JAZZ

Red Hot Chilli Peppers

Según el diccionario, playback es una técnica en la que el sonido se graba previamente y se reproduce al tiempo que una presen-tación. Para los músicos y, sobre todo para los fans, playback es sinónimo de pesadilla, motivo de odio y la excusa favorita para acribillar a los grandes.

El tema vuelve a ser polémico a propósito de la actuación de Red Hot Chilli Peppers en el Super Bowl. Hicieron playback, esa es la verdad, la gente se les lanzó en críticas y muchos se decepcio-naron de la banda, pero señores: este escenario lo ameritaba. A veces, saltar, tocar y salir excelente en un escenario donde el delay es de varios segundos es complicado y hay que aceptar las limitaciones de cada quien, lo que no quiere decir que no toquen, que sean incapaces; por favor, llevan 30 años en la música y en vivo son por mucho los mejores.

No se trata ahora de defender o no el playback, porque tam-poco se trata de aceptar el facilismo con que a veces se utiliza para esconder talentos que no se tienen, para mentir, ahí sí: a la horca y cuantos insultos resulten. Todo depende, cada situación y cada presentación y escenario es distinto. El playback es un término satanizado porque muchas veces no se entiende. Eso sí, por favor, los detalles son la magia, conecten los equipos, lleven los cables a alguna parte, la energía es muy importante para dar un buen show, pero en su justa medida. Puede que sean leyendas pero hasta en conciertos medianos se ve feo tocar electrónica con las consolas desconectadas.

Músicos, eviten hacer playback por nada, porque sí, que sea una justa causa, si lo hacen sépanlo hacer y si están obligados a ha-cerlo sáquenle provecho: MUSE, Nirvana, Iron Maiden, The Cure, hicieron los peores playbacks, los hicieron a propósito y por eso son memorables. Público no juzguen a la ligera, las bandas tie-nen conciertos, trabajos discográficos y a veces muchos años de carrera como para merecer las peores críticas en algo que puede ser necesario. Recuerden vivir y dejar vivir.

Salud.

Por : Gloria Laverde Somera

JAZZCABEZAS

Pág. 4

Pág. 8

Según el diccionario, playback es una técnica en la que el sonido se graba previamente y se reproduce al tiempo que una presen-tación. Para los músicos y, sobre todo para los fans, playback es sinónimo de pesadilla, motivo de odio y la excusa favorita para acribillar a los grandes.

El tema vuelve a ser polémico a propósito de la actuación de Red Hot Chilli Peppers en el Super Bowl. Hicieron playback, esa es la verdad, la gente se les lanzó en críticas y muchos se decepcio-naron de la banda, pero señores: este escenario lo ameritaba. A veces, saltar, tocar y salir excelente en un escenario donde el delay es de varios segundos es complicado y hay que aceptar las limitaciones de cada quien, lo que no quiere decir que no toquen, que sean incapaces; por favor, llevan 30 años en la música y en vivo son por mucho los mejores.

No se trata ahora de defender o no el playback, porque tam-poco se trata de aceptar el facilismo con que a veces se utiliza para esconder talentos que no se tienen, para mentir, ahí sí: a la horca y cuantos insultos resulten. Todo depende, cada situación y cada presentación y escenario es distinto. El playback es un término satanizado porque muchas veces no se entiende. Eso sí, por favor, los detalles son la magia, conecten los equipos, lleven los cables a alguna parte, la energía es muy importante para dar un buen show, pero en su justa medida. Puede que sean leyendas pero hasta en conciertos medianos se ve feo tocar electrónica con las consolas desconectadas.

Músicos, eviten hacer playback por nada, porque sí, que sea una justa causa, si lo hacen sépanlo hacer y si están obligados a ha-cerlo sáquenle provecho: MUSE, Nirvana, Iron Maiden, The Cure, hicieron los peores playbacks, los hicieron a propósito y por eso son memorables. Público no juzguen a la ligera, las bandas tie-nen conciertos, trabajos discográficos y a veces muchos años de carrera como para merecer las peores críticas en algo que puede ser necesario. Recuerden vivir y dejar vivir.

Salud.

Por : Gloria Laverde Somera

DIRECCIÓNOscar Daniel Alzate Pérez

oscard_alzate@hotmail.comJefa de RedacciónSara Roldán Ortega

Jefe de Fotógrafía:Alejandro Grisales

EscritoresSara Roldán Ortega

Daniel Muñoz MarinCamilo Arbelaez

Eliana CastroGloria Laverde Somera

Jefe de diseñoOscar Daniel Alzate Pérez

Diseño Oscar Alzate

Angélica Jaramillo

Fotógrafos:Alejandro GrisalesCamila Valenzuela

Maria Camila Castaño OlarteKat P into

Fotografía de portada: Alejandro Grisales

Asistencia en fotografía:Toño Valderrama

La revista Noise Armada no se hace responsable por las opi-niones de los columnistas, como así tampoco por los conceptos vertidos por los entrevistados y anuncios publicitarios

Para mayor información de la revista búscanos en

www.facebook.com/noisear-mada

o en el correo noise-armada@hotmail.com

Pág. 16

PLAYBACK

4Noise Presenta

www.noisearmada.com

Por Daniel Muñoz Marín

5Noise Presenta

www.noisearmada.com

Por Daniel Muñoz Marín

6Noise Presenta

www.noisearmada.com

ué magia encierra esa música que atrae todas las miradas hacia a un mismo punto? ¿Tendrá su ejecución una fuerza magnética que envuelve a todos los pre-sentes? ¿Qué ingrediente oculta en sus

compases para que quien la escuche no necesite seguir bebiendo para sentirse embriagado? El jazz es la música del momento. Sí, la del instan-te. La que construye con su elaborada melodía los sentimientos de una época. Que tiene vida y

Este género tan hoy apetecido por millones de músicos alrededor del mundo, surgió como un asunto de minorías a principios del siglo XX en Nueva Orleans (allí residiría su cuna principal, pero lo cierto es que, simultáneamente, se esta-ba gestando en otras ciudades como Kansas City y San Luis), y evolucionaría paralelamente junto al blues, hasta nutrir la música de nuestro siglo como el rock y sus vertientes, el funk, el soul, etc.

Uno de los fenómenos decisivos para el naci-miento del jazz había sido el ragtime, música que era compuesta y pianística, en compañía de su mayor exponente Scott Joplin y su canción “The Entertainer”. (¿Recuerdan esa pegajosa melodía del cine mudo?). Los músicos de ese entonces tomarían algunos rags y los utilizarían para imprimir en estos el sello característico e indiscutible del jazz: la improvisación. Este elemento dejaría en un segundo plano la obra compuesta y exaltaría la personalidad de quien la interpreta; el encanto de ese sonido hechi-zante quedaría, entonces, en manos del artista

por el que transitaban las notas, esporádicas, de su mente hasta el instrumento, volviéndo-se este último como una extensión misma del cuerpo del músico. Creaban en tiempo real.

No solo allí residía el espíritu fugaz de esta mú-sica, además de la técnica, el estilo es algo, que para muchos músicos, le pertenece a la época en

la que vivían. Así el Bebop expresa, en su frené-tico y alocado ritmo, los caóticos años cuarenta; el Swing, el jazz comercial de los treinta, que de-notaba una estandarización en masa y una pre-dilección hacia las cosas en gran cantidad; o el agitado free jazz de los sesenta en donde había una búsqueda constante por una libertad tanto musical como espiritual, derivada en esa misma década con el surgimiento del hippismo. Hasta aquí podemos ver cómo el jazz guarda una estre-cha relación con el instante, tanto por cómo se interpreta (improvisación) como por el contenido que encierra (contexto de los estilos jazzísticos).

El jazz se ha extendido con el pasar de los años con feroz impulso por todos los rincones del mundo. En Colombia fue promovido hace 26 años con un festival realizado en el Teatro Li-bre Chapinero en Bogotá, evento que esparciría

hacia sus raíces cada vez más amantes de este exquisito género. Tal fue la acogida que tuvo por parte del público en aquel entonces, que ahora cada septiembre se realizan festivales en dis-tintas ciudades como en Barranquilla, Medellín, Cali en donde vienen invitados internacionales y, además, se hace presente el talento local.A pesar del fuerte despliegue que tuvo alre-dedor del globo, el jazz no ha transgredido los esquemas ya impuestos, no ha creado un nuevo estilo; hay que reconocerlo, han bro-tado fusiones y mezclas como el latin jazz, el funk jazz, el soul jazz, el smooth…pero no pa-san de ser subgéneros del mismo. ¿A qué suena el jazz del siglo XXI? ¿Sobre qué impro-visados compases reconstruirán las genera-

En una ocasión se le pidió a Lester Young, una de

en una agrupación para retomar el estilo de los años treinta. A esto él respondió: “No puedo ha-cerlo. Yo ya no toco así. Toco de otra manera; vivo de otra manera. Ahora es más tarde; aquello era entonces. Nosotros cambiamos, nos movemos.”

7Noise Presenta

www.noisearmada.com

ué magia encierra esa música que atrae todas las miradas hacia a un mismo punto? ¿Tendrá su ejecución una fuerza magnética que envuelve a todos los pre-sentes? ¿Qué ingrediente oculta en sus

compases para que quien la escuche no necesite seguir bebiendo para sentirse embriagado? El jazz es la música del momento. Sí, la del instan-te. La que construye con su elaborada melodía los sentimientos de una época. Que tiene vida y

Este género tan hoy apetecido por millones de músicos alrededor del mundo, surgió como un asunto de minorías a principios del siglo XX en Nueva Orleans (allí residiría su cuna principal, pero lo cierto es que, simultáneamente, se esta-ba gestando en otras ciudades como Kansas City y San Luis), y evolucionaría paralelamente junto al blues, hasta nutrir la música de nuestro siglo como el rock y sus vertientes, el funk, el soul, etc.

Uno de los fenómenos decisivos para el naci-miento del jazz había sido el ragtime, música que era compuesta y pianística, en compañía de su mayor exponente Scott Joplin y su canción “The Entertainer”. (¿Recuerdan esa pegajosa melodía del cine mudo?). Los músicos de ese entonces tomarían algunos rags y los utilizarían para imprimir en estos el sello característico e indiscutible del jazz: la improvisación. Este elemento dejaría en un segundo plano la obra compuesta y exaltaría la personalidad de quien la interpreta; el encanto de ese sonido hechi-zante quedaría, entonces, en manos del artista

por el que transitaban las notas, esporádicas, de su mente hasta el instrumento, volviéndo-se este último como una extensión misma del cuerpo del músico. Creaban en tiempo real.

No solo allí residía el espíritu fugaz de esta mú-sica, además de la técnica, el estilo es algo, que para muchos músicos, le pertenece a la época en

la que vivían. Así el Bebop expresa, en su frené-tico y alocado ritmo, los caóticos años cuarenta; el Swing, el jazz comercial de los treinta, que de-notaba una estandarización en masa y una pre-dilección hacia las cosas en gran cantidad; o el agitado free jazz de los sesenta en donde había una búsqueda constante por una libertad tanto musical como espiritual, derivada en esa misma década con el surgimiento del hippismo. Hasta aquí podemos ver cómo el jazz guarda una estre-cha relación con el instante, tanto por cómo se interpreta (improvisación) como por el contenido que encierra (contexto de los estilos jazzísticos).

El jazz se ha extendido con el pasar de los años con feroz impulso por todos los rincones del mundo. En Colombia fue promovido hace 26 años con un festival realizado en el Teatro Li-bre Chapinero en Bogotá, evento que esparciría

hacia sus raíces cada vez más amantes de este exquisito género. Tal fue la acogida que tuvo por parte del público en aquel entonces, que ahora cada septiembre se realizan festivales en dis-tintas ciudades como en Barranquilla, Medellín, Cali en donde vienen invitados internacionales y, además, se hace presente el talento local.A pesar del fuerte despliegue que tuvo alre-dedor del globo, el jazz no ha transgredido los esquemas ya impuestos, no ha creado un nuevo estilo; hay que reconocerlo, han bro-tado fusiones y mezclas como el latin jazz, el funk jazz, el soul jazz, el smooth…pero no pa-san de ser subgéneros del mismo. ¿A qué suena el jazz del siglo XXI? ¿Sobre qué impro-visados compases reconstruirán las genera-

En una ocasión se le pidió a Lester Young, una de

en una agrupación para retomar el estilo de los años treinta. A esto él respondió: “No puedo ha-cerlo. Yo ya no toco así. Toco de otra manera; vivo de otra manera. Ahora es más tarde; aquello era entonces. Nosotros cambiamos, nos movemos.”

Por: Camilo Arbeláez

Fotografías por Alejandro Grisales

10Banda del mes

www.noisearmada.com

El rap entra en tu mente como una bomba de tiem-po, se activa cuan-do dejar fluir libre pensamiento”, dice

su canción Calles Latinas, y sí que saben cómo detonarla con su ritmo funky instrumental y la irreverencia de sus letras que buscan despertar conciencia. ¿Quiénes son los cere-

bros dentro de las 4 cabezas? Nuestra revista les siguió la pista y tuvimos la oportuni-dad de compartir un rato con ellos en el cual nos contaron acerca de este proyecto.

Daniel Durán, “Mencho”, en la guitarra; Andres “Krbass” en el bajo; en la batería Ca-mila Noreña; Diego Ortíz (Mc-

conauta), Juan Fernando García (MC J-efe García) y Pablo Ortíz (MC Masta) en las líricas; son los prestidigitadores de este hipnó-tico ritmo Hip-Funk. Entre sus influencias más notables en-contramos a Los Tetas y Tiro de Gracia, provenientes de la mo-vida Funk chilena; The Meters, Parliament Funkadelic, George

Clinton, James Brown y todos esos sonidos pertenecientes a la corriente funk vieja escuela estadounidense de los 70’s y si a letras nos referimos, toda la escena del Hip-Hop en España destacando a Kase O y a Rafael Le-chowsky.

Un día, Diego se levantó y lo prime-ro que vio fue un VHS que decía Four heads of diamond, desde ese momen-to supo que el nombre para la agrupa-ción que planeaba formar junto con su hermano Pablo y J-efe (amigos desde

séptimo del colegio), sería Cuatro Ca-bezas, nombre que fue tomando signi-ficado a medida que se desarrollaba el proyecto, así como ellos afirman: “El nombre surge de un VHS pero de ahí a que se vuelva el nombre de la banda es porque tiene un contenido”.

Ellos le dan significado a esa cuar-ta cabeza faltante con un tipo de ente abstracto que aparece cuando los tres comparten sus letras y cantan juntos, es tanta la conexión debido a sus la-zos de hermandad y cuasi hermandad,

que no hace falta ponerse de acuerdo para que sus letras se acoplen de la manera tan vertiginosa que logramos evidenciar en sus canciones. Aunque no solo se queda ahí, esa cuarta ca-beza simboliza también el vínculo que se forma a través de la palabra con su público, el hacer del espectador uno de los suyos, noción que se manifies-ta claramente en su puesta en escena, haciendo de los conciertos un encuen-tro más íntimo.

11Banda del mes

www.noisearmada.com

Y para los que aún les queda la duda, pueden escuchar la canción 4ta cabe-za, donde lo expresan de manera ma-gistral.”

Básicamente la idea inicial era hacer un grupo de solo rap, fue luego cuan-do la banda instrumental surgió de un parche de amigos que tenían otra agrupación llamada Puro Feeling GS, en donde J-efe era vocalista; Diego baterista y Daniel Palacios, quien per-tenecía a la alineación inicial, tocaba el bajo. Todos se pusieron de acuerdo y grabaron una canción llamada 24/7 que casualmente llegó a sonar en Jamrock, un bar local. Posteriormen-te, los contactaron para que tocaran allá: “No teníamos los temas ni el for-mato para tocar en un bar, con el com-bo de amigos hicimos una base, y por encima de las expectativas, el bar se nos llenó”. A partir de ese momento es que se consolida la banda, allí es cuan-do logran obtener ese brillo que hacía falta del Four heads diamond.

Daniel Palacios (Pali) en el bajo, Mencho en la guitarra y en la batería Daniel Bernal, serían los que darían las pinceladas iniciales a lo que es hoy Cuatro Cabezas. “Más adelante Bernal se tuvo que retirar por cuestiones per-sonales, casi dimos por terminado el proyecto, en ese momento fue cuando apareció Mauricio Duque, nuestro pri-mer mánager. Él nos motivó a seguir adelante y, convencidos, convocamos una audición para hallar un baterista, ahí es donde entra Camila”. Más ade-lante es cuando Krbass entra en re-emplazo de Pali debido a que éste se fue a vivir al exterior. Él nos contó: “A mí me llamaron en mayo del 2012, yo me acuerdo que estaba en Bogotá en otro concierto con Nepentes cuando me propusieron que fuera el bajista, les dije que no buscaran más, en ese momento fue muy de charla, pero más adelante me metí de lleno al proyec-to”. Como último cambio en la alinea-

ción, el año pasado entró Luna como su nueva mánager, quien los tiene jui-ciosos exigiéndolos al máximo.

Les preguntamos acerca de la expe-riencia de abrir el concierto de Nach y Zpu en el 2012, con simpatía nos contaron la historia: “Gracias a que te-níamos el contacto con el organizador, el mánager de ese momento, Mauri-cio, hizo el contacto, cuadró con él y logramos conseguir tocar ahí. Fue un poco caótico porque el mismo día del evento cambiaron el lugar y la hora, tocábamos súper temprano, a eso de las 4. Llegamos y no había prueba de sonido, además de que nunca nos ha-bíamos montado en una tarima de ese tamaño, nos enfrentábamos a un pú-blico que suponíamos que iba a estar un poco reacio a la propuesta de ha-cer un hip hop diferente al que estaba montado en esa tarima ese día. Aquí el rapero es muy ortodoxo, aunque ha venido cambiando esa mentalidad.

Estábamos al lado de la tarima el bajista y yo (Moncho), afinando ape-nas, la primera, la segunda… bueno muchachos, súbanse, súbanse, y nos tocó subir así desafinados.” A pesar de los percances, el toque fue un éxito y la gente los recibió muy bien afuera.

En palabras de Pablo: “De 800 a 900 personas que estaban ahí ese día, des-de el momento cuando gritan la pri-mera vez uno ya queda enviciado de por vida”, para ellos, la fluidez de su interpretación depende de la energía que les transmite el público.

Otra de las experiencias inolvidables que han vivido como grupo ha sido un concierto privado que los tomó por sorpresa: “Un día estábamos ensayan-do y abrieron la puerta, entró Mauricio y detrás venía Kase O, le hicimos el concierto privado y el man se la soyó, bailó y hasta cogió el micrófono.”

A pesar de que aún no han lanza-do su primer disco que se encuentra en proceso de posproducción en este momento, ni tampoco han tocado por fuera de Medellín, desde hace dos

años Cuatro Cabezas ha tenido apari-ciones importantes al lado de artistas internacionales haciendo que los me-dios alternativos se interesen por su propuesta. Este potencial que están decididos a explotar con esfuerzo, de-dicación y perseverancia, seguramente los llevará muy lejos a lo largo de su carrera.

A futuro, la banda se propone prin-cipalmente sacar su álbum debut que llevará como nombre “Cuatro”, y se proyectan para hacer presentaciones por fuera de la ciudad y del país, espe-cíficamente desean ir a México, Chile, Argentina y España.

“Para los lectores de la revista, como consejo para quienes están iniciando su propuesta musical, son principal-mente 3 cosas: creérsela, perseverar y ser disciplinados, además, ya que el trabajo en equipo no es cosa fácil, hay que aprender a conciliar y botar los egos, trabajar por la música y no por la gloria individual.”

16Noise Presenta

www.noisearmada.com

Según el diccionario, playback es una técnica en la que el sonido se graba previamente y se reproduce al tiempo que una presen-tación. Para los músicos y, sobre todo para los fans, playback es sinónimo de pesadilla, motivo de odio y la excusa favorita para acribillar a los grandes.

El tema vuelve a ser polémico a propósito de la actuación de Red Hot Chilli Peppers en el Super Bowl. Hicieron playback, esa es la verdad, la gente se les lanzó en críticas y muchos se decepcio-naron de la banda, pero señores: este escenario lo ameritaba. A veces, saltar, tocar y salir excelente en un escenario donde el delay es de varios segundos es complicado y hay que aceptar las limitaciones de cada quien, lo que no quiere decir que no toquen, que sean incapaces; por favor, llevan 30 años en la música y en vivo son por mucho los mejores.

No se trata ahora de defender o no el playback, porque tam-poco se trata de aceptar el facilismo con que a veces se utiliza para esconder talentos que no se tienen, para mentir, ahí sí: a la horca y cuantos insultos resulten. Todo depende, cada situación y cada presentación y escenario es distinto. El playback es un término satanizado porque muchas veces no se entiende. Eso sí, por favor, los detalles son la magia, conecten los equipos, lleven los cables a alguna parte, la energía es muy importante para dar un buen show, pero en su justa medida. Puede que sean leyendas pero hasta en conciertos medianos se ve feo tocar electrónica con las consolas desconectadas.

Músicos, eviten hacer playback por nada, porque sí, que sea una justa causa, si lo hacen sépanlo hacer y si están obligados a ha-cerlo sáquenle provecho: MUSE, Nirvana, Iron Maiden, The Cure, hicieron los peores playbacks, los hicieron a propósito y por eso son memorables. Público no juzguen a la ligera, las bandas tie-nen conciertos, trabajos discográficos y a veces muchos años de carrera como para merecer las peores críticas en algo que puede ser necesario. Recuerden vivir y dejar vivir.

Salud.

Por : Gloria Laverde Somera

Según el diccionario, playback es una técnica en la que el sonido se graba previamente y se reproduce al tiempo que una presen-tación. Para los músicos y, sobre todo para los fans, playback es sinónimo de pesadilla, motivo de odio y la excusa favorita para acribillar a los grandes.

El tema vuelve a ser polémico a propósito de la actuación de Red Hot Chilli Peppers en el Super Bowl. Hicieron playback, esa es la verdad, la gente se les lanzó en críticas y muchos se decepcio-naron de la banda, pero señores: este escenario lo ameritaba. A veces, saltar, tocar y salir excelente en un escenario donde el delay es de varios segundos es complicado y hay que aceptar las limitaciones de cada quien, lo que no quiere decir que no toquen, que sean incapaces; por favor, llevan 30 años en la música y en vivo son por mucho los mejores.

No se trata ahora de defender o no el playback, porque tam-poco se trata de aceptar el facilismo con que a veces se utiliza para esconder talentos que no se tienen, para mentir, ahí sí: a la horca y cuantos insultos resulten. Todo depende, cada situación y cada presentación y escenario es distinto. El playback es un término satanizado porque muchas veces no se entiende. Eso sí, por favor, los detalles son la magia, conecten los equipos, lleven los cables a alguna parte, la energía es muy importante para dar un buen show, pero en su justa medida. Puede que sean leyendas pero hasta en conciertos medianos se ve feo tocar electrónica con las consolas desconectadas.

Músicos, eviten hacer playback por nada, porque sí, que sea una justa causa, si lo hacen sépanlo hacer y si están obligados a ha-cerlo sáquenle provecho: MUSE, Nirvana, Iron Maiden, The Cure, hicieron los peores playbacks, los hicieron a propósito y por eso son memorables. Público no juzguen a la ligera, las bandas tie-nen conciertos, trabajos discográficos y a veces muchos años de carrera como para merecer las peores críticas en algo que puede ser necesario. Recuerden vivir y dejar vivir.

Salud.

Por : Gloria Laverde Somera

18Opinión

www.noisearmada.com

Estamos ahí: ella que no sabe que será mamá en menos de un año, otra vez; él que tampoco sabe que será papá, y se cree rockstar; yo, que voy y vengo, siem-pre. Y, sin saber todo eso, estamos cele-brando la vida de la mejor manera que se puede celebrar: montados en una Chi-va, bailando una cierta cumbia, saltando como se salta el funk, coreando que “aquí me siento ¡vivo!, ¡vivo!, ¡vivo!”.

Vivo es el más reciente álbum de La Chiva Gantiva, la tercera producción en los casi diez años de vida de esta ban-da colombo-belga, luego del EP Apreta’o (2009) y el disco Pela’o (2011). Para este 2014, La Chiva nos trae más de sus per-cusiones, su rock, su afrobeat, su francés, su –nuestro– parlache y sus ritmos latinos y colombianos, un sonido que ya no inten-ta nada, sino que lo consigue, como diría su productor Joel Hamilton. Este álbum fue grabado en un estudio que la propia banda construyó en el segundo piso de un bar en el centro de Bruselas y es firma-do por el sello independiente Crammed Discs. Hamilton, productor también de Bomba Estéreo, Marc Ribot, Tom Waits, mezcló el disco en Nueva York.

Precisamente al trabajo entre produc-tor y banda, le debemos la fuerza de este disco, su potencia y solidez, esa energía que no se agota en La Chiva Gantiva y que viene con más ganas de hacer mover la cabeza a la vez que los hombros y las caderas. En esto de los productores, La Chiva Gantiva ha sido siempre tan acer-tada como desde los días en que tres es-

tudiantes colombianos en Bélgica, Felipe Deckers, Rafael Espinel y Natalia Gantiva, empezaron a tocar la percusión juntos. Además de Hamilton, la banda ya había trabado en su primer disco con Richard Blair, productor de bandas como Choquib-town y artistas como Totó la Momposina, una de las tantas influencias de La Chiva.

Y es que esta frase ya es trillada, pero no por eso innecesaria: la música de La Chiva Gantiva da ganas de estar ¡vivo!, de mante-nerse no solo en pie, sino bailando, de que vengan criaturas a este mundo de sombras y miserables, pero también de música, lu-ces y voces. Por eso, como decía el viet-namita del saxofón o quizás alguno de los belgas o el francés que hace parte de la banda, para estar en La Chiva se necesita que a uno le guste mucho la música colom-biana y la fiesta. La Chiva Gantiva nació en Bruselas, sus raíces son colombianas, pero es una banda universal a la que hay que dejar ser y viajar por donde quiera.

Así que cuando estoy apacigua’o/ cuando estoy desconfia’o/ cuando tengo mucho/ cuando estoy quebra’o/ y cuando me sien-to solo y cuando estoy enamora’o/ mis tri-pas se mueven y siento el poder/ como el poder de la gente, que se empieza a enten-der (…) Tengo un camino pa’ mi destino/ y vivo mirando donde piso/ vivo contento de sentir el poder porque aquí, aquí/ aquí me siento vivo, vivo, vivo/ Aquí me siento vivo, vivo, vivo/ Aquí me siento vivo.

19Opinión

www.noisearmada.com

Noise Armada: ¿Qué esMonkillaz?Monkillaz: Monkillaz es una

crew de beatmakers.Noise Armada: ¿Quiénes y que

hacen parte del proyecto?Mkz: shapu henzo, Shama joo

(área 51 music), Seven pi (beat head), son los autores de los beats (pistas). Están apoyados por un equipo de trabajo que se componen de: Dj Ray, Johann Tabares “Graffikarte desing”, Elle dios “smashed brain”, Gio-vany Arroyave “Occ-iso”, en la parte audio visual y Askaph “Boombawa Home studio“en la posproducción.

NA: Creo que la labor del Beat-maker es muy poco agradecida en la cultura, olvidada y por mu-chos ni tomada en cuenta. Uste-des como proyecto Beatmaker, ¿qué piensan sobre la labor del Beatmaker en la cultura?

Mkz: La verdad es que no se ha tomado en cuenta porque las personas se preocupaban más por escribir y antes no se tenía tanto conocimiento y herra-mientas sobre hacer los beats. Un buen Mc sin un buen beat es un trabajo a medias.

NA: ¿Adónde se espera llegar con Monkillaz?

Mkz: Monkillaz trata con una base de calidad. Crear un buen mercado o un buen ambiente mercantil para los Beatmakers y lograr un reconocimiento a nivel Internacional, no solo eso, también impulsar buenos Mc’s y nuestra cultura con un ma-terial competitivo y que pueda dar una buena pelea con los ya reconocidos Beatmaker mun-diales.

NA: ¿Cuál es la motivación de hacer lo que se hace?

Mkz: Es algo que me nace, una libertad de hacer música, tam-bién es volver a significar la mú-sica de nuestros antepasados. Es algo que yo respeto mucho y trabajo para que otros le den el valor que se merece.

NA: ¿Cómo ven al Hip Hop en estos momentos a nivel local, nacional y nivel Latinoamerica-no?

Mkz: Frágil. Hay muy pocos grupos que le dedican el tiem-po necesario a cada una de las fases de la creación artística, y el resto de los grupos con talen-to no le invierten el suficiente amor para sacar un trabajo de buena calidad. También hace falta un público que trascien-da más allá de ver y escuchar, que investiguen qué significa Hip Hop, y tengan argumentos válidos para hacer unas buenas críticas.

A nivel nacional lo vemos igual. A nivel Latinoamericano sí ha tomado una fuerza increí-ble, pues para nosotros la de-lantera la lleva Venezuela, más que España que son grandes re-ferentes en habla hispana, Tam-bién Chile y México han adquiri-do gran fuerza y un gran nivel.

Na: ¿Esperan poder vivir mo-netariamente de lo que hacen como Beatmakers?

Mkz: Pues obviamente es una de nuestras metas, que esto tome el valor que se merece y nos permita cubrir todas nues-tras necesidades económicas.

Por: Cristian Arango Mejía.