presidente - medias.farodevigo.es · faro de vigo • domingo, 8 de marzo de 2009 2 conselleiros,...

Alberto Núñez Feijóo (OsPeares, Ourense, 1961) legustan los relojes. Recuer-da el primero que tuvo, unCouny suizo que enseña

con orgullo en una fotografía tomada alos 14 años, apoyado en el hombro de suabuela Eladia. No es casual. Influye unaparte estética, pero hay otra práctica, unrasgo que se le atribuye. Ahora luce en su

muñeca un elegante IWC Schaffhausenque desentona con su viejo móvil, pero laelección del teléfono tiene también unmotivo. Saca de su americana un apara-toso Nokia en un hotel de Santiago, trasel comité de dirección del PP, un día des-pués de lograr la mayoría absoluta que loconvertirá en el quinto presidente de laXunta, y sintetiza por qué no lo cambia:“Nunca me ha fallado”.

Feijóo es un gestor precoz de aspec-to serio y distante, aunque cercano en eltrato según quienes le conocen, que se

esfuerza sin éxito por transmitir unaimagen de hombre de pueblo nacido enaldea. Inició su trayectoria en puestos deresponsabilidad en la Xunta con 29años, y acabó por saltar a la primera lí-nea de la política en Galicia en 2003, lla-mado por Manuel Fraga, tras dirigir elSergas, el Insalud y Correos y Telégrafos.

Su vocación fue tardía. Él mismocontó con orgullo que en 1982 votó a Fe-lipe González, y las lecturas que le hanmarcado son variadas. El muy conserva-dor escritor y poeta José María Pemán,

el Premio Nobel de Literatura GabrielGarcía Márquez, o, ahora que Galicia vi-ve tiempos de crisis, el estadista británi-co Winston Churchill, que ofreció “san-gre, sudor y lágrimas” al pueblobritánico en la II Guerra Mundial, sonalgunos de ellos, según explica Feijóo.

“Conviene ser políglota para sa-ber callar en siete idio-

mas”, es una frasede Pemán. Dosrasgos: rápidoen las decisio-nes, pero pru-dente. “No hayque ir de sobra-

dos”, advirtió alos universitarios

en Pontevedra antesde la campaña, pese a que él mismo pro-yecta, para algunos, una impresión algochulesca. Su hermana Micaela rechazaeste extremo en el vídeo de proclama-ción como candidato. Asume que “tieneun toque de ratón de biblioteca”, peroresulta “muy familiar cuando te acercas”.

Las personas que le conocen coinci-den en adjudicar a Núñez Feijóo tres vir-tudes. Administra su tiempo, actúa conpragmatismo y toma decisiones ágilesaunque meditadas. Un gestor al que

TEXTO: JAVIER PASTORIZAFOTOS: R. GROBAS/ARCHIVO FARO

A

Alberto Núñez Feijóo posa enOurense ante la escultura del frailebenedictino Benito Jerónimo Feijoo,

considerado el primer ensayistaliterario de la Ilustración española y

con el que tiene parentesco.

Retrato de un

FARO DE VIGO• Domingo, 8 de marzo de 2009

AÑO 8NÚMERO 355

P. 05 entrevistaMaría JesúsÁvila

P. 06-07 reportajeEl cementeriode las Azores

P. 08 espaciosDisfrutar envacaciones

P. 09-14 motorEl FerrariCalifornia

P. 15 viajarOurol, rumor deríos

P. 16 ultimaEl manicomiode Alvite

presidentepresidente

FARO DE VIGO • Domingo, 8 de marzo de 2009

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conselleiros, ministros y el presidente de laXunta Manuel Fraga otorgaron responsa-bilidades sucesivamente, y acabó por en-trar en política de forma natural. Fraga,que lo nombró conselleiro de Política Te-rritorial en 2003 y al año siguiente vice-presidente primero, lo define como “un ti-po de primera, hombre serio y trabajador,buen gerente, que sabe lo que vale el dine-ro y ha renunciado a fantasías como co-ches de lujo y sueldos”, en alusión al polé-mico Audi oficial de Emilio PérezTouriño. “Me interesaba un fichaje de pri-mera, vi que destacaba en Madrid, y acer-té”, afirma el presidente de honor del PP.El nombramiento como vicepresidente te-nía un fin. “Quería prepararlo, porque vien él a la persona que me iba a suceder”.Fraga suele referirse al parentesco que unea su heredero político con el Padre Feijoo,el fraile benedictino considerado el pri-mer ensayista literario de la Ilustración es-pañola.

José Manuel Romay Beccaría fue elmentor del dirigente del PPdeG. Lo con-virtió en su brazo derecho en la adminis-tración autonómica con apenas 30 años.Cuando era conselleiro de Sanidade lo co-locó al frente del Sergas, y luego, ya comoministro del ramo, confió en él para diri-gir el Insalud. Destaca su “capacidad dedecisión, brillantez y responsabilidad”, yapunta que con élal frente del Servi-cio Galego de Saú-de se implantaron“nuevas formas degestión en los hos-pitales, bajaron laslistas de espera y sepuso en marcha el061 en tiempo ré-cord”. En lo políti-co le atribuye “unagran capacidad delograr adhesionesy lealtades”.

También Car-los Negreira, quelo conoce desde los14 años y compar-tió con él pupitreen la Facultad deDerecho de Santia-go, señala estepunto al hablar delproceso de renova-ción que tuvo queafrontar tras lamarcha de Fraga.“No era fácil. Con-siguió que perso-nas con gran pesoen el partido die-sen un paso atrás.Hubo mucha ge-nerosidad”.

Alberto Ruiz Gallardón, amigo deFeijóo desde hace más de una década ycon quien comparte un alto grado decomplicidad dentro del PP, se refiere a él

como “un gestor formidable”, y su princi-pal virtud, a su juicio, es la “capacidad pa-ra liderar equipos”.

Su imagen de ejecutivo contrasta conel esfuerzo en presentarse como “un hom-bre de pueblo”. La campañaelectoral constató su gradode conocimiento de la situa-ción que atraviesa el rural,pero evidenció su escasamano con el sector a pie decampo con una anécdota.Preguntó al dueño de unagranja de Rois por qué todassus vacas “llevan nombre demujer”. Y el ganadero le sol-tó: “Porque son vacas”. Elepisodio, recogido en todoslos medios gallegos, disgustóa Feijóo, que puntualizó des-pués en petit comitè que ensu pueblo hay rumiantesbautizados con nombres como el de mare-la o pinta. Gallardón reflexiona que elpróximo presidente gallego tiene “un per-fil urbano”, pero defiende que “mantienela naturalidad tanto en las relaciones conlos empresarios que toman grandes deci-

siones, como con todos los sectores de laciudad y el rural”. Es, a sujuicio, “pudoroso”, lo quepodría ser la causa de la ima-gen que proyecta. “No legusta hablar de su vida pri-vada, pero sabe relajarse”, ra-zona. Ni a él ni a su familia,ni al entorno, les gusta, enefecto, hacer pública su face-ta personal, y rechazan cual-quier valoración. “Es algosuyo”, alega una persona desu máxima confianza.

Una de sus aficiones esir a la Isla de Ons a comerpulpo, según relata él mis-mo, y ya ha anticipado que

lo hará para conmemorar su victoria elec-toral. Negreira, que lo conoció en su ado-lescencia en A Coruña a través de un pri-Feijóo abraza a su sobrina y una amiga de ésta tras

comparecer el pasado domingo en la sede delPPdeG en Santiago, donde valoró los resultados y

celebró la victoria con familiares, militantes ysimpatizantes. /Foto: RICARDO GROBAS

El candidato del Partido Popular durante la campaña electoraldeparte con el propietario de una carnicería.

El triunfo políticode un gestor precoz

“No cambiaré.Puede que mevuelva algomás brusco,pero es porqueme gusta quese actúe coneficacia”

mo de Feijóo, ha sido amigo desde enton-ces y coincidieron en sucesivos momentosde sus carreras. “Estudiaba y era responsa-ble, pero también salíamos a tomar unosvinos. Lo normal”, cuenta. El presidenteelecto, aficionado a las motos por herenciapaterna, se compró una Vespa 200 cuandosacó el carné, y después tuvo un Renault 5de segunda mano. “Íbamos a algunos si-tios, como a la playa a Noia”, rememora elnúmero uno en la lista por A Coruña.

Sus allegados hablan también del ca-rácter de Feijóo, que él mismo atribuye asu abuela materna. Eladia le “cuidó” hastaque tuvo 21 años. Negreira afirma que

“tiene genio, por-que defiende sucriterio”, aunqueno es volcánicocomo Fraga ni levio nunca “per-der los nervios”.Entre sus virtu-des está “ser ami-go de sus amigosy saber escuchar”.Otro alto cargodel PP, que pre-fiere no ser cita-do, asegura quesiempre contestaal teléfono si pue-de, y se dejaaconsejar. “Él to-ma sus decisio-nes, pero consul-ta”, expone.

C a r á c t e rfuerte, pero hu-milde, recalcanquienes tienen untrato cercano conél. “Tremenda-mente”, puntuali-za su hermanaMicaela en el ví-deo. Él sostieneque el momentomás emotivo dela carrera electo-ral fue la visita ala nave central deFroiz, en Poio,donde charló consu propietario.“Un hombre queera carnicero yque ha generado4.000 puestos detrabajo en Galicia

y fuera es digno de elogio”, explica sobreMagín Froiz. Uno de los libros que el polí-tico de Os Peares guarda en su despachode la sede de Santiago es El triunfo de lahumildad, escrito por Manuel Medina.Retrata a cien personajes que han triunfa-do con esa receta, y dedica uno de los ca-pítulos al dirigente del PPdeG.

Feijóo cubrió una campaña a contra-rreloj y recorrió 10.000 kilómetros por to-da Galicia, consciente de que todas las en-cuestas le daban perdedor el 1 de marzo.Sin embargo, sostiene que no acabó can-sado. “Salgo a correr siempre que puedo, yeso me ayudó”. Perdió entre dos y tres ki-los, y dormía como un tronco “por agota-miento”. Seis horas y a la carretera. Becca-ría alude a su “gran capacidad de trabajo”y recuerda que cuando dirigía el Sergas erael último en tomarse las vacaciones. “Losdemás nos íbamos el día 2 de agosto, y élse quedaba hasta el 8 porque le gustabadejar todo en regla”. Saturnino, su padre,presume dehijo y tam-bién se re-fiere a esta

cuestión. “Es un fuera de serie. Subía altrastero a estudiar y si no lo llamabas paracomer, no bajaba”, cuenta.

EL PODER

El candidato Feijóo será, desde me-diados de abril, el presidente Feijóo du-

rante al menos los próximos cuatro años.¿Transformará el poder su carácter y lovolverá prepotente? Gallardón se muestraconvencido de que no. “Tiene ambicio-nes, pero no personales, sino colectivas.Para toda Galicia”. Feijóo sostiene que se-guirá siendo él mismo, aunque reconoce:“Quizás me vuelva algo más brusco, peroserá porque me gusta que se hagan las co-

sas con eficacia”.


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Cuando Mariano Rajoy fue nombrado vicepresidentedel Partido Popular, Manuel Fraga le dio dos consejos parallegar a gobernar la Xunta. “Hablar en gallego, y casarse”. Ellíder popular ha cumplido las dos condiciones, pero es Nú-ñez Feijóo el que ha conquistado el sillón autonómico. Elpresidente electo ya ha cubierto uno de los requisitos queFraga exigió a Rajoy, pero le falta el segundo. Feijóo tiene pa-reja desde hace ocho años, la periodista Carmen Gamir, a laque todo el mundo llama Chinny. La conoció en Madrid,donde ella era corresponsal del diario La Región y él dirigíaCorreos, durante una entrevista. Desde entonces han mante-nido una discreta relación fuera de los focos públicos. En losúltimos meses la intimidad se diluyó poco a poco, y ahorapasará a ser una figura pública. Chinny acompañó a Feijóoen todo su recorrido por Galicia durante la campaña.

“Es una persona abierta, de conversación fácil y agrada-ble en el trato. Tiene una gran formación y siempre da su opi-nión”, explica un dirigente del PP. Cuando Feijóo regresó a

Galicia de la mano de Fraga, Chinny se desplazaba a Vigo,donde reside el presidente electo, los fines de semana y du-rante las épocas vacacionales. Hasta hace dos meses perma-neció en activo en el periódico, pero solicitó una excedenciade su trabajo.

Feijóo hizo ante los empresarios de Vigo un comentario

sobre un posiblecambio de estadocivil. Dio a enten-der que podríacasarse y tener hi-jos. “Espero quehaya más cosas almargen de la po-lítica”, respondióa una preguntasobre políticas de

natalidad. Gallardón lo cree “un compromiso en toda regla”,y deja entrever que va en serio. Preguntado Fraga sobre si ledaría el mismo consejo, contesta: “No le doy consejos, él noslos dará a nosotros”. La madre de Feijóo, Sira, se lo pide clara-mente en el vídeo promocional del candidato. “Dice que estácasado con Galicia, y Galicia no me da nietos”.

Diez años dediscreto noviazgo

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Chinny Gamir,(izquierda), en elmitin de la plaza detoros de Pontevedracon Sira, la madre deFeijóo, y la hermanade éste (MaríaMicaela). Foto: RAFA

AL MANDO DEL INSALUD CON 35 AÑOSRomay Beccaría le encomendó la dirección del Insalud en 1996 y coordinó la sanidad dediez autonomías durante cuatro años. En la imagen entrega el premio nacional deinvestigación de la Fundación Científica de Caja Rural al doctor Santiago Ramón y Cajal.

ESTRENO EN EL SERGASSu andadura en altos cargos de la Xuntaempezó en Agricultura, pero Beccaría,que pasó a ser conselleiro de Sanidade, lorequirió para este área y lo puso al mandodel Sergas. En 1996 se lo llevó a Madridtras ser nombrado ministro del ramo.

EL PASO PARALA SUCESIONDE FRAGAFeijóo fue designadoconselleiro de PolíticaTerritorial en enero de2003 tras dirigirCorreos tres años, yvicepresidenteprimero de la Xuntaen septiembre de2004. La imagenrecoge su toma deposesión en estecargo. Fraga quería“un fichaje deprimera”, y el pasotenía el objetivo de“prepararlo para lasucesión”, explica.


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u abuela materna, Eladia,cuidó a Núñez Feijóo du-rante toda su infancia,aunque él, que la consideraun referente, extiende la

protección hasta que cumplió 21 años. Deella, afirma, heredó el “carácter”. El presi-dente electo nació en la aldea ourensana deOs Peares y se ha convertido, después delograr el pasado domingo la mayoría abso-luta, en el orgullo de los vecinos, que cuen-tan que pasa por allí con frecuencia. En lavíspera de las elecciones, sin ir más lejos. Elpróximo mandatario gallego tiene unahermana, María Micaela, pero su familiaes amplia -23 primos carnales- y cuentacon ramificaciones en A Coruña, Ourensey Vigo. A las tres ciudades se trasladaba ensus temporadas estivales, y también viajódos veces en su adolescencia a Punta Um-bría (Huelva).

Con sólo diez años Feijóo se marchó aestudiar al colegio de los maristas de León.Su madre, Sira, lo recuerda como un mo-mento duro en el vídeo de campaña. “Eldía que cumplió diez lo eché de casa por-que allí no había un colegio como yo que-ría. Fueron cuatro años de mi vida queperdí sin él”, cuenta a la cámara.

Los siguientes cursos los aprobaría enOurense e hizo la carrera de Derecho enSantiago, queconcluyó encinco años.Feijóo tieneafición por lasmotos desdeniño y todavíaconserva lavieja Vespa 200que comprócuando sacó elpermiso. Elgusto por estetipo de vehícu-los le vino porherencia pater-na. Su padre,Saturnino, semovía en unaDerby para ir atrabajar en laconstrucciónde un embalsey montaba enella a su hijocuando estabaen casa. “A ve-ces me dejaba,y subía”, re-cuerda él.

Tras la ca-rrera hizo opo-siciones a laa d m i n i s t r a -ción autonó-mica. “Recuer-do que un Finde Año en ACoruña los doshablamos deque no nosíbamos a pre-sentar, porqueera complica-do. Al final lohicimos y en-tramos los dosen la Conselle-ría de Econo-mía”, cuentaCarlos Negrei-ra. Sería el pri-mera paso enla Xunta. A és-te le seguiría un rápido ascenso, primeroen Agricultura, y después en Sanidade, dela mano de Romay Beccaría y recomenda-do por Amarelo de Castro. “No lo conocíapersonalmente, pero tenía buenas referen-cias y en la entrevista personal me conven-

ció. Me pareció resolutivo, con capacidadde trabajo y criterio”, explica Beccaría, exministro y presidente de honor del PPdeG.El Insalud, la presidencia de Correos y lallamada de Fraga en 2003 fueron los si-

guientes pasos. Eldomingo concluyóla carrera al lograr lainesperada mayoríacon 39 escaños.

De izquierda a derecha, y dearriba abajo, Feijóo cuando eraun bebé; con su abuelamaterna Eladia en la aldea deOs Peares: con dos primos enla playa de Riazor; en uno desus desplazamientos a Leónpara estudiar en el colegio delos maristas; de nuevo en laplaya, donde acudía enocasiones durante latemporada estival, ya en laadolescencia; en la isla deIbiza, donde celebró con unosamigos la licenciatura enDerecho; y foto de la orla.

STEXTO: JAVIER PASTORIZA

De la aldea de Os Pearesal Pazo de Raxoi

a se ve en este último título quetiene en la calle que sabe sugerir,en dos palabras, aquello que con-voca. ¿Quién no siente curiosi-

dad por ver si se puede sobrellevar el trabajocon buen talante y más en una sociedad en laque o no hay trabajo o te sacan del cuerpohasta el último suspiro si lo tienes? Pero es queantes tiene otros títulos con su firma que sontodo un reclamo: “La inutilidad del sufri-miento”, “La psicología que nos ayuda a vivir”,“El no también ayuda a crecer”, “Emocionesque hieren”... Son libros nacidos bajo el alientode esta profesional cuyo conocimiento se nu-tre tanto de la psicología clínica como indus-trial, de empresa. Sabe mucho de eso que lla-man recursos humanos.

Me pregunto si tienen estos libros algoen común, una enseñanza básica que atodos sirva de sustancia...

Lo que todos pretenden es enseñarnos avivir mejor la vida cotidiana con la ayuda delos principios de la psicología positiva. Tantoen la relación con los hijos como con los de-más, en el puesto de trabajo como en el amor.

Veo en sus conferencias multitudes an-siosas por recibir lo que en su caso yaparece el milagro de la palabra. ¿Estáusted haciendo apostolado?

(risas) Qué va, hombre, yo no predico.Me siento muy responsable por la gente queme sigue pero también muy cómoda porquesiempre me ha gustado comunicar. Creo quetengo facilidad para ello porque aprendí a ob-servar y escuchar antes a los otros.

Pero ¿qué desea transmitir? Aquello que funciona para mejorar la vi-

da cotidiana. Lo que ellos pueden hacer alacabar la conferencia para encontrarse mejorcon fórmulas sencillas.

Es que esos temas que elige usted sus-citan una atención desesperada...

Porque son temas universales y proble-máticos que se viven día a día. ¿Quién no seha sentido enamorado, triste en la vida,quién no tiene probemas en el trabajo, quenos ocupa las dos terceras partes de la vida?

Y ahora usted nos propone que trabaje-mos sin sufrir, contradiciendo esa mal-dición divina con la que se nos echó delParaíso...

Me parecería tremendo e injusto que unDios nos hubiera arrojado al mundo para su-frir, en la vida y en el trabajo. Al contrario, eltrabajo nos debería servir para seguir cre-ciendo, aprendiendo y ser cada día más per-sona.

Pues ya me dirá la receta...Usted sabe que no hay recetas milagrosas.

Lo que propongo es que conozcamos lo quesomos y lo que podemos hacer para encauzarmejor nuestra energía. Y a ser posible que lohagamos en el área laboral en que somos máseficaces.

Hay quienes sufren en el trabajo peroantes están, y aumentan con la crisis,quienes sufren por no tenerlo...

Es cierto, últimamente se ha disparado elnúmero de quienes acuden a nuestras consul-tas por temas laborales, entre ellos los quebuscan trabajo o sienten que se tambalea supuesto y quieren que les digamos cómo debenhacer para conservarlo.

Díganoslo a nosotros, que nunca se sa-be...

Es difícil hacer generalizaciones cuandocada persona es un mundo pero podríamosdecir que deben intentar ser poco prescindi-bles en su trabajo para, en el peor de los casos,

ser el último en salir.

¿Y a los que llegan abatidos por no te-ner trabajo?

Hay que decirles que, tal como están lascosas, el trabajo no te va a llamar a la puerta.Tiene que ser uno quien salga y sea su mejorvaledor, sin perder la esperanza y sin dejar decreer en sí mismo porque entonces difícil-mente van a conseguir que crea alguien enellos. En un mercado mermado de trabajo setiene que conseguir que alguien piense que esaes la persona que estaba buscando, que nopuede dejarla escapar.

¿Me equivoco si digo que hoy acuden alas consultas psicológicas más pacien-tes por problemas de trabajo?

No se equivoca. Objetivamente, las con-diciones laborales son peores, la presión esmucho mayor, pasamos cada vez más tiempoen el trabajo... Las empresas quieren aumen-tar la productividad, bajar los costes... peropuede hacerse de modo que, al final, los bene-ficiarios sean las personas. Una empresa dehoy tiene que saber lo rentable que resulta te-ner satisfechos a sus trabajadores, o que no só-lo se ahorran costos despidiendo.

Bien. Vamos a suponer que tenemos unpuesto de trabajo. Cierto que uno pue-de mejorar su parte personal y subjeti-va pero ¿cómo si las condiciones obje-tivas del mismo son opresivas?

¿A qué condiciones objetivas se refiere?

Por ejemplo exceso de horas no conta-bilizadas, sueldos ínfimos, precarie-dad, contrato temporal e inseguridadante el futuro...

Cuando uno está metido en ese contextodebe al menos preguntarse qué aspectos sepueden mejorar, como por ejemplo la mejorgestión del tiempo para poder marchar antesa su casa. Si por ejemplo estás en la hostelería ytienes que estar diez horas de pie, mientras esono se resuelva en ese sector puedes pasarlas re-negando y agriándorte más o ser positivo y nocastigarte tú aún más a ti mismo y a los tuyoscuando sales. Hasta que no encuentres unpuesto de trabajo mejor, claro.

Le pongo otros casos. Uno puede tenerun trabajo satisfactorio o repetitivo, mo-nótono ¿Le va a pedir que sea más feliza quien está en una cadena de monta-je?

La primera satisfacción que uno puedetener en el trabajo es hacerlo bien, sea en unou otro lado. Evidentemente, hay ocupacionesmenos compensatorias espiritualmente queotras y eso no se puede cambiar, pero sí sepuede practicar la inteligencia para estar me-jor sea en una cadena de montaje o pegandosellos.

Allí por donde va llena porquesabe involucrar al público yelegir esos temas que salen

en sus libros y preocupan a lagente. Siempre en posición deatenta escucha, dueña de cáli-das miradas, palabras y medi-

dos silencios, lo último suyoes “Trabajar sin sufrir”

(La Esfera de los Libros).

Mar ía Jesús Álava Psicóloga clínica e industrial

TEXTO: FERNANDO FRANCOFOTO: JOSÉ LORES

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“Uno siempre puedemejorar su relacióncon el trabajo”


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CLUB FARO

“Se ha disparado elnúmero de personasque acuden a las consultaspsicológicas por problemaslaborales, desde los que no tienenocupación a quienes sufren en la que tienen”

a bahía de Angra do Heroísmo esalgo espectacular: un auténticocementerio de barcos, con más de80 pecios documentados, la ma-

yoría de ellos pertenecientes a naves del si-glo XVI”. Así se expresa David Fernández,uno de los tres arqueólogos subacuáticosgallegos que participan en un proyecto deinvestigación sobre el papel de este puertodel archipiélago de las Azores en las nave-gaciones transoceánicas de los siglos XVI aXIX. Junto con David Fernández partici-pan en las investigaciones sus compañerosde la empresa Argos David Santos e Ignacio

Crespo, integrados desde el pasadoverano en un equipo formado ade-más por seis arqueólogos portu-gueses –tres mujeres y tres hom-bres–. Los trabajos Los trabajosarqueológicos, que se iniciaron en2006, finalizarán el próximo vera-no.

“Trabajamos allí durante elpasado mes de agosto –relata el ar-queólogo gallego– y nos sorpren-dió sobre todo la excelente visibili-dad y la elevada temperatura delagua de las Azores, a casi 24 gra-dos. Si en Galicia en las mejorescondiciones de visibilidad no sesuperan los 5 metros, allí se alcan-zan hasta 30 metros”. Pero no sólofueron estas circunstancias las quellamaron su atención sino “la ri-queza impresionante” del materialarqueológico que hallaron en labahía de Angra y el hecho de que seencuentre prácticamente “a ras defondo, sin necesidad de excavar enla arena”. Entre el puerto y el deno-

minado “cementerio de las anclas” –dondefondeaban las naves– se encuentra una am-plia zona “donde se ve muy claro y se en-cuentran numerosos pecios, así como las-tres que las embarcaciones tiraban allíjunto con los materiales que llegaban rotostras la navegación”.

Los arqueólogos gallegos encontrarontambién “una fauna marina excepcional,entre la que destacaban los llamados peixesporcos que te mordían las orejas y los dedoscuando te quedabas quieto en el fondo to-mando medidas y dibujando”.

Entre los materiales hallados se en-cuentran pipas de fumar tipo cachimbas,cerámica esmaltadaportuguesa, ánforasmodernas y lastres,así como elementosde madera o metal dediversas embarcacio-nes. “Llama la aten-ción lo bien conser-vadas que seencuentran las pipasde caolín; nosotrossacamos un par deesas cachimbas ente-ras y en muy buen es-tado”, nos comenta

David Fernández.El objetivo de las in-

tervenciones es catalogarese colosal patrimonio su-bacuático y proteger eseespacio. “Al igual que enGalicia –añade David Fer-nández–, es muy difícil sa-car del agua esos materia-les para exponerlos en unmuseo porque los costesson altísimos. Salvo algu-nos objetos menores, lospecios se dejan en el lugardonde están y se protegenpara fijar luego posiblesrutas de turismo subacuá-tico”. Anteriormente sehabían realizado en la zo-na pequeñas intervencio-nes, como la realizada en1996 por un grupo de in-vestigadores estadouni-denses que localizaron dos

o tres pecios, o la campaña que dos añosmás tarde llevaron a cabo arqueólogos delCentro Nacional de Arqueología Subacuá-tica de Portugal. El actual proyecto, deno-minado PIAS, ha sido impulsado por elCentro de Historia de Além-Mar,dependiente de la UniversidadNova de Lisboa y de la Universi-

Tres arqueólogossubacuáticos gallegosparticipan en unambicioso proyecto de investigación sobrebarcos hundidos en el archipiélago de lasAzores. En el puerto de Angra do Heroísmo,la capital de la islaTerceira, se hancatalogado más de 80pecios, la mayoría delos siglos XVI al XIX.

TEXTO: J.A. OTERO RICART FOTOS: J. BETTENCOURT / P. NORONHA

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Dos de las integrantesdel equipo, Cristina Limae Ines Pinto, trabajan en la planimetría de uno de los pecios.


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Arriba, cuatroarqueólogossubacuáticostrabajan en lazonadenominadaAngra B. A laizquierda, laarqueólogaPatriciaCarvalhomuestra unade las pipashalladas en labahía deAngra. Debajo,un mapa delpuerto de lacapital isleña afinales delsiglo XVI.

El cementerio de barcos de las Azores

El cementerio de barcos de las Azores

dad de las Azores. La investiga-ción histórica está coordinadapor el doctor José Damião Ro-

drigues y la arqueológica corre a cargo deJosé Bettencourt. En Azores contaron conla colaboración de Catarina García, res-ponsable de la Dirección Regional de Cul-tura y arqueóloga subacuática.

Los arqueólogos gallegos se han inte-grado perfectamente con sus colegas por-tugueses –Jose Antonio Bettencourt, Patri-cia Carvalho, Ines Pinto, AlexandreBrasaom Cristina Lima y Tiago Silva– porlo que no descartan seguir colaborando enel futuro. “La verdad es que el ambiente detrabajo ha sido feno-menal –apunta elresponsable de laempresa Argos– y seestán barajandootros proyectos simi-lares, uno de ellos enMadeira”.

En cuanto a laposibilidad de reali-zar intervenciones deeste tipo en algúnpuerto gallego, Da-vid Fernández señalaque en su prácticatotalidad han sidodragados, lo que difi-culta la labor de losarqueólogos, peroaun así no duda endestacar “la enormeriqueza de materialesque hay en las rías gallegas”. Por último, in-siste en la dificultad de extraer los pecios ala superficie por el elevado coste, pero vefactible “hacer réplicas exactas de las anti-guas embarcaciones para exponer en unmuseo, e incluso recrear su navegación”.

El archipiélago de las Azores fuedurante siglos un punto estratégicode la navegación transoceánica. Losviajes de Cristóbal Colón y de Vascoda Gama consagraron estas islascomo lugar de referencia, destacandopor su importancia la isla Terceira ysu puerto de Angra. Como señala elinvestigador portugués JoséBettencourt, durante el siglo XVI lasAzores constituían un referenteesencial en términos de orientación,hasta el punto de que la pequeña islado Corvo era conocida entre losnavegantes como la “ilha do marco”,y la isla Tercera como “universalescala del mar de poniente”.

Fue precisamente esaimportancia estratégica la que movióa la Corona portuguesa a tomar unaserie de medidas para controlar lazona. Así, durante el reinado de D.Manuel se creó la Armada das Ilhas,que tenía como misión proteger a lasflotas que llegasen al archipiélago.Además, se publicó el “Regimientopara as naos da India nos Açores” yel de los “jueces del mar”, ambos en

1520. Años mástarde, ya con D. JoãoIII se estableció eloficio de proveedorde las Armadas, consede de Angra. Elproveedor de lasArmadas, además deasegurar elabastecimiento de lasflotas, se encargabade garantizar unsistema de vigilanciaque protegiese a lasnaves que llegabande las Indias de uneventual ataque delos corsarios. En estatarea jugaba undestacado papel laArmada das Ilhas,que, procedente deLisboa, permanecíadurante meses en lasinmediaciones de laisla do Corvo.

Lugar estratégicoen la navegacióntransoceánica

En la imagen superior, la bahía de Angra doHeroísmo, capital de la isla Terceira, en el

archipiélago de las Azores. Sobre estas líneas,mimbros del equipo de investigadores se

disponen a iniciar una de las intervenciones.


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Los gallegosDavid Santos eIgnacio Crespoantes de unainmersión en la bahía de Angra.

Sobre estaslíneas,estructura de un navío del siglo XIX(Angra A).Debajo, la proadel vaporbrasileño“Lidador”(1878).

as decoradoras viguesas Mila Pe-reira y Ana Soler, que conforman elestudio Cutre de Luxe, aportaron a

esta casa vacacional de Hío, en O Morrazo,un aspecto contemporáneo mezclado conalgunos toques rústicos. Desde el piso supe-rior se pueden contemplar las islas Cíes y elsalón comedor se abre con grandes venta-nales al jardín con piscina.

La chimenea con tiro de acero se adosaa una pared de ladrillo y en torno a ella secrea una zona de lectura y descanso con to-da la altura de la vivienda. Desde aquí partela escalera de roble y barandilla de acerohasta la planta superior, donde se encuen-tran tres dormitorios y dos cuartos de baño.

En la habitación principal, desde la quese admiran las Cíes y Cabo Home, el paisajeprimó sobre la decoración. Está pintada encolor ocre y la cama se apoya sobre un papelmuy discreto con finas rayas en dorado ynegro. Las cortinas, como las de toda la vi-vienda, son de loneta colgadas de barras deacero.

El otro dormitorio fotografiado paraeste reportaje combinados papeles diferentesen tonos verdes y ma-rrones separados poruna moldura de made-ra. Las camas fueron en-cargadas a medida y lascolchas proceden deLienzo Natural. El cua-dro procede del estudioCutre de Luxe.

El mobiliario grisde la cocina contrastacon la encimera de siles-tone en rojo. A destacarlos vinilos que aportanun toque divertido a lazona de cocción, revesti-da con plaqueta instala-da de forma vertical enlugar de horizontal, y lapuerta de entrada.

[email protected]

En torno a la chimenea,adosada a un muro deladrillo, se crea una zonade lectura y descanso contoda la altura de la vivienda

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De izquierda a derecha y enel sentido de las agujas delreloj, la zona de lachimenea; una de lashabitaciones; un cuarto debaño revestido con unazulejo a rayas y otro lisoen marrón; y la habitaciónprincipal con vistas a lasCíes.

TEXTO: SANDRA PENELAS FOTOS: CARMEN GIMÉNEZ

La fachada trasera de la vivienda, que se abrea la piscina y al porche de verano, y, a la

derecha, el salón.

DISFRUTARen vacaciones

on estas las tierras de los ríosLandro, Sor, Grandal y Bravos ylas de las estribaciones septen-trionales de la imponente Serra

do Xistral. Una sucesión de valles y mon-tañas enmarca el concello lucense de Ou-rol, de hermosos parajes y larga historia,situado en la zona de transición entre elinterior amesetado del norte de la provin-cia y la Mariña Occidental. A su variadopatrimonio el término suma un marconatural salpicado por los cauces que dis-curren por el territorio, lo que hace de es-te enclave un lugar idóneo para la prácticade actividades de aire libre. Además elconcello for-ma parte delCamino deSantiago en suvariante de laRuta Norte ypasa por luga-res tan hermo-sos como Fe-rrería o el Altoda Gañidoira.

De la anti-güedad del po-blamiento dantestimonio lasmuestras de lacultura mega-lítica y castre-ña, como lasmámoas dePena Vellido yAmbosores o los castros de Bravos y el deGoio en Xerdiz, además de las aras roma-nas halladas en esta misma parroquia. Enarte sacro este concello lucense aglutinaiglesias, capillas, cruceiros y petos de áni-mas que conforman un notable legado pa-trimonial.

En la parroquia de Xerdiz –en OGoio– existe una ermita con curiosos ca-piteles dedicados a Santa Apolonia. EnBravos se alza una monumental iglesiaparroquial cuya parte más antigua pro-viene del siglo XVI, con imágenes en suinterior como la de Santiago Peregrino ola de la Virgen del Rosario. En arquitectu-ra civil perviven casas señoriales como la

de A Ferrería en Bravos, edificada en elmismo solar que ocupó un antiguo pazo-herrería, cuya primera obra dataría del si-glo XV. Conserva su magnífico porte y lacapilla del siglo XVII.

Otro ejemplo de edificación ilustre esla Casa do Carme, de fines del siglo XVII.Y en esta geografía verde nace el bello yrumoroso Sor de la confluencia de dosafluentes, el Xantas y el Tras da Serra paracaminar imperturbable hasta la ría de OBarqueiro, que es su morir. En Ourol per-viven también magníficos ejemplos decasas de indianos, como la sonora Casado Señorón, la Casa García o la de Pita, enMerille.


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S

TEXTO: TERE GRADÍN

El Landro y el Sor

serpentean poreste concello

lucenseenmarcado por

valles ymontañas y unvariado legado

patrimonial

Cómo llegarLa carretera C-640 cruza el municipio.

Información: Concello 982 559109 ywww.concellodeourol.es.

Dónde comerCasa Melita, en Bravos. Casa Ramiro, en

Lobeiras. m

Dónde dormirCasa Os Carballás (982559011). Pazo da

Trave, en Viveiro.llegar

Arriba, la Casa deA Ferrería y elcasco urbano deOurol. A laizquierda,practicandopesca en uno delos múltiplesarroyos quecruzan el término.Al lado, el ríoBravos y A Pontede Betanzos.

Rumor de ríosRumor de ríosOUROLOUROL

prendí muchas cosas gracias a la mala vidaque llevé antes de venir a parar al manico-mio. Aprendí, por ejemplo, que en determi-nadas circunstancias la transgresión de laley produce más placer que su cumpli-miento y que el riesgo de un embarazo ha-

ce más excitante el sexo. Puede que eso sólo ocurra endeterminados ambientes, pero conocí a muchas mujeresconvencidas de que un hombre perverso es más atractivoque otro que sólo sea decente. O limpio, como lo era elmarido de la mujermadura que se ena-mora de Clint East-wood en “Los Puen-tes de Madison”. Dicela enfermera LauraSarandeses que loque hace inolvidableel recuerdo de unamante son las man-chas que deja en ca-ma al ausentarse. Ylos que hacen ruido alpisar. Y los que tienenpeligro. Hay hombresque hacen ladrar lamadera del suelo alvolver tarde a casa.Las mujeres como laseñorita Sarandesesse interesan poco porlos hombres cuyoolor corporal no neu-tralice en el dormito-rio el asexuado aro-ma de las flores. “Megustan los hombresque se saltan la leypara imponerla”, medijo no hace mucho,“y sobre todo, megustan los hombresque sabes que no sontuyos porque están depaso, esos tipos ru-dos, primitivos ytranseúntes cuya es-tabilidad emocionalen el fondo sólo se re-siente de las averíasde su coche”. Aunque se ha ido haciendo mayor, LauraSarandeses todavía se cree capaz de cometer una locura ydejarlo todo si se cruzase en su camino “uno de esos

hombres que desplanchan con los rasgos de su cara elagua del lavabo”. A pesar de sus años, Clint Eastwood en-caja en el modelo. “Se equivoca con tanta seguridad... Se

hunde tan erguido...”. A la señorita Sarandeses no le im-portaría seguirle por medio mundo en una camionetapintada con polvo, soportar sus rarezas, exponerse a per-derlo en cualquier momento, “con tal de que en su au-sencia las tostadas del desayuno me supiesen como si lashubiese untado con el escabroso jabón de su afeitado”.En un destino anterior en Ciudad Real, recién cumplidoscuarenta años, la enfermera Sarandeses tenía por cos-tumbre caminar al atardecer por la carretera para sentiren el cuerpo el rebufo anónimo y masculino de los ca-

miones. “Aquella sensa-ción de ímpetu, casi deviolencia... aquel vientopasajero y brutal, ¡Oh,Dios!, aquel rebufo delos camiones me soltabael pelo y me cacheaba elcuerpo... Yo tenía en-tonces un novio farma-céutico y proyectába-mos casarnos. Pero...Pero, ¿sabes?, sus labiosresultaban blandos, ab-dominales y serosos, ydaba unos besos sin ga-rra, besos sin sangre ysin dolor que olían clíni-camente limpios. Rom-pí con él. No podría vi-vir con un hombre cuyoamor no represente al-guna clase de peligro”.Aquel tipo de CiudadReal no era Clint East-wood y, según Laura Sa-randeses, “lo más pro-bable es que su semenfuese anticonceptivo”.“No, no era Eastwood...ni lo que Eastwood re-presenta. A mí me gus-tan los hombres vigoro-sos que te hacen daño alayudarte. No me refieroa que sean violentos, no,nada de eso. Me refiero aque sean rudos y varoni-les, con un punto deirascible rebeldía, unode esos hombres a boca-

jarro que cuando se marchan dejan una herida incurableen tu corazón y una mancha indeleble en tu colada”.

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JOSÉ LUIS ALVITE

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Una manchaen la colada

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e todas cuantas reflexiones heescuchado y leído estos días so-bre el resultado de las elecciones

gallegas, me ha parecido la más acertadala que me encontré a mitad de semana enuno de esos foros abiertos en Internet pa-ra que opinen propios y extraños. La fraseprocede de un firmante con toda la apa-riencia de haber votado hace tres años ypico por una de las candidaturas que con-formaron el bipartito, y reza algo así co-mo: “Para gobernar como lo hace la dere-cha, mejor que gobiernen los dederechas”. ¡Eso sí que es dar en el clavo!Porque ese ha sido, en efecto, el auténticoveredicto de estos comicios. El resto de lasdisquisiciones que se han vertido al res-pecto de la bicaída, ocaso y/o milenariapérdida de votos suena a la teoría deGroucho Marx: “Estos son mis princi-pios pero, no se preocupe, si no le gustan,tengo otros”.

Y es que, amén de una serie de erro-res que, en mi modesta opinión, no debe-rían haber pasado de anecdóticos, socia-listas y nacionalistas (de izquierda) no sepercataron de que su “victoria sumada”no procedía únicamente del descontentosocial por el comportamiento del PartidoPopular ante el desastre del Prestige, ni si-quiera de lo de la guerra de Irak, sino de lanecesidad, como en toda democraciaconsolidada, de que “alguien”, llamáreseTouriño, Quintana o madre que los pa-rió, demostrase que era posible hacerotro tipo de política en Galicia y de que,después de cuatro legislaturas fraguianas,urgía un cambio de modos o, cuandomenos, de apariencias.

La mayoría de la sociedad gallegacreía que eso era posible, que tampoco seles exigía tanto, que no se trataba de na-cionalizar la banca, instaurar el castrismoni obligar a ver en sesión de tarde “El aco-razado Potemkin” a los menores de edad.No, no, lo único que se les pedía a esas

fuerzas vencedoras era muy fácil: unanueva imagen, un aire fresco, una brisa demañanciña...y unas gotas de armonía.

Eso, que curiosamente en el inicio desu primera legislatura lo supo entendermuy bien Zapatero con aquel rosario ges-tual, no penetró, lamentablemente, enninguna de las dos cabezas pensantes delbipartito ni en las de sus, por norma, me-diocres conselleiros, delegados y directo-res generales y, así, mientras Anxo Quin-tana y sus muchach@s se dedicaron asacarse fotos de baile en las fiestas de latercera edad – ¿donde quedaron aquellascríticas a Cuiña y Baltar por hacer lo mis-mo?– Touriño no acabó de quitarse deencima la triste impresión de que el cargole venía grande y de que cada día que pa-saba hablaba peor en gallego. Y de ahí, dela anécdota a lo que en verdad importa,hay sólo un paso: PSOE y BNG quedaronrezagados con respecto a la sociedad ga-llega, lo cual que, progresistas ellos, acon-teció paradójicamente que se situaron en

fuera de juego y practicaron catenaccio,pues que jamás confiaron en sí mismos.

Todo lo contrario, es decir, perma-necer atento a esos susurros provenientesdel corpus social galaico y confiar en susistema, es lo que ha proporcionado lavictoria a Alberto Núñez Feijóo quien,gracias a una campaña excepcional (misfelicitaciones a su equipo de fontanería)consiguió no ya sólo que gran parte de losgallegos se olvidasen de que no era un po-lítico virgen sino que la palabra cambio seasociase a su persona.

Ahora, claro, clama en estéreo el vo-zarrón de un Beiras que no reconoce quesu tiempo se fue y chirrían las prisas deJosé Blanco por poner otra cara en el car-tel del PSdeG, pero todo eso no es másque ruido. Después de tres años y pico depoder, la izquierda gallega, esta izquierdagallega, ha demostrado que no está pre-parada para gobernar Galicia.

Dentro de cuatro años ya veremos loque pasa, pero mucho me temo que ha-brán de transcurrir bastantes más paraque otra generación tome las riendas y,cuando llegue el momento, su momento,vencer, convencer y hacerlo sin temor,porque lo que sí es cierto es que la socie-dad gallega les estará esperando. Mientrastanto, mientras eso no suceda, al loro y lodicho: ¡que gobiernen ellos!

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Que gobiernen ellosSALVADOR RODRÍGUEZ

BLUES DE LA FRONTERA

presidente - medias.farodevigo.es · faro de vigo • domingo, 8 de marzo de 2009 2 conselleiros,...

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