tiene la calidad de imputada no es

la autora de los mismos, pues al juicio se aportaron otros

medios de prueba que reflejaron los conocimientos que el

menor J. C. F., no pudo externar directamente al Tribunal,

siendo una de ellas lo dicho por el Doctor D. M. y que en

acápites anteriores señalamos, como ser, que dicho menor, al

ser preguntado durante su evaluación quien le había causado

las lesiones, le contestó que su madre y su tía. En razón de

ello, lo expresado por el Perito tanto de manera verbal en el

juicio, como también consta en el dictamen de la pericia en

sí, gozan de credibilidad, pues él al ser interrogado como

fue de su conocimiento los hechos que afirma, contestó, que

ello se lo refirió el propio menor J. C. F. al momento de ser

evaluado; lo cual permite nuestra normativa penal adjetiva,

específicamente el artículo 330 párrafo primero: "……Los

testigos expresarán la razón y origen de sus informaciones y

designaran con la mayor precisión posible, a los terceros que

se las hayan comunicado". a. 2) Dictamen de Evaluación

Psicológica. Esta pericia fue practicada a ambos menores, por

la Licenciada en Psicología A. T., quien está adscrita al

Juzgado de la Niñez y de la Adolescencia de la Sección

Judicial de San Pedro Sula, quien concluyó: Respecto al menor

J. C. F. C., éste muestra rechazo espontáneo hacia la madre,

presenta sintomatología de maltrato; el niño expresó maltrato

por parte de la madre. Respecto a la menor A. E. F. C., ella

presenta retraso en su

desarrollo, específicamente en la aparición del lenguaje y en

su motricidad, esto por haber estado expuesta a un ambiente

conflictivo y por haber sufrido maltrato físico; presentando

predisposición a desarrollar trastorno de déficit de atención

con hiperactividad ADHD y tendencias a reacciones somáticas

ante el estrés. La evaluada mencionaba constantemente que la

madre la había quemado. De manera general y ante el

interrogatorio de las partes, la perito refirió: Que los

15

niños no han superado el estrés; que los niños muestran

rechazo hacia una persona, por temor, por la forma en que

eran tratados por esa persona; que ella recomendó que se

debía explorar la intencionalidad de la conducta agresiva de

la madre hacia los niños, porque era importante conocer cual

era la escena en la cual se encontraban los mismos, ya que

estos no pueden comprender a fondo lo que sucedió detrás de

lo que vivieron, porque el rechazo que reflejan hacia su

madre no es normal. A lo anterior, si bien es cierto el

Ministerio Público en su rol de garante de los intereses

generales de la sociedad y en este caso específico, de los

menores J. C. F. C. y A. E. F. C., no puede obviar que una

separación de la familia en sí (divorcio o mera separación)

conlleva en los hijos un evento traumático que puede

afectarles a ellos de distintas maneras, pero no por ello

éstos traumas respecto a los menores pueden ser considerados

ilícitos; no obstante en el caso que nos ocupa, ha quedado

acreditado y así lo estimó el Juzgador en los hechos que

declaró probados, que los menores han sido objeto de maltrato

físico (lesiones en el cuerpo), lo cual constituye según

nuestra legislación una delito; como también se acreditó que

éstos maltratos físicos han sido ocasionados en fecha

posterior a la separación de los padres de los menores y

estando ellos bajo la guarda y cuidado de la madre; siendo

advertidas estas lesiones por el padre de los menores, éste

buscó evaluación física ante las autoridades competentes y

ellos dieron alerta de un posible hecho de maltrato por

trasgresión, lo cual hizo que se iniciaran diligencias de

investigación que dieron un resultado positivo, como ser una

diligencia investigativa toral, la evaluación psicológica de

los menores, la cual arrojó que efectivamente los mismos

sufren de maltrato de parte de su madre; pese a que los

menores debido a su edad y falta de madurez no comprenden el

alcance de los maltratos. Estas circunstancias fueron

inadvertidas por el A qua en la valoración de la prueba y se

limitó a enfocarse en los antecedentes periféricos de los

menores, como ser la separación de los padres, los conflictos

entre los padres, etc., lo cual no es correcto, pues ello no

es lo que se está dilucidando en el caso concreto; sino por

16

el contrario el bienestar físico y mental de sus menores

hijos, en relación las agresiones de las cuales ellos son

víctimas y de los cuales, el Estado a través de sus

instituciones tiene la obligación de proteger. Siendo así,

que el medio de prueba pericial denominado evaluación

psicológica, resulta útil al proceso, por ser contundente

para determinar la autoría del sujeto activo en los hechos

que ahora conocemos, pues es a través de éste medio de prueba

que se incorpora al juicio, la voz de las víctimas

(Relacionada con lo dicho por el Perito Dr. D. M.). b)

Declaración de Imputada. En juicio, la acusada A. C. L., hizo

uso de su derecho a declarar y quien de manera sucinta en lo

relativo a los hechos investigados refirió (según consta en

el acta de debate): Que si bien es cierto ella castigaba a

los niños, lo hacia de forma moderada y nunca los golpeó con

palos o tubos; que ella estaba haciendo unas tortillas en una

estufa eléctrica de plancha y en un momento se descuidó y la

niña Aurorita se quemó en la muñeca y le puso zábila y una

gasa, dicha quemada no fue provocada, sino que fue un

accidente que a cualquiera le puede pasar, en ese momento la

niña tenía 19 meses de edad; que al momento de evacuarse el

juicio tiene más de un año de no ver a sus hijos; ella tuvo

la guarda y cuidado de sus hijos del 04 de octubre del 2007

al 16 de septiembre del 2008 (11 meses), en ese tiempo ella

cuidó de ellos en el mes de octubre, en noviembre y diciembre

su madre y el resto del tiempo su hermana. El 16 de

septiembre del 2008, se llevaron a sus hijos por orden

judicial, y le dieron la guarda y custodia a la abuela

paterna. Sobre la equimosis que presentó su hijo, explicó que

fue que se peleó con un compañerito de la escuela y el otro

fue porque se cayó de un columpio. A principios del mes de

febrero, castigó a su hijo porque le pegó a su hermanita,

pero le pegó en las pompas. Los niños aparecían con golpes

cuando se iban con su padre. En dos ocasiones les pegó con

faja a sus hijos. La quemadura en el rostro de su hijo

Jorgito, sucedió a las 6:30 de la mañana y el papá se enteró

a las 7:30 de la mañana. Respecto a ésta declaración el A qua

estimó que la acusada no está obligada a acreditar que es

inocente, pero que ni el ente acusador público, ni el privado

17

lograron demostrar que los menores hayan sido lesionados de

manera distinta a la narrada por su madre, ni tampoco ella

intervino en la realización de los hechos. Por nuestra parte

debemos entender, que es cierto que la acusada tiene derecho

a su defensa y por lo tanto a decir ante el Tribunal cuanta

versión de exculpación considere que le favorece, pero ello

no significa que este diciendo la verdad; muestra de ello, es

que en el proceso la parte acusadora privada hizo auxilio de

la presencia de un consultor técnico, quien estuvo presente

al momento en que los peritos acudieron a la sala de debate,

como también al momento, en que la acusada rindió su

declaración, a efecto de hacer las observaciones y

conclusiones al caso. El Dr. D. C. B., en su condición de

Consultor Técnico, emitió las siguientes conclusiones: Que el

tipo de lesiones que presentaban los menores evaluados, son

compatibles a las producidas a los niños que sufren del

síndrome del niño agredido y las agresiones a éstos suceden

cuando tienen una edad de O a 5 años, que la mayoría de las

lesiones son producidas en el hogar y excepcionalmente hay

quemaduras; Respecto a la pericia practicada por la Dra. N.

A., quien evaluó a la menor A. E. F. C., se puede establecer

que la quemadura que ella presentaba fue ocasionada por un

objeto caliente y que la misma es de grado 2 tomando en

consideración el tiempo del hecho al momento de la evaluación

y que por la forma y la ubicación de la lesión, se infiere

que el antebrazo se colocó de manera directa y siendo que

éste tiene una forma triangular se descarta que la misma haya

sido ocasionada por una estufa, tal como lo asevera la madre

de la víctima, pues la apariencia de la quemadura es distinta

a la producida por los bordes de una estufa eléctrica y que

la lesión es más similar a las producidas por una plancha,

dada sus características física. En cuanto a los dictámenes

emitidos por los Doctores D. M. y L. C., quienes evaluaron al

menor J. C. F. C. (Pero en distintos momentos cada uno de

ellos) se determina que las lesiones son de tipo ofensivas,

ya que el niño no pudo defenderse, pues las mismas se

encontraron en la parte inferior, anterior y posterior al

cuerpo, y que fueron producidas, pues las mismas presentan

equimosis, que no son producto de enfermedad alguna, ni por

18

accidente; pues lo narrado por los peritos, determinan que

las lesiones con congruentes con la historia. De estas

conclusiones, el A quo estimó que no hay duda de las lesiones

en los niños, pero que no existe evidencia de que en el caso

de las quemaduras estas hayan sido producidas por un objeto

caliente colocado directamente en el antebrazo de la menor,

tal como lo afirma el consultor, ya que al contrastaría con

el dictamen de la perito N. A. A., ella refirió que no puede

determinar que objeto le produjo la lesión a la menor, como

de que le pusieron una superficie caliente en su extremidad.

Partiendo de ésta consideración del Juzgador, únicamente se

pronunció respecto a la evaluación de la niña A. E. F. C.,

pero no así respecto al niño J. C. F. C., es decir que deja

de lado las conclusiones que el Consultor Técnico hizo

respecto a las pericias que se le practicaron a él y que son

contundentes en establecer que dichas lesiones fueron

producidas, que son de tipo ofensivas hacia él, de acuerdo al

lugar donde le fueron encontradas y que desde todo punto de

vista las mismas no son compatibles con haber sido causadas

por un accidente o alguna enfermedad; y si ello lo

armonizamos con la declaración de la misma acusada, quien

admitió que castigaba a su hijo con golpes, como también lo

armonizamos con lo expuesto por el Dr. D. M., que refirió que

el menor le dijo que las lesiones se las había propinado su

mamá y su tía, y sumado a ello, lo descubierto por la Lic. A.

T., en la evaluación psicológica, todo ello concatenado no

puede dar un resultado distinto, que los menores son objeto

de agresiones físicas de parte de su madre. Es así que el

Juzgador al valorar las pruebas supraindicadas, extrae

solamente que si las víctimas evidencia lesiones, pero que no

es posible identificar quién los realizó; conclusión que a

nuestro criterio se aleja del verdadero contenido de la

probanza y que evidentemente transgrede la regla lógica de

razón suficiente en su característica de veracidad, pues al

citar tal circunstancia, no da por cierto que dichos menores

en las fechas en que fueron evaluados en Medicina Forense

estaban al cuidado de su madre, y que los mismos menores la

identifican como la autora de las lesiones que les fueran

encontradas; y que si bien es cierto, que los padres tienen

19

el derecho y la obligación de educar a sus hijos y que aún en

nuestros tiempos el castigo físico es considerado como uno de

los métodos de disciplina; no es menos cierto, que los padres

deben dar un trato proporcional a sus hijos aún y cuando les

castiguen por alguna situación que consideren falta, máxime

si se trata de un "castigo físico". Pero aún y cuando el

castigo físico en la actualidad no es aceptado como método de

disciplina, lo cierto también es que estando los niños al

cuidado de su madre, es deber de ella velar por la integridad

física y emocional de sus hijos, circunstancia que no sucede

en el caso de mérito, pues si ella los dejaba al cuidado de

otras personas y los niños sufrieron lesiones de considerable

cuidado, y a los cuales ella como madre no les brindaba la

debida atención, lo cual también es calificado como un

maltrato por transgresión por omisión, al callar lo que ella

debió haber enmendado, tal como lo establece el artículo 162

en relación al 166 del Código de la Niñez y la Adolescencia.

Ante lo desarrollado el Ministerio Público no logra extraer

la razón por la cual el sentenciador dejó de valorar el

contenido de las probanzas integrantes del andamiaje

probatorio de cargo y rendir mayor credibilidad a sus propias

deducciones carentes de sustento probatorio. En consecuencia,

el Ministerio Público como recurrente es del firme criterio,

que se violentó en todos sus alcances las reglas de la Sana

Crítica, que le debe merecer al juzgador al momento de

valorar la prueba antes señalada, pues el fallo recurrido

adolece del vicio in procedendo supraindicado, al infringir

el artículo 202 del Código Procesal Penal al dejar de valorar

de manera armónica y concatenada la prueba producida

legalmente; lo que impidió que se llegara a la acertada

conclusión de condenar a la procesada por el delito de

Maltrato por Trasgresión consignado en los artículos 162,

166, 168 Y 169 párrafo segundo del Código de la Niñez y La

Adolescencia, tal como ha sido la pretensión de este ente

fiscal; no habiéndose reclamado previamente este vicio, pues

se produce en el acto de la sentencia. I. DE LA PROCEDENCIA

SOBRE LOS MOTIVOS DEL RECURSO DE CASACIÓN POR QUEBRANTAMIENTO

DE FORMA INTERPUESTOS POR EL ACUSADOR PRIVADO Y EL MINISTERIO

PUBLICO. I. Esta Sala de lo Penal, considera apropiado

20

conocer y dar respuesta de manera simultanea sobre los

motivos del Recurso de Casación por Quebrantamiento de Forma

interpuestos tanto por la parte Acusadora Privada como por el

Ministerio Público, en los referente a la inobservancia por

parte de los sentenciadores a las reglas de la sana crítica,

en el proceso de la valoración de la prueba violentado los

principios lógicos de contradicción y razón suficiente, ya

que según los recurrentes lo lógico sería que si se dice

que se le cree a un perito que dijo que encontró lesiones

y que el niño le indicó que las produjo su madre, pues se

tenga por acreditado que fue la madre la que ocasionó las

lesiones, sería distinto si al perito se le hubiese negado

credibilidad, sin embargo diciendo la sentencia que se le

cree al perito al negar una de su afirmaciones se sucede

la infracción a una ley o principio del pensamiento

lógico; también se describe prueba que acredita que los

niños J. C. Y A. E. Ambos de apellidos F. C., sufrieron

agresiones que fueron ejecutadas por su madre A. C. L.; sin

embargo, el Tribunal dicta una sentencia absolutoria con un

único argumento, que el niño J. C. no declaró en juicio. Sin

embargo, en la sentencia no se explica porqué el niño dio

varios testimonios de referencia en los que acusó a su madre

y a estos testimonios no se les dio credibilidad, esta

circunstancia resulta en una violación al principio lógico de

razón suficiente. II. Para esta Sala, es importante aclarar

que al conocer de los Recursos de Casación por el motivo

alegado por el recurrente, de “no haberse observado las

reglas de la sana crítica”, el control Casacional se ocupa de

establecer si hay validez en las pruebas, si las conclusiones

obtenidas responden a las reglas del recto entendimiento

humano, (lógica, experiencia y psicología), y si la

motivación es expresa, clara, completa y emitida de acuerdo a

las normas legales aplicables al caso concreto. Dentro de las

reglas de la lógica encontramos las leyes fundamentales de la

derivación, que no es más que las conclusiones deben ir

concordando, o sea a cada conclusión afirmada o negada, debe

corresponder un elemento de convicción del cual se pueda

inferir aquella, para ello la motivación debe ser verdadera o

auténtica. III. En el caso examiné, y sin el ánimo de

21

prejuzgar sobre el fondo del asunto, esta Sala de lo Penal,

considera que los Jueces sentenciadores irrespetaron las

reglas de la sana crítica, en concreto las reglas de la

lógica, al deducir de forma errónea que de las pruebas

evacuadas no fue posible concluir hechos distintos a los

declarados probados. Para el caso con las declaraciones

evacuadas de los testigos J. M. F. G. (folio # 218 v.), OLVIN

E. V. (agente de investigación, folio # 223) y C. E. F. M.,

(folio # 223 v.), queda plasmado que el niño J. C., y en

algunos casos su menor hermana A. E., de apellidos F. C., a

manera de referencia, le manifestaban tanto a su padre, tío y

al agente de policía que los golpes (en el caso del menor J.

C.) y quemaduras (en el caso de la menor A. E.) fueron

producidas por su madre, en este caso la imputada A. C. L..

También es de hacer notar, que las pruebas periciales

igualmente evacuadas consistentes en los dictámenes médicos

rendidos al examinar a los menores, los doctores D. M.,

(folio # 220 v. y 244), L. C., (folios # 220, 221, y 245) y

N. A. A., (folios # 221, 222 y 246), el primero de los

dictámenes (Dr. M.), hace referencia a que el menor examinado

le manifestó que quien lo había estado golpeando había sido

su tía y su madre, en cuanto a los otros dos dictámenes no

hacen referencia de que los menores le hayan manifestado que

fue su madre las causantes de las lesiones, pero si coinciden

los médicos peritos con la versión que les dio el padre de

los menores, en relación a la forma en que pudieron

producirse los golpes, ya que las lesiones examinadas son

compatibles con objetos romos en su caso y objetos calientes,

lo que también fue ilustrado al Tribunal sentenciador con un

álbum de fotografías en las que aparecen las imágenes de las

supuestas víctimas con golpes en distintas partes de su

cuerpo (folios # 109 a 126, y 247). Asimismo, los informes

psicológicos (folios # 235 a 239) rendidos por A. T. W., al

evaluar a los menores, establecen en ambos, que tienen la

imagen de una madre agresora porque les pega, lo que

evidencia maltrato, y en el caso de la niña A. E., en el

dictamen se establece textualmente que “en su brazo se

reflejaba una cicatriz a la que le daba mucho énfasis

expresando que su madre le había quemado”; haciéndose además

22

la referencia en el dictamen de trabajo social rendido por la

perito M. L. H. J. (folios # 231 a 234), del relato escuchado

por la abuela paterna quien manifestó a la perito que los

niños le decían que su madre les pega mucho. IV. La Sala,

aprecia que de acuerdo con las pruebas antes referidas,

debidamente evacuadas en juicio, se puede deducir que el

Tribunal de Instancia no observó las reglas de la lógica, al

llegar a conclusiones que evidentemente no son razonables y

se vuelven en consecuencia arbitrarias, ya que de la

valoración de las pruebas evacuadas, se pudieron extraer

deducciones diferentes a las arribadas por el A-quo, y que si

bien el menor (J. C.) al momento de comparecer al debate se

abstuvo de declarar como un derecho que le asiste, dicha

negativa no debería ser concluyente en relación a la

participación o no de la imputada en los hechos que viene

siendo juzgada, pues como ya se apunto supra, existen otros

medios de prueba que pueden ser valorados de forma distinta a

como lo hizo el A-quo, pudiendo llegar a deducciones

diferentes a las arribadas en el caso concreto; caso

contrario, seria que sin haber declarado el menor y tampoco

se hubiera presentado ningún otro medio probatorio de los

cuales se pueden extraer deducciones que de manera lógica al

concatenarlas apuntan a la existencia del hecho imputado. Es

por lo anterior que esta Sala de lo penal, considera que en

el fallo recurrido se ha violado la sana crítica, por no

responder a las reglas del recto entendimiento humano de la

lógica en su postulado de la derivación. En consecuencia, se

declara Con Lugar el Recurso de Casación por Quebrantamiento

de Forma interpuesto por el Acusador Privado y el

Ministerio Público en su único motivo. No se da respuesta al

resto de los motivos por Quebrantamiento de Forma alegados

por las partes acusadoras por haber prosperado el motivo que

antecede. POR TANTO: LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, en nombre

de la REPÚBLICA DE HONDURAS, por UNANIMIDAD DE VOTOS DE LA

SALA DE LO PENAL, y en aplicación de los artículos 303, 304,

313 atribución 5, y 316 reformados de la Constitución de la

República; 1 y 80 número 1 de la Ley de Organización y

Atribuciones de los Tribunales; 359, 362 numeral 2 y 3, y

369 del Código Procesal Penal. FALLA: Declarar CON LUGAR los

23

Recursos de Casación por Quebrantamiento de Forma, en su

Único Motivo, invocados por los abogados R. A. I., en su

condición de Acusador Privado y R. R. M. G., actuando en su

condición de Fiscal del Ministerio Público, en la causa que

se le sigue a la señora A. C. L., por suponerla responsable

del delito de MALTRATO POR TRANSGRESIÓN en perjuicio de los

menores J. C. y A. E., ambos de apellidos F. C.. En

consecuencia de lo anterior, se CASA LA SENTENCIA Y SE ANULA

EL FALLO RECURRIDO, de fecha veinticinco de noviembre de dos

mil nueve, dictada por el Tribunal de Sentencia de San Pedro

Sula, departamento de Cortés. Y MANDA: Que con certificación

del presente fallo y los antecedentes, se remitan las

presentes diligencias al Tribunal de origen, para que se

repita la audiencia de juicio Oral y Público, con Jueces

diferentes a los que intervinieron en la sentencia anulada.

Redactó: EL MAGISTRADO CALIX HERNANDEZ. NOTIFIQUESE.- FIRMAS

Y SELLO.- RAUL ANTONIO HENRIQUEZ INTERIANO.- COORDINADOR.-

JACOBO CALIX HERNANDEZ.- CARLOS DAVID CALIX VALLECILLO.-

FIRMA Y SELLO.- LUCILA CRUZ MENENDEZ.- SECRETARIA GENERAL”.

Extendida en la ciudad de Tegucigalpa, Municipio del Distrito

Central, a los veintiséis días del mes de junio del año dos

mil doce.- Certificación de la sentencia de fecha treinta y

uno de mayo del año dos mil doce, recaída en el Recurso de

Casación Penal con orden de ingreso en este Tribunal No. SP-

333-2010.

LUCILA CRUZ MENENDEZ

SECRETARIA GENERAL