el portarró" nº 27

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boletín del parc nacional d’aigüestortes i estany de sant maurici invierno-primavera 2010 el portarró 27

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Revista del Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici

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el portarró27

Casa del Parque Nacional de BoíCa de SimametC/ de les Graieres, 2 · E 25528 Boí (Alta Ribagorça)Tel. 973 696 189 · Fax 973 696 154

Casa del Parque Nacional de EspotC/ de Sant Maurici, 5 · E 25597 Espot (Pallars Sobirà)Tel./Fax 973 624 036

Centro de Información de LlessuiEcomuseu dels Pastors de la Vall d’ÀssuaAntigues escoles, s/n · E 25567 Llessui (Pallars Sobirà)Tel. 973 621 798 · Fax 973 621 803

Centro de Información de SenetLa SerradoraC/ del Port,10 · E 25553 Senet (Alta Ribagorça)Tel. 973 698 232 · Fax 973 698 229

Páginas web:www.gencat.cat/parcs/aiguestorteshttp://reddeparquesnacionales.mma.es/parques/aiguestortes

Correo electrónico:[email protected]@gencat.cat

Presentación

Pautas para la interpretación del paisaje de la alta montañaPor qué el paisaje actual es como es?

Centenario de la ascensión de mosén Jaume Oliveras a la cumbre de Els Encantats

Entrevista: Ton de Safalla, un superviviente de la quinta del Biberón!

Noticiario

Conozcamos el Parque- El avellano- La ardilla

La esencia de las palabras: El valle de los arándanos

Caminemos por el Parque- El camino del Puerto

Publicaciones

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índiceEl PortarróInvierno-primavera 2010

Colaboran en este número:Mercè Aniz MontesJaume Comas BallesterJosep Maria Rispa PifarréGerard Giménez PérezJaume Olivé i MorrosJoan Manuel Soriano LópezErmengol Gassiot BallbéEnric Mendizábal RieraAlbert Pèlachs MañosaRamon Pérez AlbiolMaria Pou PalauJudith Comorera GarcíaDelia Pino GarcíaClaudi Aventín-BoyaJordi Canut BartraJordi Vicente CanillasJesús Tartera OrteuPaula Prieto BeguiristainMaria Farré Domech

Fotografías, mapas y dibujos:Arxiu del Parc NacionalArxiu del CECArxiu del Grup de Recerca en Àreesde Muntanya i Paisatge (GRAMP)Ricard Novell AgramuntCos d’Agents Rurals de l’AltaRibagorçaClaudi Aventín-BoyaDelia Pino García

Corrección lingüística:Parque Nacional de Aigüestortes iEstany de Sant Maurici

Diseño y maquetación:Aran Disseny

Depósito Legal:L-1428-96

Edita:

E l Por tar ró no asume la responsabi l i -dad sobre las op in iones expresadasen los ar t ícu los f i rmados o con seu-dónimo, la cual es exclus iva de susautores .

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� presentaciónEn este último otoño se llevaron a cabo en el pueblo pallarésde Espot la octava edición de las Jornadas de Investigaciónen el Parque. Estos encuentros, que se alternan cada tresaños con el Valle de Boí, reúnen durante unos días a unaparte muy representativa de los investigadores y investigado-ras que, durante los últimos años, han trabajado en proyectosde investigación, dentro del ámbito del Parque, en campostan diversos como la geología, la botánica, la zoología, la cli-matología, la arqueología o la artesanía.Una actividad de investigación que genera, a partir de nuevosconocimientos, unas herramientas más eficaces, en nuestrocaso, para una mejor protección y conservación de espaciosnaturales como el Parque. Una investigación aplicada a lamejora de la gestión de unos territorios de la alta montañapirenaica donde no siempre ha sido fácil hacerlo, ya sea porla histórica falta de medios para realizar estos estudios, yasea por su lejanía geográfica de los centros científicos másimportantes, como por ejemplo, las universidades.Por suerte, en las últimas décadas, el Pirineo ha pasado deser un territorio con escasos medios para la investigación aconvertirse en un gran laboratorio, rico y complejo, dónde elprogreso científico está a la orden del día, siendo un valor decalidad y de referencia para otros territorios.El Parque tiene, en la actualidad, diversas líneas de segui-miento y ayuda a la investigación. Por un lado, ayudas direc-tas como la participación en la Carta Arqueológica, que hapermitido la localización de más de 200 yacimientos nuevos,

o en el nodo español del proyecto LTER (Long TermEcosystem Research Network) conjuntamente con el CSIC ila Universidad de Barcelona entre otras, dónde se estudianelementos tan diversos como la química atmosférica, losorganismos acuáticos o el impacto del turismo. Por otra, através de la convocatoria anual de ayudas del OrganismoAutónomo Parques Nacionales, que subvenciona estudiossingulares dentro de nuestro Parque pero también de formaconjunta y plurianualmente con otros parques nacionalesespañoles.Este número incluye dos interesantes artículos, uno sobrecomo interpretar el paisaje y, el otro, sobre la figura de MosénOliveras, en el centenario de la primera ascensión nacional alos míticos Encantats. La entrevista viaja al Valle de Àssua y laEsencia, por los Valles de Àneu, acompañados del avellano yde un devorador de sus frutos, la ardilla. Por último, la ruta apie que os proponemos en este número es por el collado demontaña llamado Pòrt de Vielha, entre la Ribagorza y el Aran.Desde el Portarró queremos reconocer el trabajo de todasaquellas personas, pioneras o contemporáneas, que en unmomento u otro de su carrera científica han aportado progre-so y conocimiento. La sociedad creemos que, cada vez más,tendrá que tomarlos más generosamente como referentes dela cultura del esfuerzo personal, del trabajo en equipo, de ladiscreción y de la eficacia. Unos valores a transmitir a lasgeneraciones que tendrán que gestionar los espacios prote-gidos de las sociedades del siglo XXI.

� por qué el paisaje actual es como es?Reflexionando detenidamente sobre el título de este artícu-lo llegaríamos a la conclusión que no se puede compren-der ni interpretar el paisaje actual sin conocer su historia.Por eso la pregunta principal que podríamos realizar alprincipio de un estudio de evolución del paisaje sería:¿donde se encuentran los indicadores biológicos de laevolución del paisaje? Hay indicadores que nos dan infor-mación a corto plazo, sobre todo de las últimas decenas deaños que, empíricamente, ha sido cuando se ha observadoun recalentamiento de la Tierra. Estos indicadores son lapérdida de hábitats favorables, el marchitamiento de lashojas por la elevada temperatura en la época de crecimien-to vegetativo, las invasiones y migraciones a ambientes contemperatura diferente, el cambio en la fenología de muchasplantas y, finalmente, la capacidad de los cultivos de podercrecer en latitudes más elevadas. Sin embargo, como fenó-meno interesante, cabe destacar que los cambios actualesen el clima se transforman también en cambios genéticosde algunas especies como, por ejemplo, el haya.A largo plazo, los indicadores de la evolución del paisajelos encontramos en los diferentes tipos de sedimentos.Insectos, algas, polen y otros restos nos dan informacióndel clima y de la vegetación de los últimos cientos o milesde años. En los Pirineos, los sedimentos de los lagos y tur-beras han sido un medio de estudio que ha aportado resul-tados interesantes en cuanto al conocimiento de la acciónclimática y la acción de la especie humana sobre lasmasas forestales y otras comunidades vegetales. Porponer un ejemplo que se detalla más adelante, a partir delpolen vemos que el abetal de la Mata de València ocupabaun área más extensa en época Romana que ahora. Por otraparte, a partir de las algas crisofíceas quedan muy biendelimitados en los Pirineos algunos acontecimientos comoel período óptimo medieval o la Pequeña Edad del Hielo.

Por eso, la escala temporal de esta evolución no la marcael origen del escenario natural sino la influencia humana ymás que el decorado lo que hace falta es situar los actoresy su peso sobre la vegetación. Dicho de otro modo, forzo-samente, el tratamiento del paisaje debe ser transdiscipli-nar ya que, por un lado, hay que usar diferentes técnicas ymétodos para aproximarse al estudio del paisaje vegetal yde otra es necesario entender el contexto social y tecnoló-gico de cada momento de la historia.

La historia del paisaje pirenaicoMás de 200 vestigios arqueológicos evidencian de maneradirecta la ocupación humana de las diferentes áreas delParque Nacional. Cercados, rediles, ordeñadores y caba-ñas son un testimonio mudo del paso de los rebaños y pas-tores por todos los valles, orillas de lagos y circos del terri-torio del Parque. Las carboneras, frecuentes en algunossectores como la citada Mata de València o en los cursosde los ríos Escrita y Peguera a su paso por las zonas menoselevadas de los valles, muestran el aprovechamientoforestal a lo largo de varios siglos, en gran medida relacio-nado con fraguas y forjas. Restos de minas y hornos meta-lúrgicos evidencian directamente esta explotación del hie-rro, muy presente en diferentes áreas pirenaicas, unos2.200 años atrás, poco antes del inicio de la influencia de lacivilización romana. Estos datos son completados, final-mente, por las trazas del uso de pequeños abrigos rocosos,grutas y cuevas por lo menos desde hace 5.000 años (en elrellano llamado pletiu del Portarró; Valle de Monestero; lasumbrías, Obagues de Ratera, Valle de Cabanes, Ribera deSant Nicolau) y en ocasiones muy anteriores, como lasocupaciones de hace más de 7.000 años de la cueva Covadel Sardo de Boí, y de casi 9.000 años de antigüedad delabrigo del lago de la Coveta de Espot.

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4 Esterri de Àneu

El estudio de estos vestigios, que actualmente se encuen-tra en proceso, evidencia cómo las comunidades humanashan ido viviendo y explotando el actual entorno del Parque.Este estudio es esencial para entender cómo, complemen-tando los condicionantes climáticos y geológicos, las prác-ticas que estas personas fueron llevando a cabo son tam-bién responsables de los paisajes de alta montaña que hoypodemos observar cuando visitamos el Parque. Además,los datos actuales muestran cómo estas formas de vida sehan ido modificando con el paso de los siglos.La introducción de las primeras prácticas ganaderas sedocumenta hace unos 7.500 años en las zonas más bajas delos principales valles, como el de Sant Nicolau. En esta pri-mera fase parece que los pastos se conseguían con laapertura de bosques en ámbitos subalpinos, probablemen-te mediante pequeños incendios. La explotación de los pra-dos alpinos comenzó hace al menos unos 5.000 años y estehecho conformó el espacio y la imagen que actualmentetenemos de la ganadería trashumante tradicional y los pas-tos supraforestales. Hasta entonces el bosque probable-mente alcanzase altitudes cercanas a los 2.400 metros y apartir de esta cota habría una población de individuos ais-lados de pino negro, más dispersos y más pequeños.En este mismo momento el bosque se recuperó en vallescomo el de Sant Nicolau mientras se establecían núcleosde población en pequeños abrigos y alguna construcción

de piedra en zonas más altas. Durante todo este tiempo, laspoblaciones responsables de esta ganadería utilizaronherramientas de piedra hechas con diferentes tipos de sílexprocedentes, como mínimo, de las áreas prepirenaicas delas dos vertientes de la cordillera, situadas a varias dece-nas o centenares de kilómetros del lugar. Probablementelas ollas, cuencos y otros recipientes cerámicos que lespermitían guardar, cocinar y servir alimentos también habí-an sido elaborados en zonas fuera del Parque.También las construcciones ganaderas han ido variandocon el tiempo. En el momento descrito de la Prehistoria nohay indicios de estabulación de los rebaños en rediles ocercados. En la época romana y, sobre todo, en los siglosposteriores, en cambio, esta actividad sí se llevó a cabo.Sin embargo, la forma de estas construcciones, sus dimen-siones y la organización de los conjuntos de arquitecturaganadera muestran los cambios en los modelos de gestiónde los rebaños: en función de sus dimensiones, de su pro-piedad, del producto buscado (carne, derivados de la lecheo lana, por ejemplo), etc.Y si el estudio de los yacimientos arqueológicos nos permi-te interpretar la historia de la ocupación humana en multi-tud de lugares dentro del Parque (ver figura 1), el estudiodel polen de un sondeo llevado a cabo en una turbera deValencia de Àneu y por extrapolación al abetal de la Matade València ha permitido explicar las perturbaciones natu-

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Yacimientos arqueológicos del Parque Nacional

rales y humanas de los últimos 2.000 años de territoriosmás extensos y demostrar como el actual paisaje vegetalde esta región de los Pirineos no se había dado nuncaantes , al menos a lo largo de estos últimos dos mil años.Efectivamente, los datos indican que hace unos veintesiglos el bosque de abeto (Abies alba) alcanzó su máximaextensión (según las dataciones: 2200-2000 cal BP), poste-riormente, entre hace 2.050 y 1.350 años, las actuacionesselectivas sobre el abetal favorecieron la entrada del haya(Fagus sylvatica) (dataciones: 2000-1300 cal BP). Entre estemomento y hace unos 850 años se produjo una deforesta-ción a favor del incremento de la zona agrícola que conlle-vó la desaparición definitiva del haya (dataciones: 1300-800cal BP). Más recientemente, durante los siguientes 150años, hasta el año 1350 se produjo la máxima deforestacióndel abetal (dataciones: 800-650 cal BP) y su posterior recu-peración (pero ya sin la presencia del haya, que demomento no ha vuelto a ocupar el espacio donde habíaestado presente), abetal que, con diferentes oscilaciones,llega hasta la actualidad, con unos niveles máximos deavellano (Corylus avellana) que se alcanzan en la actuali-dad y que se deben a la colonización de las hondonadashúmedas anteriormente usadas para el cultivo y los pastos.La turbera de València d'Àneu ha puesto de manifiesto deuna manera muy clara una posible actuación selectivasobre el abetal durante el periodo romano y ha confirmadolos indicios que explican como durante el periodo medievalse inician unas dinámicas que durante la Edad Moderna y elsiglo XX conducirán a este entorno a los paisajes actuales.Por otro lado y como se ha dicho antes, el trabajo decampo también ha servido para identificar carboneras enla Mata de València d'Àneu que se han podido relacionarcon la multifuncionalidad de actividades en el interior delbosque. La identificación de los restos de carbón encon-trados (técnica antracológica) ha constatado que la espe-cie que se carboneó fue casi exclusivamente el pino rojo(Pinus sylvestris). El hecho de encontrarse actualmente enel interior de un gran abetal demuestra el grado de espe-cialización de la actividad de carboneo. Y por comparacióncon otras zonas cercanas permite plantear la hipótesis de

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� por qué el paisaje actual es como es? que, tal y como ocurre en otros lugares y pese a ser unamadera empleada para hacer carbón desde la época roma-na, la madera de abeto se reservaba para la construcción yla explotación silvícola.El estudio de los carbones vegetales encontrados en regis-tros sedimentarios cercanos procedentes de incendiosforestales ha permitido establecer una buena relación entreel fuego y la apertura del espacio forestal para favorecer lasplantaciones de cereales y la creación de pastos. Hasta elperíodo romano estos incendios servían para abrir el bos-que. A partir de la Edad Media, el fuego ya sólo servirá parael mantenimiento de un paisaje vegetal mucho más abierto.La observación directa del terreno y la consulta de docu-mentos celosamente conservados en los archivos, como porejemplo en el magnífico Archivo Histórico Comarcal de Sort,nos aportan una valiosísima información que nos permitedescribir, interpretar y reflexionar sobre la transformaciónhistórica del paisaje de montaña en los últimos 300 años,como por ejemplo se puede hacer ante la visión de la llanurade Esterri de Àneu desde el castillo de los condes de Pallars.La morfología del terreno que aparece tras la retirada, haceunos 10.000 años, del hielo acumulado durante la últimaglaciación es la de una cubeta que primero se llena deagua a partir de los diferentes ríos, riachuelos y barrancos(la Noguera Pallaresa, de la Bonaigua, de Unarre...) y des-pués de los sedimentos que colmatan esta cubeta en rela-tivamente poco tiempo, geológicamente hablando. El resul-tado es un territorio totalmente llano y muy extenso (más de3,5 km2) de suelo muy fértil que permite ser utilizado para laagricultura. La llanura es el punto de ruptura visible de lapendiente de las laderas. Y esta llanura fue uno de los fun-damentos económicos de los condes de Pallars: el castillode Valencia tiene el control de este recurso agrícola, a lavez que los bosques y pastos de las vertientes, los cursosde agua... Y la población de Esterri de Àneu, con sus mer-cados y ferias, justo al lado. Pero este mundo rural y agra-rio va perdiendo importancia dentro de la Cataluña contem-poránea, ya que los productos que puede ofrecer (lana,carne, madera) no pueden competir con los llegados deotros lugares. El sistema "tradicional" de aprovechar todo el

Plana de Esterri

territorio para la subsistencia de la mayoría de la poblacióny para beneficio de una minoría, entra en crisis durante elsiglo XIX, y a partir de 1860, la población disminuye -algu-nas veces más lentamente- hasta 1990.

El paisaje actual y futuro: dos breves ejemplosPoco a poco los paisajes de montaña nos van mostrando lahistoria escrita que contienen, como resultado de la pre-sencia, desde muy antiguo, de poblaciones humanas quefueron construyendo esta historia en el lugar donde des-arrollaron sus vidas. Igualmente, sin conocer la historia delpaisaje no podemos entender, por ejemplo, por qué actual-mente casi no hay haya en el Pallars y nos podríamos equi-vocar atribuyendo exclusivamente al cambio climático elcrecimiento de nuevos ejemplares de pino negro en laspartes más altas de las montañas. Y tampoco entendería-mos por qué el pueblo de Esterri se encuentra en un rincónde una llanura tan extensa y, más aún, como es que elnúcleo de casas más antiguas, trepan ladera arriba.La historia nos cuenta que, tiempo atrás, hubo haya (Fagussylvatica) y que, por tanto, podría volver a haber. Y que losplantones de pino negro y la densificación de la franja deárboles más elevados, que en el momento presente no sue-len superar los 2.000 m de altitud, no colonizan de nuevozonas más altas, sino que recuperan estos espacios que yahabían ocupado hace siglos o milenios y que es la drásticadisminución-no la desaparición-de la actividad ganadera loque ahora se lo permite.

Durante las últimas décadas, la agricultura de montaña pen-sada para una sociedad de montaña va siendo sustituida poruna agricultura pensada para alimentar el ganado que luegoirá a las zonas urbanas de Cataluña, dando lugar al paso deun paisaje de color amarillo -cereales- a uno de verde -forra-jes- y a la aparición de nuevas actividades pensadas máspara la población de otras partes de Cataluña: la producciónde electricidad a partir de los saltos de agua, el excursionis-mo y el veraneo, los deportes de nieve y de riesgo.A partir de 1990, la población vuelve a aumentar en el con-junto del Alto Pirineo, llegando a unas cifras similares a lasde 1959: eso sí, con una distribución completamente dife-rente, ya que los pueblos más pequeños, a más altitud ymás alejados no recuperan la población, y ésta se concen-tra en las ciudades y pueblos grandes de los fondos de losvalles. Estos cambios se ven en las figuras 3 y 4: el creci-miento urbanístico de Esterri de Àneu, la sustitución delcampanario como el edificio de más altura por la torre detelecomunicaciones que permite utilizar la telefonía móvil;el abandono de los pastos de la llanura y el aumento de lasuperficie arbolada; la nueva carretera que deja de pasarpor el centro de la población con el nuevo viaducto permi-te llegar antes a las pistas de esquí...

Joan Manuel Soriano López, Enric Mendizàbal Riera yAlbert Pèlachs Mañosa (geógrafos), Ramon Pérez Obiol

(palinólogo) y Ermengol Gassiot Ballbé (arqueólogo) del Grupde Recerca en Àrees de Muntanya i Paisatge (GRAMP)

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Mata de València

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Este año se cumplen 100 años de la primera ascensiónnacional a la emblemática cumbre de Els Encantats. Enefecto, en agosto de 1910 mosén Jaume Oliveras consiguióel objetivo de coronar la cumbre occidental de este conjun-to rocoso tan destacado del Parque Nacional. El veranosiguiente, Oliveras volvió a visitar los valles del río Escrita ydel Estany de Sant Maurici para completar su objetivo, cul-minando de nuevo dicha cima, esta vez por el pico orientalconocido como el Petit Encantat, siendo así la primeraascensión nacional y en solitario.

Quién era mosén Jaume OliverasJaume Oliveras nació en la Garriga (Catalunya) en 1877 ydesde joven compaginó su vocación de sacerdote con lapasión de conocer el territorio disfrutando de la naturaleza,especialmente la montaña, a pesar de que ello significaselargas caminatas. Los alrededores del Montseny y los ris-cos Cingles de Bertí fueron los primeros lugares donde sepudo recrear, pero en 1910 decidió realizar la travesía a piede Barcelona a Lorda (Lourdes), cruzando la cordillera pire-naica. Y en 1904, acompañado de otro sacerdote realizó lamítica travesía de Matagalls a Montserrat de 84 Km. Comoya es tradición, cada año los compañeros del ClubExcursionista de Gràcia (CEG) nos recuerdan esta gestainvitándonos a repetir el recorrido participando en la prue-ba que organizan y que tanta aceptación tiene en el mundoexcursionista actual.Durante muchos años, Jaume Oliveras se dedicó a conocerlos Pirineos, especialmente los centrales, desde Andorrahacia poniente. Él afirmaba que es en esta zona donde seencuentra el verdadero Pirineo. Con esta expresión nostransmitía su predilección por aquel espacio donde podíaencontrar crestas, agujas y valles, lagos y glaciares, asícomo prados y grandes bosques. Realizó ascensiones a

numerosos picos, en algunos de ellos dejando su huella porprimera vez, como es el Vallibierna, que fue el primero ensubirlo a nivel nacional. Así sabemos que, entre otros, subióal pico de Ratera y al Montardo, y que intentó el BesiberriNorte. También conocía muy bien la zona del macizo delMonte Perdido y el Valle de Ordesa, en el Pirineo aragonés.De esta zona tenía la intención de publicar una guía con lositinerarios que había ido descubriendo, aunque finalmenteno consiguió hacerlo.Uno de sus rincones más queridos y recorridos fue el maci-zo donde se encuentran el pico de la Maladeta y el Aneto.Así, en 1906 ascendió al pico más elevado de los Pirineos,por su vertiente noroeste, descubriendo una nueva víainédita hasta entonces. Posteriormente conseguiría llegara este punto culminante por otras vertientes. Desgracia-damente, en 1916, en una trágica ascensión al Aneto, de lacual hablaremos más adelante, sufrió la muerte de doscompañeros suyos. Este hecho marcó profundamente elresto de su vida.Desde 1910 fue socio del Centre Excursionista de Catalunya(CEC). Como miembro activo de la entidad realizó diversosactos públicos en la sede social para difundir sus gestas yexperiencias en la montaña. Normalmente acompañabasus exposiciones de proyecciones fotográficas, ya que eraun gran aficionado a la fotografía y en sus salidas nunca seolvidaba de llevar la máquina fotográfica y todo el equipoque le permitiera inmortalizar su actividad por la montaña,a pesar de las dificultades que podía suponer el transportarlos materiales que en aquella época se utilizaban.De sus principales ascensiones, como la de Els Encantatsnos ha quedado constancia por artículos que escribió en elboletín del Centre. Más adelante, cuando su responsabili-dad como sacerdote le obligó a hacerse cargo de la parro-quia de Santa Teresa de Gracia, y para poder estar más

centenario de la ascensión de mosén jaume oliveras a la cumbre de Els encantats (1910-2010)

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cerca de la actividad social del lugar donde residía tambiénse hizo socio del Club Excursionista de Gràcia (CEG).La mayoría de ascensiones de mosén Oliveras habría quetildarlas de proezas ya que el triunfo de las hazañas que seproponía eran fruto más de su entusiasmo e intuición, quele permitían resistir durante largas y duras etapas por lamontaña, que de su buena forma física. Nos encontramosen una época en que prácticamente nacía el excursionismocatalán. Si bien en la vecina Francia la afición por el alpinis-mo había revolucionado mucho las técnicas y conocimien-to de la montaña, con algunos lugares que, como por ejem-plo, Banheres de Luishon se erigían como auténticos cen-tros que facilitaban el descubrimiento de los Pirineos y dedonde saldrían generaciones de alpinistas, mientras que ennuestro país se podría decir que la práctica del alpinismoapenas estaba en sus inicios.Los materiales cartográficos, guías y mapas de orientación,eran casi completamente desconocidos por los aventure-ros catalanes que se atrevían a adentrarse en las monta-ñas. En realidad, lo que hacía falta era confiar en los luga-reños, cazadores, ganaderos o en algunos expertos guíasde montaña que se ofrecían a acompañar a los que veníanatraídos por descubrir las altas cumbres de los Pirineos.Las técnicas de escalada eran casi desconocidas y elmaterial utilizado muy rudimentario. El calzado, por ejem-plo, tan importante para avanzar con éxito por rocas y tar-teras, y atravesar neveros y glaciares, a pesar de utilizarzapatos claveteados, seguramente ahora lo consideraría-mos completamente inadecuado. Mosén Oliveras solíahacer sus excursiones vestido con la sotana arremangaday el sombrero de fieltro negro que le caracterizaban ymuchas veces cargando una pesada cuerda de espartoque pensaba sería la salvación en algún momento crítico,sin olvidar la carga de su pesado equipo fotográfico. Suespíritu, decisión y fortaleza fueron la base de los éxitosque fue consiguiendo.

La ascensión al pico occidental de Els EncantatsEn un día impreciso del mes agosto de 1910 mosén JaumeOliveras apareció en el Valle de Espot con la intención deconocer y subir a la cima de Els Encantats, reconociendoque todavía no había tenido la oportunidad de acercarse aese lugar. Al llegar al mediodía a Espot ya quería aprove-char la misma tarde para a ascender al pico. Rápidamente

se le presentó Anselm Avenia, un buen amigo y conocedorde la zona que le podría hacer de guía y el cual le conven-ció que debían esperar al día siguiente para alcanzar suobjetivo. Por la mañana temprano, al llegar a los pies de lagran roca y con los prismáticos en mano, observó la impo-nente roca caliza para decidir por donde sería más factiblealcanzar la cima.En su relato nos describe la impresión que recibió en aque-llos momentos: “La gran mole de Els Encantats presentadesde aquí un aspecto terrorífico: los pinos se encaramanun buen tramo arriba, cubriendo de manchas de negruzcoverdor la accidentada tartera; después es roca viva, labra-da de hondas y tortuosas canales; en la cima, una carenade dientes afilados con colmillos que se destacan imponen-tes aquí y allá”. Primero decidió subir a un collado situadoencima de la ermita, desde donde pudo admirar el panora-ma que se abría a sus pies y reconoció: “Con una visiónespléndida, se presenta el lago Estany de Sant Maurici. Elefecto es extremadamente maravilloso, fascinador comoningún otro. El paisaje que rodea el lago es paradisíaco”.Para desayunar, el grupo con el que iba decidió bajar allago y comer unas truchas que un amigo había estado pes-cando. Sin dejar de observar las rocas, pronto decidióreemprender la ascensión.A mosén Oliveras lo siguió su amigo y guía Anselm Avenia,y en el último momento se unió Joan Abella, un joven que lehacía de ayudante. Pero pronto Anselm Avenia ya no podíaseguir y se sentía mareado, así que tuvo que abandonar. ElMosén, después de dudar un poco, decidió continuar juntocon el joven, que se encontraba ya a media tartera, mien-tras, su compañero les esperaría en un punto determinado,bajo la cima. Los dos empezaron a trepar por la roca, prime-ro muy pendiente pero al cabo de un rato, cuando se estre-chó la canal, encontraron bastantes presas donde sujetar-se de manos y pies. Después de varias dificultades, supe-rando un susto con un bloque de piedra que se desprendióen agarrarse a él y lo tuvieron que arrullar hacia abajo, y enmomentos que hasta se plantearon abandonar su objetivo,finalmente alcanzaron la cima. Al llegar arriba, con ciertadecepción pudo comprobar, como ya se temía, que ya habí-an subido algunos alpinistas franceses con anterioridad. Labajada prefirieron hacerla por otra vertiente no tan empina-da, hacia el collado que separa el valle de Estany Serull delde Monestero.

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� centenario de la ascensión de mosén jaume oliveras a la cumbre de Els Encantats (1910-2010)

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La ascensión al pico oriental de Els EncantatsEn agosto de 1911, todavía con el recuerdo de las jornadasvividas en el Pallars el año anterior, mosén Oliveras volvió aEls Encantats, y concretamente el día 9 de agosto ascendióal pico oriental, conocido como el Petit Encantat. Le acom-pañaron dos amigos que pronto ya no se atrevieron aseguirle. Buscando las mejores canales y superando diver-sas rocas que en varios momentos le engañaron haciéndo-le creer que ya había llegado mientras que en realidad noeran más que dientes de la cresta que le llevaban a la cum-bre, finalmente consiguió coronar la cima. En un bote dehojalata encontró unas tarjetas que testimoniaban quealgunos alpinistas franceses se le habían adelantado nue-vamente. De todas formas, había hecho la primera ascen-sión en solitario. De bajada, tomó una canal que le pareciómás directa, pero esta vez su intuición le engañó y seencontró con serias dificultades para seguir adelante, asíque después de sufrir bastante decidió subir de nuevo a lacima y bajar por donde había ascendido. Se tiene constan-cia de que como mínimo en otra ocasión coronó el picooriental de Els Encantats.

La tragedia en el AnetoPero quizá lo que ha hecho más legendario el recuerdo demosén Oliveras ha sido su relación con el Aneto y más con-cretamente la trágica ascensión que vivió el 27 de julio de1916. Por aquellas fechas en que estaba próxima la inaugu-ración del chalet de la Renclusa, situado a los pies del picomás alto de los Pirineos y donde había mucho revuelo, ulti-mando los preparativos de ese evento, mosén JaumeOliveras había decidido subir el Aneto una vez más. Estavez le acompañaban dos amigos alemanes, Adolf Blass yEduard Kröger, con la ayuda del conocido guía y empresa-rio constructor del chalet de la Renclusa Josep Sayó.Josep Sayó era un hombre muy apreciado entre losambientes excursionistas y se decía que era el mejor guíadel momento, especialmente experto en el Pirineo com-prendido entre el Monte Perdido y el circo de Colomers.Decidieron subir al Aneto un día que ya se preveía que no

sería muy bueno, pero con la esperanza de que quizá seaclararía. Al llegar arriba el tiempo fue empeorando, la nie-bla era cada vez más espesa y a ratos precipitaba ráfagasde granizo. Notaron una sensación extraña que hacía pre-ver que se podía iniciar alguna descarga eléctrica. Sayódecidió pasar al frente con el señor Kröger y descenderrápidamente. Al atravesar el conocido paso de Mahoma latormenta de rayos y truenos se intensificó de manera quenotaban la electricidad producida por las descargas portodo el cuerpo. Más adelante, en un punto en que la nieblase aclaró, mosén Oliveras se dio cuenta que José Sayó yEduard Kröger no estaban. Al volver atrás para buscar losdos desaparecidos pudo ver que habían sido fulminadospor un rayo. La muerte de estos compañeros le afectó pro-fundamente.En consecuencia decidió irse a la Guayana venezolanadonde estuvo unos siete años realizando una tarea evange-lizadora. Allí contribuyó en la construcción de la iglesia deTumeremo en las Misiones de Caroní y fue el responsablede la parroquia. Al regresar a Cataluña se propuso ascen-der cada año a la cima del Aneto para homenajear a suscompañeros accidentados y oficiar, en la pequeña capillade la Renclusa dedicada a la Virgen de las Nieves, unamisa en su recuerdo. Con anterioridad, precisamente élmismo había sido el promotor de transformar en capilla unacueva cercana al chalet de la Renclusa que había servidode estancia a los técnicos que dirigían la construcción delrefugio. Año tras año cumplió la promesa de subir a la cimadel Aneto hasta la edad de 72 años en que ascendió porúltima vez cuando las fuerzas aún se lo permitían. En con-junto, se supone que debería subir unas 30 veces a la cimadel Aneto por diversas vertientes. A los 77 años todavía fuea la Renclusa a oficiar allí una misa por última vez. En 1957,a la edad de 80 años murió en Barcelona, después de unalarga vida dedicada a sus feligreses y con una gran pasiónpor la montaña.

Jaume Olivé i MorrosProfesor de secundaria y socio del CEC

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� centenario de la ascensión de mosén jaume oliveras a la cumbre de Els Encantats (1910-2010)

Hoy, 28 de septiembre, hemos quedado con Ton de Safalla,un anciano entrañable que, aparte de ser uno de los prota-gonistas del Ecomuseu dels Pastors de la Vall d’Àssua, estambién uno de los supervivientes de la famosa quinta delBiberón que participaron en cruentas batallas durante laGuerra Civil. Hemos quedado con él en el banco que hay allado de la capilla de Sant Julià, pues este lugar es un buensitio para disfrutar del calor del sol hasta la hora de comer.Cuando llegamos, le encontramos acompañado de otrosancianos del pueblo interesados en escuchar y ver cómo lehacemos la entrevista. Una vez empezamos nos fijamos ensus manos, unas manos grandes y fuertes que ahora repo-san sobre un cayado de fresno, unas manos marcadas sinduda por la dureza de la guerra, del frío de la alta montaña,de la dulzura de la esposa, de la lana de las ovejas y de tan-tas y tantas cosas...Para comenzar como os llamáis y de qué casa sois Yo me llamo Ton de Peiró Juanmora y soy de casa Safallade Torre, pero soy hijo de Llessui, de casa Cardós y me caséen Torre.¿Qué edad tenéis ahora?¡No se si puedo cumplir más, ya!¿Eso quiere decir que no nos quiere decir la edad?Qué va ! Tengo cerca de 90, en el mes de marzo, si llego,haré 90. ¡Al final nos tendrán que matar! Somos igual quelos gatos, que tienen siete u ocho vidas (haciendo referen-cia a todos los presentes en la plaza).¿Qué nos puede explicar de su infancia en Llessui?¡Ui! Ahora si que me pones en una situación bien seria; yohe nacido aquí en Llessui y me gustaría morir en Llessui. Yohe pasado más de malas que de buenas; cuando fui un niño

que ya sabía atarme las alpargatas ya me hicieron cuidarlas ovejas. Y después de las ovejas, hacia las vacas.Cuidaba las vacas de todo el pueblo. Las cuidé con otrochaval del pueblo. Y lo hice 8 o 9 años. Había más queahora, en el pueblo había unas 500 vacas.¿Cómo eran las vacas? ¿Ya había la vaca bruna?Entonces no les llamábamos vacas brunas, sino “suizas”,las llamábamos así. Entonces de leche casi no tenía nadie,sólo criábamos terneros. Eran de carne.¿Eran aquellas vacas de color blanco? ¿La raza pallaresa?No eran blancas, bien, había alguna blanca pero la mayoríaeran suizas de color marrón. Entonces eran vacas de orde-ñar y vacas de criar terneros. Después ya metieron lasmanchadas, antes, de aquellas manchadas no había, eranlas suizas las que ordeñábamos y también criábamos losterneros. La mayoría eran suizas y de terneros había algu-no negro, pero la mayoría eran suizos también.¿Así Usted fue el primer vaquero de Llessui?¡Ui no! ¡El primero no! ¡Habían pasado muchos vaquerosantes que yo! Si alguno tenía que marchar era reemplaza-do por otro. Cuidaba las vacas en verano cuando estabanen la montaña, en invierno no. Las cuidaba desde primerosde junio hasta el 4 de octubre, como ahora.¿Cómo era la vida de vaquero, comparada con la delvaquero actual?¡Ui! La vida de vaquero no era muy agradable, no como elvaquero de ahora que no hace más que pasearse con elcoche. Subíamos por la mañana y bajábamos por la nochey andando poco, llegábamos a caminar unos 30 o 40 kilóme-tros al día; todo el día teníamos que transitar por la monta-ña. A la hora de comer había días que no podíamos parar.

entrevistaton de safalla, un superviviente de la quinta del Biberón!

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Al principio, las vacas se encerraban por la noche, pero yofui el primero en dejarlas sueltas.¿Y cómo se le ocurrió la idea de no cerrarlas durante lanoche?¡Porque al que las guardaba antes que yo le dije que lasquería dejar sueltas y él me dijo que si lo hacía, no queda-ría ningún ternero, ni ninguna vaca joven, "todas se te mori-rán del mal de gas". Y fue al contrario, aunque yo pensé quesi se me morían, ¡ya podía escaparme! Pero no sangrarony fue mucho mejor que cerrarlas, y así siempre más, peroeso sí... teníamos que estar al alba con ellas. Y eso lo hiceporque tuve esta manía, primero las solté de noche y lasvacas volvían hacia el aprisco, pero al cabo de unas cuan-tas veces ya no volvieron y funcionó.¿Y las ovejas?, ¿Cuándo las cuidaba salía por la mañana yvolvía por la noche?No, en primavera las encerrábamos en el aprisco y eninvierno en el corral; las sacábamos, pero había mucho tra-bajo en cuidar a los corderos… uno que no quería, el otroque no andaba... ¡Había mucha faena con los corderos!¿Y esquilarlas, las había esquilado alguna vez?¡No, gracias, que esquilen los otros! Ventura era quienesquilaba, era un buen esquilador.La semana que viene se separan las ovejas en el triador deLlessui, seguro que esta actividad debe haber cambiadomucho ¿Cómo era antes un día como éste?!Ui! Separar las ovejas por San Miguel ¡Aquello si que eratrabajar! Con los perros se agrupaban y se cogían de unaen una por la pata. Y cuando habíamos acabado de separarla mitad del rebaño, teníamos que volver a empezar porquese escapaban, una aquí, una allí… Ahora hay apriscos,pero entonces nada, nada de nada… no había apriscos yse mantenían separadas con gente y perros. Dos, tres ocuatro personas para controlarlas y los otros las ibancogiendo por la pata. Primero se cogían las de una marca y

todos iban a por aquella marca. Era una faena muy pesada.Sólo estábamos un día para hacerlo pero éramos muchosgrupos, éramos unas setenta personas o más. Había muchagente. Había ganaderos que traían a treinta y cinco o cua-renta personas.Antes en el oficio de pastor existía una jerarquía, había elmayoral, el zagal... ¿se acuerda de todas estas categorías?Bueno, también había un zagal, con los rebaños había unzagal, igual que los de las vacas. Hacía lo que le mandabael mayoral y sino nada, no hacía gran cosa... ¡Ir a cogertruenos por allá arriba!¿Y siempre habéis ido con perro cuando ibais a guardarlas ovejas?Sí, siempre hemos ido con perro, antes dicen que no habíaperros e iban con hondas ¡Rompiendo las patas de las ove-jas!¿Y sus padres también habían ido con perro o ellos usabanla honda?Mi padre no fue nunca a guardar ovejas. Él, pico y pala.Hizo la carretera de Llessui. Empezó en Sort y acabó aquíarriba. Eso era allá por los años 1930-1931. Picando, noganaba nada, igual que yo con las vacas mira… !Ahora haygente que no hace nada y gana un buen jornal, a ver quiénpuede entender eso! Ahora todo va al revés, antes íbamosun poco del derecho, pero ahora, nada. A uno le va muybien y a otro no tanto.¿Y de lobos, usted ha visto por esta zona?No, no era zona de lobos, lo que habíamos oído es quehabía pasado algún oso, pero ya hace muchos años.¿Y su rebaño tuvo algún problema con el oso?Un año, nosotros no lo vimos, pero por la noche, sospecha-mos que había pasado un oso. Del corral donde estabancerradas se llevó toda la pared y mira que era ancha.Sospechamos que había sido el oso, pero no lo vimos y deeso ya hace muchos años.

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ton de safalla, un superviviente de la quinta del Biberón!

¿Y cuando era joven, cuánta gente vivía en Llessui?En el pueblo había 120 casas, y en la montaña había 120lugares, pero eso fue bajando y bajando. Ahora las casasaún existen pero la gente no. Una casa tenía 4 o 5 vacas, laotra dos, la otra diez... ¡Y la pobreza por encima de todo!¿Y las casas fuertes cuáles eran?Ésas eran las casas grandes como casa Campo, casaVicenç, casa Trilla, casa Mora que juntaron dos casas...Supongo que de la guerra también queréis saber algunacosa, ¿No? ¡Ahora si que me provocaréis un dolor de cabe-za serio!¿Cuando empezó la guerra, cuántos años tenía usted, 16,17, 18?¡No! Quince y me cogieron el año 1939, a los 18. Y la guerraduró unos 3 o 4 meses más, o cinco. Soy de la quinta delbiberón que dicen.¿Y a dónde lo destinaron?Al peor lugar que pudo haber en España, al Ebro, a la bata-lla del Ebro. Nos pusieron allí en una sierra que le dicen laSierra de Cavalls, no sé si habéis oído hablar... Y allí había-mos ido por mil caminos y no les podíamos alcanzar a losotros. Un día pensamos: o nos vamos o no pararemos enbuen lugar; y al alba ya había 12 aviones que llevaban 50bombas cada avión, de aquéllas de 50 kg. Llegaron deZaragoza y el bombardeo duró hasta las 5 de la tarde. Costómucho marcharse a pie, porque era todo bruma con elhumo negro de las bombas. Ui! Allí mataron mucha gente,fue lo peor que hubo.¿Y cuánto tiempo estuvo en el ejército?Cuando acabó la guerra nos retuvieron todavía muchotiempo. El periodo de la guerra duró 4 o 5 meses, o 6, peronos tuvieron 7 años en la mili y recorrimos toda España.Cuando nos marchamos del Ebro, nos llevaron a LesAvellanes, cerca de Balaguer, y allí tuvimos un mes muydescansado. Pasado aquel mes nos cogió una nevada dedos palmos de nieve. Nos retuvieron todos estos años por-que, pasada la guerra, tenían miedo que volvieran a atacarEspaña y aunque no lo fuéramos, éramos "voluntarios". Alos más viejos los iban licenciando y a los más jóvenes nosiban aguantando.También estuvimos en Burgos, no estuve nunca de soldado

en el Pallars, sólo cuando rompimos el frente, el año 39.Empezamos la batalla en el Montsec y bajando a Cerverame hirieron. Nosotros éramos fuerzas de choque, volunta-rios, y nunca estuvimos atrincherados. Íbamos rompiendolos frentes. Me atravesaron la pierna. Pero aquel día mata-ron a mucha gente. El capitán se lo miraba con unos pris-máticos y fuimos al ataque, la primera escuadra, la primeralínea, y sólo pudo pasar esta primera escuadra, suerte quehabía una caseta allí para refugiarnos... ¡yo gasté una cintade ametralladora, fíjate tú!Entonces hicieron venir a nuestro capitán de lejos y éstetenía miedo de que nos cogieran allí ¿Y sabes qué hizo elsargento? Arrancó los galones y dijo - si salimos nos mata-rán- pues teníamos las ametralladoras a tocar, y el sitio eraun lugar con trozos llanos. Decidimos que muertos pormuertos mejor aguantar,. Además teníamos un herido, asíque era mejor ir aguantado. Y suerte que había una viña ynos escapamos por ella, pero no habíamos hecho ni unpequeño trecho que nos lanzaron bombas de mano y nosescapamos por los pelos. ¡Si que lo pasamos muy mal! ¡Laguerra fue muy dura!En Cervera me pusieron una inyección del tétanos y de allíme llevaron a Lleida; de allí a Zaragoza, después a Bilbaodonde estuve en un barco; después a Gijón. ¡De una puntade España a otra! Una vez, después de romper el frente, noshicieron levantar y estuvimos toda la noche dando vueltasdentro de la nieve,no se sabe a dónde querían llevarnos porla nieve… ¡En la guerra se hacen tantas tonterías comoquieras! Y después no hubo ningún ataque ni nada, noshicieron dar vueltas por la nieve y a tumbarse de cualquiermanera…quien no lo ha pasado no sabe lo que es.¿Y en una compañía cuántos soldados había?Quizás éramos un centenar, exacto no lo sé, pero unos 90 ocien.¿Cómo era una comida en el frente? ¿Qué les daban paracomer?Nada, un plato de lentejas y una cuchara, de aquellas len-tejas de lata. Ni pan ni nada... comer, poco. Para desayunarsólo daban un poco de agua sucia más que café y un trozode pan que no era mayor que el puño. Cuando íbamos alcuartel era mejor. Antes de irnos nos daban una lata de sar-

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dinas para cada dos y nos tocaban dos o tres sardinas acada uno. Nada… ¡Pasamos mucha hambre...!¿En qué año volvió al Pallars?Pues mira, me cogieron el 1939 y en siete años que estuveno volví al Pallars. Estuve en Zaragoza y en Burgos.Por tanto, cuando volvió a casa debía tener unos 25 años.¿Cómo encontró el pueblo y el valle?Sí, sí, cuando volví tenía 25 años. Mira, durante el tiempo dela guerra la gente todavía aguantaba en el pueblo, la gentese marchó después de la guerra. Las casas ricas fueron lasprimeras en marcharse. Antes alquilaban a la gente y nopagaban gran cosa y cuando vieron que tenían que dartodo lo que recogían a la persona que alquilaban, abando-naron las casas y no sólo las de Llessui, sino las de otrospueblos. La mayoría se marchaban a Barcelona, comohabía bastante sitio, pues habían matado la mitad de lapoblación, pues se cabía en Barcelona.Aquí, después de la guerra también mataron a gente. Queyo recuerde bien sucedió con el abuelo de casa Sebastià,conocéis casa Sebastià, ¿No? A éste lo mataron los nacio-nales. Lo que pasó es que mataron a una guardia de solda-dos nacionales allí abajo, en el puente de La Bastida, ysuerte que muchos se marcharon a Aragón si no los hubie-ran matado a todos. Entonces decidieron matar a uno decada pueblo y le tocó al pobre abuelo de casa Sebastià, letocó. Se hicieron muchas tonterías.Y después de la guerra nos hicieron ir de aquí hacia allí. EnSan Sebastián, y después en un lugar donde se veía todaFrancia, no me acuerdo del pueblo, cerca de Irún y estuvi-mos unos cuantos días... en Elizondo! De allí volvimos aBurgos y luego nos destinaron a lugares donde había pol-vorines, diez o doce en un sitio, diez o doce en otro.Después de darnos un permiso de 4 meses nos hicieron

incorporar al cuartel de Sant Andreu en Barcelona y des-pués me destinaron a Montcada, sabéis que hay dosMontcades, pero que están juntas, encima de aquellaMontcada había un polvorín y a mí me destinaron una tem-porada y después me tocó otra vez Mataró donde estuvemucho tiempo.Mirando el libro de Manel Gimeno, Revolución, Guerra yRepresión en el Pallars (1936 - 1939) hemos encontradouna lista con la gente de Llessui que murió durante la gue-rra y la posguerra. ¿Os suena el nombre de Cinto Peiró deCasa Cardós?Sí, éste era un hermano mío. Y no sabemos cómo murió,también estuvo en la guerra como yo y un día enviaron a uncomunicante diciendo que lo habían matado.Aparte de su hermano, la lista que hay es muy larga...Pues si, porque fueron al Ebro y los mataron a todos allí.Cuando volví había muchas casas que habían perdido algúnque otro familiar.Entonces usted no se marchó solo a la guerra. ¿Cuántagente se reclutó con usted?Yo me marché con quien tocaba, aquélla quinta organizaroncon cuatro reemplazos, primero, segundo, tercero y cuarto,hasta 1941 no la pidieron toda al mismo tiempo. El primero yel segundo fueron a la guerra, los otros dos no. Yo me mar-ché con 4 personas más, tres de aquí del pueblo y otro deSeurí. Éramos uno que ya está muerto de casa Jaume, ydespués uno de Masover que no estaba demasiado bien yel médico dijo que éste no lo cogieran, pero al final dijeron"pongámoslo en marcha que si lo matan todavía le harán unfavor". Pero no pudieron hacer nada. ¿Y sabe qué pasó? Undía haciendo la instrucción con toda la compañía el sargen-to dijo "¡Media vuelta!" Y todo el mundo dio media vueltamenos él y vino de frente y chocaron con él, como vino de

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frente… ¡Era un poco tonto! (Safalla ríe recordando laanécdota)¿Cómo era el ambiente en el pueblo después de la guerra?Cuando acabó la guerra estaba por organizar todo en todaspartes y entonces estaba todo muy racionado y pasábamosmás hambre... pero en casa nunca pasamos. Yo, durante laguerra, si que pasé ¡Si todavía nos hubieran dado pan..!Mira, muchas veces sólo nos daban maíz. Durante la gue-rra pasamos mucha hambre, mucha, todo el mundo, todaEspaña. Y el ambiente en el pueblo, como te lo explicaría,todos estábamos atemorizados. Antes de llamarnos al fren-te, la gente se escapaba hacia Aragón por la montaña. Unanoche yo y otro del pueblo fuimos a una cabaña con unamanta porque te cogían y se te llevaban, y se nos hubieranllevado los rojos.¿Y de los maquis qué sabéis? Nosostros no fuimos contra los maquis. Por aquí no pasóningún maqui. Allá por Isil, cerca de Francia, si que tuvieronalgún combate pero no muy importante. Fue poco, compa-rado con la guerra.¿Ha dicho que en casa no pasaban hambre. Cómo sesobrevivía durante la guerra y la posguerra?En los huertos se cogía patatas y se sembraba centeno.Había hornos y se podía hacer pan. Nosotros no teníamoshorno, íbamos a los comunales; había uno aquí (en Torre) ydos en Llessui y cada final de mes hacíamos una hornadade pan. Cocíamos 25 o 30 panes de 3 Kg. cada uno. Y losguardábamos. Ahora los panes no se pueden guardartanto.¿Y cuando volvió de la guerra, a qué se dedicó usted?Mira, volví a guardar vacas unos años y después todavíalas habría guardado más tiempo pero empecé a arrendarcampos, como se había marchado mucha gente, se podíanarrendar los campos que quedaban. Empecé a tener vacasy ovejas y dejé de guardar las vacas porque no me dabangran cosa. Lo dejé, si no, ¡Dios mío!! Mientras hubieranpodido, me las habrían hecho guardar! Fíjate que me hací-an: me venían a sembrar y a labrar los campos para que lesguardara las vacas! También me los guadañaban porque loque yo había conseguido no lo había hecho ningún guar-dián. Les cuidaba las vacas, y al cabo de un año, ya reco-nocían a las vacas y terneros que recogían. Eran otra cosay se criaban más terneros.Ya que volvemos a hablar de ganado... ¿Cómo era la feriaganadera antiguamente?La feria era también el 4 de octubre, como ahora. Pero eramuy diferente, entonces llevaban vacas, ovejas, terneros,

mulas y algunos cerdos, que también se criaban, y así hací-amos la feria. Venía mucha gente y cuando se acababa, eldía 5 había feria en la Pobleta. Allí había más gente porqueera más importante y llevaban mucho ganado, manadasenteras. A la Pobleta no iba ganado de Llessui, allí iba elganado de su ribera. Alguna vez yo mismo había ido a laPobleta, pero no era habitual. Iba a pie y subíamos por aquí,hacia el restaurante de las pistas de esquí y de allí pasába-mos el collado enfrente de Seurí y hacia la Pobleta.Tardábamos 7 o 8 horas ¡Ya había una buena caminata! Unaño fui y no volví más. La mayoría no iban mucho.¿Y rebaños de fuera, subían muchos?Sí, también venían. No sé de dónde venían, pero no debióser de muy lejos porque venían a pie hacia aquí. Entonces,aquí en la montaña, había tres o cuatro rebaños, dos reba-ños del pueblo y uno de fuera. Tres rebaños, y ahora sólohay uno. Tres, y otro que había en la Mainera, cuatro, y otroen Sorre, cinco. Eran más pequeños que ahora. Ahora casicada año hay unas 5.000 ovejas.Por cierto, ¿cómo suben las ovejas a la montaña?Muchas ovejas vienen de Estac, casi vienen más de allí quedel pueblo. Se juntan por San Pedro y llegan ya mezcladas.Se intenta subir con todos los rebaños juntos.¿Y de queso, hacíais?¡Ui! ¡Lo que había ordeñado yo! Para cuajar la leche poní-an herba-col (hierba de cuajo) que decían,y después a lasqueseras. Nosotros íbamos a otra casa y cada día ordeñá-bamos 50 litros de leche de oveja y otro bidón de 16 litros.Lo bajábamos con un fuste uno delante y el otro detrás.Cada día hacíamos 8 o 9 quesos de kilo, aquello sí que eraqueso bueno. Si se hinchaba alguno hacíamos entoncesqueso tupí que lo hacíamos con anís y quizás era mejor queel otro, pero era muy fuerte.¿Y matanza?La hacíamos antes de Navidad o por Navidad, antes nohacía tanto calor como ahora. En casa matábamos 2 cerdoscada año, pero había casas que mataban cuatro o cinco.Hacíamos confitado, xolís (embutido típico)...¿Volviendo a los animales, después de hacer de vaquero aqué se dedicó?Pues mira, me dediqué a comprar vacas y ovejas y me dedi-qué a criarlas. Y todavía llevaba más que antes cuandohacía de vaquero. Entonces gané más que no haciendo devaquero donde me daban 15 pesetas pero tenía que hacerel gasto de la comida... aunque si ibas a guadañar sólo tedaban 8 pesetas y uno acababa harto de guadañar todo eldía... bueno, lo único que allí no se gastaba en comida.

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Con 90 años usted ha visto muchos cambios, la llegada deltractor, la emigración de los años 60... usted se quedó.¿Cómo era aquella época en el pueblo?¡Ui! ¡Si he visto cambios! Ahora que hablas de eso, cuandotodavía no se hablaba de los tractores ni de nada en esteterreno, había muchas yeguas. La casa que tenía 6 o 7yeguas y que criaban cada año no les faltaba en absolutodinero porque esos animales valían mucho. Un día, subien-do de permiso, había dos señores a mi lado comentandoqué garrotazo que les tocaría vivir ahora; vendrían los trac-tores y las yeguas se acabarían, y pasaron dos años y llegótodo aquello, empezaron a llegar los tractores. Al llegar eltractor, todos aquellos animales de los que sacaban tantodinero ya no valían nada.¿Y usted, cuánto tiempo tardó en comprarse el tractor?Yo más tarde, me costó mucho y me dejaron el dinero en elbanco. Tuve que pedir un crédito. Antes los tractores noeran tan caros como ahora, antes con un millón de pelaseras rico y ahora medio millón de pelas qué son: ¡Nada!Compré la empacadora, la máquina de guadañar y despuésla máquina de girar la hierba y acordonarla. Todo aquellovalía pelas pero si no lo comprabas no podías hacer nada.¡Tú ya podías pedir dinero, que si no venía alguien que res-pondiera por ti, no te los dejaban en absoluto! Nosotrostuvimos suerte de Salvat, que él salió para responder pornosotros y puso el piso de garantía. Si no hubiéramos paga-do, se lo habrían quitado. Pero nos salió bien y nos dejaronel dinero. Si no, no habríamos podido comprar. Compré todala maquinaria y también compré una casa aquí. Hicimosobras cubrimos una era donde trillaban e hicimos una sobi-rada donde cabían setenta parejas de ovejas; y todo eso lohicimos sin tener dinero.¿Y cuándo se casó usted?Me casé entre los 18 y los 30, exacto no lo sé... Fue despuésde volver de la guerra. Mi mujer era de aquí del pueblo, deTorre, pero ya hace muchos años. Se murió muy joven, ella,le cogió una embolia y sólo duró 24 horas. Entonces cuan-do empezábamos a levantar cabeza, va y se muere ella.¿Cómo vivió la inauguración de las pistas de esquí?Trabajé con mi hija. Ayudaba a la gente que subía. Estuveun año o dos trabajando. ¡Las pistas estaban bien, pero loqué no hicieron bien fue eso de llevarlo, que lo dejaron todopatas arriba! La montaña se la dimos, pero cuando empezóa cambiar de dueños… ¡Mal! Y los que lo llevaban sólopensaban en su bolsillo y nadie pensaba en la estación.¡Aquello no podía funcionar!¿Y los terrenos de la estación eran del pueblo?Si, los terrenos eran del pueblo y el pueblo lo dio todo gra-tis cuando se hizo. Lo dio a Segalàs de Llavorsí y a los otrosque hicieron eso del esquí. Mientras estuvo él todavía ibatirando, después ya empezaron a cambiar. Después sepuso uno de Sort que se llamaba Juan Antoni y empezó aponer máquinas y no hacían nada, ir cobrando… ¡Y eso nopuede ser!

¿Supongo que la construcción del edificio de laBarceloneta que une Torre con Llessui comportó un grancambio para el pueblo, qué pensó de su edificación?¡Oh! ¡Cuando hicieron eso, aún! Todavía iba bien, perodespués se lo vendieron al ver que quedaron arruinados.Aquí subía mucha gente a esquiar. Había años que el vien-to se llevaba la nieve, pero quedaba bastante, sólo que laestación la ubicaron en mal sitio. ¡Si lo hubieran hecho apartir de aquella peña (señalando) y hacia allí, que no tocatanto el viento… Podrían haber cogido toda la montaña,es tierra buena ¡Cómo ésta no hay ninguna en España!Como la montaña de Llessui no hay ninguna tan buenapara esquiar. ¡Esta estación la hicieron en mal lugar,podrían haber esquiado 3.000 personas! Hasta que laestropearon del todo y mira, sin sacar los trastos, todo seha estropeado. ¡El hotel nunca más se ha abierto... todoperdido!¿Cambiando de tema, del Parque Nacional, que lo tenéisaquí al lado, qué piensa?¡Oh! Yo creo que va bien, que da algo en relación a las sub-venciones y los pastores pueden ir igualmente a pacer.Y el Ecomuseu dels Pastors... ¿Qué le parece?¡Ui! ¡Debe ir bien porque la gente va! Bien, no sé de quiénfue la idea, pero tuvieron una buena idea porque la genteviene. A la gente le debe gustar porque suben. Mira, sólocon que cobraran un euro por persona harían un montónde dinero.Nos han comentado que vuestra explotación está dentrodel proyecto Grípia1, ¿Sabe cómo ha ido la experiencia?¿Ha ido bien con el mozo que habéis tenido durante elverano?Vino uno en verano a la montaña, pero no valía nada, puesera un poco distraído. Para ser pastor uno se tiene quecriar con la oveja, si lo tienen que aprender con los libros,mal. De la escuela no sacarán nada. De cada uno queserá bueno habrá mil que no, se tiene que nacer con lasovejas para ser pastor. Y si lo tienen que hacer estudian-do, mal. Tienen que conocer a los corderos, las madres...eso no se estudia en absoluto. ¿Bien, qué queréis sabermás? ¡Si empiezo una historia no lo acabo! Cuando nosale una cosa sale otra, ahora la guerra, ahora el queso...Y es cierto, sus recuerdos de 90 años de vida no se pue-den desperdiciar y su memoria prodigiosa hace que lashistorias no paren de brotar. Las campanas, marcando elpaso del tiempo, tocan las dos. El banco de la plaza se vavaciando poco a poco. Safalla continúa hablando. El sol,sin embargo, empieza a escasear. Conscientes de lastemperaturas de otoño, dejamos marchar a Safalla contodo un montón de experiencias preservadas en su cabe-za e invitándonos a venir a la plaza otro día. Sin duda vol-veremos para hablar, pero sobre todo, para escuchar estelibro vivo de la historia del valle.

Maria Pou PalauJudith Comorera García

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ton de safalla, un superviviente de la quinta del Biberón!

1. Proyecto en el Pallars Sobirà con diferentes líneas de trabajo, con la finalidad de garantizar el relevo generacional de las explotaciones ganaderas de montaña.

Día mundial de las avesMás del 40% de las aves migratorias que viajan entre Áfri-ca, Oriente Medio y Europa han disminuido en las últimastres décadas. Por este motivo, se ha escogido a estas avescomo tema de la edición de este año repartida en dos esce-narios naturales diferentes. Por un lado, el 3 de octubre secelebró en el Valle de Àssua, coincidiendo con la feriaganadera de Llessui, donde los niños y niñas disfrutaroncon actividades como un taller de construcción de móvilesde aves o un cuento de sombras chinas. Por otro lado, el 6y 7 fue el turno del Valle de Boí, donde fueron invitados losalumnos y maestros de la ZER Alta Ribagorza, al Salencarde Barruera, lugar de descanso e hibernación de aves. Losguías interpretadores realizaron actividades educativasadaptadas a cada grupo de edad (máscaras, puzzles iden-tificativos de aves, juegos para descubrir los respectivoshábitats y alimentación) y contó con la colaboración de losguardas del Parque.

Un hormiguero giganteEste verano, en el sector de Aigüestortes, durante una delas salidas de seguimiento y vigilancia que realizan los guar-das del Parque, se llevaron una grata sorpresa. Por encimadel lago de Llebreta, a unos 1.700 metros de altitud, descu-brieron uno de los hormigueros más grandes de los que setiene conocimiento en el ámbito del Parque. Las medidasaproximadas son de 1,80 cm de altura, 3 metros de diámetro

y más de 10 metros de perímetro. No hay duda de que esta-mos ante una auténtica megalópolis de hormigas que ates-tigua, por un lado, el buen estado de salud de las diferentesespecies de hormigas presentes en nuestro espacio y, porotro, de los propios bosques de Aigüestortes. Seamos, pues,cuidadosos con este pequeño animal invertebrado tan valio-so y necesario en los ecosistemas forestales.

Ganadores del concurso de fotografíaDespués de examinar las más de doscientas fotografíasenviadas por los noventa i dos participantes, el jurado delXVI Concurso de Fotografía declaró desierto el primer pre-mio. Los lagos, principales protagonistas del Parque, inspi-raron a Carmen Jurado en su serie de imágenes Un país deagua. El agua también interviene en forma de cascada en laimagen ganadora del tercer premio: País de magia de EmilioCasals con una Amanita muscaria en primer plano. Y comode setas va la cosa, Frutos de primavera de Elisa Núñez yBosque de hadas de Johanna Lista se llevan el cuarto yquinto premio respectivamente. En los premios temáticos,Juani Ruiz fotografió el baile de la pila en Taüll, que le otor-ga el accésit Els Minairons, mientras que una trilogía deplanos macro de insectos premia a Carlos Linares con elaccésit de fauna Els Encantats. Durante el primer semestredel año podréis visitar la exposición de las imágenes de losparticipantes y los ganadores del concurso en las Casas ycentros del Parque: hasta febrero, en Boí; de marzo a abril

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en Espot; y de mayo a junio, en Senet.

Nueva hornada de guías interpretadoresVeinticuatro nuevos guías interpretadores superaron elpasado mes de octubre las pruebas para ser acreditadoscomo guías del Parque, después de casi un mes de clasesy salidas descubriendo los valores patrimoniales de nues-tras comarcas. Coorganizado con la Escuela deCapacitación Agraria del Pallars, la dieciseisava edición seha celebrado en la Casa del Parque de Boí, siendo ya elmás veterano de nuestros cursos. Cerca de 300 personaslo han realizado hasta ahora y, más allá de mejorar la for-mación de los jóvenes de la zona de influencia, creemosque ha contribuido, en algunos casos, a la creación denuevas empresas dedicadas al senderismo y al conoci-miento del patrimonio natural. El año que viene organizare-mos una nueva edición, esta vez, en tierras aranesas, enSalardú. ¡Felicidades a los nuevos y nuevas guías!

Octavas jornadas de investigaciónLa sala de actos del ayuntamiento de Espot acogió del 14 al16 de octubre una nueva edición -y ya van ocho- de las jor-nadas sobre investigación en el Parque. Durante los tresdías se presentaron un total de 20 ponencias sobre las

diversas líneas de investigación que se desarrollan, comopor ejemplo una valoración del Programa de Seguimientode la Red de Parques Nacionales a cargo de Lucía Ramírezdel Organismo Autónomo de Parques Nacionales.Alrededor de una treintena de personas interesadas asis-tieron a las presentaciones que una vez más trataron tantola investigación científico-técnica como de la vertientemás humanística. Al margen de las ponencias hubo unapresentación de pósteres y la proyección de Trashumants,un documental de investigación sobre el viaje por unacañada de la Ribagorza. Se prevé la edición de las ponen-cias presentadas en un libro de próxima aparición.

Exposición RamsarEn el año 2006 el Parque fue incluido en la lista de zonas dehumedales de importancia internacional del convenio deRamsar. El objetivo de la convención es fomentar la con-servación y el uso racional de las zonas húmedas en todoel mundo. Hemos querido aportar una pequeña gota deagua en este gran objetivo elaborando una exposición iti-nerante. En ella se explica la importancia de las zonashúmedas para la vida en la Tierra, tanto a nivel mundialcomo desde un punto de vista más particular, desde nues-tra pequeña o grande cuenca hidrográfica (todo depende

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�del punto de vista que tomemos para compararlo). Si que-réis visitarla, consultad el programa de actividades parasaber donde estará expuesta.

Mejoras en los refugiosEn el refugio Estany Llong, propiedad de la Generalitat deCatalunya y gestionado mediante un contrato de cesión deservicios, se ha ampliado el número de placas solares conel fin de aumentar la capacidad de carga de las baterías,con una capacidad nominal del generador fotovoltaico de3.570 Wp cuando antes era de 2.040 Wp. También se hancambiado las baterías que empezaban a estar agotadas yno rendían al 100%. Con esta actuación se pretende que elrefugio tenga capacidad suficiente de almacenaje de ener-gía para poder dar servicio sin tener que depender tan amenudo del generador.

Agnosia, la última películaDurante el mes de Octubre, en el lago de Llebreta, la cas-cada de Sant Esperit y la zona de meandros, el Planelld’Aigüestortes se rodaron algunas de las escenas que for-marán parte de la próxima película del director EugenioMira “Agnosia”, un film de suspense ambientado a finalesdel siglo XIX. Para realizar la filmación fue necesaria laconstrucción de una caseta con una pasarela. Esta cons-trucción se hizo según las normas establecidas por elParque para proteger en todo momento la vegetación de lazona. Por este motivo no se permitió clavar nada en elsuelo y se vigiló en todo momento no utilizar ningún pro-ducto que pudiera dañar la vegetación o pudiera resultarnocivo para los animales. Entre los protagonistas destacanLluís Homar y Eduardo Noriega. Precisamente, este últimoes la segunda vez que participa en rodajes realizados enlos Pirineos, ya que en 2001 lo hizo en una cinta bélica, estavez en el Valle de Bonabé, en el Pallars Sobirà. El otoño yla espectacularidad de los bosques de Aigüestortes asícomo sus lagos, ríos y cascadas estarán presentes en una

producción que se estrenará durante 2010. Hay que recor-dar que el año pasado también se filmó parte de la pelícu-la The Frost en los alrededores del lago de Sant Maurici.

Nuevos equipamientosLa caseta de control de acceso a Ribera de Sant Nicolau,situada en el aparcamiento de La Molina, ha sido substitui-da por una construcción completamente nueva, mejorandoel lugar de trabajo con mayor luminosidad y amplitud. Lanueva caseta de control se ha fabricado a medida y segúnlos requerimientos del Parque, adecuando el espacio conlas condiciones necesarias de trabajo así como atendien-do a las peticiones de los trabajadores con el fin de cubrirlos inconvenientes que tenía la antigua caseta. De formaexperimental y para cubrir la falta de lavabos en esta zona,se ha integrado en la parte trasera de la caseta un espaciodonde se ha colocado un módulo de lavabo. Ante la proble-mática que supone la gestión de residuos provenientes deeste tipo de instalación, se ha optado por la instalación deun lavabo con depósito que, dos veces por semana, vacíala empresa autorizada para gestionar este tipo de residuo. Por otro lado, el pasado año se instaló en Sant Maurici, unmódulo de sanitarios con vermicompostaje. Se optó poreste tipo de lavabo seco para evitar la generación deaguas residuales que, según la experiencia que el Parquetiene con el resto de instalaciones, son difíciles de depurarpor las exigencias medioambientales existentes. El siste-ma se basa en la separación de los residuos sólidos de loslíquidos. La parte líquida se almacena en un depósito de3.000 litros mientras que la sólida, a través de la acción delos gusanos, sirve para producir compost. La primera tem-porada de funcionamiento fue muy bien recibida por losvisitantes. Se ha mejorado un tramo de camino de 200metros, se han construido diez metros de pasarela permi-tiendo que las personas con movilidad reducida puedanacceder y también se ha mejorado con unas escaleras elacceso no adaptado.

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Caminos sin barrerasDentro del proyecto de Camins Vius y gracias a la financia-ción de la Obra Social La Caixa se ha adaptado el camino dela canal de Roca Blanca, cerca de la población de Espot,para posibilitar el acceso a personas con movilidad reduci-da. Es un tramo de camino de 4.200m, prácticamente sindesnivel, por debajo del cual hay un canal de agua para laproducción de energía eléctrica. La actuación ha consisti-do en la limpieza de la vegetación, la mejora del piso -apor-tación de áridos-, la nivelación y la compactación de la pla-taforma del camino. Se han creado zonas de parada, conbancos, una zona de resguardo y un área recreativa conbancos, mesas y un cubierto en la antigua fábrica de tubos,con carteles interpretativos tanto del patrimonio naturalcomo para recordar el uso que se dió a este terreno duran-te la construcción de las centrales hidroeléctricas. Cabedestacar que los trabajos han sido ejecutados por la empre-sa pública CIRE que trabaja, entre otros objetivos, la rein-serción de presos en el mundo laboral.

Ganadería y biodiversidadEl pasado 1 y 2 de Octubre, la Fundación para laConservación del Quebrantahuesos, con la ayuda de laFundación Biodiversidad, organizó las primeras jornadasde difusión y análisis de experiencias ejemplares bajo eltítulo “Conservación de la biodiversidad y la ganaderíaextensiva, un futuro común” en Benia de Onís (Asturias). ElParque participó con una ponencia donde se presentó el“Plan de manejo y revisión de carga ganadera” realizadoen 2006. La ponencia se hizo conjuntamente con el equiporedactor del trabajo, TRAGSEGA. Se presentaron los resul-tados obtenidos en relación al tipo y número de cabezas deganado que aprovechan los pastos del interior del Parquehaciendo constatar la evidente disminución de la actividady los cambios que esto supone.También se presentó el sistema de seguimiento mediantecollares GPS que se utilizó para determinar las áreas deaprovechamiento de pastos y que actualmente se estáusando en el proyecto I+D de TRAGSEGA, con la colabora-ción del Parque, para hacer un seguimiento de fauna salva-je, de sarrio, y poder testar el sistema de recuperación deestos aparatos una vez se desprenden de los animales, asícomo poder determinar la existencia o no de superposiciónde zonas de pastos de animales domésticos y salvajes.

Ayudas para la zona de influenciaA finales del año 2008, se convocaron las subvencionespara la financiación de actuaciones en la zona deinfluencia socioeconómica del Parque para el año 2009.Esta línea de ayudas tiene la finalidad de promover eldesarrollo sostenible de las poblaciones que cuentancon espacios naturales protegidos en su territorio. Ladotación económica máxima fue de 1.394.000€ y se bene-ficiaron 15 ayuntamientos y entidades locales, 11 empre-sas privadas, 10 particulares y 5 asociaciones sin ánimode lucro.

Eliminación de la línea de Peguera La empresa FECSA-Endesa ha iniciado los trámites paraeliminar la última línea eléctrica que queda dentro delParque Nacional, concretamente la que transcurre por elValle de Peguera, utilizada para llevar electricidad a lasválvulas de fondo de las presas de los lagos Negre y Tort,y también al refugio de Josep Maria Blanc. Esta líneaeléctrica atraviesa una importante zona de hábitat delurogallo y de perdiz nival, siendo un peligro constante decolisión de aves además del fuerte impacto paisajísticoque ocasiona.

Un paseo entre ordeñaderosGracias a la campaña de prospección y cartografíaarqueológica de la Sierra del Rei, realizada durante el vera-no 2007, se localizaron en el valle de la Mainera, numero-sas estructuras arquitectónicas. Por su morfología, estosrestos ilustran la extensión y la intensidad de la explota-ción ganadera del valle. Los principales vestigios identifi-cados se localizan siguiendo el río Berasti hasta la zona delos lagos de la Mainera. A finales del 2008 se encargó almismo equipo de la Universidad Autónoma de Barcelonaque hizo el estudio de la prospección, que realizasen elalzamiento topográfico de los restos arqueológicos halla-dos más relevantes. A partir de este estudio se han instalado una serie de pane-les informativos sobre los restos, identificados como anti-guos cercados, orris o ordeñaderos, que permiten conocerla historia asociada a estas construcciones. Para facilitarsu seguimiento, se ha construido un puente pequeño paraatravesar el río y se han colocado diversas señalizacionesverticales orientativas.

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�El avellano (Corylus avellana) es un arbusto grande, quepuede llegar hasta los cinco o seis metros de alto. Muchagente diría que el avellano es un árbol pero, desde el puntode vista botánico, hay que considerarlo como un arbustoya que no llega a tener un tronco principal único y desde elsuelo salen diferentes vástagos.Las hojas del avellano son más o menos redondeadas ycon forma de corazón, acabadas en una punta pronuncia-da. El margen es muy irregular, recortado y doblementedentado, con unos dientes grandes que a su vez seencuentran recortados por unos dientes más pequeños.Cuando las tocamos, poseen un tacto un poco áspero oaterciopelado.Dentro del mismo individuo se encuentran las flores mas-culinas y femeninas, separadas entre si, que aparecen aprincipios de la primavera. Las flores son muy pequeñas,pero en el caso de la flor masculina se agrupan en unnúmero muy elevado, formando unas inflorescencias pén-dulas, bastante vistosas, llamadas amentos. Las floresfemeninas son mucho menos abundantes y pasan des-apercibidas si no nos fijamos un poco: si buscamos cercadel extremo de las ramas, podemos encontrar unas esca-mas de color marrón de donde sobresalen unos pequeñospelos de color púrpura que son los estigmas de las floresfemeninas. Aquí aparecerán, en otoño, las avellanas.De manera natural, el avellano es una especie propia delpiso montano más o menos húmedo. Vive comúnmentecerca de cursos de agua, en el fondo del valle. Ligado aestos ambientes frescos y húmedos puede descender unpoco en el llano. El avellano cultivado para obtener frutosno tiene nada que ver con este tipo de vegetación. Lasrazas cultivadas suelen ser más resistentes a la sequía yfrecuentemente se injertan sobre vástagos de otras espe-cies de avellano, entre ellas el avellano turco (Coryluscolurna) que sí que tiene un verdadero tronco y al que ya

podemos considerar un árbol.El avellano autóctono, aunque crece habitualmente cercade los pueblos y en los márgenes de los caminos, no hasido nunca cultivado en los Pirineos, quizás por la pocaproductividad de las especies silvestres. Solamente serecolectan los frutos (y más bien poco) en la época favora-ble. La utilidad más reconocida del avellano en las comar-cas pirenaicas está más relacionada con la dureza y flexi-bilidad de su madera. Esta cualidad permite que las ramasde avellano, largas, delgadas y rectas, se usen para fabri-car bastones y varas. Las ramas más delgadas también sonutilizadas, como el mimbre, en la fabricación de cestos.El “totxo” o “toig” (como se llama en la Ribagorza) o el“barró” (una palabra más pallaresa) es el bastón largo tra-dicionalmente usado por pastores y gente que camina porel monte y que tiene que llegar, como mínimo, a la altura delos hombros. Los vaqueros suelen usarlo más largo ya quelo utilizan también para azuzar al ganado. Los pastores deovejas le colocan un gancho de hierro en la punta que sirvepara atrapar al ganado por las patas. La sabiduría populardice que la luna menguante de noviembre es la mejorépoca para cortar las ramas de avellano seleccionadaspara hacer bastones. Luego hay que dejarlas fuertementeatadas todas juntas, para que no se doblen, durante tres ocuatro meses como mínimo.Los frutos sí que son muy apreciados por numerosas espe-cies de animales. Buscando un poco alrededor de los ave-llanos, fácilmente encontraremos cáscaras de avellanascomidas por algún roedor o fijadas en la corteza de un pinocercano, partidas por el pico picapinos. La ardilla tambiénconsume muchas avellanas, y además tiene la costumbrede almacenarlas en lugares escondidos para poder tenercomida después, en pleno invierno.

Gerard Giménez Pérez

¡año de avellanas, año de preñadas!(refrán pirenaico)

¿Quién no ha visto una ardilla? Aunque sea fuera delParque Nacional, probablemente nos costará encontrar aalguna persona que no haya visto alguna vez este simpáti-co animal. A pesar de su comportamiento nervioso, inquie-to y agradable de ver, no deja de ser un roedor, es decir,con la misma o similar morfología interna que las ratas; sivemos su esqueleto y sobre todo, las mandíbulas nos dare-mos cuenta rápido. Hay que pensar que la alóctona mar-mota es su pariente más próximo y pertenece a la mismafamilia, la de los esciúridos. Hay un rasgo muy diferencialde la ardilla (Sciurus vulgaris) del resto de roedores: suvida arborícola sólo comparable con la de los lirones.Aunque podremos verla desplazándose muy rápido por elsuelo, muchas veces transportando comida, su ciclo anualse completa casi siempre en los árboles ya que su alimen-tación, fundamentada con frutos secos y piñas de conífe-ras, la encuentra aquí. A pesar de eso también se alimen-ta, si bien de manera puntual, de restos de animales muer-tos. Para criar hace un nido redondo similar a los de lospájaros, con ramas, hojas y líquenes para el confort, tam-bién en el árbol. Como refugio nocturno y/o descanso diur-no, también. Incluso puede llegar a hacer más de un nido ylos ocupa de manera simultánea. A menudo aprovecha losagujeros de los troncos y, por lo tanto, el árbol siempreestá presente a lo largo de su vida.Con respecto al color del pelo, no hay patrones comunes alas respectivas poblaciones, es decir, podemos encontrarejemplares negros y de muy rojos en el mismo lugar, inclu-so ser hermanos. Pero la cola siempre es oscura y tiene unpapel muy importante en la termorregulación del animal.La ardilla forma parte de la dieta de numerosos depredado-

res como el azor, el águila real y, sobre todo, de la marta,donde en algunos lugares del centro y norte de Europa seespecializa en su captura.Los restos de la alimentación -piñas comidas de maneracaracterística o bien las cáscaras de las nueces o de lasavellanas- se pueden diferenciar perfectamente de lasabandonadas por otros consumidores de frutos como losratones o los piquituertos. Por poco que paseemos por elParque y si subimos a las cotas más altas del piso subalpi-no -al dominio del pino negro- donde la ardilla compartehábitat con el urogallo encontraremos abundantes indi-cios, incluso durante los largos e inhóspitos inviernos. Enestudios invernales de la comunidad de mamíferos presen-tes en este medio, la ardilla es la especie más abundantecompartiendo este hábitat con escasos mamíferos como elrebeco, la marta entre pocos más.Finalmente mencionar que si bien su población en elParque no está lo bastante cuantificada -se trata de unaespecie con metodologías concretas y específicas decenso- la ardilla es bastante abundante, ocupando todoslos niveles forestales, desde los inferiores del piso monta-no -fresnedas, avellanedas y otros caducifolios con pinosilvestre- hasta el ya mencionado dominio del pino negro.Su abundancia varía mucho en función del año (ciertasenfermedades y abundancia de comida) y hace que seauno de los mamíferos más fluctuantes en cuanto al núme-ro de individuos se refiere. Recientemente se ha detectadoun aumento poblacional a lo largo de su área de distribu-ción y en el Parque.

Jordi Canut i Bartra

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la ardilla

Empieza una semana más y como hace mil años, queremosir de mercado. ¿Dónde? El lunes, a Tremp; el martes, a Sort;el miércoles, a La Pobla; el jueves, a Vielha; el viernes, a ElPont; el sábado, a La Seu; y el domingo... ¡a Esterri, a Esterrid'Àneu! ¡Mercados contemporáneos, hijos de los merca-dos medievales donde la gente de los pueblos y puebleci-tos acudían a vender sus excedentes en el marco de unasociedad de autoconsumo y de intercambios! Mercadoshoy más complejos donde la voluntad del euro o del dólarhan añadido productos no tan excedentarios que unoduda, con recelo, si tendrían que venderse o no. Sin embar-go no entraremos en detalles electrónicos.¡La Tierra gira como siempre! ¡De oeste hacia este!Perdón, gira y tiembla, como durante los casi últimos cincomil millones de años, sobre sí misma, en torno al Sol o enun contexto galáctico mucho más universal, dijera lo quedijera, hace unos cuantos siglos, el cuestionado Ptolomeo.Ahora bien, volviendo a la realidad de la Tierra, entre ver-duras, hortalizas, frutos y frutas que se compraban o sevendían en los mercados de la Edad Media o porque no, en

los actuales, tenemos una duda: ¿se podían comprar, abuen precio, arándanos?Naions en el Pallars y la Ribagorça; anajons, auajons oabajons en Arán; airelles en el Arièja; nabius en Cataluña;arándanos en tierras de Castilla; myrtilles en el interior deFrancia; huckleberry a la lejana Inglaterra victoriana! ¿Quédemonios deben tener de especial estos frutos del géneroVaccinium para que se conozcan con tantos nombres dife-rentes en medio mundo pirenaico y parte del extranjero?Los arándanos, una y primera, son un fruto atractivo ycomestible. Crece de una planta pequeña, de un par de pal-mos de altura, color verde claro, que se habitúa a escondertímidamente en los sotobosques subalpinos, bajo las som-bras protectoras de los rododendros ribagorzanos y palla-reses. ¿Cómo son? De hojas pequeñas, flores blancas yfrutos azules. ¿Cómo crecen? En grupos, los veranos dejulio y agosto según las alturas. ¡Ah! Y manchan, ensuciany pringan... los labios, la lengua, el estómago, durantehoras, días o a saber hasta cuándo.¿Pero cuál es la equidistancia que hay entre los arándanos

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la esencia de las palabrasel valle de los arándanos, la vall dels nabissos

la esencia de las palabrasel valle de los arándanos, la vall dels nabissosy los pueblos de los Pirineos? ¿Los veinte metros que seaplican normalmente en los mapas topográficos a escalaunoventicincomil? ¡No seamos corzos! Escalas numéricaso gráficas aparte, los arándanos son el origen toponímicode los Valles o les Valls... les Valls d’ Àneu!! ¡Sí, Valls d’À-neu! ¿Por qué? ¡Porque Àneu, ni más ni menos, viene dearándano! ¡Les Valls d’Àneu, situadas en la cabecera delPallars Sobirà -a pesar de que le duela a algún historiador-son la tierra de los arándanos!¿Cuántas especies de arándanos se han encontrado en lazona alta del Pallars? De momento, tres: uno, el común(Vaccinium myrtillus); dos, el negro (Vaccinium uligino-sum); y tres, el rojizo (Vaccinium vitis-idaea), este último,no hace muchos meses. ¡Que abundancia! ¿Pero aún haymás? De momento, que sepan los botánicos y los habitan-tes de este valle, los aneuencs, no.¡Àneu! ¡Valle o Valles d’Àneu!¡Esta pequeña comarca noreconocida oficialmente pero con una personalidad geo-gráfica e histórica propia queda definida por un valle prin-cipal, capitaneado por la nórdica Noguera Pallaresa queflirtea por pocos metros su salida hacia el Atlántico. Y portoda una serie de valles laterales suspendidos -en el sen-tido geomorfológico de la palabra- que hacen de sus 400km2 una maravilla natural y cultural de los Pirineos, nues-tros queridos Pirineos.Repasemos un poco su historia. Àneu es y ha sido una tie-rra de fronteras cambiantes. Situada en el vértice de tresdialectos pirenaicos -el pallarés, el ribagorzano y el ara-nés- tuvo durante muchos siglos, un régimen político y jurí-dico propio, basado en usos, costumbres y privilegios anti-quísimos. Pero un rey Borbón, Felipe V, los cortó de raízcon un funesto Decreto, conocido por todos como elDecreto de Nueva Planta, de tan malo recuerdo para loscatalanes y los pirenaicos, con la única excepción de losaraneses realistas que mantuvieron sus privilegios y cos-tumbres autonomistas.Àneu, por lo tanto, tuvo gobierno y leyes propias: unaCorte, un Consejo, una Casa del Valle, donde se reunían,discutían y decidían los representantes legítimos de todoslos pueblos y cuadras.¡Del Pagus Anabiensis, documenta-do en el siglo IX, a les Valls de Àneu del XIV, pasando porla tierra de Anabi, se fue cohesionando un territorio áspe-ro y costero, primero visto como pobre pero después rico,riquísimo en recursos naturales que, ahora no recuerdobien, si ya lo hemos escrito, un rey Borbón cortó de raíz!¿Os sonaba este monarca gabacho de raíces gasconas?La siguiente cuestión es donde carajo estaba cuandohacía falta, otro señor, conocido como Hug Roger III.Conde del Pallars, Mataplana y Cardona durante 40 añosvivió en el expoliado castillo de València d'Àneu, alrededordel siglo quince. Nació, por tanto, demasiado pronto parasuerte de Felipe V y fue, además y para desgracia pirenai-ca, el último conde del Pallars y el último condado inde-pendiente del país. Casado con una rosellonesa de buenafamilia -Caterina Albert- ésta le dio dos hijas, Elisabet y

Joana, que fueron su amor más preciado para luchar porlas libertades de estos valles. Pero volviendo al castillo,fue esta fortificación -cuna de leyendas medievales- laque convirtió a Hug Roger, sus hombres y sus mujeres, enterror de enemigos y de vecinos como los habitantes de laBaronía de Erill, en el actual Valle de Boí, donde el pueblode Durro fue literalmente arrasado el día de su patrón SantQuirc, un 16 de junio de 1483, por esta fiera de las monta-ñas, sin piedad alguna.Dejemos la historia y volvamos a la geografía. Hasta fina-les del siglo XVIII, los aneuencs vivían en las tierras situa-das hacia los cuatro puntos cardinales de la confluenciadel río Escrita -que nace en el norte del famoso pueblo deEspot, gendarme de Sant Maurici y Els Encantats- con laNoguera Pallaresa, a la altura de la desaparecida torre devigía de la Torrassa. La incorporación durante el siglo XXdel municipio de Escaló -el municipio de los pueblos queempiezan por E de Escaló, Escart y Estaron- al de laGuingueta, recuperó involuntariamente la cohesión de unterritorio fragmentado por las demarcaciones administrati-vas y jurídicas que la historia hace y deshace a su antojo.¿Cuántos pueblos hay en la actualidad? ¡Una veintena ymedia más una cuadra y un santuario! Tomando de guíasinterpretadoras las agujas del reloj o los doce pétalos deuna flor imaginaria tendríamos: Sorpe y Àrreu, en el péta-lo que crece hacia las doce; Alós y Isil, en el pétalo que seestira hacia la una; Borén y Isavarre, en el pétalo redon-deado de las dos; Unarre, Gavàs y Cerbi, en el de las tres;Escalarre, Burgo y Llavorre, en el de las cuatro; Dorve ylos Berrossos -el Jussà y el Sobirà-, en el de las cinco; lostres pueblos que empiezan por la E de Escaló, en el péta-lo de las seis; Espot, en el pétalo que acompaña las siete;Estaís, en lo que acaricia las ocho; Jou, en el que se acer-ca a las nueve; Son, en el que alcanza las diez; València,en el que llena las once y, otra vez, Sorpe y Àrreu, en el delas doce! Ahora bien, nos faltan dos pueblos, una cuadray el santuario. ¿Cuáles son? En la columna vertebral deestos valles, por eso llevan su apellido, los pueblos deEsterri y la Guingueta ; la cuadra, Aurós, en el valle deUnarre, y el santuario aneuenc por excelencia, SantaMaria, en el llano de Esterri, centro geográfico dondehace más de mil años, empezó la aventura de esta tierrade prosas y poesías.Àneu, el reino de Hug Roger III, es tierra de puertos, colla-dos y pasos de montaña por donde atravesaban los pire-naicos del momento. Rincones de una montaña alpinapisados con orgullo, cuando menos, desde el Pleistoceno.Quien no ha oído hablar del puerto de las Piedras Blancaso de la Bonaigua; de Beret; del Portarró de Espot; de lospuertos de Salau, de Ratera de Espot o de Saburó. ¡Vamospor partes por los puertos!Los pasos de montaña comparten topónimos pallareses ytopónimos gascones, entre otras manías lingüísticas, porser Àneu territorio de conexión de hablas transfronterizas,como nos dice la etimología y la prosodia a menudo más

Ricard Novell

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próxima de los que nos quieren hacer saber la grandeur delas traducciones centralistas.Andando por doquier encontraremos caminos de segado-res, de exilio o de acogida, o de explotación forestal, capi-talizada esta última, a principios del siglo pasado, por lahistórica empresa francesa la Matussière, tal como noshan instruido con clarividencia el Consell Cultural y sushijos, el Archivo Histórico y el Ecomuseu. ¿Por que colla-dos, lagos o picos pasaron? ¡Pues por el Muntanyó, laHorqueta de Àrreu, los lagos de Rosari, Moredo, Airoto,Marimanha o Marimanya, Aulà, la Tindarella, Clavera,Salau -el festivo Salau-, Gireta, Barlonguèra, Òrla, y otrosportillones y picos de la vertiente más occitana del Pallars.Recordemos también la hipótesis más plausible sobre losnombres del eje principal y vertebrador de los aneuencshacia el norte atlántico o de los araneses hacia el estemediterráneo: ¡el Puerto de la Bonaigua! La Bonaigua eraun antiguo hostal -hospital u hospedería- a la altura delactual hotel de los Abetos, donde todavía se esconden lasruinas, que dieron nombre al puerto, al río y a un pico cer-cano. Antes de esta centuria compartía también el nombrede Puerto del Pallars, según la historiografía y cartografíaclásica de Zamora y de Madoz, entre otros. Y todavía, paraliarlo más, hay un tercer topónimo: Piedra Blanca. De lossiglos XVI al XVIII nos constan, referencias antiguas, cómoel Puerto de Piedra o Piedras Blancas, entre otras, del visi-tador real Gracia, en su poco conocido mapa de la zona,aunque también podrían referirse a la zona de Beret o a unpaso de montaña hacia Francia donde existe un topónimoparecido. Ya en el XIX, en la cartografía de Shraeder, apa-rece escrito como Peyra Blanca, escrito junto o separado.Un puerto de montaña, la Bonaigua, que ha visto perder

personas y caballerías por el mal tiempo y las avalanchas;destruir una cruz del Puerto, dedicada a Van Halen, por losdisparates de las revoluciones en 1938; por donde llegó eltelégrafo en 1925 o la carretera -con inauguración real- en1924, aunque la vertiente pallaresa fuera ya construida en1902, y ya estuviera proyectada desde 1877, o el correoordinario desde 1860. Los Pirineos no hay duda que son unpaís donde cuesta avanzar y el progreso siempre se demo-ra transformando los años en décadas.¡Àneu, sencillamente Àneu! Una parte muy importante delespíritu pirenaico, donde la osa, el urogallo o la perdiz blan-ca son un descubrimiento cotidiano junto con los mirlosacuáticos que desafían los ríos, los barrancos y los saltosde agua que remojan la tierra con músicas atrevidas. Unpaís donde los gigantes de madera de la Mata y de otrosbosques crecen inquietos a la sombra de los aludes nomenos gigantescos. Unos pueblos donde vale la pena dete-nerse para leer los nombres de sus calles y plazas donde losaneuencs todavía juegan a sus particulares bolos o bitlles.¡Venid a Àneu! Unos valles que nos esperan, como siem-pre, para acercarnos el carácter de los descendientes delcastillo de València, la Valencia de los Pirineos.Descubriréis una tierra de valles salvajes, de serradoras yrefugios, de fallaires y duendes, de cuenta cuentos y dan-zantes, de iglesias y monasterios. Venid en busca de lagosque os pondrán la piel de gallina, de montañas encantadas,de estirpes naturales como los Nyiri, los Gerdar o losGuirsos. Descubrid el valle de los arándanos. ¡Venid aÀneu, una tierra donde el árnica y los arándanos todavía sepueden leer!

Josepmaria Rispa Pifarré i Claudi Aventin-Boya

la esencia de las palabrasel valle de los arándanos, la vall dels nabissos�

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el camino del puerto, camí del pòrtres del Espitau veremos una morrena central, fruto de losperiodos glaciares, que se extiende hasta el Centro deInvestigación de Alta Montaña de la Universidad deBarcelona (CRAM).Los primeros pasos transcurriren por una pista situada a laizquierda de las oficinas construidas con motivo de lasobras del nuevo túnel Juan Carlos I, inaugurado en 2007,que conduce al Valle de Molières. La abandonaremostranscurridos unos 400m cuando encontremos una bifurca-ción a la derecha indicada con una marca de GR y unaseñalización vertical. Enlazaremos con un camino de mon-taña que unos metros adelante gira a la izquierda cruzandouna torrentera y asciende por un primer resalte. El piso eneste tramo resulta un poco inestable debido a la erosión delterreno; encontramos piedra suelta pero sin más complica-ciones para el caminante.Una vez sorteada esta primera subida la fisonomía del cami-no cambia y se convierte en un caminito de montaña de tie-rra compactada y hierba, no siempre bien definido pero síbien señalizado. Hasta ahora hemos ido viendo pequeñasagrupaciones de pino negro (Pinus uncinata) que conformevamos ganando altura se convierten en pequeños y solita-rios individuos contorsionistas resguardados de las durascondiciones ambientales que les resultan limitantes.Disfrutaremos también de la juguetona cascada ubicada endirección oeste, a los pies del elegante Molières. Este valle,que custodia la cabecera de Barravés, será compañero denuestro viaje hasta llegar al Pòrt y nos recompensará, con-forme avancemos, con sus rincones ahora escondidos anuestros ojos. Tan solo podemos observar desde aquí el nomuy conocido pero imponente pico del Tuc de la Tallada(2.952m) y el Tuc de la Fontana de Vielha (2.576m).

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La cabecera del Valle de Barravés, generosa con el visitante,nos obsequia con dos magníficos valles laterales de origenglaciar, Conangles y Molières. A fondo del último valle men-cionado encontraremos el punto de partida del itinerario que,con un poco de esfuerzo y resistencia ascenderemos hoy.Hablamos del camino que lleva al puerto de Vielha, el camídel Pòrt, sendero testigo de la comunicación tradicionalexistente entre la Ribagorça y la Val d’Aran. Un senderoque se cree ya existía antes de la llegada de los romanos yformaba parte de una vía que, remontando des delSomontano, pasaba a través de los puertos de Benasque yVielha hasta Francia. Forma parte del GR-211-5, de la red deCaminos Naturales y el proyecto de Camins Vius, que leincluye dentro de su red de senderos recuperados en laperiferia del Parque Nacional.Des del refugio del Espitau de Vielha, también llamado SantNicolau des Pontelhs (1.630m) y la ermita de Santa Quitèria,en la entrada sur del túnel viejo de Vielha, iniciaremosnuestro recorrido. Remontaremos el camino que se dirigeal collado, el pòrt de Vielha (2.442m), descendiendo des-pués el valle de Hònt Herèda hasta llegar al pueblo deVielha (980m).El camino del pòrt, en época de construcción del hospicio,durante la segunda mitad del siglo XII, era un paso frecuen-tado por vecinos, ganaderos, comerciantes, viajeros, ladro-nes, excursionistas y peregrinos que a menudo buscabanel cobijo a causa de las complicaciones orográficas y delas duras condiciones climatológicas que incluso evitabanel paso parte del año. Era también un punto estratégico decomunicaciones que ayudaba al Rey a controlar sus pose-siones francesas y a tener un control político de las activi-dades que se desarrollaban en el camino. En los alrededo-

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Continuamos subiendo progresivamente hasta llegar, des-pués de 45 minutos desde el inicio, a los Plans dera Esponadónde hay una morrena lateral glaciar. Más adelante y a laderecha divisaremos tres oberturas excavadas en la rocacon una obertura en arco de media punta; posibles alma-cenes para guardar armas, comida o como refugio.Aparece ahora un paisaje típico alpino de prados de altamontaña color verde que se entremezclan con los grisáce-os de los escarpados afloramientos rocosos que nos rode-an. A continuación, subiremos suavemente hasta elsMarrècs dera Gerbosa, a unos veinte minutos.Delante nuestro aparece el Pòrt deth Hòro (2.287m), unamplio collado de montaña que, a través de un terrenoabrupto y escarpado, comunica con la ribera del Nere. Casia pié del camino damos con una construcción testigo de unduro pasado que merece no quedar en el olvidado. Se tratade un pequeño búnker de cemento armado recubierto degranito, en buen estado de conservación y con una obertu-ra al este que apunta directamente al pòrt de Vielha.Pertenece a la línea P o línea Pirineos que Franco hizoconstruir con posterioridad del intento de reconquista delterritorio del Valle de Aran el año 1944, línea que se exten-día desde el País Vasco hasta el Mediterráneo.Retomamos la marcha y a los 15’ vemos otro búnker endirección al collado del Pòrt deth Hòro, y flanqueamos porla vertiente sur de la sierra de Horno, de puerto a puerto,pasando por tramos aún conservados de camino empedra-do. Tenemos ahora una buena panorámica en dirección alValle de Barravés y el embalse de Baserca. En el margenizquierdo de la Noguera Ribagorçana, el río que transcurrepor el valle, tenemos el Tuc de la Contesa (2.786m), el picode Escobedieso (2.762m) y la Pena de Fenerui (2.502m) que,como torres, delimitan los valles de Conangles, Besiberri yFenerui. Si volvemos la vista atrás veremos también elcamino ya recorrido, fijándonos, cerca del primer búnker,que ara nos queda a lo lejos, una construcción de piedraseca: un cercado para animales. Este elemento, queencontramos en las dos vertientes del Pòrt, evidencia laactividad ganadera y el aprovechamiento que se hacía delos pastos de alta montaña des de la época estival hasta elotoño. Testigo de éste uso también es la existencia de laVia Carrae; la cañada, ya referenciada en el año 987, queremontaba des de la sierra de Sis y se trifurcaba hacia losvalles de Castanesa, Boí y Barravés llegando éste últimotramo hasta el Espitau de Vielha.Llegamos al Pòrt de Vielha en poco más de media hora

rodeados, de un magnífico paisaje de valles, picos, crestay canales: el macizo de la Maladeta en Aragón, la Canaldeth Pòrt en dirección a Vielha y la impresionante sierra deSarrahèra nos dan una buena bienvenida. Dos búnkeres ydos picos guardan el puerto, el Tuc de Montanèro (2.581m)y el Tuc del Pòrt (2.606m). Un camino trepa hasta llegar aéste último travesando una carena de canchal descom-puesto; no es difícil, está señalizado con hitos y en veinteminutos estamos en la cima del pico. Las vistas que ahoratenemos recompensan el pequeño esfuerzo y son realmen-te preciosas. Estamos en una zona de contacto entre rocasde diferentes períodos geológicos, las graníticas delCuaternario y las calcáreas del Devoniano. Al oeste el Russell, Margalida, Tempestades y el Aneto(3.404m); también la majestuosa Forcanada y el Tuc(3.010m) y Valle de Molières. Al este, como un cuadro, senos presenta a nuestros pies el lac Redon, más allá ellago Tòrt de Rius, los picos del Montardo y Tossau deMar, entre otros. Al sur, los puntiagudos Besiberri (Nord,3.015; Mig, 2.994m i Sud, 3.017m), el valle y el Tuc deConangles (2.783m). Al norte vemos el Montoliet (2.481m),el Montanèro (2.581m), la sierra de Neres y de Auba, y lasvistas del Naut y Mijaran. También desde aquí veremoslas fracturas que hay en los dos collados que hemos flan-queado debido al movimiento neotectónico de la falla dela Maladeta. Ante este espectáculo geológico, a uno le gustaría que-darse eternamente por lo que es difícil despedirse; lohacemos poco a poco volviendo hacia el Pòrt y bajamosen dirección este por el camino que se insinúa en la canaldel Pòrt de Vielha, ya en la vertiente atlántica, por untramo de canchal descompuesto. A unos 35 minutos senos presenta una cubeta de sobreexcavación, el lago deHónt Herèda (1.950m), a su mismo nivel el camino se sepa-ra de él y la canal, en dirección norte. El camino transcu-rre excavado en una morrena glaciar lateral sobre unacarena que separa el barranco que viene de la Coma deMontanèro, a nuestra izquierda y l’Arriu de Hónt Herèda. Ala otra orilla del río, en dirección este, podemos ver otramorrena lateral. Aparece aquí de nuevo la vegetaciónarbórea, el pino negro, formando, conforme perdemosaltura, pequeños bosquecitos.A lo lejos, vemos los primeros pueblos araneses: Vila,Montcorbau, Vilac i Aubert. Continuamos bajando endirección norte hasta que encontramos una cruz rojasobre una piedra, testigo del paso de peregrinaje a

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Compostela que fue este sendero. A su lado está el puen-tecito que nos permite cruzar hacia el otro margen del ríoy continuar el camino que ahora baja muy progresivamen-te hasta llegar después de vente minutos a una pequeñorefugio, la cabana deth Pontet (1.600m), abierta y en buenestado. El sendero de montaña es ahora una pista forestalque nos adentra en un mágico y exuberante bosque deabetos centenarios con un sotobosque rico en musgos yhelechos. Bajando, en los espacios que el abeto ha perdi-do, aparecen el haya (Fagus sylvatica), el serbal de loscazadores (Sorbus aucuparia), el enebro (Juniperus com-munis) y el avellano (Corylus avellana).En el camino encontraremos varia bifurcaciones, nosotrossiempre seguiremos las marcas de GR y las señales verti-cales de Caminos Naturales hasta llegar a una pista queviene desde Betren y finaliza en la boca norte del Túnel. Eneste punto encontramos carteles indicativos del camino yun mirador (1.420m) con vistas a Vielha, el tuc de Cuenques,la Ròca de Tolosa y el serrat de Pomoròla. Hemos tardadounos veinticinco minutos des de la cabana deth Pontet.La vegetación cambia, el abetal se aclara y poco a pocodesparece para dar paso al pino silvestre (Pinus sylvestris),

los abedules (Betula pendula), los avellanos, algún roble yenebro; aparecen prados de siega y cercados construidoscon muros de piedra seca. El camino muere en la pistaforestal que parte de Vielha y llega hasta la central eléctri-ca, ubicada ahora a nuestra derecha, cruzamos el río y elcamino discurre paralelo al río Nere. Llegando ya a Vielhacruzamos el puente que atraviesa el río continuando por lacalle que nos conduce hasta el Ayuntamiento donde finali-za nuestro el itinerario. Caminos como el que hemos seguido hoy cayeron en des-uso con la aparición de nuevas vías de comunicación, con-secuencia del nuevo modelo socioeconómico cultural quese estaba introduciendo en estos valles. El olvido del cami-no andado hoy, así como el resto de senderos, es la pérdi-da de nuestra identidad, de nuestra historia y de un impor-tante bien patrimonial. Gracias a proyectos como CaminsVius, las señalizaciones de la FEEC o de Caminos Naturalesse intenta fomentar la recuperación, el uso, la divulgacióny el mantenimiento de este camino de herradura.

Delia Pino GarciaGuia interpretadora de Ginast

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eDuración del recorrido: 5h 15 min.Desnivel: 870 m de subida y 1.460 m de bajadaDificultad: moderadaObservar: los contrastes geològics entre cali-zas y granito; las construcciones de la guerracivil y la ganadería de alta montaña, las impre-sionantes vistas panorámicas a lo largo delcamino y en especial desde el puerto de Vielhay el Tuc de Vielha.

PUENTE

PASO CERRADO

PICO

MIRADOR

FUENTE

REFUGIO o CABAÑA

PARADA DE TAXIS

CASETA DE INFORMACIÓNCOBIJO

POBLACIÓN

PASO

APARCAMIENTO

FUNICULAR

ITINERARIO

PISTA FORESTAL

CURSO DE AGUA

CARRETERA

ERMITA

BÚNQUERS

A FRANÇA

VIELHA

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AL PORT DELA BONAIGUA

BARRANC DE SANT ESTÈVE

BARRANC DERA MADALENA

CABANADETH PONTET

LAC REDON

TUC DE SARRAHÈRA

TUC DECONANGLES

(2.783 m)

TUC DELA CONTESA

MONTCORBISON(2.176 m)

TUC DECUENQUES

(2.251 m)

RÒCA DE TOLOSA(2.318 m)

ARRIU NERE

MALH DES POIS(FORCANADA)

ESPITAUDE VIELHABOCA

SUD

LA NOGUERA RIBAGORÇANA

N-2

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A VILALLER,EL PONT DE SUERT

TUC DE LA TALLADA

ESTANHÒTS DE MOLIÈRES

BARRANC DE MOLIÈRES

SÈRRA DERA GERBOSA

SÈRRA DE HORNO

BARRANC DETH PÒRT

BOCANORD

ARRIU DE SARRAHÈRA

TUC DELES HEMNES

ARRIU DE HÒNT HERÈDA

TUC DELPÒRT DE VIELHA

(2.606 m)

TUC DEMONTANÈRO

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TUC DEMOLIÈRES(3.010 m)

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publicaciones

TÍTULO: Parques Nacionales de los Pirineos: 80 recorridosAUTOR: Didier Castagnet; Gérard NéveryEDICIÓN: Cossetània, 2009.FORMATO: 239 p.; 22 cm.La singularidad de las dos vertientes de los Pirineos ha hecho que algunas de suspartes disfruten de la mayor figura de protección. En la parte francesa encontramosel Parc National des Pyrénées, y en la parte española el Parque Nacional de Ordesay Monte Perdido y el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. Estaguía nos ofrece itinerarios por estos tres monarcas de los espacios naturales prote-gidos del Pirineo. Desde itinerarios de poco más de dos horas a recorridos circula-res de diversos días. La diversidad paisajística de los recorridos hace que podamosoptar por recorridos tranquilos como la visita al estany Gerber, a recorridos porencima de los últimos glaciares del Pirineo, como la ascensión al Vignemale. Lamayoría de los itinerarios están planeados para usar un refugio como punto de par-tida y principalmente para itinerarios de poca dificultad, aunque los autores especi-fican en qué rutas es aconsejable el uso de una cuerda. Cada itinerario incluye refe-rencia a los mapas pertinentes, duraciones, desniveles, grado de dificultad y losaccesos y aproximaciones para empezar a descubrir las 80 propuestas de la guía.

TÍTULO: Un Siglo de Parques Nacionales: historia y futuro de los parques en EspañaEDICIÓN: EUROPARC España, 2009.FORMATO: 43 p.; 14 cm.En honor al centenario de la creación del primer parque nacional europeo (Suecia,1909) y del 90º aniversario de la creación de los dos primeros parques nacionales delEstado español (Covadonga y Ordesa), se edita esta publicación conmemorativa. Através de imágenes y textos podemos ver cómo, a finales del s. XIX, la necesidad deconservar espacios naturales empezó a tomar forma en la sociedad española y adar como resultado la creación de los primeros parques nacionales hasta llegar a laactual Red de Parques Nacionales, que engloba 14 espacios naturales con unosvalores naturales que los han hecho merecedores de la máxima protección.

TÍTULO: Vuelta al Parc d’Aigüestortes en BTT: un recorrido por los Pedals de FocAUTOR: Rafael VallbonaEDICIÓN: Cossetània, 2009.FORMATO: 83 p.; 22 cm.La popular ruta Carros de Foc tiene una hermana llamada Pedals de Foc (Pedales deFuego). Si Carros de Foc permite descubrir la parte interior del parque, Pedals deFoc nos permite descubrir la parte exterior del mismo.Esta ruta por etapas, transcurre alrededor del Parque Nacional d'Aigüestortes iEstany de Sant Maurici, descubriendo los paisajes y los pueblos de la zona. La vuel-ta ha estado dividida en cinco etapas con información acerca de la duración, dis-tancias y adornada con las experiencias del autor a lo largo del recorrido y coninformación acerca de los valores del territorio. Cada etapa contiene, además, unperfil de desniveles así como un mapa orientativo de las pistas y las carreteras aseguir. Se presentan también algunas variantes (como el paso alternativo al túnel deVielha). Acompañan al libro imágenes de diferentes tramos para acabar de conven-cer, si no lo está ya, al lector para coger la bicicleta y descubrir la vuelta al Parque.

TÍTULO: Red de Parques Nacionales: guía de visita [2ª edición revisada y ampliada]EDICIÓN: Organismo Autónomo Parques Nacionales, 2009.FORMATO: 446 p.; 23 cm.En 2007 apareció la primera edición de esta guía que recogía los valores naturalesy culturales de la Red de Parques Nacionales del Estado español. Poco después desu edición, llegaba la noticia de la creación del catorceavo parque nacional espa-ñol: el Parque Nacional de Monfragüe; y para ser justos con el recién llegado se hahecho una nueva edición de la guía. En esta versión, a parte del nuevo parque nacio-nal, se corrigen y se actualizan datos. La guía se estructura con un índice comúnpara todos los parques, haciendo un breve pero profundo repaso de los valores másdestacados: del proceso de creación de cada parque a las rutas más emblemáticas.Completando al texto, la guía también permite descubrir a través de sus imágenes lafauna, la flora y el paisaje de cada parque.

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